Acto Juridico
Acto Juridico
Acto Juridico
FACULTAD DE DERECHO Y
CIENCIAS POLITICAS
CARRERA: DERECHO
CICLO: IV
DOCENTE:
2021
Para efectos del tratamiento detallado de este artículo, el autor comienza por hacer un
análisis lógico-jurídico de las normas que contiene, para avanzar hacia sus conceptos
esenciales y luego concluir con un tratamiento de las normas que le son correlativas
dentro de los libros específicos del Código Civil.
Y es que el tema del orden público está vinculado a conceptos no siempre claramente
establecidos frente al derecho público y privado, frente a las normas imperativas y
dispositivas y frente también a los principios generales de organización de la vida
jurídica en su conjunto. De otro lado, el tema de las buenas costumbres requiere el
establecimiento teórico para definirlas y precisiones metodológicas para determinarlas.
Aun cuando el contenido normativo del artículo V del Título Preliminar del Código Civil
parece correcto y necesario, los problemas de precisión conceptual para utilizarlo son
numerosos, existiendo diversidad de opiniones en la doctrina.
El artículo V del Título Preliminar del Código Civil, en términos generales, constituye
un límite a la autonomía privada en dos de sus manifestaciones: la libertad de
contratar (decidir si se contrata o no) y la libertad de configuración
interna o libertad contractual (contenido del acto o negocio jurídico). Sin embargo,
dichos límites mencionados resultan confusos tanto en la teoría como en la práctica.
EL ORDEN PÚBLICO
Para la Resolución 2413-2017/CSD-Indecopi en materia de signos distintivos:
La existencia de referencias a normas imperativas dentro del cuerpo mismo del Código
Civil, por ejemplo, en el caso de los artículos 689, 1354, 1356 y 2096, podría ser
perfectamente intercambiada por la de orden público.
De manera indicativa, cabe añadir que las referencias específicas al orden público
como causal de nulidad de actos, además del artículo V del Título Preliminar, se hallan
en los siguientes artículos del Código Civil: 6, 13, 96, 120, 219, 1328, 1681, 1697,
2060, y 2014. A ellos cabe añadir los cuatro en que se menciona a las normas
imperativas, y que, sobre la base de la sustentación conceptual previa, deberían
también ser considerados como referidos al orden público.
Son actos contra el orden público, por ejemplo, los que atentan contra la seguridad
pública, los que afectan el normal funcionamiento de los servicios públicos, los
tumultos y disturbios públicos, el pillaje, el vandalismo, la subversión, la apología de la
violencia, los atentados contra la salubridad pública y, en general, los que alteran la
paz pública o la convivencia social.
No pueden ser confundidos con la costumbre como fuente del derecho nacida de la
practica social ni, de manera particular, con la costumbre mercantil, la cual tiene
esencial importancia dentro del ámbito del Derecho Comercial dado su característico
dinamismo y constante evolución; muestra de esa importancia constituye el
reconocimiento hecho por las leyes mercantiles al otorgar a la costumbre valor como
fuente del derecho, equiparándola incluso a la propia ley, dentro de determinados
parámetros. Pero no puede hablarse en el mismo sentido cuando la ley se refiere a las
«buenas costumbres» consideradas como la «conformidad que debe existir entre los
actos humanos y los principios de la Moral».