Dieta Cetogenica - Emily Stevens
Dieta Cetogenica - Emily Stevens
Dieta Cetogenica - Emily Stevens
EMILY STEVENS
Copyright 2019 de Emily Stevens todos los derechos reservados.
Este libro no contiene consejos médicos ni prescripciones de ninguna técnica de
tratamiento para enfermedades, trastornos, patologías y no reemplaza los
consejos médicos.
El objetivo del autor es proporcionar explicaciones e informaciones útiles para su
búsqueda personal de bienestar, tanto físico como emocional.
El autor declina cualquier responsabilidad. De ninguna manera es legal reproducir,
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mismos, no afiliados con este documento.
INTRODUCCIÓN
Quiero agradecerte y felicitarte por descargar el libro "Dieta
cetogénica: la guía definitiva para perder peso en 14 días con la
dieta keto".
Este libro contiene pasos y estrategias probadas sobre cómo
sacarle el máximo provecho a tu alimentación y tener una vida
saludable con energía suficiente para lograr lo que te propongas.
Porque la dieta cetogénica no es una dieta más. Es un cambio de
costumbres. Es dejar de lado la mala alimentación y no hacerle más
daño a tu cuerpo, proporcionarle lo necesario para que funcione en
su máximo esplendor.
En "Dieta cetogénica: la guía definitiva para perder peso en 14 días
con la dieta keto" te ofreceré toda la información básica necesaria
para que comprendas las bases científicas y nutritivas de esta dieta,
además de numerosas recetas y consejos que modificarán para
siempre tu noción sobre la alimentación.
He puesto todo mi esfuerzo para que este libro sea claro, conciso y
sin vueltas. Lo que estás buscando lo encontrarás aquí, con los
datos justos y necesarios para empezar a transitar por el fascinante
mundo de la cetosis.
Gracias de nuevo por descargar este libro, ¡y espero que lo
disfrutes!
Contents
Introducción
Capítulo 1: Las bases científicas de la dieta cetogénica
Capítulo 2: ¿Por qué considero que la dieta cetogénica es una filosofía de vida?
Capítulo 3: Ocho beneficios para la salud
Capítulo 4: ¿Por dónde comenzar?
Capítulo 5: Planes de alimentación cetogénica
Capítulo 6: Recetas de todo tipo para tu dieta cetogénica
Capítulo 7: Errores comunes en una dieta cetogénica
Capítulo 8: Ahora depende de ti
Conclusión
LAS BASES CIENTÍFICAS DE LA DIETA
CETOGÉNICA
3) Concentración mental
A muchos les ocurre que, luego de un exhaustivo día de trabajo,
terminan agotados mentalmente y luego tienen dificultades para
dormir, lo cual ocasiona que a la jornada siguiente sigan cansados, y
así se genera un círculo vicioso del que es difícil escapar.
Es por ello que se suele utilizar la dieta cetogénica como una forma
de luchar contra el cansancio mental y el estrés.
La concentración está directamente relacionada con el azúcar en
sangre. Es decir que cuanta más azúcar haya en nuestro cuerpo,
más difícil será concentrarse. Cuando reducimos la ingesta de
carbohidratos, de inmediato ayudamos a que nuestro cuerpo se
deshaga de las grasas y mejore su rendimiento intelectual.
4) Más energía y menos hambre
Cuando nuestro cuerpo tiene energía, las consecuencias son
obvias: te sentirás revitalizado. Y las grasas son, además del mejor
combustible para el cuerpo, las que más saciedad otorgan. Por lo
tanto, los resultados son días más enérgicos y con menos ganas de
comer.
5) Colesterol y presión arterial
Las dietas cetogénicas mejoran los niveles de colesterol, que suelen
asociarse con la acumulación de grasa en las arterias.
6) Adiós al acné
Quienes comienzan una dieta cetogénica, suelen notar increíbles
mejoras en su piel. Un estudio científico demuestra que la
inflamación de la piel baja cuando se eliminan los carbohidratos.
Esto es por la estrecha relación entre la grasa y el acné.
7) Control de la epilepsia
Hace al menos cien años que la dieta cetogénica se utiliza para
tratar la epilepsia. Y esto es por un sencillo motivo: funciona.
Al cambiar la alimentación, se puede controlar sin problemas la
epilepsia al tiempo que se consumen menos medicamentos.
Sábado
Desayuno: Tostadas de coliflor con queso y aguacate.
Almuerzo: Hamburguesas de salmón sin pan con pesto.
Cena: Albóndigas servidas con fideos de calabacín y queso
parmesano.
Domingo
Desayuno: Pudín de chía con leche de coco cubierto con coco y
nueces.
Almuerzo: Ensalada hecha con verduras, huevos duros, aguacate,
queso y pavo.
Cena: Pollo al curry con coco.
Sábado
Desayuno: Huevos cocidos con mayonesa.
Aperitivo: Chicharrones de cerdo.
Almuerzo: Ensalada de pollo con verduras y aceite de oliva.
Cena: Pollo asado y col con mayonesa.
Domingo
Miércoles
Desayuno: Batido de mora y fresa con leche de coco y zumo de
limón.
Aperitivo: Ensalada de col.
Almuerzo: 2 huevos cocidos, queso en tiras, rodajas de aguacate,
pepino, requesón crema para mojar.
Cena: Albóndigas de tofu con queso parmesano.
Jueves
Desayuno: Dos huevos fritos sobre col rizada salteados en aceite de
oliva.
Aperitivo: Mantequilla derretida en café.
Almuerzo: Champiñón asado con verduras mixtas y mucho aceite de
oliva, un puñado de frambuesas, almendras.
Cena: Habichuelas verdes cremosas con limón y repollo tostado.
Viernes
Desayuno: Panqueques de arándanos bajos en carbohidratos
(huevos + queso crema + mantequilla + harina de almendras + fibra
de avena + cáscara de limón + polvo de hornear + arándanos).
Aperitivo: Apio y queso crema.
Almuerzo: Brócoli y tempeh salteados, dos trozos de queso, apio y
salsa de crema.
Cena: Espárragos y brie envueltos en berenjena.
Sábado
Desayuno: Huevos al horno con tomate y aguacate.
Aperitivo: Pepino y mayonesa.
Almuerzo: Plato de huevos a la diabla y aguacate.
Cena: Ensalada de brócoli frito con mantequilla y aguacate.
Domingo
Desayuno: Batido verde (aguacate + pepino + espinaca + perejil +
semillas de cáñamo + cúrcuma + limón).
Aperitivo: Un puñado de nueces de Brasil.
Almuerzo: Sándwich de champiñones y pesto salteado con pan de
nube, nueces de macadamia, moras.
Cena: Lasaña de calabacín (mozzarella + parmesano + rodajas de
calabacín).
Aquí termina el capítulo referido a los menúes, pero eso no quiere
decir que no haya muchas más opciones. Puedes tomar las listas de
más arriba y combinarlas como mejor te parezca, siempre
intentando comer la mayor variedad de alimentos posible. Se estima
que el periodo de adaptación dura una semana, a partir de entonces
ya no extrañarás tus alimentos habituales y te resultará natural
comer de esta manera.
RECETAS DE TODO TIPO PARA TU DIETA
CETOGÉNICA
INGREDIENTES
8 cucharadas de mantequilla salada ablandada (no derretida)
2 claras de huevo
2 1/4 tazas de harina de almendras
Sal al gusto
INSTRUCCIONES
-Precalienta el horno a fuego fuerte.
-En un recipiente grande, mezcla la mantequilla y la harina de
almendras usando un mezclador manual eléctrico a velocidad baja-
media.
-Añade las claras de huevo y una pizca de sal. Continúa mezclando
a baja velocidad hasta que la mezcla sea uniforme y consigas una
masa más bien suave.
-Enrolla la masa entre dos hojas de papel de aluminio. Retira la
capa superior de papel y luego transfiere la capa inferior, con la
masa extendida, a una bandeja para hornear. Dependiendo del
tamaño de la bandeja para hornear, es posible que tengas que
trabajar por partes.
-Usando un cuchillo pequeño o un cortador de pizza, deberás cortar
la masa en cuadrados pequeños. Espolvorear la masa con sal.
-Hornea durante 10-15 minutos o hasta que las galletas se vuelvan
de color marrón claro. A continuación, retirar cuidadosamente del
horno y dejar enfriar.
Puedes disfrutar de estas galletas de forma inmediata o guardarlas
en un recipiente con tapa y guardarlo a temperatura ambiente hasta
por una semana.
Ponerlas en el refrigerador prolongará la vida de las galletas, pero
también puede causar que las galletas pierdan parte de su crujido.
Por lo general, salen unas cuatro galletas por porción. El tamaño
exacto de la porción variará dependiendo del grosor exacto de la
masa y del tamaño de las galletas.
ERRORES COMUNES EN UNA DIETA
CETOGÉNICA
Podría hablar sobre la dieta cetogénica por horas y horas, pero aquí
lo importante es que conozcas las bases y fundamentos para luego
empezar a andar solo este camino, que es absolutamente personal.
Nadie puede decirte qué comer. Tu cuerpo es tu cuerpo, y sólo tú
sabes qué es lo mejor y cómo te sientes.
Lo que puedo decirte es que no te desanimes. Al principio puede
resultar difícil, como ocurre con casi todo lo bueno de la vida. No
sólo se trata de abandonar alimentos perjudiciales a los que, sin
embargo, te han acostumbrado desde pequeño, sino también de
vencer los miedos y las dudas, de hacer una limpieza profunda, de
cuerpo y espíritu, para formatear tus costumbres y empezar de
nuevo.
Cambiar no es sencillo. De hecho, pocas personas tienen el valor de
hacerlo. Pero tú has comprado este libro y has llegado hasta aquí,
por lo que puedo asegurarte que ya has cumplido con el paso más
difícil, el que va de la ignorancia al conocimiento.
A menudo, al comenzar con una dieta cetogénica la gente dice que
su rendimiento físico se ve afectado, pero eso no es del todo cierto.
Al menos no en el largo plazo. A corto plazo, es cierto que puedes
notar algunas pequeñas caídas en el rendimiento físico, pero esto
disminuirá a medida que continúes reponiendo líquidos, electrolitos
y te adaptes a la ingesta de grasa.
Se han realizado muchos estudios sobre el ejercicio y sus efectos
en la dieta cetogénica. Por ejemplo, hay un estudio en ciclistas
entrenados que llevaron una dieta cetogénica durante cuatro
semanas. Los resultados muestran que la resistencia aeróbica no se
vio comprometida en absoluto, y que su masa muscular era la
misma que cuando empezaron. Es decir que sus cuerpos se
adaptaron a través de la cetosis, limitando las reservas de glucosa,
y utilizaron las grasas como fuente de energía predominante.
Hay otro estudio realizado en ocho gimnastas profesionales que
obtuvieron los mismos resultados. Ambos grupos fueron
alimentados con una dieta estricta de verduras verdes, proteínas y
grasas de alta calidad. Por lo tanto, incluso si haces largos ejercicios
de cardio, podemos asegurar que la dieta cetogénica no te traerá
ningún inconveniente.
El único problema real es que la cetosis puede causar una baja de
rendimiento en los ejercicios que requieren una acción explosiva. Si
necesitas un pequeño aumento en tu rendimiento, puede comer 25-
50 gramos de carbohidratos unos treinta minutos antes de entrenar.
Con eso, estarás en perfectas condiciones.
Tu cuerpo está acostumbrado a la simple rutina de descomponer los
carbohidratos y utilizarlos como energía. Con el tiempo, el cuerpo ha
acumulado un arsenal de enzimas listas para este proceso y sólo
tiene unas pocas enzimas para tratar con las grasas, sobre todo
para almacenarlas.
De repente tu cuerpo tiene que lidiar con la falta de glucosa y el
aumento de las grasas, lo que implica la creación de un nuevo
suministro de enzimas. A medida que tu cuerpo se ve inducido a un
estado cetogénico, utilizará naturalmente lo que queda de su
glucosa.
En la primera semana, muchas personas reportan dolores de
cabeza, confusión mental, mareos. La mayoría de las veces, esto es
el resultado de la limpieza de los electrolitos, ya que la cetosis tiene
un efecto diurético. Por eso es importante que bebas mucha agua y
mantengas inalterable tu consumo de sodio.
De hecho, deberías echarle sal absolutamente a todo. El sodio
ayudará con la retención de agua y a reponer los electrolitos. Para la
mayoría, esta sensación de aturdimiento temporal es el mayor
peligro al que se van a enfrentar. Se la suele llamar “gripe
cetogénica”.
La gripe cetogénica es una experiencia muy común para quienes
recién comienzan, pero a menudo desaparece después de unos
pocos días. Y además hay maneras de minimizarla o incluso
eliminarla. Al hacer la transición a la cetosis, es muy probable que
sientas una ligera molestia que incluye fatiga, dolor de cabeza,
náuseas, calambres, etcétera. Nada para preocuparse, nada que te
impida seguir con tu vida normalmente, pero es bueno que lo sepas.
Hay muchas razones que explican la aparición de la gripe
cetogénica, pero las dos principales son:
-La dieta cetogénica es, en verdad, un diurético. Por eso tiendes a ir
más al baño para orinar, lo que se atribuye a la pérdida de
electrolitos y de agua en tu cuerpo. Por lo general, puedes ayudar a
combatir esto bebiendo un cubo de caldo o una bebida deportiva y
aumentando la ingesta de agua. Lo importante es reponer tus
electrolitos ya agotados.
-Estás en transición. Siempre recuerda esto. Tu cuerpo está
equipado para procesar una alta ingesta de carbohidratos y una
menor ingesta de grasa. De allí que necesite crear enzimas para
poder lograrlo. En el período de transición, el cerebro puede
quedarse sin energía, lo que puede provocar mareos, náuseas y
dolores de cabeza.
En el caso de que te sientas realmente mal, algo que no he visto
jamás en mis largos años de experiencia, lo que deberías hacer es
reducir lentamente tu consumo de carbohidratos. Como ya dije, la
paciencia es un punto clave para el éxito de esta dieta.
Después de aumentar la ingesta de agua y reemplazar los
electrolitos, deberías aliviar la mayoría de los síntomas de la gripe
cetogénica. Para una persona promedio que está comenzando, y
comiendo unos 20-30 gramos de carbohidratos netos al día, todo el
proceso de adaptación debería tomar alrededor de 4-5 días. Mi
consejo es que reduzcas tus carbohidratos a menos de quince
gramos para asegurarte de que está bien encaminado hacia la
cetosis en el plazo de una semana. Si experimentas más síntomas
de la gripe cetogénica, verifica otra vez tu ingesta de electrolitos.
Unas últimas recomendaciones
Ahora que has llegado casi al final del libro, me gustaría darte
algunas recomendaciones más para refrescar lo que hemos visto y
agregar datos nuevos. Estos consejos son generales y están
destinados sólo a quienes recién comienzan o están por comenzar,
y en especial a quienes quieren desesperadamente perder peso.
-El primer consejo sería precisamente que no te desesperes. Bajar
de peso rápidamente no es lo mejor, porque en general se recupera
el peso tan rápido como se bajó. Ten eso siempre en mente. Lo
bueno lleva tiempo. Si tardas en bajar de peso, también será más
difícil recuperarlo. En ese sentido, la dieta cetogénica es
maravillosa: cada esfuerzo será recompensado con creces, créeme.
O no me creas: compruébalo.
-Mantén tus objetivos sencillos y estrictos. Por lo general, se
observan mejores resultados en las personas que restringen aún
más su ingesta de carbohidratos. Trata de mantener los
carbohidratos tan bajos como sea posible durante el primer mes. Sé
estricto eliminando el exceso de dulces y edulcorantes artificiales
(como los refrescos dietéticos). Eliminarlos disminuye
dramáticamente los antojos de azúcar.
-Bebe agua y complementa los electrolitos. Los problemas más
comunes provienen de la deshidratación o la falta de electrolitos.
Cuando comienzas con una dieta cetogénica (e incluso a largo
plazo), asegúrate de beber mucha agua, salar los alimentos y tomar
un multivitamínico. Si todavía tienes problemas, puedes pedir
suplementos electrolíticos específicos.
-Lleva un seguimiento de lo que comes. Es tan fácil
sobreconsumir carbohidratos cuando están escondidos en casi todo
lo que compras. Llevar un registro de lo que comes ayuda a
controlar la ingesta de carbohidratos y a ser responsable. He visto
muchos casos de personas que se entusiasman con esta idea, pero
luego la abandonan. Trata de no hacerlo. Las listas de este tipo son
extremadamente útiles para saber lo que comes.
CONCLUSIÓN
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