El Verdadero Discipulado, Parte 2
El Verdadero Discipulado, Parte 2
El Verdadero Discipulado, Parte 2
Repaso
La semana pasada iniciamos en nuestros grupos pequeños una nueva serie sobre el discipulado
cristiano. Estudiamos como en la Biblia, un discípulo es presentado como alguien que sigue la
vida y enseñanza de otra persona. Nuestro llamado como cristiano no solo es ser verdaderos
discípulos de Cristo sino también hacer discípulos. De hecho, el último mandato que Jesús le dio
a sus seguidores fue ir y hacer discípulos (Mateo 28:16-20).
En sentido general estudiamos como todo cristiano es llamado por Dios a contribuir en la obra de
la iglesia de hacer discípulos a través de relaciones deliberadas y mutuamente motivadoras.
Definimos DISCIPULADO como la motivación intencional de cristianos sobre la base de
relaciones deliberadas, de amor y entrenamiento en la Palabra de Dios.
En nuestro primer estudio de esta serie también consideramos 3 aspectos del verdadero
discipulado:
El discipulado intencional relacional no es frío y práctico, sino que se parece mucho a la misma
esencia de como Dios nos ha llamado a amarnos unos a otros dentro de su iglesia. Estamos
llamados a entregar de forma deliberada nuestras vidas para el bien espiritual de los
demás, así como Cristo entregó su vida para nuestro bien eterno. Ciertamente, Cristo hizo
por nosotros lo que nunca haríamos unos por otros, él cargó nuestros pecados como un sustituto
perfecto sin pecado, nosotros no podemos hacer eso. Sin embargo, estamos llamados en nuestro
estado imperfecto y caído, a reflejar ese perfecto amor de Cristo. ¿Cómo? Derramando nuestras
vidas para el bien espiritual de los demás, para su motivación y bendición. Eso es lo que la Biblia
describe como amor entre cristianos.
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¿Cuáles otros elementos son distintivos del discipulado cristiano?
2 Timoteo 3:16-17:
«Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado
para toda buena obra» (RVR60). (Ver Isaías 55:10-11; Santiago 1:21; 2 Pedro 1:3-4).
En su forma más simple, hacer discípulos es la tarea diaria de enfocar a otros en la Palabra de
Dios. Como discipuladores, trabajamos duro para no cultivar una dependencia en nosotros y en
lugar de eso entrenar cristianos para que se vuelvan a las Escrituras de forma consistente.
A mi hijo le gustan los equipos de construcción. Él se emociona cuando una grúa toma una pieza
de tubería, la levanta en el aire y la coloca entre piezas contiguas de tubería.
El propósito de una tubería es mover el fluido hacia la dirección que debe ir, asegurarse de que
va desde la fuente hasta el destino previsto. El discipulado bíblico se parece mucho a lo que es
una tubería. Los cristianos que se fundamentan en la verdad de Dios se encuentran en la posición
de hacerles un bien a los demás. Dios usa a los cristianos como conductos de su verdad.
Tomamos la verdad de Dios, aprendemos a vivir de acuerdo a ella y luego lo pasamos a los
demás.
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Las tuberías no tienen mucho de que enorgullecerse. La función de la tubería es simplemente
estar en el lugar correcto, llevando la verdad de Dios hacia los demás.
V. UN PROCESO, NO UN PROGRAMA
¿Por qué puede ser fácil pensar en el discipulado como un programa en lugar de un
proceso?
Muchos programas han sido desarrollados para hacer «crecer» discípulos. Pero debido a que
cada persona es diferente y tiene diferentes luchas y tentaciones, el discipulado no puede ser
presentado muy fácilmente.
En esencia, el discipulado es más que todo cualquier cosa que hacemos de manera intencional
para ayudar a otros cristianos a crecer en santidad. Es un proceso de ser transformados a la
imagen de Cristo; no es un programa.
Lo que representa el discipulado en la práctica es algo muy amplio. La clave está en que
cualquier cosa que hagas debe estar fundamentada en la verdad de la Escritura y ser
presentada sobre la base de una relación intencional y amorosa. En pocas palabras, eso es el
discipulado.
CONCLUSIÓN
Mientras avanzamos en esta clase consideraremos muchas de las especificaciones de lo que
parece ser el discipulado en la práctica, por ejemplo, como discutir un libro con alguien, como
estudiar la Biblia juntos, y muchos otros temas específicos.
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Pero conforme terminamos este estudio, quiero recordarte que:
El discipulado es intencional y deliberado y por tanto requiere que decidas, con la ayuda
de Dios, trabajar para ser un canal de transmisión de bendición espiritual en la vida de
otra persona, como un aspecto de tu obediencia personal al mandato de Cristo de ir y
hacer discípulos.
El discipulado es amar – no existe una mejor manera en que puedas mostrar amor a tu
hermano creyente en Cristo que considerando de forma deliberada y seria como puedes
hacerle un bien espiritual a través de tu relación con él.
7 Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus
propios hijos.
8 Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo
el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos
muy queridos.