Fabulas
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Fabulas
La cigarra y la hormiga.
La cigarra era feliz disfrutando del verano: El sol brillaba, las flores desprendían su
aroma...y la cigarra cantaba y cantaba. Mientras tanto su amiga y vecina, una
pequeña hormiga, pasaba el día entero trabajando, recogiendo alimentos.
- ¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo mientras
canto algo para ti. – Le decía la cigarra a la hormiga.- Mejor harías en recoger provisiones
para el invierno y dejarte de tanta holgazanería – le respondía la hormiga, mientras
transportaba el grano, atareada.La cigarra se reía y seguía cantando sin hacer caso a su
amiga. Hasta que un día, al despertarse, sintió el frío intenso del invierno. Los árboles se
habían quedado sin hojas y del cielo caían copos de nieve, mientras la cigarra vagaba por
campo, helada y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecina la hormiga, y se acercó a
pedirle ayuda.- Amiga hormiga, tengo frío y hambre, ¿no me darías algo de comer? Tú
tienes mucha comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada. La hormiga
entreabrió la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.- Dime amiga cigarra, ¿qué hacías tú
mientras yo madrugaba para trabajar? ¿Qué hacías mientras yo cargaba con granos de trigo
de acá para allá?- Cantaba y cantaba bajo el sol- contestó la cigarra.- ¿Eso hacías? Pues si
cantabas en el verano, ahora baila durante el invierno- Y le cerró la puerta, dejando fuera a
la cigarra, que había aprendido la lección.
Moraleja: Quien quiere pasar bien el invierno, mientras es joven debe aprovechar el
tiempo.
Adivino
Érase una vez una bruja que se ganaba la vida vendiendo encantamientos y fórmulas para
calmar la cólera de los dioses.
Con esta promesa a la bruja no le faltaban clientes y conseguía grandes cantidades de
dinero de este modo de vida.
Pero un día fue acusada de ir contra las leyes y la llevaron ante los jueces supremos del
país.
Así, tras un juicio muy corto, la culparon y la hicieron condenar a muerte.
Viéndola salir de la sala del juicio, una de las personas presentes le dijo:
- Bruja, tú que decías poder desviar la cólera de los dioses, ¿Cómo no has podido persuadir
a los hombres?
Moraleja: hay que ser precavido con quienes prometen solucionar todo problema que
tengas a cambio de dinero pero son incapaces de arreglar los suyos.
la lechera
La hija de un granjero llevaba un
recipiente lleno de leche a vender al
pueblo, y empezó a hacer planes
futuros:- Cuando venda esta leche,
compraré trescientos huevos. Los
huevos, descartando los que no nazcan,
me darán al menos doscientos
pollos.Los pollos estarán listos para mercadearlos cuando los precios de ellos estén
en lo más alto, de modo que para fin de año tendré suficiente dinero para comprarme
el mejor vestido para asistir a las fiestas.Cuando esté en el baile todos los
muchachos me pretenderán, y yo los valoraré uno a uno.Pero en ese momento
tropezó con una piedra, cayendo junto con la vasija de leche al suelo, regando su
contenido. Y así todos sus planes acabaron en un instante.
Habían tres pájaros montados en una cerca. De esos tres, dos decidieron volar muy lejos,
mientras que el otro decidió quedarse en la cerca donde estaban. ¿Cuantos pájaros
quedaron? Quedaron 3 pájaros.
La madre contestó:
- No te extrañes, hija mía: esas mujeres no lloran lágrimas, sino dinero. Nunca
olvides que las monedas son las lágrimas del rico.
Al terminar de preparar la rica salsa se dió cuenta lo sabroso y rico aroma que tenía;
sin duda era todo un arte culinario, ´pero de pronto el cocinero recibió una llamada
inesperada y salió tan pronto como bala disparado, que olvido tapar la cacerola.
Una mosca glotona y hambrienta volaba muy cerca de la cacerola , se sentía atraída
por el sabroso olor y empezó a volar alrededor dando vueltas y vueltas y muchas
vueltas más , hasta que cayó en ella , y estaba tan feliz de haber caído en la rica salsa
de carne , dentro de la cacerola que dijo:
“oh! que rico comí, bebí y hasta me bañe así que si en estos instantes me muero ya
nada me importaría después de todo el gusto que me dí en esa cacerola de carne“.
MORALEJA
Al irresponsable no le importa el fracaso si su llegada a él le depara buenos
momentos.
La corneja fugitiva
Tras mucho tiempo intentando dar caza a una corneja, un hombre consiguió al fin su
premio. Para evitar que se escapara su tan codiciada pieza, le anudó un filo hilo a
una de sus patas y se la llevó a su hijo como regalo.
A pesar de que su pequeño dueño se desvivía por darle los mejores cuidados del
mundo, la corneja no acababa de sentirse cómoda en su nuevo hogar. Una tarde,
mientras el pequeño limpiaba la jaula que le servía como hogar, la corneja
aprovecho que nadie la vigilaba para salir por la ventana y volar hacia el lugar en
que estaba construido su nido.
Tan emocionada estaba por recobrar su libertad, que al posarse sobre su árbol, el
hilo que colgaba de una de sus patas se enredó terriblemente en varias ramas. Al
darse cuenta de la situación, comenzó a aletear con todas sus fuerzas, enredándose
cada vez más. Prisionera en el lugar que tanto añoraba, dijo con resignación:
-¡Que tonta he sido! Por culpa de mis deseos de vivir de nuevo en libertad, voy a
terminar mis días en el árbol que me vio nacer.
MORALEJA
Cuanto más grande sea lo que deseamos, mayores son los riesgos.