Derecho Del Trabajo
Derecho Del Trabajo
Derecho Del Trabajo
Alumno:
Ascanio, Miguel CI: 27081723
El Derecho del Trabajo tiene varias particularidades que podríamos ignorar a
primera vista. Primero, está la cuestión de si pertenece al ámbito del Derecho Público o
Privado, ya que esta respuesta cambiará toda nuestra percepción sobre cómo deben
operar sus normas. También es muy importante la forma en la cual esta rama del
Derecho percibe al Trabajo en sí mismo, pudiendo darle un tinte más social o más
capitalista, dependiendo del caso.
Además del Estado, también están fuertemente involucrados otros entes como
la Organización Internacional del Trabajo que, entre sus funciones principales, está la
creación de legislación internacional en materia laboral. A nivel nacional, tenemos el
Ministerio del Trabajo y toda la jerarquía que este conlleva.
Entendemos entonces que, las partes son capaces de contratar y pactar dentro
de los límites establecidos por la ley, siempre buscando que se beneficie al trabajador
lo más posible. Aparte de esto, también existen los convenios gremiales, los cuales
intentan negociar con los patronos para obtener mejores condiciones laborales para un
determinado grupo de trabajadores.
Antes hemos dado algunas pinceladas sobre los principios que van a regir esta
materia, ahora vamos a detallarlos en profundidad. Como ya se ha mencionado, esta
rama del Derecho es muy proteccionista; así lo entendemos de este primer principio, in
dubio pro operario. Por ello, algunos prefieren llamarlo principio tuitivo. Tiene como
efecto que, cuando haya duda en la aplicación de alguna norma, siempre deberá
elegirse la que más beneficie al trabajador. Además, debe aplicarse la norma
íntegramente, no solo parte de esta. Así, se evita las actuaciones de algunos abogados
que a conciencia extraen partes de algunos artículos para sus argumentaciones, en
detrimento de los trabajadores.
Este principio es recogido del Derecho colombiano, que allá es conocido como
«levantamiento del velo corporativo». En cada caso, el juez o inspector debe aplicar la
prueba conocida como «test de laboralidad», para saber si una relación que está
estipulada como mercantil, es en realidad una relación laboral. Un pequeño paréntesis
que debemos hacer es que, si a pesar de no haber contrato de trabajo, una persona
dice estar en una relación laboral, le toca es al patrono probar lo contrario, de ser el
caso.
Otras cosas que podríamos extraer de este artículo —no están tal cual implícitas
—, es que toda actuación del patrono contraria a la constitución es nula (desarrollado
en el art. 18 ordinal 5° de la LOTTT), la prohibición a la discriminación por razones de
política, sexo, religión u otra condición (art. 18 ordinal 7° de la LOTTT), y la prohibición
del trabajo de los adolescentes en labores que le afecten su desarrollo integral
(desarrollado en el art. 18 ordinal 8° de la LOTTT y también consagrado en la
LOPNNA).
Es el turno del patrono; a diferencia del trabajador, este puede ser una persona
natural o jurídica. También puede tener un representante, algo así como un apoderado,
pero, una vez más, es un poco diferente a la figura del Derecho Civil. Debido a la
velocidad con la que debe actuarse en estos casos, la ley ofrece una lista taxativa de
quiénes pueden representar al patrono sin necesidad de autorización escrita.
Se hace necesario aclarar lo que sucede con las tercerizaciones y con los
contratistas. Con la nueva ley, la figura de la tercerización ha quedado tan mal parada,
que parece que siempre se va a usar para defraudar a la ley. El inspector o juez debe
analizar el proceso de producción de la empresa que está tercerizando, para ver si la
tercerización es parte fundamental para que esta pueda seguir funcionando. En tal
caso, se tendrá como se que intentó cometer fraude para no beneficiar a los
trabajadores tercerizados. Caso contrario es el del contratista, figura que sigue igual de
vigente y no tiene tintes de fraude.
En nuestra opinión, creemos que se han dado varios pasos adelante con esta
ley; ciertamente, varios de los principios recogidos en ella están destinados a evitar el
fraude. Más aún, se asegura que cada trabajador pueda percibir un salario y beneficios
que puedan permitirle vivir una vida digna. Estos dos son un gran punto a favor de la
seguridad jurídica. Pero, también nos parece que la ley se interesa muy poco por
promover la ética por parte de los trabajadores, siendo que actualmente, todos gozan
de inamovilidad laboral, y su palabra vale por encima de la del patrón. Aunque no
creemos que la ley del trabajo esté mal encaminada, aún queda trabajo por hacer. Es
necesario poner todos los impedimentos legales para evitar los fraudes y abusos, pero
también se necesita legislar del otro lado, para que los trabajadores también actúen
con moralidad, porque no se pueden hacer leyes asumiendo que una de las partes es
complemente buena mientras que la otra es completamente mala.
Bibliografía
Ley Orgánica del Trabajo, Trabajadores y Trabajadoras. Gaceta Oficial 6.076 del
7 de mayo de 2012.