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Mi lucha (en alemán: Mein Kampf) es el primer libro escrito por Adolf Hitler, combinando elementos

autobiográficos con una exposición de sus ideas propias y un manifiesto de la ideología política del
nacionalsocialismo. El trabajo describe el proceso por el cual Hitler se volvió antisemita y describe sus
planes futuros para Alemania. El primer volumen fue publicado el 18 de julio de 1925 y el segundo en
1926.1 El libro fue editado primero por Emil Maurice y luego por Rudolf Hess.12

Hitler escribió Mi lucha mientras estaba encarcelado por lo que consideraba "crímenes políticos" tras su
fallido Putsch de Múnich en noviembre de 1923. Aunque inicialmente recibió muchas visitas, pronto se
dedicó por completo al libro. Mientras lo escribía, se dio cuenta de que tendría que ser una obra de dos
volúmenes, con el primer volumen programado para publicarse a principios de 1925. El gobernador de
Landsberg señaló en ese momento que "él [Hitler] espera que el libro tenga muchas ediciones, lo que le
permite cumplir con sus obligaciones financieras y sufragar los gastos incurridos en el momento de su
juicio".13 Después de unas ventas iniciales lentas, el libro se convirtió en un éxito de ventas en Alemania
tras el ascenso de Adolf Hitler al poder en 1933.4

Después de la muerte de Hitler, los derechos de autor de Mein Kampf pasaron al gobierno estatal de
Baviera, que se negó a permitir la copia o impresión del libro en Alemania. En 2016, tras la expiración de
los derechos de autor en poder del gobierno del estado de Baviera, Mein Kampf se volvió a publicar en
Alemania por primera vez desde 1945, lo que provocó un debate público y reacciones divididas de los
grupos judíos.

El libro perfila las ideas principales que el régimen alemán llevaría a término durante su gobierno.
Especialmente prominente es el amor al pueblo alemán de Adolf Hitler, aceptando entre otras teorías
Los protocolos de los sabios de Sion, un texto que pretendía exponer el complot judío para controlar el
mundo.5 Esto más tarde se convirtió en parte del esfuerzo de propaganda nazi para justificar la
persecución y aniquilación de los judíos.6 Por ejemplo, denunciaba que el esperanto era parte de un
complot judío, y argumenta sobre la idea nacionalista alemana de Drang nach Osten: («Empuje hacia el
Este») la necesidad de ganar Lebensraum («espacio vital») hacia el este, especialmente en Rusia.7

Entre las fuentes utilizadas por Adolf Hitler para escribir Mi lucha, destaca el libro El judío internacional:
el primer problema del mundo (1920), del famoso industrial estadounidense Henry Ford, financiero de
Hitler y admirador de sus ideas.8 Ford es, precisamente, el único ciudadano de Estados Unidos citado
por Hitler en su libro.

A través de sus 782 páginas, Hitler detalló los pasos que un futuro Estado alemán nacionalsocialista
debía seguir para finalmente convertirse en el «amo del mundo».9 Primero aboga por la conclusión
definitiva de la hostilidad franco-germana, que se lograría con la destrucción de Francia.9 Una vez
conseguido esto, Alemania finalmente se encontraría en libertad de expandirse, con el objetivo de
conseguir el llamado «espacio vital alemán». Hitler concluye que el Tercer Reich no debe buscar colonias
en Asia o África, sino que debe expandirse hacia el este, a expensas de Rusia.9 Aunque reconoce que
diversos pueblos ya habitan en Europa oriental, asegura que el pueblo alemán tiene el derecho de
desalojar a sus ocupantes:

...la naturaleza no ha reservado esta tierra para la futura posesión de una nación o raza en particular; por
el contrario, esta tierra existe para el pueblo que posea la fuerza de tomarla.9

Acerca de la expansión alemana hacia el este.

Antisemitismo y antimarxismo

Hitler empleaba las tesis principales del «peligro judío», que hablaba de una conspiración judía para
ganar el liderazgo mundial. Explicó muchos detalles acerca de su niñez y del proceso por el que se volvió
cada vez más antisemita y militarista, especialmente durante sus años en Viena. En el segundo capítulo,
Hitler escribe sobre cómo veía a los judíos en las calles de la ciudad, y entonces se preguntaba: «¿Eran
aquellos alemanes?». Decía que cuando se encontró por primera vez con la prensa antisemita, la
descartó como indigna de seria consideración,10 pero más tarde se fue convirtiendo de un "débil
cosmopolita" a un "antisemita fanático".11 Dichas opiniones se volvieron cruciales para su programa de
reconstrucción nacional de Alemania.

Por lo que se refiere a las teorías políticas, Adolf Hitler describe su aversión a los que cree son los males
gemelos del mundo: el marxismo y el judaísmo, y manifestaba que su propósito era erradicarlos de la
Tierra.12 También anunció que Alemania necesitaba obtener nuevo territorio: Lebensraum.7 Esta tierra
nueva alimentaría el «destino histórico» del pueblo alemán. En el libro, Hitler culpó de los principales
problemas de Alemania al parlamento de la República de Weimar a los judíos y socialdemócratas.

Según Hitler: "La doctrina judía del marxismo rechaza el principio aristocrático de la Naturaleza y coloca
en lugar del privilegio eterno de la fuerza y del vigor, la masa numérica y su peso muerto. Niega así [...] el
mérito individual e impugna la importancia del nacionalismo y la raza[...]".11 Explicó que el Estado
nacionalsocialista no conoce clases, solo reconoce ciudadanos13 y sostuvo además que "el sindicalismo
en sí, no es sinónimo de antagonismo social", cosa que el marxismo usó como arma del "judío
internacional" para su lucha de clases,14 por eso el nacionalsocialismo debe imponerse.15 Hitler
también criticó el sistema democrático occidental al ser "la precursora del marxismo, el cual sería
inconcebible sin ella" y proporciona "a esta peste mundial el campo de nutrición".16 Anunció destruir el
sistema parlamentario y democrático por degradar a la autoridad completa del Führer.17Hitler explicó
además sus técnicas y campañas políticas que su partido realizó, como por ejemplo, apropiarse del color
rojo en sus propagandas y banderas para atraer a la clase trabajadora y alejarla de los partidos de
izquierda.18

Estado nacionalsocialista y eugenesia

En cuanto al Tercer Reich, Hitler claramente define que el sistema de gobierno será una dictadura:19
Además, el Estado tendrá muy poco que ver con la economía, ya que en realidad será un «organismo
racial».20 Después de establecer que la raza aria es superior sobre el resto, asegura que la misma debe
subyugar a las demás para poder «preservar e incrementar la cultura».21 Concluye que los alemanes se
encuentran en el estado actual debido a que no preservaron su raza pura, y «gradualmente perdieron su
creatividad cultural».21 Después de escribir esto, no es sorprendente que determine que el principal
propósito del Estado nazi sea "la preservación de los elementos raciales originales que confieren cultura
y crean la belleza y la dignidad de una humanidad superior".22

El movimiento nazi, admite Hitler, "depende del fanatismo, si se quiere, de la intolerancia", de la misma
forma que el cristianismo triunfó no debido a sus corrientes filosóficas sino "al inquebrantable fanatismo
con que proclamó y sostuvo su propia doctrina". Hitler sostuvo la inferioridad de las razas, siendo "el
antípoda del ario es el judío".23Afirmó que "la mezcla de sangre aria con la de pueblos inferiores tuvo
por resultado la ruina de la raza de cultura superior"24y por ello "la nacionalización de las masas sólo
podrá lograrse con éxito si [...] se extermina a quienes esparcen el veneno internacional entre ellos".25
Sugirió que "si al comienzo de la guerra y durante la guerra, doce o quince mil de estos corruptores
hebreos de la nación habían sido sometidos a gas venenoso, como el que tuvieron que soportar en el
campo cientos de miles de nuestros mejores trabajadores alemanes de todas las clases y profesiones,
entonces el sacrificio de millones en el frente no habría sido en vano".26

Hitler sostuvo que la naturaleza se concentra en la selección de la especie. Así, la vida humana "no
puede tratarse de mejorar artificialmente lo malo subsistente [...] sino por el contrario debe procurarse
asegurar bases más sanas para un ciclo de desarrollo venidero".27 Comparó la "concepción racial del
Estado nacionalsocialista" con los principios eugenésicos que los Estados Unidos de América usaron
durante a comienzos del siglo XX, como prohibir la entrada de inmigrantes afectados por enfermedades
contagiosas y "excluir de la naturalización, sin reparo alguno, a los elementos de determinadas razas".

Según Hitler, el Estado nacionalsocialista clasifica a sus habitantes en tres grupos: Los ciudadanos, los
súbditos y los extranjeros. Los súbditos pueden ser alemanes pero no pueden intervenir en política
activa o pasivamente. Estos son educados a "cumplir con los requisitos de entrenamiento físico que
prescribe el Estado, para ingresar finalmente en el servicio del ejército" que al terminarlos recibirá los
derechos ciudadanos "que se establecen en el territorio de un Estado con fines únicamente
«utilitaristas»". Por otro lado, ser ciudadano del Reich es "más dignificante" que el rey en un Estado
extranjero.28

Hitler se presentaba a sí mismo como el Übermensch, frecuentemente traducido como «superhombre»,


término que empleaba Friedrich Nietzsche en sus escritos, especialmente en el libro Así habló
Zaratustra. Para Nietzsche, el Übermensch es una persona capaz de generar su propio sistema de valores
identificando como bueno todo lo que procede de su genuina voluntad de poder. La noción nazi de la
raza superior también generó la idea de "humanos inferiores" (Untermenschen) que deberían ser
dominados y esclavizadoss. Sus percepciones político elitistas culminan en una versión del darwinismo
social: "La gran masa no es más que una parte la naturaleza y no caben su mentalidad comprender el
mutuo apretón de manos de entre hombres que afirman seguir objetivos contrapuestos. Lo que la masa
quieres el triunfo del más fuerte y la destrucción del débil oso incondicional sometimiento".29

Lebensraum

En el capítulo "Orientación política hacia el Este", Hitler argumentó que los alemanes necesitaban
Lebensraum en el Este, un "destino histórico" que nutriría adecuadamente al pueblo alemán.7 Hitler
creía que "la organización de una formación estatal rusa no era el resultado de las habilidades políticas
de los eslavos en Rusia, sino sólo un maravilloso ejemplo de la eficacia formadora de estado del
elemento alemán en una raza inferior". Hitler declaró abiertamente la futura expansión alemana en el
Este, presagiando el Generalplan Ost:

Y así, los nacionalsocialistas trazamos conscientemente una línea debajo de la tendencia de la política
exterior de nuestro período anterior a la guerra. Continuamos donde rompimos hace seiscientos años.
Paramos el interminable movimiento alemán hacia el sur y el oeste, y volvemos nuestra mirada hacia la
tierra en el este. Por fin rompemos con la política colonial y comercial del período anterior a la guerra y
pasamos a la política del suelo del futuro. Si hablamos de suelo en Europa hoy, podemos pensar
principalmente sólo en Rusia y sus estados fronterizos vasallos.30

Hitler comenzó a escribir el libro en la prisión de Landsberg, en mayo de 1924,3132 después de haber
sido condenado a cinco años de prisión por haber planificado y ejecutado el fallido golpe de Múnich.33 A
pesar de su condena, Hitler contaba con trato preferencial y recibía visitas de admiradores y regalos.34
Sobre el proceso de escritura, la opinión más difundida es que Hitler habría comenzado dictando el texto
a su chófer, Emil Maurice, quien pronto sería sustituido por el que sería su secretario personal, Rudolf
Hess.3532 No obstante, Ilse Pröhl, la amante de Hess, que entonces colaboraba con él revisando las
galeradas del libro,36 afirmó que en la prisión era el mismo Hitler quien se encargaba de la
mecanografía,37 versión respaldada por el hallazgo en 2006 de cinco páginas del texto original y
dieciocho hojas de borradores con correcciones manuscritas de Hitler.31 Además, el sacerdote Bernhard
Stempfle y Josef Czerny, un escritor antisemita, ayudaron en la redacción y revisión del libro.38
Originalmente Hitler quería llamar a su próximo libro Viereinhalb Jahre (des Kampfes) gegen Lüge,
Dummheit und Feigheit, o Cuatro años y medio (de lucha) contra las mentiras, la estupidez y la
cobardía.39 Se dice que Max Amann , director de Franz Eher Verlag y editor de Hitler, sugirió el mucho
más corto "Mein kampf" , o "Mi lucha".40 Esta obra estaba dedicada a Dietrich Eckart.41

Hitler redactó la mayor parte del segundo volumen en Berchtesgaden durante dos estancias en los
veranos de 1925 y 1926, el primero alojado en la Pensión Moritz, propiedad del matrimonio Büchner,42
y el segundo en el hotel Deutsches Haus.43 En este segundo volumen sí recurrió al dictado y, aunque no
se conoce la identidad de la mecanógrafa de 1925, en 1926 el trabajo lo realizó Hertha Frey, quien sería
su secretaria personal hasta 1930.44

Hitler había titulado el libro 4½ Jahre Kampf gegen Lüge, Dummheit und Feigheit (Cuatro años y medio
de lucha contra las mentiras, la estupidez y la cobardía),4532a pero Max Amann, coordinador de las
publicaciones nazis, lo convenció de reducirlo a Mi lucha.3247 Amann había esperado que Hitler
escribiera su autobiografía y que se enfocara en el golpe de Múnich, evento que había hecho famoso a
nivel nacional al Partido Nazi, y que probablemente sería atractivo para los lectores;47 pero Hitler
apenas realizó una mención de este episodio. En el libro, Hitler evita el tema, alegando que las fuerzas
que los reprimieron —el Gobierno, la Policía y el Ejército bávaros— habían actuado de buena fe.
Considerando que algunos líderes de estas fuerzas fueron asesinados o enviados a campos de
concentración cuando Hitler llegó al poder, lo más probable es que haya eludido el tema para no
enemistarse prematuramente con estas fuerzas políticas.

El primer volumen de Mi lucha, de 400 páginas, fue publicado el 18 de julio de 1925 al precio de doce
reichsmark, unos tres dólares estadounidenses de la época.47 A pesar de que los nazis pretendieron
haber vendido 24 000 ejemplares en el primer año, con tendencia alcista, la captura de documentos de
la editorial nazi Eher-Verlag por los Aliados en 1945 han desmentido estas afirmaciones.47 El libro se
vendió lentamente y las ventas cayeron en los siguientes años. El 11 de diciembre de 1926 se publicó el
segundo volumen,32 pero las ventas cayeron a menos de la mitad en comparación con el año anterior.
Sin embargo, con la llegada de la Gran Depresión, la popularidad de los nazis aumentó, al igual que las
ventas del libro. También puede haber afectado el hecho de que en 1930 se publicó una edición barata
de Mi lucha.48

En 1933, año en que Hitler subió al poder, las ventas se dispararon y del libro se vendió un millón de
ejemplares, ritmo que conservó hasta la caída de la Alemania Nazi, siendo el libro más vendido en este
período, después de la Biblia.48 Debido a que la principal fuente de ingresos de Hitler era la venta de
este libro, en 1933 se volvió millonario y se convirtió en el autor alemán más próspero.48

Durante el gobierno de Adolf Hitler, era costumbre regalar un ejemplar del libro a los novios en su boda,
y a los estudiantes cuando se graduaban.48 Al final de la guerra se habían distribuido en Alemania
aproximadamente diez millones de ejemplares del libro y había sido traducido a 16 idiomas.

Algunos historiadores han sostenido que una amplia lectura del libro podría haber alertado acerca de los
propósitos de Hitler,48 pero solo se publicó una versión abreviada en inglés poco antes de la Segunda
Guerra Mundial. Aun así, el editor de la edición en inglés eliminó algunas de las afirmaciones antisemitas
y militaristas. La publicación de esta versión provocó que Alan Cranston, periodista estadounidense de la
UPI en Alemania y después senador de California, publicara su propia edición anotada, que creía que
reflejaba mejor los contenidos del libro. En 1939 fue demandado por Hitler por infracción de copyright
(derechos de autor) y un juez de Connecticut, Estados Unidos, tuvo que fallar en favor suyo; la venta de
la edición de Cranston se tuvo que interrumpir tras haberse vendido 500 000 copias.

La impresión de este libro es considerada por las leyes de varios países un delito al que pueden aplicarse
penas que van desde el pago de una pequeña multa hasta varios meses de cárcel.

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