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Enfermeria Del Niño Sano

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Maestra: De Jesús Pereda Ana Cristina | ENF-402

MARLEN
PÉREZ ENFERMERÍA DEL NIÑO SANO
ROMERO
Clasificación del niño
El niño, en relación con la edad y su proceso biológico, se clasifica en:

Menor de 28 días (recién nacido)


Menor de un año (lactante menor o infante)
De uno a cuatro años (lactante mayor: un año a un año 11 meses y preescolar:
dos a cuatro años)
De cinco a nueve años (escolar)
De diez a diecinueve años (adolescente)

El niño, en relación a la escolaridad:

Recién nacido: de 0 – 28 días


Lactante menor: 29 días a 12 meses
Lactante mayor: 12 meses a 24 meses
Pre-escolar: 2 años a 5 años
Escolar: 6 a 11 años
Adolescente: de 12 a 18 años

El niño, en relación a la dentición:

Aproximadamente entre los 6 a 10 meses de vida los primeros dientes del bebé
son los incisivos centrales superiores e inferiores.
De 10 a 12 meses hacen su aparición los incisivos laterales superiores e
inferiores.
A partir de los 10 a 15 meses de vida del bebé hacen su aparición los dientes
llamados primeros molares.
De los 18 a 24 meses aparecen los caninos internos ya sea superiores e
inferiores.
De 24 a 36 meses aparecen los molares superiores e inferiores.
NOM-007-SSA2-2016, Para la atención de la mujer
durante el embarazo, parto y puerperio, y de la persona
recién nacida.

Que el 6 de enero de 1995 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Norma Oficial Mexicana
NOM-007-SSA2-1993, Atención a la mujer durante el embarazo, parto y puerperio y del recién nacido.

Objetivo y campo de aplicación

Esta Norma tiene por objeto establecer los criterios mínimos para la atención médica a la mujer
durante el embarazo, parto y puerperio normal y a la persona recién nacida.

Esta Norma es de observancia obligatoria en todo el territorio nacional, para el personal de salud
de los establecimientos para la atención médica de los sectores público, social y privado del
Sistema Nacional de Salud, que brindan atención a mujeres embarazadas, durante el parto,
puerperio y de las personas recién nacidas.

Disposiciones generales

La atención médica que reciban las mujeres en edad


reproductiva en los establecimientos para la atención
médica públicos, privados y sociales del país, debe ser con
un enfoque preventivo, educativo, de orientación y
consejería.

La consulta preconcepcional debe fomentarse para promover la salud de la mujer y de su


descendencia, evaluar la salud de la mujer en esta etapa permite identificar condiciones
de riesgo reproductivo, en el embarazo y sobre todo, llevar a cabo medidas preventivas.
La asistencia del personal de salud debe estar dirigida a identificar y aconsejar sobre los
problemas existentes, situar a la mujer en las mejores condiciones de salud posible para
embarazarse y planear de forma objetiva el momento más adecuado para el embarazo.

En las consultas preconcepcional y prenatal, se debe incluir


valoración por el servicio de estomatología.
El examen de valoración debe incluir:

Una historia clínica completa, realizar exámenes de laboratorio básicos para detectar
alteraciones que puedan incrementar el riesgo obstétrico y otorgar elementos educativos para un
adecuado control prenatal.

La atención debe ser integral y enfocada a considerar la


reproducción humana como una expresión de los derechos
reproductivos, para que sea libremente escogida y segura.

En la visita preconcepcional, se debe brindar información sobre los cuidados de la persona


recién nacida.

Los establecimientos para la atención médica que brinden atención de urgencias


obstétricas deben contar con espacios habilitados, personal especializado, calificado y/o
debidamente capacitado para atender dichas urgencias, equipo e instalaciones
adecuadas.
Toda mujer en edad reproductiva que desee embarazarse, debe acudir de preferencia
acompañada de su pareja al establecimiento para la atención médica, para recibir
asesoría médica sobre el riesgo reproductivo, idealmente tres meses antes de intentar el
embarazo. En este periodo es importante iniciar la suplementación de ácido fólico para la
prevención de defectos del tubo neural y continuarla durante el embarazo.

Todo el tiempo y en especial durante el embarazo y la lactancia, se debe promover que la mujer
se abstenga de utilizar sustancias adictivas como tabaco (aun como fumadora pasiva), bebidas
alcohólicas y sustancias psicoactivas (Ver Apéndice D Normativo, de esta Norma).
Las actividades a realizar por parte del personal de salud en la primera consulta de atención
prenatal deben ser:

Elaborar y registrar la historia clínica en un expediente, carnet perinatal o la guía básica


para la mujer embarazada (ver Apéndice J Normativo, de esta Norma), debiendo tener
los siguientes apartados:

Identificación de la embarazada, su nombre completo que acredite con una


identificación oficial edad, escolaridad, estado civil, empleo, lugar de residencia
habitual, teléfono y los datos de algún familiar o amistad para establecer contacto
en caso necesario;
Identificar antecedentes heredo familiares, personales patológicos y personales
no patológicos;
Identificar antecedentes de embarazos previos y su resolución mediante
interrogatorio intencionado para datos de: cesárea, preeclampsia, hemorragia
obstétrica, parto pretérmino, restricción en el crecimiento intrauterino, óbito,
pérdida repetida de la gestación, DG y malformaciones fetales.
Realizar el diagnóstico del embarazo por el método clínico, de laboratorio (prueba
inmunológica de embarazo en orina o suero) o ultrasonográfico; con este fin, no
se deben emplear estudios radiográficos ionizantes ni prescribir medicamentos
hormonales.

Realizar búsqueda de factores de riesgo en el interrogatorio en forma dirigida.


Identificar los siguientes factores de riesgo para DG: Padres con DM o familiares en
primer grado; antecedente de DG; edad mayor de 25 años; peso al nacer de la paciente
igual o mayor que 4 Kg; obesidad igual o mayor que 90Kg, IMC Kg/E ² igual o mayor que
30Kg/E ² antes del embarazo; pacientes con tamiz alterado, a la hora igual o mayor que
130mg/dl; hijos/as con peso al nacer igual o mayor que 4,000g; antecedente de óbito;
aborto recurrente; hijos con malformaciones congénitas e hipertensión arterial crónica.

Exploración física completa que incluya: signos vitales, peso, talla y evaluación del estado
nutricional (Ver Apéndice C Normativo, de esta Norma). Exploración bucodental, mamaria,
auscultación cardiaca materna, medición del fondo uterino y de la frecuencia cardiaca fetal en su
caso, así como toma de citología cérvico-vaginal, si procede, como lo dispone la Norma Oficial
Mexicana citada en el punto 2.8, del Capítulo de Referencias, de esta Norma. Todas estas
actividades deben ser anotadas en el expediente clínico para cada consulta otorgada.
1 ª consulta: entre las 6 - 8 semanas;

2 ª consulta: entre 10 - 13.6 semanas;

3 ª consulta: entre 16 - 18 semanas;

4 ª consulta: 22 semanas;

5 ª consulta: 28 semanas;

6 ª consulta: 32 semanas;

7 ª consulta: 36 semanas; y

8 ª consulta: entre 38 - 41semanas.

La importancia de la atención prenatal con intervenciones integrales y preventivas permite


detectar riesgos fetales y maternos pudiendo aplicar el tamizaje prenatal oportuno entre 11 y
13.6 semanas, y segundo trimestre de 16 a 22 semanas, donde el ultrasonido es un medio
fundamental de vigilancia.

Promover que se realice un ultrasonido obstétrico en cada trimestre del embarazo por personal
capacitado, para determinar el bienestar materno y fetal de manera intencionada.

Por el alto riesgo de la morbilidad y la mortalidad perinatales, toda mujer embarazada con 41
semanas o más, debe ser trasladada al segundo nivel de atención, para su valoración y
atención.
NORMA Oficial Mexicana NOM-031-SSA2-
1999, Para la atención a la salud del niño.

Que con fecha 22 de septiembre de 1999, en cumplimiento de lo previsto en el artículo 46, fracción I de
la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, la Coordinación de Vigilancia Epidemiológica presentó
al Comité Consultivo Nacional de Normalización de Prevención y Control de Enfermedades, el
anteproyecto de la presente Norma Oficial Mexicana.

Objetivo y campo de aplicación:

Esta Norma Oficial Mexicana tiene por objeto establecer los requisitos que deben seguirse para
asegurar la atención integrada, el control, eliminación y erradicación de las enfermedades evitables por
vacunación; la prevención y el control de las enfermedades diarreicas, infecciones respiratorias agudas,
vigilancia del estado de nutrición y crecimiento, y el desarrollo de los niños menores de 5 años.

Esta Norma Oficial Mexicana es de observancia obligatoria en todas las instituciones que prestan
servicios de atención médica de los sectores público, social y privado del Sistema Nacional de Salud.

Prevención y control de las enfermedades diarreicas

Medidas de Prevención

El saneamiento ambiental y la educación para la salud de la población, en particular de las


madres, han comprobado ser las más importantes medidas de prevención.

Tales medidas pueden dividirse en dos tipos: las que interrumpen los mecanismos de
transmisión de la enfermedad; y las que incrementan la resistencia del huésped a la infección.

Según lo demuestran diferentes estudios, sobresale la lactancia materna como factor importante para la
reducción de la incidencia por diarreas en los niños menores de seis meses y, en general, el uso de
agua potable, la eliminación adecuada de excretas, el lavado de manos y el manejo correcto de las
heces, en niños con diarrea. Respecto a la mortalidad, también destaca la lactancia materna en cuanto
a los menores de seis meses y, asimismo, el uso de agua potable, la eliminación adecuada de excretas
y la vacuna contra el sarampión, que reduce la mortalidad por diarrea hasta en un 22%.

Las tareas específicas efectivas para prevenir las enfermedades diarreicas, son:

Cloración del agua y procedimientos de desinfección;


Lactancia materna exclusiva, durante los primeros cuatro a seis meses de vida;
Mejoramiento de las prácticas de ablactación, a partir de los cuatro a seis meses de
edad;
Promoción de la higiene en el hogar, con énfasis en el lavado de manos, manejo
higiénico de los alimentos y la eliminación correcta de las excretas en niños con diarrea;
Vacunación contra el sarampión;
Administración de vitamina "A" como suplemento, que juega un papel central en la
resistencia inmunológica a la infección.

Medidas de Control

La atención eficaz y oportuna de la enfermedad diarreica comprende tres acciones principales: la


administración de líquidos en forma de tés, agua de frutas, cocimientos de cereal y Vida Suero
Oral, así como el mantener la alimentación habitual. Ambas acciones evitan por un lado la
deshidratación y por el otro la desnutrición. La tercera está orientada a que la madre o
responsable del niño identifique oportunamente la presencia de complicaciones.
Las enfermedades diarreicas, de acuerdo con la evaluación del estado de hidratación, se
clasifican en: casos sin deshidratación, con deshidratación, con choque hipovolémico por
deshidratación.

Caso sin deshidratación, es aquel que presenta generalmente menos de cuatro evacuaciones líquidas
en 24 horas, ausencia de vómito, sin signos clínicos de deshidratación.

Caso con deshidratación, es aquel que presenta dos o más de las manifestaciones

clínicas siguientes:

Inquieto o irritable;
Ojos hundidos, llanto sin lágrimas;
Boca y lengua secas, saliva espesa;
Respiración rápida;
Sed aumentada, bebe con avidez;
Elasticidad de la piel, mayor o igual a dos segundos;
Pulso rápido;
Llenado capilar de tres a cinco segundos;
Fontanela anterior hundida (lactantes);

Caso con choque hipovolémico, es aquel que presenta dos o más de las manifestaciones

Clínicas siguientes:

Inconsciente o hipotónico;
No puede beber;
Pulso débil o ausente;
Llenado capilar mayor de cinco segundos;
El manejo de los casos de enfermedades diarreicas se basa en tres planes generales

de tratamiento:

Plan A: Para pacientes con enfermedad diarreica sin deshidratación con atención en el hogar:

Continuar con la alimentación habitual;

Aumentar la ingesta de los líquidos de uso regular en el hogar así como Vida Suero Oral: de este
último, en los niños menores de un año de edad, ofrecer media taza (75 ml) y en los mayores de
un año, una taza (150 ml) y administrarlo a cucharadas o mediante sorbos pequeños, después
de cada evacuación.

Capacitar a la madre para reconocer los signos de deshidratación y otros de alarma por
enfermedades diarreicas: (sed intensa, poca ingesta de líquidos y alimentos, numerosas heces
líquidas, fiebre, vómito y sangre en las evacuaciones), con el propósito de que acuda
nuevamente a solicitar atención médica en forma oportuna.

Plan B: Para pacientes con diarrea y deshidratación con atención en la unidad de salud:

Administrar Vida Suero Oral 100 ml por kilogramo de peso, en dosis fraccionadas cada

30 minutos durante cuatro horas;

Si el paciente presenta vómito, esperar 10 minutos e intentar otra vez la hidratación oral,

más lentamente;

Al mejorar el estado de hidratación, pasar al Plan A. En caso contrario, repetir el Plan B por otras
cuatro horas, de no existir mejoría pasar al Plan C;

Si los vómitos persisten, existe rechazo al Vida Suero Oral, o gasto fecal elevado (más de

10 g/kg/hora o más de tres evacuaciones por hora) se hidratará con sonda nasogástrica, a razón
de 20 a 30 ml de Vida Suero Oral por kilogramo de peso, por hora.

Plan C: Para pacientes con choque hipovolémico por deshidratación:

Inicie inmediatamente administración de líquidos por vía intravenosa, con solución Hartmann; si
no se encuentra disponible, use solución salina isotónica al 0.9%, de acuerdo con el siguiente
esquema:
PRIMERA HORA

50 ml/kg

SEGUNDA HORA

25 ml/kg

TERCERA HORA

25 ml/kg
Prevención y control de las infecciones respiratorias agudas

Medidas de Prevención

Las actividades que han demostrado ser efectivas en la prevención de las infecciones
respiratorias agudas, y que se deben promover en la comunidad, son:
Dar lactancia materna exclusiva, durante los primeros cuatro a seis meses de vida, y
complementaria después de esa edad;
Vigilar y en caso necesario, orientar a la familia sobre la alimentación adecuada y otras
medidas que contribuyan a corregir el estado nutricional del niño;
Vacunar contra el sarampión, tos ferina, difteria e infecciones invasivas por Haemophilus
influenzae tipo b, de acuerdo con el esquema referido en el numeral
Evitar fumar cerca de los niños;
Evitar la combustión de leña, o el uso de braseros, en habitaciones cerradas;
Evitar los cambios bruscos de temperatura;
En época de frío, mantener abrigados a los niños;
Proporcionar el aporte adecuado de líquidos, frutas y verduras amarillas o anaranjadas,
que contengan vitaminas "A" y "C";
Evitar el hacinamiento humano, para disminuir la transmisión de estas infecciones;
Ventilar la habitación del niño;
Fomentar la atención médica del niño sano;

Medidas de control

En la atención de los niños con IRA, el interrogatorio y la inspección se deben orientar hacia la
identificación, en primer lugar, de la presencia o no de neumonía y en forma secundaria, de otitis media
aguda, faringoamigdalitis purulenta u otra entidad nosológica de etiología bacteriana.

Se ha aceptado que la polipnea es el signo predictor más temprano de neumonía, con una alta
sensibilidad y especificidad, además de constituir el primero de los mecanismos que el organismo pone
en marcha ante la dificultad respiratoria.

Las infecciones respiratorias agudas, de acuerdo con las características clínicas, se clasifican en casos:
sin neumonía; con neumonía y dificultad respiratoria leve (polipnea o taquipnea); y con neumonía y
dificultad respiratoria grave (tiraje, cianosis y disociación tóraco-abdominal).

Características clínicas de las IRA sin neumonía.

Rinofaringitis:
Estornudos;
Rinorrea;
Obstrucción nasal;
Enrojecimiento de la faringe;
Dolor faríngeo.
Faringitis congestiva:
Dolor faríngeo;
Vesículas o ulceraciones;
Enrojecimiento de la faringe.
Faringoamigdalitis purulenta:
Dolor faríngeo;

Plan A: Tratamiento para niños con IRA sin neumonía:

Medidas generales
Aumentar la ingesta de líquidos;
Mantener la alimentación habitual;
No suspender la lactancia al seno materno;
En menores de un año, no aplicar supositorios para la fiebre;
No utilizar jarabes o antihistamínicos;

MEDICAMENTO DE ELECCION

ALTERNATIVA

Faringoamigdalitis purulenta
Penicilina benzatínica combinada, 1’200,000 U.I., dosis única, vía intramuscular.
Eritromicina 30-40 mg/kg/día dividido en tres dosis durante 10 días o Clindamicina 10-20
mg/kg/día dividido en 4 dosis durante 10 días.
Otitis media aguda
Amoxicilina, 40 mg/kg/día divididos en tres dosis diarias, durante siete días, vía oral
Trimetoprim 8 a 10 mg/kg/día con sulfametoxazol 40 a 50 mg/kg/día, divididos en dos dosis
diarias, durante siete días, vía oral.
Sinusitis
Amoxicilina, 40 mg/kg/día divididos en tres dosis diarias, durante siete días, vía oral.
Trimetoprim 8 a 10 mg/kg/día con sulfametoxazol 40 a 50 mg/kg/día, divididos en dos dosis
diarias, durante siete días, vía oral.

Plan B: Tratamiento para niños con neumonía leve, sin factores de mal pronóstico:

Medidas generales;
Tratamiento ambulatorio;
Aumentar la ingesta de líquidos;
Mantener la alimentación habitual, pero en pequeñas fracciones, un mayor número
de veces al día;
No suspender la lactancia al seno materno;
Controlar la fiebre: con acetaminofén, 60 mg/kg/día, por vía oral, divididos en cuatro a
seis dosis diarias

Plan C: Tratamiento para niños con neumonía grave o neumonía leve, con factores

de mal pronóstico:

Manejo y tratamiento:
Envío inmediato a un hospital;

Traslado con oxígeno, si es necesario (4 a 6 litros por minuto);

Control de la fiebre: acetaminofén, 15 mg/kg, vía oral, dosis única, y

En caso de sibilancias, administrar salbutamol jarabe, 0.15 mg/kg por dosis, vía oral o inhalado
(dos disparos con espaciador de aire) o 0.1 ml de adrenalina, 1:1000, vía subcutánea.

. Control de la nutrición, el crecimiento y el desarrollo del niño menor de cinco años

Medidas de Prevención: Las actividades que han demostrado ser efectivas y que deben promoverse en
la comunidad, son:

Orientación alimentaria a la madre o responsable del menor de cinco años en los


siguientes aspectos:
Alimentación adecuada de la madre durante el embarazo y lactancia;
Lactancia materna exclusiva durante los primeros cuatro a seis meses de vida;
Ablactación adecuada;
Esquema básico de vacunación completo;
Desparasitación intestinal periódica mediante tratamiento con Albendazol dos veces al
año;
Megadosis de vitamina A, en administración periódica;
Fomentar la atención médica del niño sano, para vigilar su crecimiento y desarrollo,
en forma periódica;
Atención integrada del niño enfermo.

Consultas

En cada consulta se deberá registrar: edad (en el menor de un año en meses y días y en el mayor de un
año en años y meses), peso, talla, perímetro cefálico y evaluación del desarrollo psicomotor.

El personal de salud deberá otorgar al niño menor de 28 días dos consultas médicas, la primera
a los siete días y la segunda a los 28.

El personal de salud deberá otorgar al niño menor de un año seis consultas al año, una cada

dos meses.

El personal de salud deberá otorgar al niño de uno a cuatro años, una consulta con una periodicidad
mínima de cada seis meses.

Somatometría
Longitud, talla: la longitud debe medirse acostando en un Infantómetro a los niños que no pueden
ponerse de pie. Se utilizará el estadímetro en niños que pueden ponerse de pie; se deben retirar
zapatos y descubrir la cabeza de objetos y peinados que alteren la medición.

Peso: para su medición se debe calibrar y colocar la báscula en una superficie plana (báscula pesa
bebé o de piso), o colgarla de un sitio fijo (báscula de resorte), se debe retirar toda la ropa, zapatos y
objetos pesados, colocando al niño en la báscula y realizando la lectura de la medición cuando el
instrumento esté sin movimiento, de frente a la escala de medición y expresarse en kilogramos.

Perímetro cefálico: debe realizarse hasta los dos años de edad, con cinta métrica metálica, flexible, 5
milímetros de ancho, expresándose en centímetros. En caso de detectarse problema, se efectuará el
seguimiento del mismo y la medición por especialistas, hasta que el niño cumpla los cinco años de
edad.

Valoración del estado de nutrición

La valoración del estado de nutrición debe basarse en una evaluación que comprende:

historia dietética, social y económica, historia clínica con énfasis en los datos antropométricos y

signos de desnutrición.

Medidas de control

Atención de la desnutrición:

Desnutrición leve: incorporarlo a un programa de orientación alimentaria, consulta mensual en la


unidad de salud hasta su recuperación.

Desnutrición moderada sin infección agregada que ponga en riesgo su vida: incorporarlo a un
programa de recuperación nutricia ambulatorio, consulta cada 15 días hasta que disminuya el
grado de desnutrición y continuar en un programa de orientación alimentaria hasta su
recuperación.

Desnutrición moderada con infección agregada que ponga en riesgo su vida: envío a una unidad
de segundo nivel, al disminuir el grado de desnutrición y ser dado de alta, incorporarlo a un
programa de recuperación nutricia ambulatorio, consulta cada 15 días hasta que disminuya el
grado de desnutrición y continuar en un programa de orientación alimentaria hasta su
recuperación.

Desnutrición grave: envío a una unidad de segundo nivel, al disminuir el grado de desnutrición y
ser dado de alta, incorporarlo a un programa de recuperación nutricia ambulatorio, consulta cada
15 días hasta que disminuya el grado de desnutrición

Cartilla Nacional de Vacunación


Es un documento gratuito, único e individual, oficialmente válido para toda la República
Mexicana. Se utiliza para el registro y control de las acciones de vacunación, así como para la
anotación del peso y la talla del niño.

El personal del servicio de inmunizaciones, o el vacunador de campo, deben entregar la Cartilla a todo
niño que no cuente con ella, aun cuando éste no haya sido registrado.

El personal de salud anotará en la Cartilla del niño, la clave CURP que aparece en el acta de
nacimiento, cuando éste haya sido registrado. Si aún no está registrado, se dejará en blanco el
espacio asignado para la clave CURP, remitiendo a los padres de familia o tutores a las
Oficialías o Juzgados del Registro Civil, con objeto de que éstos la asignen. Asimismo, el
personal de salud registrará en el documento las dosis aplicadas, el peso y la talla según
corresponda a los servicios proporcionados al niño.

En los casos de pérdida de la Cartilla, el nuevo documento con que se dote al responsable del niño,
deberá conservar la misma Clave Unica de Registro de Población..

Ante la ausencia de comprobantes o datos que avalen las dosis recibidas, se deberá iniciar el
esquema de vacunación del niño.

Las instituciones que atienden a grupos de población menor de seis años, solicitarán a los padres o
tutores de los niños, al ingresar o inscribirse, la Cartilla Nacional de Vacunación, y verificarán su
esquema de vacunación. En caso de no cumplir aún con dicho esquema, los derivarán a la unidad de
salud correspondiente.

Es obligación de las instituciones que integran el Sistema Nacional de Salud, proporcionar el


respectivo comprobante a la población mayor de cinco años que reciba las vacunas no
consideradas en el esquema básico, mismo que deberá contener:

Nombre de la institución o cédula profesional del médico que aplicó la(s) vacuna(s);
Nombre, edad y sexo de la persona que recibe la vacuna;
Domicilio de la persona;
Nombre de la vacuna aplicada;
Fecha de su aplicación, y Nombre y firma del vacunador.

Registro de la información

El control y la evaluación de los componentes de vacunación universal, control de la nutrición y


crecimiento y desarrollo de los menores de cinco años, se efectuará en forma computarizada mediante
el uso del Sistema de Información PROVAC.

Las instituciones de salud levantarán el Censo Nominal de la población de niños menores de ocho años
que reside en su área de responsabilidad, y realizarán el seguimiento del esquema de vacunación, así
como el registro del peso y la talla de los niños, de manera permanente. A fin de mantener actualizado
el Censo Nominal, es indispensable que las instituciones del Sistema Nacional de Salud capten los
datos de todos los nacimientos ocurridos en su área de responsabilidad.
Para el caso de los servicios médicos privados, éstos llenarán el formato del Censo Nominal de los
niños menores de ocho años que sean vacunados, pesados y medidos, y enviarán la información a la
unidad operativa del Sistema Nacional de Salud más cercana a su domicilio.

Colaboración con las brigadas de salud; y Apoyo mediante la realización de acciones para la
obtención de materiales de promoción y recursos necesarios para las campañas de Semanas
Nacionales de Salud, enfermedades diarreicas, infecciones respiratorias agudas y nutrición.

En relación con la participación comunitaria, las instituciones de salud deberán:

Sensibilizar a la población para que permita el desarrollo de acciones preventivas y de


control;
Invitar a maestros, padres de familia, líderes de opinión y grupos de la comunidad, a que
colaboren en actividades educativas y de promoción;
Promover que agrupaciones profesionales de la comunidad y otras diversas, intervengan
activamente en las acciones de salud del niño;
Procurar la integración y capacitación de otros grupos sociales, en acciones concretas de
apoyo a la salud del niño;
Impulsar la gestión de recursos humanos, materiales, técnicos y económicos, ante
autoridades locales, municipales y estatales, así como ante instituciones públicas,
privadas y sociales, para el desarrollo de las actividades de salud del niño; y
Consolidar la participación activa de los diversos grupos sociales, en la planeación,
ejecución y evaluación de las actividades de salud;

La promoción y la difusión de las acciones de salud del niño estarán dirigidas a:

Informar a la población respecto a las medidas preventivas para preservar la salud, los
factores que intervienen para favorecer la enfermedad y los riesgos que los
padecimientos conllevan;
Disminuir los riesgos de adquirir padecimientos evitables, y Eliminar el peligro de
complicaciones, al tratar adecuada y oportunamente a los enfermos.

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