Conejos (Ontogenia y Domesticación - )
Conejos (Ontogenia y Domesticación - )
Conejos (Ontogenia y Domesticación - )
Todavía hoy se desconocen los cambios genéticos que permitieron transformar animales
salvajes en sus variantes domesticadas. Un estudio internacional que cuenta con la participación
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que para la
domesticación de los conejos fueron claves los genes que controlan el desarrollo del cerebro y el
sistema nervioso. El trabajo se publica en la revista Science.
fue en los monasterios del sur de Francia hace apenas 1.400 años. Por entonces el
conejo de monte (Oryctolagus cuniculus) se encontraba principalmente en la Península
Ibérica y el sur de Francia, y se mantiene que su domesticación se debió a que la Iglesia
los consideró aptos para consumir durante la Cuaresma. Según señalan los
investigadores, existen tres razones principales por las que se ha seleccionado este
animal para estudiar el proceso genético de domesticación: se ha producido
recientemente, se sabe dónde ocurrió, y la región todavía está densamente poblada por
conejos salvajes.
El equipo de investigadores encontró muy pocos ejemplos donde una variante genética
común en los conejos domesticados hubiera reemplazado completamente a la variante
genética presente en los conejos de monte. Además, no encontraron ningún ejemplo en
el que un gen hubiera sido inactivado durante la domesticación del conejo y, sin
embargo, sí hallaron muchos más cambios en la parte no codificante del genoma que en
las partes del genoma que se traducen en proteínas. “Los resultados que tenemos son
muy claros. La diferencia entre el conejo salvaje y el doméstico no consiste en los genes
sino en el tiempo de activación y la dosis de proteínas que los genes codifican en cada
célula diferente”.
El estudio también ha revelado que los genes que han sufrido mutaciones y que
influyeron en la domesticación se encuentran expresados en su mayoría en tejidos
relacionados con el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso, lo que respalda sus
descubrimientos.
El conejo de monte es una especie que presenta una gran cantidad de polimorfismos
entre los que se encuentran un gran número de variantes favorecidas durante el proceso
de domesticación, según apunta el trabajo. La acumulación de muchos de estos cambios
alrededor de cierto tipo de genes inhibió su conocida respuesta para escapar, uno de los
cambios de fenotipo más llamativos en la evolución del conejo domesticado.
https://www.agenciasinc.es/Noticias/Un-estudio-revela-el-proceso-de-domesticacion-de-los-
conejos
https://www.csic.es/sites/www.csic.es/files/29agosto2014_genoma_conejo_0.pdf
ONTOGENIA
~ Conducta territorial
En su estado doméstico, los conejos disfrutan de alojamiento permanente o de un ambiente
protector que los mantiene a resguardo. De ahí que el primer conejo alertado por un repentino
ruido o molestia golpeará con su pata trasera para transmitir el mensaje a sus compañeros.
Cuando se traslada un conejo a una nueva jaula, olerá todo alrededor del nuevo alojamiento e
intentará de la mejor manera grabar este nuevo olor en su memoria. Si se introduce un macho en
una jaula de hembras, su primera reacción será la de oler por todas partes, para identificar por el
olor su nuevo ambiente. Si la hembra está en celo, el macho empezará a perseguirla y la
montara después de un principio algo lento y de haber olido de nuevo alrededor. Si la hembra
no está en celo, o en pleno celo, intentará evitar al intruso. Sin embargo, si se introduce a una
hembra en celo en la jaula de un macho, tanto el uno como el otro mostrarán rápidamente signos
de actividad sexual Por esto es mejor poner la hembra dentro de la jaula del macho para
conseguir que la cubrición se realice con éxito.
Comportamiento reproductor
Lucha por la posesión sexual Los conejos tienen tendencia a luchar con los de su mismo sexo.
Este instinto se desarrolla más si está involucrada 11.1 actividad sexual. Existen tres situaciones
diferentes en las que dos machos lucharán si se encuentran:
-Ambos acaban de aparearse: entablarán rápidamente una enconada lucha;
- Ninguno de los dos se ha aparcado: pasarán largo rato antes de iniciar la pelea y ésta no será
muy violenta.
-Uno de los machos acaba de aparearse: el lapso de tiempo y la severidad de la lucha estarán
entre las dos situaciones previas.
Comportamiento de la parturienta.
Cuando la coneja esta gestante, se vuelve más apacible, se mueve despacio y cuidadosamente,
tiene más apetito, suele descansar después de comer y su abdomen va aumentando de volumen
gradualmente. Sin embargo su apetito decae a medida que se va acercando el momento del
parto. Por esta época muestra una inclinación por roer la jaula y empujar la cubeta de la comida.
Comportamiento de ingestión
Teniendo el mismo comportamiento de los roedores, como tales que son, los conejos
domésticos, cuando no están alimentándose. Roen a menudo la cama o el piso de la misma o las
cubetas del pienso, etc., material que tiene superficies duras y salientes. Esta conducta se
manifiesta más intensamente cuando el cuidador se acerca a la jaula antes de distribuir el
pienso. Cuando se proporciona heno o hierba fresca a los conejos enjaulados, éstos lo sacarán
del comedero pieza por pieza y se comerán primero la hoja y después el tallo. La quijada
inferior del conejo se mueve con bastante rapidez cuando come hierba corta, alcanzando de 170
a 200 movimientos/ minuto.
Comportamiento durante la lactancia.
Los conejos recién nacidos buscan rápidamente las tetas de la madre. Nacer y empezar a mamar
puede suceder casi al mismo tiempo. Durante los primeros 12 días de edad, todo lo que hacen
los gazapos es mamar y dormir. En este periodo es siempre la madre la que toma la iniciativa
para cada mamada. En el momento apropiado entra en el nido y despierta a la carnada
empujándola suavemente. Los gazapos, una vez despiertos, buscarán las mamas. Los gaz.1pos
suelen mamar en posición de cara arriba, aunque a veces se ponen de lado o cara abajo. Cuando
maman los gazapos suelen emitir algún ruido típico, mientras que patean continuamente con sus
patas traseras intentando encontrar el soporte apropiado. El gazapo succionará tan sólo unas
cuantas veces de una mama antes de cambiar a otra, no actuando por lo tanto como los
lechoncitos, que permanecen fijos en la misma mama.
Comportamiento cecotrófico.
Los conejos domésticos tienen la costumbre de ingerir sus propias heces. Esto constituye un
instinto natural y se manifiesta de forma diferente a la del mismo hábito en perros y cerdos. Tan
pronto como un gazapo sea capaz de tomar alimento sólido, adquirirá el comportamiento
cecotrófico. Esto es un proceso fisiológico normal del conejo que le viene de nacimiento.
https://core.ac.uk/download/pdf/33161263.pdf