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Introducción

Te damos la más cordial bienvenida a nuestro e-book. Estamos muy

contentos de que hayas podido descargarlo y esperamos que el contenido
te sea de tanta utilidad como lo ha sido para nosotros en nuestro propio
proceso.
Queremos contarte brevemente quiénes somos, qué es lo que encontrarás
en el e-book y cómo puedes aprovecharlo de la mejor manera.

¿Quiénes somos?
Somos Agus Oliva y Juan Barbich, ambos profesionales, que hemos dado un
giro a lo que se había establecido en una etapa de nuestra vida como “la
manera correcta” de hacer las cosas. Habíamos hecho todo lo que se
suponía que debíamos hacer, pero sin embargo continuábamos sintiendo
cierta insatisfacción e incluso desgano ante nuestra rutina. Es por eso que
cada uno, en un momento particular de su vida, decidió comenzar un
proceso personal de autoconocimiento a través del Coaching Ontológico,
que hoy continúa también a través de otras disciplinas como la
Antroposofía, el Diseño Humano y la Bioenergética, por nombrar sólo
algunas. A partir de este proceso, transformamos nuestra manera de
relacionarnos con lo que hacíamos día a día: trabajo, familia, pareja,
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cuidado de nuestra salud y bienestar, entre otros ámbitos de nuestra vida.
Y confirmamos que hay diferentes maneras de experimentar la vida, de ir
buscando y encontrando satisfacción a partir de reconocer quiénes
estamos siendo ante lo que consideramos los espacios más importantes y
significativos de nuestro diario vivir. Resignificamos nuestro propósito y
sentido, sabiendo que, si bien habrá obstáculos, hay infinitas posibilidades
para cada uno de nosotros dependiendo de cómo nos relacionemos con
éstos.
Hoy en día, disfrutamos de esta nueva etapa laboral y personal que se
expande a cada ámbito de nuestra vida, al mismo tiempo que contribuimos
al mundo con prácticas para vivir mejor, a través de cursos y encuentros
individuales, es decir que expresamos y vivimos en propósito.
Te invitamos a conocer más sobre nuestro perfil profesional en nuestra
página www.espacio-delta.com

¿Qué encontrarás en este e-book?

Te compartiremos un contenido que refiere a la Carrera Emocional de la
Rata, los miedos propios a cada etapa de la vida, las crisis que
experimentamos, las maneras de abordarnos y qué sucede cuando no nos
detenemos a observarnos, reflexionar y tomar acción sobre ello.
Asimismo, hacia el final encontrarás algunas prácticas para profundizar en
tu autoconocimiento y también preguntas sugeridas para que puedas
comenzar tu proceso de auto observación y conocimiento, si así lo deseas.

¿Cómo aprovechar este e-book de la mejor manera?

Reserva un tiempo en tu agenda para la lectura y para contestar las

preguntas que se encuentran al final (no las realices apurado o pensando
en otra cosa, este tiempo es para ti).
Si te es posible, reserva un espacio de tu casa en el que te encuentres
cómodo y tranquilo, con esa bebida que te gusta y sin distracciones, tales
como el celular.
Al trabajar con las preguntas, por favor escribe tus respuestas. Registra
todo con el mayor detalle posible. Está comprobado que cuando
escribimos, podemos hacer un mayor foco en lo que estamos desarrollando
que cuando solamente lo dejamos en nuestros pensamientos y también nos
volvemos más efectivos y hasta más creativos acerca de lo que estamos
observando. Además, de esta manera podrás ver tu proceso e ir releyendo
y reflexionando sobre lo que escribes.

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Carrera Emocional de la Rata

La intención de compartir con vos este E-BOOK es colaborar en poder

comprendernos más profundamente, reconocer, según la etapa de la vida
en la que estemos, cuál es nuestra situación desde la propia naturaleza
humana: con qué contamos, cuáles son nuestras fortalezas, debilidades,
miedos, ventajas, alertas, y cuál es la intención a seguir que nos “propone”
la vida para continuar en ella evolucionando y desarrollándonos fluyendo
juntos.

Decimos “propone”, porque es la vida la que pone a disposición todos los

recursos y herramientas que necesitamos para transitarla de manera
natural y sana.

Cabe aclarar que para poder darnos cuenta de todo esto, incluso poder ver
las herramientas y los recursos que están a nuestra disposición, debemos
generar un profundo autoconocimiento y autobservación a manera de
proceso, generarnos preguntas poderosas, cuestionar los supuestos y las
creencias, sean propias o ajenas: culturales, históricas, familiares, nada más
y nada menos.

¿Para qué estamos, cuál es nuestra misión en la vida?

Para contestar esto nos basamos en el estudio de la Biografía Humana.

Cuyo origen lo podemos rastrear en la cultura Maya: 2000 años AC y en
varias comunidades andinas, Roberto Pérez, filósofo antropológico es un
gran investigador y estudioso que realizó valiosos aportes sobre la BH en
estas culturas. También la vemos en el Budismo 500 años AC, en la
astrología cuando estudia y describe el desarrollo humano, y en la
Antroposofía de Rudolf Steiner hacia el año 1900.

Esta manera de leer la vida, para los pueblos antiguos occidentales y

orientales eran leyes naturales, no solo para el desarrollo personal o
individual de las personas, sino, que impulsan conjuntamente al desarrollo
colectivo, colaborando en la evolución de toda la comunidad. Cuando
alguien se transforma, también se transforma el ambiente donde vive.

En resumen, La BH describe las diferentes etapas evolutivas desde lo físico,

emocional, cognitivo y espiritual del ser humano, para poder ser usado
como una guía de vida y poder orientarnos.

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La BH divide la vida en diferentes ciclos consecutivos que duran 7 años y en
cada uno de ellos existe un aprendizaje potencial. Durante el septenio se
desencadenan distintos cambios internos y externos: estos son físicos,
hormonales, emocionales e intelectuales que, junto a las capacidades
adquiridas en los septenios anteriores y, la existencia de un miedo
característico de cada etapa como música de fondo, van creando el
contexto favorable necesario para que nos demos cuenta y podamos
trabajar en ellos, nos superemos.

La intención de este miedo es provocarnos permanentemente para que lo

enfrentemos, ya que es la única manera de poder adquirir el aprendizaje
que necesitamos, madurar lo que tengamos que madurar y pasar al
siguiente septenio con las herramientas necesarias para seguir el camino
de desarrollo, convertir nuestras falencias en capacidades y no vivir una
vida impuesta por lo ajeno a nosotros o por el paradigma de turno.

Las capacidades no desarrolladas se convierten en limitantes poderosos en

el futuro, son las que luego, por ejemplo, se trabajan en las sesiones de
Coaching. Por que lo no aprendido en el momento determinado para
aprenderlo, genera que los ciclos que continúan sean conflictivos, ya que,
precisamos de esos recursos y herramientas que no adquirimos cuando
teníamos que adquirirlos, para poder dar respuesta a lo que la vida nos
propone más adelante a manera de experiencias, y esto, entorpece el fluir
y nuestro futuro.

El miedo latente, no es ni bueno ni malo, es una oportunidad para

evolucionar.

Superar los miedos nos hace ser libres, ya que desde el miedo no podemos
elegir con plenitud de nuestras facultades y el resultado de nuestra decisión
nos lleva a lugares donde no vamos a poder expresar ni vivir nuestra mejor
versión, y me refiero a mejor versión en el sentido de ser felices. Para lograr
salud, bienestar, vivir en nuestro propósito, y encontrarle el sentido a la
vida: debemos elegir desde nosotros mismos, sin el condicionamiento que
el miedo nos propone.

Es importante destacar que nuestra manera actual de estar viviendo, no

colabora en generar los contextos necesarios.

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El paradigma establecido no nos favorece para que tengamos la práctica de
la autobservación, el autoconocimiento, la reflexión, el sentirnos parte y
unidos con la vida, con la naturaleza toda, más bien, su propuesta de cómo
debemos vivir nos separa permanentemente del resto y de nosotros
mismos, perdimos el valor de la individualidad, que es el mayor ACTIVO que
poseemos y podemos aportar al mundo, y nos confunde el camino hasta
hacernos creer que TENER (ACUMULAR SIN SENTIDO) es el fin de todo,
restando tiempo y energía a la actividad de SER que es infinito.

El poder de la CER es que actúa en silencio en nosotros desde el automático,

decidiendo por nosotros, haciéndonos creer que nosotros somos lo que
estamos decidiendo y que esa decisión es lo que nos conviene.

Tener no es malo ni es lo único, la propuesta no es una vida ascética, es

buscar el sabio equilibrio entre lo espiritual- emocional y lo material, que se
traduce en una vida sana.

Consideramos que lo interesante es saber si nosotros elegimos tener lo que

tenemos, si nosotros le dimos el valor, saber cuando es suficiente y si
queremos pagar los costos de tener y mantener lo que tenemos. Podemos
heredar sumas millonarias y seguir sintiéndonos inseguros
económicamente o desarrollar la pasión de cuando éramos niños y no
sentirnos en el nirvana. No solo consiste en cambiar las circunstancias
exteriores, tenemos que transformar nuestro estado de conciencia, nuestra
mirada como observadores del mundo y quién estamos siendo.

¿Estás feliz viviendo este paradigma?

¿te sientes pleno transitando tus días?
¿Crees que existe o puede existir una manera distinta y superadora de vivir?

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¿En qué etapa evolutiva estamos como seres humanos entre los 33 y los
50 años, desde lo físico, emocional, cognitivo y espiritual?

Biografía humana. 35-42 años

Estamos saliendo de la etapa más “encarnada” de nuestra vida, los 33 años,

donde nos interesó principalmente el mundo y las experiencias que en él
podamos realizar, lo conocimos e interactuamos.

A partir de los 35 años la energía física comienza a decaer paulatinamente

hasta que desaparece el día que morimos. Hasta ese momento veníamos
realizando nuestras actividades mayormente desde la voluntad corpórea,
física. Usamos principalmente lo físico como el combustible para nuestra
voluntad.

Luego de los 35 años la energía que vamos a comenzar a necesitar para vivir
y desarrollar nuestras actividades, el combustible para mantener nuestra
capacidad de acción activa y alimentar a nuestra voluntad, es la energía
espiritual, que la podemos traducir como AUTOCONOCIMIENTO: quién soy,
para que estoy, y adónde voy.

Necesitamos del autoconocimiento como un recurso indispensable para dar

respuesta a lo que la vida nos va a proponer, por eso es que el mismo cuerpo
comienza a darnos signos de limitantes para que busquemos la fuerza de
voluntad en otro dominio, en este caso el espiritual que si no lo conocemos
lo tenemos que desarrollar. Esto nos muestra cómo la naturaleza de la vida
nos va guiando si sabemos escucharla.

Si no desarrollamos la espiritualidad, como autoconocimiento, vamos a

sentir cada vez más la falta de energía, el desgano, la paralización y la
resignación, envejeciendo prematuramente.

Alrededor de los 37 años tenemos una crisis: necesitamos discriminar lo

que ya no estamos sintiendo como propio. En esta etapa dejan de ser
importantes para nosotros los que eran nuestros referentes, reflexionamos
sobre su autoridad, la cuestionamos.

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Abordar esta crisis, darnos cuenta que es nuestro y que no lo es, es un
aprendizaje que nos permite sentar las bases de movimientos importantes
y fundacionales que realizaremos llegado a los 40 años, como: dejar atrás
lo obsoleto, lo que no es útil, lo que pesa y sobra: puede ser el cambio de
trabajo o profesión, de concepto de vida, amigos, parejas, casa,
pensamientos, supuestos, creencias…Es sacar peso para continuar y darle
lugar al Yo (quién soy), y nuestra misión (para qué estoy).

En el septenio 35-42 años debimos haber conquistado El miedo a PERDER:

A los 35 años se relacionan los miedos a perder la libertad, la juventud, a no

encontrar el amor, miedo a no poder realizar nunca más lo que nos gusta
por los compromisos adquiridos.

Entrando en los 40 años el miedo a perder se expresa como:

miedo a perder el tiempo: al lado de una pareja que siento que no me ama,
o que yo no la amo, pero igual seguimos juntos. Miedo a perder los hijos,
especialmente los que tienen hijos adolescentes, pero no es el miedo literal
a perderlos físicamente, sino, sentir que perdimos la relación, paso el
tiempo y no nos relacionamos con ellos, lo que imaginamos que iba a ser la
paternidad, hoy es diferente y distante.

miedo a perder la vida: la muerte comienza a pasarnos cerca: pueden

morirse nuestro padres o tíos, nos sorprendemos con los análisis o estudios
médicos que comienzan a darnos mal e indicar desequilibrios, puedo tener
sobrepeso o colesterol, comienzan a aparecer las consecuencias del pasado
(lo que hicimos, lo que no hicimos y como lo hicimos), conocemos personas
de la misma edad que se enferman o mueren.

miedo a envejecer: A esta edad vemos como envejecen nuestros mayores,

entonces transferimos nuestro propio envejecimiento. Vamos perdiendo lo
que definimos como belleza física según los cánones de la época, aparecen
las arrugas, flacidez muscular, canas, pérdida del pelo, el cansancio físico,
disminuye nuestra resistencia, miedo a perder la virilidad por la baja de
testosterona en los varones. Miedo a ya no ser atractivos, y sentimos en
carne propia el peso de la ley del paradigma donde la juventud y la belleza
se valoran por encima de la experiencia.

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Perdemos la vista, especialmente ver de cerca, lo cual implica una nueva
manera de observar la realidad, debemos alejarnos un poco para mejorar
nuestra definición del mundo.

Miedo a perder el trabajo: comienzo a sentirme prescindible o juzgarme

como obsoleto. Miedo a perder la identidad profesional, ya que estuvimos
años presentándonos con el apellido de la empresa donde trabajamos: “-
hola soy juan de xxx”-, -“soy María de tal empresa, te llamo por…”-

Todos estos miedos, que son caras del mismo miedo: A PERDER, actúan
detrás de escena impulsando y condicionando mis conductas y elecciones.

La respuesta automática que se nos ocurre en general, frente a este miedo

es: AFERRARNOS A TENER: a tener más plata por si la pierdo, más
presencia en el trabajo para no perderlo, entonces me pongo rígido,
controlo para que nadie ocupe mi lugar, quiero generar poder y le dedico
muchísimas horas al trabajo para no perderlo. A tener más Juventud, a
través de miles de ofertas que el consumismo nos facilita: estéticas,
actividad física extrema, multivitamínicos, cócteles de aminoácidos, la
moda de la salud anti-salud: donde negamos y calificamos como errores los
procesos de la naturaleza, hasta podemos decidir tener más hijos para no
perder el ser padre, o para continuar teniendo y viviendo en pareja.

La sabiduría en esta etapa es poder darnos cuenta qué puedo cambiar y que
no.

Entonces, por miedo a perder creo que el tener me va a proteger, y esto es

una trampa de la sociedad de consumo y el discurso histórico cultural del
hombre moderno. A esta edad llegamos con una mochila llena de cosas,
muchas muy pesadas, que ni siquiera sabemos muy bien para qué las
cargamos.

A los 42 años terminamos de desarrollar nuestro Yo, surgiendo la necesidad

de liberarlo al mundo para mezclarlo en él. La propuesta es llegar a los 42
años sabiendo y sintiendo quien soy (mi definición), para que estoy (mi
misión) y adonde voy (mi aspiración).

Si no logramos construir la respuesta, la vida en esta etapa nos brinda el

regalo de una única y última oportunidad de verdadera y profunda
transformación.

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Biografía humana. 42-49 años

Arranca la segunda parte de la vida, y la naturaleza nos permite la opción

de poder enderezar la nave vital con todo a nuestro favor, incluso con
nuestras falencias.

Es como si la vida se sentara cara a cara con nosotros y nos diga: - ¿“qué
dirección vas a elegir: resignación o transformación”-

La vida nos pregunta si queremos seguir teniendo o siendo, invitándonos

a salir del automático, observándonos.

El miedo que se expresa para que nos demos cuenta de lo que debemos
abordar en este momento, es el miedo a la CONTINUIDAD.

De repente aparece esa sensación de paralización e insatisfacción. Uno

estudió o aprendió un oficio, quizá se casó, tuvo hijos y posiblemente
adquirió o formó su hogar. Todo iba “bien”, hacia adelante. Pero de pronto
parece que ya nada va a cambiar en la vida y comienzas a cuestionarte el
sentido de todo.

Súbitamente, te preguntas por el sentido: ¿a qué estoy dedicando mi vida?

Podés sentir sensaciones encontradas como: “es lo que me toca”, y “ya no

soporto la clase y quiero ir al recreo”.

Si no trabaje mi Ser, La sensación de paralización la podemos experimentar

como que lo único que me preocupa es tener y sostener, trabajo, trabajo,
trabajo toda la semana para “vivir” el fin de semana, esperar las vacaciones,
o el “viajecito”, y la vida se transforma en una rutina. Sigo preso del miedo
a perder, no lo conquiste en el septenio pasado.

Una vida rutinaria es una vida sin asombros, sin creatividad, sin nuevas
oportunidades ni sorpresas.

la insatisfacción la podemos sentir cuando Lo que venimos haciendo hasta

ahora, o la manera de hacerlo nos molesta, no lo podemos tolerar más, y
para enfrentar esta sensación la CER nos impulsa, engañosamente, a buscar
cambios rápidos externos: ropa, autos, cirugías estéticas, viajes a lugares
que en realidad no nos interesa ir.

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Avanzando en el septenio comenzamos a sentir que nos afecta no sentirnos
observados por los demás. Es una etapa donde comenzamos a adquirir
cierta invisibilidad social. Nuestros hijos no nos hablan, por que en general
están en otro proceso independiente a nosotros, siento que el de al lado no
le importa como estoy o que hago. Por lo tanto, es un momento en donde
fácilmente podemos “dejarnos y dejar estar”, y decidir vivir realmente la
vida como una rutina, cristalizamos como seres humanos.

¿Qué fortaleza natural nos brinda la vida a nuestra disposición?

Entre los 42 años y los 49 años, es el momento de nuestra vida con mayor
poder para concretar lo que queremos, nuestra propia humanidad nos
brinda dinamismo, creatividad, fuerza, voluntad y capacidad de realizar,
construir y hacer, es la etapa ideal para llevar nuestros proyectos a cabo, es
momento (y tenemos toda nuestra naturaleza humana a nuestro favor para
realizarlo) de utilizar todo el aprendizaje, unirlo, equilibrarlo y direccionarlo
hacia lo que queremos.

Contamos con la energía parecida a la que tuvimos en nuestra adolescencia,

pero si aprendimos a ordenar nuestras experiencias, comportamientos,
pensamientos y emociones, tenemos una gran inercia para lograr nuestros
objetivos.

Es una época de mucha acción en la que se combina la fuerza y la voluntad,

propias de esta etapa, con el amor, la confianza y la sensibilidad.
Buscamos un equilibrio entre la fuerza y relajarnos, entre hacer y no hacer,
considerando el “no hacer” como dejar fluir la vida, estar atento a lo que
aparece y darnos cuenta de su existencia para decidir tomarlo o no con
plena conciencia, de esta manera nos hacemos responsables y
protagonistas de nuestra vida a diferencia de cuando éramos adolescentes.

No estamos esperando a que la vida nos de, la pregunta que nos hacemos
no es: ¿qué me puede dar la vida?, sino: ¿qué puedo yo aportar a la vida,
¿qué le quiero dar al mundo? Es la etapa de aportar nuestro propósito al
mundo para enriquecerlo y colaborar con la evolución y desarrollo de la
humanidad, no solo de nosotros mismos. En este septenio, es el momento
de expresar intensamente nuestra actividad al mundo para realizar nuestra
misión.

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Es vivir y colaborar con los demás a vivir mejor, a diferencia de vivir y dejar
vivir, y no tiene nada que ver con “salvar” a otros, es el disfrute en el dar,
por esto, es importante priorizarse, me cuido y cuido a los demás, es
antagónico de tener y deber, es querer como la elección consciente y
responsable de brindar.

Tenemos a disposición plena para esta etapa la CREATIVIDAD, como un

don. Porque la propuesta de la vida para este septenio es que aterrices lo
que estuviste desarrollando, imaginando, y adquiriendo hasta este
momento, para expandirlo y compartirlo con el mundo.

Por esto, si nos escuchamos, podemos percibir que nos surgen ganas de
hacer cosas nuevas, ser creativos lo tenemos fácilmente disponible.
Decidimos aprender algún idioma, nos convertimos en cocineros,
jardineros, artistas, vemos la posibilidad de estudiar una nueva carrera, nos
permitimos experimentar, y es en la experimentación que podemos
encontrarnos con nuestro propósito, si todavía no lo hallamos.

Las mayores expresiones artísticas se dan entre los 42 y los 49 años.

Harvard ha descubierto áreas de la inteligencia que alcanzan su punto más

alto entre los 40 y los 50 años.

En el estudio participaron 2450 estadounidenses de entre 15 y 50 años, de

diversos orígenes. Los resultados mostraron que: la memoria, el recuento
de historias, el reconocimiento de patrones, la capacidad de hacer cálculos
aritméticos mentalmente, la mejor comprensión de temas complejos e
interrelacionados y además explicarlo a los demás. Fue logrado por la
población entre 40 y 50 años.

En la universidad canadiense Simon Fraser analizaron los datos de 3305

jugadores, entre 16 y 44 años de edad, de un video juego llamado
“STARCRAFT 2”. Los resultados fueron que a los 24 años se obtenía la mayor
velocidad de respuesta que disminuye lentamente un 15% en 15 años. Sin
embargo, los jugadores de mayor edad rendían mejor, compensando la
falta de velocidad por estrategias más sencillas y eficientes, es decir jugaban
más sabiamente.

La vida nos da una gran chance, no podemos pasar la frontera de los 50

años sin saber quién soy, por que lo que hicimos hasta acá, bien o mal, se

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expresa potenciado enfrente nuestro a los 60 años. Si tenías problemas en
el trabajo va a pasar un serio conflicto laboral, lo mismo con tu pareja, con
vos mismo, etc., pero ya no vamos a contar con la voluntad ni con la
capacidad de aprendizaje y transformación ideal de la etapa anterior.

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¿Cómo podemos comenzar a salir de la CER?
Es posible, pero primero tenemos que conocernos: generar energía
espiritual, para poder transformarnos. Cambiar nuestro estado de
conciencia, conectar con nuestras emociones, buscar relaciones y maneras
de vincularnos que sintamos propios y auténticos para comenzar a habitar
en ellos, aunque sea un momento.

Las propuestas son diferentes actividades que nos permiten salir

momentáneamente de la CER, del automático en el vivir, espacios donde
nos reencontramos con nosotros mismos como una muestra gratis de cómo
es vivir en autonomía.

La intención no es salir eyectado del paradigma en un segundo y para

siempre, sino, comenzar a poder darnos cuenta cuando estamos en él, y
como diferencia decidir conscientemente si entramos o no, y si entramos
saber que estamos entrando en la carrera.

Luego de practicar estos estados o acciones fundamentales, podemos pasar

luego a actividades más específicas como: el diseño de acciones enfocadas
a la manera en que queremos vivir.

Primero es darnos cuenta que se puede, construir los fundamentos que

sostienen la creencia de que hay otras alternativas y tantas maneras de vivir
como personas existen en el mundo, y que tenemos más capacidad de
acción sobre nuestra vida de lo que creemos o de lo que nos dicen, y
segundo averiguar qué se quiere y trabajar en ello.

Liberarte de las prisas: del “necesito solucionarlo ya” o “necesito tener la

respuesta ahora”

Cuando nos damos cuenta de algo que no funciona en nuestra vida, o

empezamos a vislumbrar la explicación a un problema que sufrimos desde
hace tiempo, nos invade un sentido de urgencia.

Precisamos de una solución YA, rápido, ahora. Llevamos 20 años en una

situación insatisfactoria, pero de repente se nos ocurre que no podemos
aguantar ni un segundo más.

Estos pensamientos ansiosos e impacientes no conducen a nada,

principalmente porque las situaciones complejas requieren soluciones

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lentas y complejas que no se dan en una primera vez. Y segundo, porque
estar tan enfocados en los resultados, en conseguir “respuestas y
soluciones eficientes” es, justamente, la mentalidad de la CER: - “dale!,
vamos rápido, no importa el proceso, sólo el fin, vamos por lo siguiente, lo
siguiente, lo siguiente”- en un espiral que no acaba nunca y se vuelve más
veloz con cada vuelta.

Lo que te preocupa hoy, comienza a indagarlo sin prisas, pedí ayuda a un

Coach, a un tercero que colabore con vos en ampliar tu mirada y cambiar la
perspectiva. las respuestas van apareciendo de forma progresiva y una
después de otra. Ensaya posibles respuestas, pero con calma y sin
expectativas, no tenemos porqué acertar a la primera.

Salir de la CER es olvidarnos un poco de los tiempos y los resultados y

perseverar en el camino de descubrimiento personal con alegría, con paz.
No hay ninguna carrera que ganar y esa urgencia que sentís no es real, es
sólo aparente, producto de una forma de vivir ansiosa e impaciente. El darte
cuenta que estás en la carrera ya es liberador.

Priorizarte: recuperar la individualidad perdida, nutriéndote de lo que te

gusta y sientes que te hace bien.

La situación de desinterés por nosotros mismos impide conocernos

profundamente y experimentar nuestros talentos y pasiones que son los
que nos van a permitir acercarnos a nosotros mismos y a nuestro propósito
finalmente.

Si te enfocas en vos, estarás constantemente desarrollando nuevas

experiencias y habilidades que no solo te nutren y te acarician, también
estimulan tu creatividad.

Te sugerimos que: por lo menos una vez por semana durante una hora,
elijas y realices una actividad que te de placer y que tenga que ver con vos.
El solo hecho de poder cumplir con tu compromiso de brindarte y
respetarte tu momento, fortalece tu confianza y expande tu poder personal
al estar cumpliendo tus propios objetivos y metas.

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 Preguntas sugeridas para el autoconocimiento

1. De 1 a 10, en qué nivel consideras que estás dentro de la Carrera

Emocional de la Rata (siendo 1 Nada dentro y 10 Totalmente
dentro).
2. ¿Cuáles son los ámbitos más importantes de tu vida? (define al
menos 4, por ejemplo: familia, trabajo, dinero, hijos, etc.)
3. ¿Cómo te sientes respecto de tu rutina diaria?
4. ¿Cuáles son tus principales miedos?
5. ¿En qué ámbito encuentras tu mayor miedo?
6. ¿Qué piensas sobre este miedo? ¿Qué haces ante este miedo?
7. ¿Presentas algún síntoma físico que asocies a este miedo? (por
ejemplo, dolores recurrentes de cabeza, tensión de la espalda,
descompostura estomacal, etc.)
8. ¿Cómo puedes abordar este miedo? ¿Hay algo que puedas hacer o
decir ante el miedo que te permita gestionarlo?
9. ¿Creés posible trascender el miedo? ¿Cómo?
10. Si te hace sentido, establece algunos pasos o acciones que te
colaboren en trascender el miedo.

Estas respuestas son para ti. No obstante, si estás interesado, te

proponemos que nos compartas tus reflexiones y/ o inquietudes que
tengas sobre lo que has desarrollado via mail a coach@espacio-delta.com
Estaremos atentos a las respuestas e iremos abordando los temas en
nuestras redes y newsletter para acompañarte.

Recuerda que puedes realizar el curso corte sobre la Carrera Emocional de

la Rata en el siguiente link.

¡Te esperamos!

Con cariño,
Agus & Juan.

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Acerca de nosotros:

Agustina Oliva
Lic. En RRHH. MBA graduada. Coach Ontológico Profesional. Coach Corporo
Emocional. Sanergista, practicante de Barras Access y Diseño Humano Aplicable.
Durante 15 años trabajé en el ámbito empresarial en áreas corporativas de Recursos
Humanos, principalmente acompañando el desarrollo de equipos de personal clave,
talentos y ejecutivos, a nivel local y regional. Actualmente me dedico al
acompañamiento de personas y organizaciones desde el rol de Coach. Asimismo,
brindo talleres y formaciones grupales en forma online y presencial en Espacio Delta,
escuela dedicada a la enseñanza de prácticas para vivir mejor, de la cual soy socia
fundadora.

Juan Barbich
Durante 12 años me dediqué a la explotación y administración de empresas
agropecuarias, colaborando al mismo tiempo con distintos Programas e
investigaciones realizadas por el INTA. Me formé como Coach Ontológico Profesional,
Coach Corporo Emocional, Coach organizacional, PNL, Mentor Coach, Antroposofía y
en Artes dramáticas.

Actualmente dedicado de manera exclusiva a mi actividad como Coach Ontológico

Profesional, acompañando a la comunidad a través de sesiones de Coaching, talleres,
dictando cursos, y formador de Coaches profesionales. Colaboro como escritor en
revista Gallaretas, soy integrante de Academia Espacio Delta, un espacio donde
ofrecemos diferentes opciones y disciplinas, para desarrollar prácticas para vivir mejor.

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 www.espacio-delta.com
Instagram: https://www.instagram.com/espaciodelta333/

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