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LA PRUDENCIA - Scrib

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LA PRUDENCIA

Introducción.

Cuando inicié el desarrollo de esta plancha encontré la siguiente descripción:

Aunque la prudencia no resuma en si todas las virtudes, sin ella no existe virtud completa.
Sócrates.

Desarrollo.

Me imagino que en una serie de ocasiones al ir conduciendo nuestro vehículo o ir de pasajero


en otro nos hemos encontrado en las calles y carreteras personas que de manera intempestiva y
temeraria realizan conductas de riesgo, o también cuando hemos visto personas que en el tenor de sus
comentarios provocan tensiones y trastorno en la tranquilidad del momento, sea cual sea el contexto
en el que nos enfrentemos, el común denominador de ambos ejemplos es que ambos casos se
presenta la carencia de la prudencia.

EL término prudencia proviene del latín prudentia y este de prūdēns que significa "el que actúa
con conciencia de lo que hace o de las consecuencias de sus acciones”.

La prudencia es considerada una de las cuatro virtudes cardinales junto con la Justicia,
Templanza y Fortaleza, virtudes que nos ayudan a discernir lo bueno de lo malo en cada situación que
debemos enfrentar como individuos insertos en la sociedad actual, por ello en este punto es de suma
importancia saber dónde y que estamos enfrentando, pues el desconocimiento, la pasión exacerbada,
la subjetividad, la ignorancia, los fanatismos lleva a actuar de manera imprudente de parte que
ejecutan tareas o quienes dirigen organizaciones sea cual sea en espacio, el tiempo, por eso un
concepto tan simple pero tan complejo a la vez practicarlo nos ayudará a actuar con moderación, con
equilibrio, con justicia, sensatez y donde la racionalidad y la madurez debería ser una constante
dentro de la sociedad que estamos insertos.

Pues bien, por qué me refiero a esto; en la actualidad nacional, mundial lamentablemente
hemos evidenciado por los medios de comunicación comportamiento hiriente y burdo de autoridades,
líderes de colectivos sociales, gobernantes, partidos políticos, entidades religiosas, laicas, agnóstica y
comunidad en general, donde la falta de prudencia ha generado conducta destructivas y personalidad
disfuncional que envenenan, lastiman, ofenden e impactan negativamente el diario del vivir tanto
personal, institucional e incluso societal.

Para el sicólogo José Manuel Bueno Grullón; sostiene que; “en la medida en que una persona
tenga integrado este valor dentro de su estructura de pensamiento y acciones, será un individuo que
tienda a ser comedido y justo en sus comentarios hacia otras personas, lo que a la larga lo hará ser
percibido por su entorno como una persona confiable y prudente, situación que se traducirá en el
establecimiento de relaciones interpersonales sólidas, basadas en sentimientos de respeto, admiración
y fraternidad”.

En masonería, el concepto de prudencia es inherente a la formación permanente del masón. La


prudencia debe ser parte nuestro carácter y forma de vida, debemos de tratar de practicarla y
observarla en toda actividad que desempeñemos (masónicas como profanas). Nosotros como masones
debemos adoptar y sobre todo practicar la prudencia, sin embargo he observado últimamente que
algunos de nuestros Q:. H:. han olvidado practicarla generando comentarios, puntos de vistas y
propuestas que han generado ruido quedando en manifiesto que quizás es necesario reforzarla, ya que
no hay que olvidar que todos nosotros hemos sido iniciados de la misma forma y hemos transitado por
el mismo camino, y en este punto responsablemente creo que habido falta de prudencia no porque lo
han olvidado, sino creo que el encierro que estamos vivenciando ha causado este comportamiento y
que ojalá cuando volvamos a nuestra vida normal y vayamos trabajar en nuestro templo, lo hagamos
con energía y seguir en este constante perfeccionamiento y no olvidar practicar la prudencia en
nuestro camino masónico.
Nosotros no somos perfectos ( me incluyo) y por lo tanto la posibilidad del yerro es una
realidad, el reconocimiento y la contrición por el error cometido es la reivindicación para que podamos
retomar la línea de ser mejores, y aquí no sólo nos hace sentido usar de mejor forma nuestras palabras
para referirnos a algo; (por ejemplo el debido uso de adjetivos calificativos, la comunicación moderada
y evitar exaltarnos irracionalmente) sino que también debemos ser capaces de mantener la calma por
hechos intrascendentes, ir con la verdad de frente sea satisfactoria o amarga, aprender a conciliar
acuerdos, no denostar al otro con títulos, grados o pergaminos y todo aquello que provoque conflicto,
por ello creo que practicar esta virtud no sólo nos ayudará a tener un trato justo y lleno de generosidad
hacia los demás, sino que también nos entrega los cimientos para edificar una personalidad firme,
segura, perseverante, capaz de comprometerse en todo y con todos, generando confianza y estabilidad
en quienes nos rodean.

Para terminar como se ha podido describir humildemente, practicar la prudencia modela


nuestras emociones, nuestras pasiones y encamina rectamente nuestro actuar, nos ayuda a conducir
de manera cautelosa el devaste de la piedra imperfecta (como aprendices) y ahora en puliéndola (como
compañeros), sino que también nos ayuda a apoyar estratégicamente a nuestros maestros (como el
símil de un capataz y su jefe de obra) y a entender que la luz que nos entrega el astro rey en el
amanecer y en el atardecer que vemos por las ventanas del templo, nos orienta a moderar la fuerza y
aprender a reflexionar de manera objetividad en la vida profana y como masones, frente a la
exposición de un trazado arquitectónico, el uso del adecuado lenguaje, respetar diferentes puntos de
vista como así también practicar la discreción ya sea fuera o dentro la logia.

Conclusión.

La prudencia es una virtud que permite actuar rectamente frente a acciones complejas que nos
pone la vida, en otras palabra es el sentido de obrar bien, ser justos, en no caer subjetividades en el
pensar y en el actuar, el masón como ustedes y como yo pertenecemos a un grupo de hombres
elegidos con ideales comunes, somos personas, individuos que nos relacionamos con el mundo profano
y que por esta interacción no es fácil abstraernos, pero gracias a la acción pedagógica de nuestros
maestros quienes nos han entregados un cúmulo de conocimientos y a la maduración entregada
durante 3 años y más, además del uso de las herramientas que nos estrega la orden, deberíamos
comprender la importancia de practicar esta virtud, tanto intra como extra muro.

La prudencia, así como es la plomada en su línea recta nos induce a eso ser rectos, moderados
y podría decir también justos en nuestro actuar. Un Q:. H:. que se olvida de usar la plomada, es un
masón que podría derruir lo construido y dar razón a nuestros enemigos para desprestigiarnos no sólo
a nosotros sino a la institución que hemos comprometido a cuidarla con cautela y discreción.

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