Áreas Críticas
Áreas Críticas
Áreas Críticas
DE UNA
EMPRESA
La empresa tiene su propia configuración y estructura orgánica, que distingue su funcionamiento y
el potencial competitivo con el cual se mueve en el mercado. En ella podemos definir o identificar
las áreas críticas o vitales mediante la experiencia, criterio técnico y el conocimiento estratégico
sobre sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. Para el control de gestión, desarrollo
y rentabilidad de la empresa es muy importante tener en cuenta no solo los activos tangibles sino
también los activos intangibles representados en las áreas críticas de la organización, áreas de
resultado clave o factores críticos de éxito.
Cada área critica se hace explícita a través de los indicadores de control para medir los resultados
alcanzados por la gestión dentro de los objetivos y metas trazadas en el tiempo por la entidad,
empresa, institución o negocio en particular. Las áreas claves de resultados fueron determinadas
en el marco del modelo gerencial de la administración por objetivo planteado por Peter Drucker en
la década de los cincuenta del siglo pasado, como instrumento de gestión para integrar esfuerzos y
lograr mejores resultados que conduzcan al éxito teniendo en cuenta las variables internas y
externas que dinamizan el desarrollo organizacional. Los factores claves de éxito representan todo
lo que no puede fallar en la empresa o negocio, dependen directamente de la misión de la empresa
y se pueden clasificar en permanentes y temporales.
Dentro de las principales áreas críticas de una empresa encontramos: producción, productividad,
servicio al cliente, recursos humanos, situación financiera, posición comercial, tecnologías, en las
cuales podemos gestionar con los siguientes indicadores: calidad, producción, existencias, costos
competitivos, innovación, tecnologías líder; productividad global, productividad empresa,
productividad trabajo; calidad del producto, satisfacción al cliente; composición plantilla, salarios,
ambiente, seguridad e higiene, formación; rentabilidad, estructura financiera, inversión y
financiación a largo plazo, márgenes y rotación, costos financieros, disponibilidad; ventas y cuotas,
distribución y publicidad, compras, competencia, demanda global, participación en el mercado,
nuevos productos; sistemas de información, investigación y desarrollo. Las áreas de resultado
claves deben integrar sus esfuerzos centradas en todo aquello que genere mayores impactos,
tanto hacia el interior de la empresa como en su entorno, por ejemplo: rentabilidad, puede utilizar
el indicador relacionado con ganancias/ventas de un periodo determinado respecto al anterior. Los
factores claves de éxito, permiten: identificar los factores decisivos para el posicionamiento y
competitividad del negocio. Convertir a la empresa en una organización de continuo aprendizaje,
con una fácil adaptación a los cambios rápidos que suelen darse en nuestro tiempo, nueva
estructura organizacional, convertir la información en conocimiento y disponerlo para todos los
integrantes de la organización. Optimizar procesos, minimizando los riesgos, reduciendo costos e
incrementando la eficiencia. Los canales de distribución son utilizados con flexibilidad generando
alta relación costo/efectividad. Calidad en productos y/ o servicios, mediante el mejoramiento
continuo de los procesos estratégicos, misionales, apoyo y de evaluación.
Las aéreas críticas de una empresa requieren ser apoyadas y controladas para alcanzar con éxitos
los objetivos y metas de la organización con mayor eficacia, eficiencia, productividad, y efectividad.
Entendemos por acción de control a la herramienta esencial del Sistema Nacional de Control
que consiste en efectuar la verificación y evaluación objetiva y sistemática de los actos y
resultados producidos por la entidad en la gestión y ejecución de los recursos, bienes y
operaciones institucionales, teniendo como resultado la emisión los informes de auditoría
incluyendo el señalamiento de las responsabilidades que se hubiera identificado.
Es así que la auditoría que se realiza debe tener resultados eficaces para la gestión, que se
dará con las recomendaciones que el auditor plantee en el informe de auditoría. Para ello
debemos concentrar nuestros esfuerzos en las áreas críticas previamente identificadas en la
etapa de planificación o ejecución de la auditoría, que pueden ser una unidad orgánica, el
modelo de organización, un proceso, un rubro o cuenta contable, un sistema, una actividad
importante, una operación, una partida presupuestal, una política institucional, un proyecto, un
programa, una normativa legal o cualquier otro aspecto que el auditor considere importante,
es decir aquellos asuntos que revelen riesgos potenciales no cubiertos por la entidad y que
pueden afectar negativamente el logro de los objetivos institucionales.
Para la identificación de las áreas críticas, se debe seguir en forma práctica algunos
procedimientos generales como: a) Analizar los documentos relacionados a la información
básica de la Entidad (Estados financieros, presupuesto, normas legales de creación y
funcionamiento, planes e informes de gestión, relación de funcionarios responsables de las
áreas, directivas internas, documentos de gestión administrativa); b) Describir y analizar los
fines, objetivos procesos y actividades de la Entidad; c) Leer y extraer la información
financiera, operativa y presupuestal; c) Indagar sobre la ubicación de los locales de operación,
almacenes, centros de producción y áreas administrativas con la finalidad de realizar un
recorrido y observación operativa directa; d) Entrevistarse con autoridades y funcionarios
claves de la administración; e) Revisar los documentos de gestión (ROF, MOF, PAP, CAP,
informes de gestión, entre otros); f) Aplicar cuestionarios de control interno y evaluar el
ambiente control; g) Identificar posibles riesgos jurídicos en las operaciones en general; h)
Efectuar una calificación de las distintas áreas críticas identificadas para establecer el nivel de
impacto o prioridad para su evaluación.