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Tema 4

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Tema 4: la motivación en el control de la acción

1. Introducción

Inicialmente la motivación se consideró como un impulso para corregir ciertos estados


de privación. Pero, conforme se avanza en su estudio y se aplica específicamente al ser
humano, se pasa a estudiar cómo se encuentra cognitivamente motivado para llegar a
alcanzar ciertas metas.

Así el componente subjetivo, por un lado, y los incentivos externos, por otro, van a
determinar el comportamiento.

2. La conducta extrínseca e intrínsecamente motivada

La motivación es el motor de la acción, en el sentido que dirige, energiza e instiga a la


conducta, mientras que el aprendizaje nos enseña a dar la respuesta adecuada. Cuando la
acción se encuentra guiada por estímulos externos, se habla de motivación extrínseca
(ME), porque esos estímulos determinan que se aprenda esa conducta, mientras que si
la acción no se encuentra determinada por el ambiente, entonces se habla de motivación
intrínseca (MI)

La principal diferencia entre ME y MI es la fuente de la que surgen y se consideran dos


dimensiones separadas que pueden tener distintos niveles dependiendo del momento, de
la actividad y de la persona.

La investigación sobre la ME surgió de los planteamientos conductistas sobre el papel


del refuerzo en la conducta y, posteriormente desde la teoría del incentivo, se
incorporaron los aspectos cognitivos.

Los estudios sobre la MI consideran que el hombre se encuentra intrínsecamente


motivado para saber sobre su entorno, por lo que su nivel de MI correlacionará
positivamente con su aprendizaje, sus logros y su percepción de competencia. E,
igualmente cuando se actúa con una MI elevada los sujetos tienen menos ansiedad.
3. Motivación extrínseca

La ME se encuentra determinada por factores ambientales y sus consecuencias sobre la


conducta. El incentivo “atrae al organismo”, en el sentido que hace referencia a los
aspectos de la estimulación externa que inciden sobre la conducta motivada. El valor de
incentivo del estímulo depende de la historia del sujeto y sus características personales.

Por un procedimiento de condicionamiento clásico de segundo orden, los estímulos


adquieren sus propiedades hedónicas, mientras que por condicionamiento operante, se
emiten aquellas respuestas que permiten alcanzar esos estímulos o huir de ellos. Se
considera, entonces, que la motivación de incentivo se basa en la anticipación de las
propiedades del reforzador o, lo que es lo mismo, en las expectativas que se crea el
sujeto de la situación, lo que lleva a emitir una determinada respuesta.

La experiencia hedónica que se tenga de los reforzadores motiva al sujeto a dar la


respuesta.

Los organismos se pueden anticipar al reforzamiento, y es esa anticipación lo que ayuda


a facilitar la conducta. Solamente la idea de que tal conducta llevará a tal premio, puede
hacer que la conducta se realice de forma más motivada. Debe quedar claro que el valor
del objeto no se encuentra en sí mismo, sino en el sujeto que lo percibe y lo interpreta.
Los incentivos no causan la conducta, pero afectan a la probabilidad de que se repita la
respuesta.

Es importante la distinción entre recompensa, castigo e incentivo para entender la


conducta motivada:
- La recompensa es un objeto agradable que se da como consecuencia de una
conducta y su objetivo es incrementarla.
- El castigo es el objeto desagradable que se da al final de una conducta y su
objetivo es reducirla
- El incentivo es el componente motivacional de la acción, en cuanto que se sabe
de antemano qué se va a conseguir si se realiza una conducta concreta, lo que
lleva al sujeto a realizarla.
La principal diferencia entre reforzador e incentivo es que los reforzadores (agradables
o desagradables), aparecen después de la ejecución del sujeto y consiguen que vuelva a
repetirse dicha ejecución, mientras que los incentivos actúan antes de emitirse la
conducta y determinan su fuerza, pues vienen a fijar el interés que tiene el sujeto por el
estímulo ambiental.

Desde las teorías del incentivo se estudian los efectos de la manipulación del reforzador
sobre la conducta.

3.1 Consecuencias del incentivo agradable sobre la conducta

Este tipo de incentivo crea expectativas para que se incremente el número de respuestas
e, incluso, su velocidad de emisión. Las variables más importantes que afectan a la
motivación de incentivo de una conducta premiada son: la contingencia incentivo-
conducta motivada, la cantidad y la calidad del incentivo, la detección de causalidad, la
demora del incentivo y los distintos niveles de motivación.

Contingencia incentivo – conducta motivada:

Programa de refuerzo continuo: la conducta emitida es reforzada en todos los ensayos.

Programa de refuerzo parcial: el incentivo no es siempre contingente con la respuesta.


Esto afecta al nivel motivacional. Si se tiene en cuenta:

- el número de respuestas que tiene que emitir el sujeto para que reciba el
incentivo, nos hallamos ante un programa de razón:

o Programas de razón fija: se debe emitir un número de veces la respuesta


para acceder al incentivo. Esto provoca que el sujeto se cree una
expectativas ante la situación, que le lleven a dejar de emitir la respuesta
nada más recibirlo.
o Programas de razón variable: se dispensa el incentivo según un
promedio de respuestas, lo que hace que el número de respuestas dadas
sea más constante.
- que debe transcurrir un tiempo determinado para que se dispense el incentivo,
estamos ante un programa de intervalo

o Programa de intervalo fijo: no se dispensa el incentivo hasta pasado un


tiempo establecido de antemano, lo que provoca en el sujeto unas
expectativas que le llevan a emitir la respuesta cuando se cumple ese
intervalo de tiempo.
o Programa de intervalo variable: el periodo de tiempo transcurrido varía
de unos ensayos a otros según un promedio. En esta situación al sujeto le
es difícil crearse expectativas sobre el incentivo, por lo que la tasa de
respuestas es estable.

En los programas de razón es dónde se emite mayor número de respuestas y en los fijos
donde suelen darse pausas después de recibir los reforzadores, pues el sujeto puede
crearse más claramente expectativas sobre la situación.

Cantidad y calidad del incentivo

Afectan más que al aprendizaje de una conducta en sí a su ejecución, de tal forma que
incrementos en la cantidad y la calidad del incentivo provocan efectos exagerados en la
ejecución de la conducta.

Elación o efecto de contraste positivo: cambios producidos en la ejecución por el


incremento en la magnitud del incentivo o en su calidad
Depresión o efecto de contraste negativo: cambios en la ejecución producidos por el
descenso del incentivo tanto en su cantidad como en su calidad
Ambos efectos surgen por los cambios en las expectativas que había creado el sujeto

Detección de causalidad

En algunas ocasiones se produce un emparejamiento accidental de una conducta con un


premio, por lo que se desarrollan unas expectativas que llevan a la repetición de la
acción. En este caso tiene lugar una detección de causalidad falsa y es lo que se conoce
como conducta supersticiosa
Demora del incentivo

Las demoras en la aplicación del premio producen debilitamiento de la asociación


incentivo – conducta motivada, pero en la misma situación aparecen estímulos marca
que actúan como incentivos secundarios que minimizan los efectos de la demora, si bien
se reduce su valor del incentivo, lo que se denomina descuento de la demora

Mazur estableció que el valor de incentivo de un premio demorado aumenta en


proporción creciente por unidad de tiempo conforme desciende la demora. El margen de
vulnerabilidad es el periodo de tiempo en el que se cambia el criterio para decidirse por
el premio más inmediato que depende de la magnitud, del tiempo de demora y del
autocontrol del sujeto.

Niveles de motivación y la ejecución

Un nivel de motivación elevado producirá mejores ejecuciones, si bien depende del


nivel de dominio sobre la tarea, de la propia percepción de dicho dominio y de las
necesidades del sujeto.

3.2 Efecto de la retirada del incentivo agradable sobre la conducta

Cuando la respuesta del sujeto provoca que desaparezca el premio, el valor del incentivo
lleva a que no se repita la conducta y nos encontramos ante una situación denominada
de omisión.

3.3 Consecuencias del incentivo desagradable sobre la conducta

El sujeto puede emitir una respuesta para evitar o escapar de un estímulo desagradable,
o también puede dejar de dar una respuesta porque es castigada con un estímulo
desagradable.

El objetivo del castigo es la reducción de la intensidad y la frecuencia de una conducta,


y sus resultados dependen del buen empleo de las siguientes variables:
- Su intensidad: debe ser al principio intenso
- Su duración: cuanto más largo, más efectivo
- Contingencia: siempre se debe administrar el castigo ante la conducta
inadecuada.
- La demora en su aplicación: debe aplicarse inmediatamente a la emisión de la
conducta
- La disponibilidad de una conducta alternativa: si a la vez que castigamos una
respuesta premiamos otra diferente, la probabilidad de ocurrencia de la respuesta
castigada, disminuirá drásticamente.

Si es un castigo incontrolable, se produce lo que se conoce como indefensión aprendida,


e induce, a que no se sepa responder ante otras situaciones.

3.4 Resultados de la desaparición del incentivo sobre la conducta motivada

En la situación de extinción la motivación del sujeto desciende al no ser contingente su


respuesta con sus expectativas. Al inicio, cuando desaparece el incentivo, la emisión de
la conducta se incrementa y aparece la frustración.

Se denomina resistencia a la extinción al número de veces que se sigue dando la


respuesta en ausencia del incentivo y depende de variables como:

- La contingencia incentivo – conducta motivada: se ha comprobado que la


extinción se hace más lentamente con el programa de refuerzo parcial

- Si la conducta es adquirida en diferentes entornos la extinción es más difícil

- El efecto de la magnitud de la recompensa depende del número de ensayos


realizados, de tal forma que a igual magnitud un entrenamiento largo provoca
mayor resistencia a la extinción.

- Las variaciones en la demora del incentivo: provoca mayor resistencia a la


extinción cuando se han empleado demoras diferentes mientras se aprendía la
conducta. En el caso de haber utilizado la misma demora, entonces esta variable
no afecta a la extinción
4. Motivación intrínseca

La MI supone una necesidad psicológica por implicarse en algo sin recompensa externa
e implica creatividad y curiosidad. En este sentido, los estímulos novedosos,
imprevisibles y complejos despiertan nuestra curiosidad porque provocan un conflicto
conceptual. Ya desde niño y en las distintas etapas de su desarrollo, el ser humano
busca respuestas de forma activa a las preguntas sobre su entorno.

Los estudios sobre MI se centran en aspectos subjetivos tales como la autocompetencia


o la autodeterminación y en considerar al hombre como agente causal de la acción. El
concepto de causación personal lo introdujo De Charms y hace referencia a considerarse
el origen de la propia conducta, por lo que los incentivos externos pueden dañar dicho
origen.

Todas las teorías sobre la MI coinciden en señalar que la motivación no se encuentra


determinada por las condiciones estimulares, sino por la manera activa e intencionada
en que se ponen a prueba las propias competencias impulsadas por metas.

Desde la teoría de la sobrejustificación se postula que la idea que se tenga sobre las
causas de la conducta, influye en la MI, de tal manera que si se está intrínsecamente
interesado en una tarea y se incentiva, la MI descenderá por “sobrejustificación”, lo que
pasó a denominarse el “costo oculto de la recompensa”

Según la macroteoría de la autodeterminación, el hombre decide sobre sus acciones y se


comprometen con ellas, pero, a su vez, la MI se modifica por los acontecimientos
sociales y las contingencias extrínsecas que se van interiorizando.

La teoría de la evaluación cognitiva defiende que la cognición de sentirse autónomo y


competente favorece la MI, mientras que la percepción de control de la conducta por
estímulos externos, la disminuye. Los incentivos externos tiene dos efectos:
- Informativo: suministra feedback de su competencia
- Causal: provoca la relación causal entre la ejecución y las consecuencias.
Ambos efectos guardan una relación inversa sobre la conducta.
Para la teoría de la autoeficiencia, fundamentalmente descriptiva, la percepción de las
propias competencias depende de factores cognitivos como la historia de
reforzamientos, las evaluaciones previas y la información sobre las estrategias
adecuadas. Dichos factores determinarán las expectativas de éxito y, con ello, la
persistencia en la ejecución y el esfuerzo invertido en ella.

Además de las características subjetivas, existen dos elementos que afectan en gran
medida a la MI:

- En cuanto al grado de dificultad de la tarea se ha comprobado que repercute


directamente en los niveles de MI. Se considera una situación de reto óptimo
cuando el nivel de dificultad y las competencias del sujeto están equilibradas. En
dicha situación se establece un flujo entre ambos componentes que permite un
elevado grado de concentración y de disfrute durante la realización de la tarea,
por el paralelismo entre la actividad y los recursos personales para afrontar la
situación. Para que se establezca el flujo es necesario, en primer lugar, que el
sujeto se pueda concentrar, en segundo lugar, que la tarea y los objetivos estén
claramente definidos y, por último, que la retroalimentación ante la ejecución
sea inmediata.

- Con respecto a las características del incentivo que afectan a la MI se ha


encontrado que ésta se ve afectada por las recompensas esperadas y su carácter
material, perturbando también al mismo aprendizaje de la tarea y a su calidad.
Igualmente la saliencia o lo que destaque el incentivo perturba la MI.

5. ¿Motivación intrínseca o extrínseca?

Los sujetos intrínsecamente motivados eligen tareas de mayor dificultad que los
extrínsecamente motivados quienes escogen tareas menos creativas y más fáciles Las
conductas mantenidas exclusivamente por incentivos externos, cesan al cesar estos. Si el
sujeto tiene control sobre la tarea, se incrementa su MI. Los elementos extrínsecos
informativos incrementan la MI, mientras que los controladores la disminuyen.

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