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Dupont. La Familia

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Florence Dupont

EL
CIUDADANO
1

1
ROMANO
Durante la República
1
V'
1

!t
t
~
)

Javier Vergara Editor s.a.


Buenos Aires / Madrid / México
Santiago de Chile / Bogotá / caracas

1
.¿
,.

La abundancia de una granja con sus graneros llenos


la calma de una vida sin recepciones ni visitas de negocios'
sumadas al amor al huerto, lugar ideal de fresca intimidad'
hacen que las residencias de campo se conviertan, a fines d~
la República, en lugares de veraneo, lo que las transforma
basta pervertirlas. Es así co~o las granjas a orillas del golfo
de Nápoles pasan a ser mans10nes de descanso, lujosamente
amuebladas, hechas para las recepciones. Como en las casas
de la ciudad, los edificios se integran en parques, se vive en
medio de fuentes artificiales, comiendo bajo cenadores, en
quioscos o glorietas. 6

La familia

UNA CASA, UNA FAMILIA, UN PADRE

E1 lar y el genio, asociados en el culto celebrado por el


padre de familia, dan testimonio de que, en Roma, familia y
casa son indisociables. En esa civilización todo pasa por el
suelo, hasta el poder paterno y el parentesco.
Para el latino, la familia coincide con la població n
de la casa sometida al poder del padre, pater familias :
hijos, esclavos y a veces esposa (según su régimen ma-
trimonial) . Una casa es una familia y un padre, que ve-
neran juntos al Lar familiaris. La autoridad del padre
de familia no se define por separado en términos de
propiedad o de genealogía sino, más globalmen te, en
términos de residencia, aunque sea efectivame nte el
padre o el antepasado de los niños y el propietario de
los esclavos que viven e n la casa.

135
134
El genio es el dios d e la gcncalogíu dom(:.,;tiea. Es e n lu ca- .
c ,rt:•111 n 110 ma tc r1almcnlc en la ca~a. 1•J~ . h "JJO S, d e•pc m.lc n
n • b ·I · o has t a
sa donde se engendran y nacen los níiios. El modelo idc11l de f11 • mu '
¡
.1
C 011 ( 11nica y 1uríd ic a rnc nlc de r.u padre, uc su .1 uc"
,. · .
milia ~eúne hajo un mismo techo a tres gencradonc.,;, cuyos ht 1111 • ~ • N ' -
le su hii:ahuclo mientras estor. vivan . ingun ro ,1nn. ·,;orne ·
m '
bres siguen sometidos a la autoridnd del bLc;ubudn. A su muerte ~id;i a la n11loridml de ~u padre puede lrntar un ncgo c:•~ e _~ :s~
la familia se divide en tunl!Lc; nuL·vtL"' familins cnmo hl>lnbrc.,; hay,;
110 ml,rc ní po~ec r nad a . a m eno~ que !lU padre lo c.;m,incipc .
en la gcncraciém siguiente. Por lo tnnto, el illc nl es um1 l·t1fü1 habi-
lt• que n t: urrc hil.r .tantc a menudo.
tada por lodos los hijo.,;, nietos y bisnieto,._ con sus c.-.posus, lle 1111
antepasado común, micntms este viva.
lPor qué trc..c; gcncrncionc.<;'/ Pon1uc ese lnpso cunes-
pondc a lo que los romam,s llnman unn mr'mu,111. El'I el tiem-
po que cada uno recuerda pcrsonnlmc nlc. El prome dio de 6
vida de los romanos no les pe rmite vivir mucho nuís allá de
sus descendientes de tcn::cr grnlln y un lmmhre conocer(, a lo
sumo a s us bisnietos y a su hisnhuc ll,. Et,us seis generaciones l__
constituyen lo que los ront:mO.'- llnman los parentes. En la 1
L..
fiesta de los ~tuertos. llamada la Pnrentnlin, se venera a los o
410 g,•do
.c.re, g.K"✓....
fic, ..e<A(I'.,
antepasados que han Cl,noc ido los vivos. lo que engloba a los 11• abuala
petema
~ ~ 11!'7',:,

parentes d e l m iís joven y lo." del m.ís anciano. Más allá de eso
se corla el hilo de la memoria pues ya no hay testigos direc-
tos. y los demás untcpasados forman la masa indiferenciada
de los majores. ~,os más viejos".
o
3-g,ado
6
1etg,ado 3M~
~
f,o p#....,...0
L_::,_
Stc. g-x:o
¡:,'.r.".o i,..,,,,...G
ta p«•na s-0'•
\ -bh'Cmos n encontrar esa misma dimensión de tres ge nc-
rc1ciones en el derecho. al tratarse de la herencia o de prohibir el
1 1 \
o
-~ -
incesto . Todas las jrn't!ncs de la casa son "hermanas" y como tales
o
1
o
no pueden ser desposadas por los hombres de la íamilia.
La familia romana así definida por tres generaciones se ex-
tiende horizontalmente hasta los parientes de sexto grado, es de-
cir los primos segundos (ver cuadro). En Roma, sólo cuenta la li-
o
-g,adO
prirracnaada
~ -
2doo,ad0
6
EGO
6
2do ~ · 4to =-tes
..
~lo,-lde
or.mc.a
-:;ur.óm

liación paterna. Por consiguiente la familia sólo comprende a los


parientes paternos. y la prohibición del incesto se extiende 6
además de a los hermanos y hermanas, sólo a los líos, tías y primos o
patrilaterales.. La regla es clara: se prohíbe desposar a una mujer o • t,or.t:,,• o
rn..-
con la cual se podria llegado el caso. cohabitar. (Regla que se mo-
dificó un poco en el siglo II a.C., cuando se limitó la familia al cuar- -Oa;in,ma q ue sólo cons,óara el ¡;an,r.tMCO "'9tlrr.c, has:a ~t ilrmla
dal 7rro grado en 1:n.:1 .,_...-, al c;i,e,.. ha a g ~ la cr:ma cr....,-:.::,
to grado y. al mismo tiempo, se adop!ó la costumbre ~e desposar ~ - ( "'2n THOMAS. Hwt:ire da la parer.ta. Armarle: Cclln. =r :,, ')8:-
~ 20:2).
a la hija de la hermana de su padre, pnma cruzada patnlateral. con
la que no se tenía paren~-) , .
Al frente de la familia no hay mas que una autoridad,
la del padre que reina sobre s us hijos, nietos y bisnietos. Pe r-

136 137
e

Thmbién el padre suele confiarle un peculio miembros de la familia. Cicerón, Craso, Sila, compran una
:r- • , corno
un esclavo, pero d e muy d uerente importancia. En r- a asa para fundar una nueva dinastía cuando comprenden
· puede muy b'1en ser e d') I o pretor con grand e ecto ,
1
ese hiJO e uc su vida no se asemejará a la de sus padres, caballeros de
sidades de dinero. es necc_ q rovincias, patricios sin un centavo, nobles sin envergadura.
p . .
. 'ó n.Ies hace a~t~c1par esa rup l ura.
Las mujeres que contraen matrimonio en esa . Frecuentemente la amb1c_i
·
nen necesariamente de I extenor ·
· y tienen casa v1c
distinta s't . _- p rten a instalarse en al0Jam1entos prov1s1onales, muy caros
- . d . . . • uacton ªro cerca del Foro. Sita vive, al principio de su actividad
segun el tipo e matnmoruo que contraigan. O bien carnbia
de casa, abandonan la de su padre para pasar a la de su man? ~lítica en un piso de un edificio de viviendas. Celia, el jo-
. . p n amigo de Cicerón, alquiló un pequeño alojamiento en
do, y teodrán entonces la s1tuac16 n de hijas de la casa 0 b' -
permanecen vmcu. la das a a casa de su padre y no pert• •en
I ve a casa perteneciente a Clodio, en el Palatino. AJlí cono-
. , d enecen un a ta hermana de este, la ~nloquecedora CIo d'•~• origen .
a esa nueva casa dond e so1o estan e paso para dar h'' cerá
man'do. •Jos al de todas sus desventuras. Esos Jóvenes, en efecto, leJOSde su
padre y de su casa, son presa fácil para las damas ligeras, los
usureros, y se dejan arrastrar a dudosas combinaciones
políticas por personas como Catilina. César reúne a su alre-
dedor a muchos de esos muchachos sin un centavo cansados
de la tutela de sus padres, con cuya muerte y herencia sueñan
inconscientemente.
Este mo~elo de casa p~triarcal no es una ficción de ju-
rista romano ni la huella fósil de costumbres arcaicas. A los
romanos les gustaba vivir con sus parientes y las grandes fa-
milias instaladas bajo el mismo techo existieron en todas las
LA FAMILIA, EL CLAN Y LA NOBLEZA
épocas y en todas las clases, ricas o pobres. Se cita a menudo
el asombroso ejemplo de los Aelii Tuberones: "Eran dieciséis Una familia romana pertenece a una comunidad más
parientes, todos Aelii, y no poseían en conjunto más que una amplia, el clan: gens. P~ro esa c_omunidad n~ está anclada en
casita diminuta, con un solo pequeño bien que les bastaba. el espacio ni tiene realidad ~oc1al. El c~~n solo apare:e en e l
Vivían todos juntos alrededor del mismo hogar, con sus mu- nombre. Se dice la gens Fabia o los Fabu, a veces se anade u~
jeres y numerosos hijos." Se pretende erróneamente que sobrenombre a fin de distinguir, por ejemplo, los Cornelu
eran una excepción. Escipiones de los otros Cornelii.
Craso, antes de hacer carrera, vive con su padre, ex Pero, como el nombre se transmite por el nacimiento,
cónsul y triunfador, y con sus dos hermanos casados. Todos la adopción o la libe ración, y como en Roma hay una fuerte
comen en la misma mesa. Cicerón tiene un amigo e n Brindi- movilidad social, el hecho de pertenecer a un clan no confie-
si, Marco Lenio, que vive bajo el mismo techo con su padre, re ninguna nobleza, ninguna dignidad. .
su hermano, sus hijos y sobrinos. Las mujeres parecen haber La existencia de los clanes como comurudades sólo se ma- ¡
desaparecido de esa familia de hombres, un sue ño para los ni.fiesta en dos ocasiones: la herencia y las obligaciones del culto.
romanos que casi no soportan la presencia de una mujer en Cuando un romano no tiene heredero en su familia, es decir, un
la casa. ¿son todos viudos o divorciados? pariente de por lo menos sext~ gr~do, la ~erencia pasa al clan. Los
Sin embargo, suele ocurrir que los jóvenes abandonen clanes son entonces los depos1tanos de ntos y de cultos cuya cele-
la casa paterna cuando de pronto la fortuna les sonríe y ven bración tienen a su cargo en interés de todos.
ante ellos la promesa de un destino diferente del de los otros
139
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Así los Fabii debían realizar todos los años u . des ués de la firma de un contrato, la función de ~e
monia religiosa en el Quirinal. Muy escrupulosos qn~ ~ere- tac1ó n _P h cerla pasar de la categoría de doncella, vv-
.
cumplir con su deber, aun cuando el Capitolio est .
, u1s1er0
n
, trimon10 es a .
ma a la de madre, mater. El matrimonio no q~eda p~cs tola • (,4
1 r
.
tiado por 1os ga 1os: "U n Joven
. romano provocó la aduv1ese . s·1- go, ado hasta el nacimiento del primer h1Jo en esa
. . m1raci6 mente consum h" •
tanto de los enemigos como de sus conciudadanos. El n ., El casamiento es sólo para tener IJO~~ p_o r eso es esen- •
1
los Fa~ii era_ responsabl~ de un cult~ en el Ouirina~. an de c?st ue estos nazcan en la casa, pero es md1ferente que la
cumplir con el, Cayo Fabm Dorso se ciñe ta toga se , Para cia q té sometida a la autoridad de su padre o de su I
• ( gun el ri madre es o n O · ,
to de Gab1es se envuelve en la toga, la cruza por e • -
hombro izquierdo y se la ajusta en el medio del nc~ma del marido. , ce¡e b re e 11,a su '
La edad de la novia varía mucho, segun
servando así ambos brazos libres y sirviéndole un ppel.c gº con- . -6 d· no . Las J'6vcnes romanas se casan muy tem- ~
. . 1e ue pa nmera o a 0 . .
ra cubrirse la. cabeza en la celebración) Toma lue P la ley prohíbe a las mujeres los matnmomos an-
. · go en sus- rano pero . .
p d '1 doce años de edad. Matnmomos tanto mas prema- .r.
manos los obJetos sagrados, . • desciende del Capito1 · .
10, atravie
sa 1os puestos enemigos sm asustarse por sus gritos - tes e º~r cuanto las niñas son núbiles más tarde que en
d . · 1Q
zas y se mge a. umna •. · · 1 Ali'
1•cumple Y amena turos, P d'as A menudo en las familias nobles la boda suele
. los ritos solem nes y re-- nuestros 1 .da • de largos noviazgos,
. a fin de acercar a las ra-
gresa por e 1 mismo cammo, 1mpas1ble y sin apurar 1 estar precedl . . •
. 1 - e paso
seguro d e que I?s d 1oses o protegeran por haber desafiado ' •i·
m1 1as.
Suele ocurrir que esas novias muy Jóvenes vayan a v1-
f -
la muerte para ir a celebrar su culto. "57 ª ·
Viran
tes de la boda a la casa de su uturo esposo.
. • · 17
La nobleza no tiene nada que ver con el clan ni con el Pero se trate o no de un pnmer matr!momo y.sea cua
nombre. Se construye o se destruye en el marco de ta ca d fuere su tipo, el ritual es invar~a.ble. La novia es vestida en su i
1a f ami·1·ta. ''llres pad res " es e 1 1apso generacional requerido sa, e
casa P
orlas muJ·eres de su familia. Se la cubre con un velo co-
. - · bl anca, sos te~•-·
para afirma~ la ?obleza: un padre, un abuelo, un bisabuelo lor fuego y se la viste con una s1mp 1e tumca
que hayan eJerc1do cada uno por lo menos una magistral la cintura por un lazo anudado de una manera especial
. E I ura d a en 11 estan
- separa d o s
supenor. n otras pa abras, 'd _para . que el hijo sea noble, tie ne y que e l marido deberá desatar. Sus. cabe os . .
q_ue h a b er e~tad o somett º.umcame~te a la autoridad de pa- en Seis mechones peinados con peme de hierro y. suJetos con
nentes magistrados. Octav10, cuyo bisabuelo er:a liberto vio CI
·ntas • El novio va a la casa del padre de 1a novia, y toma• en
cuestionada su nobleza.58 Y poco importa que en tiempo~ re- su mano derecha la mano derecha de la que sera su muJer.
motos la familia haya sido noble; una interrupción de tres ge- Así se sanciona el compromiso de fidelida~. _
neraciones basta para que pierda su nobleza. Así, Marco Luego tiene lugar el banquete nupcial, que reune a los
Emilio Escauro, el cónsul de 115 a.C., fue considerado un parientes .de las do~ rai:nilias, afianzándose de ~se modo su
"hombre nuevo" porque, desde su bisabuelo, ningún hombre nueva amistad. Al termmo del banquete, el mando finge lle-
de la familia había obtenido una magistratura. varse por la fuerza a su mujer, arranc,ándol~ de los brazos de
Una familia noble es una casa llena únicamente de su madre. Un cortejo conduce despues a la Joven a la casa del
hombres que hayan ejercido magistraturas superiores. marido. Llevan un huso y una rueca, y ella da las manos a dos
El lecho conyugal simbólico que preside el tablinum niños que tengan todavía padre y madre; un tercer niño les
recuerda que la casa está hecha también para recibir a una abre camino agitando una antorcha de espino blanco. L as
mujer, destinada a ser madre. Ya sea que el matrimonio la personas del cortejo óea y lanzan bromas obscenas. Llegada
haga entrar verdaderamente en la casa, por ejemplo, com- al umbral de la casa, la recién casada rodea la puerta de he-
partiendo un pastel ea presencia del flameo de Júpiter o del bras de lana y la unta con grasa de cerdo y aceite. Su esposo,
Gran Pontífice, ya sea que se trate solamente de una cohabi- que la espera en el interior, le pregunta su nombre. Como

141
140
una mujer no tiene nomhre, clln le responde: ''Donde tú
-
estés, Cuyo, yo seré Cuyn." Entonces se la levanta del sucio LAS MADRES SUSTITUTAS r;J>
parn que sus pies no toquen el umhral, pues sólo entran a
una cusn los extraños; las personas de la familia no entran Ese dcsequ1'l'b . entre 1 ,
1 no e numero de hombres deseo- '""'.(d'l.(1"!V"
r .t
s
Sl)•
de casarse y de muj.ercs susceptibles de convertirse en ·1 ~
nunca por primera vez, pues han nacido allí. A la mañana si- ' •
guiente, In esposu, vistiendo la ropa de las matronas, es decir madre.e; tuvo como _cons~cuenc,a , a p~rt1r del siglo II, la mul- 'J
t~i.6 !1-dc .l.Q :¡~s y_ los repetidos matrimonios de tas
de las madres o de lns mujeres que pueden serlo, hace un¡;
ofrenda u los lares y a los penates. mujeres fecundas en todas la.e; clases de la sociedad. Una es-
.¡¡¡ ¡tV\o- E_!Ll!51c)aotc· Jn oguardun dos destinos. Si tiene la suer- ~)
~qu
po
a proe ado su fecundidad,
.. p . ira asi11e hogar en ho-
~ te de ser fecunda y de dar u luz trc.c; hijos n más, r para dar htJOS. or cierto, 1os matrim
. .
onios numerosos son
será una ma- f:mbién, para la nohlcza, una manera de ampliar su red de
dre respetada, una esposa envidiable y pertenecerá a la co-
elaciones y de apoyos políticos. Pero eso no ocurre entre las t P.n
munidad. Si es estéril, pronto la amenazará el repudio. En tal l. )
~amilias de la plebe y de los pequeños notables provincianos
t
caso, no lleva necesariamente la peor parte. Devuclla a la ca-
donde los divorcios y los nuevos cac;amicnlos son tan nume-
sa de su padre con su dote, a la mucrle de este será una mu-
osos como entre la nobleza romana.
jer casi libre que olvidará en los negocios y en las diversiones
r · De hecho, el matrimonio se convierte en un compro-
amorosas su fracaso como matrona .
miso entre hombres que se prestan a sus hijas, sus hermanas
• j..1, Pero muchas esposas mueren antes de conocer ningu-
~- _
0
y hasta a veces sus esposas con el objeto de procrear. Antes , 1.. "
l}Q.1lc...csos dos destinos. Lds parlas y sus consecuencias pa-
. tos romanos practicaban sobre todo la a<!Qpción. Pero si se .;w ~
lológicas diezman a las mujeres entre los dieciséis y los trein-
ta y cinco años. Es larga la lista de esas jóvenes madres1 prefiere a ella este otro sistem~! es porque per~i te al hom-
bre cuya mujer es fecunda dar htJOS al que no los tiene, en vez
~uerta s al dar a Ju~, y eso..que se ~on~cc muy poco de la~ mu- ~ de compartirlos con él: el hijo adoptivo no cambia de padre;
J~res romanas. Tuha, la h1Ja de C1ccron, mucre a los tremta y
tiene dos. Por eso muchos divorcios se efectúan durante el
tres años después de dar a luz al hijo de Dolabella, su tercer
embarazo de la mujer. Como ya hemos visto, tal fue el caso
marido. Emilia, la nuera de Sita, obligada a divorciarse para
de la nuera de Sila; Catón dio a su mujer encinta a Horten-
casarse con Pompeyo cuando eslaha encinta de su marido,
muere en el parto. Julia, la hija de César y otra esposa de sia, Octavio se hizo conceder a Livia, con seis meses de em-
barazo, por su marido Claudio Nero. El niño pertenecerá a
Pompeyo, muere, después de un primer aborto, al dar a luz a
su primogénito. Pomponia, la madre del primer Africano, uno u otro padre, según lo decidan ellos.
mucre a causa de una cesárea. lQué pensar entonces de las
desconocidas? Las inscripciones funerarias agregan algunos
nombres, pero no los suficientes para confeccionar estadísti-
/cas. El testimonio de los hombres romanos, quejándose de MATRIMONIO Y ESTRATEGIAS FAMILIARES
-no tener esposas, es más elocuente que cualquier estadística.
Sobre todo si sabemos que los romanos se casan poco. Los Los romanos proclaman a quien quiera oírlos que na-
partos matan más que las guerras. Sólo las nefastas incursio- da es peor que el matrimonio y que, si no fuera por la nece-
nes de los galos o las de Aníbal restablecen por momentos el sidad de tener hijos, nadie se casaría jamás. Una esposa rica
tiraniza al marido, una pobre, lo empobrece.
equilibrio.
Por consiguiente, en Roma sólo se casan los que no
pueden evitarlo, los hombres de la familia encargados de
perpetuar la estirpe o los que desean fundar una.
142
143
Tomemos como ejemplo una vieja familia noble 1 Fulvia poseía un bello temperamento de matrona: fue
Claudii, y veamos cómo actúan, a mediados del-siglo I a.C ~~ fiel a todos sus maridos, en el sentido romano del término. Se
padre murió dejando tres hijos, tres hijas, de las cuales sól0 comprometió junto a ellos cuando tuvieron dificultades
la mayor está casada, y muy poco dinero. El hijo mayor políticas, llevó el duelo de Clodio con mucha inteligencia y
convierte en jefe de la familia. Casa a sus hermanas lo se contribuyó a la condena de su asesino, Mitón. Sostuvo a los /
no es mu~ d 1'f'1~1·1 aunque no tengan dote. Ambas hacen ' bue-
que
partidarios de Marco Antonio en Italia, mientras él se ena-
nos matnmomos. Una se casa con Lúculo, la otra co moraba, en Egipto, de Cleopatra. .
1
cónsul Metelo Celer, su primo por línea materna. La pri~=- Por último, las esposas romanas fecundas tienen mu- ¡
ra, a fuerza de mala conducta y de artimañas políticas con chas hijos, cuatro o cinco cada una, aunque no nazcan todos l
hermanos, es repud 1a . d . h" sus
a, sm IJOS, por Lúculo. La otra, la fa- en la misma casa. De cualquier modo, no son las únicas que
mosa Clodia amada por el poeta Catulo, pronto se convie t aseguran la estabilidad demográfica, pues son muchos los hi-
en v1u. d a -se_ d'ice que h ab na
' ayudado en algo a la naturale-
re
jos ilegítimos. Los romanos que no se casan, y los otros, viven
za- y ya no piensa en casarse. Por fin libre, tiene un salón se- en concubinato con esclavas y libertas. Esos niños llevarán su
duce a los jóvenes y hace política con su hermano Clodi~ el nombre si su padre los libera, pero socialmente no tendrán
tribuno adversario de Cicerón, que terminará asesinado e~ la nada que ver con él. Se puede tener muchos hijos y no repro-
Vía Apia. Apio Claudia, el mayor, se casa; luego, no tenien- ducirse socialmente.
do hijos, casa a su hermano Cayo. El primer hijo de Cayo se
llamará Apio, lo que lo destina a ser sucesor de su tío. Luego
Cayo tiene un se~?ndo ?ijo y _lo cede a su hermano mayor
que lo llama tamb1en Apio. Apio, el menor, quita así a su pri- EL AMOR CONYUGAL
mo el papel de futuro jefe de familia.
p., Pu~lio, el me~or de los tres hermanos, que se hará lla- lCómo se vivía en el seno de esas casas romanas? lQué lu-
mar Clod10, pues ese nombre le parece más democráctico, gar ocupaban los sentimientos? ¿y qué sentimientos?
fue adoptado por un plebeyo, a fin de poder ser elegido tri- lSe amaban los esposos romanos? La pregunta carece
buno de la plebe. Abandonó la casa paterna, rompió con la de importancia. En Roma, la unión conyugal puede o no
tradición más bien conservadora de la familia y optó por ha- coincidir con sentírhientós amorosos¡ ello es indiferente. En
cer carrera en el partido popular. Compró una casa y contra- cambio, es indecente la exhibición ública de esos sentimien-
jo matrimonio para fundar una nueva familia noble. Cuando tos. atón el Censor excluye del Senado a Manilo, que deb1a fJ .
Clodio murió, su mujer, Fulvia, le había dado dos hijos, aún sér candidato al consulado. Le reprochaba haber besado a su
pequeños. Fulvia se convierte en un partido envidiable. Se mujer, en pleno día, en presencia de su hija. El desdichado
casará sucesivamente con Cayo :&cribonio Curión, un amigo perdió su carrera por un beso.59 En esa ocasión Catón
de Clodio, del que tuvo un hijo aunque el matrimonio fue añadió que a él su mujer nunca lo había besado, salvo un día
breve (Curión se marchó a Africa). En el año 45 a.c., se ca- , de tormenta y que, desde entonces, se alegraba mucho cuan-
sa con Marco Antonio, amigo de Curión, con el que tiene dos do Júpiter tronaba.
hijos. Muere en el verano del año 40. Como muchos roma- Los hombres enamorados causan risa, sobre todo los \
nos, se enferma en Grecia y no resiste el viaje de regreso. viejos casados con mujeres jóvenes. Tal fue el caso del propio
Muere en Sicilia. Tendría unos treinta años, a lo sumo trein- Catón, mucho más tarde.
ta y cinco. Sin duda se casó por primera vez en el año 58 a.C.,
V
entre los doce y los diecisiete años.

144 ,,t 145


-
Anciano vigoroso, Catón había perdido a su mu- Desgraciadamente, Julia murió pronto al dar a luz un
jer y casado a su hijo. Frecuentaba asiduamente a una niño que no le sobrevivió. Pompeyo parecía inco nso la-
joven esclava que todas las noches iba a visitarlo a su ble.
habitación. El hijo considera que la situación es cho- Poco después se casaba con Cornelia, hija de Metelo
cante en una casa donde hay una recién casada, su es- Escipión, viuda desde hacía poco del hijo de Craso, muerto
posa. Catón acude entonces al Foro. Sus amigos se con su padre en una expedición contra los partos. Casamien-
agrupan a su alrededor para escoltarlo. Entre ellos se l to político, pues Metelo Escipión, por su padre natural y por
encontraba un escriba que había trabajado con él cuan- su padre adoptivo, era el más noble de todos los romanos de
do era magistrado, un tal Salonio, que desde entonces la época. Cornelia era deliciosa y muy culta. Sabía de litera-
era cliente suyo. Catón lo interpela y le pregunta si ha tura, de filosofía y geometría. Pompeyo olvidaba todo el res-
comprometido a su hija. Salonio le responde que no y to; pasaba su tiempo en banquetes discutiendo con ella sobre
que además nunca lo habría hecho sin pedirle su opi- el cuerpo y el alma o la cuadratura del círculo. Sus amigos,
nión. "Es cosa hecha", le dice Catón. "Tengo el yerno unonadados, debían sustraerlo a esas delicias para obligarlo
que necesitas, a condición de que no tengas nnda con- u ocuparse un poco de política. Cornelia le dio un hijo. 61
tra los viejos." Salonio no puede negarse. Cntón le ha- El caso de Pompcyo es excepcional, afortunadamente
ce saber que el novio es él. Salonio, estupefacto, pero para la República, pues de lo contrario la política se hubiese
honrado, se precipita a firmar el contrato. La joven resentido. El matrimonio romano está, pues, hecho de indi- ] •
dará un hijo a Catón que tomará, como apodo, el nom- fcrcncia y aciTiúítiplcs discordias cot1d1anas. Los es osos .
bre de su abuelo materno, Salonio.60 evitan encontrarse en a in 1m1 a , ocas, n e to as las fric-
Pompeyo fue célebre por su sentimentalismo conyu- c10nes.
gal, excepcional en Roma, lo que perjudicó mucho su repu-
tación. Siempre estaba enamorado de su esposa, aunque
cambiara a menudo de mujer.
La tercera era Julia, la hija de César, con la que
se había casado por razones estrictamente políticas.
Sin embargo, su amor era un idilio. Al principio de su . auto Emili había desposado a Papíria, hija de un ex
cónsul. apiria era perfecta. Le dio dos hijos que, uno y otro,
Ej
matrimonio pasaba todo el tiempo con ella, en el cam-
po, en su granja de Piacenza, gozando de una felicidad serán hombres excepcionales con los nombres de Escípión
bucólica y algo simple. Paseaban por los huertos, iban a Emiliano y Fabio Máximo Emiliano. Socialmente, respondía
ver los trabajos del campo. Mientras tanto, César cal- a lo que se esperaba de ella: bella, virtuosa, fecunda. Sin em-
culaba y conspiraba. Pompeyo, por su pa rte, encontra- bargo, Paulo Emilio deseaba divorciarse. "lPor qué", le pre-
ba toda clase de pretextos para no abandonar Italia. To- guntan, "repudiar a una mujer bella, virtuosa y fecunda?"
da Roma se mofaba de los dos amantes, ella más Paulo Emilio responde: "lAcaso mi calzado no es hermoso y
enamorada que él a pesar de la diferencia de edad. nuevo? Pero tú no puedes ver en qué lugar me aprieta."62
l Sería el encanto de su conversación? Se dice que Pom- Se casó entonces con otra mujer, más adaptada a sus
peyo hacía estragos en los salones de las damas roma- pies, con la que tuvo dos hijos y dos bijas. Por eso dio en
nas. Una de sus ex amantes, cortesana ilustre, una tal adopción los hijos de su primer matrimonio, evitando de ese
Flora, decía que en la cama Pompeyo era irresis tible y modo los conflictos que surgían regularmente en Roma en-
que ella misma no podía abandonarlo sin morderlo. tre los hijos del padre y su madrastra. La desgracia fue que

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146

hiJ'os nacidos de ese-segundo mntrimonio muricran 11
1os doS
Ju edad de catorce y doce anos, en e 1momento de su triunfo 1115 concubinas, libertn s o esclavas, y no aprovechan su situa-
ción para perseguirla~.
sobre Perseo.
Los esposos comparten, pues, rarn vez 111 misma h b' Empero, existe un malestar y una desconfianza
tación y el lecho del atrio ~ s?lo simbólic?·. Las rclacio~~ recíproca entre los esposos romanos. Las mujeres están ávi-
orosas entre esposos se. hm1tanba las ex1g1das por la p ro. das de la menor muestra de afecto de sus esposos, que ellos
, am .
creación. Las esposas encintas se a st1encn de relaciones se. generalmente les niegan. Raros son los maridos que desem -
xuales durante el embarazo, y las que dan de mamar a sus h'. 1 peñan el papel de amantes con sus mujeres, como Pompeyo
jos hacen lo mismo durant e los dos o tres años de lactanc 1· o como Antonio, 64 pues ese comportamiento es deshonroso.
-...k , En realida.d, en Roma el amor. . conyug al. no se sitúa enª· Cicerón no deja de narrarlo con detalles en sus diatribas con-
,r en la prmam 1dad sentim ental. Es un tra el triunviro. En realidad, los hombres tienen miedo n 1,u-
a intimidad física o.
omportamiento social. En épocas norma les, es ncgativ frir el ascendiente de una espo~a de la QUC pudiesen estar
Dado que el amor conyugal es ~na f uies, la buena esposa ;~ enamorados y, sobre todo, temen ue se di a de ellos e ue
la que respeta la lealtad a su mando: no debe engaña rlo ni t • son maridos sometidos. Catón e 1eJ0, que tal vez estaba en
ner un comportamiento chocante en público ni aliarse a s~s condic iones de saberlo, repetía a menudo esta máxima: "To-
adversarios políticos. Pero es en los períodos de crisis donde dos los hombres mandan a sus mujeres; nosotros mandamos
se revela la lealtad conyugal. Como los esclavos y los libertos a todos los hombres y nuc.~tras mujeres nos mandan a nos-
,las esposas son o~jeto de mu~h~ relatos edificantes. ' otros. "65 Antonio no resistirá a Cleopatra.
La historia de Sulp1cia transc u rre duran te las En realidad, frente a las mujeres se sienten ante lo des- /
proscripciones de fines de la ~epúb lica. "Sulpi~ia, aun.
i conocido, lo que suele causarles pánico.
Así, en el año 331 a.c., aumentó anormalmente la
que espiad a por s~ ~-adre, Julia_, que ~eseaba impedir- mortalidad entre los principales ciudadanos de la ciudad. To-
le que siguie ra a S1c1_h a a_su marrd~, Lentu lo C~usce lio, dos sucumbían de la misma enfermedad. Un esclavo reveló a
proscrito por los trtunv1ros, se disfrazó de sirvienta, Fabio Máximo que esas muertes no eran naturales y que las
llevó con ella cuatro esclavos, dos hombres y dos muje- matronas envenenaban a sus maridos. Se hiw una investiga-
res, y logró huir y reun_irse con L_éntu lo. No temió pros- ción y se sorprendió a unas veinte matronas preparando bre-
cribirse ella misma a frn de mantf estar su lealtad , su fi- bajes en sus casas. Se llevó a las matronas ante el tribunal y
· "63
des hacia su marr'do proscr ito. todo el mundo se congregó en el Foro. Dos mujeres juraron
' Esas fidelidades eficaces van siempre acompañadas de que se trataba de medicamentos y no de veneno. Para probar
stentación. Una mujer que procede convenientemente, de- su inocencia, se les propuso beber los presuntos medicamen-
~e, cuando su marido ~slá en desgracia, pro~i~arse pública- tos, lo que hicieron todas, después de ponerse de acuerdo, y
mente en lamentos, a fm de atraer la compas1on sobre ella y todas murieron. Llovieron más denuncias y ciento setenta
sobre sus hijos. El más grand.e momen lo es el_ duelo: m~en tras mujeres fueron condenadas.
los hombres celebran la gloria del desaparec1~0. la muJer gri- La amplitud del fenómeno adquirió caract eres de
ta y se araña las mejillas. Su casa lo llora, su ciudad lo honra. crisis social. Los romanos no querían, sobre todo, bus-
Todo está en orden: el muerto recibe lo que merecía. car ,una explicación. Se decidió que esas muje res se
La lealtad de las esposas tiene su más bella expresión hab1an vuelto locas, que se trataba de un fenóm eno
cuando son estériles. Las que saben apartarse, aceptar un re- prodigioso, de una peste divina que no era asunto de la
pudio a veces temporal para recibir a un vientr~ fecundo, son justicia sino de la expiación religiosa. S.e interru m pió e l
alabadas como heroínas, así como las que no tienen celos de proceso y se clavó un clavo en el muro del templ o de

149

J
148
- . omo se bací a en1ocas ión de pest es
O d
J u' p1ter
. , c
s socia les entr e a p 1e b e y el Sena do 66e g raves tien< : au-
conf licto · á. A com_·1enzos del siglo · baja se hace la guer ra o se coha bita con algu ien, se
El caso se repe tir 11 privi legia da, la sexu ahda d
a.c., una tomá ticam ente con él una relac ión
. . estig ación en toda Itaha culm inó en la cond e \\.1
. mpha 1nv como enve nena dora s, enco ntrán d na de no cump le ese pape l. cont r~- 1
a ·1 matr onas El víncu lo cony ugal no cons iste más que en un
urnio Pisón .67 ose entre
dos m • uier del cóns ul Calp com part ir
ellas 1a. Qué m ~ eran esas poci. ones prep arad as por la to y eñ el hech o de tene r hijos junto s, pero ~o en
es cultu -
t, • • s rnatr o
ester ilida d? E n tod nas? gesto s amor osos . Para los roma nos, la sexu alida d no
. . de amor ? t,Reme ed1o s •cont ra la o dorrn ~r
1 . •
6 F1 tros·sti'a una cocm a 1eme nma graci as a la cual I

o ral, es una pura mani festa ción de la vi1<1a natu ral com
~ la a~•-
caso ex• 1
ban mejo rar sus re ac10 nes
• con sus marid o~
~º~
s.
~
"'~
p0
o alim entar e y que, adem ás, no es susc eptib
ra. Se
le,
la
com
prac tica, sm
busca •d
o mata rlos. El em le co ment ación , de ser asim ilada a la cultu
que to~as haya n quen . .
-¡:o¡; 8ble
de la magi a era frecu ente en Rom.a entre IosPque de¡
O
verg üenz a, pero es inde cent e habl ar de ella, rnon 10,
P .b La le re rime la sexu alida d fuera del matn
filtro Y pode r como los h ertos o 1as mu1e res Al no es deci r,
, , . · no p O d siem pre que sea e1erc1 a con unpa rtena ire inge nuo,
tema n os a sus man dos O a sus p er
adl·r con argu ment.
persuestos r
atron es,
. nacid o libre , a meno s que se pued a dem ostra r que
este lo ha-
eran volu ntari amen te sord os •a sus palab as, inten rta: el cri-
;
pues 11 •
se diera n cuen ta . Ahora- ce por diner o. Donc ella, muje r o varó n, poco impo
actua r sobr e e osd sm que con la
ta.b a esos filtro s prep ara os por h ech'1cera s en comu n·1cac1. ó
n men de stupr um es horri ble y pued e ser casti gado
sjn disti n-
b1en, mund o de )os muer tos, pare cen habe r sido en ext n muer te. En cuan to al resto , todo está perm itido
reser vas: el abus o del)
con e 1osos caus antes de mue rte o d e Iocur a
remo ción de sexo o de edad , emp ero con dos falta mo-
otro s abus os, una
~1U l. ' .
{ place r amor oso es com o todo s los
ello Jo men os posi -
ral. Por cons iguie nte, conv iene habl ar de
la sexu alida d un arte ,
ble y no hace r, como los grieg os, de
verd ader a perv ersió n.
r no
LA SEX UAL IDAD DOM ESTI CA En cuan to a la man era prác tica de hace r el amo
. Lo impo r-
hay comp ortam iento s perm itido s ni trans gres ores
La casa roma na es un luga r de inten sa vida sexua l 1 !ante no es el acto, sino lo que reve la del hom bre.
El may or
e
los escla vos son comp añero ~ sa
ntre )os espo sos. Todo s1·b d
vo ales para los homb res I res e a casa.I po-
- 1 msul to en Rom a es trata r a algu ien de "afem inad o"· es un
en los pla-
hom bre relaj ado en el place r, y parti cula rmen te,
1
tenci
dam as y un inve rtido , am-
/1
t ceres del amor . Es un sedu ctor de
decí a que era el "mar ido
bas cosa s a la v~z. Así, de Césa r se
los mari dos" . Es fal-
de toda s las mu1e res y la muje r de todo s
ault, que los
so prete nd_er: co~o lo ha hech o Mich el Fouc
68
nte bue-
roma nos d1stmgu1an una sexu alida d activ a, mor alme ali-
La sexu
La sexua lidad roma na resul ta difíc ilme nte comp rensi
- na, de una sexu alida d pasiv a, mora lmen te mala .
alme nte
,fl ble para noso tros. En prim er lugar , _las Broh ibici ones no se
4 dad volu ptuo sa es siem pre pasiv a y, com o tal ' mor
situa ción sosp echo sa.
"/ dan en funci ón del sexo y de la edad smo de la o.
jurídica. En segu ndo lugar , i!_ sexu alida d roma na no
crea re-2 To do roma no ~s _t~ata do algu na vez de afem inad R _
reci bido en
:"! fación entre los miem bros de la pare ja; no es ni
un servi cio ni Pom peyo , en plen o 1d1h o con Julia , fue
cost u~-
1, ¡ i:i"'na comu nicac ión. No oblig a
ni al uno ni al otro; no estab le- ma c~:>n este refrá n : "lQu ién es el gene ralbde
ce ningún vínculo. En esa socie dad dond e, si se come , se tra- bres irreg ulare s? lQu ién es el hom b re que usca a otro
hom bre? "69

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151
El escla vo y el liber toI o la liber ta ligad os
, a los dese os d e amo l o mism · ' o que Por 1a FL<tes . sm .. no es d 1·cho su : pues• ni un hom - '
. h 110s
su som eten I ' Pero esa vida
1..1 · ., 1 h.. ca ªesp Osa, y brc n i una muje r pued e ser feliz en Rom a s1 no
t 1cne desce n-
tiene n igua l ov 1gac1on para con os IJOS de la ª · Por cier.
to, los hom bres. libre s pued en. apar enta r resp etas r 1os d .. . s us h i ) t
, denc ia. rom ano ama con pasi ó n a s us h1JO S Y a • -
ta .ese0s
del otro , pero s1 ese otro se meg a sera por su cuen Un
lace ra ~I ~o- ·
y cuan do el rom ano acep ta el rech azo de un es Ynesg0 .
e Iavo jas. L a pérd id a de un hijo es un duel o que
lo~ m.as
razó n, dice n los rom anos . L os más gran des,
in -
una escla va, no lo hace porq ue resp ete en ellos al ser h o de
. • 1.
no sino para apre nd er a dd1sc1p. mar sus, pasi ones, el m·
d urna. flex ible s de los gen eral es ro m a nos se. sint iero n
dict ador , el
, en omm ar su cole ra cont ra un s1Sm0. dest roza dos por tales duel os. Cam ilo, el
modo que se esfu erza . co . erv¡_ venc edor de los galo s, qued ó para lizad o por
la pen a a
dor negl igen te. Se trata siem pre de una relac ión ns1go m· s, vícti ma de una enfe rme -
. . , IS- )a mue rte de uno de sus hijo
mo y no con el otro . dad. Perm anec ió, sin fuer zas, ence rrad o en
su casa con
El resu ltado de esa hcen c1a dom estic a es que 1 ~ó a ~au lo
las muj eres . 7 0 La p eor desg raci a que golp
de la casa viva n en una gran conf usió n de san os habi. perd er s1mu lt_an ea -
ta ntes Emi lio , el venc edor de Pers eo, fue
hiJ'os de fami lia está n rode ados de pers onas , muc h gre. los de su triu nfo.
'· h ·d 1 1 su padras dee 1as men le a sus dos hijo s adol esce ntes el día
cual es son, sera n o an s1 o e o a ama nte de A pesa r de ello cele bró la fiest a, com o si
nad a p asa ra,
aríam o . · Se
prac tica frec uent eme nte lo que noso tros llam . para no emp añar la aleg ría del pueb lo rom
ano . Tod os
hija y al hiJ'o d s inc~ en lo
to. El padr e tend rá com o ama. ,ntes a la .. esus ,r. adm iraro n sem ejan te fuer za de cará cter ,
raya na
de fam·1 1 i· co no tuvo
vien ta, que tal vez son tam b ren suyo s. El h1Jo inhu man o. El pont ífice Qui nto Fluv io Flac
" "h nos ". p ero sea com fª se có al ente rars e de qu e
acue sta con sus erma nas. y d .
"h erma
, · o ue el mis mo vigo r mor al. Se ahor
'd d tiene 1scre ta, rap1 da, y si bie n sue.· en la gue rra y el otro p a-
re esa sexu ah a ,se man 1 . ·1 . d uno de sus hijo s h a bía mue rto
, escla vo rón nun ca se rec u -
le coin cidir con vmc u os pnv1 eg1a os entr e un decí a una enfe rme dad mor tal. 11 Cice
la que ama ba tier -
amo que conq uista n para aque l la liber .
tad, no los fundamyen. un peró de la mue rte de su hija Tuli a, a lla.
una capi
ta. Lo gue impo rta en 1a casa no es n1 e amo r
1 ni el dese o si- nam ente , 72 a l pun to de que rer cons agra rle
._
no íaíea ltad, lafides.

MAD RES E HIJO S


EL AMO R DE HIJO S Y PAD RES
nt e i n - ~
es dura. El a mor de mad res e hijo s es part icul a rme
La vida de las muje res en la fami lia rom ana sola s d es- J
esp<:>sas, gra- tens o, pues son muc h as las que los edu can
Sólo las que se han liber ado_~e la con~ ición d~ goza n pués de la mue rte de sus espo sos. Num e roso
s gran d es
rcm,
cias a la viud ez o a una este nhda d segu ida de d1vo ho mbr es de la Rep úbli ca fu e ron hué rfan
os d e pad re ,
jóve nes de Ja
de una vida difer ente . Tien en com o ama ntes a educ ados con rude za por sus m a dres a fin de prep arar -
a tuto res com pla-
nobl eza, adm inist ran sus nego cios grac ias los para una vida de esfu erzo s y de hon ore s . Ejer cían
en los cont ra-
cien tes y a liber tos que les sirve n de testa ferro s sobr e e llos una tute la infle xibl e, 73 pue s sabí
a n que d e-
desc anso del
tos. Las más ricas van y vien en entr e las villa s de mas iad a indu lgen cia los ¡Kivaría de la
cap acid ad d e
. Tien en un salón ,
golfo de Nápo les y sus jardi nes de R o ma afro ntar m ás adel ante las terr ib les exig enci
as d e s u c a-
njer os e in-
prote gen a los poet as, recib en a huéspede s extra rrer a de ciud adan os. Juli o Cés ar, hué rfan
o de p adre ,
tervi enen en las alian zas polít icas.
153
152
,d cado por su madre Aurelia, y esa pr •mera ·
fue . e ufue Jo que le perm1t1 · "ó m á s tarde tras _ e dlJ.
cae• 6 n ' anos d los ha bía n fo rmado. Sertorio, exiliado en España, a
lace res , mostrarse un general tan firrn e vj.
da de P I e, tan . f~ai~:a de un ejército disidente, sufría al estar sep;ra do d e
·gable. ta n fruga como un romano de los p r1rner . •n.
fa t I
Os s: madre que, siendo viuda, lo había educa~o- Cuan ? see~n; J
· foS. h .. d E . . ,
.
s1g
Cornelia era 11a e sc1p1on el Africa teró de su muerte permanec ió acostado sie te días sm v
<. \ rl había concedid o en matrimon io a su ando, quien nadie y negándose a dar órdenes.
V a . S • G versa .
político, Tiberio empronio raco, con el fin de ha no
querellas . ,Sempron io era rn uc h cer .,
una tr egua en sus 0
q ue ella, fue dos veces consul, dos veces c e Ie b rórna.l h 'f
En el siglo V a.C., Cayo M a rcio Coriolano , uer ano
\:,~
yor nfo y fue eleg1'd o censor. M uno . , voluntar· e
t nu. , •ament de padre, amaba a su madre con un amor total. Se casó cuan- /
, e
ntes que ella: encontro en su cama dos serpient do ella se lo ordenó y se quedó a vivir con ella aun despu~s
10
ªdivinos le dijeron que debía matar a una; si m ~s s
~acho, moriría él, si mataba a la hembra, rnorir~ :u~al
6 de tener hijos. Coriolano , que era un brillante general,_ ~tn-
buía todas sus victorias a su madre. Ciertos fracaso_s pohticos
osa. Por ser mucho mayor que ella, mató al m ac hos- obligaron al orgulloso Coriolano al exilio. Se ahó con los
P ornelia tema , entonces d oce h"' IJOs. S, olo sobrevi· vieron . ·
C . enemigos de Roma y condujo un ejé~c~to volsco hasta las
tres dos varones que f ueron 1uego los tribunos T I
"b . puertas de su ciudad, estando en cond1cmn t:5 de som~te~l a.
' y una h 1Ja... L os e_d ucó personalm ente eno
y Cayo, Los romanos le delegaron en vano una embaJada const1tu1 da
señándole s moral y elocu~n~ ~ª· Casó a su hija con ~I ~~: por todos los sacerdote s. Los ciudadano s, abatidos, espera-
jo de su hermano, un E:sc1p10? ~-ue ha~r_ía de ser el se. ban el asalto final.
g undo Africano, es .b decir, Esc1p1on Em1hano . En Rorna Entonces Valeria, la he rmana de Publfcola , reunió a
. C
se considera ba a T I erro y .ó a ayo como los homb res
ºb , las madres de la ciudad y las llevó a la casa de Volumnia , la
más dotados de su generac1 n, atn uyendose todo 1 madre de Coriolano . La encontrar on con su nuera, sentada,
mérito a la educación recibida de su madre. 74 e con sus nietos en las rodillas. Las dos mujeres se encerrab an,
Cuando sus dos hijos fueron asesinado s, Cornelia s _ po r vergüenza , en un exilio interior. Valeria persuadió a Vo-
portó su desgracia con nobleza. Esa mujer que rechazaba ~I lumnia de que fuera a hablar con su hijo. Un largo cortejo de
lujo (decía que sus más ~:llos ~domos eran sus hijos) amaba mujeres se dirigió al campame nto de los volscos, llevando en
la vida mundana. Se retiro a M1seno, en el golfo de Nápoles la mano ramos de suplicante s. Los enemigos, impresion ados,
sin cambiar sus hábitos. Ofrecía banquetes , recibía a letra~ las dejaron pasar respetuos amente. Coriolano despacha ba
dos, intelectual es griegos, reyes extranjero s. Contaba gusto- con su tribunal, cuando vio venir a su madre. No pudo resis-
sa las hazañas de su padre Escipión e l Africano o la carrera tir la emoción, descendió del estrado y se dirigió hacia ella.
política de sus hijos, con tanto desapego que se habría dicho La besó, lloró estrechan do contra su pecho a su mujer y a sus
que hablaba de personajes históricos. Algunos creyeron que hijos. Volumnia , en presencia de los volscos y de las mujeres
había enloquecid o a fuerza de sufrimien tos y de duelos, romanas, pronunció un bello discurso y apeló a su piedad fi -
,
otros, que su avanzada edad le hacia perder e l re cuerdo de lial, esa veneració n religiosa que los hijos sienten por sus p a-
su familia. Otros comprend ie ron que Corne lia tenía todas las d res. C o riolano se sometió a su madre y se re tiró con el
virtudes de los hombres romanos , que sabía resignarse ejé rcito de los volscos. De regreso en Atio, el pueblo volsco,
fríamente en e l dolor. 75 furioso, lo _asesin_ó . 76 Coriol~no _cedió al amor por su madre,
Los hijos conservab an gran afecto po r e sas madres viu- pe ro, al mismo tie mpo, sacnfico su venganza y su victoria a
todas las madres de la ciudad.
154
155
El vínculo que une al r<?mano con su madre es la . .
. confiada que mantiene con el mundo fe un,ca
relac1d 6 n la madre vuelve a casarse, suele haber amenmenino.
) Cuan .º.dad del hijo con ella contra el nuevo espos u~~ una
comp 1ici · º· A 1a
. las madrastras persiguen a los h 110s
' ' de un prirn
inversa,
. . d
. y con frecuencia 1os pa res, a 1 casarse nueva er ....·••a-
tnmon 10 . . rnen
. darlos en adopción, como lo hizo Paulo Ern·l· te,
) pre f ,eren
sus primeros h110s.
.. 1 10 con

El ejército

Hay dos maneras de dejar la casa y de sustrae~s~ al


reducido espacio de la vida doméstica y rústica: la poht1ca Y
el ejército.

SER SOLDADO

"Es entre los campesinos donde se encuentra a los


verdaderos hombres _de corazón y a los soldados más
valientes. "78
Cuando es pobre, el ciudadano romano se realiza en la
guerra, pues el ejército constituye, como la política, un ámbi-
to complementario de su ámbito doméstico. En él conse guirá
mucha gloria, un poco de tierra y monedas de oro que se es-
curren muy pronto entre sus dedos.

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