Apuntes Motivación
Apuntes Motivación
Apuntes Motivación
1. Introducción
2. ¿Qué es la Psicología?
Psicología en el lenguaje cotidiano es el arte de comprender y de actuar sobre las personas.
La psicología del sentido común muchas veces nos lleva a resultados contradictorios en temas verdaderamente
importantes. Esta es la que desarrollamos como consecuencia de nuestras experiencias
cotidianas.
La psicología de los psicólogos, se vale del método científico para contrastar los hechos. Para describir los hechos
científicos, un investigador imparcial tendría que hacer observaciones sistemáticas en condiciones tan claras que
estas puedan ser comprobadas por otros investigadores. Los hechos científicos son hechos empíricos que se
manifiestan y se registran siempre de la misma manera.
La tarea del psicólogo es establecer un conjunto de hechos a través de los hechos sistemáticos, tratando de
determinar las condiciones responsables de las acciones observadas.
Los psicólogos intentan descubrir las leyes generales que de forma ordenada pudieran explicar la diversidad de
conductas en la actividad del ser humano.
3. La definición de Psicología
Psicología procede de las palabras griegas psyché y logos, “ciencia del alma”.
Ha ido pasando de ser una “filosofía de la mente” a ser el “estudio empírico de los fenómenos de la mente”.
A finales del XIX, William James la definió como “la ciencia de la vida mental, de sus fenómenos y de sus
condiciones”, se centraba principalmente en las experiencias internas de la conciencia (sensaciones, sentimientos y
pensamientos).
En la 1ª mitad del S.XX, se la define como la “ciencia de la conducta”. Los psicólogos conductistas criticaron que no
se podían observar una sensación, sentimiento o pensamiento, pero sí de que modo los estímulos externos del
ambiente afectaban a las conductas manifiestas del ser humano.
A partir de los 60, se rescata el estudio de los procesos conscientes e inconscientes. Los psicólogos cognitivos
estudiaron cómo la mente procesa y retiene la información y los procesos psicológicos implicados. Se redefine la
psicología como la “ciencia del comportamiento y de los procesos mentales”.
En psicología “conducta” y “comportamiento” son sinónimos. El comportamiento humano como nuestro modo de
existir en el mundo. Podemos distinguir dos dimensiones fundamentales: exterior (pública y observable) e interior
(privada e íntima). Llamaremos conducta a la primera dimensión y conciencia a la experiencia interior. <Conducta y
conciencia constituyen aspectos esenciales de nuestro comportamiento> (Pinillos,1970).
A finales del S.XX la psicología avanzó y se expandió considerablemente. Nuevos enfoques en el estudio de la
conducta y de los procesos mentales, gracias a la introducción de nuevas tecnologías y a la incorporación de nuevos
campos de indagación.
La psicología pretende explicar cómo sentimos, percibimos, aprendemos, recordamos, resolvemos problemas, nos
comunicamos, nos relacionamos. Intenta entender, medir y explicar la naturaleza de la inteligencia, la motivación, la
personalidad, las perturbaciones mentales y emocionales, los problemas personales y sociales, …, definimos la
psicología como: “la ciencia que estudia la conducta de los individuos y sus procesos mentales,
incluyendo los procesos internos de los individuos y las influencias que se producen en su entorno
físico y social”.
Así, podemos matizar que:
• Es una ciencia, las conclusiones de sus investigaciones se basan en evidencias obtenidas con el método científico.
• Estudia la conducta, el objeto de estudio es el comportamiento observable.
• Estudia el comportamiento de los individuos, el sujeto del análisis psicológico es una persona o animal.
• Estudia los procesos mentales y el funcionamiento de la mente humana. Los procesos mentales o cognitivos son
aquellas actividades que realizan los individuos para conseguir diferentes actividades psicológicas.
• Estudia las influencias del entorno físico y social que afectan al comportamiento y procesos mentales.
La psicología se interesa por la conducta de los individuos, la sociología por la de grupos y la antropología por las de
culturas. Comparte intereses con otras ciencias.
**Definiciones psicología:
• Del griego → Ciencia del alma.
• De filosofía de la mente → a estudio empírico de los fenómenos de la mente.
• William James (finales XIX) → Ciencia de la vida mental, de sus fenómenos y sus condiciones.
• Conductistas (1ª XX) → Ciencia de la conducta.
• Cognitivos (2ª XX) → Ciencia del comportamiento y de los procesos mentales.
• Actual → Ciencia que estudia la conducta de los individuos y sus procesos mentales, incluyendo
los procesos internos de los individuos y las influencias que se producen en su entorno físico y
social.
4. La psicología científica
Harold Kelley (1992) señaló que existen dos tipos de psicología:
• Psicología del sentido común: es la que desarrollamos como consecuencia de nuestras experiencias cotidianas. No
es necesariamente incorrecta y no se puede menospreciar, pero frecuentemente sus explicaciones son vagas y
contradictorias.
• Psicología científica: es el saber que emana del uso del método científico. Proporciona un sentido de a orden a
nuestro saber diferenciando con los conocimientos del sentido común, que son válidos, de los que no.
Psicología científica: “es aquella ciencia empírica que va a contrastar sus proposiciones con los hechos,
combinando los conocimientos empíricos con los racionales, y ofreciendo una serie de conocimientos de carácter
sistemático que son completos, explicativos, coherentes y sin contradicciones internas ni externas. Utiliza el
método científico. Trata conocimientos sistemáticos que permiten relacionar hechos entre sí, a través de hipótesis,
leyes, teorías y paradigmas.”
Ciencia: “conjunto sistemático de hechos empíricos que se hayan integrados u ordenados de una manera
específica”. 1º objetivo, describir y clasificar los hechos empíricos según las características que presenten y
explicarlos. 2º explicar y predecirlos por el descubrimiento de sus relaciones causales. Debe conseguir unos
supuestos teóricos que le permitan describirlas regularidades y/o formular leyes de forma sistemática y
contrastarlas empíricamente.
Normas de la psicología científica: implican el compromiso del investigador con la objetividad, con la exactitud y
con el escepticismo.
Misión de la psicología científica: establecer un conjunto de reglas que guíen el estudio de los hechos empíricos. Se
propone determinar, con lenguaje preciso y riguroso, las reacciones objetivamente observables de los seres vivos
en determinadas situaciones.
1 empírica: Que está basado en la experiencia y en la observación de los hechos
El objetivo de toda ciencia es describir, explicar y predecir los hechos empíricos, además la psicología intenta
también modificar el comportamiento.
La psicología es una disciplina que no tiene un enfoque único, sino que existen simultáneamente
diversas escuelas o enfoques. Otros confirman que no tiene un enfoque único, si no que coexisten varios a la vez
(Staats, 1981; Koch, 1981).
Los enfoques más importantes son: Conductista, Cognitivo, Biológico, Psicodinámico, Humanista, Evolucionista,
Sociocultural. Sus planteamientos esenciales son:
• Enfoque conductista: se centra en el estudio de la conducta observable o manifiesta, considera que está
determinada principalmente por la estimulación exterior. Rechaza las explicaciones mentalistas y no tiene en
cuenta ni las emociones ni las raíces biológicas de la conducta. Analiza los efectos del ambiente porque predicen el
comportamiento y predisponen al organismo para dar o no una respuesta, y observan la respuesta conductual, para
terminar, examinando las consecuencias observables de esa respuesta. Para este, la conducta observable es su
principal objeto de estudio, porque es el acto lo que hay que entender, controlar y predecir. Como consecuencia del
afán por observar, la conducta quedó reducida a una red de conexiones sensomotoras entre E-R, relegaban el papel
del cerebro al encargado de conectar impulsos nerviosos procedentes de receptores con sus músculos o glándulas
correspondientes. La realidad es que entre E-R ocurren más cosas de las que imaginaban los conductistas.
Por su experimentación rigurosa y su estricta determinación de las variables experimentales, influyó en la psicología
científica durante gran parte del S. XX. Todavía continúa influyendo en otros enfoques psicológicos.
• Enfoque Cognitivo: alternativa al conductismo, se centra en el estudio del pensamiento y de todos los procesos
cognitivos o de conocimiento (atender, pensar, recordar y comprender). Considera que el pensamiento es a la vez
causa y efecto de las conductas. La conducta solo en parte está determinada por acontecimientos del entorno y las
consecuencias de conductas anteriores. No se puede comprender la conducta sin atender a los procesos cognitivos,
pues muchas conductas son el resultado de formas totalmente novedosas de pensar. Modelo E-O-R.
Estudia los procesos mentales superiores (pensamiento, memoria, leguaje, solución de problemas, toma de
decisiones…) y se interesa por lo que ocurre en la mente de las personas, sus procesos mentales superiores que
requieren una mayor elaboración psicológica. Por centrarse en los procesos mentales superiores, muchos consideran
que este enfoque domina la psicología actual.
• Enfoque Biológico: se basa en las relaciones entre la conducta y los mecanismos cerebrales, buscando las causas
del comportamiento por la actividad de los genes, el cerebro y los sistemas nervioso y endocrino. La actividad del
cerebro, partes del S.N, las hormonas y los cambios corporales que inducen, están íntimamente vinculados a lo que
hacemos, pensamos, sentimos, o decimos. Se fija en los efectos del cuerpo sobre pensamientos, sentimientos y
conducta, y pretende comprender como cuerpo y mente trabajan juntos para crear emociones, recuerdos y
experiencias sensoriales. Pretende explicar cómo se modifican las estructuras físicas y los procesos bioquímicos de
cualquier función psíquica, incluyendo de igual modo, a la conducta.
Las conductas se entienden en gran medida como el resultado de actividades químicas, fisiológicas y eléctricas en y
entre las células nerviosas. Asumen que los procesos psicológicos se pueden entender en última instancia como
procesos bioquímicos y fisiológicos.
La neurociencia de la conducta, disciplina actual de esta corriente que pretende comprender el funcionamiento de
los procesos cerebrales subyacentes a las conductas (sensación, aprendizaje, emoción…). Las técnicas de
imagenología cerebral han producido notables descubrimientos.
• Enfoque Psicodinámico: parte del principio de que la conducta surge de impulsos y conflictos inconscientes. La
conducta es impulsada por fuerzas instintivas, conflictos internos y motivos conscientes e inconscientes. Muchas
acciones y formas de desorden psicológico surgen de impulsos o fuerzas inconscientes, y por eso se ocupa de la
dinámica interior inconsciente de fuerzas internas, conflictos y energía de los instintos.
Para los psicodinámicos o psicoanalistas, que enfatizan el papel de fuerzas y conflictos internos de la conducta, los
actos humanos surgen de instintos innatos, impulsos biológicos e intentos por resolver conflictos entre las
necesidades personales y las exigencias de la sociedad.
Sigmund Freud (1856-1939) elaboró los principios psicodinámicos analizando los rasgos del carácter, y los trastornos
psicológicos en términos de pulsiones sexuales y/o agresivas, o como efectos disfrazados de traumas infantiles.
El enfoque psicodinámico ha sido considerado no científico, porque se aparta del método científico utilizado
actualmente, ya que utilizan su propia metodología, no se pueden someter a pruebas como exige la investigación
científica. Karl Popper (1994) afirmó que el psicoanálisis no es ciencia porque muchas afirmaciones no se podían
probar. En cambio, Roudinesco (205) indica que se tienen que reconocer estas teorías ya que han tenido y tienen
gran repercusión.
● Enfoque humanista: surgió en la década de los 50 como reacción a los enfoques psicodinámico y conductista.
Destaca la capacidad inherente del ser humano de tener libre voluntad y no estar bajo el control de los factores
internos y externos. Se interesa por la capacidad del hombre para elegir sus propias pautas de vida, ya que sólo él
puede hacer elecciones racionales con respecto a su propia conducta. Enfatiza las tendencias hacia el crecimiento
personal que existe en cada uno de nosotros, para convertirnos en la mejor persona que podamos ser, con el
objetivo de alcanzar niveles de madurez y de realización muy superiores. El proceso de crecimiento sólo se
interrumpe cuando interfieren obstáculos externos, y es en esos casos, cuando se producen los desórdenes
psicológicos.
Los humanistas estudian también la conducta, pero no la reducen a E-R observables de los experimentos de
laboratorio, sino que se esfuerzan por entender la conducta de un modo global y subjetivo, intentando buscar más
las valoraciones personales que permitan encontrar algún significado útil para el individuo. Su punto de interés, el
ser humano, su capacidad de ser libre, preocupándose también de las influencias sociales y culturales que le
condicionan.
Sus planteamientos e investigaciones presentan problemas metodológicos, que difícilmente encajan en la psicología
científica actual. No es científica.
Carl R. Rogers (1902-1987) y Abraham Harold Maslow (1908-1970) promovieron el enfoque humanista.
Defendieron que para estudiar la psicología humana había que hacerlo desde una perspectiva holística, es decir, se
debía abarcar el estudio de la persona en su totalidad: mente, cuerpo, conducta del individuo, influencias sociales
y culturales. Postularon que la conducta humana busca la autorrealización personal y la motivación nos impulsa a
alcanzar la máxima plenitud. Este enfoque tiene sus limitaciones, pero ha tenido un gran impacto en el desarrollo de
nuevos métodos psicoterapéuticos.
• Enfoque Evolucionista: la conducta y las facultades mentales de los humanos evolucionaron, al igual que las
capacidades físicas, con una finalidad de adaptación para sobrevivir en su entorno natural. Se centra en determinar
la importancia de factores genéticos y la experiencia en relación con aspectos específicos de la conducta, sugiriendo
que la conducta es moldeada por las tendencias y disposiciones heredadas.
Los evolucionistas investigan las condiciones ambientales en las que se desarrolló el cerebro humano, estudiando
los mecanismos mentales o las adaptaciones psicológicas que hayan podido evolucionar. Se valen del estudio
sistemático con gemelos idénticos, separados al nacer, para obtener evidencias del importante papel que tienen
los factores genéticos en la conducta humana.
Une la psicología contemporánea con la idea central de la teoría de la evolución por selección natural de Charles
Darwin (1809-1882), señalando que los organismos mejor adaptados tienen descendientes más adecuados que los
mal adaptados. Con el paso de las generaciones las especies cambian en la dirección de conseguir una mayor
adaptación. Según Gerhard Medicus (2015) trata de aplicar la teoría de la evolución de Darwin a la psicología y otras
ciencias humanas, con el fin de comprender la estructura y evolución de la mente. Actualmente John Tobby y Lead
Cosmides (2015) defensores de este enfoque, pretenden entender como el comportamiento humano ha sido
programado por los propios genes de generación en generación con una función adaptativa.
• Enfoque sociocultural: se fundamenta en las influencias sociales y culturales que rodean a las personas y que
tienen un considerable impacto en sus comportamientos. La conducta está fuertemente determinada, por factores
sociales y culturales que deben conocerse en profundidad para comprenderla.
Los psicólogos socioculturales defienden que la cultura es un factor determinante en la conducta humana, y
estudian las diferencias que existen entre las distintas culturas, examinando causas y consecuencias de sus
comportamientos y realizando sus interpretaciones exclusivamente en su contexto cultural. La p. sociocultural
asume que la idea de cultura y mente son inseparables. Postula que la vida mental incluyes aspectos intelectuales y
afectivos, porque su origen es sociocultural. Pretenden determinar si las teorías psicológicas se aplican a todos los
seres humanos o sólo a poblaciones reducidas y determinadas. Critican que la mayoría de las investigaciones
psicológicas se realizan exclusivamente con sujetos estadounidenses blancos de clase media. Sostienen que algunas
afirmaciones universales del enfoque psicodinámico son incorrectas, porque no se pueden aplicar en otras culturas
con una estructura social distinta de la occidental. Han adoptado una perspectiva multicultural, sobre los temas que
estudian, planteando las dificultades y los continuos desafíos a las generalizaciones de la experiencia humana que
ignoran la diversidad social y la riqueza de culturas. Michel Cole (2003) sostiene que la mediación a través de la
cultura es la principal característica del pensamiento, lo demostró aplicando diversas cuestiones teóricas,
metodológicas y prácticas en el estudio del desarrollo humano.
Ø 1ª fuerza: Conductual.
Ø 2ª fuerza: Cognitiva.
Ø 3ª fuerza: Psicología positiva. Es un nuevo auge del humanismo, pero con carácter científico ya que utiliza el método científico.
Para que una disciplina pueda ser aplicada, debe basarse en los conocimientos teóricos o básicos de esa ciencia. Los
problemas prácticos o aplicados de toda ciencia no se pueden resolver sin la información previa desarrollada por la
ciencia básica. Para que sea una ciencia, debe basarse en los conocimientos teóricos de la
psicología básica. La aplicación de la psicología debe estar siempre basada en la investigación de la
psicología básica.
La psicología básica es la parte de la psicología científica que estudia los conocimientos básicos y fundamentales
necesarios para que pueda actuar de forma adecuada la psicología aplicada.
La mayoría de los psicólogos que trabajan en investigación, trabajan en psicología básica, realizando “investigación
pura”, buscan respuestas con el único fin de aumentar el caudal del propio conocimiento psicológico. Los que
trabajan en psicología aplicada se valen de esos descubrimientos de los p. básicos para resolver los problemas de la
vida cotidiana. Ambas psicologías son complementarias.
La psicología básica abarca todos los conocimientos psicológicos sobre la conducta y los procesos mentales que no
son aplicados, y aunque estudia muchos conocimientos, los más importantes son los conocimientos científicos sobre
los procesos psicológicos básicos.
• Forma parte de la psicología científica porque utiliza los métodos y las normas aceptados por la ciencia.
• Estudia la naturaleza y el funcionamiento de la conducta y los procesos mentales, esto es, los conocimientos
psicológicos que definen, descubren y explican el origen y el funcionamiento de los procesos mentales y de la
conducta humana.
Psicología Aplicada: la parte de la psicología científica que se ocupa de la funcionalidad de la conducta y de los
procesos mentales en los distintos ambientes o situaciones en los que actúan los individuos, tanto de forma
individual como colectiva, incluyendo además su dimensión patológica.
Dorsch (1982): la psicología básica se ha convertido en la base de toda la psicología, como ciencia experimental
independiente, que permite la aplicación en los diversos campos de la actividad humana.
Psicología Básica: es la parte de la psicología científica que utiliza el método experimental como método científico
para estudiar la conducta y los procesos mentales, haciendo hincapié en el conocimiento de los procesos
psicológicos básicos.
Procesos psicológicos básicos: conocimientos psicológicos que representan a la mayoría de los procesos mentales.
Todos estos procesos tienen una misión específica, distinta y fundamental, que permiten a los individuos desarrollar
las diferentes actividades psicológicas.
La motivación; proceso dinámico e interno, que hace referencia al deseo de querer cubrir una necesidad. La
motivación nos mueve a realizar unas conductas y a no hacer otras, dependiendo de nuestros motivos expresados
como deseos, pulsiones o necesidades, que se producen en cada momento. Ej: estar motivado para un logro
personal= deseo, tener hambre= necesidad.
En psicología, el concepto ha surgido principalmente para conocer las causas que desencadenan el
comportamiento de los organismos. La psicología de la motivación intenta dar respuesta al “por qué” de nuestro
comportamiento, cuáles son las causas de que hagamos o no determinadas cosas, por qué nos comportamos como
lo hacemos. Nos interesamos por ella como proceso explicativo de la conducta, para comprender lo que nos
mueve a los individuos a actuar de una u otra manera.
La finalidad de la psicología de la motivación debe ser explicar cómo y por qué se inicia una conducta o acción
determinada, o cómo y por qué se produce un cambio en la actividad (Fernández-Abascal 2001, 2003).
La motivación; concepto que se puede utilizar para explicar los diferentes momentos en el comportamiento
observable de una persona, como son:
La mayoría de los investigadores han considerado la motivación como un concepto explicativo relacionado con la
fuerza o energía que activa, dirige y mantiene el comportamiento.
Motivación, del latín movere que significa moverse. El concepto de movimiento está implícito en las ideas sobre la
naturaleza de la motivación, supone algo que alcanzar, que nos mueve y nos ayuda a completar las tareas. En el
diccionario, motivación hace referencia a “dar causa o motivo para una cosa” y la palabra motivo significa “que
mueve o tiene eficacia o virtud para mover” y el concepto de movimiento indica “acción y efecto de mover
moverse”. Motivo y movimiento tienen cierta similitud, ya que hacen referencia a dos dimensiones comunes:
dirección e intensidad. Son constructos hipotéticos o teóricos que sirven para explicar un efecto concreto, aunque
no son observables directamente.
Prácticamente todos los conceptos motivacionales (instinto, necesidad, impulso, incentivo…) hacen referencia a
algún tipo de proceso no directamente observable que proporciona la fuerza o energía que activa y mantiene el
comportamiento.
El modelo E-R (estimulo-respuesta) rechaza los sucesos no observables. La mayoría han optado por el modelo E-O-R
(estimulo-organismo-respuesta) que acepta los sucesos no observables, admitiendo que existen procesos
mediadores que tiene lugar en el interior del organismo, y que son en realidad los que permiten dar una explicación
del comportamiento.
La motivación es un proceso adaptativo que tiene una función fundamental en la vida de todos los organismos,
como es prepararnos para adaptarnos al medio ambiente que nos rodea, con la única finalidad de conseguir la
supervivencia. En el caso del ser humano la supervivencia no tiene connotaciones de vida o muerte, sino con los
comportamientos que hacen mantener o alterar nuestra trayectoria vital, buscando objetivos (reproducción,
realización personal…)
La motivación es el proceso psicológico que hace referencia a la causa de la conducta general, y el motivo es la
causa concreta de la conducta motivada.
• M. innatos: también denominados biológicos, son motivaciones centrales que, desde el nacimiento están
funcionalmente relacionadas con la subsistencia del individuo y de la especie (Palmero 1997). Ej.: hambre, sed,
sueño, sexo, motivo maternal, lucha, huida…
• M. adquiridos: también denominados sociales, son motivaciones centrales que, después de un proceso de
aprendizaje, están relacionadas con el crecimiento general de los sujetos. Ej.: motivo de logro, de poder, de
afiliación…
Esta distinción es fundamental para entender la psicología de la motivación. Los innatos son comunes a todas las
especies, y los adquiridos, aunque también están presentes en algunas especies, parecen exclusivos de los seres
humanos.
La motivación está relacionada con la actividad cognitiva de dos maneras distintas: por la relación que guarda con
los restantes procesos psicológicos básicos (como aprendizaje, atención, memoria…) interactuando con ellos; Por los
determinantes cognitivos de la propia motivación, que relacionan a la persona con su ambiente a través del
pensamiento, indicándole cómo actuar con respecto a la situación en la que está interesado.
La motivación guarda una relación muy estrecha con el proceso de la emoción, ambos son procesos activadores.
Ej.: el hecho de que una persona consiga sus metas u objetivos le va a producir emociones positivas o placenteras, mientras que
el no alcanzarlas le va a producir emociones negativas o desagradables; y, viceversa, las emociones positivas nos motivan para
obtenerlas y las negativas nos motivan a su evitación. De este modo las consecuencias emocionales sirven como
refuerzos o castigos para nuestro comportamiento motivado.
• La motivación es el proceso psicológico básico que hace referencia al constructo hipotético que explica la
consecución de objetivos relacionados con el mantenimiento o mejoras en la supervivencia de un organismo.
• El proceso motivacional hace referencia a la interacción entre un individuo y su medio ambiente, puesto que en
el caso de que ocurra dicho proceso, este acabará con una conducta motivada dirigida hacia una meta particular en
un momento concreto, por parte de un individuo determinado; ej.: las acciones de un sujeto hambriento para buscar
comida.
• La conducta motivada es la consecuencia o resultado del proceso motivacional; ej: la conducta de comer.
• Estado motivacional: hace referencia a un estado motivacional dinámico y transitorio; es decir, se produce una
acción motivacional en una situación temporal u ocasional determinada.
• Rasgo motivacional: la motivación es descrita como una predisposición respecto a las tendencias de acción. Hace
referencia a las características individuales o predisposición (como su personalidad) que tiene cada persona ante
una acción.
Los estudios sobre el estado motivacional han buscado las diferencias de motivación en las distintas situaciones
(futbol, trabajo, estudios…) mientras los estudios sobre el rasgo motivacional han subrayado las diferencias entre los
individuos, buscando, entre otros aspectos, los diferentes rasgos de personalidad.
Las actuales teorías cognitivas defienden que los factores que más influyen en la motivación son los pensamientos
de los individuos, sus creencias y sus emociones. Para Locke y Latham (2004) motivación se refiere a factores
internos que impulsan la acción y a factores externos que pueden actuar como incentivos; destacan 3 aspectos de la
acción que pueden ser afectados por medio de la motivación: dirección (elección), intensidad (esfuerzo) y duración
(persistencia). Ferguson (2010) señala que la motivación conduce a la instigación, a la persistencia, a la energización
y a la dirección del comportamiento.
Motivación: el proceso adaptativo que energiza y dirige el comportamiento hacia un objetivo o meta de una
actividad, a la que instiga y mantiene.
^
Analizando esta definición por partes:
• Es más un proceso adaptativo que un producto. Como proceso, no lo podemos observar directamente, sino que lo
tenemos que inferir a través de ciertas conductas. Es adaptativo porque es el resultado de un estado interno del
organismo, que le impulsa y dirige hacia una acción en un sentido determinado.
• Es el concepto que usamos para describir las fuerzas que actúan sobre el organismo para que inicie, active y dirija
la conducta.
• Implica la existencia de unos objetivos o metas que dan ímpetu y dirección a la acción., actuando como incentivos
o expectativas.
• Requiere cierta actividad física o mental. Física porque implica esfuerzo, persistencia… mental porque incluye
varias acciones cognitivas (planificación, organización, toma de decisiones…).
• Es un proceso que instiga y mantiene a la conducta motivad. Si dirigirse hacia una meta es un paso
difícil/importante, porque involucra un paso a la acción, lo es más ser capaz de sostenerla (estudiar psicología).
En resumen, la motivación es un proceso adaptativo que impulsa y dirige la ejecución de una determinada acción o
conducta.
Su estudio intenta explicar cómo responden las personas a las dificultades, a sus problemas, fracasos y a los
inconvenientes que aparecen cuando se persiguen esas metas a largo plazo. De hecho, los procesos motivacionales
implican expectativas, atribuciones y afectos, que sirven para ayudar a iniciar y a mantener cualquier motivación.
Podemos crear un estímulo o una situación estimular que sepamos que induce un estado de motivación en un
individuo y, a continuación, medimos cómo afecta a su conducta. Ej.: sabemos que la privación de alimentos, por
tiempo determinado, induce a la motivación del hambre (estamos creando una situación estimular).
Si queremos saber cómo afecta a la realización de una tarea lo motivada que esté una persona, debemos comparar
esa situación estimular creada (privación de alimentos) con una situación de control (no privación). Erwin y Ferguson
(1979) estudiaron como influía la motivación del hambre en un grupo de estudiantes en una tarea de
reconocimiento de palabras con una recompensa de golosinas. A la mitad de los estudiantes se les expone a doce
horas de ayuno y a la otra mitad se les da una comida antes del experimento. Luego se les compara. Variable
independiente el hambre. Variable dependiente, la medida en la ejecución de la tarea. Los hambrientos lo hicieron
significativamente mejor.
Se puede medir también la motivación por el tipo de respuesta que realiza un individuo, eso es, medimos las
respuestas que realizan uno o varios sujetos con distinto nivel de motivación y las comparamos entre sí. En este
caso no creamos una situación estimular, sino que averiguamos en qué nivel de motivación se encuentran los
sujetos, en función de sus respuestas.
En algunas situaciones experimentales es preferible una medición de la respuesta y en otras, es más útil una
medición del estímulo, ya que ambas tienen ventajas y/o limitaciones. Underwood (1957) describió las ventajas de
un tercer tipo, la medición estímulo-respuesta, que incluye las ventajas de la situación estimular como las de
medición por respuestas: proporciona mayor rigor.
• Fiabilidad: Condición experimental que indica que algo se puede replicar o repetir.
• Validez: Condición experimental que nos indica que se mide lo que se supone que se debe
medir.
Cuando los psicólogos crean un test o escala, este necesariamente tiene que ser fiable (fiabilidad o precisión del test
como instrumento de medida que se pueda utilizar repetidas veces para replicar una prueba) y válido (mide
exactamente lo que se pretende medir).
El estudio de la motivación debe ser entendido siempre desde la perspectiva de la dimensión humana, aunque
para ello se estudie a veces con animales, ya que pueden aportar mucha información sobre la motivación humana.
Respecto a motivación Steers, Mowday y Shapiro (2004) afirman que los primeros intentos de entender la
motivación humana datan del tiempo de los filósofos griegos, se enfocaron en el concepto de hedonismo.
Sócrates (470-399 a.C) fue el primero en emplear y promover el diálogo como mejor medio para motivar.
Los dos principales filósofos griegos que han realizado las más importantes aportaciones al mundo de las ideas y en
el estudio de la motivación, han sido:
En la psicología posterior crea controversia entre herencia y experiencia. Unos justifican la conducta a través de la
experiencia y otros se oponen diciendo que gran parte de la conducta está programada por la herencia. Hoy día la
mayoría de los psicólogos acepta que la conducta es una combinación de herencia y experiencia. Es importante
para el estudio de la motivación, ya que ambas se combinan para activar los estados motivacionales. Algunos se
explican mejor como secuencias programadas genéticamente, y otros es evidente que se aprenden.
Aristóteles introduce la idea del animismo, esto es, que el alma es libre (libre albedrío) y existe en todos los seres
vivos. Según el animismo, las conductas de los animales son libres y no están determinadas previamente. Hasta el
siglo XVI se creyó mucho en la idea del animismo, por eso todas las civilizaciones antiguas eran animistas (incluyendo
la egipcia).
En el siglo XVII surge el determinismo, contrario al animismo. Para los deterministas, todo el universo dependía de
leyes causales, y todo estaba sujeto a ellas. Las conductas que realizan los animales no eran libres, sino que
actuaban como verdaderas máquinas automáticas, como máquinas mecánicas. Esta idea es llamada mecanicismo,
se basa en 2 principios fundamentales: principio de causalidad y la existencia de las leyes físicas universales por la
que se rige el comportamiento de las cosas. Rápidamente fue aceptada por los deterministas, que defiendían que las
conductas no son libres, sino que provienen de las condiciones que las anteceden, es decir que tienen causas y están
determinadas previamente. Posteriormente la psicología moderna prefirió las ideas deterministas a las animistas.
John Locke es el máximo representante de los empiristas ingleses. Propone que toda experiencia sensorial que
ocurre por la acción de un estímulo es un fenómeno subjetivo, porque las cualidades físicas que sentimos de los
estímulos no se encuentran en los estímulos mismos, sino en la mente de los individuos. Un ejemplo es el
experimento de Locke en 1690 con tres vasos de agua (fría, caliente y templada).
La segunda aportación, relacionada con el pensamiento asociacionista señalaba que las ideas son las unidades
elementales de la mente, que nacían de la experiencia. Pueden ser de dos tipos:
• Simples: son unidades elementales y no se pueden analizar. • Complejas: se pueden descomponer en otras más
simples.
Concepto de asociación: las ideas complejas no son más que la asociación de otras más simples. Nuestro
conocimiento de las cosas se produce de acuerdo con las leyes de la asociación de ideas (alas + caballo = caballo
volador). El concepto de asociación se va a ir convirtiendo en uno de los axiomas fundamentales de la psicología,
pues se puede establecer que las conexiones entre los diferentes contenidos mentales dependen de la experiencia.
También se pueden establecer asociaciones entre estímulos, respuestas y recompensas. Implantan las bases de la
psicología del aprendizaje. Los motivos humanos (motivación) se aprenden de la misma manera. Algunos motivos
humanos resultan muy complejos, pero adquieren sus propiedades motivadoras al asociarse con otros más
elementales.
El asociacionismo presenta graves problemas como el desinterés por todo lo que significaba la mente y la reducción
de la percepción a meras sensaciones pasivas, no elaboradas por el pensamiento.
Constructivismo kantiano: el hombre a través del conocimiento puede elaborar sus construcciones mentales.
• Conocimiento o cognición.
• Sentimiento o emoción.
• Conación (motivación). Pretendió describir una condición implícita en las personas que les permitía realizar sus
acciones siguiendo las leyes de la razón. De esta manera si una persona se convencía a sí misma, actuaba movida
por la conación (motivación).
El positivismo defendía la idea dualista, los animales, por ser irracionales, se comportaban de determinada manera
por el impulso de una motivación instintiva. En cambio, los seres humanos al ser racionales y estar impulsados
también por los instintos, reflejan en su conducta tanto la experiencia como los instintos.
En 1838 se llegó a la conclusión de que diferentes fibras nerviosas transmitían diferentes tipos de información. El
fisiólogo Johannes Müller (1801-1585) propuso la ley sobre la energía específica de los nervios sensoriales, según la
cual <cada sensación depende de la clase de receptor y del tipo de fibra nerviosa que excita y no de la clase de
energía física que inicia la excitación>. Esta teoría significa que el sistema nervioso pasa a considerarse un
mecanismo activo y descodificador, y se constataba la existencia de una energía diferente para cada sentido.
La neurofisiología contemporánea ha refutado esta posición, ya que se ha demostrado que una misma fibra
sensorial puede recibir impulsos de hasta 3 mil terminaciones distintas, y que, una sola neurona central puede
recibir estimulaciones procedentes de muchas fibras sensoriales. El descubrimiento de las “áreas de proyección
corticales” en el cerebro, confirma que, con independencia de la clase de energía que inicie la estimulación
sensorial, existían zonas específicas en el cerebro que actuaban ante una determinada estimulación sensorial
(aferencias) y que en estas áreas se daban las correspondientes respuestas (eferencias) que permitían que el sujeto
percibiera una sensación.
José Luis Pinillos indicaba que desde un punto de vista estructural cabe distinguir en el SN tres momentos de honda
significación psicológica:
- 1) fase de entrada, recepción de estimulación y transmisión hacia el centro del sistema, al llamamos aferencia.
- 2) periodo de elaboración central de las aferencias a distintos niveles de complejidad al que llamamos integración.
- 3) fase final, el cerebro inicia los impulsos de salida¸ que inervan los movimientos glandulares o musculares, que
llamamos eferencia.
En 1789, el físico y fisiólogo Luigi Galvani (1737-1798), conectó la pata de una rana decapitada a una batería
eléctrica y descubrió que la energía que fluía por el nervio podría ser de naturaleza eléctrica. Boring (1950) señaló
que este descubrimiento demostró la naturaleza eléctrica del impulso nervioso y también posibilitó estudiar la
función del sistema nervioso aplicando métodos experimentales.
A comienzos del S. XIX, se inició el estudio científico sobre la estructura y funciones del cerebro. Hoy conocemos las
funciones de ciertas zonas del cerebro. Por ejemplo, la actividad del hipotálamo se relaciona directamente con los
cambios en varios estados motivacionales.
La escuela fisiológica de la reflexología rusa (siglo XIX) centro su interés en el concepto de reflejo y en la conducta
refleja. La obra “Reflejos del cerebro” (I.M. Sechenov, 1863) mantuvo que toda acción humana, incluidos los
procesos mentales, no eran más que cadenas complejas de reflejos y que toda actividad psíquica estaba iniciada
siempre por una estimulación externa, y tenía carácter reflexivo. Ivan Petrovich Pavlov (1849-1936) centro sus
investigaciones sobre la fisiología del sistema nervioso superior y sobre el estudio de los reflejos condicionados.
La corriente funcionalista pretendió estudiar la mente con el objetivo de conocer cómo funciona está en su
adaptación al medio ambiente. Su trascendencia fue su interés por estudiar el comportamiento de los animales.
Definió la motivación con el término impulso. Woodworth (1918) lo utilizó como una forma de proceso mecánico,
con el propósito de enfatizar la importancia de la energía acumulada en el organismo para impulsar la conducta.
Los conductistas definen la motivación con el término “incentivo”. Rechazaron el concepto de instinto para
favorecer el estudio del aprendizaje. La motivación por incentivos significaba motivar a través de premios y
castigos. Así conseguían que un sujeto aprendiera una nueva respuesta.
En 1920 se emplea por primera vez el concepto de motivación haciendo referencia a un proceso interno no
observable pero que estaba vinculado a eventos externos y observables.
• Dimensión Innato-Adquirida:
Las primeras teorías de la motivación (Mc Dougall, 1923) defendían que estaba controlada principalmente por los
motivos innatos a los que llamaron “instintos”. Después fueron predominantes las tendencias adquiridas, debido
principalmente al estudio de los factores de aprendizaje en la conducta motivada.
• Dimensión Interna-Externa: Hace referencia al origen o procedencia de los motivos que puede ser interno o
externo.
o Motivos internos: Parten de la idea de que los estados motivacionales pueden conceptuarse como
necesidades internas que tiene el individuo dentro del organismo. Ej: el motivo de hambre. Dichas
necesidades activan y dirigen la conducta hacia elementos ambientales (como una manzana). Este enfoque
expresa las necesidades en términos puramente fisiológicos, pero algunos autores incluyen necesidades
sociales y psicológicas.
o Motivos externos: La causa que los produce está en el ambiente exterior (en el medio social), fuera del
organismo. Ej: Motivos de logro, poder y afiliación son fuentes externas creadas por los objetivos o metas.
• Dimensión Mecanicista-Cognitiva:
o Enfoque mecanicista: Supone que los cambios de ciertos factores activan e impulsan al organismo a
realizar una determinada conducta, de una manera automática sin que el organismo tenga ningún tipo de
conciencia o intención del pensamiento. Ej: Motivos internos como hambre, sed y el sexo son
desencadenados automáticamente por factores fisiológicos (concentración de azúcar, desequilibrio de
líquidos, secreción de hormonas…) sin que el organismo tenga ninguna conciencia de ello.
Este enfoque estudia los estados de necesidad interna y los patrones innatos de la conducta motivada.
o Enfoque Cognitivo: Señala que la forma de interpretar la información, influye en los estados
motivacionales, y que los organismos son conscientes de lo que les ocurre, por lo que defienden que los
procesos motivacionales tienen un origen en el pensamiento. Los partidarios de este enfoque, suelen estar
más interesados en la motivación externa y en los motivos adquiridos.
La motivación es compleja y todos estos enfoques tienen una cierta parte de verdad. Algunas veces
se entiende mejor la conducta motivada como procedentes de estados internos y otras como resultado de la
información exterior.
La combinación de las distintas dimensiones ayuda a explicar y encuadrar mejor las distintas teorías
dedicadas al estudio de la motivación. Petri (1981) señala que la motivación desde una teoría del instinto se
situaría en una perspectiva nomotética, porque establece leyes generales que explican la motivación para
todos; mecanicista, porque entendía la motivación sin intervención de la conciencia; innata, controlada por
motivos innatos e interna, que se activa tanto ante estímulos internos como externos. En cambio, las teorías
conductistas van dentro de una dimensión nomotética, adquirida, externas y mecanicista.
Cualquier teoría u orientación de la motivación se clasificará en base a estas cuatro dimensiones, y se
diferenciará de otra en función de la posición de estas.
Como conclusión, no contamos con una única teoría general que explique la motivación de una manera
integral y mejor que las demás.
La estimulación eléctrica es la técnica más utilizada en animales. Olds y Milner (1954) se estimulaban eléctricamente
con electrodos diversas partes del cerebro de una rata. Consiguieron demostrar que las ratas estimuladas
eléctricamente estaban más motivadas y se esforzaban mucho más en realizar la tarea experimental. Conductas
motivadas como comer, beber y las conductas de excitación sexual, miedo, agresión… pueden ser modificadas
fácilmente manipulando ciertas zonas del cerebro.
Otra técnica menos invasiva es el registro de la actividad eléctrica natural del cerebro obtenida durante los estados
motivacionales (EEG). En la actualidad, las técnicas de neuroimagen funcional permiten identificar en directo los
correlatos neuroanatómicos de los procesos cognitivos y motivacionales, visualizando las zonas del cerebro que
intervienen en determinadas actividades relacionadas con la motivación.
Un ejemplo típico es la investigación a nivel individual de Albert Bandura (1961) sobre agresión en niños utilizando el
aprendizaje observacional o por imitación.
Los psicólogos sociales en este nivel de análisis intentan estudiar los motivos que impulsan a las personas a
comportarse de manera diferente cuando están en grupo. Recordar los experimentos de Asch en los que los sujetos
cambian sus respuestas, aun sabiendo que son erróneas, para satisfacer sus necesidades de pertenencia a un grupo.
La diferencia fundamental entre los niveles de análisis individual y social: el individual busca determinar cuáles son
los factores que influyen en la conducta personal, y en el social se investiga cómo la pertenencia a un grupo influye
en los motivos de las personas, modificando o cambiando su propio comportamiento.
Cuando queremos estudiar la influencia del grupo en el individuo, lo llamamos análisis a nivel social.
Por ejemplo, en las teorías psicoanalíticas de Freud, la motivación era considerada en forma negativa, y su
existencia provocaba un estado de tensión en el individuo. Los psicólogos humanistas presentan un fuerte contraste
con esta concepción negativa. Rogers y Maslow sostienen que la conducta humana busca ante todo la
autorrealización, por lo que la motivación es un estado positivo que nos impulsa a alcanzar el pleno potencial de la
persona. Ambos enfoques constituyen un enfoque del análisis filosófico. Como ejemplos sirven, pero debemos
rechazar este nivel de análisis, porque no se basan en datos empíricos.
• Paradigma experimental: el investigador es quien manipula una o más variables y determina de esta
manera los efectos que esto pueda tener en otras variables. Ej: experimento de privación de comida con
ratas, en el que se manipula la situación estimular (provocar hambre (VD)) y se mide la respuesta (velocidad
a la que corre en busca de comida (VI)).
Con el método experimental se clarifican las relaciones causa-efecto que nos ayudan a entender la
naturaleza de la motivación. Sin embargo, su alcance no es muy amplio, ya que es difícil controlar todas las
variables y sus resultados son poco naturales. La diferencia entre variable dependiente es que depende
exclusivamente del sujeto experimental, y la variable independiente depende del experimentador.
• Paradigma correlacional: el investigador no manipula variables, sino que busca encontrar las relaciones
existentes entre ellas. Por ejemplo, si queremos encontrar la relación entre la motivación de los estudiantes
en una determinada tarea y su autopercepción de sus propias capacidades, debemos hacer un estudio
correlacional. Para ello medimos previamente la autopercepción de sus capacidades mediante un
cuestionario o autoinforme y después medimos la motivación en función al grado de interés prestado a la
tarea. Sirve para encontrar relaciones entre variables, pero tienen el inconveniente de que no se identifican
relaciones de causa-efecto. Sirve para comprender las situaciones motivacionales y para planificar futuras
investigaciones.
• Paradigma cualitativo o interpretativo: enfatiza el estudio de una manera más intensa, más descriptiva
con mayor carga interpretativa. Es un método muy variado y versátil, sin un procedimiento concreto, que
puede cambiar mucho de una investigación a otra. Lo importante es el rigor científico de los instrumentos y
los medios que se utilicen para investigar, y la interpretación de los resultados que se deriven de ellos. No
intenta experimentar ni correlacionar variables, solo conocer en profundidad los aspectos más concretos
de una investigación. Útil cuando se está interesado en la estructura de las situaciones y en conocer los
diferentes significados y perspectivas que mantiene un grupo de individuos. Se puede utilizar para estudiar el
motivo de afiliación entre un grupo de personas que trabajan en una empresa, a través de complejos
sociogramas, con el fin de conocer los mejores compañeros de trabajo y crear así un ambiente más
productivo. También se usa cuando no se puede usar el método experimental porque se corre el riesgo de
falsear la realidad, o cuando no se puede llevar a cabo una investigación correlacional porque no es posible
medir la relación entre variables.
Se da mucha importancia al análisis exhaustivo y a la interpretación de los datos. Se suele experimentar con
pocos sujetos y por ello los resultados no se pueden generalizar, es difícil sacar conclusiones prácticas y
tienen poca fiabilidad.
• Estudios de laboratorio: situaciones muy controladas. Su mayor ventaja es que los experimentos permiten
un mayor control sobre los factores extraños, que pueden contaminar las respuestas de los sujetos
experimentales. Se pueden controlar multitud de variables (luz, temperatura, ruidos externos…) que
podrían afectar a los resultados.
• Estudios de campo: se dan en entornos naturales (lugar de trabajo, escuela…) sin mucho control
experimental. Sus investigaciones se pueden generalizar más fácilmente a otros entornos similares porque
se han desarrollado en situaciones reales.
Para Ferguson (2000), la motivación es un proceso dinámico interno que energiza y dirige las tendencias de acción
de los individuos.
• Haciendo referencia a la intensidad en la movilización de la energía o cantidad de esfuerzo que es necesario para
llevar a cabo cada acción. En ese caso la variabilidad de la intensidad indica la fortaleza o la debilidad de la
motivación. Intensidad es una variable cuantitativa.
A la intensidad se la ha llamado:
o Arousal (Anderson, Brehm y Self, 1990) relacionado con los patrones específicos de la actividad cerebral.
o Tensión dinamogénica (Courts, 1942) o Movilización de la energía (Duffi, 1951) o Activación (Duffy, 1962;
Malmo 1959; Thayer, 1970) para indicar el aspecto energético, cuantitativo o de intensidad de la motivación.
La mayoría de definiciones sobre la motivación recoge los aspectos de activación y dirección. Cada enfoque se
centraba en un aspecto:
• El conductismo fue considerada en términos de función energizante al ser lo único observable y medible.
• La psicología cognitiva se centró en los aspectos direccionales por que requerían de procesos mentales.
Resumen
Dirección => forma selectiva en la que la energía es gastada/ experimentada => Cognitivismo
Activación => cantidad o intensidad de esa energía => Conductismo
2. Activación
Activación: característica energizante de la motivación. Es una de las variables responsables del inicio,
mantenimiento, intensidad y finalización de la conducta motivada.
Según Cannon (1929) La activación tenía una función motivacional energética. La activación se identificaba con la
activación fisiológica del organismo y, más concretamente, con los cambios y/o respuestas fisiológicas del SNA.
Para el los cambios fisiológicos que acompañan a los estados motivacionales tienen como principal función preparar
al organismo, desde el punto de vista energético, para actuar de forma adaptativa según las demandas de una
situación determinada. Los cambios fisiológicos varían solo en función de las demandas de movilización de los
recursos energéticos en cada situación. Para Cannon una persona activada era una persona con una alteración
en sus respuestas fisiológicas (ej. En un corredor se alteran sus respuestas fisiológicas, para aumentar su energía
durante la carrera).
La principal función del SNA es regular el funcionamiento de los órganos o vísceras, para ello cuenta con dos ramas
distintas con mecanismos antagónicos, rama simpática (ej. Aumento tasa cardiaca) y parasimpática (ej. Reducción
tasa cardiaca). El control de esta función energética se realiza a través de la acción combinada de:
• La rama simpática del SNA: responsable de los cambios fisiológicos presentes en las emociones y en los estados
motivacionales. Tiene como principal función la movilización de la energía.
• La rama parasimpática del SNA: dominante de los estados vegetativos, tiene como función la conservación de
esa energía.
Actúan coordinadamente, pero de forma inversa. Su actividad se podía medir con polígrafos, permitiendo
investigar, por primera vez, de un modo empírico los procesos motivacionales.
Según Petri y Govern la conducta puede provenir no solo de la activación, sino también de otros factores como el
aprendizaje.
Ferguson (2010) afirma que en números estudios se usa el término arousal para describir el aspecto energizante de
la motivación, pero en realidad ese término significa un estado de alerta o nivel de vigilia en un momento
determinado.
Como resultado de estas investigaciones, se puede decir que la activación varía desde el sueño más profundo hasta
situaciones de alerta máxima o vigilancia. Los estudios determinan que se produce una alta activación cuando
existe un aumento en la alerta, cuando se tiene una mayor capacidad de respuesta y cuando se obtiene un mayor
nivel general de excitación fisiológica (Horne, 1988).
En términos conductuales, el concepto de activación hace referencia concretamente a una mayor amplitud,
frecuencia y duración de las respuestas de los individuos. Malmo (1957) ha demostrado que la activación conduce
a una mayor variedad de respuestas; Menéndez ha comprobado que un aumento de activación les hace responder
a una gama más estrecha de estímulos respondiendo sólo a los más beneficiosos. Ambos estudios, aunque son
distintos no son contradictorios.
En términos fisiológicos, el concepto de activación hace referencia al aumento de la actividad fisiológica que se
asocia, principalmente con la actividad del SNA. Ej: Los cambios en el corazón (inervado por muchas vías del sistema
nervioso simpático) y su actividad se miden con un ECG, que se utiliza como medida fisiológica de la activación. En
los estudios, se inducen cambios en la activación y se miden los cambios fisiológicos como la tasa cardiaca, la presión
arterial…. Los cambios cardiovasculares se pueden producir por un aumento de la actividad de la rama simpática del
SNA o por una disminución del parasimpático. También se estudian cambios en las respuestas de conductancia (SCR)
o las respuestas de potencial (SPR) en la superficie de la piel. El electromiograma (EMG) sirve para el registro de la
acción muscular. Otras respuestas son amplitud y frecuencia respiratoria, ritmo y volumen sanguíneo, temperatura
corporal, motilidad digestiva, mediciones neuroendocrinas en muestras de sangre u orina…
La activación también puede producir cambios en el SNC, concretamente en algunas áreas específicas del cerebro
(Steriade, 1996). Se registran con estudios EEG.
Al variar las tareas y situaciones también se producen diferentes reacciones de activación. Las situaciones pueden
requerir respuestas tranquilas o bruscas e inmediatas. Sus reacciones fisiológicas y conductuales serán distintas.
• Lacey (1967) Fraccionamiento direccional de respuestas: disociaciones entre las respuestas fisiológicas y
conductuales. Ej. ante un estímulo puede aumentar nuestro ritmo cardiaco, pero disminuir nuestro número de
conductas emitidas (como el conejo paralizado ante el depredador).
• Lacey y Lacey (1958) Respuesta estereotipada: para una amplia gama de estímulos y situaciones, el individuo
tiene patrones fisiológicos estables y respuestas conductuales únicas. Ej. Ante una situación de pánico se provoca
un aumento de la tasa cardiaca, en el número de respuestas motoras y la frecuencia respiratoria, confeccionando un
patrón homogéneo de respuesta.
También se han empleado las medidas de autoinforme, cuestionarios que cumplimenta el propio sujeto sobre
aspectos de su situación personal, para estudiar la activación de los seres humanos, con el fin de conseguir datos
válidos y fiables para poder relacionarnos con los estados internos de activación. El autoinforme se utiliza tanto
para estudiar la activación momentánea o estado de activación, como la activación en términos de rasgo. Se
utilizan distintos tipos de pruebas o escalas. Una escala de estado revela diferentes aspectos de la activación que una
escala de rasgo. Pueden ser escalas complementarias.
Thayer (1989) determinó que había 2 estados diferentes de activación. Desarrolló una escala para medir ambas,
partiendo del supuesto de que los estados de activación varían en función de las circunstancias. Examinó las
principales características de la activación, identificó en que situaciones aumentaba o disminuía, y determinó qué
medidas fisiológicas correlacionaban con las medidas conductuales en las diferentes situaciones de activación.
• Activación energética: dimensión que oscila entre un extremo de activación máxima (máximo vigor o energía) con
otro extremo de mínima actividad (cansancio o fatiga) se relaciona con los sentimientos positivos, en los que nos
sentimos vigorosos y animados.
• Activación tensa: dimensión que oscila entre un extremo (ansiedad o miedo) y por otro (calma y quietud)
relacionado con situaciones negativas (de emergencia o peligro), en las que activamos un mecanismo de evitación,
haciéndonos sentir nerviosos o tensos.
Los resultados de las investigaciones sugieres que cuando aumenta la activación, también lo hacen la reactividad
fisiológica y la actividad motora. Se ha postulado una relación directa lineal monotónica entre la activación y las
respuestas fisiológicas y motoras, en el sentido de: a mayor motivación, mejor rendimiento.
Tanto humanos como animales, cuando están activados, presentan mayor reactividad fisiológica y mayor actividad
motora. Se mueven más deprisa y tienen respuestas más rápidas y prolongadas, especialmente en la actividad
motora gruesa (correr, saltar, andar.). Los datos empíricos demuestran que la activación inducida (hambre) aumenta
la actividad de los animales durante los experimentos. Las investigaciones de Brehn y Self (1989) sobre la dimensión
de la intensidad de la motivación, señalaron que “a mayor potencial de motivación, mayor es la cantidad de
energía que una persona estaría dispuesta a movilizar”. “La función directa de la activación motivacional es la
producción de la conducta instrumental”.
En cambio, la relación entre activación y rendimiento en la ejecución de una tarea, es una relación curvilínea en
forma de U invertida.
La ley de Yerkes-Dodson (1908), postulaba que el nivel de motivación tiene un punto óptimo entre los valores
intermedios de activación, de forma que un nivel excesivamente alto o excesivamente bajo empeora el
rendimiento.
La teoría de la activación de Hebb (1955) coincide con la propuesta de una relación curvilínea tipo U invertida.
Según esta teoría, en un estado bajo de activación, la conducta muestra poca eficacia y precisión (ej. Cuando
estamos relajados). La ejecución mejora al llegar a un punto intermedio de activación, más allá de este nivel de
activación, empeora. Su aportación fue demostrar experimentalmente la existencia de un nivel óptimo de
activación para conseguir la máxima eficacia en la ejecución de la conducta.
Yerkes y Dodson (1908) afirman que el nivel óptimo de activación está inversamente relacionado con la dificultad
de la tarea. En tareas fáciles es mejor una activación más alta y en tareas difíciles una más baja.
Los niveles óptimos de activación son específicos de cada tarea. Ej: Los esfuerzos intelectuales, presentan mejores
resultados con un nivel más bajo de activación que las actividades deportivas que requieren activaciones más altas.
Estudios posteriores no adoptaron una postura unánime, puesto que las investigaciones eran muy complejas. Una de
las razones de la falta de unanimidad fue que la mayoría de los estudios no distinguió entre activación tensa y
activación energética, que propuso más tarde (Thayer, 1989). El aumento de activación tensa reduce la calidad del
rendimiento y la energética producía incrementos lineales.
3. Dirección
3.1. Concepto de dirección
Beck (2000): lo fundamental es considerar la dirección de la conducta que constantemente está realizando el
individuo. Para estudiar el proceso motivacional es necesario entender los dos procesos que proporcionan tanto los
aspectos energizantes como los aspectos direccionales del comportamiento.
La dirección es la parte de la motivación que se encarga de dirigir la conducta motivada al lugar adecuado para
conseguir su objetivo (Ferguson, 2000).
El aspecto direccional de la motivación no se refiere ya al aspecto cuantitativo que presentaba la activación, sino al
cualitativo de las acciones y tendencias, es decir, las características selectivas por las cuales se produce la variación
de la clase de objetivos a los que responde el individuo. Siempre que un individuo está motivado, se encuentra
implicada una clase específica de motivación, y los diversos objetivos conducen a una dirección diferente en las
acciones (comemos cuando estamos hambrientos, dormimos cuando tenemos sueño…). ¿Cómo decidimos orientar
nuestra conducta en una u otra dirección? Hay que examinar las variables que dirigen a la conducta motivada.
Algunos psicólogos consideran la dirección como un índice claro del estado motivacional que tiene el individuo, y
que por esta razón adquiere una importante función para predecir la conducta motivada. A veces la dirección de la
conducta es clara porque el individuo solo tiene una alternativa de respuesta (como ir a la nevera cuando se tiene
hambre), pero no es tan clara cuando hay más posibilidades de elección, que permiten decidir que conducta hacer y
hacia donde orientarla.
Entonces es más difícil predecir la conducta, ya que esta dependerá del valor funcional de cada alternativa. En estos
casos, la característica de dirección adquiere una importante consideración que pone de manifiesto su relevancia
en el proceso motivacional.
Fernández-Abascal (1995): el concepto de direccionalidad de la conducta abarca tanto a los objetivos determinados
genéticamente como a las metas y objetivos típicos del comportamiento humano. El aspecto direccional de la
motivación diferencia al hombre del resto de animales, e incluso diferencia también al propio ser humano, pues no
se produce la misma direccionalidad de la conducta en un bebé que un adulto, ya que el desarrollo de las capacidades
psíquicas y la interacción con el aprendizaje van modificando, con la experiencia, la capacidad direccional del
comportamiento. Ej. En un bebé buscar el pecho de la madre está determinado genéticamente, pero el adulto va a
comprar leche, lo que es una muestra de la direccionalidad típica del comportamiento humano, ya que comprar es
una conducta adquirida que se aprende.
Hay dos variables que intervienen en la consecución de los objetivos: por un lado, su expectativa de consecución del
objetivo y, por el otro, su grado de atracción (Palmero, 2005).
• Expectativa de consecución del objetivo. El individuo analiza la proximidad objetiva del mismo. En función de su
proximidad o lejanía, realizará su consiguiente acción. Si está cerca y le resulta atractivo, aumentará su expectativa
de consecución y la probabilidad de empeño el lograrlo. Y al revés, si es más lejano, menos expectativa y menos
probabilidad de conseguirlo.
• Grado de atracción del objetivo. Cuanto más atractivo es el objetivo, mayor es la motivación. Con el tiempo el
objetivo puede perder atractivo para el individuo, con lo que se reduce la acción dirigida hacia él. Un nuevo objetivo
más fácil de alcanzar o más atractivo, puede desplazar la dirección de nuestro interés.
4. Determinantes de la motivación
En el proceso motivacional intervienen varios determinantes o mecanismos que actúan de diversas maneras y que
pueden llegar a explicarlo. Son los causantes de que se produzca la motivación. Según su origen pueden ser internos
o externos.
4.1.1. La herencia
La herencia es el principal determinante interno de la motivación. Se refiere a los diversos factores genéticos que,
programados en el organismo, actúan sobre este proceso. Algunos mecanismos fisiológicos están programados
genéticamente e integrados en el propio organismo. Se explica desde dos enfoques muy diferentes:
• Enfoque instintivo: propone que la energía se acumula en el organismo y da origen a un estado motivado. Es
entonces cuando se producen conductas preprogramadas genéticamente que actúan para reducir o aminorar la
motivación. Ej. la tensión sexual acumulada por un macho al ver a una hembra desencadenará la conducta motivada
de conseguir la copulación, así cuando se produce la descarga hormonal se reduce o aminora la motivación.
Normalmente se atribuye a estímulos ambientales específicos al ser los desencadenantes de este tipo de conductas
innatas. Ej: el plumaje vistoso de algunas aves.
• Enfoque fisiológico: establece que los circuitos cerebrales vigilan el estado del cuerpo y activan las conductas
cuando detectan algún cambio. Las alteraciones que se producen a nivel cerebral cuando aparece un estímulo
ambiental, activará los circuitos cerebrales que provocarán la motivación, produciendo una serie de respuestas, que
pueden ser tanto innatas como adquiridas con el fin de terminar ese cambio detectado. Ej: el macho animal al ver
una hembra producirá una cierta activación en sus circuitos cerebrales que le llevarán a realizar una serie de
conductas (innatas o adquiridas) para llegar a la copulación.
Ambos enfoques intentan explicar el determinante de la herencia de diferente modo, pero coinciden en que es un
estímulo ambiental el que desencadena la motivación.
4.1.2. La homeostasis
Homeostasis: determinante interno que atañe específicamente al desencadenamiento de la motivación. Existe un
nivel óptimo de activación en varios estados del organismo, y que se encuentra relacionado con el mantenimiento
del equilibrio fisiológico, llamado equilibrio homeostático, es decir, la homeostasis es la función que tiene el
organismo de intentar reestablecer un estado de equilibrio fisiológico optimo cuando se ha perdido.
Homeostasis (Canon, 1932): estados estables logrados, en un momento determinado, por los procesos fisiológicos
que trabajan en los organismos vivos. Se refiere a una tendencia natural a la búsqueda del equilibrio, que no es
estático sino dinámico (condición que puede variar constantemente). En esta búsqueda del equilibrio se fundamenta la idea
de motivación, puesto que el organismo se encuentra constantemente motivado para mantener la homeostasis.
Los mecanismos receptores vigilan el estado del organismo y producen una motivación cuando hay un
desequilibrio. Los primeros investigadores se centraron en los receptores periféricos o locales (un estómago vacío y
con calambres => hambre). Pero se fueron acumulando pruebas en contra de esos receptores locales, desplazando el
interés hacia los receptores centrales del cerebro como vigilantes de las variaciones físicas. Hoy en día se centra más
en la interacción de las señales periféricas.
Los motivos innatos (sed, hambre, sexo) se ajustan bien a este determinante. No pasa lo mismo con los motivos
adquiridos (logro, poder…).
Rogers (1961) explica la motivación considerando que el individuo siempre busca funcionar con total plenitud.
Maslow (1971) utiliza el término autorrealización para designar a la motivación como realización personal. Un
aspecto importante de la motivación para el crecimiento es la necesidad de controlar o de influir de alguna manera
en el ambiente de nuestro entorno (motivación de efecto o causalidad personal).
Clark Hull (1943, psicólogo del aprendizaje) formula una teoría en la que describe las interrelaciones del aprendizaje
con la motivación en la producción de conductas. El condicionamiento clásico, el condicionamiento operante y el
aprendizaje observacional intervienen en la génesis de los estados motivacionales. Para Bandura (1977) algunos
motivos se aprenden a través de la observación.
4.2.2. El hedonismo
La experiencia común sugiere que el placer y el dolor son dos potentes determinantes de la conducta que producen
motivación.
El hedonismo es una idea basada en que los organismos vivos tienden a aproximarse a todo aquello que les provoca
placer y a alejarse o huir lo que les produce dolor.
Sin embargo, no existe un valor exacto e igual en el continuo del hedonismo entre el placer y el dolor para todos los
organismos y para todas las situaciones, puesto que las condiciones de lo placentero o lo aversivo cambian según
sean las condiciones aplicadas. Ej. No es placentero ofrecer una comida después de haber hecho una comida
copiosa.
Al igual que el aprendizaje, el hedonismo es un determinante externo porque se origina fuera del organismo debido
a los estímulos y situaciones ambientales que producen placer o dolor, y es positivo porque sirve como instrumento
para la adaptación humana.
El hedonismo puede explicar muchos estados motivados de los organismos, pero no explica otras motivaciones,
como las conductas autodestructivas o conductas dolorosas que producen autolesiones, en éstas están implícitos
otros determinantes psicopatológicos.
Todos estos determinantes (internos o externos) pueden actuar solos o bien conjuntamente, estableciendo
complejas interacciones entre ellos, de tal modo que la conducta motivada resultante que se ejecuta, pueda ser
fruto de la influencia de uno o varios determinantes a la vez.
No todos los determinantes tienen el mismo peso específico. Su influencia puede variar de una conducta motivada a
otra. Los principales determinantes en los motivos son:
1º) Fase de Anticipación, en la que el individuo tiene algunas expectativas de la emergencia y/o satisfacción de un
motivo.
2º) Fase de activación y dirección, en la que el motivo es activado por un estímulo y dirigido hacia un objetivo.
3º) Fase de conducta activa y de retroalimentación del rendimiento, en la que el individuo realiza las conductas
dirigidas hacia el objetivo, que le permiten aproximarse o alejarse según la información que obtiene sobre los
resultados de su propia conducta.
4º) Fase de resultado, en la que se sienten las consecuencias de la satisfacción del motivo escogido.
El proceso motivacional es un proceso dinámico que tiene como principal función aumentar la probabilidad de
adaptación del organismo a su entorno. Es un proceso adaptativo, relacionado con la supervivencia de la especie y
el crecimiento potencial del individuo, incluida su dimensión social.
1º) Elección del motivo: se refiere a la selección del objetivo o incentivo entre aquellos que compiten para conseguir
su plena satisfacción. Es sólo el primer paso, ya que luego el individuo debe estar motivado para hacer lo que
requiera llevar a cabo su elección.
2º) Ejecución de las conductas instrumentales: son aquellas actividades motivadas que realiza un individuo para
satisfacer un motivo y conseguir el objetivo elegido. Ej. Estudiar para conseguir un título universitario. Hay 3
aspectos de la conducta instrumental a tener en cuenta:
• Duración o persistencia: cantidad de tiempo que hay que dedicar para satisfacer el motivo elegido (cuantos años
está dispuesto a estudiar una carrera).
• Frecuencia: Tasa de participación en un comportamiento determinado (nº de veces que el individuo se implica en
la actividad). Ej. Cuantos días a la semana estudia. A mayor frecuencia, se supone una mayor motivación.
• Intensidad: cantidad de esfuerzo necesario para llevar a cabo la conducta instrumental. Relación directa entre la
intensidad de la actividad y el nivel de motivación. Mayor intensidad => mayor motivación.
3º) Conducta consumatoria (conducta motivada): la secuencia conductual termina con la consecución del motivo
satisfecho. Aspectos del objetivo final que debemos tener en cuenta para una mejor comprensión de que el
individuo está realmente motivado:
• Examinar las propiedades físicas del objetivo, analizando su cantidad calidad y valor (¿Qué cantidad o calidad de
alimento afecta a la velocidad de carrera de las ratas?).
• Ejecución de la conducta consumatoria que pone fin a la secuencia conductual (la recepción del diploma de un
estudiante universitario).
• Examinar los sentimientos subjetivos del individuo con respecto a la satisfacción o no del motivo (¿Qué
sensaciones tiene al conseguir su objetivo? ¿alivio, orgullo, satisfacción, decepción?). Este aspecto constata si el
individuo ha conseguido satisfacer el motivo elegido o ha fracasado en su intento. En ambos casos, el individuo
llevará a cabo sus procesos de atribución causal que le llevaran a decidir si en el futuro repite las mismas conductas
instrumentales o si tiene que efectuar modificaciones. Si no ha conseguido el objetivo, decidirá si persiste o cambia
de objetivo.
Ejemplo de Deckers (2009): Un arquitecto se propone como elección de su motivo la realización del diseño de una casa para un cliente, lo que
será su objetivo. Todas las actividades llevadas a cabo para conseguir el diseño definitivo, serían las conductas instrumentales. Si el cliente
aprueba su diseño, su objetivo se habrá logrado (conducta consumatoria) pero si no lo aprueba, no conseguirá su objetivo, por lo que tendrá
que seguir trabajando para conseguir dicha conducta consumatoria.
Fernández-Abascal dice que los determinantes internos (herencia, homeostasis, crecimiento potencial y procesos
cognitivos) ejercen de tracción del comportamiento (tiran o arrastran hacia el comportamiento), y los externos
(aprendizaje, hedonismo e interrelación social) ejercen de propulsión del comportamiento (dan fuerza o impulsan al
propio comportamiento).
La intención es el factor que más influye en la conducta. Es un excelente indicador de con que intensidad se está
dispuesto a intentar o cuanto esfuerzo se pretende dedicar a ejecutar un comportamiento. Cuanto más fuerte sea la
intención, más probable será que se produzca la conducta. La intención es la responsable última de que se produzca
el comportamiento (Ajzen, Fishbein, 1973).
La dirección motivacional es la tendencia a acercarse o evitar un determinado objetivo. También necesaria pero no
suficiente.
● Percepción del estímulo: necesario para que suceda el proceso motivacional. Se requiere la presencia del
estímulo, la actuación de receptores adecuados y, por supuesto, la intensidad suficiente para que sea captado. La
percepción puede ser:
o Consciente => ver una manzana.
o Inconsciente => un estímulo externo afecta a los receptores de manera subliminal. Ej. Introducir
publicidad de refrescos en películas, ocasionando que los espectadores quisieran consumirla a la salida, sin darse
cuenta de la manipulación, porque el estímulo subliminal está por debajo del nivel de umbral sensorial de
percepción consciente.
● Evaluación y valoración del objetivo: permite al organismo decidir qué estímulo es capaz de desencadenar la
conducta motivada.
o Evaluación de la expectativa de consecución del objetivo: dificultad, esfuerzo necesario, habilidades y
recursos de que se dispone….
o Valoración o escala de satisfacción de los objetivos para el individuo. Incluye las dimensiones cognitivas y
afectivas y las connotaciones negativas que pueda tener en caso de no conseguirlos.
●Decisión y elección del objetivo: Para entender cuál de los objetivos disponibles se convertirá en la meta, hay que
tener también en cuenta, además de la necesidad o el deseo, otros dos elementos relevantes:
o Valor del objetivo.
o Expectativa de conseguirlo. Ambos relacionan directamente con la probabilidad elegir el objetivo.
●Realización de la conducta motivada: Después de elegir el objetivo, se decide por cuál de las conductas
disponibles en su bagaje de estrategias, recursos y habilidades es la adecuada dependiendo también de las
circunstancias. Esta conducta es un instrumento con el cual el individuo intenta acercarse al objetivo, y puede estar
constituida por una secuencia de conductas instrumentales que inician una actividad de ensayo-error dirigida a
conseguir la meta.
La activación en el proceso se inicia cuando el organismo detecta una necesidad, poniendo en marcha
automáticamente los mecanismos necesarios para corregir dicha necesidad. Es una activación con características
homeostáticas. También se produce activación cuando el individuo percibe un estímulo atractivo que desea
conseguir, produciéndose una activación general que le permite realizar todos los pasos del proceso motivacional. La
activación se vuelve más específica cuando se ha elegido el objetivo, afectando solo a los sistemas que le permitirán
acercarse a esa meta. La activación general se produce en los cuatro primeros pasos, y la activación más específica
en el quinto, es decir, cuando se lleva a cabo las conductas instrumentales.
La dirección empieza en el instante en el que se producen los procesos de evaluación y valoración actuando en dos
situaciones distintas: la elección del objetivo que se convertirá en meta para el individuo y la elección de las
conductas más adecuadas para conseguirlo.
2º) Control del resultado o control sobre la acción que se ha llevado a cabo al obtener la conducta motivada:
●Verificación de la congruencia: al mismo tiempo que el individuo ejecuta las conductas instrumentales
efectúa un balance de congruencia entre su situación actual y lo que espera obtener. Si la congruencia es
máxima, el individuo continúa con el proceso.
●Atribución de causas: pretende que el individuo sea consciente de lo apropiada que fue su elección de la
meta, así como de las conductas instrumentales que utilizó. No es necesario que haya finalizado la conducta
instrumental, ya que lo importante es establecer cuanto antes la convicción de que esa conducta es
apropiada y que también son adecuados los criterios utilizados para la elección de meta y el esfuerzo
realizado para la obtención del objetivo.
●Generalización de los resultados: es consecuencia de los otros procesos. Permite asociar, en el futuro, las
conductas instrumentales utilizadas, con objetivos similares a los obtenidos en esta ocasión.
Según Palmero, el proceso motivacional es un proceso básico imprescindible para comprender la relación que
establece un individuo con su medio ambiente, y para entender la máxima premisa de cualquier organismo vivo, la
supervivencia.
6. Componentes de la motivación
Los humanos no hemos nacido para desempeñar un rol determinado en este mundo, ni tenemos libertad absoluta
para actuar. Estamos limitados por nuestra biología, por lo que aprendemos del ambiente e incluso por nuestros
propios pensamientos.
La mejor manera de entender la motivación humana es analizar los distintos sistemas que la integran, a través del
estudio de sus principales componentes: biológicos, aprendidos y cognitivos.
Motivos primarios: motivaciones centrales que, desde el nacimiento, están funcionalmente relacionadas con la
subsistencia del individuo y de la especie (Palmero). Se explican mediante la homeostasis.
Motivos secundarios: motivos aprendidos que no tienen una base fisiológica tan evidente.
Homeostasis: proceso mediante el que el organismo se autorregula de modo que consiga el equilibrio del medio
interno (Aguado).
Mantiene en los niveles adecuados los parámetros fisiológicos. Cuando hay una desviación la homeostasis actúa
mediante un sistema de feedback negativo, que conlleva una reacción en la dirección opuesta.
Los principales motivos primarios son: hambre, sed, impulso sexual, motivo de descanso y de dormir, impulso
maternal, motivos de temperatura, excretorios, de oxígeno, de actividad y de evitación de dolor. Son procesos
imprescindibles y necesarios para asegurar la supervivencia del individuo y/o de su especie.
Se considera que la motivación sexual es no regulatoria, mientras que los motivos de hambre, sed y sueño son
regulatorios.
Las conductas de ingesta de comida y bebida, la conducta de dormir y la conducta sexual comparten diversas
características:
• Son propositivas: encaminadas a conseguir objetivos concretos (comer, beber, dormir y copular), lo que posibilita
su explicación mediante la retroalimentación que proporcionan los distintos niveles de aproximación a la conducta
consumatoria.
• NO son conductas reflejas: no son desencadenadas de modo necesario por estímulos externos. Los estímulos
externos y la experiencia previa juegan un papel importante en su desencadenamiento. Además, pueden ser
iniciadas sin la presencia de estímulos discriminativos, que son aquellos que indican únicamente cuando está o no
disponible el refuerzo (un animal hambriento busca comida, aunque no existan elementos estimulares que señalen
su disponibilidad).
• Son persistente y espontáneas.
• Están moduladas por múltiples factores.
• El hipotálamo y el sistema límbico intervienen en su regulación (además del tronco encefálico y otras
estructuras, pero con estímulos muy distintos y específicos).
A medida que ascendemos en la escala filogenética, el aprendizaje va modulando en mayor medida estas
conductas.
3. Hambre
Uno de los más utilizados en experimentación básica. Se explica mediante el modelo homeostático y se admite su
actuación a largo y corto plazo.
El motivo de hambre forma parte del sistema fisiológico responsable de regular distintos aspectos del medio
interno del organismo, como son el aporte energético y nutritivo. La regulación automática de la ingesta de
calorías (común a humanos y animales) se efectúa con la finalidad de prevenir el déficit de energía y mantener un
peso corporal estable. La conducta alimenticia es un comportamiento motivado relacionado con la supervivencia.
Además, hay múltiples factores psicológicos y fisiológicos, que influyen en el control del apetito y la saciedad.
En experimentación básica se ha utilizado por ser un importante factor motivacional.
La ingesta de alimento precede a las distintas etapas de este proceso y su entrada en el organismo ocasiona
inicialmente salivación, secreción de jugos gástricos e insulina (respuestas fisiológicas preparatorias para la absorción
de nutrientes).
La glucosa y la insulina son reguladores químicos del hambre, además estudios recientes de Mithieux (2016) han
puesto de manifiesto que la grelina, es la hormona responsable de que aparezca el hambre cuando están próximas
las horas de comer. También señala que podría estar vinculado al marcador biológico interno que regula las comidas,
debido a que la grelina disminuye en sangre cuando empezamos a comer. Pero es el cerebro, fundamentalmente el
hipotálamo, quien controla de manera automática la información sobre el estado del cuerpo. Hay dos centros
hipotalámicos (áreas del hipotálamo) que controlan el deseo de comer:
• El hipotálamo lateral (HL).
• El hipotálamo ventromedial (HVM): no controla directamente la conducta de comer, sino en interacción con el
páncreas.
Actúan de manera recíproca para determinar un punto de ajuste para el tejido adiposo.
Experimentalmente se observó que cuando se lesiona:
HL: los animales dejaban de comer (afagia).
HVM: se come excesivamente (hiperfagia)
llegando a la obesidad. Se altera la palatabilidad de los
alimentos, de modo que lo que sabe mal sabe mucho
peor y lo que sabe bien sabe aún mejor.
HL -> induce hambre
HVM -> deprime la sensación de hambre
La hormona leptina (del griego “leptos”: delgado), secretada por el tejido adiposo, modula el gasto energético.
Interviene como responsable de la sensación de saciedad, pues parece que frena el apetito, aunque su principal
misión radica en adaptar el cuerpo a los estados de hambre. Las personas con anorexia presentan bajos niveles de
leptina, pues apenas disponen de masa adiposa y su organismo se encuentra adaptado al hambre. La leptina actúa
como indicador del estado de reservas energéticas, e informa al cerebro de la necesidad o no de reponerlas.
Mithieux (2016) señaló que los efectos de esta sobre el hambre parecen permanentes, además de que la función de
la leptina estaría complementada en el cerebro por la insulina, aunque proporciona una señal más a largo plazo.
Tiene efecto inverso a la grelina, aumenta el hambre y la leptina lo disminuye.
Los humanos no siempre comemos para suplir carencias energéticas. El aprendizaje, las características de la comida
y también los factores sociales y culturales pueden suscitar la conducta de comer sin que exista un desequilibrio
homeostático para ello.
El aprendizaje, influye en cuando tenemos y hambre y en qué cosas tenemos ganas de comer. La ingesta de comida
puede actuar como un proceso de recompensa que interactúa con las estructuras neurofisiológicas y los sistemas
neuroquímicos cerebrales que favorecen el placer y el reforzamiento. Se ha demostrado que la simple presencia de
estímulos asociados a la comida pone en marcha respuestas fisiológicas similares a las asociadas a la fase de
absorción metabólica.
Los gustos y costumbres alimenticias de cada persona tienen que ver con las preferencias y aversiones adquiridas
(aprendizaje) a lo largo de su vida.
Existen preferencias por los sabores dulces y salados que son genéticas y universales. Existe un rechazo por los
sabores amargos y ácidos, aunque no hay constancia experimental de que sea innato. Según Aguado, se puede
deber a su significado funcional, asociando dulce y salado a la presencia de nutrientes y amargo y acido a alimentos
tóxicos, venenosos o en mal estado. Esta preferencia por los sabores dulces y salados puede ser constatada a lo largo
de la evolución humana.
Lee y Cohen (2016) han señalado que los receptores del sabor amargo parecen desempeñar una función defensiva
en el sistema inmunitario. Han afirmado que los receptores del sabor pueden detectar sustancias venenosas de las
plantas. Esto es esencial para sobrevivir, constituyen un sistema de alarma precoz.
Las preferencias aprendidas tienen que ver con las consecuencias que se siguen tras la comida. Las cualidades
sensoriales de los alimentos adquieren (condicionamiento clásico) un valor apetitivo condicionado que se manifiesta
en nuestra elección de la comida. Asociar un sabor con sus consecuencias es un mecanismo de protección ante
sustancias tóxicas o nocivas.
Preferencias condicionadas que tienen que ver con lo ingerido en la infancia (gusta comer lo tomado de pequeño)
Preferencias de sabor aprendidas que también son adaptativas, como por ejemplo el gusto por las especias (que
inhiben el crecimiento bacteriano) en las regiones más cálidas, o las náuseas del embarazo (que protegen al embrión
de alimentos que pueden resultar dañinos).
Se adquiere aversión a una sustancia sápida ante la que inicialmente no se mostraba aversión, cuando su
presentación se aparea con eventos que ocasionan malestar corporal, incluso cuando ello ocurre con un intervalo
temporal muy largo.
Se ha experimentado con animales. El experimento se hace en 3 etapas:
1ª) Se establece un programa de bebida para los animales hasta hallar la cantidad de bebida que ingieren
normalmente de la sustancia que actuara de EC, habitualmente agua azucarada.
2ª) Se establece el condicionamiento del agua azucarada (EC) con el estímulo aversivo (EI), por ejemplo una
inyección de cloruro de litio, con un intervalo concreto (a menudo largo).
3ª) Se ofrece al animal elegir entre un dispensador de agua y otro de agua azucarada. Se contabiliza la cantidad de
líquido ingerido de cada uno; como resultado de la aversión condicionada desaparece el consumo de agua
azucarada.
Las personas también aprendemos a evitar sustancias que nos enferman. Si un alimento nos produce en una
ocasión malestar, se forma una aversión condicionada al sabor y esto ocurre tras una sola experiencia negativa
(incluso a sabiendas de que no ha sido el alimento lo que provoco el malestar). También desconfiamos de los
alimentos desconocidos como defensa contra el peligro que pueden suponer sustancias nocivas. Buscamos
alimentos que nos hacen sentir sanos.
Son mecanismos de aprendizaje con un valor funcional, y en la información sobre que alimentos no se deben ingerir
juega un papel importante el aprendizaje temprano.
•Características de la comida
La presencia de estímulos apetitosos conlleva que se inicie la conducta de comer, aunque no haya necesidad
orgánica. La palatabilidad de los alimentos tiene que ver con su valor hedónico y viene determinada por su olor,
aspecto, sabor, textura, y temperatura. Una alta palatabilidad estimula el apetito.
La variedad y cantidad de alimentos aumenta la conducta de ingesta. Cuando se toma un solo alimento se produce
lo que se conoce como “saciedad sensorial específica” cuya función tiene que ver con la necesidad de tomar
distintos nutrientes en la alimentación (alimentación sana y variada en nutrientes).
•Factores sociales y culturales
También se come por hábito o como consecuencia de la presencia de otros y del horario existente de comidas
(influido por factores culturales y sociales).
Organizamos eventos sociales que giran alrededor de la comida. Alimentarse esta influido por acontecimientos
sociales y ello es común a las distintas culturas, aunque difiere la forma en que ocurre en cada cultura.
Es frecuente comer más cuando se está acompañado de otros comensales que cuando se está solo.
Las influencias sociolaborales y culturales mediatizan en cada sociedad los horarios de comida, y ello se manifiesta
en la cantidad de lo ingerido y en la regularidad horaria. La cultura influye en las preferencias alimenticias y los
sabores de las comidas.
En general se puede afirmar que la forma de reaccionar en presencia de la comida dependerá, no solo de que se
tenga hambre por la presencia de un desequilibrio homeostático, sino también de las experiencias con la comida
(aprendizaje), las características de la comida, y factores sociales y culturales. También influye la publicidad.
4. Sed
La sed primaria o biológica ocurre cuando disminuye el volumen o concentración de los fluidos corporales.
Es un estado motivacional que se manifiesta como la conciencia de que hay que preparar el cuerpo para realizar las
conductas necesarias para reponer el déficit de agua (Reeve, 2001). Su explicación, estudio e investigación son muy
similares a los del motivo del hambre. Son conductas regulatorias en las que actúa el hipotálamo. Ambos se han
justificado por el modelo homeostático.
La sed suele manipularse en el laboratorio privando al sujeto de la posibilidad de ingerir líquido. La privación ha
puesto de manifiesto la existencia de una relación directa (dentro de unos límites) entre la fuerza de la respuesta y el
grado de privación. Además de como variable independiente se ha utilizado como refuerzo.
El equilibrio hídrico tiene que ver con el balance hídrico, es decir, la compensación entre ganancias y pérdidas de
agua en el organismo.
• Las ganancias vienen del agua ingerida, de la contenida en los alimentos, y del agua metabólica (producida por el
organismo al descomponer grasas y carbohidratos).
• Las pérdidas se deben a la evaporación (respiración), transpiración (sudor) y secreción (heces y orina).
En el equilibrio hídrico interviene además del agua, el sodio, sal mineral que se encuentra en el líquido extracelular.
La necesidad biológica de sed se produce cuando ocurre una pérdida de agua por debajo de un nivel homeostático
óptimo. La conducta de beber, puede estar motivada también por aprendizaje, por factores sociales y culturales, así
como por las características de los líquidos.
• Cuando se modifica el contenido hídrico de las células o cambia el nivel de los líquidos que las rodean (por déficit
de agua o por ingesta de sal), la isotonía se pierde y aparece la hipertonía o la hipotonía.
• Si el líquido intersticial pierde agua, se vuelve más concentrado (hipertónico), con lo que el agua tendera a salir
de las células.
• Si aumenta el agua en el líquido intersticial, se vuelve más diluido (hipotónico) y el agua pasa a las células para
restaurar el equilibrio de fluidos.
• El líquido pasa a través de membranas semipermeables.
• El sodio puede pasar entre los líquidos intersticial e intravascular, pero NO puede entrar al interior de las
células.
• Es necesario que el volumen de líquidos intracelular e intravascular también esté regulado.
En la regulación de la ingesta de agua se da un punto de ajuste o equilibrio (como con el alimento). Su función es
evitar la deshidratación (reducción del volumen del fluido intracelular) y la hipovolemia (reducción del volumen
intravascular provocado por la privación de agua). Dado que intervienen tanto el agua como el sodio, se han
propuesto dos mecanismos de corrección relacionados con la ingesta y la excreción tanto de agua como de sodio.
Sed volémica (hipovolémica o volumétrica): ocurre cuando disminuye el volumen intravascular. Conlleva pérdida
tanto de agua como de sodio, por lo que implica un apetito de sal.
Sed osmótica (osmométrica): tiene lugar cuando la CONCENTRACIÓN del líquido intersticial aumenta, con lo que el
volumen intracelular se reduce al salir agua del interior de las células para restaurar el equilibrio.
Los riñones regulan el nivel de agua y de sodio en el organismo. La aldosterona (hormona secretada por la glándula
suprarrenal) y la vasopresina (hormona secretada por la neurohipófisis) controlan la cantidad de agua y sodio
excretado:
• La aldosterona interviene en la regulación del metabolismo y el equilibrio hídrico del organismo. Regula los
niveles de sodio de modo que cuando su nivel de secreción es bajo, el sodio es liberado en la orina, mientras que
su nivel de secreción es alto cuando se retiene el sodio en los riñones.
• La vasopresina, hormona antidiurética, interviene en la excreción de agua por los riñones. Su nivel de secreción
es alto cuando el organismo está deshidratado, de modo que los riñones retienen toda el agua posible y excretan
únicamente el agua necesaria para la eliminación de los productos de desecho del metabolismo. Por el contrario,
cuando el nivel de agua en el organismo es elevado, la vasopresina NO es segregada, de modo que los riñones
excretan el agua sobrante.
Saciedad: aparece mucho antes de que los líquidos ingeridos restauren los déficits que dieron lugar a la conducta de
beber. Se conocen poco las señales de la saciedad, pero existen datos que avalan que en el control de la saciedad
intervienen los receptores situados en el hígado y el intestino delgado. También son relevantes señales que
provienen de la boca, el esófago, el estómago o el duodeno, pero no bastan para dar respuesta a la saciedad. En el
caso de la saciedad asociada a la ingesta de sodio, parece que son los riñones los encargados de informar de dicha
saciedad al cerebro, al detectar suficiente sodio en la sangre.
El aprendizaje mediatiza la conducta de beber, al igual que la de comer. Se aprende a beber además de para cubrir
carencias para evitarlas. Se ingiere más agua de la necesaria para el equilibrio hídrico. Es una conducta anticipatoria.
En el experimento con ratas se les cambiaba una dieta rica en carbohidratos por una rica en proteínas, lo que les
provocaba más sed y bebían mucha agua después de las comidas. Al cabo de unos días, ingerían el agua durante las
comidas.
Beber se relaciona con acontecimientos sociales y culturales. Las costumbres y las condiciones climatológicas
influyen en la ingesta de líquidos y en la elección de los mismos. También influye la publicidad.
Las características de los líquidos influyen igualmente en su ingesta y en ese sentido el sabor es la variable más
importante. Como en la comida, ocurre el fenómeno de saciedad sensorial especifica. En experimentos, los animales
beben más cuando hay variedad de líquidos para ingerir.
La conducta de beber se relaciona estrechamente con la de comer. La mayoría de los mamíferos toman gran parte
de su ingesta normal de líquidos durante las comidas, pues el agua es necesaria para la digestión y el metabolismo
de la comida.
5. Sueño
Nuestra vida transcurre entre la vigilia y el sueño. Dormimos la tercera parte de nuestras vidas. Como proceso
fisiológico el sueño no es del todo conocido y su función es todavía objeto de controversia. A pesar de ello su
importancia biológica es indiscutible.
El sueño sirve para recuperarse de las actividades físicas y para la reestructuración psíquica. Es una necesidad
básica para la supervivencia. Es un proceso activo pues la reestructuración psíquica que se produce durante el
sueño es la que permite sistematizar y clasificar lo que se ha ido adquiriendo a lo largo del día (lección dormida,
lección aprendida).
El sueño es un motivo biológico que parece desempeñar funciones tanto de restauración fisiológica como de
reestructuración psíquica, por lo que constituye un proceso activo.
Stickgold (2015) ha señalado el vínculo entre dormir bien y el ánimo, la memorial y el aprendizaje, afirmando
también que el mecanismo de sueno influye en funciones corporales, desde el equilibrio hormonal hasta la
protección inmunitaria.
El sueño es universal, Incluso los animales unicelulares tienen periodos de reposo, pero el tiempo que duermen es
variable. El ser humano duerme de media 8 horas, pero varia de unas personas a otras. La edad modula el número
de horas de sueño: los bebes duermen unas 15h, los adultos 8h, en los mayores el número de horas parece reducirse
más. Los factores ambientales influyen propiciando o dificultando el sueño. El horario laboral, el estrés y las
preocupaciones también son factores a tener en cuenta.
•Ritmos circadianos
Existen distintos ritmos biológicos que presentan una duración concreta y que se caracterizan por ser cíclicos. Entre
ellos se encuentran los ritmos circadianos, que hacen referencia a los ritmos de oscilación diaria. Su duración
aproximada es de 24h. El más conocido de los ritmos circadianos es el ciclo sueño-vigilia, modulado por los periodos
de luz-oscuridad. En los humanos la duración del ciclo sueno-vigilia supera las 24h del ciclo luz-oscuridad, situándose
en torno a 25-29h según se ha obtenido experimentalmente en voluntarios encerrados en una habitación aislada.
Nos ajustamos a las condiciones externas, siendo el ciclo luz-oscuridad el que se impone sobre nuestros ritmos
biológicos.
•Fase I
Se inicia con la aparición de ondas rápidas e irregulares de baja amplitud. Es una fase de somnolencia o
adormecimiento caracterizada por la presencia de ondas theta de baja amplitud (3.5-7.5Hz). Es una fase de
transición entre el sueño y la vigilia en la que los parpados se abren y cierran lentamente y pueden percibirse la
mayoría de los estímulos a nuestro alrededor (táctiles y auditivos). La persona es capaz de responder verbalmente
o con lentos movimientos oculares.
Hay tono muscular, pero menor que durante la vigilia. Es una fase de sueno poco o nada reparador.
•Fase II
Sueño ligero. Estado de relajación más profundo. Disminuye le ritmo electroencefalográfico, con la aparición
periódica de explosiones de actividad rápida y rítmica de las ondas cerebrales a lo que se le llama “husos de sueño”
(ondas de 12 a 14 Hz) y “complejos K” (ondas repentinas y de forma puntiaguda que aparecen de manera
espontánea aproximadamente cada minuto). El sistema nervioso bloquea las vías de acceso de la información
sensorial, se reduce el tono muscular y no hay movimientos oculares. Hay una desconexión del entorno que facilita
la conducta de dormir. Es parciamente reparador, pero no suficiente para descansar por completo.
•Fase III
Esencial para que la persona descanse objetiva y subjetivamente. Etapa de transición en la que aumenta el bloqueo
sensorial. El cerebro comienza a emitir ondas delta, inferiores a 3.5 Hz, que son lentas y grandes, y cuyo porcentaje
de frecuencia oscila entre el 20% y el 50%. No hay movimientos oculares. El tono muscular es aún más reducido.
Dado que existe una mayor profundidad del sueño, si despertamos a la persona en esta fase, esta estará
desorientada y confusa.
•Fase IV
Mayor profundidad del sueño. La emisión de ondas delta es superior al 50%. Es una fase esencial para la reparación
física y psíquica del organismo. En esta fase, en relación con las anteriores, hay menor ritmo encefalográfico, no
hay movimientos oculares, el tono muscular está muy reducido y hay una mayor reparación. La persona da vueltas
en la cama, cambia de postura y, también en esta fase, si despertamos a la persona que duerme, esta se encontrara
desorientada y confusa, pero más intensamente que en la fase III.
Estas cinco fases se repiten de cuatro a cinco veces a lo largo de la noche. Las cuatro primeras corresponden a sueno
lento o NMOR y la última a sueno MOR o paradójico. En un adulto, las fases NMOR duran unas 6h y las fases MOR
unas 2h.
> Se caracteriza fisiológicamente por la existencia de actividad ligada a la rama parasimpática del SNA
(almacenamiento de energía), por ello disminuyen o la tasa cardiaca. o la actividad muscular esquelética.
o La temperatura corporal.
>Sincronización en el EEG.
>Movimiento de ojos lento o nulo.
>Tono muscular moderado.
>Las ensoñaciones en este tipo de sueno tienden a reflejar un pensamiento conceptual y racional.
Descubierto por Eugene Aserinsky y Nathaniel Kleitman. Sus características principales son:
>Aparición de movimientos oculares rápidos.
> Posible aparición de secreción vaginal en las mujeres y erección en los hombres.
> Se piensa que predomina fisiológicamente el Sistema Nervioso Simpático puesto que aumenta el consumo de
oxígeno, el flujo sanguíneo cerebral, el ritmo cardiaco y la presión sanguínea.
> La frecuencia de la fase MOR varía durante el ciclo evolutivo:
o Niños: 50%
o Adultos: 25%
o Mayores: 15%
> Se activan la amígdala y las estructuras del sistema límbico relacionadas con ella.
> Las ensoñaciones suelen ser perceptuales y emocionales, y tienden a ser más intensas a medida que avanza el
periodo de sueño.
> Las imágenes que acontecen cambian rápidamente y son raras, extrañas, poco ligadas a la realidad, aunque
también pueden darse algunas imágenes y eventos que puedan tener lugar en la vida real (como sonar que se ha
perdido dinero cuando se va a realizar un pago importante).
> El tiempo, los lugares y los protagonistas son discontinuos e incongruentes, esto es, hay pérdida de la estabilidad
espaciotemporal.
> Los sueños que se producen son más reales y verídicos, tienen mayor carga emocional (intensificación de la
vivencia emocional).
> Hay una mayor incorporación de elementos instintivos relacionados con el deseo y el placer.
Maquet et al. (1996), encontraron que durante el sueño paradójico (MOR) algunas regiones cerebrales empleaban
mucha energía, mientras que esta energía disminuía en el sueño lento (sobre todo fases III y IV). Basan su explicación
en la activación de la amígdala y de las estructuras del sistema límbico relacionadas con ella, estructuras, por otra
parte, que controlan la memoria de las experiencias emocionales. Ratas a las que se les había extirpado la amígdala
de los dos hemisferios, mostraban escaso interés ante estímulos que antes de la extirpación les causaban gran
ansiedad.
En estudios con humanos se ha comprobado que el recuerdo de imágenes emocionales depende directamente de la
actividad que haya experimentado la amígdala durante la observación de dichas imágenes. Este tipo de sueño es
relevante para la memoria, ya que en la fase MOR se produce la consolidación de lo aprendido.
Palmero et al. (2008): el sueño paradójico permitiría al organismo una recuperación y reprogramación psíquicas,
mientras que el sueño no paradójico permitiría una recuperación física”.
Según Hartmann (1973) el sueño MOR además cumple una función de recuperación en los procesos atencionales y
emocionales. Los días de estrés y aprendizaje intenso, ocurre más sueno MOR.
Hoss y Feinstein (2006) señalan que los sueños tienen una función de aprendizaje y consolidación, y que la
deprivación de sueño origina alucinaciones visuales y auditivas, interferencias en el aprendizaje y la memoria,
pérdida de capacidad para elaborar asociaciones, dificultad en la realización de tareas que exigen atención
focalizada además de irritabilidad y suspicacia.
Parte de la hipótesis de que el sueño ejerce un papel fundamental en el recuerdo de hechos, sobre todo de carácter
emocional.
En la investigación utilizaron como estímulos imágenes de objetos neutros y de escenas impactantes. Utilizaron dos
grupos de sujetos, los cuales visualizaron todas las fotografías. Se diferenciaban en el periodo en el que llevaban a
cabo dicha visualización. Un grupo las veía antes de acostarse y el otro a primera hora de la mañana. La tarea era,
para ambos grupos, memorizar las fotografías tan bien como les fuera posible. Tras doce horas, de descanso
nocturno o de jornada laboral, ambos volvieron a visualizar las imágenes mezcladas esta vez con otras nuevas, pero
de contenido similar. Debian distinguir las que se les había mostrado con anterioridad.
Los que habían visto las imágenes antes de ir a dormir las recordaban mejor, pero esto solo ocurría con las imágenes
impactantes. En las imágenes de contenido neutro, no se producían diferencias.
El sueño favorece el recuerdo, pero sólo con contenido emocional, no de contenido neutro.
Investigaron específicamente si unos detalles eran más recordados que otros. Partieron de que en una escena
emocional el objeto desencadenante de la reacción emotiva aparece siempre en primer plano (en primer plano
también pueden aparecer elementos neutros), mientras que todo el contenido del segundo plano suele ser neutro.
Presentaron a un grupo de sujetos imágenes que mostraban en primer plano estímulos con alto contenido
emocional que atraía la mirada (por ejemplo, una persona herida en el suelo) junto con elementos neutros (por
ejemplo, un coche aparcado al lado); en segundo plano aparecían siempre elementos neutros (por ejemplo, una casa
al fondo rodeada de árboles). Se les pide a los participantes que memoricen las imágenes presentadas y tras un
periodo de sueño o vigilia, se les sometido a una prueba de memoria. Se les preguntaba por el recuerdo de lo
aparecido en primer y en segundo plano.
Los que habían dormido recordaban mucho mejor los detalles emocionales del objeto en primer plano (persona
herida en el suelo) que los que habían permanecido despiertos. No se apreciaban diferencias en el recuerdo de los
elementos neutros en ninguno de los dos planos.
El sueño ejerce un efecto fortalecedor en situaciones de alto contenido emocional, y refuerza sobre todos los
recuerdos de elementos asociados a emociones negativas.
•Experimentos de Wilhem et al. (2011)
El cerebro evalúa los recuerdos durante el sueño y retiene los que considera más relevantes.
En la primera, los participantes tenían que aprender 40 pares de palabras (silla-mesa) en la segunda, asociar
imágenes de animales con objetos (perro con collar). A un grupo se les dice que se les va a someter a un examen
(situación emocional) 10h después y a la mitad de ellos se les dejo dormir antes del examen.
Los resultados mostraron un mejor recuerdo para los sujetos que durmieron, pero solo los que además de dormir
sabían que iban a ser examinados lograron mejores resultados significativamente que la media.
En los EEG realizados, los participantes a los que se les había informado del examen presentaron una mayor
actividad cerebral durante el sueño MOR. Lo explicaron señalando el papel de la amígdala en la fase MOR. Esta
reacciona a los elementos emocionales y está muy ligada al hipocampo, estructura fundamental de la memoria. Al
estimular la amígdala, se refuerza la memoria del hipocampo, razón por la que nos acordamos mejor.
Se recuerdan mejor las imágenes cuando se ha dormido y, en especial, las que desencadenan emociones. Las
personas procesamos las escenas angustiosas sobre todo cuando sonamos, por lo que reaccionamos más ante ellas
cuando despertamos, siendo posible que esos fuertes sentimiento sean la razón por la que recordamos mejor los
acontecimientos después de dormir.
El procedimiento utilizado consiste en impedir dormir al sujeto durante horas o días. Se ha puesto de manifiesto que
la privación total de sueño es imposible de conseguir si no se obliga al sujeto a realizar alguna tarea o actividad que
no sea aburrida.
Son alteraciones de importancia, pero reversibles. Después en el sujeto se observa un notable incremento en el
tiempo dedicado a dormir.
• Fenómeno de rebote: cuando al sujeto se le priva de sueño en una fase durante un tiempo concreto, al dejarle
dormir sin interrupciones, entra con más facilidad y frecuencia en esa fase, dedicándole generalmente un mayor
número de horas. Cuanto más tiempo de privación, más frecuentemente entra en dicha fase, lo que, a su vez,
conlleva experimentalmente despertarle más veces. Sugiere que debe ser una fase importante para el ser humano.
• Fenómeno de rebote.
• Disminución de acceso a recuerdos emocionales importantes, así como entorpecimiento en la adaptación a
estímulos que causan ansiedad, lo que sugiere que el sueño MOR es importante en la integración del material
emocional.
• Dificultad en la retención de lo aprendido con anterioridad a la privación del sueño.
• Manifestación de algunas características propias del sueño paradójico en las fases de sueño lento, e incluso en
fases de vigilia.
• Transcurridos 3 días de la privación de sueno MOR, si se deja al sujeto dormir, aparece directamente la fase MOR
y aumenta el tiempo que permanece en ella.
Stickgold (2015) señala que las investigaciones han demostrado que la privación de sueno afecta a la salud psíquica y
física, algunos de los efectos más estudiados según el autor son:
• En relación al SNC, no dormir afecta a las funciones cerebrales y cognitivas (apetito, emociones y memoria).
• Sistema Inmunitario, no puede combatir con eficacia las enfermedades
• Sistema Endocrino, disminuye la sensibilidad del cuerpo a la insulina (aumento riesgo de obesidad).
En conclusión, el sueño es necesario para la conservación de la energía, supervivencia y adaptación. Palmero et al.
(2008) <<cumple funciones elementales, desde la simple, aunque fundamental, recuperación física, hasta la mas
sofisticada, pero no menos importante, función de recuperación, regulación y estabilización de las potencialidades
mentales y psíquicas que incrementan exponencialmente la capacidad adaptativa del individuo>>.
Wagner y Diekelmann (2012), dormir desempeña una función adaptativa y de reestructuración física y psíquica,
dormir poco es una estrategia errónea para afrontar la vida cotidiana.
Stickgold (2015) analizo en conjunto los resultados del papel del sueño en funciones hormonales, inmunitarias y
cognitivas concluyendo que quien no duerme suficiente puede, además de estar cansado, enfermo, obeso,
desmemoriado y deprimido.
6. Sexo
Se ha explicado también mediante el modelo homeostático, pero no existen mecanismos homeostáticos a corto
plazo que regulen su actividad. La motivación sexual no es regulatoria.
La respuesta sexual no es necesaria para la vida biológica, pero si para la continuidad de la especie. Hambre, sed y
sueño son motivos vitales para la supervivencia del individuo, el sexo es un motivo vital para la supervivencia de la
especie. El motivo biológico del sexo reside en la reproducción.
La actividad sexual es un reforzador muy potente, no explicable como autorregulador, cuyo valor se establece de
modo que la conducta sexual se realice con la suficiente frecuencia.
La actividad sexual en los animales es controlada en gran medida por las hormonas sexuales y está ligada al ciclo
reproductivo de las hembras. Esta dependencia se reduce según se asciende en la escala filogenética. En el hombre
es muy independiente del nivel hormonal.
Aunque la motivación sexual tiene una base claramente fisiológica, en el ser humano está muy mediatizada por el
aprendizaje y por los valores de cada persona. En el ser humano la motivación sexual surge de la interacción entre la
fisiología y el entorno, aunque en las primeras etapas de activación y excitación depende mucho más de la
experiencia y del aprendizaje que de los valores biológicos. Influyen: experiencia social, emociones, edad,
experiencia sexual, estímulos externos, cultura, moda, creencias, imaginación, fantasías.
“El deseo o la expectativa del placer provocado por el sexo es el principal determinante psicológico
de la conducta sexual” (Aguado,2005).
Las hormonas sexuales son segregadas por las glándulas sexuales (ovarios y testículos), y ejercen su influencia
mediante su interacción directa con el sistema nervioso. Tienen efectos activadores sobre el sistema nervioso del
adulto.
No se conoce como las hormonas modifican los circuitos cerebrales, pero se considera que los mecanismos
hipotalámicos controlan la conducta sexual de algún modo. Tumores y otras patologías en el hipotálamo, modifican
la conducta sexual en el ser humano. En investigaciones con ratas se ha implicado al HVM (hipotálamo ventromedial)
en la actividad sexual de las hembras. Además del hipotálamo intervienen otras estructuras como los lóbulos
temporales, aunque su papel concreto no está claro.
Fisiológicamente, la conducta con sumatoria depende de la médula espinal, aunque el cerebro influye en los
reflejos modulares. Esto daría respuesta al hecho de que tenga lugar la excitación sexual solo mediante la
imaginación o la presencia de estímulos externos.
Desde el punto de vista de la motivación, lo que importa son los mecanismos cerebrales que hacen posible la
activación sexual bajo condiciones concretas.
En el ser humano la conducta sexual, tiene cierto grado de independencia de dicho control, los ciclos reproductivos
debido a cambios hormonales sexuales no determinan la aparición de deseo sexual en la mujer. Se puede
experimentar deseo en cualquier momento si las situaciones ambientales y psicológicas son las adecuadas.
La motivación sexual esta mediatizada en gran parte por los valores y hábitos aprendidos, así como por
preferencias adquiridas por experiencias individuales concretas. Estímulos que han adquirido un significado sexual
(aprendizaje) pueden dar lugar a un aumento en los niveles de hormonas sexuales, actuando como reforzadores
sexuales.
Por aprendizaje los animales se vuelven sensibles a estímulos nuevos asociados con el reforzador sexual innato. Es
posible producir un condicionamiento sexual mediante procedimientos de condicionamiento clásico.
Importancia del aprendizaje en la expresión de la conducta sexual normal. Monos que fueron aislados, tenían
deseo sexual pero su conducta sexual no era normal (Harlow y Harlow, 1966).
Algunos estudios sobre humanos avalan los mismos resultados, como el experimento de Rachman (1966)
induciendo una conducta fetichista hacia unas botas que presentaba junto a imágenes de mujeres desnudas
(condicionamiento clásico).
Las distintas culturas determinan lo que en cada sociedad se considera normativo. Lo que se considera aceptable
puede variar mucho de unas culturas a otras. Incluso, en los valores sexuales aceptados se aprende a diferenciar los
comportamientos sexuales que se pueden manifestar públicamente; también, aquellos otros que es necesario
relegar al ámbito privado en una sociedad concreta.
Tema 5: Los Motivos Adquiridos
1. Introducción
Existe una evidente diferencia entre los motivos innatos que cubren las principales necesidades biológicas y
fisiológicas y los motivos adquiridos que satisfacen necesidades aprendidas.
Los motivos innatos son comunes a todos los seres humanos y están relacionados con la subsistencia de los
individuos y la supervivencia de la especie.
Los motivos adquiridos están relacionados con el crecimiento potencial de los seres humanos. No son comunes a
todos los individuos de nuestra especie.
El ser humano, no solo necesita cubrir sus necesidades básicas, sino que necesita también cubrir otras necesidades
que encuentra en su entorno social para poder realizarse como persona.
Las motivaciones adquiridas representan a las necesidades que son aprendidas y que se encuentran determinadas
tanto por el medio ambiente como por la cultura que les rodea.
Los tres principales motivos adquiridos: Motivo del logro, motivo de afiliación y motivo de poder.
Las motivaciones o necesidades que requiere el ser humano son muy distintas y diversas, puesto que en sus
primeros momentos vive casi exclusivamente bajo el dominio de las necesidades biológicas; luego aparecen las
necesidades psicológicas que se manifiestan en las respuestas afectivas o emocionales hacia los demás; y
posteriormente, como resultado de su vida social surgen y se desarrollan las necesidades sociales que vienen a ser
un claro reflejo de las de las exigencias y vivencias del medio social que se han vivido
El desarrollo filogenético y ontogenético del ser humano surge de la participación de estos 3 importantes niveles:
● Nivel biológico: preservar el equilibrio interno del cuerpo. Función principal, respuestas a las influencias capaces
de afectar a la supervivencia.
● Nivel psicológico: capacidad de responder ante influencias que orientan al organismo en su medio (relaciones
entre los objetos del medio y sus propiedades con las necesidades de los individuos y cómo afectan afectiva y
emocionalmente dichos objetos a las necesidades del sujeto).
● Nivel social: asimila lo que podríamos llamar la conciencia social y la cultura de la sociedad. Surgen las
necesidades individuales específicas del ser humano (autorrealización, autoevaluación, empatía…)
Los niveles biológicos y psicológicos son comunes a los animales y al ser humano, el nivel social es solo y exclusivo
del ser humano.
Aunque los tres niveles son relativamente autónomos, todos se determinan indirectamente entre sí. Los procesos
psicológicos influyen sobre los procesos biológicos y los sociales.
Su teoría psicológica sobre la motivación humana presentó una jerarquización de necesidades o motivaciones que
se estructuran como una pirámide de 5 niveles que explican el comportamiento humano. En la parte más baja se
encuentran las “necesidades inferiores” que son prioritarias para la supervivencia, y en la más alta están las
“necesidades superiores”, que son menos importantes para la supervivencia, pero trascendentales para el
desarrollo personal, afectivo y emocional.
Se satisfacen por orden. Primero las más básicas y luego cada vez más complejas. Según Maslow, solo pueden
satisfacerse los modelos superiores, cuando los inferiores han sido satisfechas. Esto explica que cuando estamos
enfermos perdamos la motivación general por otras cosas o, como cuando tenemos hambre somos incapaces de
concentrarnos en la lectura. Cuando una necesidad no está satisfecha nos permite concentrarnos en cubrir una
necesidad de nivel superior.
1) Necesidades fisiológicas: constituyen la primera prioridad del sujeto, de origen biológico, y están íntimamente
relacionadas con la supervivencia.
2) Necesidad de seguridad: implica sentirse seguro y protegido frente a situaciones de amenaza o peligro físico y/o
psicológico. Se refiere a los aspectos que garantizan la vida de las personas y que se relacionan con la tendencia a la
conservación frente situaciones de peligro.
3) Necesidades sociales: tiene que ver con la interacción entre las personas, pertenencia a un grupo y sentirse
aceptado dentro de él. Necesidad de
amistad, afecto y aceptación social.
4) Necesidad de estima: Maslow propuso dos consideraciones distintas: factores internos de la estima sentirse
valorado por sí mismo y factores externos de la estima social sentirse valorado y apreciado por los demás. No
satisfacer esta necesidad lleva a sentimientos de inferioridad, inestabilidad emocional,
depresión…
5) Necesidad de autorrealización o autosuperación: tiene como objetivo desarrollar al máximo su talento o
potencia personal que le permita mejorar, madurar o creer personalmente. Para Maslow es el ideal al que todo
ser humano desea llegar. Cuando la conducta de la persona se encuentra determinada por necesidades superiores,
significa que el resto están cubiertas.
Maslow diferencia entre:
Las necesidades de primer orden son las que con más inmediatez hay que satisfacer, ya que de ello depende la
subsistencia, quedando las necesidades de orden superior a la espera de la satisfacción de las anteriormente
mencionadas. Maslow (1970) añadió otras nuevas categorías:
• Necesidad de relación: Se refiere al deseo que tenemos de mantener relaciones interpersonales y de interacción
con otras personas, satisfacción de deseos y estatus. Corresponde con las necesidades sociales y el componente
externo de la estima de las necesidades de Maslow.
Su aprobación va más allá de la simplificación, en contraste con la teoría de M. la ERC muestra que:
• Variables como la educación, antecedentes familiares y el ambiente cultural, pueden alterar el orden de las
necesidades, modificando la importancia de un grupo de necesidades para un individuo.
Existe evidencias de que esta teoría no funciona en algunas culturas y organizaciónes. Pero representa una versión
más válida que la propuesta por M.
3.3. Las tres necesidades dominantes según McClelland
David McClelland (1961) popularizo la idea de las necesidades adquiridas de la motivación humana. Los seres
humanos poseen necesidades específicas que se van adquiriendo y modelando a lo largo de sus vidas.
Las 3 necesidades dominantes son: logro, poder y afiliación. Se encuentran en todos los sujetos en mayor o menor
medida, independiente de su edad, sexo y cultura.
Según él, todas las personas poseen estas tres necesidades en mayor o menor medida.
La satisfacción dependerás de estas tres necesidades y de su grado de intensidad en la escala de valores.
4. Motivo de Logro
4.1. Concepto y definición del motivo de Logro
La competitividad, puede que la característica más peculiar de la sociedad. Los éxitos y logros representan factores
necesarios para garantizar la adaptación y supervivencia.
McClelland definió el motivo de logro como el afán o el interés por lograr o conseguir un estándar o una norma de
excelencia.
Murray (1938) fue pionero en este campo, observo grandes diferencias entre los sujetos a la hora de afrontar los
obstáculos y adversidades que surgían en sus luchas por conseguir sus objetivos o metas, con ello, hizo una
importante aportación al estudio de la motivación, siendo el primero en señalar la existencia del concepto de
<necesidad de logro>.
Murray concibió la necesidad de logro como una necesidad generalizada que abarcaba innumerables parcelas de la
vida de los seres humanos.
Para evaluar y medir la tendencia el logro, desarrolló el Test de Apercepción Temática (TAT) (láminas). Según
Murray, los sujetos se revelaban los motivos inconscientes o encubiertos, mostrando así sus necesidades de logro.
El psicólogo que más ha investigado sobre el motivo del logro ha sido David McClelland pretendió medir el motivo
del logro de forma indirecta, utilizando también el TAT como instrumento de medida (test proyectivo que sirve para
estudiar la personalidad del individuo) y lo adapto desarrollando un método preciso para conseguir medir
exclusivamente el motivo del logro.
Winterbotton (1953) investigó cómo se adquiría el motivo de logro. Su hipótesis de partida fue que el motivo del
logro se aprendía en la infancia y que su adquisición dependía de las prácticas de socialización que utilizaban las
madres con sus hijos. En un estudio demostró que los hijos de las madres que utilizaron con mayor frecuencia los
refuerzos de tipo emocional mostrándoles cariño y afecto, presentaban más puntuación en motivación de logro. Pag
104
Rosen y D’Andrade: Diseñaron una tarea difícil de ensamblaje de un mecano que todos los niños debían realizar,
mientras observaban y registraban la actitud de los padres. Conclusión; los padres de niños con alta puntuación en
motivo de logro animaban a sus hijos a realizar la tarea, pero no intentaban ayudar; Los padres de niños con baja
puntuación intentaban ayudarles y los amenazaban con castigos.
McClelland concluyo que el motivo de logro se adquiría en la infancia a través de lo que él llamo <entrenamiento
temprano de la independencia>, y se planteó investigar si esto ocurría en otras culturas.
Sus conclusiones fueron que además del entrenamiento temprano de la independencia, hay dos variables muy
relacionadas con el motivo de logro:
McClelland (1965) se interesó por conocer cómo podía influir el motivo de logro en el desarrollo económico de una
sociedad. Para ello selecciono 40 países del aérea templada del planeta, y midió su motivación de logro y lo comparo
con nivel de desarrollo económico. Halló una correlación positiva entre el motivo de logro y el desarrollo
económico del país. Junto con Winter, desarrollaron unos programas de entrenamiento en motivación de logro
puede suponer cambios significativos en el desarrollo económico de un país.
Atkinson (1964) desarrolló una teoría matemática sobre el motivo del logro que llamo modelo de afán de logro de
preferencias de riesgo que permitía realizar predicciones sobre las conductas de los individuos. La conducta de logro
como producto de un conflicto emocional entre las esperanzas de éxito y los temores relativos de fracaso.
La conducta de logro dependía de la fuerza que llegase a alcanzar cada una de estas emociones (orgullo y vergüenza)
Los individuos con alto nivel de necesidades de logro mostraron una preferencia por las tareas de dificultad
intermedia.
Según McClelland el motivo de logro se puede definir como como un impulso de superación en situaciones de logro
o rendimiento, caracterizado por una preocupación por hacer las cosas mejor que antes.
Según Chóliz (2004) el motivo del logro es la tendencia a buscar el éxito y evitar el fracaso en tareas que implican la
evaluación del desempeño.
Patrón característico de las personas con alto motivo de logro:
Son personas que se motivan no por los incentivos extrínsecos, sino por el deseo de reconocimiento y por sentir la
retroalimentación del éxito como consecuencia de su buen rendimiento.
4.4. La adquisición y desarrollo del motivo de logro
Winterbottom (1953) comprobó que enseñar a un niño en edad temprana a comportarse de forma independiente
provoca mayores niveles de motivo de logro en el futuro.
Chóliz determino que el motivo del logro comienza, entre los 3 y 4 años de edad, y coincide en indicar que tiene su
origen en el ambiente familiar.
Teewan y Mcghee (1972) investigando como individuos con un potencial análogo podían llegar a tener diferentes
niveles de motivo de logro, llegaron a la conclusión de que la diferencia residía en la manera en que habían sido
educados.
El motivo de logro se adquiere en la más temprana infancia mediante el entrenamiento en la independencia.
●Estilo Directo: Los individuos consiguen el éxito mediante sus propios medios y esfuerzos. El fin es importante, pero
no justifica los medios.
o El estilo directo intrínseco de logro: comparan sus ejecuciones con su modelo interiorizado de excelencia.
o El estilo directo competitivo de logro: comparan con los logros de los demás.
o El estilo directo de logro orientado al poder: tratan de controlar situaciones y personas para conseguir sus
logros.
●Estilo instrumental: Los individuos consiguen el éxito mediante su manipulación sobre otras personas. Lo
importante es conseguir el objetivo al precio que sea. El fin justifica los medios.
o Estilo instrumental personal de logro: usan sus propias circunstancias para conseguir sus objetivos en los
demás.
o Estilo instrumental social de logro: se aprovecha de las relaciones con los interpersonales.
o Estilo instrumental de logro basado en la confianza: manipulan a los demás, pero dependen de ellos.
●Estilo relacional del logro: Los individuos consiguen el éxito a partir de su relación con otro u otros sujetos que ya
lo han conseguido.
o Estilo relacional de logro basado en la colaboración: suelen participar como uno más.
o Estilo relacional de logro basado en la contribución: ponen sus éxitos a disposición de otros, para que
puedan también conseguirlos.
o Estilo relacional vicario de logro: viven como propio el éxito ajeno.
●Neuroticismo: Las personas con alto motivo de logro son emocionalmente estables, habitualmente
sosegados y capaces de enfrentarse a situaciones estresantes. Bajos niveles de hostilidad y menor tendencia
a la depresión. Capacidad de manejarse en situaciones difíciles.
●Extraversión: Extravertidos y sociables, establecen relaciones con los demás.
●Apertura a la experiencia: Personas más dispuestas a realizar nuevas actividades. Aceptar nuevas ideas
●Amabilidad: Altruistas, empáticos. Creen que los demás son honestos y bien intencionados
●Responsabilidad: Alto nivel de aspiración y esfuerzo, diligentes y resueltos y prudentes.
Pág 109
Como resumen de este estudio, podemos decir que el motivo de logro está fuertemente relacionado con la
personalidad, puesto que los valores de los sujetos con alto motivo de logro obtenían una mayor correlación con el
equilibrio emocional y con la responsabilidad, además de ser extravertidos, abiertos a nuevas ideas y experiencias,
y a tener mayor amabilidad.
Según Atkison et. Al. (1954) la necesidad de afiliación se expresaría mejor como una necesidad de ser aceptado
socialmente y de tener seguridad en las relaciones interpersonales.
Dan McAdams (1980) definió el motivo de afiliación como una necesidad de aprobación, aceptación y seguridad en
las relaciones interpersonales. Estudió la parte positiva del motivo de afiliación, el motivo de intimidad indicando
que es un motivo social y lo definió como la disposición a experimentar un intercambio cálido, cercano y
comunicativo con otra persona.
McAdams (1980) estudió el motivo de intimidad indicando que es un motivo social que trata de establecer
relaciones interpersonales cálidas e íntimas, que implica poco miedo al rechazo porque solo refleja la preocupación
por la calidad de las relaciones sociales
Motivo de intimidad: disposición a experimentar un intercambio cálido, cercano y comunicativo con otra persona
(McAdams).
Podría pensarse que las personas con alta motivación de afiliación, son populares y exitosas en su grupo, pero no
suele ser así. Probablemente la causa es que lo que subyace al motivo de afiliación no es el hecho en sí mismo de
relacionarse con los demás, sino más bien el miedo a ser rechazado y quedarse solo y desprotegido. El miedo al
aislamiento social hace que los sujetos desarrollen un deseo de acercamiento a los demás. La conducta de afiliación
queda reforzada cuando se reduce el miedo y la ansiedad.
El motivo de afiliación representa en muchas ocasiones un deseo de no estar solo, mientras que el motivo de
intimidad representa un deseo de mantener relaciones íntimas de comunicación y contacto, sin que interfieran
miedos de ningún tipo.
En contraste con la anterior, su principal característica es la necesidad de interacción social, que surge a partir del
afecto o interés, calidez y compromiso, compatibilidad y amor interpersonal, por eso se expresa como motivo
orientado al crecimiento potencial.
La mayoría de los autores señalan que los patrones educativos, sociales y culturales que se producen en la infancia
modulan y definen el motivo de afiliación, aunque no hay estudios que lo avalen.
Durante la adolescencia la necesidad de afiliación el grupo de iguales es necesario para el desarrollo evolutivo del
individuo. Luego irá cambiando a lo largo del ciclo evolutivo, en función de las necesidades del desarrollo individual,
hasta que este se pierda cuando el individuo haya adquirido su identidad personal.
6. Motivo de Poder
6.1. Concepto y definición del motivo de poder
La necesidad de poder se manifiesta por el deseo de control, influencia y persuasión sobre las conductas o los
pensamientos de los demás, y por el deseo de producir impacto en las personas de alrededor.
Motivación de poder: es la necesidad de tener impacto, control o influencia sobre otra persona, grupo o el mundo
en general (Winter, 1973). El impacto facilita el inicio del poder y su establecimiento, el control ayuda a mantenerlo
y la influencia va a permitir expandir el poder o recuperarlo en el caso de que fuera necesario.
Santamaria (1987) añadió un matiz importante al concepto al definirlo como el deseo de controlar los medios de
influencia, ya que tenía en cuenta el procedimiento para conseguirlo.
McClelland es un motivo adquirido importante porque posee funciones energizantes (activación SNS), orientadoras
(mayor actividad cerebral ante estímulos relacionados con el poder) y selectivas de la conducta.
El motivo de poder puede manifestarse en su grupo de referencia más próximo o cercano, como puede ser la familia
o los amigos, como en el trabajo como incluso en territorios o países.
Las manifestaciones del motivo de poder están relacionadas con variables tales como el sexo, la clase social o la
maduración.
Existen diversas maneras de satisfacer el motivo de poder desde el liderazgo dentro de un grupo hasta la ostentación
del máximo poder.
Una diferencia entre el motivo de poder y el motivo de logro estriba en que los sujetos con un motivo de poer
elevado son más conservadores y utilizan el poder para mantener la situación tal y como está establecida, mientras
que los sujetos con alta motivación de logro son más progresistas y aceptan con agrado los cambios siempre que
ello favorezca al rendimiento general.
Motivo de logro -> Buscar la excelencia
Motivo de poder -> Competir para vencer en algo a otras personas
6.2. La conducta desencadenada por el motivo de poder
• Ejercen frecuentemente profesiones influyentes en las que tienen la capacidad de controlar de una u otra forma
las conductas de otras personas: psicólogos, profesores, periodistas, políticos…
Detrás del motivo de poder se produce la activación del SN simpático produciendo bienestar si es recompensada,
pero también puede contribuir a la aparición de enfermedades físicas si se inhibe.
Su desarrollo depende de muchos factores: pautas educativas familiares, pautas escolares, ambiente sociocultural,
exigencias laborales, etc.
MacCllen y Pillon concretaron que uno de los principales factores en la formación del motivo del poder es la
educación ejercida por las madres durante la infancia.
Franken (2002) defendió que el motivo de poder discurre por una serie de etapas que están estrechamente
relacionadas con el desarrollo psicoevolutivo normal.
Describe cuatro etapas que se establecen en función de la manera de afrontar las diferentes etapas evolutivas de las
personas.
El motivo de poder posee a lo largo de su desarrollo evolutivo unas claras influencias derivadas de los procesos de
aprendizaje y de socialización, que permitirá a la persona adquirirlo en mayor medida.
Reeve (2010) consideró el motivo de liderazgo como una variante especial del motivo del poder.
La característica de una inhibición elevada es importante porque los administradores que son elevados en poder,
bajos en afiliación y altos en inhibición son exitosos y obtienen valoraciones altas de sus empleados, mientras que
aquello altos en poder, bajos en afiliación, pero también bajos en inhibición a menudo son poco exitosos.
Zimbardo (1972) comprobó que cuando a un sujeto se le da la oportunidad de controlar la conducta de otros, este
tiende a manifestar su autoridad a través de la agresión.
McClleand (1975) indico que las personas con alto poder, tanto en hombres como en mujeres, confesaban tener
significativamente más impulsos violentos que las personas con bajo, porque tendían con mayor frecuencia a
mantener más discusiones y a participar en deportes competitivos.
Las manifestaciones agresivas de la necesidad de poder se expresan solo como impulsos agresivos, más que cómo
actos reales de agresión.
Mason y Blankenship (1987) indicaron que los varones (no las mujeres) con alto motivo de poder, reaccionaban
ante los acontecimientos vitales negativos como enfermedades, accidentes y estrés abusando de las personas más
cercanas a ellos.
Diversos autores indican que el motivo de poder es mucho más complejo que el del logro o afiliación.
Existe una correlación débil y negativa con el motivo de afiliación y no es significativa su relación con el motivo de
logro.
7. Motivo de Autorrealización
Para terminar la cúspide de la pirámide de Maslow tendríamos que hablar de necesidad de autorrealización. Es la
necesidad o motivo más elevado que existe y significa la tendencia del individuo a convertirse en lo que puede
llegar a ser. La realización de las potencialidades de la persona, para llegar a ser todo lo que uno puede conseguir,
con el propósito de ser plenamente humano, contemplando el logro de una identidad e individualidad completa.
El motivo de autorrealización es difícil de describir, ya que varía mucho de un individuo a otro por que incluye la
satisfacción de la naturaleza individual en todos los aspectos.
Para Maslow el máximo nivel que puede alcanzar un individuo para llegar a autorrealizarse es adquirir la necesidad
de transcendencia, puesto que este es el grado final de la motivación.
Logro -> Éxito
Poder -> Influencia
Afiliación -> Amistad
1. Introducción
Se ha estudiado la motivación, como activadora de la satisfacción de las necesidades fisiológicas básicas, siendo
fundamental para satisfacer la supervivencia. Conforme ascendemos en la escala evolutiva, el aprendizaje
adquiere mayor importancia sobre las conductas innatas.
En el siglo XVIII se empieza a defender la noción del origen natural y no divino de los seres vivos. Surgen las teorías
evolucionistas.
Teoría de la herencia de los caracteres adquiridos: defiende la existencia de una sola escala biológica e indica la
gradación casi perfecta de las formas de ciertos grupos de animales, lo que le llevó a concluir que todas las especies,
incluido el hombre, descendían de otra precedente. Se puede resumir en los siguientes aspectos:
Principio de la perfección: cada especie viviente posee un impulso innato (motivador) a perfeccionarse a sí misma.
Los cambios en el entorno provocan una modificación en las necesidades y por tanto en la estructura de animales y
plantas.
Las necesidades hacen que los organismos se esfuercen por adaptarse a su ambiente, modificándose
sucesivamente conforme se produce la adaptación. Los miembros más usados son los que más contribuyen a la
adaptación, y los menos usados se atrofiarían por desuso. Principio de uso y desuso.
Herencia de los caracteres adquiridos: Las características así adquiridas se pueden transmitir genéticamente a los
descendientes, sobreviviendo de esa manera aquellos que mejor se adapten al medio.
El principio de la perfección es su postulado más oscuro, pero es fundamental para entender su aportación. Pensaba
que la vida tenía una tendencia innata a la perfección, como un mecanismo o impulso motivador, el verdadero
motor de la evolución. Cuando tenía lugar un cambio en el entorno, la naturaleza dotaba al individuo de nuevas
destrezas. Su tesis de que la necesidad crea al órgano, su uso lo desarrolla y su desuso lo atrofia, pretende demostrar
esa idea de perfección que culmina con la aparición del hombre.
Posteriormente se comprobó que sus supuestos eran erróneos, pero nos interesa destacar el carácter de impulso o
mecanismo motivador que concede al principio de la perfección.
• En primer lugar, el que existe una continuidad en las formas de vida desde la más baja a la más elevada.
• En segundo lugar, la insistencia en que para sobrevivir es necesaria la adaptación al medio.
Estudió los mecanismos y procesos de dicha adaptación. La evolución se explica por la aparición de individuos más
capacitados que son los que mejor se adaptan, y no porque la necesidad creara al órgano, como decía Lamarck.
Darwin considera al hombre como una especie animal más, emparentándolo con el mono. Defendió que las
variaciones en los animales surgían espontáneamente, sin causa conocida, y que podían o no favorecerle, lo que
conllevaría a su supervivencia o destrucción. Propone la teoría de la selección natural en su obra “El origen de las
especies” (1859). La selección natural del más apto es el principio fundamental de la evolución y se produce por la
acción mecánica organismo/ambiente.
La vida es adaptación y lucha por la supervivencia, dado el exceso de población en relación a la cantidad de
alimentos. Las necesidades de los individuos les empujan a estar motivados para satisfacerlas.
En ocasiones se producen en los sujetos variaciones al azar que les capacitan (o no) para una mejor adaptación.
Selección natural: en la lucha por la supervivencia, si las variaciones son ventajosas, producirán individuos más
dotados y mejor adaptados, que tendrán mayor número de posibilidades de ser seleccionados de forma natural.
Plantea que no existen diferencias entre las facultades mentales humanas y las presentes en los animales superiores,
pudiéndose explicar todas ellas por la teoría de la evolución.
La conducta motivada obedece a las necesidades del organismo. La motivación pasa a ocupar un lugar central como
pulsión.
2.1.3. Las teorías evolucionistas en la actualidad
La selección natural puede tener efectos radicales incluso a corto plazo. Pasa de considerarse un cambio gradual,
lento y constante a explicarse por cambios bruscos y rápidos justificando dichos cambios a través del estudio de
fósiles. Se han hallado fósiles de animales que desaparecieron, pero no restos de cómo evolucionaron.
Darwin recurría al aislamiento geográfico para explicar el cambio evolutivo. Ahora se ponderan explicaciones del
surgimiento de las especies en situaciones de no aislamiento, centrándose en la forma en que los animales
adquieren, por evolución, diversas señales para reconocer a la pareja adecuada.
Se mantiene que determinadas pautas de la conducta son comunes a todos los humanos, por la utilidad que
tuvieron para la supervivencia. Algunas conductas motivadas podrían estar genéticamente determinadas.
•Filogenia de la conducta: se refiere a los cambios conductuales de una especie a lo largo de su evolución
(maduración).
•Ontogenia de la conducta: se refiere a los cambios conductuales de un organismo a lo largo de su vida
(aprendizaje).
Distingue si las conductas que aparecen a lo largo de la vida del animal son aprendidas o fruto de la maduración. Por
ejemplo, dejar un pájaro aislado desde el nacimiento y ver si de adulto canta.
2.2.1. El patrón de acción modal
Instinto en biología: pauta heredada de comportamiento complejo, común a una especie y con finalidad adaptativa.
La supervivencia depende de los instintos y requiere una dotación con diferentes programas genéticos que dirijan y
coordinen el comportamiento.
El animal debe saber reaccionar a categorías de estímulos muy determinadas con acciones muy concretas. Las
respuestas requieren conexiones de circuitos reguladores que avisen de las alteraciones homeostáticas. Los
mecanismos motivadores deben colmar esa necesidad que dependerá del nivel de motivación interno.
La secuencia es:
Desequilibrio homeostático => Activa mecanismos motivacionales => Provocan la conducta instintiva.
Al instinto se le ha pasado a llamar Patrón de acción modal (Baerends, 1988) para hacer hincapié en los aspectos
modificables de la conducta, que no es absolutamente rígida, pudiendo variar los estímulos que la provocan o la
conducta que desencadena a través de la experiencia (esa variación se encuentra a su vez
programada genéticamente).
• Estímulo índice: es muy específico, ya que constituye una pequeña parte del entorno y es el que desencadena la
respuesta. El animal está programado genéticamente para responder ante él ignorando el resto de la situación, lo
que posibilita dar la respuesta muy rápidamente.
• El organismo en su adaptación para dar la respuesta inmediata a los estímulos índice ha desarrollado dispositivos
especiales de recepción. Son los mecanismos desencadenadores innatos, o sustrato fisiológico del patrón de acción
modal, encargados de provocar la conducta en la secuencia correcta ante la aparición del estímulo índice, son el
sustrato fisiológico del patrón de acción modal.
• La respuesta observable provocada por la estimulación del mecanismo desencadenador innato es lo que se
conoce como respuesta consumatoria y puede variar con la experiencia. A medida que se asciende en la escala
filogenética, los patrones de acción modal se encuentran menos determinados por la genética y son más moldeables
por el aprendizaje.
Lorenz y Timbergen lograron demostrar que las adaptaciones filogenéticas determinan el comportamiento de los
animales y, en cierta medida, también en el hombre, por lo que defendieron la investigación etológica humana.
Eibl-Eibesfeld (1963) comprobó cómo lo innato y lo adquirido coexistían en el comportamiento de los mamíferos,
consagrándose a estudiar el comportamiento social humano espontáneo en el que encontró ciertas adaptaciones
filogenéticas.
La etología aporta al estudio de la motivación los trabajos sobre motivación sexual (preferencias sexuales de
hombres y mujeres en la búsqueda de la relación de pareja) y las investigaciones sobre la conducta agresiva.
2.2.2. El troquelado
Impronta o troquelado: seguimiento a la figura que se percibe al nacer (apego social de las crías hacia sus madres).
Eibl-Eibesfeldt mantiene que ciertos aprendizajes están previstos para que se adquieran en un momento evolutivo
determinado. Los animales adquieren en ciertas fases sensibles de su vida conocimientos concretos que se
mantienen muy persistentes.
Lorenz (1935) estudió la impronta en los patos, que habiéndole visto a él nada más nacer, quedaron troquelados y le
seguían a todas partes e incluso se excitaban cuando lo veían y buscaban protección en él, aunque su madre
estuviera cerca.
Se han comprobado casos de impronta a objetos u animales de otras especies. Se consigue más fácilmente con
objetos en movimiento y que emitan sonido (reclamo). Una vez pasado el periodo crítico es muy difícil que se
adquiera esa conducta. Es una conducta adaptativa que garantiza el aprendizaje de conductas propias de la especie,
pues suelen seguir a su madre. Con el seguimiento se produce la impronta de otros modelos futuros de
comportamiento.
• Teoría del aprendizaje asociativo (Moltz): a través del binomio miedo-reducción del miedo por la presencia de la
madre, se produce el aprendizaje del seguimiento.
• Teorías que giran sobre los aspectos innatos que son mantenidas principalmente por los etólogos, quienes
sostienen una programación filogenética de dicho impulso.
Otros 2 tipos de impronta:
• Preferencia sexual en el momento del apareamiento, hacia la especie sobre la que se haya establecido la
impronta.
• Preferencia alimenticia hacia aquellos alimentos a los que se haya expuesto al animal en unos periodos muy
tempranos de su vida.
Williams McDougall(1908-1950) se convirtió en el defensor más acérrimo de los instintos a los que justificaba como
fuentes irracionales y apremiantes de conducta. Eran el motor de la acción a través de fuerzas motivacionales,
consideradas como los factores internos que desencadenaban la conducta y que orientaban a la persona hacia una
meta en particular (Reeve, 2003). El instinto no solo regulaba la conducta, sino que también se encontraba en la
base de la experiencia subjetiva de dirigirse hacia una meta. Esto implicaba que a través del instinto también se
podían explicar las conductas subjetivas.
Las teorías instintivas como motivos humanos llegaron a establecer listas de cerca de 6.000 motivos o instintos
explicados de forma circular (la causa explica el efecto y a su vez el efecto explica la causa). La falta de explicaciones
experimentales hizo que fueran muy criticadas, aunque más tarde volvieron a estudiarse, pero desde otra
perspectiva. El estudio de la motivación no se habría producido igual sin su aportación.
El psicoanálisis enfatiza los aspectos dinámicos y motivacionales del comportamiento, se centra en profundizar las
raíces de la psique. La teoría psicoanalítica además de establecer los aspectos estructurales del psiquismo (yo,
superyó, y ello), se centró en el inconsciente.
En el psicoanálisis el concepto de pulsión es el motor motivacional. Se elaboró en la psicología clínica para dar
explicación a ciertos trastornos, aunque posteriormente dio lugar a toda una teoría de la personalidad.
Según el concepto de pulsión, la función del comportamiento humano era, fundamentalmente, satisfacer las
necesidades corporales y, para conseguirlo, la pulsión del sujeto incitaba cualquier comportamiento para cubrir esas
necesidades.
El psicoanálisis vio en las pulsiones la causa última de todos los fenómenos psíquicos.
Sigmund Freud, fundador del psicoanálisis, distingue básicamente cuatro momentos en la pulsión:
1) La fuente que se halla en el cuerpo y se produce por un cambio en él que genera una tensión (déficit corporal).
2) El esfuerzo que se provoca para aliviar la tensión, y depende de la intensidad de la propia necesidad, este esfuerzo
no es otra cosa que la pulsión.
3) La meta, es el propósito consistente en acabar con la tensión inicial, lo que producirá siempre que consiga
satisfacción.
4) El objetivo lo constituye cualquier persona o cosa que sirva para satisfacer la pulsión.
Según Freud, las pulsiones funcionan repartiendo la energía de una a otra parte de la psique, como si fuera un
sistema hidráulico. Pensaba que cuando una idea era susceptible de provocar la excitación del sistema nervioso más
allá de lo tolerable, esa energía se redistribuía de manera que los elementos amenazantes no pudieran entrar en la
conciencia, y permanecieran en el inconsciente. Pone en primer plano las motivaciones inconscientes en cuanto
determinantes psíquicos fundamentales.
Rechazó aspectos tan importantes como el pensamiento y se limitó al estudio de la conducta en términos de
asociaciones de estímulos y respuestas, llegando a explicar todo tipo de conductas por esas asociaciones. Su
fundador, John Broadus Watson (1878-1958), defendió que al descomponer cualquier conducta compleja se podía
ver que estaba constituida por reflejos aprendidos, y por la historia de premios y castigos con que se hubiesen
asociado, de ahí su búsqueda de las variables objetivas y manipulables que le permitieran el control científico de la
conducta.
En el enfoque watsoniano, los impulsos estaban estrechamente ligados a las necesidades biológicas, que conducía
a los organismos a aprender cosas necesarias para sobrevivir.
El experimento consistía en medir la secreción salivar del perro. Al principio se hacía sonar la campana y después se
le daba polvo de carne. Al recibir el polvo de carne, el perro salivaba. Pero con las repeticiones el perro acababa
salivando con solo escuchar la campana. Asociaba el sonido con la comida. El sonido de la campana,
originariamente neutro a ese tipo de respuesta, había adquirido la posibilidad de provocar la salivación, y, por
tanto, de anticipar la comida.
Demostró que se creaba una asociación entre un estímulo nuevo (el sonido de la campana) y un reflejo ya existente
(salivación ante la comida), a lo que Pavlov llamó reflejo condicionado.
Había descubierto la posibilidad de condicionar los reflejos, considerados hasta el momento conductas
involuntarias, para crear nuevos reflejos aprendidos. Con su teoría de los reflejos condicionados que consideró la
base refleja de la conciencia psicológica, se empezó a estudiar la posibilidad de alterar la frecuencia y dirección
de la conducta. Se habían encontrado los componentes básicos del comportamiento para explicar la conducta. Se le
paso a llamar condicionamiento clásico o pavloviano.
Ej. Cuando olemos en alguien un perfume que nos recuerda a alguien agradable, nos atrae, o si vemos a alguien que nos es
indiferente con nuestro mayor enemigo, nos causa rechazo . Son estímulos que nosotros no controlamos
conscientemente y que pueden determinar nuestra conducta, por los estados de motivación que nos susciten. Las
fobias son una situación extrema de miedo adquirido por condicionamiento clásico.
Dos tipos de condicionamiento clásico:
• Condicionamiento clásico apetitivo: el estímulo que provoca la respuesta refleja es agradable para el animal.
• Condicionamiento clásico de defensa: el estímulo es desagradable (estudiado por Vladimir Bekhterev con
descargas en una pata. Al final el perro retiraba la pata al escuchar el sonido, antes de recibir la descarga).
El estímulo incondicionado (EI). Se considera EI a cualquier estímulo intenso que suscita de forma regular la
respuesta no aprendida y medible. En el experimento de Pavlov, el EI era el polvo de carne, y en el de Bekhterev, la
descarga eléctrica. En general los estímulos producen efectos predecibles, una respuesta refleja sobre la que el sujeto
no tiene control.
La respuesta incondicionada (RI). Es cualquier respuesta no aprendida y medible que se emite ante el EI. En los
ejemplos anteriores son la salivación y retirar la pata. Pág 141
El estímulo condicionado (EC). Es aquel que en un principio es un estímulo neutro (En) a la situación (que por sí
mismo no produce la RI antes del experimento). Es el estímulo que antecede a la presentación y acompaña al EI. En
los ejemplos son el sonido de la campana. Se puede usar cualquier estímulo sonoro, visual, táctil…
La respuesta condicionada (RC). Es la respuesta aprendida que se emite ante el EC y que no es exactamente igual
que la RI. La RC suele tener menor intensidad que la RI.
El condicionamiento clásico es una forma de aprendizaje que se conoce como modelo E-E, porque se debe a la
asociación del EC y del EI. Se tiene que establecer una relación funcional entre el EC y el EI para que se constituya
un proceso de condicionamiento clásico.
El proceso del condicionamiento clásico consiste en que un estímulo neutro (posterior EC) que solo suscita una
respuesta de orientación (Ro), tras sucesivas presentaciones contiguas con el EI, que sí suscita la RI, hace que se
establezca una asociación entre ambos estímulos (EC-EI), de manera que una vez que ha tenido lugar el
condicionamiento, el EC posee ya la capacidad motivacional de suscitar la RC sin la presencia del EI. Por Ro se
entiende la respuesta primera ante un estímulo novedoso del ambiente (normalmente ante un sonido es girarnos
hacia donde se haya producido).
Existe otro tipo de condicionamiento, descubierto también por Pavlov, en el que los sujetos aprenden a retener o
inhibir una respuesta condicionada: condicionamiento clásico inhibitorio. El fin de este tipo de condicionamiento es
aprender que un estímulo señala la ausencia del EI. El estímulo condicionado inhibitorio, como resultado del
emparejamiento EC-EI, inhibe o retiene una RC. Ej. Siempre comemos en un restaurante, pero si presenciamos una
pelea en él, es posible que al día siguiente se nos quite la motivación del hambre al pasar por la puerta.
En el de defensa, el sujeto se muestra motivado a responder ante un EI aversivo, mientras que en el inhibitorio se
encuentra motivado a no responder.
El condicionamiento de segundo orden, en su forma más sencilla, consiste en emplear como estímulo
incondicionado, para establecer un nuevo condicionamiento, un estímulo condicionado de un condicionamiento
anterior.
En otras palabas, un EC produce una RC por ser emparejado con otro cuyas propiedades motivacionales son
adquiridas (el EI había actuado de EC en un condicionamiento anterior). Por ejemplo, se puede asociar encender la
luz al sonido de la campana y acabara por hacer que el perro salive.
El condicionamiento de segundo orden tiene un papel importantísimo en nuestras vidas. Es el caso del dinero que ha
adquirido su valor porque permite conseguir otros objetivos.
• El número de asociaciones EC-EI. A mayor número de aparejamientos mayor probabilidad de asociación EC-EI.
• Consistencia de la asociación. Se fortalecerá se incremente de que aparezcan juntos el EC-EI.
• Conforme el EC destaque de otros estímulos ambientales, la asociación será mayor.
• La intensidad del EC facilita la asociación entre EC-EI.
• El intervalo óptimo para que se produzca la asociación EC-EI, dependerá del organismo y del sistema implicado
(autonómico o esquelético).
La expresión “me he quedado helado”, ante una situación en la que hemos dejado de emitir cualquier tipo de
respuesta.
• Seguimiento de señales: en una situación experimental se entiende por seguimiento de señales la conducta de los
animales de acercarse y contactar con aquellos estímulos que señalan la disponibilidad de la comida en lugar de
arrimarse a la comida en sí. A través de estos estímulos, se termina por localizar la fuente de alimentación. Sin duda
la obtención de alimento, pareja sexual…, se puede potenciar por la tendencia de seguir señales relacionadas con
las situaciones que permiten satisfacer esas necesidades. Las claves que preceden a los estímulos sexuales pueden
adquirir la capacidad de potenciar, e incluso, inducir la propia motivación sexual, excitaciones hormonales y
conductas reproductivas.
• Condicionamiento de aversión al sabor: Es una técnica en la que se asocia un EC que es una solución dulce (agua
con azúcar) con un EI, consistente en la inyección de una droga que induce malestar. Se asocia el malestar con la
solución dulce. En el tratamiento contra el cáncer los pacientes adquieren aversión a los alimentos que ingieren
durante la comida porque los relacionan con los efectos de la medicación. Se parece a los dos modelos anteriores,
pero la aversión adquirida al sabor presenta particularidades:
Diseñó la caja-problema. Una jaula de madera con una puerta que el animal podía abrir desde el interior. Si metía un
gato hambriento con un plato de comida fuera, empezaba a arañar, meterse entre los barrotes… hasta que
conseguía abrir la puerta y comer. Con las repeticiones, el animal iba repitiendo menos conductas inútiles y, así, se
iban apagando gradualmente los impulsos que no conducían al éxito y, por tanto, “el placer resultante dejará
marca en el impulso concreto que lleve al acto satisfactorio”.
Thorndike utilizó el término impulso en vez de motivo para describir aquello que llevaba al animal a actuar. Los
gatos con más necesidad eran los más activos, y cuantas más veces se repitiese la situación y más intensa fuera la
satisfacción conseguida, más se fortalecía la relación.
Este cambio conductual debido a la experiencia se conoce como Condicionamiento Instrumental. La conducta es
un instrumento para conseguir situaciones agradables y evitar las desagradables.
Lo que ocurría era la asociación entre un estímulo y una respuesta (la situación y abrir la puerta), y en donde la
recompensa fortalecía esa relación. Se acababa de establecer la teoría E-R.
Su experimentación con distintas cajas-problema le llevó a formular la ley del efecto, en la que planteaba que “las
consecuencias que tenga una conducta determinarán su repetición de tal forma que si esas consecuencias son
agradables la conducta aumentará, pero si son desagradables disminuirá”.
El concepto de impulso podía ser manipulado (ej. horas de privación) y se podía también graduar los impulsos (más o
menos comida) y, con ello la motivación.
Burrhus Frederic Skinner (1904-1990), conductista radical, demostró que las consecuencias de nuestra conducta
tienen un importante efecto sobre ella, y de esta manera el sujeto opera en el ambiente. La frecuencia de la
conducta aumenta si su consecuencia es reforzante y decrece si es aversiva, con lo que el refuerzo se convierte en
un mecanismo de selección. Se realiza una asociación entre la respuesta y el reforzador. Es la ley del refuerzo, ya
que considera los aspectos exclusivamente observables: estímulos y respuestas.
La situación experimental que creo Skinner se parecía más al contexto natural, porque el animal podía repetir su
respuesta y obtener el premio varias veces. Diseñó la caja de Skinner, en la que la rata aprendía la conducta de
apretar una palanca para conseguir el premio (comida). Podía repetir tantas veces como quisiera.
Se denomina condicionamiento operante, porque el sujeto opera sobre el ambiente y en él la respuesta se emite
voluntariamente para obtener premios o evitar castigos. En el condicionamiento clásico la respuesta era
independiente del sujeto.
En esta situación no es la contigüidad temporal lo que produce la conducta, sino la contingencia entre la conducta
y sus consecuencias.
El conductismo radical skinneriano llevó a rechazar la posibilidad de que un comportamiento pudiera tener cierta
planificación por sucesivas programaciones filogenéticas. Es una postura ambientalista en la que considera al sujeto
un organismo pasivo sometido a las influencias anticipatorias de su entorno manipulable a través de recompensas y
castigos.
4.2.1. Componentes
• Respuesta operante: es la que se desea adquirir y el sujeto se encuentra motivado a realizar. A veces hay que
descomponer la respuesta en otras más simples (aprender a nadar = mover los pies + mover los brazos +
controlar la respiración). A veces lo que se pretende es aumentar la frecuencia de una respuesta ya existente
(frenar en un semáforo en ámbar).
• Estímulo reforzador: el que se dispensa al sujeto ante la realización de la conducta deseada. Depende de la
respuesta y se mide por sus efectos. Cualquier estímulo puede convertirse en reforzador si aumenta la
probabilidad de la respuesta. 2 tipos:
->Primarios: poseen características innatas de reforzador.
->Secundarios: no presentan características innatas de reforzador, pero que por condicionamiento clásico las
adquieren. Pág. 146
A través del reforzador no siempre se refuerzan las conductas deseables. A veces se hace mal uso de él, como
cuando cogemos en brazos a un niño que inicia una rabieta, y así aprende un arma potentísima para manejar a sus
padres. Hay que cogerlo en brazos cuando cesa la rabieta y no antes.
Teoría de la reducción del impulso: Hull se basa en el impulso o “drive” (activación) y en el incentivo para elaborar
una teoría general de la conducta. El aprendizaje ya no se produce por contigüidad, sino por el refuerzo que supone
la reducción del impulso. Hull es un conductista moderado (neoconductista), rechaza lo que no es públicamente
observable, y su objetivo es predecir la comportamiento.
Clark Leonard Hull (1884-1952) fundamenta su teoría de la reducción del impulso en que aquella reacción por la que
queda reducida una necesidad biológica será aprendida y muy probablemente repetida ante la reaparición de la
misma necesidad. Los elementos más importantes de su teoría son:
• Drive o impulso: una función incremental de la necesidad fisiológica, por eso la motivación se podía predecir en
base a condiciones ambientales antecedentes. El impulso o drive energizaba y activaba la conducta, pero
no la dirigía.
• Habito: consecuencia del aprendizaje (repetición) que, a su vez, hacía depender del refuerzo. Cualquier
respuesta que redujera el impulso daba lugar a reforzamiento. El refuerzo era la reducción del impulso.
Hábito e impulso son los factores determinantes de la conducta. Operacionalmente define el impulso como horas
de privación y la fuerza del hábito por el número de ensayos de aprendizaje previos.
Propuso la fórmula:
𝐸=𝐻×𝐷
Excitación = Habito x Drive
-> E es la fuerza de la conducta ante un estímulo determinado (potencial de excitación).
-> H es la fuerza del hábito o la probabilidad de que se dé la respuesta observable.
->D es el Drive o impulso.
Posteriormente, junto con su discípulo Spencer, añade el incentivo como un nuevo elemento.
𝐸=𝐻×𝐷×𝐼
-> El impulso o necesidades básicas que se regulaban homeostáticamente.
-> La fuerza de los hábitos relacionados con los comportamientos aprendidos.
-> El incentivo son las propiedades motivadoras de la meta.
La fuerza con la que se emite una respuesta o potencial de excitación (E) depende de las veces que se haya emitido
anteriormente (fuerza del hábito), de la necesidad que tenga el organismo (drive) y de lo que atraiga la meta al
sujeto (incentivo).
El impulso se relacionaba con las alteraciones fisiológicas (interno). Incentivo con aspectos del ambiente (externo).
Drive representaba un estado de activación general en una función dinámica que energizaba todo el
comportamiento posible. El hábito se consideraba una función directiva, ya que elegía las conductas exitosas que
reducían el estado de necesidad.
Para Hull, la motivación pasaba a tener tanta importancia como el aprendizaje en la explicación de la conducta, ya
que, para él, el aprendizaje se producía por el refuerzo que suponía la reducción del impulso.
¿Cómo se obtenía la reducción de la necesidad si hasta el final no se obtenía el premio? Para Hull la respuesta se
descomponía en una secuencia de respuestas más simples llamadas respuestas fraccionarias o anticipatorias de
meta (rm). Las respuestas fraccionarias se condicionaban clásicamente por contigüidad con la respuesta final.
Hull hizo los primeros intentos experimentales y demostrables de la motivación, pero cayó en el error de explicar
comportamientos complejos a partir de su experimentación con animales sometidos a privaciones forzosas. El
problema es que podría ser válida solo en las situaciones creadas, no pudiendo aplicarse a la conducta en
situaciones cotidianas, donde no necesitamos tener que reducir una necesidad fisiológica para que se produzca
una conducta. Ej. Vemos una bandeja de pasteles y cogemos uno, aunque no tengamos necesidad de comer.
La principal crítica es a la función activadora e inespecífica que atribuía a los impulsos. Necesidades como el hambre
y la sed activaban estados similares e intercambiables. Los estados de impulso actuaban de forma ciega por lo que
no ejercían un efecto organizador u orientador, únicamente hacían al sujeto más activo y enérgico. Las
investigaciones posteriores se mueven en la línea de considerar que los impulsos establecen disposiciones
específicas aumentando la posibilidad de determinadas conductas, más que tener un efecto energizante simple.
Brinda (1968) interpreta el efecto de la recompensa como motivación de incentivo, y se considera que influye la
información sensorial procedente del estímulo que va a calmar la necesidad. Konorski (1967) los estímulos o señales
del ambiente pueden adquirir por condicionamiento propiedades motivadoras de incentivo capaces de provocar la
conducta.
• Entre los estímulos del entorno del propio sujeto (condicionamiento clásico)
• Entre la conducta del sujeto y las consecuencias que conlleva (condicionamiento operante)
Técnica de devaluación del reforzador (López y Cantora, 2005). Consiste en la disminución del valor motivacional
del EI una vez conseguido el condicionamiento clásico y, de igual manera, en la reducción del valor de incentivo del
reforzador en el caso del condicionamiento operante. La devaluación se plantea para cada tipo de
condicionamiento:
• Condicionamiento clásico: en este condicionamiento, se asocia un EC (sonido) con un EI (agua) para provoca la
RC. Si ahora emparejamos el EI con una sustancia dañina, provocamos que el animal no lo desee. Ahora no se
provoca la RC al amoldarse su conducta al valor cambiante del EI que pasa de apetitivo a dañino. Esto demuestra
que, durante los aprendizajes, los sujetos adquieren representaciones informativas de la asociación EC-EI, de tal
forma que el recuerdo de las propiedades el EI al presentar el EC, provoca la misma respuesta que su presentación
misma; los animales y el hombre establecen representaciones simbólicas de la estructura causal del entorno.
A través de la técnica de la devaluación del reforzador se ha demostrado que, si se coloca al experimentador frente
al animal, aparecen las conductas de malestar.
• Condicionamiento operante: el animal se encuentra motivado a emitir la respuesta para conseguir el premio. Una
vez asociada la conducta, se asocia el reforzador a una sustancia dañina. Como la ejecución se encuentra
determinada por el conocimiento por parte del sujeto de las consecuencias de su comportamiento, su motivación
para emitir la respuesta disminuirá. Demuestra que el estado motivacional influye a través del conocimiento de
las propiedades del incentivo (no directamente) y que los animales codifican ciertos aspectos de la información
sensorial del reforzador. La conducta se encuentra menos afectada por los cambios en el nivel de motivación
cuando se realizan muchos entrenamientos (la conducta más automatizada se haya menos afectada a los cambios
del valor del reforzador).
Tema 7: Motivación y aprendizaje
1. Introducción
En ese trayecto, se ha estudiado como inicialmente el impulso motivacional hacía referencia a reacciones instintivas
y, posteriormente, se comenzó a centrar en aquellos estados internos de necesidad que se activaban ante la
aparición de una carencia en el organismo y cuyo principal objetivo consistía en motivar el comienzo de
determinadas conductas para corregir ese déficit, es decir, conseguir un equilibrio.
La motivación dirige la conducta, pero también la energiza o instiga en el sentido que la intensifica.
●Condicionamiento clásico: los objetos del ambiente adquieren propiedades hedónicas, tanto agradables como
aversivas. Se aprende a anticipar los estímulos ambientales que están a punto de producirse. Da lugar a una
tendencia emocional en cuanto que provoca conductas de acercamiento o alejamiento. Asociación E-E
●Condicionamiento operante el sujeto emite respuestas voluntarias para acceder a estos estímulos o huir de ellos,
según sean las características hedónicas de dichos estímulos reforzadores.
La motivación basada en la anticipación de esas propiedades del reforzador se denomina motivación de incentivo
que al estar regulada por el ambiente es aprendida por c. operante.
El valor del incentivo que depende de las expectativas del sujeto funciona, entonces, por sus características
hedónicas, dado que tendemos acercarnos a aquello que nos reporta consecuencias agradables, y alejarnos de
aquello que nos produce consecuencias desagradables.
Es la experiencia hedónica producida por las propiedades sensoriales de los estímulos lo que refuerza la conducta
motivada extrínsecamente realizando aquellas conductas que nos crean expectativas sobre el premio y evitando las
que nos conducen al fracaso.
La motivación de incentivo se basa en las expectativas o en la anticipación de las propiedades hedónicas de los
reforzadores.
3. Los niveles de motivación ante la presencia de un reforzador
El valor del incentivo que el sujeto adjudica a los estímulos externos depende de las expectativas que se creen con
respecto a él y su historia de reforzadores previos.
Solamente la idea de que tal conducta llevara a tal premio, puede hacer que la conducta se realice de forma más
motivada.
Es la experiencia subjetiva de las características motivacionales que posee el reforzador para el sujeto. Incentivo.
El valor del incentivo no causa la conducta, pero afecta a la probabilidad de que se repita la respuesta en cuanto que
“es una señal situacional que marca la posibilidad de que una conducta produzca o no consecuencias de recompensa
o castigo, y este conocimiento sobre el valor de incentivo se aprende mediante la experiencia” (Reeve 2003).
Diferencia entre recompensa, castigo e incentivo:
●Recompensa: objeto ambiental agradable que se da al final de la conducta y cuyo objetivo es incrementar la
conducta (aprobar un examen).
●Castigo: objeto ambiental desagradable que se da al final de la conducta con el objetivo de que no se repita
(condena penal).
●Incentivo: es la expectativa que se crea ante aquel objeto ambiental que se conoce de antemano que se sabe
que se va a conseguir si se realiza determinada ejecución y atrae a realizarla o no. Es el componente motivacional de
la acción y es subjetivo de cada sujeto (depende de la experiencia persona y las expectativas).
Planteados estos tres elementos, se puede comprobar que la misma recompensa actúa como reforzador por que se
dispensa después de la acción e incrementa su probabilidad de repetición y, también, funciona como incentivo dado
que nos permite anticipar las consecuencias favorables de la ejecución de la conducta lo que nos motiva para emitir
la conducta de aproximación. El mismo mecanismo para los estímulos aversivos.
Los incentivos difieren de los reforzadores en su momento de aparición y en como motivan el comportamiento.
Mientras que el reforzador al darse al final de la respuesta determinada que se vuelva a emitir, el incentivo, el
adelantarse a esa respuesta, establece la fuerza o la debilidad con la que se va a emitir e, incluso, que no se
produzca.
Las relaciones de contingencia entre premio y conducta motivada son muy importantes para predecir la conducta.
En la vida diaria, la misma ejecución unas veces se premia y otras no (un chiste hace gracia a unos y al contárselo a
otros no). Cuando la ejecución de la conducta motivada no siempre es contingente con las expectativas, estamos
ante un programa de refuerzo parcial, donde la emisión de la respuesta no siempre tiene las consecuencias
deseadas. Se pueden elaborar situaciones experimentales muy complicadas, pero vamos a estudiar las simples, en
las que el sujeto solo debe emitir un tipo de respuesta en cada ensayo.
Los programas de refuerzo simples se pueden llevar a cabo de dos maneras diferentes:
->Manipulando el número de respuestas que tiene que emitir para recibir el premio
->Establecer que el premio se dispense después de un periodo de tiempo determinado.
Programa de refuerzo de razón: El sujeto debe repetir “n” veces la respuesta para obtener el premio.
el sujeto emite la respuesta y la tiene que repetir hasta que las realice el nº de veces establecido previamente para
recibir el premio.
Un ejemplo pueden ser los programas para controlar la “conducta de pica”. A través de un auto registro (mediciones
en tabla de la propia conducta) se puede saber el número de veces que ocurre la conducta y las situaciones en que
se produce. Se puede establecer que el sujeto reciba el premio cada diez veces que haya conseguido controlar el
impulso de comer. Otro ejemplo pueden ser las cartillas de cupones de los periódicos para conseguir regalos. Estas
situaciones se denominan programas de razón fija, porque se dispensa el premio emitidas un número
predeterminado de respuestas y se producen una tasa de respuesta característica: el sujeto crea unas expectativas
ante la situación que hacen que la respuesta se interrumpa temporalmente nada más recibir el reforzador, pasada
esta pausa (post-reforzamiento) la respuesta vuelve a emitirse con vigor.
También está el programa de razón variable en el que el número de respuestas que debe emitir el sujeto para
obtener el premio varía de un ensayo a otro. En este programa el sujeto establece unas expectativas de la situación
que provocan que se produzca una tasa de respuesta constante, pero cuanto más elevado sea el número medio de
respuestas que debe dar para recibir el premio, mayor será la cantidad de respuestas que emita el sujeto. Este
programa opera en las máquinas tragaperras, lo que explica que, aunque no salga el premio, el jugador insista
obsesivamente en repetir la conducta de introducir monedas.
Programa de refuerzo de intervalo: Estableciendo que el premio se dispense cuando haya transcurrido un tiempo
acordado previamente. El sujeto, aunque ejecute repetidamente la respuesta, solo tendrá disponible el premio ante
aquella respuesta pasada el tiempo que se haya estipulado previamente y, a partir de ahí, empezará a contar
nuevamente otro intervalo de tiempo. A medida que se va adquiriendo la respuesta, el sujeto va aprendiendo la
situación y adecuando sus expectativas, lo que le lleva a predecir la aparición del premio y provoca que,
anteriormente a él no emita actividad, pero al aproximarse la finalización del plazo de tiempo, incremente
significativamente su número de respuestas.
Ejemplo: un estudiante conforme se acerca el examen parcial, irá aumentando su conducta de estudio. Después del
examen dejará de estudiar durante unos días, y vuelta a empezar para el siguiente parcial.
Si queremos disminuir las manifestaciones disruptivas de un niño en clase, tendrá que conseguir no hacer ninguna
conducta de llamada de atención en un periodo de tiempo determinado, y así conseguirá el premio (una pegatina en
su cuaderno p.ej.). Ambos se denominan programas de intervalo fijo.
En otras ocasiones se puede manipular un intervalo de tiempo medio, que se varía de un ensayo a otro. En estos
programas de intervalo variable la tasa de respuesta es más estable y la cantidad de respuestas se ve influenciada
por la duración del intervalo, debido a que al sujeto le es difícil crearse unas expectativas sobre la situación.
Ejemplo: en una cacería no se sabe cuánto va a tardar en salir la presa.
En los programas de razón y de intervalo se encuentra un patrón de actuación característico: en los de razón se
emiten mayor número de respuestas, ya que depende del sujeto recibir el reforzador, y en los de intervalo se
producen pausas después de recibir los premios, pues el sujeto se crea claramente expectativas sobre la situación y
el acceso al reforzador, y sabe que, independientemente de su conducta, debe pasar un periodo de tiempo hasta que
vuelva a obtener el premio.
3.1.2. Efecto en la motivación de la magnitud del premio
La ejecución de la conducta motivada aumenta conforme se incrementa la magnitud o cantidad del estímulo
reforzante por las expectativas que conlleva. La cantidad óptima depende de la historia del sujeto, dado que es el
factor que nos permitirá conocer las expectativas que se creará ante el premio.
Efecto de contraste: Crespi (1942) probó que los cambios en la magnitud o en la calidad del premio, durante la
adquisición de la conducta, provocan cambios en la conducta motivada, produciendo efectos exagerados en ella.
Parámetro donde se puede observar el peso de la motivación sobre el aprendizaje. Dos tipos:
• Efecto de contraste conductual positivo (o de elación): hecho por el que, si a un sujeto se le ha entrenado con una
magnitud de recompensa determinada y luego esta se incrementa, su motivación aumentará (mayor número de
respuestas y con menos intervalos de tiempo). El número de respuestas es mayor si se aumenta la recompensa
durante el experimento que si se da una gran cantidad de recompensa desde el principio.
• Efecto de contrate conductual negativo (depresión): Si a lo largo del experimento reducimos la magnitud de la
recompensa, los sujetos responden menos o peor. Así mismo, cuando se desciende la magnitud de la recompensa
realizando la misma actuación, los sujetos responden por debajo de aquellos otros a los que se les dio siempre ese
reforzador pequeño.
Estos efectos tienen que ver con las reacciones emocionales que se producen en el sujeto ante el cambio de las
expectativas que se crean sobre la situación de incentivo.
Por esto es importante conocer la historia del sujeto con el reforzador ya que puede no tener los efectos que
pensamos a priori.
En cuanto a la calidad del premio, se puede admitir que la conducta motivada aumenta conforme la calidad de este.
Durante el retraso en la administración del reforzador, el sujeto puede realizar otras conductas que pasen a ser
premiadas y, con ello, el sujeto no discrimina tan fácilmente la situación de aprendizaje, es decir, se interfiere en la
asociación conducta m-p.
En un principio se creyó que la demora del premio, a partir de un determinado tiempo, hacía imposible el
aprendizaje. No es así. Se ha comprobado que en la situación aparecen estímulos marca o e. Marcaje que actúan
como reforzadores secundarios que sí son contingentes con la conducta motivada, con lo que minimizan los
efectos de la demora del premio.
En el ser humano, los reforzadores verbales sirven como estímulo marca que permiten demoras prolongadas del
premio sin afectar la ejecución de la conducta, como por ejemplo cuando le vamos diciendo a un niño “bien, muy
bien” cada vez que recoge un juguete y finalmente el premio se le da cuando los ha recogido todos.
Descuento de la demora: La demora del premio reduce su valor de incentivo. Conforme se aproxima el
cumplimiento de la demora de un premio menor pero más inmediato, tendemos a preferirlo antes que el premio
mayor para el que la demora es aún muy grande. Mazur (2001) ha demostrado que el valor de incentivo de un
reforzador demorado aumenta en una proporción creciente por unidad de tiempo conforme disminuye la demora.
Margen de vulnerabilidad: es el margen de tiempo en el que se cambia de criterio y se prefiere el reforzador más
inmediato.
Durante ese tiempo se tienen reacciones más impulsivas y menos adaptativas. El margen de vulnerabilidad depende
tanto de la magnitud y la demora del reforzador, como del autocontrol y la impulsividad del sujeto (Myerson).
• Escape/Evitación: la aparición de la conducta tiene como efecto que desaparezca el estímulo desagradable o que
no llegue a presentarse. El valor de incentivo llevará a ejecutar la conducta para no sufrir los efectos del estímulo
desagradable.
• Castigo: la respuesta provoca que aparezca un estímulo aversivo, por lo que la adquisición de expectativas debería
llevar a no ejecutar la conducta. No se refuerza la respuesta, sino que se castiga.
3.4.1. La huida
La situación de escape también se denomina reforzamiento negativo.
A medida que el sujeto va adquiriendo la conducta, ejecutará más rápidamente la respuesta para evitar o escapar
del estímulo desagradable.
Las expectativas que crea el sujeto ante la situación es lo que le permite no sufrir las consecuencias del estímulo
desagradable. Si nos ha sentado mal una comida, la evitamos.
O.H. Moowrer (1957) propuso la teoría de los dos factores para indicar que la conducta de escape se adquiere por
una fase de condicionamiento clásico y otra de condicionamiento operante.
Por otra parte, se ha comprobado que no se puede condicionar cualquier respuesta de escape, ya que el organismo
muestra conductas defensivas propias de su especie ante una situación de peligro.
Posiblemente sea la intervención de los tres elementos lo que dé una explicación más completa de los mecanismos
subyacentes de la evitación.
La intervención del dualismo condicionamiento clásico-operante defendido por la teoría de los factores, las
reacciones defensivas propias de la especie y las expectativas de actuar.
3.4.2. El castigo
En este, la ejecución de la respuesta provoca la aparición del estímulo aversivo. Es un procedimiento para reducir la
aparición de una conducta, tanto en intensidad como en frecuencia.
En el castigo NO hay refuerzo. El sujeto crea expectativas de la situación que le llevan a no responder, ya que su
respuesta implicaría recibir el estímulo aversivo. El castigo se opone al refuerzo.
Debemos distinguir el castigo de la situación de evitación/escape ya que el objetivo del castigo es motivar para dejar
de emitir una conducta y en la situación de escape /evitación el sujeto se encuentra motivado a dar aquella
respuesta con la que evita o en la que se escapa del estímulo aversivo.
• Intensidad del estímulo aversivo: la eficacia del castigo depende de su intensidad e, inicialmente al menos, se
debe presentar en su «máxima» intensidad para alcanzar mayores niveles de motivación. Empezar por un castigo
suave e ir subiendo la intensidad no produce el mismo efecto que aplicar un castigo mayor desde el primer
momento (al final el castigo fuerte ya no tiene tanto efecto). El castigo débil tiene un efecto leve y transitorio en la
supresión de la conducta.
• Duración del estímulo desagradable: cuanto más prolongado es el castigo, mayor efecto supresor tendrá.
• Contingencia del castigo: El castigo se debe aplicar siempre que se produzca la conducta inadecuada; esto es, se
debe producir la contingencia. En los programas de castigo intermitente la conducta persiste durante más ensayos.
• Efecto de la demora: influye sobremanera en el grado de supresión de la respuesta. Para que el castigo sea eficaz
debe aplicarse de inmediato. La demora produce una menor supresión de la respuesta.
• Disponibilidad de una respuesta alternativa: La disponibilidad de una fuente alternativa de premio aumenta
enormemente el efecto supresor del castigo. Si a la vez que castigamos una respuesta, motivamos a que realice otra
conducta premiada, disminuirá drásticamente la probabilidad de ocurrencia de la respuesta castigada.
Manipulando bien estas variables se consigue que el procedimiento de supresión de la conducta sea eficaz.
Un mal empleo o una utilización constante provocan ansiedad en el que lo padece. Si se vive en un ambiente en el
que se usa mucho el castigo, el sujeto tenderá a usarlo también, haciéndose finalmente más agresivo (Montes,
2010).
Indefensión aprendida: situación con secuelas dañinas en la que se expone a un sujeto a estímulos aversivos de los
que no puede escapar. Le induce a no saber responder ante otras situaciones. Provoca un retraso en posteriores
aprendizajes si se reciben previamente contingencias incontrolables.
Cuando un sujeto muestra indefensión aprendida se considera incapaz de evitar otras situaciones desagradables y,
en general, se ve inepto para dar solución a cualquier situación con la que se tenga que enfrentar (la persona que
sufre malos tratos se siente incapaz de escapar de esa situación).
En la vida diaria la extinción puede ser tan adaptativa como la adquisición. Si una conducta deja de recibir las
consecuencias que provocaba su repetición, será más económico dejar de responder. (ej. las rabietas de un niño
cesaran si no consigue su objetivo).
Inicialmente, cuando desaparece el estímulo apetitivo, el sujeto incrementa tanto el número como la magnitud de
sus respuestas debido a su nivel de motivación y, a su vez, aparece una reacción emocional intensa de frustración
por la falta de las consecuencias esperables de su conducta, que puede producir agresividad (al principio el niño
aumenta la intensidad de la rabieta).
Aunque durante la extinción deja de emitirse la respuesta, no quiere decir que haya desaparecido completamente.
Se mide la extinción por el número de veces que el sujeto da la respuesta cuando no se presenta el estímulo
apetitivo.
Resistencia a la extinción: número de veces que se sigue emitiendo la respuesta, aunque las consecuencias de
dicha conducta no se presenten, debido al nivel motivacional alcanzado durante la adquisición de la respuesta. Las
variables que afectan a la extinción se miden por los efectos que producen en dicha resistencia:
• Si el aprendizaje se ha efectuado en distintos ambientes, la extinción es más difícil dado que se han creado más
expectativas en distintas claves contextuales.
• El efecto de la magnitud de la recompensa depende de la cantidad de veces que se haya ejecutado la conducta. A
igual magnitud, un entrenamiento largo provoca mayor resistencia a la extinción que uno breve.
• La demora del premio durante la adquisición provoca mayor resistencia a la extinción cuando se han empleado
demoras diferentes mientras aprendía la conducta. Si se ha utilizado siempre la misma demora, no afecta a la
extinción.
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Una situación en la que se ofrece a un grupo de personas que elijan entre dos tipos de actividades: pintar un cuadro
o escribir un cuento. Lo reforzante es la actividad que facilita el estímulo reforzador y no es el estímulo en sí, como
habíamos visto hasta ahora.
Esta teoría tiene una gran repercusión dado que permite que siempre se pueda encontrar un motivo para el
aprendizaje de una conducta nueva. Basta con fijarse en el repertorio de conductas del sujeto y emplear aquella que
realice con más frecuencia, para reforzar la que se desee que adquiera.
Timberlake y Allison (1974) propusieron la hipótesis de la privación de la respuesta al comprobar que también
podían actuar como reforzadores aquellas conductas del sujeto que ocurrían con menor frecuencia y cuando esa
conducta poco frecuente estuviese restringida. Cualquier actividad, sea más o menos frecuente, se puede convertir
en reforzadora de otra, lo que han denominado teoría de la distribución conductual convirtiéndose la hipótesis de la
privación de la respuesta en un caso particular de esa nueva teoría.
La hipótesis de la distribución viene a indicar que lo que se pretende es que, a través de reforzadores adecuados, el
sujeto llegue a tener una adaptación correcta de su tiempo y actividades.
Con la manipulación de los reforzadores se puede intervenir en la conducta, a través de su nivel de motivación, y no
siempre el sujeto es consciente de ello.
La imitación es tan importante que la han aprovechado todas las culturas. Han utilizados modelos para implantar
conductas ecológicamente válidas, que juegan un papel fundamental en la conformación de la conducta y la
modificación de las normas sociales. El caso contrario puede ser la actuación de los medios de comunicación cuando
pagan a delincuentes por una entrevista. Están reforzando esa conducta y mostrando un modelo no deseable.
El aprendizaje por imitación se denomina aprendizaje observacional (AO), social o modelado. También se ha
llamado aprendizaje vicario y aprendizaje sin ensayo.
Desde bebés aprendemos imitando los balbuceos de los padres, luego copiamos a nuestros hermanos, compañeros
de colegio, amigos y de adultos reproducimos modelos sociales. El entorno familiar es tan determinante que
tendemos a repetir conductas observadas en la infancia, aunque en su momento no estuviéramos de acuerdo con
ellas. Si un niño se cría en un entorno de violencia y alcoholismo, de mayor tiende a reproducir esos modelos.
Se llega a mezclar la ejecución de la conducta con la observación en un modelo (jugamos al ajedrez, y a la vez
aprendemos del rival).
Desde el condicionamiento clásico se dice que la única condición necesaria y suficiente para la conducta de
imitación es la contigüidad espacio-temporal entre la situación observada y la posibilidad de emitir la respuesta a
imitar.
Desde el condicionamiento operante se considera que para la imitación es preciso que exista un sujeto motivado al
que se refuerce y un observador. Para aprenderse, la conducta debe ser reforzada y, para ello, ejecutada.
El modelo operante establece el concepto de imitación generalizada para explicar la conducta imitativa sin un
refuerzo contingente, dado que es el modelo quien recibe el reforzador, no el observador. Se supone que, si se
recompensa consistentemente la reproducción del modelo, la similitud entre las conductas del modelo y la propia
adquiere propiedades reforzantes secundarias. El problema es que no explica la imitación en los casos en los que no
hay refuerzo ni para el observador ni para el modelo.
6.2. Justificaciones cognitivas del aprendizaje observacional
La explicación cognitiva de la imitación parte de que el modelo expuesto anteriormente de estímulo-respuesta es
escaso y recurre a representaciones cognitivas por parte del observador de la conducta del modelo. Mientras el
modelo realiza la acción surgen procesos simbólicos, antes de efectuarse ningún tipo de respuesta y sin necesidad
de ningún reforzador. El refuerzo pasaría a definirse como el cambio en la conducta de los observadores en función
de la observación de las consecuencias que acompañan a las acciones de los demás.
Bandura elaboró la teoría del aprendizaje social (1977) que posteriormente amplió, pasando a denominarla teoría
social cognitiva (1986). “Considera el AO como una representación mental y elaborada de un sujeto que ha
observado a un modelo, que ejecuta alguna conducta o sufre las consecuencias de alguna acción, sin que sea
preciso que el observador realice esa conducta”.
●Las interacciones recíprocas. La conducta se explica según el modelo de reciprocidad triádica en el que la
conducta, los factores cognitivos y el entorno son factores determinantes y se influyen mutuamente. El modelo de
reciprocidad diádica no implica que las influencias siempre tengan igual peso, es decir, a veces un elemento
determina en mayor manera el aprendizaje que otro.
● El aprendizaje y el desempeño. Como ya se ha indicado, no siempre que se aprende una conducta se ejecuta.
Desde su postura socio-cognitiva, considera que el reforzador si influye en el AO, pero a través de una mediación
cognitiva ejerciendo una influencia antecedente más que consecuente.
La secuencia sería: una persona ve el reforzador que recibe el modelo, lo que provoca su focalización atencional
hacia esas conductas y la aparición de expectativas sobre los posibles efectos del reforzador lo que le incita a un
incremento de la retención de lo aprendido, aumentando la posibilidad de su codificación. La anticipación del
reforzador es uno de los factores que pueden influir en que se observen determinadas cosas y otras pasen
desapercibidas. El esquema de funcionamiento del refuerzo vicario sería:
Bandura dice que hay 4 procesos interrelacionados que influyen en el grado y contenido del aprendizaje:
->Procesos atencionales
-> Procesos de retención
-> Procesos de reproducción motora
-> Procesos de motivación
Los dos primeros se implican en la adquisición y los dos últimos en la ejecución de la conducta modelada.
• Propiedades físicas del estímulo: tamaño, forma, color, intensidad, viveza, novedad… son fundamentales para
centrar la atención.
o Los estímulos de modelado deben presentarse de forma que no excedan la capacidad de atención del
sujeto.
o El grado de discriminación de los estímulos de modelado y su presentación real o imaginaria, determinan
el nivel de AO.
• Las características del modelo: grado de competencia, prestigio social, edad, sexo, etnia… determinan la atención
que se preste a un modelo.
o El valor afectivo de los modelos aumenta la atención y el nivel de AO.
• Las características del observador: La percepción del grado de dificultad de la tarea por parte del observador
aumentará su atención. Nivel de dependencia, autoestima, aptitudes o estatus sociocultural pueden determinar lo
que es capaz de atender.
Los códigos imaginativos y verbales sirven para representar de forma simbólica en la memoria la respuesta imitativa,
actuando de guías para la reproducción futura.
Una variable determinante en el proceso de retención son las operaciones de repetición que fortalecen las
respuestas adquiridas y el repaso encubierto, que incrementa la retención de respuestas ya adquiridas.
6.2.3. Procesos de reproducción motora
Imprescindibles para la puesta en práctica de la respuesta adquirida. Implican la utilización de las representaciones
simbólicas de los patrones modelados para dirigir la ejecución real de las respuestas. La tasa y el nivel de AO se
encuentra en parte determinado a nivel motor, por la disponibilidad de respuestas componentes necesarias. A veces
no podemos reproducir las conductas por limitaciones físicas, aunque también es importante no imponernos
nosotros esas limitaciones.
• Adquisición: sus efectos se canalizan a través de la anticipación de las posibles consecuencias de una acción
determinada.
• Actualización o repetición: será condición necesaria y suficiente, ya que las consecuencias anticipadas se
establecen a través del reforzador experimentado.
• Función informativa: durante el aprendizaje de una conducta observada, el sujeto va notando los efectos que las
respuestas producen, observando los resultados de las acciones y desarrollando hipótesis sobre cuáles son las
respuestas más apropiadas. Así, el sujeto anticipa el futuro sin haberlo experimentado antes.
• Función motivacional: la representación simbólica de las consecuencias de la conducta sirve como motivaciones
reales de la conducta y, de esta manera, la mayoría de las acciones se encuentran bajo el control del carácter
anticipatorio. Se conoce como autoincentivo. El autoincentivo depende de factores personales del propio sujeto.
• Función de acrecentamiento del estímulo: la observación de las consecuencias de la conducta del modelo aporta
una discriminación de las conductas apropiadas o no en ambientes diferente. Si una persona llega antes que
nosotros por otro camino, otro día elegiremos ese camino.
Una misma conducta puede tener consecuencias diferentes según la situación, las personas a las que se dirija y el
momento en que se realice. Si se observa que se recompensa a alguien por cierta conducta, pero se ignora o castiga
en una situación diferente, se obtiene información discriminativa acerca de los aspectos del medio que van a
determinar consecuencias de recompensa o castigo.
Los planes no son estáticos. Se actualizan dinámicamente en función de la situación final. No se cesa de planificar
hasta que se consigue el objetivo. El individuo revisa, modifica y se retroalimenta de las consecuencias derivadas de
sus acciones.
- Reducción de discrepancia: a través de determinados aspectos del entorno que informan que no se ha conseguido
la meta ideal.
- Creación de discrepancia: el sujeto de forma proactiva se encuentra motivado para proponerse una meta más
elevada.
Se observan dos importantes diferencias entre ambas discrepancias meta – rendimiento relacionado con el tipo de
motivación implicada:
- En la reducción de discrepancia se emplea una motivación correctiva basada en el plan mientras que la creación
de discrepancias se vincula a la creación de metas. La motivación correctiva postula que los planes no deben ser
estáticos ni mecánicos sino sujetos a posibles revisiones y modificaciones.
- La reducción de discrepancias es reactiva, correctiva y reguladora de la deficiencia. La creación de discrepancias
es proactiva y busca el crecimiento personal.
- Las personas que se plantean metas obtienen mejores rendimientos que aquellas que no.
- Una meta presenta mejor aceptación cuando el sujeto se involucra en su establecimiento (meta por voluntad
propia) que cuando le es impuesta (presión social).
- Las metas optimizan el rendimiento siempre y cuando se reciba una retroalimentación de los resultados, motiva
para realizar más acciones dirigidas a la meta. La retroalimentación permite conocer si el rendimiento es superior,
inferior o semejante al requerido previamente.
- Grado de credibilidad de quién establece la meta. Si el que establece la meta es autoritario, la meta se
interiorizará menos y se aceptará peor.
- Cuando aumenta la dificultad de las metas (dentro de unos límites), se incrementa el nivel de motivación,
perseverancia y esfuerzo.
- Las metas pueden verse afectadas por otras variables no específicamente motivacionales, como el entrenamiento,
las propias habilidades y los recursos disponibles.
2.2. Intencionalidad
La conducta molar (que considera la situación en su totalidad) implica intencionalidad e involucra procesos
cognitivos.
Teoría del campo de fuerza: alude al concepto de campo de tensión dinámica tomado de la física. Su objetivo era
crear un sistema teórico que predijese la conducta y fue en el concepto de espacio vital (espacio de vida) donde
creyó encontrar la respuesta.
Espacio vital: representa la totalidad de situaciones, tanto internas (psicológicas) como externas(ambientales),
que determinan la conducta en un momento dado. No es un espacio geográfico, sino el mundo tal y cómo le afecta
al sujeto. Se trata del ambiente “subjetivo” de la persona tal y como ella lo percibe.
Este campo se ve afectado por la interacción de diversas fuerzas puntuales que constituyen el espacio vital que
representa la totalidad de situaciones internas y externas que determina la conducta en cada momento. El campo
vital se centra en la percepción de uno mismo (p. subjetiva) es estudiar cómo el entorno afecta a una persona. Según
Lewin si se conoce el espacio vital de una persona se puede predecir su conducta.
Lewin considera al individuo como buscador activo de metas. La conducta no se puede explicar simplemente por
asociaciones E-R, sino por un factor voluntario, acción intencional, que surge por necesidad, que crea un campo en el
que determinados objetos adquieren valor, denominado valencia.
Para desarrollar su teoría parte de que, el sujeto se encuentra afectado por sus necesidades fisiológicas y
psicológicas que le provocan un estado de tensión que es un impulso motivacional. considera esa tensión como un
constructo motivacional que produce la motivación interna necesaria para movilizar al organismo a reducir esa
tensión inicial.
Tensión: es un constructo motivacional utilizado por Lewin para describir la motivación interna del sujeto y sirve
para movilizar la conducta con objeto de reducir la tensión.
Las necesidades producen tensiones y estas motivan comportamientos dirigidos a una meta cuyo fin es reducir la
tensión.
El campo psicológico contiene metas que determinan la conducta. Establece que la conducta (C) se produce en
función de lo que él denomina espacio vital (E), C=f (E). Dicho espacio vital a su vez incluye las condiciones de la
persona (P) y del ambiente (A), de tal forma que finalmente, C=f (P, A).
El espacio vital no es pues algo objetivo. Depende de las necesidades y del momento en que se encuentre la
persona. Para explicar o predecir una conducta es necesario conocer el espacio vital en ese momento dado.
El “valor de los objetos” (lo que hace que un objeto atraiga o no en un momento concreto a la persona) es lo que
denomina valencia. Puede ser positiva o negativa:
● Objetos atractivos adquieren valencia positiva.
● Objetos amenazantes adquieren valencia negativa
Al individuo le atraen aquellas actividades u objetos que le permiten liberar determinadas tensiones. Esas
actividades u objetos que tienen una valencia positiva le hacen experimentar una fuerza que le lleva a realizar la
conducta. Otras actividades u objetos tienen el efecto opuesto. El individuo encuentra en ellas la posibilidad de
aumentar la tensión, tienen valencia negativa y le generan fuerzas de rechazo.
Para Lewin la persona se mueve en sus espacios psicológicos para cubrir sus necesidades hacia objetos que
presentan unas valencias subjetivas.
Para él, los sujetos no aprenden conexiones de estímulos y respuestas, sino que construyen representaciones
mentales de su entorno en forma de mapas cognitivos, que les indican donde está la meta. Tolman acuño el
término “mapa cognitivo” para describir la forma en que las ratas (y los humanos) se comportaban en el ambiente.
Los mapas cognitivos actúan como puente entre los estímulos y las respuestas
La conducta motivada actúa de forma molar, persistente y es selectiva para dirigirse a una meta. Los mapas
cognitivos reproducen el conocimiento sobre las posibilidades de la conducta en un momento concreto. Esa
experiencia, junto con el aprendizaje, crea motivaciones relativamente estables que le facilitan actuar a largo plazo.
Esta es la diferencia con Lewin, que solo se centró en el a corto plazo (comportamientos concretos e inmediatos).
Para realizar ese pronóstico, la persona se apoya en experiencias pasadas de éxito y fracaso.
No solo se establece un plan de acción para alcanzar una meta, sino que las expectativas que se crean sobre el
objetivo van a determinar el nivel de motivación con el que nos comprometemos con la tarea (pensar que puedo
hacer algo, nos motiva para realizarlo y enfrentarnos a los problemas que genere).
El grupo de teorías “expectativa-valor” hace hincapié en que la probabilidad de estar motivado para dar una
respuesta concreta depende del valor que se conceda a la meta y de las expectativas sobre la posibilidad de
conseguirla. Se elaboran mapas cognitivos sobre las expectativas que crean ciertas respuestas para alcanzar los
objetivos y el valor que dichas metas poseen para el que las realiza.
●Expectativa de resultados. Se realiza un juicio sobre los resultados que conllevará una acción determinada una
vez conseguida. Se plantea el juicio a priori sobre si las acciones a desarrollar producirán el resultado deseable.
Cuatro determinantes de la expectativa de resultados:
o historia de resultados personales.
o información de comparación social en la que se cotejan los logros propios ante una tarea con los de los
demás.
o dificultad de la tarea per se
o propia personalidad.
●Expectativa de eficacia. Consistente en el juicio sobre la propia capacidad para llevar a cabo una tarea, referente
a la propia seguridad de uno mismo sobre la tarea. A mayor seguridad, mayor esfuerzo y persistencia en la
realización de la conducta, aunque presente dificultades.
Se desarrolla un comportamiento pasivo al tener una sensación subjetiva de no poder actuar a pesar de que, en
algunos casos existan posibilidades reales de huir de esa situación evitando las circunstancias desagradables.
La expectativa de eficacia subyace a la autoestima mientras que en la indefensión aprendida subyace la expectativa
de resultados.
La indefensión aprendida crea expectativas de incontrolabilidad. Se deja de emitir respuestas para remediar la
situación. El sujeto piensa que el medio no está bajo su control. Primeros experimentos Seligman (1965).
●La contingencia respuesta-resultados. Relación entre la respuesta de la persona y los resultados del ambiente. Lo
contingente que sea un ambiente con la conducta de la persona, provocara que se dé o no la respuesta de
indefensión.
● Las cogniciones mediatizadas por los prejuicios, atribuciones y expectativas generan una comprensión subjetiva
de la situación que puede crear interferencias con las contingencias objetivas.
●El propio comportamiento. Las personas apáticas y pasivas pueden presentar más indefensión aprendida que las
asertivas y activas.
●Teoría ingenua de la conducta. Fritz Heider (1958). El resultado de una acción se debe a factores de influencia
que se hallan en la persona (capacidad y esfuerzo) y a factores de influencia del entorno (suerte o dificultad de la
tarea). El resultado de una acción está en función de la capacidad de la persona, del esfuerzo que realiza para llevarla
a cabo y del entorno en el que se desenvuelve: acción =f (capacidad, esfuerzo y entorno).
●Bernard Weiner sistematiza el modelo Heider. Considera que el hombre formula y descarta hipótesis sobre su
entorno buscando las causas de los hechos. Según Weiner, los éxitos del pasado nos permiten reafirmar las propias
creencias sobre nuestra capacidad. Los fracasos minan la percepción de la propia.
Sesgo atribucional. Equivocación al hacer atribuciones. Las atribuciones pueden ser o no la causa real de los
resultados obtenidos.
2.5. Consistencia
La persona presenta una tendencia a mantener un equilibrio entre sus pensamientos, convicciones, actitudes y
propia conducta. Congruencia: El sistema cognitivo incorpora información y su objetivo es que sea coherente con la
ya existente. Si la información nueva provoca desequilibrio, estimula una necesidad de organización para poder
reestablecerlo.
Situación creada cuando no hay correspondencia entre lo conductual y lo cognitivo en una persona, esto es, se
produce una inconsciencia. Se crea un desequilibrio homeostático que afecta a la motivación, para lograr o
reestablecer la homeostasis cognitiva.
Las distintas teorías sobre disonancia cognitiva son más descriptivas que predictivas. Cuando ocurre DC el impulso
motivacional se dirige a: cambiar la creencia original, modificar la conducta, transformar la parte del entorno que
crea conflicto o introducir creencias nuevas.
●Motivación extrínseca. Recibe algún evento externo por la realización de su respuesta. Su conducta depende del
medio. Las contingencias externas controlarían su motivación
●Motivación intrínseca. La realización de la conducta aporta satisfacción en sí misma. Los seres humanos se
encuentran motivados para satisfacer otras necesidades psicológicas activadas por su propia curiosidad y
competencia.
3.1. Motivación intrínseca
La motivación intrínseca (MI) se refiere a la motivación para implicarse en una actividad por su propio valor, siendo
la recompensa la realización de la tarea.
Watts: La MI es el deseo de involucrarse en una actividad simplemente por el interés de participar en ella, por
realizar la tarea y que se manifiesta por nuestra tendencia hacia el aprendizaje y la creatividad.
La curiosidad es una de esas necesidades psicológicas. Deseamos saber sobre nuestro entorno, siendo las
características de novedad, imprevisibilidad y complejidad de los hechos las que determinan el grado de curiosidad.
Nuestra MI nos mueve aumentando la curiosidad por lo que nos rodea y el número de conductas exploratorias
para controlar ese entorno, al producirse una incoherencia entre la experiencia previa y las nuevas informaciones al
respecto (Hunt).
El ser humano es inherentemente activo desde su nacimiento. De adulto busca respuestas de forma activa. Esa
conducta exploratoria es capaz de lograr una activación psicológica con el objetivo de guiar al organismo hacia
caminos nuevos.
Los estudios sobre la MI inciden en los aspectos subjetivos que la determinan y en la consideración definitiva del
hombre como agente causal de su propia actividad conductual. Estos aspectos subjetivos hacen referencia a
conceptos tales como autocompetencia, causación personal, autodeterminación y autoeficacia. Todos se basan en
la autopercepción (la percepción de uno mismo).
Autocompetencia: Robert White (1959), pionero en el trabajo sobre la MI, plantea que las personas tienen la
necesidad vital de sentirse competentes y actuar eficazmente en el entorno. Las conductas intrínsecamente
motivadas son aquellas en las que participamos para autoevaluarnos como competentes y autodeterminantes en
relación con nuestro entorno (percibirnos como competentes y con determinación para actuar).
El concepto de causación personal (Richard De Charms, 1968) se refiere a las conductas que inicia una persona con
la intención de producir cambios en el ambiente.
La causación personal es una dimensión básica del hombre que se esfuerza por ser el agente causal y origen de su
conducta, porque si no funciona de esa forma, la conducta solo sería explicable recurriendo a factores externos. De
Charms recurre a la analogía del hombre como “origen” o como “peón/marioneta”. Las personas
autodeterminadas se consideran a sí mismas como iniciadoras de su conducta y serían origen y no peones
dependientes de otros. La causación personal no es un motivo en sí, sino un principio guía sobre el que se construye
el resto de los motivos.
●La MI hacia el conocimiento. El placer que se obtiene al intentar saber algo nuevo.
●La MI hacia la ejecución o logro. Placer al intentar hacer algo o superarse a uno mismo.
●La MI hacia la estimulación. Actividades para alcanzar sensaciones placenteras.
Tras los trabajos sobre causación personal, el estudio de la MI tomó especial relevancia al dejar en evidencia la
paradoja del incentivo, pues se había demostrado que aquellos estímulos externos incorporados a actividades
intrínsecamente motivadas, llegaban a disminuirla.
3.2. Teorías explicativas de la motivación intrínseca
Las distintas teorías se han centrado en una u otra necesidad psicológica. Lo común a todas es la consideración de
que no son las condiciones estimulares lo que determina la motivación, sino la manera activa e intencionada en
que las personas ponen a prueba sus competencias, encontrándose en esos rasgos de activación e intencionalidad
lo que confiere a la MI su identidad y la hace contraria a la experiencia pasiva.
Otro denominador común es la consideración de la conducta motivada como propositiva y espontánea, puesto que
aparece impulsada por planes, metas y objetivos personales (Barberá, 2002).
Partiendo de los trabajos sobre causación personal, establece que el interés por una tarea se verá afectado si se
induce al sujeto a comprometerse en esa actividad como instrumento para alcanzar alguna meta extrínseca.
El interés personal por la actividad disminuirá si la acción se convierte en instrumento para conseguir una meta
extrínseca, de tal manera que, si se percibe que los premios externos controlan la conducta, la MI descenderá
porque se encontrará “sobrejustificada”. La conducta pasa de depender de factores internos a hacerlo de factores
externos.
Según esta teoría, la percepción que se tiene de las causas de nuestra conducta determina e influye en la futura
motivación.
Ejemplos: un arquitecto que diseña un edificio por gusto, dejara de estar tan motivado si se ofrece una cantidad de
dinero a cambio. Un hombre que disfruta cuidando su jardín, dejará de disfrutar si se empieza a fijar en el de sus
vecinos y a intentar que el suyo sea mejor.
Estudio clásico de Lepper (1973): observaron durante una semana a un grupo de niños y seleccionaron a aquellos
que eligieron voluntariamente, entre otras posibles, la actividad de dibujar. A los niños escogidos los clasificaron en 3
grupos:
Semanas después se convocó a los niños y se registró su interés por la tarea de dibujar.
• Los sujetos con expectativas de premio (condición de premio esperado), realizaban esa actividad
significativamente menos que en la fase anterior.
• Los grupos de control y de premio no esperado, no tuvieron cambios significativos en sus ejecuciones respecto a
la fase anterior. Harlow hizo un estudio similar con monos (1950), premiándolos por hacer puzles, y obteniendo los
mismos resultados.
Rompe la idea de que si hacemos algo por placer y encima nos premian por ello nuestra motivación será extra.
La teoría de la autoeficacia plantea que la percepción que tenga la persona de su dominio sobre la tarea
determinará:
Las personas con mayor nivel de autoeficacia tienen mayor MI por las tareas. La autoeficacia se basa en factores
cognitivos tales como la historia de los reforzamientos, las evaluaciones previas y la información sobre las
estrategias adecuadas. Los estudiantes que se sienten incapaces, tienden a evitar participar en una tarea, le dedican
menos esfuerzo y obtienen peores resultados, provocando un rendimiento más bajo que en lo que se sienten
capaces.
La autoeficacia percibida es una valoración de la capacidad de uno mismo para organizar y llevar a cabo un tipo
concreto de actuación.
La expectativa de resultado es la apreciación acerca de la probabilidad de que se den las consecuencias de tales
actuaciones.
Para Bandura, saberse capaz de logar algo (expectativa de autoeficacia) y obtener un resultado positivo (expectativa
de resultado), hace que aumente la MI y se faciliten los aprendizajes posteriores.
Teniendo en cuenta que expectativa de eficacia se corresponde con la seguridad de poder llevar a cabo la acción
(convencido de sus capacidades) y la expectativa de resultados se refiere a las estimaciones sobre las consecuencias
sociales y físicas que puede tener la conducta una vez llevada a cabo.
Es una teoría fundamentalmente descriptiva que considera la conducta, resultado tanto de factores externos como
personales, sin profundizar en los mecanismos subyacentes. Considera que la motivación depende de recompensas
externas y, sobre todo, de recompensas internas y autogeneradas.
4. Grados de motivación
Existen dos formas de disfrutar de una actividad: de forma extrínseca o intrínseca. La principal diferencia entre
ambos tipos de motivación se halla en la fuente que energiza la conducta: intrínsecamente la acción emana de
fuentes internas y extrínsecamente la motivación depende de las expectativas que crea el sujeto ante los estímulos
externos.
El nivel de ambos tipos de motivación que nos lleva a realizar un comportamiento depende del momento y de la
actividad. La misma acción puede estar intrínsecamente motivada para unas personas y extrínsecamente para
otras, e incluso para la misma persona en circunstancias diferentes.
En relación con la ME, dos conceptos: el refuerzo y el incentivo. Las posturas conductistas defendían que, aunque
hubiera causas internas, eran las causas externas a la persona las que producían la conducta (Skinner, T6). Hull
empieza a introducir el concepto de incentivo como el aspecto motivador del reforzador que “atraía al sujeto o
tiraba de él hacia la meta”. La fuerza se encontraba en el estímulo. Dickinson (1995) mantiene que la dirección hacia
una meta es fruto de la interacción entre estados emocionales y expectativas cognitivas, entre las consecuencias y el
valor de estas en ese momento para el sujeto.
El aspecto motivador del incentivo está en las expectativas que se crea el propio sujeto acerca de ese objeto.
Aunque un objeto incitaría a la acción, sería la manera en que percibiese el sujeto esa atracción lo que realmente le
llevará a emitir la conducta.
El estudio de la MI, en contracorriente con el conductismo, el hombre estaría tan deseoso de saber, cómo de poder
demostrar que sabe. Además de ser más placentero hacer algo porque agrada, la MI correlaciona positivamente
con el aprendizaje, el motivo de logro y la percepción de competencia. Cuando se actúa con la MI elevada,
los sujetos tienen menos ansiedad.
Se basa fundamentalmente en considerar que los comportamientos son volitivos en distintos grados, por lo que las
personas reflexionan sobre sus acciones y se comprometen con ellas.
Se define la autodeterminación como una tendencia innata que lleva a involucrarse en comportamientos que
despiertan interés, en lugar de aquellos que suponen una obligación. Es el mismo sujeto quien decide su propia
conducta y el grado en que se implica en una tarea, aspectos que justifican el modo en que se realizan las
acciones por propia elección. Pág.197
Las necesidades básicas de competencia y autonomía definen la MI, indican que la MI se infiere de las actividades
que se realizan en ausencia de recompensa. Por el contrario, la percepción de control de la conducta por estímulos
externos, disminuye el sentimiento de autonomía y, con ello, el nivel de MI.
La noción de competencia no se refiere a las capacidades del sujeto, sino a la propia percepción que se tenga de
ellas: si alguien se considera capacitado para hacer algo, será más fácil que lo consiga que si se siente incapaz de
hacerlo.
El objetivo de esta teoría es especificar los factores que explican la variabilidad de la MI, y conocer cómo la persona
elige aquellas conductas que le llevarán a la meta que es satisfactoria en sí misma. Señala dos procesos a través de
los cuales influyen los estímulos exteriores en la variabilidad de la MI:
• Cambio en la percepción de competencia y autonomía según sean esos estímulos y afecten al sujeto.
• Cambio en el origen de la causa de la conducta. Se puede cambiar la percepción de una causalidad interna (hago
lo que quiero), a una causalidad externa (hago lo que me indican), lo que genera un descenso de la MI.
Para Deci y Ryan, todos los premios externos que reciben cuando se realiza una conducta tienen dos aspectos sobre
ella que determinarán su competencia y autonomía:
• Informativo: que suministra retroalimentación de su competencia, o sea, la eficacia de la acción recompensada:
o Información positiva → aumenta la sensación de competencia → aumenta la MI (decir a alguien que se
acaba de sacar el carnet de conducir que lo hace muy bien).
• Controlador: provoca la relación instrumental entre la respuesta y las consecuencias, es decir, dirigen el
comportamiento, lo que disminuye la MI por la tarea ya que se percibe una relación instrumental entre la ejecución
y la recompensa.
Si en una clase los niños se sienten comparados, o tienen percepción de competencia o presión, se predecirá la
indisciplina del estudiante. Es muy importante el papel del profesor en la motivación de los alumnos. Si los niños
perciben que se le permite demostrar su competencia y se le reconoce su progreso personal (aspecto informativo
del premio), incrementará su interés por aprender y su autoestima. Por eso se deben evitar los mensajes de crítica y
los que hacen hincapié en la incompetencia.
Se ha comprobado que a medida que avanza el curso, el propio nivel de competencia percibida por los alumnos
desciende por el mayor nivel de exigencias, y al sentirse menor competentes, a su vez, rinden peor.
●Desmotivación: estado en el que no se tiene intención de actuar por: no dar valor a la actividad, no sentirse
competente, considerar que las estrategias planteadas no van a dar los resultados deseados.
●ME: Para estos autores, la ME puede tener distintos niveles de autonomía por las necesidades básicas de
autonomía y autocontrol.
La conducta extrínseca puede ser más o menos autodeterminada, se mueve en un continuo de autodeterminación
en cuyos extremos están la MI y la desmotivación. La ME se caracteriza por 4 tipos de regulación, cuyo objetivo es la
interiorización de los motivos que llevan a la realización de la tarea:
●Regulación externa: la conducta se realiza por una recompensa contingente, depende de las consecuencias de la
conducta. No es autónoma, se contrapone a la MI. No autodeterminada, depende exclusivamente de un estímulo
exterior. Se muestra menos interés, esfuerzo y negación de responsabilidad para con los resultados negativos. Ej.
Trabajar para ganar dinero
●Regulación introyectada: implica cierta internalización, las regulaciones externas se hacen más
autodeterminadas, pero no aceptadas como algo de uno mismo. Se actúa con esta regulación para cumplir una
demanda externa, pero por recompensa interna. Reglas sociales interiorizadas. Se relaciona con mayor esfuerzo,
pero también con ansiedad. Ej. Cuando alguien empieza una dieta para que le vean mejor
●Regulación integrada: es la conducta motivada extrínsecamente más autodeterminada. Identificación plena con la
actividad, pero con cierta instrumentalidad y no se realiza por el mero disfrute. Se asocia con gran interés y mayor
esfuerzo. Ej. Hago deporte porque sé que es bueno para mi salud
Regulación identificada: se da un paso más en la interiorización del motivo, aunque se actúa por algo externo. Se
considera significativa para uno mismo. Ej. Colaborar con una ONG.
Los factores que determinan que una conducta extrínsecamente motivada vaya convirtiéndose en autodeterminada
son:
●Los apoyos sociales. Ej. Por figuras de autoridad.
●La competencia percibida. Si se potencia la competencia, se facilita la interiorización.
●La autonomía. Cuando se permite a la persona sentirse competente, relacionada con su entorno y autónoma. Los
contextos controladores no facilitan la interiorización.
Esta teoría de la integración orgánica considera que la actuación humana se encuentra regulada por la forma en que
se asumen los valores sociales y contingencias externas que van paulatinamente considerándose como propios y
derivan en valores y motivaciones personales.
Se considera una situación de reto óptimo aquella en la que el nivel de dificultad de una tarea es semejante a las
habilidades para llevarla a cabo.
Si la tarea es fácil (para las capacidades del sujeto), resulta aburrida. Si la tarea es demasiado difícil (supera las
capacidades del sujeto), aparecen respuestas de ansiedad.
Csikszentmihalyi estudió la existencia de un flujo o flow entre la dificultad de la tarea (reto que supone) y las
habilidades del sujeto para resolverla. El reto óptimo es el equilibrio entre ambas fuerzas. El flujo solo emerge
cuando uno mismo percibe congruencia entre los retos presentados y las propias competencias. Halló que durante
una “situación de flujo” surge un reto entre las propias habilidades y el desafío de la tarea y, en ese periodo, se
realiza la acción sin esfuerzo. Es un estado de concentración en el que se da una implicación absoluta en la
actividad que “fluye” por parte del sujeto sin ninguna traba y en la que la persona se encuentra tan intrínsecamente
motivada en la tarea, que se deja absorber por ella.
En la situación de flujo la persona actúa por puro placer y llega a utilizar sus habilidades y destrezas hasta el extremo.
Es una experiencia tan profundamente placentera que se tiende a repetir.
Fluir es el momento en que funcionamos a pleno rendimiento y estamos concentrados en la actividad que
realizamos, lo que nos llevará a alterar la percepción del tiempo, a olvidarnos del yo y experimentar una felicidad
mucho más profunda que la simple obtención de placer.
Deci (1985) indica que cuando se está motivado intrínsecamente se buscan situaciones con un grado óptimo de reto.
El control de esta variable supone poder ir incrementando gradualmente la dificultad de las tareas conforme a las
capacidades del sujeto, manteniéndole así siempre dentro del flujo óptimo.
Los estudios sobre los premios establecen cuatro factores que limitan las circunstancias en las que la aparición de
premios externos reduce la MI:
5. Motivación y Acción
Unos enfoques mantienen que la motivación externa favorece el rendimiento y otros destacan sus aspectos
perjudiciales.
Somos “víctimas” de los premios externos inmediatos de la sociedad, pero también dispensadores continuos de
premios para controlar la conducta de otros. Los valores de la propia sociedad occidental en ocasiones están más
encaminados a los resultados que al esfuerzo per se.
Hay infinidad de taress para las que no estamos intrínsecamente motivados, pero al ser recompensado tras su
realización hace que se repita (ir a trabajar). El empleo de premios externos inicialmente puede hacer aumentar su
motivación al cobrar interés por la tarea. Conclusiones de la relación entre MI-ME:
●Los individuos MI seleccionan trabajos creativos de dificultad moderada. Los ME son menos creativos y eligen
tareas fáciles con más posibilidades de premio.
●Cuando se está MI, el placer reside en la realización de la tarea, mientras que estando ME el foco está en los
beneficios de esta.
●La realización de una actividad MI conlleva emociones agradables. Las actividades ME provocan tensión y
presión social.
●Los trabajos MI mejora los procesos cognitivos, alivia el estrés, favorece la aparición de serotonina. La ME es
necesaria cuando la persona no tiene interés por sí misma y en cuanto las recompensas proporcionan
información sobre el rendimiento.
6. Motivación y Cambio
A través de estímulos externos se puede intervenir, influenciar, e incluso determinar las actuaciones de los demás.
Tanto por la promesa de premio como por la amenaza de castigos, las personas llegan a realizar conductas límites.
Con niveles elevados de MI se consiguen metas impensables y se plantean retos que suponen esfuerzos extremos.
El objetivo de las investigaciones sobre MI/ME ha radicado en intentar que el individuo se implicara en las tareas per
se.
A finales de los 80 se empieza a trabajar la MI para facilitar los procesos de cambio en las personas. Concretamente
se aplican conceptos básicos de la MI como son la autodeterminación y la autoeficacia al campo de la clínica y
específicamente, en aquellos casos de conductas adictivas a través de la denominada entrevista motivacional
propuesta por Miller y Rollnick (1991). Ambos psicólogos propusieron un enfoque novedoso para las personas que
se encontraban en una situación de bloqueo y llevaban a cabo conductas dañinas a largo plazo, pero gratificantes
a corto plazo, como por ejemplo la ingesta de sustancias estupefacientes.
En este sentido, desde el enfoque de la entrevista motivacional se defiende que sea el propio paciente el que se
plantee el cambio y no sea llevado de la mano del terapeuta, puesto que está sobradamente demostrado que no es
eficaz, dado el elevado número de abandonos y de recaídas que presentan. Se pasa de decir “si no haces esto,
acabarás mal”, a considerar qué es lo que quiere realmente la persona para estar bien.
●Fase de contemplación. Empieza a tomar conciencia del problema, pero no se encuentra motivado para el cambio.
Aparece la ambivalencia.
●Fase de preparación o determinación. Se quiere intentar el cambio cuando se toma conciencia de que los costes
del comportamiento son más altos que los beneficios.
De lo expuesto anteriormente, solo vamos a estudiar lo relacionado con el concepto intrínseco de la autoeficacia y
su importancia para superar el problema de las dependencias. En la teoría de Bandura, vimos que la autoeficacia
afecta a los logros futuros y, en el caso que nos ocupa, presenta distintos niveles en función de la etapa de
intervención en que se encuentre el sujeto, en otras palabras, a lo largo de la intervención el paciente pasa por
distintos niveles de autoeficacia que hay que conocer en cada momento para poder trabajar con ellos. Esto es
importante porque el diagnóstico motivacional nos va a permitir establecer las estrategias de intervención adecuada
en cada etapa. Un nivel bajo se relaciona con la dificultad que tiene la persona para lograr la abstinencia y asimismo
la facilidad para las recaídas, mientras que un nivel alto de autoeficacia es la variable que más va a determinar el
mantenimiento de dicha abstinencia (Marlatt y Donovan, 2005). En definitiva, la tentación de consumir sustancias
es inversamente proporcional a la percepción de autoeficacia.
Cómo se trabaja la MI de una persona que desea cambiar sus hábitos de conducta:
●En primer lugar el paciente debe sentirse incómodo entre lo que hace y lo que desearía hacer, por lo que hay
que plantearle sus propias ambivalencias ante el problema (“fumo hachís, aunque puedo dejarlo en el momento
que quiera”), para promover el cambio, pero no insistirle en él.
●En segundo lugar, enfrentarles a esas ambivalencias típicas de las personas dependientes y trabajar las resistencias
que presenta el cambio potenciando sus capacidades para lograrlo (ejemplo de resistencia: “a mí el alcohol no me
hace daño”); la persona se encuentra más motivada al cambio cuando toma sus propias decisiones
(autodeterminación).
●Lograr que el sujeto considere que es capaz de conseguirlo, es decir, elevar su percepción de autoeficacia: no solo
es eficaz, sino que debe creérselo, lo que es necesario para conseguir la adherencia al tratamiento.
Uno de los objetivos de la medicina actual es promover comportamientos saludables para mejorar la salud y
prevenir enfermedades. Las campañas de información se han demostrado insuficientes para provocar cambios en
muchas personas, dado que la motivación para modificar conductas insanas requiere que el profesional conozca los
factores para trabajarlos. Por este motivo se ha pasado al uso de la entrevista motivacional.
Algunos ejemplos de uso en nuestro país son un extenso manual sobre adicciones financiado por el Plan Nacional
sobre Drogas (Becoña y Cortes). El centro de promoción de hábitos saludables de Madrid, presentó un trabajo en el
que se facilitan estrategias y claves a los profesionales para afrontar entrevistas motivacionales ante
comportamientos de riesgo, como fumar (Costa el al. 2012).
Con la entrevista motivacional podemos trabajar la MI consiguiendo cambios más duraderos y sobre todo con un
mayor compromiso, lo que revierte en una mayor eficacia y satisfacción. Se puede trabajar la MI en el campo de la
salud, laboral y educativo.
Tema 9: Técnicas de medida de la Psicología de la Motivación
1. Introducción
Desde el ámbito específico de la psicología básica, el estudio de la motivación ha conllevado desde sus inicios la
necesidad de medición mediante técnicas válidas y fiables.
2. Técnicas de la motivación
La motivación abarca distintos motivos de análisis que se agrupan en cuatro niveles: fisiológico, individual, social y
filosófico. Cada uno utiliza distintas metodologías o técnicas de investigación.
Las diversas técnicas de medida e investigación de la motivación son aglutinadas de modo sintético en tres grandes
grupos:
La investigación aplicada de la motivación abarca áreas como la educación, la actividad física y deportiva, la salud, las
adicciones, la vida laboral, la publicidad, la seguridad vial, el ámbito jurídico, el económico, el social y de las nuevas
tecnologías, entre otros. Vamos a estudiar los ámbitos de la actividad física y el deporte, de las adicciones y de la
publicidad y la conducta del consumidor.
El presupuesto básico de empleo de estas técnicas en el estudio de la motivación es que dicho proceso
(motivacional) de algún modo se puede inferir a partir de la conducta públicamente observable emitida
espontáneamente por el sujeto, considerando la motivación como una fuerza motriz.
Desde este ámbito destacan dos siguientes parámetros de medida de la conducta motivada:
●Tasa de respuesta: es la medida de conducta más usual en estudios con animales. También se usa en humanos. Se
refiere al número de veces que una respuesta se emite durante un periodo de tiempo (frecuencia de emisión).
En la investigación de la motivación humana, se infiere que, en las mismas condiciones, la motivación es mayor
cuantas más veces se ejecute la conducta (cuantos más días juegue al pádel, se infiere que hay una mayor
motivación).
● Número de aciertos y errores: es una medida de exactitud, y se refiere al grado de eficiencia en la realización de
una tarea o conducta. También se llaman medidas de eficacia o grado de exactitud. Se incluyen medidas de como la
proporción de aciertos y falsas alarmas, cantidad de errores frente a cantidad de soluciones, o cantidad de intentos
de solución dados a una tarea.
Se infiere (al margen de factores del sujeto y la tarea, como la fatiga o la dificultad) que, si un sujeto presenta un
alto grado de exactitud o eficacia en la realización de una tarea o conducta, existe una alta motivación.
●Acciones de libre elección: Una situación de libre elección es aquella en la que existen varias posibilidades de
respuesta y libremente se opta por una.
Se entiende que, en situaciones de libre elección, la elección del sujeto deja entrever sus intereses o motivaciones.
●Tiempo de reacción (TR): es una medida temporal que comúnmente se ha utilizado como variable dependiente.
Se han considerado como medidas de tiempo de ejecución. Se ha interpretado como el tiempo que tarda el sujeto
en contestar a un estímulo o en solucionar un problema. El TR hace referencia al tiempo que transcurre desde que
a un sujeto se le presenta un estímulo hasta que dicho sujeto inicia su respuesta.
Se ha demostrado que la obtención de TR pequeños en la realización de una tarea (controlando las demás
condiciones) es un indicador de alta motivación. Otras medidas conductuales relacionadas son la persistencia
(tiempo dedicado o cantidad de veces que insiste en la tarea) y el esfuerzo mostrado en la realización de la tarea.
●Los datos obtenidos de TR presentan una gran variabilidad debido a las variables situacionales del sujeto, como
las diferencias individuales que nada tienen que ver con la motivación.
●Es difícil definir con exactitud lo que son aciertos y lo que son errores en la realización de una tarea. Además, en
la investigación de la motivación suele ser frecuente utilizar como variable dependiente un juicio o preferencia, lo
cual significa que no hay una respuesta exacta.
Estas limitaciones se intentan solventar por ejemplo con unas instrucciones claras al sujeto sobre su tarea,
introduciendo ensayos de práctica para que se familiaricen con la tarea, o bien con la utilización de diseños en los
que cada sujeto sea su propio control para solventar el problema de las diferencias individuales.
La psicofisiología, sin intervención sobre el SN, se preocupa por conocer qué cambios fisiológicos se producen ante
determinadas situaciones estimulares. Se interesa por cómo determinadas reacciones fisiológicas posibilitan o
preparan el cuerpo para la acción (activación). Emplea medidas indirectas que consisten en el registro de la actividad
nerviosa. Se provoca una conducta o proceso psicológico y después se miden las reacciones fisiológicas que resultan.
Dado que no son cruentos, se utilizan en humanos.
Actividad electrodermal
Es una de las medidas psicofisiológicas más antiguas. Se le llamaba respuesta psicogalvánica de la piel. Es muy
económica y de fácil manejo. La actividad electrodermal, o actividad eléctrica de la piel, refleja el funcionamiento
de la actividad presecretora de las glándulas sudoríparas ecrinas ante un estímulo o situación estimular. Dichas
glándulas son excitadas debido a diferentes estímulos psicológicos, y su medida se hace con dos técnicas: registros
exosomáticos y registros endosomáticos.
●La medición exosomática: se realiza haciendo pasar a través de la piel una corriente eléctrica y midiendo:
●La medición endosomática: implica valores mucho más difíciles de interpretar, por lo que su uso es más
restringido. No se aplica corriente (no hay inducción externa). Lo que se evalúa es la actividad electrodérmica como
un cambio en el potencial de la piel (la diferencia de potencial endógeno entre un electrodo activo colocado en la
palma de la mano y otro de referencia que se sitúa en una parte neutra del cuerpo, por ejemplo, el antebrazo). Con
ello se obtiene el potencial de la piel que pone de manifiesto las variaciones eléctricas naturales existentes entre dos
puntos de la superficie epidérmica.
Medidas cardiovasculares
La actividad cardiovascular, al igual que la electrodermal, responde al control del SNA, y su medición constituye
también una medición indirecta y no invasiva del mismo. Las principales medidas cardiovasculares son:
●Frecuencia o tasa cardiaca: es el ritmo al que late el corazón (nº contracciones/minuto). Se registra por ECG o
contabilizando el pulso sanguíneo. El ECG detecta la actividad eléctrica del corazón (colocando electrodos en el
pecho). En investigación motivacional, se estudian las variaciones cuando el sujeto realiza una tarea.
La tasa cardiaca varía con el ciclo respiratorio (inspiración/espiración), denominándose arritmia sinusal respiratoria
a este patrón cíclico de fluctuaciones de la tasa en relación con la respiración.
●Flujo o volumen sanguíneo: medida de la actividad vascular periférica, que depende, en parte, de la dilatación y
contracción de los vasos sanguíneos. Hace referencia a la cantidad de sangre que llega a los tejidos y órganos en
función de sus necesidades metabólicas. La medición se hace mediante transductores pletismográficos, que
convierten el flujo o volumen sanguíneo en señales eléctricas. Los transductores pueden ser fotoeléctricos o
volumétricos, aunque lo habitual, por eficacia y sencillez, es utilizar el fotopletismógrafo, basado en las propiedades
de reflexión y transmisión de la luz. Es una medida poco utilizada en el estudio de la motivación.
●Presión arterial o sanguínea: es la fuerza con que se mueve la sangre por las arterias. La sangre al circular,
ejercer una presión sobre las paredes de los vasos sanguíneos que no es constante, sino que varía.
o En su punto más bajo hablamos de presión sanguínea diastólica y
o en el más alto de sistólica.
La presión arterial se puede medir mediante:
o La técnica de oclusión y auscultación a través del esfigmomanómetro utilizando un estetoscopio para su
detección, con lo que se obtienen de este modo valores discretos de la presión sistólica y diastólica, y
o Técnicas automatizadas de registro que permiten lecturas continuas y son más útiles para la
consideración de esta medida como variable en psicología de la motivación.
Se intentan eliminar dichas limitaciones utilizando más de una medida psicofisiológica y realizando mediciones
continuadas.
A la hora de diseñar una investigación psicofisiológica hay que tener presente que la elección de las variables que se
vayan a medir ha de hacerse no solo en función de la hipótesis, sino también de consideraciones fisiológicas, como
por ejemplo tener en cuenta el sistema en el que se van a tomar las medidas. Ello conlleva la selección de las
variables que permitan demostrar los mecanismos que subyacen a un cambio concreto en las reacciones. Esto es,
hay que saber cuál es el ajuste que lleva a cabo el sistema en una condición psicológica concreta, en nuestro caso la
relativa al proceso motivacional.
El desarrollo de las posibilidades de registro y estudio de las respuestas psicofisiológicas posibilitó fundamentar
desde diversos ámbitos científicos, como el de la psicología básica, los estudios sobre este proceso, permitiendo en
la actualidad el empleo de esta rigurosa metodología en el estudio de la motivación.
1 la arritmia sinusal respiratoria consiste en la ralentización normal de la tasa cardiaca durante la espiración y la aceleración de la misma durante la
inspiración
2.3. Técnicas basadas en la medición de estados subjetivos y sentimientos
Para medir la percepción de los estados internos, incluidos los motivacionales, se utilizan técnicas estandarizadas
llamadas autoinformes. Se llaman autoinformes porque son informes del sujeto sobre su propia actividad (gustos,
intenciones, metas, preferencias…).
Los autoinformes son escalas y cuestionarios construidos conforme a la teoría del test, y suelen utilizarse
frecuentemente cuando lo que se busca es estudiar y evaluar aspectos de la vida que no pueden conocerse si
manipularse directamente. Están basados en la autoobservación o introspección. Según la manera de realizarse se
denominan entrevistas, cuestionarios, autorregistros y autoobservación.
Pueden evaluar repertorios generales de motivos o motivaciones concretas. También pueden adoptar distintas
formas en función de cómo sea el contenido de los ítems, de cómo hayan sido formuladas las preguntas, y de cuales
sean las posibilidades de respuesta. Así, el contenido de los ítems puede referirse a un sentimiento, creencia, un
hecho o a una actitud.
Las preguntas pueden ser preguntas directas, o afirmaciones a las que responder si se está de acuerdo o en
desacuerdo.
En función de la libertad de respuesta, este puede no tener ninguna restricción en la respuesta, dando total libertad,
o bien se pueden limitar las posibilidades de respuesta a un número reducido de alternativas. Es posible, además,
que las posibilidades de respuesta se den a través de la puntuación en una escala (1…n) o en niveles de grado de
acuerdo/desacuerdo, mientras que, en los casos de elección forzosa, la persona que lo realiza tenga necesariamente
que elegir entre dos opciones la que considera le autodescribe mejor.
En el campo de la motivación, los autoinformes se han utilizado al menos con tres finalidades de estudio:
●Identificar la estructura motivacional básica de la personalidad: ¿Son los motivos rasgos de personalidad? ¿Qué
motivos? Estos estudios resaltan lo que las personas tienen en común, y buscan analizar cuáles son los motivos
básicos o fundamentales que comparten todos los seres humanos. Se buscan los motivos que son rasgos estables
de la personalidad.
●Comprobar de qué forma interactúan determinadas disposiciones motivacionales de la persona con variables
situacionales (interacción sujeto-ambiente) para afectar a la motivación. Estos estudios se centran en considerar
cómo las personas difieren en los motivos específicos, y cómo ello contribuye a la aparición de diferencias
comportamentales como las que observamos entre los seres humanos.
●Analizar de qué manera un conjunto de variables varían conjuntamente para predecir o comprobar modelos sobre
la forma o estructura de la relación entre ellas (mediación y causalidad). La finalidad de los estudios es identificar
los mecanismos mediadores que actúan en los fenómenos investigados.
●Se pueden producir distorsiones sobre las respuestas a causa de la deseabilidad social y de la autodecepción. Por
deseo de causar buena impresión, pueden no reflejar realmente o, al menos de manera fiel, sus motivaciones. Para
intentar solventarlo se incluyen escalas de mentira o deseabilidad en los cuestionarios y escalas de autoinforme.
●También afectan a las respuestas del sujeto las propias características de la prueba, como su formato de
respuesta, el orden de presentación de las preguntas, la forma en que están redactadas, e incluso sus ítems.
Los autoinformes son útiles porque proporcionan de manera rápida y eficaz información sobre la motivación
humana.
Vamos a exponer 3 de los ámbitos; actividad física y el deporte, de las adicciones y de la publicidad y la conducta del
consumidor, por su actualidad, interés e investigaciones realizadas en los últimos años.
Actividad física: actividad expresada a través del movimiento y que persigue un objetivo motor. Es un concepto más
extenso y amplio que el deporte, por lo que muchos estudiosos del tema lo circunscriben en la actualidad al ejercicio
físico en general.
• Es la actividad física e intelectual humana de naturaleza competitiva, y gobernada por reglas institucionalizadas
(García Fernando, 1990).
• Actividad lúdica basada en reglas que presenta una estructura relacional de tipo competitivo que exige alguna
forma de habilidad física (Padiglione,1995).
• Un conjunto de acciones cargadas de significado que pertenecen a registros distintos: desarrollar una actividad
física regular y emplear distintas habilidades, perfeccionar dichas habilidades, entrenarse en la competencia para ser
capaz de enfrentarse a otros atletas y, por último, todos los aspectos relativos a la vida asociada, a la búsqueda y el
mantenimiento de interacciones amistosas y a la construcción de una red de relaciones sociales (Escarti y G. Ferrol, 1994)
• Una actividad que presenta características concretas o Presencia de reglas o Existencia de competición o
Repetición de tareas o Realización de movimientos encaminados hacia la mejora o Comparación de su ejecución
con la de otros compañeros o practicantes.
Como aplicación específica de la psicología, la aparición del deporte se basaba sobre todo en conceptos
provenientes del ámbito del aprendizaje y no incluía la actividad física como tal. En un principio el interés se centró
en el estudio de la motivación del deportista y fue pasando al análisis de los elementos que intervienen en su
desarrollo y práctica, por ejemplo, qué actividad realiza quien practica deporte, qué rendimiento se obtiene en
situaciones de competición, qué papel juegan las relaciones de grupo, o qué papel desempeñan los entrenadores, la
situación de entrenamiento y los espectadores.
Hay dos tendencias de investigación que corresponden con los trabajos realizados en Europa y en Norteamérica.
• Investigaciones llevadas a cabo en Europa: sobre todo en Europa del Este, se vincularon al campo práctico. Su
interés se centró en las motivaciones de los deportistas, su personalidad y las tensiones previas a las
competiciones, con objeto de aplicar los conocimientos a la mejora del rendimiento. Conceptualmente, su punto de
partida se basó en planteamientos teóricos provenientes de las realizaciones efectuadas por Murray, Atkinson y
McClelland sobre las necesidades y motivación de logro. Utilizaban autoinformes como instrumento de medida de
la motivación.
• Investigaciones realizadas en Norteamérica: eran más académico-científicas. Su interés eran los aspectos
relativos al aprendizaje motor y el rendimiento deportivo. Conceptualmente destacaron por el papel del “arousal”
y por aplicar al ámbito del deporte la teoría de la reducción del impulso (drive) de Hull y Spence y la ley de Yerkes-
Dodson. Utilizaban el TR (tiempo de respuesta) como medida motivacional.
Estas líneas de investigación siguen vigentes, pero se han añadido nuevas líneas de trabajo, como, por ejemplo, la
utilización y aplicación de la psicología del deporte al ejercicio y a la salud, como el ámbito de las lesiones deportivas,
los trastornos alimentarios, a poblaciones especiales como marginados o discapacitados, o su aplicación al abandono
deportivo. Se ha pasado de una postura más generalista al estudio de algunos aspectos más concretos de los
procesos del deportista.
Hay líneas de investigación en las que no se estudian los procesos psicológicos en sí, como la motivación, sino
aspectos más específicos en relación a ella, como el establecimiento de metas, la motivación de logro, los procesos
atribucionales o la motivación intrínseca desde la teoría de la autodeterminación.
Practicar un deporte conlleva un gasto de energía y esfuerzo continuado (Lozano, 2000) por lo que su persistencia en
la práctica solo es entendible si consideramos la motivación que subyace a ese comportamiento. Los principales
motivos de las personas para practicar deporte, o realizar cualquier actividad física son: ejercitarse físicamente,
disfrutar, y vivir experiencias reconfortantes, satisfactorias y estimulantes (García Ferrando, 2006).
Las investigaciones están basadas en modelos teóricos entre los que sobresalen los del establecimiento de metas o
teorías centradas en las metas, los modelos basados en la modificación de conducta, y los modelos de orientación
cognitiva, sobre todo los de la motivación de logro, los basados en las teorías de la atribución, y los basados en la
teoría de la autodeterminación.
Los modelos teóricos basados en el establecimiento de metas o teorías centradas en las metas se caracterizan por
estar a caballo entre los modelos conductistas y los modelos cognitivos. Se han utilizado en el ámbito deportivo y
se caracterizan por señalar que el establecimiento de metas debe realizarse de manera individualizada para cada
deportista a la hora de diseñar entrenamientos deportivos; también por considerar necesario que dichas metas
sean concretas y alcanzables, teniendo en cuenta ciertas dimensiones como el rendimiento, el compromiso
individual, y la capacidad potencial del atleta. Postulan que las metas establecidas más específicamente permitirán
poder combinar objetivos a corto y largo plazo, en un plan de acción que sea adecuado y que ofrezca
retroinformación sobre el grado de progreso del deportista (Cantón, 1995).
Los modelos basados en la modificación de conducta, tienen sus raíces en el condicionamiento operante y en el
condicionamiento clásico. Aplican al ámbito del deporte los principios conductuales básicos, sobre todo el
reforzamiento (p.ej. refuerzos positivos) y castigo (sanciones por errores cometidos), y considerar que la habilidad
del deportista es mejorable a través del aprendizaje.
Los modelos motivacionales de orientación cognitiva son los predominantes en esta área. Se caracterizan por
destacar el componente cognitivo del comportamiento. Sobresalen los modelos de motivación de logro, de
atribución y la teoría de la autodeterminación.
Los modelos de motivación de logro han puesto de manifiesto que las personas con altos niveles de motivación de
logro tienen rendimientos deportivos altos, y prefieren situaciones de riesgo con niveles intermedios de dificultad.
Las personas con baja motivación de logro suelen elegir tareas con de dificultad extrema, o muy fáciles o muy
difíciles, y con frecuencia obtienen pobres rendimientos deportivos.
Los modelos basados en las teorías de la atribución (especialmente la de Weiner) han hallado que en el ámbito
deportivo las atribuciones de los ganadores tienden a ser más estables, internas y controlables que las de los
perdedores. Los hinchas, suelen atribuir los éxitos a causas internas y los fracasos a causas externas.
La teoría de la autodeterminación (Deci y Ryan) es una de las que mejor explica la motivación en la actividad física y
en el deporte. Muchas investigaciones actuales se basan en ella. La autodeterminación se define como una
tendencia innata que conduce a llevar a cabo comportamientos que suscitan interés en vez de los que suponen una
obligación. Existe una relación directa entre motivación intrínseca y autodeterminación. Los deportistas con mayor
índice de autodeterminación muestran una mayor orientación hacia la tarea que los que presentan un
índice bajo. Desmotivación y abandono deportivo relacionan con un índice bajo de autodeterminación.
Abandono deportivo: cese de la motivación para seguir participando en situaciones competitivas de logro (Cantón,
1995).
Desmotivación: falta o ausencia de motivación y, dado que no hay intención en la persona para realizar una
acción, en nuestro caso de práctica deportiva, ello puede llevar a causar muy probablemente el abandono de la
misma.
Si la diversión y el gusto por el deporte constituyen dos de los principales motivos para practicarlo (García Ferrando,
2006), ¿qué hace abandonar?, es más, si se considera que la práctica de actividad física y deporte está asociada con
muchas cualidades positivas y presenta mayores niveles de implicación, placer, deseo y desafío que otras
actividades, ¿por qué desaparece la motivación?
Los estudios se han centrado en los motivos que hacen persistir para, intentar explicar las razones que llevan a
abandonar. En población joven y utilizando autoinformes como medida motivacional, se ha hallado que entre las
razones del abandono destacan:
Otros estudios han estudiado la desmotivación utilizando la teoría de la autodeterminación como marco
conceptual.
Desde la teoría de la autodeterminación se considera que la motivación intrínseca alude al compromiso del
deportista con una actividad por el disfrute y el placer que esta le ocasiona, con lo que dicha actividad deportiva es
un fin en sí misma. La motivación extrínseca se caracteriza por el establecimiento de motivos externos a la propia
actividad deportiva (“para demostrar a mis amigos lo bueno que soy”). La desmotivación, que va acompañada de
sentimientos de frustración, sería la ausencia de motivación, y se caracterizaría por la falta de intención para realizar
la actividad deportiva (“el deporte no me gusta nada. No creo que lo practique nunca.”).
La motivación intrínseca se modifica no solo a través de los acontecimientos sociales, sino también de los premios
que llevan a un sentimiento de competencia durante la acción. Bajo esa premisa se afirma que las personas que
practican actividad físico-deportiva y presentan un mayor nivel de motivación intrínseca, experimentarán estados
de diversión, ya que no lo hacen obligados sino por el interés que les suscita la actividad, por lo que es poco factible
su desmotivación. Cuando la práctica del deporte no depende fundamentalmente de fuentes internas, sino de las
expectativas creadas ante los estímulos externos (motivación extrínseca), al no lograrse dichas expectativas, es muy
posible que se llegue a la desmotivación y al abandono.
Existe una relación directa entre la motivación intrínseca y un mayor compromiso y persistencia en la práctica del
deporte. Los deportistas que practican y entrenan más tiempo muestran una mayor motivación intrínseca y una
menor desmotivación.
Por lo general el término se aplica a lo que se denominan adicciones físicas, como el consumo no controlado y
excesivo de alcohol y drogas. La adicción de las drogas se considera como prototipo de conducta adictiva. Son la
adicción más estudiada.
Holden (2001): “en lo tocante al cerebro una recompensa es una recompensa sin importar si proviene de una
sustancia química o de una experiencia”.
De manera semejante a las drogas (adicciones físicas), la ludopatía, la compra compulsiva e, incluso, la adicción al
sexo, presentan un patrón conductual compulsivo y con graves problemas de autocontrol, por lo que son
consideradas también como adicciones, en este caso adicciones conductuales. Esta consideración está apoyada
desde perspectivas psicobiológicas, donde se asume que dichas adicciones ponen en marcha los mismos circuitos
de recompensa que los motivos más básicos, y que las señales asociadas a ellas pasan a ser premios cuando crean
el deseo irrefrenable de realizar esas conductas.
Psicológicamente la adicción se caracteriza por una gran disminución o pérdida del propio control, así como por la
obsesión por lo que constituye el objeto o situación de la propia adicción.
Aguado (2005): “psicológicamente, la adicción puede considerarse como una alteración del normal funcionamiento
de los procesos motivacionales y de la regulación y control voluntarios de la conducta”.
2.2.2. Motivación y conducta adictiva
Lo que motiva la conducta del sujeto adicto es la consecución de recompensas inmediatas. El adicto no es
consciente de las consecuencias a largo plazo de su propia conducta, por lo que no piensa en sus repercusiones
futuras, que son negativas, ni actúa en consecuencia para evitarlas. Su conducta adictiva se caracteriza por la
pérdida del control voluntario de la misma y por la realización compulsiva del comportamiento de búsqueda del
objeto o situación de su adicción. No importa que ello conlleve importantes pérdidas sociales, afectivas o laborales.
La pérdida de control voluntario de la conducta adictiva conlleva una alteración rotunda de la jerarquía de motivos
del sujeto adicto. Sus valores personales, relaciones afectivas, intereses y bienestar socioeconómico, quedan
relegados en función de la consecución del objeto o situación de su adicción. El deseo de compulsivo de búsqueda
es lo más destacable conductualmente, pues se refiere a la alta frecuencia del comportamiento y a la dificultad
para controlarlo.
Se han señalado factores de vulnerabilidad de origen genético para explicar en algunos casos la aparición de
conductas adictivas.
Aguado, Cortés y Mayor consideran que todas las adicciones afectan de un modo semejante a la actividad cerebral,
y que todas las sustancias producen trastornos del sueño, principalmente insomnio.
¿Qué causa la conducta adictiva? Se puede decir que hay tantas causas como sujetos adictos. En la adicción a las
drogas, aunque hay que tener presente que determinadas motivaciones se asocian de forma concreta con unas
drogas y no con otras, se sugiere por lo general unos tipos básicos de motivaciones para la iniciación de la conducta
adictiva.
• Inadaptación social: desacuerdo con el contexto sociocultural frente al cual el sujeto adopta una actitud (por
ejemplo, huida de una sociedad injusta, gusto por lo prohibido, …).
• Problemas emocionales (ej. rechazo de los padres) y la necesidad de adaptación del sujeto a determinados
grupos o condiciones sociales, como las ligadas al ámbito laboral (ej. Para trabajar mejor).
• Tendencia hedonista y experimentadora: buscar placer o probar algo nuevo.
• Necesidades provenientes de dolencias físicas o psicológicas (dolores de cabeza,
enfermedades graves, ansiedad, insomnio…).
Se han utilizado medidas de autoinforme, sobre todo cuestionarios y encuestas, para estudiar qué motivos
concretos son los que conducen al consumo de sustancias adictivas. Tienen el problema de la deseabilidad social a
la hora de analizar los resultados, pero hay que resaltar que lo expresado verbalmente por los sujetos adictos
permite obtener información relevante. Las verbalizaciones de las motivaciones pueden indicar con cierta claridad
la existencia de una serie de actitudes individuales, aunque ello no permita conocer en su totalidad ni las situaciones
ni los condicionantes concretos que puede influir en la conducta adictiva. Factores intrapersonales, biológicos,
familiares, grupales, sociolaborales y culturales se señalan, entre otros, como factores asociados a la posibilidad
de inicio y mantenimiento de la conducta adictiva.
Si bien se considera que en el desarrollo de las adicciones también influyen tanto el contexto social como los
factores de vulnerabilidad individual, se asume en dicho desarrollo que por lo general pueden distinguirse una serie
de fases en el caso de las adicciones físicas. Dichas fases son:
• Fase inicial: caracterizada por el consumo controlado o esporádico
• Fase en la que el consumo se hace más frecuente y se produce el abuso de la sustancia.
• Fase en la que tiene lugar el desarrollo y mantenimiento de la adicción: aquí hay que señalar que es más fácil
que se desarrolle la conducta adictiva cuando la ingesta se ha generalizado a otras situaciones, pues es más probable
entonces que se convierta en hábito y se mantenga su consumo.
• Fase de cambio o de postadicción: cuando ya no se presenta la conducta adictiva.
En el ámbito de la psicología básica destacan los mecanismos explicativos basados en el condicionamiento clásico y
en el condicionamiento operante.
El AO consiste en observar a otros (modelos) e imitar su conducta de forma directa o indirecta. Los modelos pueden
ser diversos, desde personas valoradas socialmente con buena imagen pública (deportistas, actores…) a personas
conocidas con las que se mantiene una relación afectiva (amigos, compañeros…). La imitación y la curiosidad juegan
un papel importante en el inicio de la conducta adictiva, y los procesos de aprendizaje son los que permiten
explicar su adquisición y mantenimiento.
En el caso concreto de la adicción a las drogas el proceso de condicionamiento clásico funciona de la siguiente
manera:
1º) La administración de una droga (EI) produce un cambio del equilibrio homeostático del organismo, lo que da
lugar a una respuesta (RI) para tratar de reestablecer el equilibrio perdido.
2º) Los estímulos ambientales que, o bien están presentes, o bien se relacionan de algún modo con la conducta de
búsqueda y la ingesta (estímulos neutros en relación a la RI), llegan a convertirse en estímulos condicionados (EC)
capaces de producir una respuesta homeostática (RC) tras establecerse su asociación con el EI (Aguado, 2005).
Un caso especial de condicionamiento clásico que aparece en los estudios de condicionamiento con drogas es el
condicionamiento de la respuesta compensatoria. Se denomina así porque lo que se aprende es una respuesta que
compensa a la RI y ha sido muy útil para explicar hechos como la tolerancia conductual a la droga o el síndrome de
abstinencia condicionada:
• Tolerancia conductual a la droga: tiene que ver con que la droga produce menor efecto, tiene una tolerancia
mayor, si se ha condicionado a otros estímulos anteriormente neutros.
• Síndrome de abstinencia condicionada: se refiere a la aparición de síntomas de abstinencia (taquicardia, mareos,
…) en personas adictas cuando esas personas vuelven a su medio habitual de consumo, a pesar de que hayan
pasado meses después de la administración de la última dosis.
Se admite que una droga funciona como reforzador cuando es capaz de incrementar o mantener
la probabilidad de que aparezca la conducta de ingesta:
• Se habla de refuerzo positivo cuando el sujeto consume la droga para sentir el efecto buscado de la misma
(“estar bien”).
• El refuerzo negativo tiene que ver con la búsqueda de la droga para evitar el displacer que conlleva su ausencia
(“dejar de estar mal”).
Desarrollada la adicción, la motivación principal para el consumo es poner fin a los síntomas aversivos de su
abstinencia más que la obtención de sus efectos placenteros. Al principio la búsqueda y consumo son reforzados
positivamente (efecto de recompensa), luego en la fase de adicción estas conductas son reforzadas negativamente
(la droga interrumpe los síntomas físicos y afectivos del síndrome de abstinencia). El adicto puede anticiparse a la
aparición de esos síntomas aumentando la frecuencia de consumo, con lo que dicho consumo es reforzado por la
evitación de los síntomas. La adicción se mantiene porque una vez que existe una dependencia, los síntomas
negativos de la abstinencia solo pueden ser evitados o interrumpidos por una nueva dosis, con lo que se refuerza la
conducta de búsqueda y consumo de la droga.
Estudios específicos sobre adicción al tabaco han subrayado la importancia de la intervención del proceso de
aprendizaje. En concreto, han afirmado, que cuando visualizan la cajetilla, desarrollan un comportamiento
automatizado. Así depende de cada persona lo relevante que pueda considerarse un estímulo y hasta qué punto su
manejo se convierte en rutina. Es muy posible que integremos los estímulos relacionados con sustancias adictivas,
de manera eficiente en el repertorio de conductas. Fumar regularmente influye en la manera que el cerebro asocia
las correspondientes informaciones sensoriales. Interviene el proceso de aprendizaje.
En el caso de adicciones conductuales (deporte) la euforia y el aumento de la autoestima son refuerzos positivos, y
cuando la actividad corporal provoca miedo o tensión hablamos de refuerzos negativos. Ambos llevan a la práctica
del deporte con mayor frecuencia o duración.
Puesto que la motivación es relevante en la elección y consumo de productos, se busca mediante el mensaje
publicitario influir en los objetivos, creencias y deseos de los posibles consumidores. ¿Cómo puede un producto
publicitado crear y satisfacer necesidades? ¿Qué motivos inducen a comprar y qué propiedades presentan dichos
motivos? ¿Cómo se ha de anunciar un producto para lograr en los sujetos un cambio de actitudes que lleve a su
compra?
• Una primera aproximación considera que es el producto en sí mismo el que puede satisfacer las necesidades y
motivaciones existentes, siendo muy representativo de esa aproximación las investigaciones realizadas por Dichter
(1964-1970). Propuso una orientación investigadora de base freudiana caracterizada por recurrir a necesidades y
motivos ya existentes. Su objetivo principal fue intentar descubrir cómo el consumidor reacciona ante los estímulos
publicitarios, cómo actúa en un momento concreto influido por sus experiencias, sus opiniones, sus prejuicios, sus
estados de ánimo y sus sentimientos mediante medidas de autoinforme (de las limitaciones de los autoinformes
vienen la mayor parte de las críticas a sus investigaciones). Su mérito estuvo en haber puesto de manifiesto y haber
demostrado que el consumidor, de acuerdo con sus motivaciones, puede considerar un producto de forma muy
diferente a como lo puede hacer quien lo fabrica.
• La segunda aproximación se caracteriza por estimar que un producto puede ser presentado de modo que genere
la activación y dirección de la acción. Esto es importante, pues implica la creación de necesidades y motivos,
necesidades relacionadas tanto con motivos primarios como con motivos secundarios. Así, cuando en publicidad se
ha buscado crear necesidades mediante la activación de motivos innatos, se ha recurrido frecuentemente al
impulso sexual para conseguir atraer la atención. Ejemplo de ello son, entre otros, los anuncios de colonia, de
coches o de pantalones vaqueros, También se hace uso de la evitación de dolor, apelando al temor de las
consecuencias negativas que no seguir las indicaciones dadas. Lo usan las cajetillas de tabaco o las campañas de la
DGT. Cuando se pretende recurrir a motivos cognitivos, son las necesidades de información las más utilizadas. Tiene
que ver con la búsqueda objetiva de información y a la necesidad de consistencia cognitiva (al anunciar una casa,
además de su tamaño se dice que está en un buen barrio y bien comunicada).
Las necesidades sociales de afiliación, pertenencia, autonomía e individualidad, son las más utilizadas cuando se
recurre a motivos secundarios (se usan personajes famosos para anunciar colonias, relojes…).
Supone que los productos tienen poseen propiedades funcionales y psicológicas. Según se perciban por un
consumidor dichas propiedades, los productos presentarán grandes diferencias entre sí.
¿Hasta qué punto el producto o su compra llega a ser relevante para el consumidor? Hay que tener presentes los
ámbitos de consumo. Un mismo motivo no es relevante ni para todos los productos ni en todos los ámbitos. Cuando
un producto es importante para el consumidor y cuando su utilidad social y psicológica es grande, habrá una
motivación mayor para elegirlo y comprarlo.
Atendiendo a las propiedades psicológicas de los productos, Woods (1960) efectuó una clasificación de los mismos
en 6 clases de productos:
• Productos de prestigio: implican liderazgo, pues no solo son un símbolo, sino que son parte integrante de lo que
representan (tener un Mercedes no es solo símbolo de éxito, también es una característica de dicho éxito).
• Productos de estatus: implican que quién los consume tiene una determinada clase social. Así se eligen marcas
importantes porque se piensa que son sinónimos de clase social alta (Armani, Chanel…). Según Berger (2015), se
debe a que las marcas confieren al producto un significado que va más allá de su función, se esmeran para que
percibamos sus productos como muy valiosos, lo consiguen relacionándolos con recompensas emocionales, y así
alteran la percepción. Se resaltan los motivos psicológicos.
• Productos que revelan madurez: simbolizan un nivel de madurez ya que son productos a los que los jóvenes no
pueden acceder (tabaco, alcohol…).
• Productos que reducen la angustia: se usan para disminuir un supuesto peligro en la esfera personal o social (ej:
alimentos saludables).
• Productos hedonistas: producen placer. Su efecto proviene de las propiedades externas del producto (olor, color,
textura, apariencia…). Su efecto es inmediato y depende mucho de la situación. Pueden ser jabones o cremas,
prendas de vestir…
• Productos funcionales: son los que menos atención han recibido, quizá por estar relacionados con aspectos más
básicos (Ej. Alimentos básicos).
Las propiedades psicológicas (sobre todo las emocionales) desempeñan un papel importante en las preferencias
por una marca, independientemente de éstas lo que interesa en la publicidad es que el consumidor compre. Es muy
importante la presentación del producto. Juegan un papel importante los paradigmas básicos de aprendizaje (CC,
CO y AO).
El condicionamiento clásico ha sido uno de los más empleados en la investigación básica para mostrar cómo, sobre
todo en el campo de los anuncios televisivos, es posible modificar la respuesta afectiva de los consumidores hacia los
productos que se anuncian. En el ámbito publicitario, la aplicación de los presupuestos del condicionamiento clásico
conlleva poder explicar cómo es posible que los sujetos, tras visionar y escuchar varias veces el anuncio de un
producto adquiera una respuesta afectiva que más tarde evocará la sola presencia del producto.
La repetida presentación de una marca de café (EC) junto a un actor (EI) puede llevar al sujeto a inducir una
respuesta afectiva positiva (RC) evocada solo por la presencia de la marca de café (EC). Es importante:
• El tipo de estímulos.
• El número de emparejamientos EC-EI.
• Las relaciones temporales entre los estímulos y su procedimiento de presentación (el EC debe preceder al EI).
Si un anuncio es visto varias veces, utiliza estímulos fuertes y notorios con tiempos de presentación convenientes y
bien distribuidos y el producto se presenta con antelación a la aparición de los elementos afectivos, dicho anuncio
será más efectivo. Además de su adquisición, en el CC se deben tener en cuenta los procesos de extinción,
generalización y discriminación, aplicables también al campo de la publicidad.
• Extinción: hace referencia a la presentación repetida y aislada del EC (marca) en ausencia del EI (actor). Cuando
un producto (EC) aparece en ausencia de los elementos del anuncio que ocasionaron la aparición de la reacción
afectiva (EI) el condicionamiento tiende a disminuir. Si la marca de café aparece repetidamente sin el actor, se
puede llegar a extinguir la RC.
• Proceso de generalización: tiene que ver con que, una vez establecida la RC, es posible que otros estímulos o
elementos similares al EC adquieran la propiedad de provocar la RC. Esta generalización tiene lugar tanto en
relación a los estímulos como en relación a la situación del anuncio en que aparece el producto. Siguiendo el
ejemplo de la marca de café, la generalización estimular se refiere a la posibilidad de que otras marcas de café
adquieran la propiedad de provocar la RC, lo cual dependerá del grado de semejanza entre nuestra marca de café y
esas otras marcas. En cuanto al ambiente del anuncio, si hay mucha diferencia entre el ambiente en el que aparece
en el anuncio la marca de café (un lugar exótico), y el ambiente real en el que el sujeto se encuentra la marca (un
supermercado), habrá en la situación de compra grandes dificultades para generalizar la RC y comprar esa marca
de café concreta.
• Discriminación: es un proceso inverso al anterior y se refiere al proceso por el que queda delimitado el campo de
estímulos a los que responde el sujeto. Se habla de discriminación cuando existe por parte del sujeto una RC a un EC
concreto, pero no a otro que es similar. La discriminación es importante para evitar que se transfieran las
reacciones afectivas condicionadas a un producto concreto a otros productos de su competencia. Se logra
diferenciando mucho el producto de los demás productos competidores o asociándolo con el reforzador, mientras
que los de la competencia se asocian con su ausencia. En el ejemplo se podría presentar la marca de café en un lugar
destacado y asociada al personaje famoso, mientras las otras marcas de la competencia aparecen en un lugar no
destacado y sin asociarse con dicho personaje.