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Desarrollo Del Lenguaje

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO

EXTENSIÓN ACADÉMICA SAN FELIPE

DESARROLLO DEL
LENGUAJE

Bachiller:

Wilbelys Silva C.I. 30.015.067

Especialidad. Educación Especial

San Felipe- 30/08/2021


Introducción

El desarrollo del lenguaje, es de gran importancia en la vida del ser


humano desde el inicio de su vida, ya que es la forma de comunicarse
con los demás, porque es a través de ello que se expresan sentimientos,
ideas al igual que los pensamientos para darlos a conocer a su entorno
más cercano.

Así mismo, es proceso que se desarrolla a través de etapas,


comenzando con el balbuceo, el llanto y poco a poco con el paso de los
anos el niño va adquiendo el lenguaje a través de la imitación de lo que le
van enseñando los padres y de su entorno es que el niño va aprendiendo
el lenguaje, pero los padres tienen que estar siempre alertas con las
etapas de dicho desarrollo ya que muchas veces puede atrasarse estas
etapas y puede que se deba a algo.

Finalmente se puede decir, que el lenguaje es vital para el ser


humano, siendo un proceso largo y complejo donde el niño va adquirir el
dominio para socializar en su entorno familiar, al igual que en cualquier
ámbito donde el niño se mueva, ya que los inicios de enseñanzas
comienzan en el hogar.

Desarrollo del lenguaje:


Se llama lenguaje (o adquisición de la lengua materna) al proceso
conductual por el cual los seres vivos, haciendo uso de su competencia
lingüística innata, aprenden a comunicarse verbalmente usando la lengua
natural usada en su entorno social al momento de su nacimiento y
durante su infancia hasta la pubertad. En efecto, este proceso está
cronológicamente limitado ya que sucede principalmente dentro de lo que
Jean Piaget describe como “Período Preoperatorio” o “período crítico”.

En la mayoría de seres humanos esto se da principalmente durante


los primeros cinco años, especialmente en lo que se refiere a la
adquisición de las formas lingüísticas y de los contenidos. Durante estos
primeros años tiene lugar a mayor velocidad de aprendizaje y se
adquieren los elementos básicos y sus significados y hasta antes de la
adolescencia se consolida el uso, la inferencia pragmática y la capacidad
para entender enunciados no-literales (irónicos, sarcásticos, etc.). Los
primeros años constituyen el período fundamental aunque el desarrollo
del lenguaje se prolonga mucho más allá de los primeros años.

Los primeros usos del lenguaje

El primer año de vida es importantísimo en el aprendizaje del


lenguaje, el bebé interactúa intencionalmente a un nivel pre verbal con el
adulto. Aproximadamente a los 12 meses produce sus primeras palabras.
Para autores como Rondal, empieza mucho antes, ya que desde que
nace el bebé tiene capacidad para comunicarse, de percibir estímulos
auditivos, llorar, producir sonidos que tienen valor de comunicación
manifestando deseos, expectativas y sensaciones, pasando por tanto, de
una forma global de expresión y de comunicación participando todo el
cuerpo, a una forma diferenciada que recurre a la actividad vocal. 5 Existe
una relación entre el contenido, la forma y el uso del lenguaje. Cuando el
niño aprende el lenguaje necesita conocer a las personas, objetos y
eventos, y sus relaciones. Adquiere los “usos” de su lengua nativa, a
través de lo externo: el formato relacionado con las situaciones pautadas
que permiten el adulto y al niño cooperar para seguir adelante en el
lenguaje y a través de lo interno: la negociación, transformándose
sucesivamente el intento comunicativo. Por tanto negocia procedimientos
y significados, y al aprender a hacer eso, aprenden los caminos de la
cultura y del lenguaje.

Los primeros 15 meses de la vida del bebé se da una gran


evolución de la actividad vocal y perceptiva. Pasa del balbuceo, gritos,
llantos indiferenciados al control articulado observable en la producción de
las primeras palabras, la imitación de las producciones por el adulto y
matices que expresan manifestaciones que las madres reconocen muy
bien, tales como hambre, sueño… Los órganos bucales van adquiriendo
la agilidad gracias a la repetición de estos movimientos que van a
necesitar posteriormente cuando llegue el momento de la articulación de
la palabra. Aparece un primer lenguaje no combinatorio caracterizado por
el incremento más rápido de los repertorios léxicos productivos y
receptivos, coincidiendo con la aparición de los enunciados de dos o más
palabras (Puyuelo, M. 2000). Estas palabras se caracterizan por usar un
número limitado de elementos fonéticos y por referirse a características
más amplias que las aceptadas por la lengua adulta, en lo que se refiere a
los objetos y a las acciones.

Interpretaciones teóricas sobre el desarrollo del lenguaje

Por adquisición y desarrollo del lenguaje se entiende un largo


proceso a través del cual el niño adquiere el dominio suficiente de la
lengua que se habla en su entorno familiar y social para poder interactuar
en él. El manejo de este sistema complejo tiene lugar en muy poco tiempo
y a una edad muy temprana. La conducta lingüística de un sujeto
depende de variables propias ligadas al desarrollo cognitivo, y de
variables ambientales, como las conductas lingüísticas propias y ajenas, a
través del refuerzo, la imitación o la interacción comunicativa:

a) El factor lingüístico o psicolingüístico incorporado a la dotación


genética del individuo le capacita para dominar la estructura del sistema
lingüístico. Según la teoría generativo transformacional de N. Chomsky
(1959): el niño abstrae del habla que oye lo necesario para empezar a
hablar, y aprende con rapidez lo esencial del sistema, (LAD), E. H. Caplan
y Chomsky (1980) defienden la existencia de un órgano mental para el
lenguaje que se caracterizaría por su autonomía (singularidad de los
procesos psicológicos específicamente lingüísticos), por su modularidad
(aislamiento de otros procesos y estructuras cognitivas) y su organización
en tres niveles interrelacionados: representaciones mentales, procesos
psicológicos y estructuras neurales.

b) Factores cognitivos. Las estructuras y los procesos cognitivos


son previos y determinantes de la aparición y desarrollo del lenguaje
(Piaget); el niño está constantemente elaborando hipótesis y
comprobando esas hipótesis en el habla y la comprensión, a medida que
el lenguaje se desarrolla, esas hipótesis son revisadas, reformadas o
abandonadas. Vygotsky señala la interdependencia del desarrollo
cognitivo y lingüístico. Slobin (1979) propone estrategias a medias
cognitivas y a medias lingüísticas. El computacionalismo, los modelos
conexionistas de la mente. Según el modelo de Proceso de Distribución
en Paralelo (PDP), la comprensión de una frase sería la consecuencia de
miles de conexiones fonológicas, léxicas semánticas, sintácticas,
discursivas, estratégicas. Rumelhart, Mac Clelland, (1992).

c) Factores propios de la experiencia el refuerzo y la imitación.


Para Skinner (1957) la conducta verbal depende del refuerzo. Estudia tres
tipos de respuesta verbal: La ecoica, que resulta de recompensar la
imitación de sonidos producidos por los adultos. El mando, secuencia de
sonidos que provoca una respuesta de los padres dirigida a satisfacer una
necesidad del niño, por lo que tiende a repetirse. Y el tacto, que 3 se
produce al reforzar la asociación de una secuencia de sonidos a un
particular estímulo, por lo que al aparecer el estímulo se repite dicha
secuencia. La adquisición del lenguaje se produce por imitación; los niños
al hablar imitan lo que oyen. El niño imita sonidos, imita las expresiones
de enunciados que producen los padres e imita el vocabulario; es un
proceso indispensable en las condiciones del aprendizaje lingüístico en el
aula.

d) La interacción comunicativa. La teoría sociocultural y la


culturalista o neovigotskiana. Lev Vygotsky (1896/1934) consideraba el
lenguaje un instrumento social de comunicación entre las personas que
deriva en una forma “privada” o interior del habla, en pensamiento. El
dominio del lenguaje, como el desarrollo intelectual, es fruto de la
experiencia social que tiene el niño, que es organizada por los
cuidadores, guiándole e interviniendo en la Zona de Desarrollo Próximo
(ZDP), o espacio de actividad que permite al niño avanzar, sirviéndose del
lenguaje, aprender a hablar, saludar y otras expresiones lingüísticas
convencionales.

Para el enfoque socio-cultural los seres humanos interactúan para


crear y transformar los significados, apoderándose de ellos y
compartiéndolos; para el enfoque culturalista la comunidad, la cultura,
crea, comparte, conserva, elabora y transmite los significados,
manteniendo la identidad y las formas de vida del grupo. No hay
conocimiento fuera de ella y el significado se define en la ocasión, en el
contexto.

La teoría de la comunicación, la sociolingüística, la pragmática, la


teoría del texto y del contexto. La aparición y la frecuencia de las formas
lingüísticas son una función de la situación comunicativa. En esa
interacción, en la conversación, se produce la integración de los diversos
componentes estructurales del lenguaje las intenciones y las
presuposiciones, la secuencia de elementos fonológicos y prosódicos, las
estructuras semánticas y las reglas sintácticas (Mayor, 1983). La
pragmática o funcionalismo, la teoría global de Halliday, destacan la
función interpersonal Cherry (1979), contempla el desarrollo a lo largo de
la vida (life-span), lo social y lo cognitivo son aspectos del desarrollo
unitario del individuo, en el que el lenguaje juega un papel integrador. La
visión actual es integradora, la adquisición y desarrollo del lenguaje, se
debe a aspectos relacionados con la cognición, (el conocimiento general
del mundo y los mecanismos que intervienen); el carácter innato,
(lenguaje, ondas sonoras); y los procesos interactivos entre el niño y el
adulto

Etapas del desarrollo del lenguaje:

Se dice que a pesar de que hablamos el mismo idioma, se piensa


que las personas pasan por unas etapas para el desarrollo del lenguaje
aparentemente a la misma edad. Para lograr la adquision del lenguaje es
necesaria la maduración del sistema nervioso, es decir, el desarrollo
cognitivo y desarrollo socio-emocional, ya que el niño solamente
aprenderá hablar si está expuesto al lenguaje.

Hay un consenso general en relación a las tres grandes etapas del


desarrollo del lenguaje, por las cuales el niño avanza de manera gradual
(Gross, 2005):

I. Etapa prelingüística (0 a 12 meses): los bebés nacen sin saber


hablar, aunque hacen sonidos variados con sus órganos vocales, incluido
el llanto, que suele ser el sonido dominante, e incluso los padres
aprenden a discriminar los diferentes tipos de llanto. Para el primer mes
los niños aprender a distinguir entre fonemas y otros sonidos, aunque a
veces suenen muy parecidos. Se piensa que esta habilidad perceptual
puede ser innata (Gross, 2005).Dentro de esta etapa tenemos el pre
balbuceó (0-2 meses) donde predominan las vocalizaciones reflejas y
gorjeos (como el ya mencionado llanto); y el balbuceo donde, de los 3 a 6
meses predomina el juego vocal y luego (de los 6 a los 10 meses) la
imitación.

Aunque los niños comienzan produciendo unos pocos fonemas,


rápidamente producen casi todos los fonemas existentes, pertenezcan o
no a su lengua nativa (expansión fonética). Aproximadamente a los 9-10
meses comienza la contracción fonética: ahora los fonemas utilizados
serán solo los correspondientes al lenguaje del entorno. Los niños sordos
dejan de balbucear a esta edad, probablemente debido a falta de
retroalimentación de su propia voz (Gross, 2005).

Ya a los 4 meses pueden leer labios y discriminar sonidos. Más o


menos a esas edades comienza la etapa del balbuceo. No se trata de una
imitación de los sonidos que escucha de los adultos, por que utiliza
sonidos de diversos lenguajes. Los niños sordos también balbucean,
sugiriendo que la natura permite una gama de fonemas antes que el
contexto moldee el lenguaje. Muchos de los sonidos del balbuceo son
pares de vocales-consonantes (da-da, ma-ma, ta-ta). Luego de un tiempo,
el balbuceo se convierte en sonidos y entonaciones del entorno y, a los 10
meses, un oído entrenado puede identificar el lenguaje de la casa (Myers,
2006).

II. Etapa de una palabra (12 a 18 meses): El niño produce su


primera palabra al año aproximadamente, sin embargo el balbuceo
continúa por alrededor de 6 meses más. El niño entenderá más palabras
de las que produce (Gross, 2005).Al cumplir el año, la mayoría de los
niños pasan a la etapa de una palabra: han aprendido que los sonidos
tienen significado y tratan de utilizarlos para comunicarse. Al principio, las
palabras suelen contener una sola sílaba y probablemente solo las
personas más cercanas al bebé, lo entiendan (Myers, 2006).
III. Etapa de oraciones de dos palabras. Esta última se divide en
Estadio 1 de gramática, que va desde los 18 hasta los 30 meses y se
caracteriza por ser un lenguaje telegráfico, es decir que la producción e
imitación de oraciones es simple (Gross, 2005).Aproximadamente a los 18
meses pasan de aprender una palabra por semana a 1 palabra por día.
Antes de los 2 años suelen entrar a la etapa de las dos palabras, es decir
que empiezan a formar oraciones simples de dos palabras, por esta razón
también se caracteriza al lenguaje como “discurso telegráfico” en esta
etapa (Myers, 2006).

Aunque los niños de 18 meses pueden decir entre 3 y 50 palabras,


su vocabulario receptivo es mayor que el productivo, es decir que
entienden más palabras de las que pueden producir (Weiten, 2001).En el
estadio 2 de gramática, que va de los 30 meses en adelante, el lenguaje
crece rápidamente y también las oraciones se hacen más complejas y
largas (Gross, 2005).

Una vez superada la etapa de las dos palabras, el niño comienza a


construir oraciones más largas y, al llegar a edad escolar, ya comprende
frases complejas y hasta el doble sentido. El interés en la ambigüedad del
lenguaje indica el desarrollo de la conciencia metalingüística (Myers,
2006, WeIten, 2001).

Se considera que el desarrollo del lenguaje se detendrá si un sujeto


permanece aislado durante el período crítico de adquisición, es decir los
primeros 5 a 7 años de vida. Este suele ser el caso de los niños sordos
que no experimentaron el lenguaje de señas en los primeros años y
también está el conocido caso del niño salvaje de Aveyron (Myers, 2006)
Importancia del desarrollo del lenguaje:

El desarrollo del lenguaje, es un proceso de gran importancia en el


desarrollo del ser humano, ya que dé él depende el correcto
funcionamiento de otras áreas como la cognitiva, la social, la emocional y
los procesos de autorregulación de la conducta, ya que en sí, es un medio
por el cual pensamos y desarrollamos nuestra inteligencia y
razonamiento. Nos facilita la comprensión del mundo  y la resolución de
problemas, nos permite comprender las emociones y es el vehículo
fundamental para la interacción social, para el establecimiento de
relaciones sociales y el desarrollo de la afectividad. Pero esta
dependencia es recíproca, pues el desarrollo de estas áreas a su vez,
determinará de forma decisiva el desarrollo comunicativo-lingüístico.

El lenguaje es una de las capacidades más extraordinarias de las


que está dotado el ser humano, pero a pesar de la gran complejidad que
entraña su aprendizaje, parece que estamos diseñados para
comunicarnos a través de este complejo sistema, pues nuestra genética
nos dota con  los mecanismos neurobiológicos necesarios para su
desarrollo. No obstante, un correcto  desarrollo no está garantizado, pues
en él influyen diversos factores individuales, familiares, sociales y
contextuales, que pueden condicionar la aparición y/o el ritmo de
desarrollo  lingüístico.

En este proceso, es decisivo que los niños y niñas estén expuestos


a los sonidos del habla desde su nacimiento, independientemente de que
puedan o no, comprender el significado, o reproducir, las palabras que
oyen. Sin embargo, no solo se trata de exponer al niño al lenguaje.,
también es necesaria una adecuada estimulación, mediante la interacción
y el juego, que le permita adquirir las destrezas visuales, auditivas,
táctiles, motrices, cognitivas, sociales, etc., necesarias y precursoras del
lenguaje. Los niños y niñas que son pobremente estimulados, presentan
mayores dificultades para adquirir el lenguaje. Para ello, es muy
importante conocer cuáles son las características generales, propias de
cada etapa evolutiva.

Primer trimestre de 0 a 3 meses


Desde el nacimiento, los bebés van asentando las bases de la
comunicación, utilizando varios tipos de llanto para expresar diferentes
necesidades. Comienzan a prestar cada vez más atención a los sonidos
lingüísticos, a la cara y a las expresiones faciales del adulto. A partir de
los 2 meses, los bebés comienzan a producir  diferentes sonidos
diferenciados como gorjeos, arrullos, grititos, gruñidos y diferentes
sonidos vocálicos que indican distintas sensaciones placenteras y de
molestia.

 Segundo trimestre de 3 a 6 meses


En esta etapa, el niño descubre la capacidad para interactuar con
el adulto a través de sus emisiones sonoras,  intentando llamar su
atención, responder a sus estímulos y realizar  intentos de repetición que
todavía no llegan a ser  verbalizaciones, lo que hace que éstas
habilidades se desarrollen y perfeccionen progresivamente a partir de
este momento.

Tercer trimestre de 6 a 9 meses


En torno a los seis meses comienzan a producir sonidos más
elaborados, llamados balbuceos, asociados fundamentalmente a los
sonidos de las consonantes (m), (t) y (p) y los llamados silabeos
(balbuceos prolongados como ta-ta-ta-ta”). Demuestran  iniciarse en la
comprensión del lenguaje, respondiendo a la estimulación del adulto con
acciones o reacciones motoras, por ejemplo, llevarse el dedo a la nariz
ante la pregunta “¿Dónde está la nariz?”, rastrear la habitación con la
mirada cuando se le dice “¿y papá?” o aplaudir cuando le cantan “palmas
palmitas”.
Cuarto trimestre de 9 a 12 meses
Son capaces de repetir verbalizaciones silábicas que ya están en
su repertorio fonético, si un adulto le estimula, pero no siempre lo hará.
Comienzan a combinar dos sílabas diferentes y algunos, son ya capaces
de emitir sonidos onomatopéyicos al pedírselo el adulto: “¿Cómo hace el
pájaro?” – “Pio- pio”. Comienza a responder a órdenes verbales muy
sencillas como “coge” “toma”, etc.

Al final de esta etapa, la mayoría de niños y niñas, ya han producido las


primeras palabras reconocibles y dotadas de significado, pero puede
retrasarse hasta los 18 meses.

Segundo año de vida de 1 a 2 años


Tras la palabra con significado, surge la palabra-frase, dando lugar
a la etapa holofrásica,  llamada así porque se utilizan palabras sueltas
que constituyen frases en sí mismas, por ejemplo, “aua” (para decir
“tráeme el agua”) o “papa” (para  intentar explicar que papá ha salido por
la puerta). Emplean diferentes estrategias de comunicación, tales como el
uso de jerga, señalar con el dedo, hacer uso de gestos como hola y adiós
o sí y no al principio, su vocabulario es muy limitado, pero alrededor de
los 18 meses, la mayoría producen entre 25 y 50 palabras y comprenden
cientos, aunque es frecuente el uso de generalizaciones (por ejemplo
agua para nombrar a todos los líquidos).

Tercer año de vida de 2 a 3 años


Alrededor de los dos años, los niños  y niñas comienza con la unión
de palabras, formando frases forman frases de dos- tres palabras, en 
principio muy telegráficas, es decir,  con dificultades morfológicas,
sintácticas y gramaticales “papa-coche” (papa está en el coche) o
“cuento-no” (no quiero este cuento).
Poco a poco, se va consolidando la respuesta ante órdenes
verbales (“Dame el vaso rojo”) y la respuesta verbal ante las preguntas
del adulto (“¿Quieres manzana o pera?), aunque su lenguaje tiene
dificultades con la articulación, pues los órganos encargados de la
producción del habla, están todavía inmaduros.

A partir del segundo trimestre, comienzan a preguntar y a


relacionarse socialmente a través de este vehículo, cuentan lo que hacen,
expresan lo que quieren, expresan también necesidades básicas,
observándose un gran incremento de su comprensión y de su
vocabulario.

Cuarto año de vida


A los tres años, su lenguaje ya posee entre 1000 y 5000 palabras.
Son capaces de entender enunciados más complejos y producir
enunciados simples de 4 o más elementos, pero ya con una estructura
sintáctica, haciendo uso de pronombres, preposiciones, adjetivos,
flexiones verbales simples en tiempo presente y posteriormente en tiempo
pasado (aunque con errores, especialmente con los verbos irregulares),
expresan oraciones compuestas y hacen un uso adecuado de las
relaciones de lugar “la abuela está fuera de la casa”, aunque todavía no
dominan las temporales. Todo ello, permite un discurso más
comprensible.

Comprenden y expresan las oraciones interrogativas (qué, quién,


de quién, dónde, por qué y para qué). Se identifican mediante su nombre
y el pronombre “yo”, e inician    las primeras conversaciones y la
expresión de vivencias personales. Es a esta edad, cuando comienzan a
acompañar el lenguaje con el juego y la acción, por lo que es frecuente
oírlos hablar solos, y son capaces de repetir fragmentos de canciones
simples.
Quinto año de vida
A los cuatro años, los niños y niñas van afianzando el uso del
lenguaje y poco a poco, van dominando las estructuras sintácticas, lo que
favorece la producción de oraciones más largas y complejas. Su discurso
es más coherente y organizado y son capaces de realizar narraciones,
descripciones, de comprender oraciones que implican negación,
establecer relaciones por oposición (contrarios), de  reconocer absurdos
verbales sencillos y bromas simples, e intervienen en una conversación
simple sin apenas dificultades.

Tienen una discriminación auditiva más evolucionada, lo cual les


permite aprender a producir fonemas mucho más complejos, aunque
pueden permanecer errores en la pronunciación de la r y grupos (gr, pr, tr,
cr) hasta los seis años.  En esta etapa, están ya preparados para iniciarse
en el proceso de adquisición de la lecto-escritura.

Sexto año de vida


En torno a los 5 años, se va produciendo un dominio completo de
los tiempos verbales, Lo cual permite explicaciones mucho más
complejas, que incluyen secuencias temporales “Después de comer iré a
jugar con Marc y luego podríamos ir a la piscina”.  Se produce un gran
desarrollo del lenguaje interno, que permite guiar las acciones  motoras y
mentales y es el vehículo de desarrollo del pensamiento lógico. Al final de
esta etapa, su lenguaje  ya presenta las bases y estructuras básicas del
lenguaje adulto. Es a partir de este momento, cuando se irán se irá
perfeccionando sus competencias lingüísticas a lo largo de todo su
proceso de desarrollo.

No obstante, hay que tener en cuenta que esta información se nos


presenta como marco de referencia para situar las competencias
lingüísticas generales del niño, dentro de un período de desarrollo. Sin
embargo, no debe ser tomado a raja tabla, pues cada individuo
evoluciona a un ritmo propio y manifiesto sus diferencias. Sin embargo, si
se observa un retraso significativo respecto a los hitos propuestos,  se
recomienda ponerse en contacto con un especialista que pueda verificar o
descarta la existencia de alguna alteración.
Conclusión

Para resumir, se puede decir que el desarrollo del lenguaje es


primordial para el desarrollo intelectual de una persona, sea cual sea su
capacidad mental siempre teniendo en cuenta que el mismo es el que
posibilita al hombre comunicarse con sus semejantes y siempre
enriquecer el pensamiento del niño para que posea más conocimientos e
y su lenguaje sea más fluido y logre sus metas y no tenga dificultades en
el diario caminar de su vida y de su aprendizaje.
ANEXOS
Bibliografía

https://es.wikipedia.org/wiki/Desarrollo_del_lenguaje

https://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd8456.pdf

https://www.psyciencia.com/etapas-desarrollo-del-lenguaje/

https://www.redcenit.com/el-desarrollo-del-lenguaje-infantil-2/

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