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TP Nro 6
El viaje
A veces una clase, un encuentro para pensar en un autor es como un viaje. No hay
plena coincidencia entre el mapa que llevamos como viajeros y la senda del recorrido.
Como aquel viaje originario de Simón Bolívar con su maestro Simón Rodríguez por
Europa: el punto de llegada que trocó en un punto de partida.
El viaje de este encuentro no augura otra cosa que el inicio de otro viaje, acaso con
nuestros morrales más llenos, o con promesas de nuevas maneras de pensar y de
interpretar y de interpretarnos en cada acto educativo.
Les propongo asumir que el pedagogo es el viaje y que la lectura de Freire promete
salirse de los mapas y transformarnos en viajeros nocturnos que son alumbrados desde
los mojones de su obra. Si hay un mapa en este viaje, lo que propone es el reto de
pensar, hablar y reconocer experiencias libertarias en el campo de la educación.
Deberíamos intentar no ceder ante la trampa que restringe la lectura de Paulo Freire y
en particular de Pedagogìa del oprimido (1973) a meras cuestiones metodológicas,
usos, didácticas instrumentales e intentar no eludir la complejidad de prácticas, saberes,
estrategias, políticas, en la puesta en común de experiencias como la que hoy leeremos.
Desde el texto de Ricardo Nassif (1984) ustedes podrán acercarse a la producción de
teoría en el campo de la Educación en la América latina de los ’60 y así identificar al eje
desarrollista en Educación (y en otros campos). Es uno de sus principios la
incorporación de innovaciones tecnológicas y de aparatos técnicos en la educación, así
como una cultura de la planificación (como racionalización de la relación entre medios
y fines). El principio toma la idea de que la incorporación tecnológica y la planificación
producen calidad en educación; una representación que se hizo hegemónica en América
Latina y que está inscripta en nosotros hasta hoy. A partir de allí, no sólo las políticas,
sino el sentido común, han anudado incorporación de medios, tecnologías y
planificación, con calidad de la educación (y con ella, el anunciado pasaje de sociedades
subdesarrolladas a sociedades desarrolladas). Desde el mismo texto podrán acercarse
a una amplia corriente de impugnación a la hegemonía desarrollista. Podemos decir que
esa corriente se desenvolvió en diferentes frentes “críticos”: uno fue el de la construcción
de prácticas de comunicación popular, ligadas con sectores campesinos, mineros,
indígenas, otro es el del pensamiento crítico liberador, particularmente el de Paulo
Freire, y también el de las narrativas vinculadas a la Teología de la Liberación, el
socialismo latinoamericano, entre otros.
El pensamiento de Freire reclama que pensemos una fuerte articulación entre el campo
de la producción de conocimientos académicos y el campo político-cultural.
Los invito al viaje de leer la obra de Freire y a reflexionar sobre el fruto educativo de la
experiencia.
Buena lectura!