RESUMEN ANALÍTICO ESPECIALIZADO – RAE

Título

El Espíritu Santo

Autor(es) del Documento

Geoffrey Thomas

Referencia del documento (Chicago)

Thomas, Geoffrey. El Espíritu Santo. Trad. de Cynthia Verónica Pérez de Canales.

Medellín, Colombia: Poiema, 2015.

Palabras clave

Trinidad, Iglesia, Espíritu Santo, Cristo, Dios, Antiguo Testamento, Nuevo Testamento,
salvación, bautismo, llenura, pastor, creyente.

¿Qué palabras nuevas aprendió?

Probatorio: El término probatorio es el plazo concedido por la ley a las partes litigantes
para que rindan prueba dentro del juicio, y en particular la prueba testimonial. 

Boicoteó: Boicotear. tr. Privar [a una persona, nación o entidad] de toda relación social o
comercial para perjudicarla y obligarla a ceder a lo que de ella se exige.

Elitismo: El elitismo es una ideología y un sistema social que favorece a las élites dentro
de él o promueve el surgimiento de nuevas élites.

Porcentaje de Lectura

Se logró leer el 100%

Tipo de trabajo
Todo el libro

Resumen del documento

Geoffrey en la parte del prefacio habla de una de sus experiencias, dice

que el Doctor Robert Lethan de la Escuela Evangélica Teológica de Gales sugiriendo a su
director, Jonathan Stephens, que Geoffrey fuera invitado a dar un curso en el seminario
sobre la persona y obra del Espíritu Santo. Geoffrey acepto la invitación y se preparó para
ella con una serie de sermones sobre el tema en su congregación. Por varios años estas
conferencias se han dado en Bryntirion, Bridgend. Después el Doctor Joel Beeke de Grand
Rapids leyó estos escritos y sugirió que fueran publicados.

Por otro lado, el primer punto del libro es: El Espíritu Santo: El Dios Infinito y
Personal (Hechos 13:2). En el libro de Hechos, hombres dotados que sirven al Señor
Jesucristo guían la congregación de Antioquía. En medio de esto, se escucha una voz del
cielo. Durante la historia de la redención han sucedido tales manifestaciones sobrenaturales
de la voz de Dios. Todos los que las oyeron tenían la certeza absoluta de que el Espíritu
Santo estaba diciendo: “Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he
llamado”. Así se puso en marcha el extraordinario ministerio del apóstol Pablo. El Espíritu
de Dios estaba llamando a estos dos hombres a una obra especial. Esta también fue la
respuesta del Dios Todopoderoso, ya que fue Dios quien escuchó su oración.

A su vez, el Espíritu Santo no es una influencia circunstancial en la iglesia como el

sistema de calefacción, ni un incitador de multitudes como las bandas en un concierto de
rock. El Espíritu Santo puede ser calor e influencia, poder y comunicación, pero antes de
ser cualquiera de estos, Él es una persona. Es una persona divina igual que Dios el Padre y
Jesús el Hijo. El Espíritu Santo es Dios: la Biblia misma declara que el Espíritu posee
atributos divinos y ejercita la autoridad soberana de Dios.

Por otra parte, la unción del Espíritu de Dios (Sam. 16:12-13): La unción con aceite
tenía varias funciones simbólicas en el Antiguo Testamento, estas son algunas de ellas: La
unción apartaba al ungido, el aceite era un símbolo del Espíritu Santo y la unción
significaba la gracia espiritual de un rey. Así mismo, Geoffrey presenta el ungido del
Nuevo Testamento: el pueblo de Israel podía ver el futuro con esperanza solo por la
promesa de un Mesías que superaría incluso a David en restaurar la nación de Israel. El
profeta Isaías prometió: “Nuestros reyes casi siempre nos han decepcionado, pero Dios, en
los últimos días, nos enviará un glorioso gobernante que nunca nos decepcionará, El
Mesías, el Ungido, viene”.

Hay que mencionar, además, que Geoffrey presenta lo que el pecado imperdonable
no es (haciendo mención a la blasfemia contra el Espíritu Santo): El pecado imperdonable
no es la blasfemia, no es un pecado sexual y no es el suicidio. El pecado imperdonable no
es el antagonismo generalizado hacia Jesús. Muchas personas en Israel lo escucharon y lo
rechazaron durante Su ministerio. El pecado imperdonable durante la vida de Jesús de
Nazaret era experimentar el poder y la presencia de Dios y después atribuir esa obra al
poder de Satanás.

El autor del libro también habla del Espíritu Santo en el Antiguo Testamento
(Jueces 6:34): Él es el Espíritu que habló por medio de los profetas, inspirando su
compromiso de hablar la verdad y defender la justicia. Él es el Espíritu que ungió a los
reyes y finalmente ungió a Cristo el Rey Salvador. Y Él es el Espíritu a través de quien toda
la creación será finalmente renovada en, por medio de y para Cristo.

En relación con la inspiración de los profetas del Antiguo Testamento: Geoffrey

aclara que las Escrituras no son producto de la investigación y la razón humana; no son “de
interpretación privada”. No fue por la voluntad humana que Moisés, Samuel, David, Elías,
los tres grandes profetas y los doce profetas menores escribieron la Escritura. Pedro revela
el origen de las profecías de la Escritura. Escribe: “Los profetas hablaron de parte de Dios,
impulsados por el Espíritu Santo”.

En cuanto a la promesa de Jesús de un Consolador: Jesús les asegura a los

discípulos que ellos tendrán acceso ilimitado al Espíritu Santo de verdad. Al mismo tiempo,
el Espíritu Santo tiene que convencer a hombres y mujeres del pecado de rechazar a Cristo.
Por otro lado, la vida intachable de Jesús, Su espléndida enseñanza, Sus extraordinarios
milagros de sanidad, Su autoridad sobre los vientos y las olas, e incluso Su acción de
levantar a las personas de la muerte son actos muy poderosos.
 Geoffrey en uno de los puntos hace una pregunta que dice: ¿recibiste el espíritu
santo? y da una respuesta en base a Hechos 19:1-7: Los creyentes en Éfeso no tenían los
dones del Espíritu ni Su operación en sus vidas. Sabían algo del Espíritu que vive en el
creyente, aunque quizá no en esos términos. Habían experimentado la fe, el
arrepentimiento, el discipulado y la comunión, pero les faltaban las siguientes tres gracias:
1) El Espíritu da una completa seguridad de la salvación. 2) El Espíritu da poder para
compartir el Evangelio. 3) El Espíritu da el don de comprensión y hablar en idiomas
extranjeros.

A su vez, el Espíritu entierra los pecados e intercede por los creyentes: Romanos 8
es particularmente importante para los creyentes por sus observaciones sobre la persona y
obra del Espíritu Santo. Este pasaje presenta tres temas los cuales son: el Espíritu Santo
guía a los creyentes, entierra los delitos e intercede por los salvos. Ya en el último punto
Geoffrey habla sobre el Espíritu y el Ministerio, y como sub puntos habla de las
confusiones sobre el bautismo del espíritu: Existen varios enfoques equivocados sobre el
ministerio del Espíritu.

Aquí están cuatro de ellos: 1. Idealizando la iglesia del Nuevo Testamento. 2.

Denigrando a la iglesia hoy. 3. Degradando a los cristianos individuales. 4. No saber
distinguir los niveles de madurez. Conviene subrayar que la Escritura usa la frase bautismo
del Espíritu para describir la primera obra del Espíritu en hacer nacer a la iglesia del Nuevo
Testamento, o para enfatizar un aspecto de la regeneración al comienzo de la vida espiritual
de un creyente. El secreto del poder es aprender del Nuevo Testamento lo que es posible
para el creyente en Cristo. Lo que tienes que hacer es ir a Cristo. Debes pasar tiempo con
Él, debes meditar en Él, debes llegar a conocerlo. La ambición de Pablo de conocer a Cristo
enseña que debes mantener comunión con Cristo y debes concentrarte en conocerlo a Él.

Análisis del documento:

¿Qué elementos abordados por el texto le parecieron interesantes? ¿Por qué razón?

El elemento abordado por el texto que más me parecieron interesante fueron Trinidad y
Espíritu Santo. Bueno Trinidad, porque el escritor hizo mucho énfasis en este elemento,
dando claridad al lector, para que entendiese que tanto como Dios Padre, Dios Hijo y Dios
Espíritu Santo son uno solo. Dando a entender que cualquiera que niegue la doctrina de la
trinidad deberá también rechazar al Espíritu Santo como persona divina o enfrentarse a
una deidad rival que tiene todos o los atributos y títulos de Dios. Así mismo, se presentó
un punto donde decía que la Trinidad habita en nosotros y aunque es difícil pensar que la
Trinidad está en nosotros, esto es lo que nos enseña las Escrituras (Jn. 14:18). Y, por otro
lado, Espíritu Santo, porque es el autor principal del libro, no cabe duda que Geoffrey hizo
una excelente investigación, presento al Espíritu Santo como el Dios infinito y personal, lo
mostró tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, también mostró cual era la
verdadera blasfemia contra el Espíritu Santo, y como saber cuándo eh blasfemado
verdaderamente contra el Él y lo más importante enseño que el fin principal del Espíritu
Santo es glorificar a Cristo.

¿Qué falacias, contradicciones encontró en el texto?

Verdaderamente ninguna

¿Qué aprendizaje le genera el texto a nivel personal?

El texto a nivel personal me pareció muy interesante, ya que en mi iglesia no es común

hablar del Espíritu Santo. Pero gracias a Dios que me permitió leer este libro, el cual ha
sido de mucha bendición para mi vida. Ver al Espíritu Santo como una persona, el cual
tiene mente, emociones y voluntad, sin duda alguna esto fue algo nuevo para mí. Ver la
obra del Espíritu Santo desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento, ver como influye en
las personas, como crea, como da vida, como actúa, verdaderamente es algo impresionante.
Sé que tal vez esto no es algo nuevo, pero si estoy seguro que es algo que muchos pastores
eh iglesias están olvidado. Muchos ignoran el poder del Espíritu Santo y no predican de la
tercera Persona de la Trinidad por temor a caer en un fuego extraño. Hay que mencionar,
además, que aquí existen dos peligros, el primero es que pueden caer en el error de exaltar
al Espíritu Santo hasta el punto de olvidarse de Cristo y de Dios el Padre, y tomarlo como
una energía que obra a su favor y en segundo lugar es que se pueden caer en el error de
ignorar por completo a la persona del Espíritu Santo. Así mismo, para no caer en estos
errores es preciso conocer las funciones del Espíritu Santo y sobre todo tener bien en claro
Su propósito el cual es glorificar a Cristo.
¿Qué preguntas le general el texto? (tres preguntas):

¿La autoridad soberana del Espíritu Santo está también sobre los no creyente?

¿Cómo bautiza Cristo el púlpito con el fuego del Espíritu Santo?

¿Cómo mantener el equilibrio en las iglesias a la hora de hablar del Espíritu Santo? Sin
caer en el error de exaltar al Espíritu Santo hasta el punto de olvidarnos de glorificar a
Cristo.

Conclusiones

Cada virtud que poseemos, cada victoria que ganamos, cada pensamiento de
santidad se lo debemos al Espíritu. Lo que sea que Dios nos llame a hacer en la vida solo se
puede lograr por el Espíritu Santo. Sin Él no podemos hacer nada. No podemos hacer
ningún bien espiritual sin el Espíritu. Cada nuevo cristiano se vuelve un creyente por medio
de la obra soberana del Espíritu Santo. Cada cristiano que termina la carrera de la vida y
entra a la gloria ha sido guardado y preparado para el cielo por el poder del Espíritu. El
único pecado que no tiene perdón es el cometido contra el Espíritu.

El Espíritu Santo es omnisciente; Él lo sabe todo. La gloria de esa verdad no es Su

conocimiento sobre la creación sino el conocimiento que el Espíritu Santo tiene del Dios
infinito. En otras palabras, nada en Dios es desconocido para el Espíritu. Yo nunca
conoceré a Dios de manera exhaustiva. Por toda la eternidad tendré la mente finita de una
criatura, sin importar qué tan alumbrada y limpia de pecado y glorificada esté. En cambio,
la Deidad es inmensurable e infinita.

Deberías sentir tristeza si vas a una iglesia donde se predica del Antiguo Testamento
solo esporádicamente. Si tienes el Espíritu de Dios, reconocerás al Espíritu como Aquel que
inspiró a los profetas a escribir exactamente lo que escribieron. Un ministro
verdaderamente lleno del Espíritu predica frecuentemente del Antiguo Testamento. Si no
eres afortunado de contar con tal ministerio, entonces asegúrate de estudiar estas Escrituras
por ti mismo y cree las verdades que afirman.
 A veces la Biblia usa figuras para describir la obra de la regeneración. Una de ellas
es la imagen de quitar un corazón de piedra y reemplazarlo con un corazón de carne.
También emplea la figura de hacer una nueva creación de lo que estaba muerto en pecado.
Usa la imagen de la resurrección por el poder que levantó a Cristo de los muertos. Todos
estos símbolos nos dicen que nosotros, que una vez estuvimos muertos en delitos y
pecados, podemos ser revividos por Dios Espíritu Santo por medio de la obra redentora de
Jesucristo.

La Biblia dice que el Espíritu libera al cristiano del dominio del pecado. El Espíritu
es el nuevo Maestro y Rey del cristiano. El pecado ya no es más su señor; el creyente ha
sido libertado de las insistentes demandas del pecado para satisfacer sus lujurias. Cada
cristiano verdadero ahora es capaz de desafiar el pecado y hacer lo que es justo.

Nuestra vida de oración es muy débil. Pueden pasar días sin que hayamos tenido
tiempo de calidad en intimidad con el Señor. Lo que debería ser un privilegio honorable y
delicioso de dirigirnos al Dios Todopoderoso se vuelve una tarea tediosa y desatendida.
Cuando sí oramos, nuestra mente empieza a divagar después de unos minutos. La frialdad
del corazón, un sentido de irrealidad sobre las cosas de las que estamos hablando, la falta de
convicción de llevar nuestras peticiones a Dios y la ausencia de gozo y reverencia
transforman nuestras oraciones en un montón de confusión y fracaso.

Referencias bibliográficas empleadas en el Documento`

Christopher J. H. Wright, Knowing the Holy Spirit through the Old Testament [Conociendo
al Espíritu Santo por medio del Antiguo Testamento], (Oxford: Monarch Books, 2006), p.
10.

Wolfhart Pannenburg, Systematic Theology [Teología Sistemática], trans. G. W. Bromiley

(Grand Rapids: Eerdmans, 1994), secc. 2, p. 77.

John J. Murray, John E. Marshall: Life and Writings [John E. Marshall: Vida y Escritos],
(Edinburgh: The Banner of Truth Trust, 2005), pp. 31–32.

Wright, Knowing the Holy Spirit [Conociendo al Espíritu Santo], pp. 38–39.

Wright, Knowing the Holy Spirit [Conociendo al Espíritu Santo], pp. 60-61.
Steven J. Cole, “The Meaning of Pentecost: Acts 2:1–13” [“El Significado de Pentecostés:
Hechos 2:1-13”], predicado el 8 de octubre de 2000.

B. B. Warfield, The Person and Work of the Holy Spirit [La Persona y Obra del Espíritu
Santo], (Merrick, N.Y.: Calvary Press, 1997), p. 31.

William H. Parker, “Holy Spirit! Hear Us” [“¡Espíritu Santo! Escúchanos”], estrofa número
3.

Fanny Crosby, “All the Way My Savior Leads Me” [“Mi Salvador Me Guía Todo el
Camino”], estrofa número 2.

Ver Kris Lundgaard, The Enemy Within: Straight Talk about the Power and Defeat of Sin
[El Enemigo Dentro: Una Exposición Sin Rodeos sobre el Poder y la Derrota del Pecado],
(Philipsburg, N.J.: P&R, 1998), p. 147ss.

Al Martin, “Practical Helps to Mortification of Sin” [“Ayudas Prácticas Para Mortificar el

Pecado”], Banner of Truth (julio–agosto 1972), p. 25.

Martin, “Practical Helps” [“Ayudas Prácticas”], p. 31. 7. Martin, “Practical Helps”

[“Ayudas Prácticas”], p. 28.

Autor del RAE (Estudiante)

Guillermo Vaca