1893 MH Tomo2 Entrega1
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ADOLFO P. CARRANZA
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BUENOS AIRES
ESTARLEC!MIEN'l'O DE DfPRE~IONE~ DE (}Ul L!,Elt~lO KRAFT, EDITOR -CUYO 112-i
U:St:O
HISTÓRICO
NACIONAL
SUMARIO
J•,\f~ J!"IAS
J.-.\ OtPRESTA E~ Hn·:X()S ;\ut E~, por el /Jocfor E mi!io .l!uli11<t............ f1!)
ILUSTRACIONES
f'.\í.J!'C\S
MUSEOJ11
HISTÓRICO
NACIONAL
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EL
"MUSEO HISTÓRICO"
PUBLICACION TRIMESTRAL
ILUSTRADA Y DESCRIPTIVA
BAJO L A D!Rl:.CClON D E
ADOLFO P. CARRANZA
BUENOS AIRES
E:STABLECIMIENTO o.E HIPltESIONES DE GUILLERMO KRAFT,EDITOR- CUYO 1124
1893
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
"!USEO,,,
~ISTORICO
NACIOf~Al
. . . . . .!. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .
GUILLERMO KRAFT
El Editor de esta publicacion ha muerto.
GurLLERJ\IO KRAFT, era un hombre bueno, modesto,
honrndo, que formó con su trabajo infatigable <le treintn
años, el gran ERtablecimiento induRtrinl que existe en
esta Capital.
Joven aun, vino de Alemania, su patria, y ha sido
uno <le los extrangeros que mas ha contribuido con su
iniciativa y su labor al movimiento progreRista de este
país, que ya le consideraba como suyo.
Los que le han conocido en la tarea diaria, pncientc,
activo, amable, snben que KRAFT, no tenia mas ideal
que la educacion de sus hijos y el deseo de vincnlrtr su
nombre {i, una empreBa, que de hoy en ndelante Rnhsis-
tirá. alimentánclose de sn espíritu y con su recuerdo.
Desinteresado y progresista, no se le vió retroceder
al comenzar una obra, que creia digna dt: la proteccion
públicn. Y ahí, qucdnn Guias, AlbumR, Revistns, libros
y millares de impresiones pnra. atestigunr la fecunda
labor de tnntos años.
Murió, cuando tenia derecho á, gozar, y ha sufrido
en horns ·que debieron ser de satisfaccion, por su edad
y el provechoso resultado de sus esfuerzos.
Al sepulcro fué conducido por los que le acompa-
fíaron en las jornnclas del trabajo, dentro de una casa,
que ha sido hogar útil y generoso para muchos y im-
trrgado sn cuerpo iwmimado {¡, la. tierra argenti11a lo
recibirá. con el cnrifío que sobre ella le rodeó en vida.
Haciendo mm justa nrnnifestacion {i, sn memorin,
Ir consngrnrnoR esta pagma enlutada, que refleja los
sPntimientos de dolor que la han animado.
EL DIRECTOR
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
"!USEO,,,
~ISTORICO
NACIOf~Al
DOCUMENTOS. OFICIALES
Se;,ior JfiniRtro :
ADOLFO P. ÜARRA:s';\A .
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
l\fI:-l!STERlO DF.l. l:-!TER!OR
A::-1CHORKl!A.
To:<nÁS S. nE .ANcHoRmxA.
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
Buenos Aires, Enero tri de 1 8~:! .
Señor Ministro:
ADOL1"0 P. CARRANZA.
Estimado mni_qo :.
Tengo á la vista su apreciable fecha 2 dt>l corriente,
por la que me recuerda la nota que dirijió á este Gobierno
proponiendo el cambio de nombre de tres Departamentos de
esta Provincia.
Tanto i'sta nota como la otra, sobre la bandera nacio-
nal, fueron pasadas á la consideracion de la H . Legislatura
en sus primeras sesiones de Enero, de su resultado comu-
nicaré á Vd.· oficialmente tan pronto como se espida.
Saluda á V d. afectuosamente :su servidor y amigo.
s. F. ALVARATJO.
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
Libro de ENTRADA del Museo Histórico Nacional
l'º de clrrlen L~ de la entrada OBJETOS JtECIBIDOS DOXATARIOS
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:\" tle círden Fecha de la entrada OR.IETOS llECIBID0:3 DONATARIOS
l
2:3 1890 Mayo 20 Espada de honor regalada por el· Gobierno de Buenos
c\.ires al general Manuel Hornos ..........•.••.. llluseo Público
2-± Estandarte "del primer Alferez Real de Buenos Afres en
1G05 ......•....................... . . ... . · · · · Id.
:z::; Espada que el general José Maria Paz lle~·ó en la ha·
talla de Caaguaz1í ••. ...............•.... '. •..• '. Id.
:!l_i Estuche conteniendo objetos que pertenecieron á don
Bernardino Rivadavia ..•.. , ....... . ....•• , .. , , • Id .
. 27 Espacia Mmigera de la época de la conquista de América Id.
~8 Cartera ele bolsillo que dejó olvidada en el · fuerte de
Buenos Aires el general Lewison Gower en 1807. Id.
2\J Dos medallas de oro del general Lamadrid .......••.. Id.
:m Retrato de don Nicolás Rodríguez Peña ...•. ... ...... Id.
:ll Cordones de ltuzain¿ó del coronel Jorge Velazco ...... . Id.
~~2 )) Puño del sello de las Pro,·incias Unidas del Rio de la
Plata en 1813 .. , •....... ........... . . ........ Jd.
:n Boleadoras con que se aprisionó el general José :\Iaria
Paz en 1831 ................... . . .. ......... . Id.
:;± Retrato del XIIQ Obispo de Buenos Ayres, don ?llanuel
Antonio de La torre .......•.................... Id.
·~<15 Proyectiles arrojados al fuerte de Buenos Ayres por las
tropas Inglesas en 1807 ....................... . Id.
36 Trozos de madera de la primera fortaleza española en
7 :e Corrie tes en 1i58S ................... . ... . ... . Id.
)> u; 37 Pico encontrado en la demoliciún ele! fuerte de Bt~-~_s __ _ r ~· · 1 . ......_(':" _..( · .,..L; Í. '\. .
Qc:p¡;:: Ayres en 1857 .... . ................. . .. ..... . Id.
o :::ti e: :is Sextante ele campañ:t del g:~neral J osé ele San l'.iartín . . . . Id.
:z - CI>
l> n m
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Nº de órden j Fecha de la entrada OBJETOS RECIBIDOS DONATARIOS
39 1890 Mayo 20 Escndo <le armas cid anti ~no Cabildo de Buenos
A yres ............. .. ............ ... . . 111 useo Público
40 Dos escudos <le armas· españoles antiguos ••........... .'··· Id. ,,._, __
41 Escudo de la Asamblea General Constituyente en 1813. Id.
42 Primeros rieles colocados en la República Argentina,
(Provincia <le Bnenos Ayres) ............. . .... . lcl.
4:! Machete <le abordaje Inglés tomado frente á las haterias Id.
del Quebracho en 1845 ....................... . Id.
4-! ·Patentes ele Ministros Plenipotenciarios ciadas por el pro-
tector <le\ Phú á los Señores Juan Garcia del Rio
y Diego Paroissien •... .. ... . . . .......... .•.... Sr . .Ado!fo P. Carranza.
45 Carta auto;(rafa del general colombiano don llfanuel
00
Val<lés ... . ....... ; ................. . .. ..• , . . w. hl.
~ . Antú;.:rafo del poeta don Ventura de la Vega ........ . Id. hl.
Carta autógrafa del general Cárlos de Ah·ear . . .. . . w. hl.
;-48
"* » Carta autógrafa del doctor Gaspar ..Francia, ex-tirano del
~- ele] Paraguay en 1796 . . ..... , .. ..... ....... . . . . 1,1. id.
---~- ·· .J Litografia "y poesia ' alusiva' al Regimiento <le Colorados
de las milicias de Campaña ( 1820) .......... .. .. . Id. id.
5(1 Banclern del 2o. batallon de la 2a. division de G. "N.
ele Buenos Ayres en la guerra del Paraguay ..... , :\foseo Público
51 ...,(
Bandera del 3er bátallon de la 2a division Buenos Ayres
1
/\ en la guerra del Paraguay ... , ..•.............. Id.
52 )<. Bar.dera del ler Regimiento de Bue:ios Ayres ea la
:z :e guerra otlel Paraguay ..... : ... . ...........•...... Id.
-~ - Estandarte ele! Regimiento San l\l artin en la guerra del
:to u;
~ cj,:S: Paraguay .. .... . ......... .. .. . . ... .... .. . , . . . Id.
o ::ti e: 54 Banclera del 1er batallon del 40 R egimiento en la guerra
7 - en ele\ Paraguay .. ..... .. . . .......•... , ... ...... . Id.
:to ("") IT1
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N~ ele ;,rden 1 Fecha de la entrada OB.IETOS J:ECIHIDOii DONATARIOS
~
NQ de átdeu Fecha de Ja entrada OH.JETOS RECIBIDOS DONATARIOS
~- 1890 Junio 1 Una de h s muletill~s con que se carga.ron l~s restos ele! -
L1 hcrtador l::loh var al trnslacbrlas a Caracas •.••... Sr. ge'1eral Clemente Zárraga
713 Pocillo en <¡lle behi!i por últim;i vez el ge neral Simt'>n
Bo]i,-.tr .•••........ • .... . ...•.•...•... .• ....• Id. id.
JllfE" 5 Un plano d el- fuerte de Bueno; Aires del año 1825 . ... Señor J osé Antonio Pillado
ff Un ejemplar del hoktin públicado por la imprenta de
los Expositos con la noticia del triunfo de Jlfai p1i . •
- Abril de IS 18.. .. .............•.. .. . . ..... Sr. Manuel Chaves
--wr 21 J arrita de la vajilla del general San ~larlin . ••• . . ••.. . . Sra. D olores B. de :\[alia
·14 t_:asaca militar del general don Guillermo Brown ..... . Sr. Enrique Allchurch
'{5 Casaca y pantalon militar del general Rnfi::o Guido ... . Sra. Guadalupe G. de Bilbao
""7U Elastico del mis mo general ...•...• . ..••. • ..••••••.. Id. íd.
.....
o .. .J-7 Espada que perteneció al general José \latías Zapiola .. Sra. Victoria Zapiola
-- 1-8 Faja de seda con borlas de oro, del mismo .....•...•• Id. id.
-79 ·un par de charreteras, del mismo . .................. , Id. id.
so Elástico, d el mismo ........ . . .. . ....... .. . ..... .•• Id. id.
81 Casaca militar, del mismo . . . ... . : . . ..... ... . : ..... . Id. id .
_ i:);2 Medalla de oro ele los vencedores de .lfontev lifro en '
1814, del mismo . ... ..... .. . • •. . ....•• •..... .. Id. id.
······••a Medalla de oro d e Chacabuco. del mismo .. ••.....• •.• Id. id .
t> -l Medalla de oro de Maipú, del mismo . ... ...... ... . . . Id. id.
.')j Retrato del general Justo José de Urc¡uiza con su auto-
grafo ...........•.. . ............ _• .....• . .... Sr . Adolfo P. Carranza
SG 23 Espada de ·campaña del general Manuel H_ornos •. . . ... Sr. Joaquín H ornos
z:::c '>7 Espada del general Brnno Mauricio de Zavala, fundador
)> u; de Mo ntevideo .. . ..... . •......•..... . .. . . . . ... Id. id.
Q ci,S: éS Retrato del general ~fanuel Hornos, al d aguerreotipo .. 1 Id. id.
o ::e e: 8~ 1 26 Tres argollas de hierro s.1cadas d el antiguo fuerte de T
:z - (/) ~'} _o..~ { - a:
)> (") ITI Buenos Ayres . . . . .. . .. .. • •.... ... •• . . . .. . .... J Museo Público
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N(.' de 1'1rden Fecha de la entrada OBJETOS REC!BlDOS DONATARIOS
j
N '.> <l1~ 1'irdeu ¡ Fecha de la entrada OBJETOS RECIBIDO:'\ DONATARIOS
110 1 1800 Julio 11 Cráneo del dictador del Paraguay Gaspar Francia .•..... Sr. cloctor Estanislao S. Zeballos
111 Tambor Paraguayo usado en la guerra de li::>ü5-70 ..••• Id. id.
112 Machete <le abordaje paraguayo, de la misma guerra ... . Icl. id.
113 Dos cuños de monedas Riojanas <le! año lSüO ....••.. Id. id.
114 Escopeta de \!aclama Linch . . •....................•• Id. id.
115 Campana de cobre ele las Misiones, l~!l-!. ~ .......... . Id. id.
116 Morrion paraguayo •...•.................... . ••••••. Iel. id.
117 1 ., » Caja en que se trajeron los restos ele! general Juan
La valle... . ... . ....••................•...... Id. id.
118 Trozo de la cadena que 'clefenelió el paso de Humaitá ..• Id. id.
119 Cruz de una lanz1 de la época de Rosas ... . ......•.. Icl. id.
120 » . 16 Pocillo de la vajilla ele! general José de San Martin ..•. Sr. Federico de la Barra.
>-' Pistola de chispa que perteneció al general '.\lanuel Bel-
121 > > 17
"' grano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • • • •••• Sr. cloctor Estanislao S. Zeballos
122 » > 18 Vasito ele Yiclrio que perteneció al general José ele San
.\Jartin .... ...............•.•..... : .•.... .. .••• lcl. . id.
123 Retrato al oleo del coronel .\[ artin Lacarra ....••....•• Sr. Leouarclo C. Cánn'iln
124 1 ' > 19 Retrato de los fundadores del «Creelito Público» •....•• Sr. A . S. \\' itcomb
125 Escarapela de la Comision DirectiYa del centenario del
general José de San .\fartin en 187\l ... ... ...... . Sr. doctor Estanislao S. Zeballos
12(i Insignia de duelo que l\evaln la Comision Central de
reimpatriación de los restos del general José de San
.\Iartin .. · • .........................•......... Id. iel •
127 (rorro militar del coronel .\Iartin Lacarra .•..••.•• . .... Sr. Leonardo C. Cánnan
128 > . > Pulla! del mismo ................................. . Id id.
z:!: ~9 1 > » 24 .\[edalla ele la Legion de mérito de Chile que perteneció
)> U>
~c:ps: al general José Matias Zapiola ... . .............. . Sra. Victoria Zapiola
o ::e e 130 1
» Agosto 8 ·Retrato al úleo del general .\[ariano X ecochea .....•... Sra. Louise, Encarg. clel"Asilo del Pino"
z - U> Bl Baston que pertenecic'i al general Juan E. Pedernera .... Sr. Julio E. Adela T .y Carolina Pedernera
)> (") IT1
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Nº de órdeu 1 Fecha de la entrada OBJETOS 1n:cmmos DO.NATAHIOS
13:2 1890 Agosto 8 Soml>reró el;'istico del mismo ....... . ......... . ..... . Sr, Julio E. A del;; T. y CarolinaPedernera
l .J.J
"" Un par de charreteras del mismo .......•............ Id. id .
134 Espada y tiros de oro del mismo ................... . Id. id.
135 Faja de seda y borlas de oro del mismo ............ . Id. id.
136 !\1edalla de plata 'd e Chacabuco del mismo ........... . Id. id.
137 ., Cordones de plata de l\laipú del mismo .............• Id. id.
138 Casaca militar y pantalon del mismo ........ ... ..... . Id. id.
~ Medalla de pfata de Chacabuco que perteneció al general
Rufino Guido ..... .• .... . .................... Sra. Guadalupe Guido.}ie Bilbao
-:~ Medalla de plata de Jimpli del mismo .............. . Id. id.
~ Medalla de plata de la Lt:gion de 11writo de Chile del
111isn10 •• . . •••••• • . • • . . • • • • • . • . . . . • . • • • • • • . . • . Id. id.
t; Estrella de la Legion de merito de Chile, esmaltada, del
- ~ Id.
mismo .... . ....... ........................... . id.
143 18 Frac militar con un escudo <le plata de la batalla de
Ituzaingó cosido á la manga izquierda, que perte-
neció al coronel Eduardo Escola ............... . Señorita Sara Escola
144 Cordones de plata de la batalla de Ituzaingá que per-
tenecieron al coronel Eduardo· Escola ............ . Id. id.
145 CharretP.ras que pertenecieron al coronel Eduardo Escola Id. id.
146 Elástico con penacho blanco que perteneció al mismo ... Id. id.
147 Espada con dragona y tiros de oro que pertenecieron al
111is1110 • . • • • • • • • • • • • • . • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • . Id. id.
148 Faja de seda con borlas de oro que perteneció al · mismo Id. id.
149 Retrato fotografico en tarjeta del° mismo . . ............. . I él. id.
z::i::: 150 Retrato miniatura en marfil del general Juan E. Pede-
)> u;
mera, hecho en 18:26 ................ ... ...... . Ersilia Pedernera de Lozano
~c:ps:
o ::e e 151 Escudo de oro de la batalla de las Piedras que pertene-
z - U> ciú al general Bernabé Araoz ................••.. Sr. Adolfo P. Carranza
)> (") IT1
r-00
j
Nº de 6rdeu \ Fecha de la entrada OBJETUS HECJBlfJO:- DONATARIOS
132 itfoO A gosto 21 Espa<lin con doble juego de talíes y dragona que perte-
neciú al general Tomás Iriarte • . . . . .•.....•. ...• Sr. Antonio O. lriarte
1:) 3 Baston que perteneció al mismo. . . ........•••....•• Id. id.
134 Frac militar· que perteneció al mismo . . ... .. ........ . . Id . id.
155 Faja de seda con borlas ele oro, del mismo ... .. . .. .. . Id- id.
L)6 Dos pan talones, uno de parada y otro de cuartel ele]
n1isn10 •. . . . • . . • • • • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . Id. id.
lGi en par de charreteras del mismo ......•.... ... . ..... Id. id.
ns Elástico que perteneciú el mismo •.. . ..... . .. . .. .. . . . Id· id.'
159 Tiros ele cueros que pertenecieron al mismo , •... . . . •. . Id . icl.
HiO :?:) !.Iesa sobre la cual el general Juan Lavalle escribió el
parte <landn cuenta de la muerte del coronel Ma nuel
~
Dorrego y el parte . ...... .. ......... . ........ . Sr. Alberto del Solar
161 Florero de porcelana con el retrato <le! coronel Manuel
" Dorregc), . ......... . .. _. ........ ....... ....... . Id. icl.
162 Ocho bombas arrojaclas en el combate de Obl(![ado . ... . Museo Púb lico
163 > ñ1orrion paraguay11 agujeren el o por \11vt hala ... . ...... . .Id:
164 Rala del cañon ' · . rir>l/o", rl'cojidn <n :\ ngos ltm·s t'I :1! 1
do Diciembre de loli:' . . . ...... . . . . .. . .. ..... . . Id.
Hi'í Dos balas (hélice) arrojadas por los Paraguayos cerca de
la cadena que cerraba el paso de Humaitd ••...... le\.
1G6 Plato roto que pertenecí<"> al buque brasilero "Aian¡ uez
d'Olinda" .. .... .. . .. ..... . .......•..•. ..... .. Sr. doctor Estanislao S . Zeballos
167 Talí de enero y cinta del general Xicol:ís de ·vega . . ... . Sr. Luis de Vega
7 :e ~ Medalla de diamantes con la leyenda "J'o fui del ''.ft'rdto
)> u; libt'rtador", del general Rutino Guido . ....... . ... . Sra Guadalupe Guido de Bilbao
Qc:p¡;:: -~ l\[edalla conmemorativa de la Jura de la independencia
o :::ti e: del Perú, del mismo (de plata) . .• ,. . ... ... . ... . . Id . id.
:z - CI>
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Kº de órden · Fecha de la entrada OB.TETOS ItECIRID08 l>ONATARI08
1
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Ne de órden 1 Fecha de la entrada OBJETOS RECIBIDOS DONATARIOS
~.__~~~~~~~~~~~~~~~~~~---:~~~~~~~~~~~~-
190 1890 Agosto 26 Medalla de plata de Clrncabuco y ilfaijní , del mismo .•. Sra. Carolina E . de Espejo
191 Retrato fotográfico del general Lucio Mansilla .......•. Sr. general Lucio V. Mansilla
Hl2 Espada y foja de servicios, del mismo ............ ; .•. Id. id.
1!)3 27 Retrato al úleo del comandante Felipe Pereyra ele Ln-
cena .......................................•. Sr. Cayetano Pcreira de Lucena
Hl-! Retrato al oleo del coronel Justo Rufino Gnaty ...... . Señorita H ermenegilda del C. Guaty
Hl:) Foja de sen·icios del mismo ............... .. ...... . Id. id.
HJG Escudo de paño colorado de Maijni y cordones de seda
celeste y blanca de la misma batalla, del mismo .•• Id. id.
197 Escudo de paño blanco de Chacabuco ........ . .. . ... . Id. id.
108 Medalla de plata con la leyenda "La Patria d los v en-
et·dores del Jfng·ote", en 1831, del mismo ....... . ld. id.
l- 1!)9 .id.
eo Cordon de plata, Ituzaingó .................. ·...... . Id.
:?00 Sello de uso particular, peto militar, canilleras , escudo
y penacho del morrion, del mismo ...... . . . ..... . Id. id.
:?Ol Elústico, charreteras, levita y pantalon militar del general
Clemente Zúrraga .. . ...... .. . . ... . ... . . . .... . Sr. Clemente y Bolivia Zárraga Landaeta
:!(!:? Espadin con talé, del mismo ................. . ... . . . Id. id.
'..'!H Medalla lle Puerto Cabdlo y Estrella y busto de la "'1·-
den del Libertador, dei mismo ..•............ .. . Id. id.
:20-! N.etrato del general Clemente Zárraga .... . .......... , • Id. id.
:!00 Retrato al óleo del coronel José l\fa. Cortina ..•...... Sr. J. M. Cortina
20ü Retrato del general Benito Nazar ..................•. Stas. l\faria Inés y Sofia N azar
:207 Casaca, pantalon, élastico y charreteras del mismo ..... . Id. id.
:z :e :?08 Faja de seda con borlas de oro y un par de espuelas,
l> Cñ vale del mismo ... .. . .. .......... . ..... .. . . ... . Id. id.
Q c:Ps:: 209 Faja de seda y una pistola, del mismo . . .... . ......•. Id. id.
o ::e c- :210 » Baston del mismo ... . . . ..••. . •.. . .. , ••. . .. .. ...... Id id.
:z - (/)
l> (") l'T'I 211 Cutc'm y dos espadas, de_! mismo ........ . . . •. .. . . ••. . Icl. id.
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N ..., 1lc 6rden Fecha de la entrada OBJETOS RECIBIDOS DONATARIOS
1
:.'!:.' 1890 Agosto 27 Tiros y una banderola de Ct'Jit'da, tlel mismo ...•..... Sta. l\l.aria Inés y Sofia Nazar
:.>1:1 Escudo y cordones de plata de Jtuzaingó, del mismo .. Id. id.
:.>1+ Rellato al óleo del coronel l\lartin Hidalgo ..••..... .. Sr. Martin Hidalgo
:.'lii Retrato al óleo del coronel Valerio Sanchez ..... , .. .. . Sr. J ulian Sanchez
:!lü Retrato al "'leo del teniente coronel Francisco Diaz ... ·.. Sra. Emilia Diaz de Bustillo
:.'17 Retrato del gcner~l José Antonio Paez ...•.. . ... . .. • , Sr. Adolfo P. Carranza
:.'18 Autogrnfo del mismo . . ...... .................... . . 1 Id. id.
:.'19 Retrato al óleo dd coronel Jorge Ve lasco .....•. .. .... Museo Público
:.'20 Estandarte de «:\! i¡(ueleteS>>. .... ... ... .. .... .. ...... . Sra. Paz y Matilde Castex
221 » Setiembre 1.Jo Retrato al daguencn tipo del coronel Patricio Ochoa . . . •• Sra. lllannela Olleros de Ochoa
222 Frac y pantalon militar, del mismo ...... • . . . . . . ... . Id. id.
22;~ Elastico y faja de seda con borlas de oro, dd mismo .. . Id. id.
~
_, 224 Espada y dragona, del mismo ....••.......•. . ... .. . Id. id.
225 17 Retrato al óleo del coronel Jnan 1 Casacubcrta .. .•••• Stas. Cúrmen y Emilia Casacuberta
:226 Elastico, faja de seda, tres juegos de presillas y dragona
del mismo ......... ... . . ... , ............. . , .. . Id. id.
227 Foja de servicios y cordones de lt11zaingd del mismo .. . Id. id.
:.':28 Adobe de la casa en c¡ue nació el general José de San
lllartin en l\lisiones . ....... .. .. ..... . .. . . ..... . Sr . doctor Manuel F. Man tilla
~29 Fotografía tic la casa en que se jurú la Independencia en
Tucuman ...... ............. .... ....• ..... ... Sr. Adolfo P. Carranza
2;3(} Busto en bronce del general ,\lanuel Brlgrano .•.••.•• Sr. doctor Juan Cárlos Belgrano
:2;)1 2t·i C:1,i_a _gn¡nde dornda_ con__<:ti.sJ.ales conteuiendo . .la ..easaea
militar de gala - dos chifles con llaves - una placa
de oro y diamantes de la Legion de merito de Chíle
7 :e - una medalla de oro y esmalte ele la batalla de
)> u; Chacabuco - una medalh de oro y diamantes de
Qc:p¡;:: (',1\., la Legúm de m erito de .:Chite - una medalla de
o :::ti e: oro d~ la batalla de iUaiptí - una medalla de
:z - CI>
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N'' de órden Fecha de la entrada OBJETOS RECIBIDOS DONATARIOS
~
Nº <lcónlen 1 Fecha <le la entrada Oll.TETOS I:J'.C!BlliOS DOXATARIOS
1
2-10 1890 Setiembre 2G Dos medallas, una de plata y c-,tra de cobre, acordadas
J><Jr la :\1 unicipalidad ;, los ciudadanos que pre~taron
sen·icio gratuito el l::í de Setiembre de 1887, en la 000
con feccion del Censo .. .... . ... . . . .. ..... ...... . Intendencia :\lunicipal 1~~...... ......
241 Dos medallas, una de plata y otr,1 de cobre, conmemo-
rativas la inauguracion de h estatua del general Juan
;:
~~"'
La,·alle en 18 de Diciembr., de 1881 ........... . Id. id. ~3
2.J2 i\l edalla de oro conmemorativa la Exposicio!1 Continen- ,. "'
1¿:¡¡,..
tal en 1882 ... .. ... .... ...... . . . . . .. . ....... . Icl. icl.
2-13 1\lodelo ele l:ímina de plata que se obsequió al señor
Parish como mediador en la gut rra de la República
Argentina con el Imperio del Brasil en 18:.'8 . .... . ~ ~fusco Público
2.J-1 l\Iedalla de oro de la batalla de .Afmjni - medalla de
oro de la batalla de Chaarbuco - mcdalln de oro
de la batalla de A)'acucho - escudo de paño de
la batalla de 711cu111an - escudo de o ro de la ba-
talla de Salta - medalla de la Legion de merito
de Chite - - esctalo de plata de Bolivia - medalla
ele oro con diamantes que dice: «Y o fuí del ejército
libertador» y un fac-simile de la medalla de la ór-
den del sol, con un documento de comprobacion
que pertenecieron todos al general Ru<lecin<lo Al-
varado . . . . . . . . . • . . . .. .........•..•• . ... . ... H. _Cúmara -ele Diputados
2-!G Sable que perteneció á los generales Belgrnno, Gucmes
y Al varado ... ..... .. ...... . .. . .. . .... . .. . . . . . Id. id.
:z :e 2-!G 27 Charreteras que pertenecieron al general Agustin Pi nedo. Scño¡-a Avelina Pine<lo
:to u; 247 Señoras Benita y Eloisa Barros
Retrato ele! doctor :l\lannel José García .... .• . .. ......
~ cj,:S:
o ::ti e: 2i8 :\leclalla de plata conmemorativa la « Union ~aciana! •
7 - en en 18GO ........ .... . . .. . ... . .. ..•. .. . .. . .. .. Sr. Enrique :\l. Jurado
:to ("") IT1
r- o o
~
~o U.e úr<len Fecha de la entrnda OBJETOS REClBIDOR DONATARIOS
\ i 249 1890 Setiembre 27 Retrato-miniatura, del coronel Bonifacio Rámos ....... . Sra. Virginia Rámos
" 250 Retrato del general Manuel Escalada en 18í0 ........ . Sr. Adolfo P. Carranza
251 Retrato del general José l\Iatias Za piola en 1853 ...... . Sra. Victoria Zapiola
252 Retrato del general José l\fatias Znpiola en 1873 ...... . Sr. Adolfo P. Carranza
253 Retrato del coronel Hipólito Bouchard .............. . Sra. Fermina F. de Diaz
204 Retrato del coronel José Segundo Roca ......•... .... Sra. Agustina R. ele ~far~<'> .
255 Retrato del general Simón Bolívar .• ...... ... ........ Museo Público
256 Carta-autografa del coronel colombiano Bartolomé Salom
dirijida de Puerto - Cabello en Febrero 3 de 18ül,
al general Clemente Zárraga .. ... ....... ....... . Sr. Adolfo P. Corranza
257 Carta-autógrafa del general colombiano l'árlos Souhlette
(Jirigida al general Clemente Zárraga desie Carácas
~ el 14 de Marzo de 1863 ........ . ... .. ...... .. . Id. id.
258 Carta-autógrafa del Libertad<'r Simon Bolívar, dirigida al
general Sucre ............•.................... le!. id.
259 Carta-autc'igrafa del coronel José 13olaños dirigida al Sr.
Pedro Gimenez, desde Córdoba el 2ü de Octubre
de 1818 .................................... . Sra. Franci~ca Bolaños
260 Autógrafo del general Nicolás de Vega sobre una infor-
macion (año de 1830) . .. .. ................... . Sr. Luis Vega
261 Porta-pliego de un húsar brasilero tomado en Jtuzaing<f. Sr. doctor Estanislao S. Zeballos
21;:2 28 Busto en yeso de don Bernardino Rivadavia . ........ . Museo Público
26:~ Busto en ~·eso cid g~ncral Manuel Belgrano ......••.. Id. id.
26-! Estatua de plata del Ministro inglés Jorge Canning ..... Id. id.
2():) Trece proyectiles de cañon arrojados por los Paraguayos
'Z' :e en la guerra de l Süií á Íll . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Parque de Artilleria
)> Cñ 266 » Una granada en racimo de la guerra del Paraguay . .•. .. Sr. Enrique Fox
~ el <;: 2G7 Dos morriones paraguayos .......... ... . . . ......••.. Parque de Artillería
O:;oC"" 2ü8 Cinco tambores paraguayos ..........••.............. Id. id.
z - (/)
)> C') IT"
r- o o
~
Nq de órden 1 Fecha de la entrada OBJETOS REClHll>OS DONATARIOS
~
-¡~-
~
Nº de órden \ !-'echa de la entrada OBJETOS UECIBil>OS DONATARIOS
--1
302 1890 Octubre lº Dos retratos al úleo, uno del rey Felipe V y el otro
de Gabricla <le Sahoya .. , •..... . ..... ... . . ...... Museo Público
303 Dos retratos al 1"ilco, uno del rey Cúrlos H y otro de
Maria Ana de Austria ....•..................... Id.
304 Retrato al óleo del doctor don Francisco de Paula
Sanz .•..•.•....•..••••.••....•. • • .. • • • • • · • · • • Id ..
305 V eintidos cuadros representan el o la conquisto de l\Iejico. Id.
306 Retrato al óleo del general Beresforcl .. , •••..•.•..•..• Id.
307 » Copia del estandarte del conquistador Pizarro, hecha por
l\lercedes San Martín de Dalcarce, .•..•••..•.•••• Id.
308 Dos cerraduras del antiguo fuerte de Buenos Aires, , •••• Pare¡ ue de Artilleria
309 Llamador y otras ·piezas del mismo , •. , • , ..• , ...••.•• Id. id.
.,, 310 Retrato en miniatura del Re\· Fernando VII ••. ..• , .•• Musco Público
"' 311 Escudo español, esculpido en" mánnnf¡ del antiguo fuerte
de Buenos Aires. , , • , , ... , .•. ;'. •••• , •.••..•.•• Id.
312 Pequeño mcclallon alegorico del siglo \)asado •.......•. Id.
313 ?11odclo en matlera de la Catedral ele ·Buenos Aires ..•. Id.· · ·
314 ,, . Carretilla y pala que 'irvieron á la' inauguracion del
Ferro-carril del ::>ur••• , , , •• , , • , ••• , • , , , ••• , , , •• Id.
315 Puerta antigüa de la l .egislatura de Buenos Aires • , . , •. Sr. Juan M. Anegui
316 Dh·isa de razo blanco bordada de oro que usó en cam-
paña don Ricardo Lopez J ordan, ••••..••..•... , " Borges
317 3 Dos banderas. argentinas , una con la inscripcion e Viva
la ley federal» y otra sin inscripcion ••.• . ••• , •••• tilleria
318 Dos taliés de abanderado, que sirvieron en la guerra del
:z :e Paragt1ay· . ~ .. .; .•_• . . . . ..... o . . . . . . . . . . . . ...... . Id. id.
)> e;; 319 Tres taJiés de abapderado que sirvieron en la guerra
~ ci.s: ch·il de 18:'\2................................. . Id. id.
o ::a e:
:z - U>
)> C"') IT1
r- o o
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-'· .----.. .,.._
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N~ de órdcu Fecha de la entrada OBJETOS RECIBIDOS DOKATARIOS
~
1-
Nº de órden 1 Fecha de la entrada OB.l ETOS RECIB! IJ()S l>ONATAH!OS
~
"!USEO,,,
~ISTORICO
NACIOf~Al
LAMXITI
MUSfOrn
HISTORICO
NACIONAL
EL GENERAL LAS HERAS (!)
por el señor Juan G. de las Heras (hijo). - mide 0.21 mt. de alto por 0.16 mt. de ancho,
form" ovalada. fü General, obsequió este retrato á Ja señora Benita Martinez de Sar-
miento quien al morir dispuso se entregase :il señor Baltazar Moreno, que lo ha donado
al Establec·imiento el 28 de Noviembre de 1892.
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
oscuridad de la tumba. Hambrientos de vana · gloria,
ébrios de aplauso, enfermos de celo y vanidad puéril,
el aplauso, de la propia conciencia no llega á sus
oidos, la verdadera gloria no les satisface, el silen-
cio los anonada, la soledad les hace creerse muertos, y
el retiro es para ellos como el vacio de la má.quina
ncnrná.tica que apaga los sonidos.
Sobre la tumba de estos nunca se escribió el su-
blime epitafio de Esparta:-« Murieron en la creencia
de que la felicidad no consiste ni en v1v1r ni en morir,
sinó en saber hacer gloriosamente lo uno y lo otro. »
Los horn bres grandes por sí mismos, que no tra-
fica u con la glori::i, para quienes el mando es un deber,
la lucha una nohle taren, y el sacrificio una verdadera
religiou; los que al abandonar el teatro de la vida pú-
blica. no tienen que despojarse :í su puerta de la.s galas
prestadas de un din, y queman el aceite de sn propia
vida en la lámpara de sus vigilias, esos viven c11 · par.
y ('OllYPrsnn fmniliamc11tc con el génio <le la ::;oledad,
qne en el silencio serena su alma agitn<la por las tem-
pestades populares. A esos hombrcR sieHta bien, el mo-
desto retiro en que pueden Rcr c:;;t.rnliados y estimado::;
por lo qne en sí valen, 1lespcrtando la adrnirncion 6 la
simpatia por cualidades superiores á. los engañosos pres-
tigios <le la prosperidad.
Tales ó semejantes reflexiones hada. en una. her·
mosa y apacible tarde de verano del año de 1848,
atravesando ]a magnifica. alameda de Santiago <fo
Chile, y dirigiéndóme á uno de los barrios mas apar-
tados de la ciudad, donde vivía y murió el general
don JUAN GREGORIO DE LAS HERAS, capitan ilustre y
libertador de tres Repúblicas, republicano sencillo y
desinteresado, que siendo uno de los héroes mas nota-
bles de la epopeya de la independencia a.mericana, vivía.
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
tranquilo en el retiro, sm espada, sm poder y sin
fortuna.
Iba á pagarle ]a visita que infaliblemente hacia
este soldado lleno de cortesía :í todo argentino que lle-
gaba á aquel país ; y al hacerlo era arrastrado por al-
go mas que un deber social, pues admirador de sus
grandes servicios y virtudes, había encontrado en él un
héroe segun mi ideal, y un hombre segun mi evan-
gelio.
Al dirigirme á su casa, podía contemplar a la
distancia las nevadas cordilleras
. de los Andes, á cuyo.
pié está el memorable campo de Chacabuco; y mi vis-
ta se perdia en la vasta llanura del valle de Maipu y
los caminos que desde él conducen al Sud de Chile,
donde LAs HERAS siguiendo las huellas de San M:ar-
tin, se hahia ilustrado en grandes batallas y gloriosos
combates.
Lleno tle estas ideas, de estos rccuer<los y de rste
cspectá.culo grandioso llegué á sn antigua cnsa de fa-
milia, cuya. arquitectura pertenece á la época colonial,
no ocurriéndosenw como se me ocnrrr hoy, que era sin-
~ular que quien mns habin contribuido á destruir aquel
r{;jimcn con su espada, hubiese encontrado en medio
d0 tantas ruinas como hizo con ella, un vi~jo techo
con ei sello de la dominacion española, donde abrigar
sn cabeza en el invierno de la vida para morir en paz
á su sombra.
El interior de ]a casa participa del carácter semi-
rústico y semi-urbano del apartado barrio en que está.
situada. Penétrase á ella por un ancho portal que
conduce á un vasto patio, especie de plaza de armas
donde podría acampar cómodamente el famoso bata1lon
núm. 11 que tantas veces condujo á la victoria, el an-
tiguo veterano. Hácia la derecha se encuentra una. ancha
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
escalera que va á dar á una galeria alta que rodea
parte del segundo patio, ocupado por un melancólico
jardin, en cuyo centro se elevaha en aquella época un
pino marítimo, que batido desde temprano por los vien-
tos habia sido necesario apuntalar.
La primera puerta que se encuentra es · la de la
pieza donde habitualmente recibia el General. Sencilla-
mente a.mueblada, era á la vez su sala de recibo, su
gabinete de estndio, y su cuarto de descanso. Allí se
veían sus libros, que se ocupaba de leer, el sofá donde
reposaba de sus dolencias y la mesa donde escribia sus
cartas y sus apuntes históricos, siendo de notar que en
aquella estancia que tenia algo de la austeridad militar,
no se veía ningun trofeo, ninguna arma, nada que re-
cordase que el que la habitaba era un héroe que ma-
nejó la espada y rijió ~jércitos y pneblos como general
y como gobernante.
Hallábase esa tarde de visita un anciano de este-
rior nlgo adusto, que tenía cerca de sí las muletas en
que se apoyaba para caminar, y á quien el General me
presentó como á un amigo y compatriota. Era don Ma-
nuel Barañao, nacido en la República Argentina, co-
ronel de los Húsares del R ey en las campañas 'de
Chile. Reputado por los españoles (~orno una de las prime-
ras ei:ipadas de su ejército, á su ausencia en el campo de
Chacab'uco se atribuyó no sin alguna razon por los
realistas la pérdida de aquella batalla. No dejó de sor-
prenderme en el primer momento aquella intimidad de
antiguos guerreros que ha bian militado bajo opuesta
banderas y por distintas causas. Luego encontré gran-
de y noble aquella reconciliacion efectuada al fin de
sus años, cuando el uno podia gozarse en el frutos de
gloriosas fatigas, y el otro podia vivir tranquilo á la
sombra de la ley que babia combatido. Mas tarde pu-
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
de reconocer en el coronel Barañao, calidades que le
hacían digno de la amistad del General. Reconciliado
con la democracia triunfante contra sus esfuerzos, y ar-
gentino de corazon apesar de haberse opuesto á la
emancipacion de su patria, tuve ocasion en un banque-
te de emigrados argentinos en conmemoracion del 25 de
1nayo, de brindar con él en honor de la independencia
amen cana.
La amistad con que en aquella época me honró
d general LAs H1mAs, y la simpatía que despertó en
mi la nobleza de su carácter y la franca amabilidad
de su trato, me hizo nacer el deseo de conocer mas
detalladamente sus servicios á la causa de la indepen-
dencia americana. Encontré que el héroe era. mas gran-
de ann, visto al través de la histori~. como había en-
contrado que el hombre era mas interesante visto de
cerca, despojados de los prestijios esteriores que hacen á
veces aparecer á los poderosos mas grandes de lo que
realmente son.
Con tal motivo tnve que apreciar otro rasgo no-
table de su carácter. El GE:-<ERAJ, LAs HEHAS como
todos los hombres de accion (¡ue han ejecutado grandes
cosas, hablaba muy pocas veces de sus campañas y
casi nnnca ele su participacion en ellas, no obstante
poseer cierta elocuencia militar y espresarse con anima-
cion y colorido toda vez que la corriente de la. conversa-
cion le llevaba insensiblemente á. ocuparse de la guerra
de la Independencia. Así es que las noticias que recojí so-
bre su vida las obtuve por otro· conducto que el suyo,
habiéndome hecho un <leber de respetar en él esa mo-
lestia que tan bien le cuadraba. Tan solo una vez le
pedí que me acompañase á visitar el memorable cam-
po de batalla de Maipú á lo que se prestó de buena
voluntad, como un homenaje al general San Martín,
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
del cual se ocupaba con frecuencia y siempre con ad-
minwion y respecto.
II
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
A la llegada de la Division auxiliar argentina, la
situacion de Chile era muy crítica. Reforzadas las
guarniciones españolas del Sur, habían vuelto á tomar
la ofensiva, y ocupaban la mayor parte del país hasta
Concepcion. El Gobierno <lebilita<lo por las luchas
intestinas y por los recientes contrastes de los Carrera,
había confiado el mando del ejército al general O'Hig-
gins, quien se ocupaba. en orgnnizarlo, mientras el co-
ronel Markenna, su segundo, obraba la vanguardia con
una pequeña Division de poco mas de trescientos hom-
bres. A esta Division se incorporaron los argentinos,
que mas . tarde fueron mandados por el coronel don
Marco Balcarce, y finalmente quedaron á las órdenes
de LAs HERAS.
El ensayo de los Auxiliares argentinos fué brillan-
te. El 22 de febrero de 1814 el mayor LAs HERAS
á la cabeza de 100 Auxiliares, en la confluencia, del
Itata y del Ñu ble, salvó la clivision :Mackenna de un
contraste, preparándole un inmediato triunfo, por cuya
accion fué recomendado en el parte de aquella jornada,
con el títulos de 'valerosos, que no debia desmentir en
adelante. Por esta hazaña <lecretó el Gobierno un es-
cudo de honor con este lema: La Patri'.a á los vale-
rosos de CucHA CucHA, auxil1'.ares de Chile, a.ño de 1814.
Un mes permaneció la Division Mackenna en el
11feinbr,illar, doncle rocleado de peligros y por fuerzas
muy superiores tuvo que atrincherarse, hasta que á la
proximidad de la Division O'Higgins que venia en su
auxilio, y que en esta ocasion dió la batalla de Qwilo
tuvo lugar la victoria. del mismo nombre ( .ilfembrillar)
el 20 de marzo de 1814 en que Balcarce y LAS HE-
RAs se distinguieron muy particularmente, segun el testi-
monio de todos los historiadores chilenos.
37
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
Reunido el ejército, tuvo que replegarse hasta el
Maule, á consecuencia de algunos contrastes sufridos
por otras divisiones patriotas; hallándose sucesivamente
LAs HERAS y los Auxiliares en los comlJates de Tres
1lfontcs, paso del Rin Cforo, y la brillante defensa de
Qnecheragnas, en <1ue el ~jército patriotci hizo pié fir-
me, obligando al enemigo á, retroceder y encerrarse en
Talca.
A pesar de e:stos esfuerzos, la caida de la revoln-
cion chilena fué inevitable. Despues de algunas nego-
ciaciones de paz entre ambos ejércitos, interrumpidas
por revoluciones y combates entre soldados de la mis-
ma causa, tuvo lugar la derrota de Rancagua el 26 de
agosto de 1814, de cuyo contraste solo se salvó orga-
nizado el cuerpo de allx:iliares, que hallándose en Acon-
cagua volvió á pasar la cordillera conducido por su
bizarro Comandante, despues de protegér la salvaeion
de los emigrados y cubrir la retaguardia. de los derro-
tados.
11 I
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
En la reconquista de Chile, elevado ya al rango
de Coronel, tuvo el mando de la 1ª division del ~jér
cito con la cual atravesó por segunda vez los Andes
por Uspallata, llevando la vanguardia. Al frente de ella
le cupo la fortuna de obtener el primer triunfo de la
campaña el día 14 de febrero de 1817, en que la
Guard,i a Vieja fué tomada por asalto, llevando el ata-
que el mayor D. Enrique Martinez, quedando toda la
guarnicion española muerta ó prisionera.
En seguida descendió de las alturas, posesionán-
dose por una hábil maniobra del valle y de la villa
de Santa Rosa, operando allí su reunion con la divi-
sion de Soler que había atravesado por los Patos y
ocupado el valle de Putaendo, con lo cual aseguró el
éxito de aquel famoso pasage de los Andes, conquis-
tándose desde luego toda la provincia de Aconcagua.
En la batalla de Chacabnco, á la cabeza del ba-
tallon núm 11, formó parte de la columna que á las
órdenes del general Soler atacó al enemigo por el
flanco. Peiietrando en sus filas á la bayoneta fué uno
de los que á la par de sus bravos compañeros Neco-
chea y Zapiola contribuyó á fijar la victoria de los
patriotas el 12 de febrero de 181 7.
J>ocos días despues (el 19 de Febrero) LAS HE-
HAS marchaba al Sur de Chile, á la cabeza de una
pequeña division de las tres armas, con el objeto de
perseguir al enemigo que procuraba rehacerse del otro
lado del Maule.
Desde esta época empieza LAs HERAS á obrar
como General en Jefe, y acreditar su pencia militar y
el temple heróico de su alma.
Atacado por fuerzas superiores mandadas por el
entendido y valeroso coronel español Ordoñez, obtuvo
un brillante triunfo en Curapaligüe el 4 de abril, á
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
distaucia de cinco leguas de Concepcion, arrebatando al
enemigo su artilleria.
LAs HERAS entró triunfante á la ciudad de Con-
cepcion de Penco, dejando establecido su campamento
en el inmediato cerro del Gavilan, nombre que debía
muy luego ilustrarse con otra victoria.
La Division de LAs H1mAs, reforzada por la co-
lumna del comandante Freyre, constaba de poco mas de
1200 hombres de las tres armas.
Posesionado el enemigo de las fortificaciones de
Talcahuano, dueño de la navegacion del mar Pacífico,
y ocupando todo el Sur del Bio Bio, con fuertes guar-
niciones cubiertas por fortificaci0nes y obstáculos natu-
rales, era imposible que LAs HERAs completase su
<iestruccion con los pequeños medios que tenia á su
disposicion.
Su posicion llegó á ser crítica. Reforzado Ordoñez
con mas de 1600 soldados ~guerridos, se dispuso á
caer sobre LA:-; HERAS y acabar con él, reuniendo para
el efecto fuerzas muy superiores. Apercibido de ello
LAS HERAS había pedido ser reforzado, y el mismo
Director O' Higgins venia á marchas forzadas en su
proteccion. El 5 de mayo debía tener lugar la, reunion.
El 4 escribía LAs HERAS á O'Higgins : - « Al alba
« pienso ser atacado, y 8i V. E. no acelera sus mar-
« chas á toda costa en auxilio de estas divisiones, pu-
« diera tener un fatal resultado para el país. »
El día 5 de mayo al amanecer fué en efecto ata-
cado por fuerzas superiores dirijidas por . Ordoñez y
l\íorgado, los dos mejores militares del ejército realit:ita.
Despues de un reñido combate de algunas horas, lleno
de peripecias interesantes, en que toda la artillería pa-
triota quedó desmontada, la Yictoria se declaró al fin
por LAS HERAs, dejando el enemigo en el campo casi
.JU
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
toda su artillería (3 piezas), 250 fusiles y como 230
hombres de pérdida entre muertos y pmnoneros, con
solo In pérdida por su parte de 6 muertos y 70 he-
ridos.
Este glorioso hecho de armas se llamó la batalla
del Gavilan. O'Higgins que á la distancia habia oido
los caiíonazos de la batalla, solo llegó á tiempo para
sal ndar nl vencedor por su esplen<li<la victoria.
IV
.Jl
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
dista11cia de cinco leguas de Concepcion, arrebatando al
enemigo su artillería.
LAS HERAS entró triunfante á la ciudad de Con-
cepcion de Penco, dejando establecido su campa.mento
en el inmediato cerro del Gavilan, nombre que debía
muy luego ilustrarse con otra victoria.
La Division de LAs HERAs, reforzada por la co-
lumna del comandante Freyre, constaba de poco mas de
1200 hombres de las tres armas.
Posesionado el enemigo de las fortificaciones de
Talcahuano, dueño de la navegacion del mar Pacífico,
y ocupando todo el Sur del Bio Bio, con fuertes guar-
niciones cubiertas por fortificaciones y obstáculos natu-
rales, era imposible que LAs HERAS completase su
rlestruccion con los pequeños medios que tenia á su
disposicion.
Su posicion llegó á ser crítica. Reforzado Ordoñez
con mas de 1600 soldados ~guerridos, se dispuso á
caer sobre LA1-; HERAS y acabar con él, reuniendo para
el efecto fuerzas muy superiores. Apercibido de ello
LAS HERAS habia pedido ser reforzado, y el mi8mo
Director O' Higgins venia á marchas forzadas en su
proteccion. El 5 de mayo debía tener lugar la reunion.
El 4 escribía LAS HERAS á O' Higgins: - « Al alba
« pienso ser atacado, y 8i V. E. no acelera sus mar-
« chas á toda costa en auxilio de estas divisiones, pu-
« diera tener un fatal resultado para el país. »
El dia 5 de mayo al amanecer fué en efecto ata-
cado por fuerzas su periores dirij idas por. Ordoñez y
l\forgado, los dos m~jores militares del ejército realista.
Despues de un reñido combate de algunas horas, lleno
de peripecias interesantes, en que toda la artillería pa-
triota quedó desmontada, la YÍctoria se declaró al fin
por LAS HERAS, dejando el enemigo en el campo casi
JU
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
toda su artillería (3 piezas), 250 fusiles y como 230
hombres de pérdida entre muertos y pmnoneros, con
solo la pérdida por su parte de 6 muertos y 70 he-
ridos.
Este glorioso hecho de armas se llamó la batana
del Gavilan. O'Higgins que á la. distancia había oido
los C'a.fíonazos de la batalla, solo llegó á tiempo para
saludar al vencedor por su esplen<lida victoria.
IV
.Jl
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
Imposibilitado de forzar las líneas interiores del
enemigo, malogrado el ataque del centro y aislado el
triunfo obtenido por el estremo opuesto, O'Higgills <lió
la señal de retirada. LAS HERAS la ejecutó con una
habilidad y sangre fria admirnhles bajo el fuego de
una terrible artillería, salvando todos sus heridos, cla-
vando los cañones <le las baterías españolas y condu-
ciendo hasta los prisioneros que había hecho, dejando
al enemigo atónito con su denuedo.
Este descalabro obligó á levantar el sitio, tocá.n-
dole á LAs HERAS cubrir la retirada del ejército.
Abierta de nuevo la campaña bajo la direccion
• de San Martín, para batir al ejército realista conside-
rablemente reforzado, los patriotas fueron sorprendidos
y deshechos en la noche del 19 de marzo de 1818.
LAs HERAS fué el héroe de aquella triste jornada.
Cuando todo era confusion, él lnantuvo el ór<len en el
costado derecho que mandaba, reunió á si los dispersos
y salió del campo del combate salvando 3,000 hü1nb1'.es
y doce piezas de artillería con las cuales hizo una re-
tirada de 80 leguas, presentándose á San Martín que
lo recibió con los honores de un triunfador. Bien _lo
merecía, pues se le presentaba como Dessaix á Napo-
leon despues de la primera derrota de l\larengo, y po-
dia. decir: «Hemos perdido una batalla, pero aun tene-
mos tiempo de ganar otra».
Al abrirse en consecuencia las nuevas operaciones,
LAS HERAS, que habia perdido su equipo en Cancha-
rayada, no tenia casaca que ponerse. San Martín, que
no tenia ni veinte y cinco pesos de que disponer, orde~
nó á su asistente diese á LAS HERAS la mejor casaca
de su balija. La mejor casaca de San .Martín estaba
rota!
En efecto, diez y ocho días despues, el 5 de abril
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
de 1818, el ejército argentino chileno obtenia la es-
pléndida victoria de Maipú, una de las mas notables y
completns de la guerra de la Independencia. LAS
HERAS mandaba en aquel dia la derecha de la línea y
{i, la cabeza de un batallon sostuvo un terrible combate
coronado por el éxito, tocándole al fin ser uno de los
que compk•tó la Yicto1{a :í. la retaguardia del ene-
nugo.
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
primero que pisó este suelo al frente de una division
que se posesionó de Pisco en 1820.
A la entrada del ejército libertador á Lima, fué
nombrado General en Jefo, y estableció el sitio contra
los Castillos del Callao, mandando en persona el malo-
grado ataque que se dió sobre los castillos.
Permaneció en el Perú hasbt 1821 en que se
separó del ~jército, disgustado con San l\fartin, quien
le vió alejarse con profunda tristeza, segun consta de
su correspondencia privada. Los dos murieron, empero,
amándose y estimándose.
En 1824 fué nombrado gobernador de Buenos
Aires, para suceder al general don l\Iartin Hodriguez,
que había 'terminado sn periodo legal.
Su Gobierno es 11110 de los mejores que ha tenido
Buenos Aires. Cumplió la ley, administró bien las ren-
tas, hizo prosperar al país, dió respetabilidad dentro y
fuera, y trabajó con éxito por la reorga.nizacion nacio-
nal por medio de la reunion de un Congreso q ne se
v~rificó en Buenos Aires á fines de 1824.
En enero de 1826 fué nombrado Encnrgado del
Poder Ejecutivo Nacional.
Esta época fué señalada. por actos notables que
corresponden á b. historia.
Realizada la nnion mtcional bajo sus auspicios, y
nombrado Presidente de la Rep(1blica don Bernardino
Rivadavia, le hizo entrega de la. autoridad general de-
positada en sus m~rnos. Poco · despues dejó de ser go-
bernador de Buenos Aires, á consecue11cia de la ley de
capitalizacion que preparaba la organizncion unitaria de
la República..
Su despedida oficial fué amarga, tal vez mal acon-
se;jado por ambiciones de segundo órden; pero en el
fondo de su corazon no quedó ningun rencor, y con
.J-~
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
noble y elevado patriotismo hizo votos por la felicidad
de su patria.
Uno de sus compañeros de armas, que ha sido
tambien el historiador de aquella época, ha dicho que
LAs HERAS se retiró entonces á Chile, resentido tal
vez del modo pomposo y altcmero con que Rivadavia
le había tratado, v con tal motivo ha formulado este
juicio sobre él:-« LAs lIE1-tA~ es uno (le los primeros
« y mas valiente:,,; (lefensores de la República, y á la
« franqueza y firmesa de uu soldado, y á In probidad
« mas :o:in tacha en sn conducta como fnncionario pú-
«· hlico, reunía una deferencia escrupulosa al Cuerpo
« Lejislati vo. »
Acojido en Chile como uno de sui::i m~jores hijoi::i,
continuó desde su retiro ocupándose de la suerte de i: i ll
patria, y prestándole en algunas circunstancias servicios
de consideracion.
Cuando su patria, despues de treinta años de ol-
vido, lo reconoció eomo General y le mandó abonar el
sueldo que hasta entonces le habia pasado la República
de Chile, recibió esta distincion con modestia y ºTati-
• I:'.'.>
VI
J5
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HISTÓRICO
NACIONAL
ni
soldado, y el reflejo de · la. belleza varo11il <le sus herói-
cos años. Su talla era alta y erguida; su ojo negro,
profundo y chispeante, respiraba la firmeza y la bondad
y en sus maneras se notaba algo de la habitud del
mando, unida á la esquisita cortesm1ia de los hombres
de su tiempo. En aquella época le ví una vez de gran-
de uniforme en medio del Estado :Jfoyor de Chile, y
sn imponente figura militar eclipsal>n á todas llamando
sobre él la Rtencion del pueblo, que veia en él al re-
presentante de sus mas queridas glorias.
El general LAs HERAS pensaba siempre en su
pátria y seguia desde lejos su movimiento.
En prueba de ello, hé aquí la última carta <1ue
recibimos de él, lo que dará una idea de su. estilo, de
sus sentimientos y de su modo de juzgar los aconteci-
mientos contemporáneos.
Es de fecha 30 de diciembre del año 1863 y
dice entre otras cosas: " Es un ob:-::;equio para un po-
bre viejo como yo f~l recibir tantas consideracio11es. No
hablemos de los hechos de la guerra de la Indepen-
dencia: en ella hemos hecho lo que hemos podido, y
lo que era nuestro deber. Pero cuando desde mi sole-
dad estudio por los diarios y contemplo el progreso de
que es deudor á Vds. nuestra patria, me asorn bro y
me complazco en ello , comparando la época presente
cou la que me tocó mandar en esa, en la que á cada
paso tenia que tropezar con la escasez de recursos y
con las preocupaciones que nunca. me permitieron ni
aun dar á la Guardia Nacional la organizacion que la
ley señalaba. Como argentino y como amerimno tloy
á Vd. las gracias por la noticia que me dá del tratado
celebrado con la España. Este e:-:; un verdadero triunfo
americano, que hará recordar esta época con entu-
siasmo. »
JG
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HISTÓRICO
NACIONAL
ni
El general LAs HERAS murió en Santiago de Chile
el 6 de febrero de 1866, {¡, los 86 años de su edad.
El gobierno de Chile honró su memoria decretán-
dole exequias nacionales, y ·el pueblo chileno asistió á,
sus funerales, confirmando la pa.la bra de uno de sus
historiadores: - " La historia del general LAs HElL\ S
es la historia de Chile. »
No necesitó apelar á la posteridad parn esperar
justicia y afirmar la corona sobre sus sienes. El juicio
que el pueblo solo pronuncia en los funerales de sus
héroes, fué pronunciado en vida para honor y gloria de
él y de su patria, por los hijos de la heróica generacion
á que perteneció, que es la posteridad á que apelaba
el general San Martin su ilu:5tre maestro y compañero
de gloria.
BAltTOLOl\IÉ l\IITRE.
l¡
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~ISTORICO
NACIOf~Al
FOJA DE SERVICIOS
T>EL
EMPJ,EOS
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15 de abril <le 18'.26 rnlvió á continuar sus ser-
vicios en Chile, 1 año, 9 mese8 28 dias.
13 de febrero de 1828 jeneral de division con In
antigüedad de 20 de jnlio de 1820; 2 años 1 mes 14
di as.
27 de marzo de 1830, dado <le baja (12 años, 6
meses 1O dia). Se abona mas abajo.
7 de octubre de 1842, reincorpora<lo en su anterior
empleo y llamado á calificar.
4 de noviembre de 1842, retirado temporalmente
(3 años, 2 meses 10 días).
17 diciembre de l 845, decln.rado en cnartel, 5 n.ños,
!) meses 13 días.
30 de setiembre de 1851, miembro suplente de la
comisíon calificadora. de servicios, l O años, 1 dia.
1º. de octubre de 18Gl, Comandante .Teneral de
Arma.;; inspector <le guardias cívicas, 9 meses 9 días.
1 O <le julio <le 1862, inspector jeneral del ~jército
interinamente, 2() <lías.
G <le agosto d<' lRG2, id. id. id. <'fortirn, 2 años,
4 lllCSPS 25 dias.
.\BOXOS
~11_1
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CUERPOS DONDE HA SERVIDO.
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NACIONAL
ni
blica por el camino de lfapallata; el 2:) del mismo mes
batió y derrotó una division de 600 hombres, que es-
taban en observacion en el lugar denominado los Po-
frerillos.
El 4 de febrero del mismo año atacó de este lado
de la Cordillera una fuerza compuesta de 100 infantes,
al mando de dos oficiales de la misma arma y de un
oficial y doE soldados de cahalleria, que se habían for-
tificado en el lugar llamado la guardia de cuya. fuerza
quedaron muertos 59 individuos de tropa y prisioneros
los dos oficiales de infantería y cuarenta y tres soldados,
escapando solo el oficial de caballería; en esta accion
se tomaron al enemigo 5 7 fusiles, 1 O tercerolas, 4,000
tiros de fusil á bala y algunas cargas de víveres. El 8
del mismo batió en la villa de los Andes una partida
de GO hombres que se hallaban de guarnici'tm en aquel
punto, la que dejó en su po<ler 2,200 tiros de fusil,
GO caballos, 5 cureñas eón aventenes y ruedas de re-
puesto para el calibre de á 4, 2 carros mucha muni-
cion de ca.ñon, 20 fusiles, algunas herramientas, un bo-
tiquín completo. 100 lios charqui y 200 sacos galleta.
El 12 del mismo se halló en la memornhlc batalla de
Chacabuco, á las órdenes del señor brigadier don Mi-
guel Soler.
El 28 del mismo mes marchó al Sur, al mando
de una columna compuesta del bat.allo11 número 11, un
escuadron de granaderos á. cabalo y cuatro piezas de
artillería de La.talla, con el objeto de ocupar la provin-
cia de Concepcion, que estaba en poder del ejército es-
pañol. En su marcha, y en el lugar denominado C1t-
rapal1'giie, rechazó con ventaja el <lia 4 de abril un
ataque que emprendió sobre las fuerzas del jeneral es-
pañol Ordoñez, á quien persegui6 hasta la ciudad de
Concepcion, sin darle tiempo de posesionarse de ella.
............................,, ........... -...~..,.,. .
ó2
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El 20 del mismo batió en las vegas de Talcahuano
dos guerrillas que intentaban reconocer sus puestos avan·
zados. El 5 de mayo, hallándose situado en el cerro
de Gav1:lan, con la division de su mando, compuesta de
mil hombres de las tres armas, rechazó un ataque que
el mismo jenernl Ordeñez, al mando de doble fnerza
emprendió sobre este punto; originándole una pérdida
de 124 mnertos, tomándole 80 prisioneros, inclusos 3
oficiales, 3 piezas <le artillería con sus muniones y juegos
de armas completos, 6 mulas de tren con sus atajes,
23 cajones, 330 tmTJS de bala y metralla, 20,000 tiros
de fusil, 9,000 piedras y 203 fusiles.
°.
El 1 de julio de dicho año recibió órden del
señor jeneral don Bernardo Ü' Higgins, á quien babia
entregado el mando del ejército, de sorprender los pues-
tos avanzados del enemigo, á fln de reconocer el estado
de la plaza de Talcahuano ó de obtener algunos cono-
cimientos <le ella; y fué tal el arr~jo con que atacó
dichos puestos, que no solo los precisó á abandonar
sus pos1c10nes, sino que los persiguió y acuchilló sobre
los fosos que circunvalaban la plaza, tomándoles un
prisionero que <lió al jefe del ejército los detalles que
se necesitaban. Se halló en los dos sitios que se le pu-
sieron á la plaza de Talcahuano, y en los cuales habia
diariariamente enrnentros ó hechos de armas. El ü de
diciembre del mismo año fué nombrado jefe de una
columna de 1,060 infantes que asaltaron dicha plaza
y de cuya fuerza perdió 630 hombres entre muertos y
heridos. Este ataque, si bien no <lió el resultado que
se deseaba, no por eso dejó de llenar de gloria á los
individuos que componían dicha columna. Sostuvo la
retirada que hizo el ejército desde Concepcion hasta
San Fernando en el año 1818 y al abandonar aquella
ciudad hizo sttltar las fortificaciones que existían en ella,
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en cumplimiento de las órdenes que habia recibido dd
señor general O' Higgins.
El 19 de marzo de 1818 se halló en la sorpresa
de Cancha-Rayada, y grne:ias á, su serenidad, arrojo y
pericia militar, pudo rcnnir á, 3,500 individuos, sostener
con ellas la retirada y los avances del enemigo; como
así mismo evitar que cayesen en poder de éste doce
piezas de artilleria. y toda la las municiones que exis-
tían en la plaza de Rancagua y que <lespues fueron de
tanta utilidad al ejército que se organizó nuevamente.
El 5 de abril del mismo año se halló en la. gloriosa
batalla de Ma1]ní, y encargado del mando de la ala tle-
recha del ejército, que se componia de 4 piezas de ar-
tilleria de grueso calibre, 12 piezas volantes de á 4, y
3 batallones de infantería, füé el primero que se pose-
sionó de la la casa de Espej5J. En esta batalla tomó
al enemigo 8 cañones <le á 4, cuatro banderas, 12 carpas,
mucha municion de cañon y de fusil, varios cajones
con granadas de obus y de mano, y otros útiles perte-
necientes al ~jército contrarario. Nombrado jefe de estado
mayor del ejército libertador del Perú, por despacho
de 25 de marzo de 1820, hizo la campa.fía. á. aquella,
república desde el 20 <le agosto de dieho afio hasta el
18 <le diciembre de 1821.
El 11 de julio de este último puso sitio á, la
plaza del Callao, el cual presidió, ya como jefe de es-
tado mayor ó ya como jeneral en jefe; teniendo todos
los <lias ataques con las fuerzas sitiadas en las salidas
que éstas hacian de la plaza. ó en los reconocimientos
tos que se praticaban de ella. Mandó en persona el
ataque que se dió á los Castillos y aunque no fué po-
sible posesionarse de ellos, se consiguió. de tal modo
imponer á. los enemigos, que no se atrevieron á hacer
mas salidas hasta su rendicion.
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ni
El 14 de agosto del citado año 21, siendo general
en jefe, marchó en busca del ejército e1:5pañol que vi-
niendo de la sierra por el camino de l\fonterey, se di-
rijia á los castillos; y no habiendo sido posible evitar
su entrada á éstos, les puso nuevamente sitio hasta que
habiendo salido de ellos, los persiguió en su retirada,
precisandoles á repasar la cordillera y tomándoles al-
gunos pns10neros en su marcha.
CONDECORACIONES
COfüSIONES
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ni
1821 fué nombrado general en jefe del ejéi·cito. El 8
de octubre de 1821 fné nombrado cons~jero de Estado
del gobierno del Perú. El 22 de diciembre del mismo
fné nombrado gran mariscal de aquella República. El
8 de agosto de 1823 fué nombrado por el gobierno de
Buenos Aires l\Iinistro Plenipotenciario cerca de las
autoridades españolas en el alto PerÍl, ha.hiendo llegado
hasta Suipacha, de cuyo punto no prnlo pasar a<lelante
por habérselo impedido el jeneral Olañeta, que se había
sublevado contra el virey. El 2 de abril de 1824 fné
nombrado gobernador de la provincia de Buenos Aires.
El 1º. de noviembre de 1843 fué nombrado comisio-
nado ad hoc del gobierno de Montevideo cerca del de
esta República. El 24 de noviembre de 1863 recibió
un despacho del Presidente de la República peruana
en que se le nombra Ministro nato de una sociedad
títulada Fundadora de la Independencia del Perú.
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NACIONAL
ni
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~ISTORICO
NACIOf~Al
LAM XIV
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NACIONAL
ro
IMPRENTA DE NIÑOS EXPÓSITOS <')
(1) :El Sciior JJon Santiago lt. Pilottr>, •1uc hahia vi;tu los resto" de esta im·
11rcnl:L en el cstablcci'iniento de JJon Benito llortcl:tno, quien 11ublicab;1 • La I~spaña "
y 11ostcriormcntc en pollcr del Señor Ana.clcto F crrcr paru. la. publicndon tlc <~ El Te·
Jégra.fo » ma.nifcstó el deseo de a.d11uirirlo;.o;, ~iúndolc impo:::ible. vor entonce:-;, ha::3ta. que
1
una feliz ca sua.iida.d lo llcró al rema.te en 11uc se \'cndian lo~ objetos pertenecientes
;_i, la Admini;tra.cion de la Lotcria de llcncficcnda. suba.::itci,ndula, entre utra,s co~as 11or
700 S de la antigua moneda y conscrv.lndola ha:;ta el año 18i;i en •iuc la rcgal<i al ~e
iior Juan José Bicdma.
Con moti\ro de lit culocacion de la, piedra fundamental pant el monumento ü.
la Imprcnt<L el a ño 1880, el Señor Bicdln>L facilitó lo •J tte poseia al St•ñor Angel Estrada.
El :;ócio de c:;te último :Ociior Alberto ll. .Junlan, lm donado a l l\it.:SEO IJISTÓR!CO lo:;
lo:; •1uc se \'CD en la ltímina, in:;cripto:; en el J,ibro rc:;pcctivo con fecha 13 rlc Marr,o
del corriente año.
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ni
nato una solicitud, haciendo presente que era ya tiempo
de pensar en la fundación de una Ccts<t de Expósitos.
Vértiz oyó con agrado aquella instancia, y sobre tablas
mandó levantar una información para acreditar los he-
chos que se hacían valer, y, á la vez, para que quedase
constancia de los recursos con que pudiera coPtar para
su subsistencia el establecimiento. Cumplidos ya esos
trámites, se solicitó de la Junta de Temporalidades, ad-
ministradora de los bienes de los expulsos jcsuítas, la
casa que había sido de propiedarl de éstos, ubicada en
la esquina de la calle de Potosí con la del Perú, que
serviría de cuna; dándosele, además, las propiedades
anexas para que con el producto de sus alqüileres pu-
diese sostenerse siquiera en parte la fundación · proyec-
tada, que se ilrnuguraba ya el día 7 de agosto de
177\J. \ l)
Fué en esas circunstancias cuando se tuvo la feliz
inspiración de aumentar las exíguas entradas que hasta
eutoIH~es se había podido asignar (t la Casa de Expó-
sitos con los productos que pudiera rendir, una vez
montada, la im pren.ta que existía. abanclona.<la en los
claustros del Colegio de l\Ionserrat de Córdoba. (~)
En efecto, apenas se había enterado un mes de
la inauguración de la Casa cuando con fecha 1 G de
septiembre de 17 7 9 don Juan J o::;é de Vértiz dirigía
al R. Rector del Colegio de Córdoba el oficio del teuor
siguiente:
«Estoy informado que en ese Colegio Convictorio
(l) La imprC'nta se in~t:tl <J <·n C<'n·lloha el a.ilo lil;11. r uando ~e cxpub1'• :L los .ir·
suita.s qucd<) en el mismo Colegio de ~Ion:-3crrat , aha.ntlonada. ha:-:.ta :;u con1luceion á
llucnos Aires.
(2) Qnc:sa<la, E::.dudioi:j hfatú-ricoi:j, Buenos ..J ircs, lBWl, 8'' . 1 p.'i~ina 2:1, publicatlo:s prime-
ramente en la. Uccista, de Bucno~-Aircs, t. I, p:'1g. ¡H3, y XXIll, púg. B21.
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ni
se halla una imprenta de que no se hace uso alguno
desde la expulsión de los ex-jesuítas; que este mismo
abandono por tanto tiempo la, ha deteriorado sobrema-
uen1, y, consiguientemente, que le es ya inútil; y por-
que puede aquí aplicarse ~i cierto objeto que cede en
beneficio público, me dirá V. P. su actual estado; si
mediante a,lguna prolija recomposición podrá ponerse
corrieute, y en qué precio la estima ese Colegio , con
concepto á que no se sirve de ella, y al bien y causa
común para que se solicita.»
La respuesta del Rector del Colegio, <1ue era en
ese entonces el P.F.PedroJoséde Parrns,(t) no se hizo
esperar. « En la misma horn que he recibido la de
V. E., contestaba al Virey, con fecha 27 de aquel mis-
mo mes, he buscado esta imprenta y la he hallado en
uu sótano, donde, desarmada y deshecha , la. tiraron
después del secuestro de esta casa, y sin <1ue con in-
terveueión del Impresor se hicie:->e iuventario tle lo::;
pertrechos de esta oficina, (1ue era la principal y más
útil alhaja del Colegio ......
« Al Coltgio eostó esta imprenta, añadía, do.-; mil
pesos, que constan abonados en la última visita de ;30
de marzo de 17G7, hecha por el padre ex-jesuíta. l\fa-
uuel de Vergara, último provincial de esta provincia;
pero en el día ::;olamente un facnltittivo podrá. decir {t,
punto fijo su valor intrínseco. En esto, S. E., eoudufa
el buen padre, con á.11imo levantado, no debo pararme
ui por un momeuto. Mande V. E. conducir á. Buenos
Aire:-; cuanto a<1ní se halla, que el Colegio (1uedará. muy
contento con aquella compensación que se con::>idere
(1) El 110111hr~ tl1' Fr. Pt~dro .Jo :->1~ 1h• [>;1rras t·s 11111y t·o11od1l'H cu la hihliogr;tfüt amf'-
rkana por s u ohra U1Jh/cnw 1lr; [,,,.., /{r.gnla,rcs de ta ..- lm~rú.:rt.. u,jusforlo r cliyioswnenle ,¿ la ro-
l !rntcul df!l Ucy, Jfculrúl, 1 78:~, :.? \·ob. e11 4(:j.
01
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justa, rebajando después cúanto V. E. quiera, en obse-
<p1io del beneficio com(m y causc.t pública, que deben
preferir c.í los intereses particulares de una Casa, y más
cuando se trata ele una alhaja que se considera per-
dida. »
En la imposibilidad de hacer reconocer en la mis-
ma Córdoba los restos .<le la imprenta en el estado en
que se hallaban, Vértiz ocurrió al único arbitro de que
podía echar mano, escribiendo sin pérdida de tiempo
Hl Padt·e Parras para que, acondicionamlo todo lo me-
jor <¡ne fuera posible, procurase su inmediato transporte
á, Buenos-Aires, en la inteligencia de que se abonaría
al Colegio el legítimo valor de la imprenta, siempre
que pudiera hacerse uso de ella.
No había aún, en efecto , expirado el año, cuando
Parrns tenía encajonado todo y lo enviaba á la capital
del vireinato en mrn carreta de un vecino de Córdóba
llamado Felix J uúrez, quien á principios de febrero de
1780 depositaba su preciosa carga en las riberas del
Plata, mediante el módico precio de cuarenta pesos.
Cuando todavía no se despachaban de Córdoba los
materiales de la imprenta, don José de Silva y Agniar,
«librero de Rey y bibliotecario de las libreri<1s del Real
Colegio de San Carlos de Buenos-Aires » hablaba al
Virey en los términos que siguen:
« ••• Con motivo de la expatriación de los Regu-
lare8 del Nombre de Jesús, á, cuyo cargo estaba eu la
ciudad de Córdoba, provincia de Tucumán, el colegio
de enseñanza que llamaban Convictorio, nombrado N ues-
tra Señora de .Mom;errat, quedó sin servicio una im-
prenta con todos los utensilios, que dichos Regulares
habían costeado cou los fondos de dicho Colegio, ha-
ciendo á su beneficio las impresiones. Verificado el
extrañamiento, se ernp~zó á disipar aquella oficina, cor-
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tando la viga de la prensa para destinar á otro uso la
pieza donde estaba 8Ítuada, é inutilizándose la mayor
parte de los moldes, según lo tiene entendido el supli-
cante.
« Habiéndose aumentado la dependencia de esta
capital por muchas provincias subordinadas, es conocida
la falta que hay en ella de una imprenta para la8 vá-
rias ocurrencias <1ne se han de ofrecer en un tan va:'lt.o
gobierno, y ha de despachar órdenes circulares, y ha
de dar avisos al público, ó ya formar algunas orde-
nanzas; y aunque no fuese más que por razón de or-
denar el rezo ó calendario eclesiástico en cada un año,
así para esta catedral y sus dependientes, como para
otras iglesias del vireinato: es cierto ser una imprenta
en esta ciudad muy benéfica para remedio de tanta
urgencia, y le podría ser útil en esta capital á los niños
expÓ:ilitos, mediante alguna renta. fija (de que carecen en
lo presente) formando á su costa la dicha imprenta,
señalándose al suplicante casa con piezas oportunas para
las impresiones, y la tercera parte de sus respectivas
utilidades, las cuales no verificándose, tampoco se pre-
tenderá cosa alguna por razón de trabajo personal, pero
que deje la dicha impresión de rendir utilidades, parece
no ser verosímil, con tal que el privilegio á favor de
dichos niños sea concedido por suprior decreto de V. E.
en nombre del Rey nuestro señor, sin que ninguna otra
persona, en parte alguna de este vireinato, pueda impri-
mir cartillas, cateci:'lmos, catones, calendarios y rezo ecle-
:,;iástico, y que la venta de todo ello haya de celebrarse
precisamente en la casa de dichos niños ».
Aunque este memorial fué presentado al Virey en
noviembre de 1779, aquél pudo con razón estampar
en la providencia que recayó en el escrito de Silva y
Aguiar, que habiéndose tomado anteriormente por el
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ni
Gobierno las medidas convenientes para la conducción
de la imprenta, luego que ésta llegase se daría la re-
solución del caso.
En abril del año inmediato siguiente, el bibliote-
cario del Real Colegio de San Carlos, sabedor sin duda
de que la imprenta había llegado, deseando precisar más
la propuesta que tenia hecha, estableció las siguientes
condiciones para correr con la instalación y posteriores
trabajos de impresion:
I.-Que se le había de entregar la imprenta con
todos sus útiles, reemplazando aquellos que faltasen y
suministrándosele lo presiso para poder trabajar;
II.-Que se le había de conceder el título de ad-
ministrador general, en nombre del Rey, por tiempo de
diez años, siu que otra persona alguna tuviese inter-
vención en el negocio, á no ser el encargado de tomarle
las cuentas, al fin de cada año, de los beneficios que
produjese, de los cuales debían sacarse los sueldos de
los dos ó tres oficiales que por el momento era nece-
sano ocupar;
III.-Que todos los catones y catecismos <¡ne hu-
biese en el di::3trito del vireinato se habían de recoger,
y tasar á un precio justo, parn venderlos eu adelaute
por cuenta de la Casa de los niños Expósitos;
IV.-Que en todo el distrito del vireinato 110 ha-
bía de haber más imprenta que aquélla; y
V.--Fiimlmente, que el solicitante tendría por pre-
mio de su trabajo y cuidado la tercera parte de las
utili'dades líquidas <1ue dejase el negocio, después de
dei-icontados los ga:,;tos Lle papel, tiuta, oficiale::; y demás
(} UC fue::;eu preciso:,;.
El Virey no se creyó en el caso de resolver por
sí ::;olo la. propuesta de Sil va y Agnic1r, y, así, pidió
desde luego informe al Abogado Fii:>cal. E::;te funciouario,
G4
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un mes mi'Ís tnrde, en 19 de mayo de 1789, expre-
saba:
cEl establecimiento de esta oficina es de los más
útiles que hasta aquí se han excogitndo para que por
su medio logren las artes su incremento en las várias
producciones <le sus alumnos.
«El previlegio exclusivo por el término de diez
años, con lns dem~ís condiciones que estipula el dicho
impernnte, habiéndolas examinado el Fiscal, no le pa-
recen distantes de lo regular y just.o, por ceder la mayor
parte de utilidades que puedan resultar á brneficio de
la Casa de Niños Expósitos y de su permanente ali-
monin, que es otro objeto no menos piadoso y digno
de toda atención. Pero en caso que se intenten imprimir
algunas otras obras fuera de la que se expresa, c:omo
peculiares para el sustento de los dichos niños, se tendrá
presente la ley XV. tít. XXII, lib. I de Indias, que
habla de las impresiones de libros, y sobre que éstas
no se puedan verificar sin prévia censura por parte del
Superior Gobierno y Ordinario Ecleciástico, y con la
ealidad de entregar los veinte libros que se han de re-
mitir á. la Secretaría del Supremo Consejo de Indias,
según se halla prevenido, dándosele aviso á V. E. se
sirva adherir á ella, para su real aprobación».
Cuatro <lías después de firmado este informe, el
Virey comisionaba al brigadier don ,fosé Custodio de
Saa y Faria para que procediera á practicar el inventario
y tasación de la. imprenta, asociándose para ello con
personas de su entera satisfacción.
Saa y Faria trató de cumplir en el acto con aquella
diligencia, pero tropezó con el inconveniente de que en
toda la ciudad no había más perito en la materia que
el mismo don José de Sil va y Aguiar. Hubo, pues, de
asociarse con él, y entre los dos encontraron ocho ca-
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jones de letras, la mayor parte mezcladas y confundidas,
empastelrtdas como diríamos hoy, algunas usadas y otras
que aún no habían servido, con un peso total de ciento
once arrobas diez libras, cantidad en verdad considerable
para aquellos tiempos y . lugares. En cuanto á las piezas
ele la máquina, se hallaban las principales, aunque en
parte deterioradas, faltando otros accesorios que era pre-
ciso fabricar en la ciudad para poner la prensa en es-
tado de trabajar. Por fin, estimaron todo en la suma
de mil pesos, que oportunamente fueron abonados al P.
Parras, por cuenta del Colegio de Córdoba.
Vértiz aprobó esta tasación y desde luego, en 6
de Julio del año que corría de 1780, mandó hacer en-
trega de todo á Sil va y Aguiar, con asistencia del Es-
cribano de Gobierno, para que diese fé del acto.
Quedaba todavía, después de la compostura y or-
denación del material, por preparar el local en que
debía funcionar el establecimiento, y á este fin se dió
comienzo á los trabajos el dia 6 de marzo de aquel
año, y se continuó en la obra hasta d~jarla completa-
mente terminada el 7 de julio, -esto es, en el término
preciso de cuatro meses,-en cuya fecha mandó el Vi-
rey entregar la llave á Silva y Aguiar. El total de los
gastos h~1bía ascendido á la suma de novecientos ochenta
y un peso cuatro reales, que se mandaron cargar á. la
cuenta de la Casa de Expósitos.
Silva se recibió, en efecto, de la llave; pero parn
comenzar el trabajo se encontró con que le faltaban
los útiles siguientes:
Cinco galeras de madera; cinco componedores; cinco
volanderas; dos divisorios y dos mordantes; dos bolas
para dar la tinta, y otros utensilios menores, sin contar
lo principal para la impresión, el papel; y lo cierto fué
que entre estos utensilios, las herramientas y otras me-
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ni
nudencias hubieron de gastarse todavía ochocientos
treintn y tres pesos cuatro reales.
Por fin, el 21 de noviern bre ponía Vértiz sn firma
al pié del siguiente decreto:-« Vistos los autos y dili-
gencias de lo obrado para establecimiento de la Imprenta
á beneficio de la cuna de Niños Expósitos de esta ca-
pital, con lo representado por don ,José de Silva y
Aguiar en su proposición de catorce del último Abril
y lo acerca de ello expuesto por el Abogado Fiscal,
hallándose verificadas la primera y segunda condición
con la entrega que se le tiene hecha de la casa desti-
nada para la dicha Imprenta, con todas las viviendas
y oficinas necesarias, como también los moldes, y útiles
de dicha oficina, y reemplazadas las piezas que faltaban,
sin que se eche menos cosa alguna para su uso, de
todo lo que se repetirá nuevo inventario individual por
el presente escribano, con intervención del brigadier
don JoEé de Saa y Faría, cuyo recibo firmará el dicho
don José de Silva.
«En cuanto á la tercera, se le concede el título,
cargo y ejercicio de impresor con general administracióu
de dicha oficina por el tiempo ele diez años, bajo la
calidad de dar en cada uno ordenada la cuenta de dicha
administración, para que se vea y examine de órden de
este Superior Gobierno.
«En cuanto á la cuarta, sobre que se rec~jan to-
dos los catones, catecismos y cartillas en el distrito de
este vireinato para que, pagándose á precios justos, se
vendan por cuenta de los Niños Expósitos, á efecto de
precaver todo fraude en la aplicación de este ramo y
que desde luego corra por cuenta de la Cuna, indigente
de subsistencia, se darán las providencias correspon-
dientes para que, sin pe1:juicio de los poseedores de
estos efectos, se recojan y paguen á precios justos en
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todo el vireinato y se vendan en adelante á beneficio
del sujeto agraciado.
«En cuanto á la quinta de dichas condiciones, se
concede este previlegio exclusivo para la impresión de
cartillas, catecismos y catones, con tal que desde luego
se proceda á 1a ejecución de estos impresos, de que no
puede carecer el público, por los ejemplares más con-
venientes y con las ediciones que adaptasen á las cir-
cunstancias del país, y con las licencias preveuidas por
las leyes.
En la sexta se considera que poniendo la Cuna
por fondo de este estab1ecimiento, la casa, moldes y
demás útiles, habiendo expendido ~ólo en muebles y
refacciones cerca de tres mil pesos <1> y lo que es más,
el predicho previlegio exclusivo del ramo de impresiones
aplicado á la. dicha cuna, de que se hace partícipe el
impresor en esta partida, y que no lo es ni queda ex-
puesto á pérdidas, parece equitativo se contente con la
cuarta pnrte de todns las utilidades, deducidas expensas y
los mozos de que se habla en la tercera condición; con tal
limitación que pnra que conozea la atención que se
tiene á su beneficio, siempre que la dicha cuarta pnrtc
uo alcance á cuatrocie11tos pesos en el año, se le haya
de considerar dicha tercera parte: todo lo c1ue, aceptán-
(1) De liL cnent:t prcReutn<ht por D . Manuel llotlriguez <le la Vega en 22 tle mayo
11<! 178:1, rc~ultan las partida.s siguicnteR:
-- «Por orden de fi de fobrero 1lc 1780 entregué ruarcnta. pesos :i. J'clix Jmírez
i1or r.ornlur<'i6n 1lc In. .Imprenta «lcslle Vórtlobn. :i. CÍ'\ta. cit11la.1l.
--Por otrn. tlc B de cwtuhre cnt.rcgné :í.. D. Benito ltniz no\'er.iento:;: orhcnta .r nu
J1CROS, ruatro rea.les, im11orte <le rna.tcria.lcs y ga.~tos }):tra. lu. rcf'aeeiüu dt· la. Uasa. rlc
Imprent.a.
- Por otra <le 31 <le marzo de 1781 entregué :t D ..fosé <le Silrn por las dtlrieras
que se 1n1Rieron C'D. las Ytmta.nas <le la rasa tle In. Imprenta. no\·enta pesos Y <•.iuco
reales.
-Por otra ór1lcu <le S. E., <le l'i <le junio <le 1782, <ali~li zc al escriLauo <Ion .Josof
Zenzano non~nta 11eRos porque f:a.r1'1 lo~ tc:-;t.imonioR ele los cxpc<lir.ntcs olira1los soLre
1
poner la. Imprenta. y creC'ción tlc la Ca:::.a. de Ex1u'>::1ito~ en esta <':l.pita.I tlc Buenos-Aires. '
Como se ,.é, esta cu"nta con•ign:t una <le l:ts 11arti<l:ts :rnot:t1las cu el texto , y al·
gunas m:ís pero omite otras que acaso no ·pasaron por mano <le Ro<lriguez tle l:t Vega.
GS
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dose coil las condiciones <le esta provi<lencia por el
interesado, se procederá desde luego á, su ~jecución,
bajo la general aprobación <le Su Magestad, á quien
se dará cuenta por próximo correo.-VÉRTiz-El .Llfm·-
quéz de Sobre Monte.-(Hay una rúb1·ica del Assesor
General)».
E ste decreto, que bastaría por sí solo para honrar
la memoria de Vértiz, fué notificado al impresor el 13
de diciembre.
Pocos meses después, Vértiz hacía llegar á manos
del Padre Parras la c~rntidad de mil pesos, en que ha-
bían sido estimados los materiales de la imprenta que
había remitido de Córdoba. (tJ
Quedaba todavía, conforme á lo pactado, que soli-
citar la real aprobación. El Virey había querido, con el
celo que le animaba en rst: negocio, dar cuenta de todo
al Ministro don Manuel Ventura de Figueroa por el
primer correo, y en efecto, el 2G de enero de 1781,
le decía, entre otras cosas referentes á. la Casa de Ni-
ños Expositos de la Capital:- «Para que· no descaeciere
obra tan acepta al Eey y util al público, se adoptó el
de una imprenta, cuyo productos libres cediesen en be-
neficio de dicha Casa.-Este arbitrio que, á la verdad,
podía en grnn parte contribuir á su permanencia, tro-
pczalm desde luego con In falta de fondos para cons-
truir habitación competente y comprar un pedazo 1le
sitio necesario nl mmu:;jo de aquella oficina; y, asi, fué
(1) lle :u¡uí la anotn<·ión <le la rcsJJcctiva pnrti1ln, ,egún rucn ta general del tesorero
<le l:i Carn de Ex¡iú~itos d on Manuel llrnlrigurz ele la Ycga, Jll'escntndn en 22 1le mayo
tic 178B:
~ Por c'1nlf'n clcl 27 de ortubre 1le 1781 entregué 1nil lH~so~ al atlrninistrador del Co·
lcgio C1:nYietorio de la f•irnl:ul de Cüriloba tlel Tucmn:í.n con inten·cnci,)n tlel re\·erentlo
padre Fr. Pedro .J<1~cf t.lc Parnt:-:, redor Lle él, en qne se c:.:.tirntÍ el ntlor d e la Im ·
tire nta. de ttid10 ColPgio, y hoy cfl.t:í en u:::.o en C8ta. ca.pita.! , por t•ucnta ele la Ca:-ta. 1lc
Ex¡i<isito", romo lo a<'rcdita el rc<-il.io <1uc pn;aron :t farnr de don Francisco An tonio
Diaz, 11uc liizo el pag(J tle mi ünlcn .r p:í.rn en mi poclcr.•
G\J
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in dispensa.ble ocurrir segunda vez á. la Junta •principal
de Aplicaciones, que, obrando por los mismos principios,
tuvo por justo destinar un alrnacen viejo, cuya recom-
posición ha costado á. la Casa ingente cantidad; y tam-
bién un pedazo de huerto contíguo al Colegio de San
Ignacio ...; de modo que esto rná.s se ha aplicado <le los
bienes de temporalidades en beneficio de tan piadoso
y público establecimiento.-Consiguientemente doy cuen-
ta á S. M. de todo, por medio <le V. E. suplicándole
se sirva inclinar el real ánimo á la respectiva aproba-
ción, pues la obra es utilísima y llena de piedad". <1J
Dos meses más tarde se recibía. en l\Iadri<l este
deRpacho, que desde luego se pasó en vista al Fisral,
cuyo funcionario, según parece de la certificación del
caso, solo lo devolvió en enero de 1784. <~)
Este es el hecho, lo repetimos; pero al parecer, se
había. prescindido del dictamen de aquel alto empleado
al despacharse la real cédula en que se aprobó la fun-
dación de la Casa de Expósitos y el estahle('.Ímiento
de la Imprei'it.::1 que se le anexaba, que dice como
sigue:
EL REY.-Verey, Gobernador y Capitá.n general
(1) Vértiz en la mmnoria de: U obierno 4Uc 1h·.ic'1 :í su suf'c¡::m·, firma.da en 12 lle ma.rr.o
de 1784 y pnblicml:i en lae ¡1:igina¡: ~88 ,. •ii.:uit·ntcs 1le! Tomo III <le l:i Ue,,;., ta del
nrcki,,;o y1:neral cfr 1JuP?1nN AircR, dice lo ::iguicntc ~obre la fullllaci(ín de la. Imprenta
en esta. rilul:ul:
.: ¡-:.e eon1pní y puso ~orrientc una imprenta que en el Real Colegio de 1\fonserrate
estaba abn.ndonada rnuehos afio:::, que, ¡ior lo mi~mo, :i m:i..s ele su ]lrinc·i11al precio f'ué
muy co$fO$:t sn rec~o mposic:i<ín; arbitrio que, ;Í. in:·íi;; dt! rendir alguno:::; ingrc~os :i. esta.
Casn, también ¡1ro1H>n·iona al }túblico lo R útilci:: cfoc·tc~ de In. JJrcnsa.. 11
Y Juego agrega, con lc1dtima satisfacción: L.
«De todo inform é al Su premo Consejo con testimonio de kf' expediente:;:, y fué tan
ronformc :\ la 1>i 2<la1l de S. M. 1•,tc cstablerimicnto y Jos medios in1licados 11arn l:t
11ernulncneia, que s.e sirvi1í a11robarlr.8 ¡ior Hl rl'al dcc:rcto <le 13 de septicmLrc de 178.'3,
y aún el darme grn«ia¡.: ¡Jor <'1 notorio zl'lo ron (1ue me cBmcralJn en el servicio <le Dios
y suyo.,
(2¡ I ,os documentos de que n os hem<• ; ervidn cxi;:tcn-algunos de ellos oridnales
-en el Archivo de los ,Jernitas que se l'omerva en Ja niblioteca Nacional de Santia-
go de Chile.
'º
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•
de las provmcrns del Rio de la Plata.-En dos cartas
de veinte y seis de enero <le mil setecientos ochenta.
y uno, acompañadas de sus respectivos testimonios,
exponéis que, acredita.da por una completa. información,
recibida (t. instancia <lel Procurador Síndico general, la
urgente necesidad de establecer en esa' ciudad una Casa
de Cm1a ú Hospital <le niños Expósitos, para. evitar en
el mo<lo posible los funestos experimentados sucesos, y
proporcionado por la Junta. de Temporali<la<les ocupa-
<1as (t, los Regulares de la extinguida Compañia, con la
aplicación de varias casas, algún fondo para esta hlecer
la reforida obra pía, la pusísteis en práeticn; y no sien-
do suficiente la referida. dotación, cliscurrísteis como nr-
bitrio conducente á. este fin poner una Imprentn, muy
util y aún necesaria en esta ciudad: en cuyo concepto
y para excusar dilaciones, dispusístcis recoger y poner
corriente, aunque á costa ele no pequeño gasto, una
que e;;:;taha abarnlona<la muchos años había en el Co-
legio de Nuestra Señora de l\fonserrat. de la ci ndnd de
Córdoba cld Tucnmán: y mediante ser tan pia<lm:o d
objeto del establecimiento de la referi<la Cas<1 Hospital,
y de la Imprenta aplicada á ella, y hm conducente para
su permanencia mi real aprobación, lo hacéis presente
para <}ne me digne coneederla. Y habiéndose visto en
mi Consejo de las Indias con lo que dijo mi Fiscal, y
consultándome sobre ello; he venido en aprobaros cuanto •
habéis ejecutndo en este caso, dándoos gracias por el
notorio celo con que os esmer(tis en el servicio de Dios
y mío; esperando continuéis con el, como hasta aquí.
Fecho en San Ildefonso, á trece de septiembre de mil
setecientos ochenta y dos.=YO EL REY.=Por mnn-
dado del ReyKtro. Señor.=Mig1tel de San llfarfin
Cueto=(T1·es 1·úlm'cas).=Triplicado.=Al Virey de Bue-
nos Aires, a.probando el esta.blecimiedto hecho en aqnella
íJ
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ciudad de una Casa de Cuna, y medios de que se ha
valido para su subsistencia.»
Ignoramos el <lia preciso en que se recibió en Bue-
nos Aires la aprobación real; mas, en todo caso es lo
cierto que cuando se cornunicn ba á V 6rtiz hacía. tiempo
á que funcionaba ya la b1PnENTA DE Los N1Ños Ex-
PÓSITOS.
Se recordará que la carreta de .Tuárez que traía
de Córdoba los útiles de la Imprenta llegó á. Buenos
Aires á principios de febrero de 1 789 y que el 23
de mayo, Vértiz comisionaba á 8:rn y Faria para que
procediese á. inventariarlos, corno en efecto lo hizo,
acompañándose de Silva y Aguiar; pero que en reali-
dad, la entrega de todo á este último no se efectuó
sino á. principios de julio. A pesar de eso, bien fuese
porque se desease tener el comprobante de los ronoci-
mientos de Silva y Aguiar en un arte que era entonces
desconocido para todo el mundo en Buenos-AireR, ó
porque aquél se anticipase á suministrar una muestra
de lo que era capaz de qjecutar en ese orden, es lo
cierto que ya en 16 de mayo de aquel año, el Virey
podía estampar su firma al pié de un formulario de
nombramiento para empleos de milicias. La simple
inspección <le ese documento manifiesta que aún no
se encontraba á mano el grueso material de la Im-
prenta; la tinta parece improvisada, y ln impresión es
mala; pero de todos modos esa focha del 16 de mayo
de 1780 debe señalarse, mientras no se presente prueba
en contrario, como la inicial en los trabajos del arte
tipográfico en esta ciudad.
Designóse en un principio pera local en que debía
funcionar la Imprenta una casa vieja, «donde actual-
mente, dice un documento de la época, se está. edifi·
cando la obra del Real Colegio;» pero dentro de poco,
-,,
'"
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se intimó al interventor del establecimiento don Alfonso
Sánchez Sotoca que la desocupase para poder continuar
la construcción de dicho edificio. Propúsose el caso al
Virey, quien aceptó el arbitrio que aquél le indicaba
de tomar á censo enfitéutico algunas casas que habían
sido de los ex-jesuitas, en lo que convino la Junta de
Temporalidades. Procedióse, en consecuencia, á hacer la
tasación; pero como aquélla no aceptase el precio que
se había asignado á la propiedad, nombró diputados
que la retasasen. Entregado, en consecuencia, el nuevo
local á Sánchez Sotoca, se le dieron, además, tres mil
pesos en dinero, los que, unidos al valor asignado al
edificio, vinieron á formar la suma total de once mil,
sobre la cual debía pagarse el tres por ciento de censo
anual, ó sean treinta pesos, al mes. En el local indi-
cado, se fabricaron tres casitas, que producían treinta
y cuatro pesos, esto es, algo más de lo que los Expó-
sitos debían pagar á las Temporalidades, exceso que,
según los cálculos hechos, servía para atender á, las re-
paraciones que demandase la conservación de la propie-
dad que en tan buenas condiciones pasó á ser de los
Expósitos.
«Con los fondos y esquina que me quedó, refiere
Sánchez Sotoca, se labró una famosa sala de composi-
ción, se acomodó otra para las prensas, se hicieron otros
dos saloneo que caen á, la eoquimt para la venta de los
impresos; resultando de esta grande operación que cuanto
en el día se ve se emplea en toda la Imprenta, lo lo-
gran los Expósitos de balde.» <1J
La casa quedó, así, situada en la esquina de las
calles del Perú y Moreno. En la misma esquina estaba
la tienda~ gran pieza de unas cliezinueve varas de largo,
(1) R cprt •cnt<1ción al Viroy , Lle 2:; lle octubre Lle 1874.
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donde se vendían los productos del taller, que tenía
dos puertas y una ventana á la calle, y otras dos
puert~s, una que comunicaba con la trastienda y otras
con el patio. En el interior se veía un mostra for de
diez varas de largo, una alhacena cerrada, un estante
grande y una armazón de tablas delgada,;; que abarcaba
todo el frente y dos costados del al mac~n.
La trastienda. con puerta al zaguán y ventana al
patio, tenía también eu alhacena y un altillo, á, que
daba luz otra ventanita que caía igualmente al patio.
Se entraba por el zaguan, que tenía su puerta ::>e-
parada á la calle, á la sala de composición, alumbrada
por cinco ventanas con vidrios, y en cuyo interior se
había puesto várias cuerdas atravesadas que servían
para colgar los pliegos ya impresos. Regufa luego Ja
sala que se llamaba de Imprenta, con bóveda y tres
ventanas, y en la que, además de la prensa y sus útiles,
se veían dos como alhacenas colocadas debajo de los
arcos.
En la casa había, asimismo, dos cuartos de médias
aguas, cocina y otras oficinas, y en el patio un pozo
con su rondana y balde respectivos.
Tal era la forma en que estaba instalado el esta-
blecí miento. Corno útiles tipogrrtficos contaba con una
prern;:L fle imprimir, de hierro, una de madera, <1ue de
ordinario andaba de::;compuesta, una pecp1eña para apre-
tar papel y do:; para cortarlo. Como anexo á las pren-
:;as, exístia «un tórculo grande» de <p1e el impresor no
hacía uso, porc1ue gastaba ele ordimfrio uno de su pro-
piedad; cuatro me::;as de diver:;o:; tamañús y formas; tres
hancm;; dos tinajas, una del Paraguay, con pié, y otra
«pampn;» una piedra de amolar, tablas para mojnr y
secar papel, seis ::;illa:; de v<H1neta y otros de pequeños
utensilios, desde el farnl con su::; vidrios eternamente
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rotos, que se colgaban por las noches del lado de afuera
de la tienda, y los dos candeleros de cobre con que se
alumbraba el interior de ésta, hasta la ratonera de
alambre. Las prensas tenían de repuesto seis pares de
punturas, una llave para apretar tornillos, dos visagras
para el tímpano, un martillo y un compás.
En el departamento de cajistas no consta cuantos
chivalestes hubíera pero contaba con siete galeras y
quince cajas con letras de los diversos tipos, y cuyo
contenido se repartía en la forma siguiente: dos con
letra «parangona» y bastardilla; dos con «atanasia » de
ambas formas; dos de «glosilla,» con la misma separa-
ción; dos de «entredós; " otras tantas de menuda; dos
de misal, redonda, y una con bastardilla y viñetas; una
de mayúsculas, y otra de lectura, gorda. El peso bruto
de estas quince cajas era de cerca de ochenta y dos,
arrobas, siendo de notar que la fundición más abun-
dante entre las que quedan enumeradas era la bastar-
dilla menuda, que alcanzaba á cerca de ocho arrobas y
média. De tipos para obras había cerca de trece arrobas
más, pero en mal estado, y cerca de treinta en los de
lectura, gorda y menuda, que estaban contenidos en
otras cuatros ci~jas. Además habían pasado á la calidad
de inservibles, depués de veinte años de uso, catorce
arrobas y média de lectura suelta, glosilla y entredós;
pero nún restaba del total general, al finalizar el siglo
pasado, ciento treinta y siete anobas de tipo, y como
complemento de este smtido, veinte planchas para saear
muestras de escribir de diferentes letras y de ~í folio, y
trece láminas «para sacar santos,» entre las cuales :¡;e re-
comendaban muy especialmente la de Nuestra Señora de
las Angustias y San Pascual Bailón. Había también cua-
renta letras mayúsculas «dibujadas en madera de boj. • Pl
\1) Li.>t" de lu '1"" me hu c¡¿trcgadu dun Ju"J ele Silva y A g«iar, etc., V de abril de 1783.
75
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Si atendiéramos sólo al peso que acusa la suma
de los diversos cuerpos de letra, el fondo de ht Im-
prenta habría podido considerarse como abundante para
el taller de los Expósitos; pero como mediaba la cir-
cunstancia de que se hallaba repartido entre letras de
cuerpos diversos y algunos de empleo muy escaso, re-
sultaba al fin aquel surtido deficiente. Sin más que
atender á que en la generalidad de los impresos de
cierto aliento salidos de ese taller se nota ya qne des-
pués de algunas páginas compuestas con un cuerpo de
letra dado, se ven á renglón seguido páginas impresas
con otro, es claro- que era porque no había el material
suficiente. Y este hecho que parece desde luego tan
anómalo, encuentra; á la vez, su explicación en los do-
cumentos. Hubo, en efecto, circustancias en que fué
necesario suspender en absoluto todo trabajo, aún el
de los periódicos, pam dar preferencia á una publica-
ción oficial, porque 110 había elementos suficientes, ni
en el personal-como luego lo hemos de ver-ui en
lo material, para atender l:Í más de una obra á la vez.
En efecto, á principios de septiembre de 1802 en <pie
se publicaban á un tiempo en Buenos-Aires los perió-
dicos el Ttlégrafo Mercantil y el S emanario de Agr i-
cultitra, hubo necesidad de suspender la edición de
ambos durante veintiocho días, que fueron los q_ue
tardó en imprimirse la Instrucción de 1·cvisitas ó ma-
triculas, en virtud de orden superior, que el primero
de los periódico8 mencionados anunciaba en los tér-
minos siguientes en su uúmero de l O de septiembre
de aquel año; como una satisfacción á sus suscriptores
por la falta involuntaria en que respecto de ello::; iba
tÍ incurrir:
«Como no hay más que una Imprenta con do::;
oficiales compositores, y ésta debe siempre preferir á
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otra cualquiera obra las que pertenezcan al real ser-
vicio, pricipalmente si urge su impresion, se advierte
á los ,sefíores suscriptores, tanto de este Téle,qrafo, como
del Semanario, que uno y otro periódico se suspenden
por todo el pre3ente mes, poco más ó menos, é ínterin
dicha oficina puede expedirse del trabajo que se le en-
carga en la superior orden del tenor siguiente:
«Teniendo resuelto la .Tnnta Superior la impresión
de los ejemplares necesarios de las Instrucciones res-
pectivas para la Contaduría de Retasas y Cobranza de
Tributos; deberá V. inmediatamente proceder á imprimir
este trabajo, cesando en cualquier otro que se halle
ejerciendo, aunque sea de los periódicos semanales, por
ser aún más urgente la necesidad que hay de aquellos
documentos, que deben indispensablemente caminar al
Perú en el primer co1Teo.=Lo prevengo á V. de orden
de la citada Superior Junta, dándome aviso de quedar
en e::;ta inteligeucia.=Dio::> guarde á V. mnd10s años.=
Bneuos-Aires, septiembre 6 de 1802.=Anton,io Car-
rasco.=Señor don Agustin de Garrigós. »
«La escasez de letra con <pie se halla nuestra única
imprenta, declaraba Vieytes en el Semanario de 7
de abril de 1805, hace imposible la edición de las
noticias publicadas en pliego separado.»
«He anticipado la publicación de la mitad del
libro, deeía en 181 O el doctor l\Ioreno, refiriéudose á
su trndución del Contrato social de Rousseau, porque
precisan<lo la escasez de la imprenta á, una lentitud
irrc 11ie<lible, podrá in::>trnirse el pueblo en los preceptos
de la parte publicltfla, entretanto que se trabaja la im-
presión de lo que resta.>>
Sería inutil que continuásemos citando otros tes-
timonios en comprobación de un hecho que aparece
justificado, como decíamos, cou la mera inspección de
"
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los trabajos salidos del taller bonaerense. Pero este mal
se había hecho sentir casi desde los primeros días en
que la imprenta que perteneció á los jesuitas fué trans-
ladada de Córdoba, mal en que sin duda alguna no
tuvo poca participación la culpable tolerancia de los
franciscanos de aquella ciudad en haber permitido á los
muchachos del Colegio de l\fonserrat que sacaran á su
a11tojo las letras y dejasen así descabaladas las diversas
suertes con que en un principio contara. En efecto, ya
en 1 784 el administrador encargado de la dirección del
establecimiento, don Alfonso Sánchez Sotoca, en un
memorial presentado al ]\farquéz de Loreto le decía en
términos bien claros: <da letra que se usa no hay la
necesaria y está gastada.» Y tratando de explicar por
esos días ambos hechos, se expresaba así en otro do-
cumento auténtico: «Advierto que al presente es natu-
ral de la letra haya de menos algunas libras ó tal vez
arrobas, pues naturalmente se va gastando con el uso;
allegándose á esto que se (¡uiebran ó se raspan; otra::;
(1ue se encierran entre las junturas de los ladrillo::; del
suelo; otras que suelen irse en la basura y los barridos;
y otras, finalmente, que pueden haber::;e separado ó per-
dido inadvertidamente, por ser los molde::; ó caracteres
tantos y tan menudos los más de ellos.»
Vértiz que tuvo conocimiento de esto y que no
podía menos de mirar con ojo::; cariño::;o::; un estableci-
miento que él propio había fundado, aceptó cuando se
fué á Europa el encargo de enviar de allí un surtido
abundaute y escogido de tipo::;; pero por catl8as que
ignoraruo::;, aquel di::;tinguido funcionario no pudo al fin
curn plir su cometido. cii
(1) «Dicho ::;dwr Ex1110. , cuenta. ~;í,nchci Sotoca, fué cntarg-ado de enviarme erccida
suma de los mc.iurcs •.inlcnc> 1lc letra que hallase en España .> Vértir. llevó también la
recomendación de ::;olicita.r « ~e pcrpclúc el 11rivilcdo y la orden para que en las ad ua·
18
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El encargo de los nuevos tipos se hallaba aún
pendiente á mediados de 1789. En una acta celebrnda
por la Hermandad de Caridad, que tenía á su cuidado
la dirección superior de la Casa de Expósitos por dis-
posición del mismo Vértiz, ( tJ consta que en el contrato
que sobre administración tlel establecimiento se celebró
con Silva y Aguiar se estampó en la cláusula sexta
«que si se verifü:ase que venga de E spaña la letra que
se ha pedido para el uso de la Imprenta, se le entre-
gará á Silva y Aguiar, pero éste deberá satisfacer los
costos de flete y de derechos que se ocasionen, etc." l~)
Habíase ocupado esta vez para. que procurase el
surtido de tipos que faltaba á un don José Calderón
que se hallaban de viage á la Península, donde, en
efecto, compró la letra, aunque .hubo de pagarse por el
agente de don José González de Bolaños, Hermano
.Mayor de la Hermandad: pero al fin, en marzo de 17\JO
se supo en Buenos-Aires que los tipos tan de::;eados
venían en camino en la fragata de comercio <;San Fran-
cisco de Paula"· UlJ
nas de España, no se vcr1uita el c mbar11uc U.e los imprm;us cita.dos» (cartilla.::;, alma.·
na1¡uc". y catones),
(1) •Por oficio •1uc '' la dcs1>cdid"' me pasó dicho Señor Excclcntbimo, <lcclm·a S:ín ·
chct Sotoca, me ordenó <¡uc dc.ia.n<lo por jefe t.lc la Cas"' tic Expósitos ,;, ht Hermandad
tic la Caridad , me entendiese con el Hermano Mayor ele ella, etc. '
(2) Acta ele 14 ele julio tic 178!1· Ob:;crvación ,;, la ch<rnla indicada.
W) Corno se verá. del at..:hL de la. Hc nminda.d de 27 de uutrzo de 17UO i1uc transcri-
bimos ü. continua.ción, no aparece muy cla.ro el negocio <lcl encargo, ni el moti vo )'ur
el cual :::e protc:;tó la, lctl'a de CaJ<lcrón, <1uicn vara. el en.so había ::;ido provisto de la::;
:-;uuut::; conc:;pondicntcs, ::icgún parece. Aquél :;in duda., distrajo en sus negocios propio::;
los fondos que recibiera y en seguida giró en dc:;cubicrto la letra.
«P or el hermano lJ. Jo:;cph tfonzü.lcs de Bolaño:; se dió razón lle no ha.her tenido
efecto en B::'J>aña l:t lihrnnia dada por }). Jo:;cJ>h C:tl<lcrón ]>ttrn que se rcintcgrn:;c el
dinero que rccibiü pa.ra. com prar y traer letras para. la Imprenta de lo;:; Niños Expósito:::;
por la, cua.l se le hizo cnca.rg-u pa.r<L que l::L nu.Lndasc traer después que llegó á. él::Sta rli-
chu Calderón; cxprc::mndo también 11uc cu la fragata. de comercio l<San l•'ranch;co de
Paula » que había. llcgallo, le rcmitia. dicha letra :;u comhiion~LU.o; y :-:;e resol vió que el
:;cüor Herma.no .Mayor mande reconvenir et dicho Calderón para, que entere en la 11c·
:;orcría de lo~ Niño:; Expü:::ito~ el im1Jortc de ::;u librania, qne ~e ha devuelto y se le
entrega.ni.; y que <licha Tc~orcrfa con libranza del ~cñor Hermano l\r[ayur, ü. cuntinua.-
ciün de la. cucnla (fllC le Jire:;cnte dicho lJola,ños, se le entregue el importe <1uc rc:;ultc
oc le debe; y •1uc la letra •1uc vien e se le entregue al arrcnehttario tic la Casa d e la I m·
prent" <lon .To$eph <le Ri!v:t Ai:ui:tr, con intervcnei<in del mismo Bolaños y D. Pedro
79
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ni
No ha quedado constancia, en cuanto sepamos, de
cual sería la cantidad de letra llegada en esa época; y
si, al fin vino, no sería en mucha abundancia. El hecho
es que sólo catorce años más tarde recién se había
vuelto á pensar en renovarla nuevamente, pidiéndola
por conducto del Hermano Mayor de la Hermandad don
Julián del Molino Torres, cuando era mayor la nece-
eidad á CHusa del considerable aumento de publicaciones
que se empezaba á dejar sentir desde principios del
siglo; pero esta vez como la primera, los tipos no pa-
recrnn.
~{ este respecto dejamos ya consignados los testi-
monios producidos en 1802 por los edictores del Telé-
grafo mercant,i l y del Senianario de agricultura. Oi-
gase ahora cómo se lamentaba por eso mismo el impresor
y arrendatario don José Pérez, tres años después.
Expresaba, pues, éste que su antecesor había ob-
tenido se le diese la Imprenta en arrendamiento por
11ovecientos pesos al año cuando la letra estaba menos
gastada y los utensilios en mejor estado de servicio;
que como él, desde mucho tiempo J,trás, había ejercitado
su aplicación, industria y trab::~o en el taller, podía dar
fe, mejor que nadie, de que los caracteres ele molde
eran escasos en cl::tse y número, y, en parte, inútiles,
por el uso inceFJante que llevaban; que el nuevo encargo
ele tipos, hecho en el año anterior, no sólo no había
teuído efecto hasta entonces, sino que, á causa de las
circunstancias por que atravesaba la península. hallán-
dose en guerra con Inglaterra, era muy posible qne no
::;e enviasen los tipo::;, ó que sí se enviaban fuesen apre-
sado::; por los buques del enemigo. «En este estado,
Dia.z de Vivar, y <1uc ::;e agrc~uc a.I inventario <le lo 1iuc ha. recibido a.ntcriunncnh:; y
que dicho Aguiar >ati>i'a1m <lc>uc lucµ-o en <lieha 'l'<,>orcria de los Expó~ilos lo que cor,
rrs11onda en razon de ,;ra::;t11::; de dicha letra, s.1gUn lo contrat:ulo. ,
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ni
concluía, no se puede trabajar en la Imprenta con los
caractéres que hay porque para hacer algo que com-
pense los gastos más precisos y costos inevitables, es
absolutamente indispensable estar descomponiendo y
volviendo á componer las planas por la falta de las
letras más comunes, y en esta alternativa de trabajar
para una obra, se multiplica el tiempo, las nrnnos y
rjercicio de las prensas, tanto cuanto no puede corn-
pcrnmr el precio los resultados, y, de consiguiente, ·cesa
el fruto y aprovechamiento del arriendo ».
Meses mas tarde se verificaba la invasión inglesa,
que vino á. producir nn auge extraordinario en los tra-
bajos de los talleres de los Expósitos y á. acabar de
desperfoccionar el material tipográfico con <1ue contaban;
pero casualmente en esm; circustancias pudo el estable-
cimiento hacer una adquisición de importancia comprando
(t los mismos inglcs<'s la Imprenta qnc habfon traillo (t
Montevideo.
En esta compra se incluyó la prensa, letra y uten-
silios y cien rcsmns de papel, y cmhnlado todo conve-
nientemente se trajo (t Buenos-Aires en octubre de
1807, en la fragnta «Confianza» y al cuidmlo de don
Francisco Trelles. Importó todo sólo tres mil ciento
noventa pesos, pues aunque la Imprenta Sf> trató en
cinco mil, esta suma se pagó con tres mil quinientos
cincuenta. y una libras de cascarilln, que, en realidad,
costaron mucho menos, por haber sido sacadas de los
almacenes del Rey.
A refuerzo tan considerable, que sin dúda. duplicó
por lo menos o¡ los elementos de trabajo con que con-
(1) J,:1 imvrcnta <'<•lllJ•nula :í lo• inglcecs fué In do !:e ' Estrella del Sur-, con la rual
ec editaba en Montcritlco el peri<Í11iro 1lc ese mismo nombre. Debía ser m:í.s abun1lante
que h~ tJUC exi::.tía en Bur.nos·Airc~ . 1lcsde que }l()(lÍ:I.. dar ;i. luz rmttro 11:íginnr; lle gran
t1unaS10.
Sl
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ni
taba la Imprenta de los Expósitos, vmo agregarse una
nueva remesa de tipos traídos <le España, que después
de largas peregrinaciones por el mar llegaban al fin á
Buenos-Aires á. fines <le 1809. Eran quince clljones de
letra. Embarcados en el «San Cmnpio», no sabemos
por qué cam:a fueron :í, parar :í. Cnnrnrní, retornados de
allí á, Vigo y conducidos á ésta últimamente en el ber-
~mltín « N nestra Seiíora del Carmen i.. Como cm. de es-
perarlo clespués de tantos tragines esos cajones vinieron
recargados con fletes inverosímiles.,.
Pero al fin se hallaban en la Imprenta, y esta
circunstancias le i)ermitía á su director consig1rnr en un
documento destinado á la. circulación el siguiente aviso:
«Habiendo llegado ele la Península. la copia. de letra
necesaria para el surtido de esta Imprenta, haciéndose
todos los posibles esfuerzos para sen·ir con la exactitud
posible al público, se advierte que en lo sucesivo se
procurnrá desernpefínr la impresión <fol m~jor mo<lo y
{¡, los precios más equitativos que sean compatibles con
los costos de su administración.» <1>
La historia de la. prensa y demás útiles del Estll-
hléci miento es más facil de establecer. La que vino de
Córdoba estaba llena de defectos, los qnc sólo s0 reme-
diaron cuando fué trasla<lada al segurnlo local qne ocupó.
Constabll, valiéndonos de los términos técnicos mmdos
entonces, de las siguientes piezas: dos piemas <le chu-
mazos; torno y gnadao (sic) de lfronce; dos barras ron
sns tornillos correspondientes; cigiieña de hierro ron su
manija; carro con su tabla; timpano; tintero; barra de
hierro para apreüir, con su tornillo; dos pares de pun-
turas; un par de visagrns; dos frasquetas y una rama
con sus tornillos.
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ni
exhibirlas, categóricamente en un princ1p10, y luego sm
los necesarios comprobantes, oqjetando la persona de
Sánchez Sotoca, recibió éste autorización para levantar
una imformación jnrnda, en qne declararon várias per-
sonas al tenor de las interrogaciones que se les hizo,
ya para comprobnr las di versas partidas de la cuenta,
ya para justificar la compra de los ingredientes y ma-
teriales; ya sobre lo qne se hubiese pagado por las
impresiones; ya, finalmente, sobre partidas de trabajos
hechos y que parecían omitidos. El re1mltado de la in-
formación manifestó que había «una falta general en
todo»; y con este motivo, dispuso el Virey nombrnr tres
sugetos «de ciencia y conciencia», que lo fueron don
Manuel Rodríguez de la Vega, don Domingo Pérez y
don Francisco de Basabilbaso, pnra que resolviesen las
dificultades que parecían del exárnen de la cuenta de
Silva y Aguiar, nntorizándoles también poco después, á.
insta.ncii:1s del mismo Sá.nchcz Sotoca, para qne pudiesen
conocer «de cuanto condujese á entablar la cuenta, razón
y precio de los impresos », y á rí'cihir la propia 'del
interventor.
Bien poco puclo adelantar la com1s1on, Silva y
Agniar, que tenfa todas las argucias cfo nn leguleyo,
fué excusnndo su comparcncia. con vnrios recursos di-
latorios, y lo más qne se consiguió de él fué que se
presenta.se ante los delegados de Virey unas dos ó tres
veces, pretextando unos clias que se halla ha en formo,
en otros que estaba ocupado en la entrega de la li-
brería del Real Colegio de San Carlos que tenía ofi-
cialmente á. su cargo; conclnyendo al fin por decir qué
él tendría cuidado de avisar cuando se hallase ya de-
socupado, dfa qné por supuesto, jamás llegaba.
En vista de esta conducta. ele Silva y Aguiar,
Vértiz se resolvió á separarlo del cargo, decretando el
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ni
emhargo de algunos de RUS bienes y nombrando en su
lugar a.1 mismo Sánchez Sotoca, que se recibía de la
Imprenta, el 17 de abril de 1783. Pero Silva no era
hombre que se conformase con semejante temperamento.
En RO de setiembre se presentaba ante el Virey con
un escrito en que le decía: «Habiéndoseme separado de
la administración de la Imprenta, reteniéndoseme al-
gunos <le mis conocidos bienes y acciones, se me han
formado también por don Alfonso .Sotoca unos cargos
que, sobre imaginarios, ofenden mi nombre; y queriendo
los conteste .;;obre el campo para que así no se descu-
bra que los papeles han sido sacados sin distinción de
lo particular mío y de la Imprenta»; concluyendo por
pedir que se le diese vista del negocio, para valernos
de la frase técnica del foro que empleaba; no sin añadir
todavía que atendiese á, que don Francisco Basabilbaso,
uno de los miembros de la .Junta, era enemigo suyo y
pariente <le su adversario Sánchez Sotoca.
Pero como el Virey le diese una providencia poco
satisfactoria, resolvió presentarse ante la Audiencia, de-
mandando á Sánchez Sotoca, y, á la vez, á la Casa de
Expósitos, por el cobro de cinco mil pesos de que le
hacía cnrgo, obteniendo la providencia en extremo fa-
vorable para él como pe~judicial para la Casa, de que
mientras el litigio no se terminase, no se pudiese in-
novar en cosa alguna. ·
En mérito de esta circunstancia, hubo forzosamente
de quedar á cargo de la Imprenta Sánchez Sotoca.
Con la experiencia adquirida, los delegados del
Virey, que procedieron con tanta lenidad respecto de
Silva y Aguiar quizás porque creyeron sus servicios
indispensables en el establecimiento, idenron un arbitrio
que pudiese por lo menos en lo de adelante evitnr la
repetición del mal que estaban palpando. En mayo de
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ni
1785, le pasaban, en efecto, un oficio en que expresaban:
«Habiendo inspeccionado fas cuentas, y hecho el cómputo
prudencial de lo conveniente, hemos acordado que la
citada Imprenta se ponga en arrendamiento, subastán-
dose en el mejor po3tor, y que éste, después del remate,
ó en el acto, haya de dar las fianzas competentes que
aseguren á dicha obra pía de nuestro cuidado aqueÍla
cantidad anual á que se obligase, todo con el objeto de
consultar las mayores ventajas.»
El temperamento estaba bien ideado, y el Virey
en 19 de mayo de dicho año de 1785, lo aceptó en
todas sus partes; ma~, se tropezaba para ponerlo en
práctica con el auto de la Audiencia que ordenaba dejar
las cosas en el estado en que se hallaban en el mo-
mento de la destitución de Silva.
Duraba el pleito ya seis años y recién se hallaba
en estado de fallarse, y lo peor era que los miembros
de la Junta de Caridad, á la par que abrigaban <ludas
sobre su resultado final, veían que la Imprenta estaba
muy distante de rendir las utilidades que habían podido
esperarse. <1l No faltaban interesados para tomarla en
arrendamiento, pero la Junta nada podía hacer á causa
del auto de la Audiencia ganado por Silva y Aguiar.
En tal emergencia, se acordó que algunos de sus miem-
bros se acercasen á éste para que arbitrasen los medios
qne pusiesen fin á ta.l esta<lo de- cosas y aún el modo
(ll En sesión <le la .J.u nta de Carilla<! <le 4 <le 1liciembro tic 1788 se lec: •8e trató
rcs11ccto ;~ los pa.rticularcs 1lc In. Casa tlc los .Niftos J1:xpc'1sito¡;;, q ue se halla bajo la pro·
tecei<'>n y gobierno de esta ll crm an<la<l, y habiéndose conforcncia1lo sobre los asuntos de
la. Imprenta, é informüdo~c que no ¡n·o<luda }1ara Jos gastos que es necesario impender
para su subsistencia, y vistos los memoriales presenta.dos por Agustín <larrigós , l~stcban
Nicolau, y por dicho Agnstin Uarri¡r<\s r Pedro del Castillo, impresores. en rinc Lajo
ciertas cirrunstanrias, solicitan arrernln.rla, se consi<lcró tlesde luego que esto ::cr:í. lo m:í.s
conveniente y util; pero corno lrn.r 1111 plaito ¡1crnlientc con don .José tlc Silva y Aguiar,
que antcriormento n.dministn) ~liehn. Tm¡in•ntn., y (tllC, s<~gún ¡;;u estado, 11arcce que sin
roncluirse ó cortal'$C, no pwlrci. verifi carse el a.rrcndamit•11to: lo~ Hciíorcs eom isionaron á
los Hermanos don Martín José <le Altolaguirro y clon Pcclro Vh·ar para <¡uc practicasen
en el asunto algunas <l!Jigcncias con<lurcntes, y, cvaeuad:is, se reoo1"er:í lo <JUO sea ID•ís
SG
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ni
de transar con él de una manera amistosa las dificul-
tades pendientes. <1> Mediaron al efecto várias entrevistas
y muchos cambios de papeles, hasta que al fin en 2
de julio de 1789 se consiguió que Silva presentase
á la Hermandad el texto de sus proposiciones. Para. dis-
cutirlas se citó con anterioridad á los que componían
la Junta, y reunida ésta el 14 de aquel mes, se resol-
vió que, tanto los cargos que hacía Silva como los que
se formulaban contra él, quedasen «de ningún valor ni
efecto, no sólo dichos cargos, si no los demás derechos
y perjuicios que se han ventilado y promovido en el
pleito que se seguía en la Real Audiencia, el cual se
da por concluso en todas sus partes, en virtud de este
convenio y contrato, y, consiguientemente, en ningún
tiempo se podrá, ni por Silva, ni por la Hermandad,
renovarse ninguno de los referidos derechos ni perJmc10s,
pues todos quedan liquidados y fenecidos en este nuevo
que hacen sobre la administración de dicha Imprenta» ...
En virtud de este nuevo arreglo, se convino en
que Silva tomaría nuevamente á su cargo la adminis-
tración de la Imprenta por el tiempo de diez años,
abonando mil cuatrocientos pesos anuales pagaderos por
semestres vencidos, desde el día en que se recibiese del
establecimiento y comenzase á trabajar en él de su
conveniente, y, entretanto, se procurar:í disminuir todos loR gastos posibles de los que
se hacen, admrnís de los que yn. expuso dicho señor Vi\rar se había tomado la rc:-:olu·
ci<'m <le rebajar.»
(lJ "Los señores don Ma.rtin José lle Altolaguirrrc y D . Pedro Vi\'ar, comision:.ttlns
para 11ra.ctira.r algunas diligenc·ia~ en el asunto de la Imprenta, dieron razt'm tlc qttc el
¡1lcito <1uo huy ¡1cnclientc sobre clln. eon 1lon .Je.sé lle Aguiur, se halln.b:t cu c"tu<lo lle
haLérsclc co1wc1lhlo un término; y habiéndose tra.ta-tlo ti.e e:"ltc particuhtr, ~e rc:mld ó 11uo,
en re~pou1licndo, se 1·iese e l modo <le pedir los uutos y <le tmtar con 11ic ho Agnitl.r <le
cortar y tran:-:ar <lieho 11leito, por los inconvenientes y 11crjuirios que ésto:::. producen
sic1nprc, y porl1ue, mientras dure, no se 11uctle proporcionar el principa.l objeto :i. que s~
clebc aspirar. que es el 1lc poner cu arrewla.micnto la. referida Imprenta, pues la. cxpc·
ricuci:1. ha. manifestado que esto es lo m:is útil, r.orno que la aUministraei<'111 nu ha. pro·
clueido en ei'ta cavital ¡ian.1 sus gastoio(, y que, ~in cmlmrgo de lo que se lut arLitr;u.h
n .•Laja.r cu lo:; emplc:.ulus en dicha [rnprcnta, se .iuiga. t.JUC :rnbcmlcrü. en lo tic adclantt
lo mismo.» Lib1·ol'J de aeuerduli d e {a lff'nnaudad lh /,t Carie/ad, 1727·172fi. Acta d e ~
lle enero <le li8V.
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ni
de transar con él de una manera amistosa las dificul-
tades pendientes. cii Mediaron al efecto várias entrevistas
y muchos cambios de papeles, hasta que al fin en 2
de julio de 1789 se consiguió que Silva presentase
á la Hermandad el texto de sus proposiciones. Para. dis-
cutirlas se citó con anterioridad á los que componían
lá Junta, y reunida ésta el 14 de aquel mes, se resol-
vió que, tanto los cargos que hacía Silva como los que
se formulaban contra él, quedasen «de ningún valor ni
efecto, no sólo dichos cargos, si no los demás derechos
y perjuicios que se han ventilado y promovido en el
pleito que se seguía en la Real Audiencia, el cual se
da por concluso en todas sus partes, en virtud de este
convenio y contrato, y, consiguientemente, en ningún
tiempo se podrá, ni por Silva, ni por la Hermandad,
renovarse ninguno de los referidos derechos ni peiJmc10s,
pues todos quedan liquidados y fenecidos en este nuevo
que hacen sobre la administración de dicha Imprenta» ...
En virtud de este nuevo arreglo, se convino en
que Sil va tomaría nuevamente á su cargo la adminis-
tración ele la Imprenta por el tiempo de diez años,
abonarnlo mil cuatrocientos pesos anuales pagaderos por
semestres vencidos, desde el dia en que se recibiese del
establecimiento y comenzase á trabajar en él de su
com·cnicnte, y, entretanto, se procurará disminuir toclos los gastos posibles ele los que
se hacen , ade1rni,s de los que ya CX}>U80 dicho señor Vivar se hahía. tomado la rc:-<olu-
eiún U.e rebajar,»
(1) «Los scñorc8 tlon Martin José de Altolaguirrre y D . P cJ.ro Virar, cmnh;ion:ulos
para. practirar algunas diligencias en el asunto tle la Imprenta., dieron ra.7.,ín de que el
1>leito que hay pendiente sobre clht con don ,fose clc Aguiar, se ball:ibtt eu c><tuclo de
haLé rsclc con<'.cditlo uu término; y ha.biénclosc trata.tlo de e:;te particular, :?:e rc:;.ohió quo,
en rc>111m<licllllo, se dese el moclo cle pedir los autos y cle trntar con 1licho Aguiar cle
corta.r .r trn.n:-;a.r dicho }Jlcito vor los incon\·enientes y vcrjnirios que ésto~ vrolluccn
1
Si
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ni
cuenta. Mejor dieho, Silva y Aguia.r no sería ya. el
antiguo administrador á sueldo; sinó un verdadero 'ar-
rendatario,
Convínose también en que por quinientos cincuenta
pesos Silva se quedaría con todos los impresos calcu-
lados de propiedad de los Expósitos que hubiese en la
Casa de la Imprenta y en las sucursales de las pro-
vincias; y por valor de tasación, con el papel, mgre-
dientes y otras cosas que existiesen; y en que para.
responder á las resultas del contrato debería dar una
fianza de dos mil pesos.
La Hermandad de Caridad á fin de dar princ1p10
á la ejecución del nuevo contrato dictó sin pérdida de
momento las órdenes necesarias para que Sánchez So-
toca hiciese la entrega del establecimiento, la que tuvo
lugar al dia siguiente, esto es, el 15 de julio de 1789. 0 >
Fué el fiador de Silva y Aguiar un paisano suyo
llamado don Antonio José Dantás. Era éste un co-
merciante portugués que con permiso del Virey don
Pedro de Cevallos se había transladado en 177 7 con
su familia á Buenos-Aires, donde por público bando se
le reconocieron los privilegios de ciudadano español,
con arreglo á los tratados entonces vigentes con Por-
tugal. En realidad, Dantás no había. sido un mero fia-
(1) Acbt <le\ 30 11" gost.o de 178!1: •Re hi7.o ¡ireHcnte por 1\ieho Hermano Mayor ha·
bcrsc conforma.do don .José de Rilni y Agnia.r eon todas la.s condiciones y tlccl:traci6n
que Re hicie ron en el cabil1lo <le gobierno 1\c 14 <le julio J>:t•a<io Roi.Jre el arrendamiento
de la imprenta corrcspon1licntc :t lu. C:t!'a 1lc Niños Expci~itos y 11ue, ;Í. ~u consccucnda,
ha.bía. dado las c'mlcncs rei:-11ccti va:- :í. los :ulministra1lorcs clc imvresos 1lc fuera y reci·
bidosc de. la Imprenta el refcri<lo Sil vn, empe7.nndo :í corrc1· su arrcn1la111icnt.o desde el
15 de julio, :í. razún de los mil cuatrocientos 11eso~ al año que se estableció; que se haga
el correspondiente instrumento y :;e archive, y que el hermano clon }>edro Diaz de Vivar,
a tlministr:t(lor de dicha Ca~a. de Espósito8, c·.ui<le de coLrar lo <~orrcs11ondicntc :í. U.icho
:irrcnclamicnto y el de las ca.sitas a.cccsorias ~í. dicha Imprenta, y de entregar estos im-
portes n.l te:;;m·cro 1lon :Manuel llo1lrigucr. de la V cga., quien debcrü. ~Httisft1ccr ti las Tem-
porali<la,clcR 1lc los trecientos cuarenta. y einco pesos que anna.lmente se satisfn.ccn por los
once mil quinientos 11csos que tiene a l réclito de tre~ pesos dicha Casa de In. Imprenta
de las mismas tcmpornlitla1le8; r para examinar las cuentas que debe presentar de la
a1lmintración de dicha Imprenta don Alfonso Sotoca, se nomi.Jró :i <licho <loo Pedro Diaz
<le \"irnr y <lon Martín José de Altolaguirre,_
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ni
dor, sinó socio ele Sil va y A guiar en el negoc10 del
arrendamiento de la Imprenta.
Durante el primer tiempo los socios marcharon
unidos, pero más tarde se disgustaron sobre el manejo
y cuentas de la administración, de que resultó que
Silva demandó á Dantás ante el Real Tribunal del
Consulado: pleito que se cortó por la intervención de
algunos amigos de ambos en el sentido de que los dos
se presentarían ante la Junta de Caridad, haciendo 8il va
cesión de la escritura de arrendamiento y tomándola
para sí Dantás.
En 24 de diciembre ele 1794 aceptó la Junta sm
inconveniente e8te temperamento, declarando que Silva
y Aguiar quedaba relevado de todo cargo, por haber
cubierto los cánones del arrendamiento hasta 15 ele
enero de 1795; reconociendo como su sucesor, en los
mismos términos pactados y por el tiempo que aún
faltaba para que se venciesen los diez años del con-
trato, á don Antonio José Dantás, y como socio de
éste, á don Francisco Antonio Marradas. <1l
Con el traspaso de su contrato, desaparece toda
huella posterior del primer impresor de los ExpÓ8itos.
Se (1uejaba por esos días de enfermedades habituales,
y acaso no sobrevirfa mucho tiempo á los disgustos
que había tenido que >iOp•Jrtar durante el curso de .su
largo pleito con la ,Junta de Caridad y posteriormente
con su socio Dantás.
(1) Act<~ de Ja Hernrnndad ele 21 lle enero de 17\15: •Por nuestro hermano alcalrle
antiguo administrador de la Casa lle Niños Ex11úsitos don Pedro l>iaz tic Virnr se ma·
nifcstú un cxpe<liente que contenía el llesistimiemto r¡uc h<Lbia hecho don José de Silva
y .A.guiar del arrendimicnto de la. Imprenta. pürtcnccicntc ri. dicha Casa. lle :Expósito~ . y
cesión que hizo en don ~.\ntonio .Ju:;é Dant::í..~. que prestó á ello ~u consentimiento, ohli·
gándosc de mancomún fo. solid1wi con don :Francisco Antonio Marradas: el cual dmdsti·
miento le fué admitido, y recibido Dant:ls 1lc mancomún con Marradas. bajo la misn:a
obligación en que estaba, constituido ~ilva, á. cuya. consecuencia. se otorgó la corrcspon ·
11iente escritura, comprometiénrlose l>antás y Marradas IÍ llenar Jo que falta de Jos diez
años de arrendamiento, que fué el tiempo por el que Hilva .tomó Ja lm11renta. B im·
puestos los vocales, determinaron aprohu.r, c01uo a 11robaron, este nuevo contrato>.
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Cuanto volvió nuevamente á la Imprenta por la
transación, parece que hubiera tenido empeño en con-
quistarse la voluntad ele los que podían incomodarle ó
serle hostiles en sn negocio.
Se le ve entonces prodigar las dedicatorias de los
libros que reimprimia: La economía de la vida hu-
rnana á don .M artín ,José de Altolaguirre; el Tl'isagio
seráfico á don J\Iannel Rodríguez de la V ega; el cate-
cismo de Astete á la Vireina, la esposa de Arredomlo;
y á éste, en 1791, Los siete sabios de Grecia, en que
le dice, á vueltas de una porción de frases banales:
« Espero que V. E . se dignará admitir esta cordial
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en beneficio del público, así en las impresiones, como
en la venta de lo que por privilegio tiene en su tienda:
de que resulta que en su gobierno é inteligencia adqui-
rida en seis años, le dá todos los conocimientos que se
pueden apetecer y desear para el completo desempeño
de dicha Real Imprenta». No podia como se vé,
pedirse declaracion mas satisfactoria.
Y en verdad que necesitaba de tales. recomenda-
ciones en vista de los pretendientes que asediaban á la
Hermandad para que, valiéndose de un pretexto ó de
otro, declarase caducado el contrato últimamente cele-
brado con él como sustituto <le Silva y Aguiar. Se
ofreció pagar un precio mayor; que se ensenaría á. cua-
tro de los niños expósitos á imprimir, componer y en-
cuadernar; se habló de que la fianza del socio Marra-
das no era suficiente, y se hicieron valer otras conside-
raciones que la Junta no pudo menos de tomar en
cuenta, pero que al fin, con la altura de miras que era
de esperar en sus miembros, no se aceptal'On, « á menos,
segun se dijo, que no quisiera dejarse á. la Hermandad
en descubierto y con la nota que no guardaba la debi<la
fé en sus contratos ». <1l
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ni
Era el pretendiente al arrendamiento del taller
don Agustin Garrigós, sargento de Dragones que habia
sido, y que por sus conocimientos en el arte de impri~
mir fué sacado del ~jército para trabajar como prensis-
ta, poco despues de fundado el establecimiento. Había
funcionado primero con Silva y Aguiar, luego con San-
chez Sotoca, y, por fin, con Dantás desde julio de 178!)
hasta octubre de 17Hl, foeha en que se habia retirado
pretextando hallarse enfermo, pero en realidad esperan-
do ir como administrador de un pueblo de l\Iisiones.
Como sus esperanzas á este respecto hubiesen fra-
casado, ideó entonces entrar como arrendatario de la
imprenta, adelantando con cien pesos el canon pactado
con los sucesores de Silva y Aguiar y las demás ven-
tajas que quedan expresadas; pero como la Junta de
Caridad no hubiese podido aeeptar su propuesta, tomó
el arbitrio de qu~jarse al Virey de haber sido poster-
gado en el negocio, pidiéndole, á la vez, que por lo
ménos, se le repusiese en su puesto de prern;ista con
el sueldo mensual de cuarenta pesos.
Don Pedro Melo de Portugal, que servia el cargo
de Yirey, prestó oidos á las reclamaciones de Garrigós,
tratar con nuestro hermano d on Manuel Rodrigucz <le l1t Vega, tan benefactor de Ja
Casa., como que suh~h;tc :í.. sus expcn::;as; :se <lctcrminü que se Je entreguen todos los
papclc~ al señor Hermano J\Ia.yor J>a.ra <1uc tra.tc el a~unto con dicho Vega., avisando
sus resultas, y <JUC nucHtro fl crmano Alcalde antiguo y administrarlor <le la Casa. lle
Expósitos traiga un c8ta.do 11uc lnanific::;le el número <le niilo::; que hay existente::;, :::;us
da:ses, edades y destino::; ú ocupa.cione~.
« 8c leyó por el :::ccrctario u na. carta. dírigid~t al :::;cfior Hormano M:.Lyor iwr nnc8·
tro hermano don '.\1anuel Rodrigue' de l1t \'c:;a, con •tttién 'e ordenó en el acuerdo Lle
vcinta. y tres de }""'c brcro que ::e tratase de la nuc\·a propuesta que hada Agm~lin <hLrri ·
~ú:::; ¡ntra. tomar en arrenda.miento hL Imprenta 11crtcuccicnic .. ~ l:.t eai:ia. de N ifios Ex11ú-
sitos •1uc está. :t. cargo d e c::;ta Ilcrmandatl, cx prc~aw lo en <lidi;t carta. que le pa..rcci;t no
cr¿t admh;ible ht 1iro1mest:.t de dicho liarrigós vur no haberse cumplido los diez afio~ del
asiento con don .Tosef <le Silva. y Aguiar, que Jo tra:-ipasó ;.l. don Antonio .Jm3cf Dantü.s,
íJUC di<) las scgurilla.dcs corrc::i110ndicntes, y se atirohó t.odo por esta. Hcrmand~,d : ¡1or lo
que conceptuaba que no quedaba por ahora arbitrio """" admitir otras propuestas, á
menos que no se quisiese dcja.r ;i, la llcnnarnlad en dc:-:cubicrto y con la nota. de que
no guardaba la debida fé en su:; cuntmtos. ~c¡¡ui<l:i,mentc y :;obre este mismo asunto
de Expósitos, nuestro Hermano Alealdc antiguo y :i,dmini:;trauor <le la Casa don P edro
Diaz <le Vivar, en cumplimiento tic lo ui:;pucsto en el precitado Cabildo <le .veinte y
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ni
y por decreto de 14 de enero de 1706 dispuso que la
Junta le repusiese en su puesto de impresor; recomen-
dándole, ademas, que cuando llegase el caso ele poner
nuevamente en arriendo la imprenta, se prefiriese el
antiguo sargento ~)Or el tanto que otro ofreciese.
Vióse la Junta, con vista de esta órden, en un
verdadero conflicto, desde que estando arrendada la im-
prenta por un contrato debidamente autorizado y no
corriendo, por consiguiente, á su cargo, no podía dar
colocacion en ella al recomendado del Virey, <¡uien lo
exigia de una manera que no daba lugar á réplica. Por
sí ó por nó, sin embargo en acuerdo de 22 de febrero
de 1 706 dispuso que el Hermano Mayor pasase orden
al arrendatario de la imprenta « para que puntualmente
obedeciese la del Virey, avisándole prontamente de ha-
berlo ·ejecutado, noticiándolo á Garrigós y dando de
todo cuenta ~í S. E. »
Cinco dias mas tarde, Dantás ::;e dirigía á la Junta,
diciéndole: <e m nu ::mtecesor en la imprenta don José
de Sil va y Aguiar, ni yo hemos celebrado contrato al-
guno con don Agnstin Garrigós, ni jamás nos hemos
constituido en obligacion alguna de recibirlo y mante-
nerlo siempre como un oficial impresor, ni menos á
contribuir la grue8a cantidad de cuarenta pesos men-
suales. Nosotros solo nos habemos entendido con la
trc8 de }'cbrcro, manife~tó un esta.do U.e lo~ niños que ha.bian entrado en ella d m;ile ::;u
e::;tab1ecimiento, las renta,::; de la.. Cas:L y ::;u::; g-a::::to::::, informando lo conveniente a.cerca
'le! método l}UC ::;e ob:.;crva.ba y los oficio::; que hiLhia. hecho con su bcncfido. Leyóse
i~ualmcntc, otra reprc::::cntacion (lcl 111·opio A~u:;tin <:a.rrigós sobre qnc se Je prefiera
en el dicho <Lrrcnclamicnto 1lc la Imprenta., .r hahiérn.lo~c conf'crenciaU.o larg:Lmente sobre
c::::to::; particulare::::, en que e:q1uso nuestro l lc rma.no Sccrcta.rio que cuando m enos don
.A ntonio .ro:-:ef Da.nt;í.s dehcd.. me.iora.r la:::: fian:r.a.:5 que tenia dadas, no siendo bastante la
ilc don Antonio ~larrada,, <¡uc crn ht •1uc habia dailo, por estar informado que la casa
no era. suya. ¡iropict ::::inó de .:;u mujer; sin emb1i.rgo, se acordó que ::;e guarde y cutnpla
lo tlb11ucsto en cabildo de \·cinte y uno tlc Enero; 11uc ;i, Agustin ()arrige)::; so le d cvuel·
van los papeles que han prcscntatlo; y que el dicho Admin istrador de la Ca!!a de Ex·
flú::;itoti traiga. el c~tado que c·1mprcnda el número U.e niños que hay existentes, ::;us cla-
ses, edades y destinos ú ocu11acioncs, segun se dispuso en el 1>redtado cabildo de veinte
y tres de febrero. •
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ni
Hermandad, obligándonos á pagarle mil cuatrocientos
pesos en cada año, por vía de arrendamiento de la
imprenta, casa, enseres y utensilios, quedando á nues-
tro arbitrio, como lo hemos hecho siempre, el buscar y
recibir oficiales, bien por meses ó bien por tareas, segun
mas nos acomodase; porque como las operaciones de
la imprenta no suelen ser contínnas, habríamos sido
muy torpe::; y muy negligentes en perjuicio nuestro, si
alguna vez hubiésemos celebrado contrato con persona
obligándonos á pagarle por meses y sin intermisíon una
cantidad como la de cuarenta pesos, siendo aquí que
la imprenta suele estar parada lo mas del año. »
Y como el golpe le venia en realidad del Virey,
se presentó tambien ante él, manifestándole que, puesto
que no habia. sido oido en aquel negocio, el decreto de
Garrigós solo podía considerarlo como un simple tras-
lado; que él por su parte, no había celebrado contrato
alguno cou Garrigós, y sí solo con la Hermandad, con-
trato en el cual nada se había dicho respecto á Garri-
gós; que admitía pagar á este, si la junta lo mandaba
los cuarenta pesos estipulados á euenta del arrendamien-
to; y que, fiualmeute estaba tambieu dispuesto á tratar
con aquél. Pidió el Virey, en consecuencia de todo esto,
<1ue se le informase de los moti vos porque había cesa-
do Aguiar y entrado á reemplazarlo Dantás, «como
igualmente de las condiciones, pactos y convenios cele-
brado::; entre la Hermandad y Dantús, y ele la aproba-
cion ó providencias que se hayan expedido por esta
superioridad en ld materia, y de todo lo demás que SP
haya obrado en ella y pueda conducir á formar un
justo concepto para la resolucion de e.::>te asunto. »
Los motivos, contestó la Hermandad, que hubo
para haber cesado don .Jm;é de Silva y Aguiar en el
arrendamiento de hi Casa de los Niños Expósitos, ete.,
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constan de las cópias enviadas á V. E.; y que en cuanto
al contrato celebrado con Dantás y á la cesacion de
Aguiar, no se habia solicitado la aprobacion superior,
( omiRion que parecia hacérsele cargo) por cuanto la
Hermandad Re consideró autorizada para celebrar aque·
llos contratos en virtnd de las facultades que le fueron
conferidas por Vértiz al tiempo de su creacion; y, por
último, que la pretension de Dantás para que del canon
de arrendamiento se dedujese el sneldo del impresor,
significaba un verdadero desfalco, y era, por lo tanto,
irregular é inadmisible.
En tales términos parece que no quedaba nuís
avenimiento que el que el mismo Dantas insinuaba,
esto es, que Garrigós trata~e directamente con él. Se
conocian ambos, y aun Garrigós por conducto de don
11fan1icl Bclgrano Gonzalez, el despnes General, secre-
tario del Cousulado, se había empeñado con el admi-
11istrador de la Cw;a de Expósitos don Pedro Diaz de
Vivar para que le" solicitase acomodo con Dantás, á lo
que 6ste 110 se habia negado, habiéndole insinuado, por
el contrario, que fuese á trab:~ar en su antigua ocupa-
cion y que le pagaría lo mismo que ganaban su reem-
plazante: propuesta que Gai rigós no aceptó porque no
!e produciría los c:uarenta pesos de sueldo que antes
había tenido.
Pero el Virey se desentendió en absoluto del úni-
co temperamento que parecía aceptable, y con visüt de
un nuevo memorial de Garrigós, dirigió u11a nota á la
Junta, previniéndole <pie, « dentro del término preciso
de veinticuatro honis, contadas desde el recibo de la
presente, lleve á puntual y debido efecto, sin réplica ni
excusa alguna, la expresada repoRicion en los términos
indicados, sin perjuicio de lo demás que se manda, y
me informe inmediatamente que motivo pudo intervenir
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para tan notable falta en el Cl¡mplimiento de una úrden
encargada por tercera vez; en la inteligencia de que
quedo á la mira de todo, para expedir con presencia
de sus resultas, las sérias providencias que correspondan
á la naturaleza y gravedad del asunto.,.
Esa resolucion del Virey, arbitraria como era, sin
duda alguna, no aclmiti<t ya réplica. Recibida á las siete
de fa noche del 14 de m~rzo de 1706, se convocó
inmediatamente ~. la Junta para el dia siguiente, se
llamó á ella á Dantás YI á Garrigós, «y enterado aquél,
dice, que la contestacion pasó á }lelo de Portugal, de
la suprema orden de V. E.; que le fué leida por el
secretario de la Junta, la obedeció y ofreció que desde
el dia de mañana 16 del corriente (marzo de 1706)
concurriese dicho Garrigós á la. 'Imprenta para ponerlo
en ejercicio de su oficio con el goce de cuarenta pesos
determinado por V. E.; en cuyo estado se hizo entrar
al espresado Garrigós y quedaron conformes en lo re-
lacionado. ,.
Parecia que despue~ de esto solo restaba á los
miembros de la ,Junta presentar la renuncia de los car-
gos; pero lejos de eso, ¡síntomas del tiempo! todavia
para desagraviar al Virey que tau ofendido se manifes-
taba, la Junta le pasó un largo oficio dando minuciosa
cuenta de todo lo obrado por ella á fin de complacerle
lo que no habia com;eguido, decia, porque la fuerza
era el único remedio que restaba para coneluir el nego-
cio, como en verdad bien claro lo daba á entender
haber ocurrido en el hecho.
X o contento con este acto de arbitrariedad, l\felo
de Portugal procm1ia poco despues á extender en favor
de Garrigós el título de maestro impresor, «con destino
á la Imprenta de Kiños Expósitos, concediéndole las
facultades y exempciones que como á tal le corresponden,
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y el sueldo de cuarenta pesos mensuales que deberá
pagarle el actunl arrendador de ella., segun lo resuelto;
todo sin perjuicio del derecho que el mismo Garrigós
ha representado y le asiste para encargarse del propio
arrendamiento» ....
Dantás, á quien de esa manera se le había im-
puesto á la fuerza el pago del sueldo de prensista, esta-
ba asociado, segun "e recor(lará,, desde fines de 1794
con don Antonio Marradas, por haberse sustituido am-
bos al contratato de Silva y Aguiar con la Junta, que
debia vencer 811 julio de 1799.
En las vísperas de esta última fecha, Garrigós,
que por dispo3icion del Virey habia quedado en carac-
ter de pretendiente favorecido para optnr, llegado el
momento, á suceder á aquellos en el puesto de arren-
datario del establecimiento, tuvo buen cuidado de hacer
valer á tiempo sus títulos. En nn memorial qne por
esos dias presentó al Virey manifestando que habia sido
tmido de Montevideo para que se hiciese cargo de la
prensa; que merce<l á, su diligencia, la imprenta que
vino de Córdoba, « todo diminuto, enredado y confun-
dido, sin haberse encontrado quien pudiese poner ni la
primera mano en la debida scparacion, y cuando no se
cRpcraba que en un año pudiese correr la Imprenta,
conseguí, dice, con mi constante aplicacion é industria,
distribuir y dividir las letras, ordenar los muebles y
snplir otros utensilios, de suerte que en dos me::;es sa-
lian á luz los primeros impresos, quedando corriente
toda la maquinaria. » «Para asegurarme mas, añade, se
propendió á la alianza de matrimonio que contrnjc con
doña Maria Isabel Congé, huérfana criada y educnda
en la misma casa.» Recordaba todavia que en virtud
del pacto celebrado con Dantás y su socio despues de
las gestiones practieadas para que pudiese vol ver al ser-
9;
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v1c10 de la prensa con el sueldo de cuarenta pesos, des-
pues de catorce meses se le habia negado, « alucinán-
dosele,, con la buena propuesta que se le hizo de que
se le satisfaria seis reales por cada resma de papel
que imprimiese y tres reales en los dias que no hubie-
se que hacer en la Casa; pero que al poco tiempo se
le impidió trabnjar y aún se dió orden á los obreros
para que no le obedeciesen, lo que importaba negarle
en absoluto el empleo de maestro impresor que gozaba.
«De este indebido procedimiento y de haberme
despojado de ese empleo, concluia, tuvo origen el pleito
que en la actualidad sigo con dicho arrendatario, el
cual se halla recibido á prueba por este Superior Go-
bierno; y como es llegado á mi noticia que la Junta
de Hermandad ha pedido licencia á V. E. para sacar
á nuevo remate dicha Casa, poniendo los respectivos
carteles, respecto dP. estar al cumplirse el tiempo del
actual remataclor, ocurro en tiempo oportuno á su su-
perior justificncion, á fin de que para evitar en lo su-
cesivo las desazones y pleitos que en perjuicio de mi
constante mérito é intereses he seguido y sigo con dicho
rematador, se digne V. E. mandar á la Junta de Her-
mandad que en los referidos carteles se anuncie al pú-
blico, así la prefereucia que yo tengo por el tanto á
dicho remate, como los cuarenta pesos mensuales que
me corresponden por nrnestro impresor de dicha Casa,
en caso que su remate quede á fayor de otro, porque
los postores no pueden alegnr iguoran('ia; sin perjuicio
de la litis que por el juzgado sigo con el referido
arrendatario.»
« Si por esta pet.icion, añadia al terminar su escrito,
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Al pié de esta expos1c10n proveyó el Virey que,
junto con los documentos que la acompañaban, se pa-
sase á la Junta para que la tuviese presente al tiempo
de verificarse el remate del arrendamiento y pudiese
obrar «los convenientes efectos.»
« Ha creído la Junta oportuno, decía esta en su
contestacion al Virey, manifestar á V. E. que, aunque
le parecen ventajosas las propuestas del expresado
Garrigós por lo que hace al precio que ofrece, no halla
por conveniente se pregone en el acto de las pujas y
remate la calidad de la preferencia, porque de este
modo no habrá licitador que quiera empeñarse en pos-
turas y mejoras, sabiendo que nunca pueden tener
efecto por la indicada preferencia.
« Este inconveniente, que no es de poca conside-
ración, por el grave pe1juicio que prepara á los intere-
ses de los Niños, ha meditado seriamente la Junta y
acordado que en su virtud se recuerde á V. E., c0n el
fin de inclinar su justificación á que se omita en los
carteles de remate semejante calidad, que en cierto
modo es contraria á la libertad de las posturas, y re-
traería sin duda á los concurrentes de verificarlas; sin
que por esto dejen de tener cumplimiento los superio-
res decretos de V. E., ni á Garrigós se le pr!ve del
derecho que tenga á la preferencia, según lo que se
halla declarado, no obstante que para lo sucesivo en
otros remates que se ofrezcan, se imponga la Junta del
origen y motivos de esta preferencia; de cuya acción
no puede prescindir, no sólo por el interés que tiene
en promoYer la mayor utilidad de sus bienes, como
por los particulares privilegios que gozan éstos, por ser
de menores y de causa pía, {¡ más de la recomendable
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circunstancia de hallarse los Kiños hnjo la soberana
protección del Rey. » <1>
Llegado el día del remate, se presentó Dantás
ofreciPndo qne pagaría nove~ientos pesos al año por
trimestres vencidos; que dejaría á favor del Estableci-
miento las mejoras que tenía hechas ; que enseñaría á
cuatro de los niños expósitos á. leer, esC;ribir, aritmética
y el arte de impresores; y otras condiciones de menos
importancia.
Garrigós, por su parte, comenzó por recordar las
órdenes superiores que obraban á su favor para ser
preferido en el arrendamiento, y que en cuanto á la
propuesta de Dantás, él la hacía suya y pedía, por lo
tanto, que i::e le acordase la correspondiente escritura.
La Junta no pndo menos de resolverlo así, pero
con dos precisas condiciones de que Garrigós renunciase
desde luego al sueldo de cuarenta pesos, motivo antes
de tantos desagrados, y de que, dentro de tres días,
había de presentar fiador á satisfacc.ión de la .T unta de
la Hermandad de la. Santa Caridad.
Después de haberse tasado las mejoras hechas
por Dantás para que pudiesen ser abonadas por Garri-
gós, por ca.usa, según parece, de no haber encontrado
suficientemente abonado al fiador que aquél ofrecía, la
Junta se negaba á ponerle en posesión del estableci-
miento. Quejóse de este proceder el nuevo arrendatario;
replicó el Hermano Mayor, y se trabó nuevamente un
pleito que vino á terminar algunos meses después con
una transacción entre ambas partes, que fué aprobada
por el Virey á. principios de mayo 1801, cuando ya
se había hecho entrega de todo á. Garrigós en 17 de
octubre del año anterior.
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Fué el plazo del nuevo arrendamiento de cinco
años. Cuando éstos se hallaban próximos á. cumplirse,
Garrigós se presentó á la Junta diciendo que aquel
contrato, al menos durante los tres primeros años, le
habría dejado sólo pérdidas, á. causa de la carestía pro-
ducida en los artículos necesarios para la impresión por
la guerra con la Gran Bretaña, á no haber él encon-
trado otros medios con que «balancear el perjuicio» ;
que debiendo surtir á lns diversas administracion<:>s de
provincia de las cartillas, catecismos y catones, Re ha-
bía visto ohligado á comprarlos á particulares á pre-
cios exccsivoR, sin haber alterado los que tenían en
tiempo de paz; que había cumplido hasta entonceR
fielmente sus compromisos; que sus méritos eran bien
conocidos; que eran notorias las ventajas que en el
tiempo transcurrido proporcionaba al público con haber
enseñado el arte de imprimir á tres ó cuatro mozos,
que lo poseían ya regularmente y estaban «aptos para
dar un más que mediano cumplimiento á. cualquier
encargo que se les hiciese por lo respectivo al método
de composición y manejo diestro de la prensa » ; que
sus predecesores en el arrendamiento, con ser extranje-
ros, tuvieron la Imprenta durante diez años, al paso
que él, español y casado con hija de la Casa, era el
único á quien se le había da.do por la mitad de ese
tiempo y en unas circunstancias tan calamitosas; y, por
fin, que las utilidades principales del negocio estaban
afectas á la venta de los libros de instrucción primaria
en las diversas ciudades del vireinato, ramo que hasta
entonces, con perjuicio suyo, había seguido de cuenta
de . su antecesor Dantás. ~Ocurro, concluía., á la singular
bondad de VV. en humilde solicitud de qne, en aten-
ción á los fundamentos expuestos y á la exactitud con
que me he comportado en los pagos de mi arrenda-
lUl
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miento, sin haber dado hasta ahora mérito el más leve
para ser reconvenido por ellos, se sirvan prorogarrne
por dos años má.s el tém1i110 de los cinco en que
celebré el remate, respecto á. estar para cumplir éste á.
últimos del mes de octnbre del presente año.»
La Junta, sin embargo, no prestó oídos á esta
petición, quizás porque se hallaba en posesión de datos
que le permitían confiar que en el nuevo remate po-
dría obtener un canon de arrendamiento mucho más
ventajoso. Llegó, en efecto, el día. 24 de octubre de
1804 en que debía tener lugar el acto del remate y
Garrigós hubo de ser derrotado en sus prn;:turas por
don Juan José Pérez, que ofreció dos mil cuatrocien-
tos pesos al año, por el término de cinco, pagaderos
también por trimestres, y la fianza correspondiente.
No pudiendo Garrigós competir en estas condicio11es,
hizo á Pérez la entrega de la Imprenta en el mes Je
noviembre del citado año 1804, casi un mes después
de verificado el remate.
Acababa de pagar el nuevo arrendatario su pn-
mer trimestre cuando ya en mayo de 1805 elevaba
una solicitud al Virey para que se le rebajase el ca-
non, en atención principalmente al mal estado en que
se hallaban los caracteres de la Imprenta y á su corto
número, que no le permitía componer sinó poquísimas
páginas de seguido. En vista de todo, pedía que el
canon se le rebajase á la mitad, al menos mientras no
llegase la letra que se tenía encargada á Europa.
La .Junta de Gobierno de la Hermandad, á la
cual pidió informe el Virey, condenó en un principio
terrninanteme11te la pretensión de Pérez en la respuesta
que dió á aquel funcionario en 27 de junio de 180G,
pero al fin, mostrándose más blanda, aceptó que se le
hiciese rebaja de uii tercio, siempre que el arrendatario
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mejorase la fianza que tenía rendida. « Si esta Junta,
expresaba, hubiera previsto que después del empeño
que manifestó Pérez en quedarse con la Imprenta ha-
bía de salir con esta novedad no esperada, hubiera
preferido las posturas del anterior arrendatario don
Agustin Garrigós, que en muy corta suma difería de
la de Pérez, y no se hubiera retractado de cumplirla».
Habiendo llegado á noticia de Garrigós las ges-
tiones que su sucesor luu;ía para que se le rebajase el
canon, entró por su parte á terciar en el incidente,
diciendo que podía acontecer que le tuviese cuenta to-
mar la imprenta por aquella suma en que Pérez pre-
tendía se le d~jase; pero el Virey se limitó á agregar
esta petidón á los antecedentes, y, al fin, en 13 de
enero de 1806, después de un nuevo escrito de Pérez
y de otro del Hermano Mayor de la Junta, se aceptó
el temperamento que había propuesto.
Vencido el plazo del arrendamiento de Pérez, éste
renovó el contrato en condiciones que no conocemos,
por nn nnevo período que venció el ~8 de noviembre
de 1809. <1J Sucedióle don/Agustín Donado, cnya histo-
ria no es del resorte de nuestros trabajos.
(l) Consta este hecho del nct:t ucl Cnbiltlo. <le Buenos· Aires <le 3 1lc febrero de 1810,
dornlc se lec que Pérez ¡n-esentcJ una cuenta. de ltuinientoR vcintioeho pe:-tos un real
por im1n·c~ioncs hechas pa.rn. In. cor¡)oraci1'm (lc:o:.tle 10. 1lc julio hasta 28 1le nnviemLre
<le 1809, •clía en que dcjü 1lc administrar Ja. imprenta.».
Es indtula.blc que p~r lo n1eno::;:. en el término (le s u 8cgundo contrato I\frez dcLe
h;Lhcr reporta.do ba.::.itantcs utilicla.1lcs, con~idcra.rnlo las nnmeroi:-:a.s 1mbli<'af~iont•s que
o<':asioua.ron las invasiones inglc~:ts en lluenos-Aire~. Sc>lo los impresos que le cncomen-
clalJ:i <'Dtone~R ~· m:i;: arlelantc el Cabi11lo le 1>1·0<111,icron una suma bast:wte regular
pa.ra. aquellos tiem11os. .lJc hLs <':ucnta.s pasa.das 11or él ü. la. <':OJ'J)Oraehín en lo:-; aiios lle
1809 :t 1810 comtn qnc recihió l:ts pnrtida s· siguientes:
Por resolueitín de 21 ele mayo tlc 1808 se le mandaron vagar trescientos veintiorho
pe>os cna.t.ro reales, •<le los papeles impreso~. reza el aetn, que lm petlido este I. C. y
de los que ha mandaclú imprimir".
En 24 1le nodeml>rc de 1809, por las i1111n·c:<ioncs hechas <lcs<lc 27 de 1liciemb1·e 1lc
1808 ha~ta. el :o!S 1lc junio del a.fin siguiente, tresc·ientm; ochenta y ocho vcsos cinro y
medio reales.
En 3 de febrero <le 1810, qninient<•S veintiocho pesos un real por las impresiones
hec·ha~ J•Ura el CaLildo desde 10. ue julio hnsta 28 de nOl'icmbre uel año )•rccedente .
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Hemos dado ya cuenta de la administración gene-
ral que tuvo la Imprenta de los Expósitos desde su
fundación hasta finalizar el período que comprende esta
bibliografía, administración que, corno se habrá visto,
tuvo dos faces perfectamente marcadas: por cuenta de
la Casa, primero, y luego explotada por el sistema de
arrendamiento al mejor postor, y en uno y otro caso
hemos podido notar los enredos, dificultades y pleitos
en que constantemente estuvo envuelta.. Silva y Aguiar
es sin duda el personaje más conspícuo de entre los
administradores y arrendatarios, por haber sido el que
inició el arte tipográfico en Buenos-Aires, aunque dota-
do en el fondo de un espíritu de lucro demasiado acen-
tuado. Dantás se distingue por la seriedad de su carác-
ter, y Garrigós por su esfuerzo propio que le permitió
pasar del modesto puesto de prensista hasta arrendata-
rio del taller, en el cual, por lo restante, sirvió por
más tiempo que ningún otro de los empleados. A la
época de Aguiar corresponden los primeros impresos
bonaerenses; á. la de Dantás las mejores muestras del
arte tipográfico del taller de los Expósitos, y á la de
Garrigós, la fundac~ón del primer perióclico. Sá.nchez
Sotoca fué impresor por efecto sólo de bs circunstan-
cias, y Pérez, que no 8C distinguió por hecho alguno,
fué el que ganó más dinero ....
Ha de parecer interesante ahora estudiar, aunque
sea somera.mente, el régimen interno del establecimirnto.
Queda ya dicho que en sus principios tuvo un
En 11 <le a¡¡osto de 1810 por cuenta de los trabajos ejccutadüs 1lcs1lc 2 de Enero
ha~t:L mc<lianoR de mayo, tre~t·icntos noYcnta. y siete pesos siete reales.
De n<rias actas <le! Cabil<lo remita, igualmente, que por contrato celebrado con
Jos imJll'C~orcs tenia. 11crccho :i. <1nc fo:C le hiciese uua rclmja. de diez por ciento sobre
los trabajos que mandase ejecutar. A sí, vernos que hahiérnlosc llfl'8CDtado una. cuenta
en 13 tic enero de 1810 ¡wr imprcsionc8 hechas en el mrR de diciembre anterior,
encntn que a.sren<lin. :l. f-:csenta y <·ineo }lesos tres rPaJcs, ¡;:e mantlaron pagar, en cum~
,.
plimicn to <le lo rnrta<lo. :ólo dm·ucnta y o<cho pesos seis reales y tres cuartillos.
JO!
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NACIONAL
ni
administrador á cuyo cargo corrían los empleados y
las cuentas, tanto <le la ciudad como de los agentes
de fuera, que en una general debía presentar anual-
mente á la Hermandad, bajo cuya vigilancia superior
colocó Vértiz el taller y la Casa misma de los Expó-
sitos. «Esto con la mira, expresa el primer administra-
dor, de que debe ser obedecida una sola cabeza, para
que no se ofrezcan atrasos y disturbios entre los ope-
rarios, valiéndose de otros influjos».
Con un sueldo de veinte pesos existía un encar-
gado de la tienda en que se expendían lo::; impresos
de la Casa; pero como todo el surtido se limitaba á
novenas « y otras frioleras », era tan corta la venta que
si no hubiera sido por los catones, catecismos y car-
tillas, nada de que ocuparse habría tenido.
Para remediar e!'lte estado de cosas, Sánchez So-
toca propuso á la Junta de Caridad, á principios de
1789, que la tienda se :::;urtiese con algunos libros en-
cargados directamente á España, que aunque no fue:::1en
del fondo del edtablecimiento, pudiesen dejar cierta uti-
lidad, como ser Arles, Ejercicios col'idianos y otros
:-;emeja.ntes, de poco costo y mucha salida, exactamente
como hacían los demás libreros de la ciudad. Trazó,
ademá:::;, un verdadero plan de ocupaciones para aquél
empleado, como ser distribuir el trabajo según las fa-
culbde8 de cada operario, aju:::;tar el precio de las obras
(¡ue se encargasen á la Imprenta, entregarlas á los
interesados, percibir su valor, hacer reimprimir ht::; (1ue
fuesen escaseantlo, surtir á las ciudades de lo que ne-
ce:::;itaser~, llevar la corre:::1pondencia con las administra-
ciones de provincia, etc., y, por fin, para procurar
excitar su celo, que, en vez del salario fijo de que dis-
frutaba, se le interesase en un tanto por ciento de lo
que vendiese: «con lo que, concluía muy acertadamente
lOó
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ni
Sánchez Sotoca, se conseguirá que por interesarse en
más de los veinte pesos, discurrirá cómo vender mucho,
que es lo que deja la ganancia».
Parece, sin embargo, que la Junta no aceptó esas
ideas y que el empleado continuó, como de antes, cv-
brando su escaso sueldo, sentado detrát:i del mostrador
y dormitando por las nochet:i á, la escasa luz de las dos
velas de sebo que alumbraban la tienda de la esqmna
de la calle del Perú....
En la planta de empleados, contaba eu primera
línea al maestro impresor, cuyo sneldo varió entre
treinta y seis y cuarenta pesos. «Tiraba» de la prensa,
y cuando no había que tirar, que era lo más frecuente,
ayudaba en lo que se ofrecía.
Quejábase Sánches Sotoca de 11ue el prensista que
existía en su tiempo estaba distante de reuuir las con-
diciones de vigor que se requerían para el trabajo, y,
en consecuencia, proponía que se Je reemplazase por
otro de fuerzas, que no sería difícil de encontrar y de
enseñar después en sólo quince días, pagándole en
adelante por resrnas, como en España, para que no
ganase su sueldo sin trabajar; «pero lo mejor será,
concluía, comprar un esclavo que, teniendo las circuns-
tancias dichas, e::; bastante, pero si se hallase quieH
entendiese algo de pluma, sería mejor, aunque no es
preciso. Con lo que 8e ha dado de jornales á los que
han tirado de la preu::;a, se podían haber comprado lo
menos média docena de esclavos, y en el día ser
maestros».
Quedan ya relacionadas las di versas gestioue8 he-
chas por Garrigós para. que se le restableciese el sueldo
de los cuarenta pesos que Silva y Aguiar y su socio
Dantás no qüerían abonarle cuando pretendió volver á
la Imprenta después de haberse retirado. Alegaron en -
lOti
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NACIONAL
ni
tonces que le pagaban á razón de cuatro reales resma
de papel sencillo, ó tres pesos por la jornada doble,
esto es, por la impresión de tres resma,s por uno y
otro lado. En esta forma en dos años tres meses, desde
16 de julio de 1789 hasta octubre de 1791, había
ganado setecientos setenta y siete pesos, incluyendo en
dicha 8uma la gratificación de sesenta y 8ei8 pesos que
se le <lió por haber enseñado el oficio á un negro de
Silva y Aguiar, que fué precisamente quien le reem-
plazó cuando se salió del taller.
Como auxiliar del prensista estaba el encargado de
,< dar tinta», co que ganaba catorce pesos mensuales, y
que siendo hombre de trabajo, afirmaba Sánchez Sotoca,
podía desempeñarse prontamente en ocho días de apren-
dizaje.
La seccion de cajistas fué en realidad <m un prin-
cipio la má8 pobre, como que no contaba sinó con nno
8olo. Por esta circunstancia se le toleraban muchas im-
pertinencias, pero había siempre el riesgo de que :::;i se
enfermaba ó " disgustaba », la prensa tenía que pa-
rarse. « El que hacía de maestro en el arte, afirmaba
Sánchez Sotoca, no es ni medio oficial, pues es tau
corto y malo en componer que casi no sabe nada » .
Tenía treinta pesos de sueldo. Para prevenir las con-
tingencias de que el único Cl~ista pudiese faltar, por
una ú otra causa, se pensó, como era natural, desde
los primeros tiempos en que funcionó el taller en bu:::;-
car algunos aprendices <1ue permitiesen eu adelante
reemplazarlos mutuamente y la implantación del si:::;te-
ma de pagarles por lo que compusiesen. Se recordará,
Cl) :Es cosa fuera tic duda 1¡ue la tinta se fabricaba en l<L misma Im11renta: así lo
prueban los utensilios <¡ue para el intento figuraban en el inventario de la C:tsa, y
la.s compras de aceite y humo tlc 11cz1 cu::.a:s a.ruba::; 11uc venían de E~vuña . De c:: i lc
último ingrediente consta <¡ue había en el taller cuautlo recién cmpciti ;í funcionar,
más do Bci:scicntos <ba.rrilitm;.i.
ll!7
MUSEO
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NACIONAL
ni
que una de las cláusulas pactadas en los contratos de
arrendamiento fué precisamente que los Fmbastadores
contrajesen la obligación de em:eñar á algunos apren-
dices, y es constante que Garrigós lo consiguió con
cuatro de los mismos niños expósitos, siendo el más
distinguido de ellos José Carlos Clavijo.
En los anales de la Imprenta que historiamos
figur?-n dos cajistas de alguna nota. El que más suena
es don Antonio Ortiz, <1i que de mero cajista pasó á
ser corrector de pruebas y dueño ó administrador de
una librería (quizás la misma de los Expósitos); y el
norte-americano Juan Jamblin, que vino á Buenos-Ai-
res como marinero de la fragata « l\farimech ,. á prin-
cipios de este siglo, y que por dificultades con su ca-
pitán y hallándose ron medianos conocimientos del arte
tipógrafico, encontró acomodo en la Imprenta, no sin
que antes abjurase su religión y se bautizase, sirvién-
dole de padrino Garrigós. J amblin vivió el primer
tiempo consagrado á :su trabajo, pero como después
hubiese dado en salirse por las noches de la casa y
fuese por ello reconve1;ido, un buen día se escapó á la
calle, de donde á instancias de su padrino, fué reco-
gido y puesto por corta providencia en la carcel. En
ella se hallaba todavía cuando un compatriota suyo,
(]) < El compositor 1lon Antonio l)rtiz, decí>L S<inchez Sotoca, en informe a l
Virey <le ~ <le octuhre de 1784, es ,;ohresalientc en l:t facultad , latinidad y timor ato ' ·
Confirma esta opini(ín el hecho de 11uc Orti:r. fué primero " cstu,liantc pobre .. , y luego,
;~ Ja vez que cajista., corrcclor dü pruebas. ({a,naha por todo vcintidos 11csos mcnsua.lcs .
.En el texto lle este libro ~e H~ní. 11uc alguno;-; imprc:-:o::: de lo::; ExtH'1::;itus llevaban en la.
portacla misma. esta nota: .,. .~e ven1lc en la. lihrcría. ele don Antonio Ort.i:r.. 11 « L o¡.;
que C)uicra.n 8Uscribir:::c iia..ra. el 11rirncr tumo de e~te vcriotlico, se lec en el número del
B del Tclégn~fo mcrcrmtil, lo lmnin en e"te ucsp:tclto, junto ,, 1,., Merced, y en la libre·
ría de don Antonio Ortiz. >
Bn cuanto á. lo de timorato, t) sea. <le su::; inclinaciones religiosas, consta. qhc
Ortiz era. uno de los • celadores " ele la Real Con¡;re¡;aciou del Alumbraclo y Vela del
Santisimo :::a.era.mento, establecida en Bueno~· Aires en 17UO, y c¡uc en ese carácter soli-
citó la licencia )Jara la r eimprcsiun del Vi.mt,..o en 'f'W se 1:.rplica el fin y método de
esa institucion.
1U8
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NACIONAL
ni
capitán de la fragata « Yankee » , lo reclamó á las
autoridades española<;; y se lo llevó á bordo para que
continuase su antígua ocupación de marinero.
Había igualmente en el tall~r un encuaden1ador,
puesto que desempeñaba en 1789 un muchacho que
asistía también en la tienda y que ganaba diez pesos
en el mes. « Es corto en la fiwultad, expre8aba Sán-
chez Sotoea, por 110 haber tenido <1uien le enseñe bien:
se uecesita de él ú otro BJ(·>jor, aunque se le diese más :
pero é8te, para lo que sabe, gaua ba8tante, aunque pi-
de se le aumente el salario. »
Por muy escaso que parP-zca el per~mnal con que
contaba la Imprenta de los Expó::;itos, tenía aún de
80bra para llenar las necesidades <1ue ocurrían, al menos
durante los primeros tiempos, pues el trabajo era tau
poco, según es constante, que, como decía un testigo
bien informado, un año con otro, solo podía estimarse
eu tre8 me8es, de modo íllle 8e pagaba á 108 operario8
por que uo faltasen cuando podía. neeesittín;eles.
Los gastos que demandaba el ::;o::;tenimiento del
taller eran mny varios. Había. algunos que eran de
planta fija, especialmente el ::;ueldo de lo::; empleados, y
otros que re8pondfan á circunstancia~ extraordinarias.
Así, por ~jemplo, en lo::; años de 1 785 á 1789, hubo
mes en que 8Ólo se pagó por gastos ciento diez pesos,
y otros en que las cueuta::; 8ubieron á muy cerca de
mil seiscieu tos. ci 1
La verdad era que mieutra::; el taller e8tuvo admi-
nistrado por cuenta de los ExpósiLo8, puede decin;e que
las entrnda8 líq ui<la::; que produjo fueron insignificante;;.
(1) lle a111li el detalle de c~a.~ partitla:; me~ ;i, me:::, según constan <lcl Cuaclcr11,o
de caja, en. 1d fJUC JiC OJHrnfo,n d iu,riamcntc (n_, gru~tofl 1¡u c (Jl:<fl>)irm(t loclrt (a. Cn8a de In,
R1;1d .lmprr,nta y dchcrú st·rcir d e compro/Janfc pa.ra ht8 ctt~nta~ prov-i.~ ·iono,lc.~ de .fin, d e
todu rnc1;. y ll'í princip·i o en 1° de 0 1:tuhrc de J 71:14.
ll~J
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NACIONAL
ni
La administración de Sánchez Sotoca, á quien no po-
día tacharse de negligente, m nos suministra de ~to un
buen ejemplo. De sus cuentas resultó, en realidad, que
desde abril de 1783 hasta concluir el de 1787, ó sea
en un período de casi cinco anos completos, todo lo
que ganó la Casa fueron doscientos tres pesos cuatro
reales, incluyendo aún en esta suma las utilidades que
dejaba la venta de los libros de instrucción primaria en
las provincias.
Esta última partida que es la 1mís abultada de todas las que quedan con~igna·
das en ese })Crío<lu de cerca de cinco año.s, se <lc¡;componc ele la siguiente manera :
Peso:; Hs. Pesos Rs.
85 res mas de papel á 22 y 2 rs ..
Porte de cart1Ls ... • ..... .. , . .. . 3 !íO id. '' tres pesos ........... .
Un peso de velas ........ .. . " . .. 7 5 y media id. á 21 reales ...... .
Cuero parn b1tlas.. ... . . .. . . .. . .. . !í Imprimir 291\ resinas de pa¡1el
J,an:t para id.... . .. • ...... · .. . f\ sellado :í 6 reales. · . .... · . . . 222
A¡:oua y leña y fahon. . . . . . . . . . . . 1 .2 Cuenta de trabajo del carpintero.
Cuenta de gastos del herrero.. .. 11.4 J<:ncuadcrnacioncs de la l'ri•toml. 121 . !\
Cuenta dP,l trabajo de M:trradas· 8.1 Por un abonaré, plata, cobrable
i:ialario de l'ércz........ . .... . .. . l;i de don Mateo Alonso ....... 1711.7
ld. de Garrigós..... .. .. . . .. 1\ Por otro id . de don José Bolaños. 59.1 4
Comida y lavado del aprendiz. .. 2.3 Por 4 res mas á 21 reales. . . . .. . 70 . 4
Salario de Castillo. . .. . .. . .. .. .. . 20
Total. ........ l.591:2
(1) • Sirvo el encargo, dccia Sanchcz Botoca, graciosamente, sin interés alguno,
respecto á ser una causa pública., que se sirve al Señor en ella, y también por lo
humano á que dicho señor excelentísimo (Vértiz) me la recomendó. •
110
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NACIONAL
ni
Este es un punto muy interesante y sobre el cual
debemos insistir, dando cuenta de las gestiones que
hubo necesidad de entablar para dar cumplimiento á
las cláusulas cuarta y quinta del contrato celebrado en-
tre el Gobierno y el administradoi· de la Imprenta.
Sobre la primera, para que en el distrito del vi-
reinato se recogiesen todo::; lo::; Catones, Uatecisnios y
Cartillas, pagfodose por su legítimo precio, para ven-
derse en seguida por cuenta de la Casa de los Niños
Expósitos, hemos visto ya que el Virey había ofrecido
dictar las providencias correspondiente::;. En efecto, en
7 de ::;eptiemhre de 1781, y hallándose de gobernador
interno de la. ciudad por ausencia· de Vértiz el coronel
don Diego de Salas, dictaba el siguiente decreto, que la
misma Imprenta de los Expósitos había cuidado de
sacar en letras de molde de esmerada in1presión y her-
mosos tipos :
« Por cuanto habiéndose puesto en esta ciudad la
Imprenta á beneficio de la Casa de Cuna de los niños
expósitos, cuyos dos e::;tablecimiento::; tau útiles · á la
república, se deben al celo y cri::>tiandad del Exmo.
fü. Virey Goberuador y Capitán General de e::;tl:1::;
Provincias : me previene S. E. por su oficio haga pu-
blicar bando para que se recojan todos los Catones,
Ccdcc1:snws y Cartillas que hubiese en esta ciuchHl :
Por tanto, ordeno y mando á, todos los vecinos y mer-
caderes, y otras cualesquier persom'.S que los tuvieren,
los manifiesten dentro del término de quince días en la
referida Imprenta al librero é impresor de ella dou
,Jo::;ef de Silva y .A.guiar, (¡ne les deberá dar recibo de
ellos, y se tasarán por peritos que se han de nombrar,
para que su justo importe les sea satisfecho por el
tesorero de dicha Casa de Cuna don Manuel Rodríguez
de la Vega; y en lo sucesivo muguna otra persona los
111
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
pueda vender más que en la dicha Imprenta á .benefi-
cio y subsistencia de los niños expósitos, pena á quien
no hiciere la legal manifestación que v::í ordenada, ó
vendiese dichos Catones, Catecisrnos ó Cartillas, del
perdimiento de los que se le hallasen y de cincuenta
peso:5 de multa que se les exigirán, aplicados por mitad
para la Cámara de S. M. y la dicha Casa de Cuna.
Buenos-Aires, siete de septiembre ele mil :5etecientos
ochenta y uno. - DrnGo DE SALAS. Por mandato
de S. S. - Josef Zenzano, Escribano de Gobierno. »
Circuláronse órdene8 :5emejantes en las dem<1s ciu-
dades del vireinato, y pudo al fin tenerse la cuenta á
que as<~endiera el total de los libros recogidos. Ctl
(l) De 1,., cuenta ¡ircscnl>Lda por don Manuel l~odrigucz de la Vega en 22 ele mayo
•le 1783. result1Ln las ¡nutidas siguientes :
- « Por 1nil :;ciscicnto:; ouhcnt:.1.. y ocho vc~os cinco y medio rea.les que importaron
los (}atonc.~, Ontcei.'llfl,()"¡ y earlillrH que se manifosta.ron en c8ta. ciud:id U.e llm~no::;- Airc~
y se entrega.ron en la Imprenta. M. don .To::.;cf ele Silva. y ~\guhtr, que ~a.tisticc et su::; rc~
¡iectivos intcrcs¡uJo~. en virturl tic\ bando r¡uc se publicó en 7 1lc septiembre de 1781,
y consta de recibo;.
- Por cuatrocientos sesenta. y nuc\'C pesos tres rea.les que imporhtron lo::; que ~e
manifestaron en la ciurlad de la Asunción del Paraguay, y se entregaron "lli para rn
venta ti. don Antonio l\Ia.rtinez Via.na, cuya cantidad sati::;ticc ú, sus correspondiente~
ducñus.
- Por trcscicnto:; 1lici y :;ictc pesos cuatro rea.les que importa.ron lo:::: que :se 111ani·
fcstaron en la dud!Ld de Moutcvideo y se entregaron allí '' 1\on llartolorné Riego ¡o:tra
su venta. cuya cantidad tengo :sa.tbfcc:ha, ~egún recibos.
-Por treinti.t y tres pc:-;os 11os rea.les y medio <1uc importaron los que se 1nanifcstaron
en ht ciu<larl lle Santc1fé y recibió c.tllí para. ~u Llc8pa.cho, ;i, mi ruego, tlun Juan Fran·
cisco de Larrcchea, lo::5 1nhnnos que pa.gué :.l. los interesados. »
• XoTA : Ar¡uí falt:t r¡ue cMgarse y c01Tespornlia el importe de los c:.tones, cate-
chmos y cartill:.s que en virt ud de <'•rdcn 1\e s_ E. de 3 de sc11tiernbrc Lle 1782 se
han recogido en Cór1loh", 'fucmm\o, Sttlta, .Jujuy, Poto•í. Charca", 0rnro, L:t P:tz,
Cocha!)amb", l\fondoza, San ,Juan y otros pueblos de e~tc virein:Lto, y tengo escrito ''
Ja::; 11ersonas nombra1las en ellos para ht recaud~~ción y venta., con acuerdo de el Im-
11rc~or, que satisfai:ntn su::; valores ü, los intcre:o;a.dos , ~<> los libren contnt mi en c~ta
t.:iml:ul , como mci:; le::; acomode ; y como ha:;ta ahora no ha.u llegado dicha::; libramm8
y no ~e sabe ;~ cuanto asccnderú. ca.tlit una, t>or esto no 8c cargan y ;L en esta cuenta,
pero se hará. :-lcgún vttY<t.n vinicrnlo y :;e vaya.n lHLgando,-llucnos-Airc:-3, mu.yo 22 de
1783. - J{r,,i1tel Ilndrig1uz ,¡,, la Vi·ya. '
En ~fendoza., i;egún nota. en.viada al Virey por don Fnt.nci:-,;co Ja.vicr de 1a Cruz,
con fecha 2n de septiembre de 1782, >e levantó un" información PM:L la averiguación
de los precios :i 1¡ue se vellllí>Ln esos Ji!)ros, en Ja eutLI dechmu·on bajo de juramento
tres eon1erdantc~. que tlijcron 1¡uc el corriente U.e los f'nt,Jnc.v era de dos Y Jncdio Y
tres reales, y cinc por mm ca.u:;a. lo~ muchachos lcian en cartas, Y que lo8 Catecismos
eran tan caros que solo htl ó cual curioso compraba ltlguno. »
I<
112
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
Pero aún antes <le que se hubiese terminado esa
opHación, el administrador Silva y Aguiar, de acuenlo
con la indicación que Vértiz le tenía hecha en la con-
cesión <le 21 de noviembre de 1 780, para que <leRde
luego procediese á la ejecución de estos impresos, de
que el público no podía carecer, valiéndose de los ejem-
plares más convenientes y de las ediciones que adap-
ta.sen á las circunRtancias del país y con hrn licencias
prevenidas por las leyes, <1> y buscando en su inmediato
cumplimiento su propio negoc10, se <lió prisa en proce-
der á la iinpresión : de tal manera que ya á inediados
de 1 782, había logrado c;_jecutar ·tiradas de miles de
ejemplares, <1J no sólo de Catones, Catccisnws y Cartillas,
sinó también de algunos libritos <le devoción. « No ha-
hiendo que hacer para particulares, <lecfa al Virey, se
lW
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NACIONAL
ni
ha trabajado para la dicha. Casa de Niños Expósitos
los Catones, Ca1·tillas y Catecismos y otros libritos de
devoción, todo á costa de la Casa ; y habiendo yo
constituido con mí industria y haber suplido en un
todo los gastos causados en los referidos ejemplares, y
por ser su ordinaria venta corta para poder sustentar
la dicha Imprenta, pues hallándome con más <le seis
mil pesos r.n obra hecha, me veo precisado á lmscar el
más congruente arbitrio <le poder sostener la dicha
Imprenta ».
Ese arbitrio era realmente singular, pues Silva y
Aguiar proponía. que Re le autorizase para formar una
lotería. que tuviese por base los trabajos impresos por
él, debiéndose cuando menos dar en libros á cada sus-
criptor el importe de lo que gastase. Corrióse vista de
la solicitud al Fiscal, y aunque en el fondo no la con-
tradijo, tampoco le preRtÓ decidido apoyo, quedando, se-
gún creemos, de hecho sin efecto el proyecto de Silva
y Aguiar.
La quinta de las condiciones establecidas en el
contrato con el primer administrador de la Imprenta
fué que á ésta se concedería el privilegio exclusirn <le
la venta de los libros <le instrucción primaria de que
venimos hablando. A intento de poner en planta esta
concesion, Silva y Aguiar solicitó del Yirey, á, princi-
pios marzo de 1782, que designase las personas que
en las distintas ciudades del distrito de su mando se
hubiesen <le encargar <le la venta de los impresos sali-
dos de la Casa de Expósitos. En eumplimiento de lo
pactado, el Virey acogió favorablemente la solicitud y
en 22 de julio de aquel año dispuso que se escribiese
á todos los delegados del Gobierno en las provincias
para que desde luego hiciesen publicar el bando en
que se otorgaba t>l privilegio; que le informasen de los
114
MUSEO
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NACIONAL
ni
precios á que esos libros se habían verrdido antes,
« recibiendo sobre ello testigos >>, deseoso de evitar al
público todo perjuicio que pudiese resultarle de aquella
concesión e11 materia tan interesante á la enseñanza de
los niños; é igualmente, para que recibiesen las fianzas
de las personas diputadas por el Tesorero de los Expó-
sitos, de acuerdo con el impresor, para la venta de los
libros, sobre la cual debían gozar de una remuneración
de seis por ciento, reservándose con vista de los ante-
cedentes que deberían enviá.rsele, fijar precio á los libros
que se pusiesen en venta; designaba para que señalase
el precio á que debían expenderse en la capital al doc-
tor don Claudio Rospigliosi, prévias las informaciones
del caso. « Y para que en el fin de cada año, con-
cluía, ó cuando convenga, se ajuste la cuenta y partan
las utilidades correspondientes á. este ramo, se nombra
por interventor para dicho ajustamiento y de lo hasta
aquí caído al capitán don Alfonso Sotoca, ayudante
mayor de la plaza de Buenos-Aires. »
Ha biá.nse, lo hemos dicho, recogido ya todos los
Catones, Catecismos, y Cartillas que se encontraron
en el comercio, y el taller de los Expósitos comenzaba
á producir en abundancia esos mismos libros ; pero no
Re había pensado en detener la importnción que dr
ellos continuaría verificándose de la Península. Venía,
pues,· de esta manera á quedar de hecho ilusorio el
privilegio exclusivo si no se in1petraba orden real para
prohibir su internación en el vireirnüo, y esto fué lo
que se propuso remediar Sotoca dirigiéndose a1 Virey
para que pidiese á la Corte se detuviese en las adua-
nas de España cualquiera de aquellos libros que se
embarcase con destino á. Buenos Aires. Hízolo aRÍ
V <-rtiz, y lo obtuvo por real órden de 1 O <le noviem-
bre de 1783, que fu(>, sin embargo, de poca duracion
J fo
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ni
en sus efectos por haber sido derogada por la de 12 de
julio de 1788.
Con este motivo expresaba Sanchez Sotoca en ese
mismo año, y no sin cierta amargura, « en el día. ven-
de el que quiere, y á precios bien inferiores, causa por-
gue han cesado las ventas; (. igualmente ha cesado el
ingreso de varias impresiones que se hacía.u, las que
con las frecuencias <le buques á España, las mandan
1rncer a 11 1,/ por ser1es <e
l mas
(, convemencrn.
. . » ( 1).
l\fás aún: los ndministradores nombrados para el
expendio de los impresos en las provincias, que en un
principio habían sido interesados en un cuatro por ciento
y recibido el privilegio <le Rcr exceptuados ele las car-
gas conc~jiles en obsequio del fomento de la Imprenta
<le loR Expósitos, no merecían que esta excepción se
les cumpliese.
Atravesaba así Ja Casa de Expósitos por aquellos
dias una época de estremada pobreza. « Se halla,
deeía al Hermaiw Mnyor de la Junta de Caridad, sin
los fondos nece:-::arios aún para lo mas urgente á su
subsistencia, y que, si se logra, es por la piedad y
generosidad con que su tesorero y constante benefactor
don Manuel Rodríguez de la Vega, suministra y Ruple
lo necesario. » <21
Para remediar siquiera en parte este estado de
cosas, se solicitó y obtuvo del Virey la renovacion del
prÍ\'ilegio otorgado á los administradores provinciales ;
se propuso un cambio en el sistema de los Ruel<loR de
los empleados; que se encargasen á. España. libros de
fácil salida para surtir la tienda, y como de absoluta
necesidnd, papel para las impresiones y para la vent.a,
llti
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NACIONAL
ni
de tal modo que jamás faltasen en la Casa por lo me-
nos quinientas resmas ; y que para evitar que viniesen
cartillas de España se imprimiesen en abundancia en
el taller cuando este estuviese desocupado. Completan-
do este plan, decía su autor: « todas las ciudades don-
de se dan estudios, y particularmente donde ha.y Uni-
versidad, debian tener loR administradores libros de estn·
dio, y en ninguna los hay. Si hubiera abundancia de
papel, se harían lihroR en blanco y remitirían á tod::is
las administraciones, pues los necesitan los comerci::intes,
y ningún administrador los tiene: y á este tenor otras
cosas que Re fuesen advirtiendo. Se necesita encargar
á. Espalía cuatro ó seis láminas de distintoR tarnañoR
para hacer muestras <le letra de moda, pues las que
hay (y son ajenas) no sirven, por ser de letra antigua
y bastardilla. > <1>
¡ Y, mientras tanto, la administracion misn~a del
establecimiento se hallaba en litigio, y por una decision
judicial la Junta no podía implantar una sola de esas
mejoras ! Este estado de cosaR, como se recordará, Yino
al fin á cesar cambiándolo por sn base y sustituyendo
á la administracion por cuenta del E stado, el arrenda-
miento á particulares, que ape8aI' de todos sns incon-
.
vementes, ·, s1qmera
pernntrn · · a~ l a. asa contar con una c
entrada segura.
¿ Cuá.les eran los precios que se cobraran en la
Imprenta de los Expósitos por los trabajos tipográ.flcos Y
Los datoR que sobre el particular poseemos distan de
ser completos, pero no en absoluto imposibles de de-
terminar. Citaremos algunos hechos qne pueden con-
tribuir á darnos alguna luz en la materia.
Es constante que los Catecúmos se vendían en
J.) R ,:p 1·t-1Je11f<1(' iou de 1o~'an chez "~.,utol·a, enero <le 1789.
117
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
Buenos Aires á real y medio cada uno, y por docenas
á catorce reales, encuadernados, y que en ellos entraban
dos pliegos de papel y un retazo de pergamino. Los
.Catones, vendidos al por menor, valían tres reales cada
uno, y de dos docenas pnra arriba, veintiocho reales.
Las Cartillas se daban á medio real, y por docenas á,
cuatro reales y medio.
Está claw que dentro de estos precios se hallaba
comprendida la ganancia correspondiente á la imprcsion.
En la sesion celebrada por la Junta <le Caridad
en 20 de octubre <le 1790 ce se trató sobre la falta
de ~jemplares, dice el neta respectiva, de nuestra regla,
que son las dirigidas por la Casa de Caridad de Ca-
diz, y que, por haber pocos, los más de los hermanos
se hallan sin ellos: se determinó por todos los seño-
res de que se compone este Cabildo se trate por el
señor alcalde moderno don Pedro Vivar con el asen-
tista de la Imprenta de los Expósitos para que se
impriman las ejemplares que sean necesarios » .. ............
idea que no tuvo efecto, segun lo que consta del acuer-
do de veinte y tres de febrero <le mil setecientos no-
venta y uno, en que « habiéndose tratado sobre que el
librero no conviene en hacer la impresion <le las Cons-
tituciones de la H ermandad de Caridad por los seis
reales que al principio prometió, por ser corto el núme-
ro de los que se le piden, se ofreciú voluntariamente
el señor Hermano Mayor á traer de su cuenta y ries-
go cien <>jernplares de Cadiz para repartir á los Her-
manos, cuyo costo suplirá gustoso y se reintegrará
cuando lleguen y se repartan, sin premio, derechos, di-
ferencia de moneda, ni otro algún interés. »
Habiendo faltado papel sellado para los años de
1802 y 1803, por no haber venido de Espaí'ía se
contrató con Garrigós, prévio acuerdo de la Junta Su-
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MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
perrnr de Real Hacienda, en 1ü de diciembre de 1801,
el resello del papel antiguo, á razon de seis reales por
cada cien sellos; habiendo ascendido el total á. mil
trescientos treinta y seis pesos cuatro reales. <1>
La tirada aparte que Re hizo de la Carta crítica
sob1·e la rela(',ion h1:.~t6ri(',a de la ciudad de Córdoba
por Patricio Sa.liano (el deán Funes) que comprende cua-
renta. y <los pá.ginas del Telég1·afo niercantil, consta
que importó ciento cincuenta y cinco pesos seis reales
en oro, lo mismo que hoy valdría cien pesos de nues-
tra moneda.
Los ejemplares de la traducción del Contrato so-
cial de Rousseau hecha por Moreno, que el Cabildo
devolvió al impresor, le fueron recibidoR á. razón <le un
peso cR<la uno, en transacción, lo que supone que ·ha-
brim1 sido comprados á un precio mucho mas alto.
El administrador que reempfazó á. Pérez en el
arrendamiento de la Imprenta quiso elevar la tarifa de
imprrsion que entonceR regía y hé aquí lo occurido
con rste motivo, Rf'gún lo refiere el Reta del CRbildo
de 15 de noviembre de 1811.
« Se recibió un oficio del Superior Gobierno fecha
trece del corriente, en que á consecuencia de haberse
presentado allí don Agustín Donndo solicitnmlo Re le
permita continuar exigiendo real y medio por cada
plirgo de los impresos, sobre que había sido requerido
por este Ayuntamiento, avisa haber desechado aquella
pretensión con el siguiente decreto: « No ha lugar; y
se apercibe al suplicante por la variacion que ha in-
troducido sin aprobacion de este Gobierno; dése aviso
de esta deterrninacion al Excelentísimo Cabildo, y ór-
den al Editor para que se anuncie en Ja Gaceta. )
119
MUSfOIT'
HISTÓRICO
NACIONAL
Esto nos viene á mnnifostar, pues, que aún en
esa fecha se guardaban las antiguas leyes españolas
sobre la. tasa de los libros, y que si ésta no se ponía
en los preliminares de los impresos en Buenos-Aires,
como era de URO en las ciudades de la Península y
en otras de América, de hecho existía y no podía. VIO·
larse.
:Mucho mas precisos son los datos que nos han
quedado sobre el ya]or de las encuadernaciones ¡;jecu-
tadas en el mismo taller de los Expósitos. De una
cuenta remitida por el encuadrrnador al Vi rey V frt.iz
á rnedindos 1784, constan fas partidas siguientes:
Por cincuenta. f'jemplares Robre las Casas de HuPr-
fanos que estableció en su diócesis el Illmo. Seuor
Obispo de Córdobn, cuarenta y nn pesos dos reales.
-Por noventa. y nueve Sermones que dicho Illmo.
predicó en celebridad del Nacimiento de los dos Tnfan-
. tes, setenta y cuntro peses dos reales.
-Por setenta y dos tomos encuadernados de to-
das las Carta.q de dicho Señor Illmo., á, treinta y seis
rea.les cada tomo, cincuenta y cuatro pesos.
-Por veinticuntro Septenar1:os de Dolo1·r,q, seis
pesos.
- Por setenta y cinco Ca1·fa.q par;lomfrs sobre la
visita gPneral del OhiRpado de Córdoba, euarenta. y
nueye pesos tres reales.
- Por setenta. y cinco id., con motivo dP la ex-
pedición contra los indios infieles, setenta y ocho pesos
seiR reales.
- Terciopelo y encuademnción del libro de la
entrega del Vireinato, siete pesos.
Complementa eRta euenta otra pasada en aquellos
díns por el librero é impresor don José de Silva y
Aguia.r en que figuran las dos partidas siguientes:
l20
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Por cien Cartas del Protomcd,icato, seis pesos.
Por cien Cartas para la Campaña, seis pesos.
Los cueros para fabricar pergamino se pagaban en
1785 á un peso la docena, y la resma de papel valía
en aquella misma fecha desde dos pesos y medio hasta
cuatro. <1i
Pero no sólo vivía el establecimiento de los tra-
bajos tipográficos. Hacía muestras de escribir, para lo
cual contaba hasta con veinte planchas, y también gra-
bados. E::i constante que cuando recién se instal6 el
taller, entre las cosas que se mandaron hacer en Bue-
nos Aires para que quedase en estado de funcionar,
fueron los signos c~el zodiaco y la viñeta que repre-
sentaba á la luna, que se ponía en la portada de los
almanaques, seis láminas de « á folio i,, la Trinidad
que acompañaba al Trisagio seráfico de Fr. Eugenio
de la Santísima Trinidad, en octavo, y una en cuarto
de San Lui::i. Algunos años después, el número de esas
láminas ce para sacar santos " ascendía á trece, siendo
la mayor parte de ellas en cuarto, algunas más peque-
ñas, y de á folio la de San Antonio de Pádua. <2l
Antes de la fundación ele la Imprenta ele los Ex-
pósitos solfau esas láminas encargarse á E::ipaña para
que sirviesen en Buenos-Aires, con destino á alguna de
las Hermandades que existían en la ciudad; (U) pero á
fines del siglo pa::iado no faltaban en ella artistas capa-
(1) .Acerca de los precios del papel de imprc11f.a dura nte la colonia e u ..A111<~rica y en
E~paiia , v1~asc la Tltéuricct y prrictir.a de comercio de 1.·~l-ariiz, 1l!mlri d, 1757, fol., pág. 2f>:J.
('.!) El grabad.o en m et.al data ha d e una (>poca muy a nterior. A~ f , por eje111plo 1 la 111eda lla
de procla111adó11 de Fernando VI e11 B ne uos Aires, 1\u': fundida e11 e~ ta ciudad e u 17·17,
conforme al modelo de un graha1lor cuyo 11omUre 110 nos ha que<l:ulo.
(:J) En la Breve noticia histórica ,1,e, la, a,ntigiieda,d, y origen de la, Vcnr;rablc Orflcn Terf;era,
de PenitentJirt <le la, Alerr:ed que pOS('Cll, sin portada, los sciiOrC's La1t1as y Ca.rranut, pero
qur. s<'glÍn uucst.t·as notidas es uu li brito imprc~o en Valencia en 17i'3G, se encuentra una
tosca. lcí.111iua grabada cu madera i¡uc dice al pit'· : « Retrato de N. Madre y Sefiora U.e la :-;
~Iercc<les, hecho á dr,voción de 11011 Aut.ouio .losé ele E::scalada, para que sirva d e cttl1o á la
Venerable Orden Tercera de Bucuos-Aires.
l~l
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
ces de manejar el buril. A este respecto es interesan te
lo que consta del acta de la Het·manclad de Caridad
de 14 de septi(tmbre de 1790, en que se lee que en
vista de la escasez de fondos que se hacía sentir para
el mantenimiento de la Casa de los Expósitos, se
acordó dirigirse al intendente de Potosí don Francisco
de Paula Sanz, ,< iipplorando su notoría piedad para
con los pobres y principalmente para estas ca::;as de
misericordia, como lo manifestó en el tiempo que por
más de cuatro años tuvo esta Hermandad el honor de
que fuei;e su Hermano Mayor, á cuyo fin se le hiciese
una reverente representación suplicatoria, acompañán-
dola con una lámina en la que se represente una po-
bre mujer enferma en el hospital, un niño expósito en
el torno ó en los brazos ele su madre, y una ó dos
huérfanas, y todos con su memorial en la mano pidien-
do auxilios á dicho señor, que también debe estar re-
presentado: por cuyo medio y su superior interposición
se puede esperar que aquella villa y las ~lemás de su
comarca 8e dediq nen á efectuar crecidas limosnas, las
cuale8 para su depósito y remisión :Í esta Hermandad
sería bueno nombrar un sugeto de la8 circunstancias
necesarias. Y habiendo oído los señores ele el3te Cabil-
do todo lo referido por el señor Hermano Mayor, se
conformaron y mandaron se ejecute 8egún dejan pro-
puesto, dando comisión para la dirección de la lámina
y de la representación suplicatoria al señor don Manuel
Lavardén. »
No ha quedado eonstancia, en cuanto sepamos, ele
si se cumplieron ó nó los de8eO::> de la Junta de Cari-
dad, aunque el hecho 8Ólo de ordenar el grabado de la
lámina indica de una manera incueHtionable que habría
ya en Buenos Aires por eso8 días quien ejecutase tales
trabajos.
12~
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
Y esa era la verdad. Los indígenas del Paraguay,
y entre ellos el más notable de todos, .Juan Yapari,
tenían especial habilidad para grabar en cobre los asun-
tos que se les indicaban, siempre que tuviesen á la
vista modelos que imitar, como puede comprobarse
viendo los facsímiles de la obra de Nieremberg intitu-
lada De la diferencia entre lo te1nporal y eterno,
que fué traducida al ,guaraní por el padre jesuíta José
Serrano é ilustrada con profusión de grabados por
aquel artista paraguayo. En Buenos-Aires vivía desde
el último tercio del siglo pasado el cuz<1ueño ~fuan de
Dios Rivera, << maestro platero » de gran habilidad en
su arte, que en 1789 grabó una grande estampa de la
Vírgen ele Nuestra Señora de Lujá.n.
Com;te igualmente que en principio::; de 1804 el
platero .Manuel Cardoso grabó un sello en que vació
la rúbrica de don Francisco .Javier de Zamudio, que
dehfa autorizar la::; bula::; de Cruzada. Pero de entre
todos lo::; grabadores el mas notable fué sin duda el
maestro Rivera., el mismo ii quien el Cabildo de Bue-
nos Aires, confió el grabado de la famosa lámina de
Oruro y la ejecución del haston y demiis objetos que
obse<1uió á don Santiago Liniers por sus serv1cws en
la reconquista de la ciudad en tiempo de las invasio-
nes inglesas.
En 1820 no funcionaba ya en la Imprenta de los
Expósitos la antigua prensa cordobesa. En virtud de
un contrato de arrendamiento celebrado por el Director
de la Casa don 8aturuino Segurola con don Pedro
Ponce, había salido de los tallere:->, descompuesta y ya
vieja, para tier remendada y continuar afuera repartiendo
nuevamente en el público, no ya las proelamas revolu-
cionarias que la han hecho ante la posteridad ameri-
cana eternamente simpática, ::;inó papeles mucho má::;
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
ni
modestos. Pero su destino no había de terminar aún
transladada á Salta en 1824 fué á inaugurar allí el
periodo de la introducción de la Imprenta, como lo
había inaugurado antes en Córdoba y en Bnenos-Ai-
res. <1>
En su lugar había dos prensas imperiales com-
pletas y una má8 pequeña, <1ue era la inglesa de J\fon-
tevideo. El taller se había incrementado tambien en
proporción; contaba siempre con una prensa de aprensar,
y dos «Con sus ingenios, para cortar papel> con cua-
renta y cinco cajas con tipos, nuevas, cincuenta y una
vacías, treinta y seis ramas de todos tamaños, cuatro
galeras de bronce y veintiseis de madera, aunque más
de la mitad im;ervibles, doce componedores de fierro,
cincuenta y cinco punturas, siete tarimas «con letra en
composición>, etc.
cSobre la manera cómo murió la IMPRENTA DE
(1) In8crtamo8 aquí el contra.to cclehrarlo para el ea.so entre don Victoria.no Solá Y
don llil:trio Ascasubi y la carta que lo complementa, documentos ambos muy intere-
santes, 11ue debemos ;í la bondad drl Dr. Carranz:"
cConste como hemos contra.ta.do por una 11arte don Victoriano Bolá, eomo encargado
para el pMticular por el señor Gobernador de Salta, y la otra don llilario Ascasubi el
que el último vaya ü, la. ciudad de Salta :t armar y 8crvir la.. imprenta. propia.. rlc a.<tncl
Estado, imprimiendo to1lo lo C)tte el ,;cñor Gobcrna1lor me mande hacerlo 1>e rtcnecionte
:l. Secretaria. En las impresione~ qnc ocurran ele particulare::i Ja. utilida.<l scr;L propia clcl
profesor siendo l'C'Spéctivamcnte del carg-o de a.mhos 108 ~a:st.os ele papel, tinta, etc.-
Tomaré ;i, <mscñar y hacer tra.ha.iar al mi~tno tiempo para ohra~ del Ciohicrno y mías
tre.s 6 más .ic'lvencs que el señor (~oherna<lor me entrr~ue, sin ohliga.rmc á. pagarles m:i.s
que el a1n·cndisa.jc. Quedo oblhrado ;i. ~ervir por el término de tre~ mese~. que et! el del
valor de esta contrata desde mi lleinufa ;Í Salta, 1lchiendo para seguir, ,¡ renovarla íi
reformarla con el señor Gohcrna<lor.
«Por parte y de cuenta. del gohir.rno de Snlta.. su cnca.rt!'aclo rlchc cost.carrnc el via.ie
y pagarme anticipacla.mcntc tres me~c:::, ;i. ra.z<ín 11c vcint.c y cinco peso~ memmales, que
es en lo íjUC hemos eonccrt :ulo por Jos <tlte ~irva: entendiéndose ocupado con e l ser vicio
desde el día que salga. ele actui, ~i no colllct.c morosicla.d volun f.aria en e l camino.
También se ofrece el cnca.rg-a•-10 :i. rcc:1111cn1la.r al scf111r <iohcrnadur de Salta Ja persona
del profesor para. (111e en vi::;t.a. <lcl dcse111pci10 que l<mg-a, siendo ;i. salh;faccicín riel Go ·
bierno, á esa proporción le sea cro¡:nHla, a,lg-una. gra.tificaci<'m en atención al abandono
'1ue hace <le ~u familia y tarnhién para. el arbitrio .Y 111ocl11 <le suh~i::;tir en Salta... Y para
constancia. riel contrat.o, fir111a.111oti do~ de 11n tenor pa.ra. crcU.cndal riel derecho de ambos,
en Burnt•s·Aircs, agosto :H de 1824. - · Vfrtorú1w1 SollÍ.--Jl ilorio Jl..,C((-'Jtl)i.
«l,a imprenta á que se refiere este contrato fué la lle /,,o.<:; niifo,· B.~·1>6!i·il'>!i, que e l
wiior Hiv1Ldavia obsc11uiü al <lobierno de Salta por intcrmcuio de Sola en 1824.
124
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HISTÓRICO
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Los N 1~os Exrósrros, dice don Juan María Gntier·rez ,
ó más bien, cómo se transformó en la del «Estado•, ( t )
establecida en el año 1824 en el nusmo lugar donde
aquella existió cuarenta y tantos años, sólo podemos
decir que en 181!} se sacó á remate aquel estableci-
miento, é hizo la mejor postura el impresor don Juan
Nepomuceno Alvarez, por la cantidad de tre::; mil pesos
al año. Por entonces ya habían perdido los Niños Ex-
pósitos el derecho exclusivo que gozaban para dar á
luz por sus prensas la Gaceta Ministel'fol y los pa-
peles de caracter oficial que salían de las diversas ofi-
cinas de la administración. El impresor Al varez no obló
en las cajas fiscales la indicada cantidad de remate, y
el establecimiento tocaba á su completa decadencia
cuando el 9 de febrero de 1824 apareció un decreto
con el objeto de hacerle má,s productivo, facilitando la
impresión en él de obras de enseñanza elemental. Este
decreto que contiene una venladera reorganización de
la Imprenta del Estado, manda formar inventario y
tasación de las existencia::; ele la antigua, una tarifa de
precw::; y uu reglamento para, el manejo de la conta-
bilidad.
•E ste da to me l•1 tlió el mismo sefíor Solá en 1867, con motivo ele fundirse los res-
tos de la antig ua Imprenta de la Patria para hacer las balas que sirvieron para de-
fender la ciudad de Salta en los tliao :J y 10 de octubre de dicho año 67 del a taq ue
que tra.io la. montonera de Varcla.
"llcconla.ndo a.l :señor Sulá. a.lgu n tiemvo dc~pué~ el <1:.,to llUC me había tia.do, y la
oferta. que me hizo de manifestarme el contrato original 11ue cclchrú con el señor As-
t a subi, me cliü el -pre:-i<'Dlc, 'tllC con ~idcro como un da.to intcrc::;antc }Jara cua ndo se es.
criba 'La historia. tlt\ la. imprenta en SaHa.».-./ww. .lln rtin l 1r:gni;;.wwin .
•Lo::; úllimo~ tipo::: que 11uc 1la..ron dP C8it célchrc i1111ircn l.a de Niftos ExpO~ i to::;, refi ere
Zinny, fueron t'um:.lido8 JHH' Ór(lcn d e l gohcrnador Ovejero, terminando :::u ca rrera en
persctu:::i1ín de :;u princip:.tl o bjeto en d ufcn:;a. 1le la. lihertad y de la ci\rilización , con t ra
Ja montonera del coronel Felipe Vare la, en octubre de l 8fJ7, >- /Ji.•wwwo pronunciudo
1
en uea.-.;iún dé /a, fºrJ/of·m:ión tlt; l a 11iulrrt f 1uul<111tu1..tul d d uwnw1u.;ntu (Í la, lm¡wcni(I, H ue-
1w8 _..·tirt:R, 1R80 , Rf). , p<i.g. 1.~.
(1) Cúlll plcno::; decir, :;in c111har~o 1 11uc e:; eorriente encont rar con la fecha. d e 1825
impresos que lleva.n el colofon de ...[ m prcnta. de lo::; Ex¡H)::;itoti ». Citaremu:s, por ejemplo,
la proclama. ;i, lo:; Hu.bitwifc.1 rfo ltncno ~·A. frc-" .11 1lcl OrlH!, :su::;crita 110r el nor te-ameri·
cano tlon :Silao Alkin;, en l:lueno;-Airc; , á 23 ele fo broro tlc 1825 .
MUSEO
HISTÓRICO
NACIONAL
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4'Tal es, concluye el señor Gutiérrez, la historia
de un establecimiento que debe llam·u· nuestra atención
por las circunstancia::; que le rodean desde 8U orígen
hasta que ::;u,,; tipo::>, oriundos de la tipografía eapañola,
acaban por mezclarae. con los vaciados en moldes de
Inglaterra y Francia, más en armonia con el gm;to mo-
derno. ~~l se levanta sobre las ruí1m::; del poder jesuí-
tico, le fomentan los bienes temporale::; de los compa-
ñeros de Jesús, y recluta sus operarios entre las más
desgraciadas criaturas de nue8tra ::;ociedad. 8u8 ::;ervicios
se exLiencle hasta Chile y hasta Charcas. Las elocuentes
producciones de Montero, ele Rodriguez, de San Alberto,
no (1uedan, como las de Maciel y de Lavardén, conde-
nadas ~í la reducida circulación de los manm;crito8,
gracias á los N1Ños ExPósrros. La lit.eratura, la geo-
grafía y la economíá politíca hacen 8US primeros eusa-
yos en la8 páginas populares de periódicos de8de el
primer año del presente t:iiglo, merced á la beuéfica
iustitución de Vértiz. Y cuando e::; necesario levantar
el espíritu público en defensa del territorio invadido,
vemos que entonces se mueven con de::;u::;ada actividad
los brazot:i (le los huérfanot:i para que circulen por to-
das partes la.t> prodamat:i de lo::; jefe::; militares y los
cantos de nuestros poetas celebrando el Triunfo ar-
ycntino. »
,, La revolución halló en la prensa, tau tle antemano
e::;tablecida en Buenos-Airet:i, un ituxilio poderoso para
difundir desde JJiayo la idea de la época nueva.» Et:i
::;iugular ((lice un autor compatriota nuestro) que para
e::;cribir la Gacclci hubie::;e servido al doctor Moreno
una pequeña imprenta, la (mica de todo el territorio
que había pertenecido á lo::; jet:iuitas". Esta. considera-
ción abraza en do8 palabras lot:i extremot:1 del reguero
de luz que desde la oscuridad de su orígen describió
MUSEO
HISTÓRICO
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la IMPRENTA DE LOS NIÑOS EXPÓSITOS. Contemplada
bajo estos aspectos, nadie desdeñará la labor minuciosa
que consagramos al estudio de un establecimiento que
tan directamente se liga con el progreso de las ideas y
con el desarrollo de nuestra civilización. <D
(ll An«les de la Universidad de Buenos·Afres Buenos Aires 1877. 4º. , tomo II.
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SUMARIO
PÁGNAS
ILUSTRACIONES
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