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Universidad Nacional de La Plata

Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación


Secretaría de Posgrado
Departamento de Ciencias de la Educación
Especialización en Escritura y Alfabetización

Alumna: Prof. Guillermina Lanz


Directora: Mg. Agustina Peláez

Trabajo final para obtener el título de


Especialista en Escritura y Alfabetización

La interacción entre pares


Una propuesta para aprender a leer en cooperación en el
Nivel Inicial

Argentina, Buenos Aires


Marzo de 2018

1
Agradecimientos

A mi Directora Agustina Peláez, por su incondicional acompañamiento y


claridad conceptual para compartir sus saberes.

A mi maestra Mirta Castedo, por el afecto de siempre y su generosidad,


por enseñarme dentro y fuera del aula, por los caminos compartidos.

A mis queridas compañeras Gabriela Hoz y Yamila Wallace, por la


lectura crítica y valiosos aportes.

A mis amigas, Celeste Carli y Mercedes Micucci, por su escucha en


tiempos de incertidumbre y temores.

A mis hijos Juan y Francisco, a mi compañero de vida Rodi, por estar


presentes siempre.

A mis colegas docentes, al Equipo Directivo del Jardín de Infantes Nº 907


y en especial a Noelia Zavala, por recibirme tan cálidamente.

A todos los niños y niñas, por su espontaneidad y alegría, por sus


voces y silencios que me posibilitan seguir aprendiendo.

2
INDICE

1. Introducción ......................................................................................................... 4

1.1. Justificación del tema ................................................................................... 5

2. Marco teórico ..................................................................................................... 10

3. Formulación del problema ................................................................................. 16

3.1. Objetivos ..................................................................................................... 16

4. Resoluciones metodológicas ............................................................................. 17

4.1. Contextualización........................................................................................ 17

4.2. Análisis de datos ......................................................................................... 18

4.3. Las situaciones de lectura .......................................................................... 19

5. Condiciones didácticas ...................................................................................... 21

6. Análisis de situaciones didácticas planteadas a los niños ............................... 25

6.1.Situación 1: Exploración de textos para buscar información general ........... 25

6.2.Situación 2: Exploración de textos para localizar información específica ..... 36

6.3.Situación 3: Puesta en común ...................................................................... 47

7. Conclusiones ..................................................................................................... 50

8. Referencias Bibliográficas ................................................................................. 57

3
1. Introducción

En este trabajo analizamos la interacción entre pares en situaciones de lectura


de búsqueda de información general y de localización específica de textos
informativos de Ciencias Naturales.
Estas situaciones -exploración para buscar información general y localización
específica- buscan introducir a los alumnos1 en prácticas para saber más sobre un
tema, esto es explorar textos de circulación social y seleccionar la información
relevante para luego comentar con otros lo leído. Para ello, en el aula, se brindan
oportunidades para conocer e interpretar textos informativos: al mismo tiempo que
se están enseñando las prácticas del lector -buscar en índices, subtítulos, títulos- y
compartir interpretaciones sobre lo leído, es posible que se reparen en los
elementos y las relaciones del sistema de representación alfabético.
Los niños aprenden a leer usando textos de circulación social y bajo una
modalidad de lectura de tipo exploratoria, actúan como lectores y resuelven juntos
diferentes problemas 2.
Para este trabajo nos detendremos en aquellos problemas que resuelven parejas
de niños mientras leen por sí mismos, es decir en la interacción entre pares en
tanto situación privilegiada que permite y facilita la socialización de los
conocimientos. Indagamos y caracterizamos aquellas informaciones que surgen
en los intercambios, y cómo dichos intercambios ayudan a cada niño o niña a
progresar en la lectura. También señalamos algunas condiciones didácticas que
posibilitan una fructífera interacción en el aula para ejercer las prácticas del lector
y favorecer la adquisición del sistema de escritura.

1
En este informe usamos indistintamente los términos “alumnos y/o niños” para referirnos a “alumnos y alumnas / niños y
niñas”. La forma masculina se debe a que dichos términos se utilizan frecuentemente y, la repetición de la fórmula “alumnos
y alumnas / niños y niñas” podría resultar fatigosa para el lector. Nos posicionamos en el uso del término prescindiendo de
cualquier interpretación sexista. Aclaramos también que al ref erirnos a “alumnos y/o niños” estamos indicando la totalidad
del grupo clase.

2
Por problema tomamos la siguiente definición: “Un problema debe tener sentido en el campo de conocimientos de los
alumnos, pero no debe ser resoluble solo a partir de estos c onocimientos sino que debe permitir la construcción de nuevos
conocimientos o nuevas relaciones entre los ya elaborados “(Lerner, 1996).

4
Para ello, recuperamos los intercambios que se dan entre algunas parejas de
niños y niñas dentro de una propuesta didáctica que se llevó adelante en un jardín
de infantes público de gestión oficial de la Provincia de Buenos Aires, en la tercera
sección del turno mañana con niños de 5/6 años de edad, en el marco de
variadas situaciones que se venían desarrollando en diferentes contextos de
enseñanza de las prácticas de lectura y escritura y en articulación con contenidos
del Ambiente Natural y Social3.

Nuestro propósito en este trabajo es contribuir con otras experiencias que han
aportado sobre las ventajas de la interacción en el aula y echar luz sobre algunas
condiciones de enseñanza que favorecen el trabajo colaborativo entre niños
durante situaciones de lectura de textos informativos.

1.1. Justificación del tema

La perspectiva constructivista se ha dedicado a poner en evidencia las hipótesis


de los niños durante el proceso de construcción de conocimientos (Ferreiro y
Teberosky, 1979). Ese proceso presenta una serie de regularidades que se
pueden resumir en las siguientes:

- El niño construye hipótesis, resuelve problemas y elabora conceptualizaciones


sobre lo escrito.
- Esas hipótesis se desarrollan cuando interactúan con material escrito y con
lectores y escritores que dan información e interpretan ese material escrito.
- Las hipótesis que desarrollan constituyen respuestas a verdaderos problemas
conceptuales, problemas semejantes a los que se plantearon los seres humanos a
lo largo de la historia de la escritura -y no sólo problemas infantiles, en el sentido
de respuestas ideosincráticas, de errores conceptuales dignos de ser corregidos
para dar lugar al aprendizaje normativo- (Teberosky, 1982).

3
Los contenidos comunicados de ambas áreas se enmarcan en el Diseño Curricular de Educación Inicial, DGCyE de la
Provincia de Buenos Aires, 2008. Cabe aclarar que dado nuestro interés (análisis de las interacciones de los niños sólo en
las situaciones de lectura de textos informativos) no abordaremos un análisis profundo sobre el Ambiente Natural y Social.

5
Dentro de este proceso de construcción de conocimientos se asigna un papel
primordial a la interacción social. Ya desde sus inicios Piaget (1982) considera que
la interacción social favorece el desarrollo del razonamiento lógico y la adquisición
de contenidos escolares:

En realidad, el intercambio de pensamientos con los otros es, precisamente, lo que


nos permite de tal manera descentrarnos y nos asegura la posibilidad de coordinar
interiormente las relaciones que emanan de puntos de vista diferentes. No se ve
claro cómo, sin la cooperación, podrían los conceptos conservar su sentido
permanente y su definición; la misma reversibilidad del pensamiento se halla ligada
a una conservación colectiva, fuera de la cual el pensamiento individual no
dispondría sino de una movilidad infinitamente más restringida (p.180)

Desde la Psicología Social Genética se sostiene que el pensamiento se elabora a


través de la confrontación con los otros, es decir, a través del conflicto
sociocognitivo.
La noción de conflicto sociocognitivo se conceptualiza como la coordinación de
esquemas diferentes en un contexto de interacción social. Así, Perret Clermont
(1984) demuestra que la discusión entre iguales acerca de nociones lógicas, de
conservación y geométricas puede generar un conflicto sociocognitivo que
conduce a niveles de equilibrio superior en cada uno de los miembros integrantes
del grupo. Las conclusiones de sus trabajos sugieren que una de las variables
más importantes para que se produzca el progreso, es la posibilidad de
intercambiar y confrontar puntos de vista propios con los ajenos. No es tan
importante que las argumentaciones sean correctas, sino que generen discusión y
diálogo. Tampoco es muy relevante que ninguno de los miembros del grupo
domine la solución de la tarea, es suficiente con que se posean las competencias
mínimas necesarias para la resolución de la tarea que hayamos propuesto.
Gilly (1988) señala -al reseñar aspectos fundamentales de los trabajos de Doise y
Mugny- que el conflicto sociocognitivo supone un doble desequilibrio: desequilibrio
interindividual, a causa de las diferentes respuestas de los sujetos, y desequilibrio
intraindividual, porque cada uno toma conciencia de la existencia de otra
respuesta posible, lo que invita a dudar de la propia. El problema a resolver no es

6
reductible a un problema cognoscitivo individual. Es justamente porque es social
que los niños se ven llevados a coordinar sus puntos de vista en un nuevo sistema
que permita un acuerdo entre ellos. La búsqueda de una superación del
desequilibrio cognoscitivo interindividual provoca entonces una superación del
desequilibrio cognitivo intraindividual.

Desde el punto de vista didáctico Lerner (1998) retoma investigaciones posteriores


(Gilly, Fraisse y Roux, 1992, y Gilly 1989) que fueron realizadas en general con
niños mayores en situaciones de resolución de problemas y, permitieron precisar
mejor las condiciones en que la interacción social es más productiva, al mostrar
que el conflicto sociocognitivo es generador de progreso, sobre todo cuando los
participantes en la situación suministran argumentos en defensa de sus
respectivas posiciones y cuando la oposición de centraciones o puntos de vista
provoca una dinámica interactiva de búsqueda de acuerdo, de coordinación de las
diferencias en el marco de un enfoque superador.

Estos trabajos pusieron de manifiesto, además, que la co-elaboración puede


producir avances en el conocimiento aunque no tenga un carácter explícitamente
conflictivo: se detectaron dinámicas interactivas en las cuales no se evidencia
desacuerdo entre los sujetos participantes, pero que resultan de todos modos
perturbadoras para ellos.

En palabras de Lerner (1998) lo que parece imprescindible -con o sin conflicto


social explícito- es que la co-elaboración resulte capaz de desestabilizar los
funcionamientos individuales. Sin embargo, la desestabilización puede aparecer -y
adquirir un sentido más claro- en el marco de una estructura interactiva donde se
combina con otras funciones que cada participante cumple en relación con los
demás: estimulación para elaborar nuevas estrategias, corroboración de las ideas
del otro, intercontrol de las acciones, apertura de nuevas posibilidades.
Finalmente, la aparición de una dinámica interactiva eficaz para incrementar el
conocimiento de los participantes depende -según revelaron estos últimos
estudios- de la naturaleza de la situación problema planteada y de que los sujetos
asuman un compromiso activo en el funcionamiento de colaboración cognitiva.

7
En síntesis, estamos en condiciones de sostener que la interacción entre pares
presenta una situación privilegiada que permite y facilita la socialización de los
conocimientos. En el contexto del aula los niños pueden tener posibilidades de
confrontar con otros pares sus propias conceptualizaciones y jugar el papel de
informantes de otros niños, a la vez que solicitar informaciones. Esta interacción
podría desencadenar en conflictos pues cada uno tendrá sus propias hipótesis.
El maestro desempeña un papel fundamental en la interacción: no sólo la
promueve y coordina en el contexto áulico, sino que también reconoce cuáles son
las interacciones que favorecen la colaboración intelectual entre pares y que
permiten aproximarse al saber.
Cuando los niños se enfrentan de manera individual a un problema, confrontan
sus propios esquemas con la realidad, los ponen a prueba y eventualmente los
transforman. Junto al docente pueden vincularse de diferente manera
estableciendo alguna otra relación con el objeto de conocimiento y
problematizándolo.

Como señalamos, en este trabajo, analizamos las interacciones que se propician


entre parejas de alumnos, abordamos los intercambios suscitados entre los niños
ante los problemas planteados en situaciones de lectura por sí mismos que se
circunscriben a la búsqueda de información general y a la localización específica
sobre un tema de interés. Para ello tomamos como referencia los antecedentes
sobre el estudio realizado por Teberosky (1982) y los aportes de Baudrit (2012).
Ana Teberosky (1982) en su artículo “Construcción de escrituras a través de la
interacción grupal” analiza y categoriza los intercambios entre los niños -aún antes
de leer y escribir en el sentido convencional del término-. Los tipos de
intercambios más frecuentes, suscitados en sus estudios sobre producciones
escritas, se organizaron preferentemente en:
a) Pedidos de información sobre: la escritura de una palabra, la forma de escribir
la sílaba, el completamiento de una escritura sin especificar lo que se necesita, la
forma de letra cuyo nombre se conoce, la pertinencia de una letra, el orden de las
letras en la escritura, la dirección de la escritura, identificación de formas gráficas

8
presentes, interpretación a partir de nombres de letras, interpretación de lo ya
escrito.
b) Entrega de información respondiendo a pedidos y referidas a: el nombre de una
letra, la manera de escribir sílabas a partir del nombre de las letras, escritura de
letras, el orden de las letras, la dirección de la escritura, la pertenencia de sílaba o
letra a un nombre, el valor sonoro de algunas letras, la interpretación de lo ya
escrito.
c) Opiniones críticas y correcciones que aparecen, generalmente, como
argumentos en una discusión o como justificaciones de la interpretación de lo
escrito: cantidad de caracteres, la variedad interna de los caracteres, las formas
gráficas, la dirección de la escritura, la interpretación de lo escrito, la escritura
silábica con valores sonoros estables sobre vocales,-y consonantes-, la escritura
alfabética (crítica y defensa).
En este estudio se sostiene que las situaciones de interacción entre el sujeto y el
objeto, y entre sujetos; posibilitan el establecimiento de acuerdos interindividuales
y que dichas situaciones poseen potencialmente ventajas pedagógicas: los niños
comparten entre sí el proceso de comprensión de la escritura a través de sus
intercambios; en el proceso de socialización se permite un inmediato feedback de
lo que cada niño hace o dice en la tarea en común y se confrontan distintos puntos
de vista.
En síntesis, la autora afirma que en situaciones de interacción entre pares de la
misma edad se comparten y utilizan tanto las hipótesis propias de cada niño como
las del otro y se intercambia información y gracias a esos intercambios se pueden
socializar conocimientos de quienes están trabajando con hipótesis más
avanzadas. Este hecho genera potencialmente conflictos y puede llevar a algunos
niños hacia un progreso conceptual.

Baudrit (2012) analiza las relaciones de ayuda entre alumnos desde una
perspectiva de aprendizaje. Focaliza en las principales características de la ayuda
entre iguales y revaloriza el interés pedagógico de dicha ayuda precisando
algunas condiciones indispensables para introducirla en las clases. En sus aportes

9
se diferencian dos grandes tipos de ayuda en función de los resultados que éstas
permiten en materia de aprendizaje: la ayuda elaborada que aporta “explicaciones
y análisis sobre el modo de resolver un problema o una parte de él”; y la ayuda
poco elaborada que aporta “la respuesta a un problema”. Asimismo profundiza
sobre una condición necesaria en las ayudas: “el nivel de elaboración entre
demanda y ofrecimiento debe ser apropiado entre los sujetos” (p.13) y concluye
que más que el nivel de elaboración de la ayuda, interesa la relación existente
entre demanda y ofrecimiento de ayuda.
El autor también señala algunos beneficios de la actividad grupal, como poner en
perspectiva puntos de vista divergentes, estrategias distintas de resolución de
problemas, lo que incita a los compañeros a buscar un acuerdo, una solución
común (Johnson y Johnson, 1979; Perret-Clermont, 1979; Doise y Mugny, 1981;
Weinstein y Bearison, 1985; Moscovici y Doise, 1992).

2. Marco teórico

El marco teórico que sostenemos se posiciona en las investigaciones


psicogenéticas que consideran que los conocimientos infantiles responden a un
doble origen, determinado por las posibilidades de acomodación del sujeto y, por
las informaciones específicas provistas por el medio. Es así como Ana Teberosky
(1982) manifiesta la importancia acordada a la construcción social de la escritura y
afirma:

Como ya hemos señalado (Ferreiro y Teberosky, 1979), los conocimientos


infantiles responden a un doble origen, determinado por las posibilidades de
asimilación del sujeto y por las informaciones específicas provistas por el medio.
Podemos hacer la hipótesis de que, en un contexto de socialización, ambos factores
se ven favorecidos. En el primer caso, por la posibilidad de confrontar con los otros
las propias conceptualizaciones, y en el segundo, porque los mismos niños pueden
jugar el papel de informantes sobre los aspectos convencionales del sistema. Esta
interacción constituye una fuente de conflictos, puesto que los niños utilizan sus
propias hipótesis para asimilar la información del medio y las ponen a prueba al
confrontarlas con las hipótesis de otros, no siempre idénticas a las suyas (p.157)

10
Desde las investigaciones psicológicas la interacción se constituye en fuente de
progreso:
Al compartir la elaboración con otros sujetos, se producen conflictos socio-
cognitivos, conflictos que ya no son solo intraindividuales -como los que se
producen entre diferentes esquemas de un mismo sujeto o entre un esquema del
sujeto y los datos proporcionados por el objeto (Inhelder, Bovet y Sinclair, 1974)-
sino que se plantean entre sujetos diferentes que han realizado centraciones o
acciones opuestas, que tienen puntos de vista contradictorios sobre el tema en
discusión (Lerner, 1996, p.86)

Desde el conocimiento didáctico se considera no solo la interacción entre el sujeto


cognoscente y el objeto a conocer sino también la interacción de cada sujeto junto
a los otros que están conociendo con él ese objeto y se sostiene que el objeto a
conocer es un producto socio-cultural e históricamente construido.
4
Diversos autores han desarrollado numerosas experiencias e investigaciones
didácticas centradas en organizar la enseñanza en secuencias de situaciones que
articulen lectura, escritura y la lengua como sistema. Este grupo de experiencias e
investigaciones reconoce fuentes teóricas que se vinculan: desde el punto de vista
epistemológico, la Epistemología Social Genética, y desde el plano de la
enseñanza, las interacciones entre alumno, maestro y saber, interacción que
origina una relación didáctica (Lerner, 1996; Castedo, 2003).

Desde el plano epistemológico, estas investigaciones son constructivistas en


sentido estricto: el conocimiento es un proceso que surge de la interacción del
sujeto con el medio físico y en esas interacciones el sujeto organiza los datos de la
realidad al mismo tiempo que organiza sus propias acciones.

Remarcamos que estos estudios referidos a la apropiación del sistema de

4
Castedo, Molinari, Teruggi y Kaufman,1989; Lerner, 1990, 1995, 1996, 1997, 2001; Teberosky, 1982, 1992; Castedo y
Molinari,1997, 2002; Castedo y Bello, 1999; Castedo, Molinari y Siro, 1999; Nemirovsky, 1999; Castedo, 2000, 2003; Cuter,
Lobello y Torres, 2001; Castedo, Molinari, Siro y Torres, 2001; Cuter y otros, 2007, 2008, 2009, 2010; Castedo y otros,
2009(a), 2009(b); Kaufman, 1994, 2007; Kaufman y Rodríguez, 2008; Molinari, Castedo, Dapino, Lanz, Paione, Petrone y et
al., 2007; Molinari y Corral, 2008).

11
escritura y al objeto lengua escrita conceden un rol primordial a la interacción
social y que es propia de tradición piagetiana puesto que su precursor, desde sus
textos iniciales, defendió que “la experiencia social de las interacciones con
interlocutores o pares es esencial para la adquisición de los conocimientos”
(Castorina, 2001, p.40). Asimismo, desde la teoría piagetiana se sostiene que la
cooperación entre pares es tan importante para el progreso del conocimiento
como la acción de los adultos, y de allí la primacía en los estudios didácticos de
base psicogenética en la elaboración cooperativa en el ámbito escolar, en
interacciones entre sujetos que están en niveles diferentes pero cercanos del
desarrollo, puesto que “cuando la diferencia de nivel entre los sujetos que
interactúan es muy grande, el sujeto menos avanzado puede ignorar el conflicto o
no comprender dónde está situado” (Lerner, 1996, p.88).

Con relación a las secuencias de situaciones de enseñanza de lectura y escritura


sostenemos que las mismas permiten cierta organización más cercana a las
prácticas sociales de lectura y escritura, y no mera aplicación de conocimientos de
la lengua en situaciones aisladas de interpretación y producción de textos. En tal
sentido, el estudio pormenorizado de las situaciones didácticas se centra en
promover las condiciones para que los niños se aproximen y comprendan el objeto
a ser comunicado, intentando resguardar las características del mismo (Molinari,
2000).

Los estudios de didáctica de la lectura y la escritura desde esta perspectiva tienen


por premisa fundamental que se aprende a escribir escribiendo y a leer leyendo y
se proponen situaciones didácticas en donde los niños de jardín de infantes y de
los primeros años de escolaridad primaria, mientras están esforzándose por
desentrañar las propiedades del sistema de escritura tengan también
oportunidades de operar como lectores y productores de textos, de familiarizarse
con los diversos escritos sociales y sistemáticas interacciones con usuarios de la
lengua escrita; situaciones didácticas que favorezcan la articulación y apropiación
de prácticas del lector o del escritor y del sistema de escritura (Lerner, 1996).

12
Por lo tanto, nuestro trabajo se fundamenta en que enseñar a leer supone
desplegar en el aula y en la escuela diferentes situaciones donde los alumnos
tengan la posibilidad de formarse como lectores y de participar activamente en una
comunidad para ir apropiándose de la cultura escrita (Lerner, 1996). Para enseñar
a los alumnos a comportarse como lectores, sostenemos que los actos de lectura
son procesos complejos e interactivos de construcción de significado, tal como
afirman algunos autores:
La lectura es un proceso interactivo de construcción de significados en el que el
lector despliega un intenso trabajo intelectual, que incluye la formulación y
verificación de hipótesis, la elaboración de inferencias y el establecimiento de
relaciones tanto entre informaciones del texto, como entre ellas y los conocimientos
previos del lector.
La lectura guarda relaciones con la construcción de conocimiento: en las
transacciones que el lector realiza con el texto […] sus propios esquemas sufren
una transformación a través de la asimilación y la acomodación (Goodman, 1996,
Smith, 1983; en Aisemberg, 2005, p.23)
Sabemos que tanto en el jardín de infantes como en los primeros años de
escolaridad primaria los niños, además de aprender a actuar como lectores y
aprender sobre los textos, están apropiándose del sistema de representación
alfabético; es decir, están descubriendo simultáneamente la alfabeticidad del
sistema de escritura y las prácticas de lector y escritor.
Esto supone que los niños leen aún antes de leer en el sentido convencional del
término. El significado de lo que “dice” un texto se construye por coordinaciones
sucesivas entre lo que el lector aporta por su competencia lingüística, cognitiva y
por su conocimiento del mundo en general y; aquello que el texto y el contexto
aportan.
Formar lectores implica posibilitar que los niños sepan elegir el material escrito
adecuado para buscar la solución de problemas que deben enfrentar, que sean
capaces de leer entre líneas y de asumir una posición propia frente a la sostenida
explícita o implícitamente por los autores de los textos con los que interactúan en
lugar de persistir en formar individuos dependientes de la letra del texto y de la
autoridad de los otros (Lerner, 1999).

13
Participar activamente de una comunidad supone que los niños puedan actuar
como lectores en diversas y variadas situaciones de enseñanza. La diversidad de
saberes, experiencias y conocimientos del mundo se ponen a consideración de
todo el grupo para posibilitar la paulatina transformación del saber.
Integrarse a una comunidad de lectores implica mucho más que aprender a leer,
contribuye a apropiarse de los comportamientos que hacen que los lectores se
constituyan como tales: leer y escuchar leer comentando con otros lectores y -
sobre todo- elegir y hacer un propio recorrido como lector.
La idea de comunidad, por tanto, recupera no sólo el trabajo en colaboración sino
el compartir ciertos vínculos y formas de leer el mundo.

Dado que las situaciones de lectura a las que se enfrentan los niños son de
búsqueda de información y de selección en textos informativos de ciencias
naturales describiremos brevemente sus características. Es así que en los textos
informativos, el discurso predominante se centra en la explicación y ésta se
caracteriza por su relación con la información y el conocimiento. Siguiendo los
aportes de Wallace (2012) sobre “tipos de textos” el discurso centrado en la
explicación en su intento de clasificación ha recibido diferentes nomenclaturas, por
ejemplo, texto informativo, textos con base textual expositiva y secuencia
explicativa. A pesar de esta diversidad de modos de denominar la explicación, los
textos explicativos se caracterizan por presentar una serie de procedimientos,
como la definición, la clasificación, la reformulación, la ejemplificación, la analogía
y la citación. El objetivo de la explicación es construir el conocimiento y transmitir
la experiencia y el saber científico y cultural de una comunidad. La explicación no
tiene por propósito convencer ni influir en el comportamiento del destinatario, sino
cambiar su estado epistémico (Calsamiglia Blancafort y Tusón Valls, 1999 en
Wallace, Y., 2012, p.98).

Al abordar conocimientos de ciencias naturales, los textos se caracterizan por un


discurso que procura ser riguroso, preciso y aséptico. Habitualmente este discurso
es denso o cargado de información con empleo de frases y párrafos breves y una

14
organización estándar o uniformada. Dichas características suelen ser tomadas
como rasgos propios de la escritura científica. Además estos textos utilizan formas
de comunicar el conocimiento que son propias de cada disciplina: los gráficos, los
esquemas, los símbolos y las expresiones matemáticas están cargadas de
significación específica porque el lenguaje responde a la lógica interna disciplinar
ya que las ideas elaboradas por la ciencia se expresan a través de una
terminología específica (Espinoza, 2006).
Los libros informativos presentan un sistema multigráfico donde se ofrece a la vez
un texto (es decir, una tipografía variada, con una disposición espacial
fragmentada, que alterna títulos y subtítulos) y una iconografía (es decir, que a
veces acompaña al texto, que a veces debe leerse de manera independiente, que
juega con el espacio y el color, que es variada: mapas, fotos, dibujos, esquemas).
Queremos advertir por último que a la lectura científica se le asigna una función
“eferente” por brindar principalmente, datos o informaciones que el lector abstrae
según sus necesidades e inquietudes. Los niños entonces buscarán la información
que necesitan y tomarán decisiones en consecuencia (Garralón, 2006).
En este trabajo, en el marco de situaciones de lectura de los niños por sí mismos,
seleccionamos textos informativos de ciencias naturales siguiendo los contenidos
propios del Ambiente Natural y Social tomados del diseño curricular de la
Provincia de Buenos Aires (2008). En esta área de enseñanza uno de los ejes
que se aborda se organiza en torno a “los seres vivos: unidad, diversidad,
interrelaciones, cambios” y para que todos los alumnos tengan la posibilidad de
enriquecer y ampliar la comprensión del entorno natural y social, se ofrecen
condiciones para interactuar con los elementos del medio y con distintas fuentes
de información como libros, videos y/o enciclopedias (Perazzo, 2002).
A través de la lectura de textos informativos de ciencias naturales se promueven
espacios de intercambios colectivos e interpretaciones diversas con el sentido de
aproximarse al saber específico de las ciencias. Desde estos actos de lectura ( y
también de producciones escritas al servicio de saber más sobre un tema ) se
espera que los niños aborden las semejanzas y las diferencias entre los seres
vivos en diferentes sentidos: que los describan y comparen y también que analicen

15
algunas funciones y las estructuras utilizadas para llevarlas a cabo, ya que en su
interacción con el medio social los niños construyen ideas y concepciones y se
enfrentan a nuevos desafíos para poder reorganizar, profundizar y enriquecer esas
ideas a través de descripciones y estableciendo nuevas relaciones.

3. Formulación del problema

En las situaciones de lectura que proponemos nos planteamos generar ciertas


condiciones didácticas que favorezcan la formación de lectores críticos y
autónomos y propiciar momentos de interacción que resguarden el trabajo
colaborativo entre alumnos. En tal contexto nos preguntamos:
- ¿Cómo organizar las parejas o pequeños grupos de trabajo en la clase a fin de
que todos los niños cooperen?
- ¿Qué problemas de lectura resuelven los niños cuando la tarea es cooperativa?
a) Cómo se dan y entregan información para resolver tales problemas.
b) Cómo argumentan para resolverlos.
c) De qué manera estos intercambios los ayudan a avanzar en la lectura por sí
mismos.

3.1. Objetivos

- Describir condiciones didácticas que posibiliten planificar situaciones de lectura


por parte de los niños considerando la diversidad de conocimientos.

- Relevar algunas intervenciones docentes que favorezcan las interacciones entre


los niños.

- Precisar a qué problemas pueden enfrentarse los niños cuando organizamos


situaciones de lectura en pequeños grupos.

16
4. Resoluciones metodológicas

4.1. Contextualización

Las situaciones de lectura que presentamos se desarrollaron en el Jardín de


Infantes Nº 907 de la zona de City Bell, distrito de La Plata, Provincia de Buenos
Aires, con niños y niñas de cinco y seis años de edad que cursaban la tercera
sección del jardín5.
La población estaba conformada por hijos de familias de clase media baja y clase
media. Los grupos de alumnos de la clase estaban constituidos por treinta niños;
algunos con escolaridad en las salas de tres y cuatro años y otros sin escolaridad
previa en el sistema educativo.
Los niños se mostraron siempre muy comunicativos, curiosos e interesados frente
a las propuestas de enseñanza. Les agradaba conversar, escuchar cuentos e
historias, preguntaban y se ayudaban entre ellos.
En la institución venían desarrollándose propuestas didácticas de lectura y
escritura en diferentes contextos -cotidianos, literarios y para saber más sobre un
tema- y en condiciones de comunicación que resguardaban propósitos didácticos
y sociales para propiciar el acercamiento a la cultura escrita.
Los alumnos ya habían participado en situaciones de lectura de textos literarios en
torno al uso de la biblioteca de la sala: escucharon leer al docente e
intercambiaron opiniones, registraron textos leídos para guardar memoria, se
llevaron libros de la biblioteca de la sala a sus casas en calidad de préstamo,
registraron en fichas personales dichos títulos y se implementaron mesas de libros
para elegir qué leer.
También se propiciaron situaciones de lectura y escritura en torno a saber más
sobre un tema -explorar y leer por sí mismos, tomar notas, escribir por sí mismos-

5
El grupo de trabajo del jardín de infantes Nº 907 estuvo integrado por: Zavala, Noelia -docente a cargo- y Lanz,
Guillermina -observadora-, año 2015. El grupo de alumnos y la maestra sostenían la continuidad en situaciones de lectura
y escritura y participaron de un proyecto “Producción de infografías sobre animales polares” donde se planificaron diversas
situaciones de lectura y escritura articulando contenidos de Prácticas del Lenguaje y del Ambiente Natural y Social. Este
proyecto forma parte del documento curricular “Orientaciones didácticas para el nivel inicial. 7a. Parte. Ambiente Natural y
Social y Prácticas del lenguaje. Análisis de un proyecto sobre animales”. DGCyE, Provincia de Buenos Aires, 2015.

17
y en contextos cotidianos -registrar y usar el nombre propio y de pares, escribir
listas, agendas, invitaciones, pedidos a las familias entre otras-.

4.2. Análisis de datos

Para el relevamiento de datos realizamos observaciones previas en la sala


atendiendo a la dinámica grupal en el contexto de las propuestas que se venían
desarrollando6.
Mantuvimos reuniones presenciales donde abordamos algunos problemas
didácticos: intervenciones del docente, reformulación de contenidos, revisión y
programación de la clase siguiente. También reorganizamos los grupos de
alumnos pues -como es esperable- los niños transforman sus conocimientos tanto
en lo relativo a las prácticas del lector como a los niveles de conceptualización de
la escritura.
Todas las clases de las situaciones de lectura se registraron: algunas fueron
filmadas y otras grabadas incluyendo en ambos casos informes narrativos.
Planificamos cada clase previamente con la situación específica a desarrollar y
evaluamos los avances que se advertían en las clases y las dificultades didácticas.
En los casos que analizamos en este trabajo, se transcriben en forma textual las
voces de los niños y las intervenciones docentes obviando aspectos del habla que
podrían dificultar la lectura o no se ajustan a los objetivos de este trabajo
(repeticiones del docente, otros comentarios de los niños propios de su estadía en
el jardín o interrupciones).

El análisis que realizamos fue manual, focalizando en los diferentes tipos de


intercambios que se suscitaban entre los niños. Recogimos los datos más
significativos que se advertían al momento de leer: problemas, formas de
resolverlos, diversidad de interpretaciones. Tomamos como indicadores de
análisis las preguntas, respuestas, discusiones, argumentaciones y
fundamentaciones como también diferentes puntos de vista que iban apareciendo

6
Nos referimos a las propuestas didácticas explicitadas en el apartado “Contextualización” de p.17.

18
en los actos de lectura. Establecimos relaciones entre las posibilidades lectoras de
los niños y los intercambios que se generaban mostrando cómo la interacción
posibilita que se coordinen progresivamente diferentes puntos de vista ante un
desafío planteado, que se construya un saber común.
La mayoría de los casos analizados se centran en algunos problemas que van
enfrentando los niños y los diferentes intercambios que se producen para
progresar en la adquisición del sistema de escritura, sin embargo no quedan
excluidos aquellos relativos a las prácticas del lector y los conocimientos sobre los
textos.

4.3. Las situaciones de lectura

Las situaciones de lectura que plantean a los niños el desafío de leer por sí
mismos se planifican tomando en cuenta un criterio fundamental: concebir a los
alumnos como lectores plenos, evitando colocarlos en posiciones de
“descifradores” o “sonorizadores de textos”. Los niños deben poner en acción sus
conocimientos para resolver el problema que se les plantea y para ello el docente
debe proveer de un contexto que les posibilite hacer anticipaciones sobre lo que
puede estar escrito y organice un intercambio que brinde oportunidades de
confirmar o rechazar tales anticipaciones en función de los datos que el texto y su
contexto proporcionan (Lerner et al., 1999).
Las situaciones de lectura presentadas a los niños se enmarcan en una secuencia
didáctica. Miriam Nemirovsky define una secuencia didáctica y afirma:

“[...] adopto la denominación más neutra, amplia, y menos conflictiva de


secuencia didáctica para designar a la organización del trabajo en el aula
mediante conjuntos de situaciones didácticas estructuradas y vinculadas
entre sí por su coherencia interna y sentido propio, realizada en momentos
sucesivos” (Nemirovsky, 1999, p.124)

Así , las secuencias proponen situaciones sucesivas y alternadas de lectura,


escritura, intercambios orales y reflexión sobre el lenguaje organizadas alrededor

19
de una práctica sostenida o un eje temático. En el desarrollo de la secuencia, los
niños ejercen las prácticas del lector y del escritor y profundizan o enriquecen su
formación como tales.

La secuencia dentro de la que situamos las situaciones de lectura siguió los


siguientes momentos:
 Formulación del problema a los niños: interrogantes que guían la tarea.
 Explicitación de propósitos con los niños.
 Registro de acuerdos: escrituras para guardar memoria y poder retomar así
el propósito comunicativo recordando el destinatario y potencial lector.
 Búsqueda de información general y localización específica.
 Espacios de intercambios colectivos.
 Escrituras intermedias: toma de notas colectivas.
 Producciones escritas finales: las situaciones de escritura se realizaron en
dos sesiones, en la primera los niños escribieron retomando información de
las escrituras intermedias y en la segunda los niños tuvieron oportunidad
de revisar y textualizar para la edición final.

En esta propuesta realizamos sucesivas planificaciones y para la elaboración y


diseño de las situaciones de lectura consideramos: contenidos relativos a
quehaceres del lector y adquisición del sistema de escritura, propósitos didácticos
-generales y específicos- y comunicativos, momentos de la situación, consignas
del docente e intervenciones, distribución de textos y dinámica de las clases (en
parejas de alumnos).
En el contexto de la secuencia y como ya señalamos, focalizamos en las
situaciones de lectura de búsqueda de información general y de localización
específica con el propósito de saber más sobre un tema. Los niños se enfrentaron
al desafío de leer en función de un propósito: buscar información sobre “las
hormigas” y “las tortugas terrestres” para saber más sobre estos animales7.

7
El tema de interés: buscar información sobre “las hormigas” y “las tortugas terrestres” surge en el desarrollo de las
modalidades organizativas: Unidad Didáctica “La laguna del bosque” y Proyecto “Cartelera de animales en extinción”.

20
5. Condiciones didácticas

Retomando nuestro propósito en este trabajo, analizamos la interacción entre


pares en situaciones de lectura de búsqueda de información general y de
localización específica de textos informativos de Ciencias Naturales.
Enunciamos entonces algunas condiciones didácticas que se previeron durante el
desarrollo de las situaciones planteadas: criterios de selección de textos,
organización de las clases, intervención docente.

Criterios de selección de textos

Para seleccionar los textos la docente tuvo en cuenta presentar variedad en


cuanto a su uso social y características que resguarden el tipo de discurso
predominante8.
Sabemos que la forma de presentar y organizar la información ayuda a transitar
distintas modalidades de lectura y colabora en la construcción del conocimiento.
La presencia de indicadores que resaltan determinado tipo de información textual -
relación de títulos y subtítulos; inclusión de dibujos, gráficos, fotografías; epígrafes
y la relación imagen-texto; presencia de índices y glosarios; resaltados con
negritas, bastardillas o subrayados- facilitan la exploración general y la localización
específica de información en el cumplimiento del propósito lector que se persigue
(Aisemberg, 2005).
De los textos seleccionados, algunos están escritos para un público infantil; sin
embargo su estructura y contenido no se descontextualizan de las características
explicitadas (el lenguaje no se infantiliza ni desvirtúa, no aparecen usos de
diminutivos -muchas veces utilizados para los niños pequeños-, no hay presencia
de personificación -por ejemplo no aparece el discurso enunciativo del tipo “ Soy la
hormiga…”-, las ilustraciones responden a fotografías y/o dibujos próximos al
entorno natural y la información que brindan se ajusta a la científica). También se

8
Ya explicado en el marco teórico sobre textos informativos de Ciencias Naturales, p.15.

21
incorporaron enciclopedias y revistas de divulgación científica destinadas para un
público general.
En todos los casos, la variedad en la selección se centró en considerar el soporte
habitual del texto informativo y sus características y la intención didáctica de
plantear nuevos problemas a los niños frente al abordaje de los mismos.
Los textos informativos seleccionados presentaron las siguientes características:
algunos informaban exclusivamente sobre el tema, otros incluían además temas
donde la información podía anticiparse desde títulos al interior de sus páginas o
sólo subtítulos. Algunas enciclopedias presentaban escrituras destacadas al
interior de sus páginas con y sin imágenes alusivas (se trata de textos con
escrituras despejadas en su parte superior donde la información suministrada
muchas veces no presenta “ayudas al lector para circunscribir el tema” -subtítulos,
epígrafes-). Otros textos no contenían la información pertinente al tema pero las
imágenes podían ser similares a lo buscado y finalmente los que no poseían la
información buscada.
Para la exploración de información general se trabajó en el aula con treinta textos
en función de la cantidad de alumnos y para resguardar la elección individual. En
estas situaciones también se incorporaron textos literarios que conformaban las
bibliotecas de salas. Para información específica se trabajó con textos informativos
y se descartaron los que no contenían información relevante -previa selección con
los niños- . Se restringió este corpus a quince libros a fin de distribuir a cada
pareja un ejemplar.

Organización de las clases

En el contexto de las situaciones de lectura propuestas los momentos de las


clases se organizaron en agrupamientos de parejas. Esta decisión responde al
criterio de que, por lo general, en pareja los niños se ven obligados no sólo a
interactuar con el texto sino también a hacerlo con su compañero. Al ser dos
niños, resguardamos que ambos sean responsables de la búsqueda y deban
sostener juntos las ideas que la justifican.

22
Tomamos las siguientes variables, en forma simultánea, al formar las parejas de
alumnos:
1) Niños que verbalizaban sus conocimientos y no ejercían una autoridad
explícita uno sobre el otro.
2) Niños próximos en sus niveles de conceptualización del sistema de
escritura9.
3) Niños que sostenían la continuidad sistemática en las clases con
aquellos que lo hacían en forma más discontinua.
Las parejas que registramos en este trabajo: Clara y Milagros y, Augusto y Agustín
se ajustan a estos criterios.
Por último, nos interesa señalar que en todas las clases al finalizar tanto la
búsqueda de información general como específica la docente medió con su lectura
a fin de que los niños interpreten y otorguen significado. Para ello se habilitaron
espacios de situaciones colectivas para compartir información y explicaciones de
la docente como también momentos de puesta en común para socializar
conocimientos y estrategias de lectura, debatir puntos de vista y aprender en un
clima de colaboración.

Intervención docente

Las situaciones didácticas donde los niños deben interpretar un texto por sí
mismos se caracterizan por presentar la escritura de manera contextuada, es
decir, siempre acompañada de un contexto gráfico y/o un contexto verbal
(Kaufman, A.M., 1993).
En los textos informativos el contexto gráfico se presenta a través de dibujos o
fotos, a veces sin imagen, pero siempre en su soporte habitual con variedad
tipográfica, de extensión y de distribución en la página. El contexto verbal guarda
relación con toda la información, ya sean pistas o ayudas que brinda el docente

9
Para la organización del trabajo en pequeños grupos los niños se dispusieron por niveles próximos. Esto supone
considerar que puede haber diferencias en cuanto a su aproximación a un saber, pero no tanta como para que no
entiendan, para que no puedan trabajar juntos y ayudarse mutuamente, sin obstaculizarse. En algunos aspectos de la
lengua escrita, niveles próximos refiere a niños con escritura silábica inicial y niños con escritura silábica estricta/ niños con
escritura silábica con y sin valor sonoro/ con escritura alfabética inicial y niños preocupados por la ortografía; niños que solo
anticipan "lo que dice" por la imagen y niños que tienen en cuenta las letras/ los que tienen en cuenta las letras
sistemáticamente y los que están empezando a leer solos en el sentido convencional de leer (Castedo, 2010).

23
para que los niños puedan elaborar predicciones posibles sobre el sentido del
texto: averiguar dónde dice algo, qué dice o cómo dice a fin de que anticipen de
manera cada vez más ajustada aquello que un texto dice.
Considerando estas características, para la planificación y el desarrollo de las
clases focalizamos en aspectos de la intervención docente tales como: qué
consignas brindar para que sean los niños los responsables de encontrar
soluciones al problema planteado, en qué momentos asumir el silencio a fin de
que los alumnos dispongan de tiempos necesarios para pensar, resolver y decir,
cuándo resultaría adecuado validar un saber que circula en el grupo y cuándo esto
no sería conveniente, en qué situación informar algo -y cuándo no- porque son los
niños quienes pueden descubrirlo, durante qué momentos el contenido se
comunica en acción y cuándo es objeto de reflexión.
Estas y otras intervenciones fueron objeto de análisis y revisión crítica desde una
evaluación colaborativa entre el grupo de trabajo.

24
6. Análisis de situaciones didácticas planteadas a los niños

En este apartado presentamos la situación de lectura planteada a los niños, luego


introducimos fragmentos de registros de clase donde focalizamos en los
momentos de interacción entre parejas. Seguidamente analizamos los
intercambios que realizan los niños en función de los problemas que van
resolviendo y por último recuperamos los avances y construcciones colaborativas
que se han posibilitado. También seleccionamos un fragmento de una puesta en
común, donde se comparte con el grupo clase total el hallazgo de información de
una pareja de niños.

6.1. Situación 1: Exploración de textos para buscar información general

La docente propone a los niños situaciones de exploración y lectura de diversos


materiales de la biblioteca para obtener información y respuesta al interrogante
que guía la tarea: buscar información sobre las tortugas terrestres para saber más
sobre ellas.
Los niños disponen de cierta información sobre el tema producto de lecturas
introductorias, explicaciones de la docente e intercambios en la sala. Se organizan
los grupos de trabajo en parejas y se distribuyen los materiales de lectura (textos
literarios y textos informativos). Durante la exploración los niños miran los libros,
observan ilustraciones, se detienen para mirar alguna página, comparten aquello
que encontraron, conversan sobre lo que está escrito y formulan hipótesis.

25
Pareja: Clara y Milagros

1.Docente: Clara y Milagros ¿Pueden buscar en estos libros cuál podemos leer
para buscar información de las tortugas terrestres? Se los dejo aquí y me llaman
cuando encuentran algo.
2.Clara: (Toma el libro “LUCAS Y UNA TORTA DE TORTUGA”) ¡Lucas! Acá hay
un montón sobre la tortuga. Una tortuga, una tortuga, una tortuga, otra tortuga,
una tortuga, una tortuga (mientras hojea el libro se va deteniendo en las páginas
señalando las ilustraciones de la tortuga). ¡Mirá! A la tortuga la metieron para
lavarla (riéndose se dirige a Milagros).
3.Milagros: Yo ya lo vi a ese. La seño nos contó.
4.Clara: (Mira la tapa) ¡Pará! Acá dice “Lucas” (señala “LUCAS”),
“perdió la a” (señala “Y UNA TORTA”).
5.Milagros: (Sigue la lectura y los señalamientos de Clara) ¡No!
6.Clara: No, cierto no. Pensé que era “Lucas perdía la a”
pero tendría que estar acá la “a” (señala “E” en ilustración
de cubos de letras) y no , no está. Mirá acá dice “Lucas” (señala “LUCAS”) y acá
también dice “Lucas” (señala “LOS CAMINADORES”). Te explico.
7.Milagros: Acá dice “Lucas” (señala “LUCAS”) y acá (señala “LOS” en “LOS
CAMINADORES”) ( Silencio).
8.Docente: A ver ¿de dónde hasta dónde dice “Lucas”?

26
9.Clara: De acá hasta acá (señala letras “L” y “S” en “LUCAS”).
10.Milagros: De acá hasta acá (señala letras “L” y “S” final en “LOS
CAMINADORES”).
11.Docente: Bueno, acá hay un problema, ella dice que de acá hasta acá dice
“Lucas” (señala “LUCAS”) y vos que de acá hasta acá también dice “Lucas”
(señala “LOS CAMINADORES”).
12.Clara: Sí, sí, pero en los dos dice “Lucas”.
13.Docente: ¡Ah! En los dos dice “Lucas”.
¿En los dos dice lo mismo?
14.Clara: ¡Sí!
15.Docente: O sea que acá dice “Lucas” (señala “LUCAS”) y acá dice “Lucas”
(señala “LOS CAMINADORES”).
16.Milagros: (Niega con la cabeza). No, no dice en los dos. Acá dice “Lucas”
(señala “LOS CAMINADORES”). Acá esta la “o” (señala letra “O” en “LOS”), “lo”,
“lo” y (silencio).
17.Clara: Y acá está la “u” (señala letra “U” en “LUCAS”) ”lu”, “lu”. Acá dice
“Lucas”, ves (señala “LUCAS”), “lu, lu, ca, ca, cas” (sonido “s” sostenido) y acá
dice (silencio).
18.Milagros: “Lo, lo” (señala “LO” en “LOS CAMINADORES”).
19.Clara: “Lo, lo” (señala “LOS”), “ca, cam “ (sonido “m” sostenido) (señala hasta
“CAM” en “CAMINADORES”). Acá dice “Lucas”, está la “u”, me doy cuenta ves,
“lu, lu” (sonido “u” sostenido), está la “u” (señala letra “U” en “LUCAS”) y acá esta
la “ese” (señala letra “S” final en “LOS CAMINADORES”) y “Lucas” termina con
“ese”, ves (señala letra “S” en “LUCAS”). Capaz que ella se confundió porque
también está la “ese” (se dirige a la maestra).
20.Milagros: Pero acá está la “o” (señala letra “O” en “LOS”).
21.Clara: Y en “lu” entran dos, ves (señala “LU” en “LUCAS”).
22.Milagros: Acá también dice, porque tiene la “ele” y la “u” (señala “LU” en
“LUCAS”) y se llama “Lu, Lucas” y acá está la “ele” y la “o” (señala “LO” en “LOS
CAMINADORES”).
23.Docente: ¿Y en algún lado, acá (señala “LOS CAMINADORES”) está la “u”?

27
24.Milagros: No, no está, ves (señala “LO” en “LOS CAMINADORES”). Ah sí, acá
dice “Lucas” (señala “LUCAS”).
25.Clara: “Lucas” (sonido “s” sostenido), pero también está la “ese”, “Lucas”
(sonido “s” sostenido).
26.Docente: Si, también está la “ese”, pero acá dice “Los caminadores” (lee y
señala “LOS CAMINADORES”) y no está la “u” pero los dos terminan con “ese”.
“Los caminadores”.
27.Milagros: Ah (ríe). Sí, también pensamos que decía eso, de “caminar”.
28.Docente: Ah, qué interesante ¿y por qué pensaron de “caminar”?
29.Milagros: Algunas no suenan iguales pero algunas sí.
30.Clara: Sí, algunas, algunas.
31.Docente: Bien, este es el libro de “Lucas” ¿no es cierto? y ustedes dicen que
acá puede haber información sobre las tortugas para aprender cómo son, dónde
viven, cómo nacen.
32.Clara: Porque este es de “Lucas perdió la tortuga”.
33.Milagros: ¡Sí! Es un cuento. Ya lo leímos.
34.Clara: Y por esta tapa nos puede dar información
(señala ilustración de contratapa), la contratapa (señala reseña).
35.Docente: Ah, por la contratapa nos dará información de la
tortuga.
36.Milagros: Sí, o capaz que te dice de qué es el cuento.
37.Docente: Bueno, les leo primero acá (señala el título). (Lee) “Lucas y una torta
de tortuga”, (lee) “Silvia Schujer” es la autora y las ilustraciones de (lee) “Huadi”.
(Lee) “Colección Los Caminadores”. Sigo leyendo acá, donde ustedes me dicen
(lee contratapa) “En la vida de Lucas hay tres grandes novedades. Una que se le
cayó un diente. Dos, además de la tortuga, Lucas tiene ahora perro. Tres, que su
hermano Simón ya cumplió un año. En la fiesta de cumpleaños hubo globos, papel
picado, sombreritos para todos, una torta con cuatro patas. ¿Qué si era rica? No
es lo más importante. Lo importante es que CA-MI-NA- BA...”. O sea que de este
libro ¿podemos averiguar de la tortuga?

28
38.Milagros: Si, podemos saber algunas cosas. Este ya lo leímos con vos (se
dirige a la maestra) y nosotras también. Acá hay una parte de la tortuga.
39.Docente: Les voy a leer una partecita que ustedes dicen que habla sobre la
tortuga. (Lee) “Hay muchas cosas que una tortuga puede hacer cuando está
triste, dejar de comer la lechuga, y volverse medio arrugada como le pasó a
Manuelita, otras esconderse en el lavarropas y dejarse marear por el oleaje del
lavado cada vez que se prende”. ¿Aquí tendríamos información para aprender
sobre la tortuga?
40.Milagros: Y, algo dice.
41.Docente: Claro, algunas cosas. Vieron que ustedes ya buscaron información
para aprender de los animales del polo ¿verdad?
42.Clara: Sí, de los animales polares y en el polo no vive la tortuga.
43.Docente: ¡Muy bien, cómo saben! Y cuando ustedes buscaron información de
los animales polares buscaron en este tipo de libros (muestra los textos literarios
“LUCAS Y UNA TORTA DE TORTUGA” y “Manuelita ¿dónde vas?”).
44.Milagros: ¡No!
45.Clara: ¡No, no! Buscamos en un libro como éste
(toma el libro “ANIMALES SALVAJES”), pero que acá estaba el
pingüino (señala ilustración del tigre).
46.Milagros: Acá estaban todos así viste (va a la contratapa),
con los animales del polo.
47.Clara: Estaban los animales del polo.
48.Docente: Entonces ¿algunos de estos libros servirán para leer información de
la tortuga?
49.Clara: No, no, dicen cosas pero ya los leímos y no nos dan información.

En esta situación observamos cómo las niñas argumentan las discusiones con
opiniones diversas e intercambian información pertinente, avanzando en la
localización del texto que ellas consideran podría brindar información sobre “la
tortuga”.

29
Comienzan a confrontar diferentes puntos de vista al seleccionar el texto literario
focalizando en datos del título “LUCAS Y UNA TORTA DE TORTUGA”. Ante la
anticipación inicial de Clara de dónde dice “Lucas” y la no aceptación de Milagros;
Clara resuelve este problema estableciendo relaciones entre oralidad y escritura
sobre la pertinencia de una letra, la “a”:
4.Clara: (Mira la tapa) ¡Pará! Acá dice
“Lucas” (señala “LUCAS”), “perdió la a”
(señala “Y UNA TORTA”).
5.Milagros: (Sigue la lectura y los
señalamientos de Clara) ¡No!
6.Clara: No, cierto no. Pensé que era
“Lucas perdía la a” pero tendría que
estar acá la “a” (señala “E” en
ilustración de cubos de letras) y no, no
está (…).

Ante la hipótesis de dónde dice “Lucas” ambas basan sus argumentaciones en


relaciones entre índices iniciales y finales, pero en diferentes escrituras:
6.Clara: (…) Mirá acá dice “Lucas”
(señala “LUCAS”) y acá también dice
“Lucas” (señala “LOS CAMINADORES”).
Te explico.
7.Milagros: Acá dice “Lucas” (señala
“LUCAS”) y acá (señala “LOS” en
“LOS CAMINADORES”) (Silencio).
9.Clara: De acá hasta acá (señala letras
“L” y “S” en “LUCAS”).
10.Milagros: De acá hasta acá
(señala letras “L” y “S” final en “LOS
CAMINADORES”).

30
Frente al problema que plantea la docente de localizar dónde dice efectivamente
“Lucas” (Si en “LUCAS” o en “LOS CAMINADORES”) vuelven a reparar en partes
escritas y su relación con la oralidad de diferente manera, avanzando en la
reflexión conjunta sobre unidades menores de la cadena escrita. Si bien Clara
sostiene que en dos formas escritas diferentes puede decir lo mismo, Milagros
contraargumenta y, ante la nueva intervención docente, brinda información sobre
la relación oralidad- escritura de “lo” que resulta pertinente para “Los”:
11.Docente: Bueno, acá
hay un problema, ella
dice que de acá hasta
acá dice “Lucas” (señala
“LUCAS”) y vos que de
acá hasta acá también
dice “Lucas” (señala
“LOS CAMINADORES”).
12.Clara: Sí, sí, pero en
los dos dice “Lucas”.
13.Docente: ¡Ah! En los
dos dice “Lucas”. ¿En los
dos dice lo mismo?
14.Clara: ¡Sí!
16.Milagros: (Niega con
la cabeza). No, no dice
en los dos. Acá dice
“Lucas” (señala “LOS
CAMINADORES”). Acá
esta la “o” (señala letra
“O” en “LOS”), “lo”, “lo” y
(silencio).

31
Clara repara en la información brindada por su compañera y ajusta sus
argumentaciones al tiempo que da nueva información sobre índices finales de la
escritura y el nombre de las letras mostrando partes iguales de escrituras
diferentes. También está defendiendo su hipótesis inicial al reparar en letras
finales iguales:

18.Milagros: “Lo, lo” (señala “LO”


en “LOS CAMINADORES”).
19.Clara: “Lo, lo” (señala “LOS”), “ca, cam”
(sonido “m” sostenido), (señala hasta
“CAM” en “CAMINADORES”). Acá dice
“Lucas”, está la “u”, me doy cuenta ves,
“lu, lu” (sonido “u” sostenido), está la “u”
(señala letra “U” en “LUCAS”) y acá esta
la “ese” (señala letra “S” final en “LOS
CAMINADORES”) y “Lucas” termina con
“ese”, ves (señala letra “S” en “LUCAS”).
Capaz que ella se confundió porque
también está la “ese” (se dirige a la
maestra).

Para sostener su hipótesis, Clara agrega nueva información complementaria sobre


aspectos cuantitativos en recortes silábicos:
20.Milagros: Pero acá está la “o”
(señala letra “O” en “LOS”).
21.Clara: Y en “lu” entran dos, ves
(señala “LU” en “LUCAS”).

La docente pregunta sobre la pertinencia de una letra y las niñas sostienen sus
argumentaciones al reparar en recortes menores de la cadena escrita:

32
22.Milagros: Acá también
dice, porque tiene la “ele”
y la “u” (señala “LU” en
“LUCAS”) y se llama “Lu,
Lucas” y acá está la “ele”
y la “o” (señala “LO” en
“LOS CAMINADORES”).
23.Docente: ¿Y en
algún lado, acá
(señala “LOS
CAMINADORES”)
está la “u”?
24.Milagros: No, no está,
ves (señala “LO” en “LOS
CAMINADORES”). Ah sí,
acá dice “Lucas” (señala
“LUCAS”).
25.Clara: “Lucas” (sonido “s”
sostenido), pero también
está la “ese”, “Lucas” (sonido
“s” sostenido).

Ante la intervención de la docente, quien repone lo que dice el texto al leer “Los
Caminadores”, Milagros brinda información sobre partes iguales desde la oralidad
entre “caminar y caminadores” y Clara afirma lo observado por su compañera:
27.Milagros: Ah, (ríe). Sí, también
pensamos que decía eso, de
“caminar”.
29.Milagros: Algunas no suenan
iguales pero algunas sí.

33
30.Clara: Sí, algunas, algunas.

Seleccionado el texto “LUCAS Y UNA TORTA DE TORTUGA”, las niñas


comienzan a intercambiar sobre la pertinencia o no para leer información sobre las
tortugas terrestres. En este intercambio se entregan información relativa al género
y subgénero del texto y aportan características de datos paratextuales:
31.Docente: Bien, este
es el libro de “Lucas”
¿no es cierto? y ustedes
dicen que acá puede
haber información sobre
las tortugas para
aprender cómo son,
dónde viven, cómo
nacen.
32.Clara: Porque este es de
“Lucas perdió la tortuga”.
33.Milagros: ¡Sí! Es
un cuento. Ya lo
leímos.
34.Clara: Y por esta tapa nos
puede dar información (señala
ilustración de contratapa), la
contratapa (señala reseña).
35.Docente: Ah, por la
contratapa nos dará
información de la
tortuga.
36.Milagros: Sí, o
capaz que te dice
de qué es el cuento.

34
A través de la relación con otras situaciones ya trabajadas donde leyeron
información para saber más sobre animales polares, señalan el texto “ANIMALES
SALVAJES” como adecuado para buscar información:
43.Docente: ¡Muy bien,
cómo saben! Y cuando
ustedes buscaron
información de los
animales polares
buscaron en este tipo de
libros (muestra los textos
literarios “LUCAS Y UNA
TORTA DE TORTUGA” y
“Manuelita ¿dónde vas?).
44.Milagros: ¡No!
45.Clara: ¡No, no!
Buscamos en un libro
como éste (toma el libro
”ANIMALES SALVAJES”),
pero que acá estaba el
pingüino (señala
ilustración).

46.Milagros: Acá
estaban todos así viste
(va a la contratapa), con
los animales del polo.

En síntesis, podemos señalar que se han generado avances y nuevas


construcciones en función de los intercambios producidos para resolver problemas
tales como: dónde dice, cómo dice, con cuál letra empieza, con cuál termina, en
qué orden deben estar para que diga lo que debe decir.

35
En los procesos de interacción, las niñas se dan y reciben información
reflexionando juntas sobre el sistema de escritura: la relación entre cadena oral y
cadena escrita, indicadores cualitativos y cuantitativos para reparar en partes
menores de la escritura, exigencias de alternancia en partes diferentes de lo
escrito, el nombre de algunas letras. También argumentan desde sus
conocimientos sobre los textos y esto les permite avanzar modificando hipótesis
iniciales. Los problemas que van resolviendo son observables entre las niñas al
confrontar diferentes puntos de vista, al defender sus hipótesis y argumentarlas, al
realizar diferentes interpretaciones y a partir de ellas transformar sus saberes
iniciales avanzando en una nueva construcción del conocimiento en forma
cooperativa.

6.2. Situación 2: Exploración de textos para localizar información específica

La docente organiza un encuentro de exploración de libros, pero esta vez la


búsqueda está orientada a localizar información específica.
Se les propone a los niños que la búsqueda la realicen en un texto que la docente
les brinda: Agustín y Augusto indagarán sobre “Las hormigas” y Clara y Milagros,
quienes ya han abordado el desafío de cómo ubicar la información sin leer página
por página y han explorado las diferentes formas en que aparecen los índices, lo
harán sobre “La tortuga” buscando en el índice.

Pareja: Agustín y Augusto

1.Docente: Miren el libro, fíjense como hacen siempre y


si encuentran algo sobre las hormigas, lo marcamos para
leer. Este libro ya lo habían elegido otros compañeros
porque tiene algo de información de las hormigas pero
debemos buscar dónde está esa información para leerla.
2.Agustín: (Hojea el libro y señala las imágenes) un escarabajo, el cuerno,
mariposa, mosquito, araña. Acá hay una hormiguita
(señala imagen en la página “INTERIOR DE UN HORMIGUERO”).

36
3.Augusto: Hormiga, hormigas (señala las imágenes).
4.Agustín: Si, el huevo (señala imagen).
5.Docente: ¿Marcarían esta página para leer sobre las hormigas?
6.Augusto: No.
7.Agustín: ¿No? ¿Sí o no, qué decís?
8.Augusto: Sí.
9.Docente: ¿En algún lado hay algo para leer, hay algo escrito para leer? (señala
imágenes).
10.Agustín: Sí, acá (señala inicio de “Hormiga obrera”), acá (señala inicio de
“Hormiga reina”).
11.Augusto: Acá (señala inicio de “larva”), acá (señala inicio de
“túnel”).
12.Docente: ¿Y en algún lado podrá decir hormiga?
13.Augusto: “Hormiga”, “o” (sonido “o” sostenido). Acá (señala “obrera” en
“Hormiga obrera”). Empieza con la “o”.
14.Agustín: Y termina con la “a”. Pero acá no dice, porque después
va la “eme” (señala letra “o” en “obrera” y letra “m” en “Hormiga”).
15.Augusto: Ah, sí (lee señalando “Hormiga” en “Hormiga obrera”)
“hor- hor- hormiga”, la “o” y termina con la “a”.
16.Docente: Ahora, ¿aquí hablará de las hormigas?
(Refiere a otra página del libro con imagen señalada
por los niños).
17.Agustín: No, de los abejorros, porque vuelan (señala
imágenes de abeja y avispa).
18.Augusto: Acá (señala letra “H” en “HORMIGAS”) y acá
(señala imagen de hormiga). Acá dice “Hormigas”
(señala “HORMIGAS” en “HORMIGAS, ABEJAS Y AVISPAS”)
y hasta acá (señala la coma en “HORMIGAS, ABEJAS Y AVISPAS”).
19.Agustín: No, acá (lee señalando “HOR/ MIGAS/ ABEJAS” alargando sonido de
“a” final) “hor- mi- gas”.
20.Augusto: Hasta acá (señala la coma en título), acá (señala la coma).

37
21.Agustín: Ah, sí (lee señalando “HOR/ MI/ GAS”) “hor - mi - gas”.
22.Docente: ¿Están seguros? ¿Cómo se dieron cuenta que ahí dice “hormigas”?
23.Augusto: ¡Vimos! (insiste señalando la coma). Acá (lee señalando “HOR/ MI/
GAS” en “HORMIGAS, ABEJAS Y AVISPAS” y se detiene señalando la coma)
“hor - mi-gas”.
24.Docente: Ah, muy bien. Eso se llama coma y se usa para escribir. Cuando lo
leo no se dice. Y sí, hasta ahí dice “Hormigas”. Les leo (lee señalando cada
palabra) “hormigas, abejas y avispas”.
25.Augusto: ¿Y acá? (señala imagen de hormiga y se dirige a la maestra).
26.Docente: “Hormiga” (lee señalando epígrafe de imagen).

En este fragmento los niños inician la búsqueda observando las imágenes. Ante la
intervención docente de dónde hay algo para leer, Agustín consulta con su
compañero y reparan en partes escritas:
5.Docente: ¿Marcarían
esta página para leer
sobre las hormigas?
6.Augusto: No.
7.Agustín: ¿No? ¿Sí o
no, qué decís?
8.Augusto: Sí.
10.Agustín: Sí, acá
(señala inicio de
“Hormiga obrera”), acá
(señala inicio de
“Hormiga reina”).
11.Augusto: Acá (señala
inicio de “larva”), acá
(señala inicio de “túnel”).

38
Nuevamente ante la intervención docente de dónde podrá decir “Hormiga”,
Augusto aporta información sobre la relación entre cadena oral y cadena escrita
en índices iniciales ajustando en partes de la estructura nominal “ hormiga obrera”,
la “o” de “obrera”. Agustín brinda información complementaria sobre el índice final
“a” de “Hormiga” y argumenta que no dice en “obrera” al descubrir otras partes al
interior de la cadena escrita: “la eme”. Ante la entrega de esta nueva información
Augusto acuerda con Agustín y vuelve a interpretar la escritura de “Hormiga”
ajustando el índice inicial y final de “Hormiga” desde la oralidad:
13.Augusto: “Hormiga”, “o” (sonido “o”
sostenido). Acá (señala “obrera” en
“Hormiga obrera”). Empieza con la
“o”.
14.Agustín: Y termina con la “a”. Pero
acá no dice, porque después va la
“eme” (señala letra “o” en “obrera” y
letra “m” en “Hormiga”).
15.Augusto: Ah, sí (lee señalando
“Hormiga” en “Hormiga obrera”) “hor-
hor- hormiga”, la “o” y termina con la
“a”.

Este intercambio les ha permitido avanzar para resolver el problema de localizar


dónde dice “Hormiga”: señalan el orden y el nombre de las letras iniciales y finales
estableciendo la relación entre oralidad y escritura y advierten la pertinencia de la
“eme” de “hormiga” al interior de la cadena escrita, realizando diferenciaciones
cualitativas.

Al seguir explorando el texto, se detienen en otra página. Ante el problema que


plantea la docente de señalar si en esa página habrá también información de las
hormigas, Agustín argumenta su hipótesis centrándose en las ilustraciones.
Augusto brinda información sobre cierta relación entre escritura e imagen y ajusta

39
la interpretación de lo escrito para argumentar sus ideas señalando la coma en el
título, Agustín contraargumenta la interpretación de Augusto ajustando sólo en la
escritura del título y Augusto defiende su hipótesis insistiendo en el señalamiento
de la coma. Agustín reacomoda su interpretación al observar el señalamiento de
su compañero:
16.Docente: Ahora,
¿aquí hablará de las
hormigas? (Refiere
a otra página del
libro con imagen
señalada por los
niños).
17.Agustín: No, de los
abejorros, porque
vuelan (señala
imágenes de abeja y
avispa).
18.Augusto: Acá (señala letra “H”
en “HORMIGAS”) y acá (señala
imagen de hormiga). Acá dice
“Hormigas” (señala “HORMIGAS”
en “HORMIGAS, ABEJAS Y
AVISPAS”) y hasta acá (señala la
coma en “HORMIGAS, ABEJAS Y 19.Agustín: No, acá
AVISPAS”). (lee señalando “HOR/
MIGAS/ ABEJAS”
alargando sonido de
“a” final) “hor - mi -
gas”.

40
Ante la intervención docente de asegurar si efectivamente ahí dice “Hormigas”,
Augusto argumenta estableciendo relaciones entre oralidad y escritura y
reafirmando la marca de la coma como indicador posible del final de la escritura
“Hormigas”:
22.Docente: ¿Están seguros? ¿Cómo
se dieron cuenta que ahí dice
“hormigas”?
23.Augusto: ¡Vimos! (insiste señalando
la coma). Acá (lee señalando “HOR/
MI/ GAS” en “HORMIGAS, ABEJAS Y
AVISPAS” y se detiene señalando la
coma) “hor - mi- gas”.

En estos intercambios los niños usan la información que se brindan para avanzar
en el problema que se les presenta sobre la localización de títulos que refieran a
“Hormigas”. Para resolver este problema se centran en un principio en las
ilustraciones y establecen relaciones con indicadores del texto: índices
cualitativos y otros aspectos del sistema de escritura, por ejemplo la coma, y
reacomodan la interpretación de lo leído a través de la pertinencia de las letras y
sus sonidos. Estos avances dan cuenta de ciertas transformaciones conceptuales
ya que en un principio las imágenes juegan un papel privilegiado y luego
descubren que el texto mismo es portador de sentido.

Pareja: Clara y Milagros


1.Docente: Fíjense en qué parte de este libro
podemos leer para aprender sobre la tortuga.
2.Clara: Y podemos mirar acá, acá dice que animales
pueden estar (va a última hoja del libro),
todos los que pueden estar. Acá está el índice.
3.Milagros: Sí, es el índice.

41
4.Clara: Y podemos fijarnos si en uno que esté la hoja (señala fila de números)
está la tortuga.
5.Clara: “Tor - tor“.
6.Milagros: “Torta, torta”, sí; suena con “torta” “tortuga”.
7.Clara: “Tom, tom, tom” (sonido “m” sostenido). Tiene la letra de “Tomás”, “tom”
(sonido “m” sostenido).
8.Milagros: ¿Puede estar por acá? (señala primera columna del índice).
9.Clara: Acá sólo hay dos formas de letras, mirá, la “e” (Señala letra “E” inicial en
“El león”) y la (silencio) ¿Qué letra es? (señala letra “L” en “La pantera”). “A, a, a”
(sonido “a” sostenido).
10.Milagros: Sí, algunos con la “e” y algunos con “ele” (señala letra “L” en “ La
pantera”).
11.Docente: Qué interesante lo que dicen. Vos decís que todos empiezan con la
“e” (señala “El” en “El león”) y otros ¿con la “a”? (señala “a” en “ La” de “La
pantera”).
12.Milagros: No, con la “a” ¡no!
13.Clara: Algunos con la “e” y algunos con la “ele”.
14.Docente: Claro, miren les voy a leer algunas.
(Lee con señalamiento) “El león, el tigre, el leopardo, la pantera, el elefante, la
jirafa”. Acá dice “El” (señala “El” en “El León” y tapa “león”), acá también dice “El”
(señala “El” en “El tigre” y tapa “tigre”). Ahora tapo acá (tapa “El” en “El león”) y
dice “león” y acá (tapa “El” en “El tigre”) “tigre”.
15.Clara: ¿Y acá? (señala “El elefante”).
16.Docente: “El” (señala “El”). Ahora tapo “El” (tapa “El”) y dice “elefante”. Fíjense
si en algunos dice “La tortuga”.
17.Clara: “La, la, la, pla, pla, pla” como “pla”.
18.Milagros: “La, la, la“. No, la “ele” y la “a”.
19.Clara: “Cla, cla, cla”, como “Clara”. Como dos letras mías, “cla”, no “la”, no
“cla”, la “ce” y la “a”.
20.Milagros: No, “ele” y “a” (mira el índice).
21.Clara: No, “ce” y “a”.

42
22.Milagros: Yo estoy buscando, es la “ele” y la “a”
(mira las escrituras del índice y señala “La” en “La foca”).
23.Docente: Fíjense por acá, entre estas que ustedes dicen empiezan con “La”.
24.Clara: Empiezan igual y terminan igual (señala “La tortuga” y “La rana”).
25.Milagros: “To, to”, “tortuga”, con “to”.
26.Clara: Esta me parece que es (señala “La tortuga”) ¿Cuál era? (se dirige a su
compañera).
27.Milagros: ¡La tortuga! “To, to”.
28.Clara: La “te” y la “o”. Pero acá me parece que no,
ves me di cuenta que ésta (señala “La foca”),
ésta (señala “La rana”), ésta (señala “La anaconda”) y ésta (señala “La boa”)
tienen la misma (señala “La”) pero no está la “to”.
29.Docente: Bueno, seguimos buscando acá entonces. Las voy a ayudar, les tapo
acá y les dejo las que empiezan con “La” (tapa “El pingüino”). Fíjense ahora si en
alguna puede decir “La tortuga”.
30.Clara: “La, la”.
31.Milagros: Acá (señala “La Tortuga”).
32.Clara: Ahí, “la tortuga” (señala “La tortuga”).
33.Docente: ¿Cómo se dieron cuenta?
34.Clara: Acá está la “to” (señala “to” en “La tortuga”) y acá no (señala letra “r” en
“La rana”)
35.Milagros: Acá dice “la” (señala “La” en “La tortuga”) y después “to” (señala “tor”
en “La tortuga”).
36.Clara: (Lee y señala Tor / tu / ga) “tor- tu-ga”. Está la “tor” como “torta”. Acá
dice “la tortuga” y si tapamos como vos (se dirige a la maestra y tapa “La” en “La
tortuga”) dice “lator” (señala “tortuga”). No, no (lee y señala tor / tu / ga) “tor-tu-ga”.
37.Milagros: No, acá dice “La tortuga” (lee con señalamiento continuo en “La
tortuga”).
38. Docente: ¿Cómo dice entonces?
Aquí (tapa “tortuga” en “La tortuga”).
39.Milagros: “La”

43
40.Docente: ¿Y ahora? (tapa “La”).
41.Clara: “Tortuga”.
42.Docente: ( Destapa” La”).
43.Clara: ¡La tortuga! (lee y señala “La / tortuga”).
44.Milagros: Sí, “la tortuga”.
45.Docente: Muy bien y ¿dónde podemos buscar
sobre la tortuga?
46.Clara: En el cuatro y en el cinco.
47.Milagros: No, en el cuatro y el cuatro.
48.Clara: ¡Acá, acá! (señala imagen de tortugas). Cuatro y cinco (señala número
de pie de página).
49.Milagros: No, acá. Cuatro y cuatro (señala número de página contigua).
50.Clara: A veces te dice un número pero en las dos dice sobre “La tortuga”, en
una página son dos del libro.

Clara y Milagros ubican el índice del texto presentado para ajustar la búsqueda
sobre el tema. Para localizar “La tortuga” se les presenta el problema de localizar
la “to” de “tortuga”, sin reparar aún en el inicio de la estructura nominal “La
tortuga”. Clara advierte sobre letras iniciales iguales que aparecen en el indice: la
“E” para “El” y la “a” para “La”. Milagros da respuesta a la pregunta de Clara sobre
el nombre de la “ele” y señala la letra “L” para “La”:
9.Clara: Acá sólo hay dos formas de
letras, mirá, la “e” (señala letra “E”
inicial en “El león”) y la (silencio) ¿Qué
letra es? (señala letra “L” en “La
pantera”). “A, a, a” (sonido “a”
sostenido).
10.Milagros: Sí, algunos con la “e” y
algunos con “ele” (señala letra “L” en
“La pantera”).

44
Con ayuda de la docente, quien corrobora las ideas de las niñas sobre el inicio de
“La” para “La tortuga”, ajustan su búsqueda y comienzan a intercambiar
información sobre la relación entre escritura y oralidad para “La”:
17.Clara: “La, la, la, pla, pla, pla” como
“pla”.
18.Milagros: “La, la, la“. No, la “ele” y
la “a”.
19.Clara: “Cla, cla, cla”, como “Clara”.
Como dos letras mías, “cla”, no “la”, no
“cla”, la “ce” y la “a”.
20.Milagros: No, “ele” y “a” (mira el
texto).

21.Clara: No, “ce” y “a”.


22.Milagros: Yo estoy buscando, es la
“ele” y la “a” (mira las escrituras del
índice y señala “La en “La foca”).

Ante la intervención de la maestra de centrarse en aquellos nombres precedidos


por “La”, las niñas ajustan la búsqueda centrándose en las palabras plenas y
descartan otros nombres diferentes a “tortuga” a partir del recorte silábico
pertinente “to”:
25.Milagros: “To, to”, “tortuga”, con
“to”.
26.Clara: Esta me parece que es
(señala “La tortuga”) ¿Cuál era? (se
dirige a su compañera).
27.Milagros: ¡La tortuga! “To, to”
28.Clara: La “te” y la “o”. Pero acá me
parece que no, ves me di cuenta que
ésta (señala “La foca”), ésta (señala

45
“La rana”), ésta (señala “La anaconda”)
y ésta (señala “La boa”) tienen la
misma (señala “La”) pero no está la
“to”.

Para fundamentar, ambas niñas se proveen información complementaria. Clara


señala diferenciaciones entre escrituras para argumentar su interpretación y
Milagros argumenta sobre la pertinencia de las letras y sus sonidos:
34.Clara: Acá está la “to” (señala “to”
en “La tortuga”) y acá no (señala letra
“r” en “La rana”).
35.Milagros: Acá dice “la” (señala “La”
en “La tortuga”) y después “to” (señala
“tor” en “La tortuga”).
36.Clara: (Lee y señala Tor / tu / ga )
“tor- tu-ga”. Está la “tor” como “torta”.
Acá dice “la tortuga” y si tapamos
como vos (se dirige a la maestra y
tapa “La” en “La tortuga”) dice “lator”
(señala “tortuga”). No, no (lee y señala
tor / tu / ga) “tor-tu-ga”.
37.Milagros: No, acá dice “La tortuga”
(lee con señalamiento continuo en “La
tortuga”).

Al finalizar la búsqueda señalan las páginas en dónde se puede leer información


de “La tortuga” e intercambian saberes sobre la posible organización del texto:
48.Clara: ¡Acá, acá! (señala imagen de
tortugas). Cuatro y cinco (señala
número de pie de página).
49.Milagros: No, acá. Cuatro y cuatro

46
(señala número de página contigua).
50.Clara: A veces te dice un número
pero en las dos dice sobre “La tortuga”,
en una página son dos del libro.

Clara y Milagros localizan juntas el índice del texto, circunscribiendo el sector que
necesitan para localizar dónde dice “La tortuga”. Las niñas anticipan rápidamente
que la información buscada está en determinada parte del texto (el índice), ponen
en juego sus conocimientos sobre el género y toman indicadores del texto,
aquellos que les resultan observables, para confirmar sus predicciones: en alguna
parte de ese índice encontrarán dónde leer sobre “La tortuga”.
En sus intercambios se brindan información complementaria para verificar o
rectificar lo anticipado guiándose por indicios cualitativos: comparan escrituras
hallando partes comunes en escrituras diferentes, ajustan sus previsiones acerca
de lo que puede estar escrito de manera que en la escritura no sobren ni falten
letras que no puedan ser interpretadas.

6.3. Situación 3: Puesta en común

Una vez seleccionado el material, se reúne nuevamente a los niños para compartir
hallazgos, intercambiar estrategias de búsqueda y socializar los conocimientos.
En este ejemplo veremos cómo se comparten estrategias de búsqueda para
localizar una información específica, al tiempo que se intercambian saberes sobre
la información buscada.
Ante la intervención de la maestra quien propone compartir lo encontrado en los
textos, Clara y Milagros cuentan a sus compañeros lo que encontraron:
1.Clara: Buscamos información sobre la tortuga terrestre.
2.Milagros: Buscamos acá (sostiene el libro y abre en páginas 44 y 45 de “La
tortuga”).
3.Clara: Poné el índice (se dirige a Milagros).
4.Milagros: (Sigue mostrando la página de “La tortuga”).
5.Clara: Poné el índice, dale, acá (corre las páginas).

47
6.Milagros: Si, sí, esperá (busca el índice).
7.Clara: Ahí (señala el índice).
8.Milagros: (Vuelve a la página de “La tortuga”).
9.Clara: Bueno (explica a sus compañeros) “Las tortugas cuando son chiquitas no
se van, las grandes o las gigantes como ésta (señala imagen de tortuga más
grande), sí. ¿No? ¿Cómo ésta y ésta?” (Se dirige a Milagros señalando las
ilustraciones de tortugas).
10.Milagros: Sí, ésta sí (señala imagen de tortuga marítima más grande).
11.Docente: ¿Y cómo encontraron, qué hicieron para encontrar esa información de
la tortuga?
12.Clara: Buscamos en el índice y encontramos en esta parte (señala el índice) y
encontramos que estaba “La Tortuga” en la página 44 (señala en índice “La
Tortuga” y el número “44”).
13.Milagros: (Lee y señala) “La tortuga”.
14.Clara: Como el cuento de “Lucas” ¿Cómo era Guadi? (Se dirige a una
compañera).
15.Docente: Claro, ustedes tuvieron un problema, cuéntenle a los compañeros.
16.Clara: No sabíamos. No, no, no podíamos encontrar dónde decía “La Tortuga”.
17.Milagros: Sí, decía “El”, “e” y “ele”.
18.Clara: No me acuerdo.
19.Docente: Miren decía, les leo (lee índice) “El tigre, el león, la pantera, la foca,
la jirafa” y tuvieron que buscar por acá, hasta encontrar “La tortuga”.
20.Clara: Sí, no podíamos encontrar, estaba acá (señala en índice “La tortuga”).
21.Docente: Claro, pero lo encontraron muy bien. Pero acá tuvieron otro problema
con estos dos libros (muestra “LUCAS Y UNA TORTA DE TORTUGA” y
“Manuelita ¿dónde vas?”). ¿Estos los conocen ustedes? (Se dirige al grupo total
de alumnos).
22.Varios niños: ¡Sí! “La tortuga Manuelita”.
23.Docente: ¿Y este? (muestra el texto “LUCAS Y UNA TORTA DE TORTUGA”).
24.Varios niños: ¡”Lucas”!

48
25.Docente: Sí, “Lucas y una torta de tortuga”. Pero para buscar información
¿dónde buscarían mejor? Para aprender sobre las tortugas, cómo viven, nacen.
26.Varios niños: ¡En ese! (señalan el libro “ANIMALES SALVAJES”).
27.Guadalupe: ¡No, en esos no! (señala los cuentos) porque esos son cuentos, no
son información (señala “ANIMALES SALVAJES”).

En este breve intercambio colectivo, Clara y Milagros cuentan a sus compañeros


la información que encontraron sobre “La tortuga” y aquella relativa a los
quehaceres del lector, en este caso la búsqueda específica en función del índice.
Comparten sus problemas y las formas de resolverlos al mostrar cómo exploraron
y reconocieron la organización de un tipo de índice, y cómo se apoyaron en el
conocimiento de determinadas marcas gráficas que no son letras (los números de
las páginas) para hallar lo que buscaban.
Asimismo, durante la puesta en común la docente continúa interviniendo para
seleccionar los aspectos sobre los cuales reflexionar, orientar los intercambios
entre los niños, recuperar los conocimientos que circularon en los grupos y
favorecer la construcción de un sentido compartido de los textos.
Al finalizar la lectura en pequeños grupos se comparten los hallazgos. La docente
promueve que los niños comiencen a advertir que hay otras formas de resolver los
problemas además de la propia.

49
7. Conclusiones

El trabajo en grupos significa establecer ciertas condiciones de enseñanza


para que los sujetos involucrados - alumnos- se conozcan y coordinen
diferentes puntos de vista y se confronten distintas hipótesis; estas
confrontaciones se ligarían a las posibles interpretaciones que los sujetos
realizan en sus procesos de lectura (Lerner, 1997)

El propósito de este trabajo fue, como señalamos en la introducción, analizar la


interacción entre pares en situaciones de lectura de búsqueda de información
general y de localización específica de textos informativos de Ciencias
Naturales. Intentamos identificar y caracterizar aquellos problemas que van
resolviendo los niños en los actos de lectura, las informaciones que surgen en los
intercambios y cómo esos intercambios los pueden ayudar a avanzar en sus
procesos de interpretación.

Hemos organizado estas conclusiones retomando los datos analizados en el


apartado “Análisis de situaciones didácticas planteadas a los niños” y
estableciendo posibles relaciones con los interrogantes que guiaron nuestro
trabajo.

Uno de los interrogantes que nos planteamos fue ¿Qué problemas de lectura
resuelven los niños cuando la tarea es cooperativa?
Encontramos que los niños van resolviendo diferentes problemas al enfrentarse a
los textos con determinados propósitos. En las situaciones de lectura que
planteamos nos referimos a localizar dónde se puede buscar y leer una
información determinada para saber más sobre un tema de interés (en estas
situaciones sobre las hormigas y las tortugas terrestres). Estos problemas refieren
generalmente a: qué textos sirven o resultan adecuados para leer una información

50
determinada, dónde dice lo que se está buscando, cómo ubicar la información
relativa a ese tema sin leer todo el texto, qué dice en ciertas partes del texto.
En este contexto también nos preguntamos:
a) Cómo se dan y entregan información para resolver tales problemas.
b) Cómo argumentan para resolverlos.
c) De qué manera estos intercambios los ayudan a avanzar en la lectura por sí
mismo.
a) ¿Cómo se dan y entregan información para resolver tales problemas?
Los niños intercambian información de diferente naturaleza a través de preguntas
y respuestas y aportan información complementaria para afirmar o rechazar sus
anticipaciones sobre lo escrito y llegar a un acuerdo común.
A fin de categorizar estos tipos de intercambios en situaciones de lectura y como
ya señalamos, tomamos como referencia los antecedentes de Teberosky (1982)
sobre “Construcción de escrituras a través de la interacción grupal”.
Concluimos entonces que los intercambios que se producen entre los niños, en
actos de lectura, refieren preferentemente a:
- Pedidos de información sobre: pertinencia de las letras, sus sonidos y el orden
en la cadena gráfica.
- Entrega de información ante ideas contradictorias o respondiendo a pedidos y/o
información complementaria referidas a: indicadores cualitativos y/o cuantitativos
de la escritura, letras conocidas, otras escrituras conocidas (nombre propio),
nombre de las letras, relación fonema - grafema y recortes silábicos de la cadena
escrita.
- Opiniones críticas y correcciones, que aparecen generalmente, como
argumentos en una discusión o como justificaciones de lo leído referidas a:
relaciones entre cadena oral y cadena escrita coordinando letras y recortes
silábicos pertinentes; indicadores iniciales / finales y al interior de la cadena
escrita; diferenciaciones entre escrituras; relaciones entre familias de palabras;
características del género, subgénero y datos paratextuales; relación imagen -
texto ; relación en otras marcas diferentes a las letras , la coma, como indicador de
organización del texto.

51
b) ¿Cómo argumentan para resolverlos?
Los niños argumentan sus intercambios en función de sus saberes y la relación
con datos del texto y del contexto. Así encontramos que ajustan datos del texto en
función del propósito de lectura, establecen relaciones entre texto e imagen,
buscan indicadores iniciales y finales de lo escrito, reparan en partes menores de
la escritura, se centran en relaciones entre oralidad y escritura y en otras marcas
del sistema de escritura (signos de puntuación). En las situaciones analizadas,
observamos que los niños fundamentan sus anticipaciones, las corroboran y/o
rectifican buscando continuamente información en el texto y estableciendo
relaciones con el contexto (gráfico y verbal) y sus saberes del mundo en general.
c) ¿De qué manera estos intercambios los ayudan a avanzar en la lectura por
sí mismos?
Creemos que estos intercambios los ayudan a avanzar en su lectura en tanto se
descubren nuevos aspectos de la lengua escrita y del sistema de escritura. Se
aproximan a interpretaciones más ajustadas coordinando nueva información,
descartando y/o afirmando ideas iniciales pero considerando la nueva información
brindada por el compañero. Pueden avanzar en la reflexión y en la comprensión
del uso y funcionamiento del sistema de escritura. Comparten estrategias de
búsqueda y formas de anticipar lo que dice un texto reparando en diferentes
partes del mismo (epígrafes, títulos, subtítulos, índices). Ejercen las prácticas del
lector según el sentido de la lectura y comparten significados de lo escrito.

Podemos señalar que los intercambios facilitan la toma de conciencia por parte de
los niños de las respuestas distintas a las propias y los descentran de su
respuesta individual (con conflicto socio- cognitivo o puntos de vista divergentes).
Esto, creemos, los ayuda a avanzar en sus interpretaciones de lo leído; en la
naturaleza y función del sistema de escritura y en la adquisición de
particularidades del lenguaje escrito específico de los textos de Ciencias
Naturales.

52
Advertimos también que para que estas interacciones resulten posibles se dan
ciertas condiciones didácticas. ¿Cuáles son las condiciones didácticas e
intervenciones docentes que posibilitan una fructífera interacción social
dentro del aula?

Para promover interacciones fecundas entre los alumnos y con los soportes y
materiales propios de la cultura escrita, las situaciones de lectura se pueden
organizar de distinta manera. En los casos analizados observamos diferentes
equipos integrados por niños de niveles próximos que resuelven problemas
diferentes dentro de un mismo campo. Todos leen diferentes textos en torno a un
tema compartido y el trabajo se resuelve en el interior de cada grupo, con mayor o
menor intervención del docente.

En relación a las condiciones didácticas destacamos:

- Planificar situaciones didácticas de lectura en pequeños grupos,


preferentemente en parejas, alternando momentos de exploración tanto de
búsqueda general como de localización específica posibilita que los alumnos se
acerquen a una construcción conjunta en tanto y en cuanto exploran, proponen,
rectifican, integran lo que dice el compañero, regulan sus actuaciones,
argumentan sus propuestas para que el otro las entienda (Martí, 1997).

En los casos analizados se aprecia que los niños establecen interrelaciones entre
algunos textos, que los intercambios son “habituales” en tanto se han previsto a lo
largo del año variadas situaciones de trabajo en pequeños grupos donde se otorga
a los niños la posibilidad de ejercer los quehaceres del lector: opinar sobre lo
leído, comentar y discutir con un par sobre determinada información, fundamentar
sus argumentaciones, releer para resolver contradicciones o dudas, relacionar el
texto con información que ya tenían acerca del tema, buscar en el texto un
fragmento para confirmar o rechazar sus hipótesis , resolver el significado de una
palabra por el contexto o por su etimología, plantearse interrogantes para abordar
la lectura de otro texto.

53
- Los propósitos comunicativos que orientan la búsqueda, en nuestro caso,
buscar para saber más sobre determinados animales, resulta otra condición
necesaria. Los niños deben saber qué buscar y para qué, es decir, el lector debe
disponer de intereses que lo conduzcan a la lectura (Lerner, 2002). El propósito
del lector orienta la búsqueda y las diferentes formas de enfrentarse a los textos
según sus conocimientos.

El docente debe procurar generar condiciones didácticas para instalar un propósito


para la lectura –que no lean para satisfacer el deseo del maestro– que favorezca
su involucramiento en la actividad propuesta y la formación de lectores autónomos.
Se interpreta que, para leer textos del área, dichas condiciones deberían estar
concebidas desde una perspectiva disciplinar de manera que, con anterioridad al
trabajo con el texto, los alumnos tengan preguntas “genuinas o propias” sobre el
contenido que en él se desarrolla. Instalar ese propósito lector requiere entonces
una reflexión dentro de la problemática disciplinar (Espinoza, 2006, p.14)

- Las intervenciones docentes se interrelacionan con estas condiciones al


facilitar que los niños asuman su responsabilidad como lectores delegando el lugar
que les corresponde para la interpretación de los textos abordados. Estas
intervenciones pensadas en función de plantear nuevos problemas o desafíos a
los alumnos, permiten elaborar conocimientos nuevos teniendo en cuenta sus
propias conceptualizaciones y dándoles la oportunidad de poder intercambiarlas
con las de sus compañeros como con la información que la docente brinda. En
algunos momentos, la docente, a través de sus intervenciones proporciona
pistas, lee algún párrafo para descartar las ilustraciones que no siempre refieren al
tema buscado, cuestiona algún hallazgo introduciendo contradicciones, convalida
ciertas respuestas para que los niños puedan estar seguros, interviene
acompañando los actos de lectura como proceso complejo de coordinación de
información de diferente naturaleza.
Para favorecer la interacción entre grupos de alumnos nos aproximamos a la idea
de que la docente- por ser la autoridad pedagógica en la clase y al interactuar en
las situaciones de enseñanza con sus alumnos- advierte qué grupos podrían
trabajar juntos para una fructífera colaboración intelectual. Esto supone considerar

54
que los niños necesitan tiempos de trabajo grupal en donde asuman la
responsabilidad de buscar soluciones a los problemas planteados. No se trata solo
de ubicarlos juntos, sino de que puedan establecer interrelaciones entre ellos que
les permitan avanzar hacia una resolución conjunta ya que es la intersubjetividad
la que posibilita objetivar mejor el conocimiento.

- La selección de textos en torno a textos de circulación social nos parece una


condición fundamental en función de los contenidos y propósitos que orientan la
tarea. La lectura de textos informativos ocupa un lugar prestigioso como
herramienta para acceder al conocimiento específico; los niños aprenden no sólo
el saber disciplinar si no también ciertas características del tipo de texto, del
discurso particular que se comunica, de ciertas particularidades del lenguaje
escrito, de la organización particular del conocimiento en los textos informativos. El
texto no sólo se visualiza como fuente de información para que los alumnos
contrasten, amplíen o modifiquen sus concepciones sino, fundamentalmente, para
que participen del discurso que se elabora en ciencias, es decir del lenguaje
específico de este tipo de conocimiento, que al decir de J. Lemke (1997) se parece
más al escrito que al habla (Espinoza, 2006).
Por último, si consideramos que la interacción entre niños es un factor clave en la
construcción social del conocimiento, uno de los aspectos centrales a considerar
en las condiciones didácticas es: ¿Cómo organizar las parejas o pequeños
grupos de trabajo en la clase a fin de que todos los niños cooperen?
En la conformación de grupos resulta didácticamente válido tomar indicadores de
los diferentes niveles de conceptualización de la escritura, sin embargo sabemos
que resulta difícil utilizar un único criterio dada la diversidad de conocimientos que
circulan en el aula; estas diferencias bien podrían ser tomadas como ventaja
pedagógica y no como obstáculo para propiciar la interacción.
Consideramos que si bien en todo proceso de aprendizaje la interacción es un
principio constitutivo del mismo, ésta se ve favorecida en el aula al posibilitar el
desarrollo de las voces de los niños, sus ideas y formas de comunicarse y
relacionarse tanto entre sí como con el objeto de conocimiento.

55
Para favorecer la lectura cooperativa hemos sostenido que los niños se agrupen
según sus posibilidades lectoras: si bien la mayoría de los niños, en sus procesos
de lectura, establecen significados centrándose en las relaciones con la imagen;
sabemos que se van aproximando a aspectos cuanti y/o cualitativos de la
escritura, y que van ajustando su interpretación en función de los datos del texto y
del contexto.
En forma simultánea consideramos fundamental que los niños se agrupen a fin de
que ambos puedan exponer sus puntos de vista sin ejercer autoridad uno sobre el
otro.
Webb sostiene un factor didáctico para favorecer las ayudas entre alumnos: es
necesario que los alumnos se conozcan mejor y puedan aportarse mutuamente
aquello que necesitan (…) , es decir que sean capaces de explicar a otros, de
proporcionar detalles o de demostrar algo en función del objeto de conocimiento
que se está construyendo (Baudrit, 2012, p.17)

A modo de cierre, creemos que el breve análisis de estos intercambios colaboraría


a sostener, tal como lo advertimos en la introducción de este trabajo, que la
interacción entre pares es una situación privilegiada que permite y facilita la
socialización de los conocimientos.
La discusión entre pares proporciona objetivación y críticas del propio
pensamiento; en interacción los niños discuten sus ideas, llegan o no a acuerdos,
incorporan acciones desarrolladas por el par, comparten estrategias… en un
proceso de colaboración intelectual que les posibilita progresar en sus actos de
lectura.

56
8. Referencias Bibliográficas

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