Lectoescritura Preescolar
Lectoescritura Preescolar
Lectoescritura Preescolar
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
“Al asumir la caracterización en los cambios que ocurren en la vida del niño al
ingresar en la escuela, podemos señalar un cambio decisivo del lugar que ocupa en el sistema
de relaciones sociales a él accesibles y de toda su forma de vida” (1), de lo que se deriva que la
entrada del niño a la escuela lleva aparejada toda una serie de transformaciones, de cambios
en su vida, ya que asume otro tipo de relaciones con los adultos y con otros niños, y a su vez
siente que ocupa un lugar importante en la sociedad, en la familia, el pequeño escolar ya se
siente mayor porque enfrenta la importante tarea de ser un estudiante, de adaptarse a una
nueva vida en la que la actividad rectora deja de ser el juego para ocuparla el estudio: va a
aprender a leer y a escribir.
Por todo lo antes mencionado se infiere que en este proceso de adaptación a la nueva
vida escolar desempeñan un rol fundamental la maestra del grado preescolar y la de primer
grado; la primera porque es la que culmina la etapa precedente, por tanto, es la llamada a
realizar la preparación adecuada del niño para que esa transición ocurra de la forma más
natural y menos traumática posible; y la segunda, por ser la que recibe en sus manos a los
niños que tendrá que adaptar al nuevo modo de vida, nuevas exigencias y formas de
actuación, y fundamentalmente con el que tendrá que profundizar y desarrollar nuevas
habilidades que le permitan en el tiempo considerable y necesario, según las características
individuales y grupales, el culminar con éxito cada etapa propuesta en el primer grado como
lo son la de aprestamiento, la de adquisición de los diferentes fonemas de nuestro idioma
natal, así como las necesarias habilidades caligráficas que conllevarán a que el niño se apropie
de los grafemas del alfabeto que le servirán para la escritura, todo esto en dependencia de las
características de su grupo (véanse perfiles individuales y colectivos producto del diagnóstico
aplicado al egresado de la Educación Preescolar) el método más adecuado para llevar a cabo
esta labor exitosamente.
Cuando hablo de diagnóstico me refiero a un sistema de tareas que se presentan a
niños y niñas antes de egresar del subsistema preescolar, las cuales abarcan áreas
fundamentales como son: Lenguaje, Motricidad Fina. Percepción Visual y Establecimiento de
Relaciones, así como otras no menos importantes de las esferas emocional y afectiva, las
cuales se evalúan en una escala de puntos para después con sus resultados conformar perfiles
individuales en los rangos de altos, medios y bajos, lo que le servirá a la maestra de 1er Grado
de la Escuela Primaria para proyectar su futuro trabajo.
Es por eso que los objetivos que se plantean en el trabajo son los siguientes:
DESARROLLO
Sería interesante ahondar en este tema y por tanto reflexionar sobre el concepto de
edad preescolar y la significación que tienen en la formación y desarrollo de la personalidad.
Hasta hace muy poco tiempo el concepto de edad preescolar se ceñía al período de
vida desde los tres-cuatros años hasta su ingreso a la escuela, lo que podía variar hasta los
cinco o siete años de vida, en dependencia con el sistema educacional de cada país, por lo que
en dicho concepto estaban separados la edad temprana (2-3 años de vida).
L.A. Venguer, importante psicólogo ruso, refería que las posibilidades del aprendizaje
del niño de edad preescolar son infinitamente mayores de las que se suponían, pero que lo
fundamental era en qué momento garantizar ese aprendizaje, por supuesto viéndolo
vinculado con las particularidades de los procesos psíquicos de la edad. Para ello no podemos
perder de vista la maduración para el aprendizaje en cada edad y en la edad preescolar una de
las características fundamentales es la de los numerosos períodos sensitivos del desarrollo que
al decir de Vigotski es aquel del desarrollo en el cual una determinada cualidad o proceso
psíquico encuentra las mejores condiciones para su desarrollo y que de no ejercerse una
acción educativa sobre la cualidad o proceso que en este momento está en su período
sensitivo, éste se pierde y luego, aunque se pueda formar dicha cualidad o proceso, nunca
tendrán la misma calidad que si se hubieran formado en el período que le corresponde.
Como se dijo a inicios del trabajo la enseñanza de la lectura, constituye uno de los
objetivos fundamentales en el primer grado , por lo que una de las tareas de la Educación
Preescolar, la constituye dotar al niño de una preparación que le facilite dicho proceso, para lo
cual es necesario que éste adquiera la comprensión de la esencia o mecanismo del proceso de
leer y de los métodos más adecuados según las características e individualidades en cada
caso.
Según D.B. Elkonin, “la lectura se define como el proceso de reproducción de la forma
sonora de las palabras, siguiendo sus modelos gráficos”.
Estas definiciones por tomar algunas, llevan implícitas el establecer el proceso de leer
como la posibilidad de comprender la información contenida en un texto. Saber leer implica la
comprensión de lo leído, por lo que se llega a la conclusión de que para aprender a leer, en el
verdadero sentido de la palabra se debe partir de la formación de la acción, en este sentido
consiste en su etapa inicial en la reproducción de los sonidos de las palabras, partiendo de su
modelación gráfica.
La correcta posición de los órganos articulatorios (lengua, labios y velo del paladar
blando), mediante tareas que los ejerciten, su precisión y su tono muscular, favorecerá que el
niño llegue mejor preparado para poder desarrollar las habilidades propuestas en el análisis
fónico en el grado preescolar, y posteriormente para la adquisición de los fonemas en el
aprendizaje de la lectura en el primer grado.
En este ciclo también se le dará tratamiento en forma lúdica a las estructuras fonatorio-
motoras, sin que para ello sea necesario dedicarle una actividad programada o un ejercicio
logopédico, ya que pueden desarrollarse en el juego y la actividad independiente, y si la
educadora lo considera necesario incluirlo en la actividad programada de Lengua Materna,
puede hacerlo sin que pierda su carácter lúdico.
Los contenidos para las edades de 3 a 5 años de vida, son semejantes e incluyen:
Como planteara al inicio del trabajo, uno de los objetivos básicos en el primer grado lo
constituye la enseñanza de la lectura, resulta, por tanto, imprescindible para su preparación
partir de la acción, que constituye su esencia en la etapa inicial: la reproducción de la forma
sonora de las palabras, sobre la base de modelos gráficos.
El Programa para el Área de Lenguaje tiene como objetivos generales que los niños
sean capaces de:
Pronunciar correctamente los sonidos del idioma.
Realizar el análisis sonoro de las palabras.
Siguiendo el orden lógico de los tres momentos fundamentales a los que hice
referencia para el desarrollo del Análisis Fónico, explicaré en qué consiste cada uno.
En primer lugar, queremos destacar que en el trabajo para el análisis fónico partimos
de la unidad de comunicación del lenguaje, que es la palabra. En todo momento se conserva
la palabra completa. Es precisamente por ello que el programa parte de la comprensión de la
palabra como unidad que nos permite designar los objetos de la realidad, sus cualidades y sus
acciones. Un procedimiento utilizado para destacar la palabra como un todo que el niño
expresa, es pronunciarla con distintos tonos de voz y diferente rapidez. Los niños dicen
diferentes palabras en forma alta o baja, rápido o despacio; pero conservándola siempre como
un todo.
A partir de la palabra, y como procedimiento para introducir los sonidos del idioma
que las componen, se utiliza la determinación de la extensión de las palabras (existen palabras
cortas, medianas y largas). Se introducen las acciones externas de medir las palabras para
enfatizar su duración en el tiempo, de acuerdo con la cantidad de sonidos que las formen.
Estas acciones externas pueden adquirir formas muy variadas, por ejemplo, trazar una línea
con el dedo en el aire, con el puntero en la pizarra, con sus lápices de colores. En nuestra
experiencia resultó más efectivo la separación de las palmas de sus manos al mismo tiempo
que pronuncian una palabra. La función de esta acción externa es lograr la comprensión de
que toda palabra está formada por una continuidad de sonidos.
Posteriormente es necesario lograr que los niños aprendan a aislar cualquier sonido en
las palabras. Para realizar esta acción utilizamos el procedimiento de pronunciación
enfatizada.
La acción de determinar los sonidos consecutivos que forman una palabra constituye
un momento esencial en la preparación del niño para el aprendizaje de la lectura, debido a la
gran relación que tiene con el proceso de leer, entendido este como reproducción de la forma
sonora de las palabras. Una palabra no es más que la consecutividad de varios sonidos que se
pronuncian en un orden determinado.
Para el logro de la habilidad de determinar los sonidos consecutivos que forman una
palabra, se utilizan tres procedimientos básicos: pronunciación enfatizada de cada uno de los
sonidos, utilización de esquemas de las palabras y materialización de los sonidos con fichas,
es decir, la construcción de un modelo espacial de la consecutividad temporal de los sonidos.
El esquema de la palabra
Este es un medio material que ayuda al niño a determinar la cantidad de sonidos que
forman la palabra, y sirve además de apoyo fundamental para realizar el análisis consecutivo
de los sonidos por el procedimiento de pronunciación enfatizada. Tomemos por ejemplo el
esquema de la palabra “Mar”.
Cada sonido de la palabra que se analiza se materializa con una ficha, que se
coloca en cada cuadrado del esquema de la palabra. Las fichas fijan el resultado del
análisis. Su distribución espacial en el esquema modela la consecutividad temporal de
los sonidos.
La acción práctica con las fichas (quitarlas, ponerlas, cambiarlas de lugar) orienta al
niño hacia un detalle fundamental; cuando se cambian los sonidos de una palabra o se altera
su orden, cambia también la palabra, es otra palabra que designa otro objeto de la realidad.
Para el trabajo con los modelos de las palabras se introducen diversos tipos de tareas,
entre ellas se encuentran:
Crear el modelo de una palabra al hacer el análisis de los sonidos consecutivos que la
forman.
Analizar semejanzas y diferencias entre modelos y las palabras que ellos expresan.
El análisis fónico de una palabra con fichas no determina la formación de las acciones
para la creación de un modelo de la palabra con la utilización del esquema gráfico y las fichas.
De esta etapa material, en la que el niño trabaja con sustitutos (fichas) de los sonidos y con
ellos actúa, es preciso pasar a etapas superiores, en las que opere en un nivel verbal, para
llegar finalmente a la posibilidad de realizar un análisis mental (P. Galperin). Ya cuando el
niño es capaz, sin ningún apoyo material, de determinar la consecutividad de los fonemas en
la palabra, caracterizarlos, decir su cantidad y especificar el lugar que ocupan, es que
podemos considerar formada la acción de análisis fónico de las palabras.
Desde pequeños los niños pueden establecer una diferenciación entre las
palabras por la percepción fonemática de estas, lo que no significa que realmente
establezcan diferenciaciones entre las palabras por la composición de los sonidos que
las forman. Si preguntamos a los niños la diferencia que existe entre las palabras sol y
sal, ellos nos dirán que son diferentes por su significado. Las palabras son diferentes
por su contenido, porque expresan distintas cosas, y no por su composición sonora.
El análisis fónico de las palabras tiene también entre sus objetivos lograr que los niños
realicen este tipo de diferenciación, lo que presupone la separación de la parte sonora de la
palabra, de su significado, hacer abstracción del contenido y actuar con su elemento formal,
con su forma sonora, con los sonidos que las componen.
Para lograr la formación de esta acción, partimos por enseñar a los niños la posible
transformación de una palabra en otra, que ellos comprendan la relación que existe entre
cualquier cambio en la forma sonora de las palabras y su significado.
Para la realización práctica del trabajo se siguen diferentes vías, como son: cambios
producidos en sonidos vocálicos en una palabra de pocos sonidos, realizada en forma de
juego; a partir de una palabra ya conocida, por ejemplo, en la palabra ajo, al cambiar la última
ficha (el sonido /o/, por otra que va a expresar el sonido /i /. Los niños deben determinar la
nueva palabra formada y el cambio que se produce en su significado.
Otra forma de realizar el trabajo es a partir de los objetos de la realidad, citar las
palabras que los designan, y luego los niños realizarán el análisis de sus sonidos para
determinar los cambios que se dan en ellas.
En general, podemos afirmar que la formación de esta acción crea una actitud de alerta
en los niños ante el hecho de que el cambio de los sonidos, o la alteración de su orden en las
palabras, varía la palabra y por consiguiente el objeto designado. Todo ello influye
favorablemente en el aprendizaje posterior de lectura de las palabras.
EL PROCESO ESCRITOR
Como hemos dicho con anterioridad, psicológicamente, lectura y escritura son procesos
que requieren algunas habilidades diferentes, si bien la función sensoperceptiva de base es la
misma.
Por lo tanto a la hora de llevar a cabo un método de lectura, tendremos que tener presente
el paralelismo existente con el método de escritura, analizando y reflexionando conjuntamente
sobre estos procesos.
Es en esta etapa donde se debe iniciar este aprendizaje, sobre el cual se irán
construyendo la mayoría de las experiencias y conocimientos futuros, e iniciar al niño para
llegar a un buen aprendizaje de la escritura.
Los problemas que generalmente surgen más tarde: letra ilegible, inversiones,
desaparición de letras, hacen pensan que si el niño hubiese adquirido una buena coordinación
ojo-mano, una buena maduración tónica, un hábito de atención respecto a lo que está realizando
y un buen dominio del espacio, quizá no habrían surgido.
De ahí que sea necesario el análisis de la actividad gráfica.
El dibujo, como actividad gráfica aparece en los niños después del año y medio. El niño
“dibuja”, ¿”escribe” ?, traza determinadas líneas en el papel repitiéndolas muchas veces.
Él trata de expresar algo con la ayuda de líneas, de figuras todavía poco definidas.
De tal forma, en la primera etapa del desarrollo de los niños, estas acciones surgen por la
imitación de las acciones de otras personas.
El niño asocia las formas gráficas con los objetos y fenómenos del mundo circundante en
la medida en que se enriquece su experiencia, siente curiosidad por todo lo que lo rodea y si la
familia y la institución son capaces de recrear estas vivencias él mismo querrá saber más y más.
Es aquí donde se interesa por saber lo que dicen los carteles, los libros de cuentos, insiste
en que el adulto se los lea, después hace como que lee y posteriormente escribe lo que quiere
expresar, creando a su vez sus propios códigos, es así que a veces los niños tienen nombre con
seis, siete letras y los escriben con tres.
Y en ocasiones tienden a poner el tamaño de las letras, según el tamaño de las personas.
Recuerdo una anécdota graciosa de un niño de cuatro años que decía escribir los
nombres de sus familiares más cercanos y al decirle:
Es decir, él asociaba el tamaño grande con su papá (alto, grande) y el suyo con letras
pequeñas, utilizando por supuesto las letras que él sabía hacer.
Haciendo una panorámica de los años de vida anteriores al grado preescolar, vemos
que ya desde el primer año se comienza a trabajar en tal sentido con la estimulación
propioceptiva a partir del agarre de la mano del adulto y de diferentes objetos, así como la
realización de ejercicios activos o de correlación, como son: sacar y meter objetos de un
recipiente, abrir y cerrar cajas, tapar y destapar, introducir un objeto dentro de otro, colocar un
cubo sobre otro, sacar objetos pequeños de un recipiente (pinza digital), etc. Así
sucesivamente a partir del segundo año de vida se complejizan estos ejercicios con el
seguimiento de las acciones de correlación ya trabajadas, a las que se les agregan otras como
ensartar, armar pirámides, enroscar y desenroscar, colocar figuras en excavados, etc., y las
acciones instrumentales, en las que, en dependencia de las edades y el desarrollo alcanzado
por los niños, se complejizan y precisan. A estos ejercicios donde el niño tiene que desarrollar
la coordinación visomotora se le unen los contenidos de la actividad plástica en la actividad
independiente hasta el tercer año de vida, donde se familiarizan con los materiales y realizan
juegos como arrugar, estrujar, agujerear y torcer el papel, así como la obtención de manchas,
ejecución de trazos y formas modeladas con tempera, crayola y plastilina respectivamente.
Una buena organización del espacio, el tiempo y el ritmo. El control de los movimientos
de la escritura se ejerce desde una doble dimensión: temporal y espacial. El aspecto espacial
consiste en poder dirigir un movimiento en la dirección elegida y si hay necesidad, rectificarlo. El
aspecto temporal le permite poder anticipar, interrumpir, lentificar y volver a realizar el
movimiento. No podemos olvidar el ritmo en la realización de la escritura, que el niño debe
percibir como tal.
Por esta razón se plantea que el niño verbalice los términos que indican la
dirección y el cambio de dirección, exprese por qué selecciona los patrones de forma,
qué ha hecho y por qué ha alcanzado o no éxito en la tarea.
Lograr una preparación adecuada de los niños y niñas en la etapa preescolar que le
permita una clara expresión escrita con letra legible al iniciar su dominio en el primer grado.
El rasgo número siete es una combinación de formas ovaladas y rectas. Tiene como
característica que los tres puntos de orientación de abajo tienen que estar ubicados
exactamente debajo de los tres de arriba. En las tres últimas tareas se combinan los rasgos por
forma y tamaño. Atendiendo a esta última característica se encuentran trazos entre tres y
cuatro líneas.
En las tres últimas tareas se combinan los rasgos por forma y tamaño. Atendiendo a
esta última característica se encuentran trazos entre tres y cuatro líneas.
Procedimientos metodológicos:
Análisis del rasgo para determinar y concretar los cambios de dirección. El niño bajo la
orientación de la maestra precisa cuál es la dirección del rasgo y dónde este cambia de
dirección, señalando en el modelo de su cuaderno este cambio y verbalizando el término que
indica la dirección. Por ejemplo, el gatico goloso está arriba. A medida que efectúa el análisis y
verbaliza, realiza simultáneamente acciones en el plano externo que concretan el cambio de
dirección, es decir, el niño ubica en la hoja pautada el punto de referencia inicial y los
sucesivos, de esta manera procede hasta construir todo el rasgo.
Estas acciones de modelación tienen para el niño un significado: hacer el camino, por
ejemplo, por donde pasará el gatico goloso.
Control y valoración del rasgo trazado. Al trazar cada rasgo compara su resultado con
el que aparece en el modelo del cuaderno, para ello tendrá presente: la forma, la continuidad,
el ajuste al renglón. Sobre esta base valora su realización y explica por qué ha sido o no
exitosa.
Ejercitación del trazado del rasgo. El cuaderno posee páginas suficientes para que el
niño ejercite el rasgo, lo cual requiere de la observación por el niño del rasgo que está en su
ilustración.
Tercer nivel. La maestra, en presencia del niño, concreta (con el alambre) la forma del
elemento inicial del modelo y luego lo reitera. Esto le permite orientarse visualmente hacia la
cualidad forma.
Cuarto nivel. Se construye en presencia del niño, el elemento inicial del modelo. Esta
ayuda posibilita la orientación visual del niño para poder elaborar por sí mismo, los restantes
elementos del modelo. Para ello utilizará un clavijero, clavijas y alambre fino que le
permitirán construir el modelo con material concreto.
Adjuntamos en anexo un programa para curso dirigido a este personal, el que puede
desarrollarse como pregrado, postgrado o profundización.
BIBLIOGRAFIA.
*FERREIRO, Emilia y otros. “Nuevas perspectivas sobre los procesos de lectura y escritura”.
Editores Siglo XX.
*MOLINA Mercedes Rivas . “La preparación del niño para la escuela”. Impresión ligera .
Ciudad de la Habana , 1996.
*MONTESSORI María . “La mente absorvente del niño”. Editorial Diana . 1986, 1991.
*MONTESSORI María . “El niño , el secreto de la infancia “. Editorial Diana 1986 ,1991.
*ESPÍN Ruiz Ligia y Alvarez Witte Lilian . “Metodología de la Educación Plástica". Editorial
Pueblo y Educación , 1983.
ANEXO.
UNIDAD II : La preparación del niño de la edad preescolar para la lectura en 1er. Grado.
2.2.1. Análisis de los contenidos de análisis fónico para el grado preescolar como
base para la lectura en ler. Grado.
Metodología.
- Tratamiento metodológico.
- Análisis de trazos.