El documento describe cómo los bailes criollos tradicionales argentinos se hicieron más populares en 1944 gracias a su difusión por radio desde Buenos Aires. Sin embargo, algunos "folkloristas" sin muchos conocimientos comenzaron a enseñar versiones deformadas de los bailes y a publicar coreografías incorrectas, lo que llevó a confusión. Se necesita aclarar la verdadera forma de los bailes para preservar las expresiones del sentimiento popular argentino.
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El documento describe cómo los bailes criollos tradicionales argentinos se hicieron más populares en 1944 gracias a su difusión por radio desde Buenos Aires. Sin embargo, algunos "folkloristas" sin muchos conocimientos comenzaron a enseñar versiones deformadas de los bailes y a publicar coreografías incorrectas, lo que llevó a confusión. Se necesita aclarar la verdadera forma de los bailes para preservar las expresiones del sentimiento popular argentino.
El documento describe cómo los bailes criollos tradicionales argentinos se hicieron más populares en 1944 gracias a su difusión por radio desde Buenos Aires. Sin embargo, algunos "folkloristas" sin muchos conocimientos comenzaron a enseñar versiones deformadas de los bailes y a publicar coreografías incorrectas, lo que llevó a confusión. Se necesita aclarar la verdadera forma de los bailes para preservar las expresiones del sentimiento popular argentino.
El documento describe cómo los bailes criollos tradicionales argentinos se hicieron más populares en 1944 gracias a su difusión por radio desde Buenos Aires. Sin embargo, algunos "folkloristas" sin muchos conocimientos comenzaron a enseñar versiones deformadas de los bailes y a publicar coreografías incorrectas, lo que llevó a confusión. Se necesita aclarar la verdadera forma de los bailes para preservar las expresiones del sentimiento popular argentino.
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Apuntes sobre bailes criollos 1/3
“A la fecha, año de 1944, ha tomado notable incremento la difusión
de los bailes criollos tradicionales, merced a la divulgación desde Buenos Aires, i especialmente por radiotelefonía, de su parte musical, la que se extiende a todas las regiones del país, en muchas de la cuales estaban, en su mayoría, olvidados. Con el justificado entusiasmo que estas danzas despiertan, ha surgido un considerable número de ‘folkloristas’, es decir, entendidos en música i danzas nativas, los cuales, según eventuales conocimientos, i en apremiante interés de notoriedad o de lucro, se han constituido, a sí mismos, en ‘profesores’, ocasionando la consiguiente confusión i desorientación lamentables en este renacer de tan caras i delicadas expresiones del sentimiento popular. Con la despreocupación que da la falta de responsabilidad, dichos ‘folkloristas’ han divulgado muchas antiguas danzas argentinas de las cuales sólo conocíase el nombre, ‘arreglándolas’ -son sus términos-, a su escaso entender, ocasionando, en las gentes desprevenidas, la insistencia en el error. Sabemos que una sección del Museo de Ciencias Naturales de Buenos Aires no pudo atenerse a los informes de algunos mui popularizados ‘entendidos’ en bailes criollos, al intentar, dicha institución, documentar el cancionero nacional de la tradición: declara-ron, aquellos, que los más de los bailes eran arreglos personales, por no existir datos al respecto. Además, personalmente hemos comprobado la deformación de danzas regionales mui conocidas porque aún vive gente que las practicaron en sus mocedades. Aquello ocurre indudablemente por descuido, por precipitación i aún por entusiasmo. Lejos estamos de pensar que haya mala intención, mui al contrario. Aun cuando sea con propósitos comerciales, siempre se consigue una impresión de belleza i una emoción nacionalista ante nuestros bailes criollos pero es necesario, para alcanzar un elemento didáctico que ayude al conocimiento del pasado, aclarar la verdad en lo que fueron esas hondas manifestaciones del sentimiento argentino.” Fuente: "Apuntes sobre bailes criollos: versiones coreográficas recopiladas por Domingo Lombardi" (2007) Adquirir en: Folklore – UNA, Sánchez de Loria 443, C.A.B.A., (011) 4866-1675
Apuntes sobre bailes criollos 2/3
“Las anomalías en los bailes criollos que se conocen en la Capital Federal, se deben, más que a cualquier otra razón, a lo poco autorizados ‘profesores de bailes criollos’, como pomposamente se titulan muchos que han tomado el asunto como negocio o mejor dicho ‘modus vivendi’, en latín de sacristía…”
Domingo Lombardi
"Apuntes sobre bailes criollos: versiones coreográficas recopiladas por
Domingo Lombardi finaliza sus manuscritos con este glosario que titula “Vocabulario empleado en la enseñanza de los bailes criollos”. “- ¡Alto!: Detenerse donde se halle, en el preciso instante que se oiga la voz. El objeto es corregir, oportunamente, un error. – ¡Aura!: (¡Ahora!) ¡Se acaba!, ¡Bueno! Palabras con que el músico o el ‘bastonero’ indican el final de cada parte de la danza, o la ejecución de una figura previamente indicada. – Baile de dos: Danzas criollas divididas en dos partes que se complementan. Cada parte suele indicarse previamente, por el músico, con los términos ¡Primera! ¡Segunda!, i comentada: ¡Una sin otra no vale! o bien: ¡No hai primera sin segunda! i algunas otras propias de la espontaneidad e inventiva del encargado de dirigir la danza. – Cadena: Figura de la danza, en la cual las parejas unidas en ronda, se sueltan, i marchando en sentido contrario, hombres i mujeres, se entrelazan al pasar tomándose alternativamente de las manos; continúan el movimiento hasta encontrar la propia compañera. Al encontrar la compañera, cada uno, suele realizarse el movimiento en sentido contrario, i en tal caso se ordena: ¡Contramarcha i siga la cadena! Las parejas que al encontrarse al fin del movimiento, se han tomado con mano derecha, ejecutan un molinete i reanudan la cadena en sentido contrario a la primitiva. – Castañetas: Sonido que se produce frotando fuertemente los desdos pulgar i medio, i a veces el anular, de cada mano, mientras los demás, doblados sobre las palmas, hacen de hueco de resonancia. – Cepillar: Por escobillar, en los bailes criollos de zapateo. – Columna: Colocación de las personas, unas detrás de otras, de a una o más hileras. – Cuadro: Formación de cuatro personas dándose el frente por parejas i ocupando los ángulos de una figura cuadrada de igual extensión por cada lado. Es la posición común al baile criollo de dos parejas, en que cada varón tiene a su izquierda, así formados, la dama de la otra pareja, conservándose a su frente la propia. – Escobilleo: (o escobillado) Batir ligeramente el suelo, en el baile, como ejecutando con el pie la acción de pasar la escobilla. El origen del término es tomado del citado utensilio que así se denominó en nuestra tierra antiguamente, i no ‘cepillo’ como actualmente, empleando por tal razón i equivocadamente el término ‘cepillar’ como un elemento del zapateo en el baile criollo. – Estribillo: Verso o conjunto de versos que se repite después de cada estrofa en algunas composiciones. – Figura: Serie de movimientos que determinan un dibujo coreográfico. – Fila: Colocación de personas, una al lado de otra dando el mismo frente. – Flanco: Costado derecho o izquierdo del actor. – Giro: Movimiento circular que ejecuta el danzante. Puede ser en uno o más tiempos -compases- i a derecha o izquierda, según lo exija el compás i la dirección de la marcha. – Giro de brazo: Es el que se efectúa tomados de la mano. Puede ser hacia la derecha o izquierda. – Hilera: Colocación de las personas, una detrás de otra. – Molinete: Círculo que sobre un eje determinado efectúan los bailarines tomados de la mano como en actitud de ‘pulsear’. – Mudanzas: Conjunto de movimientos acompasados que constituyen un paso -período- de danza. Como expresión característica de los bailes criollos, no debe confundirse con lo que vulgarmente se denomina ‘zapateo’. En las mudanzas intervienen una serie de zapateos de cuyas combinaciones nace una figura coreográfica. – Pañuelo: (de mano) En descanso: conservado en la mano sin movimiento ni expresión alguna. Revuelo: Agitado por una de sus puntas en movimientos circulares en sentido horizontal, ya sea ‘de derecha’ o ‘de revés’. – Paseo del baile: El que efectúa la mujer frente al compañero, mientras él trata de interesarla con graciosas i ágiles mudanzas. A este movimiento suele denominársele vulgarmente ‘balanceo’ o ‘zarandeo’, menos apropiado aún. Con menudos pasos, levantada ligeramente la pollera, con ambas manos, o con una sola i la otra sobre la cadera, describe en tal ‘paseo’, recorridos semicirculares, aproximándose por momentos al varón, como interesándose en las habilidades que como bailarín pretende demostrarle, con el propósito de conquistar sus favores. En esta figura se procurará no dar la espalda al compañero pues se considera un agravio, tal actidud, en nuestros bailes criollos. -Deseamos señalar que en algunos pasajes de sus manuscritos, Lombardi también utiliza la frase ‘paseo del baile’ para referirse al ‘paso básico’-. – Relaciones: Son las cuartetas galantes que alternadamente se dicen las parejas, ya improvisadas o adaptadas para el caso, en ciertos bailes: El Gato, Los Aires, El Cielito con bolsa i el Pericón nacional. – Vuelta: Trayecto en dibujo circular de algunas figuras del baile. ‘Entera’ o ‘Redonda’, en su acepción más vulgar, indica un recorrido completo, en círculo, desde -y hasta- el punto de partida. ‘Media vuelta’, es la mitad de la anterior, con lo que se cambia de lugar, lo que suele indicarse con la frase ¡al otro lado!.”
Fuente: "Apuntes sobre bailes criollos: versiones coreográficas recopiladas por Domingo Lombardi" (2007) Adquirir en: Folklore – UNA, Sánchez de Loria 443, C.A.B.A., (011) 4866-1675