Qué Es El Referendo ENTREGA 3
Qué Es El Referendo ENTREGA 3
Qué Es El Referendo ENTREGA 3
BOGOTA D.C
2021
¿Qué es el referendo?
El referendo es un mecanismo de participación ciudadana que, en Colombia, está regulado por la
Ley 134 de 1994. El Artículo 3 de esta ley define referendo como la "convocatoria que se hace al
pueblo para que apruebe o rechace un proyecto de norma jurídica, o derogue o no una norma ya
vigente". Este mecanismo de participación ciudadana se puede llevar a cabo en diferentes escalas,
puede ser a nivel nacional, regional, departamental, distrital, municipal o local. (Ver:
enciclopedia.banrepcultural.org/index.php/Referendo) El debate en torno a la adopción de niños
por parte de parejas homoparentales ha vinculado, por supuesto, argumentos tomados desde la
psicología, la psiquiatría, la sociología, etc., en los que se aborda el problema de si una familia
homoparental es apta para constituirse en hogar para un niño o una niña. A propósito, en
Colombia la Corte Constitucional en 2014 les pidió a las principales universidades,
departamentos de psicología del país, que se manifestaran al respecto. En consonancia con
estudios internacionales la comunidad científica nacional afirmó que “el cuidado y la proveeduría
de los niños y niñas depende cada vez menos del género y la orientación sexual”, en síntesis, que
no hay argumentos científicos que excluyan a las parejas del mismo sexo para constituirse en
familias óptimas. Es decir, una pareja heterosexual por el simple hecho de ser heterosexual no es
mejor hogar que el que puede constituir una pareja homosexual. Lo importante por señalar acá es
que a nosotros no nos interesa introducirnos en este debate que debe desarrollarse con seriedad,
con argumentos científicos, y lejos de posiciones dogmáticas y de la simple opinión. En cambio,
sí nos interesa a nosotros el debate en torno a la democracia que subyace en esta problemática,
relacionada con la pertinencia democrática de referendo contra la adopción homoparental. Es
decir, el referendo apela a que sean las mayorías las que decidan si debe permitirse la adopción
de niños y niñas por parte de parejas homoparentales. ¿Por qué es democrático que sean las
mayorías las que tomen este tipo de decisiones? ¿Las mayorías pueden decidir acerca de todo tipo
de temáticas? ¿Qué es democracia? Por eso en esta primera entrega debemos centrarnos en los
argumentos que ofrecen Carlos Gaviria y Viviane Morales acerca de por qué es o no es
democrático el referendo que aborda la adopción homoparental.
Instrucciones:
a. Lea atentamente las siguientes dos columnas. Identifique cuáles son los argumentos que
propone Carlos Gaviria para señalar que el referendo de la adopción homoparental no es
democrático. De la misma forma, revise en la columna de Viviane Morales cuáles son los
argumentos que se ofrecen para señalar que el referendo en mención sí es democrático. No olvide
que un argumento es un razonamiento que demuestra, refuta, o justifica algo. Tanto Carlos
Gaviria como Viviane Morales exponen diversos argumentos en sus columnas de opinión en aras
de justificar su idea o tesis central.
Un referendo impertinente
Carlos Gaviria
El Estado de Derecho es la materialización de un propósito excelso, político y moral a la vez: la
erradicación del despotismo del monarca, es decir, del mandato del gobernante, obediente tan
sólo a su capricho y amparado en una supuesta potestad conferida por la voluntad divina.
Conseguir que el ejercicio del poder, antes arbitrario, quede sometido a las reglas del derecho,
tiene que contarse entre las grandes conquistas de la humanidad. Pero el Estado constitucional de
derecho implica un avance cualitativo inapreciable: precaver algo que había pasado inadvertido, a
saber, que también las mayorías puedan decidir caprichosamente en desmedro de sectores
minoritarios de la población que reclaman derechos que no pueden ser negados o recortados con
argumentos fuertes de razón pública. Asunto que puede plantearse de la siguiente forma: ¿hay
temas problemáticos que deban sustraerse a la decisión mayoritaria? Y la respuesta
indudablemente es sí. ¿Como cuáles? Voy a señalar apenas dos:
1. Los asuntos técnicos y científicos que reclaman una respuesta concluyente (en la medida en
que la ciencia puede darla), expuesta a la prueba de la razón y la experiencia. Ejemplos pueden
darse a granel, pero uno paradigmático me parece que basta.
¿No sería descabellado convocar al pueblo a que mediante sufragio universal dirimiera el asunto
de si el universo fue creado según la rica ficción fantasiosa del Génesis o si está bien orientada la
hipótesis abstrusa del Big Bang? ¿Alguien con mediana sensatez podrá pensar que la respuesta
definitiva proceda de las urnas? A veces uno piensa, oyendo o leyendo a la senadora Viviane
Morales, que es eso lo que se propone con su dislocada propuesta de referendo contra la adopción
por parte de las parejas homosexuales. Como hay un debate académico y científico en torno a los
trastornos y sesgos de orientación que puedan padecer los menores adoptados y, a su juicio, la
balanza se inclina por una respuesta afirmativa (cosa que parece refutada abrumadoramente por
estudios serios y abundantes hechos), que la mayoría profana diga a quién asiste la razón (¿a
Ptolomeo o a Copérnico?).
Pero, desde luego, la ambigüedad diluye, en apariencia, las verdaderas razones subyacentes a la
iniciativa: para la senadora Morales (hay que asumirlo así por las creencias que defiende) es
pecaminosa y “contra natura” la unión conyugal de dos personas del mismo sexo, y ni qué decir
de que tengan la temeridad de tratar como hijos a quienes no engendraron ni concibieron.
2. Los asuntos relativos a las creencias. ¿Tiene una persona, en una sociedad pluralista, regida por
un Estado laico, el derecho a organizar su vida y su comportamiento en armonía con sus
creencias religiosas? La respuesta es sí, más allá de toda duda. Pero ¿puede con igual legitimidad
convocar a los ciudadanos que muy probablemente comparten las mismas creencias derivadas de
una fe común, respetables, pero, por definición, injustificables racional y empíricamente, a que
impongan obligaciones y restricciones en sus formas de vida a quienes profesan otras creencias o
sólo tienen convicciones a que renuncien a la integridad y desarticulen su pensamiento de su
conducta y vivan una vida inauténtica, porque así lo dispuso la regla mayoritaria?
He tenido un alto concepto de Viviane Morales como jurista y académica, pero advierto que esas
calidades nada tienen que ver con sus iniciativas de creyente militante. La democracia es la
promesa de convivencia grata entre sujetos autónomos que a nadie dañan, aunque sí pueden
molestar conciencias fanáticas que defienden sus prejuicios con argumentos de razón privada
como si fueran del interés común.
‘El derecho a la adopción no existe’
Viviane Morales
El exmagistrado escribió en que la propuesta de referendo sobre la adopción gay es impertinente.
La exfiscal y hoy senadora le contesta que lo impertinente es hacerle creer a la gente que perderá
un derecho que no tiene. Se aviva el debate.
Apreciado Carlos: Leí tu artículo sobre la propuesta de referendo que presenté ante la
Registraduría, acompañada por 238.000 ciudadanos, para decidir si en Colombia aceptamos o
negamos la adopción de niños desamparados por parte de parejas del mismo sexo. Lo leí con
mucha atención, como siempre leí tus sentencias y, en general, como leo tus escritos cuando
llegan a mis manos. Pero esta vez lo leí, además, con particular alegría. Enhorabuena llegaste a
darle a mi contraparte la estatura intelectual y moral que anhelé que tuviera, a fin de que el debate
público contribuya a la edificación de nuestra cultura democrática. Créeme que he tenido la
preocupación de que esta controversia pierda su talante necesario cayendo víctima de prácticas
degradadas humanamente, cuando no de fundamentalismos antirreligiosos o de la banalización
fatal con que muchos medios de comunicación distorsionan el acontecer nacional.
Bienvenido, pues, al debate.
Desde el titular calificas de “impertinente” el referendo que hemos propuesto, esto quiere decir:
inoportuno, inapropiado y, aún más, molesto. Esto con base en la afirmación categórica de que
hay “temas problemáticos” que no pueden ser decididos por el pueblo a fin de que las mayorías
no “puedan decidir caprichosamente en desmedro de sectores minoritarios de la población que
reclaman derechos que no pueden ser negados o recortados con argumentos fuertes de razón
pública”.
Efectivamente, estamos en total desacuerdo. Mi concepto de democracia radica en que lo
pertinente es que sea el pueblo quien resuelva las controversias y las contradicciones
fundamentales de toda sociedad, con más razón de la colombiana cuya experiencia nos demuestra
que la falta de democracia y la histórica usurpación de los derechos del pueblo desde las esferas
del poder, nos han sumido en la tragedia de intentar la violencia como camino para conjurar
nuestros conflictos principales. En mi condición de mujer, de cristiana y de profesora de Derecho
Constitucional, soy la primera en defender los derechos de las minorías de cualquier abuso en que
puedan incurrir las mayorías. De hecho, pertenezco a grupos minoritarios y he sido víctima de
discriminaciones en virtud de tal pertenencia; lo que ocurre es que este riesgo no se corre con el
referendo que hemos propuesto porque no estamos sometiendo a votación ningún derecho de
ninguna minoría. Nuestras leyes y la jurisprudencia de la Corte Constitucional a la que
perteneciste son expresamente claras en que la adopción no constituye derecho alguno, de parejas
heterosexuales ni de parejas homosexuales, ni de hombres o mujeres solos, independientemente
de su orientación sexual. Es impertinente, entonces, acudir a la falacia de que estamos poniendo
en riesgo el derecho que tienen los homosexuales a adoptar niños, cuando está claro que el
derecho a adoptar no existe. Nadie puede perder lo que no tiene. Lo que sí existe es el derecho de
los niños a ser protegidos y criados por una familia y, en el caso de los niños desamparados, sin
familia, el Estado está en la obligación de garantizarles este derecho de la mejor manera posible.
De esto se trata nuestro referendo: de que sea el pueblo quien le ordene al Estado cuáles son los
parámetros que, de acuerdo con su experiencia, su razón y su cultura, debe tener en cuenta a la
hora de tomar la delicadísima responsabilidad de entregar a un niño en adopción. No sobra
insistir, en este punto, que mis convicciones cristianas coinciden íntegramente con las conquistas
universales del Derecho que consagran los derechos de los niños como prevalentes sobre
cualquiera eventualidad jurídica. Para mí los niños son sagrados y estoy decidida a luchar para
que de ninguna manera se les convierta en objetos de consumo emocional.
También me parece importante aclararles a nuestros lectores que tu posición diluye, en
apariencia, las verdaderas razones subyacentes a tu artículo: cuando afirmas que hay que quitarle
al pueblo el derecho de decidir sobre este “tema problemático”, lo que en el fondo estás pidiendo
es que dejemos la decisión sobre la adopción de niños desamparados por parte de parejas
homosexuales en manos de los nueve magistrados de la Corte Constitucional. Te parece que los
nueve magistrados cuentan con la sabiduría necesaria para superar los riesgos a los que nos
exponen las decisiones de las que señalas como “mayorías profanas” (¿ignorantes e
incompetentes?). En este punto también estoy en total y respetuoso desacuerdo con tus
planteamientos. Mi experiencia de ciudadana, de abogada y de legisladora me ha llevado a la
convicción democrática de que son preferibles las decisiones de nuestro pueblo, pese a los riesgos
de errores, que las decisiones de nuestros honorables magistrados de la Corte Constitucional, pese
a sus riesgos de aciertos. Por último, apreciado Carlos, sólo me resta compartirte una inquietud de
amiga y admiradora que me quedó de la lectura de tu artículo: ¿por qué esas mayorías te resultan
“profanas” y por lo tanto incompetentes para decidir en nuestro referendo sobre la suerte de
nuestros niños desamparados, y en cambio te parecían competentes y dignas de votar por ti
cuando les pediste su respaldo al aspirar a la Presidencia de la República? Por lo pronto, le deseo
lo mejor y de nuevo te agradezco que hayas decidido intervenir en este debate.
b. Después de leer atentamente las dos columnas de opinión e identificar los argumentos que
proponen las dos partes, se espera que cada uno de los grupos complete el siguiente cuadro
analítico:
» ¿Qué concepto de democracia se puede inferir en cada una de las columnas? Carlos Gaviria
defiende una idea de democracia, ¿cuál es? ¿Cuál es la concepción de democracia que defiende la
columna de Viviane Morales?
» ¿Qué argumentos o ideas plantea cada uno de los columnistas para sostener su argumento
central? Tenga en cuenta que una “tesis” es un argumento o idea central que busca argumentarse
en un texto a través de diversos argumentos secundarios.
La tesis de la columna de Gaviria es que el referendo sobre la adopción homoparental no es
democrático, y plantea en su columna argumentos que defienden esta idea central. Igual sucede
en el caso de la columna de Viviane Morales, pero en cambio ella afirma a modo de tesis que el
referendo si es democrático.
» Identifique si los columnistas plantean en sus columnas conceptos relevantes que deban ser
aclarados, y busque su significado en diccionarios o en la web. A lo largo de las columnas se
proponen conceptos como “estado de derecho”, “estado constitucional”, “estado laico”,
“profanas”, etc., que deben explicarse para una comprensión completa de los argumentos.
Conceptos que
plantea Derechos humanos: son derechos
Derecho Constitucional: es una rama del
Derecho Público destinada al estudio de relacionados a todos los seres humanos, sin
los preceptos fundamentales que distinción alguna de raza, sexo, nacionalidad,
determinan la existencia y funcionamiento grupo étnico, religión o cualquier otra
de un Estado nacional, generalmente condición. dentro de estos también están
establecido en el contenido de una incluidos el derecho a la vida y a la libertad a
Constitución Nacional o Carta Magna. no estar sometido a esclavitud ni a tortura.
¿El referendo es una forma de obstrucción para las minorías en el siglo XXI en Colombia?
Democráticamente este referendo el cual está en contra de la adopción de niños por parejas del
mismo sexo, es contrario a la carta magna de 1991 donde Colombia se establece como un país
laico, esto quiere decir la separación total del estado y la religión, la idea de prohibir la adopción
por parejas homoparentales por medio del referendo está basado en una idiosincrasia religiosa ya
que se fundamenta en que Dios creo el hombre y la mujer y que es la única forma de familia
aceptada y así mismo carecen de pruebas que demuestren científicamente la falta de integridad de
las parejas homosexuales para la adopción.
Como se menciona anteriormente no está científicamente demostrado que parejas homosexuales
fomenten en los niños desordenes psicológicos, de creencias o de violencia, no existen estudios
donde se demuestre que estas parejas no puedan educar a los niños y que no sean capaces de
fomentar su capacidad de desarrollo, pues el desarrollo es igual a la de un niño adoptado por
parejas heterosexuales de hecho en la ley 12 de 1991 de la convención de derechos del niño en el
artículo 2 en el numeral uno “Los Estados Partes respetarán los derechos enunciados en la
presente Convención y asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin
distinción alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la
opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los
impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus
representantes legales” [CITATION Ley91 \l 9226 ] esta ley tiene fecha similar a nuestra carta Magna
lo cual daría a entender que el mundo ya se estaba aceptando a las parejas del mismo sexo como
unidad familiar lo cual da a nuestra constitución un toque de retrograda y clásica.
Por otro lado, los niños tienen el derecho fundamental a tener una familia que fomente su
desarrollo integral, en Colombia existe el ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) el
cual se encarga de proteger y velar por los derechos de los niños.
Es una realidad en este referendo que la mayoría está sobreponiendo sus propios intereses o
pensamientos sobre las minorías en este caso los homosexuales y los niños, se debe analizar
profundamente y buscar un bienestar para todos y no vulnerar el derecho a la familia.
En la declaración universal de derechos humanos en el artículo 16 numeral tres “la familia es un
elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y
del estado” [ CITATION LaD48 \l 9226 ], el ser humano por naturaleza busca a lo largo de su vida
tener una familia, pareja e hijos con los cuales compartir, apoyar, educar y amar. Al hacer parte
de un estado este garantiza el cumplimiento a los deberes y derechos, este está en la obligación de
hacer cumplir este derecho fundamental, de brindar a las parejas que desean tener hijos y a los
niños que desean tener padres formar un hogar cumpliendo con todos los requisitos para
realizarlo.
Teniendo en cuenta que los derechos de las minorías se vulneran con facilidad ya que la voz de
las mayorías puede callar la de ellos e imponer únicamente ante toda la sociedad su pensar, toda
la población que habite en un territorio geográficamente limitado que pertenece a un estado laico
ante la ley son iguales y su libertad de expresión no se puede limitar al menos que realice daño
contra si mismo o los demás.
Con base en lo anterior en el referendo, no existe ninguna prueba que confirme que las parejas
homosexuales exclusivamente se lastimen así mismas o a los demás, los niños no sufrirán abusos
o daños en su pensamiento, para esto el ICBF a diseñado protocolos e investigaciones para evitar
que los niños sufran posteriores actos de violencia o daños psicológicos con el fin de encontrar a
los mejores candidatos como padres.
Según el censo electoral la población de hombres en el país es de 18.671.321 y la población de
mujeres según este mismo es de 19.868.201 dando un total de 38.539.522 habitantes con
posibilidad de voto [CITATION Reg21 \l 9226 ]
En Colombia según estadísticas del Dane de las personas entre los 18 y 65 años se identificarían
como homosexuales dando así 105.000 hombres gais y 56.000 mujeres lesbianas [CITATION ELT \l
9226 ]
Las parejas homoparentales son minoría comparadas con el porcentaje que no lo es, Colombia
aun siendo un estado laico aún tiene un impacto social y un pensamiento religioso estricto donde
se dan afirmaciones sobre las parejas homosexuales imponiendo el pensamiento que es
antinatural por lo tanto no se consideran iguales y no deben tener los mismos derechos, esto
basándonos en un pensamiento totalmente religioso, aquí es donde la inconformidad de esta
mayoría busca oprimir a la minoría.
En síntesis, el referendo es una opresión de las mayorías hacia las minorías vulnerando sus
derechos y sobreponiendo sus deseos sin tener en cuenta que pertenecen a un estado igualitario,
que vela por el cumplimiento de sus normas y brinda seguridad a su población.
Ademas a lo anterior debería existir un sistema de participación en el cual la decisión de unos
cuantos o unos muchos no afecte la libertad de pensamiento de una minoría, raza, religión, etnia u
orientación sexual pues en este caso si se iniciara el mecanismo democrático la minoría se
quedaría sin la posibilidad de hacer un contrapeso para hacer valer sus derechos.
Bibliografía
El Tiempo. (13 de 08 de 2020). ¿cuantos colombianos son LGBT? Dane realizo primera medicion
estadistica. Obtenido de https://www.eltiempo.com/justicia/servicios/encuesta-del-dane-midio-
por-primera-vez-cantidad-de-personas-lgbt-en-colombia-529124
Registraduría Nacional del Estado Civil. (13 de 01 de 2019). Censo Electoral. Obtenido de
https://www.registraduria.gov.co/-Censo-Electoral,3661-.html