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Ley 39/2015, de 1 de Octubre, Del Procedimiento Administrativo Común de Las Administraciones Públicas

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Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento

Administrativo Común de las Administraciones Públicas

Antecedentes legislativos

A) La Ley 30/1992 de 26 de noviembre de Régimen Jurídico de las


Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común
supuso un punto de inflexión en el Derecho Administrativo en el nuevo
panorama constitucional.

Por otro lado, esta ley también tuvo repercusión en el seno de la Comisión
Europea y de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico.
De esta forma, numerosos informes internacionales que abordaban esta
materia definían nuestra normativa como una regulación inteligente como
marco jurídico de calidad que permitía disciplinar incentivos adecuados
para dinamizar la actividad económica al tiempo que reducir determinadas
cargas administrativas.

B) La Ley 4/1999 de 13 de enero modificó la Ley 30/1992 y disciplinó


algunos aspectos importantes del Procedimiento Administrativo, como el
silencio administrativo o el sistema de revisión de los actos
administrativos, aspectos que, sin duda, lograron aumentar la seguridad
jurídicas de los particulares frente a la Administración Pública.

C) La Ley 11/2007 de 22 de junio de acceso electrónico de los ciudadanos a


los Servicios Públicos fue la que reguló el derecho de los particulares a
entrar en contacto y relacionarse electrónicamente con las
Administraciones Públicas. Para ello, dichas Administraciones debían
forzosamente hallarse dotadas de los medios necesarios para que este
derecho de los ciudadanos pudiera ejercerse con normalidad. Que exista
constancia documental en un archivo electrónico propicia la transparencia
y que la Administración pueda ofrecer información puntual y ágil a los
ciudadanos.

D) La Ley 17/2009 de 23 de noviembre y la Ley 2/2011 de 4 de marzo,


supusieron un gran avance en la regulación de la materia administrativa
sobre todo en lo que respecta al ejercicio de actividades económicas.

E) La Ley 20/ 2013 de 9 de diciembre supuso un gran avance cuando


propició para los particulares información con relevancia jurídica referente
al procedimiento de la elaboración de las normas.

A pesar de todo ello, era necesaria establecer una nueva regulación que
significase el final de tanta diversidad normativa y que aun mismo tiempo
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reforzase la participación ciudadana, la seguridad jurídica y la revisión del
ordenamiento.

F) La Ley 39/2015 de 1 de octubre del Procedimiento Administrativo Común


de las Administraciones Públicas (en adelante LPAC) viene a subsanar las
carencias que hemos mencionado anteriormente. Dicha ley contiene 133
artículos, distribuidos en siete títulos, cinco disposiciones adicionales,
cinco disposiciones transitorias, una disposición derogatoria y siete
disposiciones finales.

Introducción

Abordamos algunas de las características del Procedimiento Administrativo


Común de las Administraciones Públicas:

• Ámbito objetivo de la LPAC

De acuerdo con el artículo 1 de la LPAC tiene por objeto regular los requisitos de
validez de los actos administrativos y el procedimiento común a todas las
Administraciones Públicas. Se incluye también el procedimiento sancionador y el
de la reclamación de responsabilidad patrimonial, así como los principios a los
que debe ajustarse el ejercicio de la iniciativa legislativa y la potestad
reglamentaria.

• Ámbito subjetivo de la LPAC

El ámbito subjetivo de la LPAC, visto su carácter básico, se extiende a todas las


Administraciones Públicas territoriales y a su sector público institucional, o lo
que es lo mismo, los organismos de derecho público vinculados o dependientes
de las Administraciones Públicas y los de naturaleza privada en los casos en los
que ejerzan potestades administrativas. Esta ley también resultará de aplicación
a las Universidades públicas aunque de modo supletorio a las normas
específicas que les afecten.

• Novedades en diversas materias

Hay que reconocer que la LPAC mantiene muchas regulaciones en diversas


materias como ya lo hizo la antigua normativa en materia de procedimiento
administrativo común. Sí es cierto, como veremos a continuación que existen
algunas novedades:

- en cuanto al procedimiento abreviado,

- el cómputo de plazos por horas,

- la extensión al sábado de la condición de día inhábil,

- la eliminación del plazo de tres meses para la impugnación de actos presuntos

- la regulación de un procedimiento de elaboración de normas

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- Y de forma especial todo aquello que tiene que ver con la Administración
electrónica y la obligación de determinados sujetos de relacionarse de forma
electrónica con la Administración.

La ley tiene 133 artículos distribuidos en 7 títulos, 5 disposiciones adicionales, 5


disposiciones transitorias, 1 disposición derogatoria y 7 disposiciones finales.

Tema 1: El concepto de acto administrativo y procedimiento


administrativo.

Acto administrativo:

Acto jurídico procedente de una Administración Pública que se halla sujeto al


Derecho Administrativo. Dicho acto, debe encontrarse en armonía con el
principio de legalidad y de las potestades que emanan de la Administración
Pública. Su función es hacer patente el ejercicio de las potestades de la
Administración pública, por tanto, a través del acto administrativo se
materializan la delimitación, formalización y control jurídico del Derecho
Administrativo al tiempo en el que se determina la norma constitucional en la
que se establece el principio de que la Administración Pública debe estar sujeta
a la ley y al control judicial de sus actuaciones.

Procedimiento administrativo:

Cauce formal de una serie de actos determinados por la actuación de la


Administración Pública para la realización de fin concreto.

Estas actuaciones públicas exigen un procedimiento ágil y flexible que propicie


la satisfacción de las necesidades públicas y que determine las garantías
necesarias correspondientes al administrado en cumplimiento con los principios
consagrados en la Constitución Española.

¿Por qué surge el Procedimiento Administrativo?

- El Procedimiento Administrativo nace como una reacción del Estado


Liberal de Derecho ante la asunción de potestades autoritarias por parte
de la Administración Pública.
- La segunda causa se encuentra en el crecimiento de los órganos de la
Administración que esta experimenta en los últimos siglos.
- Por último, la presión de la burocracia a la que el procedimiento
proporciona comodidades, seguridad y garantiza esferas de influencia.

Así, el Procedimiento Administrativo es, más bien, una cadena cuyos distintos
eslabones se hallan articulados a través de un vínculo común sin merma de su
individualidad propia. Existe entre aquellos eslabones un orden encaminado a
un fin único a cuya consecución todos y cada uno de ellos doadyuvan.

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Caracterísitcas:Cada uno de los actos integrantes del Procedimiento
Administrativo:
- No pierden su propia sustancialidad y cada uno de ellos se atienen a
normas concretas e incluso a un procedimiento específico diferente del
Procedimiento principal.
- Tienen su propia causa o su propia función particular y, por tanto, algunos
de ellos pueden ser anulados con independencia del resultado final del
Procedimiento.
- Por razones de orden y como principio general el artículo 112 de la LPAC
prohíbe la impugnación independiente de estos actos a menos que
produzcan indefensión, en cuyo caso deben ser considerados de forma
autónoma. 
Volveremos sobre esta materia al detenernos en el estudio pormenorizado
del Procedimiento Administrativo en vía de recurso.

Los principios generales del procedimiento administrativo significan:

- La posibilidad real de conseguir una unidad práctica entre los preceptos


que tradicionalmente han resultado dispersos e individualizados.
- Una salida a la permanente tensión entre el procedimiento general y
ordinario y los procedimientos especiales que la LPA, ya reguló en su
momento.
- La actual LPAC ha tratado de reducir estos procedimientos especiales, sin
embargo, no ha podido prescindir de ellos.

Tres caracteres generales del Procedimiento Administrativo:

- El procedimiento constituye un cauce de participación de los particulares


en las decisiones adoptadas por la Administración.
- El procedimiento administrativo constituye una garantía de respeto hacia
los derechos de los administrados.
- El procedimiento administrativo constituye también un mecanismo para la
satisfacción y cumplimiento de los intereses generales.

Principios generales

A continuación, se enumeran los ocho principios generales del


Procedimiento Administrativo:

1.- Carácter Contradictorio el Procedimiento Administrativo.

Este principio de halla expresamente en el artículo 54 de la LPAC, que establece


que los procedimientos podrán iniciarse de oficio o a solicitud del interesado.
Como es lógico, es inherente a casi cualquier procedimiento su carácter
contradictorio o, en otras palabras, la posibilidad de que cada parte trate de
hacer prevalecer sus propios intereses antes de que se adopte una decisión
definitiva al respecto.

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2.- Principio de Economía Procesal.

En la antigua LPA ya regía el principio de que la actuación administrativa se


regiría con arreglo a las normas de economía, celeridad y eficacia. Este
reconocimiento, en realidad no supuso más, en la práctica, que una simple
recomendación. 
Por encima de esta norma, este principio de economía procesal también latía en
el artículo 103.1 de la Constitución Española en el que establecía el principio de
eficacia imponiendo a la Administración Pública un criterio de eficacia o de
economía de medios en su actuación.

Hay claros reflejos de este principio en la LPAC, así por ejemplo en su artículo
57 o en su artículo 72.

Así es, en el primero de ellos se regula la acumulación de varios expedientes


cuando entre ellos exista identidad sustancial o íntima conexión, siempre que
sea el mismo órgano quien deba tramitar o resolver el procedimiento. Se
establece además que contra el acuerdo de acumulación no procederá recurso
alguno.
Por su parte el artículo 72 de la LPAC regula la concentración de trámites
estableciendo que de acuerdo con el principio de simplificación administrativa se
acordarán en un solo acto todos los trámites que admitan un impulso
simultáneo y no deban cumplirse de forma sucesiva específicamente.

3.- El principio “in dubio pro actione”.

En términos generales, este principio significa que, en caso de duda, debe


resolverse atendiendo a la interpretación más favorable al derecho de acción, al
derecho del interesado. Este principio se halla latente, en realidad, en todo el
Derecho Administrativo.

De este modo, se postula a favor de la mayor garantía y de la interpretación


más favorable al ejercicio del derecho de acción, por tanto se trata de asegurar
una decisión sobre el fondo de la cuestión materia del procedimiento, más allá
de las cuestiones o dificultades formales que puedan surgir durante el
procedimiento.
Más concretamente, en la LPAC este principio se halla presente en el artículo
115.2, por ejemplo, cuando se establece que el error o la ausencia de
calificación del recurso por parte del recurrente no será obstáculo para su
tramitación, siempre que se deduzca su verdadero carácter. El artículo 95.1 de
la LPAC bajo la sección de “Caducidad” establece que en los procedimientos
iniciados a solicitud del interesado, y cuando se produzca su paralización por
causa imputable al mismo, la Administración le advertirá que, transcurridos tres
meses, se producirá la caducidad del procedimiento.

Por otra parte, el artículo 68 de la LPAC obliga al órgano administrativo a


requerir al interesado para que subsane su falta en el plazo de diez días o
acompañe los documentos preceptivos si la solicitud de iniciación del
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procedimiento no reúne los requisitos necesarios señalados en el artículo 66 o
67, según el caso, o los exigidos en la normativa específica aplicable. Además,
debe indicarse que si el interesado no lo hiciera, se le tendrá por desistido de su
petición, previa resolución que deberá ser dictada según el artículo 21.

4.- El Principio de oficialidad.

Independientemente de la posición activa del interesado, procedente del


carácter contradictorio del Procedimiento Administrativo, el artículo 71.1 de la
LPAC, establece que el procedimiento se encuentra sometido también al
principio de celeridad se impulsará de oficio en todos sus trámites. Por tanto, la
Administración Pública está obligada a desempeñar la actividad necesaria para
llegar a la decisión final, sin necesidad de que obligatoriamente sea exigida por
los particulares. Esta forma de actuar no se produce en el ámbito de la
jurisdicción civil en cuyo ámbito rige, por el contrario, el principio dispositivo, de
modo que se entiende que el proceso es cosa de partes.

Otra evidencia de este principio podemos hallarlo en el artículo 20.1 de la LPAC,


en donde se responsabiliza a los titulares de las unidades administrativas y al
personal al servicio de las Administraciones Públicas que tuvieran a su cargo la
resolución o el despacho de los asuntos de la tramitación o de la adopción de
medidas oportunas para remover los obstáculos que impidan, dificulten o
retrasen el ejercicio pleno de los derechos de los interesados o el respeto a sus
intereses legítimos. El personal de las administraciones públicas está obligado a
evitar y eliminar toda anormalidad en la tramitación de procedimientos.

También el artículo 75.1 de la LPAC establece que los actos de instrucción


necesarios para la determinación, conocimiento y comprobación de los hechos
en virtud de los cuales deba pronunciarse una resolución se realizarán de oficio
y a través de los medios electrónicos por el órgano que tramite el
procedimiento.
Por otra parte la Administración se encuentra obligada a determinar un periodo
de prueba cuando no tenga por ciertos los hechos alegados por los interesados
o la naturaleza del procedimiento lo exija, y ello aunque no exista petición por
parte del interesado, como establece expresamente el artículo 77.2 de la LPAC.
El principio de oficialidad se encuentra asimismo patente en el artículo 21 de la
LPAC que regula la obligación de resolver. Así, en su apartado sexto se
establece la obligación de resolver por parte de la Administración del personal
que tenga a su cargo el despacho de los asuntos, así como los titulares de los
órganos administrativos competentes para instruir y resolver que son
directamente responsables, en el ámbito de sus competencias del cumplimiento
de la obligación legal de dictar resolución expresa en plazo.

5.- El Principio de Exigencia de legitimación.

Excepto en aquellas hipótesis expresamente reconocidas por la Ley aplicable a


cada supuesto específico, en términos genéricos puede afirmarse que en cuanto
al Procedimiento y a su promoción o participación el ciudadano debe tener una
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cualificación específica, o lo que es lo mismo, un interés legítimo que resulte
afectado por la decisión adoptada por la Administración Pública que deba
resolver el Procedimiento. Ya hemos mencionado el artículo 54 de la LPAC en el
que se establece la posibilidad de iniciar el Procedimiento por parte de la
Administración Pública o por parte del interesado. Y en este sentido, hemos de
poner este artículo en conexión con el artículo 4 de la LPAC en el que se
conceptúa el término “interesado” estableciendo que se considera como tales en
cuanto al Procedimiento Administrativo:

* quienes promueven dicho procedimiento como titulares de derechos o


intereses legítimos individuales o colectivos.

* los que, sin haber iniciado el procedimiento, tengan derechos que puedan
resultar afectados por la decisión que en el mismo se adopte.

* los que, sin haber iniciado el procedimiento, tengan derechos que puedan
resultar afectados por la decisión que en el mismo se adopte.

* aquellos cuyos intereses legítimos, individuales o colectivos, puedan resultar


afectados por la resolución y se personen en el procedimiento en tanto no haya
recaído resolución definitiva.

* las asociaciones y organizaciones representativas de intereses económicos y


sociales serán titulares de intereses legítimos colectivos en los términos que la
Ley reconozca. De esta forma, se conecta con la legislación especial a la que la
Constitución Española obliga a reconocer no sólo las organizaciones y grupos
sociales típicos los sindicatos de trabajadores, las asociaciones de empresarios,
las organizaciones profesionales, las de consumidores y usuarios, sino también
a todos los demás que puedan constituirse y que el artículo 9.2 de la
Constitución Española se encarga de situar junto al individuo y a su mismo
nivel, como presupuesto de igualdad y libertad efectivas.

* cuando la condición de interesado derivase de alguna relación jurídica


transmisible, el derecho-habiente sucederá en tal condición cualquiera que sea
el estado del procedimiento.

7.- El Principio de Transparencia.

La antigua Ley Azcárate insistió expresamente en la necesidad de que el


expediente no fuera un secreto para los interesados, de modo que estableció
que éstos tendrían derecho a que se les comunicase el estado del expediente y
el contenido de los informes, de las normas y de los acuerdos pudiendo
presentar en su vista los documentos que estimen útiles a su defensa.

Según la doctrina, desde entonces hasta ahora poco se ha avanzado en este


ámbito, dado que el Procedimiento Administrativo se halla entre la publicidad y
el secreto con tendencia a este último. A este hecho a de sumarse el deseo de
la administraciones de asegurarse mayor libertad de movimientos amen de la

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tradición con la suma de la preponderancia en esta materia de la forma escrita
en el procedimiento.

8.- El Principio de la gratuidad en el Procedimiento Administrativo.

Este principio sigue estando latente en la LPAC a pesar de encontrarse algo


denostado en nuestros días.

RESUMEN:

Acto administrativo: Acto jurídico procedente de una Administración Pública


que se halla sujeto al Derecho Administrativo. Su función es hacer patentes el
ejercicio de las potestades de la Administración Pública.

Procedimiento administrativo: Cauce formal de una serie de actos


determinados por la actuación de la Administración Pública para la realización
de un fin concreto.

Principios generales del Procedimiento Administrativo:

• Carácter contradictorio del Procedimiento Administrativo.

• Principio de Economía Procesal.

• Principio “in dubio pro actione”.

• Principio de oficialidad.

• Exigencia de legitimación.

• La imparcialidad en el Procedimiento Administrativo.

• Principio de Transparencia.

• Gratuidad en el Procedimiento Administrativo.

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Tema 2: El interesado.

En la fase de Instrucción del Procedimiento Administrativo participan,


particularmente, los interesados. Esta participación determina la función
legitimadora del Procedimiento Administrativo.

No cualquier particular puede ser parte del Procedimiento Administrativo.


Puede haber procedimientos en los que participen los particulares de una
forma muy genérica de forma que el interesado puede ser cualquier persona
por los resultados tan amplios de la resolución. Sin embargo, existen
procedimientos en los que la participación por parte de los ciudadanos se
restringe a un número muy determinado de personas.

Clases de Interesado: Se consideran interesados en el Procedimiento


Administrativo según el artículo 4 de la LPAC:

● Quienes promuevan o inicien el Procedimiento como titulares de derecho


de intereses legítimos, individuales o colectivos.

● Los que, sin haber iniciado el Procedimiento, tengan derechos que puedan
resultar directamente afectados por la decisión que en el mismo se adopte.

● Aquellos cuyos intereses legítimos, individuales o colectivos puedan


resultar afectados por la resolución y se personen en el procedimiento en
tanto no haya recaído resolución definitiva.

Capacidad jurídica: El artículo 3 de la LPAC reconoce capacidad de obrar a:

1.- Las personas físicas y jurídicas que ostenten capacidad de obrar con
arreglo a las normas civiles.

2.- A los menores de edad para el ejercicio y defensa de aquellos de sus


derechos e intereses cuya actuación esté permitida por el ordenamiento jurídico
sin la asistencia de la persona que ejerza la patria potestad, tutela o curatela.
Se exceptúan los menores incapacitados.

3.- Cuando la ley lo declare expresamente, los grupos afectados, las uniones
y las entidades sin personalidad jurídica y los patrimonios independientes o
autónomos.

4.- De este modo: Todos aquellos que expone la LPAC disfruten de capacidad
de obrar en el ámbito administrativo pueden actuar per se en el Procedimiento o
derivar su representación a un tercero sin ninguna limitación, ni en un caso ni
en otro.
Representación de los interesados:

A continuación, se expone cómo se regula la representación de los


interesados en la LPAC:

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● Artículo 5. En este artículo la LPAC regula la representación y estima que
no se exige requisito especial alguno para poder actuar en nombre de otro en
el Procedimiento, por tanto aquellos que gocen plenamente de capacidad
jurídica y de obrar, pueden intervenir en dicho Procedimiento como
representantes.

● Artículo 5.3 y 5.4.

En estos artículos la LPAC es muy amable para formular solicitudes,


presentar declaraciones responsables o comunicaciones, interponer recursos,
desistir de acciones y renunciar a derechos en nombre de otra persona,
deberá acreditarse la representación, pero para los actos y gestiones de
mero trámite se presumirá dicha representación.

La representación podrá acreditarse mediante cualquier medio válido en


Derecho que deje constancia fidedigna de su existencia.

● Artículo 5.6. Este artículo de la LPAC establece que la falta o insuficiente


acreditación de la representación no impedirá que se tenga por realizado el
acto de que se trate, siempre que se aporte o se subsane el defecto dentro
del plazo de diez días que deberá conceder al efecto el órgano
administrativo, o de un plazo superior cuando las circunstancias del caso así
lo requieran.

● Artículo 7. Este artículo regula la pluralidad de interesados y establece que


en las hipótesis en las que en una solicitud, escrito o comunicación existan
varios interesados, las actuaciones precisas se llevarán a cabo con el
representante o el interesado que expresamente hayan señalado. Si no se
señalase ninguno expresamente se actuará con el particular que figure en
primer término.

Registros:

Según establece el artículo 6 de la LPAC, la Administración General del


Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales dispondrán de
un registro electrónico general de apoderamientos, en el que deben
constar al menos los apoderamientos de carácter general otorgados apud
acta (Actuaciones judiciales que se hacen constar por acta unida al procedimiento de que se
trate. -un ejemplo muy frecuente será el apoderamiento de procurador mediante comparecencia
del interesado ante el secretario judicial-), presencial o electrónicamente por el
interesado a favor de representante para actuar en su representación ante la
Administración Pública. Debe constar asimismo el bastanteo realizado del
poder.

Estos registros deben estar conectados entre sí, de modo que haya
conexión y comunicación entre ellos de forma que exista también
compatibilidad informática y telemática entre ellos.

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Los registros mercantiles y, de la propiedad y de los protocolos notariales,
interactuarán con los registros electrónicos generales y particulares de
apoderamientos.

Datos de registros electrónicos: artículo 6.3 de la LPAC

El artículo 6.3 de la LPAC establece los datos que deben constar en los
registros electrónicos generales y particulares de apoderamientos a saber:

1.- Nombre y apellidos o la denominación social o razón social, documento


nacional de identidad, número de identificación fiscal o documento
equivalente del poderdante.

2.- Nombre y apellidos o la denominación o razón social, documento nacional


de identidad, número de identificación fiscal o documento equivalente del
apoderado.

3.- Fecha de inscripción.

4.- Periodo de tiempo por el cual se otorga el poder.

5.- Tipo de poder según las facultades que otorgue.

El resto del artículo 6 de la LPAC regula el apoderamiento “apud acta” que


se otorgará mediante comparecencia electrónica en su correspondiente sede
con los sistemas de firma electrónica legales o mediante comparecencia
personal en las oficinas de asistencia en materia de registros.

Asimismo se regula en dicho artículo los plazos de validez de los poderes


inscritos que será de cinco años a contar desde la fecha de inscripción,
aunque antes de esa fecha el poderdante podrá revocar o prorrogar el poder.
Las prórrogas otorgadas por el poderdante al registro tendrán una validez
determinada como máximo de cinco años a contar desde la fecha de
inscripción.

Estas solicitudes podrán ser dirigidas a cualquier registro debiendo constar


esta circunstancia y produce efectos desde la fecha que se produzca la
inscripción de que se trate.

Resumen:

En la fase de Instrucción del Procedimiento Administrativo participan


particularmente los interesados. Esta participación determina la función
legitimadora del Procedimiento Administrativo.

Se consideran interesados:

● Quienes promuevan o inicien el Procedimiento como titulares de derecho


de intereses legítimos, individuales o colectivos.

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● Los que, sin haber iniciado el Procedimiento, tengan derechos que puedan
resultar directamente afectados por la decisión que en el mismo se adopte.

● Aquellos cuyos intereses legítimos, individuales o colectivos puedan


resultar afectados por la resolución y se personen en el procedimiento en
tanto no haya recaído resolución definitiva.

En la Ley se regulan algunos aspectos alrededor de los interesados a tener


en cuenta como:

● La capacidad jurídica, en el artículo 3 de la LPAC.

● La representación de los interesados, en el artículo 5 de la LPAC.

● El registro electrónico general, en el artículo 6 de la LPAC.

Tema 3: Clases de procedimiento administrativo.

A efectos didácticos, pueden diferenciarse dos tipos fundamentales de


procedimiento:

- Procedimiento común.
- Procedimientos especiales.

La diversidad de actividades que puede generar el procedimiento


administrativo imposibilita o dificulta la existencia de un procedimiento único
y general común y válido para todas las prácticas incluidas en los
procedimientos.

Por tanto, no es posible hablar, en términos genéricos, de un procedimiento


común o general.

Sin embargo, sí existen una serie de cauces cuya utilización depende de la


finalidad seguida por la Administración.

Procedimientos especiales: Aquellos en los que se predeterminan


formalizándolos qué trámites y en qué momentos se realizan todos y cada
uno de los que integren, radicando la especialidad en la diferente
combinación de aquellos trámites abstractos o en la inclusión de otros más
específicos (Fanlo Loras).

Resumen:

Si hemos de atender a la diversidad de actividades que pueden desempeñar


las Administraciones Públicas deberíamos hablar de tantos tipos de
procedimientos administrativos como materias y actividades puedan ser
resueltas entre las partes. Sin embargo, y a efectos didácticos, pueden
diferenciarse dos tipos fundamentales de procedimiento: procedimiento
común y procedimientos especiales.

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La LPAC regula un modelo genérico o básico de Procedimiento Administrativo
(tal y como su propia denominación indica), de modo que puede hablarse de
una plantilla o de un modelo básico.

Paralelamente, las leyes y normas sectoriales establecerán procedimientos


particulares para finalidades diversas, así, la LPAC contiene especialidades
procedimentales que se añaden a ese modelo general o plantilla a la que
antes hacíamos referencia.

Tema 4: Estructura.

El Procedimiento Administrativo puede iniciarse de oficio por la propia


Administración o bien a instancia de parte, del particular o particulares. Esta
materia se regula a lo largo del Capítulo II de la LPAC.

1.- De oficio por la propia Administración.

El artículo 58 de la LPAC establece que los procedimientos se iniciarán de oficio


por acuerdo del órgano competente, bien por propia iniciativa o como
consecuencia de orden superior, a petición razonada de otros órganos o por
denuncia.

2.- A instancia de parte, de particular o particulares.

Si el procedimiento se inicia a instancia de parte, el interesado debe cumplir una


serie de requisitos formales que, en lo fundamental, suponen dos condiciones
particularmente:

a) Identificación del interesado con indicación del domicilio o dirección


electrónica en la que la Administración Pública ha de localizarlo para
hacerle llegar las notificaciones.

b) Identificación del objeto del Procedimiento Administrativo, por ejemplo,


en la solicitud de una beca, debe indicarse la convocatoria.

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Por tanto, si se presenta a estos efectos cualquier escrito o documento
electrónico que contenga estos datos a los que nos hemos referido en el plazo
establecido a sus efectos se iniciará el Procedimiento Administrativo y la
Administración Pública debe seguir tramitando el expediente.

Nota: Parece lógico suponer que la ley no menciona, dado que posee carácter general,
en qué hipótesis pueden iniciarse los procedimientos de oficio o a instancia de parte,
pues esta materia depende del tipo de Procedimiento Administrativo de que se trate y
de la posición jurídica en la que se encuentre el administrado.

La LPAC establece que la solicitud puede presentarse en los registros de la


Administración que tanto pueden ser ventanillas de registro, como en los
registros electrónicos, o bien en las oficinas de Correos, o en las
representaciones diplomáticas u oficinas consulares de España en el extranjero.
Cuestión que se regula en el artículo 16 de la LPAC.

Fase de iniciación.

Inicialmente hemos de tener presente que no todos los procedimientos pueden


iniciarse de oficio dado que existen contextos de la actividad administrativa que
se hallan sometidos al principio de rogación, de modo que la solicitud del
interesado es requisito fundamental para la iniciación del Procedimiento y de su
desarrollo posterior.

Ejemplo: En los casos de autorizaciones o concesiones y en términos generales


en el ámbito de reconocimientos de derechos o constitución de una situación
jurídica favorable, se parte del presupuesto necesario de la solicitud del
interesado, salvo en los supuestos en que la Administración Pública está
legitimada legalmente para realizar convocatorias públicas a tales efectos.

Solicitud de iniciación del procedimiento.

El artículo 66 de la LPAC establece que la solicitud de iniciación del


Procedimiento Administrativo debe contener:

1.- Nombre y apellidos del interesado o de su representante.

2.- Identificación del medio electrónico o lugar en el que se desea la posterior


notificación, se podrá aportar la dirección de correo electrónico y/o dispositivo
electrónico con el fin de que las Administraciones Públicas les avisen del envío o
puesta a disposición de la notificación.

3.- Hechos, razones y petición en que se concrete, con toda claridad la solicitud.

4.- Lugar y fecha.

5.- Firma del solicitante o acreditación de la autenticidad de su voluntad


expresada por cualquier medio.

6.- Órgano centro o unidad administrativa a la que se dirige y su


correspondiente código de identificación.

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El artículo 66.4 de la LPAC faculta a la Administración para establecer modelos y
sistemas normalizados de solicitudes cuando se trate de Procedimientos
administrativos que impliquen la resolución numerosa de una serie de
procedimientos. Sin embargo, no se impide que los interesados añadan a dichos
modelos los elementos que estimen convenientes para precisar o completar los
datos y dichos elementos deben ser admitidos y tenidos en cuenta por el órgano
a que se dirijan.

Otra cuestión relevante en este ámbito es la propia presentación de solicitudes,


dado que la LPAC reconoce el derecho de los particulares a elegir si se comunica
con las administraciones públicas para el ejercicio de sus derechos y
obligaciones a través de medios electrónicos o no, obligando solamente a
utilizar aquellos medios a las personas referidas en el artículo 14.2.

Por otra parte, como hemos mencionado en el artículo 16.4 de la LPAC se


permite la presentación de escritos en las oficinas de correos y representaciones
diplomáticas u oficinas consolares de España.

Cualquiera que sea el medio utilizado, siempre que se trate de alguno de los
reconocidos en la Ley o en otras normas que tengan aplicación preferente,
hemos de entender que los escritos tienen entrada en el órgano administrativo
competente en la fecha en que eran entregados en cualquiera de las
dependencias habilitadas para recibirlos.

La LPAC regula la forma de las solicitudes y la posibilidad de regular cualquier


requisito en el plazo de diez días ampliables. Posibilidad ésta que viene recogida
en el artículo 68 de dicha Ley. En caso de no hacerlo de este modo, se tendrá
por desistida su petición.

Una vez presentada la solicitud por el interesado, se entiende iniciado el


Procedimiento desde esa misma fecha. Este hecho como es de suponer
despliega importantes efectos, como por ejemplo el despacho de expediente
que debe realizarse según el artículo 71.2 de la LPAC en riguroso orden de
incoación. Salvo en el supuesto de que exista orden motivada y escrita en
contra del jefe de la dependencia.

Iniciado el procedimiento, el interesado tiene derecho a participar en la


tramitación y desarrollo de dicho procedimiento y, paralelamente, el órgano
competente debe impulsarlo hasta llegar a su resolución. Esta obligación se
reconoce en el artículo 71 de la LPAC en el que se encuentra sometido al
principio de celeridad, respetando también los principios de transparencia y
publicidad.

Por otra parte, el órgano competente podrá adoptar medidas provisionales,


las que estime necesarias para asegurar la eficacia de la resolución. Entre ellas,
cabe destacar aquellas reconocidas en el artículo 56.3 de la LPAC.

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Todas estas medidas son cautelares y, por tanto no pueden rebasar los
límites resultantes de su finalidad específica.

Como se sabe, no son lícitas las medidas provisionales que de alguna forma
prejuzguen el fondo de la cuestión que se plantea, que produzcan perjuicios
irreparables a los interesados o impliquen violación de derechos amparados por
las leyes como establece específicamente el artículo 56.4 de la LPAC.

La vigencia de las medidas provisionales no pueden extenderse más allá de la


resolución final del procedimiento. Dicha vigencia, por tanto, es absolutamente
temporal. La ley en muchos casos, establece determinados plazos para estas
medidas provisionales.

Por ejemplo en la suspensión de empleo y sueldo de los funcionarios públicos sujetos a


un expediente disciplinario que no podrá ir más allá de seis meses como se regula
específicamente en el artículo 98 de EBEP.

Importante: El artículo 68.3 de la LPAC establece que en los procedimientos iniciados a


solicitud de los interesados, el órgano competente podrá recabar del solicitante la
modificación o mejora voluntarias de los términos de aquella. De ello se levantará acta
sucinta, que se incorporará al procedimiento.

Parece lógico pensar que tal facultad no podrá ser ejercida cuando afecte y
perjudique a terceros interesados sin oír a éstos.

Instrucción del procedimiento.

Es la fase central del procedimiento. La Administración en dicha fase ha de


instruirse y conocer e investigar ampliamente para adoptar una resolución que
respete la norma y atienda a los diversos intereses que se hallan en juego.

Se considera una fase de acumulación y procesamiento de información, por ello,


el órgano competente habrá de alimentarse de tres fuentes fundamentales: las
pruebas practicadas, los informes y las aportaciones de los interesados.

16
Prueba: Es la cuestión central en el procedimiento administrativo, sea del tipo
que sea.

Con la prueba se trata de acreditar la existencia de unos hechos o de unas


aptitudes relevantes para el procedimiento. En principio, como regla general, las
pruebas han de practicarse por los interesados que la proponen siempre que
afecten a la defensa de sus derechos o de sus intereses.

Si se deniega la práctica de pruebas solicitadas, este rechazo deberá tener lugar


a través de una resolución motivada.

Importante: A pesar de que la prueba viene disciplinada en la LPAC, la doctrina


considera que dada su importancia, su regulación es bastante reducida y esta escasa
regulación no se compensa con las normas especiales de aplicación preferente.

De esta forma, es necesario acudir a los principios generales del Procedimiento


Administrativo, los cuales se exponen a continuación.

• Principio de oficialidad y la carga de la prueba en el procedimiento


administrativo.

El órgano administrativo está específicamente obligado a desarrollar, incluso de


oficio, todos los actos de instrucción y por tanto, la prueba, que consideren
adecuados para la determinación, conocimiento y comprobación de los datos en
virtud de los cuales deba pronunciarse la resolución.

Importante: Este principio puede extraerse del artículo 77.1 de la LPAC en donde se
reconoce, además, que se admitirá cualquier medio de prueba admisible en Derecho.

17
El mismo artículo establece también que para que se acuerde la apertura de un periodo
de prueba no tienen por qué solicitarlo los interesados. Incluso la Administración debe
acordar el recibimiento de la prueba cuando no tenga por ciertos los hechos alegados
por los interesados o la naturaleza del procedimiento lo exija.

Por otra parte, los interesados pueden aportar al procedimiento cuantas pruebas
consideren necesarias.

La negativa de la Administración a abrir el periodo de prueba o a practicar las que


propone el interesado, siempre que estas sean objetivamente necesarias, puede
determinar, como es lógico, la nulidad de la decisión final, dado que el interesado
puede hallarse en situación de indefensión.

● Principio de duración del periodo de prueba.

El artículo 77.2 de la LPAC regula unos topes máximos y mínimos de duración


para el periodo de prueba estableciendo que cuando la Administración no tenga
por ciertos los hechos alegados por los interesados o la naturaleza del
procedimeinto lo exija, el instructor acordará la apertura de un periodo de
prueba por un plazo no superior a treinta días ni inferior a diez para que puedan
practicarse las pruebas pertinentes.

Incluso a petición del interesado podrá abrirse un periodo extraordinario de un


plazo no superior a diez días.

Importante: Se excluye la posibilidad de abrir un periodo de prueba indefinido.

● Principio de carácter no tasado de los medios de prueba.

La LPAC no limita los medios de pruebas que pueden utilizarse para probar los
hechos (Artículo 77.1 de la LPAC).

En cuanto a la práctica de la prueba, señala el artículo 78 de la LPAC que la


Administración comunicará a los interesados el inicio de las actuaciones
necesarias para la realización de las pruebas que hayan sido admitidas.

Es decir, se garantiza la presencia y participación de los interesados en la


práctica de las pruebas admitidas, que es un reflejo del carácter contradictorio
del Procedimiento Administrativo.

● Principio de valoración de las pruebas.

Nuestro derecho establece como principio general la prueba libre de modo que
se considera una excepción a este principio la prueba tasada o prueba legal
cuyo valor lo fija directamente la ley.

Este principio rige en el ámbito del Procedimiento Administrativo unido al de la


apreciación conjunta de las pruebas conforme a las reglas de la “sana crítica”.

La libertad de apreciación de la prueba por parte de la Administración no


significa inmunidad dado que dicha valoración llevada a cabo por el órgano

18
administrativo no vinculará a los tribunales de la jurisdicción contencioso-
administrativo.

Fase de instrucción del procedimiento: informes.

Esta materia se encuentra regulada en los artículos 79 y siguientes de la LPAC.

Introducción: Los informes parten de órganos administrativos competentes en


la materia o por particulares como peritos, técnicos o expertos a los que se les
otorga el reconocimiento de experto.

Preceptivos: Los informes preceptivos se emiten por órganos


públicos competentes o cualificados en la materia y su aportación y
requerimiento son de obligado cumplimiento. Se exigen frecuentemente los
informes de órganos consultivos como el Consejo de Estado u órganos
consultivos de las Comunidades Autónomas. Son también los informes que
emiten los órganos con competencia especializada sobre una concreta realidad
que atañe al Procedimiento Administrativo. Por ejemplo, este es el caso del
procedimiento de planificación urbanística en donde existan edificios históricos
en cuyo procedimiento es preceptivo el informe de Patrimonio del Estado o en
su caso del organismo competente para la tutela y gestión de esos edificios.

Por tanto, el informe es preceptivo si es necesario porque así lo establecen las


normas reguladoras del procedimiento pero esto no quiere decir que sea
obligatorio seguir sus indicaciones, porque sólo sería obligatorio si el informe
además de preceptivo es vinculante.

La regla general es que los informes sean preceptivos pero no vinculantes de


esta forma el poder de decidir permanece en manos de la Administración que
tramita el procedimiento y dicta el acto resolutorio dado que si el informe que
emite otra Administración o un órgano técnico consultivo posee carácter
vinculante se le reconocería determinada primacía sobre la Administración que
debe emitir la resolución.

Voluntarios o potestativos: Además de los informes preceptivos, pueden


presentarse informes voluntarios o potestativos. Estos informes pueden ser
requeridos por la Administración o presentados por los propios interesados.

Los informes presentados fuera de plazo no podrán ser tenidos en cuenta para
adoptar la correspondiente resolución como establece el artículo 80 de la LPAC.

Fase de instrucción del procedimiento: Participación de los interesados.

En el Procedimiento Administrativo, juega un papel absolutamente relevante la


participación del interesado, particularmente en esta fase de instrucción.

Esta participación resulta particularmente esencial en cuanto a que se cumpla la


función legitimadora tan característica del Procedimiento Administrativo.

Esta materia viene regulada en la LPAC en su artículo 82, en el que se establece


que instruidos los procedimientos y antes de redactar la propuesta de
resolución, se informará a los particulares o a sus representantes.
19
El artículo 82 corresponde a un principio general de derecho que declara que
nadie puede ser condenado sin ser oído.

Con este precepto se trata de que el interesado pueda conocer la totalidad del
expediente y permitiendo al interesado una defensa total y completa de sus
intereses en base a lo que suceda en el Procedimiento Administrativo.

Del citado artículo 82 de la LPAC, se desprende la idea de que este es un


trámite final del procedimiento con el fin de no apartar a los interesados de
ninguna parte del Procedimiento Administrativo.

Importante: La audiencia a los interesados será anterior a la solicitud de informe del


órgano competente.

Los interesados en un plazo no inferior a diez días ni superior a quince, podrán alegar y
presentar los documentos y justificaciones que estimen pertinentes.

Resumen:

20
Tema 5: Terminación del procedimiento administrativo.

Introducción: El artículo 84 de la LPAC establece que pondrán fin al


procedimiento administrativo:

Terminación convencional:

El artículo 86 de la LPAC regula la terminación convencional del procedimiento


para lo cual establece que las Administraciones Públicas podrán celebrar
acuerdos, pactos, convenios o contratos con personas de derecho público o
privado, siempre que no sean contrarios al ordenamiento jurídico, ni versen
sobre materias no susceptibles de transacción y tengan por objeto satisfacer el
interés público que tienen encomendado, con el alcance, efectos y régimen
jurídico específico que, en su caso, prevea la disposición que lo regule, pudiendo
tales actos tener la consideración de finalizadores de los procedimientos
administrativos o insertarse en los mismos con carácter previo, vinculante o no
a la resolución que les ponga fin.

Terminación por resolución dictada:

En cuanto a la terminación del Procedimiento por la resolución dictada por el


órgano competente, deberá ser motivada en todo caso.

En estos casos, normalmente existe una propuesta anterior del órgano que
tramita el procedimiento elevada al órgano competente.

En algunos supuestos, esta propuesta posee un valor excepcional y es


absolutamente vinculante como sucede en el caso de los tribunales que juzgan
los concursos y oposiciones para el acceso a la función pública, que vincula a la
Administración y ésta no puede apartarse de la propuesta al expedir los
nombramientos correspondientes, excepto a través de la vía extraordinaria de
revisión de oficio prevista en el artículo 106 de la LPAC.

En dichas hipótesis, estas propuestas poseen un valor más relevante y


constituyen verdaderas resoluciones sustanciales.
21
Propuesta de resolución en los procedimientos de carácter sancionador.

En el artículo 89.2 de la LPAC, se establece que en el caso de los procedimientos


de carácter sancionador, una vez concluida la resolución del procedimiento, el
órgano instructor formulará una propuesta de resolución que deberá ser
notificada a los interesados.

La propuesta de resolución deberá indicar la propuesta de manifiesto del


procedimiento y le plazo para formular alegaciones y presentar los documentos
e informes que se estimen pertinentes.

Terminación por resolución expresa.

La terminación más corriente del procedimiento se produce por resolución


expresa. Esta materia se encuentra regulada en los artículos 87 y siguientes de
la LPAC. La resolución deberá decidir sobre todas las cuestiones que haya
planteado el interesado y que hayan tenido lugar a lo largo del procedimiento.

En los procedimientos a instancia de parte, la resolución se corresponderá con


las peticiones planteadas de modo que no se puede agravar la situación de
partida del interesado se prohíbe expresamente el principio de derecho
“reformatio in peius”, es decir, la reforma no puede ser peor.

Ejemplo: Si el procedimiento administrativo consiste en el recurso de una multa


de tráfico estimada en 400 euros, el resultado del recurso nunca podría ser
imponer una multa de 500 euros por la misma multa de tráfico, aunque se
mostraran en el procedimiento determinadas circunstancias que pudieran
agravar la multa.

Terminación por desistimiento y renuncia.

En cuanto a la terminación por desistimiento y renuncia, puede afirmarse que


son instituciones muy parecidas dado que el matiz fundamental en el que radica
su diferencia consiste en que el desistimiento requiere acciones como la acción
de inicio del procedimiento, de la que posteriormente se desiste.

Por otra parte, la renuncia se produce respecto de los derechos sustantivos,


siempre que nos hallemos ante derechos a los que se pueda renunciar, por
ejemplo si se trata del derecho a obtener una licencia, de modo que se
terminaría en ese momento el procedimiento administrativo.

Estos dos modos de finalizar el procedimiento están en manos de los


interesados, si es que estos iniciaron en su momento el procedimiento. En caso
contrario, es decir, si hubiese sido la Administración quien hubiese iniciado el
procedimiento Administrativo, no podría desistir en sus acciones ni tampoco
renunciar a sus derechos.

Caducidad.

22
Respecto de la caducidad hemos de tener presente que también en estos casos
se requiere una resolución por parte del órgano competente.

El artículo 95 de la LPAC establece que cuando se paraliza un expediente por


causa imputable a un administrado, la Administración le advertirá que
transcurridos tres meses se producirá la caducidad del mismo con archivo de las
actuaciones.

Consideraciones:
Aspectos a considerar respecto a la caducidad:

● No podrá acordarse la caducidad por la simple inactividad del interesado


en la cumplimentación de trámites, siempre que no sean indispensables
para dictar resolución. Dicha inactividad no tendrá otro efecto que la
pérdida de su derecho al referido trámite. Por tanto, no toda pasividad
interrumpe el proceso normal del Procedimiento Administrativo.

● La caducidad hemos de advertir, no produce per se la prescripción de las


acciones del interesado o de la Administración. Así como los
procedimientos caducados (artículo 95.3 de la LPAC) no interrumpen los
plazos de prescripción que siguen su curso normal como si aquellos
procedimientos nunca hubieran tenido lugar.

Por otra parte, establece el mismo artículo que no podrá ser aplicable la
caducidad en el supuesto de que la cuestión suscitada afecte al interés
general o fuera conveniente sustanciarla para su definición y
esclarecimiento.

● Refiriéndonos ya a la imposibilidad material de continuar el


Procedimiento hemos de acudir al artículo 84.2 de la LPAC en el que
establece que si se da una causa objetiva para no continuar el
procedimiento, este supuesto requerirá una resolución que deberá ser
motivada en cualquier caso.

23
Tema 6: Tramitación electrónica.

Un aspecto novedoso en la LPAC que consiste en la tramitación electrónica del


Procedimiento que admite plenamente el uso de los medios telemáticos para
interactuar con la Administración Pública. La novedad radica en que dicha Ley
reconoce el derecho subjetivo a relacionarse con la Administración por medios
electrónicos y el mencionado derecho puede ser reclamado, llegado el caso ante
los tribunales de justicia.

En este ámbito resulta requisito esencial que:

● En la comunicación telemática con la Administración Pública se garantice


la constancia de la transmisión de los datos y recepción de los contenidos.

● La identidad exacta del remitente y del destinatario.

Problemas: La doctrina es unánime al señalar algunos problemas en este


ámbito como los procedentes de los sistemas y aplicaciones informáticas o los
programas que no admiten las solicitudes si no se hallan completadas
exactamente, por ejemplo, en aquellas solicitudes en las que no se puede
avanzar sin o existe un campo que no está del todo detallado, sobre todo
cuando está a punto de cumplirse el tiempo para que expire un plazo y solo
faltan algunas horas para terminar de rellenar la solicitud.

24
Tema 7: La lengua en el procedimiento administrativo.

En el artículo 13.c de la LPAC se incluye el derecho de los interesados a usar las


lenguas oficiales en el territorio de su comunidad autónoma.

Los procedimientos tramitados ante la Administración General del Estado,


inicialmente serán en castellano, sin embargo, los interesados podrán dirigirse a
los órganos de la Administración del Estado con sede en el territorio de una
comunidad autónoma en la lengua que sea cooficial y se podrá elegir dicha
lengua.

Si no existe acuerdo, el Procedimiento Administrativo se tramitará en castellano,


aunque los documentos o testimonios que requieran los interesados se
expedirán en la lengua elegida por los mismos, y en este sentido se manifiesta
el apartado primero del artículo 15 de la LPAC.

25
Tema 8: El silencio en el procedimiento administrativo.

Tipos de silencio: El silencio administrativo se halla regulado en el artículo 24


de la LPAC. A continuación, se exponen los tipos existentes.

● El silencio negativo:

El silencio negativo por parte de la Administración Pública no puede


considerarse otra cosa que una denegación por parte de una entidad pública.
Por tanto, requerida una pretensión por parte de un particular a la
Administración, dicha petición queda desestimada.

La doctrina entiende que el silencio administrativo no es más que n instrumento


procesal para que pueda tener lugar el recurso ante lo que se pueda entender
denegado por la Administración, la propia ley establece que la desestimación
por silencio administrativo produce los efectos de que los particulares puedan
interponer recursos administrativos o contenciosos administrativos que resulten
procedentes.

Por tanto, puede afirmarse que el silencio negativo es una herramienta procesal
que permite superar un bloqueo en las hipótesis en las que el particular no
recibe una respuesta a su petición por parte de la Administración.

El silencio negativo se entiende, de este modo como una denegación a los


efectos de poderla recurrir ante otro órgano administrativo o ante los tribunales
correspondientes.

● El silencio positivo:

El silencio puede poseer una modalidad positiva. Así es, si transcurrido un


determinado periodo de tiempo, la Administración no resuelve, dicho silencio
puede llevar implícito una afirmación o un reconocimiento de la petición
realizada por el particular en un procedimiento. Este silencio tiene a todos los
efectos la consideración de un acto administrativo finalizador del procedimiento.
Se considera por tanto un acto presunto en contraste con los actos expresos
resultantes de una resolución por parte de la Administración Pública. Este es
el supuesto, por ejemplo de la concesión de una autorización.

Por tanto, el acto administrativo positivo posee una doble vertiente:

- Puede consistir en un título constitutivo de derechos

- Reconocimiento de un derecho

La cuestión del silencio positivo, ha sido una cuestión controvertida dado que se
plantea un contraste entre la defensa de la legalidad por un lado y por otro la
26
cuestión de la seguridad jurídica del interesado que pretende atenerse al
régimen del silencio positivo, de tal modo que la jurisprudencia en este sentido
no ha sido unánime.

La LPAC regula esta materia con mayor profundidad en su artículo 24 a él nos


remitimos, vista la diversidad hasta la actualidad en la actividad jurisprudencial
en este sentido.

27
Tema 9: Validez o no de los actos administrativos.

Acto administrativo: Acto jurídico procedente de la Administración que se


ajusta al Derecho Administrativo.

Validez de los actos administrativos.

Como se establece en los siguientes artículos de la LPAC:

Artículo 34. Los actos administrativos que dicten las Administraciones Públicas de
oficio o a instancias del interesado provienen del órgano competente ajustándose a los
requisitos y al procedimiento establecido.

Artículo 35. Establece una lista taxativa de los actos administrativos que deben ser
motivados con referencia a los hechos y fundamentos de derecho entre los que cabe
destacar. Por ejemplo, los actos que limiten derechos subjetivos o intereses legítimos,
los actos que resuelvan procedimientos de revisión de oficio de disposiciones, o actos
administrativos, recursos y procedimientos de arbitraje y actos que declaren su
inadmisión, actos que se separen del criterio seguido en actuaciones precedentes o del
dictamen de órganos consultivos, loa acuerdos de suspensión de actos, los acuerdos de
aplicación de tramitación de urgencia, ampliación de plazos y de realización de
actuaciones complementarias, los actos que rechacen pruebas propuestas por los
interesados y un largo etcétera para lo cual nos remitimos a la ley.

Artículo 36. Establece que será escrita y por medios electrónicos a menos que su
naturaleza exija otra forma más adecuada de expresión y constancia. También
establece este artículo la necesidad de transcribir el acto administrativo cuando éste
sea verbal.

Actos nulos: La validez de un acto administrativo depende de que se ajuste o


no a la legalidad.

Por tanto, el acto será válido en tanto su procedimiento de elaboración, su


fondo y su forma se ajusten al ordenamiento jurídico.

Según el artículo 47 de la LPAC son nulos de pleno derecho los siguientes actos
administrativos:

● Los que lesionan los derechos y libertades susceptibles de amparo


constitucional.

● Los dictados por un órgano manifiestamente incompetente por razón de la


materia o del territorio.

● Los que tengan contenido imposible.

● Los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia


de esta.
28
● Los que se dicten prescindiendo del procedimiento legalmente establecido
para los órganos colegiados.

● Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que
se adquieren facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos
esenciales para su adquisición.

● Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición con rango


de ley.

Por otra parte, el artículo 47 de la LPAC establece que serán nulas de pleno
derecho las disposiciones administrativas en contra de la Constitución o en
contra de normas administrativas de rango superior, las que regulen materias
reservadas a la ley y las que establezcan la retroactividad de disposiciones
sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales.

Si se concurre en alguno de estos vicios, el acto será nulo sin que exista
posibilidad de subsanarse.

El acto nulo de pleno derecho, no produce efecto alguno y por tanto, no se requiere
declaración administrativa o judicial sobre la nulidad porque dicho acto no ha producido
ni producirá efectos.

Sin embargo, y atendiendo a criterios de seguridad jurídica, es conveniente una


declaración formal que declare dicha nulidad que no tendría efectos constitutivos,
puesto que no es tal declaración la que produce la nulidad sino que, de alguna forma,
la constata.

La nulidad de un acto no implicará la de los sucesivos en el procedimiento que sean


independientes del primero, según establece el artículo 49 de la LPAC.

Actos anulables: Son los que incurren en cualquier infracción del


ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder (Artículo 48 de la LPAC).

Por tanto, estos actos anulables no incurren en vicios graves como los que
determinan la nulidad.

No sucede, como hemos visto en los actos nulos, que exista una lista más o
menos taxativa de actos anulables, de modo que para caracterizarlos se
requiere la vía de descarte o negativa: los actos anulables incurren en
infracciones que no se mencionan en el elenco de vicios graves que
producen la nulidad de pleno derecho.

Los actos anulables pueden finalizar su proceso de tres modos


fundamentalmente:

● Declaración de nulidad: A través de un recurso interpuesto por el


interesado legitimado para ello, o bien de oficio.

● Adquisición de firmeza del acto: Así es, la situación de anulabilidad


no puede ser mantenida indefinidamente y si transcurren los plazos para que los

29
interesados interpongan el recurso correspondiente o para que la Administración
revise el acto, dicho acto aunque en tiempo y en forma podría haber sido
anulado, se convierte en inatacable, se hace firme y el vicio queda subsanado.

● Subsanación del vicio: Así es, puede darse una actuación que subsane
el vicio y que, por tanto corrija la falta para que el acto administrativo puede
continuar desplegando sus efectos.

La LPAC en sus artículos 50 y siguientes establece algunos remedios para


subsanar dichos vicios.

● Conversión de actos viciados: Actos nulos o anulables, que sin


embargo contengan los elementos constitutivos de otro distintos y, por tanto,
pueden producir efectos jurídicos pero de otros actos, por tanto “se convierten”
en otro diferente.

● Conservación de actos y trámites: Así es, el órgano encargado de


declarar la nulidad o anule las actuaciones puede guardar aquellos actos cuyo
contenido se hubiera mantenido igual de no haberse cometido la infracción.

● Convalidación: La Administración podrá convalidar los actos anulables,


subsanando los vicios de que adolezcan. Este acto producirá normalmente
efectos desde su fecha.

Si el vicio consistiera en incompetencia no determinante de nulidad, la


convalidación podrá realizarse por el órgano competente cuando sea superior
jerárquico del que dictó el acto viciado.

30
Tema 10: Presunción de validez de los actos administrativos.

La eficacia jurídica de los actos administrativos consiste en su idoneidad para


que produzcan efectos jurídicos.

Como es lógico, la eficacia de dichos actos se halla sujeta al cumplimiento de


determinados requisitos de fondo y de forma. Por ejemplo: el cumplimiento de
los plazos o la notificación que debe llegar a los interesados.

Importante: Es una condición básica que el acto administrativo no esté viciado


y que se halle en sintonía con el ordenamiento jurídico.

Artículo 39, apartado primero de la LPAC. Establece que los actos de las
Administraciones Públicas sujetos al Derecho Administrativo se presumirán
válidos y producirán efectos desde la fecha que se dicten, salvo que en ellos se
disponga otra cosa.

Este artículo también regula otros aspectos de los efectos del acto
administrativo, como la retroactividad con carácter excepcional o la demora en
la eficacia cuando lo exija el contenido del acto o esté supeditada a su
notificación, publicación o aprobación superior.

Artículo 38 de la LPAC, sobre la ejecutividad de los actos administrativos:


Los actos de las Administraciones Públicas sujetos a Derecho Administrativo
serán ejecutivos con arreglo a lo dispuesto en esta ley.

Tema 11: Notificación.

Esta materia se halla regulada en los artículos 40 y siguientes de la LPAC.

Destinatarios: Son los interesados cuyos intereses o derechos puedan verse


afectados por el acto de notificación y la LPAC en este sentido resulta muy
genérica.

31
Notificación: Es una garantía jurídica, con ella se deja constancia de que el
interesado conoce el acto administrativo, de modo que no se deja a la suerte
solamente de un diario o un tablón de anuncios.

La notificación tendrá forma escrita, de modo que podrá utilizarse cualquier


medio en este sentido que garantice la recepción y el conocimiento por parte del
interesado. Así como otros datos:

● la fecha

● la identidad

● y el contenido del acto que ha de notificarse.

Importante: La notificación se enviará a la dirección postal o electrónica que


haya señalado el interesado o se remitirá a su origen, si nada se indica en este
sentido la notificación se remitirá al domicilio del interesado.

La causa más frecuente en la demora de la eficacia del acto administrativo viene


constituida por algunas dificultades que, eventualmente, pueden sucederse en
el momento de la notificación.

El artículo 40 de la LPAC establece que los actos se notificarán a los


interesados en los términos previstos en los artículos siguientes a este.

Asimismo este artículo establece que debe notificarse en el plazo de diez días a
partir de que se haya dictado el acto con los siguientes requisitos:

● Texto íntegro de la resolución.

● Indicación de si pone fin o no a la vía administrativa.

● Expresión de los recursos que procedan.

● Órganos y plazos para interponer dichos recursos.

En la LPAC se hace prevalecer las notificaciones por medios electrónicos. Sin


embargo, el artículo 41.1 establece dos supuestos en que se practican
notificaciones por medios no electrónicos:

Artículo 41.1: Las Administraciones podrán practicar las notificaciones por


medios no electrónicos en los siguientes supuestos:

● Cuando la notificación se realice con ocasión de la comparecencia


espontánea del interesado o su representante en las oficinas de asistencia en
materia de registro y solicite la comunicación o notificación personal en ese
momento.

● Cuando para asegurar la eficacia de la actuación administrativa resulte


necesario practicar la notificación por entrega directa de un empleado público de
la Administración notificante.

32
Artículo 41.2 En ningún caso se efectuarán por medios electrónicos las
siguientes notificaciones:

● Aquellas en las que el acto a notificar vaya acompañado de elementos


que no sean susceptibles de conversión en formato electrónico.

● Las que contengan medios de pago a favor de los obligados, tales como
cheques.

¿Qué sucede si no se puede notificar al interesado?

Notificaciones defectuosas.

Como es lógico, las notificaciones pueden realizarse a través de medios


electrónicos si el destinatario ha optado por ese medio y dicho sistema de
notificación permitirá acreditar la fecha y hora en que se produzca la puesta a
disposición del interesado del acto objeto de notificación así como la de acceso a
su contenido.

Pueden darse asimismo, notificaciones defectuosas porque existan errores


en ellas o porque se omitan elementos esenciales de la notificación.

Qué ocurriría en estos casos:

● Si el contenido es defectuoso, el acto que no es conocido por el


interesado en los términos establecidos por el ordenamiento, no produce efecto
alguno.

● Si el contenido esencial no es defectuoso y se halla notificado


correctamente y los errores sólo afectan a elementos accesorios del acto, el
acto será eficaz en lo que está correctamente notificado, aunque la parte
defectuosa no producirá los efectos deseados.

Subsanación: Desde luego que existe la posibilidad de subsanación, porque si


el interesado conoce el contenido de la notificación por otras vías, tal
notificación no sería necesaria.
33
Casos de subsanación

La subsanación puede ser de parte del interesado o de parte de la


Administración.

● El interesado debe acreditar que tiene constancia del acto, de modo que
se libere a la Administración de toda responsabilidad en cuanto a una nueva
notificación.

● La Administración subsana cuando corrige los errores o completa el


contenido del acto mediante una nueva notificación o una que la complemente.

Tema 12: Ejecución forzosa.

La presunción de validez de los actos administrativos determina que


éstos no requieran una sentencia o una declaración expresa para poder
ejecutarse.

Los actos administrativos son ejecutivos: Hemos de tener en cuenta el carácter


de ejecutividad de los actos en sí mismos.

El capítulo VII de la LPAC y particularmente el artículo 98 tratan de esta


materia.

Artículo 98, apartado primero: Los actos de las Administraciones Públicas


sujetos al Derecho Administrativo serán inmediatamente ejecutivos.

Importante: Sin embargo, sucede no en pocas ocasiones, que iniciada la


ejecución, la Administración encuentre dificultades por parte de los interesados
en la ejecución de los actos. Antes estos obstáculos, que son muy frecuentes, la
Administración es apta para poder ejecutar sus actos de modo forzoso.

34
Presunción de validez: La doctrina se muestra de acuerdo en que esta
prerrogativa es uno de los poderes más relevantes de la Administración Pública
en torno al cual giran diversas actuaciones y relaciones jurídicas.

Artículo 98: La propia LPAC, en su artículo 98, establece algunas pautas o


excepciones en las que la Administración no podrá ejecutar los actos
inmediatamente a saber:

● Que se produzca la suspensión de la ejecución de un acto.

● Que se trate de una resolución de un procedimiento de naturaleza


sancionadora contra la que quepa algún recurso e vía administrativa,
incluido el potestativo de reposición.

● Que una disposición establezca lo contrario.

● Que se necesite aprobación o autorización superior.

Medios de ejecución forzosa. Se regula en el artículo 99 de la LPAC.

Artículo 99: Las Administraciones Públicas, a través de sus órganos


competentes en cada caso, podrán proceder, previo apercibimiento, a la
ejecución forzosa de los actos administrativos, salvo en los supuestos en que se
suspenda la ejecución de acuerdo con la Ley, o cuando la Constitución o la Ley
exijan la intervención de un órgano judicial.

Medios de ejecución forzosa: Se regulan en el artículo 100 de la LPAC.

Artículo 100.1 La ejecución forzosa por las Administraciones Públicas se


efectuará, respetando siempre el principio de proporcionalidad, por los
siguientes medios:

a) Apremio sobre el patrimonio.


b) Ejecución subsidiaria.
c) Multa coercitiva.
d) Compulsión sobre las personas.

En este sentido, el artículo 100 de la LPAC establece que si fueran varios los
medios de ejecución, será elegido el cauce menos restrictivo a la libertad
individual.

Por otra parte, el mismo artículo establece que si fuera necesario entrar en el
domicilio del afectado o en lugares que requieran la autorización de su titular,
las Administraciones Públicas deben tener el consentimiento del afectado o, en
su defecto, la oportuna autorización judicial.

35
Tema 13: Revisión de los actos administrativos.

El título V de la LPAC regula la revisión de los actos en vía administrativa.

Inicialmente, se regula la revisión de disposiciones y actos nulos, dado que la


Administración (motu proprio o a solicitud del interesado) declara de oficio la
nulidad de los actos que hayan puesto fin a la vía administrativa o que no hayan
sido recurridos en plazo en los casos de nulidad de pleno derecho reconocidos
en el artículo 47.1 de la LPAC que hemos tenido la oportunidad de analizar con
anterioridad.

Para declarar de oficio la nulidad de los actos se requerirá dictamen favorable


del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad
Autónoma correspondiente.

Como es lógico, el órgano competente para la revisión de oficio podrá acordar


motivadamente la inadmisión a trámite de las solicitudes formuladas por los
interesados, como reconoce específicamente el artículo 106 en su apartado
tercero de la LPAC.

Si se declara la nulidad de la disposición de acto administrativo, podrán


determinar en la misma resolución las indemnizaciones que proceda conceder a
los particulares pero han de darse las circunstancias previstas en los artículos
32.2 y 34.1 de la Ley de Régimen Jurídico del Sector Público.

Por otra parte, habrá que considerar cómo se ha iniciado el procedimiento.

● Si el procedimiento se hubiera iniciado de oficio: Si no se dicta


resolución en seis meses, se produce la caducidad del mismo.

● Si el procedimiento se inicia a solicitud del interesado: Se estima la


solicitud desestimada en el plazo de seis meses por silencio administrativo.

36
Las Administraciones Públicas podrán impugnar ante los tribunales
contencioso-administrativos los actos que favorezcan a los interesados que sean
anulables conforme a lo estudiado en el artículo 48 de la LPAC.

Para ello debe darse una declaración de lesividad para el interés público, pero
dicha declaración no podrá adoptarse transcurridos cuatro años desde que se
dictó el acto administrativo y deberá adoptarse en los términos del artículo 82
de la LPAC, es decir, según el trámite de audiencia para los interesados.

Consideraciones

A continuación, se exponen algunas cuestiones a tener en cuenta:

● Transcurridos seis meses desde la iniciación del procedimiento sin que


se hubiera declarado la lesividad se producirá la caducidad del mismo.

● Dependiendo de dónde proviniera el acto (Administración General o


Local) la declaración de lesividad dependerá también de un órgano u otro.

● Si se inicia la revisión de oficio y si se declara la nulidad o lesividad, se


podrá suspender la ejecución del acto dado que dicha ejecución podría
causar perjuicios de imposible o difícil reparación y de esta manera lo
establece el artículo 108 de la LPAC.

● También es posible la revocación y rectificación de los errores en los


actos por parte de la Administración según los parámetros establecidos en
el artículo 109 de la LPAC.

Existen límites a las revisiones que estamos analizando, dado que dichas
facultades no podrán ser ejercidas en los casos en que hayan prescrito las
acciones, porque hayan transcurrido los plazos o por otras circunstancias, de
modo que dichas facultades de revisión sean contrarias a la equidad, a la buena
fe, al derecho de los particulares o a las leyes y en estos términos se manifiesta
el artículo 110 de la LPAC.

Para terminar, el título V de la LPAC (artículo 111) regula los órganos


competentes para la revisión de oficio de las disposiciones de los actos nulos y
anulables en el ámbito estatal y en la Administración General del Estado que
serán básicamente en el ámbito estatal el Consejo de Ministros, mientras que en
la Administración General del Estado serán genéricamente los Ministros y los
Secretarios de Estado.

Por otra parte y en los organismos públicos y entidades de Derecho Público


vinculados o dependientes de la Administración General del Estado, serán de
modo general, los órganos a los que estén adscritos los Organismos públicos y
los máximos órganos rectores de los Organismos públicos.

37
Tema 14: Vía de recurso.

Contra las resoluciones y los actos de trámite, si deciden el fondo del asunto,
determinan la imposibilidad de continuar el procedimiento, producen indefensión
o perjuicio irreparable a derecho e intereses legítimos, podrán interponerse por
los interesados los recursos de alzada y potestativo de reposición que cabrá
fundar en cualquiera de los motivos de nulidad o anulabilidad previstos en los
artículos 47 y 48 de esta Ley y así se dispone en el artículo 112.

Recurso de Alzada.

La Administración Pública posee una estructura jerárquica y la apelación supone


la forma de agotar la vía administrativa.

La idea de “alzarse” ante el superior se expresa tradicionalmente como


“Recurso de Alzada”.

Artículo 114 de la LPAC establece que pone fin a la vía administrativa:

● Las resoluciones de los recursos de alzada.

● Las resoluciones de los procedimientos referido en el artículo 112.2 de la


LPAC que establece que las leyes podrán sustituir el Recurso de Alzada en
ámbitos determinados y cuando una materia específica lo justifique, por
otros procedimientos de impugnación, reclamación, conciliación,
mediación y arbitraje ante órganos colegiados o comisiones específicas no
sometidas a instrucciones jerárquicas.

Con respeto a los principios, garantías y plazos que la LPAC reconoce a las
personas e interesados en todo procedimiento administrativo.

38
● Las resoluciones de los órganos administrativos que carezcan de
superior jerárquico, salvo ley en contra.

● Los acuerdos, pactos, convenios o contratos que tengan la consideración


de finalizadores del procedimiento.

● La resolución administrativa de los procedimientos de responsabilidad


patrimonial, cualquiera que fuese el tipo de relación, pública o privada, de
que derive.

● La resolución de los procedimientos complementarios en materia


sancionadora a los que se refiere el artículo 90.4.

● Las demás resoluciones de órganos administrativos cunado una


disposición legal o reglamentaria así lo establezca.

● En el apartado segundo del artículo 114 de la LPAC se establecen los


actos y resoluciones administrativas que ponen fin a la vía administrativa
en el ámbito estatal.

El recurso de alzada depende de dos aspectos concretos recogidos en el


artículo 121.1 de la LPAC:

• Que la resolución que se pretende recurrir no ponga fin a la vía


administrativa.

• Qué el recurso que se interponga ante el superior jerárquico del


órgano que la dictó, que sustituye a éste in loco et in ius (Las normas de
organización quien en cada caso es el superior jerárquico y el artículo 121.1
aclara las dudas que puedan surgir en este ámbito cuando establece que a
estos efectos los tribunales y órganos de selección del personal al servicio de las
Administraciones Públicas y cuales otros que, en el seno de éstas, actúen con
autonomía funcional, se considerarán dependientes del órgano al que estén
adscritos o, en su defecto, del que haya nombrado el presidente de los
mismos).??? Comprensible.

Importante: El plazo para la interposición del recurso de alzada es un mes si el


acto fuera expreso y transcurrido ese plazo sin haberse interpuesto, la
resolución será firme –así lo establece el artículo 122.1 de la LPAC, que regula
el resto de los plazos que conciernen a este recurso.

Recurso Potestativo o de Reposición.

El objeto de este recurso son los actos que ponen fin a la vía administrativa y
que deben ser recurridos ante el mismo órgano que los hubiera dictado o,
impugnados directamente ante el orden jurisdiccional contencioso-
administrativo.

39
Los artículos 123 y 124 de la LPAC regulan el recurso potestativo de reposición
y el segundo de ellos se refiere a los plazos, que será de un mes si el acto fuera
expreso.

Si el acto no fuera expreso, establece el artículo 124 de la LPAC, el


solicitante y otros interesados podrán interponer el recurso de
reposición en cualquier momento a partir del día siguiente a aquél en
que, de acuerdo con su normativa específica, se produzca el acto presunto.

Continúa el artículo 124 que el plazo máximo para dictar y notificar la


resolución del recurso será un mes.

Finaliza dicho artículo en su apartado tercero, con la afirmación expresa de que


contra la resolución de un recurso de reposición no podrá interponerse
de nuevo dicho recurso.

Recurso extraordinario de Revisión.

Este recurso se interpone contra los actos firmes en vía administrativa ante el
órgano administrativo que los dictó pero han de concurrir alguna de estas
circunstancias:

Caso 1 Que al dictarlos se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte de


los propios documentos incorporados al expediente (debe interponerse en este
caso dentro del plazo de cuatro años siguientes a la fecha de notificación de la
resolución impugnada).

Caso 2 Que aparezcan determinados documentos de valor esencial para la


resolución del asunto que, aunque sean posteriores, evidencien el error de la
resolución recurrida.

Caso 3 Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o


testimonios declarados falsos por sentencia judicial firme, anterior o posterior a
aquella resolución.

Caso 4 Que la resolución se hubiese dictado como consecuencia de


prevaricación, cohecho, violencia, maquinación fraudulenta u otra conducta
punible y se haya declarado así en virtud de sentencia judicial firme.

Observación: Excepto en el primer caso el plazo para la interposición del


recurso extraordinario será de tres meses a contar desde el conocimiento de los
documentos o desde que la sentencia judicial quedó firme.

En el artículo 126 de la LPAC se regula la resolución de este recurso


extraordinario de revisión, estableciendo que el órgano competente para la
resolución podrá acordar motivadamente la inadmisión a trámite cuando no se
den las causas previstas para su interposición o cuando se hubiese desestimado
en cuanto al fondo otros recursos sustanciales iguales.

40
Importante: Transcurridos tres meses desde la interposición de este recurso
sin haberse dictado y notificado la resolución, se entenderá desestimado,
pudiendo entonces el interesado acudir a los tribunales contencioso-
administrativos.

Procedimientos alternativos de impugnación o reclamación.

El artículo 112.2 de la LPAC establece que las leyes podrán sustituir el recurso
de alzada en supuestos o ámbitos sectoriales determinados y cuando la
especialidad de la materia así lo justifique, por otros procedimientos de
impugnación:

• Reclamación

• Conciliación

• Mediación y arbitraje.

Importante: Estos medios tendrán lugar ante órganos colegiados o Comisiones


específicas no sometidas a instrucciones jerárquicas con respeto a los principios,
garantías y plazos que la LPAC reconoce a las personas y a los interesados en
todo Procedimiento Administrativo.

Lo mismo sucede en el recurso de reposición.

La resolución en estos casos tendrá el mismo efecto jurídico que los recursos a
los que sustituyen y, desde luego, ponen fin a la vía administrativa dejando
paso a la jurisdicción contencioso-administrativa.

Continúa el artículo 112 de la LPAC explicando que la aplicación de estos


procedimientos en el ámbito de la Administración Local no podrá suponer el
desconocimiento de las facultades resolutorias reconocidas a los órganos
representativos electos establecidos por la Ley.

Resumen:

41
Tema 15: Iniciativa legislativa y la potestad legislativa para
reglamentos y otras disposiciones.

El artículo 127 de la LPAC establece que el gobierno de la Nación ejercerá la


iniciativa prevista en la Constitución mediante la elaboración y aprobación de los
anteproyectos de Ley y la ulterior remisión de los proyectos de ley a las Cortes
Generales.

Esta misma iniciativa también corresponde al gobierno de las comunidades


autónomas en su ámbito.

Información: También el gobierno de la Nación podrá aprobar decretos-leyes y


reales decretos legislativos y lo mismo los órganos de gobierno de las
comunidades autónomas que podrán aprobar normas equivalentes.

Potestad reglamentaria: El título VI de la LPAC también regula la potestad


reglamentaria en su artículo 128 estableciendo que corresponde al gobierno de
la Nación y al gobierno de las comunidades autónomas.

Lógicamente los reglamentos no podrán vulnerar la Constitución o las


leyes ni regular las materias cuya competencia corresponde a las Cortes
Generales o las Asambleas legislativas de las comunidades autónomas.

Desde luego las disposiciones administrativas se ajustarán a la jerarquía que


establezcan las leyes.

Como puede suponerse, ninguna disposición administrativa podrá contradecir o


vulnerar los preceptos de otra norma o disposición de rango superior.

Principios de buena regulación:

El artículo 129 de la LPAC se refiere a los principios de buena regulación, dado


que en iniciativa legislativa y la potestad reglamentaria, las Administraciones
Públicas actuarán de acuerdo con los principios de:

• Necesidad y eficacia: En virtud de los principios de necesidad y


eficacia, la iniciativa normativa debe estar justificada por una razón de interés
general.

• Proporcionalidad: En virtud del principio de proporcionalidad, la


iniciativa dispondrá la regulación imprescindible para cubrir la necesidad de la
norma y se debe constatar que no existen otras medidas menos restrictivas de
derechos o que impongan menos obligaciones.

• Seguridad jurídica: En virtud del principio de seguridad jurídica, la


iniciativa normativa se llevará a cabo de forma coherente con el resto del
ordenamiento jurídico nacional y europeo para que exista un marco normativo
claro.

42
• Transparencia: En virtud del principio de transparencia, las
Administraciones Públicas posibilitarán el acceso claro, universal y actualizado a
la normativa en vigor. Y al artículo 7 de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de
transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno.

• Eficiencia: En virtud del principio de eficiencia, la iniciativa normativa


debe evitar cargas administrativas innecesarias y racionalizar los recursos
públicos.

Además, si la iniciativa normativa afecta a gastos o a ingresos públicos


presentes o futuros, se deberá cuantificar sus efectos y supeditarse a los
principios de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera.

Por otra parte, las Administraciones Públicas revisarán periódicamente su


normativa vigente para adaptarla a los principios de buena regulación que
acabamos de mencionar y comprobar si se han conseguido o no los objetivos
previstos y si estaba justificado el coste y las cargas impuestas en las normas.

Esta evaluación normativa se plasmará en un informe público con detalle y


periodicidad.

Publicidad de las normas:

En cuanto a la publicidad de las normas, regulada en el artículo 131 de la


LPAC, se establece que las leyes, los reglamentos y disposiciones
administrativas deberán publicarse en el diario oficial correspondiente
para que entren en vigor y produzcan efectos jurídicos y podrán
establecerse otros medios de publicidad complementarios.

Esta publicación podrá ser electrónica y tendrá las garantías y condiciones


que cada Administración Pública determine.

La publicación del Boletín Oficial del Estado en sede electrónica tendrá carácter
oficial con las condiciones que se determinen reglamentariamente y con los
efectos previstos en el Código Civil y en las restantes normas aplicables.

Planificación normativa:

Por otra parte, existirá planificación normativa anualmente conforme al


Plan Normativo con iniciativas legales o reglamentarias que vayan a ser
aprobadas al año siguiente.

Aprobado dicho plan se publicará en el Portal de Transparencia de la


Administración Pública correspondiente, como indica claramente el artículo
132 de la LPAC.

Participación de los ciudadanos:

El artículo 133 de la LPAC se refiere a la participación de los ciudadanos en el


procedimiento de elaboración de normas con rango de Ley y reglamentos,

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estableciendo que previamente al proyecto o anteproyecto de ley o reglamento
se realizará una consulta pública a través del portal web de la administración
competente en la que se recabará la opinión de los sujetos y de las
organizaciones más representativas potencialmente afectadas por la nueva
norma acerca de:

• Los problemas que se pretenden solucionar.

• La necesidad y oportunidad de su aprobación.

• Los objetivos de la norma.

• Las posibles soluciones alternativas regulatorias y no regulatorias.

Más información: En este ámbito, la consulta, audiencia e información


públicas deben realizarse de modo que los potenciales destinatarios de la norma
tengan la posibilidad de emitir su opinión, para ello se debe poner a su
disposición los documentos necesarios para que se puedan pronunciar sobre la
materia.

Sin embargo, advierte el artículo 133 de la LPAC, en su apartado cuarto, que


podrá prescindirse de estos trámites de consulta cuando concurran razones
graves de interés público que los justifiquen.

Resumen:

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