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Dilemas Eticos en Casos de Violencia de Genero

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10.UMA.06.2.2011.CP

TÍTULO DEL TRABAJO

Dilemas éticos en casos de violencia de género

RESUMEN

Se plantea un caso de violencia de género que se presenta en un Centro de


Atención Primaria de Salud, surgiendo el dilema ético de respetar el proceso de
toma de conciencia y decisión de la mujer y cumplir el imperativo legal de
informar a Fiscalía. Se trabaja el caso a nivel individual en consulta de trabajo
social y en grupo mediante su inclusión en grupos socioeducativos de
habilidades sociales dirigidos a mujeres con malestar y sufrimiento psicológico.
Se expone cómo tras el inicio de un proceso de cambio se fracasa en la ruptura
de la situación de violencia a raíz de una intervención legal dirigida a la
protección de la mujer.

ABSTRACT

There is a case of gender violence that occurs in a Centre for Primary Health
Care, an emerging ethical dilemma of respect the process of awareness and
choice of women and meeting the legal requirement to inform the Prosecutor. I
work at an individual attention of social work and group by including socio-
group social skills aimed at women with discomfort and psychological distress.
The question is how after the start of a process of change fails to break the
violence following a legal action aimed at protecting women.

PALABRAS CLAVE

Violencia contra la mujer – Procesos de cambio – Imperativo legal – Dilema ético


KEYWORDS

Violence against women, Change model- Legal action- Ethical dilemma

DESARROLLO
1. Introducción a la temática de caso
La violencia hacia la mujer ha sido considerada por la Organización Mundial de la Salud
como un problema de salud con repercusiones importantes no solo en la salud física de la
mujer sino también en la psíquica: aumento de la ansiedad, depresión, etc.; y en su
bienestar social: aislamiento, falta de desarrollo personal, etc., siendo el porcentaje de
mujeres consideradas técnicamente como “maltratadas” de un 9,6 en España y un 11,1 en
Andalucía según la macro encuesta realizada por el Instituto de la Mujer en el 2006 (1)

Un alto porcentaje de la mujeres que son derivadas a los servicios de salud mental y a los
centros de atención primaria sufren malos tratos. Suelen acudir por síntomas inespecíficos
y quejas sin una causa clínica que se cronifican porque no responden a los tratamientos.
Suelen mantenerlo en secreto por sentir vergüenza y miedo. A veces, ni son conscientes de
ser una mujer maltratada porque han sido educadas en unos valores de “obediencia” y
sumisión al marido; terminan creyéndose los menosprecios a los que son sometidas,
viviendo en una continua dependencia emocional y económica y entrando en una dinámica
de autodestrucción. (2)

En Andalucía contamos con un Protocolo de actuación que propone como estrategia de


intervención la aplicación del Modelo de cambio, que especifica la necesidad de actuar
amoldándose al momento de toma de conciencia y decisión de la mujer para afrontar su
problema, tomando el protagonismo de las actuaciones a realizar. Por otro lado tanto los
médicos como los empleados públicos en general, tenemos la obligación de poner en
conocimiento del Ministerio Fiscal los supuestos de violencia doméstica que se conozca
según está establecido en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. (3)

Se plantea cómo en determinadas circunstancias se hace especialmente difícil combinar


ambas premisas de manera eficaz.

(1) Instituto de la Mujer. Macro encuesta “Violencia contra las mujeres”.www.inmujer.es

(2) Sanz, M., Sellarés, J. (2010) Detección de la violencia de género en atención primaria.
Rev. Especializada en Medicina Legal. 36 (3) 109-104
(3) Torró, C., Llamas, C. (2009). Protocolo andaluz para la actuación sanitaria ante la violencia
de género. Sevilla: Consejería de Salud

2. Sistema de servicio y tipo de servicio en el que se aborda el caso.

El trabajo social sanitario tiene como finalidad el estudio y tratamiento de los


factores de índole psicosocial que influyen directa o indirectamente en el nivel de
salud de la población, trabajando desde la promoción, prevención y fomento de la
salud; también colabora en su tratamiento y rehabilitación. Se trabaja a tres
niveles: atención individual, en grupos y con el entorno comunitario.(1)

El Protocolo Andaluz para la Actuación Sanitaria ante la Violencia de Género


establece, como parte del plan de atención a las mujeres que presentan indicadores
de sospecha de malos tratos: “ofertar la participación en intervenciones grupales”.
(2). El trabajo con grupo de mujeres, se plantea como una metodología eficaz para
evitar el aislamiento, aumentar la autoestima y el crecimiento personal de aquellas
personas que presentan un malestar psíquico debido a sus circunstancias vitales y
familiares, planteándose la necesidad de cambiar su forma de afrontamiento de los
problemas de la vida cotidiana. (3)

Por otra parte la coordinación interinstitucional es una metodología inherente al


trabajo social desde los distintos ámbitos de actuación. En el III Plan de Salud se
plantea el trabajo en red entre instituciones de ámbito socio-sanitario como la
forma más eficaz de abordar la atención social de los problemas de salud.(4)

(1) Videgain, C; Ituarte A. “El trabajador social en atención primaria” Formación


Médica Continuada en Atención Primaria. 1996.Vol.3 Nº 6: 382-51

(2) Torró, C., Llamas, C. (2009). Protocolo andaluz para la actuación sanitaria
ante la violencia de género. Sevilla: Consejería de Salud. Junta de Andalucía.

(3) Gobierno de Navarra. Instituto de Salud Pública. En la madurez... Guía


educativa para promover la salud de las mujeres. 1996.

(4) III Plan de Salud 2003-2008. Consejería de Salud. Junta de Andalucía.


3. El caso relatado.

a.- Persona que acude al servicio: Mujer de 56 años, derivada por el Servicio de Salud
Mental que acude a consulta acompañada de su marido y pide que lo deje pasar.
Presenta trastorno depresivo recurrente en tratamiento por el equipo de salud mental con
ansiolíticos y antidepresivos durante cinco años.
b.- Demanda: La mujer es derivada para su inclusión en grupos socioeducativos de
habilidades sociales para mujeres. (Estos grupos tienen como objetivo ayudarles a activar
sus propias habilidades y recursos de afrontamiento, a los problemas de salud de origen
psicosocial, se trata de un taller que se desarrolla en 8 sesiones con periodicidad semanal)
c.- Investigación: Se comienza con una entrevista personal de valoración. Le pregunto los
motivos de su derivación al taller: Me dice que tiene una fuerte depresión, que está muy
triste, no le ve sentido a la vida; cree que no vale nada porque ni siquiera sabe leer ni
escribir.
Se manifiesta como una mujer muy insegura, con poco cuidado de su estética.
Cuando le explico que le voy a hacer el test de apoyo familiar, me contesta entre dientes que
ella “tiene poco apoyo familiar” y me hace señas con los ojos señalando al marido por lo
que decido dejar el test para otro momento.

En síntesis su contexto socio familiar es el siguiente:


*Composición familiar: Familia formada por el matrimonio, un hijo y su novia. Tiene tres hijos
más independizados. No tiene relación con su familia de origen desde que se casó.
*Nivel de instrucción: No sabe leer ni escribir.
*Situación económica: No ha trabajado nunca fuera de casa. El marido se ha jubilado
recientemente por invalidez, pensionista, trabajaba en la construcción. El hijo trabaja por cuenta
ajena en un comercio.
*Vivienda: Residen en barriada de autoconstrucción de inmigrantes venidos de las zonas rurales a
la ciudad durante los años 70.
Valoración inicial: Sospecha de malos tratos por los siguientes indicadores: depresión, ansiedad,
baja autoestima, conducta no verbal.
Primera intervención: La incluyo en el grupo de habilidades sociales y la derivo al Centro de
Educación de adultos.
Empieza a acudir al grupo de habilidades sociales, durante los dos meses de duración solo falta una
vez. Solía venir acompañada del marido que la traía y la esperaba fuera.
Durante las sesiones explicó que se sentía muy sola, que no se daba valor ninguno y pensaba que
nadie la valoraba, que toda su vida había estado solo atendiendo a la casa y a la familia sin que a
nadie le importara su vida, manifestaba tener apoyo solo del hijo que aún vivía en el domicilio
familiar.
Al mismo tiempo había empezado a acudir al centro de adultos y estaba muy contenta.
En la última sesión, consigo que se quede un rato al terminar para poder hacerle valoración
a solas, estando el marido fuera:
Explica que su profundo malestar viene de la relación con su marido: menosprecios, insultos,
descalificaciones continuas. Describe al marido como muy celoso, muy pendiente de ella, peor
desde que se jubiló por enfermedad.
Él le ha propuesto alguna vez separarse pero al preguntarle ¿cómo se vería si llegaran a separarse?
Contestaba que “no me veo de ninguna forma”, “¿dónde iría yo con 55 años?” “¿Qué sería de mi
marido que está enfermo?”
No se ve capaz de vivir sola o con alguno de sus hijos, ha estado con el marido desde los 16 años:
“yo tenía otro pretendiente que me gustaba más pero él me perdió y ya no tuve más remedio que
casarme con él”
d. Problemas y necesidades identificadas:
- Mujer víctima de violencia de género: maltrato psicológico, sexual, social y económico.
Anteriormente también físico
- Escasa o nula autoestima.
- Escaso apoyo familiar.
- Aislamiento social.
- Falta de habilidades sociales
- Dependencia económica
- Dependencia emocional
- Depresión
Plan de intervención:
Objetivos: Acompañarla en el proceso de toma de conciencia de su situación y toma de decisiones.
Aumentar su autoestima mediante su participación en el grupo de habilidades sociales y Centro de
Educación de Adultos. Derivación al Instituto de la Mujer para el tratamiento de la situación de
maltrato.
Actuaciones y evolución del caso:
Le planteo la necesidad de un abordaje en profundidad del problema y le propongo que acuda al
Instituto de la Mujer (IAM) para los grupos de terapia de mujeres maltratadas y cito para nueva
entrevista individual. Al marido le dirá que va a un médico especialista al estar el servicio de
especialidades relativamente cercano a la sede del Instituto.
Consigue acudir a la entrevista sola y me dice que me dice que no pudo encontrar el IAM y perdió
la cita.
Habla abiertamente de sus relaciones: insultos, hablar mal de ella, acusarla de tener “queridos” y de
soñar con ellos hablando en voz alta. La “fuerza” sexualmente. Hasta hace algún tiempo maltrato
físico y amenazas de agresiones físicas.
Afirma que el Grupo de mujeres y el Centro de adultos le sirvió para “ver la luz” pero que continúa
igual. Está dispuesta a volver al IAM.
Vuelvo a derivarla y le doy de nuevo otra cita de seguimiento.
A esta cita no acude y realizo informe para la Fiscalía de Violencia de Género.
Al mes acude sin cita: Fue al IAM y la han puesto en lista de espera para grupo terapéutico.
Continúa con la autoestima muy baja y las discusiones en casa. Como resultado del informe que se
emitió a la Fiscalía, según manifiesta, es que la policía la llama de vez en cuando para ver cómo está.
No aclara si han hablado con el marido.
Intervención: Le refuerzo que acuda a las terapias de grupo y le propongo que participe de nuevo en
el siguiente grupo de habilidades sociales.
Al mes siguiente comienza a asistir a un nuevo taller de habilidades sociales, se muestra mucho
más animada, participa más, se ríe, etc. Afirma que “no se toma tan a pecho lo que le dice el
marido”. Sólo falta a una de las sesiones.
Durante el verano no acude para seguimiento y en septiembre acude a consulta sin cita, estoy en una
reunión y salgo un momento para atenderla, viene muy alterada: la Fiscalía los ha citado y dice no
saber porqué ni quien les ha informado. Le recuerdo que hice un informe a fiscalía en enero pero
que desconozco si se refiere a ese o a otro más reciente que hayan podido hacer del IAM. Le doy
cita para esa misma semana para aclarar qué ha pasado. No acude ni a esa cita ni vuelve a pedir cita
conmigo.
Me pongo en contacto con el IAM, le habían propuesto participar en los grupos terapéuticos para
mujeres víctimas de violencia de género. Me explican que en el mes de abril la Fiscalía pidió
información sobre la mujer, pero aún no había empezado a acudir a los grupos. Posteriormente,
participa en los grupos terapéuticos desde abril a junio. A finales de junio, el IAM envía certificado
de asistencia a los grupos a Fiscalía, desde entonces no ha vuelto.
Hablo con su médico de cabecera: Continúa muy mal de ánimo. El le ha dicho que “se tiene que
separar” y la ha derivado al dispositivo de salud mental.
Tras no acudir a varias citas con salud mental acude a una consulta que realiza el psiquiatra en el
propio centro de atención primaria, me avisa y realizamos la entrevista conjunta. Está mucho peor,
el psiquiatra la diagnostica: Depresión mayor. Desvalorización. Culpa excesiva. Cansancio.
Dificultad para concentración. Pensamiento recurrente de muerte.
No quiere intervención alguna, no aclara qué pasó en fiscalía, continuará con la medicación.
En seguimientos posteriores llamo por teléfono y se pone el marido, le pregunto cómo está su mujer
y le indico que quiero ofrecerle participar de nuevo en el taller, solo contesta que le dará el recado.
Durante los meses siguientes, la mujer no acude a consulta con su médico de cabecera, a petición
mía la llama él y habla con ella, le dice que continúa muy mal y “ha descubierto que el marido tiene
a otra”.
Actualmente continúa en tratamiento por salud mental por depresión. No ha vuelto a
contactar conmigo.
e. Discusión
El caso sirve como ejemplo de dilema ético, donde se plantea a un tiempo el imperativo
legal de informar a la Fiscalía del conocimiento de un delito y la importancia de adaptar el
trabajo al proceso de toma de conciencia y decisión de la mujer víctima de violencia de
género. Este proceso requiere acompasar el tratamiento al ritmo de cambio de la mujer, que
en casos muy arraigados puede ser muy lento, por otro lado no podemos inhibirnos de los
aspectos jurídicos pues siempre la mujer corre riesgos que hay que evitar.
Como solución a este problema se plantea estrechar los lazos de comunicación y
coordinación entre las distintas instituciones que atienden a las víctimas de violencia de
género.

4. Referencias bibliográficas

 Ituarte, A. (2011). Trabajo social clínico en el contexto sanitario: teoría y práctica.


Trabajo Social y Salud, 68, 303-323.
 Torró, C., Llamas, C. (2009). Protocolo andaluz para la actuación sanitaria ante la
violencia de género. Sevilla: Consejería de Salud
 Migallón, P., Gálvez, B. (2005) Los grupos de mujeres: Metodología y contenido
para el trabajo grupal de la autoestima. Madrid: Instituto de la Mujer
 

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