Convenio de Berna
Convenio de Berna
Convenio de Berna
12avo. SEMESTRE.
Resumen
TEMA:
Convenio de Berna para la protección de obras literarias y artísticas.
Nombre: CARNET:
HENRY OSWALDO SAC CHOXOM 15009038
CATEDRATICO
Art.5 Derechos garantizados fuera del país de origen, y países no unidos, este también garantiza
la protección de las obras fuera del país.
Art. 6. Derechos morales. Para proteger la obra de cambios indebidos después de que el autor
halla fallecido.
Art 7 protección de obras fotográficas.
Vigencia de obras realizadas en colaboración.
Art8 derecho de traducción de las obras
Art 9 derecho de reproducción
Art 10. Utilización correcta de las obras
Entre otros
El Convenio de Berna trata de la protección de las obras y los derechos de los autores. Se funda
en tres principios básicos y contiene una serie de disposiciones que determinan la protección
mínima que ha de conferirse, así como las disposiciones especiales para los países en
desarrollo que quieran valerse de ellas.
1) Los tres principios básicos son los siguientes:
a) Las obras originarias de uno de los Estados Contratantes (es decir, las obras cuyo autor es
nacional de ese Estado o que se publicaron por primera vez en él) deberán ser objeto, en todos y
cada uno de los demás Estados Contratantes, de la misma protección que conceden a las obras de
sus propios nacionales (el principio del "trato nacional")
b) La protección no deberá estar subordinada al cumplimiento de formalidad alguna (principio de
la protección "automática")
c) La protección es independiente de la existencia de protección en el país de origen de la obra
(principio de la "independencia" de la protección). Empero, si en un Estado Contratante se prevé
un plazo más largo de protección que el mínimo prescrito por el Convenio, y cesa la protección
de la obra en el país de origen, la protección podrá negarse en cuanto haya cesado en el país de
origen.
2) Las condiciones mínimas de protección se refieren a las obras y los derechos que han de
protegerse, y a la duración de la protección:
a) En lo que hace a las obras, la protección deberá extenderse a "todas las producciones en el
campo literario, científico y artístico, cualquiera que sea el modo o forma de expresión" (párrafo
1 del artículo 2 del Convenio).
b) Con sujeción a ciertas reservas, limitaciones o excepciones permitidas, los siguientes son
algunos de los derechos que deberán reconocerse como derechos exclusivos de autorización:
el derecho a traducir,
el derecho de realizar adaptaciones y arreglos de la obra,
el derecho de representar y ejecutar en público las obras dramáticas, dramático–musicales y
musicales,
el derecho de recitar en público las obras literarias,
el derecho de transmitir al público la representación o ejecución de dichas obras,
el derecho de radiodifundir (los Estados Contratantes cuentan con la posibilidad de prever un
simple derecho a una remuneración equitativa, en lugar de un derecho de autorización),
el derecho de realizar una reproducción por cualquier procedimiento y bajo cualquier forma (los
Estados Contratantes podrán permitir, en determinados casos especiales, la reproducción sin
autorización, con tal que esa reproducción no atente contra la explotación normal de la obra ni
cause un perjuicio injustificado a los intereses legítimos del autor y, en el caso de grabaciones
sonoras de obras musicales, los Estados Contratantes podrán prever el derecho a una
remuneración equitativa),
el derecho de utilizar la obra como base para una obra audiovisual y el derecho de reproducir,
distribuir, interpretar o ejecutar en público o comunicar al público esa obra audiovisual.
Asimismo, el Convenio prevé "derechos morales", es decir, el derecho de reivindicar la
paternidad de la obra y de oponerse a cualquier deformación, mutilación u otra modificación de
la misma o a cualquier atentado a la misma que cause perjuicio al honor o la reputación del
autor.
c) Por lo que respecta a la duración de la protección, el principio general es que deberá
concederse la protección por el plazo de los 50 años posteriores a la muerte del autor. Sin
embargo, existen excepciones a ese principio general. En el caso de obras anónimas o
seudónimas, el plazo de protección expirará 50 años después de que la obra haya sido lícitamente
hecha accesible al público, excepto cuando el seudónimo no deja dudas sobre la identidad del
autor o si el autor revela su identidad durante ese período; en este último caso, se aplicará el
principio general. En el caso de las obras audiovisuales (cinematográficas), el plazo mínimo de
protección es de 50 años después de que la obra haya sido hecha accesible al público
("exhibida") o, si tal hecho no ocurre, desde la realización de la obra. En el caso de las obras de
artes aplicadas y las obras fotográficas, el plazo mínimo es de 25 años contados desde la
realización de la obra