Lactancia Materna Pequesalus
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materna
Índice
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La producción de leche
La cantidad de leche que toma nuestro bebé siempre es motivo de preocupación para las madres.
Queremos que coma, que crezca sano, y el no saber la cantidad de leche que toma de cada vez
estresa a muchas mamás.
Todas las madres pueden producir leche suficiente para su bebé si se cumplen 3 premisas, siempre
salvo situaciones especiales o ciertas patologías que pueden producir hipogalactia.
Dar lactancia a demanda: la lactancia debe ser a demanda real, tanto del bebé como de la madre.
Los recién nacidos pueden pasar horas en el pecho; el instinto de succión es muy fuerte en ellos, y
lo hacen tanto para obtener alimento como para relajarse. Por tanto, cada vez que el bebé mama
es importante, está estimulando el pezón para que se forme leche.
Evitar uso de chupetes y tetinas: es recomendable no ofrecer al bebé chupetes ni tetinas hasta
que la lactancia esté establecida por varias razones; puede inducir confusión en el niño ya que se
succiona de forma diferente un chupete y un pezón. Además, toda succión que no se haga en el
pecho es falta de estimulación para formar leche.
Lo mismo ocurre por complementar las tomas con leche artificial; en este caso lo que ocurre es
que el bebé se sacia de esta leche, cuya digestión es más lenta y pesada. Estará más tiempo sin
tener hambre y, por tanto, sin tomar el pecho. Esta situación puede llevarnos a un destete tempra-
no, porque cuantas más horas esté el niño sin mamar, menos leche se formará, y más suplemento
tendremos que dar.
Dar el pecho en buena posición y con un buen agarre: durante la lactancia nunca deben doler
ni el pecho ni los pezones. Si ocurre esto nos puede indicar una mala técnica. Sabremos que el
bebé tiene una buena postura porque ni nos duele durante la toma ni el bebé hace un ruido de
tipo chasquido, que si haría si no hubiera hecho un buen sellado de la boca al pecho. Si la postura
y agarre no son correctos, se puede traducir en una transferencia de leche ineficaz. Una técnica
inadecuada para amamantar podría derivar en una baja producción de leche: el bebé hace tomas
muy largas, se cansa y se enfada por la poca cantidad de leche que sale. Necesita mucho rato para
obtener la leche que necesita.
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La lactancia a demanda
La succión en los bebés es un mecanismo muy importante; lo vienen practicando ya desde el vien-
tre materno y les sirve nada menos que para obtener su alimento. Tan fuerte es este instinto que
los recién nacidos lo hacen a todas horas, incluso dormidos. Aparte de asegurarles su comida la
succión les sirve para obtener relajación, incluso para dormir.
En la madre, la estimulación del pezón libera prolactina, la cual produce la formación de leche en la
glándula mamaria. Cuanto más pongamos al bebé al pecho más producción habrá, por tanto cada
succión del pezón que el bebé hace es productiva porque sirve para estimular la formación de leche.
Por esta razón es recomendable no usar chupetes antes de las 8 o 10 semanas de vida del bebé;
éste quiere estar mamando a todas horas, y si colocamos un chupete estamos perdiendo este est
mulo tan importante en el pecho. No hay que olvidar que de la mama siempre sale leche, así que,
aunque creamos que no está mamando de forma eficaz, la toma siempre será mínimamente pro-
ductiva.
Aparte, el pecho se toma con la boca bien abierta, y el chupete con la boca cerrada para que no
se escape. Estas dos formas tan diferentes de succión pueden confundir al recién nacido, lo cual se
traduciría en una mala posición al tomar el pecho, la aparición de dolor o grietas y posiblemente,
terminar en una transferencia de leche ineficaz.
La naturaleza es tan sabia que ha hecho de la lactancia algo relajante y gustoso para el bebé, pero
también lo es para la madre. Durante cada toma se alcanzan picos altos de prolactina y oxitocina,
y sólo tenemos que dejarnos llevar para notar lo placentero que es en realidad dar el.
A medida que el bebé vaya creciendo cada vez dominará más la succión y las tomas se harán más
eficaces. La producción del pecho se regulara y dejaremos de notarlo hinchado e ingurgitado de
forma continua.
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Por tanto, las antiguas recomendaciones de dar pecho cada 3 horas y 10 minutos de cada pecho
no sólo están obsoletas, sino que pueden llegar a comprometer la lactancia.
A efectos prácticos debemos calcular que un bebé que toma lactancia materna exclusiva debería
hacer entre 8 y 12 tomas al día, sin tener en cuenta la duración. Podemos cambiar de pecho si lo
suelta espontáneamente, y si no lo suelta podemos continuar con un sólo pecho hasta el final de la
toma.
Durante el primer mes de vida es conveniente despertar al bebé si pasa más de dos horas sin mamar,
y si va aumentando de peso de forma normal (control de su pediatra) poco a poco podremos dejar
de hacerlo.
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Agarre al pecho
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Los signos de que el agarre es correcto son
• La boca del bebé está abierta y sus labios evertidos, la nariz está pegada al pecho.
• Tiene una porción mayor de la zona inferior de la areola dentro de su boca.
• Se observa la zona superior de la areola por encima de la boca del bebé.
• Sus mejillas están redondeadas y se le oye tragar.
• Ausencia de dolor en la toma.
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Posturas para amamantar
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Las crisis de lactancia o brotes de crecimiento
Los brotes de crecimiento son una de las dudas más frecuentes de las madres, además de una de
las causas principales de destete precoz. Pueden suponer una causa de estrés físico y emocional,
ya que se pueden tomar como un rechazo por parte del bebé hacia a la madre o una baja produc-
ción de leche irreal.
Una crisis de crecimiento es lo que llamamos a una serie de mecanismos por parte del bebé para
regular la producció n de leche a sus necesidades.
A medida que el bebé va creciendo sus requerimientos calóricos y su forma de mamar van cam-
biando, por esto la cantidad y composición de la leche que produce su madre también tiene que
cambiar. Nuestro cuerpo reproduce estos cambios basándose en los mensajes que manda el bebé
mediante su forma de mamar. No todos los bebés sufren las mismas crisis de la misma manera y al
mismo tiempo, aunque hay características similares que podemos identificar.
Vamos a ver cuales son las principales crisis que se pueden dar en el primer año de vida del bebé:
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Crisis de los 3 meses
Es la más famosa de las crisis, en la que más cantidad de destetes se producen. Se juntan varios
acontecimientos que pueden aumentar la preocupación y el mal estar del bebé y, sobre todo, de la
madre.
• El bebé mama más deprisa, porque domina más la técnica de succión.
• La producción de leche en la madre se regula, entonces la leche pasa a formarse e únicamente
cuando el bebé mama. En este momento deja de producirse leche a todas para hacerlo sólo cuan-
do lo demanda el recién nacido. Esto hace que el niño tenga que estimular durante más
tiempo el pezón.
• Se suele producir una desaceleración fisiológica del aumento de peso.
• Puede unirse un cambio en las deposiciones del bebé: se pierde el reflejo gastrocólico, que les
hace tener necesidad de defecar cada vez que comen, y pasan a hacer menos deposiciones. A
esto le ayuda el hecho de que la leche materna produce pocos residuos.
• El bebé cada vez va teniendo más respuesta a estímulos, está más despistado y es más difícil
que se mantenga relajado mientras mama. También notamos que suele mamar mejor dormido
o en tomas nocturnas.
Después de ver las características de las crisis, debemos saber que hay unos factores comunes
para enfrentarse a ellas: tener paciencia para poder sobrellevarlas, ya que los bebés suelen estar
más irritables y demandantes; tener confianza en nosotras, en nuestra capacidad de alimentar a
nuestros hijos; y tener la seguridad de que somos lo más importante para ellos y lo que podemos
ver como un rechazo hacia nosotras es una situación normal que podemos resolver.
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Crisis de los 3 meses
Es la más famosa de las crisis, en la que más cantidad de destetes se producen. Se juntan varios
acontecimientos que pueden aumentar la preocupación y el mal estar del bebé y, sobre todo, de la
madre.
• El bebé mama más deprisa, porque domina más la técnica de succión.
• La producción de leche en la madre se regula, entonces la leche pasa a formarse e únicamente
cuando el bebé mama. En este momento deja de producirse leche a todas para hacerlo sólo cuan-
do lo demanda el recién nacido. Esto hace que el niño tenga que estimular durante más
tiempo el pezón.
• Se suele producir una desaceleración fisiológica del aumento de peso.
• Puede unirse un cambio en las deposiciones del bebé: se pierde el reflejo gastrocólico, que les
hace tener necesidad de defecar cada vez que comen, y pasan a hacer menos deposiciones. A
esto le ayuda el hecho de que la leche materna produce pocos residuos.
• El bebé cada vez va teniendo más respuesta a estímulos, está más despistado y es más difícil
que se mantenga relajado mientras mama. También notamos que suele mamar mejor dormido
o en tomas nocturnas.
Después de ver las características de las crisis, debemos saber que hay unos factores comunes
para enfrentarse a ellas: tener paciencia para poder sobrellevarlas, ya que los bebés suelen estar
más irritables y demandantes; tener confianza en nosotras, en nuestra capacidad de alimentar a
nuestros hijos; y tener la seguridad de que somos lo más importante para ellos y lo que podemos
ver como un rechazo hacia nosotras es una situación normal que podemos resolver.
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Ingurgitación mamaria
La ingurgitación mamaria es un cuadro de inflamación en los pechos que normalmente responde a
la subida de la leche, y puede ocurrir entre los 2-4 días posteriores al parto. Se manifiesta de esta
forma:
• Pechos inflamados y dolorosos.
• Calor y tumefacción.
• Pezones duros y planos (dificultad para el agarre al pecho).
• Ocasionalmente fiebre y malestar.
Como actuar
• Aplicar frío local con toallas o compresas empapadas en agua fría, dejando libre la areola y
pezón. Cambiar cuando estén calientes.
• Aplicar hojas de col directamente sobre el pecho, rompiendo los nervios de la hoja con un rodillo
de cocina, dejando libre el pezón. Cambiar cada media hora.
• Aplicar la técnica de la presión inversa suavizante para vaciar la areola y así ayudar al mejor
agarre del bebé.
• Tomar antiinflamatorios vía oral si procede. Consultar tolerancia en la web e-lactancia.
• Aplicar calor (ducha caliente) previa a la toma para facilitar el drenaje de la leche.
• Si fuera preciso, vaciar el pecho extrayendo leche de forma manual, mediante la técnica
Marmet.
Posteriormente
• Dar el pecho con frecuencia.
• Vigilar que el agarre al pecho sea el adecuado.
• Evitar el uso de chupetes. (Fig. Presión inversa)
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Las grietas
Dar el pecho no debe doler nunca. El tener grietas o dolor no es ni normal, ni debemos acostum-
brarnos a ello. Si aparecen, debemos buscar la causa de su aparición y solucionar el problema.
¿Que son?
Las grietas son heridas que se producen en el pezón o areola, y que pueden producir mucho dolor
y llegar a comprometer seriamente la continuidad de la lactancia.
¿Cual es la causa?
• Posición o agarre del niño inadecuados.
• Presencia de frenillo sublingual.
Cuando damos el pecho en mala posición o su boca tiene alguna anomalía, es habitual que el niño
agarre sólo el pezón y lo apriete con las encías, entre la lengua y el paladar duro, o tire de él. Ésto
termina ocasionando la formación de grietas tras unas pocas tomas.
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Reconocer un buen agarre
Durante una buena toma, el pezón llega hasta una gran profundidad de la boca del bebé, y este
exprime la areola, que tiene metida entera en la boca.
• La boca del bebé está abierta y los labios evertidos.
• El bebé tiene las mejillas redondeadas y se ve cómo mueve las mandíbulas; se oye cómo traga
• Ausencia de dolor.
Bien Mal
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Obstrucción y mastitis
La leche materna es un fluido vivo rico en bacterias, por lo tanto, es un caldo de cultivo ideal para
que se produzcan descompensaciones bacterianas.
La evidencia científica ha demostrado que la presencia de grietas y la toma de antibióticos
intraparto predispone y aumenta el riesgo de padecer este tipo de complicaciones.
Una obstrucción ocurre cuando uno o varios de los conductos galactóforos se obstruyen debido a
un mal drenaje del pecho.
Síntomas
• Abultamiento con presencia de induración y dolor.
• Habitualmente localizado en el cuadrante superior externo de la mama.
• Fiebre < 38º C.
Cómo actuar
• Antiinflamatorios ( siempre bajo prescripción médica).
• Masajear la obstrucción durante unos tres minutos antes de proceder a la extracción.
• Aplicar calor húmedo para facilitar la dilatación de los conductos galactóforos.
• Vaciar el pecho: poner a mamar al bebé del pecho afectado, con la barbilla en dirección a la obs-
trucción. En el caso de no poder poner al niño, extraer la leche de forma manual o con sacaleche.
• Quizá sea necesario tomar probióticos específicos para los pechos.
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Síntomas
• Abultamiento con síntomas de inflamación: dolor, calor y enrojecimiento.
• Habitualmente localizado en el cuadrante superior externo de la mama.
• Malestar generalizado, cansancio, escalofríos.
• Fiebre < 38º C.
• Sensación de pinchazos al dar el pecho, en el pezón y dentro de la mama.
Cómo actuar
• Antiinflamatorios ( siempre bajo prescripción médica).
• Aplicar calor húmedo para facilitar la dilatación de los conductos galactóforos.
• Vaciar el pecho: es muy importante poner a mamar al bebé del pecho afectado, el estancamien-
to de la leche empeora el cuadro. En el caso de no poder poner al niño, extraer la leche de forma
manual o con sacaleche.
• Aplicar frío después de la toma puede calmar las molestias.
• Sería conveniente tomar muestra de la leche para valorar el tratamiento antibiótico que pautará
el médico posteriormente.
• Quizá sea necesario tomar probióticos específicos para los pechos tras finalizar el tratamiento
antibiótico.
Consideraciones generales
• Es de suma importancia vaciar el pecho, la forma más eficaz es dar al niño de mamar del pecho
afectado.
• En una mastitis aguda es necesario el tratamiento con antibióticos, por lo que es necesario acudir
al médico.
• Cualquier tratamiento puede ser consultado en la web de referencia e-lactancia.
• La toma de probióticos específicos favorecerá el restablecimiento de los niveles naturales de
bacterias en el pecho.
• Evitar aplicarse la propia leche materna en el pezón en el caso de existir grietas si se sospecha
de mastitis, ya que puede empeorar el cuadro.
• También puede darse el caso de la existencia de un cuadro de mastitis subaguda (sin presencia
de inflamación, fiebre o malestar).
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Extracción de leche
En ocasiones es necesario extraerse leche materna, bien para alimentar a nuestro hijo en nuestra
ausencia o para mantener la producción en ausencias más prolongadas.
Como cualquier técnica, la práctica será lo que nos ayudar a perfeccionar la técnica y conocer cual
el el momento más adecuado para aplicarla.
Extracción manual
Sí optamos por este método, podemos utilizar la técnica Marmet, que como cualquier técnica de
extracción conlleva unos pasos.
1 Lavado de manos con agua caliente y jabón. Secado de manos con una toalla limpia destinada
sólo a ese fin.
3 Comenzaremos con la extracción colocando los dedos índice y pulgar en forma de C alrededor
de la areola. Empujamos la mano en dirección a las costillas y cerramos ligeramente los dedos.
Volvemos a separar la mano de nuestro cuerpo mientras con los dedos vaciamos la leche conteni-
da en el pezón.
• Repetiremos cambiando los dedos de posición para vaciar todos los conductos.
• Una vez terminado el primer pecho podremos pasar al segundo.
A tener en cuenta
• Hacer una correcta higiene de manos.
• Utilizar un recipiente limpio para la conservación de la leche.
• Evitar agredir la piel durante el proceso, no tirar de la piel ni pellizcar
el pezón.
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Extracción con sacaleche
La extracción con un sacaleche tanto manual como eléctrico es la técnica más utilizada.
Será necesario seguir una serie de pasos al igual que con la extracción manual:
1 Lavado de manos con agua caliente y jabón. Secado de manos con una toalla limpia destinada
sólo a ese fin.
2 Comprobar que el tamaño de embudo es el adecuado para el tamaño del pezón: debe entrar
dentro sin quedar apretado.
3 Comprobar el estado de los componentes del sacaleche, su limpieza y ensamblaje. Sobre todo
comprobar la lengüeta por donde sale la leche hacia el recipiente contenedor.
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4 Estimulación del reflejo de eyección: los sacaleche modernos suelen disponer de un programa
previo de masaje con este fin, aunque no está de más utilizar los métodos que mencionamos antes
para acelerar el proceso:
- Masaje suave en forma circular desde la zona exterior del pecho a la areola. Repetiremos
alrededor de todo el pecho.
- Masaje deslizando los dedos desde la zona exterior del pecho a la areola. Repetiremos
alrededor de todo el pecho.
- Sacudiremos los pechos con suavidad, mientras nos inclinamos ligeramente hacia delante.
- Puede ayudar mirar una foto de nuestro bebé o oler su ropa para ayudarnos con el proceso.
3 Comenzaremos con la extracción a un ritmo eficaz, pero es muy importante que no resulte mo-
lesto porque el sacaleche esté haciendo demasiado vacío en el pezón.
4 No extraer leche durante más de 20 minutos entre ambos pechos. Es más eficaz extraerse más
veces y utilizar menos tiempo en cada extracción.
A tener en cuenta
• Hacer una correcta higiene de manos.
• Desmontar todas las partes móviles del sacaleche y lavar con agua caliente jabonosa al terminar
la extracción.
• Comprobar las instrucciones del fabricante ya que en ocasiones algunas piezas del sacaleche no
son aptas para esterilizar.
• Utilizar un recipiente limpio para guardar la leche.
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Conservación de la leche materna
Una vez que tenemos la leche extraída podemos conservarla fresca para consumir en el día o
días posteriores o congelarla.
Congelador Congelador
Temperatura Nevera o Congelador
Separado Separado
ambiente frigorífico Junto con
de la nevera dela nevera
(19º a 22º) (0º a 4º) de la nevera
Inferior a -19º Superior a -19º
Leche sobrante
Desechar Desechar Desechar Desechar Desechar
de la toma
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Si decidimos conservarla fresca, estas son las recomendaciones
Leche madura
~A 15 ºC: 24 horas
~A 19 - 22 ºC: 10 horas
~A 25 ºC: de 4 a 8 horas.
~Refrigerada entre 0 y 4 ºC (en nevera): de 5 a 8 días
Las recomendaciones de conservación en el caso de leche congelada son las siguientes:
~ En un congelador dentro de la misma nevera: 2 semanas.
~ En un congelador que es parte de la nevera pero con puerta separada (tipo combi):
3-4 meses. (La temperatura varía según lo frecuentemente que se abra la puerta)
~ En un congelador separado, tipo comercial con temperatura constante de -19
gradosC: 6 meses o más.
La leche de varias extracciones puede mezclarse una vez que esté a la misma temperatura. Po-
demos meterla en la nevera en el envase en el que la extraemos y una vez fría la leche de varias
extracciones pasamos el contenido de todos los envases pequeños a uno más grande.
Cuando le demos la leche a nuestro bebé es conveniente no calentar mucha cantidad; una vez que
la leche entra en contacto con la saliva del niño, si decide no tomarla toda tendremos que des-
echarla.
Por esa razón, si vamos a congelarla, es recomendable separar la leche en pequeñas cantidades
(50-60 ml). Si la tenemos fresca seguiremos la misma pauta, separar una pequeña porción para
calentarla.
A veces, después de congelar la leche, sabe mal y los bebés no quieren tomarla; esto pasa porque
la lipasa de la leche se degrada durante el proceso de congelación. Si queremos evitar esto, pode-
mos escaldarla antes de congelarla.
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Lactancia y medicamentos
Durante una lactancia, ya sea prolongada o no, normalmente se presentan situaciones en las que
la madre debe tomar medicación. En esos momentos surgen muchas dudas sobre si es seguro
para nuestro bebé consumirla o no.
Debemos saber que durante la lactancia se puede tomar prácticamente cualquier medicamento.
La primera precaución que debemos tomar es consultar con nuestro médico la toma de cualquier
fármaco; la automedicación no es una buena opción a seguir en ningún caso.
Las sustancias que consumimos pasan a la leche materna dependiendo del peso molecular que
tienen, por tanto no todos los productos se excretan en la leche en la misma proporción.
Si hemos decidido tomar un medicamento, debemos saber que tanto la Asociación española de
Pediatría como la Academia Americana de Pediatría disponen de un listado de fármacos y la
relación que guardan con la lactancia:
http://www.aeped.es/comite-lactancia-materna/documentos/guia-rapida-compatibilidadentre-
medicamentos-y-lactancia-matern
Hay ciertos medicamentos que son totalmente incompatibles con la lactancia. Se debe valorar su
administración ya que entrañan ciertos peligros para el bebé:
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Lactancia y medicamentos
Durante una lactancia, ya sea prolongada o no, normalmente se presentan situaciones en las que
la madre debe tomar medicación. En esos momentos surgen muchas dudas sobre si es seguro
*El yodo es perjudicial en exceso y estos medicamentos contienen yodo en grandes cantidades, pero
durante el embarazo y la lactancia las mujeres deben tomar un suplemento de 200 microgramos de
yodo en forma de yoduro potásico, además de consumir pescado y sal yodada.
Ante las dudas que nos surjan, existe la página web e-lactancia elaborada por el Hospital Marina
Alta de Denia y dirigida por el doctor Paricio Talayero, en la que podemos consultar la compatibi-
lidad de cualquier producto (tanto medicación como fitoterapia, incluso tratamientos de medicina
estética):
http://e-lactancia.org
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Los fármacos que deben tomarse con precaución durante la lactancia son estos:
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Introducción de la alimentación complementaria
Durante los primeros meses de la vida del bebé, debe alimentarse de leche, sin ser acompañada de
zumos, agua e infusiones. Pero llega un momento en el que deja de ser exclusiva.
Según la OMS y la AEDP, la lactancia materna debería ser exclusiva al menos hasta los 6 meses,
y a partir de entonces, acompañarse de alimentación complementaria. Es importante mantener la
lactancia materna por lo menos hasta los dos años del bebé.
Debemos estar atentos a ciertas señales que nos indican que el bebé está preparado para empezar
a tomar otros alimentos:
• Sabe sentarse sólo y sujetar su cabeza sin ayuda.
• Tiene interés por los alimentos.
• Coordina sus movimientos para llevarlos a la boca.
• Ha perdido el reflejo de extrusión.
Deberíamos evitar ofrecer alimentos antes de los 4 meses, ya que su organismo todavía es inma-
duro y no está preparado para asimilarlos; con ello aumentamos el riesgo de intolerancias alimen-
tarias.
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Si no hay un problema con el desarrollo del bebé y éste toma la leche que necesita y aún así es un
bebé delgado, no hay motivo para adelantar la introducción de la AC, ya que no aumentará peso
por muchos alimentos que ofrezcamos.
No debemos confundir delgadez con enfermedad. La delgadez sería un posible síntoma a tener en
cuenta a la hora de valorar la presencia de una enfermedad, y siempre dentro de un conjunto de
valores. En ningún caso nuestro hijo estará enfermo por estar delgado. Recordemos que los per-
centiles infantiles simplemente nos ayudan a determinar donde está posicionado nuestro hijo con
respecto a otros 99 niños de su edad.
A lo largo de los últimos 6 meses del primer año de vida del bebé, las reservas de hierro y zinc del
cuerpo del niño empiezan a disminuir, por tanto conviene ofrecer alimentos ricos en ellos.
Conviene recordar que los alimentos deben ofrecerse, nunca obligar al bebé a comer en contra de
su voluntad, ya que sus necesidades calóricas y nutricionales están cubiertas con la leche materna.
La AC, aunque les nutre, es una manera de que empiecen a relacionarse con la comida.
Los alimentos deberán ser siempre sanos, sin azúcar ni sal añadidos. Es un buen momento para co-
mer todos juntos a la mesa, hacer una alimentación sana, así conseguiremos que nuestro hijo tenga
una buena relación con la comida.
Y por supuesto, no debemos olvidar que es un bebé, y va a comer una cantidad de comida adap-
tada a sus necesidades calóricas, que son más bajas que las de un adulto.
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