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3 Mafalda

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Los orígenes y la historia de Mafalda

(Parte del material fue extractado de la revista "Viva" y del diario "La Nación")
Todas las ilustraciones y personajes son propiedad de Joaquín Salvador Lavado (Quino).

El 29 de Setiembre de 1964 debutó oficialmente como


tira "Mafalda", en la revista "Primera Plana"; sin
embargo, el personaje en sí había sido creado en 1963
(ver "Historia del cómic en Argentina - 4ª parte"). Según
Joaquín Salvador Lavado (Quino), autor de "Mafalda", y
dueño de una genuina modestia, todo empezó por
casualidad y sin que él se propusiera ninguna grandeza:
"En realidad Mafalda iba a ser una historieta para
promocionar una nueva línea de electrodomésticos
llamada Mansfield. La agencia Agnes Publicidad le
encargó el trabajo a Miguel Brascó, pero como él tenía
otros compromisos, me lo pasó a mí. Esto fue en 1963.
Pero la campaña nunca se hizo y las ocho tiras que
dibujé quedaron guardadas en un cajón. Hasta que al
año siguiente Julián Delgado, secretario de redacción
de "Primera Plana", me pidió una historieta. Entonces
rescaté esas tiras y bueno, ahí empezó todo." Esta
anécdota, que Quino contó muchas veces, tiene algunos
detalles poco conocidos. Por ejemplo, el nombre del
empleado de la agencia que le encargó la tira: el actor
Norman Briski.
Brascó, hoy día, recuerda: "En aquel momento ese nombre
me quedó grabado, porque era una mezcla de mi apellido
con el del dibujante Oski. Cuando me llamó, esta
coincidencia me resultó graciosa y fui a la agencia a ver de
qué se trataba. Querían una familia con padre, madre y dos
hijos: un típico contexto para que aparecieran los
productos. Lo que necesitaban no tenía nada que ver con lo
que yo normalmente hacía, así que le derivé el trabajo a
Quino, que en ese momento trabajaba conmigo". Brascó,
justamente, era el director del suplemento de humor
"Gregorio", de la revista "Leoplán", donde, cuando aún no
estaba del todo definido el personaje, fueron publicadas 3
tiras sueltas de la familia (click aquí para ver una de ellas).
Quino no sospechaba, cuando comenzó con el personaje, que
las reflexiones puestas en boca de este personaje serían
traducidas a 26 idiomas (desde el japonés, italiano y
portugués, hasta el griego, francés y holandés).
En el caso de Mafalda, la partera no dijo macho: el flamante
personaje que con los años se transformaría en un estandarte
de lucha por la igualdad social (en tiempos en que la
liberación femenina aún estaba en pañales), llevaba sus
polleras bien puestas. Quino, el creador de Mafalda, dice hoy
día: "-¿Por qué mujer? No lo sé. Al principio uno no se
detiene a pensar en esas cosas.-". El dibujante tampoco se
había puesto a pensar, tres décadas atrás, que las ideas de esta
niña tan ingeniosa como irreverente, tan reflexiva
como contestataria, iban a recorrer el mundo. Mucho menos
que aunque la URSS haya desaparecido, lo mismo que Los
Beatles y la guerra de Vietnam, el mensaje de Mafalda
seguiría manteniendo la misma dosis de genialidad y, sobre
todo, de actualidad. Y menos aún sospecharía lo que el
escritor Julio Cortázar llegaría a decir de Mafalda (click aquí).
Luego de publicarse en la revista "Primera Plana", pasó al diario "El
Mundo" (de Buenos Aires) desde el día 15 de Marzo de 1965. Cuando
este diario cerró (el 22 de Diciembre de 1967), Mafalda y sus amigos
debieron tomarse vacaciones durante un tiempo, con la mamá de
Mafalda (Raquel, a quien vemos a la izquierda con su hija) estando
embarazada. Mientras tanto, fueron republicados en diversos diarios
del interior del país. Durante unos seis meses no hubo tiras nuevas.
Por ese entonces Quino realizaba una página de humor en el
semanario "Siete Días Ilustrados" y la publicación decide
reemplazarla incorporando a Mafalda, que aparece el 2 de junio de
1968.
Para cuando la tira se reanuda en "Siete Días
Ilustrados", ya había nacido Guille, el hermanito
de Mafalda. Se publicaban 4 tiras por semana y,
para completar la diagramación de la página,
Quino hacía un dibujo a modo de encabezado,
colocando a los personajes en distintas
situaciones. Desde el momento de su publicación,
Mafalda se ganó la fama de ser un registro
minucioso de la clase media argentina de los años
'60 y de los episodios que resaltaban en el
escenario mundial para el momento. Justamente,
uno de los juguetes preferidos de Mafalda era un
globo terráqueo, al cual cuidaba como a un
enfermo, lo abrigaba y hasta intentó mejorarlo con
las cremas de belleza de su madre (dibujo de la
derecha).
Mafalda retrató y opinó sobre eventos tales como la guerra de Vietnam,
la carrera espacial, el movimiento tercermundista, el asesinato de
Kennedy, los derechos humanos, el sexo, la represión, el psicoanálisis, el
feminismo y la religión, entre otros muchos. Según opinan los expertos,
con Mafalda, el género de la historieta pasó de lo social a lo psicológico.
Con una exacta dosis de simpleza y profundidad, Mafalda se convirtió
en el personaje de historieta que más significa hoy para los argentinos.
En cuanto al exótico nombre de "Mafalda", surgió de la versión
cinematográfica de la novela "Dar la cara", de David Viñas; en
una escena de esa película aparece una beba dentro de un moisés
que se llama así, y Quino adoptó el nombre, ya que le pareció
alegre. El autor jamás imaginó que ese ser diminuto y genial, con
una inteligencia y sagacidad inmune a los razonamientos adultos y
apenas rodeada de un apropiado universo infantil, elevaría la
historieta a la categoría de "cuentos morales". Sus historietas
fueron guiños hacia los estereotipos de Argentina y del mundo en
el momento, retratando diferentes aspectos del género humano.
Quino ha declarado en múltiples ocasiones que estaba sorprendido
por la repercusión que han tenido sus dibujos en países tan
diferentes a su país natal como Japón o Estados Unidos. Dijo, en
declaraciones al diario El Mundo, de España, que "Las tiras de
Mafalda están sembradas de tópicos argentinos, y siempre me he
preguntado cómo pueden entenderlas en otras culturas" . Lo cierto
es que con el paso del tiempo, esta historieta protagonizada por una
niña rebelde y tierna, junto a su singular grupo de amigos, se ha
convertido en objeto de culto, no sólo en su país natal sino en
muchos países alrededor del planeta.
Mafalda, en cuarenta años de existencia, traspasó no sólo fronteras sino también los
estrechos márgenes de las tiras para convertirse en un personaje más de la realidad.
Debido al gran éxito de este personaje se han hecho a lo largo de los años
innumerables cantidades de artículos sobre ella como ser muñecas, remeras,
accesorios, vasos, etc.
Es de hacer notar que, a lo largo de la serie, el dibujo de Mafalda fue cambiando (y
evolucionando), tal como lo mostramos a continuación:

LA DESPEDIDA DE MAFALDA:
Hace más de tres décadas, Quino dejó de dibujarla. El 25 de junio de 1973 apareció
Mafalda por última vez en una tira. Los cuadritos finales de la historieta fueron
publicados en el semanario Siete Días.
Puede decirse que ése fue el final oficial de la saga de la
nena "ferviente antisopa" y sus amigos, ya que si después
hubo otras apariciones, fueron discontinuas, para campañas
de bien público o como un regalo personal que su creador,
Quino, eventualmente entregaba a sus amigos (click aquí).
Eso no quita que desde aquella fecha numerosas
publicaciones sigan reproduciendo a Mafalda en
muchos países.
Además, sus temas más recurrentes (los abusos de poder,
las injusticias sociales, el autoritarismo), siguieron vigentes
en los trazos de su autor, Quino, en casi todos sus chistes
posteriores.
Quino fue preparando el terreno de la despedida así: en el número
del 18 de junio de 1973, la chismosa Susanita contaba al
lector: "Ustedes no digan nada que yo les dije, pero parece que por
el preciso y exacto lapso de un tiempito los lectores que estén
hartos de nosotros van a poder gozar de nuestra grata ausencia
dentro de muy poco".
El remate llegaría una semana después; esa tira final no tenía
cuadros, todo el espacio lo ocupaban Mafalda y su pandilla, a
excepción de Susanita. Tomaba la palabra Mafalda: "Dice el
director que bueno, que a partir de hoy podemos darle un descanso
a los lectores, pero que si alguno de nosotros se mudare, trasladare
y/o apareciere en otra revista y/o diario, él a patadas nos
agarrare" (click aquí). También ese día salió publicado el que
podría ser el testamento intelectual de Mafalda: dormida,
sonriente, sueña con que el mundo está cubierto por una
manifestación. En el sueño, se le aparece Susanita para
decirle:  Tarada, ¿tenés pesadillas y encima te reís?
Es el mismo, Quino quien da los motivos para la conclusión
de la tira: "Me costaba mucho esfuerzo no repetirme, sufría
con cada entrega. Cuando uno tapa el último cuadrito de
una historieta y ya sabe cuál va a ser el final es porque la
cosa no va. Y por respeto los lectores y a mis personajes y
por mi manera de sentir el trabajo decidí no hacerla más y
seguir con el humor que nunca dejé de hacer."
A diferencia de otros colegas suyos, como Schulz (creador
de los Peanuts), que han hecho perdurar las tiras apoyándose
en un equipo de guionistas y dibujantes, Quino se resistió
siempre a perder el contacto personal con su creación.
Jamás quiso adoptar esta modalidad de trabajo por
considerarla no adecuada a su estilo, así como tampoco
nunca ha utilizado un mecanismo particular de trabajo.
Antes que nadie lo pudiera percibir, Quino supo que
Mafalda había cumplido su cometido.

MAFALDA DESPUES DE LA ULTIMA TIRA


Aunque pasó tanto tiempo desde aquella historieta
inicial (y también desde que Quino la dibujó por
última vez), el personaje sigue tan vigente como
entonces.
Los diez únicos libros de la serie continúan
reimprimiéndose una y otra vez en todo el mundo
(ver bibliografía).
Mafalda sigue dando que hablar en los años
posteriores a la publicación de la última tira publicada
por Quino (en Junio de 1973). Por ejemplo, en 1977,
a pedido de UNICEF (dibujo de la derecha), Quino
ilustra con Mafalda y los personajes de su tira la
Edición Internacional de la campaña mundial de la
Declaración de los Derechos del Niño (puede ver otro
dibujo haciendo click aquí).
En 1982 el Salón internacional de Humorismo de
Montreal (Canadá) elige por votación entre colegas de
todo el mundo a Quino como el "cartoonist" del año.
En 1983, en el Salón del Libro de París, se hace una
exposición completa sobre Mafalda, junto con
Manolito, para una campaña de la Liga Argentina
para la Higiene Dental (ver el "GIF animado").
El año 1987 marca un hito en la historia de Mafalda:
Quino vuelve a dibujar una "tira" completa con el
personaje, a pedido de Joan Manuel Serrat, para su
disco sobre poemas de Mario Benedetti, "El Sur
también existe", que, por distintas razones, finalmente
no se utiliza.
El 17 de abril de 1987, después del fallido golpe de
estado contra el gobierno de Alfonsín, Quino dibuja
a Mafalda diciendo: "¡Sí a la democracia! ¡Sí a la
justicia! ¡Sí a la libertad! ¡Sí a la vida!" (dibujo de la
izquierda).
En 1988 vuelve a dibujar a Mafalda junto a Libertad,
para un cartel del Ministerio de Relaciones
Exteriores de la Argentina, en conmemoración del
Día Universal de los Derechos Humanos.
En este mismo año, el 3° Salón Internacional del
Comic de Erlangen otorga a Mafalda el gran premio
"Max und Moritz", uno de los más prestigiosos
premios mundiales para historietas.
A su vez, el 26 de octubre de 1988, el Intendente de
la ciudad de Buenos Aires, y su Secretario de
Cultura, elevan al Consejo Deliberante un proyecto
para que Mafalda sea declarada "ciudadana ilustre de
la Ciudad de Buenos Aires", el cual no prosperó.
En 1989 aparece Mafalda Inédita (ver bibliografía).
En 1992, se realiza en Madrid una gran exposición
de 1200 m2, titulada "El Mundo de Mafalda",
organizada por la Sociedad Estatal Quinto
Centenario, que también publica un libro con el
mismo título.
En 1994, en Italia, se celebran los treinta años de
Mafalda con una reunión en el Circolo della Stampa.
En la Argentina, en 1995, Mafalda es utilizada como "cara" de la
campaña de los ciclos del Teatro Colón para los chicos titulados
"Vamos a la Ópera" y "Vamos al Ballet".
El 28 de noviembre de 1995 se inaugura en el barrio de
Colegiales (en Buenos Aires) la "Plaza Mafalda", la cual sería
remozada casi totalmente unos 10 años después.
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