Las Relaciones Internacionales Regionales de Chile Hacia 1904
Las Relaciones Internacionales Regionales de Chile Hacia 1904
Las Relaciones Internacionales Regionales de Chile Hacia 1904
2
Las relaciones internacionales regionales de Chile hacia 1904
Cristián Garay Vera y Claudio Tapia Figueroa
Editores
3
Las relaciones internacionales regionales de Chile hacia 1904
Cristián Garay Vera y Claudio Tapia Figueroa
Editores
ISBN: 978-956-6095-25-5
Santiago de Chile, julio 2021
Primera edición
Gestión editorial: Ariadna Ediciones
http://ariadnaediciones.cl/
https://doi.org/10.26448/ae9789566095255.11
Foto de portada:
República de Chile
Ministerio de Relaciones Exteriores
Archivo General Histórico
Código: 4662 - FD 92.jpg
Año: 1913
Autor: Foto Cordero
Título: Inauguración del ferrocarril de Arica a la Paz
Origen: Memorándum Público. N° 680 del 2 de diciembre de 2003 del Jefe de Gabinete
del Ministro de Relaciones Exteriores de Chile a la Jefa del Departamento Archivo General
Histórico. Retratados (izq. a der): Villegas Echiburú, Enrique. Ministro de Relaciones
Exteriores de Chile/ Montes, Ismael. Presidente de la República de Bolivia
Lugar: Chile. Arica. Estación de trenes
4
Índice
Introducción……………………………………………………………...7
Argentina
La política exterior de Argentina y Estanislao Zeballos.………………………...11
Pablo Lacoste
Bolivia
El Mercurio de Valparaíso y el Pacto de Tregua de 1884 con Bolivia…………….87
Cristián Garay y Ana Solíz de Stange
Brasil
Chile y Brasil, la “estrecha amistad” en la época del
Barón de Rio Branco (1902-1905)…………………………………………...…113
Marión Guerrero
Colombia
Relaciones Chileno-Colombianas a inicios del siglo XX. La reforma militar en
Colombia, 1904-1915…………………………………………………….147
Mayra Rey
Ecuador
Ecuador en la política exterior de Chile: un escenario paravecinal en el tránsito del siglo
XIX al XX……………………………………………………………..173
Claudio Tapia Figueroa
Perú
Incidencia del Tratado de 1904 en el proceso de chilenización de Arica………...…199
José Miguel Concha
5
6
Introducción
Si se mira así, 1904 es un año pivote para Chile y también para su entorno.
Al aquietamiento progresivo de sus relaciones con Argentina, sucedió
también un creciente influjo y prestigio chileno paravecinal, y una serie de
reacomodos en el entorno vecinal y regional. Esta nueva política significó
en los hechos un progresivo desplazamiento desde el poder militar coactivo
a formas más sutiles de influencia, donde las relaciones cooperativas entre
los Estados pasaron a tener una mayor relevancia, más aún cuando ya en
los años considerados en este estudio, se habían producido las primeras
reuniones regionales en torno al denominado “Panamericanismo”,
impulsado por el gobierno de los Estados Unidos.
De esta forma, los trabajos que presentamos, avizoran este proceso como
algo gradual, complejo y polifacético, en el cual se presentan los
7
argumentos tanto para los cambios primeros, como para su estabilización
después de las relaciones intrarregionales, a través de sus acciones, vínculos,
motivaciones y resultados.
Para esta obra se han concertado dos relevantes núcleos de acción: por una
parte, los desarrollados al amparo de proyectos de investigación de
programas de Maestría y Doctorado y, de otra, iniciativas cobijadas en
universidades y/o con fondos gubernamentales. De este modo, las
temáticas aquí abordadas, responden a la reunión de esfuerzos generados al
interior varias universidades, en especial de los vinculados a los estudios de
historia de las relaciones internacionales, además de resultados provenientes
de encuentros académicos iniciados en los albores del siglo XXI, en la
Universidad de Santiago de Chile, la Universidad Católica de Santísima
Concepción, la Universidad de Valparaíso y la Universidad Técnica
Federico Santa María, abarcando una buena parte de la actividad
internacional chilena hacia los restantes actores estatales de América del
Sur.
Los editores
8
Argentina
9
10
La política exterior de argentina y Estanislao Zeballos
Pablo Lacoste
11
importante: realizar el mismo trabajo pero referido a las relaciones entre
Argentina y Chile. Ese es el objetivo de estas líneas.
4 Entre las principales obras de Zeballos cabe citar La conquista de 15.000 leguas (1878),
Descripción amena de la República Argentina (tomo uno; Viaje al país de los araucanos, 1881; tomo
dos: Viaje al país del trigo, 1883; tomo tres Viaje a través de las cabañas, 1888); The rise and growth
of the Argentine Constitution (1907), La diplomatie des Etats-Unis dans l’Amerique su Sud, (Paris,
1920).
12
señalado Braun Menéndez.5 Mitre derrotó a Zeballos en el manejo de las
relaciones exteriores con los dos formidables vecinos: Chile (con los Pactos
de Mayo de 1902) y Brasil (los mitristas y roquistas se negaron a aprobar los
fondos que el entonces canciller Zeballos solicitó para comprar armas y
propuso iniciar una guerra relámpago contra el Brasil en 1908). De allí el
resentimiento de Zeballos contra Mitre, volcado en sus publicaciones de
esos años.
Nostalgias virreinales
parte de las Misiones de ambos lados del Uruguay, de las repúblicas Oriental y de Bolivia, con
el territorio atacameño del Pacífico desde el Salado de Copiapó hasta el Loa del Perú y con la
erección de la provincia chilena, al oriente de los Andes, en Magallanes. Desde 1852 hasta
1900, largo período de guerra civil e incertidumbre, de prostitución de las instituciones
adoptadas en 1853, de grandes adelantos morales y materiales y de mercantilismo insaciable,
sin miedo y sin escrúpulos, la desmembración territorial ha continuado. El Chaco al norte del
Pilcomayo, los territorios del grado 52 de latitud sur en la Patagonia, y una parte de Atacama
oriental entre los paralelos 22º y 23º pasaron a extraños dominios, cuyo engrandecimiento
aumenta los peligros futuros para la República Argentina”. Zeballos, Estanislao. La política
exterior de Chile y las Repúblicas Argentina, del Perú y Bolivia. En: Revista de Derecho, Historia y Letras
(RDHL), año II, tomo VI, abril de 1900, p. 302-303.
13
ejemplo, cuando la Argentina tomó la decisión política de no dejarse
arrastrar por Bolivia y Perú a la Guerra del Pacífico, Zeballos encabezó las
críticas al gobierno de su país (1881). Poco después, Zeballos impulsó el
tratado entre Argentina y Bolivia por el cual, aquella cedió Tarija a cambio
de la Puna de Atacama, lo cual creó un nuevo conflicto entre Argentina y
Chile que hasta entonces no existía. Más adelante ampliaremos este punto.
7 SATER, William. Chile and the United States: empires in conflict. (University of Georgia Press,
Athens and London, 1990), p.64.
8 MENESES Ciuffardi, Emilio. El factor naval en las relaciones entre Chile y los Estados Unidos
14
si lograba tomarse Antofagasta podía usar como base de estación el
estuario de El Plata y que las tropas americanas podrían cruzar el territorio
argentino rumbo a Chile.11
Del lado chileno, en cambio, estos documentos han sido más difundidos y
ocupan un lugar destacado en obras como las de José Miguel Barros (1950,
1963), Dupuy Grez (1968), Barros Van Buren (1970, 1991) y Meneses
Ciuffardi (1989). La evaluación histórica de esta actitud ha sido muy
contundente. Un estudio especializados en este conflicto ha señalado que
“Buenos Aires demostró una duplicidad infraternal con el generoso
ofrecimiento de bases argentinas a los americanos para atacar Chile”.14 La
propuesta de Zeballos, en el sentido de comprometer el apoyo oficial de la
Argentina a una fuerza extra-latinoamericana que amenazaba invadir a un
país vecino, fue un claro reflejo de la tradición ideológica que Zeballos
lideró a lo largo de toda su vida.
Primera edición en inglés: 1957. (Buenos Aires, EUDEBA, 2 edición, 1965). PETERSON,
Harold. La Argentina y los Estados Unidos 1810-1960. Primera edición en inglés: 1960.
(Buenos Aires, EUDEBA, 1970). PIKE, Frederick. Chile and United States 1880-1962.
(University of Notre Dame, Indiana, 1963). BURR, Robert. By Reason or Force. Chile and
the Balancing of Power in Souht America 1830-1905. (University of California Press,
Berkeley, Los Angeles, 1965).
13 ETCHEPAREBORDA, Roberto. Zeballos y la controversia entre Chile y los Estados Unidos por
15
principios del siglo XX para resolver pacíficamente sus límites territoriales,
sobre todo el Tratado de 1881, el arbitraje de la Puna en 1899 y los Pactos
de Mayo de 1902.
16
pertenecido a la Intendencia de Salta del Tucumán durante el Virreinato del
Río de la Plata, a cambio de un enorme espacio desierto que Chile
consideraba propio por derechos de victoria militar. El tratado significaba
generar un serio conflicto con Chile. Atento a estas consideraciones, el
Congreso argentino se opuso a aprobarlo. Hasta que llegó Zeballos a la
chancillería y desplegó toda su influencia para obtener la ratificación
parlamentaria, con éxito. Como resultado se produjo una fuerte escalada en
la carrera armamentista y las tensiones bilaterales argentino-chilenas, hasta
quedar al borde de la guerra. El abrazo del Estrecho y el arbitraje del
ministro de EEUU en Buenos Aires, Buchanan, permitieron evitar la
conflagración (1899).
17
Argentina un papel de liderazgo en América Latina. Zeballos llegó a
jactarse de que en la Argentina se había producido el origen del hombre
sobre la tierra, considerando como tesis confirmada la propuesta de
Florentino Ameghino, como veremos más adelante. Zeballos gustaba de
emular la sentencia acuñada por Carlos Tejedor en 1874: “Ha llegado el
momento, o nunca será, de decir a los vecinos que el tiempo de las
usurpaciones ha concluido”.17 Representando en Argentina el papel que
cumplían Adolfo Ibáñez, el almirante Latorre y Walker Martinez en Chile,
Zeballos estaba persuadido que la nación trasandina se estaba expandiendo
territorialmente en detrimento de los derechos de su país. Por tal motivo,
había que tomar medidas enérgicas para revertir la situación.
Los textos de Zeballos son bastante diáfanos para reflejar sus ideas racistas,
sus prejuicios antichilenos y antibrasileños. Además, Zeballos empleaba un
Politeama Argentino de Buenos Aires en la noche del 19 de diciembre de 1901. En: Revista de Derecho,
Historia y Letras, año IV, tomo XI, diciembre de 1901, p. 440.
18
discurso grandilocuente para referirse a la Argentina como un país llamado
a la grandeza. Era una suerte de profeta de la versión rioplatense de la
doctrina del “destino manifiesto” de EEUU.
El texto es muy diáfano. El autor muestra sus ideas racistas como causa de
la presunta superioridad argentina sobre sus vecinos latinoamericanos. En
páginas anteriores el autor había señalado que el comercio exterior
argentino duplicaba el que en ese momento tenían los demás países de
América del Sur en su conjunto. Y el autor centraba las causas de esta
prosperidad en las presuntas diferencias raciales.
19
El discurso de Zeballos era notablemente grandilocuente. Porque era
inexacto que la Argentina fuese un país “racialmente blanco”. Los
inmigrantes europeos habían impactado en la composición humana de
algunas ciudades y provincias, como Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza.
Pero en todo el noroeste argentino, donde la inmigración no superó el 5%
del total de la población, seguía predominante un perfil claramente mestizo.
Esta tendencia hacia la grandilocuencia se nota también en otros temas. Por
ejemplo, al referirse a la red ferroviaria nacional, Zeballos aseguraba que
hacia 1900 la Argentina contaba con 45.000 kilómetros de ferrocarriles,
cuando en realidad, esta red llegó a los 40.000 km. Algo parecido sucedió
con la cantidad de población. El Censo Nacional de 1914 registró 7.800.000
habitantes. No obstante, Zeballos aseguraba que la Argentina tenia
10.000.000 de habitantes.20
20
Vigencia de las ideas de Zeballos
21
Por otra parte el citado libro sobre Zeballos lleva el prólogo de otro
referente interesante: Raúl Rey Balmaceda. Igual que Zeballos y Sanz, Rey
Balmaceda se graduò en la Universidad de Buenos Aires; se dedicó a la
docencia y la investigación, con importante trayectoria en el CONICET. Fue
además presidente de la Sociedad Argentina de Estudios Geográficos. Su
trayectoria culminaría con la edición del libro Hielos continentales: un falso litigio
limítrofe, editado por el Círculo Militar en 1997, para fortalecer y reforzar las
tendencias antichilenas de la élite rioplatense.
22
Zeballos fue un constante promotor de los recelos de Argentina hacia Brasil
y Chile. Sus enérgicas posiciones antilatinoamericanistas estaban fuertemente
influidas por prejuicios positivistas de corte racista y por el darwinismo social
de aquella época, ideologías de las cuales Zeballos nunca se pudo librar. Su
talento, su inflamada oratoria y su brillante pluma, contribuyeron a una
amplia difusión de estas ideas, que posteriormente se estandarizaron en la
conciencia colectiva argentina. De esta forma, Zeballos levantó un muro
cultural que hasta fines del siglo XX, significaría un serio obstáculo para la
integración de Argentina con sus principales vecinos. Por lo tanto, es
necesario volver a estudiar a Zeballos para enfrentar el problema desde su
base.
Bibliografía
23
cordillera. La frontera argentino-chilena como espacio social. (Neuquén,
Universidad del Comahue, 2001).
24
ZEBALLOS, Estanislao. La política exterior de Chile y las Repúblicas
Argentina, del Perú y Bolivia. En: Revista de Derecho, Historia y Letras
(RDHL), año II, tomo VI, abril de 1900.
25
26
El factor naval en la controversia argentino-chilena de
límites de 1876 – 1881:
los casos de Jeanne Amélie y Devonshire24
Diego Jiménez
Introducción
25 Este incidente consiste en que el barco Jeanne Amélie, de bandera francesa, atracó a 22
millas al sur del río Santa Cruz para cargar guano tras la autorización del cónsul de Argentina
en Paysandú. Una vez el gobierno chileno tomó nota de la situación, capturó aquella nave el
27 de abril de 1876 para llevarla a Punta Arenas y comisionarla. Empero, tras una tormenta
en la boca oriental del Estrecho de Magallanes, el Jeanne Amélie se hundió, lo cual generó una
sonada protesta del gobierno francés, y una controversia internacional entre este último,
Argentina y Chile. El incidente se declaró terminado tras las explicaciones brindadas por
Diego Barros Arana al presidente Nicolás Avellaneda el 16 de junio de ese mismo año al
asumir el cargo de agente plenipotenciario. Para obtener mayores detalles de la controversia,
se sugiere revisar los textos de Escudé y Cisneros (2000), Barros Borgoño (1936) y González
Madariaga (1970: 141 – 142).
28
Primero: El despacho de un buque de guerra Chileno, conduciendo una
partida que desembarcó en Río Gallegos, donde el Sr. Diputado ha dicho
que ella dejó en señal de posesion y de dominio una casilla cuyos restos se
conservan en las márgenes de aquel Rio.
Segundo: El arribo de otro buque al Rio Santa Cruz con pretesto de
verificar estudios científicos, pero con el verdadero propósito de ejercer
actos de jurisdicción.
Tercero: El apresamiento de la barca «Jeanne Amélie» en el grado 50 de
latitud Sud, y;
Cuarto: La captura de la «Devonshire»; la primera con bandera Francesa y la
segunda con bandera Norteamericana.
De este modo, la declaración del Gobierno Chileno de 1873 fué confirmada
por aquellos avances, á los que quizás no se contestó con la energía
necesaria.
Por nuestra parte, al rechazar que los territorios ocupados real y
efectivamente por Chile, llegaban hasta el grado 50; al rechazar las
pretensiones deducidas sobre toda la Patagonia y aún más al norte del Rio
Negro, admitimos que la cuestion rejida por el tratado celebrado en 1856,
del que me ocuparé pronto, podía considerarse como materia de la disputa,
el Estrecho y las tierras adyacentes hasta el grado 52 de latitud (De Irigoyen,
1882: 18 – 19).
29
Nacional, para que luego este último presione al Ejecutivo y a los
encargados de negocios o agentes plenipotenciarios, según el caso, a
generar posiciones cada vez más duras sobre la materia. Un ejemplo notable
lo constituye el entonces presidente de la República Argentina, Nicolás
Avellaneda (1874–1880), quien publicó su percepción sobre el problema de
Jeanne Amélie en los siguientes términos durante julio de 1878:
Chile no tuvo una situación mejor con el incidente del Jeanne Amélie. La
misión Barros Arana, sobre la cual se proyectaron grandes expectativas en
ambos lados de la Cordillera de alcanzar un arbitraje, o bien, una solución
bilateral a la controversia, enfrentó obstáculos críticos en el desarrollo de
sus gestiones. Empero, en la percepción del agente chileno, la prensa de
capitales extranjeros asentados en Chile, así como la de aquellos que
repudiaban cualquier acuerdo con Argentina, hicieron escalar la tensión a
niveles sin precedentes, como lo señala en la siguiente cita:
32
satisfacciones por la captura del “Devonshire” y retirado la pretensión sobre
la Patagonia (Prat, 18 de diciembre de 1878, en Barros, 2008: 325).
33
Aunque se reconoce la alta tensión alcanzada entre Argentina y Chile, el
incidente encontró una solución más rápida, compuesta de los siguientes
elementos: el concurso de Estados Unidos en tratar pacíficamente el asunto
con cada uno de los Estados involucrados por separado; la negociación del
Tratado Balmaceda-Montes de Oca en 1879, y; la generación de propuestas
iniciales del límite a partir de la conjugación entre este último pacto y el
Tratado Fierro-Sarratea de 1878, lo que acabó dando forma al Tratado de
Límites de 1881.
Conclusiones
Si bien es cierto que el factor naval reveló, más bien, la fragilidad de las
relaciones entre ambos Estados como una cuestión de Estado, sí acabó por
asentar bases para futuros conflictos, especialmente el del Canal Beagle para
establecer de forma definitiva las zonas de influencia que, de facto, les
correspondió a cada uno en el siglo XIX: Chile en el Pacífico, y Argentina
en el Atlántico.
BIBLIOGRAFÍA
36
El impacto en la Armada y Ejercito de Chile de la
carrera armamentista con Argentina, 1892-1902
Luis Cáceres
Introducción
Las relaciones diplomáticas de Chile con los países vecinos han pasado por
variados momentos de complejidad a lo largo de su historia republicana.
Dentro de esta complejidad, un aspecto que tuvo y sigue conservando gran
importancia es el referido a las fronteras.
En el siglo XIX fue habitual que las diferencias diplomáticas entre los
nuevos Estados independientes de Latinoamérica se produjeran a raíz de la
poca precisión de las delimitaciones fronterizas, generándose conflictos de
menor, mediana o mayor intensidad.
Justamente, una de esas ocasiones estuvo presente a fines del siglo XIX y
principios del XX, debido a la creciente gravedad que alcanzó la cuestión de
límites, polémica diplomática que se arrastraba desde 1847 y que pasó por
variadas etapas.30
30Específicamente, a partir del año 1847 sobrevino la primera reclamación oficial argentina
debido a la fundación del Fuerte Bulnes en el estrecho de Magallanes en 1843. Sobre este
tema existe una abundante literatura, dentro las que destacan, entre otras, las obras de
LAGOS CARMONA, Guillermo. Historia de las fronteras de Chile. Los tratados de límites
con Argentina (Santiago, Editorial Andrés Bello, 1980) y BARROS VAN BUREN, Mario.
Historia diplomática de Chile (Santiago, Editorial Andrés Bello, 1990).
37
surgidas en 1892. Como es sabido, Chile defendía el principio de divortium
aquarum, mientras que Argentina propiciaba el de las altas cumbres
absolutas como límite hasta el paralelo 52º; principios que eran
prácticamente opuestos en los trabajos demarcatorios de la cordillera de
Los Andes en la zona patagónica.
Es por ello que el período comprendido entre los años 1892 y 1902 se vivió
el fenómeno conocido como paz armada entre Chile y Argentina,
fenómeno en el cual dos o más Estados se ven envueltos en una sostenida
y, por lo general, inorgánica carrera armamentista con el sólo objeto de
prepararse para una guerra considerada prácticamente como inevitable y,
por ende, como un medio para respaldar su política exterior.
Uno de los factores que permitió este proceso fue la creciente entrada de
recursos económicos de las arcas fiscales que cada país obtuvo en el
período. En el caso chileno, parte importante de las entradas provenientes
de la renta salitrera fueron destinadas a financiar este gasto, aunque también
se tuvo que recurrir al endeudamiento externo en menor magnitud. En lo
que respecta a Argentina, el armamentismo fue financiado a través del
endeudamiento interno, principalmente, y a las entradas que le generaba su
producción agropecuaria, que experimentaba un constante crecimiento y
que llevó, a la postre, a trasformar a la Argentina en una gran potencia
agropecuaria a fines del siglo XIX.
La investigación historiográfica
Una de las más llamativas es La imagen del otro en las relaciones de la Argentina y
Chile (1534-2000) de Pablo Lacoste. Extensa investigación que trata
39
principalmente el tema de las fronteras y las jurisdicciones de los dos países
desde el período de la conquista hasta nuestros días y que incluye un
capítulo que aborda el tema de la paz armada de este período. Este capítulo
se centra en el aspecto naval, dado que entrega información sobre la
composición de la escuadra argentina y algunas características de los buques
que la integraban. Asimismo se refiere, en menor medida, a la composición
de los buques chilenos, pero cae en imprecisiones cronológicas, de tipología
y estadísticas, puesto que se basa en la bibliografía dispersa que existe al
respecto. Sin embargo, es el único trabajo que aborda, en parte, este tema
en específico.
Una vez concluida la Guerra Civil de 1891, con todas las secuelas internas
que dejó, las nuevas autoridades se vieron enfrentadas ante un escenario
internacional crecientemente complejo para Chile, que se vio asolado por
una sensación de aislamiento vecinal. 31
31 Se encontraba pendiente la firma de un Tratado que pusiera fin al estado de tregua con
Bolivia, con el objeto de asegurar la anexión del litoral conquistado. Con Perú, faltaba
poco tiempo para el vencimiento del plazo de realización del plebiscito que decidiría el
destino de Tacna y Arica, el cual nunca se realizaría, problemática que se prolongó hasta
1929.
32 El principal representante de las corrientes geopolíticas y expansionistas de Argentina ha
sido Estanislao Zeballos (1852-1923). Personaje de gran influencia intelectual y política en
su país. Tenía una visión bastante particular respecto a los reales o supuestos derechos
argentinos en la zona austral de América, siendo el principal promotor del avance
argentino hacia la Patagonia, por sugerencia de su obra La conquista de 15.000 leguas, que
publicó en 1878. Ocupó en varias ocasiones el cargo de diputado y canciller. Como señala
Pablo Lacoste, para Zeballos, la Argentina era “el coloso del continente sureño” y estaba
40
Como señala el historiador Robert Burr, la cancillería argentina trató de
aprovechar el conflicto entre Estados Unidos y Chile para consolidar su
posición en la disputa limítrofe, utilizando para ello dos mecanismos. El
primero fue la promesa de ayuda argentina del canciller Zeballos al
gobierno norteamericano, en caso de guerra con Chile, de "abastecer de
ganado y otros productos a las fuerzas de Estados Unidos en Antofagasta
en el plazo de seis días" si esa ciudad puerto era tomada por los
norteamericanos. El segundo consistió en “presentar al gobierno chileno
para su discusión, y por vez primera, las diferencias interpretativas del
tratado de 1881, aprovechando la coyuntura doblemente crítica para la
administración post-Balmaceda: conflicto con Estados Unidos y su
debilidad política interna”.33
Uno de los hechos más relevantes de esta crisis fueron los informes de
inteligencia proporcionados por Zeballos a las autoridades norteamericanas,
respecto del material que disponía el Ejército chileno en vista a una
probable guerra. En enero de 1892 el ministro de Estados Unidos en
Argentina, al dar cuenta a su país de sus gestiones con Zeballos, señaló:
llamada a cumplir un papel rector en América del Sur. Esta misión debía ser respaldada
con buques y cañones. Véase el artículo de LACOSTE, Pablo y ARPINI, Adriana,
Estanislao Zeballos, la política exterior Argentina, la ideología racista de la elite ilustrada rioplatense y
la reforma universitaria de 1918, en Revista Universum Nº 17, Universidad de Talca, 2002.
33 BURR Robert, By Reason or Force. Chile and the Balancing of Power in South America, 1830-1905,
41
Rifles Winchester 2.000
Me expresó además que inmediatamente después que comenzó
nuestra disputa con Chile, éste [el canciller Zeballos] pidió por
cable una gran cantidad de armas ligeras a una importante fábrica
alemana, la que respondió prontamente que tenía un gran contrato
para proveer de armas a esta República y no podía atender la
petición chilena. El Ministro agregó, sonriendo, que conforme a
las estipulaciones de Argentina con ese fabricante, quedaba
excluido de abastecerse allí cualquier otro país sudamericano”.35
35 Citado por BARROS José Miguel, Don Estanislao Zeballos y el incidente del “Baltimore”, en
Revista Mapocho. Tomo I Nº 2, 1963, p. 221.
36 Sobre este tema, se puede consultar la obra de ESPINOSA MORAGA, Oscar La
postguerra del Pacífico y la Puna de Atacama, (Santiago, Editorial Andrés Bello, 1958).
37 BARROS, Mario op. cit., p.391.
42
conocimiento de su orografía, sobre todo en la región austral. En la
cordillera norte y central resultó fácil determinar dentro de las altas cumbres
la línea divisoria de las aguas y no se presentaba mayor problema en la
demarcación, pero al sur del paralelo 40º (altura de Valdivia) y en las
regiones patagónicas, la divisoria de las aguas se desplazaba al oriente de la
cordillera, lo que favorecía a Chile con llanos y valles de ricos pastos.38 A su
vez, si se aceptaba sólo el principio de las altas cumbres, Argentina
obtendría una salida al océano Pacífico en la región de Última Esperanza
(Puerto Natales), dado que en esa región la cordillera se hunde en ciertos
canales y emerge en la península Muñoz Gamero, en una extensión de un
paralelo geográfico de latitud.
Desde 1894 Chile comenzó a sugerir al gobierno argentino que los peritos
levantasen actas en los territorios donde no pudiesen llegar a un acuerdo,
para solicitar la designación e intervención de un árbitro que resolviese la
soberanía de ellos.
38 VILLALOBOS, Sergio, Barros Arana. Formación intelectual de una nación, (Santiago, Editorial
Universitaria, 2000), p. 46.
39 EYZAGUIRRE, Jaime Chile durante el gobierno de Errázuriz Echaurren. 1896-1901, (Santiago,
40 Ibíd., p. 111.
41 DUPOUY, Jorge Relaciones chileno-argentinas durante el Gobierno de don Jorge Montt. 1891-1896,
(Santiago, Editorial Andrés Bello, 1968), pp. 122-123.
44
finanzas públicas colapsarían; es por ello que le interesaba concluir el
asunto del arbitraje a más tardar en septiembre de 1898.
42 COLLADOS MUÑOZ, Claudio (editor), El poder naval chileno, vol. I, (Valparaíso, Revista
de Marina, 1985), p.459.
43 BEUFRE, André Disuasión y estrategia, (Buenos Aires, Editorial Pleamar, 1980), p.24.
44 THAUBY GARCÍA, Fernando Disuasión y defensa, en Revista de Marina, Valparaíso, vol.
46 CÁCERES, Luis En torno a los preparativos de movilización del Ejército chileno en 1898, ante el
conflicto de límites chileno-argentino, en Revista de Historia Militar Nº 5, Santiago, 2006, pp. 48-
49.
47 ARCHIVO NACIONAL DE CHILE. Archivo Ministerio de Guerra (en adelante AMG),
vol. 2090.
46
Los principales avances experimentados en la fabricación de este tipo de
fusiles (el Mannlicher también entraba en esta categoría) era el mecanismo
de repetición, lo que permitía contar con un cargador para cinco balas de
pólvora sin humo. Cabe señalar que la creación de la pólvora sin humo era
un descubrimiento reciente para la época. Su uso permitió una reducción en
el calibre de los fusiles y que “la velocidad de la bala en la boca de fuego
aumentase desde 420 hasta 615 metros por segundo en promedio”.48
48 VALDEZ Tritti, José Influencia de las grandes potencias, en: II Congreso nacional de historia
militar.1999, volumen II, editado por el Instituto de Historia Militar Argentina, Buenos
Aires, 2001, p. 468.
49 VV.AA. Historia del Ejército de Chile. tomo VII, (Santiago, Estado Mayor General del
47
A partir del año 1895, la prensa chilena comenzó a mirar con atención la
problemática existente con Argentina. Ya no primaba la tendencia por bajar
el perfil a las líneas editoriales pro- bélicas de un creciente número de
diarios argentinos. Se siguió con especial interés los anuncios de nuevas
compras de armas del vecino país. El Mercurio de Valparaíso, el 14 de marzo
de 1895, citaba textualmente una nota de un medio trasandino. Entre sus
puntos principales destacaba:
48
dotación de municiones de alrededor de 630 tiros para cada arma. 54
Argentina, por su parte, tenía una leve ventaja en moderno armamento
menor hacia fines de 1898, ya que contaba con 160.000 fusiles y 20.000
carabinas Mauser.
alcanzó su cenit productivo durante la época de la paz armada europea. Como señala
HOBSBAWM Eric, esta fábrica “tenía 16.000 empleados en 1873, 24.000 en 1890, 45.000
49
Entre 1894 y 1896 se ordenaron más de trescientas piezas de artillería de
campaña y de montaña de diferentes modelos.
Respecto a las piezas de montaña, el Estado chileno adquirió entre los años
1894 y 1896, 14 baterías desmontables de 7 cm., de tiro rápido, de 4 piezas
por batería; 12 baterías de 7.5 cm., de 4 piezas también. La artillería de
campaña comprada fue de 9 baterías de 7 cm. de tiro rápido, de 4 piezas
por batería. Por cada pieza se ordenaron alrededor de 500 municiones.61
en 1900, y casi 70.000 en 1912, cuando salió de sus fábricas el cañón número 50.000”, La
era del Imperio, 1875-1914, (Buenos Aires, Editorial Crítica, 1998), p. 316.
59 SALDUÑA, Horacio El poder militar mundial entre 1870 y 1910, en II Congreso nacional de
historia militar.1999, volumen II, (Buenos Aires, Instituto de Historia Militar Argentina,
2001) p.570.
60 BRAHM Enrique, op. cit., p. 81.
61 AMG, vol. 2088.
50
También se modernizaron las piezas de montaña y campaña de 7.5 cm.
existentes para equipararlas a los últimos modelos, lo que implicaba
transformarlas en piezas de tiro rápido. En un oficio reservado, fechado el
27 de junio de 1898, el ministro de Guerra solicitaba al general Körner, lo
siguiente:
“El infrascrito desea conocer todas las comunicaciones que US. ha dirigido
al Ministerio de Guerra desde el 1º de junio de 1896 hasta la fecha, en las
cuales haya indicado los elementos que han debido y deben adquirirse para
dotar a nuestro Ejército del material de artillería, armamento menor y
demás artículos de guerra suficientes para colocarlo en condiciones de
afrontar, con probabilidades de éxito, cualquiera emergencia internacional.
Al efecto, espero de US. se servirá ordenar se remitan a este Ministerio, en
el menor tiempo posible, copia autorizada de las comunicaciones a que me
he referido.
Dios guarde a US.
Ventura Blanco.
La respuesta del Estado Mayor fue despachada el mismo día, en lo que dice
relación con la artillería, el informe detallaba lo siguiente:
1901), en: II Congreso nacional de historia militar. 1999, volumen I. (Buenos Aires, Instituto de
Historia Militar Argentina, 2001) p. 63.
66 PICCIUOLO, José Luis El Ejército argentino a principios del siglo XX. Organización y
preparación para la guerra (1901-1904), en: II Congreso nacional de historia militar.1999, Volumen
I, op cit., p.209.
67 AMG, vol. 2240.
52
coyunturas diplomáticas por las que pasó la disputa limítrofe con el vecino
país, particularmente en septiembre del año 1898.68
Las actas fueron publicadas el día 23. En la tercera se establecía que las
divergencias producidas entre los paralelos 26º 52” 45’ y 52º sería el árbitro
quien las resolvería. El resultado de su publicación generó una sensación de
alivio general, que fue celebrado en ambos países.
55
6 baterías de morteros de campaña completas, o sea 36 cañones, con todos
sus aperos.
255 carros de munición para la artillería...”
Lo que transcribo a V.S. para su conocimiento”. 73
La competencia naval
Ejército), p. 215.
56
Los buques de guerra, desde las dos últimas décadas del siglo XIX hasta la
Segunda Guerra Mundial, fueron aumentando en forma casi geométrica su
poder de fuego en artillería, desplazamiento, potencia de sus calderas,
velocidad y la protección de los mismos con cascos acorazados cada vez de
mayor grosor, junto a otros avances tecnológicos. Así se dio la transición
desde las fragatas blindadas a los cruceros protegidos, cruceros acorazados
y acorazados.
77 ARMADA DE CHILE, página Web institucional: www.armada.cl. Este buque resultó ser
un prototipo bastante exitoso, ya que también fue el primer buque de guerra que
abandonó la vela como sistema de propulsión, lo que trajo enormes utilidades al astillero,
ya que en él se basaron todos los cruceros construidos posteriormente por Armstrong,
que dieron al final con el diseño de los grandes acorazados.
78 LACOSTE, Pablo La imagen del otro…, op. cit., p. 317.
57
al instalarles una faja protectora adicional en los costados, en el puente, las
piezas de artillería y en las cubiertas.
Por último, los acorazados fueron los máximos exponentes del poderío
naval desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la Segunda Guerra
Mundial. Eran buques dotados de coraza completa de gran espesor, por lo
general sobre 20 cm. y disponían de piezas de artillería de grueso calibre
(sobre 8”). Sus orígenes se remontan a las fragatas blindadas aparecidas
durante la década de 1860. Eran barcos que, por lo general, se reservaban
sólo las grandes potencias hasta inicios de la década de 1900. Chile logró
incorporar un acorazado moderno durante este período (1893), el Capitán
Prat, que reunía potencia de fuego, gruesas corazas protectoras y velocidad.
58
chilena tenía buques de proyección oceánica, en cambio la flota argentina
era principalmente de carácter fluvial. Hacia 1885 los principales buques
chilenos sumaban 11.500 toneladas frente 5.800 toneladas de la flota
argentina, con un mayor número de barcos (4 a 2) y poder de artillería.
A comienzos del gobierno del almirante Jorge Montt arribaron los buques
ordenados a construir por el presidente Balmaceda. Los primeros en llegar,
durante el año 1892, fueron los cruceros protegidos de 2ª clase Presidente
Pinto y Presidente Errázuriz. Ambos buques eran del mismo diseño y
desplazaban 2.100 toneladas. En 1893 se incorporó el acorazado Capitán
Prat, de 6.900 toneladas de desplazamiento y dotado de una poderosa
artillería, transformándose en el buque más poderoso de la Armada. Estos
buques fueron construidos en astilleros franceses, rompiendo
momentáneamente la tradicional dependencia de buques ingleses.
79 COLLADOS MUÑOZ Claudio (editor), El poder naval chileno, vol. I, (Valparaíso, Editado
por la Revista de Marina, 1985), p. 459. Además de los nuevos buques, Balmaceda mandó
a modernizar los blindados Cochrane y Blanco Encalada.
59
mm.) de tiro rápido, accionados también por motores eléctricos. Para
defenderse de ataques de torpederas, disponía de 14 cañones de 57 mm. de
tiro rápido Hotchkiss, junto a otros diez del mismo tipo de 37 mm. Bajo su
línea de flotación tenía 4 tubos lanzatorpedos de 18” (45 cm.) como
complemento de su poder de fuego.80
Entre los buques principales, que fueron tres, se ordenó adquirir un nuevo
crucero acorazado de 7.000 toneladas en reemplazo del crucero Esmeralda,
que había sido vendido a Ecuador a fines de 1894 en una enredada
operación.89 El costo del buque fue de £ 554.000.
Sin embargo, la ventaja naval que tuvo Chile durante esos meses ayudó
bastante para que en septiembre de ese año Argentina se allanara en aceptar
91 En primer lugar estaba la Royal Navy. Seguían, y a distancia, las marinas de Francia,
Alemania, Estados Unidos, Italia, Rusia y Japón.
92 Citado por MENESES, Emilio Los límites del equilibrio de poder: La política exterior chilena a
fines del siglo pasado, 1891-1902, en Revista Opciones, Santiago, mayo-septiembre de 1986, p.
110.
93 Oscar Espinosa Moraga, Latorre y la vocación marítima de Chile (Santiago, Ediciones Eire,
1980), p. 81.
64
el arbitraje reclamado por Chile con insistencia. Esa ventaja consistía en
que, hasta inicios de septiembre, la escuadra chilena desplazaba 38.610
toneladas en buques de primera línea frente a 34.500 de la escuadra
argentina, contando Chile con un acorazado y tres cruceros acorazados
como buques capitales de su escuadra frente a sólo dos cruceros acorazados
de la flota argentina.
Es por ello que ambos países detuvieron por un par de años sus compras
navales, lo que fue bien recibido por ambos Estados y significó un alivió
para sus finanzas públicas. Sin embargo, hacia 1901 surgieron nuevas
malquerencias entre ambos países producto de la construcción de caminos
y excursiones en territorios en litigio (Sendas chilenas en la Patagonia e
incursiones de policías argentinos en Última Esperanza, respectivamente).
Ello motivó que los dos países concretaran nuevas adquisiciones navales.
Además, entró a influir el intento de intervención argentino en los asuntos
que Chile tenía pendiente con Perú y Bolivia, apoyando el rechazo a las
anexiones territoriales chilenas realizadas en la Guerra del Pacífico
manifestadas durante la realización de la Segunda Conferencia Internacional
Panamericana en México.95
A los Estados Unidos se le hizo una oferta para adquirir dos cruceros de la
clase Indiana, ofreciéndose por ellos un sobreprecio considerable si eran
entregados en el corto plazo. Estas gestiones no tuvieron buena acogida en
el gobierno norteamericano, que no quería tomar partido en el diferendo
chileno-argentino.
94 ESPINOSA MORAGA, Oscar El precio de la paz…, op. cit., tomo II, p. 544.
95 Sobre este tema, se pueden consultar las obras de Germán Riesco, Presidencia de Riesco
1901-1905, Editorial Nascimento, Santiago, 1950; CARRASCO, Sergio Historia de las
relaciones chileno-bolivianas, (Santiago, Editorial Universitaria, 1991); y la Historia diplomática
de Chile, de Mario Barros.
67
era un modelo modificado del diseño original del Blanco Encalada y
desplazaba 4.500 toneladas, lo que le otorgaba una velocidad máxima de 24
nudos. Su artillería consistía en dos cañones de 8” y diez de 4.7” de tiro
rápido. Con esta compra se volvía a un cierto equilibrio en el tonelaje de
ambas flotas. Las embarcaciones menores que se ordenaron construir
fueron tres destructores de 350 toneladas, de una velocidad máxima de 30
nudos.
p.45.
68
sido lanzados al agua los acorazados chilenos.99 Estos buques fueron el
máximo reflejo de lo que había provocado la carrera armamentista chileno-
argentina.
El fin de la competencia
En 1902, con las compras de nuevos buques realizadas por ambas naciones,
la paz armada tomaba nuevos bríos. A ello se agregó una campaña de
prensa cada vez más belicosa. Bajo este ambiente de presión y ante la
demora del árbitro en dictar el fallo, puesto que todavía no enviaba a la
comisión a reconocer el territorio, en ambos países comenzaron a surgir
propuestas, realizadas por personajes influyentes, con la idea de llegar a un
pronto arreglo que alejara el peligro de guerra. Asimismo, los dos gobiernos
comenzaron a temer que si el árbitro fallaba conforme a derecho, sus
pretensiones se podían ver truncadas, lo que podía generar una guerra si
uno de los dos desahuciaba el arreglo.
El Foreign Office exigía una aceptación mutua de las dos naciones para
prestar sus buenos oficios, pero ninguno de los dos países quería tomar la
iniciativa, ya que temían dar una muestra de debilidad, ante la presión
ejercida por la prensa.
Yáñez, pese a no descartar la oferta británica, hizo presente que las nuevas
adquisiciones chilenas obedecían a un propósito meramente defensivo,
puesto que Argentina realizaba una política hostil a los intereses directos de
Chile en el Pacífico. Además, Yáñez le señalo al ministro inglés que:
Esta postura era también compartida por el ministro del Interior, Ismael
Tocornal, quien hizo presente que “Chile era un país rico que tenía intactos
sus recursos financieros por lo que Argentina no podría ir a la par con él en
la carrera armamentista”.108
106 Citado por Oscar Espinosa Moraga, op. cit., tomo III, p. 84.
107 Ibíd.
108 ERRÁZURIZ GUILISASTI, Octavio Las relaciones chileno-argentinas durante la presidencia de
Otro aspecto interesante de estos pactos, era que habían recogido los
principios del arbitraje y limitación de la carrera armamentista como un
medio de alcanzar la paz. Hubo en 1898 un intento en Europa por lograr
algo parecido, a instancias del Zar Nicolás II. Esta propuesta de desarme y
de lograr un tratado general de arbitraje entre las grandes potencias, fue
discutida en la Conferencia de la Haya en 1899. Esa cumbre fracasó, puesto
que no fue posible llegar a un avance concreto en ninguno de los dos
principales puntos, debido a la oposición y recelos mutuos de las potencias
europeas, sobre todo de Alemania y Francia.114 El Congreso argentino
ratificó los pactos el día 30 de julio de 1902 y en el Congreso chileno el 11
de agosto de aquel año, aprobados por amplia mayoría en los dos países.
112 LAGOS CARMONA, Guillermo Historia de las fronteras de Chile. Los tratados de límites con
Argentina, (Santiago, Editorial Andrés Bello, 1980), pp. 118-119 y 225.
113 BARROS, Mario Historia diplomática…, op. cit., p. 608.
114 LACOSTE, Pablo La imagen del otro en las relaciones…, op. cit., p. 334.
75
Cumplida esta formalidad, ambas naciones dieron un ejemplo sin
precedentes en la historia contemporánea.
Conclusiones
Además, con la firma del Tratado General de Arbitraje que formó parte de
los pactos, Chile logró varias décadas de paz frente a una Argentina que en
menos de un decenio se volvía una potencia económica de primer orden,
debido a sus grandes recursos naturales basados en una riqueza
agropecuaria que se acrecentaba con una numerosa inmigración europea.
Con ello Chile pudo prestar toda su atención en tratar de solucionar
definitivamente sus asuntos pendientes con Perú y Bolivia, con resultados
distintos en cada caso. Firmados los pactos, el árbitro pudo fallar con total
autonomía la delimitación fronteriza en los puntos en que había diferencias.
Primó en el veredicto un criterio de partición equitativa, quedando en
poder de Chile alrededor de las tres quintas partes del territorio disputado.
La paz armada, extrañamente, en este apartado rincón del mundo tuvo un
efecto poco habitual en aquella época, que fue evitar una guerra; y ésta
consecuencia se produjo debido a la disuasión que desplegó Chile,
disuasión defensiva que -en último término- colocaba el presunto ataque
bélico argentino en un nivel de costos insoportable mutuamente. Fue el
costo de un conflicto, el que disuadió, precisamente, de entrar en él.
Fuentes y bibliografía
BURR, Robert By Reason or Force. Chile and the Balancing of Power in South
America, 1830-1905, (Berkeley, University of California Press, 1965).
82
DE MOSQUERA, Enrique, Situación de las Fuerzas Armadas al finalizar el siglo
XIX (1898-1901), en: II Congreso nacional de historia militar. 1999,
volumen I. (Buenos Aires, Instituto de Historia Militar Argentina, 2001)
LACOSTE, Pablo. La imagen del otro en las relaciones de Argentina y Chile. 1534-
2000. (Buenos Aires/Santiago, Fondo de Cultura Económica-IDEA Usach,
2003).
83
MENESES, Emilio. Los límites del equilibrio de poder: La política exterior chilena a
fines del siglo pasado, 1891-1902, en Revista Opciones, Santiago, mayo-
septiembre de 1986.
RUBE, Luis Horacio. Tiempos de guerra en América del Sur. Argentina y Chile
1826-1904, (Buenos Aires, Editorial Eder, 2013).
VVAA. Historia del Ejército de Chile, tomo VII. (Santiago, Estado Mayor
General del Ejército de Chile, 1985).
84
Bolivia
85
86
El Mercurio de Valparaíso y el
Pacto de Tregua de 1884 con Bolivia
Preámbulo
87
tratados con Perú y Bolivia y su relación con la absorción administrativa de
facto de las Provincias del Litoral boliviano a manos de Chile.116
Hay que tener en cuenta que apenas cuatro años después de la guerra, y dos
desde el Pacto de Tregua entre Bolivia y Chile, había autores bolivianos
como Samuel Oropesa (1888) que postulaban la soberanía sobre Arica y el
divorcio con los intereses peruanos. El autor aludía a Arica, Tacna y parte
de Moquegua como parte de …
“(…) esta vasta porción territorial á que el Alto Perú tiene perfecto
derecho, abarca mas dé ocho grados geográficos, que con las
sinuosidades de la costa puede ser calculada en cerca de 300 leguas
de estension, quedando bajo nuestra soberanía los Departamentos
peruanos de Tarapacá con Iquique, de Arica con Tacna, y gran parte
de Moquegua”. 118
116 GARAY VERA, Cristián “El debate parlamentario sobre las negociaciones con Bolivia
entre 1884 y 1904”, 43-74 en Cuadernos de Historia N° 27 (Departamento de Ciencias Históricas,
Universidad de Chile, Santiago de Chile, 2007).
117 MAYER, Alberto El Tratado de 1904 cuando Bolivia no tuvo mejor opción. (Santiago, Legatum,
2018), p.72, nota 221, y en 1919 el boliviano Miguel Mercado insiste en la bondad de Arica
para Bolivia, 146.
118 Samuel Oropeza, Cuestión de límites entre las Repúblicas de Bolivia y del Perú. (Sucre, Imprenta
p.50.
88
En el presente capítulo, nuestra principal fuente es el periódico El Mercurio
de Valparaíso, que nació en 1827 y era controlado por la familia Edwards
desde 1875-1877, brindaba especial interés a la política exterior chilena. En
ese momento ni existía El Mercurio de Santiago, y el gran diario liberal era El
Ferrocarril. De todas maneras era uno de los periódicos de la élite.120
Asimismo, El Mercurio de Valparaíso reproducía fragmentos de otros diarios
de la región y el mundo, que trasmitían las percepciones sobre Chile,
Bolivia y Perú. El acceso al periódico El Mercurio de Valparaíso fue
encontrado en la Biblioteca Nacional en Santiago y el Archivo Andrés Bello
de la Universidad de Chile. Los textos usados se dejaron con su escritura
arcaica. El diario buscó posicionarse sobre las tratativas de paz con Bolivia,
para superar la situación ambigua que proporcionaba el Pacto de Tregua de
1884 en relación al conflicto armado iniciado en 1879. Asimismo, la
condición de medio partisano121 de El Mercurio, en la discusión
internacional, permite describir sus expectativas con la negociación, que
además se conecta con la élite chilena. De este modo utilizamos un método
textualista, en el que la reproducción de fragmentos publicados por este
periódico, permite directamente conocer los puntos de vista de los
diferentes actores, relegando a segunda lectura la bibliografía que ha tratado
el tema. En este sentido este trabajo no es una historia de los medios o de la
prensa, sino un enfoque intermedio en el campo de la Historia de las
Relaciones Internacionales, que visibiliza los actores políticos y sociales, en
este caso la élite y sus medios de comunicación en la elaboración de la
política exterior apartándose de la historia diplomática y de los Tratados.122
En este caso, nuestro objeto es tradicional –un Pacto o Tratado- pero el
120 El gran medio liberal en esa época es El Ferrocarril. De todas maneras, el diario representa
editorialmente los puntos de vista de los Edwards y de parte de la élite chilena. De todas
formas, como explica Luis Ortega en Los empresarios, la política y los orígenes de la Guerra del
Pacífico, (Santiago: Flacso, 1984) había dos puntos de vista: el otro lo lideraban Aníbal Pinto
(liberal) y Melchor Concha y Toro (conservador), este último propietario de acciones de
plata en Bolivia. Buena parte de la elite tenía acciones -incluyendo los Edwards- en
Huanchaca. Los intereses británicos, explica Ortega, no son determinantes en las acciones
del Estado chileno, donde si priman aspectos de orden económico y político interno.
121 Esta posición era habitual en los medios de la época con relación a los conflictos
fronterizos, así por ejemplo el alineamiento de la prensa de Buenos Aires con Perú y Bolivia
como contrapeso de sus disputas por la Patagonia al sur. Véase, RUBILAR LUENGO
Mauricio y RETAMAL FERRADA, Lorena “La Prusia de América: Imagen internacional de
Chile en la prensa de Buenos Aires durante la Guerra del Pacífico, 1879-1881”. En:
RUBILAR Mauricio y SÁNCHEZ ANDRÉS Agustín (editores) Relaciones Internacionales y
construcción nacional: América Latina, 1810-1910 (Santiago de Chile/Michoacán (México)
Universidad Católica de la Santísima Concepción / Universidad Michoacana, 2019), pp.223-
246.
122 MEDINA VALVERDE, Cristián “La historia de las Relaciones internacionales: notas
89
actor es no estatal pero está conectado con la élite y los tomadores de
decisión, y eso es lo distintivo.
El primer aspecto a situar, como parte del debate boliviano, fue la aparición
del “practicismo”, que asumía que la perdida del Litoral sería imposible de
revertir, y por lo tanto se inclinaban por la vieja aspiración republicana de
retener Arica, de su aliado Perú, como conexión posible con el Océano
Pacífico. El practicismo, en ese momento defendido por los conservadores,
era una tendencia que reconociendo el fin de la soberanía sobre las
Provincias del Litoral, intentaba obtener de Chile el ex puerto peruano.
Esta idea era de antigua data, dada la vinculación de Arica con La Paz, y se
replicó en los esfuerzos denodados por incorporar a Arica a la nueva
Bolivia.123 Frente a ella estaba la tesis del “patriotismo”, entonces llamada
“guerrerismo” y cuyos representantes eran políticos liberales que insistían
en considerar el Litoral como boliviano, y que se negaban a firmar una
salida jurídica y firmar el acuerdo de paz, aunque fuera provisioria.124 Los
conservadores eran entonces los adalidades del practicismo y en este
contexto se movieron en ese momento y en los intentos de 1895 y 1896 en
buscar una salida para Bolivia.
123 Esto provenia de la época de Charcas, ABECIA, Valentín Las Relaciones Internacionales en la
Historia de Bolivia (La Paz, Los Amigos del Libro, 1986), p.113.
124 MESA GISBERT, Carlos La historia del Mar boliviano, p. 123. Para la deriva de esta postura
90
cuestionable para La Patria que Bolivia negociara la anexión de Tacna y
Arica125:
125 La lógica de este procedimiento boliviano se puede explicar por el comentario de Carlos
Mesa a este episodio: “Perú, sin consultar con Bolivia como estipulaba la Alianza defensiva
de 1873, firmó la paz con Chile”, MESA GISBERT, Carlos Historia del Mar boliviano, p.123.
En 1909, Perú impuso a Bolivia un tratado, el Polo-Sánchez Bustamante reparatorio por las
pérdidas territoriales sufridas en la Guerra del Pacífico, porque se le abandonó en el campo
de batalla.
126 “De la Patria de La Paz”, reproducido por El Mercurio de Valparaíso, el 19.04.1883, 4.
91
cañon de un aliado traidor; y porque, en fin, quiere hacer de Bolivia su
tributario comercial y aduanero y el seguro mercado de sus productos.” 127
92
“Así, Bolivia y Chile han nacido para ayudarse mútuamente en el camino
de la vida política: el engrandecimiento de Chile no perjudicará a Bolivia; la
prosperidad de Bolivia no será nunca inútil a Chile.
Sigamos pues la senda que nos señalan nuestros intereses bien
comprendidos. No contrariemos la naturaleza. Entiendan bien nuestros
futuros gobernantes: que así como la alianza no ha podido sino mantener
un odio ficticio y artificial hácia Chile.
La paz con éste y la ruptura de la alianza con aquel son hechos fatales e
ineludibles que se realizarán a pesar de todos los gobiernos peruanófilos, de
todas las intervenciones yankees, de todos los gritos de alarma que en
nombre de la ciencia puedan dar publicistas asalariados.” 129
93
La Firma del Pacto de Tregua entre Bolivia y Chile
94
en la árdua tarea de llevar a la práctica, del mejor modo posible, el pacto
que acaba de firmar con el enemigo de ayer y amigo de mañana”. 131
95
En El Mercurio de Valparaíso se recibía la noticia del Pacto de Tregua con
Bolivia, con ánimos mucho más positivos, y además con convicción de que
sería sólo tema de tiempo ratificar dicho acuerdo dentro de un tratado de
paz definitivo:
96
El engrandecimiento de Chile seria la desgracia de Bolivia y vice versa.
Semejante situacion seria la mayor de las calamidades.
Trabajemos sin descanso para que no llegue con solo dar a las cosas el
nombre que tiene, habremos adelantado mucho en la consecucion de tan
noble propósito.
No quitemos a la nueva situacion el grato nombre de paz que le cuadra tan
perfectamente.
Chilenos y bolivianos anhelamos por que jamas vuelva a haber entre los
unos y los otros, no decimos hostilidades armadas, pero ni siquiera
desavenencias diplomáticas.
No conservemos entonces ese nombre de tregua asignado a lo que es paz,
nombre que pudiera ser tomado por alguien como un signo de odio
irreconciliable.
Chile y Bolivia han menester de ayudarse.
No aplacemos con denominaciones mal empleadas el completo
restablecimiento de las buenas relaciones que han de existir y cultivarse, no
solo entre los dos gobiernos, sino mui principalmente entre los dos
pueblos.” 134
Entonces, aparece aquí una tesis que podemos reflotar para 1904. La idea,
esta vez de El Heraldo de Cochabamba es que lo importante no es la
pérdida de la mediterraneidad, sino las condiciones en que favorecería o no
el comercio, o mejor dicho las exportaciones e importaciones de Bolivia:
97
Los productos de Chile, en constante competencia con los de Cochabamba
en los propios mercados de la república, tiene hoi ancho campo para venir
a imponerse tal vez en nuestras puertas, talvez en nuestras mismas plazas y
la agricultura, que es la única industria que nos da vida, tiene sin duda, que
decaer y sucumbir miserablemente, arrastrando en su decadencia y muerte
el vello porvenir que la naturaleza nos brindara.
La asignacion otorgada a los nacionales chilenos perjudicados en Bolivia
del 40 por ciento sobre los redimientos aduaneros de Arica, es para
nosotros una estipulacion propia tan solo para un tratado definitivo de paz
y no para una simple tregua.
Quiera Dios cambiar nuestros juicios y hacernos encontrar, con un estudio
detenido, ventajas que no hemos echado de ver, para que podamos con
toda conciencia adherirnos a los que piden la aprobacion y ratificacion de
semejante tratado”.135
98
Como lo hemos espresado en otras ocasiones, habriamos deseado que se
dieran a los hechos su verdadero nombre y que se hubiera ido francamente
a una paz estable y sólida.
Tememos que la actitud del actual gobierno de Bolivia solo sirva para
fomentar la suspicacia de los dos gobiernos y de los dos pueblos,
conservando y atizando desconfianzas que todos deberiamos trabajar por
estinguir.” 138
Aclaraciones y problemas
“En Valparaíso, a los ocho dias del mes de abril de mil ochocientos
ochenta y cuatro, reunidos en la sala de despacho de relaciones esteriores el
señor ministro del ramo y los señores enviados de Bolivia, espusieron
éstos; que despues de haber firmado el pacto de tregua, hacian notar que el
plazo designado para el canje de las ratificaciones era estrecho, en razón a
que el congreso de Bolivia abría sus sesiones anuales en el mes de agosto y
antes de esa época seria mui difícil conseguir se reuniese.
99
Que solicitaban, por tanto, que el término para dicho canje se ampliase
hasta el próximo mes de setiembre inclusive, sin perjuicio de que, si por
cualquiera circunstancia funcionase antes el congreso boliviano, se
sometería a su conocimiento el pacto de tregua, y que, en cuanto a la
aprobacion de éste por parte del gobierno, creían que se obtendría en el
término designado hecho lo cual juzgaban que no hara desde luego
ejecutarse.
El señor ministro de relaciones esteriores contestó: que dada las
esplicaciones y consideraciones espuestas, respondería gustoso a las
indicaciones de los señores ministros plenipotenciarios de Bolivia.
En seguida espuso el señor ministro de relaciones esteriores que, segun las
versiones diversas que se atribuían a la cláusula sesta en la parte que se
refiere a la division que por ahora se hace del 75 por ciento
correspondiente a Bolivia, podía interpretarse en un sentido contrario a la
voluntad de las partes contratantes y que para evitar toda dificultad en
adelante, creia necesario que se declarase que del total de la entrada
aduanera de Arica correspondía 25 por ciento al gobierno de Chile, 40 por
ciento por las indemnizaciones de que habla la cláusula tercera y pago del
empréstito boliviano de 1867, y 35 por ciento al gobierno de Bolivia,
resultando de este modo completa la unidad de ciento que se tomaba como
punto de partida.
Los señores ministros de Bolivia espresaron que estaban conformes con
esta declaracion, pues ese era el espíritu de la cláusula sesta y lo convenido
en las conferencias que precedieron al pacto de tregua.
Se acordó por último, suscribir el presente protocolo complementario del
pacto de tregua, firmándose al efecto dos ejemplares del mismo tenor.-
(Firmado): Belisario Salinas.- (Firmado) Belisario Boeto.- (Firmado): A.
Vergara Albano.” 141
100
Nos felicitamos de esto, y mucho, porque, en nuestro concepto, existe una
estrecha comunidad de intereses económicos y políticos entre las dos
partes contratantes.
El anhelo de que se consolide la paz y de que la amistad entre ambos
pueblos se convierta pronto en sincera fraternidad, nos mueve a decir
algunas palabras sobre dos de los puntos a que hemos hecho referencia.
... Bolivia gana indudablemente con la ejecucion de las franquicias
otorgadas; pero por esto esperamos que el comercio boliviano que hoi
toma la vía del Rosario habrá de preferir la de Antofagasta.
Si Bolivia no ganara, la estipulación sería completamente inútil.
Por mas que estuviera incorporada en el pacto, ella sería letra muerta.
Bolivia hará su comercio de esportacion e importacion por la vía que le
ofrezca mayores ventajas.
Esto no admite discusión.
Así, hemos de regocijarnos de que Bolivia encuentre mas provecho en
hacer su comercio por Antofagasta que por la vía del Rosario.
Solo a causa de ello recojeremos nosotros las ventajas que nos
corresponden.
En efecto, abierto el camino de Antofagasta, los especuladores de
Valparaíso tendrán un mercado mas para espener una porción de sus
existencias en aduana.
Nuestros productos agrícolas podrán ser introducidos en Bolivia con
utilidad recíproca del productor chileno y del consumidor boliviano.
Los comerciantes y los industriales residentes en Antofagasta pondrán a su
disposición para el desenvolvimiento de su actividad un campo que hoi les
está cerrado.
Desde el ajente de aduana hasta el arriero y el vendedor de forraje,
encontrarán en el comercio con Bolivia el medio de emplear su industria o
su capital, o las dos cosas a la vez.
¿Qué perdería Chile apresurando el restablecimiento del comercio con
Bolivia sobre la base del tránsito libre?
Nada, absolutamente nada.
Estando en el día interrumpido completamente el comercio con Bolivia, la
aduana de Antofagasta no recibe y no puede recibir de él ninguna entrada.
Si cuando no se prorrogó el plazo para el canje los negociadores
estipularon que esta prórroga no sería un obstáculo para ejecutar desde
luego las estipulaciones comerciales, nos lisonjeamos con la esperanza de
que el ministro de relaciones esteriores conteste a la pregunta del senador
Concha y Toro declarando que va a darse pronta aplicación a la
mencionada cláusula del pacto”. 142
101
seguido inmediatamente al decreto espedido por el presidente Campero
aprobando el pacto y a las circulares a los departamentos comunicado la
aprobación.
Sería por cierto mui sensible que así no hubiera sucedido.
En primer lugar, la frase que establece la devolución inmediata de las
propiedades no puede tener otro sentido.
En segundo lugar, la subsistencia del embargo después de firmado el pacto
implicaría la perpetracion de actos de hostilidad y de guerra que no podrian
conciliarse con la suspension del estado bélico y con el efectivo
restablecimiento de las relaciones de amistad entre ambos paises.
¿Acaso, despues del pacto, los bolivianos son tenidos por tales en Bolivia?
Sin querer remover cuestiones que pudieran hacernos tornar la vista al
pasado, nos parece oportuno observar que el embargo de las propiedades
privadas de chilenos en Bolivia no fué conforme con los principios del
derecho internacional; y estamos persuadidos de que los estadistas de ese
país deploran condenan la adopción de una de esas medidas que dañan
mas de lo que aprovechan al que las toma.
Si Bolivia hubiera retardado este acto de reparación, lo sentiríamos mui
sinceramente, porque querríamos que, por una y otra parte, tanto en Chile
como en Bolivia, el pacto se ejecutase con toda la lealtad y buena voluntad.
Esperamos que la pregunta del senador Vergara tenga una respuesta
satisfactoria; pero si asi no fuera, ella siempre habria sido útil, porque
habria proporcionado a nuestro gobierno la ocasion de recordar al de
Bolivia que ha llegado el momento de ejecutar un acto de reparacion y de
justicia.” 143
102
...Es indispensable que una política elevada y bien concebida haga
esperimentar pronto a Chile y a Bolivia los cuantiosos bienes que nacen de
su reconciliación y de su unión y borre los rastros de la pasada lucha.
No debe perderse un solo día a fin de conseguirlo.” 144
“Bolivia.
Aprobación del pacto chileno –boliviano por la comisión del congreso.
La comisión mista de relaciones esteriores ha informado en la cuestión
tregua en los términos que sigue:
‘El congreso nacional, decreta:
Artículo único.- Apruébase el pacto de tregua celebrado por los
plenipotenciarios de la republica señores B. Salinas y B. Boeto con el
ministro de relaciones esteriores de Chile, señor Aniceto Vergara Albano,
en Valparaíso, a 4 de abril del corriente año y el protocolo adicional de 8
del mismo mes, en la forma de la resolución espedida por el ejecutivo en 8
de mayo siguiente. En su mérito, procédase a la ratificación y canje
respectivo en la forma de costumbre.
Comuníquese al poder ejecutivo para los fines de lei.’” 146
103
La reacción peruana al Pacto de Tregua
104
A los ojos del diario Tribuna de Lima del 21 de abril, se habla de una tregua
indefinida, que en todo caso vendría ser una tratado de paz propiamente tal.
También se advierte que Chile ha decidido en caso contrario renaudar las
hostilidades, aunque no está convencido de la factibilidad de una operación
militar:
148 La mención de una campaña militar se tocó en 1883 cuando Campero inició maniobras
defensivas en Desaguadero. El presidente Domingo Santa María, fastidiado por el fracaso de
las tratativas, ordenó al general Velásquez y al almirante Lynch “efectuar aprestos bélicos”,
pero después de ello Eusebio Lillo convenció a los bolivianos de seguir negociando.
Técnicamente, Bolivia seguía siendo beligerante. Ver, Eduardo Historia general de la frontera de
Chile con Perú y Bolivia 1825-1929, 147. José Miguel Concha, que examinó documentos
originales de la operación indica que la circular de marzo de 1883 se instruía una operación
de 15.000 efectivos desde Puno y Antofagasta, para ocupar La Paz, Oruro y Sucre y que se
anticiparía con el cierre de las aduanas. CONCHA, José Miguel, La política boliviana. Iniciativas
del Ejecutivo chileno para una alianza estratégica con Bolivia (1879-1899) (Santiago, Bricklediciones,
2007), p.80.
105
haber obtenido ventaja alguna bélica sobre Bolivia, se queda con la costa
íntegra de ésta y el campo abierto para futuras pretensiones con sus líneas,
dejando a su rival encerrado dentro de sus cordilleras, sin comunicación
con el mundo civilizado, o lo que es lo mismo, relegada a la barbarie. No
sabemos hubiera podido Chile pedir mas después de haber paseado sus
estandartes de La Paz a Tarija.
…
Hé aquí lo que es la tregua, última escena de la guerra del Pacífico. El Perú,
después de vencido en muchos combates y de haber perdido 25,000
hombres, ha tenido que pasar por las condiciones de paz; y Bolivia, su
aliada, se somete a peores condiciones que las del tratado de Ancon,
teniendo un ejército cuando la ocasión se le presentaba propicia para
tenerse firme contra las exigencias de su enemigo.
No comprendemos para qué reserva Bolivia su ejército, que ya no puede
servir para el enemigo, ni alcanzamos el porvenir que los diplomáticos
bolivianos divisan para su patria.
Una nación que no tiene rentas, que no tiene riberas marítimas y que no
pone su comercio esterior en una sola mano, es una nacion pobre, separada
de la civilización, dependiente de su proveedor, que no tiene razon de ser,
reducida como queda a tutelaje…
…Si hemos entrado en estas penosas consideraciones, que bien habriamos
deseado guardar en nuestro seno, es porque los hombres de Bolivia,
después de estorbarnos el alcance de la victoria en San Francisco, de
recular en Camarones y de dejarnos sin ayuda en el sur, asumieron la
actitud de Júpiter en el Olimpo contra el Perú, víctima sin quijotismo, sin
pensar que los rayos que tenian en la mano era, como lo prueba la tregua,
fuegos fátuos y nada mas.
Zegers.” 149
La firma del Tratado de Tregua fue precipitada por el acuerdo con Perú en
1883. Este dejaba en libertad de acción a Chile, y por eso mismo el
presidente boliviano Campero inició maniobras defensivas en Desaguadero.
Pero aún más eficaz, el dogal arancelario precipitó la situación, ya que
asfixiada económicamente Bolivia firmó un acuerdo en el que las
importaciones por Antofagasta tenían costo cero, las de Arica quedaban
65% para Chile y 15% para Bolivia. Dada la dependencia real de Arica, la
administración del Litoral importaba menos en las posibilidades de
conexión y comercio para el mundo. Como dice Carlos Mesa (2016) este
hecho selló la firma de 1884.150
Conclusiones
106
examinan los textos de El Mercurio de Valparaíso, tanto propios como los
reproducidos por periódicos de Bolivia, se observa que ya desde 1883 todos
los grandes temas de 1904 están presentes: perdida de la salida al mar;
compensaciones económicas como transaccción; facilidades de comercio;
comunicación al exterior; reivindicación del Litoral; transacción por Arica; e
integridad y persistencia territorial. Hay una óptica practicista, pero también
tensión emotivista (que en ese momento se llamaba “guerrerista”), asimimo
una mirada económica151, los temores de Perú frente al comercio con Bolivia,
y la idea de que La Paz prefiería relaciones económicas con Chile antes que
con Perú y Argentina.
Una pregunta queda aún por responder ¿Por qué en 1904 cambió la posición
boliviana que era tan decidida a no reconocer la ocupación permanente en
1884? Hay tesis recientes: la incapacidad política-militar para retener el
territorio y preservar la integridad de Bolivia (Garay, 2009152, Concha y Garay,
2013153), intercambiar mar por ferrocarriles (Correa, 2013154), ser incapaz de
151 Esto se extiende al tema de los aranceles cobrados por Chile. Durante la Guerra del
Pacífico, el control de las aduanas por Chile (se declaró por decreto a Iquique y Pisagua
puertos mayor y menor, respectivamente, y sus ingresos se consignaron en las Cuentas
Generales de 1879) permitió la financiación del esfuerzo de guerra en forma relevante. El
retorno del control aduanero era sustantivo para el gobierno boliviano. PERALTA, Cristián
Financiamiento del esfuerzo de guerra de Chile durante la Guerra del Pacífico (Tesis para optar al grado
de magister en Historia, Santiago, Universidad Adolfo Ibáñez, 2018) 156 y en general, 155-
209.
152 Para el autor hay una relación entre la perdida del Litoral y el proceso conflictivo de
apropiación del Amazonas y del avance de Brasil sobre ese espacio contendiendo con Perú y
Bolivia que lleva a la alianza con el Barón de Rio Branco. GARAY, Cristián “El Acre y los
“asuntos del Pacífico”: Bolivia, Brasil, Chile y Estados Unidos”, Historia Nº 41 (Santiago de
Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile, julio-diciembre 2009) 341-369.
153 CONCHA José Miguel y GARAY, Cristián El Tratado de 1904. Negociaciones e intereses
involucrados, (La Paz: Plural, 2013). Para José Miguel Concha el Tratado se origina en el
triunfo de La Paz y en la derrota del reivindicacionismo en las filas liberales y la sustentación
del practicismo, que era la tesis que había que alinearse con Chile para obtener Arica, 167-
189. Para Garay los acontecimientos del Acre en 1903 presionaron a la elite y al
convencieron que los acontecimientos geopolíticos estaban interconectados, y que la ficción
era que “Bolivia para ciertos aspectos se figuraba en guerra y para otros en paz, pero era
claro que el objetivo era evadir el conflicto armado real”. Por tanto a pesar del juego
diplomático y la incertidumbre, el costo del reajuste lo pagaría Perú en su nueva visión, 216.
107
resistir la coordinación chileno-brasileña (Correa, Garay, Vaca-Diez y Soliz,
2007155), o simplemente, el agotamiento de las fórmulas políticas para una
acción coherente con la guerra, rindiéndose a la evidencia de la derrota (Mayer,
2018156).
Bibliografía
CONCHA, José Miguel, La política boliviana. Iniciativas del Ejecutivo chileno para
una alianza estratégica con Bolivia (1879-1899). (Santiago, Bricklediciones,
2007).
CONCHA, José Miguel y GARAY, Cristian, El Tratado de 1904.
Negociaciones e intereses involucrados. (Plural: La Paz, 2013).
154 La autora sostiene que las críticas al interior en las cesiones territoriales no fueron muy
importantes, “al menos durante los tres primeros lustros del siglo XX, ya que la ventaja de
las líneas férreas hacia las costas en 1915 eran visibles y palpables para el Estado boliviano.
Quienes se opusieron al Tratado con Chile, como quienes lo apoyaron, no fueron capaces de
vislumbrar los efectos de largo plazo que este tendría, no tuvieron a la vista ni los ciclos
económicos de los precios de las materias primas, ni de las dificultades vecinales, ni del
sentimiento de frustración que se produciría con la aparición de la burguesía boliviana en el
occidente del país”, Loreto Correa Vera, “Del poder a los tratados: desarrollo y ferrocarriles
en Bolivia, 1870-1904”, Historia, vol. 46, n. 2, (Santiago, [online] 2013) 340-341.
155 Esta tesis subraya que el proceso de firma del Tratado no fue único, y siguió un patrón
europeo trasladado a Sudamerica en las cuestiones del Acre y el Litoral. Esto se debió a la
coordinación diplomática y la existencia de similares patrones de compensación económica
en lo que era la práctica de esa época. Loreto Correa; Cristián GARAY; Anahi VACA DIAZ y
Ana SOLIS LANDIVAR, “Bolivia en dos frentes: las negociaciones de los Tratados de Acre y
de límites con Chile”, Universum, 1 (Talca (Chile), Universidad de Talca, 2007) 269-289.
156 Para Alberto Mayer Ueberrhein, El Tratado de 1904. Cuando Bolivia no tuvo mejor opción,
Legatum Editores, Santiago de Chile, 2018, pp. 144, 168-171. Bolivia era un estado fallido
para el contexto sudamericano, en terminos economicos, demográficos, geográficos,
políticos y de soberanía. La élite había fracasado militar y diplomáticamente y su firma del
Tratado de 1904 es un recurso para evitar la desintegración o “polonización”. El triunfo de
la firma del Tratado se debe a la vinculación de sus apoyos a La Paz, antes que por ser
liberales, y tenía un dejo practicista al pretender aspirar a Arica, en manos chilenos. También,
para este autor la firma del Tratado se entiende en el contexto, pero no involucraba una
renuncia absoluta al mar. Por tanto a su juicio el mar se intercambia por estabilidad, para
“evitar el colapso y la desintegración del Estado” (167), y reitera más adelante: “mar por
sobrevivencia” (204). Sobre las condiciones de Bolivia como un Estado precario véase
Cristián Garay, “Bolivia y los “Asuntos del Pacífico”, la mirada de dos diarios españoles,
1903-1912”, en GONZÁLEZ, Sergio; OVANDO, Cristián y BRETON, Ingrid, Del Hito a la
Apacheta. Bolivia-Chile: Otra lectura de cien años de historia transfronteriza (1904-2004) (Universidad
Arturo Prat / Ril Editores, Santiago de Chile, 2016)479-495.
108
CORREA, Loreto; GARAY, Cristián; VACA DIAZ, Anahi; y SOLIZ, Ana
(2007) “Bolivia en dos frentes: las negociaciones de los Tratados de Acre y de
límites con Chile”, Universum, 1, (Talca (Chile): Universidad de Talca, 2007,
269-289). ISSN 0716-498X.
GARAY, Cristián, “El Acre y los “asuntos del Pacífico”: Bolivia, Brasil, Chile
y Estados Unidos”, Historia Nº 41. (Santiago de Chile: Pontificia Universidad
Católica de Chile, julio-diciembre 2009, 341-369).
MESA GISBERT, Carlos, La historia del Mar boliviano. (La Paz: Gisbert
Ediciones, 2016).
109
OROPEZA, Samuel, Cuestión de límites entre las Repúblicas de Bolivia y del Perú.
(Sucre: Imprenta Boliviana, 1888).
ORTEGA Luis, Los empresarios, la política y los origenes de la Guerra del Pacífico,
(Santiago: Flacso, 1984).
110
Brasil
111
112
Chile y Brasil, la “estrecha amistad” en la época del
Barón de Rio Branco (1902-1905)
Marión Guerrero
Introducción
113
Paradojalmente el ascenso de Brasil fue sin guerras y desafiando el lugar que
había tomado Argentina, entonces en el cénit de su influencia internacional
y riqueza. De hecho Brasil y Argentina tomaron ideas y prácticas del
colonialismo europeo y el imperialismo, que iban a la par del
proteccionismo y los nacionalismos. Pero dígase lo que se diga, este
imperialismo sudamericano se expresa de forma particular en la región
(también en Chile, Perú o Colombia por ejemplo) no como expansión
extraterritorial sino como conquista de los espacios vacíos y afirmación de
la soberanía nacional.158 La primera crítica radical al imperialismo fue
formulada por el Inglés John Hobson que en 1902 publicó “Imperialism a
study” que en ese tiempo causó mucha sensación y en el cual su actor
explica el imperialismo como consecuencia y expresión de la economía
capitalista. Esta explicación economicista y materialista fue recogida y
sistematizada por los historiadores marxistas Rudolf Hilferding, Rose
Luxemburg y por el propio V. I. Lenin en su conocido ensayo “El
Imperialismo, última fase del capitalismo”: el imperialismo y el colonialismo
tuvieron su propia dinámica política que puede ser comprendida en función
de la competencia por el poder llevada a cabo por las grandes potencias. 159
158 Hoy en día se usa ese término en tres acepciones: como una forma de expansión del
poder que se ha repetido a lo largo de la historia-en ese sentido se ha hablado y se habla del
imperio asirio, persa , macedónico-; por otra parte el término imperialismo, se emplea como
categoría de las ciencias sociales e históricas para designar las formas de expansión
económica política, militar y cultural en la historia contemporánea; finalmente se le ha dado
tal designación a una época que se inicia en la década del 80 -1880-, se extiende hasta la
Primera Guerra Mundial y que , bajo las formas de neo-colonialismo y neo-imperialismo,
perdura hasta nuestro tiempo. KREBS, R. “Algunas consideraciones acerca de la transformación del
mundo en la época del imperialismo”. II Jornadas de estudio sobre la cuenca del Pacífico. (CECP,
Univ. de Playa Ancha, 1989). p.15.
159 Ibíd. p.16
160 RAMOS A. “O pluralismo brasileiro na belinda”. (Brasilia, Universidade de Brasília, 2004)
114
presidenciales161 La política del Barón de Río Branco marca radicalmente la
estructura de la política exterior del Brasil, su pensamiento y deseos son
base actual de la política exterior brasileña. Por ello Brasil desarrolla una
política muy particular basada en la diplomacia con poder y Respaldado con
los hechos vividos en el periodo 1889-1909 en el que Brasil enfrentó siete
conflictos territoriales, siendo los siete resueltos diplomáticamente. Cuando
perteneció al ministerio de relaciones exteriores, gestionó sus conflictos por
medio de relaciones pacíficas entre los estados. Para el Barón la relación
con Chile era indispensable para el crecimiento de la región y para alcanzar
sus fines imperialistas. Por esto las relaciones diplomáticas y geopolíticas
con Brasil en el periodo 1902-1905, entregan herramientas para el
desarrollo de las políticas multilaterales que se llevaron a cabo entre Chile y
Bolivia.
Para la política de Brasil es esencial el papel que jugó Río Branco generador
de ideas propias de cómo mantener la paz, defender y expandir el territorio
nacional y preservar la soberanía. El Barón entendía que la influencia de
Brasil en el cono sur debía ser compartida con Argentina y Chile, y para la
historiografía brasileña ha prevalecido la idea canónica que no llevó a
161LINS, Alvaro. Rio Branco (O Barão do Rio Branco): biografia pessoal e história política. Editora
Alfa-Omega. (São Paulo, Editora Alfa-Omega, 1996).
162ATKINS, Pope; Sudamérica en la década de 1990: el desarrollo de las relaciones internacionales en una
política que estudia el espacio, el tamaño y la forma del territorio; la situación de este con
respecto al mar y a otros estados; a los cambios de la situación debido a un aumento o
disminución en el poder de uno o varios Estados vecinos y, por último, la historia de los
problemas geográficos suscitados en el pasado y el papel que ellos representaron en la
política exterior. Ver GONZÁLES, Ernesto. La frontera como factor de integración. (Buenos
Aires, INTAL, 1996).p.266; LÓPEZ TRIGAL, Lorenzo y DEL POZO, Paz Benito.
Geografía política. (Madrid, Editorial Cátedra, 1999), p.283.
115
efecto una política externa agresiva y arrogante, escudada en las ideas de
proyección nacional164.
“El Imperio de Brasil” como era llamado para fines del siglo XIX, sería el
país que se diferenciaría en la formación de los estados de Latinoamérica
por su formación monárquica, e influenciaría por su extensión en la lucha
por el poder.
“El sólo acto de corregir el balance de poder lleva con él los elementos de
nuevas perturbaciones. La dinámica de la política del poder hace esto
inevitable. El antiguo defensor del statu quo, se transforma, por su victoria,
164 Texto que refleja el pensamiento de Río Branco, principal forjador de la política exterior
brasileña. Traducción propia.
165 TOMASSINI, Luciano Teoría y Práctica de la Política Internacional, (Santiago, Editorial
116
en el agresor de hoy, y el enemigo de quien se vengarán mañana los que
hoy sean derrotados. La ambición del victorioso que se alzó en armas para
reestablecer el balance del poder, así como el resentimiento del perdedor
que no pudo rechazarlo, tienden a hacer del nuevo equilibrio un punto
invisible de transición desde una perturbación a otra.”166
Desde 1880 América del Sur sufre una gran transformación, en la cual
destaca, como dice un autor:
166 MORGENTHAU, Hans Politics Among Nations. A Knopf. p.211. La cita anterior proviene
de la misma obra. (2º edición. Nueva York, 1954), p.9
167 Ver más en: MORITZ SCHWARCZ, Lilia. “A Mestizo and Tropical Country: The Creation of
the Official Image of Independent Brazil”. Revista Europea de Estudios Latinoamericanos y del Caribe 80,
abril de 2006.
168 FIORI, José Luis (2008). Brasil en el Mundo. Disponible en:
http://www.miradaglobal.com.
117
políticas a nivel diplomático, y las intervenciones militares británicas, tan
frecuentemente recordadas por la historiografía latinoamericana, no son
más que el aspecto más aparente del dominio, que Gran Bretaña ejerció en
los países Latinoamericanos” 169.
La mirada brasileña
169 ZORRILLA CONCHA, Enrique. Gestación de Latinoamérica: la posesión del mundo americano
por los ibéricos. (Santiago, Editorial Universitaria, 1982)
170 ATKINS, Pope. Op cit.
171 NELLY Philip y CHILD Jack; Geopolítica del Cono Sur y la Antártida, (Buenos Aires,
118
gestiones de cooperación pacífica con los vecinos hispánicos descubiertos
de nuevo por Brasil. En la actualidad Brasil toma conciencia de que tiene
un destino extra-continental que proseguir, en especial África172.
y tradiciones en la política exterior brasileña”. Revista Múltipla, Brasília, 10(20): 9–32, junho 2006.
119
En la primera se manifiesta como consecuencia de la Guerra del Paraguay
(1864-1870) nace el pacifismo. Defiende el respeto a los principios de
autodeterminación y no-intervención y, condenando el uso de la fuerza, el
expansionismo militar y las guerras de conquista. Y se incluyen algunos
factores socio-culturales como la satisfacción con el territorio, la
abundancia de recursos naturales, la heterogeneidad cultural y racial o la
tolerancia social.
175 LESSA, A. “A diplomacia universalista do Brasil: a construção do sistema contemporâneo das relações
bilaterais”. Revista Brasileira de Política Internacional. (Brasil, 1998, Año 41). p.116.
176 LAFER, Celso. “Brasil: forjando um novo papel nas relações internacionais”. Debates. São Paulo:
120
agosto le anuncia: “Haré el sacrificio que V. E. juzga necesario, contento de
hacerlo por lo mucho que le debo a nuestra tierra y a V. E.”177
177 DE ARAUJO, A.G. Introducción a las Obras del Barón de Río Branco. (Brasilia, Ministério das
Relações Exteriores/Fundação Alexandre de Gusmão, 2012), pp.127-129
178 BURNS, E. The unwritten alliance. Rio-Branco and the Brazilian-American relations. (New
York/London, Columbia University Press, 1966) / CARVALHO, José Murilo de. Teatro de
sombras: a política imperial (Rio de Janeiro/São Paulo, Vértice, 1988).
179 Ibíd. p.16
180 En Buenos Aires, la capital hispano-americana donde más se observaban los actos de la
cancillería de Río de Janeiro, su acción según Joaquín Francisco Assis Brasil, fue vista como
121
privilegió el uso del instrumento diplomático, pero su actitud pacifista no
significaba el abandono total de la necesidad del apoyo militar. El Barón
era cercano al pensamiento de Clausewitz, ve a la guerra como la
continuación de la política — “el diplomático y el soldado son socios que
se prestan mucho auxilio”. “Vingança do direito agredido, respondendo à
violência com a violência”. Em consecuencia, Brasil debía ser fuerte y estar
bien armado debido a su posición en América del Sur, el Barón promueve
la idea que el poder internacional emergente, Estados Unidos, necesita con
urgencia un polo de apoyo en lado sur, y se imagina todas las ventajas que
podrían obtener con una amistad más estrecha con una nueva potencia.181
Ahondando en este punto Río Branco postulaba que la “alianza tácita” con
Estados Unidos estaba ligada a las supuestas afinidades históricas de ambos
países. Eran ambos “extraños en el nido” en el marco de 18 naciones
presentando diversidad idiomática, cultura, historia, dimensiones
geográficas e base étnica. Era natural que se uniesen para evitar el
aislamiento al que estarían condenados en el hemisferio. En búsqueda de
semejanzas también aparece la idea de que Brasil era la contrapartida
sudamericana de los Estados Unidos, lo que le otorgaba legitimidad a la
pretensión de hegemonía moral en América del Sur semejante a la que
Washington ejercía en América del Norte y Caribe. Una vez más, las
características históricas, poblacionales y geográficas amparaban la
comparación entre los dos “imperios”, alimentando las pretensiones
brasileñas y a un supuesto “destino manifiesto”182.
122
media en la solución de la cuestión de límites con la República Argentina
en 1895 por el laudo arbitral del presidente de los Estados Unidos de
América, Grover Clevelan, a favor de Brasil; el reconocimiento por parte de
Inglaterra en 1896, de la soberanía brasileña sobre la isla Trinidad, ocupada
abusivamente por el gobierno británico el año anterior; el recurso de
arbitramiento del Consejo federal suizo con la victoria completa del
derecho de Brasil en 1900 en la controversia con Francia, sobre los límites
de la Guyana Francesa; la liquidación del litigio con el gobierno británico
sobre la frontera de la Guyana Inglesa por decisión arbitral del rey de Italia
1914. Nunca conseguiría tanto en plazo relativamente corto y con tan
espléndido éxito a pesar del ambiente malignado.183
Brasil y Chile
123
cuestiones pendientes con Argentina y con esto se completa el círculo, se
desprecia a los argentinos declaradamente. 184
Es por esto que las excelentes relaciones diplomáticas entre Chile y Brasil
comenzaban a reflejarse en distintos ámbitos, participaciones de escolares
en concursos organizados por Brasil, uniones afectivas y demostraciones
como la entonación de los himnos nacionales de ambos países en Brasil
acontecimientos que marcan la diferencia en esta relación.
184 “El artículo: El Correio da Manhã publicó ayer el primer artículo de una serie que
propone dar a luz para demostrar con documentos y datos irrefutables que en las cuestiones
pendientes ente la Argentina y Chile todavía la razón está por parte de esta última república.
El Articulista dice, de paso, que los argentinos serían siempre constantes y rencorosos
enemigos del Brasil; al paso que los chilenos han sido y son sus leales y verdaderos amigos, a
la par que los aliados naturales. El artículo está firmado por don Eduardo Bittencourt
director del Correio da Manhã que no hace mucho hizo una campaña al aumento de derecho
de las harinas. Este diarista visitó últimamente Buenos Aires.” El Mercurio, Sábado 11 de
enero 1902, Valparaíso. p.2.
185 EL MERCURIO. “Brasil y Chile”. 26 de junio de 1902, Valparaíso. p.4.
124
El ministro chileno Anselmo Hevia Riquelme ofrece un banquete en su
residencia invitando a los personajes más destacados de la diplomacia
brasileña. Inclusive el presidente Don Campos Salles fue cordialmente
invitado y no se puede dejar de mencionar que las celebraciones no eran
menores a 20 o 30 días. Las celebraciones existentes llevaban consigo la
reunión de los representantes y los acuerdos tácitos de apoyo, y se ve luego
reflejado en el apoyo de las fuerzas navales y el apoyo incondicional que se
entregaban mutuamente.
Una supuesta alianza entre Chile y Brasil se entre lee con respecto a la
solución del tema del Acre, hecho desmentido por el gobierno. Sin
embargo, en Brasil se mira con buenos ojos la estabilidad que está
adquiriendo Chile, simplemente siente que el acercamiento surgido con la
república Argentina es favorable, se sienten apoyadas en caso de necesitar
apoyo y defensa externa. Era acaso posible una alianza entre Argentina,
Brasil y Chile. Esta idea se empieza a publicar y aparece en los diarios
enfocada muy positivamente. Fue a fines de 1902, estando a cargo del
Ministerio de Relaciones Exteriores, el Barón cuando se publica:
Por lo tanto, son claves los mensajes emitidos por los medios de prensa, se
desarrolla una serie de eventos que marcan las relaciones de estos países,
puesto que se están apoyando en caso de cualquier eventual acción militar
en contra de su “amigo”.187 No se puede caer en inocentes relaciones de
amistad y fraternidad. Los hechos claramente marcan que estos son
intereses políticos y militares que se unirán en caso de algún
enfrentamiento contra Bolivia, era necesaria su unidad para mantener el
statu quo de la región. Incluso se presenta una situación donde Brasil habla
en contra de Chile, hecho que se justifica como un mal entendido, este
hecho es importante debido a que se le expresan a Chile inmediatamente
disculpas escritas por el propio Barón de Río Branco:
125
señor Hevia Riquelme por la opiniones hirientes contra su patria que
venció en una conferencia pública el exigente comercial don José
Carlos Carvalho. Después de francas explicaciones sobre lo ocurrido,
termina declarando el ministerio de relaciones extranjeras que Brasil, no
tiene mejor ni más leal amigo que el Chile…”.188
Las hojas restantes ostentan los retratos de los señores Francisco de Paula
Rodrigues Alves, Presidente del Brasil. Don Germán Riesco, Presidente de
Chile; Don Ramón Barros Luco, Vicepresidente de Chile. Don Anselmo
Hevia Riquelme, ministro plenipotenciario y enviado extraordinario de
Chile en brasil; Don Eusebio Lillo; Don Agustín Gómez García y varias
126
poesías dedicadas a celebrar la visita a nuestro país del crucero Almirante
Barroso.
190 El Mercurio, “El ministro chileno”. Viernes 22 de enero de 1904. Valparaíso. p.4.
127
A raíz de las buenas gestiones y crecimiento regional que ha alcanzado
Brasil gracias al Barón de Río Branco no hay duda de la ciudadanía a estas
alturas de presentarlo como uno de los posibles candidatos a presidente de
la República. Fue así como se cierra casi 4 años de relaciones políticas,
comerciales, militares, existentes entre estos dos países. Por lo cual es
posible dejar un rastro para encontrar posibles alianzas que existieron y a
su vez, mencionar que siempre actuaron a favor del otro mientras se
encontraban en disputas fronterizas, donde tuvieron actores que jugaban
en contra en común.
Durante el periodo de 1902 los tratados de comercio entre estos dos países
jugaban un papel importante para el crecimiento de sus economías y
desarrollo del país
Las relaciones con los países vecinos de Chile y Brasil no eran las mejores a
comienzos del año, y con este panorama eran Chile y Brasil los únicos que
podían mantener un vínculo libre de obstáculos que entorpecieran las
relaciones y convenios que en conjunto estaban desarrollando. La
celebración de tratados comerciales entre ellos era muy importante, ambos
se beneficiarían con la disminución de impuestos en la importación de
productos. En torno a este tratado se realizaron innumerables
celebraciones con los respectivos representantes de cada estado.
128
panorama marítimo estableciendo líneas de navegación que mejoren dichas
relaciones, más específicamente, el Representante de Chile en Brasil
declara (entrevista del día 19 de abril de 1903) que su misión en Brasil es
estrechar las relaciones comerciales con ambos países, y que esta
posibilidad tiene gran cabida entre estos países vinculados por amistad
tradicional. Cabe destacar que se hace mención a la resolución que tomó el
gobierno chileno de destinar 25000 libras para subvencionar una línea de
navegación al Atlántico. Este año además de estar caracterizado por el
conflicto con el Acre de Brasil, se caracteriza por el desarrollo actividades y
planteamiento del desarrollo comercial entre Chile y Brasil. El mismo
Hevia Riquelme hace alusión a la habilidad del diplomático Barón de Río
Branco, quien destaca por ser un estadista hábil y sagaz. Así, el
representante chileno pocos días después declara que estaban dispuestos a
subvencionar una compañía de vapores. Brasil: “El representante chileno
declaró que su patria estaba bien dispuesta para subvencionar una
compañía de vapores”. 192 Con la peste bubónica se comienza a desarrollar
el estudio de los puertos que podrían comerciar libremente con Brasil, se
destaca que Chile está libre de la Peste y se podría transitar libremente y sin
precaución. A pesar de ser un hecho aislado, se destaca que existió el
interés por desarrollar las instancias que fueran necesarias para declarar a
Chile libre de la Peste bubónica. La disputas entre los acuerdos con Chile y
Brasil que quedaron estipulados con el tratado que hicieron con Bolivia
han encontrado graves problemas y dificultades en su desarrollo, siendo
Chile uno de los primeros en encontrar cambios y malas interpretaciones
que le afectan directamente en los impuestos que se estaban imponiendo
en los productos en aduanas Bolivianas, dejando a Perú internarse con
menos dificultad y mayores beneficios que a Chile.
129
Con los tratados no ha sido posible tranquilizar la revolución del Acre, el
Coronel Plácido Castro, jefe de la última revolución acrense, fue asesinado
a tiros de fusil en territorio boliviano, en Río Janeiro 2 de octubre.
Además, se mantenían las disputas entre Brasil y Perú. Postergándose el
modus vivendi hasta el próximo año, siendo establecido que deberían llegar a
un acuerdo sin tener que someterse a una Corte Arbitral.
130
para bolivianos en Chile, era una clara puesta en marcha de las buenas
relaciones bilaterales de estos países.
131
No se puede mencionar que la firma de los tratados de Paz y Amistad
(1904) o de Petrópolis (1905) significarían la firma de la tranquilidad y paz
en la región; al contrario probablemente estos tratados traerían una serie de
problemas y reclamos que aún estaban por verse; sin embargo con el
tratado firmado recientemente, ya se publicaban noticias como la siguiente:
La construcción del ferrocarril de acuerdo al tratado de Petrópolis es
preocupante debido a que no se han delimitado los puntos exactos donde
se encuentran los límites del Tratado.
La variable militar
Brasil al igual que Chile mantuvo conflictos con Perú, lo que fortaleció sus
194 El Mercurio. “Bolivia”. Lunes 24 de febrero de 1902. Valparaíso. p.6 “La Paz-
Telegramas del pacífico aseguraron que estaba oficialmente confirmada la existencia de un
tratado de alianza entre Bolivia, la Argentina y el Perú; pero el ministerio de relaciones
exteriores de Bolivia y la legación del Perú en la paz han desmentido la noticia.”
132
lazos de amistad aún más. Chile está rodeado de enemigos, que lo obligan
a mantener lazos de amistad en caso de guerra, con Brasil y también con
Ecuador. Los proyectos de ley estaban asociados a esto y la relación militar
era muy importante.
Con respecto a la región del Acre, cada vez eran más violentos los actos de
bolivianos hacia los brasileños, ya eran informados 43 fusilados y, no hay
nada claro para poder solucionar la situación. El barón de Río Branco ha
logrado grandes avances en sus relaciones diplomáticas pero, esto no
asegura la seguridad de los habitantes del Acre.
133
Sin embargo, con el paso de los meses la cuestión del Acre ya no es un
problema que se destaque como noticia principal, noticias que hacen
mención a las relaciones existentes entre argentina y Brasil o a los vínculos
que Brasil está fortaleciendo con Estados Unidos son más relevantes. De
todos modos, es El Barón de Río Branco quien se encuentra en plena
actividad para resolver los conflictos fronterizos que aún están pendientes,
el gobierno peruano no cede a sus pretensiones de ganar más territorio en
la zona del amazonas y la conexión con el Acre, lo que ubica a Perú entre
los países que amenazan la estabilidad de las fronteras de Brasil. Brasil: “La
cuestión amazónica sigue en completa calma. El ministro del Perú
conferenció ayer tarde sobre ella con el barón de Río Branco, ministro de
Relaciones Exteriores”198 y, es en la publicación del día 18 de julio de 1904,
de Brasil, donde se publica una nota sobre la solución a la cuestión con
Perú, describiendo el cierre de las negociaciones entre el representante del
Perú, Dr. Velarde y el Barón de Río Branco, es así planeado el tratado que
pone término al litigio de la región amazónica. Las respuestas y soluciones
de los conflictos se estaban manejando estratégicamente con la astucia del
Barón de Río Branco.
Por otro lado, los asuntos con Bolivia se han estabilizado y las
negociaciones que Chile y Brasil han sostenido avanzan, es así como el
gobierno ya está recibiendo propuestas para la construcción del ferrocarril
de Viacha a Oruro, debido a que, se hace “alusión” a que los dineros
recibidos por la indemnización pagada por Brasil por los territorios serán
utilizados en la construcción de líneas férreas. Brasil cancelaría estos
dineros por la resolución del conflicto del Acre. El trabajo del Barón, para
198 El Mercurio. “La cuestión del Amazonas”, 8 de julio de 1904. Valparaíso. p.7.
199 El Mercurio. “Reforma diplomática”. 24 de julio 1904, Valparaíso. p.6.
134
la resolución de los conflictos fronterizos está siendo todo un éxito para
Brasil y se reconoce, según lo publicado en el diario el Mercurio, que existe
la necesidad de mantenerse aliados con Chile ante el riesgo de guerra, ya
que así existiría menos peligro de que se genere el conflicto.
La estrecha amistad
135
Washington -Estados Unidos “El departamento de Estado ha recibido
noticias de que hay gran peligro de que se rompan las relaciones entre Chile
y Perú, a causa de la cuestión de Tacna y Arica. Surge la necesidad de que
sea elegido inmediatamente un nuevo ministro norteamericano en
reemplazo de Mr. Wilson que está actualmente en Santiago”. 200
“Es claro el desarrollo militar en la región signo de que los países se están
preparando para enfrentarse a sus oponentes, y además se puede ver el
crecimiento naval en Chile y en Argentina que están promoviendo la
renovación y la compra de barcos, en un principio se justifican aludiendo a
que existen costas que resguardar y deben mantenerse preparados. A
sabiendas de la preparación del Perú y del Brasil nadie estaría dispuesto a
quedarse sin protección. Los acuerdos entre Argentina y Chile serían ligados
directamente al hecho de mantener sus escuadras vigentes y en perfecto
funcionamiento para la protección de su país”. 201
200 El Mercurio.,” Se teme la ruptura de relaciones entre Chile y Perú,” Washington -Estados
Unidos. 23.04-1905, Valparaíso. p.9.
201 El Mercurio. “El señor ministro de Bolivia en el Brasil”. 21 de junio de 1905. Valparaíso.
p.11.
202 El Mercurio. “Tratados con Bolivia”, 5 de junio de 1905. Valparaíso. p.9.
136
Respetando naturalmente las opiniones de V.E., cúmpleme llamar su
atención a las circunstancia de que las doctrinas expuestas por esta
cancillería y que V.E. rectifica, no sólo se encuentran de acuerdo con los
principios de derecho internacional, sino también con la aplicación práctica
que de ellos han hecho, invariablemente, los estados europeos.
204
AHI. Despacho reservado para Washington, 29 dic. 1907 (trascripción del telegrama).
137
Supongamos que el actual gobierno Argentino no desee el acuerdo o que
aceptándolo no lo ejecute lealmente. en ese concierto de las tres potencias
estaremos siempre en mayoría Brasil y Chile.” 205
Conclusiones
138
BIBLIOGRAFÍA
ARON, Raymond. Paz y guerra entre las naciones (Madrid, Alianza editorial,
1985).
139
BURNS, E. The unwritten alliance. Rio-Branco and the Brazilian-American
relations. (New York/London, Columbia University Press, 1966).
140
GOLBERY DO COUTO, S. Geopolítica del Brasil. (Buenos Aires, Editorial
El Cid editor, 1978).
LINS, Alvaro. Rio Branco (O Barão do Rio Branco): biografia pessoal e história
política. (São Paulo, Editora Alfa-Omega, 1996).
141
MORGENTHAU, H, Política Entre las Naciones (Buenos Aires, GEL, 1986).
RAPOPORT, Mario; CERVO, Amado Luis. Cono Sur, Una historia Común.
(Buenos Aires, FCE, 2002).
142
SKIDMORE, T. Historia contemporánea de América Latina: América Latina en el
siglo XX. Barcelona, Ed. Crítica, 1996).
143
144
Colombia
145
146
Relaciones Chileno-Colombianas a inicios del siglo
XX. La reforma militar en Colombia, 1904-1915
Introducción
206 Batalla definitiva en la Guerra Civil de 1895, en la que Reyes ostentaba la graduación de
General en Jefe del Ejército en operaciones sobre el río Magdalena, la Costa Atlántica y
Santander (actuales departamentos de Santander y Norte de Santander). Gaceta de Santander,
2.856, Bucaramanga, 20 abril 1895, 65; Eduardo LEMAITRE, Rafael Reyes: Biografía de un gran
colombiano (Bogotá, Banco de la República, 1981), 143-162.
207 REYES, Rafael “Decreto 822 de 1904 (10 de octubre)”, Diario Oficial, 12.205, Bogotá, 27
147
ella, como es en todos los países, escuela de honor y de fortaleza moral y
física en que se forme el carácter nacional”208.
1907, Colección Rafael Uribe Uribe (Bogotá: Registro Histórico del Ejército, 1998), 13-56.
148
“Su funcionamiento requiere la experiencia práctica de buenos instructores
de fila y la creación de los diversos órganos que constituyen el comando y
los servicios superiores del ejército. Podría creerse que eso se obtenía con
oficiales que sirviesen tres o cuatro años en el ejército cuyo régimen se
tratara de imitar, pero los resultados de esa clase de ensayos han sido
negativos; el oficial alcanza cierto grado de preparación en un determinado
servicio, pero eso no basta para organizar un ejército”211.
“[…] en el último tercio del siglo XIX sería el modelo prusiano el que se
impondría como paradigma para todos los ejércitos del mundo. Los
triunfos rápidos y decisivos que obtendrían las tropas de los Hohenzollern
sobre los daneses, austriacos y franceses, en contraste con la lentitud que
caracterizó las acciones de la guerra civil norteamericana, parecían ser una
211 URIBE URIBE, Rafael “Instituciones Militares de Chile”, en Por la América del Sur I
(Bogotá: Editorial Kelly, 1955), 225-226.
212 HUNTINGTON, Samuel P. Soldado y el estado: Teoría y política de las relaciones cívico-militares
149
convincente demostración de la superioridad militar de Europa o por lo
menos de Prusia sobre los americanos” 213.
Ahora bien, así como hubo una clara mirada hacia Europa, también sucedió
el proceso contrario; es decir, algunos países europeos fijaron su mirada en
los países suramericanos. Alemania se había unificado en 1871, tardíamente
en relación con las potencias colonialistas europeas, y su participación en el
mundo colonial era mínima. Revitalizada por los triunfos obtenidos y con
una creciente élite dominante (nobleza y militares), Alemania empezó a
buscar la forma de reponerse de su tardía llegada al reparto colonial. La
posición que tomó el Imperio alemán fue entrar a disputar con sus rivales -
Inglaterra y Francia- la posibilidad de influir sobre aquellos países donde no
había una dominación clara. En consecuencia, se envían “misiones al
exterior con el fin de crear condiciones que permitieran la expansión
germana en todos los terrenos”214. Y un terreno factible para poner en
marcha estos propósitos era el terreno militar. Chile fue el primer país en
recibir una misión militar alemana, para luego convertirse en el modelo
insigne, apto para ser difundido por Suramérica.
213 BRAHM GARCÍA, Enrique “El ejército chileno y la industrialización de la guerra, 1885-
1930: Revolución de la táctica de acuerdo a los paradigmas europeos”, Historia, vol. 34
(2001), pp.5-38.
214 QUIROGA, Patricio “El predominio de las oligarquías y la prusianización de los ejércitos
de Chile y Bolivia (1880-1930)”, Estudios políticos militares, Programa de Estudios Fuerzas Armadas
y Sociedad, año 1, 1 (Santiago de Chile: 2001), pp.75-93. Sobre este tema se puede consultar
también a QUIROGA Patricio y MALDONADO Carlos. El prusianismo en las Fuerzas
Armadas chilenas, Estudio histórico 1885-1945 (Santiago de Chile, Ediciones Documentas,
1988).
215 La mayoría de los oficiales chilenos que cumplieron labores en la misión recibieron
150
- Organización, administración y dirección de la Escuela Militar
- Organización de la instrucción práctica y teórica
- Organización de cursos especiales y de aplicación para Jefes y Oficiales
- Organización de escuelas prácticas de aplicación para Suboficiales
- Confección de los Reglamentos de organización, administración e
instrucción del Ejército.
- Régimen interno de los Cuerpos
- Organización del alto mando
- Servicio de Estado Mayor
- Clases teóricas en la Escuela Militar 216
216 Boletín Militar de Colombia, Órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército, II (Bogotá: Imprenta
Eléctrica, junio 17 1907), 520.
217 Gaceta de Santander, 3.822, Bucaramanga, 28 enero 1907, 9.
218 “Listado completo de admitidos en la Escuela Militar”, Diario Oficial, 12.982, Bogotá, 24
151
suficientemente sólidos para que hagan de él escuela de moralidad, de
sobriedad, de fortaleza y disciplina”219.
219 “Alocución de Rafael Reyes dirigida a militares y civiles que asistieron al acto de
instalación de la Escuela Militar el 20 de julio de 1907”, en Escuela Militar de Cadetes General
José María Córdova, ed. ÁLVAREZ VARGAS, Víctor (Bogotá, Ministerio de Defensa, 1997),
40. Edición conmemorativa de los 90 años de su fundación.
220 Boletín Militar de Colombia, 587-590.
221 Decreto número 830bis de 1907 (20 de Julio) por el cual se fija el Plan de Estudios para la
Escuela Militar en el año en curso. Diario Oficial, 13.049, Bogotá, 2 septiembre 1907, 859.
222 POSADA, Alejandro “Escuela Militar”, Boletín Militar de Colombia, II, 196.
152
estudio. Nombró profesores y a cargo de Ahumada y Guillén estuvieron los
materias concernientes al Curso Militar223.
ed. Víctor Álvarez Vargas (Bogotá: Ministerio de Defensa, 1997), 44. Edición
conmemorativa de los 90 años.
153
donde se decidió un cambio en la constitución respecto a la reelección
presidencial, obteniendo así un alargue de cinco años en su período. Estos
hechos dieron lugar a que se considerara que la amenaza de la dictadura
estaba cada vez más latente.
“Borrar las fronteras que dividen los partidos, nacionalizar las instituciones,
silenciar las disputas religiosas, desterrar del ejército el pretorianismo
levantisco, purificar las finanzas, eliminar los pleitos con la naciones vecinas,
reconciliar a las clases sociales”225.
225 SOLANO Armando, citado en Eduardo Posada Carbó, El desafío de las Ideas. Ensayos de
historia intelectual y política en Colombia (Medellín, Fondo Editorial Universidad EAFIT, 2003),
60.
226 Políticos conservadores y liberales de tipo moderado que vieron la luz pública en el
154
El tránsito de un gobierno a otro no es un proceso fácil en la Colombia de
inicios del siglo XX, y mucho menos, bajo las circunstancias en las que se
dio. Jorge Holguín accedió a la presidencia en calidad de designado, y en su
corto mandato (9 de junio 1909- 4 de agosto 1909) enfrentó disturbios y
alteraciones del orden público. El 4 de julio de 1909, en la ciudad de
Barranquilla, en un intento de golpe militar, partidarios de Ramón González
Valencia pretendieron desconocer la designación de Holguín, e imponerlo
como presidente de la República, basados en que González Valencia se
había desempeñado como Vicepresidente228 y tenía derecho propio para
acceder a la presidencia. Durante los escasos días que duró la rebelión, se
emitieron decretos de estado de sitio de la República y elevación del pie de
fuerza229. Así mismo se clausuró al comercio los puertos de Barranquilla y
Puerto Colombia que fueron tomados por los rebeldes230.
1909, 289.
230 Decreto legislativo No. 1 de 1909 (5 julio), Ibid.
231 DÍAZ, Francisco Javier Conferencias sobre Organización Militar (Bogotá, Imprenta Nacional,
1909), p.3.
155
3. La organización de los cuadros permanentes de un Ejército (proyecto
de ley sobre reclutamiento, ascensos, etc.)
4. La organización y actividad del trabajo del Ministerio de Guerra.
5. El paso del Ejército del pie de paz al pie de guerra.
6. Organización y funcionamiento de la justicia militar.
7. El reclutamiento del Ejército. Su organización y funcionamiento.
8. La administración militar
9. Organización militar de Colombia.232
Las conferencias dos, tres y siete, contenían y explicaban las leyes más
importantes dentro del grupo. Éstas debían ser votadas prontamente. No
era la primera vez que proyectos de leyes de ese tipo eran presentados y no
aprobados. Un cambio de gobierno se acercaba, y como era regla en los
gobiernos de la época, los partidarios del presidente de turno copaban los
puestos burocráticos y utilizaban sus fuerzas en Cámara y Senado para
aprobar o rechazar proyectos de ley.
232Ibíd., 5.
233“La misión chilena renuncia irrevocablemente”, Gaceta Republicana, 65, Bogotá, 5 octubre
1909, 7.
156
inspectores y ayudantes, así no queda aldea sin tales funcionarios y el
gobierno no puede pagar a los oficiales del cuerpo.234”
234 Informe de la Segunda Misión Militar Chilena en Colombia al Jefe del Estado Mayor
General del Ejército de Chile en Bogotá 27 de septiembre de 1909, citado en Roberto
Arancibia Clavel, op. cit. p.411.
235 Ley No. 22 de 1909 (22 septiembre), Gaceta de Santander, 50, Bucaramanga, 18 octubre
1909, 394.
236 GONZÁLEZ DÍAZ, Andrés. Ministros del Siglo XX (Bogotá, Imprenta Nacional, 1982).
http://www.lablaa.org/blaavirtual/todaslasartes/obrames/ministros/indice.htm
(acceso febrero 2009)
237 “Plumadas”, Gaceta republicana, 78, Bogotá, 21 octubre 1909, 1.
238 GONZÁLEZ DÍAZ, Andrés. Ministros del Siglo XX.
239 Es considerado uno de los columnistas más acérrimos en la defensa de la reforma militar.
157
En mayo de 1910, se inauguró la Escuela Superior de Guerra. Ésta Escuela
había sido fundada un año atrás, pero solamente hasta 1910 empezó a
impartir el curso de Estado Mayor. Una de las razones principales obedeció
a las mínimas condiciones académicas de los postulantes, lo que obligó a
impartir un curso de aplicación en junio de 1909 con el objetivo de nivelar
los estudios.241 El curso de 1909, contó con la participación de 20 oficiales
con los siguientes rangos: cinco capitanes, tres mayores, un teniente
coronel, cinco coroneles, seis generales. En 1910, el curso de Estado Mayor
estuvo compuesto por 22 oficiales, con rangos de capitán a coronel, entre
ellos, dos colaboradores constantes de las misiones chilenas: los coroneles
Francisco J. Vergara y Alejandro Posada.242
“El Ejército colombiano fue regido hasta no hace mucho tiempo por las
Ordenanzas que puso en vigor el insigne ciudadano General Tomás
Cipriano de Mosquera, prestigioso Jefe militar. (…) Jamás se ha visto en
este país un Ejército tan lucido y disciplinado, y no podía ser de otro modo,
1908); Reglamento de tiro para la infantería (Bogotá, Imprenta Nacional, 1908); Francisco
Javier Díaz, Guía para la enseñanza de la redacción militar: Estilo oficial, servicio de oficina, (Bogotá:
Imprenta Nacional, 1909); Idem, Guía para la instrucción de tropas de infantería e
ingenieros (Bogotá: Imprenta Eléctrica, 1910); Pedro Charpin y Francisco Javier Díaz, Guía
para la enseñanza sobre el servicio de tropas : Conocimiento del servicio. Traducido y arreglado del
texto de guerra de Prusia (Bogotá, 1909), Reglamento de servicio de guarnición (Bogotá:
Imprenta Nacional, 1909); Reglamento de castigos disciplinarios (Bogotá: Imprenta Nacional,
1909); Reglamento Orgánico del Estado Mayor del Ejército (Bogotá, Imprenta Nacional, 1910).
245 La Reforma Militar, El Tiempo, Diario de la Mañana, 115, Bogotá, 19 junio 1911, 2.
158
porque en esas Ordenanzas se encontraba la reglamentación suficiente para
organizarlo e instruirlo en armonía con las disposiciones del Código Militar.
Pero hoy se dice, con sumo desenfado, que aquellas Ordenanzas vetustas
debieran estar en un museo, y desechar ese Código por viejo”.246
246 BAQUERO, Elías Colombia, la Misión Chilena y el Ejército (Bogotá, Imprenta Moderna,
1911), p.9.
247 Los políticos pertenecientes a la Concentración Conservadora cumplieron un papel
159
presidente Restrepo como señal de apoyo a la reforma. En primer lugar, se
reglamentó el servicio del Ministerio de Guerra249, en donde se indicó las
diferentes funciones que correspondían al Ministro tales como la
administración de la Escuela Militar y Escuela Superior de Guerra, y los
ascensos desde sargento primero hasta general. En segundo lugar, se
organizó el Estado Mayor del Ejército250 siendo su principal función el
estudio de la potencia militar de Colombia y demás países en los aspectos
de organización militar y estudio del territorio. Además, el Estado Mayor
quedó compuesto por cinco departamentos: Dpto. Central, Dpto. de
Informaciones, Dpto. de Comunicaciones, Dpto. Transportes, Dpto. de
Levantamiento Militar y Dpto. de Historia Militar.
249 Decreto No. 815 de 1910 (15 de septiembre), Diario Oficial, 14100, Bogotá, 28 septiembre
1910, p.280.
250 Decreto No. 1207 de 1910 (31 de diciembre), Diario Oficial, 14198, Bogotá, 14 enero
1911, p.41.
251 Importante Nota de los Jefes de la Misión Chilena, El Tiempo, Diario de la mañana 282,
160
La segunda misión en particular, es considerada la más destacada sobre las
otras cuatro misiones chilenas, ya que contó con el apoyo permanente del
republicanismo, pero también la que tuvo la más ferviente oposición. Es de
resaltar también la figura del germanófilo oficial Francisco Javier Díaz quien
tanto en su labor militar, como en los debates, presentaciones, conferencias
y redacción de reglamentos y textos militares, descolló sobre los demás
oficiales.
La misión militar conocía los logros que había alcanzado la misión anterior,
así como también conocía las dificultades por las que había atravesado para
llevar a cabo la reforma. El mayor Montero, en unas palabras que ofreció
en un homenaje de bienvenida a Colombia, dejó en claro la principal tarea
que tendría su presencia en el país:
161
el Ejército será siempre de un partido y apoyará un sistema. La
instrucción miliar es conveniente, es necesaria, indispensable, pero el
Ejército será siempre de un partido”.253
162
aprestaban a discutir el proyecto de retiro, pensiones, y montepío
presentado por el Ministro Arango. Los partidarios de la reforma también
esperaban que se presentara el proyecto de ley de ascenso, como base de la
carrera militar. Ninguno de los proyectos presentados256 por el Gobierno
logró pasar en las Cámaras y en el Congreso, retrasando de esta forma las
leyes necesarias para la reforma militar. A las dificultades que el Gobierno
tenía al no poder conseguir se emitieran como ley los proyectos
presentados, se le sumó otro inconveniente: los parlamentarios presentaron
proyectos de ley en el ramo de guerra que nada tenían que ver con lo
solicitado por el ejecutivo, y que incluso de haber sido votados, significaban
un retroceso en las medidas que se habían venido implementando. Muestra
de ello es lo que manifestó el presidente Restrepo en su mensaje a los
colombianos:
256 Además del proyecto de ley sobre retiro, pensiones y montepío militar, se presentaron
dos proyectos más: Proyecto de ley por la cual se da una autorización al Gobierno y se
provee de fondos para las necesidades del Ejército y Proyecto de ley por la cual se elevan los
derechos de importación y se manda contratar un empréstito destinado a atender a las
necesidades del Ejército.
257 RESTREPO, Carlos E. Exposición del ejecutivo a los colombianos, Diario Oficial, 14783 -
163
se agudizaron llevando a la misión a presentar su renuncia en agosto. En
ese momento, la misión estaba compuesta por Montero, Aguirre y Sáenz.
El oficial Vignola solicitó la cancelación del contrato con el Gobierno de
Colombia y regresó a Chile a mediados de marzo de 1913. Rápidamente, el
Gobierno colombiano buscó el reemplazo de Vignola firmando un
contrato con el Capitán Carlos Sáenz del arma de artillería indicando como
fecha de término el doce de enero de 1915.259. Aunque el presidente
Restrepo ofreció cambios en la manera unilateral en que se venían
tomando las decisiones en el Estado Mayor del Ejército y en el Ministerio
de Guerra -tratando de suavizar las relaciones con la misión-, esto no fue
suficiente para superar el malestar latente. Los oficiales Montero y Aguirre
renunciaron aduciendo razones personales, quedando la misión en manos
del oficial Sáenz.
259 Contrato celebrado en Santiago de Chile con el señor Capitán Carlos Sáenz (8 de mayo
de 1913), Diario Oficial, 15040, Bogotá, 8 noviembre 1913, p.3178.
260 La Guerra mundial incidió totalmente en los montos destinados al presupuesto
164
La presidencia de José Vicente Concha selló el inicio del final de la ya
alicaída reforma militar. Un político perteneciente a la concentración
conservadora, agrupación política que estuvo en contra de la reforma
llevada a cabo por oficiales chilenos, se convirtió en el presidente de
Colombia. En su discurso de posesión dejó entrever los recelos que le
causaba los adelantos logrados en la materia militar:
262 Posesión del Presidente (7 de agosto de 1914), Diario Oficial, 15298, Bogotá, 22
septiembre 1914, p.548.
263 El 16 de septiembre de 1914 el Capitán Sáenz y el Gobierno de Colombia renovaron el
contrato firmado en Santiago de Chile en 1913 y que tenía como fecha de término el 12 de
enero de 1915.
165
influencia que la política ejerce en el organismo militar cada vez que,
subordinando los intereses de partido, se juzga a los Jefes y Oficiales, no
por sus méritos profesionales sino por el credo político que profesan”. 264
Conclusiones
264La Reforma Militar y el Mayor Sáenz, El Tiempo, Diario de la mañana 1264, Bogotá, 3 abril
1915, p.2.
166
Escuelas. No existían en forma alguna.
Tropas. Estaban agrupadas por batallones y unidades sueltas, lo cual no
responde a ningún principio técnico, a necesidad militar alguna. La tropa se
reclutaba por el sistema de lazo, por un período de tiempo indefinido que
solía comprender la vida entera del conscripto, cuando no lograba éste salir
del cuartel por la puerta del suicidio o se le echaba afuera por viejo o por
inválido”.265
En este momento cabe anotar: así como los logros de la misión chilena no
son minúsculos, tampoco deben magnificarse. La reforma militar se vio
frustrada con la partida de la misión militar chilena en 1915. Es decir, los
primeros pasos que se daban en busca de la profesionalización del Ejército
fueron cortados, y el proyecto quedó abandonado.
Fuentes y Bibliografía
167
• Contrato celebrado en Santiago de Chile con el señor Capitán Carlos
Sáenz (8 de mayo de 1913), Diario Oficial, 15040, Bogotá, 8 noviembre
1913.
• Decreto No. 1207 de 1910 (31 de diciembre), Diario Oficial, 14198,
Bogotá, 14 enero 1911.
• Decreto No. 815 de 1910 (15 de septiembre), Diario Oficial, 14100,
Bogotá, 28 septiembre 1910.
• Decreto número 830bis de 1907 (20 de Julio) por el cual se fija el Plan
de Estudios para la Escuela Militar en el año en curso. Diario Oficial,
13.049, Bogotá, 2 septiembre 1907.
• Importante Nota de los Jefes de la Misión Chilena, El Tiempo, Diario
de la mañana 282, Bogotá, 1 febrero 1912.
• La Crónica y citado en “Nacionalización del Ejército”, El Tiempo,
Diario de la mañana 311, Bogotá, 14 marzo 1912.
• La Reforma Militar y el Mayor Sáenz, El Tiempo, Diario de la mañana
1264, Bogotá, 3 abril 1915.
• La Reforma Militar, El Tiempo, Diario de la Mañana, 115, Bogotá, 19
junio 1911.
• Ley No. 22 de 1909 (22 septiembre), Gaceta de Santander, 50,
Bucaramanga, 18 octubre 1909.
• Por el Ejército, El Tiempo, Diario de la mañana 451, Bogotá, 13
septiembre 1912.
• Reglamento de castigos disciplinarios (Bogotá: Imprenta Nacional,
1909).
• Reglamento de ejercicios y evaluación para la infantería (Bogotá:
Imprenta Nacional, 1908).
• Reglamento de servicio de guarnición (Bogotá: Imprenta Nacional,
1909).
• Reglamento de tiro para la infantería (Bogotá, Imprenta Nacional,
1908).
• Reglamento Orgánico del Estado Mayor del Ejército (Bogotá,
Imprenta Nacional, 1910).
168
REYES, Rafael. “Mensaje Presidencial”, Gaceta de Santander, 3.666,
Bucaramanga, 7 diciembre 1904, 398.
Libros y artículos.
169
GONZÁLEZ DÍAZ, Andrés. Ministros del Siglo XX (Bogota: Imprenta
Nacional, 1982).
http://www.lablaa.org/blaavirtual/todaslasartes/obrames/ministros/indice
.htm (acceso febrero 2009)
170
Ecuador
171
172
Ecuador en la política exterior de Chile: un escenario
paravecinal en el tránsito del siglo XIX al XX266
La idea de la paravecindad.
266 Se agradece el apoyo de ANID a partir del proyecto Fondecyt Regular N°1191126 en el
desarrollo de este trabajo.
267 Partiendo de la base del Congreso de Panamá, convocado por Simón Bolívar en 1826 y
que, pese a su fracaso, se buscó en los años siguientes, lograr concretar la idea americanista.
Sería solo a comienzos de la década de los sesenta del siglo XIX en el contexto de la
arremetida europea en territorios americanos, lo que permitiría la realización de reuniones
destinadas a la concertación de países, aunque su efecto fue más bien de carácter simbólico.
268 Se considera como punto de partida que “el estudio de las relaciones internacionales se ocupa sobre
todo de analizar y de explicar los tratos entre las comunidades políticas organizadas dentro de un territorio,
es decir, entre los Estados”. RENOUVIN, Pierre y DUROSELLE, Jean Baptiste. Introducción a la
historia de las relaciones internacionales. (México DF., Fondo de Cultura Económica, 2000). p.9.
173
sistemáticamente definido y caracterizado por especialistas de las relaciones
internacionales, europeos y americanos, en donde se puede esbozar como
un componente común, la idea de la voluntad del actor estatal en las
relaciones exteriores, cuyos deseos políticos buscaban ser satisfechos,
poniendo éstos por sobre el resto de la comunidad regional. Así, el interés
nacional se puede comprender como la intencionalidad de obtención de
beneficios para el país, imponiendo para ello su accionar a los restantes
miembros de la comunidad, a partir de las pretensiones del aparato
gubernamental, encabezados por el mandatario, tratando de imponerlos a
través de diferentes mecanismos, dentro de ellos, el posible uso de la fuerza.
269 Este mayor poder transformar a un Estado en “potencia”. Este concepto, implica a juicio
de Raymond Aron “la capacidad de una unidad política para imponer la voluntad a las otras
unidades. En resumidas cuentas, el poder político no es un absoluto, sino una relación
humana”. ARON, Raymond. Paz y Guerra entre las naciones. (Madrid. Editorial Revista
Occidente, 1963) p.73. Por su parte PÉREZ GIL, Luis, identifica tres tipos de Estados que
permiten definir la condición de potencia: Estados cuyo interés principal reside en sí mismo.
Estados con influencia en un sector particular de las relaciones internacionales y/o con
responsabilidades regionales. Estados con influencia mundial debido a sus capacidades (en
todas las áreas). EI concepto de potencia en las relaciones internacionales. Estudios
Internacionales, 32, 127-128 (1999), pp.69-89.
174
de poder, repercute en el comportamiento entre los actores que toman
decisiones sobre el relacionamiento externo, partiendo de la base que la
relación entre los países fronterizos tienden a ocilar entre períodos de
tensión y distensión, donde el factor limítrofe adquiere relevancia en el
proceso de relacionamiento.
270 TAPIA, Claudio. Política exterior ecuatoriana durante la guerra del Pacífico: un análisis
desde la óptica de los equilibrios de poder en la región latinoamericana. Revista Brasileira de
História, 36(72), 2016, p.135
271 MORGENTHAU, Hans. Política Entre las Naciones. La lucha por el poder y la paz, (Buenos
175
Contextualizando el escenario americano
hacia finales del siglo XIX
272RENOUVIN, Pierre Historia de las relaciones internacionales. (Madrid, Akal Editores, 1982)
p.562
176
Para complejizar aun más el escenario intrarregional, es necesario señalar
que el subsistema Sudamericano, se caracterizaba además, por su
heterogeneidad. Ello debido a que, pese a la existencia de una gran base
cultural producida por la dominación hispana, en buena parte del territorio,
estaba también la herencia lusitana en el Caribe y el Atlántico, siendo el
primer elemento de distinción. Pero más allá de éste, al interior de las ex
colonias hispanas, surgieron diferencias tales, que permitieron no solo el
fraccionamiento entre el Cono Sur y los países andinos, sino que además, la
atomización de algunos de ellos, en función de intereses locales.273 Estas
diferencias se fueron profundizando con el paso del tiempo, derivando en
que los países adecuaron a los intereses de las elites gobernantes, a partir de
la construcción de un tejido político interno, el que se proyectaría al
desarrollo de su economía, configurando de forma paralela características
culturales, sentimiento de unidad o identificación con un proyecto nacional.
177
siguientes. En tal sentido, durante los primeros años de postguerra, las
autoridades que imaginaron un Estado chileno poderoso y que no requería
de los países cercanos, ya que se había consolidado como potencia regional,
por lo que priorizó las relaciones hacia fuera de la región, tensionando los
vínculos con los estados vecinos, principalmente Argentina.
Una vez que las autoridades chilenas, asumieron que era políticamente
relevante para sus intereses el mantener relaciones más armónicas con las
naciones americanas, se dio paso al aumento de la intervención en
actividades internacionales, y a pesar de que a Chile sólo le interesaban en la
medida que permitiese obtener algún aporte a la política de cooperación en
el escenario regional, éstas fueron en aumento.
178
sus respectivas áreas de acción. La limitada unidad para enfrentar a las
fuerzas realistas, se fue lentamente resquebrajando entre los criollos, debido
a que las motivaciones, entre ellas las económicas, primaron por sobre el
interés superior de entregar un orden al nuevo Estado. Se debe sumar
además, el influjo de las condiciones geográficas, ya que las elites de las
provincias más adentradas en los territorios eran completamente ajenas a
los anhelos de los grupos más vinculados a las zonas costeras. Así la
conexión entre el aislamento geográfico y el proyecto político caudillista, se
puede percibir con facilidad en los procesos de Paraguay, Alto Perú y
Quito.
179
Tal como se aprecia en el primer eje de este acuerdo, la idea de mantener
una postura exterior comun, no dista en demasía del propio sentido de
buscar la emancipación, pero a la vez de intentar sentirse parte de un
espacio regional propio, una incipiente identidad regional, en torno al
continente americano, o al menos a una parte de él.
Artículo 11° Para estrechar más los vínculos que deben unir en lo venidero
a ambos Estados, y allanar cualquiera dificultad que pueda presentarse, o
interrumpir de algún modo su buena correspondencia y armonía, se formará
una Asamblea compuesta de dos Plenipotenciarios por cada parte, en los
mismos términos, y con las mismas formalidades que en conformidad de
los usos establecidos deben observarse para el nombramiento de los
Ministros de igual clase cerca de los Gobiernos de las Naciones
extranjeras.274
exterior de los Estados Unidos bajo el principio de la “Doctrina Monroe” y que trató de
imponerse en esta reunión.
180
unitario, situación que se oponía radicalmente a los principios de esta
reunión americana. Los países vinculados a esta alternativa eran Argentina,
Brasil y Chile.276 Además, había un tercer grupo de Estados que se
encontraban en una postura más ambigua: Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Éstos trataron de ser influenciados por los dos grupos ya citados, situación
que trajo consigo más de algún problema político, especialmente por la falta
de consolidación de un proyecto interno.277
Así, no sería sino hasta iniciada la segunda mitad del siglo, en donde las
visiones políticas de las elites fueron renovadas a partir de la influencia
europea, dando paso acelerado a los procesos de “liberalización”
acompañados de una modernización de las estructuras políticas, buscando
desplazar a las antiguas organizaciones conservadoras, tanto en la estructura
política interna, como también en las relaciones con los restantes países de
la región. El principal referente de la política de acercamientos regionales en
este período lo constituye el Congreso de Lima de 1860, que generó,
aunque sea por espacios pequeños de tiempo, algunos lineamientos de
políticas de cooperación regional bajo las nociones americanistas. El
escenario regional a mediados de la década de los sesentas, permitía
entrever la clara intención de las potencias europeas en algunos de los
países latinoamericanos, especialmente a través de la intervención directa.
276 En el caso de estos tres países, es relevante señalar que el influjo europeo,
específicamente de Gran Bretaña, fue uno de los principales determinantes para rechazar la
idea de una Confederación de Estados, bajo el argumento de que afectaría las relaciones
comerciales, a partir de que estos tres Estados tenían de forma particular un orden y
proyecto político que carecían los demás y por ello se privilegia el comercio en la potencia
británica.
277 Este escenario presentó varios problemas ya que la unidad latinoamericana buscaba un
181
El ejemplo de los franceses en México y de los británicos en el Caribe, se
consideraba como una amenaza a la región y por ende, surgieron las voces
de intelectuales y políticos que llamaron a la unidad regional, en pos de
acercamientos económicos para potenciar la región y a la defensa de
intereses ante una inminente acción de parte de las potencias europeas.
Este proceso coincide además, con la crisis interna ecuatoriana que derivó a
que una parte de la población de Guayaquil se alentara a intentar cambiar
de soberanía, sometiéndose voluntariamente a Perú en 1859. Pese a que
esta iniciativa no tuvo repercusión finalmente, revela con claridad, el
problema de los proyectos políticos, las determinantes geográficas y los
intereses de las elites locales, en este caso, los comerciantes del citado
puerto.278
Poco más de una década más tarde, Chile se enfrentaría a la alianza entre
Perú y Bolivia, pero además, con la posibilidad que la coalición se
extendiera hacia Argentina, en un ambiente regional, de neutralidad
discursiva, pero de recriminación hacia Chile por alterar la paz regional.
278 Al respecto, se recomienda revisar los trabajos de SORIA, Francisco de Paula. Lecciones
graduadas sobre límites del Ecuador con el Perú. (Quito, Imprenta América, 1938); ORTIZ, Román
D. “La crisis Perú–Ecuador de 1859: ¿Una guerra impensable?” Instituto Universitario Ortega y
Gasset, Papeles de Trabajo, Madrid, 1999; REMIRO, Antonio–SÁNCHEZ, Luis Ignacio.
“Ecuador–Perú: el conflicto más largo”. En: Meridiano Ceri. Revista del Centro Hispano de
Relaciones Internacionales, N° 2, Madrid, marzo 1995. pp. 10–13.
279 CID, Gabriel. En defensa de la "Patria Grande": guerra y americanismo en el Pacífico,
182
Dentro de la historia de América del Sur, la década de 1870, debe ser de las
más relevantes en cuanto a los procesos de conflictos territoriales, toda vez
que esta se inició con los últimos estertones de la guerra en la que Paraguay
debió enfrentar a la Triple Alianza conformada por Argentina, Brasil y
Uruguay, con el resultado del descalabro de la economía y la sociedad
paraguaya, ambas arrasadas por la superioridad de los ejercitos combinados
en una agotadora jornada que se inició en 1864, ironicamente, casi se forma
paralela a los grandes discursos americanistas.
Éste sería años más tarde, uno de los factores determinante del conflicto
que enfrentó a Chile en contra de Perú y Bolivia. No obstante, se había
buscado un acuerdo limítrofe entre Bolivia y Chile en 1874, bajo la idea de
mantener las costas del Pacífico, alejadas a las vicisitudes de la
confrontación. Así, los años siguientes, fueron de preocupación por los
espacios fronterizos en el Cono Sur, pero dentro de la dinámica de la
negociación diplomática, buscando mantener, al menos el status quo. Sin
embargo, Argentina y Chile hacia 1878, avanzaron peligrosamente hacia un
conflicto, por la delimitación territorial a lo largo de la extensa frontera,
pero también en el extremo austral, en función de los intereses que se
generaba el control del Estrecho de Magallanes.
En efecto, desde los inicios del conflicto bélico, las posturas pacifistas y
belicistas no se dejaron de hacer sentir en los diferentes espacios de
discusión, irradiando en opiniones internas y externas de cada uno de los
280BUSTOS, Carlos. Diplomacia chilena. Una perspectiva histórica. (Santiago, RIL Editores, 2018).
p.130
183
involucrados en la guerra, tanto en los discursos políticos, que
principalmente fueron recogidos a través de la prensa.281 A su vez, las
repecusiones del conflicto no se hicieron esperar en los países no
beligerantes de la región sudamericana, Estados Unidos y en los imperios
coloniales europeos. Todos ellos emitieron opiniones sobre los avatares de
la confrontación, ya sea comentando acciones bélicas, personajes, como a
su vez, las alternativas políticas y los efectos económicos que esta
generaba.282
281 Sobre los ideales heroicos y sus discursos en relación con la guerra, se recomienda el
trabajo de Gabriel CID. “De héroes y mártires, Guerra, modelos heroicos y socialización
nacionalista en Chile (1836-1923)” Mélanges de la Casa de Velázquez. Nouvelle série, 46-2, 2016
(noviembre), pp.57-78. Sobre el rol de la prensa en el discurso bélico, se recomienda el
trabajo de Patricio IBARRA “Los corresponsales de guerra chilenos en la Guerra del
Pacífico (1879-1883)” en: Estudios sobre el Mensaje Periodístico 26(1) 2020, pp.147-155 y “No
hay enemigo bastante poderoso para contrarrestarnos": las victorias chilenas en la prensa de
caricaturas de la Guerra del Pacífico (1879-1884) Historia Crítica N°72 (2019), pp.45-67.
282 Sobre opiniones internacionales sobre la guerra, se recomiendan los trabajos de Mauricio
la que tanto Chile como Ecuador enviaron representantes consulares, y en ese marco se
firmó el primer acuerdo bilateral denominado Tratado de Amistad, Comercio y Navegación
(21 de enero de 1837) Más antecedentes del período se recomienda la obra de Pablo
NÚÑEZ. Relaciones Internacionales del Ecuador en la fundación de la República. (Quito, Universidad
Andina Simón Bolívar–Corporación Editora Nacional, 2001).
184
algunas formalidades, además de algunos contactos en torno al intercambio
comercial, pero con una escasa relevancia en los temas del Pacífico
Sudamericano.
185
naves de ese país por parte de buques chilenos,286 acusándolos de
contrabandear armamento que le podría servir a las fuerzas peruanas.287
Tras estos primeros impasses una vez que las fuerzas chilenas ocuparon
Lima, las relaciones con los países vecinos, se mantuvieron estables. Para el
caso ecuatoriano, el principal contacto entre ambos países fue en pos de
mejorar las relaciones comerciales. Sin embargo, con la finalización de la
guerra, surgieron nuevos escollos en las relaciones entre ambos países, esta
vez, de la mano de las reclamaciones de privados ecuatorianos por
perjuicios realizados por las tropas chilenas durante las campañas de la
guerra.288 Dichos reclamos, se extenderían por los años siguientes, siendo
algunos resueltos recién a comienzos del siglo XX.
286 MRREE CHILE. FH. Vol. Nº 55–B. 1879. Oficios recibidos de los Consulados de
América y Europa en Chile. Consulado General de Ecuador en Valparaíso. Las
reclamaciones ecuatorianas por las acciones navales chilenas fueron un tema recurrente en
las comunicaciones bilaterales durante este año, las cuales se mantuvieron durante el año
siguiente.
287 MRREE ECUADOR. FM. Vol. B.13.1. Comunicación del 9 de septiembre de 1880.
288 Con respecto a las reclamaciones, una de las primeras se remonta a un bombardeo
chileno realizado el 18 de abril de 1879 y que generó daño a privados ecuatorianos. MRREE
Ecuador. FM. Vol. K.42.12. Agentes diplomáticos y consulares del ecuador en el Extranjero.
Nota a Rafael Gondra del 26 de enero de 1884. fs.16.
289 BARRERA-AGARWAL, María Helena. Anatomía de una traición. La venta de la Bandera.
186
Tras los cambios internos en el Ecuador con la llegada de Alfaro al poder,
se inició una etapa profundamente relevante para este país, en su vínculo
con Chile. en pocos años Ecuador se transformaría en “un aliado
estratégico” para el gobierno y la política exterior chilena. De esta forma, las
relaciones bilaterales tomaron un importante espacio en la política
ecuatoriana, en la consideración que la cooperación chilena hacia este país,
fue preciada como vital para su desarrollo.
Así, desde los últimos años del siglo XIX y durante las siguientes dos
décadas, las relaciones bilaterales, llevaron la impronta de una “alianza” en
la que el Estado ecuatoriano, obtuvo de parte del chileno, el respaldo en el
proceso de modernización institucional en diversos ámbitos de la vida
nacional, incluyendo fuertemente los aspectos militar, comercial y
educacional.
290MRREE ECUADOR. FM. Vol. C.14.2. Tomo II. Nota Confidencial s/n del 3 de abril de
1894.
187
aspectos relacionados al desarrollo agrícola del país y la interacción que se
podrían lograr.291
291 MRREE ECUADOR. FM. Vol. C.14.2. Tomo II. Nota del 30 de marzo de 1894.
292 En la lógica de esta sociedad anárquica marcada por los intereses nacionales, mantener el
equilibrio de poder era una necesidad imperiosa, lo que Alfaro comprendió claramente. Su
gobierno debía apoyar al chileno como un verdadero aliado, aunque el costo de la alianza
fuera un acuerdo comercial no muy ventajoso para los ecuatorianos. El escenario regional
obligaba a tomar una posición, y esa fue la de apoyar la posición chilena, tanto frente a la
disputa con Argentina, como también a los problemas insolutos con Bolivia y Perú, en los
que Ecuador estaba más vinculado debido a la problemática territorial este último país, lo
que agregaba un factor de unidad, frente al adversario común.
293 MRREE ECUADOR. Vol. B.13.2. Comunicaciones recibidas de la Legación de Chile.
188
de no-intervención de los demás países de la región en los procesos que se
llevaban a cabo con Perú y Bolivia y que ya se ha hecho referencia
anteriormente.294
189
Bajo esta situación, Ecuador y Chile firmaron en 1908, el acuerdo que
ratificaba el buen estado de las relaciones bilaterales. El Tratado General de
Arbitraje con fecha 11 de julio, acordado entre Rafael Elizalde y Federico
Puga, fue entonces un avance sustancial en la interacción, más aun cuando
paralelamente se seguía trabajando en el establecimiento del Tratado de
Comercio.297
Así hacia 1908, el presidente chileno Pedro Montt, señalaba que los
acercamientos con los países de la región eran una parte importante de los
lineamientos de su política exterior, bajo el argumento de que ello constituía
un camino de acercamiento y la cooperación regional, necesaria por aquel
entonces, en la creencia que ello era el mejor camino en la mantención del
equilibrio de poderes en el Cono Sur. En sus palabras: “Chile procura
orientar su política económica internacional con las repúblicas de la
América Latina, en el sentido abierto y generoso del libre cambio comercial,
que constituye el más poderoso elemento de bienestar para los pueblos”.298
En apariencia esta idea de alianza binacional iniciada a finales del siglo XIX,
ha sido considerada por la historiografía diplomática tradicional, como la
piedra angular de las relaciones de mutua colaboración que se ha
proyectado hasta el presente. Sin embargo, ante los avatares del conflicto
fronterizo ecuatoriano-peruano hacia 1910, se puede evidenciar, que para el
Estado chileno, era mejor mantener una postura pública neutral en función
de sus propios intereses nacionales, lo que resquebrajó las relaciones con
Ecuador, que se sintió, al menos el discurso público, abandonado por el
297 MRREE ECUADOR. FM. Vol. C.14.3. Notas Nº137 y Nº138 del 15 de julio de 1908.
298 MONTT, Pedro. (1908) Mensaje leído por S. E. el Presidente de la República en la
apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, Imprenta Nacional, Santiago de
Chile. p.5.
299 Ibíd. p.4.
190
aliado estratégico. Pese a ello, la documentación oficial permite apreciar a la
vez, que si bien discursivamente se abogó en pos del sostenimiento de la
paz como una necesidad sudamericana. No obstante, de manera soterránea
facilitó pertrechos a las fuerzas armadas ecuatorianas, a través de los nexos
que se mantenían con el Ejército y la Armada, lo que permite presumir, que
publicamente se abogaba por el diálogo entre las partes, aunque apoyaba a
su aliado ante la amenaza de la acción peruana, es decir, defendiendo el
propio interés nacional chileno ante la pugna con su vecino del norte.
Reflexiones finales
Las relaciones interestatales hacia finales del siglo XIX y principios del XX,
fueron marcadas por la impronta de una sociedad internacional en disputa
permanente por el establecimiento de áreas de control, bajo la denominada
“realpolitik” en la que algunos países desarrollaron todo su potencial para
lograr un mayor desarrollo político y económico, apoyados por su
expansión territorial amparado en la fuerza o capacidad militar. Esta
realidad propia de Europa, fue emulada también en la región americana.
Por el norte, los Estados Unidos, fueron irradiando su accionar político,
primero hacia Centroamérica y el Caribe, para más tarde expandirse hacia el
resto de la región, bajo consignas como “América para los americanos”
(léase, América para los estadounidenses) y la política del “destino
manifiesto”, que se lleva a la práctica tras la guerra civil de ese país. Por su
parte desde el Sur, tanto en las riberas del Pacífico como del Atlántico, se
propugnó obtener una mayor capacidad de influencia hacia los países más
próximos, entrando en juego los intereses de Brasil y Argentina en el
Atlántico, a la vez que Perú y Chile en el Pacífico Sur americano.
191
poderoso, con quien mantener lazos que permitieran mejorar su posición
regional. A cambio entregaba su colaboración y lealtad en casos de
necesidad, y esa situación fue aprovechada por la política exterior de Chile,
como medio para poder consolidar su accionar a nivel regional, obteniendo
con ello, influencia regional, expandir su comercio internacional y potenciar
la idea de ser un activo agente en las relaciones internacionales
latinoamericanas.
Bibliografía
Fuentes primarias
192
Vol. C.14.3. Notas Nº137 y Nº138 del 15 de julio de 1908.
K.42.12. Agentes diplomáticos y consulares del Ecuador en el Extranjero.
Fuentes impresas
Libros y artículos.
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Occidente, 1963).
DE PAULA SORIA, Francisco. Lecciones graduadas sobre límites del Ecuador con
el Perú. Quito, Imprenta América, 1938).
193
FERRARI, Gustavo. Conflicto y Paz con Chile. (1898–1903). (Buenos Aires,
Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1968).
194
PÉREZ GIL, Luis. “El concepto de potencia en las relaciones
internacionales”. Estudios Internacionales, XXXII, Nº127–128, 1999. pp.69-
89. doi:10.5354/0719-3769.2011.14967
195
196
Perú
197
198
Incidencia del Tratado de 1904 en el proceso de
Chilenización de Arica
Introducción
Este proceso único por sus características, tanto por sus connotaciones
como por su complejidad, presenta aún hoy muchas lagunas e interrogantes
199
tanto en el campo político, económico, psicológico, social y humano, que
son necesarias de abordar con urgencia por nuestra historiografía.
Al respecto, fue común observar durante la primera mitad del siglo XX, a
muchos historiadores nacionales justificando los éxitos de la Guerra del
Pacífico aludiendo a la premisa de la “superioridad racial” (muchas veces
encubierta en el concepto de “superioridad institucional”). A este respecto,
los chilenos adoptamos, sin crítica alguna y con bastante complacencia, las
irracionales teorías raciales muy en boga en la Europa de comienzos del
siglo XX, para poder explicar un fenómeno historiográfico complejo. Por
200
cierto que la adaptación de dichas ideas racistas a nuestra realidad resultó un
tanto risible, especialmente dada nuestra condición de pueblo mestizo.
Otro error o más bien omisión de la historiografía nacional del siglo XX, se
encuentra en el hecho de centrar el análisis del proceso de “chilenización”
de Tacna y Arica desde una óptica preferentemente bilateral,
desentendiéndonos por muchos años de aplicar una visión y perspectiva
trilateral o regional para abordar el estudio del fenómeno. Esta visión errada
muchas veces, no alejó de un análisis más integral de la temática,
desmereciendo la influencia que en el proceso de “chilenización” ejercieron
tanto Bolivia como Argentina.
El contexto regional
Es un hecho que las acciones que La Moneda aplicó desde fines del siglo
XIX hasta comienzos del siglo XX en torno a la cuestión de Tacna y Arica,
estuvieron influidas por sus intereses en consolidar la nueva posición de
Chile en el ámbito regional.
Los gobiernos chilenos en las dos últimas décadas del siglo XIX buscaron,
por medio de una “política de contención” y luego a través de una “política
de equilibrios”, el evitar que Argentina se involucrara en los asuntos del
Pacífico, afectando los intereses de Chile en el área, y las conquistas y
ventajas derivadas de la Guerra de 1879.
201
- Evitar una eventual aventura revanchista del Perú, creando en la
frontera norte un “Buffer Zone”. Esto se conseguiría a través de la
búsqueda de una alianza política, económica y militar con el único
Estado vecinal que no existieran rivalidades hegemónicas en la región,
es decir: Bolivia.
En resumen, a fines del siglo XIX, Chile aplicó en el Cono Sur, en forma
racional y calculada su “política de contención”. La apuesta fue arriesgada,
ya que se estuvo al borde de provocar una guerra con la Argentina.
202
El influjo del Tratado de 1904 en la chilenización de Arica
301 Entre 1880 a 1900 sólo hubo un mero proceso de ocupación y administración de dichos
territorios.
203
involucradas. Lo último equivalió a otorgar a Chile un derecho permanente
de veto frente a cualquier iniciativa de mediación o buenos oficios que
anunciara otros Estado sobre la materia, en el marco del sistema
interamericano.
Perú mantenía viva con Bolivia una disputa sobre la soberanía en zonas
cercanas al río Yuambari y el territorio de Madre de Dios.302 Con Brasil el
conflicto limítrofe se centraba en los afluentes septentrionales y
204
meridionales del río Amazonas y los derechos de libre navegación en
ellos303, y finalmente con Colombia y Ecuador se presentaban también
litigios sobre vastas áreas de la denominada “hoya amazónica”. 304
205
de que he hablado, debemos aprovechar también el tercer camino que hoy
se nos ofrece con las dificultades que creará al Perú su cuestión con el Brasil
y tal vez la que tiene pendiente con el Ecuador. Los mayores apuros en que
el Perú se encuentre respecto a estos países redundaran en facilidades para
que Chile pueda arreglar también su cuestión...” 305
305 Párrafos de carta de Anselmo Hevia al Presidente Riesco. Petrópolis, 8 de abril de 1904.
Archivo Nacional, Archivo Fernández Larraín. Volumen CXLVIII (148) pieza 43. fojas 6 a 7
y 19 a 20.
306 Para Bolivia el Tratado constituía una solución real a sus aspiraciones positivistas de
206
Donde hubo consenso nacional, fue respecto al puerto de Arica. Dicha
ciudad y su entorno serían, a partir de dicha fecha, irrenunciables para
Chile.
207
“... No sé si esos territorios sean indispensables, necesarios o simplemente
convenientes para Chile. Los militares afirman lo primero. Lo cierto que
Arica es la llave del comercio del Norte de Bolivia i bajo ese aspecto no
podría negarse su conveniencia para nosotros....
...La cuestión con el Perú es más compleja i habría que principiar por
plantearse netamente el problema de quedarnos con los territorios o de
abandonarlos. Podría haber una tercera solución: dividirlos, dejándonos, por
ejemplo, Arica i uniendo a Tacna, que quedaría para el Perú, por medio de
un ferrocarril con la caleta de Sama a fin de dar salida propia a aquella
provincia. En último extremo, llegar nosotros hasta Vitor, a las puertas de
Arica, para tener siempre la llave del norte de Bolivia, porque entiendo que
aquel puerto puede arrancar con igual facilidad el ferrocarril, que es lo que
principalmente nos interesa...”307
1903. Archivo Nacional, Archivo Fernández Larraín. Volumen CXLVIII (148), pieza 27 foja
3.
208
para mantener sus prebendas y privilegios, sin tener presente los verdaderos
intereses de la Nación. Al respecto señala:
209
Y si esto sucediera en tiempos de paz, en la de guerra sucedería con creces,
que sólo podrían subsanarse con la invasión de los territorios ganaderos.
Los valles de Lluta, Azapa, Vitor y Camarones, que pertenecen al
departamento de Arica, son los que siempre han proporcionado pastales
para nuestras caballerías, y los únicos que los tienen en abundancia.
...Siendo nosotros dueños del departamento de Arica, contaremos con la
única base de pastos que hai en la provincia, y podríamos en todo caso
apoderarnos de Tacna, Locumba, Moquegua, Candarave, y Puno, con un
ejército insignificante y antes de una semana. Creo que la cuestión de la
frontera militar quedaría sobradamente bien resuelta con que nos
quedásemos con el departamento de Arica.
Insisto en estas ideas, porque estoi persuadido de que es menester llegar a
una transacción en vista de que el plebiscito nos llevaría a una derrota
vergonzosa, si lo realizáramos con legalidad. El plebiscito impuesto, quizás
dejaría subsistentes los males de la actual situación.
El departamento de Arica cubriría de una manera satisfactoria a la provincia
de Tarapacá y sobre todo significa la llave del mercado central de Bolivia,
que es lo que más nos interesa conservar, y que obtendremos el día en que
concedamos franquicias aduaneras.”310
durante ella se aplicó con todo su rigor la política de chilenización. Lira a diferencia de otros
210
tengo en el mundo peruano, tratando de disipar la idea dominante de que
viene con bandera negra”.312
“Cada día me convenzo más de que una transacción será la salida de este
barrullo, ya que en 22 años no hemos logrado echar raíces en los territorios
del Norte.
Muchos chillarán, pero también gritaron cuando los arreglos con la
Argentina y hoy todo el mundo reconoce que fueron justos y felices.”313
intendentes de dicha ciudad como fueron los casos de Soffia, Fierro, Zañartu y
Subercaseaux, siempre consideró que Tacna debía ser desperuanizada a cualquier costo.
312 Párrafos de carta de A. Subercaseaux al Presidente Riesco. Tacna, 25 de noviembre de
1903. Archivo Nacional, Archivo Fernández Larraín. Volumen CXLVIII (148), pieza 29,
fojas 2 y 3.
313 Párrafos de carta de Carlos Concha al Presidente Riesco, comentando su paso por Lima
en el verano de 1904. texto escrito a bordo del Transporte Palena en su viaje del Callao a
Panamá. 16 de enero de 1904. Archivo Nacional, Archivo Fernández Larraín. Volumen
CXLVIII (148), pieza 31, foja 6.
211
confidencial el Ministro Plenipotenciario de Bolivia en Londres, Sr. Félix
Avelino Aramayo. El diplomático boliviano traía instrucciones del
Gobierno de Manuel Pando para arribar a un entendimiento con Chile.
314 Refiriéndose a la suscripción del Tratado de 1904, el escritor boliviano Agustín Echalar
Ascarrunz señala: “en una época en que los vencedores imponían todas las condiciones y los perdedores
pagaban todos los perjuicios y daños, logramos un acuerdo que visto con ojos no bolivianos (y no
necesariamente chilenos), no fue nada malo. Las deudas de guerra, incluyendo la indemnización a los
ciudadanos chilenos, fueron condonadas, se recibió una determinada suma, 300.000 Libras esterlinas, se
garantizó el libre tránsito y el vencedor se comprometió a construir un ferrocarril para beneficios del perdedor.
Si comparamos la Paz de Versalles de 1919 y lo que le tocó pagar a Alemania como perdedora, hasta
212
del instrumento internacional se ponía fin a 25 años de diferencias y pleitos
limítrofes entre ambos Estados y se zanjaba definitivamente todo asunto
pendiente de carácter limítrofe entre Chile y Bolivia.
Lo anterior, generó como era de esperar, una reacción por parte del
gobierno peruano, el cual previo a la firma del Tratado manifestó su
podríamos ver en el Tratado de 1904 un documento moderado y ecuánime. Con el Tratado de Paz y
Amistad de 1904 nuestros gobernantes de entonces renunciaron permanentemente a una “soberanía” del
litoral que una vez había sido boliviano, pero ganaron un libre tránsito, ante todo para el uso del puerto que
nunca fue boliviano (Arica), pero que siempre fue el puerto natural de estas tierras”. ECHALAR,
Ascarrunz, Revista académica “Nueva Crónica” Editorial Plural. Abril 2011. La Paz.
213
preocupación en todas las instancias bilaterales posibles (hay que recordar
que el Perú había retirado su misión diplomática en marzo de 1901, por lo
cual los contactos directos con Chile no existían a la fecha). La primera
iniciativa peruana en este sentido se produjo en el verano de 1904. El
Presidente del Perú Sr. Candamo tomó contacto con el diplomático Carlos
Concha, quién se encontraba de paso por Lima, manifestándole la
preocupación de su administración por las negociaciones chileno-bolivianas
y las estipulaciones que aludía al puerto de Arica. Concha trató de disipar
los temores peruanos aludiendo a que el citado acuerdo en nada vulneraba
los derechos expectantes del Perú sobre Tacna y Arica. Al respecto, el
diplomático chileno le informaba al Presidente Riesco:
“El Presidente Candamo cree que los Tratados con Bolivia podrán dificultar
el arreglo con el Perú, y preferiría que antes de firmar aquellos, se verificará
esto (la solución a la cuestión de Tacna y Arica).
315Párrafos de carta de Carlos Concha al Presidente Riesco, comentando su paso por Lima
en el verano de 1904. texto escrito a Bordo del Transporte Palena en su viaje del Callao a
Panamá. 16 de enero de 1904. Archivo Nacional, Archivo Fernández Larraín. Volumen
CXLVIII (148), pieza 31, foja 7.
214
negociaciones respecto a Tacna y Arica. El Canciller chileno le manifestó la
imposibilidad de ello, ya que dicha iniciativa podía eventualmente perjudicar
la conclusión exitosa del Tratado de Paz que estaba a punto de suscribirse
con Bolivia.
Bello expresó a Prado Ugarteche que dicha petición también era imposible
de realizar, ya que el Tratado ya estaba casi completamente redactado, y en
él, Chile expresamente le había ofrecido a Bolivia una vía de ferrocarril que
fuera desde Arica al Alto de la Paz. Lo anterior debido al hecho que este
puerto era la salida natural e histórica de los productos bolivianos al
Pacífico. El Canciller chileno reiteró finalmente que las bases del tratado
con Bolivia ya estaban acordadas y ningún motivo haría que Chile las
modificara.
ferrocarriles en Bolivia.
215
definitivamente al territorio chileno”. (En 1909 este texto fue filtrado y luego
publicado por la prensa limeña).318
Fuentes y Bibliografía
318 Aún no se tiene conocimiento como el documento fue extraviado por las autoridades
chilenas y terminó en manos de editores peruanos.
319 Cabe señalar que entre los partidarios de consolidar la presencia chilena en Arica, se
216
ARCHIVO NACIONAL DE CHILE, Archivo Fernández Larraín.
Volumen CXLVIII (148), pieza 27 foja 3. Carta de A. Subercaseaux al
Presidente Riesco. Tacna 17 de noviembre de 1903.
Libros y artículos.
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Los autores
Pablo Lacoste
Licenciado en Historia (Universidad Nacional de Cuyo), doctor en Historia
(Universidad de Buenos Aires) y doctor en Estudios Americanos
(Universidad de Santiago). Académico del Instituto de Estudios Avanzados
(IDEA) de la USACH. Buena parte de su trabajo académico se ha
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focalizado en el estudio de las relaciones internacionales en el Cono Sur de
América, principalmente los vínculos entre Chile, Argentina, Bolivia y Perú.
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