Enfermedades Cronicas
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Asignatura:
Nutrición
Tema:
ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS DIETAS RECOMENDADAS
Catedrática:
Dra. Alejandra Estrada
Grupo #9
INTRODUCCIÓN
La relación entre hábitos alimentarios, salud y enfermedad, existe desde los orígenes de la sociedad.
Inclusive Hipócrates y Galeno hicieron referencia a este tema en sus escritos; pero el estudio
científico de esta relación comenzó cuando se observó que los navegantes en los largos viajes que se
realizaban en el siglo XVIII, se veían obligados a tener una dieta pobre en algunos grupos de
alimentos, manifestaban enfermedades que luego sanaban rápidamente cuando estaban de regreso
a casa, llamando poderosamente la atención de los investigadores quienes más tarde descubrieron
que estas enfermedades eran producto de la deficiencia de nutrientes particulares, a las cuales,
tiempo después se les dio por nombre escorbuto, beriberi, pelagra, entre otras. Afortunadamente,
la mayoría de estos problemas de salud han desaparecido en nuestra época.
Hoy las enfermedades crónicas como las cardiopatías, la diabetes mellitus, la obesidad, el cáncer, las
malformaciones genéticas, las enfermedades neurológicas, las demencias, la osteoporosis, entre
otras, están relacionadas al hábito inadecuado de comer alimentos con alto contenido de grasas,
energía y la baja ingesta de frutas y vegetales.
Los alimentos y los productos alimenticios se han convertido en productos básicos fabricados y
comercializados en un mercado que se ha ampliado desde una base esencialmente local a otra cada
vez más mundial. Los cambios de la economía alimentaria mundial se han reflejado en los hábitos
alimentarios; por ejemplo, hay mayor consumo de alimentos muy energéticos con alto contenido de
grasas, en particular grasas saturadas, y bajos en carbohidratos no refinados. Estas características se
combinan con la disminución del gasto energético que conlleva un modo de vida sedentario:
transporte motorizado, aparatos que ahorran trabajo en el hogar, disminución gradual de las tareas
manuales físicamente exigentes en el trabajo, y dedicación preferente del tiempo de ocio a
pasatiempos que no exigen esfuerzo físico.
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OBJETIVOS
3. Detallar como estas dietas pueden mejorar el estado nutricional y de esta forma
contribuir al bienestar y calidad de vida de los pacientes.
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DIETA
DEFINICIONES:
La dieta, del griego diaita, significa “modo de vida”, referida al conjunto de alimentos consumidos en
la vida cotidiana que constituyen un comportamiento nutricional.
El término dieta se refiere al hábito alimenticio de una persona. Existen una gran variedad de dietas,
algunas de ellas hacen referencia simplemente a un determinado estilo de vida, como la dieta
mediterránea o la dieta vegetariana. Las dietas terapéuticas están diseñadas para personas con
determinadas dolencias, como la dieta libre de gluten para la enfermedad celíaca o la dieta baja en
sodio para las personas que sufren hipertensión.
Una dieta es el conjunto de las sustancias alimenticias que componen el comportamiento nutricional
de los seres vivos. El concepto proviene del griego díaita, que significa “modo de vida”. La dieta, por
lo tanto, resulta un hábito y constituye una forma de vivir.
En ocasiones, el término suele ser utilizado para referirse a los regímenes especiales para bajar de
peso o para combatir ciertas enfermedades, aunque estos casos representan modificaciones de la
dieta y no la dieta en sí misma.
La palabra dieta se emplea generalmente para indicar todo plan alimentario diario de un individuo o
una comunidad. Sin embargo, con frecuencia este término se suele restringir al plan alimentario
diario prescrito a un enfermo (régimen dietético).
La dieta básica constituye la alimentación de los pacientes que no requieren dieta terapéutica. En
esencia, difiere poco de la que se consume en el ambiente extrahospitalario. La selección de los
alimentos que componen el menú está en correspondencia con el medio sociocultural de los
pacientes, la estación del año, los abastecimientos, el equipamiento de las áreas de elaboración y. en
mayor medida, por el conocimiento y la pericia de quienes planifican y realizan el servicio de
alimentación en las instituciones de salud.
En línea general, la ración diaria de los pacientes con dieta básica debe aportar alrededor de 2 400
kcal. con una distribución normal de los macronutrientes y un aporte adecuado de los
micronutrientes, teniendo en cuenta si los pacientes están internados en instituciones de larga
estadía. La práctica hospitalaria demuestra que en alrededor del 60 % de los pacientes ingresados,
este tipo de alimentación es la que se prescribe.
Las dietas terapéuticas tienen como finalidad ayudar a la curación de la enfermedad y. a veces,
pueden ser la base del tratamiento de una dolencia específica. Se clasifican en esenciales,
profilácticas y paliativas.
Las dietas esenciales son las que constituyen la base del tratamiento de una determinada
enfermedad, como puede ser el de algunos trastornos congénitos del metabolismo, por ejemplo:
fenilcetonuria. intolerancia al gluten, diabetes mellitus. síndrome de malabsorción. insuficiencia
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renal, así como la alimentación por sonda, constituyen planes fundamentales en el tratamiento del
paciente.
Las dietas profilácticas son requeridas en la obesidad, dislipidemias e hipertensión. Las dietas
paliativas tienen como finalidad ayudar a la curación, o cuando no. a disminuir los efectos de
enfermedades tales como: úlcera péptica, aguda, insuficiencia hepática, divertículos, alergia
alimentaria o determinados problemas físicos (quemaduras graves, fractura de mandíbula, entre
otras).
Las clasificaciones de la mayoría de las dietas terapéuticas suelen hacerse con un criterio nosológico
(dieta en la hipertensión, dieta en la cirrosis hepática, dieta en la insuficiencia hepática, dieta en la
insuficiencia cardíaca, dieta en la insuficiencia renal y otras).
La alimentación de los pacientes hospitalizados no solo debe cubrir las necesidades nutritivas. Para
que esta sea consumida y cumpla las funciones para lo cual está diseñada, tiene que cumplir los
requisitos de calidad, tanto en su elaboración como en la presentación de forma agradable y en el
tiempo oportuno.
No se puede desconocer que cualquiera que sea la causa de un ingreso provoca trastornos en los
pacientes, lo cual, unido a una alimentación inadecuada o de baja calidad, puede llevar a un
empeoramiento del estado nutricional y desde el punto de vista económico afecta los costos de
hospitalización por la extensión de esta, o peor si se tiene que recurrir al uso de productos dietéticos
comerciales, ya sea por vía enteral o parenteral. lo que encárese aún más el tratamiento.
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DIABETES MELLITUS
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A1c
Un examen de A1c o hemoglobina glicosilada es una medición del control de su glucosa en sangre
promedio durante los tres meses anteriores. La Asociación Estadounidense para la Diabetes
recomienda utilizar el análisis de A1c para diagnosticar la diabetes y pre-diabetes. De acuerdo a la
Asociación Estadounidense para la Diabetes (ADA), los niveles de A1c superiores a 6,5 % se
consideran diagnóstico de diabetes; los valores entre 5,7-6,4% son diagnóstico de pre-diabetes y los
resultados del examen menores que 5,6% son normales. Los análisis de hemoglobina glicosilada o
hemoglobina A1c son similares a la A1c y también evalúan el control de la glucosa en sangre a largo
plazo.
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DIETAS RECOMENDADAS:
DIETAS HIPOCALÓRICAS
Las dietas hipocalóricas son aquellas que aportan menos calorías de las que nuestro organismo
necesita, pero tienen que seguir suministrando igual cantidad de nutrientes (véase la tabla siguiente)
y cumplir los criterios de calidad nutricional exigibles a cualquier otra dieta.
Antes de empezar a programar una dieta hipocalórica conviene saber cuánto estamos comiendo.
Emplee el "Recuerdo de 24 horas" para saber lo que come y calcule el contenido en energía y
nutrientes de su dieta actual. Es importante no cambiar drásticamente nuestros hábitos alimentarios.
Si la dieta se aleja de nuestras costumbres, será inicialmente mucho más difícil de cumplir. Este puede
ser el primer paso hacia el fracaso. Hay que modificar los hábitos hacia otros más saludables, pero
poco a poco.
Para perder medio kilo por semana, pueden formularse dietas que diariamente aporten unas 500
kcal menos de lo necesario. Como mínimo la dieta debe aportar el equivalente a 22 kcal por cada kg
de peso corporal real y día. Una persona que pese 80 kg no debe consumir dietas que aporten menos
de unas 1800 kcal/día.
Se recomienda evitar déficits de más de 1000 kcal/día durante periodos prolongados de tiempo pues
además de ser difíciles de cumplir, si las dietas no están bien diseñadas (incluyendo alimentos con
una alta densidad de nutrientes) es muy difícil que aporten todos los nutrientes necesarios,
aumentando el riesgo de deficiencias. Es preferible plantearse una reducción de peso a largo plazo
para evitar el consumo de dietas muy restrictivas. Además, el uso prolongado de una dieta
hipocalórica sin unas pautas de actividad física puede dar lugar a una disminución de la tasa
metabólica basal, provocada por mecanismos compensatorios y por la pérdida de masa muscular.
Estos son los principales responsables del efecto rebote o efecto yo‐yo, incrementando mucho más
el peso, una vez dejada la restricción energética.
Una dieta hipocalórica mal programada puede ser un riesgo para la salud. Es importante ser un poco
críticos con las dietas de adelgazamiento que encontramos continuamente en los medios de
comunicación.
Generalmente suelen ser muy restrictivas y monótonas, contrariamente a lo que debe ser una dieta
equilibrada. Las dietas poco variadas conducen con gran frecuencia a deficiencias nutricionales.
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Le resultará muy útil preparar listas de alimentos que aportan una determinada cantidad de energía
(o de cualquier otro nutriente). Estas listas de equivalencias o intercambios le ayudarán a variar la
dieta. Por ejemplo, 100 kcal pueden obtenerse a partir de las siguientes cantidades de alimentos (peso
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entero del alimento, tal y como se compra) (ejemplo: 2 x 100 kcal = puede ser una colación de media
mañana o merienda):
5 galletas tipo María (24 g)
1 rebanada grande de pan (39 g)
1 vaso grande de leche descremada (300 mL)
1 huevo duro grande (76 g)
1 cucharada sopera rasa de aceite (11 g)
1 manzana grande (259 g)
2‐3 rodajas de chorizo (27 g)
1 bombón grande (22 g)
PELIGROS
Las dietas hipocalóricas pueden comportar una serie de peligros para el funcionamiento del
organismo debido a tres causas:
• La composición de la dieta hipocalórica.
• El contenido calórico global.
• Las condiciones previas en las que se encontraba la persona sometida a la dieta.
Respecto a la composición de las dietas hipocalóricas, éstas deben contener una buena cantidad de
proteína, algo de lípidos para cubrir el aporte de vitaminas liposolubles y ácidos grasos esenciales,
fibra y microcomponentes.
El problema está en que, a menudo, la dieta no puede contener, por el bajo aporte calórico, todos
esos componentes. Por tanto, el bajo aporte calórico obliga forzosamente a restringir ciertos
nutrientes de la dieta.
Suelen ser los glúcidos o los lípidos los que se van a ver reducidos, con lo que se fuerza la utilización
de las proteínas como fuente energética.
El papel de las proteínas en la dieta es fundamental, porque intervienen en el mantenimiento
proteico del organismo y, por otro lado, desempeñan un papel fundamental en los mecanismos de
defensa del cuerpo humano.
Si la dieta no aporta la cantidad suficiente de proteínas, los problemas pueden llegar a ser tan graves
como un aumento elevado en la mortalidad de las personas que siguen la dieta (ello podría deberse
a un fallo cardíaco por problemas en el recambio proteico en las proteínas contráctiles del miocardio).
Estas muertes suelen cursar con un fallo cardíaco que la dieta puede agravar en personas ya
predispuestas, con un peligro latente o bien con un riesgo cardiovascular marcadamente alto.
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DIETA CETOGENICA
Se denomina dieta cetogénica (DC) a aquella rica en grasa y pobre en proteínas y carbohidratos,
diseñada para remedar los cambios bioquímicos asociados con el ayuno y conseguir el efecto que
éste ejerce en el control de las crisis epilépticas. La DC mantiene un estado anabólico en una situación
metabólica de ayuno.
Mecanismos de acción
Durante el ayuno, el cuerpo humano metaboliza mediante la lipólisis los depósitos de grasa y los
ácidos grasos a través de la beta-oxidación, dando lugar a los diferentes cuerpos cetónicos (CC)
(acetoacetato, β-hidroxibutirato y acetona). Estos metabolitos pueden ser utilizados como
precursores energéticos y generar adenosín trifosfato (ATP). La DC estimula los efectos metabólicos
del ayuno, forzando al cuerpo humano a utilizar la grasa como fuente de energía.
Más allá de su utilidad como un tratamiento anticonvulsivo, la DC puede también ejercer propiedades
neuroprotectoras y anti-epileptógenas, aumentando su potencial clínico como una intervención
modificadora de diferentes enfermedades. El efecto de la DC supone cambios en el metabolismo
energético de las células neuronales y una mejor adaptación (resiliencia) a las situaciones
condicionadas por la enfermedad.
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bioenergéticas y la estabilización del potencial de membrana neuronal gracias a una mejor función
mitocondrial.
Tipos de dietas
Existen distintos tipos de DC descritos en la literatura38,39. Todas las modificaciones realizadas se
han abordado con el mismo objetivo: mejorar el cumplimiento de la dieta al aumentar la palatabilidad
y la diversificación alimentaria y disminuir los efectos secundarios.
El diseño de las DC se basa en el análisis de la distinta capacidad cetogénica de los principios
inmediatos4,40, definiéndose el potencial cetogénico (K) y anticetogénico (KA) de las dietas mediante
la fórmula
K/KA = [0,9G + 0,46P]/[C + 0,1G + 0,58P]
en la que G, P y C corresponde a las cantidades en gramos de grasa, proteína y carbohidratos
suministradas por la dieta.
La DC clásica (DCC) es una dieta rica en grasas (cerca del 90% de la energía ingerida), en su mayoría
triglicéridos de cadena larga (LCT), con muy bajo contenido de glúcidos y cantidad adecuada de
proteínas39,41. Debe ajustarse a las necesidades energéticas de cada individuo42. Habitualmente se
usa la relación (ratio) 3:1 y 4:1, que significa que por cada 3 ó 4 gramos de grasa, se ofrece 1 gramo
de proteínas y glúcidos, conjuntamente. No obstante, el ratio puede modificarse en función de los
resultados alcanzados por el paciente y su capacidad cetogénica43,44. Además, puede modificarse
su contenido en grasa (sustitución de los ácidos grasos saturados por poliinsaturados) en función de
las necesidades del paciente (ver 2.4.5 “Cálculos y diseño de menús según el tipo de DC” y 2.6.2
“Complicaciones a medio/largo plazo, hiperlipemia”)
De manera similar a la DCC, se puede usar la DC con triglicéridos de cadena media (MCT, DC-MCT),
propuesta en 1971 por Huttenlocher45. La principal diferencia es el tipo de grasas ofrecido, parte
como aceite MCT. Los lípidos MCT se metabolizan más rápidamente que los LCT y consiguen con más
rapidez una buena cetosis, permitiendo que con ratios más bajas (1,2:1) se alcancen tan buenos
resultados como con una DCC más restrictiva45. Esta modificación permite una mejor palatabilidad
de la dieta y, consecuentemente, un mejor cumplimiento45-47. Es importante garantizar el aporte
de ácidos grasos esenciales42. Sin embargo, su empleo se puede acompañar de más efectos
indeseables, fundamentalmente en el aparato digestivo, y ésta puede ser una de las grandes
limitaciones de su uso. Así, se ha propuesto que este tipo de dieta pueda combinarse con la DCC,
obteniendo mejor aceptación y eficacia similar48 (ver 2.4.5 “Cálculos y diseño de menús según el
tipo de DC”).
La DbajoIG fue creada con el propósito de mantener los niveles de glucosa en sangre estables y no
elevados. Es también una dieta rica en grasas, pero permite un aporte de glúcidos mayor que la DCC
(con o sin MCT) y la DAM. Se hace un control riguroso de la cantidad de carbohidratos, escogiendo
los alimentos cuyo índice glucémico es inferior a 50, prefiriendo alimentos con alto contenido en
fibra.
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USOS E INDICACIONES
La DC tiene un efecto anticonvulsivante y debería considerarse en todos aquellos casos en los que
hubiera fallado el tratamiento con 2 FAEs correctamente indicados y bien tolerados, en monoterapia
o politerapia. Se debe valorar precozmente en determinados síndromes epilépticos y en algunas
etiologías de epilepsia donde esta terapia es especialmente útil, incluyendo síndrome de Dravet,
espasmos epilépticos infantiles y síndrome de West, síndrome de Doose, síndrome de Lennox-
Gastaut, complejo esclerosis tuberosa (CET) y síndrome FIRES (febrile infection-related epilepsy
syndrome).
Es el tratamiento de elección de las crisis que acontecen en asociación con el síndrome de deficiencia
del transportador de la glucosa tipo 1 (GLUT1) y de la piruvato deshidrogenasa (PDH)59. En ambas
situaciones la glucosa no puede utilizarse, bien porque falta su transportador, bien porque no se
puede metabolizar el piruvato en el ciclo de Krebs. La DC permite disponer de un sustrato metabólico
alternativo como son los CC, que además de ejercer su efecto en el control de las crisis, también
puede tratar las otras manifestaciones no epilépticas de la enfermedad.
En general, el 50-60% de los pacientes tratados con DC experimentan al menos un 50% de reducción
en la frecuencia de sus crisis, quedando libres de crisis hasta un 15-20%.
Por otra parte, además del buen control de las crisis, se objetivan mejorías en los aspectos cognitivos
y conductuales de estos pacientes60. Se han referido cambios como un mejor nivel de alerta,
atención, lenguaje y funciones sociales. Estos efectos neuropsicológicos positivos tienen un origen
multimodal y se relacionan con la menor frecuencia de crisis, con el descenso del número y/o dosis
de los FAEs concomitantes, y con un posible efecto positivo neuroprotector de la propia DC.
En el apartado siguiente se abordan exhaustivamente las indicaciones en la epilepsia infantil.
El uso de la DC en otras patologías comienza a vislumbrarse y está sustentado por los efectos
bioquímicos que condiciona.
El metabolismo energético de las células cancerosas depende de la glucolisis aeróbica (efecto
Warburg). Cada vez hay más evidencia de que la DC, al disminuir los niveles de glucosa en
sangre, inhibiría el crecimiento de dichas células y ayudaría en el tratamiento del cáncer
potenciando el efecto antitumoral de la quimio y radioterapia. Además, en animales con
tumores parece asociarse a un efecto antiangiogénico.
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CONTRAINDICACIONES
Las contraindicaciones absolutas de la DC son aquellas enfermedades en las que está comprometida
la metabolización de las grasas o que requieren de elevadas cantidades de carbohidratos en la dieta;
su inicio en estas circunstancias puede ser fatal. Son contraindicaciones relativas la existencia de una
epilepsia focal, identificada bien por neuroimagen o por monitorización de video
electroencefalograma (EEG), subsidiaria de tratamiento quirúrgico, la imposibilidad de mantener un
estado nutricional adecuado con la DC y el no cumplimiento de ésta, bien por parte del paciente o
de su familia.
adversos, por tanto, pueden ser numerosos, aunque en la mayor parte de los casos autolimitados,
leves o de fácil abordaje con una adecuada monitorización, sin obligar a retirar la dieta. En algunas
ocasiones habrá que ponderar el beneficio de la dieta frente a complicaciones de difícil o imposible
manejo especialmente en aquellas dietas mantenidas a largo plazo. Se han descrito también efectos
adversos graves potencialmente letales.
Se describen a continuación las complicaciones más frecuentes, así como el manejo/prevención de
las mismas.
Hiperlipemia
Ocurre hasta en un 60% de los niños y puede aparecer en cualquier momento, incluso poco después
de comenzar la DC. Debido al alto contenido en grasa existe una elevación de los triglicéridos y de las
apo B proteínas (colesterol LDL y VLDL) y disminución del HDL cuyo efecto es antiaterogénico130. En
general, estas alteraciones tienden a normalizarse en los meses siguientes, incluso en niños que han
seguido DC durante seis a doce años, y manteniéndose una vez retirada la dieta.
Alteraciones gastrointestinales
Se describen hasta en un 50-75% de los pacientes y, en general, son de fácil manejo o autolimitadas.
Las más frecuentes son: diarrea, náuseas/vómitos, estreñimiento, RGE, anorexia y rechazo de la
alimentación. Algunas de ellas ya han sido comentadas en el apartado de complicaciones agudas.
También se han descrito pancreatitis, hipertransaminasemia, hígado graso y cálculos biliares.
Antes del inicio de la DC se deben abordar y tratar si existen problemas gastrointestinales para
mejorar la tolerabilidad de la dieta.
Nefrolitiasis
Es una complicación frecuente hasta en el 3-10% de los niños con DC frente a < 0,1% de los niños de
la población general. Los cálculos más frecuentes son de ácido úrico, oxalato cálcico y mezcla de
oxalato y fosfato cálcicos y ácido úrico.
Retraso de crecimiento
Aunque es un tema controvertido, y existen publicaciones en las que no se detectaron alteraciones
de talla148,149, parece que estos estudios tuvieron un seguimiento muy corto. Cuando el tiempo de
control es más largo, sí se objetiva una disminución de la velocidad de crecimiento150,151,
especialmente en los niños más pequeños. En cuanto al peso parece que disminuye especialmente
en la fase inicial recuperándose después y que permanece
disminución del número de FAEs, se ha demostrado una reducción de la densidad mineral ósea
mediante densitometrías seriadas, mayor a - 0,5 Z score/año160 lo que sugiere la existencia de otros
factores. Éstos podrían ser la acidosis, la cetosis y los niveles bajos de bicarbonato141. Para la
formación de hueso además se precisan niveles adecuados de IGF-1 que están disminuidos durante
el tratamiento con DC151,155.
Enfermedad cardiaca
Se han descrito casos aislados de alteraciones cardiacas por déficit de selenio, alargamiento del QT y
enfermedades mitocondriales. Sin embargo, no se recomienda la realización sistemática de
electrocardiograma, ecocardiografía o ecografía de carótidas.
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HIPERTENSIÓN ARTERIAL
La hipertensión arterial es una patología crónica en la que los vasos sanguíneos tienen una tensión
persistentemente alta, lo que puede dañarlos. La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre
contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. Cuanto más alta es la
tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear.
Una de las características de esta enfermedad es que no presenta unos síntomas claros y estos
pueden tardar mucho tiempo en manifestarse. Sin embargo, constituye el factor de riesgo
cardiovascular más prevalente.
En la actualidad, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en España.
La hipertensión es una patología tratable, pero su falta de control puede desencadenar
complicaciones graves, como infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca o ictus.
Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a medida que
soportan la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse dificultado
al paso de sangre a través de ellas. Este daño en las paredes de los vasos sanguíneos favorece que se
depositen colesterol y triglicéridos en ellas, por eso lo que hace que la hipertensión sea un de riesgo
muy importante para el desarrollo de arterioesclerosis.
SÍNTOMAS
Hay síntomas inespecíficos, como las cefaleas, que ayudan a detectarla porque ponen en alerta al
paciente que decide ir al médico o acudir a la farmacia a que les tomen la tensión. Sin embargo,
señala que esos síntomas no se pueden atribuir a la hipertensión porque coinciden en el tiempo como
respuesta al dolor.
En el caso de los hipertensos que han estado sin diagnóstico durante mucho tiempo, el presidente
señala que estos pueden sufrir en un momento dado una complicación, como una angina de pecho,
que es un síntoma derivado de esa complicación.
DIAGNÓSTICO
La medición habitual de la presión arterial es la principal herramienta de diagnóstico. Se mide
mediante unos aparatos llamados esfigmomanómetros, popularmente conocidos como
tensiómetros, que deben someterse a las validaciones y homologaciones reglamentarias.
La primera línea para la detección de la hipertensión son los equipos de atención primaria, tanto los
médicos, como las enfermeras. En la consulta tienen protocolos de actuación para realizar
mediciones periódicas. Si el paciente no está diagnosticado, a partir de ese momento puede empezar
su tratamiento si le hiciera falta.
Los farmacéuticos comunitarios también contribuyen en la medición y el control de la hipertensión
arterial.
Otras áreas que ayudan a que el paciente identifique una hipertensión y que le advierten de que sería
recomendable que acudiera al especialista para obtener un posible diagnóstico son los chequeos
rutinarios que hacen las empresas o cuando los pacientes se hacen una revisión porque quieren
empezar a practicar algún deporte federado o semi profesional.
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DIETAS RECOMENDADAS:
LA DIETA DASH
La dieta DASH, o Estrategia Dietética para Detener la Hipertensión, se desarrolló a través de
una investigación financiada por el Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre. Ha
demostrado que es eficaz para reducir la presión arterial y los niveles de lípidos en la sangre,
lo que en última instancia reduce el riesgo de una enfermedad cardiovascular. Este plan se
enfoca en frutas, vegetales, granos integrales, proteínas magras, lácteos bajos en grasa y
semillas, nueces y legumbres. También recomienda limitar las bebidas azucaradas, los dulces,
el sodio y las carnes rojas. La dieta DASH es rica en magnesio, potasio y calcio, las cuales
protegen contra la presión arterial alta.
Los resultados de este estudio ilustraron de manera convincente que seguir la dieta DASH tiene un
impacto positivo en la tensión arterial20. Una tensión arterial normal es igual o inferior a 120/80
milímetros de mercurio (mmHg). Para todos los participantes en la investigación, la tensión sanguínea
sistólica (el valor más alto de los dos) descendió una media de 5,5 mmHg, y la diastólica (el valor más
bajo de los dos) descendió una media de 3,0 mmHg. En los participantes en el estudio que tenían
hipertensión arterial, la tensión sistólica bajó una media de 11,4 mmHg, y la diastólica cayó una media
de 5,5 mmHg. Estos descensos ocurrieron a las dos primeras semanas de comenzar la dieta DASH y
se mantuvieron a lo largo del estudio. Los investigadores estimaron que si todo el mundo siguiera
esta dieta y experimentara reducciones de su tensión arterial similares a las del estudio, las
enfermedades cardiacas se reducirían en un 15% y el número de accidentes cerebrovasculares sería
un 27% menor.
Estudios más avanzados de la dieta DASH han revelado que la tensión sanguínea disminuye incluso
más si la ingesta de sodio se reduce por debajo de 3.000 mg al día. Se realizó un segundo estudio en
el que los participantes siguieron una dieta DASH que o bien les proporcionaba 3.300 mg (consumo
medio en EE.UU.), o bien 2.400 mg (consumo más alto recomendado), o bien 1.500 mg de sodio al
día21. Después de un mes con esta dieta, todas las personas que participaron en el estudio
experimentaron un descenso significativo de la tensión; sin embargo, los que siguieron la variante de
la dieta DASH con menor contenido de sodio experimentaron el mayor descenso. Estos resultados
indican que una dieta baja en sodio y rica en fruta y verdura reduce la tensión sanguínea y el riesgo
de padecer enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.
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OSTEOPOROSIS
La osteoporosis (OP) se define como una enfermedad generalizada del sistema esquelético
caracterizada por la pérdida de masa ósea y por el deterioro de la microarquitectura del tejido óseo,
que compromete la resistencia ósea y que condiciona como consecuencia una mayor fragilidad ósea
y una mayor susceptibilidad a las fracturas. Es una definición propuesta por el National Institute of
Health (NIH) que, actualiza a la previamente establecida por consenso en 1993 en Hong-Kong.
Cuando la masa ósea del adulto alcanza su valor máximo aproximadamente a los 35 años, la tasa de
síntesis y de reabsorción ósea es equivalente. Este equilibrio normal entre la síntesis y reabsorción
ósea mantiene constante la masa esquelética. A partir de los 40 años se observa una lenta reducción
de la densidad de masa ósea en ambos sexos (aproximadamente 0,3-0,5% al año). Se desconocen las
razones por las que se produce esta pérdida ósea con la edad, y por qué se inicia a una edad más
temprana en las mujeres y sigue un curso más acelerado incluso antes de la menopausia. Sin
embargo, un individuo que no alcance un pico de masa ósea óptimo durante la infancia y
adolescencia puede padecer osteoporosis sin que se produzca una pérdida acelerada de masa ósea3.
La definición de OP del NIH integra dos características: la cantidad de masa ósea (componente
cuantitativo) y el concepto resistencia-fragilidad ósea (componente cualitativo).
La densidad de masa ósea (DMO) se expresa en gramos de mineral por unidad de superficie (cm2).
La DMO puede estimarse por una amplia variedad de técnicas entre las que se considera a la DEXA
como patrón oro.
La calidad ósea se refiere a la microarquitectura del tejido óseo que, sólo es posible objetivar
mediante técnicas cruentas como la biopsia ósea lo cual, no es aplicable a la práctica clínica. Es por
este motivo y por el hecho de que la DMO representa un 70% de la resistencia del hueso por lo que,
en la práctica habitual aunque no sea del todo correcto, tendemos a equiparar la resistencia ósea
con la DMO puesto que la disminución de la misma se asocia fuertemente a la aparición de fracturas.
Pero también radica en este aspecto la explicación de las diferencias en la incidencia de fracturas en
pacientes con la misma DMO.
De todo lo anterior se deduce una importante limitación práctica, tanto para diagnosticar la OP, como
para estimar adecuadamente el riesgo de que se complique con fracturas.
La osteoporosis puede comenzar en las primeras etapas de la vida durante el período de crecimiento
esquelético y acumulación de MOM. La OMS define la osteoporosis como una disminución de la
DMO.
La osteoporosis se define como una enfermedad generalizada del esqueleto caracterizada por baja
masa ósea y deterioro de la microarquitectura que compromete la calidad del hueso, con aumento
de la fragilidad y consiguiente predisposición a las fracturas. Las fracturas óseas pueden ocurrir en
todo el esqueleto, pero las más frecuentes aparecen en columna, cadera y antebrazo.
Cuando la DMO disminuye lo suficiente por debajo de unos valores saludables (1 desviación estándar
[DE] con arreglo a las normas de la OMS), existe osteopenia o masa ósea baja.
La osteoporosis se produce cuando la DMO disminuye en tal medida (más de 2,5 DE por debajo de
los valores saludables) que el esqueleto no puede soportar las tensiones habituales.
Sin embargo, la National Osteoporosis Foundation (2010) ha apuntado que la clasificación
diagnóstica de la OMS basada en la DMO no debería aplicarse a mujeres premenopáusicas, hombres
menores de 50 años ni niños. Se cree que la valoración clínica y las puntuaciones Z ajustadas respecto
a la raza reflejan, en mayor medida, las normas de otros grupos.
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TIPOS DE OSTEOPOROSIS
La osteoporosis posee un amplio espectro de variantes. Se distinguen dos tipos de osteoporosis
primaria en función, principal- mente, del sexo, la edad de aparición de las fracturas y el tipo de
huesos afectados. La osteoporosis secundaria se produce cuando un fármaco o una enfermedad
identificable originan una pérdida de tejido óseo.
La osteoporosis primaria relacionada con la edad suele manifestarse hacia los 70 años de edad o más
tarde. A pesar de que tanto el tejido óseo cortical como el trabecular sufren procesos de remodelado,
son más intensos en este último. En los ancianos, los procesos de resorción y formación de hueso se
desacoplan.
La altura de muchas mujeres disminuye varios centímetros entre los 50 y los 80 años de edad. Aunque
la osteoporosis relacionada con la edad aparece en ambos sexos, afecta en mayor medida a las
mujeres debido a su menor masa esquelética con relación a la del varón y a la mayor duración de su
vida.
Las fracturas pueden producirse en el transcurso de actividades de la vida diaria, como levantar una
bolsa de la compra o pisar el desagüe de la ducha, si bien la mayoría de ellas se debe a una caída. Las
fracturas de cadera afectan a casi el 20% de las mujeres posmenopáusicas hasta los 80 años y el 50%
de las mayores de esa edad, y el número de estas lesiones está aumentando de manera constante
en el hombre. En etapas avanzadas de la vida se observa un aumento llamativo del número de caídas,
y casi todas las mujeres mayores de 80 años presentan riesgo de sufrir una fractura de cadera.
Aunque estas fracturas son típicas de esta variante de la osteoporosis, las fracturas vertebrales
también tienden a aumentar con el paso de los años. Las fracturas en cuña de las vértebras originan
lumbalgia, disminución de la altura, deformidades de la columna y cifosis o «joroba de viuda».
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SÍNTOMAS
Típicamente, las etapas iniciales de la disminución de la masa ósea no presentan síntomas. Pero una
vez que la osteoporosis debilita tus huesos, podrías tener signos y síntomas que incluyen los
siguientes:
Dolor de espalda, provocado por una vértebra fracturada o aplastada
Pérdida de estatura con el tiempo
Una postura encorvada
Un hueso que se rompe mucho más fácilmente de lo esperado
DIAGNÓSTICO
Aunque sea una enfermedad silenciosa, actualmente los reumatólogos cuentan con un gran abanico
de herramientas para su diagnóstico precoz y así adaptar el tratamiento, bien para prevenir la pérdida
de masa ósea o para combatir la osteoporosis.
Existen hábitos de vida que pueden ayudar a mejorar la calidad del hueso como son: la adecuada
ingesta de calcio, el ejercicio físico y no fumar. La cantidad concreta de Calcio varía con la edad, pero
muchos adultos necesitarán de 1.000 a 1.500 mg al día. Esta ingesta se puede realizar con alimentos
naturales ricos en calcio (sobre todo la leche y sus derivados) o como suplementos en forma de
medicamentos (sales de calcio). En este último caso deberá existir un control de su médico sobre la
cantidad y la pauta de administración.
De igual manera, la vitamina D es una sustancia fundamental para el hueso. Sus necesidades diarias
se consiguen fundamentalmente por la formación de la misma en la piel cuando recibe el efecto de
la irradiación solar.
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DIETAS RECOMENDADAS:
Vitamina D
La vitamina D se aporta al organismo en un 90% por la exposición al sol y algo menos de un 10% a
partir de la dieta habitual o suplementada. Es fundamental para la absorción transcelular de calcio y
su deficiencia es un factor decisivo para el desarrollo de la osteoporosis. Al disminuir la absorción
intestinal de calcio se estimula la secreción de PTH, produciéndose un hiperparatiroidismo
secundario para obtener calcio del hueso que origina un hueso poco mineralizado, de peor calidad
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Vitamina K
La vitamina K es un cofactor esencial en la γ-carboxilación de proteínas con residuos γ-
carboxiglutámicos (Gla). La γ-carboxilasa microsomal facilita la conversión pos-translacional de Glu
a residuos Gla. Además del más conocido proceso de γ-carboxilación hepática, de gran importancia
en el proceso de coagulación (protrombina, factores VII, IX y X de la coagulación), la γ-carboxilación
de proteínas óseas como la osteocalcina (la más abundante en hueso), “Matrix-Gla-Protein” o la
proteína S, tiene gran trascendencia para la salud ósea. La deficiencia en vitamina K, produce
osteocalcina infra γ-carboxilada (ucOC), la cual además de ser un índice del estatus nutricional en
vitamina K, es predictor de riesgo de fractura de cadera. La vitamina K actúa sobre osteoblastos, a los
que se incorpora por un proceso de endocitosis a través del low-density lipoprotein receptor-
related protein (LPR1). Suprime la proliferación celular e induce RNAm de osteocalcina,
osteoprotegerina y RANKL (9). En su acción sobre el hueso, la vitamina K es sinérgica con la vitamina
D.
Fitoestrógenos e isoflavonas
La pérdida de estrógenos que se produce en la posmenopausia es responsable de más del 50% de la
pérdida de masa ósea en la mujer a lo largo de la vida. El tratamiento hormonal sustitutivo
(estrógenos) es muy eficaz para minimizar la pérdida de DMO y disminuir el riesgo de fractura
osteoporótica, pero se asocia a un aumento en el riesgo de efectos adversos graves principalmente
CV, por lo cual, en el momento actual, se desaconseja su empleo en el tratamiento y prevención de
la osteoporosis. Los fitoestrógenos son compuestos no esteroideos que se encuentran en alimentos,
especialmente las isoflavonas de la soja, como la genistina, genisteína, daidzina, daidzeína y también,
pero en menor grado, la gliciteína. Su estructura se asemeja a los estrógenos naturales y tienen
una gran afinidad por los receptores β-estrogénicos, imitando sus acciones. Por ello, y para minimizar
riesgos, se han propuesto como una alternativa terapéutica a los estrógenos.
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La insuficiencia renal aguda ocurre cuando los riñones pierden de repente la capacidad de filtrar los
desechos de la sangre. Cuando los riñones pierden la capacidad de filtración, pueden acumularse
niveles nocivos de deshechos, y puede desequilibrarse la composición química de la sangre.
La insuficiencia renal aguda, también llamada lesión renal aguda, se desarrolla rápidamente, por lo
general en menos de unos días. La insuficiencia renal aguda es más común en personas que ya están
hospitalizadas, sobre todo, en aquellas personas con enfermedades críticas que necesitan de
cuidados intensivos. La insuficiencia renal aguda puede ser fatal y requiere de tratamiento intensivo.
Sin embargo, la insuficiencia renal aguda puede ser reversible. Si, en cambio, gozas de buena salud,
es posible que recuperes una función renal normal o casi normal.
SÍNTOMAS
Entre los signos y síntomas de la insuficiencia renal aguda se incluyen los siguientes:
Disminución del volumen de orina excretado (diuresis), aunque a veces se mantiene estable
Retención de líquido, que causa hinchazón en las piernas, los tobillos o los pies
Falta de aire
Fatiga
Desorientación
Náuseas
Debilidad
Ritmo cardíaco irregular
Dolor u opresión en el pecho
Convulsiones o coma en casos severos
DIAGNÓSTICO
Si los signos y síntomas que tienes sugieren que sufres insuficiencia renal aguda, es posible que tu
médico te recomiende hacerte algunos análisis y procedimientos para verificar tu diagnóstico. Estos
pueden incluir lo siguiente:
Control del volumen de excreción de orina. La medición de la cantidad de orina que produces
en 24 horas puede ayudar al médico a determinar la causa de la insuficiencia renal.
Análisis de orina. El análisis de una muestra de orina, (urianálisis) puede revelar anomalías que
sugieran insuficiencia renal.
Análisis de sangre. Una muestra de sangre puede revelar un aumento acelerado de los niveles
de urea y creatinina, dos sustancias usadas para medir el funcionamiento renal.
Estudios de diagnóstico por imágenes. Los estudios de diagnóstico por imágenes como
ultrasonido y tomografía computarizada pueden ser usados para ayudar a tu médico a ver tus
riñones.
Extirpación de una muestra de tejido de riñón para realizar pruebas. En algunas ocasiones,
puede que tu médico te recomiende una biopsia para extraer una pequeña muestra del tejido
de tu riñón para analizarla en el laboratorio. El médico inserta a través de la piel una aguja en
el riñón para extraer una muestra.
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DIETAS RECOMENDADAS:
DIETA DE GIORDANO-GIOVANNETTI
La dieta baja en proteínas, baja en grasas y alta en carbohidratos, con ingesta controlada de potasio
y sodio, se utiliza en la insuficiencia renal crónica y en la insuficiencia hepática. Las proteínas sólo se
administran en forma de aminoácidos esenciales, de forma que el organismo utilice el exceso de BUN
para sintetizar los aminoácidos no esenciales para la producción de proteínas tisulares.
A partir de entonces, se han desarrollado una serie de dietas para pacientes urémicos consistentes
en proteínas de alta calidad, carbohidratos y escaso contenido en electrólitos y nitrógeno. Varios
trabajos han demostrado que con estas premisas puede alcanzarse un balance de nitrógeno
equilibrado, con una parte de tan sólo 0,30 g de proteínas por kg y día.
Sin embargo, otros trabajos demuestran que la mayoría de los pacientes sometidos a este tipo de
dietas hipoproteicas desarrollan un balance nitrogenado negativo, a pesar del valor biológico
elevado, de las proteínas de la dieta. La explicación de estas aparentes discrepancias podría radicar
en que dado que en la uremia no existen unos requerimientos fijos de nitrógeno, cada caso individual
mostrará unas características peculiares en lo que a sus requerimientos proteicos, metabolismo
proteico y por lo tanto equilibramiento de su balance nitrogenado se refiere. Se impone, pues,
considerar en cada caso el estado del balance nitrogenado y la concurrencia de posibles factores que,
como vimos antes, pueden modificarlo al variar los requerimientos de nitrógeno.
En este sentido y como medida indirecta del grado de utilización de la dieta proteica administrada se
utiliza la tasa de aparición del nitrógeno ureico, que en condiciones de utilización óptimas de las
proteínas de la dieta no ha de superar los 3 g al día para una superficie corporal de 1,73 m2.
Un problema encontrado en el uso de estas dietas es la hiperpotasemia a que dan lugar, a pesar de
su bajo contenido en potasio. Distintos estudios atribuyen este efecto a una disminución en la
excreción tubular motivada por una menor oferta al túbulo de fosfatos y sulfatos que con esta dieta
se ingieren en menor cantidad.
En relación con este problema algunos autores 23 han sugerido usar como fuente de proteínas suero
electrodializado.
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GIORDANO en 1963 y GIOVANNETTI y MAGGIORE en 1964 -trabajando con dietas que contenían una
cantidad adecuada de aa. Esenciales, pero baja e proteínas totales, demostraron que se producia
menos urea, los sintamos urémicos mejoraban y era notable el aumento del apetito y la sensación
de bienestar.
El contenido en proteínas es de alrededor de 20 grlida. Un huevo y la mitad de una taza de leche
suministran mas de la mitad del aporte proteico diario en aa. Esenciales. No hay en la dieta ni carne,
ni pescado, ni queso. El aporte calórico será de 30-35 cal/Kg. que se administran en forma de frutas,
bebidas, azúcar,(incluyendo confituras), mantequilla, aceite y suplementos de alto valor calórico; el
pan corriente contiene unos dos gramos de proteína/rebanada y por esto se emplea una harina sin
gluten. La dieta es monótona e insípida, y a menos que se empleen alimentos especiales, es difícil
para el paciente alcanzar un aporte proteico menor de 60 gr.
Los sintomas uremicos son la indicación primaria parala reducción de las proteínas en la dieta.
Solamente cuando ha fracasado una moderada restricción proteica o no es posible o no esta indicada
una diálisis, debemos recomendar la dieta Giordano-Giovannetti con sus severas restricciones sus
dificultades dietéticas.
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CONCLUSIONES
Finalmente, el hábito alimentario va de la mano con otros hábitos que favorecen la presencia de
enfermedades o garantizan la longevidad de las personas, por lo que no son lo único que determinan
la salud de un individuo; el mejor de los hábitos consiste en ser prudentes con los alimentos que se
consumen, sus cantidades y combinaciones; ningún alimento es completamente malo o bueno, todos
en su justa medida son importantes para la formación, crecimiento, desarrollo y mantenimiento del
ser humano y deben variar de acuerdo a cada etapa de la vida, puesto que en cada una, las
necesidades son diferentes; aceptarlo y asumirlo requiere educación nutricional constante y necesita
una visión de salud preventiva más que curativa.
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BIBLIOGRAFIA
MONTSE VILAPLANA. Dietas hipocalóricas. Razones bioquímicas para su fracaso. VOL 24 NÚM 1
ENERO 2005.
(2014). Relación entre hábitos nutricionales y enfermedades crónicas. Revista del Instituto Nacional
de Higiene Rafael Rangel, 45(1), 6-8. Recuperado en 14 de julio de 2021, de
http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-
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Clifford, J., & Maloney, K. Comprendiendo la dieta DASH (Doctoral dissertation, Colorado State
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Mayo Clinic Minute: Osteoporosis affects men, too. June 21, 2021, 12:02 p.m. CDT
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/osteoporosis/diagnosis-treatment/drc-
20351974
Mayo Clinic Family Health Book (Libro de Salud Familiar de Mayo Clinic) 5.ª edición. July 23, 2020.
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/kidney-failure/symptoms-causes/syc-
20369048
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