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Mateo Ricci, Un Jesuita en China

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Matteo Ricci,

historia
un jesuita en China

Leandro Sequeiros

El 6 de mayo de este año se había


hecho pública una carta del Papa
Benedicto XVI al Obispo de Mace-
rata, Claudio Giuliodori, en la que
el Papa subraya «la profunda fe y
El 11 de mayo de 1610 falleció en el extraordinario talento cultural
Pekín el jesuita Matteo Ricci. y científico» que durante largos
En mayo de 2010 se cumplirán años alimentaron los esfuerzos de
cuatrocientos años de este Ricci para establecer un diálogo
acontecimiento. Por eso, un año entre Occidente y Oriente, al mis-
antes los jesuitas han iniciado la mo tiempo que se empeñaba en
celebración del llamado «Año de una profunda inculturación del
Matteo Ricci». El 17 de mayo de 2009 Evangelio en la vida y cultura del
dieron comienzo en Macerata, gran pueblo chino. Algunas ciu-
su ciudad natal, los actos. dades chinas han dedicado calles
La conmemoración tendrá lugar y plazas a su nombre.
también en otras partes del mundo.
Entre otras cosas dice: «A pesar
de las dificultades y las incom-
prensiones que afrontó, el padre
Ricci quiso mantenerse fiel hasta
la muerte a ese estilo de evangeli-

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Leandro Sequeiros

zación, aplicando –se podría de- cuentro de la civilización europea


cir– una metodología científica y y china. Por eso, el 18 de junio se
una estrategia pastoral basadas, presentó en Roma un DVD titula-
por una parte, en el respeto de las do Matteo Ricci, un jesuita en el Rei-
sanas costumbres del lugar, que no del Dragón, de Gjon Kolndrekaj.
los neófitos chinos no debían Es una reconstrucción de los mo-
abandonar cuando abrazaban la mentos más importantes del mi-
sionero jesuita, de sus descubri-
mientos y los esfuerzos «que lo
han hecho protagonista del diálo-
es la China una tierra muy go entre fe y cultura», en palabras
del autor. Muchas escenas del do-
grande, pacífica, sin tener cumental han sido filmadas du-
guerras ningunas, tierra de rante un reciente viaje del autor a
mucha justicia, según lo China. Las entrevistas que se in-
cluyen en el documental sitúan a
escriben los portugueses
Ricci en su época y al mismo tiem-
que en ella están, es de más po subrayan su actualidad. El
justicia que ninguna DVD va acompañado de un libro,
de la cristiandad profusamente ilustrado, que traza
la biografía de Ricci, no exenta de
dificultades por su audacia en in-
culturar el evangelio en el mundo
chino.
fe cristiana; y, por otra, en la con-
vicción de que la Revelación po-
día valorarlas y completarlas aún
La llegada de los jesuitas
más. Y precisamente de acuerdo
a China
con estas convicciones, el padre
Ricci, como habían hecho los Pa-
dres de la Iglesia en el encuentro Ya en 1307, unos misioneros funda-
del Evangelio con la cultura gre- ron el episcopado de Pekín. Eran
corromana, planteó su clarividen- los tiempos de la dinastía mongola
te labor de inculturación del cris- Yuan (1271-1368), tolerantes con
tianismo en China, buscando un otras religiones. Pero cuando en
entendimiento constante con los 1368 los Ming se hicieron con el po-
doctos de ese país». der, los extranjeros dejaron de ser
bien vistos. Si bien los Ming no ais-
El testimonio de Ricci continúa laron completamente su imperio
siendo hoy un modelo para el en- del resto del mundo, tal como a ve-

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Matteo Ricci, un jesuita en China

ces se dice, sus contactos se limita- justicia, según lo escriben los por-
ron como mucho al comercio. Una tugueses que en ella están; es de
gran parte de la plata que los por- más justicia que ninguna de la cris-
tugueses y los españoles ganaban tiandad» 1. Javier se quedó a las
en las colonias americanas la entre- puertas de China. Pero quien reco-
gaban a cambio de productos chi- gió el reto fue Alexandro Valigna-
nos de lujo en Occidente: sedas, no (1539-1606) 2. Partió de Lisboa
perfumes, etc. en 1574 y llegó a Macao en 1577.

Los jesuitas llegaron a Extremo


Los jesuitas y China Oriente, como el resto de las ór-
denes religiosas, a finales del si-
Las noticias sobre China llegaron a glo XVI. Cuando los jesuitas llega-
San Ignacio a Roma en las cartas de ron a China en 1582, ya no existía
Francisco Javier: primero, en 1549, allí ninguna comunidad cristiana,
escribe desde Kagoshima, en Ja- los emperadores de finales del si-
pón, insistiendo en la necesidad de glo XVI descuidaban cada vez
aprender la lengua para evangeli- más sus deberes y el aparato esta-
zar; más adelante, en 1552, vuelve tal se iba derrumbando progresi-
a escribir advirtiendo en este caso vamente. En estas circunstancias,
de la necesidad de aprender la cul-
tura para poder traducir los con- 1
J. A. CERVERA, Ciencia Misionera en
ceptos del cristianismo a sus cate- Oriente. Los misioneros españoles como vía
gorías. para los intercambios científicos y culturales
entre el extremo Oriente y Europa en los si-
Pero Francisco Javier notó ensegui- glos XVI y XVII, Cuadernos de Historia
da que la cultura de Japón prove- de la Ciencia, n.º 12, Universidad de Za-
nía del gran continente chino. Y co- ragoza, 2001, 579 pp. (p. 205); D. SCHÄFER,
«Matteo Ricci, el misionero sabio», en In-
menzó a tener el deseo, que no
vestigación y Ciencia, 381, junio 2008, 32-
abandonaría hasta la muerte, de 40; F. MIGNINI (ed.), Matteo Ricci: Europa
predicar en este país. Si se conver- am hofe der Ming, Catálogo de la exposi-
tía China (escribe en Cochín en ción en el Museo de Cultura Asiática,
1552) pronto se convertirían los ja- Berlín, 2005.
poneses. Y escribe: «La tierra de la
2
Ver SOTOMAYOR (1991), «El camino de
China está cerca de Japón y (…) de la inculturación en la evangelización
de los jesuitas», en Proyección, Granada,
la China les fueron llevadas las sec-
38 (1991), 219-233; J. DOMÍNGUEZ y CH.
tas que tienen. Es la China una tie- O’NEILL, Diccionario Histórico de la Com-
rra muy grande, pacífica, sin tener pañía de Jesús, 4 vols., Universidad Pon-
guerras ningunas; tierra de mucha tificia Comillas, Madrid, 2001.

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Leandro Sequeiros

muchos intelectuales chinos criti- quing, ciudad situada al sur del


caban el escaso conocimiento de imperio, lejos del centro de poder
los soberanos para resolver pro- político de Pekín. Allí es donde
blemas prácticos. Por eso, los sa- Ruggieri comenzó a instruir a los
bios chinos mostraban gran inte- misioneros que iban llegando en
rés por la investigación en agricul- la lengua y la cultura china. En es-
tura, en geografía, en astronomía, ta primera época Ruggieri cuenta
en matemáticas o en botánica. Co- con un discípulo aventajado, Ric-
nocedores de esas necesidades, al- ci, que nada más llegar comienza
gunos misioneros van a ofrecer a explorar la tendencia sincretista
esos saberes. de los pensadores chinos con el fin
de presentarles la semejanza entre
Dentro de la administración im- las doctrinas de Confucio y el cris-
perial, el mandarín Chang Chü- tianismo.
Cheng (1525-1582) era uno de los
hombres de más talento con un Tuvieron que transcurrir más de
poder político efectivo. Durante el veinte años para que los jesuitas
ejercicio de su mandato, consiguió obtuvieran el permiso para esta-
que disminuyera la corrupción y blecerse en la capital.
se mejorara la administración de
la justicia. Cuando muere, China
es un país próspero, que inicia un Mateo Ricci,
período de apertura desde el pun- apóstol de la inculturación
to de vista cultural, que incide en
los campos científico, filosófico y Matteo Ricci había nacido en Ma-
religioso. Aprovechando esta si- cerata –costa Adriática de Italia– el
tuación, Alessandro Valignano y 6 de octubre de 1552 3. A los nueve
Michele Ruggieri (1543-1607) se años, en 1561, comenzó a asistir
instalaron en China, y aunque las como alumno al Colegio de los je-
autoridades no dieran facilidades
para que los extranjeros tratasen 3
Una síntesis actualizada de su vida
con la población, permitieron que en: J. SEBES, «Ricci, Matteo», en DOMÍN-
GUEZ y O’NEIL, Diccionario Histórico de la
en algunas ocasiones estos jesuitas
Compañía de Jesús [material no publica-
tuvieran algún contacto que les
do]. Ver también: H. BERNARD, Le Père
permitió comenzar a estudiar las Matthieu Ricci et la societé chinoise de son
costumbres del pueblo chino. temps (1552-1610), 2 vols., Tiensin, 1937;
F. BORTONE, P. Matteo Ricci, il «Saggio
En 1583, se establece la primera re- d’Occidente», Roma, 1965; V. CRONIN, The
sidencia de los jesuitas en Zhao- Wisse Man from the West, Londres, 1955.

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Matteo Ricci, un jesuita en China

suitas de su ciudad natal. Acaba- lar en Zhaoquing, al oeste de


dos sus primeros estudios, a los Guangzhou. En estas fechas Ricci
dieciséis años, parte para Roma tiene ya treinta y un años y se
para estudiar la carrera de Dere- plantea como objetivo hacer lo
cho. A los diecinueve, ingresa en la necesario para conseguir el per-
Compañía de Jesús, más tarde es
destinado a Florencia a estudiar
Humanidades, y entre 1573 y 1577
vive en Roma, estudiando en el
mientras espera la
prestigioso Colegio Romano, en el autorización para ir a
que cursa Ciencias con el presti- Pekín, expone en las
gioso físico, también jesuita, Chris- dependencias de la
tophorus Clavius.
residencia algunos objetos
Ricci siente la vocación a trabajar occidentales que ha
en Asia y allí es destinado. En 1577
trasladado consigo y que
se traslada a Coimbra, donde tras
estudiar portugués comienza sus resultan de gran interés
estudios de Teología. En 1578 zar- para los visitantes chinos
pó de Lisboa junto con otros 13 je- tales como relojes, prismas
suitas. Llegó a Goa en septiembre
de ese año y continúa allí sus estu-
venecianos, cuadros y libros
dios de Teología, mientras enseña
latín y griego. A los veintiocho
años, en 1580, es ordenado sacer- miso para poder instalarse en el
dote en Cochín (actualmente, Ko- centro del imperio, la capital, Pe-
chi, en el estado indio de Kerala), y kín, objetivo que no logrará hasta
dos años despúes parte de Goa y 1598.
llega a Macao el 7 de agosto.

Instalado en Macaco, emprende Primero como monjes


la dura tarea de aprender la len-
gua china, mientras permanece a Durante los seis años que trascu-
la espera de entrar en China. Guo rren entre 1583 y 1589, en la resi-
Yingping, gobernador general de dencia jesuita de Zhaoquing, Ricci
las provincias de Guangdong y entra en contacto con el mundo
Guangxi, concede por fin en 1583 cultural chino. Para ello expone
el permiso necesario para que un mapa del mundo que sucita tal
Ruggieri y Ricci se puedan insta- interés entre sus visitantes que, a

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Leandro Sequeiros

sugerencia de éstos, copia y tradu- truidos se acercaron para acceder


ce al chino y hace imprimir en a su sabiduría. Entre ellos, un jo-
1584: se trata de la primera edi- ven llamado Qu Ruku, interesado
ción del famoso Mapamundi, Map- en la alquimia, pide estudiar bajo
pamondo o Yudi Shanhai quantu. la guía de Ricci. Ricci admite a Qu
Otro recurso que utiliza, mientras como discípulo y lo instruye en
espera la autorización para ir a Pe- matemáticas, astronomía y en reli-
kín, es el de exponer en las depen- gión cristiana. Más tarde, Qu se
dencias de la residencia algunos hizo cristiano.
objetos occidentales que ha trasla-
dado consigo y que resultan de
gran interés para los visitantes Luego como letrados
chinos tales como relojes, prismas
venecianos, cuadros y libros. Con Hacia 1590, al caer en la cuenta de
estas y otras estratagemas consi- que el rango social de los monjes
gue establecer contactos y logra la era inferior al de los letrados o
conversión de unas setenta perso- gente instruida, los jesuitas adop-
nas. Posiblemente para entonces,
taron el vestido de los letrados, y
Ricci había adoptado ya su nuevo
como ellos, se dejaron crecer el pe-
nombre chino: Li Madou.
lo y la barba. Para entonces, Ricci
En 1589, es nombrado un nuevo dominaba ya la lengua china, y
gobernador general, que ordena a había traducido los Cuatro Libros
los jesuitas que se vayan de su de Confucio al latín, bajo el título de
provincia. Aprovechando esta ex- Tetrabiblon sinense de moribus 4. A la
pulsión, en vez de regresar a Ma- vez ideó el primer sistema para
cao, Ricci logra una autorización transcribir, en letras romanas, el
del nuevo gobernador que le per- idioma chino. Estos dos logros de
mite establecerse en la parte norte por sí justifican el reconocer a Ric-
de la provincia de Guangdong. De ci como padre de la sinología occi-
este modo, los jesuitas se traslada- dental.
ron a Shaozhou, lugar en el que
encuentran más facilidades, pues En 1592, la residencia de los jesui-
pueden adquirir una casa y cons- tas es atacada y Ricci herido en un
truir una iglesia, para ello adoptan pie, con lo que queda cojo para to-
los ropajes y el porte exterior pro- da la vida. Con la idea de que pa-
pio de los monjes budistas.
4
El manuscrito se conserva en los
Atraídos por la sabiduría de los archivos de la Compañía de Jesús en
occidentales, muchos chinos ins- Roma.

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Matteo Ricci, un jesuita en China

ra convertir a China a la fe cristia- zaro Cattaneo, hasta Pekín. Duran-


na deberían convertirse primero el te el viaje, Cattaneo, que era músi-
Emperador y las clases dirigentes, co, había logrado captar la varie-
Ricci abandonó Shaozhou y viaja dad de tonos usados por los chinos
en 1595 a Nanking/Nankín, espe- al hablar y ayudó a Ricci a preparar
rando seguir hasta Pekín. Al no un diccionario chino, Vocabularium
poderse quedar allí por la inva- sinicum, ordine alphabetico europeo-
sión japonesa de Corea, una zona rum more concinnatum et per accen-
dependiente de China, Ricci conti- tus suos digestum, en el que se con-
núa hasta Nanchang, donde obtie- signaban los cinco tonos y las aspi-
ne de nuevo un permiso de resi- raciones de las palabras usadas en
dencia. el lenguaje oficial. Por desgracia,
esta obra no se ha conservado.
Durante su estancia en Nang-
chang publica, en 1595, su primer Los viajeros llegaron a Pekín el 7
libro en chino, Jiaoyoulun («Sobre de septiembre de 1598. Debido a
la Amistad»), y traduce al chino y que los chinos desconfiaban de to-
edita, en 1596, su pequeño Tratado dos los extranjeros, se negaron a
sobre Mnemotecnia (en chino, Xiguo recibir a los misioneros. Wang les
jifa) con el fin de satisfacer a los vi- aconsejó que volviesen a Nankín,
sitantes que deseaban saber cómo a donde llegaron en 1599. Muchos
funcionarios eruditos visitaron a
cultivaban la memoria los occi-
Ricci y Cattaneo en su residencia
dentales 5.
de Nankín. Uno de ellos, el emi-
En 1598, Wang Hunghui, ministro nente sabio Li Zhi, escribió a un
de ritos de Nankín, se percató de amigo sobre Ricci: «Ya puede ha-
que el saber astronómico y mate- blar nuestra lengua con fluidez,
mático de los occidentales podría escribe nuestros caracteres y se
ayudar a mejorar el calendario chi- comporta según nuestras normas
no. Para ello, se ofreció a escoltar a de conducta. Produce una impre-
Ricci y a su compañero jesuita, Lá- sión imborrable: interiormente re-
finado y por fuera de una gran
franqueza. Entre todos mis cono-
5
J. D. SPENCE, The memory palace of Mat-
teo Ricci, Nueva York, Viking, 1984,
cidos, no sé de nadie que se le
p. 143. [Traducción (el manuscrito se pueda comparar».
conserva en los archivos de la Compa-
ñía de Jesús en Roma) española: El pala-
Cuando se presentó una segunda
cio de la memoria de Matteo Ricci. Un je- ocasión de viajar a Pekín, Ricci la
suita en la China del siglo XVI, Tusquets, aprovechó sin vacilar. Pero cuan-
Barcelona, 2002, 340 pp.] do iban de camino, Ricci y sus

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Leandro Sequeiros

compañeros (Diego de Pantoja y den de que los misioneros se hos-


el hermano jesuita Zhong Min- pedasen en el palacio y enseñasen
gren) fueron detenidos en Linqing a los eunucos a reparar los relojes
durante casi medio año, por orden y a tocar el clavicordio.

Del palacio se trasladaron a la resi-


dencia destinada a los diplomáti-
la obra que hizo más famoso cos extranjeros. Allí recibían mu-
a Ricci fue la traducción chas visitas, entre ellas viajeros de
al chino de los seis primeros Asia central. Por ello, Ricci llegó a
la conclusión de que el Cathay de
libros de los Elementos
Marco Polo era sólo otro nombre
de Euclides, realizada junto para China. Esta información la en-
a su alumno Qu Rukui; vió Ricci a sus compañeros jesuitas
la obra se imprime en 1607, de la India y Europa, y llegó a su
vez a la embajada del jesuita mi-
y al igual que el sionero de Cathay Bento de Goes
mapamundi de unos años (1592-1607), que confirmó la exacti-
antes, dio a Ricci un gran tud de lo dicho por Ricci.
prestigio; la versión insistía
sobre todo en los aspectos La traducción al chino
prácticos, que son los que de los Elementos de Euclides
más interesaban a los chinos
La obra que hizo más famoso a Ric-
ci fue la traducción al chino de los
del director de impuestos. Incluso seis primeros libros de los Elemen-
se les confiscaron algunos de los tos de Euclides, realizada junto a su
regalos destinados al Emperador. alumno Qu Rukui (o Xu Guangqi).
Más tarde, llamados a la capital, Algunos autores opinan que la tra-
llegaron el 24 de enero de 1601. ducción se hizo para persuadir a
los chinos de la superioridad de la
El Emperador Wan Li quedó en- ciencia occidental y, por tanto, de la
cantado con los regalos 6 y dio or- superioridad de la religión cristia-
na respecto al budismo.
6
Entre los regalos, había dos relojes,
tres pinturas al óleo, un clavicordio, Dos años antes, en 1604, Qu Ru-
prismas venecianos y el Theatrum Orbis kui, el antiguo alumno de Ricci en
Terrarum de Ortellius. Shaozhou había pasado los exá-

290 noviembre - 2009 razón y fe


Matteo Ricci, un jesuita en China

menes y llegaba al más alto grado la ayuda del matemático chino Li


del mandarinato, el grado jin shi. Shanlan, los publicó con el título
Ese mismo año se hizo cristiano y de Continuación de los Elementos de
empieza una ingente tarea misio- Geometría (Xu juhe yuanben) en
nera junto con Ricci. En 1606 am- 1857.
bos se ponen a traducir la obra de
Euclides al chino, deteniéndose en
el libro sexto por indicación de Diálogo y armonía entre
Ricci. La obra se imprime en 1607, la ciencia y la fe
con el título Elementos de Geometría en el cristianismo
(Jihe yuanben), y al igual que el
mapamundi de unos años antes, La gran intuición de Matteo Ricci,
dio a Ricci un gran prestigio. Uno y por la que ha pasado a la histo-
de los honores más grandes es ria como paradigma del encuentro
que se le concedió un terreno para entre la ciencia y la religión en
su mausoleo cuando muriese, la China, es que la ciencia puede ser
primera vez que se concedía a un un medio poderoso para la propa-
extranjero, y que suponía el re- gación de la fe, opinión que en
conocimiento de la nacionalidad aquel tiempo era una tarea muy
china. difícil. La teología occidental cris-
tiana se había expresado en un
La traducción de los primeros seis lenguaje filosófico que implicaba
libros de los Elementos de Euclides un modo de pensar la realidad, de
estuvo precedida de dos prólogos. desarrollar los procesos lógicos de
Uno escrito por Matteo Ricci y otro la mente y utilizar unos símbolos
por Qu Rukui (o Xu Guangqi). La que eran incomprensibles en Chi-
versión de los Elementos de Eucli- na. ¿Era posible desnudar cultu-
des introducida en China insistía ralmente la teología occidental pa-
sobre todo en los aspectos prácti- ra reelaborarle un ropaje que la hi-
cos, que son los que más intere- ciera comprensible?
saban a los chinos: medición de
áreas, volúmenes, etc., dejando de La pregunta de entonces sigue
lado las cuestiones más especula- siendo una pregunta que se hacen
tivas. en la actualidad científicos, filóso-
fos y teólogos: unos y otros inten-
Los libros VII al XIII fueron tradu- tan encontrar plataformas comu-
cidos (y no por casualidad) por los nes de diálogo entre ciencia y reli-
misioneros protestantes que llega- gión. Ricci, en este proceso, fue un
ron a China. Alexander Wylie, con adelantado. Y con las salvedades

razón y fe noviembre - 2009 291


Leandro Sequeiros

culturales y teológicas anacróni- ra elaborar un calendario, entre-


cas, señala un camino de presen- nar la mente para recordar mu-
cia inculturada del Evangelio. chos conceptos mediante métodos
mnemotécnicos.
El primer paso que Ricci y los je-
suitas dieron en China es el de El plan de Ricci consistía en que, si
aprender la lengua; Francisco Ja- se controlaba el conocimiento cien-
vier había acudido a intérpretes, tífico, se podría controlar también
pero era muy complicado traducir la educación. Sabemos que desde
no sólo las palabras, sino los pro- el principio, junto con la tarea mi-
cesos mentales. sional, el otro gran objetivo de los
jesuitas en China fue la creación de
El segundo paso, necesario, fue una red de colegios, tal como ha-
conocer y valorar la cultura china: bían hecho en Europa con mucho
el complejo sistema social que éxito.
constituía la base de la cohesión
del imperio. Como señala el historiador de Chi-
na, Jami 7, los jesuitas no conside-
El tercer paso de la estrategia de raban los conocimientos científi-
Ricci era éste: dado que China era cos chinos como una fuente de la
un país muy centralizado en el que Europa pudiera aprender al-
que el emperador y sus manda- go. Si ciertos conocimientos les pa-
rines ostentaban un gran poder, recían interesantes para ser trans-
si se accediese a la conversión de mitidos, eran más bien algunas
la cabeza, el resto del pueblo se-
técnicas o curiosidades, no un sis-
guiría los pasos de sus dirigentes,
tema de saber. Al fin y al cabo, Ric-
a los que se tenía una gran vene-
ci y los suyos buscaban aparecer
ración.
en China como portadores de un
El cuarto paso consistió en elegir saber que mostraría la superiori-
una estrategia para llegar a las cla- dad de su religión.
ses dirigentes del país. Ricci lo tu-
Ricci se dio cuenta del valor que
vo muy claro: el modo de acceder
los conocimientos científicos po-
a las clases dirigentes era ofrecien-
do algo que no tenían: el saber de
la ciencia de Occidente. Una cien-
7
C. JAMI y H. DELAHAYE (eds.), L’Europe
en Chine. Interactions scientifiques, reli-
cia que, incluso, podría solucionar
gieuses et culturelles aux XVIIème et XVIIIème
problemas políticos y económicos siècles, París, 1993, Collège de France
del país, como era la confección de (Institut des Hautes Études Chinoises),
mapas, el uso de la astronomía pa- ver p. 149.

292 noviembre - 2009 razón y fe


Matteo Ricci, un jesuita en China

dían tener para la evangelización cias europeas y las chinas, entre el


de China. En una carta fechada el cristianismo y las religiones. Aun-
15 de febrero de 1609 al compañe- que soportó períodos de persecu-
ro jesuita Francesco Pasio, dice lo ción, siempre supo superar las si-
siguiente: «… porque no he hecho tuaciones difíciles. Pero mientras
otra cosa que enseñar algo de ma- todo esto sucedía, se iba agudizan-
temáticas y cosmografía (…) que
han servido para abrir los ojos a
los chinos que estaban ciegos; y si
esto lo decimos de las ciencias na- los jesuitas querían seguir
turales y de las matemáticas, ¿qué su propio método apostólico
diremos de aquellos conocimien- basado en una prudente
tos más abstractos, como son la fí-
sica matemática, la teología y lo
adaptación misionera,
sobrenatural?». que tendía a aprovechar
cuanto hubiera de
Pero Ricci iba más allá. Intentaba
mostrar que la imagen del mundo
aprovechable en los pueblos
que presentaba el budismo era an- de misión, y que podría
ticientífica, mientras que la que quedar condensado en esta
presentaba el cristianismo era más
doble función: adaptar lo
compatible con los datos científi-
cos 8. Ricci pretendía convencer a nuestro a lo suyo y adoptar
los chinos con los argumentos lo suyo en lo nuestro,
científicos de Occidente. siempre que pudiera ser
integrado en el cristianismo
La controversia de los ritos
chinos
do otro problema que finalmente
Matteo Ricci es un paradigma hoy destruyó la misión de China: este
del intento de tender puentes entre problema es el relativo a la Con-
Oriente y Occidente, entre las cien- troversia de los Ritos Chinos.

La de los Ritos Chinos no fue tan


8
P. D’ELIA (ed.), Fonti Ricciane. Storia
dell’Introduzione del Cristianesimo in Cina
sólo una controversia especulati-
(textos y cartas de Matteo Ricci), Roma, va, en ella se mezclaron otras cir-
La Libreria dello Strato, 1942-1949. En: cunstancias que envenenaron to-
J. A. CERVERA, op. cit., pp. 211-212. do, aunque hubiese buena volun-

razón y fe noviembre - 2009 293


Leandro Sequeiros

tad por ambos bandos. Se trataba Con respecto al caso de China,


de un conflicto de método apostó- puede reducirse a estos tres pun-
lico entre diversas órdenes religio- tos principales: 1) el nombre o vo-
sas, un conflicto en el modo de cablo con el que debería desig-
proceder de diversos institutos narse a Dios; 2) los honores tribu-
misioneros, un conflicto entre ri- tados a Confucio; 3) los honores
validades nacionales proyectado tributados a los antepasados di-
más allá de las fronteras propias. funtos.
Junto con todo esto se trataba de
un conflicto jurídico creado en tor- En 1603 aparece la primera edi-
no a la institución de los Vicarios ción del catecismo redactado por
Apostólicos, que pugnaba enton- Ricci, Tianzhu shiyi (El verdadero
ces con el antiguo régimen de Pa- significado del Señor del Cielo) 9, que
tronato; un conflicto entre las po- sirvió para las primeras conver-
tencias coloniales; y, por fin, un siones. En 1604, cuando la misión
conflito en el que pugnaban los de China se hizo independiente de
jansenistas. la provincia jesuítica de Japón,
Ricci es nombrado superior. A pe-
La raíz de la controversia puede sar se su posición, su método de
hallarse en el diverso método de inculturación, sin embargo, en-
evangelización seguido por unos y contró oposición dentro y fuera de
otros. Con los jesuitas, la incultura- la Compañía de Jesús. Debido a
ción, el estudio de la lengua china, que la oposición se traducía mu-
el uso de la ciencia y, sobre todo, el chas veces en escritos, Ricci se vio
gran respeto por la cultura china, forzado a defenderse y publicar
se adelantaron a su tiempo. La en 1609, poco antes de morir, su
Iglesia Católica consiguió un gran Correspondencia Apologéntica (Bian-
prestigio en China gracias a los je- xue yidu). La desaprobación de su
suitas. Los jesuitas querían seguir método creció después de su
su propio método apostólico basa- muerte y, al fin, se llegó a la con-
do en una prudente adaptación mi- troversia de los Ritos Chinos.
sionera, que tendía a aprovechar
cuanto hubiera de aprovechable en Durante los más de veinticinco
los pueblos de misión, y que po- años que permaneció en China,
dría quedar condensado en esta Ricci compuso unos veinte libros,
doble función: adaptar lo nuestro a
lo suyo y adoptar lo suyo en lo 9
M. RICCI, The true meaning of the Lord of
nuestro, siempre que pudiera ser Heaven, The Institute of Jesuit Sources,
integrado en el cristianismo. 1985, 485 pp.

294 noviembre - 2009 razón y fe


Matteo Ricci, un jesuita en China

científicos y no científicos. Cinco milación de los rituales sociales de


de sus obras científicas se conser- China y la reelaboración de los
van en su totalidad, copiadas en el contenidos de la fe en los contex-
Siku quanshu (Gran Enciclopedia tos culturales les trajeron proble-
de las Cuatro Tesorerías), que con- mas. En la liturgia católica, los je-
tiene 36.000 juan (volúmenes chi- suitas aceptaron muchos de sus ri-
nos). El título colectivo de las cinco tuales, lo que provocó la sospecha
obras de Ricci es Qiankun tiyi («Tra- y la alarma de las jerarquías ecle-
tado sobre el cielo y la tierra»). siásticas. Los jesuitas en China
eran de ideas avanzadas y menta-
La tensión y el cansancio a lo lar- lidad abierta. Pero la Controversia
go de los años debilitaron la salud sobre los Ritos Chinos que se de-
de Ricci, que murió en Pekín a los sarrolló entre los misioneros cató-
cincuenta y siete años de edad, el licos, llegó a Roma y se dio por ter-
11 de mayo de 1610. Accediendo a minada con las disposiciones dic-
los deseos de los compañeros je- tadas por Benedicto XIV en 1742.
suitas, el Emperador les permitió
enterrarlo a las afueras de la puer- Sólo en 1939 la Sagrada Congrega-
ta oriental de la ciudad de Pekín. ción de Propaganda Fide levantaba
el juramento que pesaba sobre los
El lugar, conocido como Zhalaer, misioneros, y daba como lícitas al-
fue entregado en el siglo XIX al gunas ceremonias, consideradas
cuidado de los hermanos Maris- civiles, en honor de Confucio y de
tas. Pero en 1900, con ocasión de la los antepasados difuntos.
rebelión de los boxers, el sepulcro
fue destruido primero y vuelto a
reconstruir después. En 1966, du- El mensaje de Juan Pablo II
rante la Revolución Cultural de de 2001
Mao, la sepultura fue destruida
por segunda vez, aunque ha sido
La conclusión de este trabajo se
parcialmente restaurada.
expresa bien en un párrafo del
Los obispos chinos que asistieron mensaje de Juan Pablo II, el 24 de
al Concilio Vaticano II pidieron en octubre de 2001, con ocasión del
1963, por unanimidad, que el Pa- Congreso internacional celebrado
pa introdujese la causa de beatifi- en Roma para conmemorar los
cación de Matteo Ricci. cuatrocientos años de la llegada
de Matteo Ricci a Pekín: «La mis-
El exceso de inculturación de los ma China, desde hace cuatro si-
jesuitas, es decir, el respeto y la asi- glos, tiene en alta consideración a

razón y fe noviembre - 2009 295


Leandro Sequeiros

Li Madou, “el sabio de Occidente”, turación: elaboró la terminología


como fue designado y se suele lla- china de la teología y la liturgia ca-
mar incluso hoy al padre Matteo tólica, creando así las condiciones
Ricci. Desde un punto de vista his- para dar a conocer a Cristo y en-
tórico y cultural, como pionero, carnar su mensaje evangélico y la
fue un valioso eslabón de unión Iglesia en el marco de la cultura
entre Occidente y Oriente, entre la china. El padre Matteo Ricci de tal
cultura europea del Renacimiento modo se hizo «chino con los chi-
y la cultura de China, así como, re- nos» que se convirtió en un verda-
cíprocamente, entre la antigua y dero sinólogo, en el sentido cultu-
elevada civilización china y el ral y espiritual más profundo del
mundo europeo». término, puesto que en su persona
supo realizar una extraordinaria
Y continúa: «Como ya destaqué, armonía interior entre el sacerdote
con íntima convicción, al dirigirme y el estudioso, entre el católico y el
a los participantes en el Congreso orientalista, entre el italiano y el
internacional de estudio sobre chino» 10. ■
Matteo Ricci, organizado con oca-
sión del IV centenario de su llega- 10
L’Osservatore Romano, edición en len-
da a China (1582-1982), tuvo un gua española, 12 de diciembre de 1982,
mérito especial en la obra de incul- p. 6.

296 noviembre - 2009 razón y fe

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