Ecuaciones y Cálculos para El Tratamiento de Aguas: Capítulo 51: Ozonización
Ecuaciones y Cálculos para El Tratamiento de Aguas: Capítulo 51: Ozonización
Ecuaciones y Cálculos para El Tratamiento de Aguas: Capítulo 51: Ozonización
tratamiento de aguas
Roberto Rosal
51. OZONIZACIÓN
i. Consideraciones teóricas
de 9,09 x 103 m3 kPa mol-1 a 25 °C con -d(lnH)/d(1/T ) de 2300 K (Atmos. Chem. Phys., 15, 4399,
2015).
Figura. 51.1. Coeficientes de transferencia de materia y potencia requerida para distintos tipos
de contactores gas-líquido (Elaboración propia según datos de Ozone Sci. Eng. ,32, 399, 2014).
con otros compuestos que pueda contener el agua tratada, lo que incluye todos los
compuestos orgánicos e inorgánicos susceptibles de ser oxidados por el ozono. Por este motivo
se observa en muchos casos una demanda inicial de ozono que se corresponde con la reacción
entre el ozono y compuestos fácilmente oxidables durante la cual no aparece ozono en
disolución porque todo el que se transfiere desde el gas es inmediatamente consumido. A esto
sigue una fase que se suele ajustar a una cinética de primer orden cuya constante va desde 10-4
s-1 para aguas subterráneas hasta ~10-2 s-1 para las aguas con mayor concentración de
compuestos oxidables incluyendo residuales tratadas.
Es frecuente encontrar casos en los cuales no se produce desinfección para c · t bajos como
consecuencia de la actuación de mecanismos de reparación en los microorganismos dañados. El
modelo que describe esta situación se caracteriza por un tiempo, to, correspondiente a una
exposición (c · t)o, durante el cual no hay inactivación y al que sigue una pérdida de viabilidad
de primer orden:
!
!"
= 0 $% ∙ ' ≤ ( ∙ ') [51.5]
!
!"
= +, -( ∙ ') ( ∙ ') . $% ∙ ' ≥ ( ∙ ') [51.6]
Algunos compuestos inorgánicos como sales de hierro, manganeso o sulfuros son indeseables
en el agua potable debido a que causen mal olor, sabor o porque producen manchas que no se
eliminan con los detergentes usuales. Estos contaminantes no están regulados o lo están sólo
en forma de niveles máximos aconsejables o parámetros indicadores. Los indicadores actuales
en España (Directiva 98/83 y RD 140/2003) son 0,2 mg/L para el hierro y 0,05 mg/L para el
manganeso (no hay indicación para sulfuros).
Hierro y manganeso pueden encontrarse en varios estados de oxidación, siendo los más
reducidos Fe(II) y Mn(II). La forma usual de eliminación es la generación de formas oxidadas
insolubles y posterior filtración. Esto se puede llevar a cabo mediante aireación o por oxidación
química, utilizando ozono, cloro o permanganato. La dosis de ozono necesaria para la oxidación
se puede estimar a partir de la estequiometría del proceso. Para la ozonización, el manganeso
(Mn2+) reacciona con ozono en relación 1:1 mientras que el hierro (Fe2+) lo hace en relación 2:1
según las reacciones siguientes:
0 3
(12) → 0 2 3
[51.7]
5 3
→ 5 3
[51.8]
5 3
5 3
→ 2 5 3
[51.9]
Sobre estos valores se suele aplicar un exceso de ozono del 50 %. No más, con el fin de evitar la
formación de permanganato, aunque este revierte a MnO2 con relativa rapidez.
La reacción de compuestos orgánicos con el ozono puede tener lugar de dos formas: bien
mediante reacción directa con la molécula de ozono o de forma indirecta, por medio de
radicales (esencialmente radical hidroxilo, HO∙) producidos a partir de la descomposición de
ozono. El radical hidroxilo es un oxidante secundario producido como consecuencia de la auto-
descomposición de ozono en agua, de la reacción de este con peróxido de hidrógeno o de la
interacción con radiación ultravioleta. Tanto las reacciones directas como las indirectas tienen
lugar simultáneamente; pero cuando un proceso de oxidación está específicamente diseñado
para aumentar la concentración de radical hidroxilo en disolución se denomina de oxidación
avanzada.
Algunos compuestos reaccionan con gran rapidez con el ozono como los nitritos ( = 3,7 ∙ 105
M-1 s-1), el hierro, Fe2+, ( = 8,2 ∙ 105 M-1 s-1) o algunos compuestos orgánicos como el fenol,
( = 1,8 ∙ 107 M-1 s-1, pH 8) o contaminantes como la carbamazepina ( ≈ 3 ∙ 105 M-1 s-1).
Estos compuestos generan un consumo inmediato de ozono que evita que este aparezca en
disolución durante un cierto tiempo desde que se inicia la transferencia desde la fase gas.
Durante este período se produce la llamada demanda inicial de ozono, X, que se resta de la
dosis de ozono transferida, D, para calcular la concentración de ozono en disolución. A partir de
51.3, la dosis transferida es:
6=7 ∗
8' [51.10]
En el caso de que el contactor sea un tanque agitado (se procedería análogamente para un
sistema que pueda modelizarse como una serie de tanques de mezcla perfecta) el balance al
ozono para un flujo de agua 9: y un volumen V es:
9: = ; ∗
; [51.11]
Extendiendo la integral de 51.10 al tiempo de residencia (o espacial, que coincide si la densidad
es constante), τ, se obtiene la expresión siguiente para la concentración de ozono a la salida, en
la que aparece D minorado en la demanda inicial de ozono, X:
< =
= >3 ? [51.12]
@
La descomposición de ozono para generar radical hidroxilo tiene lugar en agua pura tanto más
rápidamente cuanto más elevado sea el pH, porque dichos radicales son un producto de la
cadena de reacciones iniciada con 51.2. En la práctica, sin embargo, para generar cantidades
apreciables de radical hidroxilo se recurre a otros métodos de los cuales el más usual es la
adición de peróxido de hidrógeno, cuya base conjugada, el anión hidroperóxido reacciona con
ozono muy rápidamente:
→ .
∙
(k = 2,2 ∙ 106 M-1 s-1) [51.13]
∙
El anión radical ozónido, , genera radical hidroxilo por reacción con agua siguiendo una serie
compleja de reacciones. La relación teórica de peróxido de hidrógeno a ozono es 0,5:1 (moles)
o 0,35:1 (peso), si bien la relación óptima para cada caso depende de las características del
agua y del objetivo del proceso.
Este proceso, que combina ozono y peróxido de hidrógeno se conoce como peroxone y se
utiliza para eliminar contaminantes orgánicos en medio acuoso y también para procesos de
desinfección en los que se desea potenciar la capacidad desinfectante del radical hidroxilo. El
método peroxone es un desinfectante eficaz, incluso más que el ozono en ciertos casos, contra
bacterias, virus y protozoos. La principal dificultad de su uso es que la imprecisión de los
cálculos de exposición y, por tanto, la de verificar los sistemas de desinfección basados en él.
Aplicando la cinética Chick-Watson a la inactivación de microorganismos por el radical hidroxilo
se tiene que:
!D
ln = +, E ∙ ' [51.14]
!
(Las integrales se pueden sustituir por los valores de las concentraciones multiplicadas por el
tiempo en caso de que sean constantes.) El valor de Rct oscila entre 10-8 para aguas naturales en
contacto con ozono (sin peróxido de hidrógeno) y 10-6 para sistemas ozono-peróxido de
hidrógeno y otros procesos de oxidación avanzada. También depende mucho de las
características del agua, en particular de la concentración de compuestos que reaccionan con el
radical hidroxilo (radical scavengers) como carbonatos y bicarbonatos.
ii. Cálculos
H J = '
,D
f g1
` ,>a = 6041
f [
Un 1,0 % en peso de ozono (en aire) supone un 0,61 % en moles. Para 1,2 atm y 10 °C, 1 mol de
gas ocupa:
hij k
(> f [) ]N,N` _ ( ` b)
(>, 1 f)
l jDm
= 19,3 9
Tomando un valor típico para kLa de 0,1 s-1 para tanques agitados (Figura 51.1) y puesto que kd
fp
= 0,01 s-1, se tiene que = 5,4 a la salida del segundo tanque de la serie de 10. A partir de
ahí, sin aporte de ozono desde el gas durante los 8 min siguientes, la concentración de ozono a
la salida sería:
= , @
Siendo ahora , = 5,9 mg/L. Al cabo de 8 min, = 0,05 mg/L. La rápida descomposición
del ozono en las redes de abastecimiento es uno de sus principales inconvenientes.
Si consideramos las condiciones más desfavorables: ( ∙ ')o = 7,69 + 1,14 = 8,83 mg min L-1 y kCW
= 0,936 - 0,121 = 0,815 L mg-1 min-1, la solución sería t = 16,8 min, que ofrecería un margen de
seguridad contra el error de modelo.
El resultado es 1,36 mg/L (D = 5 mg/L) o 2,69 mg/L (D = 8 mg/L). Los respectivos valores de c · t
= ∙ … son: 6,8 y 13,4 mg min L-1. Por tanto, el valor objetivo de c · t es posible para las dosis
más elevadas dentro del rango indicado.
Bibliografía:
Beltrán, F.J., Ozone Reaction Kinetics for Water and Wastewater Systems. Lewis Publishers -
CRC Press, 2003.
von Sontag, C., von Gunten, U., Chemistry of Ozone in Water and Wastewater Treatment, IWA
Publishing, 2012.
American Water Works Association & Langlais, B., Reckhow, D. A., Brink, D.R. (Eds). Ozone in
Water Treatment: Application and Engineering. CRC press, 1991.
Roberto Rosal P á g i n a 10