El Delito de Difamación
El Delito de Difamación
El Delito de Difamación
El delito de injuria
Concepto. Elementos. Medios de Comisión. Tipos. Atenuantes. Causas de excepción
de culpabilidad. Diferencias con el delito de difamación. Ubicación en el Código Penal
Venezolano.
La injuria tiene una gran diferencia con la difamación; porque el hecho que se imputa no es determinado sino
que lo que se le imputa a la persona es un hecho genérico (diferencia con la difamación).
Art. 444 C.P. "Todo individuo que en comunicación con varias personas, juntas o separadas, hubiere ofendido de
alguna manera el honor, la reputación o el decoro de alguna persona, será castigado con prisión de seis meses a
un año y multa de cincuenta unidades tributarias (50 U.T.) a cien unidades tributarias (100 U.T.).
Si el hecho se ha cometido en presencia del ofendido, aunque esté solo, o por medio de algún escrito que se le
hubiere dirigido o en lugar público, la pena podrá elevarse en una tercera parte de la pena a imponer, incluyendo
en ese aumento lo referente a la multa que deba aplicarse, y si con la presencia del ofendido concurre la
publicidad, la pena podrá elevarse hasta la mitad.
Si el hecho se ha cometido haciendo uso de los medios indicados en el primer aparte del artículo 442, la pena de
prisión será por tiempo de un año a dos años de prisión y multa de doscientas unidades tributarias (200 U.T.) a
quinientas unidades tributarias (500 U.T.)
Parágrafo único: En caso de que la injuria se produzca en documento público o con escritos, dibujos divulgados o
expuestos al público o con otro9s medios de publicidad, se tendrá como prueba del hecho punible y de la autoría
el ejemplar del medio impreso o copia de la radiodifusión o emisión televisiva de la especie injuriante".
Si leemos los dos artículos (442 y 444) inmediatamente diremos "por encimita" esto es lo mismo, no tiene
diferencia alguna; pero la diferencia que tiene estriba en la injuria se establece: "Hubiere ofendido de alguna
manera"; es decir de cualquier otra manera que no sea determinada; por ejemplo decirle ladrón a alguna
persona; mientras que en la difamación "imputado a un individuo un hecho determinado" en este caso el
ejemplo sería llamar ladrón a una persona pero imputándole concretamente que se robó. Es por eso que no se
puede decir, "te voy a demandar por difamación e injuria" por qué o es difamación o es injuria. Esta es la única
diferencia, todo lo demás es igual:
Semejanzas entre la difamación y la injuria:
Ambos son delitos de acción privada, deben haber dos personas o más reunidas o separadas, también se puede
utilizar cualquier medio; será también simple y agravada; es decir tiene los mismos presupuestos, todo se da
igual que en la difamación: El mismo sujeto activo, el mismo sujeto pasivo; en ambos casos se ataca el honor y la
reputación de las personas; tiene el mismo objeto material, etc.
La Injuria puede ser calificada como falta, o como delito. Cuando la Injuria revista especial
gravedad, será entendida como delito y le será de aplicación lo dispuesto en los artículos 208 y
siguientes del Código Penal. Se delimita el ámbito de aplicación de la figura delictiva de las
Injurias, por su naturaleza, efectos y circunstancias, lo que conlleva que sean tenidas en el
concepto público por graves, y esto habrá de valorarse por el juez en cada caso particular.
Las penas de aplicación con respecto al delito de Injuria, serían calificadas como graves, las que
se hacen con publicidad, resultando su condena, con una de multa de seis a catorce meses y, en
otros casos, con la pena de tres a siete meses. Los importe de las multas deben ser impuestos
por los jueces a petición de las partes.
Los delitos de Injurias y calumnias han proliferado en los últimos tiempos con el crecimiento del
uso de las redes sociales y otros mecanismos accesibles a través de internet.
La comisión de este tipo de hechos, han venido a proliferar. La aparente sensación por un lado de
anonimato en los delitos de Injurias, invita a propiciar en algunos usuarios la sensación de
impunidad y, de otro, la facilidad de la comisión de las Injurias, lo que unido a su rápida y
extendida difusión, lo hace especialmente letal respecto de cualquier expresión o comentario
vertido, han venido a constituir que los delitos de Injurias, se hayan disparado en los últimos
tiempos.
Estamos viendo con harta frecuencia como en los programas televisivos de realitys shows, se
producen con absoluta normalidad diaria, la comisión de este tipo de delitos o faltas de Injurias,
quedando en muchos de ellos como meras anécdotas sin ninguna consecuencia penal.
Además, en estos casos de Injuria, la ley establece que se entenderá solidaria la responsabilidad
civil entre quien publicó la información y el propietario del medio de difusión que le hizo de soporte
donde se vertió la Injuria, de ahí que el presunto delincuente se ampare en que el medio a través
del que la difunde, deberá responder civilmente de los efectos que provoca la Injuria.
Así, para los propietarios de páginas webs que incorporen contenido vertidos por usuarios que
contengan Injurias, lo recomendable es que adicionen en las condiciones de uso de las mismas,
la advertencia legal de que los contenidos que incorporan los usuarios no están gestionados, ni
modificados, ni seleccionados por el propietario de la web, así como tampoco están
seleccionados los propios usuarios, todo ello con el fin de evitar que se utilicen medios lícitos de
comunicación de la Injuria, a través de las redes sociales, como conducto idóneo para
proferir Injurias.
Injuria
Delitos,Derecho Penal
Es injuria la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona, menoscabando su fama
o atentando contra su propia estimación.
Solamente serán constitutivas de delito las injurias que, por su naturaleza, efectos y
circunstancias, sean tenidas en el concepto público por graves, sin perjuicio de lo dispuesto en el
apartado 4 del artículo 173.
Las injurias que consistan en la imputación de hechos no se considerarán graves, salvo cuando
se hayan llevado a cabo con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.
En su artículo 208 el Código Penal define la injuria como la acción o expresión que lesiona la
dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia
estimación.
La injuria debe dañar obligatoriamente el honor del otro, atentar contra su derecho fundamental al
honor.
Para que se dé el delito de injuria será suficiente con que el autor de la vejación o acción
injuriosa conozca que se van a producir daños y perjuicios para la otra persona. Así pues, solo
cabe la injuria como delito si se produce mediante una conducta dolosa, es decir, el autor sabe de
sobra que va a producir daños y perjuicios a la otra persona con su acción.
Además, es importante conocer que no hay derecho a actuar en defensa propia ante una
injuria, y se castigaría igualmente al inicialmente injuriado si responde con otra conducta que
incurra en injuria.
Las injurias graves hechas con publicidad se castigarán con la pena de multa de seis a catorce
meses y, en otro caso, con la de tres a siete meses.
En las injurias con publicidad es necesario que el sujeto activo difunda su ofensa por medios de
comunicación (por ejemplo redes sociales), produciendo un mayor daño del que se produciría
en el caso de una injuria hecha de forma privada.
Es por ese mayor daño producido en las injurias por publicidad que su pena de multa es el doble
de la pena de las injurias sin publicidad: entre seis y catorce meses de multa para las injurias con
publicidad, por tres a siete meses del tipo básico.
También existe un tipo agravado para el delito de injurias. común al delito de calumnias, cuando
estas se producen mediando precio, recompensa o promesa, tal y como recoge el artículo 213
del Código Penal.
Si la calumnia o injuria fueren cometidas mediante precio, recompensa o promesa, los Tribunales
impondrán, además de las penas señaladas para los delitos de que se trate, la de inhabilitación
especial prevista en los artículos 42 ó 45 del presente Código, por tiempo de seis meses a dos
años.
1. Nadie será penado por calumnia o injuria sino en virtud de querella de la persona ofendida por
el delito o de su representante legal. Se procederá de oficio cuando la ofensa se dirija contra
funcionario público, autoridad o agente de la misma sobre hechos concernientes al ejercicio de
sus cargos.
3. El perdón del ofendido o de su representante legal, en su caso, extingue la acción penal sin
perjuicio de lo dispuesto en el segundo párrafo del número 5º del apartado 1 del artículo 130 de
este Código.
En los delitos de calumnia o injuria se considera que la reparación del daño comprende también
la publicación o divulgación de la sentencia condenatoria, a costa del condenado por tales delitos,
en el tiempo y forma que el Juez o Tribunal consideren más adecuado a tal fin, oídas las dos
partes.
Tanto en la injuria como en la calumnia el sujeto activo persigue como objetivo lesionar la
dignidad y el honor de la persona ofendida, si bien la calumnia tiene una mayor gravedad dado
que además de atentar contra la dignidad, se imputa al ofendido falsamente la comisión de un
delito.
Para que pueda catalogarse un delito como calumnia, es necesario que se impute al ofendido la
comisión de un delito recogido en el Código Penal, y que se haga a sabiendas de su
falsedad o temerario desprecio hacia la verdad. En caso contrario, no se trataría de una
calumnia sino de una injuria.
Y es que si la Constitución española recoge en su artículo 18.1 el derecho al honor como derecho
fundamental, también lo hace en su artículo 20.1 para la libertad de expresión.
No siempre lo que uno piensa que es una injuria lo sería y no siempre la libertad de expresión da
derecho a menoscabar o lesionar la dignidad de las personas. El límite en esta confrontación
de derechos no está regulado y deberá resolverlo el Juez ante quien se exponga el caso.
El Tribunal Constitucional ha definido su contenido afirmando que este derecho protege frente a
atentados en la reputación personal entendida como la apreciación que los demás puedan tener
de una persona.
La libertad de expresión se encuentra limitada por el derecho al honor, si bien este derecho
constituye no solo un límite a dicha libertad sino también un derecho fundamental en sí mismo
que protege un determinado ámbito de dignidad para su titular, por lo que se produce una
limitación recíproca entre tales derechos.
Libertad de expresión
La libertad de expresión no es, en suma, un derecho fundamental absoluto e ilimitado, sino que
tiene lógicamente, como todos los demás, sus límites, de manera que cualquier expresión no merece,
por el simple hecho de serlo, protección constitucional, toda vez que el artículo 20.1 a) de la
constitución no reconoce un pretendido derecho al insulto.
En consecuencia a esto, el Tribunal Supremo ha declarado repetidamente (como en la STS 79/2018,
de 15 de febrero) que quedan fuera de la protección constitucional del artículo 20.1 a) de la
constitución las expresiones indudablemente injuriosas o sin relación con las ideas u
opiniones que se expongan y que resulten innecesarias para la exposición de las mismas, es
decir, las que en las concretas circunstancias del caso sean ofendidas u oprobiosas.
En la ponderación de los derechos fundamentales a la libertad de expresión y al honor, en este caso,
de la Institución de la corona, es doctrina constitucional, constante desde la STC 107/1988, de 8 de
junio de 1988, que, para decidir cuál prevalece en el caso concreto es determinante comprobar si en
la manifestación de la idea su opinión, sea de palabra o por medio de la acción, se han añadido
expresiones injuriosas por innecesarias para la expresión pública del pensamiento que se trata de
manifestar o expresiones o acciones que son formalmente injuriosas.
En cambio, la libertad de expresión puede ser protegida en caso de que las libertades se ejerciten en
conexión con asuntos que son de interés general por las materias a que se refieren y por las personas
que en ellos intervienen y contribuyan, en consecuencia, a la formación de la opinión pública,
alcanzando entonces su máximo nivel de eficacia justificadora frente al derecho al honor, el cual se
debilita, proporcionalmente, como límite externo de las libertades de expresión e información, en
cuanto sus titulares son personas públicas, ejercen funciones públicas o resultan implicadas en
asuntos de relevancia pública, obligadas por ello a soportar un cierto riesgo de que sus derecho
subjetivos de la personalidad resulten afectados por opiniones o informaciones de interés general,
pues así lo requieren el pluralismo político, la tolerancia y el espíritu de apertura, sin los cuales no
existe sociedad democrática.
Por el contrario, la eficacia justificadora de dichas libertades pierde su razón de ser en el supuesto de
que se ejerciten en relación con conductas privadas carentes de interés público y, cuya difusión y,
enjuiciamientos públicos son innecesarios, por tanto, para la formación de la opinión pública libre en
atención a la cual se les reconoce su posición prevalerte.
Y, es que los derechos fundamentales son valores objetivos y esenciales del Estado democrático y
como tales están dotados de un valor superior y de eficacia irradiante, lo que pone de relieve la
necesidad insoslayable de su ponderación para establecer, en cada caso, si el ejercicio de la libertad
de expresión ha supuesto lesión del derecho al honor y, en caso afirmativo, si esa lesión viene o no
justificada por el valor prevalente de tales libertades, ya que la dimensión constitucional del conflicto
convierte en insuficiente el criterio subjetivo del “animus iniurandi” tradicionalmente utilizado por la
jurisprudencia penal para el enjuiciamiento de este tipo de delitos.
El debate se traslada a un distinto plano, en el que no se trata de establecer si el ejercicio de la
libertad de expresión ha ocasionado una lesión al derecho al honor penalmente sancionable, sino
determinar si tal ejercicio opera o no como causa excluyente de la antijuricidad. El problema de la
preferencia del derecho al honor o a la libertad de expresión se tiene que resolver en el ámbito de la
justificación, o sea, de la antijuricidad.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos también ha apostado por la libertad de ex- presión como
preferente y mantiene que cualquier injerencia en ella debe responder a una necesidad social
imperiosa, estar proporcionada con la legítima finalidad pretendida y justificarse por motivos que no
sólo sean meramente razonables, sino aplicables y suficientes. En consonancia con esta doctrina se
impone elevar las cotas máximas de protección a la libertad de expresión cuando ésta se manifiesta
en el curso de una confrontación política.
Exención
El artículo 212 del C.P. dicta que en los casos a los que se refiere el artículo 211, será responsable
civil solidaria la persona física o jurídica propietaria del medio informativo a través del cual se haya
propagado la calumnia o injuria.
El artículo 211 dispone que las calumnias y las injurias se reputaran hechas con publicidad cuando se
propaguen por medio de la imprenta, la radiodifusión o por cualquier otro medio de eficacia
semejante.
Así, por ejemplo, el Tribunal Supremo, en la STS 607/2014, de 24 de septiembre, condena como
responsable civil subsidiario un Ayuntamiento ya que los hechos se cometieron en el desarrollo de un
servicio que a dicha entidad compete prestar y controlar.
Aunque estos tres conceptos suelen ser considerados delitos contra el honor de la
persona, en países como Venezuela la calumnia se diferencia por ser considerada un
delito contra la administración de la justicia. Esto se debe a que se ha puesto en
funcionamiento el sistema jurídico sin necesidad.
Pubicación de un
Imputación falsa de juicio de valor falso
una persona Difusión de informaciones que atenta contra
inocente ante las falsas que afectan el la reputación de
Concepto autoridades. honor de otra persona. otra persona.
Ejemplos Una mujer que Una persona que le dice Juan le dice a un
acusa falsamente a a su vecino que Juan es colega que Ana es
su pareja ante la un ladrón por haber prostituta, sin tener
policía de haberla robado algo en una pruebas de ello.
Calumnia Difamación Injuria
¿Qué es calumnia?
La calumnia es acusar a una persona de un crimen que no ha cometido frente a
autoridades judiciales.
Si la persona está consciente de que la acusación que está haciendo es falsa, está
incurriendo en el delito de calumnia.
La calumnia se enmarca en los delitos contra el honor en algunos países como Brasil,
y en otros países como Venezuela es considerada como un delito contra la
administración de justicia.
Por lo tanto, para que la calumnia sea considerada como tal, es fundamental que se
concrete la denuncia ante las autoridades pertinentes, bien sea dentro del sistema
judicial o ante funcionarios públicos quienes tienen la responsabilidad de transmitir la
denuncia.
Este tipo de delitos puede tener una pena de seis a treinta meses de prisión
dependiendo del código penal de cada país.
¿Qué es difamación?
La difamación es el acto de lesionar la dignidad, el honor o la reputación de otra
persona física o moral difundiendo informaciones que no son verídicas.
¿Qué es injuria?
La injuria es un delito donde una de las partes dice algo irectamente deshonroso y
perjudicial para la otra parte, como, por ejemplo, llamarle ladrón.
Cuando hablamos de injuria es porque se formula un juicio de valor donde se ha
deshonrado, desacreditado u ofendido a una persona públicamente sin tener pruebas
de lo que se dice.
Este delito también puede ser penado por la ley con prisión y el pago de multas.
En este caso, sería calumnia por esparcir públicamente la información, difamación por
el ataque a la imagen del otro candidato, e injuria debido a los insultos pronunciados
directamente contra el involucrado, que era el adversario en el debate.
Los daños morales forman parte del derecho civil, son pasibles de indemnización
financiera y son juzgados por un consejo civil. Pero el demandado en este tipo de
proceso no es arrestado.
Referencias
[1] Art.- 132.- Difamación: El que, mediante varias personas, reunidas o separadas, pero
de manera que pueda difundir la noticia, atribuye a una persona, un hecho, una cualidad
o una conducta que pueda perjudicar su honor o reputación, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años y con treinta a ciento veinte días-multa. Si la
difamación se refiere al hecho previsto en el artículo 131, la pena será privativa de
libertad no menor de uno ni mayor de dos años y con noventa a ciento veinte días-multa.
Si el delito se comete por medio del libro, la prenda u otro medio de comunicación social,
la pena será privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años y de ciento
veinte a trescientos sesenticinco días-multa.
[2] Cfr. RODRIGUEZ DELGADO, Julio. Problemática penal del honor y de las libertades de
información y de expresión ¿Libertad de información o libertinaje informativo?, p. 122,
en: DERECHO&SOCIEDAD N° 16.
[3] Véase la STC N° 00249-2010-PA/TC, Lima, del 04 de noviembre de 2010,
fundamentos jurídicos 10 y 11.
[4] El TC peruano, en el Exp. N° 01435-2010-PA/TC, del 11 de octubre de 2010,
fundamento jurídico 4, ha establecido que: “En cuanto al fondo, es conveniente tener en
consideración que la obligación de rectificar informaciones inexactas o agraviantes al
honor o a la buena reputación difundidas por cualquier medio de comunicación social
tiene por finalidad, a la par de contribuir con una correcta formación de la opinión pública
libre (…)”.
[5] Véase el caso llevado ante la Corte Suprema en el Recurso de Nulidad N° 1013-2017-
Lima, del 01 de setiembre de 2017.
[6] Véase el fundamento 13 del Acuerdo Plenario N° 3-2006/CJ-116, del 13 de octubre
de 2006, donde se establece que: “[E]l análisis está centrado en determinar el interés
público de las frases cuestionadas –deben desbordar la esfera privada de las personas,
única posibilidad que permite advertir la necesidad y relevancia para lo que constituye el
interés público de la opinión-y la presencia o no de expresiones indudablemente
ultrajantes u ofensivas, que denotan que están desprovistas de fundamento y o
formuladas de mala fe –sin relación con las ideas u opiniones que se expongan y, por
tanto, innecesarias a ese propósito, a la que por cierto son ajenas expresiones duras o
desabridas y que puedan molestar, inquietar o disgustar a quien se dirige”.
Introducción
El delito por difamación e injuria es una sanción que se considera cuando una persona entiende que
determinada información u opinión que daña o puede de que produzca daños cualitativo a la moral u honor de
una o varias; esta contemplación como forma básica de desarrollar el presente estudio de derecho y su relación
con el código, debemos citar ante de exponer una tesis de lo que representa la difamación y la injuria en nuestro
código y la ley de expresión y difusión del pensamiento al día de hoy mostrando las sanciones que presenta las
mismas dentro de la jurisdicción dominicana.
La difamación y la injuria
El art.367 del código penal la define como la alegación o imputación de un hecho, que ataca el honor o la
consideración de la persona o del cuerpo a cual se imputa
La injuria es cualquier expresión afrentosa, cualquier invectiva o término de desprecio, que no encierre la
imputación de un hecho preciso
El difamador se refiere a un hecho determinado, exacto o falso que ataca el honor o la consideración de una
persona, como por ejemple: Juan fue el que robo el caballo a Pedro.
La injuria existe por el mero hecho que se emplee con respecto de una persona una expresión afrentosa o
despreciativa en si, sin imputarle un hecho preciso, como por ejemplo: Juan es un ladrón. Aquí no se establece
con precisión el echo de que le robo a alguien, sino que se señala un vicio determinado, tal como lo requiere el
art.373 en su parte infine.
La criminalización de la difamación es una respuesta desproporcionada e innecesaria a la necesidad de proteger reputaciones. Las
leyes civiles de difamación proporcionan una reparación suficiente para todos aquellos que reclaman haber sido difamados.
Además, no debería haber responsabilidad a menos que el demandado actúe con desprecio por la verdad. Las leyes de difamación
civil no deberían proporcionar una protección especial para las figuras públicas. En casos de interés público, es necesario que los
demandantes demuestren que la información difamatoria es falsa. Cualquier reparación ordenada en casos civiles debería ser
proporcional al daño causado demostrable.
Conclusión
Atreves de este reporte de trabajo especial podemos connotar la apreciación de nuestra legislación en el código
penal dominicano y su contraposición del carácter social que afecte el compromiso social en materia de derecho
penal en la formulación de la exanimación que realizamos con ambos casos que por estar íntegramente
relacionados y que remueven en un acto social aunque el código los trae de manera diferente en un contexto ya
antes desarrollado, en conclusión los temas antes tratados demuestran y formulan el carácter moral y social del
procesa penal que evaluamos anteriormente, al hablar de este tema esperamos que haya sido del mayor provecho
y admiración hacia una cultura penal de movilización frontal, apreciable desde cualquier punto de vista.
Bibliografía