Manejo de Las Lesiones Por Presión
Manejo de Las Lesiones Por Presión
Manejo de Las Lesiones Por Presión
CONTENIDO
Tema de revisión clínica: Artículos de divulgación:
Una
f revisión actualizada de la La
f nutrición en la prevención
prevención de las lesiones por presión y tratamiento de las lesiones
Casos clínicos: por presión
Desnutrición
f en un paciente anciano Las lesiones por presión dentro de las
f
CONTENIDO
Tema de revisión clínica: Artículos de divulgación:
CONTENIDO
Una
f revisión actualizada de la La
f nutrición en la prevención
prevención de las lesiones por presión y tratamiento de las lesiones
Casos clínicos: por presión
Desnutrición
f en un paciente anciano Las
f lesiones por presión dentro de las
Ref: XXXX
Editorial................................................................................................................................. 2
Dr. J. Javier Soldevilla Agreda
CASOS CLÍNICOS
ARTÍCULOS DE DIVULGACIÓN
DIRECCIÓN EDITORIAL
La nutrición en la prevención y tratamiento
de las lesiones por presión......................................................................... 26
Prof. Dr. José Verdú Soriano
Avda. República Argentina,
165, pral. 1a. Las lesiones por presión dentro de las lesiones
08023 Barcelona
cutáneas relacionadas con la dependencia:
ISSN 2385-5649 un nuevo enfoque conceptual .............................................................. 36
DL B 44860-2010 Prof. Dr. Francisco Pedro García-Fernández
EDITORIAL
El impacto de las lesiones por presión de emprender una batalla definitiva para que
las lesiones por presión y otras lesiones cutá-
En época de crítica pandemia por la covid-19 neas relacionadas con la dependencia (LCRD)
no será sencillo sacar a la luz una “epidemia de- dejen de ser consideradas como poco relevan-
bajo de las sábanas”, como definió la Sra. Pam tes para la jerarquía de muchos profesionales y
Hibbs a las “ulceras por presión” (UPP) en la organizaciones sanitarias y sociosanitarias.
década de los ochenta, por su escaso conoci-
miento, por su baja mortalidad inminente, pero Es tiempo de arrinconar a las instituciones y
avalada por su lamentable alta incidencia y, co- profesionales que siguen permitiendo su apari-
mo en esta crisis sanitaria, por tener una afini- ción, porque ahora me toca salvar la vida, hipo-
dad temible sobre las personas de edad avanza- tecando las deudas que esa opción, si el pacien-
da, especialmente en aquellos con problemas te tiene la suerte de sobrevivir, pueden suponer
de movilidad. para su salud global y su calidad de vida.
No tengo dudas de que la oportunidad que Me gustaría retratar de forma muy sucinta la
brinda poder presentar con toda su rotundidad envergadura de un problema de siempre, pe-
un problema de Salud Pública, como me atrevo ro que parece seguir viviendo el letargo de su
a proclamar para las lesiones por presión (LPP) marginalidad.
en nuestra era, y aumentar el conocimiento so- El último estudio nacional de prevalencia de le-
bre las repercusiones que le acompañan es la siones por presión y otras lesiones cutáneas re-
manera más efectiva de remediar su intensidad, lacionadas con la dependencia realizado por el
saber la envergadura de esas múltiples mutila- GNEAUPP en nuestro país a finales de 2017 re-
ciones en salud y en calidad de vida que con- velaba que, en el ámbito hospitalario de adultos,
llevan, y la agresión económica, ética y legal la prevalencia global de LCRD fue del 8,7%, sien-
que puede sumarse a un episodio habitualmen- do: lesiones por presión (LPP) 7,0%; por hume-
te desprotegido, minusvalorado, invisibilizado, dad 1,4%; por fricción 0,9%; combinadas 1,5%;
sumergido y que, a diferencia de muchos otros laceraciones 0,9%. Para las LPP, las unidades con
con los que debemos convivir, y de ahí su enor- prevalencias más altas fueron: cuidados paliati-
me trascendencia, estamos en condiciones de vos (16,7%), UCI (14,9%) y unidades posquirúr-
prevenir casi en la totalidad de los casos. gicas y reanimación (14,0%). En Atención Prima-
Esta peculiaridad ha de marcar las diferencias. ria, entre los pacientes atendidos en programa
Es nuestra responsabilidad prevenir su presen- de atención domiciliaria, la prevalencia fue del
cia y atajar con rotundidad aceptaciones táci- 6,11%, siendo las LPP más frecuentes con un
tas de que se trata de un problema menor y co- 4,79% y en residencias de mayores y centros so-
lateral a otras intervenciones más “relevantes”, cio-sanitaria la prevalencia global de LCRD fue
que es tiempo de que se desvanezcan. Es hora del 6,24% (IC 95% 5,51-7,07%), y la de cada tipo
2·
Dr. J. Javier Soldevilla Agreda
de lesión: presión, 4,03%; humedad, 2,19%; fric- tienen una clara relación con cada vez más de-
ción, 0,80%; combinadas, 1,01%, y desgarros cu- mandas con importantes repercusiones legales
táneos, 1,31%. Las LCRD eran mayoritariamente por negligencia, desatención o maltrato, tanto
de origen nosocomial en todos los niveles asis- en el ámbito familiar como institucional.
tenciales. La implantación de políticas efectivas y decidi-
A pesar de la importancia económica del proble- das sobre la seguridad de los pacientes, en las
ma de las LPP, que se les supone, prácticamen- que las LPP son uno de los eventos más fre-
te no existe información sistematizada acerca cuentes, van a condicionar un futuro inme-
de las diferentes dimensiones de su coste y la diato en el que se priorice la asignación y la
que hay muestra variedad de enfoques meto- evaluación clínica y económica de recursos hu-
dológicos, circunstancia que en algunos casos manos y materiales específicos para su preven-
puede condicionar su validez. Una reciente re- ción en un entorno centrado en la necesidad
visión integrativa del tema (Torra et al.) cifra que de una práctica de los cuidados de salud basada
este problema representaría, según las fuentes en la mejor evidencia posible.
y aproximaciones, entre un 0,4% y un 5,2% del
Este breve recorrido del impacto tanto sobre
gasto total en salud. Cabe destacar el elevado
los pacientes como sobre sus entornos de cui-
impacto económico del problema de las LPP a
dados, entiendo dibuja con solidez un negado
nivel de costes directos, indirectos e intangibles,
problema de salud a tener en cuenta por parte
destacando el tiempo necesario para la cicatri-
de instituciones y sistemas de salud. Este nú-
zación de las LPP, sobre todo en el caso de le-
mero de InfoGeriatría nos ayudará, de la mano
siones de mayor severidad, y la no infrecuente
de grandes expertos, a conocer algo más sobre
aparición de complicaciones, con el necesario
un concepto en evolución, el de las úlceras o
ingreso o prolongación de estancias hospitala-
lesiones por presión a las lesiones cutáneas re-
rias relacionadas con las LPP.
lacionadas con la dependencia, que el Dr. Gar-
A pesar de su eterna secundarización, nadie pa- cía-Fernández nos ilustra, en un nuevo enfo-
rece discutir que las UPP presentan una mor- que conceptual basado en la distinta etiología
bimortalidad asociada importante, sufriendo de lesiones que tradicionalmente eran consi-
numerosas complicaciones, lo que aumenta deradas como úlceras debidas a la presión, de-
notoriamente la probabilidad de morir. Ha si- jando el terreno preparado para una revisión
do estipulado que este riesgo es de 2 a 4 ve- actualizada de la prevención de estas lesiones
ces superior en personas de edad avanzada y de la mano del Dr. López-Casanova y rubrica-
en pacientes de cuidados intensivos. Si ade- do el documento con un detallado recono
más aparecen complicaciones durante el pro- cimiento al papel que la nutrición obra tanto
ceso de cicatrización, la tasa se multiplica has- en la prevención como en el tratamiento de
ta 6 veces. Esta situación de vulnerabilidad es estas lesiones.
aún más importante cuando quienes padecen
las LPP son ancianos institucionalizados. Algunos interesantes casos clínicos, como los
que se incluyen de la mano de la Dra. Mazote-
Las LCRD afectan a todos los niveles de la Cali-
ras y el Dr. Sepúlveda, ilustrarán didácticamente.
dad de Vida relacionada con la Salud (CVRS) en
las esferas física, mental, emocional y social, y Espero que lo disfruten y agradezco a los pro-
destacadamente el dolor asociado a ellas, sien- motores por permitir sumar esta nueva voz al
do obligatorio medirlo y tratarlo en todos los conocimiento, y seguro aliviar la losa de su pre-
pacientes (edad o proceso). sencia y revalidar la prevención de un fenóme-
no mayoritariamente prevenible como arma
Las repercusiones éticas relacionadas con el
decidida, obligada y rentable.
hecho de permitir su presencia cuando abulta-
damente se pueden prevenir, atentando con- Dr. J. Javier Soldevilla Agreda
tra numerosos principios básicos de la bioética, Director del GNEAUPP
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TEMA DE REVISIÓN CLÍNICA
Una revisión
actualizada de la
prevención de las
lesiones por presión
Dr. Pablo López Casanova
Enfermero de Atención comunitaria. Centro de Salud de Onil (Alicante).
Miembro del Comité director de GNEAUPP.
Dr. Pablo López Casanova
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Una revisión actualizada de la prevención de las lesiones por presión
A | Considerar los siguientes factores de riesgo para identificar precozmente los signos de le-
adicionales de desarrollar lesiones por pre- sión causados por la presión, cizalla, roce-fric-
sión en enfermos críticos: ción o humedad.
¬ Duración de la estancia en cuidados inten- En cada contexto de atención sanitaria o so-
sivos. ciosanitaria deberían existir directrices que
¬ Ventilación mecánica. incluyan recomendaciones para realizar la va-
¬ Utilización de vasopresores. loración de la piel de forma estructurada, de
¬ Puntuación en la escala Acute Physiology modo que se ajuste al contexto y las circuns-
and Chronic Health Evaluation (APACHE II). tancias del paciente y entorno, con una progra-
|
B Realizar un cribado del riesgo de presentar mación de la evaluación y de la reevaluación.
lesiones por presión lo antes posible tras el La evaluación debe ser adecuada para distin-
ingreso en un centro, y realizarlo con regu- guir las lesiones causadas por la humedad, el
laridad desde ese momento para identificar roce-fricción, la presión y/o la cizalla (ver do-
a personas en riesgo de desarrollar lesiones cumento técnico nº II del GNEAUPP)2.
por presión.
La evaluación de la piel para detectar los pri-
C | Considerar el impacto de la madurez de la meros signos de daños ocasionados por la pre-
piel, de la perfusión y oxigenación, así como sión, la cizalla, la humedad o el roce-fricción no
de la presencia de dispositivos clínicos, so- puede ser puntual, sino continua, haciendo es-
bre el riesgo de presentar lesiones por pre- pecial hincapié en2:
sión en niños y neonatos.
• Zonas de apoyo donde hay prominencias
óseas subyacentes. La inspección de la piel de-
Cuidados de la piel be estar enfocada hacia dichas prominencias
(en pacientes encamados: sacro, talones o tro-
VALORACIÓN INICIAL DE LA PIEL
cánteres; en niños y niñas: cabeza -sobre todo
La valoración periódica del estado de la piel si- en occipucio- oreja, pecho y sacro, debido a
gue siendo la herramienta diagnóstica básica sus características antropomórficas, etc.).
6·
Dr. Pablo López Casanova
TABLA 2
Recomendaciones básicas en la valoración de la piel
Recomendación Grado de evidencia
Inspeccionar la piel de las personas con riesgo de lesiones por presión para identificar la
A
presencia de eritemas.
Valorar la temperatura de la piel y los tejidos blandos. B
Considerar la posibilidad de utilizar un dispositivo de medición de la humedad subepidérmica o
B
del edema subepidérmico como complemento de la valoración clínica habitual de la piel.
Diferenciar entre eritema blanqueable y eritema no blanqueable, ya sea aplicando presión con el
B
dedo o con el método del disco transparente, y evaluar la magnitud del eritema.
Fuente: Haesler E (Ed.). European Pressure Ulcer Advisory Panel, National Pressure Injury Advisory Panel and Pan Pacific Pressure
Injury Alliance. Prevención y tratamiento de las lesiones / úlceras por presión. Guía de consulta rápida (edición en español). EPUAP/
NPIAP/PPPIA, 2019.
• Zonas sometidas a humedad constante, es- • Como parte de cada valoración de riesgo.
pecialmente zona perianal y perigenital, plie- • Con regularidad, según lo indicado para el
gues cutáneos (mamarios, inguinales, abdomi- grado de riesgo de lesiones por presión de la
nales), zonas periestomales, etc. persona.
• Zonas sometidas a fuerzas tangenciales su- • Antes de recibir el alta del centro o institu-
perficiales (roce-fricción) o profundas (ciza- ción sanitaria.
lla). Pacientes sentados en sillón o encamados
Nunca se debe ignorar un enrojecimiento. La
que precisan ser movilizados: en zonas como
presencia de eritemas debe ser evaluada con-
la espalda, omóplatos, glúteos, etc.
cienzudamente para discernir si se trata ya de
• Zonas con dispositivos especiales (por ejem-
algún tipo de lesión1.
plo: catéteres, tubos de oxígeno, tubos de res-
piradores, collarines cervicales semirrígidos,
CUIDADOS PREVENTIVOS DE LA PIEL
aparatos de presión positiva de oxígeno, etc.).
• Zonas con alteraciones de la piel; considerar El estado de la piel va a ser un factor predis-
que los individuos con alteraciones en la piel ponente muy importante. Si sobre ella actúan
(piel seca, macerada, descamaciones o erite- indistintamente la humedad y las fuerzas de
mas, entre otras) son pacientes más propen- presión, cizalla o de roce-fricción, pueden pro-
sos a desarrollar úlceras por presión y/u otras vocar su solución de continuidad y la aparición
lesiones. de las lesiones. Es por ello que debemos extre-
mar los cuidados sobre la misma y cuidar la piel
La incorporación de las lesiones relacionadas
de riesgo o alterada.
con la dependencia hace que tengamos que in-
cluir nuevas evidencias en la evaluación de la Para unas prácticas adecuadas en el cuidado de
piel y los factores desencadenantes de las le- la piel de riesgo, hay que implementar un régi-
siones. En la TABLA 2 se incluyen las últimas in- men de cuidados preventivos de la piel que in-
corporaciones a la valoración de la piel. cluya:
La valoración del individuo y de la piel requie- • Mantener la piel limpia y adecuadamente hi-
re de estandarización y definición de cuán- dratada.
do realizar la valoración. Las directrices de las • Limpiar la piel inmediatamente después de un
buenas prácticas nos señalan cómo: episodio de incontinencia.
Realizar una valoración integral de la piel y de • Evitar usar jabones y detergentes alcalinos.
los tejidos de todas aquellas personas en riesgo • Proteger la piel de la humedad con un pro-
de presentar lesiones por presión: ducto de barrera.
• Lo antes posible tras el ingreso/traslado al • Evitar frotar enérgicamente la piel que esté
centro o institución sanitaria. en riesgo de lesiones.
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Una revisión actualizada de la prevención de las lesiones por presión
A nivel local, y para mejorar la oxigenación ti- nivel de actividad y de deambulación, así como
sular, disponemos de muy buenas evidencias un completo abanico de posibles movimientos.
sobre la efectividad de los ácidos grasos hipe- ¿Qué aspectos tenemos que considerar para
roxigenados (AGHO). Los AGHO posibilitan controlar las fuerzas de presión, cizalla, roce y
una óptima hidratación de la piel, favoreciendo fricción en el paciente encamado?
el aumento de la circulación capilar.
La higiene diaria debe estar marcada por el uso LOS CAMBIOS POSTURALES
de soluciones limpiadoras con potencial irrita- Los cambios posturales permiten reducir la du-
tivo bajo, con pH cercano al de la piel, y está ración y la magnitud de la presión sobre las zo-
contraindicado el uso sobre la piel de cualquier nas vulnerables del cuerpo.
producto que contenga alcohol (de romero, ta-
nino, etc.). Presiones elevadas sobre prominencias óseas
durante un corto período de tiempo, y bajas
Igualmente, se recomienda no usar colonias en presiones sobre prominencias óseas duran-
exceso, pues su compuesto fundamental es el te un largo período de tiempo resultan igual-
alcohol, que reseca la piel y favorece la apari- mente dañinas. Para reducir el riesgo del indivi-
ción de grietas y su rotura cuando actúa cual- duo de desarrollar LPP, es importante reducir el
quiera de los factores etiológicos (presión, hu- tiempo y la cantidad de presión a los que está
medad, fricción, etc.). expuesto, por tanto es muy importante realizar
La aparición de apósitos capaces de reducir la cambios posturales.
presión en las zonas de riesgo y de los textiles Actualmente, en una población cada vez más
de última generación, con propiedades para el creciente de personas en el domicilio con de-
manejo de la fricción, hace que en los últimos pendencia severa o total, institucionalizados o
estudios y publicaciones al respecto se hayan en unidades de cuidados intensivos, los cam-
colocado en la lista de materiales para la pre- bios posturales son tan necesarios como insu-
vención de las LPP. ficientes, estando condicionada su efectividad,
Todas estas recomendaciones básicas vienen entre otros aspectos, por3:
apoyadas y ampliadas con las últimas recomen- A | La dificultad para su realización periódica.
daciones de la bibliografía en la TABLA 3 .
B | La utilización de posiciones posiblemente
yatrogénicas.
Manejo de la presión C | Su realización de manera inadecuada, pro-
Se debe elaborar un plan de cuidados que fo- piciando la aparición de lesiones por roce-
mente y mejore la movilidad y actividad de la fricción o cizalla.
persona. Un objetivo apropiado para la ma- D | La imposibilidad de efectuarlos en muchos
yoría de las personas es el mantenimiento del pacientes, por patologías que dificultan o
TABLA 3
Recomendaciones sobre cuidados preventivos de la piel
Recomendación Grado de evidencia
Utilizar productos para la incontinencia de alta absorción para proteger la piel de las personas
B
con lesiones por presión o en riesgo de presentarlas y que tengan incontinencia urinaria.
Considerar la posibilidad de utilizar tejidos con bajo coeficiente de fricción para las personas
B
con lesiones por presión o en riesgo de presentarlas.
Utilizar un apósito de espuma de silicona suave de varias capas para proteger la piel de las
B
personas en riesgo de lesiones por presión.
Fuente: Haesler E (Ed.). European Pressure Ulcer Advisory Panel, National Pressure Injury Advisory Panel and Pan Pacific Pressure
Injury Alliance. Prevención y tratamiento de las lesiones / úlceras por presión. Guía de consulta rápida (edición en español). EPUAP/
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Una revisión actualizada de la prevención de las lesiones por presión
Entre 1982 y 2005 han sido innumerables los céntrico a 942 residentes de 27 residencias
trabajos presentados (sobre todo en congre- geriátricas de Estados Unidos y Canadá para
sos) sobre la efectividad de protocolos y de determinar la eficacia de tres horarios de repo-
medidas preventivas. Todos estos trabajos (in- sicionamiento (2, 3, o 4 horas) en la prevención
cluidos los anteriormente expuestos) limitan de LPP en residentes posicionados en colcho-
sus resultados a la efectividad de las medidas nes de espuma de alta densidad y observados
en relación al tiempo en que están vigentes. durante 3 semanas.
Dos de los artículos publicados en España y Bergstrom consiguió una incidencia solamen-
que hacen referencia a estas medidas y su efec- te del 0,6%, eso sí, con un estandarizado pro-
tividad son: Estimación del coste económico grama de manejo de la prevención que incluía:
de la prevención de úlceras por presión en una • Estricto seguimiento del protocolo:
unidad hospitalaria, de Pancorbo y García, pu- ¬ Observación y anotación del estado de la
blicado en Gerokomos9, y Prevención de UPP
piel.
en talones: impacto clínico y económico en
¬ Alimentación y raciones.
una unidad de medicina interna, de Verdú y
López, en Rol de Enfermería10. En ambos artí- ¬ Modo de higiene.
culos se evalúan las medidas preventivas de los ¬ Manejo de la incontinencia en cada cambio.
protocolos vigentes, hallándose la conclusión • Estandarización del tiempo dedicado a cam-
de que solo el 3-4% de úlceras son incidentes bios posturales:
durante el periodo de estudio. ¬ Tiempo dedicado: +/-30 min.
Estas conclusiones se corroboran en amplios • Superficies viscoelásticas.
trabajos de Clarke11, los cuales concluyen que: • Anotación y registro de las actividades ex-
El trabajo sistemático en la educación, la ma- haustivamente.
yor sensibilización y las intervenciones espe- • Auditoría de la supervisión en cada cambio.
cíficas por los equipos interdisciplinarios indi-
Estos resultados recalcan la idea de que en to-
can que una alta incidencia de las úlceras por
das las instituciones de salud y niveles asisten-
presión pueden ser evitadas (del 25% al 30%)
ciales, las personas que se consideran en riesgo
con el tiempo, sin embargo, la reducción de la
incidencia puede ser inestable o transitoria y de desarrollar úlceras por presión deberían te-
puede variar con los cambios en el personal, o ner un plan de cuidados escrito y personaliza-
puede ser debida al azar, o incluso, como señala do de prevención que incluyese la utilización
Anderson en su artículo Resource allocation and de superficies especiales para la redistribución
resident outcomes, in nursing homes12, la forma- de la presión.
ción académica y dotación de enfermeras tam- Los cuidadores del paciente, cuando sea po-
bién se relaciona con incidencia de LPP. sible, deben formar parte del equipo que par-
Por tanto, como conclusión, se podría decir ticipa en la prevención de estas lesiones. Por
que existe una variabilidad temporal que tene- ello debería ofrecérseles formación sobre el
mos que estudiar para decir si el porcentaje de papel de los cambios posturales en la preven-
LPP es constante en el tiempo, por lo que ac- ción de las úlceras por presión, y sobre los
tualmente existe un programa integral de pre- métodos correctos de realización de los mis-
vención iniciado en 2005 cuyos resultados se mos y del uso adecuado del equipamiento dis-
mantienen y mejoran durante el tiempo, con- ponible.
cluyendo que actualmente se pueden prevenir En resumen, sobre formación y planes integra-
el 98% de las LPP, ofreciendo una incidencia les de prevención de LPP se pueden concluir
dentro de un rango del 0,7-1,2%13. las siguientes recomendaciones generales:
No es hasta el año 2013 cuando Bergstrom • Instaurar un mismo protocolo de prevención
et al.14 incluyeron en su ensayo clínico multi de LPP para pacientes de riesgo medio y alto.
14 ·
Dr. Pablo López Casanova
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Nº 22 · 2021 · 15
CASO CLÍNICO
Desnutrición en un
paciente anciano
poliulcerado Dra. Virginia Mazoteras Muñoz
FEA de Geriatría.
Hospital General Universitario de Ciudad Real.
Introducción
Se trata de un paciente varón de 78 años que
ingresó en nuestra Unidad de Agudos de Geria-
tría por cuadro de mal estado general y fiebre.
Hacía cuatro meses que había sido institucio-
nalizado en centro residencial tras un ingreso
en nuestro Servicio de Geriatría por probable
accidente cerebrovascular agudo isquémico
en el territorio vertebro-basilar, con mayor
dependencia funcional y deterioro cogni-
tivo para recuperación funcional.
Como antecedentes personales de in-
terés, destacaban los siguientes: alér-
gico a los betalactámicos. Comorbi-
lidades: hipertensión arterial bien
controlada con cardiopatía hi-
pertensiva pero con fracción
de eyección del ventrículo iz-
quierdo preservada, no dia-
betes mellitus ni dislipemias.
Presentaba desde hacía dos
años un deterioro cognitivo
Dra. Virginia Mazoteras Muñoz
Nº 22 · 2021 · 17
Desnutrición en un paciente anciano poliulcerado
modo que el paciente quedó dentro de su ha- murmullo vesicular conservado, con algún cre-
bitación, con deambulación escasa por el habi pitante de despegamiento en bases. Abdomen
táculo. Según nos referían en el mismo cen- anodino. Miembros inferiores con atrofia cutá-
tro, el paciente comenzó con un con cuadro nea y muscular, relleno capilar mayor de 4 se-
de mayor dependencia funcional y tendencia gundos. Presentaba una úlcera en la zona sacra
al sueño, incluso con negativa a la ingesta de de 3 x 4 cm, con placa necrótica y, en lecho de
forma progresiva, no presentando clínica res- la misma, tejido esfacelado con un leve exuda-
piratoria y manteniéndose afebril, con varias do blanquecino, de grado III. En el talón dere-
determinaciones de PCR para SARS-CoV-2 cho presentaba una úlcera de 2 x 2 cm, ampo-
con resultado negativo. Comenzó a aparecer llosa, de grado II, y en el talón izquierdo, de
una alteración en la piel, con úlceras por pre- 3 x 3 cm, con placa necrótica sin datos de in-
sión en la zona sacra y en ambos talones junto fección local pero con dolor perilesional (gra-
con fiebre, por lo que fue remitido de nuevo do III).
al hospital.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS A DESTACAR
EXPLORACIÓN FÍSICA
Analítica: leucocitos: 14.000/mm3; neutrófilos:
TA: 140/75 mmHg, FC: 70 lpm, afebril, satura- 76%; linfocitos: 12%; hemoglobina: 12,5 g/dl;
ción de oxigeno basal: 96%. plaquetas: 217.000/mm3; glucosa: 88 mg/dl; pro-
Paciente consciente y desorientado en tiempo teínas totales: 4,7 g/dl; albúmina: 2,3 mg/dl; crea-
y espacio, con Glasgow de 15. Datos de des- tinina: 0,6 mg/dl. Colesterol total: 130 g/dl. Cal-
hidratación en piel y mucosas. Reflejo nauseo- cemia: 8,4 mg/dl; resto de iones normales.
so positivo. Movilización de 4 miembros sin Sistemático de orina: densidad: 1011; aspecto
alteraciones en la exploración sensitiva. Pa- turbio; pH: 8,5; sangre +++; leucocitos +++. Se-
res craneales conservados. Preservaba los rui- dimento: bacteriuria y piuria. Urocultivo: E. coli
dos cardíacos rítmicos a adecuada frecuencia; >100.000 UFC, sensible a quinolonas.
18 ·
Dra. Virginia Mazoteras Muñoz
Conclusiones
Plan y objetivos del tratamiento
Es de vital importancia identificar a estos pa-
1 | Inicio de tratamiento antibiótico con cipro- cientes tan susceptibles de padecer cualquier
floxacino intravenoso para cubrir el foco estrés, como es una infección urinaria, que pro-
urinario y de piel. voque pérdida funcional pero que, además, por
2 | Cambios posturales, uso de una superfi- las necesidades actuales, presentan cualquier
cie especial para el manejo de la presión, grado de inmovilidad obligada en relación al
protecciones en otras prominencias óseas, confinamiento por la pandemia. Debemos
hidratación adecuada de piel, cambio de
absorbente con mayor frecuencia. Inicio FIGURA 1
precoz de sedestación de inicio, para des-
SÍNDROME DE
pués intentar un programa de ejercicio fí- INMOVILIDAD
sico progresivo.
3 | Curas y desbridamiento tanto quirúrgico Cizallamiento
como enzimático de dichas úlceras, realiza- PRESIÓN Fricción
do según criterio del personal de enferme-
Humedad
ría, vigilando en especial el control del do-
lor localizado en dichas lesiones, además del • Malnutrición:
acaecido por el tratamiento local. ÚLCERA - Hipoalbuminemia.
- Escasa ingesta proteica.
4 | Ajuste de la hidratación e inicio de una dieta - Índice de masa corporal
adaptada con líquidos con espesantes, para <21.
consistencia pudding por el momento. - Déficit de vitamina C.
- Pérdida de peso >5%.
5 | Intervención nutricional, dado que el pa- • Anemia, deshidratación.
ciente presentaba una puntuación en • Fiebre.
CONUT de 7, y MST de 2. Se calcularon, • Patología asociada:
diabetes, fracturas de
según sus características, unos requeri- cadera, ictus...
mientos proteicos en torno a 2.033 kcal/
día y unos requerimientos proteicos de 99 Fisiopatología de las úlceras por presión.
Fuente: adaptada de Bernal et al., 20012.
gramos/día. Es por ello que precisaba de
Nº 22 · 2021 · 19
Desnutrición en un paciente anciano poliulcerado
TABLA 1
Estadios-categorías de las úlceras por presión
Estadio I La piel íntegra y eritema cutáneo que no palidece al ejercer presión.
Pérdida parcial del grosor de la piel que afecta a la epidermis, dermis o ambas. Úlcera superficial que
Estadio II
tiene aspecto de abrasión, ampolla o cráter superficial.
Pérdida total del grosor de la piel que implica la lesión o necrosis del tejido subcutáneo. Pueden existir
Estadio III
cavernas, trayectos sinuosos o tunelizaciones.
Pérdida total del grosor de la piel con destrucción extensa, necrosis del tejido o lesión en el músculo,
Estadio IV
el hueso o las estructuras de sostén. Pueden existir cavernas, trayectos sinuosos o tunelizaciones.
Área localizada con forma más irregular (provocada por la deformación irregular que causan las fuerzas
Lesión de de cizalla), y generalmente de forma no tan redondeada como el resto de las lesiones por presión.
tejidos Presenta por lo general doble eritema, el segundo más oscuro y dentro del primero. Puede estar
profundos desplazada entre 30 y 45º de las crestas óseas. El área puede estar circundada por un tejido que es
doloroso, firme o blando, más caliente o más frío en comparación con los tejidos adyacentes.
Fuente: adaptada de García-Fernández et al. GNEAUPP. 20144.
identificar además alteraciones nutricionales Para la óptima atención del paciente anciano
que hacen que sea aún más frecuente la apari- no basta con el manejo terapéutico una vez
ción de alteraciones en la piel y de las úlceras que se ha establecido la UPP, sino que debe de
por presión. realizarse de forma sistematizada una valora-
Las úlceras por presión (UPP) o lesiones por ción del riesgo de aparición de las lesiones que
permita medidas preventivas y de diagnósti-
presión tienen un considerable impacto epi-
co precoz, junto con optimización de recursos
demiológico por su incidencia y mortalidad
disponibles. Se debe llevar a cabo un plan de
representando un problema de salud a nivel
cuidados adaptado a cada paciente, que inclu-
mundial1.
ya una valoración nutricional y de los factores
Se denomina UPP o lesión por presión a “una predisponentes a presentar dicho cuadro5.
lesión localizada en la piel y/o el tejido subya-
cente, por lo general sobre una prominencia
BIBLIOGRAFÍA
ósea, como resultado de la presión o de la pre-
sión en combinación con las fuerzas de cizalla. 1. Pancorbo-Hidalgo PL, García-Fernández FP, Torra
En ocasiones, también puede aparecer sobre i Bou J-E, Verdú Soriano J, Soldevilla-Agreda JJ.
Epidermiología de las úlceras por presión en España en
tejidos blandos sometidos a presión externa 2013: 4. Estudio Nacional de Prevalencia. Gerokomos.
por diferentes materiales o dispositivos clíni- 2014; 25: 162-70.
cos” (la FIGURA 1 sintetiza de manera didáctica 2. Bernal MC, Curcui CL, Gómez JF, et al. Validez y
fiabilidad de la escala de Braden para predecir riesgo
el mecanismo etiológico)2. de úlceras por presión en ancianos. Rev Geriatr
Gerontol. 2001; 36: 271-86.
Entre las áreas corporales más propensas pa-
3. Verdú Soriano J, López Casanova P, Fuentes Pagés G,
ra el desarrollo de úlceras por presión (UPP) se Torra i Bou J. Prevención de UPP en talones. Rev ROL
destacan: región del hueso sacro (40,45%), ta- Enf. 2004; 27(9).
4. García-Fernández FP, Soldevilla-Ágreda JJ, Pancorbo-
lón (19,26%), trocánter (7,64%), glúteo (4,58%), Hidalgo PL, Verdú Soriano J, López-Casanova P,
isquion (4,14%), maléolo (3,36%) y occipital Rodríguez-Palma M. Clasificación-categorización
(3,36%)3. de las lesiones cutáneas relacionadas con la
dependencia. Serie Documentos Técnicos GNEAUPP
La clasificación propuesta por el Grupo Nacional nº II. 2ª Edición. Grupo Nacional para el Estudio y
Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas
para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Crónicas. Logroño, 2014.
Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP) descri- 5. García Fernández F, Montalvo Cabrerizo M, García
be cinco grados ( TABLA 1 , https://gneaupp.info/ Guerrero A, et al. Guía de práctica clínica para la
prevención y el tratamiento de las úlceras por presión
clasificacion-categorizacion-de-las-lesiones- Sevilla: Servicio Andaluz de Salud; 2007.
relacionadas-con-la-dependencia-2/)4.
20 ·
CASO CLÍNICO
Anciano
hospitalizado
con múltiples
síndromes
geriátricos
Dr. Diego Sepúlveda Moya
Servicio de Geriatría.
Hospital Universitario de Guadalajara.
Anciano hospitalizado con múltiples síndromes geriátricos
22 ·
Dr. Diego Sepúlveda Moya
Nº 22 · 2021 · 23
Anciano hospitalizado con múltiples síndromes geriátricos
24 ·
Dr. Diego Sepúlveda Moya
No obstante, pese al restablecimiento de bue- durante la hospitalización4. Dado que con fre-
na parte de los problemas, el paciente pasó a cuencia son nosocomiales, es fundamental co-
una estancia temporal en residencia para com- nocer los factores predisponentes y realizar
pletar la recuperación funcional y la adapta- una valoración individualizada del riesgo, usan-
ción del domicilio, para su vuelta al mismo con do una escala de valoración de riesgo de úlce-
ayuda de una cuidadora. ras por presión. Hay varias, como la de Norton,
EMINA, etc., aunque es la escala de Braden la
que tiene una mayor fiabilidad y validez en el
Discusión anciano5.
El caso presenta a un paciente con múltiples Las intervenciones nutricionales son un punto
síndromes geriátricos que interaccionan entre importante en la prevención y tratamiento de
sí y se retroalimentan: delirium, disfagia, dete- las úlceras por presión. Se debe hacer una va-
rioro cognitivo, malnutrición, úlceras por pre- loración adecuada de la historia dietética, del
sión y deterioro funcional. La interacción en estado nutricional, de la disfagia, de las comor-
un individuo como éste, con muy escasa re- bilidades, etc. Tras ello, se harán las interven-
serva funcional, es decir frágil, le conduce a ciones nutricionales oportunas: adaptación de
una cascada de discapacidad y dependencia, la dieta y texturas, así como el uso de suple-
que producen con frecuencia la instituciona- mentos nutricionales2,3,6.
lización.
En estas situaciones complejas, sólo el abor- BIBLIOGRAFÍA
daje de los problemas desde un punto de vista 1. Abraha I, Cruz-Jentoft A, Soiza RL, O’Mahony D,
interdisciplinario, implicando a médicos, per- Cherubini A. Evidence of and recommendations for
non-pharmacological interventions for common
sonal de enfermería, fisioterapeutas, terapeu- geriatric conditions: the SENATOR-ONTOP
tas ocupacionales, nutricionistas y trabajado- systematic review protocol. BMJ Open. 2015; 5(1):
res sociales, consigue resolver la situación del e007488.
2. Lozano-Montoya I, Vélez-Díaz-Pallarés M, Abraha
paciente y recuperar total o parcialmente la I, Cherubini A, Soiza RL, O’Mahony D, Montero-
funcionalidad previa, objetivo fundamental Errasquín B, Correa-Pérez A, Cruz-Jentoft AJ.
Nonpharmacologic Interventions to Prevent Pressure
de la asistencia geriátrica. Además, se ha de-
Ulcers in Older Patients: An Overview of Systematic
mostrado que las intervenciones no farmaco- Reviews (The Software ENgine for the Assessment
lógicas deben ser prioritarias en este tipo de and optimization of drug and non-drug Therapy in
Older peRsons [SENATOR] Definition of Optimal
pacientes con múltiples síndromes geriátri- Evidence-Based Non-drug Therapies in Older People
cos, como se propone en el proyecto ONTOP [ONTOP] Series). J Am Med Dir Assoc. 2016; 17(4):
370.e1-10.
(Optimal Evidence-Based Non-drug Therapies in
3. Vélez-Díaz-Pallarés M, Lozano-Montoya I, Abraha
Older People)1 dentro del proyecto SENATOR I, Cherubini A, Soiza RL, O’Mahony D, Montero-
de la Unión Europea. En él se desarrolla una Errasquín B, Cruz-Jentoft AJ. Nonpharmacologic
Interventions to Heal Pressure Ulcers in Older
labor de revisiones sistemáticas sobre las in- Patients: An Overview of Systematic Reviews (The
tervenciones no farmacológicas en delirium, SENATOR-ONTOP Series). J Am Med Dir Assoc.
caídas, trastornos de conducta y úlceras por 2015; 16(6): 448-69.
4. Pancorbo-Hidalgo PL, García-Fernández FP, Pérez-
presión, entre otros2,3. López C, Soldevilla Agreda JJ. Prevalencia de lesiones
Las úlceras por presión constituyen un impor- por presión y otras lesiones cutáneas relacionadas
con la dependencia en población adulta en hospitales
tante problema de salud en los ancianos, espe- españoles: resultados del 5º Estudio Nacional de 2017.
cialmente en aquellos ingresados en residencias Gerokomos. 2019; 30(2): 76-86.
5. González-Colaço M, Tardáguila N, Negrin N. Úlceras
y hospitalizados. Según el 5º Estudio de Preva-
por presión en el anciano. En: Abizanda P, Rodríguez-
lencia de úlceras por presión y otras lesiones Mañas L (eds). Tratado de Medicina Geriátrica.
relacionadas con la dependencia, realizado en Barcelona: Elsevier, 2020; 735-44.
6. Thomas DR. Clinical management of pressure ulcers.
España en 2017, afectan hasta al 7% de los in- Clin Geriatr Med. 2013; 29(2): 397-413.
gresados, y en un 72,2% de estos casos aparecen
Nº 22 · 2021 · 25
ARTÍCULO DE DIVULGACIÓN
La nutrición en la
prevención y tratamiento
de las lesiones por presión
Prof. DR. JOSÉ VERDÚ SORIANO
Enfermero. Máster en Ciencias de la Enfermería.
Doctor por la Universidad de Alicante.
Departamento de Enfermería Comunitaria,
Medicina Preventiva y Salud Pública e Historia
de la Ciencia. Facultad de Ciencias de la Salud.
Universidad de Alicante
Miembro del Comité Director del GNEAUPP.
EWMA Council Member
26 ·
Prof. Dr. José Verdú Soriano
Nº 22· 2021 · 27
La nutrición en la prevención y tratamiento de las lesiones por presión
FIGURA 1
28 ·
Prof. Dr. José Verdú Soriano
Nº 22· 2021 · 29
La nutrición en la prevención y tratamiento de las lesiones por presión
3 | El siguiente paso implica una evaluación de Estos 4 elementos presentes en instrumentos
los requerimientos nutricionales individua- de cribado nutricional están en total conso-
les y una planificación de cuidados y terapia nancia y son compatibles con las definiciones
nutricional. enunciadas en la FIGURA 1 .
4 | Monitorizar y definir un objetivo de resulta- En los últimos años se han desarrollado, valida-
dos debería estar estructurado. do e implementado (aunque no todos están dis-
5 | Finalmente, los resultados del cribado, la va- ponibles en español) diferentes instrumentos
loración completa, la planificación y la mo- de cribado para valorar el estado nutricional,
nitorización deberían ser comunicados a los muchos de ellos, específicos para personas ma-
otros profesionales implicados, sobre todo yores6: el Nutrition Risk Score, el Nutritional Risk
cuando el paciente es transferido a la comu- Index, el instrumento de Payette, el SCALES
nidad o a otra institución. (Sandness, Cholesterol, Albumin, Loss of Weight,
Eating problems, Shopping and Cooking), la Va-
Los instrumentos de cribado están desarrolla-
loración Subjetiva Global, el Malnutrition Uni-
dos para detectar desnutrición calórica y pro-
versal Screening Tool (MUST), el Mini Nutritional
teica y/o predecir la probabilidad de que se
Assessment (MNA) y el Nutrition Risk Screening
desarrolle una desnutrición o empeore la con-
2002 (NRS2002).
dición bajo la situación presente y futura del
paciente. Desde esta perspectiva, debería con- De todos ellos, por sus propiedades métricas,
tener 4 principios: facilidad de aplicación y por cumplir con los
principios enunciados antes, son especialmen-
1 | ¿Cuál es la condición actual?
te útiles el MNA para contextos donde haya
2 | ¿La condición es estable? personas mayores (aunque se ha validado en di-
3 | ¿La situación empeorará? ferentes poblaciones y contextos), el NRS2002
4 | ¿El proceso de enfermedad acelera el dete- para adultos hospitalizados y el MUST para po-
rioro nutricional? blación en la comunidad.
30 ·
Prof. Dr. José Verdú Soriano
Nº 22· 2021 · 31
La nutrición en la prevención y tratamiento de las lesiones por presión
TABLA 1
Recomendaciones de proteínas, líquidos y calorías en función de la severidad de la lesión
Integridad de la piel Proteínas Líquidos Calorías
Piel intacta
0,8-1,0 g/kg 30 ml/kg/día 30 kcal/kg/día
Cuidados preventivos
35 kcal/kg/día
LPP categorías 1 y 2 1,2-1,5 g/kg 35 ml/kg/día
Considerar multivitaminas y minerales
40 kcal/kg/día
LPP categorías 3 y 4 1,5-2,0 g/Kg 35-40 ml/kg/día
Considerar multivitaminas y minerales
≥40 kcal/kg/día
LPP categoría 4 severas Hasta 3,0 g/kg* 40 ml/kg/día
Considerar multivitaminas y minerales
LPP múltiples de diferentes 35-40 kcal/kg/día
2,0-3,0 g/kg* 40 ml/kg/día
categorías que no avanzan Considerar multivitaminas y minerales
* Mientras que la literatura ha mostrado una mejoría en la cicatrización con la ingesta aumentada de proteínas, estas
recomendaciones deben ser tomadas con precaución cuando se aumenta la ingesta de proteínas en personas mayores. Los mayores
tienen un descenso en la función para procesar altos niveles de proteínas en ausencia de hidratación. Así pues, es imperativo que cada
paciente sea valorado sobre una base individual por un nutricionista o por el equipo multidisciplinar para determinar la cantidad de
proteínas/hidratación requeridas (traducida y adaptada de Hurd32).
o la malnutrición pueden tener efectos nega- para obtener pruebas de los efectos de la nu-
tivos sobre la cicatrización, ya que se prolonga trición en la prevención y el tratamiento de
la fase inflamatoria, desciende la proliferación LPP. También es necesario investigar para
de fibroblastos y se altera la síntesis de coláge- determinar el nivel apropiado de calorías y
no. La malnutrición, además, se ha relaciona- proteínas para los individuos obesos con LPP.
do con un aumento de la infección. Diferen- Debe prestarse especial atención a garantizar
tes autores resaltan que puede incrementar el el cumplimiento de las necesidades nutricio-
riesgo de desarrollar ciertos tipos de heridas, nales previstas, especificando los ingredientes
como las LPP, y si se desarrolla una herida, la de los suplementos nutricionales suministra-
malnutrición debilitará el sistema inmunitario dos y describiendo el método de aplicación,
y retrasará la cicatrización30. En general, como por ejemplo, la alimentación por vía oral o por
ya se ha mencionado, la mayor parte de la li- sonda31.
teratura estudia la relación de la malnutrición
No obstante, ello no quiere decir que no se
por defecto (desnutrición) y la posibilidad de
puedan hacer recomendaciones basadas
aparición de LPP o la dificultad en la cicatriza-
en el cuerpo de evidencias disponibles has-
ción de éstas.
ta la fecha. En este caso, se reproducen en la
TABLA 1 las recomendaciones generales de ca-
32 ·
Prof. Dr. José Verdú Soriano
TABLA 2
Recomendaciones y Declaraciones de buenas prácticas de valoración y tratamiento nutricional de LPP3
Nivel de Grado de
Recomendaciones
evidencia recomendación
Realizar un cribado nutricional con las personas en riesgo de lesiones
B1
por presión.
Realizar una valoración nutricional integral a todos los adultos con riesgo
de lesiones por presión identificados en el cribaje como en riesgo de B2
desnutrición y a todos los adultos con lesiones por presión.
Elaborar y aplicar un plan de cuidados nutricionales individualizado para
personas que presenten, o con riesgo de lesiones por presión y que estén B2
desnutridas o corran el riesgo de estarlo.
Optimizar la ingesta calórica de las personas con riesgo de lesiones
B1
por presión y que estén desnutridas o corran el riesgo de estarlo.
Adaptar la ingesta de proteínas de las personas con riesgo de lesiones
DBP
por presión y que estén desnutridas o corran el riesgo de estarlo.
Proporcionar entre 30 y 35 kilocalorías por kilogramo de peso
corporal por día a los adultos con lesiones por presión y que estén B1
desnutridos o en riesgo de estarlo.
Proporcionar entre 1,2 y 1,5 g de proteínas por kilogramo de peso corporal
por día a los adultos con lesiones por presión y que estén desnutridos o en B1
riesgo de estarlo.
Ofrecer, además de la dieta habitual, alimentos enriquecidos y/o
suplementos alimenticios con un alto contenido calórico y proteínico a los
adultos con riesgo de desarrollar lesiones por presión y que también estén C
desnutridos o corran el riesgo de estarlo, en caso de que no se puedan cubrir
las necesidades nutricionales con una ingesta alimentaria normal.
Ofrecer, además de la dieta habitual, suplementos alimenticios con un alto
contenido calórico y proteínico a los adultos con lesiones por presión que
B1
estén desnutridos o corran el riesgo de estarlo, en caso de que no se puedan
cubrir las necesidades nutricionales con una ingesta alimentaria normal.
Proporcionar suplementos alimenticios orales o fórmula enteral que sean
ricos en calorías y proteínas, arginina, zinc y antioxidantes a adultos con una
B1
lesión por presión de categoría/estadio II o superior que estén desnutridos
o en riesgo de estarlo.
Informar y considerar los beneficios y los perjuicios de la alimentación
enteral o parenteral para fomentar la salud general, teniendo en cuenta las
preferencias y los objetivos de los cuidados, a aquellas personas que estén
DBP
en riesgo de lesiones por presión y que no puedan cubrir sus necesidades
nutricionales mediante ingesta oral a pesar de las intervenciones
nutricionales.
Informar y considerar los beneficios y los perjuicios de la alimentación
enteral o parenteral para favorecer el tratamiento de las lesiones por
presión, teniendo en cuenta las preferencias y los objetivos de los cuidados,
B1
a aquellas personas que presenten lesiones por presión y que no puedan
cubrir sus necesidades nutricionales mediante ingesta oral a pesar de las
intervenciones nutricionales.
Proporcionar y fomentar una ingesta adecuada de agua/líquidos para
mantener hidratadas a las personas con lesiones por presión o en riesgo
DBP
de presentarlas en los casos en que sea compatible con los objetivos de
los cuidados y las condiciones clínicas.
Realizar cribados y valoraciones nutricionales adecuados a la edad, en
DBP
neonatos y niños con riesgo de lesiones por presión.
En el caso de los neonatos y los niños con lesiones por presión o en riesgo
de presentarlas que tengan una ingesta oral inadecuada, considerar la
DBP
posibilidad de utilizar alimentos enriquecidos, suplementos alimenticios
adecuados para su edad o apoyo nutricional enteral o parenteral.
Extraídas de la Guía rápida de prevención y tratamiento de úlceras/lesiones por presión33.
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La nutrición en la prevención y tratamiento de las lesiones por presión
TABLA 3
Niveles de evidencia de las recomendaciones de la Guía de Prevención y tratamiento de LPP33
• Más de 1 estudio de nivel 1 de alta calidad que proporcionan evidencia directa.
A • Conjunto de evidencias consistente.
• Estudios de nivel 1 de calidad moderada o baja que proporcionan evidencia directa.
B1 • Estudios de nivel 2 de calidad alta o moderada que proporcionan evidencia directa.
• La mayoría de los estudios tiene resultados consistentes y las inconsistencias se pueden explicar.
• Estudios de nivel 2 de baja calidad que proporcionan evidencia directa.
B2 • Estudios de nivel 3 o 4 (de cualquier calidad) que proporcionan evidencia directa.
• La mayoría de los estudios tiene resultados consistentes y las inconsistencias se pueden explicar.
• Estudios de nivel 5 (evidencia indirecta), por ej. estudios en personas sanas, en personas con otros tipos de
heridas crónicas, en modelos animales.
C
• Conjunto de evidencias con inconsistencias que no pueden ser explicadas, reflejando una genuina incertidumbre
sobre el tema.
Declaraciones de Buenas Prácticas
DBP • Declaraciones que no están apoyadas por un conjunto de evidencias como las citadas anteriormente, pero que el
GOA ha considerado que son significativas para la práctica.
34 ·
Prof. Dr. José Verdú Soriano
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ARTÍCULO DE DIVULGACIÓN
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Prof. Dr. Francisco Pedro García-Fernández
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características clínicas y otras no, o presenta- lesiones no entrarían dentro del capítulo de las
ban signos muy diferentes? ¿O por qué con los lesiones cutáneas relacionadas con la depen-
mismos cuidados unos pacientes las desarrolla- dencia, al no existir una limitación o pérdida
ban y otros no? ¿O por qué con los mismos tra- de autonomía y no precisar de forma general
tamientos unas evolucionaban favorablemente la ayuda de otras personas para la realización
y otras no? de los cuidados.
Fruto de estas preguntas de investigación na- Estos son los dos elementos que considera-
ce el modelo teórico de las lesiones cutáneas mos clave para catalogarlas como tales, por-
relacionadas con la dependencia (LCRD)7,8, que la severidad y evolución de la lesión, si
que viene a desglosar que lo que hasta ese hay pérdida de autonomía, serán completa-
momento llamábamos lesiones por presión mente diferentes a las de una persona sana y
realmente engloba a un grupo de al menos autónoma, pudiendo conducir en algunos ca-
siete lesiones distintas: lesiones por presión- sos, en los primeros, a la muerte en el caso de
cizalla, lesiones por humedad, lesiones por desarrollar lesiones por presión o presión y ci-
fricción, lesiones combinadas (presión-fric- zalla profundas.
ción, presión-humedad, fricción-humedad) y Por tanto, nos encontramos ante un nuevo pa-
multicausales8. radigma que va más allá de una simple concep-
Uno de los elementos clave de estas lesiones tualización, ya que al poder establecer caracte-
está en su propia nomenclatura: lesiones cu- rísticas diferenciales entre ellas, van a facilitar
táneas relacionadas con la dependencia. Cual- la aproximación de los clínicos en cada cir-
quier persona sana, sin limitaciones funciona- cunstancia. Hasta entonces, no brindábamos
les, puede desarrollar alguna de las lesiones la oportunidad de preguntarse si el mecanis-
englobadas en ellas. A modo de ejemplo, un mo de producción de cada una de estas lesio-
tenista puede desarrollar lesiones por fricción nes podía ser distinto, ya que pertenecían a un
con una nueva raqueta, o cuando cualquie- solo tipo de lesión, con un enunciado claro, im-
ra de nosotros estrena un zapato. Quien ha- preso en su propia denominación (lesiones por
ya tenido un proceso gastroentérico, ha podi- presión), y solo las describíamos por categorías,
do desarrollar una lesión cutánea asociada a la estadios o grados, en función de su severidad.
humedad, como puede ser una dermatitis pe- Este nuevo paradigma viene a favorecer no só-
rianal, o un ciclista ha podido desarrollar una lo su mejor abordaje preventivo, sino también
úlcera por presión. Sin embargo, este tipo de terapéutico.
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No obstante, este nuevo marco conceptual no A efectos prácticos podemos considerar los
es estático, sino que se sigue enriqueciendo 20 mmHg como presión máxima de referen-
con el avance del conocimiento, y en próximas cia (presión de oclusión capilar). Los niveles de
revisiones seguirá incluyendo nuevas lesiones presión de contacto entre la piel y una superfi-
como los desgarros o laceraciones, por ejem- cie de apoyo son muy superiores a las cifras de
plo. cierre capilar, y a medida que nos acercamos a
una prominencia ósea, se incrementan esos ni-
veles de presión.
Las lesiones por presión-cizalla
En condiciones normales, el cuerpo humano
Sin duda, el gran grupo de las LCRD lo enca- está constantemente expuesto a presiones su-
bezan las lesiones por presión-cizalla, como periores a las de cierre capilar, por lo que, me-
demuestran los últimos estudios nacionales de diante cambios espontáneos y automáticos de
prevalencia de estas lesiones9-11. Pero el cono- posición, pone en marcha una reacción de de-
cimiento de estas lesiones ha ido avanzando de fensa fisiológica natural llamada hiperemia re-
forma notable desde que, en 1975, el médico activa, que fue referenciada ya en 1961 por
norteamericano John Shea7 diera la primera de- Arthur Exton-Smith y comprobada posterior-
finición formal de las mismas, apuntando a la mente en 1998 por Mary Bliss14.
presión como su factor etiológico y a las pro-
minencias óseas como zona de producción. Si se ejercen presiones superiores a estos 20
mmHg en un área limitada y durante un tiempo
Y es que, a día de hoy, sabemos que no sólo prolongado, se inicia un proceso de isquemia
la presión es el origen y no sólo sobre las pro- que impide la llegada de oxígeno y nutrientes,
minencias óseas se producen, sino que existen originando una degeneración de los tejidos por
mecanismos más complejos que son los cau- la respiración anaerobia, lo que provoca altera-
santes de estas lesiones12,13. ciones a nivel de la membrana celular y la libe-
Actualmente se acepta que las lesiones por ración de aminas vasoactivas. Si se prolonga la
presión son “una lesión localizada en la piel situación, se ocasiona en ese territorio necrosis
y/o el tejido subyacente, por lo general sobre y muerte celular15.
una prominencia ósea, como resultado de la En condiciones normales, cuando una persona
presión, o la presión en combinación con las se mueve de forma autónoma o es reposiciona-
fuerzas de cizalla. En ocasiones, también pue- da, mediante cambios posturales o por las su-
den aparecer sobre tejidos blandos sometidos perficies dinámicas de apoyo, está poniendo en
a presión externa por diferentes materiales o marcha mecanismos para defenderse del efec-
dispositivos clínicos”12. to de la presión en los tejidos. Cuando esto no
Como vemos, son dos los factores etiológicos ocurre por cualquier causa, empieza un meca-
de estas lesiones: las fuerzas de presión, solas o nismo fisiológico para intentar revertir ese pro-
combinadas con las fuerzas de cizalla. ceso de isquemia: la hiperemia reactiva12.
Desde el siglo pasado, con los trabajos de Shea, La hiperemia reactiva es un complejo conjun-
sabíamos que las lesiones por presión son con- to de reacciones mediante las cuales el orga-
secuencia directa del aplastamiento tisular nismo incrementa el flujo sanguíneo en los te-
entre dos planos duros, uno perteneciente al jidos que han sido privados de oxígeno, con
paciente (hueso) y otro externo a él (lecho, si- lo que permite cubrir sus necesidades de oxí-
llón, dispositivos terapéuticos, etc.), al que se geno y nutrientes. Pero este proceso no siem-
le pueden asociar fuerzas tangenciales que ac- pre es factible y va a estar condicionado por
túan como elementos cortantes o desgarra- el tiempo y la presión. Podemos afirmar que
dores (al provocar un estiramiento interno de el factor tiempo y la presión son inversamen-
los tejidos), que inducen lesiones en los planos te proporcionales, y si este mecanismo com-
profundos. pensatorio no es capaz de revertir el proceso
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Las lesiones por presión dentro de las lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia: un nuevo enfoque conceptual
isquémico, puede originar lesiones definitivas producido por un incremento de radicales libres
en apenas unas pocas horas. Este sería el origen de oxígeno, elementos de gran toxicidad, que se
de las lesiones por presión puras. forman en exceso durante los períodos de hipe-
Pero, ¿y cómo actúan las fuerzas de cizalla? remia reactiva que siguen a periodos prolonga-
Hasta hace poco tiempo no era bien conoci- dos de anoxia celular.
do el efecto de las fuerzas de cizalla sobre el Hoy sabemos cómo estos radicales provocan
proceso isquémico. Los estudios de Manorama que se segreguen interleucinas (IL-1a, IL-1RA,
et al.16 ponen claramente de manifiesto cómo e IL-8), que se pueden comportar como mar-
éstas provocan un descenso muy importante cadores bioquímicos prometedores para la
del flujo sanguíneo a nivel arterial y venoso, y evaluación del riesgo de desarrollar lesiones
tanto a nivel superficial como profundo. Espe- por presión, ya que son descargadas al torren-
cialmente importante es el descenso del flujo te sanguíneo una hora después de la isquemia
arterial profundo, donde, con el simple hecho inicial y son detectables antes de la aparición
de estar sometido a presión, disminuye casi un de daños en los tejidos estructurales. Asimis-
20% el flujo de los vasos, pero si se le suman las mo, existen también otros marcadores de da-
fuerzas de cizalla, esta disminución llega prác- ño muscular (h-FABP, CK, proteína C reactiva,
ticamente hasta un 40%, con el subsiguiente etc.) que podrían comportarse como predicto-
efecto lesivo para los tejidos irrigados por di- res de lesiones profundas.
chos vasos.
Junto a este efecto (anoxia e isquemia tisular), CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS DE LAS LESIONES
causado directamente por la presión y/o ciza- POR PRESIÓN Y POR PRESIÓN-CIZALLA
lla, se añade el daño indirecto provocado por Una de las diatribas tradicionales de los clí-
estas fuerzas al dificultar la circulación linfáti- nicos y que ha dado pie a profundos debates
ca y la eliminación de sustancias de desecho de ha nacido con la pregunta: ¿cómo se desarro-
las células y el espacio extracelular, a lo que se llan las lesiones, de fuera a dentro o de den-
añade lo que ha venido a denominarse la lesión tro a fuera? Con el conocimiento actual pode-
por reperfusión. mos decir que ambas situaciones son posibles
La lesión de los tejidos por reperfusión puede y que van a estar condicionadas por las fuer-
entenderse como el efecto tóxico en las células zas que las originen.
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Cuando el componente principal sean las fuer- aparecen dos zonas hipoecoicas, una más peque-
zas de presión (sólo presión, sin el componen- ña superficial y otra más profunda y extensa (for-
te de cizalla), serán lesiones que generalmente ma de cono o de iceberg) y además están despla-
evolucionarán de fuera hacia dentro. Sin em- zadas entre 30 y 45º de la prominencia ósea.
bargo, cuando se combinan las fuerzas de pre-
Estos signos son similares a los identificados,
sión con las de cizalla, hablaremos de lesiones
mediante ecografía, por Aoi et al.19 para las le-
que van de dentro hacia fuera por el daño tisu-
siones de tejidos profundos, en las que habla
lar profundo generado.
de estructuras de las capas poco claras (lo ex-
García-Fernández et al.7,8, en su modelo teórico plicaría si fuesen deformidades provocadas por
de desarrollo de las úlceras por presión y otras las fuerzas presión-cizalla) con fascias discon-
lesiones relacionadas con la dependencia, po- tinuas y heterogéneas, y presencia de lesión y
nen de manifiesto cómo las mismas no presen- otras zonas hipoecóicas profundas.
tan una uniformidad clara en cuanto a su pre-
Además, los tiempos de evolución y cicatriza-
sentación, sino que están condicionadas por el
ción de las lesiones también suelen ser distintos,
sentido del factor etiológico dominante: la pre-
sión sola o combinada con las fuerzas de cizalla. siendo más fáciles de cicatrizar o revertir las le-
siones por presión solas que las originadas por la
Cuando el componente principal es sólo la pre- combinación de las fuerzas de presión y cizalla18.
sión, se presentan como lesiones redondeadas
u ovaladas situadas perpendicularmente sobre Éstas y otras diferencias podemos verlas con
prominencias óseas. También pueden produ- más detalle en la TABLA 1 .
cirse sobre tejidos blandos sometidos a presión
externa por distintos materiales o dispositivos CATEGORIZACIÓN DE LAS LESIONES POR
clínicos usados con fines diagnósticos o tera- PRESIÓN Y CIZALLA O COMBINACIÓN DE
péuticos (por ej., sonda nasogástrica, gafas na- AMBAS
sales, catéter urinario, etc.). Las evidencias nos Siguiendo las últimas evidencias, el Grupo Na-
muestran cómo se está produciendo un aumen- cional para el Estudio y Asesoramiento de las
to en la frecuencia de aparición de este tipo de Úlceras por Presión propone clasificar las lesio-
lesiones entre los pacientes hospitalizados. nes por presión y presión-cizalla en las siguien-
En estos casos pueden afectar a la piel o a tes cinco categorías13:
membranas mucosas (oral, nasal, traqueal, uri- • Categoría I: eritema no blanqueable. Piel in-
narias, etc.), y se caracterizan por presentar la tacta, con enrojecimiento no blanqueable de
forma del dispositivo clínico (generalmente co- un área localizada generalmente sobre una
mo eritema simple, en sus primeras fases, cuan- prominencia ósea (aunque también pueden
do la piel aún está integra). aparecer sobre tejidos blandos sometidos a
Por el contrario, cuando las lesiones de presión presión externa por diferentes materiales o
se combinan con las fuerzas de cizalla, las lesio- dispositivos clínicos). El área puede ser dolo-
nes suelen presentarse con forma más irregu- rosa, firme, suave, más caliente o más fría en
lar (no tan redondeada) y se caracterizan por la comparación con los tejidos adyacentes, pu-
presencia de un doble eritema, (el segundo más diendo presentar edema o induración (>15
oscuro y dentro del primero) y están desplaza- mm de diámetro). El enrojecimiento no blan-
das entre 30 y 45º sobre la perpendicular a las queable puede ser difícil de detectar en per-
prominencias óseas17,18. sonas con tonos de piel oscura, por lo que es
Los análisis ecográficos confirman estos datos18, necesario valorar los cambios de temperatu-
de manera que en las primeras hay una zona hi- ra, induración y edema de los tejidos. Su co-
poecoica (de lesión) situada en la zona más su- lor puede diferir de la piel de los alrededores.
perficial (cercana a la piel) y perpendicular a la • Categoría II: úlcera de espesor parcial. Pér-
prominencia ósea, mientras que en las segundas dida de espesor parcial de la dermis, que se
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Las lesiones por presión dentro de las lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia: un nuevo enfoque conceptual
TABLA 1
Diferencias entre las lesiones por presión y por presión-cizalla
Características Lesiones por presión
Exposición
Presión. Presión y cizalla.
o causa
Evolución
De fuera a dentro. De dentro a fuera.
del daño
Habitualmente perpendicular Prominencias óseas
a prominencias óseas, o sobre (generalmente con 30-45º
Localización tejidos blandos sometidos a de desplazamiento).
de la lesión presión externa de dispositivos
clínicos.
Dolor agudo, prurito; el dolor puede intensificarse al Dolor, prurito. En LTP, cambios de temperatura,
liberar las zonas lesionadas (categorías I y II). consistencia, edema (>15 mm de diámetro).
Otros síntomas: En eritemas no blanqueables, cambios de temperatura, Olor según la presencia de infección o tejido no
dolor, edema, consistencia, edema (>15 mm de diámetro). En viable. Puede haber tunelizaciones y cavitaciones
olor… categoría I no presentan olor, y en el resto, según la (categorías III-IV).
presencia de infección o tejido no viable. Puede haber
tunelizaciones y cavitaciones (categorías III-IV).
Generalmente, y a pesar de los cuidados adecuados,
Generalmente, y con los cuidados adecuados, suele
Pronóstico suelen tener una rápida progresión y una evolución
tener una evolución favorable.
desfavorable.
Fuente: García Fernández FP, Soldevilla Agreda JJ, Pancorbo Hidalgo PL, Verdú Soriano J, López Casanova P, Rodriguez Palma M.
Clasificación-categorización de las lesiones relacionadas con la dependencia. Serie Documentos Técnicos GNEAUPP nº II. Logroño:
Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas; 201412.
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presenta como una úlcera abierta poco pro- el hueso, el músculo o el tendón no son visibles
funda con un lecho de la herida normalmente o directamente palpables.
rojo-rosado y sin la presencia de esfacelos. En • Categoría IV: pérdida total del espesor de
esta categoría pueden darse confusiones con los tejidos. Pérdida total del espesor del te-
otras lesiones, como las relacionadas con la jido con hueso, tendón o músculo expues-
humedad o la fricción. La valoración detalla- to. Pueden presentar esfacelos y/o tejido ne-
da de la lesión permite diferenciarlas; la exis- crótico (húmedo o seco). A menudo también
tencia de signos de maceración orienta hacia presentan cavitaciones y/o tunelizaciones. La
lesiones por humedad, mientras que la pre- profundidad de la úlcera por presión de ca-
sencia de ampollas o flictenas orienta hacia tegoría IV también varía según la localización
lesiones por fricción, aunque también pueden anatómica y el tejido subcutáneo (adiposo)
existir lesiones combinadas. Esta categoría no que ésta contenga. Las úlceras de categoría
debería usarse para designar a lesiones por ad- IV pueden extenderse al músculo y/o a las es-
hesivos, excoriaciones o desgarros cutáneos. tructuras de soporte (por ejemplo, la fascia,
• Categoría III: pérdida total del grosor de la piel. el tendón o la cápsula de la articulación), pu-
Pérdida completa del tejido dérmico. La gra- diendo darse con bastante frecuencia una os-
sa subcutánea puede ser visible, pero los hue- teomielitis u osteítis. El hueso o músculo ex-
sos, tendones o músculos no están expuestos. puesto es visible o directamente palpable.
Puede presentar esfacelos y/o tejido necrótico • Lesión de tejidos profundos. Área localiza-
(húmedo o seco), que no oculta la profundi- da con forma más irregular (provocada por la
dad de la pérdida de tejido. Puede incluir cavi- deformación irregular que causan las fuerzas
taciones y/o tunelizaciones. La profundidad de de cizalla, y generalmente de forma no tan re-
la úlcera por presión de categoría III varía se- dondeada como el resto de las lesiones por
gún la localización anatómica. En el puente de presión) que presenta, por lo general, un do-
la nariz, la oreja, el occipital y el maléolo, que ble eritema, el segundo más oscuro (de co-
no tienen tejido subcutáneo (adiposo), las úl- lor púrpura o marrón) y dentro del primero, y
ceras pueden ser poco profundas. En contras- que puede estar desplazada entre 30 y 45º de
te, las zonas de importante adiposidad pueden las crestas óseas. El área puede ir circundada
desarrollar úlceras por presión de categoría III por un tejido que es doloroso, firme o blan-
extremadamente profundas. En cualquier caso do, más caliente o más frío en comparación
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Las lesiones por presión dentro de las lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia: un nuevo enfoque conceptual
con los tejidos adyacentes. La lesión de teji- Podemos definir a las LESCAH como: “la lesión
dos profundos puede ser difícil de detectar localizada en la piel (no suele afectar a tejidos
en personas con tonos de piel oscura, por lo subyacentes) que se presenta como una infla-
que es necesario valorar los cambios de tem- mación (eritema) y/o erosión de la misma, cau-
peratura, induración (>15 mm de diámetro) y sada por la exposición prolongada (continua o
edema de los tejidos. Su color puede diferir casi continua) a diversas fuentes de humedad
de la piel de los alrededores, ya que puede no con potencial irritativo para la piel (por ejemplo:
presentar palidez visible. Su color puede dife- orina, heces, exudados de heridas, efluentes de
rir de la piel próxima. La herida puede evolu- estomas o fístulas, sudor, saliva o moco)”12.
cionar desfavorablemente de manera rápida y
Pero la cotidianeidad clínica nos muestra que
puede llegar a capas profundas de tejido in-
no todos los pacientes expuestos a estas sus-
cluso con un tratamiento óptimo.
tancias desarrollan lesiones.
El cuerpo humano está expuesto con frecuen-
Las otras lesiones cutáneas cia a cada uno de estos efluentes sin ningún
relacionadas con la dependencia daño aparente. Torra et al.23 sugieren que, aun-
Aunque de menor peso epidemiológico que las que existen limitaciones en cuanto a estudios
lesiones por presión-cizalla, como demuestra el de investigación suficientes, debido a lo recien-
último estudio nacional de prevalencia en sus te y novedoso del tema, parece intuirse que la
tres niveles asistenciales11,20,21, no son lesiones exposición a estas fuentes de humedad no es
nada desdeñables y precisan un mejor conoci- suficiente por sí sola para producir daños en la
miento para su prevención y abordaje adecua- piel, sino que existen diversos elementos a con-
do. Vamos a centrarnos en tres de ellas: las le- siderar y que intervienen en la producción de
siones cutáneas asociadas a la humedad, las las mismas. Entre ellos se deben incluir, como
lesiones por fricción y los desgarros cutáneos.
En este artículo vamos a hacer un repaso so-
bre su historia y su fisiopatología, pero aquellos
que quieran profundizar sobre el tema pueden
consultar los artículos relacionados12,13.
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Las lesiones por presión dentro de las lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia: un nuevo enfoque conceptual
calor (primer principio de la termodinámica) y los vasos que irrigan una parte del cuerpo, las
lesionar de esta forma los tejidos del paciente. lesiones por fricción están provocadas por el
Como recogen Nakagami et al.24, en la Ley del roce de dos superficies paralelas, lo que trans-
rozamiento de Coulomb se establece que la forma la energía mecánica en energía calorífica
fuerza de rozamiento máxima que puede existir que produce el daño tisular, por lo que las le-
entre dos cuerpos en contacto es directamente siones se asemejan más a las quemaduras que a
proporcional al valor de la fuerza de contacto las lesiones por presión13.
entre ellos, pudiendo establecerse consecuente- En función de su mecanismo de producción,
mente un coeficiente de fricción (unidad de me- estas lesiones se presentan sobre cualquier
dida de la cantidad de fricción existente entre zona sometida a fricción (que puede ser o no
dos superficies). una prominencia ósea) y que fundamental-
Este coeficiente de fricción juega un papel pri- mente se producen cuando el enfermo, senta-
mordial en la producción de estas lesiones. Es do o acostado con la cabecera elevada, se va
un valor que depende de las propiedades de los deslizando, lo que provoca un roce de la piel,
dos objetos que están en contacto, junto a la generalmente a través de una sábana con el
humedad y la temperatura. Así, en pieles que se sillón o cama. También es muy frecuente en
encuentran húmedas, este coeficiente se altera el ejercicio de movilizar al paciente, cambiarlo
(aumenta), produciendo una “adhesión” de la de postura o desplazarlo (“subirlo”) sin haber
piel y los tejidos a la superficie en la que están; separado completamente su cuerpo del col-
sin embargo, si la piel está seca pero el desliza- chón o el sillón.
miento es excesivo, puede producir un aumen- Otro mecanismo de producción se puede ori-
to de la temperatura cutánea. ginar en la zona glútea, al colocar o retirar de
La diferencia entre las lesiones por manera inadecuada una cuña-orinal que se ha
roce-fricción y las lesiones por pre- quedado adherida, durante una higiene in-
sión reside en el mecanismo de adecuada, al frotar intensamente o por el ro-
producción y justifica que sean ce con el absorbente o pañal, etc. Otras si-
consideradas como lesiones dis- tuaciones de riesgo se dan en pacientes con
tintas. Mientras las lesiones por contracturas espásticas, movimientos invo-
presión son provocadas por la luntarios, o en el uso de sujeciones que ro-
presión o cizalla que pro- cen la piel.
voca una isquemia
Las lesiones por roce o fricción, habitualmente,
por oclusión de
se presentan clínicamente de tres formas:
• Como eritema de formas lineales que no pali-
dece a la presión (en esta fase es difícil distin-
guirlas de las lesiones por presión).
• Como flictena (vesícula o ampolla en función
del tamaño), que determina claramente que la
lesión tiene por origen la fricción.
• Como úlcera, cuando se rompe la flictena, de-
jando una lesión abierta con pérdida de sus-
tancia.
DESGARROS CUTÁNEOS
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quizá por el tipo de personas que las padecen nuevo síndrome, un nuevo concepto clínico,
(mayoritariamente ancianos) o por no consi- utilizado para describir la piel que presenta sig-
derarlas graves, han sido silenciadas y obviadas nos clínicos de atrofia y fragilidad extrema re-
durante mucho tiempo por los clínicos, a pesar lacionada con la edad y con las consecuencias
de que hay estudios que hablan de prevalencias funcionales que de ello se derivan26. Tradicio-
muy elevadas en todos los contextos asisten- nalmente, el envejecimiento de la piel se ha
ciales, como ha puesto de manifiesto el 5º Estu- considerado como un mero problema estético,
dio Nacional de Prevalencia de las Lesiones Cu- pero los aspectos más importantes del enveje-
táneas Relacionadas con la Dependencia11,20,21. cimiento de la piel son el deterioro de su es-
Las primeras definiciones de los desgarros cu- tructura y su función, lo que propicia que que-
táneos son relativamente recientes, y desde el de reducida su capacidad para responder a las
principio ha habido un debate intenso sobre si lesiones externas.
el origen es sólo la fuerza bruta o se incluyen Simplificando mucho el concepto, podría-
las fuerzas de fricción o la cizalla como parte mos definir la dermatoporosis como el enve-
de su origen, habiéndose producido modifica- jecimiento patológico de la piel. Lo mismo que
ciones en los documentos internacionales de no todos los ancianos tienen el mismo enve-
la ISTAP (International Skin Tears Advisory Pa- jecimiento en otros órganos (riñones, corazón,
nel) que, en 2016, publicó una definición inter- pulmones o hígado), desarrollando o no algu-
nacional en la que asumía estas fuerzas brutas, nos tipos de patologías asociadas a enveje
junto con la fricción y cizalla, como su origen. cimiento de esos órganos, tampoco a todas las
Tras un amplio debate de otros expertos, en el personas les envejece igual la piel y en algunas
que se situaban la fricción y la cizalla como ori- de ellas lo hace de una forma patológica.
gen de otras lesiones, y con el desarrollo de es-
Kaya y Saurat26 clasifican la dermatoporosis en
te modelo teórico8, finalmente modificaron su
dos tipos: primaria y secundaria. La primaria es
definición en 2018, haciendo referencia sólo al
la más común y ocurre debido a la edad y a la
origen traumático de las mismas.
exposición crónica al sol, y suele verse en per-
Es por ello, y siguiendo las últimas evidencias sonas mayores; la dermatoporosis secundaria
disponibles, que el GNEAUPP define el des- ocurre más temprano en la vida, es más severa
garro cutáneo como “la lesión localizada en la y está asociada con el uso crónico de corticos-
piel (no suele afectar a tejidos subyacentes) de teroides tópicos y sistémicos.
origen traumático, causada por fuerzas mecá-
Como hemos visto, el origen de los desgarros
nicas, incluidas las originadas por la eliminación
es traumático sobre pieles extremadamente
de adhesivos potentes. La gravedad puede va-
frágiles, por lo que se presentan generalmen-
riar según la profundidad, pero con carácter ge-
te como un colgajo cutáneo, más o menos
neral no se extiende más allá de la capa dermis
profundo, siguiendo el trayecto del trauma-
e hipodermis”.
tismo, en el que puede haber pérdida parcial
El mecanismo etiológico serían los traumatis- o total de las capas más externas de la piel.
mos, en muchas de las ocasiones simplemente Con frecuencia el colgajo queda a modo “de
microtraumatismos, como los producidos por solapa” que puede ser reposicionado para cu-
la retirada de productos con adhesivos como brir nuevamente el lecho de la herida, aunque
apósitos o esparadrapos, producidos sobre también puede existir una pérdida total de la
pieles extremadamente frágiles, y aquí es don- misma. En otras ocasiones puede presentarse
de entra un nuevo elemento conceptual bási- como un hematoma cerrado (con la colección
co para entender su fisiopatología: la derma- de sangre coagulada en su interior) o abier-
toporosis. to, con restos de coágulos que deben ser eli-
Este término fue definido por Gürkan Kaya minados para una correcta cicatrización de la
y Jean-Hilaire Saurat en 200726, acuñando un lesión.
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Las lesiones por presión dentro de las lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia: un nuevo enfoque conceptual
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