Bienes
Bienes
Bienes
El derecho de bienes tiene un lugar central al interior del derecho civil patrimonial. En
términos generales, podemos decir que su estudio comprende todos los aspectos
relevantes de la regulación de las relaciones jurídicas entre las personas, pero desde el
punto de vista de las cosas. En este sentido, las reglas más importantes para el estudio
de estas materias son las que se encuentran contenidas en el libro segundo del Código
Civil, titulado “De los bienes, y de su dominio, posesión, uso y goce”.
Así, una de las dificultades para abordar el estudio del derecho de bienes dice relación
con que, en cierto sentido, la lógica de su regulación presenta algunas diferencias
respecto a la lógica del resto del derecho civil patrimonial. Los problemas que debe
enfrentar, los principios que la rigen, y las situaciones que regula tienen ciertos rasgos
particulares. Por ejemplo, veremos que las situaciones de hecho tienen una importancia
esencial para el derecho de bienes, en un sentido distinto del resto del derecho civil.
Por último, es necesario referirnos a otra peculiaridad del derecho de bienes, que dice
relación con la gran cantidad de discusiones doctrinarias que podemos encontrar en
algunas materias. En particular, en temas tales como la posesión, la propiedad y, sobre
todo, la teoría de la posesión inscrita, tendremos que hacernos cargo de las discusiones
doctrinarias y jurisprudenciales que se han suscitado desde la entrada en vigencia del
Código Civil hasta nuestros días. Nuestro consejo para el estudiante es que nunca pierda
de vista que la centralidad siempre está en la legislación positiva, contenida en las normas
del código. En último término, el objetivo de las discusiones doctrinarias y
jurisprudenciales no es otro que darle el mejor sentido posible a la normativa vigente en
su aplicación a las situaciones concretas que se generan en la vida jurídica. Por eso,
recomendamos un estudio particularmente atento de la literalidad de las normas legales.
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ÍNDICE
3
7.5.4 Que la prescripción no esté interrumpida ni suspendida ......... 74
7.5.4.1 Interrupción de la prescripción ................................ 74
7.5.4.2 Suspensión de la prescripción ................................. 77
7.6 Efectos de la prescripción ..................................................... 79
7.7 Prescripción contra título inscrito ........................................... 80
8. La posesión ............................................................................................ 81
8.1 Cuestiones generales .................................................................... 81
8.2 La protección de la posesión y el dominio ........................................ 84
8.3 Posiciones en que se puede estar respecto de un bien ....................... 85
8.3.1 Propiedad y posesión ........................................................ 85
8.3.2 La mera tenencia .............................................................. 87
8.3.3 El precario ....................................................................... 89
8.4 Cosas susceptibles de posesión ...................................................... 90
8.5 Clasificación de la posesión ............................................................ 93
8.5.1 Posesión regular ............................................................... 94
8.5.1.1 Justo título ........................................................... 95
8.5.1.2 Buena fe .............................................................. 99
8.5.1.3 Tradición .............................................................. 99
8.5.2 Posesión irregular ............................................................. 100
8.5.3 Posesiones viciosas ........................................................... 100
8.6 La posesión no se transfiere ni se transmite ..................................... 103
8.7 Exclusividad de la posesión ............................................................ 104
8.8 Adquisición, conservación y pérdida de la posesión ........................... 106
8.8.1 Bienes muebles ................................................................ 106
8.8.2 Bienes inmuebles .............................................................. 108
8.8.2.1 Bienes inmuebles no inscritos ................................. 109
8.8.2.2 Bienes inmuebles inscritos ..................................... 111
8.8.3 Recuperación de la posesión ............................................... 114
8.9 Situaciones anómalas a la posesión inscrita ............................ 115
8.9.1 DL Nº2695 .............................................................. 117
9. La acción reivindicatoria ........................................................................... 121
9.1 Acciones que protegen el dominio ................................................... 121
9.2 Concepto .................................................................................... 121
9.3 Requisitos para la acción reivindicatoria ........................................... 121
9.4 Contra quién se puede reivindicar ................................................... 124
9.4.1 Excepción a la legitimación pasiva ...................................... 124
9.5 Prescripción de la acción reivindicatoria .......................................... 127
9.6 Aspectos procesales de la acción reivindicatoria ............................... 127
9.7 Prestaciones mutuas .................................................................... 129
10. Las acciones posesorias ......................................................................... 132
10.1 Definición y características .......................................................... 132
10.2 Diferencias con la acción reivindicatoria ........................................ 132
10.3 Requisitos para entablar una acción posesoria ............................... 133
10.4 Prueba de la posesión ................................................................ 134
10.5 Interpretación de los artículos 924 y 925 ...................................... 134
10.6 Estudio de las acciones posesorias en particular ............................. 135
10.7 Diferencias relativas a la querella de restablecimiento ..................... 136
10.8 Acciones posesorias especiales .................................................... 136
10.9 Prescripción de las acciones posesorias especiales .......................... 138
4
11. Las limitaciones del dominio ................................................................... 139
11.1 Generalidades ........................................................................... 139
11.2 Fideicomiso ............................................................................... 139
11.3 Usufructo .................................................................................. 146
11.4 Diferencias entre el usufructo y el fideicomiso ................................ 157
11.5 Uso y habitación ........................................................................ 159
11.6 Servidumbres ............................................................................ 161
12. El registro del conservador de bienes raíces .............................................. 174
12.1 Sanción por la omisión a las inscripciones del art. 688 CC ................ 178
13. Anexos ................................................................................................ 180
Anexo I – La prueba del dominio ......................................................... 180
Anexo II – ¿Por qué los derechos reales son numerus clausus? ................ 180
Anexo III – Acción de precario ............................................................ 180
Anexo IV – Derecho real de conservación .............................................. 181
Anexo V – Entrega/Tradición ............................................................... 183
Anexo VI – Sistema de posesión inscrita en Chile ................................... 183
Anexo VII – Procedencia de la acción declarativa de dominio en Chile ....... 185
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BIENES
1.1 GENERALIDADES.
Definición 1
Bienes: cosas que, pudiendo procurar al hombre una utilidad, sean susceptibles
de apropiación privada. Esta última es la característica relevante.
A) COSAS CORPORALES.
Art. 566 CC: “Las cosas corporales se dividen en muebles e inmuebles.”
Art. 567 CC: “Muebles son las que pueden transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose
ellas a sí mismas, como los animales (que por eso se llaman semovientes), sea que sólo se muevan
por una fuerza externa, como las cosas inanimadas.
Exceptúanse las que siendo muebles por naturaleza se reputan inmuebles por su destino,
según el artículo 570.”
Art. 568 CC: “Inmuebles o fincas o bienes raíces son las cosas que no pueden transportarse de un
lugar a otro; como las tierras y minas, y las que adhieren permanentemente a ellas, como los
edificios, los árboles.
Las casas y heredades se llaman predios o fundos.”
1
Es importante aclarar que se trata de definiciones doctrinarias. El Código Civil no lo define,
y tampoco diferencia entre una cosa y un bien sino que utiliza los términos de forma indiferente.
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1. BIENES MUEBLES.
Concepto.
Son aquellos bienes que pueden transportarse de un lugar a otro sin que pierdan su
individualidad. Pueden serlo por naturaleza o anticipación.
De acuerdo al Art. 571 los productos de los inmuebles, y las cosas accesorias
a ellos, como las yerbas de un campo, la madera y fruto de los árboles, los
animales de un vivar, se reputan muebles, aun antes de su separación, para
el efecto de constituir un derecho sobre dichos productos o cosas a otra
persona que el dueño.
Lo mismo se aplica a la tierra o arena de un suelo, a los metales de una
mina, y a las piedras de una cantera.”
Dos observaciones:
(i) La enumeración no es taxativa.
(ii) Los bienes que menciona son inmuebles, ya sea por naturaleza o
adherencia.
Art. 574 inc. 1° CC. “Cuando por la ley o el hombre se usa de la expresión bienes muebles
sin otra calificación, se comprenderá en ella todo lo que se entiende por cosas muebles,
según el artículo 567.”
2. BIENES INMUEBLES.
Concepto.
Son aquellos bienes que no pueden transportarse de un lugar a otro (Art. 568 CC).
Pueden serlo por naturaleza, por adherencia o por destinación.
Son los que caben en el concepto anterior. Por su esencia, estas cosas son
inmóviles.
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(2) Inmuebles por adherencia o por accesión.
Están incluidas en el Art. 568 CC: “… las que adhieren permanentemente a ellas,
como los edificios, los árboles.” En consecuencia, son aquellos bienes que, aunque
son muebles, se reputan inmuebles por estar permanentemente adheridos a un
inmueble.
“Art. 569. Las plantas son inmuebles, mientras adhieren al suelo por sus raíces, a
menos que estén en macetas o cajones, que puedan transportarse de un lugar a
otro.”
Los frutos de los árboles son inmuebles por adherencia; son considerados muebles
por anticipación sólo para constituir derechos a favor de otra persona.
Art. 570 inc. 1 CC: “Se reputan inmuebles, aunque por su naturaleza no lo sean, las cosas que
están permanentemente destinadas al uso, cultivo y beneficio de un inmueble, sin embargo de
que puedan separarse sin detrimento.”
Esta disposición responde a la idea de evitar que una finca sea despojada de lo
necesario para su explotación. Los requisitos para dar este carácter a un mueble
son dos:
8
• Asimilación de las cosas de comodidad u ornato a los inmuebles por
destinación.
Art. 572: “Las cosas de comodidad u ornato que se clavan o fijan en las paredes de
las casas y pueden removerse fácilmente sin detrimento de las mismas paredes,
como estufas, espejos, cuadros, tapicerías, se reputan muebles. Si los cuadros o
espejos están embutidos en las paredes, de manera que formen un mismo cuerpo
con ellas, se considerarán parte de ellas, aunque puedan separarse sin
detrimento.”
Art. 580 CC: “Los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmuebles, según lo sea la cosa
en que han de ejercerse, o que se debe. Así el derecho de usufructo sobre un inmueble, es
inmueble. Así la acción del comprador para que se le entregue la finca comprada, es inmueble; y la
acción del que ha prestado dinero, para que se le pague, es mueble.”
Los derechos reales siempre tienen por objeto una cosa. Hay algunos que pueden
ser muebles o inmuebles, como el dominio. Otros sólo pueden ser inmuebles, como
la hipoteca, censo y servidumbre; o sólo muebles, como la prenda.
Art. 581 CC: “Los hechos que se deben se reputan muebles. La acción para que un artífice ejecute
la obra convenida, o resarza los perjuicios causados por la inejecución del convenio, entra por
consiguiente en la clase de los bienes muebles.”
Escapan a esta clasificación por no tener carácter patrimonial u otras causas. Ej.
Acción de divorcio.
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IMPORTANCIA DE LA CLASIFICACIÓN ENTRE BIENES MUEBLES E INMUEBLES.
I. En sede civil::
5. La venta de los bienes raíces del pupilo debe hacerse en pública subasta
y previo decreto judicial, lo que no rige para los muebles (Arts. 393 y 394
CC).
II. En materia penal: los delitos de hurto y robo sólo se refieren a los muebles; a los
inmuebles se refiere la usurpación.
III. En materia comercial: los actos de comercio sólo versan sobre bienes muebles (Art.
3 CCom).
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B) COSAS INCORPORALES
Art. 577: “Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada
persona.
Son derechos reales el de (1) dominio, (2) el de herencia, (3) los de usufructo, (4) uso o habitación, (5)
los de servidumbres activas, (6) el de prenda y (7) el de hipoteca. De estos derechos nacen las acciones
reales.”
Art. 578: “Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de ciertas personas,
que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído las obligaciones correlativas; como
el que tiene el prestamista contra su deudor por el dinero prestado, o el hijo contra el padre por
alimentos. De estos derechos nacen las acciones personales.”
Art. 579: “El derecho de censo es personal en cuanto puede dirigirse contra el censuario, aunque no
esté en posesión de la finca acensuada, y real en cuanto se persiga ésta.”
Por lo tanto:
- Elementos constitutivos: La doctrina clásica sostiene que los elementos constitutivos eran la
persona y la cosa, toda vez que se concebía al derecho real como una relación persona-cosa.
La doctrina moderna critica esta conceptualización, toda vez que los sujetos de la relación
jurídica son las personas, no las cosas. Así, modernamente se entiende que los elementos del
derecho real son la persona, la comunidad jurídica como sujeto pasivo, y el deber de abstención
respecto a la cosa objeto del derecho real.
2
Ver anexo al final respecto al derecho real de conservación
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• Derechos reales consagrados en categorías intermedias: a) concesión
minera y b) derecho de aprovechamiento de aguas.
- Carácter absoluto del d° real: El titular puede hacerlo valer contra todos los demás
sujetos (erga omnes) porque se estima que sobre todos ellos pesa el deber de no
perturbar ni violar el d° mismo.
Hay casos excepcionales en que el d° real no es oponible a terceros adquirentes, por
ejemplo el caso del Art. 890 en que el dueño de una cosa corporal no puede
reivindicarla en el caso que el poseedor de ella la haya comprando en una feria,
tienda o almacén u otro establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles
de la misma clase.
- Prerrogativas del d° real: Protege la posesión del titular con respecto a la cosa,
cualquiera que sean las manos en que se encuentre. Prerrogativas del d° real se
traducen en:
* D° de preferencia: el titular del d° real puede excluir, por lo que se refiere a la cosa
objeto de su d°, a todos aquellos que sólo tienen un d° de crédito o que no tienen sino
un d° real de fecha posterior.
2. DERECHOS PERSONALES: son aquellos que nacen de una relación inmediata entre dos
personas, en virtud de la cual una (deudor) está en la necesidad de cumplir una
determinada prestación ( dar, hacer o no hacer) a favor de la otra (acreedor), que por su
parte está facultada para exigírsela.
- Elementos constitutivos: Sujeto activo del d°, objeto del d° y sujeto pasivo del d°.
- Carácter relativo del d° personal: El titular puede hacerlo valer sólo contra una o
más personas determinadas ligadas por un vínculo específico. Si un tercero ajeno
perturba el ejercicio del d°, el d° que toca invocar en la acción correspondiente es no
ser injustamente dañado en la persona o en los intereses (Art. 2314). ¿Qué razón
hay para que los d° personales no puedan hacerse valer, como los d° reales contra
los terceros adquirentes? Se justifica por la exigencia de hacer más simple, expedito
y seguro el régimen de circulación de bienes. No es necesario para proteger al acreedor
porque si un tercero obra en complicidad con el deudor para adquirir bienes de éste,
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disminuyendo la garantía genérica a favor del acreedor, la adquisición puede
impugnarse por acción revocatoria (pauliana).
- Acciones a que da lugar: Genera acciones personales, es decir, aquellas
destinadas a tener eficacia sólo contra una o más personas determinadas, el
deudor o los deudores.
*Se sabe desde un comienzo que el demandado será el deudor del crédito.
- Prerrogativas de que generalmente carece el d° personal: Carece del d° de
persecución y preferencia. Se ejercita contra la persona obligada y, en
principio, sólo surte efecto contra una cosa determinada del deudor, si se
halla en poder de éste.
Cosas principales: aquellas que pueden subsistir en forma independiente, sin necesidad
de otras. Ej. Suelo.
Cosas accesorias: aquellas que están subordinadas a otras sin las cuales no pueden
subsistir. Ej. Árboles.
3
Ver anexo al final.
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1.2.3. COSAS DIVISIBLES E INDIVISIBLES.
Cosa físicamente divisible: puede ser separada en partes sin que por ello pierda su
individualidad. Ej. Alimentos.
Cosa intelectualmente divisible: puede dividirse en su utilidad. Ej. Un automóvil puede tener
copropietarios.
Todas las cosas son divisibles, al menos intelectualmente. Pero algunas son indivisibles
por disposición de la ley. Ej. Servidumbre, hipoteca.
Cosa inconsumible: no se destruyen por el primer uso, sin perjuicio de que a la larga ello
suceda. Ej. Sombrero, libro, etc.
Cosa fungible: en concepto de las partes, puede ser reemplazada por otra equivalente.
También se dice que tienen el “mismo poder liberatorio”. Ej. Agua.
Cosa no fungible: no existe otra equivalente que puede reemplazarla. Ej. Cuadro
famoso.
La fungibilidad con la consumibilidad no son lo mismo, pero están tan ligadas que se
suele caer en el error de confundirlas, como lo hace el Art. 575 CC.
Art. 575 inc. final. “Las especies monetarias en cuanto perecen para el que las emplea como tales, son
cosas fungibles.”
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Esto es impropio: son consumibles porque perecen para el que las usa, pero son fungibles
en cuanto pueden reemplazarse por otras.
Atiende a si las cosas pueden o no pueden ser objeto de relaciones jurídicas por parte de
los particulares. Las cosas comerciables son aquellas respecto de las cuales los particulares
pueden realizar actos jurídicos y, por consiguiente, constituir relaciones jurídicas. Las cosas
incomerciables son aquellas que no pueden ser objeto de relaciones jurídicas.
La relevancia de esta clasificación dice relación con los requisitos del objeto jurídico. En
particular, con el requisito de la comerciabilidad (arts 1461 y 1464nº1 CC)
1) Absoluta:
Art. 585 CC. “Las cosas que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres, como la alta mar, no
son susceptibles de dominio, y ninguna nación, corporación o individuo tiene derecho de apropiárselas.
Su uso y goce son determinados entre individuos de una nación por las leyes de ésta, y entre
distintas naciones por el derecho internacional.”
Cosa inapropiable: no puede ser objeto de apropiación, son las res communes omnium.
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Cosas apropiables:
Pueden ser:
Art. 589 inc. 2º CC. “Si además su uso pertenece a todos los habitantes de la nación, como el de calles,
plazas, puentes y caminos, el mar adyacente y sus playas, se llaman bienes nacionales de uso público o
bienes públicos.”
La jurisprudencia ha dicho que sobre ellos no puede haber posesión o dominio particular,
pero las autoridades pueden conceder a los particulares el uso y goce para determinados
aprovechamientos, concesiones que otorgan sólo la mera tenencia.
Estos bienes están fuera del comercio humano, son inalienables, imprescriptibles (Art.
2498 CC).
La enumeración del Art. 589 CC es ejemplar, lo que se desprende del Art. 598 CC. Para
estudiarlos conviene clasificarlos en: Dominio público marítimo, terrestre, fluvial y aéreo.
1) Mar territorial: Art. 593 inc. 1º primera parte CC. “El mar adyacente, hasta la
distancia de 12 millas marinas medidas desde las respectivas líneas de base, es
mar territorial y de dominio nacional.” Es una prolongación del territorio nacional,
sobre la cual el Estado ejerce la plenitud de su soberanía. Es un bien nacional de
uso público.
2) Mar adyacente y zona contigua: Art. 593 inc. 1º segunda parte CC. “Pero, para
objetos concernientes a la prevención y sanción de las infracciones de sus leyes y
reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios, el Estado ejerce
jurisdicción sobre un espacio marítimo denominado zona contigua, que se extiende
hasta la distancia de 24 millas marinas, medidas de la misma manera.”
No es propiamente un bien nacional de uso público, no es parte del territorio
nacional, sino que pertenece a la alta mar; en ella el Estado ejerce determinadas
competencias especializadas. (El mar adyacente es el mar territorial más la zona
contigua).
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3) Alta mar: todo lo que se encuentra más allá del mar adyacente. Para Alessandri,
es el que se extiende más allá del mar territorial. Es una cosa común a todos los
hombres (Art. 585 CC).
4) Playas: Art. 594 CC. “Se entiende por playa del mar la extensión de tierra que
las olas bañan y desocupan alternativamente hasta donde llegan en las más altas
mareas.” El suelo que abarcan las playas es bien nacional de uso público (Art. 589
inc. 2º CC).
5) Mar patrimonial o zona económica exclusiva: Art. 596 inc. 1º CC. “El mar
adyacente que se extiende hasta las 200 millas marinas contadas desde las líneas
de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial, y más allá de
este último, se denomina zona económica exclusiva. En ella el Estado ejerce
derechos de soberanía para explorar, explotar, conservar y administrar los recursos
naturales vivos y no vivos de las aguas suprayacentes al lecho, del lecho y el
subsuelo del mar, y para desarrollar cualesquiera otras actividades con miras a la
exploración y explotación económica de esa zona.”
Calles y plazas: a ellas se refieren los Arts. 600 y 601 CC, pero son materia del
Derecho Administrativo. Las municipalidades tienen sobre ellas deberes de policía,
administración, conservación y ornamentación.
Puentes y caminos:
Art. 595 CC. Todas las aguas son bienes nacionales de uso público.
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Pero están sujetas a concesiones en favor de los particulares: derecho de
aprovechamiento.
Art. 603. No se podrán sacar canales de los ríos para ningún objeto industrial o doméstico, sino
con arreglo a las leyes u ordenanzas respectivas.
El uso de los bienes nacionales de uso público pertenece a todos los habitantes de la
Nación (uso común). Pero se puede conceder a un particular el uso de uno de estos
bienes, siempre que el uso que haga no impida el de los demás habitantes (uso privativo).
Para ello, debe otorgársele un permiso por la autoridad competente.
Sobre la naturaleza jurídica del derecho del concesionario, hay varias teorías:
3) Luis Claro Solar: las concesiones implican sólo un permiso de ocupación para
un objeto determinado y a título precario.
De acuerdo al Art. 602 CC, este derecho es únicamente a usar y gozar de las obras
construidas en sitios de propiedad nacional, pero no otorga la propiedad del suelo.
Para Alessandri, los bienes públicos son inalienables, lo que impide la constitución
de un derecho real de tipo civil. El concesionario posee un uso que emana de una
simple tolerancia del Estado, y este uso es precario.
Art. 589. Inc. 3. Los bienes nacionales cuyo uso no pertenece generalmente a los habitantes, se llaman
bienes del Estado o bienes fiscales.
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Son aquellos que pertenecen al Estado en cuanto persona jurídica de derecho privado.
Alessandri dice que la personalidad del Estado es una sola, y es de derecho público. Los
bienes fiscales le pertenecen en cuanto sujeto de derechos privados.
Estos bienes están sometidos a las reglas generales del CC. Están dentro del comercio
humano, y pueden ser adquiridos por prescripción (Art. 2497 CC).
1. Los inmuebles en que funcionan los servicios públicos y los muebles que los
guarnecen.
4. Los inmuebles que no tiene otro dueño (Art. 590 CC). Esta es una presunción de
dominio en favor del Estado, lo que es una excepción al Art. 700 CC.
5. Las herencias que le corresponden al Fisco como heredero abintestato (Art. 995
CC).
6. Art. 597 CC. “Las nuevas islas que se formen en el mar territorial o en ríos y
lagos que puedan navegarse por buques de más de cien toneladas, pertenecerán al
Estado.” Si se forman en ríos o lagos no navegables, o sólo por buques más
livianos, acceden a los propietarios riberanos.
Antes se decía que el Estado tenía un dominio eminente sobre las minas, es decir, un
derecho de propiedad general y superior, y no un derecho patrimonial perfecto.
Esta tesis ya no se sigue, debido a las reformas en la materia. El Estado tiene el dominio
absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas. Pero los particulares
pueden obtener, para explotarlas, una concesión. El dominio de su titular sobre la
concesión minera está protegido por el Art. 19 N° 24 CPol.
19
Universalidades de hecho: conjunto de bienes que, no obstante conservar su
individualidad, forman un todo al estar unidas por un vínculo de igual destino,
generalmente económico. Comprende sólo bienes (activos) y no deudas (pasivos).
La función unificadora está dada por el hombre.
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CAPÍTULO 2. LA PROPIEDAD
2.1 GENERALIDADES.
Art. 582 CC. El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una cosa corporal,
para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la ley o contra derecho ajeno.
La propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda propiedad.
Al haber sido concebida clásicamente como una relación directa sobre las cosas, la
propiedad - como derecho real - excluye la intrusión de terceros (artículo 577 CC).
Existe una discusión doctrinaria sobre el entendimiento de los términos dominio y propiedad
señalados en los artículos 582, 583 y 584 del CC, junto con el art. 19 nº 24 CPR.
Art. 582. El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una cosa
corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la ley o contra
derecho ajeno.
Art. 583. Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así, el
usufructuario tiene la propiedad de su derecho de usufructo.
Art. 584. Las producciones del talento o del ingenio son una propiedad de sus autores.
Esta especie de propiedad se regirá por leyes especiales.
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Según Guzmán, de la lectura de esta norma se desprende que la garantía de la propiedad
recae en los bienes y no así en las cosas. Por ello las cosas no susceptibles de apropiación,
como los atributos de la personalidad, no son objeto de propiedad.
5
GUZMÁN, Alejandro. El Dominio de las Cosas Corporales y la Especie de Propiedad sobre las
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que los términos propiedad y dominio no significan lo mismo, no son sinónimos, sino que
existe entre ellos una relación de género y especie.
Esto se desprende de la lectura conjunta de los artículos 582, 583 y 584, de la que se
puede interpretar que existen distintas especies de propiedad, según la cosa sobre la que
recaen. Es así como existe la propiedad sobre cosas corporales (dominio), la propiedad
sobre cosas incorporales y la propiedad sobre especies del talento o del ingenio (propiedad
intelectual o industrial).
Señala que existe en el art. 582 una intención de fijar un concepto jurídico general de
propiedad, y que los preceptos siguientes -los arts. 583 y 584- dependen de la propia
definición del art. 582, ya que ellos extienden el concepto de contenido en el primero, sin
conceptualizar la propiedad sobre cosas incorporales o intelectuales.
De esta manera, el art. 583 al señalar que sobre la cosas incorporales hay una especie de
propiedad, nos está diciendo que hay una “suerte” de propiedad- Una propiedad parecida,
semejante, análoga, aunque no idéntica a la propiedad sobre las cosas corporales, que es
la propiedad prototípica.
23
fenómeno de la escasez y romper con la carencia de altruismo natural. Este derecho
se justifica por su eficiencia, por producir riqueza.
Derecho Constitucional
Economía
2. Caracteres.
a) DERECHO REAL: Arts. 577 y 582 CC. Por ello está amparado por una acción
real: la reivindicatoria (Art. 889 CC).
Art. 577 CC. Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o habitación, los de
servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos derechos nacen las acciones reales
Art. 582 CC. El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una cosa corporal,
para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la ley o contra derecho ajeno.
La propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda propiedad.
Art. 889 CC. La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular,
de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituírsela.
24
b) DERECHO ABSOLUTO (SOBERANÍA):
(a) Requisito Formal: Sólo por ley se puede limitar la propiedad. No bastan los
actos administrativos.
Es posible advertir, sin embargo, que las posibles justificaciones dan un margen
muy amplio. No obstante, deben hacerse notar dos cuestiones que surgen a raíz de
aquello:
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c) DERECHO EXCLUSIVO:
Por su esencia, supone un titular único facultado para usar, gozar y disponer de la
cosa, y para impedir la intromisión de cualquiera otra persona. Pero esto no obsta a
la existencia de otros derechos reales sobre la cosa, o de copropiedad.
Sin embargo, hay una forma de propiedad común cautelada por la ley que produce
una especie de copropiedad perpetua. Se trata de la propiedad que recae sobre
pisos y departamentos, la que se rige por la Ley de Propiedad Horizontal.
d) DERECHO PERPETUO:
La propiedad tampoco se pierde con la muerte, ésta se transmite junto con el resto
del patrimonio a los herederos.
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3. Atributos del dominio.
También el sólo uso de una cosa puede tenerse a título de derecho personal,
bajo la forma del comodato (arts. 2.175 y 2.177 CC).
2) Goce: Faculta para percibir los frutos que la cosa es susceptible de producir.
Incluye apropiarse de los productos.
En este punto deben distinguirse dos entidades que, si bien están relacionadas,
son diferentes. Ellas son:
Para efecto de los derechos, esta distinción es importante, ya que surge al respecto
la duda de si los derechos que incluyen el goce se extienden también los productos.
De las normas referentes al usufructo (arts. 783 y 784 CC) pareciera desprenderse
que el goce se extiende a los productos. El usufructo constituido sobre minas y
canteras en actual laboración, atribuye al usufructuario el aprovechamiento de ellas.
Entre los frutos, se distinguen los frutos naturales y los frutos civiles, estos
estarían constituidos por rentas percibidas por la realización de actos jurídicos
respecto de la cosa, como por ejemplo las rentas percibidas por el arrendamiento
de un bien o la renta percibida por la cesión del usufructo sobre una cosa.
Un caso particular de frutos civiles son los intereses. Para que el dinero pueda
producir intereses debe ser enajenado (transferido), de manera que rinde frutos,
aún siendo una cosa que ha dejado de formar parte del patrimonio.
27
3) Disposición: Como facultad, encuentra su origen en el derecho del propietario
para actuar arbitrariamente sobre la cosa. Comprende tanto la disposición material
como la jurídica.
(a) Legado: El artículo 1126 señala que si se lega una cosa con calidad de
no enajenarla, y la enajenación no comprometiere ningún derecho de tercero,
la cláusula de no enajenar se tendrá por no escrita.
(c) Censo: El artículo 2031 dispone que no vale en la constitución del censo el
pacto de no enajenar la finca acensuada, ni otro alguno que imponga al
28
censuario más cargas que las expresadas en el título.
29
5. El art. 53 del Reglamento del CBR faculta 5. El Reglamento del CBR tiene su límite en
inscribir las prohibiciones convencionales la ley, y sólo pueden inscribirse las
que entraban la libre enajenación de los prohibiciones que la ley permite.
inmuebles.
6. El art. 1810 CC establece que pueden
venderse todas las cosas corporales e
incorporales cuya enajenación no esté
prohibida por ley. En consecuencia, sólo la
ley puede prohibir la enajenación.
7
En general las oportunidades en que los tribunales se han pronunciado sobre las CNE se
refieren a casos en que se busca dejar sin efecto la decisión del Conservador de Bienes Raíces
frente a su negativa a inscribir actos de gravamen o enajenación sobre un inmueble respecto
el cual existe una prohibición convencional al respecto.
8
Corte Suprema, 2017. Rol N°34.816-2016
9
Corte Suprema, 2004. RDJ9287. García Cano, Germán A. con Inversiones Novara y otro.
10
Corte Suprema, 1983. (21.9.1983, RDJ t. 80, sec. 1ª, p. 94), Corte de Apelaciones de San
Miguel, 1998. RDJ499. García Alonso, Gabriel.
30
No obstante ello, se ha constatado que también han existido pronunciamientos que
afirman que si se trata de un contrato bilateral, la infracción de la prohibición puede
hacer operar la condición resolutoria tácita11. Así al tercero adquirente, le alcanzarán
o no los efectos de la resolución, de conformidad a lo previsto en los arts. 1490 y
1491. Otros han señalado que otra vía de llegar al tercero adquirente sería a través de
la figura de ilícito de interferencia en contrato ajeno, ya que éste con su conducta,
y en pleno conocimiento de ello, causa - al menos con un dolo eventual y consciente
- daño a terceros (artículo 2.314 CC).
Para hacer efectivos los alcances de un pacto de no enajenar una vez que se ha
infringido, es necesario determinar las vías de llegar al tercero que adquirió la cosa
cuya enajenación estaba prohibida.
(a) Si el tercer adquirente sabía o debía saber de esta cláusula (no estaba
de buena fe), la resolución del contrato le será oponible, y habrá acción
reivindicatoria en su contra (arts. 1.490 y 1.491 CC).
11
Corte Suprema, 1915. (8.1.1915, RDJ, t. 13, sec. 1ª, p. 429).
31
el precio de la cosa.
(*) Art. 1874 CC: Señala como efectos de la cláusula de reserva de dominio el derecho
de exigir el precio de la cosa o la resolución de la venta, con indemnización de
perjuicios. La cláusula de reserva de dominio es ineficaz, en cuanto no produce otros
efectos que los de la condición resolutoria tácita (artículo 1.489 CC).
Desde esta perspectiva, puede decirse que el titular del poder de actuación debe
sujetarse a los límites que la respectiva relación jurídica configura. La pregunta, sin
embargo, es: ¿el ejercicio del derecho subjetivo puede estar sujeto a límites adicionales
a los que establece ese ordenamiento?
Podemos distinguir dos tipos de limitaciones en virtud del derecho ajeno. En primer
lugar, nos referiremos a la doctrina del abuso del derecho como un límite interno a la
pura arbitrariedad en el ejercicio del derecho subjetivo. En segundo lugar, nos
32
referiremos a un conjunto de casos que pueden concebirse como un límite al ejercicio
del derecho subjetivo en virtud de un “bien superior”
a) Teoría que niega la doctrina del abuso del derecho: Acorde a esta posición, la
doctrina del abuso del derecho es una construcción lógicamente inconsistente.
En efecto, quienes niegan esta teoría sostienen que no es viable reconocer
limitaciones adicionales a los que ya se derivan de la existencia de la relación
jurídica en la que el respectivo derecho se tutela. Así, no podría configurarse un
ejercicio abusivo, pues un acto tutelado por el ordenamiento no puede ser,
simultáneamente, contrario al propio ordenamiento que lo reconoce. Quien actúa
investido de una potestad reconocida por el derecho, jamás podría hacerlo de
forma abusiva. Se critica esta teoría por considerársele excesivamente
individualista y no reconocer limitaciones ético-jurídicas en el ámbito patrimonial
a la autonomía de la voluntad.
b) Teoría que define el abuso de derecho como el ejercicio contrario a los fines del
derecho subjetivo: Acorde a ésta, los derechos subjetivos se reconocen para
satisfacer intereses colectivos. Su ejercicio, por tanto, debe ser consistente con
esos fines. Desde esta perspectiva, el derecho subjetivo no puede ser concebido
como un poder de actuación que garantiza al titular un ámbito de autonomía
absoluta. El ejercicio del derecho responde a los propósitos económicos cuyo
resguardo se persigue por medio de su reconocimiento. Estamos ante una
hipótesis de abuso si los motivos concretos del titular no están conformas al fin
o a la función que el derecho subjetivo posee según el ordenamiento que lo
establece.
Esta teoría es criticada por la doctrina, pues sería contraria a un orden que
asume como valiosa la libertad. En efecto, según sus críticos, implicaría controlar
en concreto cómo se concilian los motivos de la conducta con las exigencias del
bien común, lo que abriría un campo exorbitante a la discrecionalidad judicial,
además de vaciar de significado al concepto “arbitrariamente”, presente en el
art. 582 CC. Así, se reconocería a los jueces la facultad de revisar en concreto
la manera como el propietario ejerce su derecho evaluando, entre otras cosas,
si el uso y el goce que hace de la cosa resultan conforme a la función social de
la institución.
33
derechos: El ejercicio del derecho, aun cuando se circunscriba a los límites
formales que el ordenamiento reconoce, puede resultar excesivo o anormal; sea
por la inequívoca intención de dañar que inspira al titular, sea atendiendo a la
valoración de las circunstancias objetivas de ese ejercicio, según estándares
mínimos de sociabilidad y de lealtad. Desde esta perspectiva, la doctrina del
abuso de derecho expresa la existencia de un límite moral implícito al ejercicio
de los derechos, que se muestra en una conducta del titular que resulta contraria
a los estándares normativos mínimos de respeto a la comunidad y a los demás
que deben observarse aunque la conducta corresponda formalmente al ámbito
de discrecionalidad que el derecho confiere a su titular. Ésta es la formulación
más aceptada en la actualidad. Acorde a esta posición, la doctrina del abuso de
derecho es un correctivo excepcional. Por ello, sólo resultaría invocable cuando
el comportamiento del titular atenta contra estándares mínimos de conducta.
Ejemplo: Juan cubre con un gran lienzo la hermosa vista que desde su casa tenía
su vecino Patricio. En este caso, la instalación del lienzo no tiene otro fin que
impedir la vista al vecino. El problema de estos casos es la dimensión probatoria:
cómo acreditar el ánimo exclusivo de causar daño al vecino.
3. Actos propios: No es lícito actuar de una manera que resulte contradictoria con
la confianza que había generado en un tercero una conducta anterior del titular
del derecho. El bien jurídico que se cautela es la confianza; el ejercicio del
derecho resulta contrario a la buena fe porque no se condice con las expectativas
34
ciertas que el titular había generado en un tercero con su propio
comportamiento.
Ejemplo: Dos empresas suscriben un contrato por medio del cual distribuyen las
cuotas de mercado, con el objeto de evitar la competencia entre ambos. Aquí,
la forma contractual, en sí lícita, perisgue fines resultan contrarios al orden
público.
La sola situación de ser dueño permite impedir que cualquier otra persona penetre en
el objeto, se instale en él, lo gobierne, etc. Aun cuando uno de los rasgos esenciales
del derecho de dominio es su carácter exclusivo, cabe tener presente, sin embargo,
35
que terceros pueden vincularse a la cosa, sea por descuido o porque estiman que es
admisible por no dañar la cosa. En esta dirección, la doctrina ha elaborado las
siguientes excepciones:
36
4. Restricciones a favor del patrimonio artístico o histórico nacional:
- Bienes ambientales
- Monumentos nacionales o naturales.
5. Servidumbres administrativas.
1) Propiedad civil.
2) Propiedad minera (pertenencia minera).
3) Propiedad intelectual.
4) Propiedad industrial.
5) Propiedad austral.
6) Propiedad indígena.
1.
a) Plena propiedad: el propietario conserva la totalidad de sus atributos.
2.
37
2.8 LA COPROPIEDAD.
1. Generalidades
Existe copropiedad cuando varias personas ejercen sobre una misma cosa
derechos de una misma naturaleza.
2. Comunidad y copropiedad.
4. Duración de la indivisión.
Al legislador le interesa la libre circulación de los bienes; por eso no mira con
buenos ojos a la indivisión, procurando que dure el menor tiempo posible.
12
Para Alessandri, las fuentes de la indivisión son los hechos (como la muerte), el contrato y
la ley.
38
departamentos.
2) Doctrina romana.
La comunidad otorga a cada indivisario una cuota efectiva en cada una de las
cosas que la forman. Se traduce en una doble situación:
Art. 892 CC. Se puede reivindicar una cuota determinada proindiviso, de una cosa singular.
Art. 1812 CC. Si la cosa es común de dos o más personas proindiviso, entre las cuales no
intervenga contrato de sociedad, cada una de ellas podrá vender su cuota, aun sin el consentimiento
de las otras.
Art. 2417 CC. El comunero puede, antes de la división de la cosa común, hipotecar su cuota;
pero verificada la división, la hipoteca afectará solamente los bienes que en razón de dicha cuota
se adjudiquen, si fueren hipotecables. Si no lo fueren, caducará la hipoteca.
Podrá, con todo, subsistir la hipoteca sobre los bienes adjudicados a los otros partícipes, si éstos
consintieren en ello, y así constare por escritura pública, de que se tome razón al margen de la
inscripción hipotecaria.
39
Sobre la cosa común hay una copropiedad (Arts. 2304 y ss. CC).
6. Término de la comunidad.
Art. 1317 inc. 1º CC. Ninguno de los coasignatarios de una cosa universal o singular será
obligado a permanecer en la indivisión; la partición del objeto asignado podrá siempre pedirse
con tal que los coasignatarios no hayan estipulado lo contrario.
b) Indivisión forzada.
40
2. Protección Indirecta:
(1) Acciones posesorias
(2) Acción publiciana.
(3) Tercería de posesión.
(4) Acciones posesorias
3. Acciones personales:
Ejemplo: Acción de restitución en el comodato o en el
arrendamiento (derivada de la obligación personal que
emana del contrato).
Ventaja: La prueba del contrato respectivo puede ser
menos complicada para el perjudicado que la prueba del
dominio.
Además, se pueden agregar las siguientes acciones que se han construido por la
doctrina y la jurisprudencia:
v. Acción declarativa del dominio, de origen doctrinal
vi. Acción de precario, de origen jurisprudencial
13
Enumeración ilustrativa. El tema es desarrollado en detalle en capítulos 9 y 10
41
CAPÍTULO 3. DE LOS MODOS DE ADQUIRIR EL DOMINIO.
3.1 INTRODUCCIÓN.
Es por ello que, al desaparecer todo elemento adicional al interés, la función legitimadora
del derecho de dominio pasa a centrarse en su origen, en otras palabras, lo que legitima
el dominio es el medio a través del cual una persona puede hacer suyas las cosas.
3.2 CONCEPTO.
Los MAD son ciertos hechos materiales a los cuales la ley atribuye la virtud de hacer
nacer o traspasar el derecho de dominio.
Art. 588 inc. 1º CC. “Los modos de adquirir el dominio son (1) la ocupación, (2) la accesión, (3) la
tradición, (4) la sucesión por causa de muerte, y (5) la prescripción.”
La ley enumera los modos de adquirir en el artículo 588 del Código Civil. Estos son:
42
(2) Accesión: Aparece unido al principio de accesoriedad y al derecho de goce. Es el
medio a través del cual el dueño de una cosa pasa a serlo de lo que ella produce o de lo
que se junta a ella.
La accesión se circunscribe a las cosas corporales.
Estas son:
(6) La ley, que opera respecto de los bienes residuales, bienes expropiados, y bienes
confiscados.
(g) La sentencia judicial, que actúa como modo de adquirir en las concesiones
mineras (artículo 91, Código de Minería).
1. Originarios y derivativos.
- La ocupación
- La accesión
- La prescripción
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Derivativos: el dominio no nace en el titular, sino que hay traspaso de dominio,
habiendo relación directa de causa a efecto entre antecesor y sucesor. Son:
- La tradición
- La sucesión por causa de muerte.
Importancia: 1) nadie puede transmitir o transferir más derechos de los que tiene.
2) Prueba del dominio (ver anexo al final).
La tradición y prescripción son por regla general a título singular, pero en el caso
del derecho de herencia, pueden ser a título universal.
Son todos a título gratuito, salvo la tradición, que puede ser de ambas clases.
Se puede poseer las cosas por varios títulos (Art. 701 CC).
Pero sólo se pueden adquirir por un modo. Cuando opera un modo, no opera otro.
44
2. Título y modo de adquirir.
Art. 675 inc. 1 CC. Para que valga la tradición se requiere un título translaticio de dominio,
como el de venta, permuta, donación, etc.
En nuestro derecho, los contratos sólo generan derechos personales, jamás derechos
reales (criterio romano).
45
CAPÍTULO 4. LA OCUPACIÓN.
4.1 DEFINICIÓN.
Art. 606. Por la ocupación se adquiere el dominio de las cosas que no pertenecen a nadie, y
cuya adquisición no es prohibida por las leyes chilenas, o por el Derecho Internacional.
Crítica: Este concepto es inexacto, pues se limita a señalar las cosas objeto de
ocupación.
- Porque nunca han pertenecido a nadie (res nullius), como los animales salvajes y las
cosas que el mar arroja a la playa (res inventae in litori maris);
- O bien porque, aun cuando han pertenecido a alguien, su dueño las ha abandonado
para que las haga suyas el primero que las tome (res derelictae), como sucede - por
ejemplo - con los animales domesticados y el tesoro.
• Actualmente existe sólo una clase de bienes susceptibles de ser adquiridos por
ocupación: los bienes muebles (aunque excepcionalmente, mediante la captura bélica el
Estado podría adquirir bienes inmuebles por ocupación). Ello porque el Estado tiene un
dominio residual sobre todas las tierras vacuas que estén situadas dentro de los límites
territoriales (Art. 590).
• Existen otras limitaciones para adquirir por ocupación ciertos bienes, aún cuando
estos no pertenezcan a nadie. Estas limitaciones están dadas por:
- Las leyes chilenas, que prohíben por ejemplo la ocupación de animales bravíos o
salvajes en tiempos de veda (Ley de Pesca).
- El Derecho Internacional, que prohíbe por ejemplo las presas hechas por bandidos,
piratas o insurgentes. Estas formas de ocupación también son prohibidas por el
derecho chileno (artículo 641).
46
• La ocupación es el modo de adquirir más antiguo. La propiedad surge como
consecuencia de un acto de ocupación.
3. La adquisición no debe estar prohibida por las leyes chilenas o por el Derecho
Internacional: Ej. de lo primero: prohibición de caza y pesca en determinadas épocas
(Art. 622 CC). Ej. de lo segundo: prohibición del pillaje.
• Caza y pesca.
Art. 607 CC. La caza y pesca son especies de ocupación por las cuales se adquiere el dominio de los
animales bravíos.
Art. 608 CC. Se llaman animales bravíos o salvajes los que viven naturalmente libres e independientes del
hombre, como las fieras y los peces; domésticos los que pertenecen a especies que viven ordinariamente
bajo la dependencia del hombre, como las gallinas, las ovejas; y domesticados los que sin embargo de ser
bravíos por su naturaleza se han acostumbrado a la domesticidad y reconocen en cierto modo el imperio
del hombre.
Estos últimos, mientras conservan la costumbre de volver al amparo o dependencia del hombre, siguen la
regla de los animales domésticos, y perdiendo esta costumbre vuelven a la clase de los animales bravíos.
En consecuencia, sólo pueden adquirirse por medio de la caza y pesca los animales
bravíos, y los domesticados cuando vuelven a su calidad de bravíos.
47
Art. 609 CC. El ejercicio de la caza estará sujeto al cumplimiento de la legislación especial que la regule.
No se podrá cazar sino en tierras propias, o en las ajenas con permiso del dueño.
Art. 610 CC. Si alguno cazare en tierras ajenas sin permiso del dueño, cuando por ley estaba obligado a
obtenerlo, lo que cace será para el dueño, a quien además indemnizará de todo perjuicio.
Art. 611 CC. La caza marítima y la pesca se regularán por las disposiciones de este Código y,
preferentemente, por la legislación especial que rija al efecto.
Art. 612 CC. Los pescadores podrán hacer de las playas del mar el uso necesario para la pesca…
guardándose empero de hacer uso alguno de los edificios o construcciones que allí hubiere, sin permiso de
sus dueños, o de embarazar el uso legítimo de los demás pescadores.
Art. 613 CC. También establece facilidades para los pescadores para el desempeño de sus labores.
El Art. 615 CC Contiene una prohibición para los pescadores fluviales: no pueden usar edificios y terrenos
cultivados en las riberas, ni atravesar cercas.
Art. 622 CC. En lo demás, el ejercicio de la caza y de la pesca estará sujeto a las ordenanzas especiales
que sobre estas materias se dicten.
No se podrá, pues, cazar o pescar sino en lugares, en temporadas, y con armas y procederes, que no
estén prohibidos.”
• Invención o hallazgo.
Art. 624 incs. 1º y 2º CC. La invención o hallazgo es una especie de ocupación por la cual el
que encuentra una cosa inanimada que no pertenece a nadie, adquiere su dominio,
apoderándose de ella.
De este modo se adquiere el dominio de las piedras, conchas y otras substancias que arroja el
mar y que no presentan señales de dominio anterior.
Las cosas que presentan señales de dominio anterior no son res nullius, sino especies al
parecer perdidas, por lo que no se pueden adquirir por invención o hallazgo.
Art. 624 inc. 3º. Se adquieren del mismo modo las cosas cuya propiedad abandona su dueño, como las
monedas que se arrojan para que las haga suyas el primer ocupante.
Para que una cosa sea res derelictae, debe existir por parte del dueño el ánimo manifiesto
de renunciar a su dominio.
• El Tesoro.
48
Art. 625 CC. El descubrimiento de un tesoro es una especie de invención o hallazgo.
Se llama tesoro la moneda o joyas, u otros efectos preciosos, que elaborados por el hombre han estado
largo tiempo sepultados o escondidos sin que haya memoria ni indicio de su dueño.
En este caso no es necesaria la aprehensión material por parte del descubridor, hay una
aprehensión presunta.
a) Si se encuentra en terreno propio: Art. 626 inc. final CC: “En los demás casos, o
cuando sean una misma persona el dueño del terreno y el descubridor, pertenecerá todo
el tesoro al dueño del terreno.”
b) Si es descubierto por un tercero en terreno ajeno: Art. 626 incs. 1º y 2º CC. El tesoro
encontrado en terreno ajeno se dividirá por partes iguales entre el dueño del terreno y la
persona que haya hecho el descubrimiento.
Pero esta última no tendrá derecho a su porción, sino cuando el descubrimiento sea
fortuito o cuando se haya buscado el tesoro con permiso del dueño del terreno.
Otras disposiciones:
Art. 627 CC. Al dueño de una heredad o de un edificio podrá pedir cualquiera persona el permiso de cavar
en el suelo para sacar dinero o alhajas que asegurare pertenecerle y estar escondidos en él; y si señalare
el paraje en que están escondidos y diere competente seguridad de que probará su derecho sobre ellos, y
de que abonará todo perjuicio al dueño de la heredad o edificio, no podrá éste negar el permiso ni
oponerse a la extracción de dichos dineros o alhajas.
Art. 628 CC. No probándose el derecho sobre dichos dineros o alhajas, serán considerados o como bienes
perdidos, o como tesoro encontrado en suelo ajeno, según los antecedentes y señales.
En este segundo caso, deducidos los costos, se dividirá el tesoro por partes iguales entre el denunciador y
el dueño del suelo; pero no podrá éste pedir indemnización de perjuicios, a menos de renunciar su
porción.
• La captura bélica.
Captura bélica: despojo de los bienes del vencido en provecho del vencedor. Es botín si
es guerra terrestre; y presa si es marítima.
Los bienes adquiridos por captura bélica pertenecen al Estado (Art. 640 CC).
Los particulares no pueden adquirir el dominio de las propiedades enemigas por esta
forma de ocupación. Sólo la puede invocar el Estado.
Este principio está desarrollado en los Arts. 641 y 642 CC. Si un particular (bandido,
pirata, insurgente) se apodera de alguna cosa, no adquiere el dominio.
49
3. ESPECIES AL PARECER PÉRDIDAS Y ESPECIES NÁUFRAGAS.
No son res nullius, por lo que en principio no pueden ser objeto de ocupación.
Todo esto está regulado en detalle en los Arts. 629 a 639 CC.
Art. 629 CC. Si se encuentra alguna especie mueble al parecer perdida, deberá ponerse a disposición de su
dueño, y no presentándose nadie que pruebe ser suya, se entregará a la autoridad competente, la cual
deberá dar aviso del hallazgo en un diario de la comuna o de la capital de la provincia o de la capital de la
región, si en aquélla no lo hubiere.
El aviso designará el género y calidad de la especie, el día y lugar del hallazgo.
Si no apareciere el dueño, se dará este aviso por tercera vez, mediando treinta días de un aviso a otro.
Art. 630 CC. Si en el curso del mes subsiguiente al último aviso no se presentare persona que justifique su
dominio, se venderá la especie en pública subasta; se deducirán del producto las expensas de aprensión,
conservación y demás que incidieren; y el remanente se dividirá por partes iguales entre la persona que
encontró la especie y la municipalidad respectiva.
Art. 631 CC. La persona que haya omitido las diligencias aquí ordenadas, perderá su porción en favor de la
municipalidad, y aun quedará sujeta a la acción de perjuicios, y según las circunstancias, a la pena de
hurto
Art. 632 CC. Si aparece el dueño antes de subastada la especie, le será restituida, pagando las expensas,
y lo que a título de salvamento adjudicare la autoridad competente al que encontró y denunció la especie.
Si el dueño hubiere ofrecido recompensa por el hallazgo, el denunciador elegirá entre el premio de
salvamento y la recompensa ofrecida.
Art. 633 CC. Subastada la especie, se mirará como irrevocablemente perdida para el dueño.
Art. 634 CC. Si la especie fuere corruptible o su custodia y conservación dispendiosas, podrá anticiparse la
subasta, y el dueño, presentándose antes de expirar el mes subsiguiente al último aviso, tendrá derecho al
precio, deducidas, como queda dicho, las expensas y el premio de salvamento.
Art. 635 CC. Si naufragare algún buque en las costas de la República, o si el mar arrojare a ellas los
fragmentos de un buque, o efectos pertenecientes, según las apariencias, al aparejo o carga de un buque,
las personas que lo vean o sepan, denunciarán el hecho a la autoridad competente, asegurando entre
tanto los efectos que sea posible salvar para restituirlos a quien de derecho corresponda.
Los que se los apropiaren, quedarán sujetos a la acción de perjuicios, y a la pena de hurto.
Art. 636 CC. Las especies náufragas que se salvaren, serán restituidas por la autoridad a los interesados,
mediante el pago de las expensas y la gratificación de salvamento.
Art. 637 CC. Si no aparecieren interesados, se procederá a la publicación de tres avisos por diarios,
mediando quince días de un aviso a otro; y en lo demás se procederá como en el caso de los artículos 629
y siguientes.
Art. 638 CC. La autoridad competente fijará, según las circunstancias, la gratificación de salvamento, que
nunca pasará de la mitad del valor de las especies.
Pero si el salvamento de las especies se hiciere bajo las órdenes y dirección de la autoridad pública, se
restituirán a los interesados, mediante el abono de las expensas, sin gratificación de salvamento.
Art. 639 CC. Todo lo dicho en los artículos 635 y siguientes se entiende sin perjuicio de lo que sobre esta
materia se estipulare con las potencias extranjeras, y de los reglamentos fiscales para el almacenaje y la
internación de las especies.
50
CAPÍTULO 5. LA ACCESIÓN.
Art. 643 CC. La accesión es un modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa pasa a serlo de lo que
ella produce, o de lo que se junta a ella. Los productos de las cosas son frutos naturales o civiles.
Los tres últimos tipos de accesión (accesión de mueble a mueble, accesión de suelo y
accesión de mueble a inmueble) son tipos de accesión continua.
- Qué es lo principal.
- Cómo se afecta el derecho de propiedad. Se trata de averiguar si la persona que ha
perdido el dominio tiene algún derecho de indemnización sobre la cosa.
Esta clasificación se desprende del Art. 643 CC: es de frutos cuando se adquiere lo que la
cosa produce (accesión discreta); es propiamente tal cuando se adquiere lo que se junta
a la cosa (accesión continua).
51
Art. 643 CC. La accesión es un modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa pasa a serlo de lo que
ella produce, o de lo que se junta a ella. Los productos de las cosas son frutos naturales o civiles
Crítica: No es accesión ni modo de adquirir. Cuando los frutos están unidos a la cosa que
los produce, forman un todo con ella, y cuando se separan, deja de haber accesión. Sin
embargo, sería una accesión según el Art. 643 CC.
Frutos y productos: En el Art. 643 CC el legislador confunde frutos con productos. Producto
Esto importa para efectos de constituir derechos a favor de terceras personas, pues por
regla general, sólo se cede el derecho a gozar de los frutos.
a) Frutos naturales:
Art. 644 CC. Se llaman frutos naturales los que da la naturaleza ayudada o no de la industria humana.
Art. 646 CC. Los frutos naturales de una cosa pertenecen al dueño de ella; sin perjuicio de los derechos
constituidos por las leyes, o por un hecho del hombre, al poseedor de buena fe, al usufructuario, al
arrendatario.
Así los vegetales que la tierra produce espontáneamente o por el cultivo, y las frutas, semillas y demás
productos de los vegetales, pertenecen al dueño de la tierra.
Así también las pieles, lana, astas, leche, cría, y demás productos de los animales, pertenecen al dueño de
éstos.
Art. 645 CC. Los frutos naturales se llaman pendientes mientras que adhieren todavía a la cosa que los
produce, como las plantas que están arraigadas al suelo, o los productos de las plantas mientras no han
sido separados de ellas.
Frutos naturales percibidos son los que han sido separados de la cosa productiva, como las maderas
cortadas, las frutas y granos cosechados, etc.; y se dicen consumidos cuando se han consumido
verdaderamente o se han enajenado.
b) Frutos civiles:
Art. 647. Se llaman frutos civiles los precios, pensiones o cánones de arrendamiento o censo, y los
intereses de capitales exigibles, o impuestos a fondo perdido.
Los frutos civiles se llaman pendientes mientras se deben; y percibidos, desde que se cobran.
Art. 648. Los frutos civiles pertenecen también al dueño de la cosa de que provienen, de la misma manera
y con la misma limitación que los naturales.
52
Los frutos civiles son las utilidades que se obtienen de una cosa como equivalente del uso
y goce que de ella se proporciona a un tercero. La enumeración de la disposición es
ejemplar.
Se produce cuando una cosa se junta a otra, ya sea en forma natural o artificial. Se trata
de dos cosas de distintos dueños, que se unen formando un todo indivisible. En aplicación
del principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, el dueño de la cosa
principal se hace dueño de la accesoria.
Puede ser:
Desarrollo.
i. Aluvión: Se refiere a las tierras que quedan al descubierto cuando las aguas se
retiran lenta e imperceptiblemente, y de forma definitiva. Estas tierras son
adquiridas por accesión por los propietarios de los predios ribereños (artículos 649
al 651).
ii. Avulsión: Tiene lugar cuando por una fuerza violenta se desplaza alguna parte
de un terreno y se adhiere a otra de distinto dueño. El propietario del terreno que
se desplaza conserva la propiedad sobre él durante un año para el solo efecto de
llevárselo. Si no sucede así durante ese lapso de tiempo, por accesión es adquirido
el terreno por el dueño del sitio a que fue transportado (artículo 652).
iii. Mutación del curso de un río: Dice relación con los terrenos que deja al
descubierto un río al cambiar su curso. Los propietarios de los predios ribereños
tienen la facultad de hacer las obras necesarias para volver el río a su cauce
anterior (artículo 654). Si no lo desean o no son autorizados, las tierras que han
quedado al descubierto son adquiridas por accesión por los propietarios ribereños
de manera semejante a lo que sucede con los terrenos de aluvión.
iv. Formación de una nueva isla: Si nace en mar territorial o en ríos y lagos
navegables por buques de más de cien toneladas pertenecerá al Estado (artículo
597). De lo contrario es adquirida por los propietarios de los predios ribereños
(artículo 656).
53
B. ACCESIÓN DE MUEBLE A INMUEBLE O INDUSTRIAL.
Definición y requisitos.
Requisitos:
B. El dueño de los materiales tuvo conocimiento del uso que se les daba: el
dueño del suelo se hace dueño de lo edificado, plantado o sembrado, y sólo
debe pagar el justo precio de los materiales, independiente de cómo haya
procedido. Hay una convención tácita entre ambas personas. Para
Alessandri, hay una compraventa, por lo tanto se adquiere por tradición, no
por accesión.
54
2) Se edifica, planta o siembra con materiales propios en suelo ajeno:
B. El dueño del suelo tuvo conocimiento: debe pagar el valor del edificio,
plantación o sementera para recobrar el terreno (Art. 669 inc. 2º CC). Aquí
también habría tradición, no accesión.
i. Adjunción.
ii. Especificación.
iii. Mezcla
i. Adjunción.
En los casos de adjunción, no habiendo conocimiento del hecho por una parte, ni
mala fe por otra, el dominio de lo accesorio accederá al dominio de lo principal, con
el gravamen de pagar al dueño de la parte accesoria su valor (Art. 658).
1) Si de las dos cosas unidas, la una es de mucho más estimación que la otra, la
primera se mirará como lo principal y la segunda como lo accesorio.
55
Se mirará como de más estimación la cosa que tuviere para su dueño un gran valor
de afección (Art. 659).
4) Si son del mismo volumen, hay comunidad. El legislador no lo prevé, pero debe
resolverse de acuerdo a la equidad.
ii. Especificación.
3. Si la materia del artefacto es, en parte, ajena, y, en parte, propia del que la hizo
o mandó hacer, y las dos partes no pueden separarse sin inconveniente, la especie
pertenecerá en común a los dos propietarios; al uno a prorrata del valor de su
materia, y al otro a prorrata del valor de la suya y de la hechura.
iii. Mezcla.
Tiene lugar cuando se juntan dos materias sin que puedan volver a separarse. La
regla general es que se forme una comunidad entre ambos dueños, en que la cuota
que a cada uno pertenezca sea a prorrata del valor de la materia que aportó (Art.
663).
Es requisito de la mezcla el que sea imposible separar las dos materias. Para
Alessandri, lo esencial es que las dos materias se confunden, dejando de ser
reconocibles.
56
En los Arts. 664 a 667 CC hay reglas aplicables a los tres tipos de accesión mueble
a mueble:
Art. 664 CC. En todos los casos en que al dueño de una de las dos materias unidas no sea fácil
reemplazarla por otra de la misma calidad, valor y aptitud, y pueda la primera separarse sin
deterioro de lo demás, el dueño de ella, sin cuyo conocimiento se haya hecho la unión, podrá pedir
su separación y entrega, a costa del que hizo uso de ella.
Art. 665 CC. En todos los casos en que el dueño de una materia de que se ha hecho uso sin su
conocimiento, tenga derecho a la propiedad de la cosa en que ha sido empleada, lo tendrá igualmente
para pedir que en lugar de dicha materia se le restituya otro tanto de la misma naturaleza,
calidad y aptitud, o su valor en dinero.
Art. 666 CC. El que haya tenido conocimiento del uso que de una materia suya se hacía por otra
persona, se presumirá haberlo consentido y sólo tendrá derecho a su valor.
Art. 667 CC. El que haya hecho uso de una materia ajena sin conocimiento del dueño, y sin justa
causa de error, estará sujeto en todos los casos a perder lo suyo, y a pagar lo que más de esto
valieren los perjuicios irrogados al dueño; fuera de la acción criminal a que haya lugar, cuando ha
procedido a sabiendas.
Si el valor de la obra excediere notablemente al de la materia, no tendrá lugar lo prevenido en el
precedente inciso; salvo que se haya procedido a sabiendas.
57
CAPÍTULO 6. LA TRADICIÓN.
6.1 DEFINICIÓN.
Art. 670 CC. La tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas y consiste en la entrega que el
dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e intención de transferir el dominio, y por
otra la capacidad e intención de adquirirlo.
Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales.
De ella se desprende:
e. Además, es requisito para adquirir las cosas por prescripción ordinaria cuando se
invoca un título traslaticio de dominio
6.3 CARACTERÍSTICAS.
2. Puede ser a título gratuito o a título oneroso, según lo sea la causa que le sirve de
antecedente.
Así, para transferir el dominio de un patrimonio a otro serán necesarios dos actos:
(1) Un contrato o acto jurídico bilateral creador de obligaciones, que servirá de título (por
ejemplo, la compraventa); y,
(2) la tradición o modo de adquirir que consiste en un acto jurídico bilateral que extingue
obligaciones (así, al hacer la tradición de la cosa vendida, el vendedor transfiere el
dominio y al mismo tiempo extingue la obligación nacida del contrato de compraventa,
por lo que la tradición es “pago” en los términos del Art. 1.568 del Código Civil: el pago
efectivo es la prestación de lo que se debe).
59
6.5 REQUISITOS DE LA TRADICIÓN.
Art. 671 inc. 1º CC. Se llama tradente la persona que por la tradición transfiere el dominio de la cosa
entregada por él o a su nombre, y adquirente la persona que por la tradición adquiere el dominio de la
cosa recibida por él o a su nombre.
1. Debe ser dueño de la cosa o titular del derecho que transfiere: la tradición hecha por
quien no es dueño es válida, pero no transfiere el dominio, sino sólo los derechos
transferibles que tiene el tradente sobre la cosa. Pero si el tradente adquiere el dominio
con posterioridad, se entiende que el adquirente es dueño desde el momento de la
tradición (Arts. 682 y 683 CC).
2. Debe tener la facultad e intención de transferir el dominio: debe darse por supuesto
que debe tener capacidad de ejercicio o actuar habilitado conforme a la ley, como en todo
acto jurídico. Pero debe tener además la facultad de transferir el dominio, lo que no tiene
que ver con la capacidad, sino con otras circunstancias. Ej. Cónyuges no pueden celebrar
compraventa y su consecuente tradición.
60
2. CONSENTIMIENTO DEL TRADENTE Y DEL ADQUIRENTE.
Art. 672 CC. Para que la tradición sea válida debe ser hecha voluntariamente por el tradente o por su
representante.
Una tradición que al principio fue inválida por haberse hecho sin voluntad del tradente o de su
representante, se valida retroactivamente por la ratificación del que tiene facultad de enajenar la cosa
como dueño o como representante del dueño.
Art. 673 CC. La tradición, para que sea válida, requiere también el consentimiento del adquirente o de su
representante.
Pero la tradición que en su principio fue inválida por haber faltado este consentimiento, se valida
retroactivamente por la ratificación.
De acuerdo a la teoría general de los actos jurídicos, si falta la voluntad, el acto no existe,
o tiene un vicio de nulidad absoluta. Pero de acuerdo a los incs. 2º de los artículos
anteriores, la tradición en ese caso se puede ratificar, lo que parece absurdo. Lo que
ocurre en realidad es que estas disposiciones se refieren a la inoponibilidad de la tradición
hecha por quién no es dueño.
Art. 671 inc. 2, 3 y final CC. Pueden entregar y recibir a nombre del dueño sus mandatarios, o sus
representantes legales.
En las ventas forzadas que se hacen por decreto judicial a petición de un acreedor, en pública subasta, la
persona cuyo dominio se transfiere es el tradente, y el juez su representante legal.
La tradición hecha por o a un mandatario debidamente autorizado, se entiende hecha por o a el respectivo
mandante.
Hay quienes sostienen que en la venta forzada no hay tradición, porque falta la voluntad
del tradente. Pero esta voluntad la encontramos en el derecho de prenda general de los
acreedores: el deudor, al contraer una obligación, sabe que compromete todos sus bienes
al cumplimiento de la prestación. También por aplicación de la “ley del contrato”.
ERROR EN LA TRADICIÓN.
En cuanto a los vicios del consentimiento en la tradición, el legislador sólo ha regulado el
error. En los demás, se aplican las reglas generales. Clases de error:
De acuerdo al Art. 676 CC, este error acarrea la nulidad de la tradición. Esto
concuerda con el Art. 1453 CC, según el cual, el error sobre la identidad de la cosa
produce la nulidad absoluta, o como algunos piensan, la inexistencia del acto.
61
pague el deudor.
Si el error recae sólo sobre el nombre, la tradición es válida (Art. 676 inc. 2º CC).
Art. 675 CCC. Para que valga la tradición se requiere un título translaticio de dominio, como el de venta,
permuta, donación, etc.
Se requiere además que el título sea válido respecto de la persona a quien se confiere. Así el título de
donación irrevocable no transfiere el dominio entre cónyuges.
Art. 703 inc. 3. Son translaticios de dominio los que por su naturaleza sirven para transferirlo, como la
venta, la permuta, la donación entre vivos.
Si no hay título, no hay tradición. Para algunos, es el título el que requiere la tradición.
Crítica a la definición legal: en nuestro ordenamiento jurídico para adquirir el dominio se
requiere de un título y de un modo, por lo tanto un título por si solo jamás tendrá la
aptitud de transferir el dominio, es por ello que la definición del código es equivocada.
Títulos traslaticios: contratos que dan derecho a una parte para exigir a la otra que le
transfiera el dominio de la cosa.
Enumeración no exhaustiva:
- Compraventa.
- Permuta.
- Donación.
- Aporte en propiedad a una sociedad.
- Mutuo.
- Cuasi usufructo.
- Transacción cuando recae sobre un objeto no disputado.
- Novación.
- Para algunos la dación en pago (Alessandri opina que no).
El título debe ser válido en sí mismo y respecto de la persona a quien se confiere. Como
el título es el antecedente de la tradición, todo vicio en el título se extiende a ella.
4) ENTREGA DE LA COSA.
62
6.6 DIVERSAS CLASES DE TRADICIÓN.
La tradición de los derechos reales que recaen sobre una cosa corporal mueble se
hace conforme el enunciado del art. 684 CC, es decir; “Significando una de las
partes a la otra que le transfiere el dominio”.
Luego, el CC señala que aquello puede figurarse por diferentes medios, existiendo
diversas posturas doctrinarias acerca de cuáles son formas reales de hacer la
tradición, y cuáles son fictas.
a) Tradición real:
Art. 684. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una de las partes
a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por uno de los medios
siguientes:
1. Permitiéndole la aprensión material de una cosa presente;
2. Mostrándosela.
Para Alessandri, este N° 2 es una tradición ficta, pues la real consiste sólo en
entregar la cosa o permitir su aprehensión material.
b) Tradiciones fictas:
Art. 684. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una de las partes
a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por uno de los medios
siguientes:
3. Entregándole las llaves del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera en que esté guardada la
cosa;
4. Encargándose el uno de poner la cosa a disposición del otro en el lugar convenido.
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2. De larga mano: se finge alargada la mano hasta tomar posesión de un objeto
distante, o supone una mano bastante larga para tomar posesión de toda la
cosa.
Art. 684 CC. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una de las
partes a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por uno de los
medios siguientes:
2. Mostrándosela.
3. Por breve mano: el mero tenedor de una cosa llega a ser adquirente y dueño
de ella.
Art. 684 CC. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una de las
partes a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por uno de los
medios siguientes:
5. Por la venta, donación u otro título de enajenación conferido al que tiene la cosa mueble
como usufructuario, arrendatario, comodatario, depositario, o a cualquier otro título no
translaticio de dominio; y recíprocamente por el mero contrato en que el dueño se constituye
usufructuario, comodatario, arrendatario, etc.
• Las reglas del Art. 684 CC constituyen la regla general en materia de tradición.
Art. 685 CC. Cuando con permiso del dueño de un predio se toman en él piedras, frutos
pendientes u otras cosas que forman parte del predio, la tradición se verifica en el momento
de la separación de estos objetos.
Aquél a quien se debieren los frutos de una sementera, viña o plantío, podrá entrar a
cogerlos, fijándose el día y hora de común acuerdo con el dueño.
14
Otras formas de hacer la tradición de cosas muebles pueden ser por ejemplo las de los artículos
148 y 149 del Código de Comercio. En el primero el envío de las mercaderías por el vendedor al
comprador a su domicilio u otro lugar convenido importa tradición. En el segundo, la tradición se
entiende hecha por la entrega del conocimiento, carta de porte o factura ara las mercaderías en
tránsito; por el hecho de fijar su marca el comprador, con consentimiento del vendedor, en las
mercaderías; y por cualquier otro medio autorizado por el uso constante del comercio.
64
B) TRADICIÓN DE LOS DERECHOS REALES SOBRE UNA COSA CORPORAL INMUEBLE.
Art. 686 CC. Se efectuará la tradición del dominio de los bienes raíces por la inscripción del título
en el Registro del Conservador.
De la misma manera se efectuará la tradición de los derechos de usufructo o de uso constituidos en
bienes raíces, de los derechos de habitación o de censo y del derecho de hipoteca.
Acerca de la tradición de las minas se estará a lo prevenido en el Código de Minería.
Es necesario señalar que los derechos de uso y habitación son personalísimos, por
lo tanto su tradición no puede realizarse.
Art. 698 CC. La tradición de un derecho de servidumbre se efectuará por escritura pública en que el
tradente exprese constituirlo, y el adquirente aceptarlo: esta escritura podrá ser la misma del acto
o contrato.
Art. 699 CC. La tradición de los derechos personales que un individuo cede a otro se verifica por la
entrega del título hecha por el cedente al cesionario.
Art. 1901 CC. La cesión de un crédito personal, a cualquier título que se haga, no tendrá efecto
entre el cedente y el cesionario sino en virtud de la entrega del título.
65
Es necesario atender a la naturaleza del título:
1. Nominativo: Art. 1902 CC. “La cesión no produce efecto contra el deudor ni
contra terceros, mientras no ha sido notificada por el cesionario al deudor o
aceptada por éste.” (Esto es adicional a la entrega del Art. 1901 CC) Es la
tradición que está regulada en el Título XXV Libro IV CC.
El efecto natural es transferir el dominio o el derecho real constituido sobre la cosa. Pero
hay que distinguir diversas situaciones:
Se puede pedir la tradición de todo aquello que se deba, desde que no haya plazo
pendiente para su pago; salvo que intervenga decreto judicial en contrario (Art. 681)
66
1) Si el título es condicional.
2) Si hay plazo pendiente para el pago.
3) Si ha intervenido decreto judicial en contrario (se refiere a la retención del pago
del Art. 1578 CC, y al embargo del Art. 1464 N° 3 CC).
Art. 680 inciso 1 CC. La tradición puede transferir el dominio bajo condición suspensiva o resolutoria, con
tal que se exprese.
Art. 680 inciso 2 CC. Verificada la entrega por el vendedor, se transfiere el dominio de la cosa vendida,
aunque no se haya pagado el precio, a menos que el vendedor se haya reservado el dominio hasta el
pago, o hasta el cumplimiento de una condición.
Esta disposición, que se refiere a la cláusula de reserva del dominio, está en contradicción
con los Arts. 1873 y 1874 CC, que señalan que esta cláusula no produce otro efecto el de
la condición resolutoria tácita 5, operando de todos modos la tradición, pero sujeta a
condición resolutoria.
La solución está dada por el principio de especialidad: priman las disposiciones ubicadas
en el título de la compraventa.
4
Ambos libros dicen “cualquier condición resolutoria”, pero el Art. 1873 CC concede el derecho
alternativo de exigir el cumplimiento o la resolución, efecto que no se produce en la condición
resolutoria ordinaria.
67
CAPÍTULO 7. LA PRESCRIPCIÓN.
7.1 DEFINICIÓN.
Art. 2492 CC. “La prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones y
derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido dichas acciones y derechos durante
cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos legales.
Una acción o derecho se dice prescribir cuando se extingue por la prescripción.”
1. El tratamiento es conjunto porque hay reglas que son comunes para ambas. Hay un
elemento común: el transcurso del tiempo.
3. Razón psicológica: el legislador quiso cerrar el CC con esta institución que estabiliza y
garantiza los derechos contemplados en él.
7.2 IMPORTANCIA.
Ambos tipos de prescripción tienen elementos comunes: requieren del paso del tiempo, y
suponen una cierta inactividad del titular del derecho.
A ellos, se agregan ciertas reglas que la ley declara comunes. Estas son:
68
La sentencia que de por prescrita la acción o adquirido el dominio es declarativa de
prescripción. La pretensión (aspecto material del derecho) ya existía. En este sentido, la
inscripción de la sentencia que declara la prescripción es tan sólo un requisito de
oponibilidad (artículo 2.513)
En esta regla se presentan dos excepciones que precisamente por tener ese carácter son
agrupadas sistemáticamente por la doctrina dentro del instituto de la caducidad:
a. En materia penal: La pena y la acción penal pueden prescribir con la declaración del
juez, caso en que la declaración procede de oficio.
b. En materia civil: La prescripción del carácter ejecutivo de un título (artículo 442 CPC),
la acción ejecutiva prescribe en tres años, y subsiste dos años más como acción ordinaria.
Sin embargo, una vez cumplido el plazo sí puede renunciarse, puesto que entonces sólo
interviene el interés del prescribiente. La renuncia a la prescripción es un acto de
disposición. Por ello, el renunciante debe ser plenamente capaz, y – en caso que la
renuncia se realice por mandatario – éste requerirá actuar con poder de disposición
(artículo 2.495).
Con la aparición del Código Civil, y bajo influencia liberal, la norma general contenida en
el artículo 2.497 acabó con todos los privilegios vigentes hasta entonces. Es por ello que
actualmente la prescripción no conoce de inmunidades personales y opera en contra de
todas las personas, naturales o jurídicas, ya sean éstas de derecho público o de derecho
privado.
Aún cuando en esta materia prima el principio de igualdad, existe una institución de
protección: la suspensión, que actúa en favor de las personas señaladas en el artículo
2.509 (incapaces, mujer casada bajo el régimen de sociedad conyugal, herencia yacente
y entre cónyuges). Con todo, la suspensión sólo opera en la prescripción ordinaria, y no
en la extraordinaria.
69
7.4 GENERALIDADES DE LA PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA.
Es un modo de adquirir las cosas ajenas por haberse poseído durante cierto lapso, y
concurriendo los demás requisitos legales (Art. 2492 CC).
Por lo tanto, se requieren 2 elementos principales:
- Posesión.
- Tiempo.
1. Alcance.
Por prescripción se pueden adquirir las cosas corporales y los derechos reales, salvo
servidumbres discontinuas y continuas inaparentes.
2. Caracteres.
3. Requisitos:
Art. 2498 CC. “Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o muebles, que están
en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente exceptuados.”
70
Casos discutidos:
El tiempo exigido dependerá del tipo de prescripción de que se trate. Debiendo además
distinguirse el tipo de derecho de que se trata.
I. Prescripción ordinaria:
i) Bienes muebles: el plazo es de 2 años.
ii) Bienes inmuebles: el plazo es de 5 años.
15
Por la importancia de esta materia, y para efectos de mantener el orden y la coherencia del apunte,
las explicaciones relativas a la posesión están desarrolladas en el capítulo 8 de este apunte
71
A) PRESCRIPCIÓN ORDINARIA.
Art. 2507 CC. “Para ganar la prescripción ordinaria se necesita posesión regular no interrumpida, durante
el tiempo que las leyes requieren.”
Art. 2508 CC. “El tiempo necesario a la prescripción ordinaria es de dos años para los muebles y de cinco
años para los bienes raíces.”
Por lo tanto, para adquirir por prescripción ordinaria se requiere haber poseído
continuamente y durante el lapso que varía, dependiente si se trata de bienes muebles (2
años), o de bienes inmuebles (5 años). El plazo es continuo y de días completos.
B) PRESCRIPCIÓN EXTRAORDINARIA.
Art. 2511 CC. “El lapso de tiempo necesario para adquirir por esta especie de prescripción es de diez años
contra toda persona, y no se suspende a favor de las enumeradas en el artículo 2509.”
Art. 2510 CC. El dominio de cosas comerciales que no ha sido adquirido por la prescripción ordinaria,
puede serlo por la extraordinaria, bajo las reglas que van a expresarse:
1. Para la prescripción extraordinaria no es necesario título alguno.
2. Se presume en ella de derecho la buena fe, sin embargo de la falta de un título adquisitivo de dominio.
3. Pero la existencia de un título de mera tenencia hará presumir mala fe, y no dará lugar a la
prescripción, a menos de concurrir estas dos circunstancias:
1. Que el que se pretende dueño no pueda probar que en los últimos diez años se haya reconocido
expresa o tácitamente su dominio por el que alega la prescripción;
2. Que el que alega la prescripción pruebe haber poseído sin violencia, clandestinidad ni
interrupción por el mismo espacio de tiempo.
72
Es por ello que los números 1 y 2 de la norma que regula la prescripción extraordinaria
(artículo 2.510), se formulan sobre la base de los elementos constitutivos de la
prescripción regular, no estableciéndolos como necesarios, o bien, presumiéndolos. Así
tenemos:
La posesión del que alega prescripción debe revestirse de las características básicas a
toda posesión (exclusividad, continuidad, etc.)
Con el régimen de posesión inscrita esta prueba se ha simplificado. Antes el mero tenedor
y el poseedor se distinguían sólo por rasgos externos. Con la aparición de los sistemas
registrales no hay posesión sin inscripción y para que concurran los requisitos previstos
en regla 3° del Art. 2.510 se requiere que con el título de mera tenencia se haya
realizado una inscripción (lo que es completamente excepcional en la práctica).
La regla general es que con las mismas condiciones que el dominio se puedan adquirir por
prescripción los otros derechos reales (Art. 2.512).
Para adquirir los derechos, se requiere haberlos poseído, esto es, se debe haber actuado
como titular del derecho real (en el caso del usufructo, por ejemplo, haber actuado como
usufructuario).
Existen derechos reales respecto a los que la ley establece condiciones especiales para su
adquisición por prescripción, de manera que constituyen una excepción a la regla general.
Estos son el derecho de censo, el de herencia, y el de servidumbre
73
(a) Derecho real de censo y herencia: Para adquirirlos por prescripción se
requiere un lapso de diez años.
La norma del Art. 2.512 es equívoca respecto al derecho de herencia, ya que éste
sí puede adquirirse por prescripción ordinaria. Si al heredero putativo le ha sido
conferida la posesión efectiva, o el testamento ha sido reconocido judicialmente (si
se trata de un legatario putativo), el decreto y la sentencia les servirán de justo
título, respectivamente. Si estos justos títulos van acompañados de buena fe, es
posible adquirir por la prescripción ordinaria de cinco años (Art. 1.269, en relación
al Art. 704 N °4).
(b) Derecho real de servidumbre: Las servidumbres son el único derecho real que
no se encuentra sujeto al sistema registral. Éstas se prueban acorde a la regla del
Art. 925, y no a la del Art. 924: la posesión de una servidumbre se prueba por actos
materiales.
Sólo pueden adquirirse por prescripción las servidumbres que son aparentes y
continuas por prescripción adquisitiva de 5 años. Así, para adquirir por prescripción
una servidumbre, ésta debe reunir copulativamente los requisitos de apariencia y
continuidad (Art. 882).
Enunciado.
La posesión no debe estar conformada por actos aislados, sino que debe ser permanente.
Así, la posesión no sólo tiene que haberse adquirido y ser útil, sino que además debe ser
continua, esto es, que no exista disolución jurídica de la posesión. A la permanencia de la
posesión se opone la interrupción.
El que la posesión no sea interrumpida es un requisito que opera para ambos tipos de
prescripción (ordinaria y extraordinaria).
(b) Civilmente: Porque el que se pretende dueño interpone una acción judicial para
recuperar la cosa.
El efecto usual de la interrupción es la pérdida del tiempo que se hubo poseído con
anterioridad. Aún así, para cada tipo de interrupción existen reglas especiales que
74
impiden este efecto. La suspensión, por ejemplo, es una institución que sólo se aplica a la
prescripción ordinaria, y que tiene por objeto proteger a ciertas personas y se diferencia
de la interrupción en que no afecta el período anterior de posesión.
Art. 2501 CC. “Posesión no interrumpida es la que no ha sufrido ninguna interrupción natural o civil.”
1. Cuando sin haber pasado la posesión a otras manos, se ha hecho imposible el ejercicio de actos
posesorios, como cuando una heredad ha sido permanentemente inundada;
La interrupción natural de la primera especie no produce otro efecto que el de descontarse su duración;
pero la interrupción natural de la segunda especie hace perder todo el tiempo de la posesión anterior; a
menos que se haya recobrado legalmente la posesión, conforme a lo dispuesto en el título De las acciones
posesorias, pues en tal caso no se entenderá haber habido interrupción para el desposeído.
Se produce cuando la posesión cesa, y puede deberse a dos causas. Estas son:
(i) Que la posesión se haya hecho imposible (artículo 2.502 N° 1): Esto implica que
sobre la cosa no se puedan realizar actos posesorios. Es un caso en que, por
pérdida del corpus, se hace imposible la posesión porque la cosa queda
desvinculada la realización de actos posesorios.
(ii) Que un tercero entre en posesión (artículo 2.502, N° 2): Cuando un tercero entra
en posesión, el que la tenía la pierde. Ello no obsta que ésta pueda recuperarse
mediante las acciones posesorias, ya que -de hacerlo- se entiende que no ha habido
interrupción (artículo 2.502 inciso 2°).
La interrupción natural puede ser alegada por cualquiera que tenga interés.
Art. 2503 CC. Interrupción civil es todo recurso judicial intentado por el que se pretende verdadero dueño
de la cosa, contra el poseedor.
Sólo el que ha intentado este recurso podrá alegar la interrupción; y ni aun él en los casos siguientes:
En estos tres casos se entenderá no haber sido interrumpida la prescripción por la demanda.
Supone un acto del dueño de la cosa que se posee, más concretamente, de la interposición
de un recuso judicial.
Efectos que produce la interrupción civil. Si el fallo que resolvió el litigio es favorable al
propietario, el poseedor pierde definitivamente la posesión; si es favorable al poseedor,
se entiende que no se ha interrumpido la prescripción.
• Es la detención del transcurso del plazo mientras dura la causa suspensiva; pero
desaparecida ésta, el plazo continúa y el período anterior a la suspensión se agrega al
posterior a la cesación de la misma.
(b) Mujeres casadas bajo régimen de sociedad conyugal (artículo 2.509, N° 2),
excepto cuando estén parcialmente separadas de bienes o divorciadas, respecto
de los bienes que ellas administran.
Por su parte, en virtud del Art. 2.509, respecto a los bienes que son administrados
77
por la mujer, aún estando ésta casada en comunidad de bienes, la suspensión no
produce efecto.
Art. 2.509 inc. final: “La prescripción se suspende siempre entre cónyuges”.
Razones:
78
Diferencias entre interrupción y suspensión.
1. Efecto propio:
- Interrupción: se pierde todo el tiempo anterior.
- Suspensión: sólo se descuenta el tiempo de su duración.
2. Origen:
- Interrupción: hecho externo, ya sea de la naturaleza o del hombre. Los incapaces
deben alegar la prescripción por medio de sus representantes.
- Suspensión: tiene su fuente en la ley, y está establecida en atención a la calidad del
propietario, no requiriéndose un hecho externo. El objeto de la suspensión es evitar
que se perjudiquen los intereses de los incapaces por negligencia de sus
representantes.
4. Alcance:
- Interrupción: se aplica a prescripción ordinaria y extraordinaria.
- Suspensión: se aplica sólo a la ordinaria, salvo el caso de los cónyuges, en que se
discute.
Por prescripción se adquiere el dominio de las cosas, por tanto nace para el prescribiente
(la prescripción produce sus efectos desde que es declarada judicialemente):
1. Una acción para exigir la restitución de la cosa en caso de ser privado de la posesión.
79
7.7 PRESCRIPCIÓN CONTRA TÍTULO INSCRITO.
Art. 2505 CC. “Contra un título inscrito no tendrá lugar la prescripción adquisitiva de bienes raíces, o de
derechos reales constituidos en éstos, sino en virtud de otro título inscrito; ni empezará a correr sino
desde la inscripción del segundo.”
2) El Art. 2510 CC, que rige la prescripción extraordinaria, no exige título alguno, y
presume de derecho la buena fe aunque falte el título.
3) El Art. 2510 CC es una norma excepcional que prima sobre el Art. 2505 CC.
80
CAPÍTULO 8. LA POSESIÓN
1. Definición.
Art. 700 CC. “La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o dueño, sea que el
dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la tenga en lugar y a
nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.”
Lo normal es que propiedad y posesión vayan juntas; por eso el legislador reputa dueño
al poseedor.
2. Elementos.
Son dos:
- Puede ocurrir que exista un poseedor sin la tenencia material de la cosa (el
arrendador, por ejemplo). En estas situaciones el ánimo de señor y dueño se
aprecia en el título, advirtiéndose que el elemento material no es el determinante
en la posesión.
En este sentido, es posible incluso perder la tenencia de una cosa y continuar
siendo poseedor, como sucede - por ejemplo - cuando el poseedor de una cosa
mueble ignora accidentalmente su paradero (art. 727).
Si se entiende la posesión desde la perspectiva del derecho, ya sea del enfoque clásico de
los derechos subjetivos, entendiéndola como un "poderío del titular sobre la cosa"; o bien
como un "ámbito de interés jurídicamente protegido" pareciera que la posesión no puede
ser calificada como un derecho.
(a) De entenderse el derecho como un poderío, la posesión no puede ser vista como
derecho subjetivo, ya que ningún caso resiste ante la acción del propietario.
La posesión debe ser entendida como una situación de hecho que produce consecuencias
jurídicas, pero que cede ante el propietario.
Cada uno de los efectos de la posesión puede explicarse sin concebir la posesión como un
derecho. Así, por ejemplo, el que la posesión opere como presunción de dominio no es
sino la protección a la buena fe, a una apariencia de derecho.
82
ha variado, ya que se ha considerado que los efectos de la posesión constituyen una
situación de derecho, siendo procedente la casación respecto de ellos.
(b) Para la teoría moderna u objetiva, no hay un animus especial; aun la mera
tenencia supone voluntad. El elemento es común a ambas, y consiste en servirse
de la cosa para las necesidades.
5. Alcances.
• Nuestro Código Civil asume la doctrina tradicional. En el artículo 700, la posesión
es definida a partir de la suma de ambos elementos (el ánimo de señor y dueño, junto
con la aprehensión material sobre la cosa). Esta postura subjetiva también puede
apreciarse en otras disposiciones, como el artículo 716 (en relación al 2.510, Nº 3), y el
918.
• Es aplicable a cosas corporales e incorporales, lo que se desprende del Art. 715 CC.
Art. 715. La posesión de las cosas incorporales es susceptible de las mismas calidades y vicios que la
posesión de una cosa corporal.
Art. 700. Inc. 2: El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.
4. La posesión regular hace al poseedor dueño de los frutos que produzca la cosa
(Art. 646 CC)
- En bienes muebles, deberá acreditarse que estaba en poder material con ánimo
de dueño.
- En bienes raíces que subsiste la inscripción (arts. 728, 924 y 2.505).
II. También esta relación se justifica a fin de proteger al tercero que se encuentra de
buena fe. La ley confía en la situación de apariencia que existe en la posesión y, además,
84
recompensa a quien ha poseído de buena fe en distintos ámbitos:
• Las acciones posesorias ponen remedio inmediato ante una situación de hecho,
pero no conceden derechos permanentes (en este sentido se asimilan a la acción
de protección constitucional y a la acción de amparo o habeas corpus).
III. Finalmente, la protección a situaciones de hecho se justifica por una razón de paz
social: se busca evitar la autotutela protegiendo los derechos por la vía legal y no a mano
propia.
• Por eso, la posesión y su protección también encuentran un fundamento en un
principio de juridicidad: se busca que el dueño haga valer sus derechos por la vía
jurídica y no mediante formas de autotutela.
En términos generales, es posible distinguir cuatro posiciones en las que una persona
puede estar respecto de un bien:
1. Propiedad: La persona tiene un derecho real sobre la cosa, en los términos que
establece el art. 582 CC.
2. Posesión: La persona tiene la cosa con ánimo de señor y dueño o, en aquellos bienes
sujetos al sistema registral, es titular de una inscripción vigente.
3. Mera tenencia: La persona tiene la cosa, pero reconoce dominio ajeno.
4. Precario: La persona tiene la cosa, sin previo contrato, y por ignorancia o mera
tolerancia del dueño. Es necesario acotar que esta última posición es de creación
doctrinaria, aunque tiene su sustento normativo en el art. 2195 incº2 CC.
1. Propiedad y posesión.
El derecho de dominio está protegido por la acción reivindicatoria o de dominio (art. 889).
Con todo, el poseedor que está en vía de ganar el dominio por prescripción puede ejercer
la acción reivindicatoria contra terceros distintos del dueño (acción publiciana, art. 894).
Semejanzas de la posesión con la propiedad.
1. Ambas son exclusivas, lo que no obsta a la existencia de coposeedores, así como
hay copropietarios.
2. El dominio está protegido por una acción real (reivindicatoria), que tiene un
largo plazo de prescripción; la posesión, por las acciones posesorias, que tiene
corto plazo de prescripción.
3. El dominio sólo se puede adquirir por un modo; se puede poseer por varios
títulos (Art. 701 CC).
Si bien la posesión y el dominio suelen coincidir, esto no necesariamente será así en todos
los casos. Así, es perfectamente posible pensar en varias situaciones en las que nos
encontremos con un dueño no poseedor y, recíprocamente, con un poseedor no dueño.
1. Ejemplo de poseedor no dueño: el art. 1815 CC establece que la venta de cosa ajena
vale. Luego, como vimos en el capítulo 6, la tradición hecha por el vendedor respecto
a la cosa ajena, en relación al art. 683 CC, constituye al adquirente en poseedor.
Finalmente, según lo establece el art. 682 CC, el adquirente no adquiere el dominio.
Así, quien compra una cosa mueble ajena, se constituye como poseedor no dueño
desde el momento en que se le hace la tradición.
2. Ejemplo de dueño no poseedor: En el mismo ejemplo de la venta de cosa ajena, el
dueño de la cosa vendida pierde la posesión de la misma desde que el tercero entra
en ella.
En estos casos se aprecia claramente la función consolidadora de la prescripción adquisitiva
respecto de las situaciones jurídicas de hecho.
86
8.3.2. LA MERA TENENCIA
Art. 714 CC. Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino en lugar o a
nombre del dueño. El acreedor prendario, el secuestre, el usufructuario, el usuario, el que tiene el derecho
de habitación, son meros tenedores de la cosa empeñada, secuestrada, o cuyo usufructo, uso o habitación
les pertenece.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo dominio ajeno.
1) Teniendo un derecho real sobre la cosa, pero siendo dueño otra persona.
2) Teniendo un derecho personal respecto de la cosa.
• El mero tenedor carece de la protección de las acciones posesorias, las que están
reservadas para el poseedor y el dueño de la cosa (si posesión y dominio
coinciden). La única acción que puede ejercer por sí mismo es la querella de
restablecimiento, que procede en el caso que sea privado violentamente de la mera
tenencia (art. 928).
PROTECCIÓN JURÍDICA
Art. 716 CC. El simple lapso de tiempo no muda la mera tenencia en posesión; salvo el caso del artículo
2510, regla 3.
87
Aparentemente habría una excepción a este principio en la norma del artículo 2.510 Nº 3,
que dispone que la existencia de un título de mera tenencia dará lugar a la prescripción
adquisitiva extraordinaria cuando concurran simultáneamente dos circunstancias:
1. Que el que se pretende dueño no pueda probar que en los últimos 10 años se haya
reconocido expresa o tácitamente su dominio por el que alega la prescripción; y
2. Que el que alega la prescripción pruebe haber poseído sin violencia, clandestinidad ni
interrupción por el mismo espacio de tiempo.
De estas dos exigencias la doctrina desde antiguo ha señalado que se desprende que la
norma presupone que, durante el transcurso intermedio de tiempo, ha tenido lugar un
hecho del que no se tiene prueba (un contrato, por ejemplo) que ha convertido al mero
tenedor en poseedor. Por ello, está regla no constituye un medio de sanear la mera
tenencia porque no basta el sólo transcurso del tiempo.
Art. 716. El simple lapso de tiempo no muda la mera tenencia en posesión; salvo el caso del artículo
2510, regla 3ª. (La excepción señalada es aparente)
Art. 730 inc. 1º. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por dueño de
ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos que el usurpador
enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien se enajena adquiere la posesión
de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.
88
adquiere la misma calidad que tenía el tradente.
La vía más cercana que el mero tenedor tiene para amparar su posición está dada por las
acciones que emanan del título en cuya virtud ha obtenido la mera tenencia.
- Si el tenedor está a título personal tiene las acciones emanadas de su derecho. Así,
por ejemplo, el arrendatario tendrá a su haber las acciones emanadas del contrato de
arrendamiento.
- Si el mero tenedor está a título real, puede utilizar la acción reivindicatoria para
amparar su derecho (en cuanto tiene el dominio sobre este).
El mero tenedor carece de las acciones posesorias. Aun así la jurisprudencia chilena,
intuitivamente, lo ha protegido frente a situaciones de intervención llevadas a cabo por el
propietario o por terceros, en virtud del reconocimiento de una titularidad sobre los
derechos personales. La acción cuya aplicación ha expandido la jurisprudencia con tal fin
es la acción constitucional de protección.
8.3.3 EL PRECARIO
El precario, la cuarta posición jurídica en la que una persona puede estar respecto de un bien,
es una figura de construcción doctrinaria y jurisprudencial. Como se verá más adelante, la
necesidad del desarrollo de esta figura surgió en torno a las dificultades para la protección
del dominio. En particular, dada la tecnificación de la posesión que describimos más arriba,
la aprehensión material de un inmueble inscrito no priva al dueño de la posesión ni se la da
al ocupante. En este contexto, los requisitos de la acción reivindicatoria no se cumplirían,
pues esta debe dirigirse contra el actual poseedor. De esta manera, para no dejar al dueño
en la indefensión, la doctrina elabora la figura del precario.
La base normativa para el desarrollo de la figura del precario está en el art. 2195 CC, que en
su inciso segundo establece que “constituye también precario la tenencia de una cosa ajena,
sin previo contrato y por ignorancia o mera tolerancia del dueño”. Así, quien detenta
materialmente un inmueble inscrito a nombre de otro puede ser descrito como precario, pues
no tiene título alguno, no tiene la posesión, y se encuentra en la finca ocupada solo por la
ignorancia o tolerancia del dueño16.
De esta manera la noción de precario corresponde a una relación de hecho de una persona
respecto de un bien y no una relación contractual como lo son el comodato y el comodato
precario. Es por ello que puede criticarse la ubicación de esta definición en el libro IV y
particularmente en las normas del comodato17, siendo que debiese ser definida en el libro II.
16
Para la acción de precario, ver anexo al final
17
Cfr. HALABÍ, Fuad; SAFFIRO, Carlos. La acción de precario ante la doctrina y Jurisprudencia. Óp.
Cit. p. 4 y ss.
89
8.4 COSAS SUSCEPTIBLES DE POSESIÓN
• La posesión sólo puede recaer en cosas determinadas (art.700). Los géneros no son
susceptibles de posesión.
• Las cosas determinadas pueden ser corporales e incorporales (art. 715). Las cosas
incorporales, a su vez, pueden ser derechos reales o personales. Se plantea la duda
acerca si es posible o no la posesión en cosas incorporales.
Se ha planteado desde antiguo que el problema de si las cosas incorporales, esto es, las
que consisten en meros derechos (artículo 565 del Código Civil) pueden ser objeto de
posesión. Dichas cosas o meros derechos pueden ser reales o personales (artículo 576 del
Código Civil) y el artículo 715 establece claramente que "la posesión de las cosas
incorporales es susceptible de las mismas calidades y vicios que la posesión de una cosa
corporal". Como la norma no ha hecho distingo alguno, se ha sostenido la hipótesis de
que, en consecuencia, tanto los derechos reales como los derechos personales pueden ser
objeto de posesión y que esta posesión puede ser también regular o irregular y, aun,
violenta y clandestina.
v Los derechos personales son susceptibles de posesión: Entre nosotros, don Alfredo
Barros Errázuriz ha planteado este punto de vista, y últimamente, Fernando Rozas
Vial. Los principales argumentos que se esgrimen son los siguientes:
1. El artículo 715 del Código Civil no hace distingo alguno entre derechos reales y
derechos personales, de modo que ambos están comprendidos en esta disposición.
3. Rozas Vial afianza su punto de vista con un ejemplo: “Si una persona se hace pasar
por mandatario de otra y cede un crédito de ésta a un tercero, creemos que dicho tercero
puede ganar por prescripción este crédito”.
90
admitió la posesión de los derechos personales).
2. El Mensaje del Código Civil señala textualmente: “El usufructuario no posee la cosa
fructuaria, es decir, no inviste ni real ni ostensiblemente el domino de ella; posee sólo el
usufructo de ella, que es un derecho real y por consiguiente susceptible de posesión. Pero
el arrendatario de una finca nada posee, no goza más que de una acción personal para la
conservación de los derechos que le ha conferido el contrato. Aquí la voluntad e intención
del autor del Código quedan de manifiesto, puesto que descarta de plano la posesión de
un derecho personal;
3. En cuanto al artículo 1576 inciso 2° del Código Civil, que se refiere al poseedor del
crédito, corresponde a la situación que se origina cuando una persona es la detentadora
de la materialidad del título y, dado el hecho de que éstos pueden ser al portador o estar
endosados en blanco cuando son “a la orden”, no parece extraño que se disponga que es
válido el pago hecho a quien es aparentemente acreedor porque justifica su derecho con
la materialidad del título;
5. El ejemplo con que intenta Rozas Vial explicar su concepción no nos parece el más
feliz. En efecto, si una persona se hace pasar por mandatario de otra sin serlo y cede en
tal carácter un crédito, el acto es inoponible al verdadero acreedor y el cesionario nada
adquiere. El transcurso del tiempo no mejora su situación y sigue siendo un tercero sin
derecho alguno a exigir el cumplimiento de la obligación;
6. A juicio nuestro, hay razones más sólidas para pensar que no es posible constituir
posesión sobre los derechos personales o créditos. Todo derecho personal es una
obligación, mirado desde el punto de vista del deudor. Así lo define formalmente el
artículo 578 del Código Civil. Ahora bien, no se concibe cómo puede una persona terminar
obligada para con otra en razón de una apariencia –posesión de un crédito- que se
consolida a través del tiempo. Las obligaciones tienen fuentes precisas que expresa la ley
(contrato, cuasicontrato, delito, cuasidelito, ley, declaración unilateral de voluntad). Se ha
dicho que las obligaciones emanan, en definitiva, ya de la ley o de la convención. En
estas fuentes no cabe la prescripción del derecho personal, puesto que ellos significaría
91
obligar al deudor convirtiendo la apariencia en realidad por el solo efecto del tiempo,
hecho inaceptable como fuente de las obligaciones.
7. Si existiese posesión sobre derechos personales, forzoso sería concluir que cuando
una persona concede una renta o pensión voluntaria sin existir obligación legal o
convencional de proporcionarla, el beneficiario sería poseedor de ella y, por consiguiente,
podría adquirir por prescripción adquisitiva. De este modo, una liberalidad podría conducir
al nacimiento de una obligación civil que no tendría otra causa que el gesto humanitario
del donante.
8. Si en nuestra ley hubiere posesión sobre los derechos personales, ella conduciría a
la prescripción adquisitiva. Sin embargo, el artículo 2498 del Código Civil dice
expresamente: “Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones legales.
Se gana de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente
exceptuados”. No hay duda que esta regla distingue entre cosas corporales e
incorporales, y al referirse a estas últimas se limita a los derechos reales, excluyendo los
derechos personales.
9. El artículo 2512 del Código Civil vuelve sobre la prescripción de las cosas
incorporales, pero siempre con referencia a los derechos reales: “Los derechos reales se
adquieren por la prescripción de la misma manera que el dominio, y están sujetos a las
mismas reglas, salvas las excepciones siguientes: 1° El derecho de herencia y el de censo
se adquieren por la prescripción extraordinaria de diez años. 2° El derecho de
servidumbre se adquiere según el artículo 882”. Esta disposición excluye también toda
referencia a los derechos personales y los casos de excepción que solamente están
relacionados con derechos reales;
11. Por último, digamos que la prescripción tiene un fundamento básico. Este consiste
en el propósito del legislador de transformar las situaciones de hecho, que son públicas,
ostensibles y socialmente objetivas, en situaciones de derecho.
• Las leyes de propiedad industrial e intelectual no dan pie a una afirmación o negación
del régimen posesorio, de modo que se debe determinar si la naturaleza de los bienes
inmateriales se opone o no a la posesión.
• En inicio, al menos por extensión, pareciera que les resultan aplicables las normas
sobre posesión, ya que una venta nula - por ejemplo - habilita a quien adquiriere para
ganar el dominio por prescripción. En el fondo, la finalidad de las normas sobre posesión
es consolidar situaciones jurídicas y proteger la apariencia de derecho.
92
pecuniario: su naturaleza es incompatible con la realización de actos posesorios.
No constituyen posesión.
b) Los actos de mera tolerancia que no resultan gravamen (Art. 2499 incs. 1º y 3º
CC). No puede prescribir quien se aprovecha de estos actos.
1. REGULAR
2. IRREGULAR
3. VICIOSAS: I) VIOLENTA
II) CLANDESTINA
1. ÚTIL
2. INÚTIL
a) Por un lado está la doctrina mayoritaria que cree que esta clasificación no es
acogida por el Código Civil, y que todo tipo de posesión incluso las viciosas sirven
para adquirir por prescripción.
c) El profesor Víctor Vial18, también cree que debe hacerse la distinción entre
posesiones útiles inútiles, pero atiende a un criterio diferente. Cree que son
posesiones útiles aquellas que van aparejadas de acto posesorios, es decir actos
positivos a que sólo hubiera tenido derecho el dueño. Y considera que son posesiones
inútiles aquellas que no van acompañadas de este tipo de actos. En este sentido,
no identifica las posesiones inútiles con las posesiones viciosas, ya que para él, un
poseedor violento podrá adquirir por prescripción en la medida que realice actos
posesorios. No así el poseedor clandestino que al permanecer ocultos no podrá
realizar actos posesorios positivos. Sustenta su postura en el art. 2502 n°1 CC que
haciendo referencia a la interrupción natural menciona la hipótesis en que sin haber
pasado la posesión a otras manos, se ha hecho imposible el ejercicio de actos
posesorios. Defiende también la distinción entre posesión útil e inútil por los
requisitos exigidos por el art. 894 CC (acción publiciana) que es otorgada: 1. A quien
Ha perdido la posesión regular de la cosa, y 2. Se hallaba en el caso de poder ganar
por prescripción. Señala el profesor Vial que si todas las posesiones permitieran
ganar por prescripción éste último requisito, estaría demás.
1. Definición.
Art. 702 incs. 2 y 3 CC. Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de
buena fe; aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión. Se puede ser por consiguiente
poseedor regular y poseedor de mala fe, como viceversa el poseedor de buena fe puede ser poseedor
irregular.
Si el título es translaticio de dominio, es también necesaria la tradición.
2. Requisitos.
1) Justo Título
2) Buena fe incial
3) Si el título es traslaticio de domino: tradición
3. El poseedor regular se hace dueño de los frutos siempre que esté de buena fe a la
época de la percepción (Art. 646 CC).
Ver VIAL, Víctor. “La Tradición y la Prescripción Adquisitiva como Modo de Adquirir el Dominio”.
18
(a) Título Falsificado (art. 704, Nº 1): La falsificación puede ser de distintas clases:
(b) Título dado por un mandatario que no lo es (art. 704, Nº 2): Pueden presentarse dos
situaciones:
El efecto de los actos celebrados con extralimitación en los poderes del mandato es
95
que no se transfiere la propiedad y, además, ni siquiera se concede la posesión
regular sobre la cosa (no se tiene justo título).
(c) Título que adolece vicio de nulidad (art. 704, Nº 3): Basta que exista el vicio de
nulidad para que el título sea injusto.
Lo anterior justifica que, aún cuando la nulidad no haya sido declarada (o habiendo
transcurrido el tiempo necesario para que la acción de nulidad prescriba), el título
sea injusto.
La acción de nulidad opera con efecto retroactivo. Una vez declarada, se estima
que nunca ha habido título. Un acto que adolece vicio de nulidad relativa puede ser
ratificado (art. 705).
(d) Título putativo (art. 704, Nº 4): En general, las situaciones de apariencia no dan
lugar a un justo título. En materia posesoria, el título aparente no es suficiente para
obtener la posesión regular.
La putatividad del título puede obedecer, entre otras, a las siguientes situaciones:
ii. Cuando existe una persona con un derecho y aparece otra con un derecho
preferente.
1. Debe tener aptitud suficiente para atribuir el dominio. No la tienen los títulos que
importan reconocimiento de dominio ajeno.
96
Art. 704 CC. “No es justo título:
1.º El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que se pretende;
4.º El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es en realidad heredero; el del legatario
cuyo legado ha sido revocado por un acto testamentario posterior, etc.
Sin embargo, al heredero putativo a quien por decreto judicial se haya dado la posesión efectiva, servirá
de justo título el decreto; como al legatario putativo el correspondiente acto testamentario que haya sido
judicialmente reconocido.”
El Art. 704 CC también considera como título injusto: “2.º El conferido por una persona
en calidad de mandatario o representante legal de otra sin serlo;…”. Pero si la misma
persona se atribuye la calidad de dueño de la cosa, el título es justo, pues no se toma en
consideración si la persona de quien emana es verdaderamente propietario:
Clases de títulos.
Art. 703 inc. 1º CC. “El justo título es constitutivo o translaticio de dominio.”
(1) Título constitutivo de dominio: es el que da origen al dominio, esto es, sirve para
constituirlo originariamente. Produce al mismo tiempo la adquisición del dominio y la
posesión. Si le falta algún requisito para originar el dominio, concede sólo la posesión y es
su título.
Art. 703 inc. 2º CC. “Son constitutivos de dominio la ocupación, la accesión y la prescripción.”
Art. 703 inc. 3º CC. “Son translaticios de dominio los que por su naturaleza sirven para transferirlo, como
la venta, la permuta, la donación entre vivos.”
97
Ya vimos antes una enumeración más completa.
- Art. 703 inc. final CC. “Las transacciones en cuanto se limitan a reconocer o
declarar derechos preexistentes, no forman nuevo título; pero en cuanto transfieren la
propiedad de un objeto no disputado, constituyen un título nuevo.” Por tanto, en este
último caso, constituye un título traslaticio, pero no la transacción propiamente tal, sino la
cláusula contractual que se le agrega.
La adjudicación es el acto por el cual el derecho de cada comunero sobre la cosa o cosas,
se singulariza en forma exclusiva con relación a un bien.
Según la disposición, estos actos son títulos traslaticios. Pero de otras disposiciones
resulta que la adjudicación tiene un carácter meramente declarativo (Arts. 718 y 1344
CC), y no sería un título de posesión. Hay 3 explicaciones para lo dicho por el Art. 703
CC:
a) El legislador quiso decir que era un título derivativo, que supone un dominio antes
existente, en contraposición a los títulos constitutivos.
b) El legislador se refiere al caso en que el adjudicatario es un tercero, y no uno de los
comuneros.
c) En el precepto del proyecto original se aludía a una adjudicación en juicio ejecutivo,
en que efectivamente hay título traslaticio.
Pero hay autores que sostienen que efectivamente la adjudicación es título de posesión.
98
8.5.1.2 BUENA FE.
Concepto.
Art. 706 inc. 1º CC. “La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios
legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio.”
Art. 706 incs. 3º y final CC. “Un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe.
Pero el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que no admite prueba en
contrario.”
Justo error de hecho: aquel que resulta excusable en relación a las circunstancias concretas
del caso o, en otras palabras, aquel respecto del cual no era exigible tener un conocimiento
cabal y verdadero.
En cuanto al error de derecho, la presunción es consecuencia del Art. 8º CC, y se refiere
sólo a la posesión, no es de aplicación general.
Art. 707 CC. “La buena fe se presume, excepto en los casos en que la ley establece la presunción
contraria.
En todos los otros la mala fe deberá probarse.”
8.5.1.3 TRADICIÓN.
99
8.5.2 POSESIÓN IRREGULAR
1. Concepto.
Art. 708 CC. “Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos señalados en el artículo
702.”
Es decir, la posesión irregular está definida por descarte en el Art. 708: es aquella que no
es regular, sea porque se carece de justo título, buena fe o no se ha efectuado tradición.
2. Las ventajas que otorga son pocas. Los derechos del poseedor irregular son:
3. Puede amparar su posesión con las acciones posesorias (art. 918), de la misma forma
que puede hacerlo el poseedor regular.
Concepto.
19
Recordar discusiones relativas a si las posesiones viciosas habilitan para adquirir por
prescripción.
100
1. Posesión violenta:
Art. 711 CC. “El que en ausencia del dueño se apodera de la cosa, y volviendo el dueño le
repele, es también poseedor violento.
La violencia, al igual que la fuerza, puede ser actual o inminente. Para que sea inminente
basta la existencia de una amenaza seria e ilegítima (art. 1456).
Es indiferente quién ejerce la violencia y contra quién la ejerce. Así, la violencia vicia la
posesión indistintamente:
- si es ejercida por la persona misma, sus mandatarios, o con su consentimiento;
- y también vicia la posesión la violencia ejercida en contra el dueño de la cosa, su
poseedor, o el mero tenedor (art. 712).
La doctrina chilena ha afirmado que la violencia es un vicio relativo: sólo puede ser
invocado por quien la padece. Habría una relación personal entre quien sufre la
violencia y quien la ejerce.
No obstante, hay razones para pensar que éste es un vicio absoluto. A saber:
(i) Una razón conceptual está dada por la posibilidad de que violencia sea
ejercida contra quien no tiene el título de poseedor. Al considerar la violencia como
un vicio relativo, la posesión obtenida por la fuerza en estas circunstancias sería
legítima contra quien sí tiene derechos.
(ii) La posesión es violenta con indiferencia del sujeto contra el que se ejerza
(art 712). Esto lleva necesariamente a pensar que se trata de una relación absoluta.
(iii) En el Código Civil hay una tendencia a pensar que la fuerza es una excepción
real. En la fianza, por ejemplo, el fiador podría ejercer la acción frente a la violencia
ejercida contra el deudor principal (art. 2.354).
(i) Art. 918: Para obtener la protección de las acciones, se requiere haber
101
poseído tranquilamente durante el lapso de un año. Pareciera que quien ha tenido
la posesión pacífica durante un año puede ejercer las acciones posesorias.
(ii) Art. 920: Las acciones posesorias prescriben al cabo de un año, contado
desde el acto de molestia, embarazo, o privación de la posesión. El inciso tercero
de este artículo indica que si la nueva posesión ha sido violenta o clandestina, se
contará el plazo desde que haya cesado el vicio.
Explicación que dan algunos: el vicio es temporal sólo para efectos de conceder
posteriormente acciones posesorias, pero permanente en cuanto a la posesión misma,
que no conduce a la prescripción, para quienes creen en la teoría de las posesiones
inútiles.
Quien adquiere de un poseedor violento puede ser poseedor regular si reúne los
requisitos de buena fe, justo título, y tradición (si el título es translaticio de
dominio).
2. Posesión clandestina:
Art. 713 CC. “Posesión clandestina es la que se ejerce ocultándola a los que tienen derecho para oponerse
a ella.”
102
(ii) Es un vicio de ejercicio, la posesión clandestina se ejerce ocultándola.
Sólo una acción puede ser ejercida por los poseedores viciosos: la querella de
restablecimiento (art. 928). Para ser protegido por ella, al poseedor le basta probar el
despojo violento.
• El que la posesión viciosa sea inútil no significa que el poseedor anterior conserve su
posesión sobre la cosa, al contrario, la pierde. La ley no exceptúa que con el comienzo de
una posesión inútil el antiguo poseedor no vea su posesión interrumpida (art 726).
• El principio es que la posesión se pierde cuando otro entra en ella (art. 2502, Nº. 2).
Aun así, esta puede recuperarse mediante acciones posesorias o reivindicación. Si el
Es intransmisible:
a) Art. 688 CC: es la ley la que confiere la posesión al heredero, que comienza en
él; no la recibe de su causante.
c) Art. 717 inc. 1º CC. “Sea que se suceda a título universal o singular, la
posesión del sucesor, principia en él, a menos que quiera añadir la de su antecesor
Es intransferible:
a) Art. 717 CC: no distingue si quien sucede a título singular lo hace por causa de
muerte o por acto entre vivos.
b) Art. 2500 inc. 1º CC. “Si una cosa ha sido poseída sucesivamente y sin
interrupción por dos o más personas, el tiempo del antecesor puede o no agregarse
al tiempo del sucesor, según lo dispuesto en el artículo 717.” Si se le da la opción
de agregar el tiempo, es porque ambas posesiones son distintas.
c) Art. 683 CC. “La tradición da al adquirente, en los casos y del modo que las
leyes señalan, el derecho de ganar por la prescripción el dominio de que el tradente
carecía, aunque el tradente no haya tenido ese derecho.”
Es por ello que las enajenaciones que haya llevado a cabo cada uno de los comuneros de
la cosa que se poseía proindiviso subsisten sobre su cuota y - de excederla - se
consideran enajenaciones de cosa ajena (son inoponibles a los demás y sólo pueden
subsistir con la voluntad de ellos).
Es por ello que la ley se preocupa de precisar cuándo se pierde y adquiere la posesión.
Con este fin, se ha distinguido entre los inmuebles inscritos y los muebles e inmuebles no
inscritos.
104
En los casos de apoderamiento vicioso no se adquiere una posesión útil. La duda es si se
pierde la posesión antigua. Esta situación queda sin resolver salvo un caso: el
apoderamiento vicioso de un bien inmueble no inscrito (art. 729). Al parecer, por su
carácter excepcional, la regla anterior únicamente se aplicaría a este tipo de bienes como
sanción hacia quienes no recurren a la inscripción.
• Hay una serie de bienes sujetos a un estatuto especial de inscripción. Se han creado
registros para cosas corporales muebles en los que la inscripción no implica garantía de
posesión, ni el traspaso del dominio se efectúa por ellas (en automóviles, por ejemplo, la
inscripción es un requisito de oponibilidad, pero la tradición se hace por alguna de las
formas del art. 684).
• El hecho de que deba haber sólo un poseedor no obsta a que la posesión pueda
tenerse a varios títulos (que no se opongan).
POSESIÓN PRO-INDIVISO
105
8.8 ADQUISICIÓN, CONSERVACIÓN Y PÉRDIDA DE LA POSESIÓN.
En términos generales, la posesión se pierde cuando se pierden los dos elementos unidos:
el corpus y el animus.
De ahí la importancia en diferenciar entre los bienes afectos al régimen registral, y los
que no lo están.
Los bienes inmuebles, en esencia, están sujetos a la posesión inscrita. Puede ocurrir que
existan inmuebles no inscritos, los que se encuentran en una situación cercana a los
bienes muebles en cuanto a su régimen posesorio.
Son incapaces los dementes y los infantes, pues no pueden darse cuenta del acto que
ejecutan; no hay animus (Art. 723 inc. 2º CC).
Los demás incapaces (los que no pueden administrar libremente lo suyo, incluido el
impúber que no es infante) no necesitan autorización para adquirir la posesión de los
muebles, con tal de que concurran corpus y animus. Sin embargo, no pueden ejercer los
derechos de poseedor sino con autorización (Art. 723 inc. 1º CC).
La posesión de bienes muebles se adquiere conforme a la regla del Art. 700. Como
situación de hecho, se adquiere con el apoderamiento de la cosa.
106
De la posibilidad que puedan presentarse las situaciones precedentemente citadas,
se desprende que el elemento determinante es el animus.
• Art. 720 CC. “La posesión puede tomarse no sólo por el que trata de adquirirla
para sí, sino por su mandatario, o por sus representantes legales.”
• Art. 721 CC. “Si una persona toma la posesión de una cosa en lugar o a
nombre de otra de quien es mandatario o representante legal, la posesión del
mandante o representado principia en el mismo acto, aun sin su conocimiento.
Si el que toma la posesión a nombre de otra persona, no es su mandatario ni
representante, no poseerá ésta sino en virtud de su conocimiento y aceptación;
pero se retrotraerá su posesión al momento en que fue tomada a su nombre.”
(Este inciso se refiere al agente oficioso.)
• Art. 722 inc. 1º. “La posesión de la herencia se adquiere desde el momento en
que es deferida, aunque el heredero lo ignore.” Esta es una excepción a las reglas
generales, pues no se requiere ni corpus ni animus. Es una posesión conferida por
el sólo ministerio de la ley: posesión legal.
Según las normas del Código Civil quien adquiere posesión la conserva mientras no
ocurra un "evento de pérdida", esto es, aquellas situaciones o hechos
condicionantes que hacen perder la posesión.
• Art. 725 CC. “El poseedor conserva la posesión, aunque transfiera la tenencia
de la cosa, dándola en arriendo, comodato, prenda, depósito, usufructo o a
cualquiera otro título no translaticio de dominio.”
• Art. 727 CC. “La posesión de la cosa mueble no se entiende perdida mientras
se halla bajo el poder del poseedor, aunque éste ignore accidentalmente su
paradero.”
107
Si se pierde la aprehensión material y la cosa continúa bajo el poder del poseedor,
no se pierde la posesión, aun cuando se ignore accidentalmente su paradero (art.
727).
1. Cuando otro se apodera de la cosa con ánimo de hacerla suya (Art. 726 CC).
La idea fundamental del legislador fue que, transcurrido cierto tiempo de la aparición del
Código Civil, estuvieran en Chile todas las posesiones inscritas. Sin embargo, este fin no
se consiguió de manera instantánea y, el efecto a corto plazo fue la yuxtaposición de dos
sistemas legales.
La solución a esta superposición de sistemas fue que, una vez inscrito, el inmueble
quedase sujeto al sistema registral, no pudiendo salir de él. La única forma de constituir y
hacer cesar la posesión sería mediante otra inscripción.
108
La posesión concurrente de dos sujetos sobre un bien, jurídicamente es un absurdo
porque atenta contra la esencia misma de la posesión: el ánimo de apoderamiento con
exclusión. Por ello, la regla es que no pueda haber concurrencia y - de darse - primaría la
posesión inscrita.
Gracias a estas reglas fue que, con el correr del tiempo, se cumplió en términos generales
el fin de instaurar un sistema registral para bienes inmuebles. El sistema de posesión
inscrita impuesto por el Código Civil se consolidó y, actualmente, en Chile existen dos
regímenes para bienes inmuebles que coexisten separadamente, y no de manera
yuxtapuesta. Estos son:
(i) La primera de ellas postula que sobre los inmuebles inscritos no se adquiere posesión
sino mediante la inscripción, aplicando rigurosamente la norma del artículo 724. Así, una
vez vigente el Código Civil, la posesión no inscrita sólo subsistiría hasta la primera
generación. Con posterioridad, necesariamente la posesión debería inscribirse, ya fuera al
momento de transferir el bien, o con su transmisión.
(ii) Sin embargo, una vez que el Código Civil comenzó a regir, el sistema posesorio tardó
en imponerse culturalmente, y la doctrina temperó la aplicación estricta de la ley. Con
estos hechos apareció la segunda postura, que estableció que cuando existían actos de
transferencia de un inmueble no inscrito y no se realizaba la inscripción, el adquirente
obtenía la calidad de poseedor, aunque su posesión era irregular dado que carecía de uno
de los elementos de la posesión regular (la tradición). Vemos que esta segunda posición
interpreta el art. 724 CC en el sentido de restringir su ámbito de aplicación a los inmuebles
ya inscritos, no siendo la inscripción un requisito para adquirir la posesión de inmuebles no
inscritos.
En este sentido, el Art. 729 contiene el efecto más drástico de la posesión no-inscrita, ya
que respecto de inmuebles no inscritos el mero apoderamiento por parte de un tercero
hace perder la posesión y, según cierta doctrina, además hace que, a contrario sensu, el
tercero adquiera la posesión. En este sentido, la situación de estos bienes se acerca más
a la de los bienes muebles que a la de los inmuebles inscritos.
109
el punto anterior, según la cual algunos estiman que aún en estas materias regiría el art.
724 CC.
Además, debe distinguirse el antecedente que se invoque para poseer para determinar la
necesidad de inscripción:
Art. 726 CC. “Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo
de hacerla suya; menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan.” Los
inmuebles no inscritos no están exceptuados.
***Los que sostienen que es necesaria la inscripción incluso para adquirir la posesión
irregular argumentan:
110
la posesión regular, sino un requisito indispensable para adquirir cualquier posesión.
***Los que sostienen que no es necesaria la inscripción para adquirir la posesión irregular
argumentan:
1. El Art. 724 CC se refiere a los inmuebles inscritos. De acuerdo a los Arts. 726 y
729 CC, la posesión de un inmueble no inscrito se puede adquirir por el simple
apoderamiento.
2. Según el Art. 730 CC, si quien tiene la cosa a nombre de otro, la enajena a
nombre propio, el tercero adquiere la posesión. Pero si se tiene a nombre de un poseedor
inscrito, es necesaria la inscripción para que el tercero adquiera la posesión. En
consecuencia, lo primero se refiere a los inmuebles no inscritos, y no se requiere
inscripción.
Se rige por los Arts. 726 y 729 CC ya señalados. Además, si el dueño del inmueble lo
enajena, pierde la posesión.
Art. 726 CC. Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de
hacerla suya; menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan.
En relación a los bienes inmuebles inscritos, es necesario comenzar señalando que esta
materia ha sido objeto de amplias discusiones doctrinarias y jurisprudenciales.
Según el artículo 724 CC, si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por
inscripción en el Registro del Conservador, tal como los bienes inmuebles (art. 686
CC), entonces su posesión solo podrá adquirirse por medio de dicha inscripción.
Art. 724 CC. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el Registro
del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este medio.
111
Ahora bien, resulta discutible si esto significa que la posesión de inmuebles inscritos
solo puede adquirirse por la inscripción. Para algunos este sería el caso, de acuerdo
el tenor literal de la regla. No obstante, para otro sector de la doctrina, habría que
distinguir el título que se invoca para analizar la necesidad de este requisito:
La posesión subsiste del mismo modo como se gana, esto es, mientras se conserva
la inscripción. Quien se apodera materialmente de un inmueble inscrito no adquiere
posesión sobre él ni pone fin a la posesión existente (art. 728).
Es en esta materia donde se encuentra la gran diferencia con la posesión no
inscrita, ya que esta se pierde cuando otro se apodera de la cosa, aun cuando el
apoderamiento sea violento o clandestino (art. 729).
Art. 728 CC. “Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se cancele, sea (1) por
voluntad de las partes, o (2) por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a
otro, o (3) por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el título inscrito, no adquiere
posesión de ella ni pone fin a la posesión existente”.
112
Tal como decíamos antes, el apoderamiento material no permite ni siquiera la adquisición
de la posesión irregular. Además, los actos materiales de apoderamiento no interrumpen
la prescripción a favor del poseedor inscrito. La posesión de un bien inmueble inscrito se
pierde única y exclusivamente por medio de la cancelación de la inscripción, en cualquiera
de las formas que establece el art. 728 CC.21
1) Por voluntad de las partes: Ej: Resciliación, es decir, a través de una convención
celebrada por dos o más personas con el objeto de dejar sin efecto la inscripción.
Necesariamente debe tomar parte en el acuerdo el poseedor al cual la inscripción
se refiere.
- La resciliación de la tradición se efectúa mediante escritura pública.
- La cancelación se hace materialmente por medio de una subinscripción en el
CBR.
2) Por una nueva inscripción: Transferencia. Por una nueva inscripción el poseedor
inscrito transfiere su derecho a otro. Esta cancelación no es material, sino virtual:
se produce en forma automática con la nueva inscripción por medio de la cual el
poseedor transfiere su derecho, cancelando la inscripción anterior. En la nueva
debe hacerse mención a la anterior, para mantener la historia de la propiedad.
La nueva inscripción no cancela la anterior, porque el Art. 728 CC exige que la nueva
inscripción transfiera el derecho a otro, y el título injusto no produce ese efecto; hay una
relación de continuidad aparente entre ambas inscripciones. Sin embargo, la
jurisprudencia más reciente ha dicho que sí la cancela, porque los Arts. 728 y 2505 CC no
distinguen entre títulos justos e injustos. Ej. de cancelación por título injusto: Art. 730
inc. 2º CC.
21
La única excepción se encuentra en el DL 2695. Al respecto, ver sección 8.9.1
113
De acuerdo al Art. 730 inc. 1º CC, un mero tenedor, aun cuando usurpe la cosa, no
mejora su título, pero si la enajena a nombre propio, se pone fin a la posesión del dueño,
naciendo una nueva en el adquirente (Arts. 717 y 683 CC).
El Art. 730 inc. 2º CC, que se refiere a los inmuebles inscritos, y establece que en el
mismo caso anterior, el poseedor inscrito no pierde su posesión (ni la adquiere el tercero)
sin la competente inscripción.
a) La que emana del verdadero poseedor. Ésta es la única que puede poner fin a la
posesión existente y dar origen a una nueva, y que permite mantener la historia de la
propiedad inscrita.
Art. 731 CC. “El que recupera legalmente la posesión perdida, se entenderá haberla tenido durante todo el
tiempo intermedio.”
Se refiere al caso en que se recupera mediante una acción posesoria. Tiene importancia
para la prescripción, toda vez que dicha institución consolida la situación de hecho del
poseedor y frustra las pretensiones de quien se oponía a ella.
Art. 719 inc. 1º CC. “Si se ha empezado a poseer a nombre propio, se presume que esta posesión ha
continuado hasta el momento en que se alega.”
Art. 719 inc. 2º CC. “Si se ha empezado a poseer a nombre ajeno, se presume igualmente la continuación
del mismo orden de cosas.”
Art. 719 inc. final CC. “Si alguien prueba haber poseído anteriormente, y posee actualmente, se presume
la posesión en el tiempo intermedio.” Esto concuerda con el Art. 731 CC.
Art. 717 incº1 CC. “Sea que se suceda a título universal o singular, la posesión del sucesor, principia en él; a
menos que quiera añadir la de su antecesor a la suya; pero en tal caso se la apropia con sus calidades y vicios.
Para que pueda aplicarse la agregación de posesiones, es necesario que las posesiones que
se agregan sean contiguas, es decir, que la cadena de posesiones que se pretende agregar
a la propia sea ininterrumpida (Art. 2500 CC). La única excepción a esta exigencia estaría
dada por el caso en que se recupera la posesión por medios legales (art. 731 CC).
Con la aparición del régimen posesorio inscrito, se generaron algunas situaciones anómalas
o injustas. Recordemos que, según señala el mensaje del Código Civil, el legislador era
bastante optimista en relación al sistema registral: “Son patentes los beneficios que se
deberían a este orden de cosas; la posesión de los bienes raíces, manifiesta, indisputable,
caminando aceleradamente a una época en que inscripción, posesión y propiedad, serían
términos idénticos (...)”. Ahora bien, en la realidad, esta identidad no se ha generado de
forma perfecta.
Las situaciones anómalas de la posesión inscrita provinieron del hecho de que el legislador
no ordenó un proceso obligatorio de inscripción de todos los inmuebles. Los mecanismos
indirectos para obtener la inscripción de todos los inmuebles no fueron todo lo eficaces que
se esperaba, de manera que se generaron algunos desórdenes e irregularidades en las
inscripciones. Adicionalmente, la extrema tecnificación del régimen posesorio, al alejarse
del elemento fáctico de la posesión, amparó algunas de estas situaciones irregulares, con
consecuencias injustas.
(a) El del mandatario que, extralimitándose en sus poderes, enajena un inmueble del
mandante. El tercer adquirente lo inscribe y gana el dominio sobre él por prescripción
extraordinaria.
(c) El de personas que, sin ser poseedores materiales de bienes inmuebles en territorios
rurales, tienen la inscripcion en su favor. Y, a la inversa, personas que han detentado la
tenencia material de inmuebles por varias generaciones pero que, sin embargo, nunca han
tenido la inscripción en su favor.
115
Un primer conjunto de casos de situaciones anómalas a la posesión inscrita tienen que ver
con problemas de discrepancias entre la situación material de la tenencia del inmueble y lo
consignado en el sistema registral. Aquí, el problema que han tenido que enfrentar la
doctrina y la jurisprudencia tiene que ver con cuán fuerte es la relación entre inscripción y
posesión o, en otras palabras, qué rol juega la inscripción en relación con la posesión.
Desde el punto de vista de la primera doctrina, las situaciones anómalas que se generen en
relación a la posesión inscrita son problemas imputables al interesado en cada caso. En otras
palabras, si una anomalía respecto al sistema registral pudo causarle perjuicio a una
persona, este perjuicio se debe a su negligencia. Si una persona no consultó los registros
públicos del Conservador, y los plazos de prescripción adquisitiva se cumplieron y operaron
en su contra, entonces la injusticia es imputable a su negligencia, no a las reglas del código
civil en relación al sistema registral. Así, Humberto Trucco considera que “bajo este aspecto,
puramente legal, no parece, pues, tan monstruosa la sanción del legislador”24.
22
Trucco, Humberto. La teoría de la posesión inscrita en el Código Civil Chileno. Disponible en:
http://vlex.com/vid/teoria-posesion-inscrita-dentro-chileno-231605877
23
Urrutia, Leopoldo. Vulgarización sobre la posesión ante el Código Civil chileno:
http://vlex.com/vid/vulgarizacion-posesion-civil-chileno-231605769
24
Trucco, op. cit. P. 13
25
Urrutia, op. cit. P. 7
116
8.9.1 DECRETO LEY N° 2695, SOBRE REGULARIZACIÓN DE LA POSESIÓN DE LA PEQUEÑA
PROPIEDAD RAÍZ (21 DE JUNIO DE 1979)
El sistema instaurado por el DL pretendió ser una herramienta eficaz para sanear las
pequeñas propiedades que se encontraban en una situación irregular e incorporarlas al
régimen conservatorio para tener una mayor seguridad jurídica en materia de tráfico
inmobiliario. Frente a la insuficiencia de soluciones puramente jurisprudenciales, fue
necesaria la intervención por parte del legislador.
Ante esta realidad resultó necesario que la autoridad estatal estableciera un régimen de
saneamiento o purificación expedito, entendiendo que el derecho debe responder a las
necesidades sociales en un momento histórico determinado.
1. Encontrarse dentro del ámbito de aplicación de la normativa (art 1): Se aplica a todos
los bienes raíces, urbanos o rurales, existentes en cualquier parte del territorio, cuyo avalúo
sea inferior a 800 o a 380 UTM respectivamente y cuyos poseedores materiales, carezcan
de título inscrito o tengan uno imperfecto.
2. Acreditar la posesión material del inmueble por 5 años (art 2): Estar en posesión del
inmueble, por sí o por otra persona en su nombre, en forma continua y exclusiva, sin
violencia ni clandestinidad, durante 5 años a lo menos. La ley establece en el artículo 4 dos
mecanismos de probar la posesión:
117
- Por medio de hechos positivos de aquellos a que solo da derecho el dominio, conforme a
lo que señala el artículo 925 CC
- Forma especial establecida en el DL: comprobación del pago de las contribuciones
territoriales que afecten al inmueble. Para hacer plena prueba el pago debe ser regular,
continuo y con una duración determinada (al menos 5 años).
118
- No existe oposición: se ordena practicar la inscripción del predio a nombre del solicitante
en el CBR correspondiente
- Existe oposición: antecedentes se envían al juez ordinario para que en juicio sumario
dirima la controversia
4. Inscripción del predio a nombre del solicitante: Si es que dentro del plazo de 60 días
hábiles contados desde la publicación del último aviso no existe oposición, o esta es
rechazada por tribunal competente, se ordena la inscripción de la resolución a nombre del
interesado en el CBR correspondiente. La resolución del Servicio que acoja la solicitud se
considerará como justo título y así el poseedor material pasa a ser un poseedor regular del
bien raíz, aunque existieren en favor de otras personas inscripciones que no hubieran sido
materialmente canceladas.
- Quien se considere dueño puede ejercer en su contra la acción de dominio que estime
asistirle (el juez resolverá si se mantiene el saneamiento o se debe restituir el inmueble al
actor).
- El poseedor tiene prohibición legal de gravar el inmueble. Sin embargo; podrán constituir
gravámenes que sean a favor de organismos de crédito estatales o privados, servicios
públicos o instituciones creadas por ley o en la que el Estado tenga participación o
representación.
- La prohibición de enajenar, por su parte, se extiende por cinco años desde la inscripción.
5. Saneamiento del título: Transcurrido el plazo de dos años contados desde la inscripción;
• El poseedor adquiere el dominio del inmueble por prescripción adquisitiva (artículo 15).
Algunos han señalado que se trataría de una prescripción ordinaria de corto tiempo.
• Las inscripciones anteriores que pudieren existir sobre el predio saneado quedan canceladas
por el solo ministerio de la ley, sin que sea necesario cancelarlas materialmente mediante
subinscripcion.
• Se extinguen por prescripción todas las acciones de terceros que emanen de derechos reales
de dominio, usufructo, uso o habitación, servidumbres activas y el de hipotecas relativas al
inmueble (artículo 16), pero subsiste por el lapso de 5 años la acción para que, si acreditan
dominio sobre el predio el saneante les compense en dinero el valor de esos derechos.
III. Derechos que pueden ejercer terceros afectados con la solicitud o inscripción de un
inmueble
2. Ejercer las acciones de dominio: 2 años desde la inscripción en CBR (artículo 26)
119
3. Obtener la compensación de sus derechos en dinero: 5 años desde la inscripción en CBR
(artículo 28)
La primera tendencia que siguió la CS fue abogar por la “Derogación Tácita”, rechazaba los
recursos, por cuanto estimaba que la CS no podía pronunciarse sobre el problema, toda vez
que el DL 2695 (21.07.79) era anterior a la CPR del 80, tratándose de un problema de
derogación tácita propio de la competencia de los jueces de fondo. En todo caso, se esgrimía
que siendo la norma constitucional posterior, derogaba tácitamente el DL 2695 en lo que
pugnara con ella, por lo cual no podía analizarse la situación en sede de este recurso, ya
que éste analizaba la constitucionalidad de preceptos vigentes.
120
CAPÍTULO 9. LA ACCIÓN REIVINDICATORIA.
i. Acción reivindicatoria
ii. Acción declarativa del dominio, de origen doctrinal26
iii. Acción publiciana
iv. Acciones posesorias
v. Acción de precario, de origen jurisprudencial27
vi. Acciones personales derivadas del contrato en que se cede la tenencia de la
cosa
9.2 CONCEPTO
Art. 889 CC. “La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular,
de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituírsela.”
Art. 893 CC. “La acción reivindicatoria o de dominio corresponde al que tiene la propiedad plena o
nuda, absoluta o fiduciaria de la cosa.”
Art. 892 CC. “Se puede reivindicar una cuota determinada proindiviso, de una cosa singular.” Es
decir, el comunero puede reivindicar su cuota.
26
Revisar anexo VII
27
Revisar anexo III
121
Art. 894 CC. “Se concede la misma acción, aunque no se pruebe dominio, al que ha perdido la
posesión regular de la cosa, y se hallaba en el caso de poderla ganar por prescripción.
Pero no valdrá ni contra el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o mejor derecho.”
Muchas veces es muy difícil probar el dominio, pero fácil probar la posesión. De
acuerdo al Art. 700 inc. 2º CC, se presume dueño al poseedor.
i.Sólo puede intentarla el poseedor regular que haya cumplido el plazo: el Art. 894
CC no se refiere a los poseedores que no han cumplido el plazo, pues en su
caso, si otro se apodera de la cosa, se interrumpe naturalmente la prescripción, y
el poseedor ya no está en situación de adquirir la cosa por prescripción.
ii. La acción publiciana está establecida justamente en favor del poseedor regular que
está en vías de ganar la cosa por prescripción cuando el plazo no se ha cumplido.
El que ha enterado el plazo no es poseedor, es dueño, y entabla la acción
reivindicatoria, no la publiciana. La sentencia que declara la prescripción es
declarativa.
Art. 889 CC. La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular, de
que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituírsela.
Art. 890 CC. Pueden reivindicarse las cosas corporales, raíces y muebles.
Exceptúanse las cosas muebles cuyo poseedor las haya comprado en una feria, tienda, almacén, u
otro establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de la misma clase.
Justificada esta circunstancia, no estará el poseedor obligado a restituir la cosa, si no se le reembolsa
lo
que haya dado por ella y lo que haya gastado en repararla y mejorarla.
Art. 891 CC. Los otros derechos reales pueden reivindicarse como el dominio; excepto el derecho
de herencia.
Este derecho produce la acción de petición de herencia, de que se trata en el Libro III.
Art. 892 CC. Se puede reivindicar una cuota determinada proindiviso, de una cosa singular.
No pueden reivindicarse:
3) Las cosas muebles cuyo poseedor las haya comprado en una feria, tienda,
almacén u otro establecimiento industrial en que vendan cosas de la misma clase
(Art. 890 inc. 2º CC).
123
4) Caso relativo al pago de lo no debido: el supuesto acreedor enajena la
cosa pagada, ¿puede el que pagó reivindicar en contra del tercero?
Art. 895 CC. “La acción de dominio se dirige contra el actual poseedor.”
a) Art. 896 CC. “El mero tenedor de la cosa que se reivindica es obligado a
declarar el nombre y residencia de la persona a cuyo nombre la tiene.”
b) Art. 897 CC. “Si alguien, de mala fe, se da por poseedor de la cosa
que se reivindica sin serlo, será condenado a la indemnización de todo perjuicio
que de este engaño haya resultado al actor.”
Art. 899. La acción de dominio no se dirige contra un heredero sino por la parte
que posea en la cosa; pero las prestaciones a que estaba obligado el poseedor por
razón de los frutos o de los deterioros que le eran imputables, pasan a los
herederos de éste a prorrata de sus cuotas hereditarias.
Esto se debe a que existen dos obligaciones de diferente clase: una divisible
(las indemnizaciones) y una indivisible (la restitución de la cosa).
Art. 898 CC. “La acción de dominio tendrá también lugar contra el que enajenó la cosa, para la
restitución de lo que haya recibido por ella, siempre que por haberla enajenado se haya hecho
imposible o difícil su persecución; y si la enajenó a sabiendas de que era ajena, para la indemnización
de todo perjuicio.
El reivindicador que recibe del enajenador lo que se ha dado a éste por la cosa, confirma por el
mismo hecho la enajenación.” (Confirma un acto que le era inoponible).
124
En este caso, no se persigue la cosa, sino el precio recibido por la misma (se
produce subrogación real). No obsta a la buena fe el saber que la cosa era
ajena, pues para calificar la buena fe se atiende al momento en que empieza la
posesión.
Existen dos vías para explicar este derecho que la ley concede al
reivindicante:
(i) Una técnica: Se entiende que hay una subrogación real del precio por el
bien.
Art. 900 CC. Contra el que poseía de mala fe y por hecho o culpa suya ha dejado de poseer,
podrá intentarse la acción de dominio, como si actualmente poseyese.
De cualquier modo que haya dejado de poseer y aunque el reivindicador prefiera dirigirse contra el
actual poseedor, respecto del tiempo que ha estado la cosa en su poder tendrá las obligaciones y
derechos que
según este título corresponden a los poseedores de mala fe en razón de frutos, deterioros y expensas.
Si paga el valor de la cosa y el reivindicador lo acepta, sucederá en los derechos del reivindicador
sobre ella. (Se entiende que ratifica la venta)
En este caso la acción se dirige contra el que poseía de mala fe y por hecho o culpa
suya a dejado de poseer, aún cuando la cosa se haya destruido (le haya o no
aprovechado). Cuando la posesión es de mala fe siempre nace una acción
indemnizatoria, que no requiere calificación.
- la cosa
- el precio de venta
- el valor actual
- los frutos, deterioros y expensas
125
2) ¿La acción reivindicatoria se puede dirigir en contra del mero tenedor?
Art. 915 CC. “Las reglas de este título se aplicarán contra el que poseyendo a nombre ajeno
retenga indebidamente una cosa raíz o mueble, aunque lo haga sin ánimo de señor.”
Algunos sectores de la doctrina han afirmado, con base en el artículo 915, que la
acción reivindicatoria podría dirigirse en contra del mero tenedor. Dicha posición es
sumamente discutible, toda vez que contradice el tenor literal del artículo 889 CC. En
el contexto de la acción reivindicatoria, la disposición que alude al mero tenedor, en
realidad, es la del artículo 896 CC. Dicha disposición persigue el siguiente objetivo:
que el sujeto pasivo declare el nombre y residencia de la persona a cuyo nombre
tiene la cosa, con el propósito de ejercer la acción reivindicatoria contra el poseedor
que corresponda.
El artículo 915 del Código Civil ha sido objeto de una variada interpretación, tanto en
el plano doctrinario como jurisprudencial. La variedad de posiciones en torno a este
punto responde a la literalidad de la disposición. En efecto, llama la atención la
expresión ‘poseyendo a nombre ajeno’. Dicha frase ha sido objeto de diversas
interpretaciones y es la fuente de mayores problemas en su aplicación. Éstas pueden
sistematizarse de la siguiente forma:
En palabras de Luis Claro Solar, el artículo 915 “sólo hace aplicables las reglas
sobre prestaciones mutuas, establecidas en el párrafo IV del Título XII del Libro
II del Código Civil, contra el mero tenedor que no es poseedor, pero no le otorga
la correspondiente acción en el carácter de reivindicatoria, en razón de que el
poseedor inscrito conserva la posesión de la cosa y el tenedor de ella no tiene el
126
ánimo de señor, aunque resista injustamente la entrega”28.
Esta teoría tiene dos ámbitos de aplicación: A) que exista una relación contractual
entre el afectado (dueño de la cosa) y el mero tenedor que retiene indebidamente
una cosa, en cuyo caso se debe ejercer la acción personal que corresponda,
haciendo extensibles las reglas sobre las prestaciones mutuas; B) en caso que no
exista una relación contractual previa entre el dueño y el mero tenedor – que el
que retenga indebidamente una cosa lo haga en virtud de un contrato o una
relación jurídica con un tercero distinto al dueño – procedería una acción
restitutoria especial, a la que también accederían las reglas relativas a las
prestaciones mutuas.
c. Las reglas del Título XII del Libro II del Código Civil se aplican contra el poseedor
a nombre ajeno que retenga indebidamente una cosa, siempre que aquél se
entienda en conformidad a lo dispuesto en los artículos 719 inciso segundo, 720
y 721 del ya referido cuerpo normativo – el caso en el que una persona toma la
posesión de una cosa en lugar o a nombre de otra de quien es mandatario o
representante legal.
Art. 2517 CC. Toda acción por la cual se reclama un derecho se extingue por la prescripción
adquisitiva del mismo derecho.
Puede ser mueble o inmueble, según lo sea la cosa que se persigue. Esto tiene
importancia para determinar la competencia del tribunal.
3. Objeto de la prueba
28
CLARO SOLAR, Luis (1935) Tratado de Derecho Civil, T. IX. Santiago: Editorial Nascimiento,
p. 458.
127
El objeto de la prueba en un juicio restitutorio es el derecho de dominio. La carga
de la prueba recaerá sobre quien alegue tal derecho.
El demandado, en su calidad de poseedor, goza de una presunción de dominio a su
favor. La vía más frecuente de probar el dominio es la prescripción adquisitiva
extraordinaria, la que consta por la inscripción de la posesión en el registro
correspondiente. Se recurre a la prescripción extraordinaria, pues de esta forma se
evita la calificación del título, y de la posesión.
Respecto a los bienes muebles si existe algún tipo de registro, se recurrirá a este
como título que sirva de antecedente de dominio (escrituras o facturas, por ejemplo).
De haber pugna entre dos o más títulos, corresponderá al juez determinar el
más procedente.
El actor cuenta con diversas garantías para asegurar el resultado del juicio. Puede
así, impetrar medidas precautorias, y también solicitar prohibiciones de enajenar.
Dentro de las primeras, puede citarse el secuestro, que opera respecto de los bienes
muebles; y el nombramiento de interventores, que opera respecto de los bienes
inmuebles.
Desde la contestación e la demanda se entiende que el poseedor está de mala fe.
Art. 902 CC. Si se demanda el dominio u otro derecho real constituido sobre un inmueble, el
poseedor seguirá gozando de él, hasta la sentencia definitiva pasada en autoridad de cosa juzgada.
Pero el actor tendrá derecho de provocar las providencias necesarias para evitar todo deterioro de la
cosa,
y de los muebles y semovientes anexos a ella y comprendidos en la reivindicación, si hubiere justo
motivo de temerlo, o las facultades del demandado no ofrecieren suficiente garantía.
1) Cosa mueble: Art. 901 CC. “Si reivindicándose una cosa corporal mueble,
hubiere motivo de temer que se pierda o deteriore en manos del poseedor, podrá el
actor pedir su secuestro; y el poseedor, será obligado a consentir en él, o a dar
seguridad suficiente de restitución, para el caso de ser condenado a restituir.” (Art.
291 CPC)
2) Cosa inmueble: Art. 902 inc. 2º CC. “Pero el actor tendrá derecho de provocar
las providencias necesarias para evitar todo deterioro de la cosa, y de los
muebles y semovientes anexos a ella y comprendidos en la reivindicación, si hubiere
justo motivo de temerlo, o las facultades del demandado no ofrecieren suficiente
garantía.” Se puede pedir el nombramiento de interventores (Art. 293 y 294 CPC).
Pueden solicitarse, además, otras medidas precautorias. Ej. Prohibición de celebrar
actos y contratos.
128
9.7 PRESTACIONES MUTUAS.
1. Restitución de la cosa.
Art. 904 CC. “Si es vencido el poseedor, restituirá la cosa en el plazo que el juez señalare;…”
Este es uno de los pocos casos en que el juez puede fijar un plazo.
Art. 906 CC. “El poseedor de mala fe es responsable de los deterioros que por su hecho o culpa ha
sufrido la cosa.
El poseedor de buena fe, mientras permanece en ella, no es responsable de estos deterioros, sino
en cuanto se hubiere aprovechado de ellos; por ejemplo, destruyendo un bosque o arbolado, y
vendiendo la madera o la leña, o empleándola en beneficio suyo.”
Art. 907 incs. 1º a 3º CC. “El poseedor de mala fe es obligado a restituir los frutos naturales y
civiles de la cosa, y no solamente los percibidos sino los que el dueño hubiera podido percibir con
mediana inteligencia y actividad, teniendo la cosa en su poder.
Si no existen los frutos, deberá el valor que tenían o hubieran tenido al tiempo de la percepción: se
considerarán como no existentes los que se hayan deteriorado en su poder.
El poseedor de buena fe no es obligado a la restitución de los frutos percibidos antes de la
contestación de la demanda: en cuanto a los percibidos después, estará sujeto a las reglas de los
dos incisos anteriores.”
Art. 904 parte final CC. “…y si la cosa fue secuestrada, pagará el actor al secuestre los gastos de
custodia y conservación, y tendrá derecho para que el poseedor de mala fe se los reembolse.”
Art. 907 inc. final CC. “En toda restitución de frutos se abonarán al que la hace los
gastos ordinarios que ha invertido en producirlos.”
129
2. Debe abonarle las mejoras.
Mejoras: toda obra que se ejecuta en una cosa y que tiene por objeto su
conservación o un aumento de valor, o en razón de ornato o recreo. Son los gastos
hechos para una cosa. Pueden ser de 3 clases:
Art. 908 inc. 1º CC. “El poseedor vencido tiene derecho a que se le abonen las
expensas necesarias invertidas en la conservación de la cosa, según las reglas siguientes:”
1. Obras materiales: Art. 908 inc. 2º CC. “Si estas expensas se invirtieron en
obras permanentes, como una cerca para impedir las depredaciones, o un dique para
atajar las avenidas, o las reparaciones de un edificio arruinado por un terremoto,
se abonarán al poseedor dichas expensas, en cuanto hubieren sido realmente
necesarias; pero reducidas a lo que valgan las obras al tiempo de la restitución.”Obras
inmateriales: Art. 908 inc. final CC. “Y si las expensas se invirtieron en cosas que
por su naturaleza no dejan un resultado material permanente, como la defensa
judicial de la finca, serán abonadas al poseedor en cuanto aprovecharen al
reivindicador, y se hubieren ejecutado con mediana inteligencia y economía.”
b. Útiles: Art. 909 inc. 2º CC. “Sólo se entenderán por mejoras útiles las que hayan
aumentado el valor venal de la cosa.” La buena o mala fe se considera al momento
de hacerse la mejora (Art. 913 CC).
Art. 909 inc. 1º y 3º CC. “El poseedor de buena fe, vencido, tiene asimismo derecho a que se le
abonen las mejoras útiles, hechas antes de contestarse la demanda.
El reivindicador elegirá entre el pago de lo que valgan al tiempo de la restitución las obras en qué
consisten las mejoras, o el pago de lo que en virtud de dichas mejoras valiere más la cosa en
dicho tiempo.”
Art. 910 CC. “El poseedor de mala fe no tendrá derecho a que se le abonen las mejoras útiles de
que habla el artículo precedente.
Pero podrá llevarse los materiales de dichas mejoras, siempre que pueda separarlos sin detrimento
de la cosa reivindicada, y que el propietario rehúse pagarle el precio que tendrían dichos
materiales después de separados.”
Art. 912 CC. “Se entenderá que la separación de los materiales, permitida por los artículos
precedentes, es en detrimento de la cosa reivindicada, cuando hubiere de dejarla en peor estado
que antes de ejecutarse las mejoras; salvo en cuanto el poseedor vencido pudiere reponerla
inmediatamente en su estado anterior, y se allanare a ello.”
130
c. Voluptuarias:
Art. 911 CC. “En cuanto a las mejoras voluptuarias, el propietario no será obligado a pagarlas al
poseedor de mala ni de buena fe, que sólo tendrán con respecto a ellas el derecho que por el
artículo precedente se concede al poseedor de mala fe respecto de las mejoras útiles.
Se entienden por mejoras voluptuarias las que sólo consisten en objetos de lujo y recreo, como
jardines, miradores, fuentes, cascadas artificiales, y generalmente aquellas que no aumentan el
valor venal de la cosa, en el mercado general, o sólo lo aumentan en una proporción
insignificante.”
Art. 914 CC. “Cuando el poseedor vencido tuviere un saldo que reclamar en razón de expensas y
mejoras, podrá retener la cosa hasta que se verifique el pago, o se le asegure a su satisfacción.”
Los bienes retenidos se equiparan a los dados en prenda o hipoteca para efectos de
su realización y preferencia (Art. 546 CPC).
131
CAPÍTULO 10. LAS ACCIONES POSESORIAS.
Art. 916 CC. “Las acciones posesorias tienen por objeto conservar o recuperar la posesión de bienes raíces
o de derechos reales constituidos en ellos.”
- Las acciones posesorias tienden sólo a impedir que se altere la situación de hecho
relativa a los inmuebles y a evitar que, substituyéndose a la autoridad del Estado, los
particulares se hagan justicia por sí mismos.
5. Cosa Juzgada. El fallo del juicio reivindicatorio produce el efecto de la cosa juzgada; el
del posesorio también, pero deja a salvo la posibilidad de que el vencido entable la acción
reivindicatoria.
132
6. Prescripción de la acción. La reivindicatoria se extingue por la prescripción adquisitiva
del dominio; la posesoria, por prescripción extintiva de un año (regla general, Art. 920
CC).
Son 3 requisitos:
Art. 918 CC. “No podrá instaurar una acción posesoria sino el que ha estado en posesión tranquila y no
interrumpida un año completo.”
El plazo de un año se cuenta hacia atrás desde la fecha del embarazo o despojo de la
posesión. No es necesario que el poseedor cumpla este plazo por sí solo; puede agregar
posesiones (Art. 920 inc. final CC).
Art. 920 inc. final CC. Las reglas que sobre la continuación de la posesión se dan en los artículos 717, 718
y 719, se aplican a las acciones posesorias.
Art. 916 CC. Las acciones posesorias tienen por objeto conservar o recuperar la posesión de bienes raíces
o de derechos reales constituidos en ellos.
Art. 917 CC. Sobre las cosas que no pueden ganarse por prescripción, como las servidumbres inaparentes
o discontinuas, no puede haber acción posesoria.
- Entre comuneros no se puede entablar la acción posesoria, pues no hay lugar entre
ellos a la prescripción. Así ha fallado la jurisprudencia.
133
Las acciones posesorias prescriben en 1 año (que es el plazo que necesita el otro para
ampararse en la acción posesoria).
Art. 920 CC. Las acciones que tienen por objeto conservar la posesión, prescriben al cabo de un año
completo, contado desde el acto de molestia o embarazo inferido a ella.
Las que tienen por objeto recuperarla, expiran al cabo de un año completo contado desde que el poseedor
anterior la ha perdido.
Si la nueva posesión ha sido violenta o clandestina, se contará este año desde el último acto de violencia,
o desde que haya cesado la clandestinidad
Este plazo no se suspende, corre contra toda persona (Art. 2524 CC).
Art. 924 CC. La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción y mientras ésta subsista, y
con tal que haya durado un año completo, no es admisible ninguna prueba de posesión con que se
pretenda impugnarla.
Art. 925 CC. Se deberá probar la posesión del suelo por hechos positivos, de aquellos a que sólo da
derecho el dominio, como el corte de maderas, la construcción de edificios, la de cerramientos, las
plantaciones o sementeras, y otros de igual significación, ejecutados sin el consentimiento del que disputa
la posesión.
1. El Art. 924 CC contempla la forma de probar la posesión de todos los derechos inscritos,
con excepción del dominio; el Art. 925 CC se refiere precisamente a la prueba de la posesión
del suelo:
a) El Art. 916 CC distingue claramente entre dominio y demás derechos reales.
b) El legislador identifica el dominio con el bien raíz. Para probar la posesión del
dominio, se aplica el Art. 925 CC, esté o no inscrito el inmueble.
Críticas:
a) La asimilación entre el dominio y la cosa no es tan precisa; por algo la distinción
entre cosas corporales e incorporales, y dentro de estas últimas, los derechos reales
(como el dominio).
b) El Art. 924 CC no excluye el dominio.
c) Esta interpretación contradice la teoría de la posesión inscrita.
134
2. El Art. 924 CC se refiere a la prueba de la posesión de todos los derechos reales
inscritos, incluso el dominio; el Art. 925 CC se refiere a la prueba de la posesión de los
derechos reales no inscritos:
1. Querella de amparo.
Es la que tiene por objeto conservar la posesión de bienes raíces o de derechos reales
constituidos en ellos. Supone que el poseedor conserva la posesión. Sus objetivos están
en el Art. 921 CC:
Art. 921 CC. El poseedor tiene derecho para pedir que no se le turbe o embarace su posesión o se le
despoje de ella, que se le indemnice del daño que ha recibido, y que se le dé seguridad contra el que
fundadamente teme.
2. Querella de restitución.
Es la que tiene por objeto recuperar la posesión de bienes raíces o de derechos reales
constituidos en ellos. Procede cuando un individuo ha sido injustamente despojado de la
posesión de una cosa, y sus objetivos son recuperar la posesión y obtener indemnización
(Art. 926 CC).
Art. 926 CC. El que injustamente ha sido privado de la posesión, tendrá derecho para pedir que se le
restituya, con indemnización de perjuicios.
Cuando el poseedor inscrito es privado materialmente del bien, debe entablar la querella
de amparo, pues no ha perdido la posesión.
135
Art. 927 CC. La acción para la restitución puede dirigirse no sólo contra el usurpador, sino contra toda
persona, cuya posesión se derive de la del usurpador por cualquier título.
Pero no serán obligados a la indemnización de perjuicios sino el usurpador mismo, o el tercero de mala fe;
y habiendo varias personas obligadas, todas lo serán insólidum.
3. Querella de restablecimiento.
2) Quién puede entablarla. Las de amparo y restitución sólo puede entablarla el poseedor
útil; la de restablecimiento, puede entablarla también el poseedor vicioso, incluso el mero
tenedor.
4) Cosa juzgada. La cosa juzgada en la de restablecimiento es aún más débil que en las
otras, pues deja a salvo las acciones posesorias correspondientes.
Enunciación:
Reglas comunes.
2. Pluralidad de sujetos:
Hay 2 obligaciones:
136
- Indemnización de perjuicios: obligación simplemente conjunta.
3. No tienen lugar contra el ejercicio de una servidumbre legal (Art. 947 CC).
Art. 930 inc. 1 CC. El poseedor tiene derecho para pedir que se prohíba toda obra nueva que se trate de
construir sobre el suelo de que está en posesión.
Art. 931 CC. Son obras nuevas denunciables las que construidas en el predio sirviente embarazan el goce
de una servidumbre constituida en él.
Son igualmente denunciables las construcciones que se trata de sustentar en edificio ajeno, que no esté
sujeto a tal servidumbre.
Se declara especialmente denunciable toda obra voladiza que atraviesa el plan vertical de la línea divisoria
de dos predios, aunque no se apoye sobre el predio ajeno, ni dé vista, ni vierta aguas lluvias sobre él.
“Pero no tendrá el derecho de denunciar con este fin las obras necesarias para precaver la ruina de un
edificio, acueducto, canal, puente, acequia, etc., con tal que en lo que puedan incomodarle se reduzcan a
lo estrictamente necesario, y que, terminadas, se restituyan las cosas al estado anterior, a costa del dueño
de las obras.
Tampoco tendrá derecho para embarazar los trabajos conducentes a mantener la debida limpieza en los
caminos, acequias, cañerías, etc.”
• Objetivos de la acción:
137
Art. 934 CC. “Si notificada la querella, cayere el edificio por efecto de su mala condición, se indemnizará
de todo perjuicio a los vecinos; pero si cayere por caso fortuito, como avenida, rayo o terremoto, no habrá
lugar a indemnización; a menos de probarse que el caso fortuito, sin el mal estado del edificio, no lo
hubiera derribado.
No habrá lugar a indemnización, si no hubiere precedido notificación de la querella.”
La mayoría de las disposiciones que las regulaban fueron derogadas por el C. Aguas. Los
que quedaron no tienen que ver con el goce de las aguas: ver Arts. 937, 941, 942 y 943
CC.
4. ACCIÓN POPULAR.
Art. 948 CC. La municipalidad y cualquiera persona del pueblo tendrá, en favor de los caminos, plazas u
otros lugares de uso público, y para la seguridad de los que transitan por ellos, los derechos concedidos a
los dueños de heredades o edificios privados.
Y siempre que a consecuencia de una acción popular haya de demolerse o enmendarse una construcción,
o de resarcirse un daño sufrido, se recompensará al actor, a costa del querellado, con una suma que no
baje de la décima, ni exceda a la tercera parte de lo que cueste la demolición o enmienda, o el
resarcimiento del daño; sin perjuicio de que si se castiga el delito o negligencia con una pena pecuniaria,
se adjudique al actor la mitad.
Art. 949. Las acciones municipales o populares se entenderán sin perjuicio de las que competan a los
inmediatos interesados.
Art. 950 CC. Las acciones concedidas en este título para la indemnización de un daño sufrido, prescriben
para siempre al cabo de un año completo.
Las dirigidas a precaver un daño no prescriben mientras haya justo motivo de temerlo.
Si las dirigidas contra una obra nueva no se instauraren dentro del año, los denunciados o querellados
serán amparados en el juicio posesorio, y el denunciante o querellante podrá solamente perseguir su
derecho por la vía ordinaria.
Pero ni aun esta acción tendrá lugar, cuando, según las reglas dadas para las servidumbres, haya prescrito
el derecho.
138
CAPÍTULO 11. LIMITACIONES DEL DOMINIO
11.1 GENERALIDADES.
En general, se puede decir que el dominio está limitado toda vez que se haya constituido
sobre una cosa un derecho real a favor de una persona que no sea el dueño.
El Libro IV CC contempla algunos derechos reales que también pueden gravar el dominio:
hipoteca, prenda, censo.
Estas limitaciones son derechos reales que debilitan los elementos que caracterizan al
dominio.
11.2 FIDEICOMISO.
1. DEFINICIÓN.
Art. 733 incs. 1 y 2. Se llama propiedad fiduciaria la que está sujeta al gravamen de pasar a otra persona,
por el hecho de verificarse una condición.
La constitución de la propiedad fiduciaria se llama fideicomiso.”
Con la entrada en vigencia del Código Civil se puso fin definitivo a estas formas ocultas de
mayorazgos a través de dos vías:
Art. 734 CC. “No puede constituirse fideicomiso sino sobre la totalidad de una herencia o sobre una cuota
determinada de ella, o sobre uno o más cuerpos ciertos.”
Cuando el fideicomiso se establece sobre una cosa singular, ésta debe ser una especie o
cuerpo cierto no consumible (a no ser que las cosas consumibles formen parte de una
herencia y se constituya el fideicomiso sobre ella).
139
• Constitución de la propiedad fiduciaria.
Art. 735 CC. “Los fideicomisos no pueden constituirse sino por acto entre vivos otorgado en instrumento
público, o por acto testamentario.
La constitución de todo fideicomiso que comprenda o afecte un inmueble, deberá inscribirse en el
competente Registro.”
A) Sí se puede, pues el Art. 2512 señala que los derechos reales se adquieren por la
prescripción de la misma manera que el dominio, y no exceptúa el fideicomiso.
Pueden nombrarse varios fiduciarios (Art. 742 CC), pero no pueden ser sucesivos (Art.
745 CC).
i. Si hay lugar al acrecimiento (varios han sido llamados sin expresión de cuota):
la porción del que falta se junta con las demás.
ii. Si no hay lugar al acrecimiento: pasa a ser propietario fiduciario el
constituyente o sus herederos (Art. 748 CC).
140
b) Si falta después de haberse deferido el derecho: pasa a los herederos del fiduciario,
los cuales deberán restituir la cosa cuando se cumpla la condición. La propiedad fiduciaria
es transmisible (Art. 751 CC).
*La sustitución puede ser vulgar o fideicomisaria. En materia de propiedad fiduciaria, sólo
se admite la vulgar.
Art. 1164 inc. 1. Sustitución fideicomisaria es aquella en que se llama a un fideicomisario, que en el
evento de una condición se hace dueño absoluto de lo que otra persona poseía en propiedad fiduciaria.
No hay más sustitutos que los que expresamente designe el constituyente (Art. 744 CC),
y se puede nombrar varios sustitutos llamados sucesivamente (Art. 743 CC).
141
(3) QUE EXISTA UNA CONDICIÓN EN VIRTUD DE LA CUAL PASE LA PROPIEDAD DEL FIDUCIARIO AL
FIDEICOMISARIO.
Art. 738 CC. “El fideicomiso supone siempre la condición expresa o tácita de existir el fideicomisario, o su
substituto, a la época de la restitución.
A esta condición de existencia pueden agregarse otras copulativa o disyuntivamente.”
- Las condiciones disyuntivas son aquellas que están destinadas a cumplirse la una o
las otras.
Art. 739 CC. Toda condición de que penda la restitución de un fideicomiso, y que tarde más de cinco años
en cumplirse, se tendrá por fallida, a menos que la muerte del fiduciario sea el evento de que penda la
restitución.
Estos cinco años se contarán desde la delación de la propiedad fiduciaria.
Existe un solo derecho: el de propiedad, bajo condición resolutoria, y que luego debe
pasar a manos del fideicomisario. Como el fiduciario es dueño, puede entablar la acción
reivindicatoria (Art. 893 CC).
Art. 751 CC. La propiedad fiduciaria puede enajenarse entre vivos y transmitirse por causa de muerte,
pero en uno y otro caso con el cargo de mantenerla indivisa, y sujeta al gravamen de restitución bajo las
mismas condiciones que antes.
No será, sin embargo, enajenable entre vivos, cuando el constituyente haya prohibido la enajenación; ni
transmisible por testamento o abintestato, cuando el día prefijado para la restitución es el de la muerte del
fiduciario; y en este segundo caso si el fiduciario la enajena en vida, será siempre su muerte la que
determine el día de la restitución.
La indivisión del inc. 1º tiene por objeto proteger las expectativas del fideicomisario.
142
Es evidente que sea intransmisible cuando la condición sea la muerte del fiduciario, pues
a su muerte ya nada tendrá que transmitir: la propiedad ha pasado al fideicomisario.
Art. 757 CC. En cuanto a la imposición de hipotecas, censos, servidumbres, y cualquiera otro gravamen,
los bienes que fiduciariamente se posean se asimilarán a los bienes de la persona que vive bajo tutela o
curaduría, y las facultades del fiduciario a las del tutor o curador. Impuestos dichos gravámenes sin previa
autorización judicial con conocimiento de causa, y con audiencia de los que según el artículo 761 tengan
derecho para impetrar providencias conservatorias, no será obligado el fideicomisario a reconocerlos.
3) Facultad de administración.
Art. 758 CC. Por lo demás, el fiduciario tiene la libre administración de las especies comprendidas en el
fideicomiso, y podrá mudar su forma; pero conservando su integridad y valor.
Será responsable de los menoscabos y deterioros que provengan de su hecho o culpa. (culpa leve)
Art. 754 CC. El propietario fiduciario tiene sobre las especies que puede ser obligado a restituir, los
derechos y cargas del usufructuario, con las modificaciones que en los siguientes artículos se expresan.
1) Facción de inventario.
Para poder restituir la cosa, debe practicar inventario solemne de los bienes, en las
mismas condiciones que el usufructuario (Art.754 CC).
Art. 755 CC. No es obligado a prestar caución de conservación y restitución, sino en virtud de sentencia de
juez, que así lo ordene como providencia conservatoria, impetrada en conformidad al artículo 761.
(obligación que sí tiene el usufructuario)
2) Conservación de la cosa.
Debe conservar la cosa, respondiendo hasta de la culpa leve por los menoscabos.
Art. 758 CC. Por lo demás, el fiduciario tiene la libre administración de las especies comprendidas en el
fideicomiso, y podrá mudar su forma; pero conservando su integridad y valor.
Será responsable de los menoscabos y deterioros que provengan de su hecho o culpa.
143
b) Reparaciones o mejoras extraordinarias o mayores:
Art. 798 CC. Se entienden por obras o refacciones mayores las que ocurran por una vez o a largos
intervalos de tiempo, y que conciernen a la conservación y permanente utilidad de la cosa fructuaria.
Art. 756 CC. Es obligado a todas las expensas extraordinarias para la conservación de la cosa, incluso el
pago de las deudas y de las hipotecas a que estuviere afecta; pero llegado el caso de la restitución, tendrá
derecho a que previamente se le reembolsen por el fideicomisario dichas expensas, reducidas a lo que con
mediana inteligencia y cuidado debieron costar, y con las rebajas que van a expresarse:
1.º Si se han invertido en obras materiales, como diques, puentes, paredes, no se le reembolsará en razón
de estas obras, sino lo que valgan al tiempo de la restitución;
2.º Si se han invertido en objetos inmateriales, como el pago de una hipoteca, o las costas de un pleito
que no hubiera podido dejar de sostenerse sin comprometer los derechos del fideicomisario, se rebajará
de lo que hayan costado estos objetos una vigésima parte por cada año de los que desde entonces
hubieren transcurrido hasta el día de la restitución; y si hubieren transcurrido más de veinte, nada se
deberá por esta causa.
Art. 759 CC. El fiduciario no tendrá derecho a reclamar cosa alguna en razón de mejoras no necesarias,
salvo en cuanto lo haya pactado con el fideicomisario a quien se haga la restitución; pero podrá oponer en
compensación el aumento de valor que las mejoras hayan producido en las especies, hasta concurrencia
de la indemnización que debiere.
Tenedor fiduciario: Art. 749 CC. “Si se dispusiere que mientras pende la condición se
reserven los frutos para la persona que en virtud de cumplirse o de faltar la condición,
adquiera la propiedad absoluta, el que haya de administrar los bienes será un tenedor
fiduciario, que sólo tendrá las facultades de los curadores de bienes.” Debe restituir la
cosa y los frutos.
Irresponsabilidad de todo deterioro: Art. 760 inc. 1º CC. “Si por la constitución del
fideicomiso se concede expresamente al fiduciario el derecho de gozar de la propiedad a
su arbitrio, no será responsable de ningún deterioro.”
Fideicomiso de residuo: Art. 760 inc. 2º CC. “Si se le concede, además, la libre disposición
de la propiedad, el fideicomisario tendrá sólo el derecho a reclamar lo que exista al
tiempo de la restitución.”
144
DERECHOS DEL FIDEICOMISARIO.
Art. 761 incs. 2 y 3 CC. Podrá, sin embargo, impetrar las providencias conservatorias que le convengan, si
la propiedad pareciere peligrar o deteriorarse en manos del fiduciario.
Tendrán el mismo derecho los ascendientes del fideicomisario que todavía no existe y
cuya existencia se espera;…”
Una vez cumplida la condición, debe reembolsar al fiduciario las expensas que sean de su
cargo.
Diversas causales.
1. Por la restitución;
145
3. Por la destrucción de la cosa en que está constituido, conforme a lo prevenido respecto
al usufructo en el Art. 807;
4. Por la renuncia del fideicomisario antes del día de la restitución; sin perjuicio de los
derechos de los substitutos;
11.3 USUFRUCTO.
1. DEFINICIÓN.
Art. 764 CC. “El derecho de usufructo es un derecho real que consiste en la facultad de gozar de una cosa:
- con cargo de conservar su forma y substancia, y de restituirla a su dueño, si la cosa no es
fungible;
- o con cargo de volver igual cantidad y calidad del mismo género, o de pagar su valor, si la cosa es
fungible.”
2. CARACTERÍSTICAS.
Art. 765 inc. 1º CC. “El usufructo supone necesariamente dos derechos coexistentes, el del nudo
propietario y el del usufructuario.” Esto lo diferencia del fideicomiso, en que hay un solo derecho.
5) Es temporal: Art. 765 inc. 2º CC. “Tiene por consiguiente una duración limitada, al
cabo de la cual pasa al nudo propietario, y se consolida con la propiedad.”
146
3. CONSTITUCIÓN DEL USUFRUCTO.
Elementos.
Es usufructo propiamente tal el que recae sobre cosas no fungibles; es cuasi usufructo si
recae sobre cosas fungibles. Peñailillo opina que debe entenderse fungibles en el sentido
de consumible, pues es respecto de ellas que la restitución de las mismas es imposible.
a. Título.
- El usufructo es título de mera tenencia;
- el cuasi usufructuario se hace dueño de los bienes (Art. 789 CC). El cuasi usufructo es
título traslaticio de dominio.
c. Pérdida de la cosa.
- En el usufructo, si la cosa perece por caso fortuito o fuerza mayor, el usufructuario se
libera de la obligación de restituirla;
- el cuasi usufructuario no puede exonerarse por la misma causa, pues el género no
perece.
El cuasiusufructo y el mutuo.
Son muy similares, pero:
- El mutuo sólo puede tener origen en el contrato, mientras que el cuasi usufructo
puede también constituirse por la ley.
147
Constitución del usufructo.
Art. 766 CC. “El derecho de usufructo se puede constituir de varios modos:
1º Por la ley;
2º Por testamento;
3º Por donación, venta u otro acto entre vivos;
4º Se puede también adquirir un usufructo por prescripción.”
1. Por voluntad del propietario (por acto entre vivos o por testamento).
2. Por ley.
3. Por prescripción.
4. Por sentencia judicial.
- Por acto entre vivos: si recae sobre muebles es consensual; si recae sobre
inmuebles se requiere instrumento público inscrito (Art. 767 CC). La inscripción, que debe
hacerse en el Registro de Hipotecas y Gravámenes del CBR, es solemnidad y tradición del
derecho real de usufructo, aunque para algunos es sólo tradición.
- Por testamento: no se requiere inscripción, aunque recaiga sobre inmueble.
2. Por ley.
b) Usufructo del marido sobre los bienes de la mujer como administrador de la sociedad
conyugal.
i. Persecución del bien. El usufructo es un derecho real que permite perseguir el bien que
se encuentra en manos de terceros; en el usufructo legal, salido el bien del patrimonio de
su dueño, se extingue el derecho.
ii. Caución e inventario. Los usufructuarios deben rendir caución y practicar inventario; en
el usufructo legal no existe esta obligación.
148
iii. Embargabilidad. El usufructo es embargable por el acreedor; los usufructos legales son
inembargables.
3. Por prescripción.
Tiene lugar cuando se constituye sobre cosa ajena. En este caso, la tradición no opera
como modo de adquirir el derecho, sino como justo título para poseerlo (Art. 683 CC).
También puede ocurrir cuando el título constitutivo es nulo. Se aplican las mismas reglas
que para la prescripción del dominio.
Según el Art. 1337 N° 6 CC, el partidor puede asignar a un comunero la nuda propiedad y
a otro el usufructo, pero requiere acuerdo de los comuneros. En consecuencia, sería un
usufructo constituido por acuerdo de los interesados, que el partidor se limitaría a
aprobar.
Un verdadero usufructo judicial es el que se permite fijar al juez como pensión alimenticia
(Art. 9 Ley sobre Abandono de Familia y Pago de Pensiones Alimenticias).
Entre nudo propietario y usufructuario no hay comunidad, pues sus derechos son de
diversa naturaleza. Pero puede haber comunidad entre nudos propietarios o entre
usufructuarios (Art. 772 CC).
Art. 769 CC. “Se prohíbe constituir dos o más usufructos sucesivos o alternativos.
Si de hecho se constituyeren, los usufructuarios posteriores se considerarán como substitutos, para el caso
de faltar los anteriores antes de deferirse el primer usufructo.
El primer usufructo que tenga efecto hará caducar los otros; pero no durará sino por el tiempo que le
estuviere designado.”
Art. 768 CC. “Se prohíbe constituir usufructo alguno bajo una condición o a un plazo cualquiera que
suspenda su ejercicio. Si de hecho se constituyere, no tendrá valor alguno.
Con todo, si el usufructo se constituyere por testamento, y la condición se hubiere cumplido, o el plazo
hubiere expirado antes del fallecimiento del testador, valdrá el usufructo.”
149
El objeto de la prohibición es evitar que disimuladamente se constituyan usufructos
sucesivos. La excepción se debe a que no hay condición cuando el hecho es pasado.
Art. 770 CC. “El usufructo podrá constituirse por tiempo determinado o por toda la vida del usufructuario.
Cuando en la constitución del usufructo no se fija tiempo alguno para su duración, se entenderá
constituido por toda la vida del usufructuario.
El usufructo constituido a favor de una corporación o fundación cualquiera, no podrá pasar de treinta
años.”
Art. 771. “Al usufructo constituido por tiempo determinado o por toda la vida del usufructuario, según los
artículos precedentes, podrá agregarse una condición, verificada la cual se consolide con la propiedad.
Si la condición no es cumplida antes de la expiración de dicho tiempo, o antes de la muerte
del usufructuario, según los casos, se mirará como no escrita.”
Existen dos derechos reales, por ello el legislador le otorga a ambos titulares,
nudo propietario y usufructuario, la acción reivindicatoria y las posesorias (Art. 922 CC).
Art. 787 CC. “El usufructuario de cosa mueble tiene el derecho de servirse de ella según su naturaleza y
destino;…”
Art. 782 CC. “El usufructuario de una heredad goza de todas las servidumbres activas constituidas a favor
de ella, y está sujeto a todas las servidumbres pasivas constituidas en ella.”
Art. 785 CC. “El usufructo de una heredad se extiende a los aumentos que ella reciba por aluvión o por
otras accesiones naturales.”
2) Facultad de administración.
Previamente debe cumplir con ciertas formalidades que ya veremos (Art. 777 CC).
Art. 781 inc. 1 CC. “El usufructuario de una cosa inmueble tiene el derecho de percibir todos los frutos
naturales, inclusos los pendientes al tiempo de deferirse el usufructo.”
Art. 790 CC. “Los frutos civiles pertenecen al usufructuario día por día.”
150
Art. 783 CC. El goce del usufructuario de una heredad se extiende a los bosques y arbolados, pero con el
cargo de conservarlos en un ser, reponiendo los árboles que derribe, y respondiendo de su menoscabo, en
cuanto no dependa de causas naturales o accidentes fortuitos.
Art. 784 CC. Si la cosa fructuaria comprende minas y canteras en actual laboreo, podrá el usufructuario
aprovecharse de ellas, y no será responsable de la disminución de productos que a consecuencia
sobrevenga, con tal que haya observado las disposiciones de la ordenanza respectiva.
Art. 788 CC. El usufructuario de ganados o rebaños es obligado a reponer los animales que mueren o se
pierden, pero sólo con el incremento natural de los mismos ganados o rebaños; salvo que la muerte o
pérdida fueren imputables a su hecho o culpa, pues en este caso deberá indemnizar al propietario.
Si el ganado o rebaño perece del todo o en gran parte por efecto de una epidemia u otro caso fortuito, el
usufructuario no estará obligado a reponer los animales perdidos, y cumplirá con entregar los despojos
que hayan podido salvarse.
Todas estas reglas son supletorias de la voluntad de las partes (Art. 791 CC).
Art. 791 CC. Lo dicho en los artículos precedentes se entenderá sin perjuicio de las convenciones que
sobre la materia intervengan entre el nudo propietario y el usufructuario, o de las ventajas que en
la constitución del usufructo se hayan concedido expresamente al nudo propietario o al usufructuario.
Art. 2418 inc. 1 CC. “La hipoteca no podrá tener lugar sino sobre bienes raíces que se posean en
propiedad o usufructo, o sobre naves.”
Art. 793 CC. “El usufructuario puede dar en arriendo el usufructo y cederlo a quien quiera a título oneroso
o gratuito.
Cedido el usufructo a un tercero, el cedente permanece siempre directamente responsable al propietario.
Pero no podrá el usufructuario arrendar ni ceder su usufructo, si se lo hubiese prohibido el constituyente;
a menos que el propietario le releve de la prohibición.
El usufructuario que contraviniere a esta disposición, perderá el derecho de usufructo.”
Art. 794 inc. 1 CC. “Aun cuando el usufructuario tenga la facultad de dar el usufructo en arriendo o cederlo
a cualquier título, todos los contratos que al efecto haya celebrado se resolverán al fin del usufructo.”
De los Arts. 793 inc. 2º y 794 inc. 1º CC se desprende que lo que se cede no es el
usufructo, sino el ejercicio del mismo.
151
OBLIGACIONES DEL USUFRUCTUARIO.
Inventario y caución.
En cuanto a la caución, puede rendirse cualquiera que sea suficiente, fijada de acuerdo
por las partes, o por el juez en caso de discusión. No deben rendir caución:
Estas obligaciones no son parte de la constitución del usufructo; son posteriores a ella y
se exigen sólo para entrar en el goce de la cosa.
Art. 776 CC. “Mientras el usufructuario no rinda la caución a que es obligado, y se termine el inventario,
tendrá el propietario la administración con cargo de dar el valor líquido de los frutos al usufructuario.” =>
En consecuencia, no entrará en la administración de la cosa.
Art. 777 CC. “Si el usufructuario no rinde la caución a que es obligado, dentro de un plazo equitativo,
señalado por el juez a instancia del propietario, se adjudicará la administración a éste, con cargo de pagar
al usufructuario el valor líquido de los frutos, deducida la suma que el juez prefijare por el trabajo y
cuidados de la administración.
Podrá en el mismo caso tomar en arriendo la cosa fructuaria, o tomar prestados a interés los dineros
fructuarios, de acuerdo con el usufructuario.
Podrá también, de acuerdo con el usufructuario, arrendar la cosa fructuaria, y dar los dineros a interés.
Podrá también, de acuerdo con el usufructuario, comprar o vender las cosas fungibles y tomar o dar
prestados a interés los dineros que de ello provengan.
Los muebles comprendidos en el usufructo, que fueren necesarios para el uso personal del usufructuario y
de su familia, le serán entregados bajo juramento de restituir las especies o sus respectivos valores,
tomándose en cuenta el deterioro proveniente del tiempo y del uso legítimo (caución juratoria).
El usufructuario podrá en todo tiempo reclamar la administración prestando la caución a que es obligado.”
152
Limitaciones al goce de la cosa fructuaria.
Art. 792 CC. “El usufructuario es obligado a respetar los arriendos de la cosa fructuaria,
contratados por el propietario antes de constituirse el usufructo por acto entre vivos, o de
fallecer la persona que lo ha constituido por testamento.
Pero sucede en la percepción de la renta o pensión desde que principia el usufructo.”
¿Qué pasa con los demás gravámenes personales? Debe también respetarlos:
Art. 796 inc. 1 CC. “Serán de cargo del usufructuario las pensiones, cánones y en general las cargas
periódicas con que de antemano haya sido gravada la cosa fructuaria…”
Art. 774 CC. “El usufructuario es obligado a recibir la cosa fructuaria en el estado en que al tiempo de la
delación se encuentre, y tendrá derecho para ser indemnizado de todo menoscabo o deterioro que la cosa
haya sufrido desde entonces en poder y por culpa del propietario.”
Como administra bienes ajenos, responde de la culpa leve (Arts. 802 y 787 CC).
Art. 787 CC. El usufructuario de cosa mueble tiene el derecho de servirse de ella según su naturaleza y
destino; y al fin del usufructo no es obligado a restituirla sino en el estado en que se halle, respondiendo
solamente de aquellas pérdidas o deterioros que provengan de su dolo o culpa.
Art. 802 CC. El usufructuario es responsable no sólo de sus propios hechos u omisiones, sino de los hechos
ajenos a que su negligencia haya dado lugar.
Por consiguiente, es responsable de las servidumbres que por su tolerancia haya dejado adquirir sobre el
predio fructuario, y del perjuicio que las usurpaciones cometidas en la cosa fructuaria hayan inferido al
dueño, si no las ha denunciado al propietario oportunamente pudiendo.
153
Art. 795 CC. “Corresponden al usufructuario todas las expensas ordinarias de conservación y cultivo.” =>
Estas son las cargas fructuarias.
Art. 796 CC. “Serán de cargo del usufructuario las pensiones, cánones y en general las cargas periódicas
con que de antemano haya sido gravada la cosa fructuaria y que durante el usufructo se devenguen. No es
lícito al nudo propietario imponer nuevas cargas sobre ella en perjuicio del usufructo.
Corresponde asimismo al usufructuario el pago de los impuestos periódicos fiscales y municipales, que la
graven durante el usufructo, en cualquier tiempo que se haya establecido.
Si por no hacer el usufructuario estos pagos los hiciere el propietario, o se enajenare o embargare la cosa
fructuaria, deberá el primero indemnizar de todo perjuicio al segundo.”
Art. 797 CC. “Las obras o refacciones mayores necesarias para la conservación de la cosa fructuaria, serán
de cargo del propietario, pagándole el usufructuario, mientras dure el usufructo, el interés legal de los
dineros invertidos en ellas.
El usufructuario hará saber al propietario las obras y refacciones mayores que exija la conservación de la
cosa fructuaria.
Si el propietario rehúsa o retarda el desempeño de estas cargas, podrá el usufructuario para libertar la
cosa fructuaria y conservar su usufructo, hacerlas a su costa, y el propietario se las reembolsará sin
interés.”
Art. 787 CC. “… y al fin del usufructo no es obligado a restituirla sino en el estado en que se halle,
respondiendo solamente de aquellas pérdidas o deterioros que provengan de su dolo o culpa.”
En el caso del cuasiusufructo, debe restituir igual cantidad y calidad de cosas, o su valor
(Art. 789 CC). El usufructuario elige.
Art. 800 CC. “El usufructuario podrá retener la cosa fructuaria hasta el pago de los reembolsos e
indemnizaciones a que, según los artículos precedentes, es obligado el propietario.”
Como consecuencia de ello, puede celebrar una serie de actos respecto de ella:
Tiene la acción reivindicatoria (Art. 893 CC) y las acciones posesorias si recae sobre
inmueble.
154
2) Reclamación de la cosa fructuaria.
Tiene además de la reivindicatoria, una acción personal que nace del acto constitutivo del
usufructo (y que tiene menos dificultades de prueba).
Art. 781 inc. 2 cc. “Recíprocamente, los frutos que aún estén pendientes a la terminación del usufructo,
pertenecerán al propietario.”
4) Derecho de indemnizaciones.
Se desprende del Art. 787 CC, que hace responsable al usufructuario por las pérdidas o
deterioros de la cosa.
Art. 787 CC. El usufructuario de cosa mueble tiene el derecho de servirse de ella según su naturaleza y
destino; y al fin del usufructo no es obligado a restituirla sino en el estado en que se halle, respondiendo
solamente de aquellas pérdidas o deterioros que provengan de su dolo o culpa.
Art. 797 CC. Las obras o refacciones mayores necesarias para la conservación de la cosa fructuaria, serán
de cargo del propietario, pagándole el usufructuario, mientras dure el usufructo, el interés legal de los
dineros invertidos en ellas.
El usufructuario hará saber al propietario las obras y refacciones mayores que exija la conservación de la
cosa fructuaria.
Si el propietario rehúsa o retarda el desempeño de estas cargas, podrá el usufructuario para libertar la
cosa fructuaria y conservar su usufructo, hacerlas a su costa, y el propietario se las reembolsará sin
interés.
6) Derecho al tesoro.
Art. 786 CC. “El usufructuario no tiene sobre los tesoros que se descubran en el suelo que usufructúa, el
derecho que la ley concede al propietario del suelo.”
Art. 809 inc. 1º CC. “El usufructo termina, en fin, por sentencia de juez que a instancia del propietario lo
declara extinguido, por haber faltado el usufructuario a sus obligaciones en materia grave, o por haber
causado daños o deterioros considerables a la cosa fructuaria.”
155
- En cuanto a los gastos en que se incurra con motivo de un juicio, corresponden al
usufructuario si el juicio se refiere al usufructo, y al propietario si se refiere a la nuda
propiedad.
- Si el bien está afecto a hipoteca, los intereses de la deuda debe pagarlos el
usufructuario, pero la amortización es de cargo del nudo propietario (Art. 796 CC).
Art. 796 CC. Serán de cargo del usufructuario las pensiones, cánones y en general las cargas periódicas
con que de antemano haya sido gravada la cosa fructuaria y que durante el usufructo se devenguen. No es
lícito al nudo propietario imponer nuevas cargas sobre ella en perjuicio del usufructo.
Corresponde asimismo al usufructuario el pago de los impuestos periódicos fiscales y municipales, que la
graven durante el usufructo, en cualquier tiempo que se haya establecido.
Si por no hacer el usufructuario estos pagos los hiciere el propietario, o se enajenare o embargare la cosa
fructuaria, deberá el primero indemnizar de todo perjuicio al segundo.
Art. 797 CC. Las obras o refacciones mayores necesarias para la conservación de la cosa fructuaria, serán
de cargo del propietario, pagándole el usufructuario, mientras dure el usufructo, el interés legal de los
dineros invertidos en ellas.
El usufructuario hará saber al propietario las obras y refacciones mayores que exija la conservación de la
cosa fructuaria.
Si el propietario rehúsa o retarda el desempeño de estas cargas, podrá el usufructuario para libertar la
cosa fructuaria y conservar su usufructo, hacerlas a su costa, y el propietario se las reembolsará sin
interés.
Art. 801 CC. El usufructuario no tiene derecho a pedir cosa alguna por las mejoras que voluntariamente
haya hecho en la cosa fructuaria; pero le será lícito alegarlas en compensación por el valor de los
deterioros que se le puedan imputar, o llevarse los materiales, si puede separarlos sin detrimento de la
cosa fructuaria, y el propietario no le abona lo que después de separados valdrían.
1. Por la llegada del día o condición prefijada para que tenga fin.
Art. 804 CC “El usufructo se extingue generalmente por la llegada del día o el evento de la condición
prefijados para su terminación.
Si el usufructo se ha constituido hasta que una persona distinta del usufructuario llegue a cierta edad, y
esa persona fallece antes, durará sin embargo el usufructo hasta el día en que esa persona hubiera
cumplido esa edad, si hubiese vivido.”
Art. 805 CC. “En la duración legal del usufructo se cuenta aun el tiempo en que el usufructuario no ha
gozado de él, por ignorancia o despojo o cualquiera otra causa.”
Art. 806 incs. 1 y 2 CC. “El usufructo se extingue también: Por la muerte del usufructuario, aunque
ocurra antes del día o condición prefijada para su terminación;”
156
3. Por la resolución del derecho del constituyente.
Art. 806 inc. 3º. “Por la resolución del derecho del constituyente, como cuando se ha constituido sobre una
propiedad fiduciaria, y llega el caso de la restitución;”
Art. 806 inc. 4º. “Por consolidación del usufructo con la propiedad;”
5. Por prescripción.
Se ha concluido que se trata de una prescripción adquisitiva (Art. 2517 CC), es decir, no
basta el simple no uso, sino que es necesaria la posesión del derecho por un tercero.
Art. 807. “El usufructo se extingue por la destrucción completa de la cosa fructuaria: si sólo se destruye
una parte, subsiste el usufructo en lo restante.
Si todo el usufructo está reducido a un edificio, cesará para siempre por la destrucción completa de éste, y
el usufructuario no conservará derecho alguno sobre el suelo.
Pero si el edificio destruido pertenece a una heredad, el usufructuario de ésta conservará su derecho sobre
toda ella.”
i.
- En el usufructo existen 2 derechos reales;
- en el fideicomiso uno solo.
ii.
- En el fideicomiso es indispensable la existencia de una condición, aun cuando sólo
sea la existencia del fideicomisario;
157
- en el usufructo se requiere un plazo, que es por toda la vida del usufructuario si
nada se dice.
iii.
- En el fideicomiso no es segura la restitución;
- en el usufructo siempre la habrá.
B) En cuanto a su constitución.
i.
- En el fideicomiso se limitan las cosas sobre las cuales puede recaer;
- en el usufructo no se limitan las cosas sobre las cuales puede recaer.
ii.
- El fideicomiso entre vivos es siempre solemne;
- el usufructo entre vivos sobre mueble es consensual.
iii.
- El usufructo constituido por testamento sobre inmueble no requiere inscripción;
- el fideicomiso de estas características sí la requiere.
iv.
- No hay fideicomiso por ley ni por sentencia judicial;
- Hay usufructos por ley y por sentencia judicial.
i.
- El usufructo requiere inventario y caución;
- el fideicomiso sólo inventario, y excepcionalmente caución cuando se obliga a ello
por sentencia judicial.
ii.
- El usufructo es embargable,
- el fideicomiso no es embargable.
iii.
- La propiedad fiduciaria es transmisible,
- el usufructo no es transmisible.
iv.
- En el fideicomiso, el fiduciario debe hacer las expensas extraordinarias mayores,
las cuales deben ser reembolsadas por el fideicomisario de acuerdo a las reglas
vistas;
- en el usufructo, debe hacerlas el nudo propietario, pero el usufructuario debe
pagarle el interés por los capitales invertidos, durante todo el usufructo.
158
D) En cuanto a su terminación.
i.
- El derecho del fideicomisario no termina por su muerte;
- el derecho del usufructuario sí termina por su muerte.
ii.
- El fideicomiso no puede terminar por sentencia judicial; el usufructo sí.
1. DEFINICIÓN.
Art. 811 CC. “El derecho de uso es un derecho real que consiste, generalmente, en la facultad de gozar de
una parte limitada de las utilidades y productos de una cosa.
Si se refiere a una casa, y a la utilidad de morar en ella, se llama derecho de habitación.”
- Reales
- Temporales
- Intransmisibles
- Limitativos del dominio.
3. CONSTITUCIÓN.
Art. 812 CC. “Los derechos de uso y habitación se constituyen y pierden de la misma manera que el
usufructo.”
4. CAUCIÓN E INVENTARIO.
Art. 813 CC. “Ni el usuario ni el habitador estarán obligados a prestar caución.
Pero el habitador es obligado a inventario; y la misma obligación se extenderá al usuario, si el uso se
constituye sobre cosas que deban restituirse en especie.”
159
5. LA EXTENSIÓN DE LOS DERECHOS DE USO Y HABITACIÓN SE DETERMINA POR EL TÍTULO QUE LOS
CONSTITUYE.
Art. 814 CC. “La extensión en que se concede el derecho de uso o de habitación se determina por el título
que lo constituye, y a falta de esta determinación en el título, se regla por los artículos siguientes.”
Art. 815 CC. “El uso y la habitación se limitan a las necesidades personales del usuario o del habitador.
En las necesidades personales del usuario o del habitador se comprenden las de su familia.
La familia comprende al cónyuge y los hijos; tanto los que existen al momento de la constitución, como los
que sobrevienen después, y esto aun cuando el usuario o el habitador no esté casado, ni haya reconocido
hijo alguno a la fecha de la constitución.
Comprende asimismo el número de sirvientes necesarios para la familia.
Comprende, además, las personas que a la misma fecha vivían con el habitador o usuario y a costa de
éstos; y las personas a quienes éstos deben alimentos.”
Art. 816 CC. “En las necesidades personales del usuario o del habitador no se comprenden las de las
industria o tráfico en que se ocupa.
Así el usuario de animales no podrá emplearlos en el acarreo de los objetos en que trafica, ni el habitador
servirse de la casa para tiendas o almacenes.
A menos que la cosa en que se concede el derecho, por su naturaleza y uso ordinario y por su relación con
la profesión o industria del que ha de ejercerlo, aparezca destinada a servirle en ellas.”
Art. 817 CC. “El usuario de una heredad tiene solamente derecho a los objetos comunes de alimentación y
combustible, no a los de una calidad superior; y está obligado a recibirlos del dueño o a tomarlos con su
permiso.”
Art. 818 CC. “El usuario y el habitador deben usar de los objetos comprendidos en sus respectivos
derechos con la moderación y cuidado propios de un buen padre de familia; y están obligados a contribuir
a las expensas ordinarias de conservación y cultivo, a prorrata del beneficio que reporten.
Esta última obligación no se extiende al uso o a la habitación que se dan caritativamente a personas
necesitadas.”
8. CARACTERÍSTICAS.
Art. 819 CC. “Los derechos de uso y habitación son intransmisibles a los herederos, y no pueden cederse a
ningún título, prestarse ni arrendarse.
Ni el usuario ni el habitador pueden arrendar, prestar o enajenar objeto alguno de aquellos a que se
extiende el ejercicio de su derecho.
Pero bien pueden dar los frutos que les es lícito consumir en sus necesidades personales.”
160
- Son personalísimos.
- Todo acto celebrado respecto de ellos adolece de objeto ilícito (Art. 1464 N° 2 CC).
- Pueden ganarse por prescripción.
- Son derechos inembargables (Art. 2466 CC).
11.6 SERVIDUMBRES.
1. DEFINICIÓN.
Art. 820 CC. “Servidumbre predial, o simplemente servidumbre, es un gravamen impuesto sobre un predio
en utilidad de otro predio de distinto dueño.”
2. ELEMENTOS.
2) El gravamen debe soportarlo otro predio. Es una relación de predio a predio, aunque
en el fondo sus titulares son los dueños.
3. CARACTERES JURÍDICOS.
1) Es un gravamen.
Art. 821 CC. “Se llama predio sirviente el que sufre el gravamen, y predio dominante el que reporta la
utilidad.
Con respecto al predio dominante la servidumbre se llama activa, y con respecto al predio sirviente,
pasiva.”
La servidumbre, mirada por el lado de la carga, es sólo una limitación del dominio, que no
priva al dueño del inmueble de ninguno de los atributos del dominio.
3) Es un derecho inmueble.
4) Es un derecho accesorio.
Art. 825. “Las servidumbres son inseparables del predio a que activa o pasivamente pertenecen.”
161
No puede enajenarse, cederse, hipotecarse o embargarse independientemente del predio
al cual accede.
Pero no es una garantía, a diferencia de la prenda y la hipoteca, que acceden a un
derecho personal.
5) Es un derecho perpetuo.
6) Es un derecho indivisible.
i. Si un predio pertenece a varias personas, todas deben consentir para constituir una
servidumbre en él.
Art. 826 CC. Dividido el predio sirviente, no varía la servidumbre que estaba constituida en él, y deben
sufrirla aquel o aquellos a quienes toque la parte en que se ejercía.
Art. 827 inc. 1 CC. Dividido el predio dominante, cada uno de los nuevos dueños gozará de la servidumbre,
pero sin aumentar el gravamen del predio sirviente.
Art. 886 CC. Si el predio dominante pertenece a muchos proindiviso, el goce de uno de ellos interrumpe la
prescripción respecto de todos; y si contra uno de ellos no puede correr la prescripción, no puede correr
contra ninguno.
4. CLASIFICACIÓN.
A) Según su origen.
Art. 831 CC. “Las servidumbres o son naturales, que provienen de la natural situación de
los lugares, o legales, que son impuestas por la ley, o voluntarias, que son constituidas
por un hecho del hombre.
B) Según su objeto.
Art. 823 CC. “Servidumbre positiva es, en general, la que sólo impone al dueño del predio
sirviente la obligación de dejar hacer, como cualquiera de las dos anteriores; y negativa,
la que impone al dueño del predio sirviente la prohibición de hacer algo, que sin la
servidumbre le sería lícito, como la de no poder elevar sus paredes sino a cierta altura.
Las servidumbres positivas imponen a veces al dueño del predio sirviente la obligación de
hacer algo, como la del artículo 842.” (caso de la demarcación).
Art. 842 CC. Todo dueño de un predio tiene derecho a que se fijen los límites que lo separan de los predios
colindantes, y podrá exigir a los respectivos dueños que concurran a ello, haciéndose la demarcación a
expensas comunes.
162
C) Según su naturaleza.
I.
Art. 824 CC. “Servidumbre aparente es la que está continuamente a la vista, como la de
tránsito, cuando se hace por una senda o por una puerta especialmente destinada a él; e
inaparente, la que no se conoce por una señal exterior, como la misma de tránsito,
cuando carece de estas dos circunstancias y de otras análogas.”
La apariencia o inapariencia es una cualidad accidental de la servidumbre, que no
depende de su naturaleza sino de hechos con ella relacionados como son la señalización,
exteriorización y publicidad.
II.
Art. 822 CC. “Servidumbre continua es la que se ejerce o se puede ejercer
continuamente, sin necesidad de un hecho actual del hombre, como la servidumbre de
acueducto por un canal artificial que pertenece al predio dominante; y servidumbre
discontinua la que se ejerce a intervalos más o menos largos de tiempo, y supone un
hecho actual del hombre, como la servidumbre de tránsito.”
Aquí se atiende a la forma de ejercer la servidumbre, y no al hecho de que se ejerza
continuamente y sin intermitencia.
ii. En materia de extinción por el no uso: Art. 885 CC. “Las servidumbres se extinguen:
5.º Por haberse dejado de gozar durante tres años.
En las servidumbres discontinuas corre el tiempo desde que han dejado de gozarse; en
las continuas, desde que se haya ejecutado un acto contrario a la servidumbre.”
iii. En materia de constitución por destinación del padre de familia: sólo procede respecto
de las servidumbres continuas y aparentes.
1) Reglas generales.
Art. 884 CC. “El título, o la posesión de la servidumbre por el tiempo señalado en el artículo 882,
determina los derechos del predio dominante y las obligaciones del predio sirviente.”
163
También hay que tener presente:
Art. 828 CC. “El que tiene derecho a una servidumbre, lo tiene igualmente a los medios necesarios para
ejercerla. Así, el que tiene derecho de sacar agua de una fuente situada en la heredad vecina, tiene el
derecho de tránsito para ir a ella, aunque no se haya establecido expresamente en el título.”
Art. 829 CC. “El que goza de una servidumbre puede hacer las obras indispensables para ejercerla; pero
serán a su costa, si no se ha establecido lo contrario; y aun cuando el dueño del predio sirviente se haya
obligado a hacerlas o repararlas, le será lícito exonerarse de la obligación abandonando la parte del predio
en que deban hacerse o conservarse las obras.”
Art. 830 CC. “El dueño del predio sirviente no puede alterar, disminuir, ni hacer más incómoda para el
predio dominante la servidumbre con que está gravado el suyo.
Con todo, si por el transcurso del tiempo llegare a serle más oneroso el modo primitivo de la servidumbre,
podrá proponer que se varíe a su costa; y si las variaciones no perjudican al predio dominante, deberán
ser aceptadas.”
Art. 832 CC. “Las disposiciones de este título se entenderán sin perjuicio de las ordenanzas generales o
locales sobre las servidumbres.”
6. SERVIDUMBRES NATURALES.
Art. 833 CC. “El predio inferior está sujeto a recibir las aguas que descienden del predio superior
naturalmente, es decir, sin que la mano del hombre contribuya a ello.
No se puede por consiguiente dirigir un albañal o acequia sobre el predio vecino, si no se ha constituido
esta servidumbre especial.
En el predio servil no se puede hacer cosa alguna que estorbe la servidumbre natural, ni en el predio
dominante, que la grave.
Las servidumbres establecidas en este artículo se regirán por el Código de Aguas.”
Art. 879 CC. “No hay servidumbre legal de aguas lluvias. Los techos de todo edificio deben verter sus
aguas lluvias sobre el predio a que pertenecen, o sobre la calle o camino público o vecinal, y no sobre otro
predio, sino con voluntad de su dueño.”
164
7. SERVIDUMBRES LEGALES.
1) Concepto y clasificación.
Son las impuestas por la ley, aun contra la voluntad del predio sirviente.
Art. 839 CC. “Las servidumbres legales son (1) relativas al uso público, o (2) a la utilidad de los
particulares.
Las servidumbres legales relativas al uso público son:
El uso de las riberas en cuanto necesario para la navegación o flote, que se regirá por el Código de Aguas;
Y las demás determinadas por los reglamentos u ordenanzas respectivas.”
Enumeración.
Art. 841 CC. “Las servidumbres legales de la segunda especie son asimismo determinadas por las
ordenanzas de policía rural. Aquí se trata especialmente de las de demarcación, cerramiento,
tránsito, medianería, acueducto, luz y vista.”
1. Servidumbre de demarcación.
Demarcación: operación que tiene por objeto fijar la línea que separa dos predios
colindantes de distintos dueños, señalándola por medio de signos colindantes.
Art. 842 CC. “Todo dueño de un predio tiene derecho a que se fijen los límites que lo separan de
los predios colindantes, y podrá exigir a los respectivos dueños que concurran a ello, haciéndose
la demarcación a expensas comunes.”
165
No exige la prueba del dominio, por lo que puede entablar la acción
correspondiente el dueño, cualquier poseedor, y en general cualquiera que tenga
un derecho real sobre la cosa.
Naturaleza jurídica.
Se compone de 2 elementos:
1. Del dueño que tiene interés en fijar los deslindes: es una facultad, consecuencia
del dominio. Por ello es imprescriptible. Se entabla una acción real en que los
intereses del actor no son contrapuestos a los de los vecinos. Se tramita en juicio
sumario.
2. Servidumbre de cerramiento.
Art. 844 CC. “El dueño de un predio tiene derecho para cerrarlo o cercarlo por todas partes, sin
perjuicio de las servidumbres constituidas a favor de otros predios.
El cerramiento podrá consistir en paredes, fosos, cercas vivas o muertas.”
Art. 846 inc. 1º CC. “El dueño de un predio podrá obligar a los dueños de los predios colindantes a
que concurran a la construcción y reparación de cercas divisorias comunes.”
Cerca divisoria.
Art. 845 CC. “Si el dueño hace el cerramiento del predio a su costa y en su propio terreno, podrá
hacerlo de la calidad y dimensiones que quiera, y el propietario colindante no podrá servirse de la
pared, foso o cerca para ningún objeto, a no ser que haya adquirido este derecho por título o por
prescripción de cinco años contados como para la adquisición del dominio.”
Art. 846 inc. final CC. “La cerca divisoria construida a expensas comunes estará sujeta a la
servidumbre de medianería.”
166
3. Medianería.
Art. 851 CC. “La medianería es una servidumbre legal en virtud de la cual los dueños de dos
predios vecinos que tienen paredes, fosos o cercas divisorias comunes, están sujetos a las
obligaciones recíprocas que van a expresarse.”
Art. 852 CC. “Existe el derecho de medianería para cada uno de los dos dueños colindantes,
cuando consta o por alguna señal aparece que han hecho el cerramiento de acuerdo y a expensas
comunes.”
Art. 854 CC. “En todos los casos, y aun cuando conste que una cerca o pared divisoria pertenece
exclusivamente a uno de los predios contiguos, el dueño del otro predio tendrá el derecho de
hacerla medianera en todo o parte, aun sin el consentimiento de su vecino, pagándole la mitad del
valor del terreno en que está hecho el cerramiento, y la mitad del valor actual de la porción de
cerramiento cuya medianería pretende.”
Prueba de la medianería.
a. Por medio de un título: con el contrato en que ha quedad constancia de que la
muralla ha sido construida a expensas comunes. (Art. 852 CC: “cuando consta”).
b. Por medio de señales exteriores (Art. 852 CC: “o por alguna señal aparece que
han hecho el cerramiento de acuerdo y a expensas comunes.”)
c. Por medio de presunciones: Art. 853 CC. “Toda pared de separación entre dos
edificios se presume medianera, pero sólo en la parte en que fuere común a los
edificios mismos.
Se presume medianero todo cerramiento entre corrales, jardines y campos, cuando
cada una de las superficies contiguas esté cerrada por todos lados: si una sola está
cerrada de este modo, se presume que el cerramiento le pertenece exclusivamente.
Efectos de la medianería.
167
Art. 855 CC. “Cualquiera de los dos condueños que quiera servirse de la pared medianera para
edificar sobre ella, o hacerla sostener el peso de una construcción nueva, debe primero solicitar el
consentimiento de su vecino, y si éste lo rehúsa, provocará un juicio práctico en que se dicten las
medidas necesarias para que la nueva construcción no dañe al vecino.
En circunstancias ordinarias se entenderá que cualquiera de los condueños de una pared medianera
puede edificar sobre ella, introduciendo maderos hasta la distancia de un decímetro de la superficie
opuesta; y que si el vecino quisiere por su parte introducir maderos en el mismo
paraje o hacer una chimenea, tendrá el derecho de recortar los maderos de su vecino hasta el
medio de la pared, sin dislocarlos.”
Art. 857 CC. “Cualquiera de los condueños tiene el derecho de elevar la pared medianera, en
cuanto lo permitan las ordenanzas generales o locales; sujetándose a las reglas siguientes:
Art. 858 CC. “Las expensas de construcción, conservación y reparación del cerramiento serán a
cargo de todos los que tengan derecho de propiedad en él, a prorrata de los respectivos derechos.
Sin embargo, podrá cualquiera de ellos exonerarse de este cargo, abandonando su derecho de
medianería, pero sólo cuando el cerramiento no consista en una pared que sostenga un edificio de
su pertenencia.”
Árboles medianeros.
Art. 859 CC. “Los árboles que se encuentran en la cerca medianera, son igualmente medianeros;
y lo mismo se extiende a los árboles cuyo tronco está en la línea divisoria de dos heredades,
aunque no haya cerramiento intermedio.
Cualquiera de los dos condueños puede exigir que se derriben dichos árboles, probando que de
algún modo le dañan; y si por algún accidente se destruyen, no se repondrán sin su
consentimiento.”
4. Servidumbre de tránsito.
Art. 847 CC. Si un predio se halla destituido de toda comunicación con el camino público por la
interposición de otros predios, el dueño del primero tendrá derecho para imponer a los otros la
servidumbre de tránsito, en cuanto fuere indispensable para el uso y beneficio de su predio,
pagando el valor del terreno necesario para la servidumbre y resarciendo todo otro perjuicio.
Naturaleza jurídica.
168
Condiciones para poder establecerse.
1. Que el predio que trata de imponerla esté desprovisto de toda comunicación con
el camino público.
2. Que esta comunicación sea indispensable para el uso y beneficio del predio.
Art. 848 CC. “Si las partes no se convienen, se reglará por peritos, tanto el importe de la
indemnización, como el ejercicio de la servidumbre.”
Art. 849 CC. “Si concedida la servidumbre de tránsito en conformidad a los artículos precedentes,
llega a no ser indispensable para el predio dominante, por la adquisición de terrenos que le dan un
acceso cómodo al camino, o por otro medio, el dueño del predio sirviente tendrá derecho para pedir
que se le exonere de la servidumbre, restituyendo lo que, al establecerse ésta, se le hubiere
pagado por el valor del terreno.”
Art. 850 CC. “Si se vende o permuta alguna parte de un predio, o si es adjudicada a cualquiera de
los que lo poseían proindiviso, y en consecuencia esta parte viene a quedar separada del camino,
se entenderá concedida a favor de ella una servidumbre de tránsito, sin indemnización alguna.”
5. Servidumbre de acueducto.
Art. 861 CC. “Toda heredad está sujeta a la servidumbre de acueducto en favor de otra heredad
que carezca de las aguas necesarias para el cultivo de sementeras, plantaciones o pastos, o en
favor de un pueblo que las haya menester para el servicio doméstico de los habitantes, o en favor
de un establecimiento industrial que las necesite para el movimiento de sus máquinas.
Esta servidumbre consiste en que puedan conducirse las aguas por la heredad sirviente a expensas
del interesado; y está sujeta a las reglas que prescribe el Código de Aguas.”
Concurren todos los requisitos para que lo sea. El predio dominante puede ser:
- Una heredad que carezca de las aguas para el cultivo.
- Un pueblo que requiere las aguas para el servicio doméstico de sus
habitantes.
- Un establecimiento industrial que las requiera para el movimiento de las
máquinas.
169
Características.
1. Es positiva.
2. Es continua.
3. Puede ser aparente o inaparente. Generalmente es aparente.
Art. 870 CC. “Las reglas establecidas en el Código de Aguas para la servidumbre de acueducto se
extienden a los que se construyan para dar salida y dirección a las aguas sobrantes, y para
desecar pantanos y filtraciones naturales por medio de zanjas y canales de desagüe.”
a. Desagüe: obligación de construir canales para que salgan las aguas sobrantes.
6. Servidumbre de luz.
Objeto.
Art. 873 CC. “La servidumbre legal de luz tiene por objeto dar luz a un espacio cualquiera cerrado
y techado; pero no se dirige a darle vista sobre el predio vecino, esté cerrado o no.”
Características.
1. Es continua.
2. Es aparente.
3. Es positiva.
1. Art. 874 inc. 1º CC. “No se puede abrir ventana o tronera de ninguna clase en
una pared medianera, sin consentimiento del condueño.”
En este caso no hay servidumbre de luz, sino que es una consecuencia de la de
medianería. Es por ello que:
Art. 877 CC. “Si la pared divisoria llega a ser medianera, cesa la servidumbre legal
de luz, y sólo tiene cabida la voluntaria, determinada por mutuo consentimiento de
ambos dueños.”
2. Art. 874 inc. 2º CC. “El dueño de una pared no medianera puede abrirlas en ella,
en el número y de las dimensiones que quiera.”
170
Es simplemente el ejercicio de su derecho de dominio, y se refiere a una pared no
divisoria.
Art. 875 CC. “La servidumbre legal de luz está sujeta a las condiciones que van a expresarse.
1.ª La ventana estará guarnecida de rejas de hierro, y de una red de alambre, cuyas mallas
tengan tres centímetros de abertura o menos.
2.ª La parte inferior de la ventana distará del suelo de la vivienda a que da luz, tres metros a lo
menos.”
Art. 876 CC. “El que goza de la servidumbre de luz no tendrá derecho para impedir que en el suelo
vecino se levante una pared que le quite la luz.”
7. Servidumbre de vista.
Tiene por objeto prohibir que se vea lo que pasa en el predio vecino.
Características.
1. Es negativa.
2. Es continua.
3. Es aparente. Según Peñailillo, todas las servidumbres que consisten en un no
hacer son siempre inaparentes.
Prohibiciones.
Art. 878 CC. “No se pueden tener ventanas, balcones, miradores o azoteas, que den vista a las
habitaciones, patios o corrales de un predio vecino, cerrado o no; a menos que intervenga una
distancia de tres metros.
La distancia se medirá entre el plano vertical de la línea más sobresaliente de la ventana, balcón,
etc., y el plano vertical de la línea divisoria de los dos predios, siendo ambos planos paralelos.
No siendo paralelos los dos planos, se aplicará la misma medida a la menor distancia entre ellos.”
8. SERVIDUMBRE VOLUNTARIA.
1. Generalidades.
Art. 880 inc. 1º CC. “Cada cual podrá sujetar su predio a las servidumbres que quiera, y adquirirlas sobre
los predios vecinos con la voluntad de sus dueños, con tal que no se dañe con ellas al orden público, ni se
contravenga a las leyes.”
171
2. Constitución de estas servidumbres.
Entendemos título como acto jurídico. Pueden constituirse por testamento o convención, a
título gratuito u oneroso.
No requiere ninguna solemnidad especial, aparte de las del acto por el cual se constituye.
Art. 883 inc. 1º CC. “El título constitutivo de servidumbre puede suplirse por el reconocimiento expreso del
dueño del predio sirviente.”
Cualquier clase de servidumbre puede constituirse por título (Art. 882 CC).
Art. 880 inc. 2º CC. “Las servidumbres de esta especie pueden también adquirirse por sentencia de juez
en los casos previstos por las leyes.”
Esto es impropio, pues por lo general las sentencias son declarativas. Sólo puede citarse
un caso en que se constituye por sentencia judicial:
Art. 1337 CC regla 5.ª “En la división de fundos se establecerán las servidumbres necesarias para su
cómoda administración y goce.”
C) Por prescripción.
De acuerdo al Art. 882 CC, sólo pueden ganarse por prescripción las servidumbres
continuas y aparentes. El plazo es de 5 años, cualquiera sea la posesión.
Art. 881 CC. “Si el dueño de un predio establece un servicio continuo y aparente a favor de otro predio
que también le pertenece, y enajena después uno de ellos, o pasan a ser de diversos dueños por partición,
subsistirá el mismo servicio con el carácter de servidumbre entre los dos predios, a menos que en el título
constitutivo de la enajenación o de la partición se haya establecido expresamente otra cosa.”
Destinación del padre de familia: acto por el cual una persona establece entre dos predios
que le pertenecen, un estado de cosas que constituiría servidumbre si los predios fueran
de distinto dueño.
Requisitos necesarios para que tenga lugar la destinación del padre de familia.
1. Que los predios que actualmente separados hayan sido de un mismo dueño.
172
2. Que el servicio se haya constituido por el mismo dueño.
3. Que se trate de un servicio continuo y aparente.
4. Que en el acto de enajenación o partición no se haya establecido expresamente otra
cosa.
Casos en que tiene lugar este modo de establecer servidumbres voluntarias. Son dos:
i. Cuando el dueño de un predio establece entre dos partes del mismo predio un servicio y
después esas partes pasan a ser de distinto dueño.
ii. Cuando el predio sirviente y el dominante pasan a manos de un solo dueño, y éste deja
subsistente la servidumbre como servicio. Si después vuelven a separarse, subsiste la
servidumbre (que es nueva, porque la original se extinguió por confusión).
Diversas causales.
1º Por la resolución del derecho del que las ha constituido; (sólo aplicable a voluntarias)
2º Por la llegada del día o de la condición, si se ha establecido de uno de estos modos;
(también se aplica sólo a las voluntarias)
173
CAPÍTULO 12. REGISTRO DEL CONSERVADOR DE BIENES RAÍCES.
1. Generalidades.
De acuerdo al Art. 695 CC, se dictó el Reglamento del Registro Conservatorio de Bienes
Raíces.
Art. 695 CC. Un reglamento especial determinará en lo demás los deberes y funciones del Conservador, y
la forma y solemnidad de las inscripciones.
1. Repertorio:
2. Registro:
3. Índice General.
174
3. Inscripción de títulos.
5° - Actos relacionados con la sucesión por causa de muerte (Art. 688 CC).
175
1° Toda condición suspensiva o resolutoria del dominio de bienes inmuebles o
de otros derechos reales constituidos sobre ellos;
Art. 54 inc. 1º Reglamento. La inscripción del título de dominio y de cualquiera otro de los derechos reales
mencionados en el artículo 52, números 1.° y 2.°, se hará en el Registro Conservatorio del departamento
en que esté situado el inmueble, y si éste por su situación pertenece a varios departamentos, deberá
hacerse la inscripción en la oficina de cada uno de ellos.
Art. 60 Reglamento. Los interesados pueden pedir la inscripción por sí, por medio de personeros o de sus
representantes legales.
Art. 61 Reglamento. Sólo si la inscripción se pide para transferir el dominio de un inmueble, o de algún
otro de los derechos reales comprendidos en el número 1.° del artículo 52, será necesario que el
apoderado o representante legal presenten el título de su mandato o de su representación; en las
inscripciones de otro género, bastará que exhiban la copia auténtica del título en virtud de la cual
demandan la inscripción.
Art. 690 inc. 1. Para llevar a efecto la inscripción, se exhibirá al Conservador copia auténtica del título
respectivo, y del decreto judicial en su caso.
Art. 57. Para llevar a efecto la inscripción, se exhibirá al Conservador copia auténtica del título respectivo
o de la sentencia o decreto judicial; en este caso, con certificación al pie del respectivo escribano, que
acredite ser ejecutorios.
Se exhibirán también los demás documentos necesarios, sean públicos o privados.
Art. 62. Art. 62. El Conservador admitirá como auténtica toda copia autorizada, con las solemnidades
legales, por el competente funcionario.
Sólo se puede inscribir instrumentos públicos, pero puede exhibirse instrumentos privados
para facilitar la inscripción. Los títulos otorgados en el extranjero deben legalizarse
previamente (Art. 63 Reglamento)
176
D) Requisitos que debe reunir la inscripción.
Art. 690 inc. 2 CC. La inscripción principiará por la fecha de este acto; expresará la naturaleza y fecha del
título, los nombres, apellidos y domicilios de las partes y la designación de la cosa, según todo ello
aparezca en el título; expresará además la oficina o archivo en que se guarde el título original; y terminará
por la firma del Conservador.
Art. 692. Siempre que se transfiera un derecho que ha sido antes inscrito, se mencionará la precedente
inscripción en la nueva.
Art. 80. Siempre que se transfiera un derecho antes inscrito, se mencionará en la nueva, al tiempo de
designar el inmueble, la precedente inscripción, citándose el Registro, folio y número de ella.
Para la transferencia, por donación o contrato entre vivos, del dominio de una finca que
no ha sido antes inscrita, el Conservador exigirá, constancia de haberse dado aviso de
dicha transferencia al público por medio de 3 avisos publicados en un diario de la comuna
o de la capital de provincia o de la capital de la región, si en aquélla no lo hubiere, y por
un cartel fijado, durante quince días por lo menos, en la oficina del CBR respectivo (Art.
693 inc. 1).
Art. 58 inc. final Reglamento. La inscripción no podrá efectuarse sino una vez transcurridos 30 días
contados desde el otorgamiento del certificado a que se refiere el inciso segundo (se refiere al certificado
de cumplimiento de los requisitos).
6. Copias y certificados.
7. Sub inscripciones.
1. Registro de Comercio.
177
2. Registro de Aguas.
3. Registro de Prenda Agraria.
4. Registro de Prenda Industrial, etc.
12.1 SANCIÓN POR LA OMISIÓN DE LAS INSCRIPCIONES QUE ORDENA EL ARTÍCULO 688
CC.
Esta disposición ordena practicar ciertas inscripciones para que un heredero pueda
disponer de los inmuebles heredados. Estas inscripciones no constituyen tradición, pues
ha operado la sucesión por causa de muerte, sino que el objetivo es dar publicidad y
continuidad a la historia de la propiedad raíz.
Art. 688 CC. En el momento de deferirse la herencia, la posesión de ella se confiere por el ministerio
de la ley al heredero; pero esta posesión legal no habilita al heredero para disponer en manera alguna
de un inmueble, mientras no preceda:
1. El decreto judicial que da la posesión efectiva: este decreto se inscribirá en el Registro de la comuna
o agrupación de comunas en que haya sido pronunciado; y si la sucesión es testamentaria, se
inscribirá al mismo tiempo el testamento;
2. Las inscripciones especiales prevenidas en los incisos 1 y 2 del artículo precedente: en virtud de
ellas podrán los herederos disponer de consuno de los inmuebles hereditarios; y
3. La inscripción especial prevenida en el inciso 3.: sin ésta no podrá el heredero disponer por sí solo
de los inmuebles hereditarios que en la partición le hayan cabido.
3) Inscripción del acto de partición: también debe hacerse con cada inmueble en
el CBR respectivo. Con esta inscripción, el heredero puede disponer por sí solo de
los inmuebles que en la partición le hayan cabido.
1) La CS declaró que la sanción era la nulidad absoluta, porque las normas del CBR
son de orden público.
178
- La CS rectificó lo anterior, diciendo que la nulidad absoluta sólo se aplica a las
ventas voluntarias.
2) La CS dijo que el Art. 688 CC impide disponer, entendido como enajenar. La venta no
es una enajenación, por lo tanto la venta es válida; lo que es nulo es la tradición. Se
puede criticar que el Art. 1810 prohíbe la venta de las cosas que no pueden
enajenarse.
4) La sanción debe buscarse en los principios generales, lo que lleva a dos soluciones:
El CBR interviene en 3 MAD: tradición, prescripción y sucesión por causa de muerte, pero
sólo en el primero la inscripción tiene papel de MAD; en los demás, sólo busca mantener
la historia de la propiedad raíz.
179
CAPÍTULO 13. ANEXOS.
1. Prueba del dominio en MAD originario: Se prueba el hecho constitutivo del MAD.
2. Prueba en los derivativos: Hay que distinguir teoría y práctica.
a. Se debería probar acreditando los dominios anteriores. ¿Y, si el anterior no fue
dueño? Probar el dominio del antecesor, hasta que se encuentra a un dueño o
un modo de adquirir originario (prueba diabólica o prueba imposible). Ver: arts.
682 y 683.
b. En la práctica, se prueba con la prescripción adquisitiva extraordinaria. ¿Y si el
tiempo no alcanza a completar los diez años (quien quiere adquirir no tiene más
de 10 años de posesión)? Se puede recurrir a la accesión de posesiones. (2500
y 717).
ANEXO II: ¿POR QUÉ LOS DERECHOS REALES SON NÚMEROS CLAUSUS (SÓLO CREADOS
POR LEY) Y NO PUEDEN SER CREADOS POR LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD?
1. Los demás derechos reales (exceptuando la herencia) se pueden considerar como
gravámenes o limitaciones en relación al dominio. En virtud de la libre circulación de
los bienes (orden público), no se pueden inventar limitaciones o gravámenes.
2. Según la doctrina moderna, la relación en los derechos reales se da con un sujeto
pasivo universal. En este sentido, mediante la autonomía de la voluntad, no se podría
crear una obligación general de abstención en la colectividad, pues no han prestado su
voluntad de quedar obligados.
Concepto de precario
El art. 2195 inc. final del Código Civil, establece que “constituye también precario la
tenencia de una cosa ajena, sin previo contrato y por ignorancia o mera tolerancia del dueño”.
De esta manera la noción de precario corresponde a una relación de hecho de una persona
respecto de un bien y no una relación contractual como lo son el comodato y el comodato
precario. Es por ello que puede criticarse la ubicación de esta definición en el libro IV y
29
Cfr. HALABÍ, Fuad; SAFFIRO, Carlos. La acción de precario ante la doctrina y Jurisprudencia. Editorial
Conosur, Santiago, 1996. LECAROS, José Miguel, “Algunas consideraciones sobre el precario en la
jurisprudencia”, Ars Boni et Aequi, Nº. 4, 2008, págs. 91-100 (http://www.ubo.cl/icsyc/wp-
content/uploads/2011/09/6-Lecaros.pdf). LARROUCAU, Jorge; ROSTIÓN, Ignacio. Del juicio de
precario, en Fundamentos de Derechos Reales en el Derecho Chileno, Coord. Rodrigo Barcia, Legal
Publishing – Thomson Reuters, 2013. ROSTIÓN, Ignacio, “La causa de pedir en el juicio de precario
(Corte de Apelaciones de Valparaíso), Revista de Derecho, Vol. XXVI, Nº 1, Julio 2013.
180
particularmente en las normas del comodato30, siendo que debiese ser definida en el libro II.
Requisitos jurisprudenciales
1. El actor debe acreditar el dominio de la cosa.
2. El precarista debe carecer de título que justifique su tenencia.
- En relación a este requisito se ha discutido qué se entiende por “carecer de título”. Al
respecto se plantean dudas respecto al cumplimiento de este requisito cuando el
demandado invoca como título un arrendamiento con el dueño anterior, o un título de
tenencia, o de matrimonio o concubinato con el demandante, entre otros32.
3. El precarista detenta la cosa por ignorancia o mera tolerancia del dueño.
El sábado 25 de junio del presente año se publicó en el Diario Oficial la ley 20.930 que
establece el Derecho Real de Conservación, entrando en vigencia desde ese día.
Este derecho real permitirá reducir la onerosidad que significa la protección del medio
ambiente toda vez que hasta la fecha esto se hace a través de la compra del terreno que se
30
Cfr. HALABÍ, Fuad; SAFFIRO, Carlos. La acción de precario ante la doctrina y Jurisprudencia. Óp.
Cit. p. 4 y ss.
31
Cfr. Para un mayor análisis del problema, ROSTIÓN, Ignacio, “La causa de pedir en el juicio de
precario (Corte de Apelaciones de Valparaíso), Óp. Cit. p. 231 y ss.
32
Cfr. HALABÍ, Fuad; SAFFIRO, Carlos. La acción de precario ante la doctrina y Jurisprudencia. Óp.
Cit. p. 51 y ss.
181
quiere proteger y la posterior inversión requerida en planes de manejo. En este sentido la
entrada en vigencia de este derecho real permite lograr el fin de conservación a un menor
costo.
1. Concepto
El artículo 2 de la ley 20.930 (en adelante, “la ley”), establece que es un derecho real que
consiste en la facultad de conservar el patrimonio ambiental de un predio o de ciertos
atributos o funciones de éste.
El contrato constitutivo del derecho real de conservación debe celebrarse por escritura
pública. La que servirá de título para requerir la inscripción en el Conservador de Bienes
Raíces correspondiente, en el registro de hipotecas y gravámenes según dispone el art. 8 de
la ley.
Este es un contrato dirigido, toda vez que en el art. 7 se esta establecen las menciones
de este contrato y en el art. 6 de la ley se exige a las partes acordar al menos alguna de las
siguientes prohibiciones, restricciones u obligaciones:
La ley menciona que el derecho real de conservación no faculta a su titular para percibir
los frutos naturales o civiles que deriven de la conservación del inmueble, salvo en aquello
que se acuerde explícitamente por las partes.
4. Extinción
El art. 12 de la ley regula la extinción de este derechi real, estableciendo que se extinguirá
por las causales generales de terminación de los derechos reales y, especialmente, por: la
transferencia del bien gravado; la disolución de la persona jurídica titular del derecho, salvo
estipulación en contrario; la expropiación del inmueble gravado. Si se expropia parcialmente,
subsistirá el derecho real de conservación sobre la parte no expropiada.
5. Procedimiento aplicable
Por último la ley establece que la resolución de los conflictos a que diere lugar la
aplicación de esta ley se sujetará a las reglas del procedimiento sumario.
Tradición Entrega
Concepto Consiste en una entrega Es el traspaso material de
más el elemento una cosa de una persona a
intencional: debe existir en otra que permite la
el tradente y el adquirente aprehensión material de la
la intención de transferir y misma.
adquirir el dominio.
Causa, ¿Dónde se Título traslaticio de Título de mera tenencia
manifiesta la intención? dominio
Título
Efecto El adquirente se hace Quien recibe la entrega se
dueño o poseedor (regular hace mero tenedor.
o irregular dependiendo de
si concurren los requisitos)
183
de un inmueble (Art. 689 CC); esta inscripción no puede ser considerada tradición, pues
ha operado el MAD prescripción, por lo tanto se inscribe para que produzca efectos
respecto de terceros.
En el caso de las inscripciones exigidas en las transmisiones hereditarias (Art. 688 CC),
ocurre lo mismo: no es tradición, pues ha operado la sucesión por causa de muerte; la
inscripción sirve para conservar la historia de la propiedad raíz.
Art. 724 CC. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el Registro del
Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este medio.
Art. 728 CC. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se cancele, sea por
voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a
otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el título inscrito, no adquiere
posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.
Art. 924 CC. La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción y mientras ésta subsista, y
con tal que haya durado un año completo, no es admisible ninguna prueba de posesión con que se
pretenda impugnarla.
Art. 2505 CC. Contra un título inscrito no tendrá lugar la prescripción adquisitiva de bienes raíces, o de
derechos reales constituidos en éstos, sino en virtud de otro título inscrito; ni empezará a correr sino
desde la inscripción del segundo.
184
ANEXO VII: PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN MERAMENTE DECLARATIVA DEL DOMINIO EN EL
DERECHO CHILENO33
Por tanto, ¿cuenta actualmente la legislación chilena con alguna acción que permita
únicamente obtener el reconocimiento, con efecto de cosa juzgada, de un derecho real? La
respuesta es no, al menos expresamente.
En este sentido, cierto sector de la doctrina sostiene que la acción declarativa de dominio
es aquella por la cual el dueño de una cosa busca que su derecho de propiedad sobre ella
sea reconocido retroactivamente frente a quien lo niega, desconoce o perturba
inmaterialmente. En otras palabras, lo que busca el demandante es obtener que el juez lo
declare como propietario de un determinado bien, frente a un sujeto, el demandado, que
está poniendo en duda ese dominio, sin violarlo.
33
Anexo elaborado en base al texto escrito por la profesora Fabiola Lathrop Gómez:
https://scielo.conicyt.cl/pdf/iusetp/v17n2/art02.pdf
185
La legitimación pasiva la tendrá aquel que extraprocesalmente haya negado la cualidad de
propietario al actor produciéndole a este último un perjuicio: en este caso podría ser el
poseedor de la cosa o el tenedor, entre otras situaciones.
En relación a la naturaleza de la acción esta sería real e imprescriptible. El actor debe probar
su dominio mediante el respectivo título (en cuanto hecho constitutivo de su pretensión, no
porque sea el objeto pedido) y la identificación de la cosa. Deben acreditarse los hechos en
virtud de los cuales su dominio ha sido perturbado o desconocido por parte del demandado.
El objeto del juicio es el dominio, y la sentencia que pronuncia sobre él, como hemos dicho,
produce cosa juzgada, de manera que puede hacerse valer cada vez que le sea discutido al
dueño la titularidad de su propiedad sobre la cosa.
En este contexto, sería prudente preguntarse lo siguiente: ¿De qué sirve, entonces, el
ejercicio de la acción declarativa del dominio si, pese a haberse declarado el dominio del
actor, el demandado no debe restituir?
Se ha sostenido que el efecto declarativo de esta acción, una vez obtenida, no excluye que
la sentencia pueda dar lugar a alguna medida de ejecución, como la cancelación de un
asiento registral o la inscripción de un título de dominio reconocido a favor el demandante.
La acción meramente declarativa excluye, por su naturaleza de tal, la ejecución en contra
del demandado, pero no la ordenación de actos materiales. En otras palabras, el juez que
ha concedido esta acción no podría ordenar, en su virtud, la restitución del inmueble,
cuestión propia de una acción declarativa de condena, tal como lo es la acción
reivindicatoria, pero sí determinados hechos materiales que satisfagan la pretensión a que
accedió.
Por último, habiéndose constatado que existen situaciones prácticas donde la solución no
se encuentra directamente en la normas actuales, ¿cómo podría hacerse frente? Algunos
profesores, como Peñailillo, han sostenido al respecto que la acción de jactancia (Arts. 269-
272 CPC) y los arts. 889 y 582 CC, en conjunto con la acción de protección (Art. 19 nº4)
podrían dar “continente” a la acción declarativa de dominio en Chile de una manera
innominada, construyendo fundamento normativo para entablar una demanda, cuestión no
pacífica en doctrina.
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