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Unión de Hecho Beltranena

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UNIDAD XI

LA UNIÓN DE HECHO
* Concepto. * Antecedentes históricos. * Origen de la unión de hecho en la legislación
guatemalteco. * Tipos de uniones de hecho. * Requisitos para declarar la unión de hecho.
* Efectos de la unión de hecho. * Uniones de hecho ilícitas. * Solución de las cosas en
que demanden la declaración de unión de hecho con el mismo hombre. * Cesación de la
unión de hecho. * Efectos de la cesación de la unión de hecho. * Matrimonio subsecuente
los convivientes de hecho.
193. Concepto

El Código Civil de Guatemala no ofrece definición de la unión de hecho. Podría


decirse que la unión de hecho es una institución social por la que un hombre y una mujer,
con absoluta libertad de estado, se juntan maridablemente, sin estar casados entre sí, con
el propósito de tener un hogar y una vida en común más o menos duradera, cumpliendo
con fines similares a los del matrimonio, y con el plazo mínimo y condiciones para que
goce de la protección legal.

El establecimiento de esta figura jurídica en nuestro Código constituye un


verdadero avance. En América escasas legislaciones la contienen. Se comprende
perfectamente que el legislador ha querido conceder protección a esos tipos de uniones
que se asientan en un marco de estabilidad, con todas las características del hogar
matrimonial, en lo que respecta a los convivientes y a los hijos comunes, pero que no han
llenado los requisitos o formalidades de la unión de derecho. Se ha querido dar legalidad
a esas uniones, consideradas ilícitas e inmorales por muchos ordenamientos jurídicos.
Como se observará, para conseguir esa protección de la ley se requiere fundamentalmente
la concurrencia de determinados requisitos y condiciones.

194. Antecedentes históricos

El antecedente histórico-jurídico de la unión de hecho es nuestro Código


es el concubinato romano, cuyo concepto difiere notablemente del común y ordinario de
concubinato que es el que ofrecen los diccionarios jurídicos; así, el afamado Forum, dice:
“Estado en que viven dos personas de sexo opuesto que sin estar casadas entre si hacen
vida marital’ Tomo I pág. 418, Buenos Aires); y agrega esta nota de jurisprudencia de los
tribunales argentinos: “El concubinato es una situación irregular que la Ley no reconoce
y que repudia la moral, pues va contra la constitución de la familia legítima. Por eso afecta
el orden público y las buenas costumbres” (Cámara Civil. la. Capitulación).

En el Derecho Romano el concubinato (concubinatus) era una unión lícita, de


orden inferior al matrimonio, que se distinguía de las relaciones pasajeras por su propósito
de durabilidad. Esas uniones pasajeras se reputaban ilícitas.

El tratadista Eugéne Petit dice sobre el particular: “Esta especie de matrimonio,


completamente extraño a nuestras costumbres actuales, aunque frecuente en Roma,
parece haber nacido de la desigualdad de las condiciones. Un ciudadano tomaba para
concubina a una mujer poco honrada, indigna, por tanto, de hacerla su esposa; tal como
una manumitida o una ingenua de baja extracción. Hasta el fin de la República, el Derecho
no se ocupó de estas simples uniones de hecho, pues fue bajo Augusto cuando el
concubinato recibió su nombre. La ley Julia de adulteriis calificaba de stuprum y
castigaba todo comercio con toda joven o viuda, fuera de las justae nuptiae, haciendo una
excepción en la unión duradera llamada concubinato, que recibió de esta manera una
sanción legal. Desde entonces le fueron impuestas ciertas condiciones para precisar los
límites por los cuales ya únicamente existía un comercio ilícito. Por eso el concubinato
sólo estaba permitido entre personas púberes, y no parientes en el grado prohibido para
el matrimonio. No se podía tener más de una concubina, y únicamente no habiendo mujer
legitima” (Tratado Elemental de Derecho Romano, México, DF., 1971).
El derecho español incluyó esa institución social con el término de
barraganía. Así aparece en el Fuero Juzgo y en las Siete Partidas. Se denominaba
barragana a la “Mujer legítima, aunque de condición desigual y sin el goce de los derechos
civiles” (DRAE).

Con el tiempo los términos concubinato y barraganía perdieron sus


conceptos estimatorios, su carácter de licitud, e ingresaron al campo peyorativo.

La unión de hecho aparece regulada en el Código Civil de México con el nombre


de amasíato (de amasia, concubina).

Doctrinariamente se le ha llamado amancebamiento; y manceba a la concubina.

¿Cuál es la razón de la legalización de la unión de hecho en Guatemala? Pues


simplemente el reconocimiento de una realidad nacional: de la existencia de muchísimas
parejas, pertenecientes a determinadas clases sociales, que tienen la costumbre de vivir
en relación concubinaria. De donde ha resultado la urgente necesidad de brindar
protección legal a la mujer y a los hijos que, en la mayoría de los casos, permanecen en
desamparo o abandono de parte del compañero y padre, respectivamente.

De lo anteriormente expuesto se colige que, en Guatemala, existen tres tipos o


clases de uniones:

a) El simple concubinato, que es ilícito;


b) La unión de hecho (lícita o legal);
c) El matrimonio (la unión legítima por excelencia).

195. Origen de la unión de hecho en la legislación guatemalteca

Se advierte en la Constitución de la República de 1945, en su Art. 74, que decía:


“El Estado promoverá la organización de la familia sobre la base jurídica del matrimonio,
el cual descansa en la igualdad absoluta de derechos para ambos cónyuges”.

“La ley determina los casos en que, por razón de equidad, la unión entre personas
con capacidad legal para contraer matrimonio, debe ser equiparada, para su estabilidad y
singularidad, al matrimonio civil”.
Obsérvese que las dos bases para decretar tal equiparación, eran:

La singularidad, vale decir, que se tratase de la unión de un hombre con una sola
mujer, y viceversa.

La estabilidad o unión estable, para mayor protección de la mujer y los hijos.

En 1947 se dictó el Estatuto de las Uniones de Hecho, por medio del Decreto
Legislativo 444.

La Constitución de 1956 ya no menciona los caracteres de esta unión. El Art. 89


se limitó a decir: “La ley determina lo relativo a las uniones de hecho”.
En nuestro Código Civil se equipara la unión de hecho al matrimonio; y la regula.
En efecto el Art.173 del Código Civil dice: “La unión de hecho de un hombre y de una
mujer con capacidad para contraer matrimonio, puede ser declarada por ellos mismos ante
el alcalde de su vecindad o un notario público, para que produzca efectos legales, siempre
que exista hogar y la vida en común se haya mantenido constantemente por mas de tres
años ante sus familiares y relaciones sociales, cumpliendo los fines de procreación,
alimentación y educación de los hijos y de auxilio recíproco”.

En la Constitución Política de la República aparece el artículo 48 que dice a letra:

“Artículo 48. Unión de hecho. El Estado reconoce la unión de hecho y la ley


preceptuará todo lo relativo a la misma”.

196. Tipos de uniones de hecho


La ley reconoce dos: Voluntaria y Contenciosa o Judicial.

La voluntaria aparece contemplada en el Art. 173 del Código Civil. Se declara y


formaliza ante el alcalde municipal por medio de acta, o ante notorio por acta o escritura.

La contenciosa o judicial es la que declara el funcionario judicial competente,


mediante sentencia. La contempla el Art. 178 del Código Civil cuyo texto es el siguiente:

“También puede solicitar el reconocimiento de la unión de hecho una sola de las


partes, ya sea por existir oposición o por haber muerto la otra, en cuyos casos deberá
presentarse el interesado ante el juez de Primera Instancia competente, quien en sentencia
hará la declaración de la unión de hecho, si hubiere sido plenamente probada. En dicha
declaración, fijará el juez el día o fecha probable en que la unión dio principio, los hijos
procreados y los bienes adquiridos durante ella”.

“La certificación de la sentencia favorable al demandante deberá presentarse al


Registro Civil y al de Propiedad si hubiere bienes inmuebles, para que se proceda a las
respectivas inscripciones”.

197. Requisitos para declarar la unión de hecho

Tanto para declarar voluntariamente la unión de hecho, o para obtener sentencia


judicial declaratoria de la misma, es menester acreditar o cumplir con los siguientes
requisitos:

a) Capacidad legal para contraer matrimonio;

b) Que exista hogar (o haya existido, en caso de defunción de uno de los


convivientes);

c) Que la vida en común se haya mantenido en forma constante y estable por


tres años como mínimo; y
d) Que se cumpla o se haya cumplido (en caso de muerte de uno de los
convivientes) con los fines de: Procreación, Alimentación, Educación de los
hijos y mutuo auxilio.

(Véanse los Arts. 173 y 178 C.C.).

Se advierte que para obtener la declaración judicial de la unión de hecho, el Art.


179 del Código Civil establece que “la acción deberá iniciarse antes de que transcurran
tres años desde que la unión cesó, salvo el derecho de los hijos para demandar en cualquier
tiempo la declaración judicial de la unión de hecho de sus padres, para el solo efecto de
establecer su filiación”.

Los trámites y formalidades para la declaración voluntaria aparecen establecidos


en el Art. 174; y lo concerniente a su inscripción en el Registro Civil de las Personas,
figura en el Art. 175 C.C.

En cuanto a las uniones de hecho de menores el Art. 177 del Código Civil dispone
que los alcaldes o notarios no podrán aceptar la declaración, sin el consentimiento de los
padres, o del tutor, o en su caso, autorización del juez.

198. Efectos de la unión de hecho

Los efectos que se derivan de la unión de hecho son similares a los del matrimonio.
Helos aquí:

1) Los unidos de hecho, mientras no se haya disuelto esa unión, tienen


impedimento absoluto para contraer matrimonio con persona distinta de su
conviviente (art. 88 C.C., núm. 3o.).

2) Los bienes comunes no podrán enajenarse ni gravarse sin consentimiento de


los dos convivientes, mientras dure la unión y no se haga liquidación y
adjudicación de los mismos (Art. 176 C.C.). Conforme el Art. 70 de la
Constitución de la República de Guatemala. del año 1965, determinaba que
toda persona tiene la libre disposición de los bienes que se encuentren
inscritos a su nombre en los registros públicos, salvo las limitaciones que
expresamente consten en las inscripciones de cada bien”. Agrega que en todo
caso los “convivientes responderán entre si por la disposición que hicieren de
bienes comunes”. La Constitución vigente no contempla esta disposición por
lo que podemos asegurar que vuelve a tener vigencia.

3) Los convivientes de hecho, cuyo unión conste en forman legal, se heredarán


recíprocamente ab intestato, en los mismos casos que para los cónyuges
determina el Código Civil. (Art. 184, inciso. primero, C.C.).

4) “Las disposiciones de este Código relativas a los deberes y derechos que


nacen del matrimonio y al régimen económico de éste, tienen validez para las
uniones de hecho, en lo que fueren aplicables”. (Art. 184 C.C., in-fine).

5) Los hijos nacidos después de ciento ochenta días de la fecha fijada como
principio de la unión de hecho, y los nacidos dentro de los trescientos días
siguientes al día en que la unión cesó, se reputan hijos del varón con quien la
madre estuvo unida, presunción contra la cual se admite prueba en contrario.
(Art. 182 C.C., núm. lo.).

6) Si no hubiere escritura de separación de bienes, los adquiridos durante la


unión de hecho se reputan bienes de ambos, salvo prueba en contrario que
demuestre que el bien fue adquirido por uno solo de ellos, o título gratuito, o
con el valor o por permuta de otro bien de su exclusiva propiedad. (Art. 182
C.C., núm. 2o.).
7) Derecho de una de las partes a solicitar la declaración de ausencia de la otra
y, una vez declarada, pedir la cesación de su unión con el ausente, liquidación
del haber común y adjudicación de los bienes que les correspondan. (Art. 182
C.C., núm. 3o.).

8) En caso de fallecimiento de alguno de ellos, el sobreviviente puede pedir la


liquidación del haber común y adjudicación de bienes, al igual que en el caso
del inciso anterior. (Art. 182 C.C., núm. 4o.).

9) Sujeción del hombre y la mujer a los derechos y obligaciones de los cónyuges


durante el matrimonio. (Art. 182 C.C., núm. 5o.).

199. Uniones de hecho ilícitas

No gozan de la protección de la ley y, por ende, son ilícitas las uniones de hecho
que no se declaren o constituyan de conformidad con las normas indicadas del Código
Civil.

Por otra parte, el Art. 180 C.C. establece categóricamente que “La mujer que a
sabiendas que el varón tiene registrada su unión de hecho con otra mujer, y el hombre que
a sabiendas que la mujer tiene registrada su unión con otro hombre, hicieren vida común,
no gozarán de protección de la ley, mientras la unión registrada no hubiere sido disuelta
legalmente y liquidados los bienes comunes”.

200. Solución de los casos en que demanden la declaración de unión de


hecho con el mismo hombre

El Art. 181 C.C. ofrece claramente tal solución:


“En el caso de que varias mujeres, igualmente solteras, demandaren la declaración
de la unión de hecho con el mismo soltero, el juez hará la declaración únicamente en favor
de aquélla que probare los extremos previstos en el arto 173; y en igualdad de
circunstancias, la declaración se hará en favor de la unión más antigua”. “Lo dispuesto en
este artículo es aplicable siempre que las uniones de hecho que se pretenda se declaren,
coexistan en el momento de solicitarse la declaratoria respectiva o bien en la fecha en que
ocurrió la muerte de la persona con quien se mantuvo la unión de hecho”.

201 Cesación de la unión de hecho

La unión de hecho se puede hacer cesar o disolver, por la vía voluntaria o por la
vía contenciosa.
Por la vía voluntaria, conforme el Art. 183 C.C. puede cesar “por mutuo acuerdo
de varón y mujer, en la misma forma que se constituyó”. Deberá hacerse constar ante el
juez de Primera Instancía del domicilio de los convivientes, o ante una notaría; pero para
que se reconozca y se ordene la anotación respectiva en el Registro Civil, deberá
cumplirse previamente con lo que dispone el Art. 163 del Código Civil, con respecto al
divorcio de los cónyuges.

En cuanto a la cesación contenciosa, que tiene que ser judicial, se observarán las
disposiciones del divorcio ordinario o forzado; pudiéndose invocar, por consiguiente,
cualesquiera de las causales que contiene el Art. 155 C.C. (Art. 183 C.C.).

202. Efectos de la cesación de la unión de hecho

Son los siguientes:

a) Su inscripción afecta a terceros;


b) Los ex-convivientes adquiere libertad de estado;
c) Liquidación del haber común.

203. Matrimonio subsecuente de los convivientes de hecho


Sobre este particular, el Art. 189 C.C. dispone lo siguiente:

“Cuando las personas ligadas por unión de hecho desearen contraer matrimonio
entre si, la autoridad respectiva o el notario a quien acudieren, lo efectuará con sólo
presentar certificación de la inscripción del Registro Civil, en el cual conste dicha
circunstancia”.

“El matrimonio subsecuente de los padres hace que se tenga como nacidos de
matrimonio a los hijos habidos antes de su celebración y durante la unión de hecho”.

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