Sentencia C-103 de 2015
Sentencia C-103 de 2015
Sentencia C-103 de 2015
DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Requisitos
mínimos/DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Requisitos de
claridad, certeza, especificidad, pertinencia y suficiencia
CONTROL FISCAL-Naturaleza
Magistrada sustanciadora:
MARÍA VICTORIA CALLE CORREA
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
2. Mediante auto del veinticinco (25) de agosto de dos mil catorce (2014) se
admitió la demanda y se dispuso comunicar la iniciación del proceso al
Presidente de la República, a los Ministerios de Justicia y del Derecho, del
Interior, a la Contraloría General de la República, y a las Facultades de Derecho
de la Universidad Externado de Colombia, Universidad Libre de Colombia,
Pontificia Universidad Javeriana y Universidad de Antioquia. Asimismo, se
ordenó correr traslado al Procurador General de la Nación y fijar en lista la
norma acusada para efectos de la intervención ciudadana, según lo estipulado
en el artículo 7o del Decreto 2067 de 1991.
5
III. DEMANDA
5.2. Cargo por vulneración del inciso cuarto del artículo 267 Constitucional.
La demandante plantea que existe una expresa prohibición constitucional de que
la Contraloría tenga funciones administrativas distintas a aquellas propias de su
organización. Esta prohibición es infringida cuando la norma acusada “autoriza
a dicho organismo para que intervenga en la toma de las decisiones
administrativas de las entidades sometidas a control”.
1
Cita las sentencias C-189 de 1998 (MP. Alejandro Martínez Caballero), C-623de 1999 (MP. Carlos Gaviria
Díaz), C-167 de 1995 (MP. Fabio Morón Díaz), C- 570 de 1997 (MP. Carlos Gaviria Díaz), C-189 de 1998
(MP. Alejandro Martínez Caballero) y C-716 de 2002 (MP. Marco Gerardo Monroy Cabra).
7
IV. INTERVENCIONES
2
Abogada Lina María Tamayo Berrío. La intervención de esta entidad consta en dos escritos, radicados el 16
y 17 de septiembre de 2014 (folios 35 a 49 y 65 a 69, cuaderno principal), cuyos principales elementos se
resumen a continuación.
8
3
Para precisar los lineamientos jurídicos que orientan el ejercicio de esta función, se anexa copia de la Circular
No. 005 del 21 de junio de 2007, emitida por la Contraloría General de la República. (Folios 53 a 63, cuaderno
principal).
9
Universidad Libre
4
El artículo 127 de la Ley 1474 de 2011 “Por la cual se dictan normas orientadas a fortalecer los mecanismos
de prevención, investigación y sanción de actos de corrupción y la efectividad del control de la gestión
pública”, dispone: “Artículo 127. Verificación de los beneficios del control fiscal. La Auditoría General de la
República constatará la medición efectuada por las Contralorías de los beneficios generados por el ejercicio de
su función, para lo cual tendrá en cuenta que se trate de acciones evidenciadas debidamente comprobadas, que
correspondan al seguimiento de acciones establecidas en planes de mejoramiento o que sean producto de
observaciones, hallazgos, pronunciamientos o advertencias efectuados por la Contraloría, que sean
cuantificables o cualificables y que exista una relación directa entre la acción de mejoramiento y el beneficio.”
5
La intervención, suscrita por los profesores Jorge Kenneth Burbano Villamarín y Luis Gilberto Ortegón
Ortegón, obra a folios 70 a 74, cuaderno principal.
10
Intervención ciudadana
13. Dentro del término de fijación en lista, los ciudadanos Jeyson Andrés Zárate
Castañeda, Fabián Andrés Alfonso Granados, Susana Carolina Pérez Correa y
María Fernanda Romero Bello, solicitaron a la Corte declarar constitucional la
disposición acusada.8
6
El escrito, firmado por el profesor Alberto Montaña Plata, obra a folios 75 a 78, cuaderno principal.
7
MP. Jorge Iván Palacio Palacio, SV. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
8
Folios 30 a 34, cuaderno principal.
11
Competencia
2. El artículo 2º del Decreto 2067 de 1991 establece que las demandas que
presenten los ciudadanos en ejercicio de la acción pública de
inconstitucionalidad deberán contener: (i) el señalamiento y transcripción de las
normas acusadas; (ii) la indicación de las normas constitucionales que se
consideran infringidas y de (iii) las razones por las cuales se estiman violadas.
Adicionalmente, deberá indicarse (iv) la razón por la cual la Corte es
competente para conocer de la demanda y, cuando la norma se impugne por
vicios de forma (iv) el señalamiento del trámite impuesto por la Constitución
para la expedición del acto demandado y la forma en que fue quebrantado.
10
MP. Manuel José Cepeda Espinosa. En ella la Corte se declaró inhibida para pronunciarse sobre la
constitucionalidad del artículo 51 de la Ley 617 de 2000, por ineptitud sustantiva de la demanda.
13
8. El control fiscal constituye una función pública especializada, que tiene por
objeto vigilar la gestión fiscal de la administración y de los particulares o
entidades que tienen a su cargo el manejo de fondos o bienes de la Nación, con
el propósito de velar por la protección del patrimonio público.
12
Al respecto pueden verse, entre otras, las sentencias C-068 de 1993 (MP. Simón Rodríguez, AV. Ciro
Angarita Barón), C-132 de 1993 (MP. José Gregorio Hernández Galindo), C-529 de 1993 (MP. Eduardo
Cifuentes Muñoz, AV. Eduardo Cifuentes Muñoz), C-534 de 1993 (MP. Fabio Morón Díaz), C-167 de 1995
(MP. Fabio Morón Díaz), C-374 de 1995 (MP. Antonio Barrera Carbonell), C-054 de 1997 (Antonio Barrera
Carbonell), C-065 de 1997 (MP. Jorge Arango Mejía y Alejandro Martínez Caballero, SV. Vladimiro Naranjo
Mesa, SV. José Gregorio Hernández Galindo), C-189 de 1998 (MP. Alejandro Martínez Caballero), C-499 de
1998 (MP. Eduardo Cifuentes Muñoz), C-113 de 1999 (MP. José Gregorio Hernández Galindo), C-403 de 1999
(MP. Alfredo Beltrán Sierra), C-623 de 1999 (MP. Carlos Gaviria Díaz), C-484 de 2000 (MP. Alejandro
Martínez Caballero), C-505 de 2002 (MP. Rodrigo Escobar Gil, SV. Clara Inés Vargas), C-661 de 2000 (MP.
Álvaro Tafur Galvis), C-1191 de 2000 (MP. Alfredo Beltrán Sierra), C-089 de 2001 (MP. Alejandro Martínez
Caballero), C-364 de 2001 (MP. Eduardo Montealegre Lynett, SV. Jaime Araujo Rentería y Rodrigo Escobar
Gil, AV. Eduardo Montealegre Lynett y Álvaro Tafur Galvis), C-127 de 2002 (MP. Alfredo Beltrán Sierra, SV.
Rodrigo Escobar Gil, Jaime Araújo Rentería), C-290 de 2002 (MP. Clara Inés Vargas Hernández), C-648 de
2002 (MP. Jaime Córdoba Triviño), C-716 de 2002 (MP. Marco Gerardo Monroy Cabra), C-1176 de 2004 (MP.
Clara Inés Vargas Hernández, SV. Rodrigo Escobar Gil), C-529 de 2006 (MP. Jaime Córdoba Triviño), C-557
de 2009 (MP. Luis Ernesto Vargas Silva), C-541 de 2011 (MP. Nilson Pinilla Pinilla), C-599 de 2011 (MP.
Luis Ernesto Vargas Silva) y C-967 de 2012 (MP. Jorge Iván Palacio Palacio, SV. Jorge Ignacio Pretelt
Chaljub).
13
MP. Marco Gerardo Monroy Cabra. Esta sentencia declaró exequible Ley 598 de 2000 (“Por la cual se crean
el Sistema de Información para la Vigilancia de la Contratación Estatal, SICE, el Catálogo Único de Bienes y
Servicios, CUBS, y el Registro Único de Precios de Referencia, RUPR, de los bienes y servicios de uso común
en la Administración Pública y se dictan otras disposiciones.”), acusada de desconocer el carácter posterior y
selectivo del control fiscal previsto en el artículo 267 de la Carta debido a que tal normatividad atribuye a la
Contraloría la competencia para administrar diversos sistemas de información empleados en la fiscalización de
16
la contratación estatal (Sistema de Información para la vigilancia y Contratación Estatal –SICE-, Catálogo
Único de Bienes y Servicios –CUBS- y el Registro Único de Precios de Referencia –RUPR-). La Corte declaró
que esta ley se ajustaba a la Constitución, tras concluir que sus disposiciones no establecían una modalidad de
control fiscal previo.
14
“Sobre reorganización de la contabilidad oficial y creación del Departamento de Contraloría”.
15
“Por el cual se reforman las leyes orgánicas de la contabilidad oficial de la Nación y del Departamento de
Contraloría”
16
El artículo 9º del Decreto 911 de 1932 preveía: “Aunque se ciñan a las leyes vigentes, serán requisitos
indispensables previos a la celebración de cualquier contrato u otra forma de compromiso que implique
erogación de fondos del Tesoro Nacional de mil pesos ($1.000) moneda legal o más: […] c) Que el funcionario
que ha de celebrarlo, someta al Contralor General una copia del contrato o convenio proyectado para que el
Contralor General certifique la partida que hubiere disponible en la respectiva vigencia discal. Dicho
certificado del Contralor General debe acompañarse al contrato proyectado, del cual formará parte integrante,
y la cantidad así afectada no estará disponible en lo sucesivo para ser gastada de distinta manera, a menos
que el Gobierno quede libre de aquel contrato u obligación. Se entiende que esta reserva es válida por el tiempo
que fijan las leyes sobre la materia.” Entretanto, el artículo 11 del mismo decreto establecía que: “Todos los
contratos celebrados con los requisitos previos establecidos en los artículos anteriores, serán registrados en
el Departamento de Contraloría, donde quedará archivada una copia de cada uno de ellos...”
17
“Por la cual se modifican las normas orgánicas de la Contraloría General de la República, se fijan sistemas
y directrices para el ejercicio del control fiscal y se dictan otras disposiciones”.
18
“Por el cual se determinan los procedimientos generales de control fiscal y de auditoria, el alcance que
deben tener el control previo y la contabilidad general de la Nación y se dictan normas sobre estadística”.
17
19
El artículo 3º del Decreto 925 de 1976 definió el control perceptivo como “la comprobación de las existencias
físicas de fondos, valores y bienes nacionales, y en su confrontación con los comprobantes, documentos, libros
y demás registros”, mientras que el control posterior es definido en el artículo 4º del mismo decreto como “la
comprobación de las transacciones y operaciones ejecutadas por las entidades bajo su control y de sus
respectivas cuentas y registro, y en determinar si se ajustan a las normas, leyes, reglamentaciones y
procedimientos establecidos”.
18
20
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Primera, sentencia del 5 de noviembre
de 1979, C.P. Carlos Galindo Pinilla, Proceso 2896, Radicado 209250-357-CE-SEC1-1979-11-05. En esta
decisión se declara la nulidad de los apartes de un concepto emitido por la Contraloría General de la República,
donde se ordenaba al Ministerio de Obras Públicas y Transporte abstenerse de refrendar los reajustes sobre el
valor de unos contratos. Reiterando el criterio sostenido en el auto que ordenó la suspensión provisional de
dicho acto, el alto Tribunal consideró que el concepto en cuestión era violatorio de los artículos 59 y 60 de la
Constitución de 1886, por cuanto en el caso concreto “la Contraloría desconoce la competencia del Ministerio
de Obras Públicas para disponer y liquidar reajustes por mora en el pago de obras ya entregadas y por tales
razones ordena que no se refrende la erogación, con lo cual se hace imposible la ejecución del acto de la
administración.//Ello implica que la Contraloría haga un juicio que desborda el marco fiscal y que, con
fundamento en ese juicio, impida la ejecución de un acto que sólo podría controvertirse por la vía
jurisdiccional”. El mismo criterio de decisión fue reiterado por la Sección Primera del Consejo de Estado, entre
otras, en las sentencias del 21 de julio 21 de 1984, C.P. Samuel Buitrago Hurtado, expediente No. 4593; en la
sentencia del 16 de septiembre de 1987, C.P. Aydée Anzola Linares, expediente No. 16; sentencia del 22 de
julio de 1988, C.P. Guillermo Benavides Melo, expediente No. 623. En todas estas decisiones se declaró la
nulidad de conceptos emitidos por la Contraloría por considerar que en ellos se excedía el ámbito del control
fiscal para inmiscuirse en competencias propias de la Administración.
19
13. Como lo examinó esta Corte en la sentencia C-716 de 200221, antes citada,
la implementación del sistema previo de control fiscal buscaba precaver la
comisión de irregularidades en el manejo de los bienes públicos, pues con el
mismo se aspiraba a que “la liquidación y la comprobación de las erogaciones
públicas fueran revisadas y aprobadas por el fiscalizador antes de que salgan
los dineros de las cajas públicas.”22 Sin embargo, se formularon objeciones a
este modelo por cuanto: (i) propiciaba la intrusión directa del organismo de
vigilancia en la toma de decisiones ejecutivas, intromisión que frecuentemente
obstaculizaba, cuando no vetaba, el normal desenvolvimiento de la
Administración; (ii) el ejercicio del control previo, pese a sus connotaciones
administrativas, no implicaba responsabilidad administrativa alguna para la
Contraloría y además comprometía la necesaria independencia y autonomía del
ente fiscalizador; (iii) paradójicamente, se consideraba que dicho sistema
constituía un foco de corrupción.
Estas críticas formaron parte medular del debate sobre la reforma al régimen
fiscal que tuvo lugar en la Asamblea Nacional Constituyente. Es así como se en
uno de los informes de ponencia sobre el tema se admitió que "[e]l control
previo, generalizado en Colombia, ha sido funesto para la administración
pública, pues ha desvirtuado el objetivo de la Contraloría al permitirle ejercer
abusivamente una cierta coadministración, que ha redundado en un gran poder
unipersonal del control y se ha prestado también, para una engorrosa
tramitología que degenera en corruptelas"23. Asimismo, fue clara la intención
del constituyente de evitar la interferencia de los organismos de control fiscal
en la actividad administrativa de las entidades sometidas a control. En tal
sentido, en uno de los informes de ponencia sobre la estructura del Estado se
advertía que:
21
MP. Marco Gerardo Monroy Cabra.
22
Lascarro, Leopoldo “Administración Financiera y el Control Fiscal”, citado por Abel Cruz Santos, “el
presupuesto colombiano”, Editorial Temis, 1963, pág 245. Citado a su vez por Diego Younes Moreno, Régimen
del Control Fiscal y del Control Interno. Editorial Legis, tercera edición, Bogotá, 1998, Pág. 192
23
Informe de Ponencia presentado por Álvaro Cala Hederich, Jesús Pérez González, Helena Herrán de
Montoya, Mariano Ospina Hernández, Germán Rojas y Carlos Rodado Noriega. Gaceta Constitucional Nº 53
pág. 19, reiterado en el Informe de Ponencia para Primer Debate presentado por los anteriores y publicado en
la Gaceta Constitucional No. 77, pág. 2.
20
14. Resultado de estos debates fue la abolición definitiva del sistema de control
previo y la adopción del control posterior y selectivo, según se expresa en el
artículo 267 de la Constitución de 1991, en el cual se estableció la vigilancia de
la gestión fiscal sobre todas las entidades públicas, y los particulares y entidades
que manejen bienes o fondos de la Nación y se suprimió el control previo y
perceptivo que fue reemplazado por el posterior y selectivo, que comprende: un
control financiero, de gestión y de resultados, basado en la eficiencia, la
economía, la equidad y la valoración de los costos ambientales. Asimismo, para
salvaguardar la autonomía del máximo ente de control fiscal, esta disposición
mantuvo la prohibición de atribuir a la Contraloría funciones administrativas
inherentes a su propia organización, ya contenida en el artículo 59 inciso 2º de
la anterior Constitución.
25
Sentencias C-374 de 1995 (MP. Antonio Barrera Carbonell), C-1191 de 2000 (M.P. Alfredo Beltrán Sierra)
y C-290 de 2002 (MP. Clara Inés Vargas Hernández).
26
Sentencia C-167 de 1995 (MP. Fabio Morón Díaz).
27
Sentencia C-529 de 2006 (MP. Jaime Córdoba Triviño).
28
Sentencias C-403 de 1999 (MP. Alfredo Beltrán Sierra), C-364 de 2001 (MP. Eduardo Montealegre Lynett,
SV. Jaime Araujo Rentería y Rodrigo Escobar Gil, AV. Eduardo Montealegre Lynett y Álvaro Tafur Galvis) y
C-127 de 2002 (MP. Alfredo Beltrán Sierra, SV. Rodrigo Escobar Gil, Jaime Araújo Rentería).
29
Sentencia C-541 de 2011 (MP. Nilson Pinilla Pinilla).
30
Sentencia C-529 de 1993 (MP. Eduardo Cifuentes Muñoz, AV. Eduardo Cifuentes Muñoz), donde la Corte,
entre otras determinaciones, declaró exequibles los apartes del artículo 2º de la Ley 42 de 1993 en donde se
establecía como sujeto del control fiscal al Banco de la República. Este Tribunal sostuvo que el carácter
autónomo y el régimen especial dispuesto en la Constitución para el Banco de la República, no implican sustraer
a dicha entidad del ámbito de control. No obstante, advirtió que “en lo que concierne al control fiscal, debe
precisarse que éste no es permanente como equivocadamente lo articula la norma acusada, sino que ha de
llevarse a cabo cuando el Banco ejecute actos o cumpla actividades de gestión fiscal y en la medida en que lo
haga”.
31
Sentencia C-1176 de 2004 (MP. Clara Inés Vargas Hernández, SV. Rodrigo Escobar Gil).
32
“Sobre la organización de control fiscal financiero y los organismos que lo ejercen”.
33
El artículo 10 de la Ley 42 de 1993 define el control financiero como “el examen que se realiza, con base en
las normas de auditoría de aceptación general, para establecer si los estados financieros de una entidad reflejan
razonablemente el resultado de sus operaciones y los cambios en su situación financiera, comprobando que en
la elaboración de los mismos y en las transacciones y operaciones que los originaron, se observaron y
cumplieron las normas prescritas por las autoridades competentes y los principios de contabilidad
universalmente aceptados o prescritos por el Contador General.”
34
Definido en el artículo 11 de la Ley 42 de 1993 como “la comprobación que se hace de las operaciones
financieras, administrativas, económicas y de otra índole de una entidad para establecer que se hayan realizado
conforme a las normas que le son aplicables.”
35
El artículo 12 de la Ley 42 de 1993 define el control de gestión como “el examen de la eficiencia y eficacia
de las entidades en la administración de los recursos públicos, determinada mediante la evaluación de sus
procesos administrativos, la utilización de indicadores de rentabilidad pública y desempeño y la identificación
de la distribución del excedente que éstas producen, así como de los beneficiarios de su actividad.”
36
El control de resultados es definido en el artículo 13 de la Ley 42 de 1993 como “el examen que se realiza
para establecer en qué medida. los sujetos de la vigilancia logran sus objetivos y cumplen los planes, programas
y proyectos adoptados por la administración, en un período determinado”.
37
Definida en el artículo 14 de la Ley 42 de 1993 como “el estudio especializado de los documentos que
soportan legal, técnica financiera y contablemente las operaciones realizadas por los responsables del erario
durante un período determinado, con miras a establecer la economía, la eficacia, la eficiencia y la equidad de
sus actuaciones”.
22
17. Por último, la naturaleza del control fiscal comporta que este tenga lugar en
todos los sectores y actividades relacionadas con el manejo de recursos
oficiales. En tal sentido, esta Corporación ha señalado que “contemplar
supuestos de exclusión del control fiscal cuando está acreditada la presencia
de recursos estatales en las distintas etapas de recaudo o adquisición,
conservación, enajenación, gasto, inversión y disposición, es inadmisible. Ello
en la medida que tal postura facilitaría la desviación de los recursos fiscales a
fines distintos a los constitucionalmente permitidos, en detrimento de la
integridad de las finanzas del Estado y la confianza de los ciudadanos en el uso
adecuado de sus tributos.”38
18. No obstante, esta amplitud del control fiscal, que se proyecta tanto en el
ámbito de los sujetos sometidos al mismo, en los aspectos y criterios tenidos en
cuenta, así como en los momentos y actividades en los que tiene lugar dicha
fiscalización, ha de interpretarse en consonancia con la decidida apuesta del
constituyente por eliminar el sistema previo e instaurar en cambio un sistema
posterior de control fiscal, al igual que con la prohibición de atribuir a la
Contraloría funciones administrativas distintas de las inherentes a su propia
organización. A continuación se examinarán los elementos que ofrece la propia
Constitución y que ha desarrollado la jurisprudencia constitucional para
armonizar la potencial tensión que existe entre la vis expansiva del control
fiscal, derivada de su carácter amplio e integral, y la vis restrictiva que
acompaña la opción por un modelo de control posterior en el que además se
proscribe toda forma de coadministración.
38
Sentencia C-1191 de 2000 (MP. Alfredo Beltrán Sierra), reiterado en la C-967 de 2012 (MP. Jorge Iván
Palacio Palacio).
23
19. Uno de los mecanismos para hacer compatible el carácter amplio e integral
de la vigilancia fiscal con el carácter posterior y externo del control que lleva a
cabo la Contraloría, consiste en la previsión de dos modalidades de control del
manejo de los recursos públicos, que si bien presentan características distintas
han de operar de modo complementario.
39
MP. Fabio Morón Díaz. La Corte declaró inexequibles algunos apartes del inciso 2º del artículo 4º de la Ley
42 de 1993 ("Sobre organización del sistema de control fiscal financiero y los organismos que lo ejercen"), en
los que se facultaba a “los auditores” y a “las auditorías” para el ejercicio de control fiscal posterior y selectivo.
Este Tribunal sostuvo que resultaba inconstitucional encomendar a estas entidades la competencia para llevar a
cabo el control fiscal externo, dado que este último sólo se atribuye a la Contraloría General de la República y
a las contralorías departamentales y municipales, mientras que el control interno que llevan a cabo las entidades
públicas constituye un ejercicio de función administrativa). Precisó que la declaratoria de inexequibilidad no
impedía la creación de auditorías como instancias de control fiscal interno, dentro de las entidades públicas,
como tampoco designar con tal expresión a dependencias internas de las Contralorías, o descalificar la figura
del Auditor General de la Nación establecido en la Constitución.
24
Asimismo, señaló que con la diferencia entre control externo y los mecanismos
de control interno se hacía efectiva la distinción, enfatizada por el constituyente,
entre las tareas administrativas y las de control fiscal:
21. Tal criterio ha sido reiterado, entre otras, en las sentencias C-374 de 199540,
donde se enfatizó la diferencia entre el control fiscal externo y la
implementación de controles internos por parte de las entidades, señalando que
si bien en ambos casos es posible contratar a entidades privadas para efectuar
dichos controles, no por ello hay lugar a confundirlos, por cuanto la delegación
del control fiscal externo a empresas privadas sólo puede ser autorizada por
dichos entes de control, mientras que las entidades vigiladas sí pueden decidir
la contratación con particulares del control interno que les corresponde
implementar dentro de las mismas. A su vez, en la sentencia C-506 de 199941,
al examinar la constitucionalidad de las normas que clasifican el cargo de Jefe
de la Oficina de Control Interno dentro de los de libre nombramiento y
remoción, este Tribunal reiteró la importancia del sistema de control interno y
40
MP. Antonio Barrera Carbonell. La Corte declaró inexequible un aparte del artículo 27 de la Ley 142 de
1994, que facultaba a las Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios para determinar que el control fiscal al
que están sometidas sea contratado con empresas privadas. Se estimó que tal norma contrariaba la Constitución
por cuanto “la vigilancia fiscal es una atribución exclusiva de los organismos de control fiscal. Por
consiguiente, y dentro de la regulación prevista en la ley, son éstos los que pueden habilitar a una empresa
privada mediante el mecanismo de la contratación para ejercer dicha atribución, y nunca la entidad vigilada
o controlada”.
41
MP. Fabio Morón Díaz. En esta sentencia resuelve la demanda formulada contra los artículos 5º y 6º de la Ley
443 de 1998, “Por la cual se expiden normas sobre carrera administrativa y se dictan otras disposiciones”.
25
42
MP. Clara Inés Vargas Hernández, SV. Rodrigo Escobar Gil. Declara exequible el numeral 8° del artículo 4°
del Decreto Ley 267 de 2000 ("Por el cual se dictan normas sobre organización y funcionamiento de la
Contraloría General de la República, se establece su estructura orgánica, se fijan las funciones de sus
dependencias y se dictan otras disposiciones”), acusado de infringir la autonomía de los entes de control fiscal,
en tanto faculta a la Contraloría General de la República para vigilar a la Auditoria General de la República,
que constitucionalmente es el órgano que ejerce vigilancia sobre aquella. La Corte consideró que la disposición
acusada, si bien atribuía tal competencia a la Contraloría, no desconocía la autonomía presupuestal,
administrativa y jurídica de la Auditoría General de la República.
43
MP. Luis Ernesto Vargas Silva. En esta sentencia la Corte declaró exequibles algunos apartes del artículo 37
de la Ley 42 de 1993, que asignan al Contralor General de la República, las funciones de consolidar la ejecución
del presupuesto general del sector público, incluyendo los presupuestos de los particulares o entidades que
manejan fondos de la Nación.
26
44
MP. Jorge Iván Palacio Palacio. SV. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
45
“Por la cual se expide el Estatuto de Contratación de la Administración Pública”. “ARTÍCULO 65. DE LA
INTERVENCIÓN DE LAS AUTORIDADES QUE EJERCEN CONTROL FISCAL. La intervención de las
autoridades de control fiscal se ejercerá una vez agotados los trámites administrativos de legalización de los
contratos. Igualmente se ejercerá control posterior a las cuentas correspondientes a los pagos originados en los
mismos, para verificar que éstos se ajustaron a las disposiciones legales.// Una vez liquidados o terminados los
contratos, según el caso45, la vigilancia fiscal incluirá un control financiero, de gestión y de resultados, fundados
en la eficiencia, la economía, la equidad y la valoración de los costos ambientales.// El control previo
administrativo de los contratos le corresponde a las oficinas de control interno.// Las autoridades de control
fiscal pueden exigir informes sobre su gestión contractual a los servidores públicos de cualquier orden”.
27
46
“Sobre la organización de control fiscal financiero y los organismos que lo ejercen”.
47
Sentencia C-113 de 1999 (MP. José Gregorio Hernández Galindo).
48
MP. Eduardo Cifuentes Muñoz. AV. Eduardo Cifuentes Muñoz.
49
"Sobre organización del sistema de control fiscal financiero y los organismos que lo ejercen"
50
MP. José Gregorio Hernández Galindo.
51
La norma sometida a control era un aparte del artículo 25 numeral 11 de la Ley 80 de 1993, que
establece: ARTICULO 25.- Del principio de Economía. En virtud de este principio: (...) 11. Las
corporaciones de elección popular y los organismos de control y vigilancia no intervendrán en los
procesos de contratación, salvo en lo relacionado con la solicitud de audiencia pública para la
adjudicación en caso de licitación (...)".
28
La Corte precisó que el control fiscal respecto de los contratos estatales “se
ejerce a partir de su perfeccionamiento, durante todo el proceso de ejecución,
y después de su liquidación o terminación”. Dentro del mismo, cabe distinguir
dos momentos: “1. una vez concluidos los trámites administrativos de
legalización de los contratos, es decir, cuando se ha perfeccionado el acuerdo
de voluntades, para vigilar la gestión fiscal de la administración y, en general,
el cumplimiento de las normas y principios que rigen la contratación estatal.
Igualmente, se deberá ejercer control posterior sobre las cuentas y pagos
derivados del contrato, y 2. una vez liquidados o terminados los contratos, para
52
MP. Carlos Gaviria Díaz.
29
53
MP. Jaime Córdoba Triviño. Declara exequibles los artículos 44 y 61 de la Ley 610 de 2000 (“Por la cual se
establece el trámite de los procesos de responsabilidad fiscal de competencia de las contralorías”). La primera
de estas normas dispone que en los procesos de responsabilidad fiscal se vincule en calidad de tercero civilmente
responsable a la compañía de seguros que haya suscrito la póliza que respalda el contrato objeto de controversia.
La segunda ordena a las contralorías solicitar a las autoridades administrativas declarar la caducidad de los
contratos cuando el contratista haya sido declarado fiscalmente responsable. Entre otros cargos formulados, se
acusaba a estas normas de desconocer el esquema constitucional sobre la gestión y la responsabilidad fiscal a
cargo de la Contraloría General de la República, al extender la intervención de este organismo a los contratos
estatales en ejecución, a los contratistas y a los garantes de obligaciones meramente contractuales, y al facultarla
para establecer todo tipo de responsabilidad frente a quienes no manejan fondos públicos. La Corte concluyó
que las normas demandadas se ajustaban a la Constitución, por cuanto: “1ª) Las contralorías sí pueden ejercer
control fiscal sobre los contratos estatales, en dos momentos, a) una vez concluidos los trámites administrativos
de legalización de los contratos y b) una vez liquidados o terminados los contratos; tal actuación no constituye
vulneración del carácter posterior del control asignado a estos organismos por los artículos 267 y 272 de la
Constitución Política; 2ª) La naturaleza y el carácter administrativo, resarcitorio y autónomo del control
fiscal permiten la determinación de responsabilidad fiscal con ocasión de la gestión fiscal, lo cual no significa
que las contralorías invadan órbitas de competencia de otras autoridades que tengan a cargo la determinación
de otros tipos de responsabilidad de los servidores públicos o de particulares, incluso por una misma
actuación; y 3ª) La vinculación de las compañías de seguros en los procesos de responsabilidad fiscal
representa una medida legislativa razonable en aras de la protección del interés general y de los principios de
igualdad, moralidad, eficiencia, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad de la función pública.”
30
29. Por su parte, en la sentencia C-716 de 200254 este Tribunal consideró que la
atribución a la Contraloría de la competencia para administrar los sistemas de
información de la contratación estatal previstos en la Ley 598 de 200055 no
desconoce el carácter posterior y selectivo del control fiscal, en tanto aquella
brinda herramientas para el análisis de información relevante para el ejercicio
de vigilancia de la contratación, pero no la faculta para inmiscuirse en las
decisiones relativas a la misma. Al respecto sostuvo que:
54
MP. Marco Gerardo Monroy Cabra.
55
“Por la cual se crean el Sistema de Información para la Vigilancia de la Contratación Estatal, SICE, el
Catálogo Único de Bienes y Servicios, CUBS, y el Registro Único de Precios de Referencia, RUPR, de los
bienes y servicios de uso común en la Administración Pública y se dictan otras disposiciones.”
31
56
MP. Luis Ernesto Vargas Silva. En esta sentencia la Corte declaró exequibles algunos apartes del artículo 37
de la Ley 42 de 1993, que asignan al Contralor General de la República, las funciones de consolidar la ejecución
del presupuesto general del sector público, incluyendo los presupuestos de los particulares o entidades que
manejan fondos de la Nación.
32
57
MP. Jorge Iván Palacio Palacio. SV. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub. Esta sentencia resolvió la demanda
interpuesta contra el artículo 217 (parcial) del Decreto Ley 019 de 2012 (“Por el cual se dictan normas para
suprimir o reformar regulaciones, procedimientos y trámites innecesarios existentes en la Administración
Pública”).
33
33. Uno de los propósitos del Constituyente de 1991 fue separar entre el
ejercicio de funciones administrativas y de control fiscal, encargando a la
Contraloría sólo de estas últimas, a fin de evitar la coadministración y, a la vez,
garantizar la autonomía, independencia e imparcialidad del órgano de control
fiscal. De ahí que el artículo 267 de la Carta vigente reproduzca la prohibición
ya consagrada en el artículo 59 de la anterior Constitución, de atribuir a la
Contraloría “funciones administrativas distintas de las inherentes a su propia
organización”.
59
Sentencia C-167 de 1995 (MP. Fabio Morón Díaz).
60
Ver, entre otras, las sentencias C-527 de 1994 y C-100 de 1996.
61
MP. José Gregorio Hernández Galindo.
35
62
En sentencia del 5 de noviembre de 1979 (C.P. Carlos Galindo Pinilla, Proceso 2896, Radicado 209250-357-
CE-SEC1-1979-11-05), la Sección Primera del Consejo de Estado declaró la nulidad de los apartes de un
concepto emitido por la Contraloría General de la República, donde se ordenaba al Ministerio de Obras Públicas
y Transporte abstenerse de refrendar los reajustes sobre el valor de unos contratos. El alto Tribunal consideró
que el concepto en cuestión era violatorio de los artículos 59 y 60 de la Constitución de 1886, por cuanto en el
caso concreto “la Contraloría desconoce la competencia del Ministerio de Obras Públicas para disponer y
liquidar reajustes por mora en el pago de obras ya entregadas y por tales razones ordena que no se refrende
la erogación, con lo cual se hace imposible la ejecución del acto de la administración.//Ello implica que la
Contraloría haga un juicio que desborda el marco fiscal y que, con fundamento en ese juicio, impida la
ejecución de un acto que sólo podría controvertirse por la vía jurisdiccional”.
63
En sentencia del 16 de septiembre de 1987 (C.P. Aydée Anzola Linares, expediente No. 16), la Sección
Primera del Consejo de Estado declaró la nulidad del aparte de un concepto de la Contraloría en el que se
advertía que “(d)esde el punto de vista Fiscal, es improcedente hacer extensivos a los empleados públicos de
la Empresa Puertos de Colombia, los beneficios pactados en convenciones colectivas de trabajo".
64
Así, en la Sentencia del 22 de julio de 1988 (C.P. Guillermo Benavides Melo, expediente No. 623), la Sección
Primera del Consejo de Estado declaró la nulidad de un acto administrativo proferido por la Contraloría en el
que se conceptuaba que: “Para aquellas entidades oficiales como los Ministerios, Departamentos
Administrativos, Superintendencias y Establecimientos Públicos (como lo es CORELCA de acuerdo al Decreto
963 de 1972), que obran exclusivamente con arreglo al Derecho Público y celebran contratos administrativos,
no es viable el pacto de intereses sino en casos expresamente autorizados por la ley”, y al final del mismo se
advertía que este tipo de conceptos “son de obligatorio cumplimiento para todos los funcionarios”.
36
Así, en la Circular No. 005 del 21 de junio de 2007, dirigida por el entonces
Contralor General de la República al Vicecontralor y otros altos funcionarios
de dicha entidad, se caracteriza la función de advertencia como
42. Entretanto, la competencia para hacer uso de esta excepcional función está
reservado al Contralor General de la República o los Contralores Delegados
para la Vigilancia Fiscal Sectorial, y sólo podrá activarse en aquellos casos que
por su relevancia e impacto social así lo requieran. En caso de que un Gerente
Departamental estime la procedencia en la emisión de una función de
advertencia, su trámite y adopción deberá estar coordinado con el Contralor
67
Contraloría General de la República, Circular No. 005 del 21 de junio de 2007 (obra a folios 53 a 63, cuaderno
principal. El fragmento citado se encuentra a fol. 60).
68
Contraloría General de la República, Circular No. 005 del 21 de junio de 2007 (los fragmentos citados se
encuentran a fols. 61 a 63).
69
Ibíd., folio 55 y 59.
38
44. Por último, a diferencia de lo que ocurre con otros elementos del modelo de
control fiscal, que han sido objeto de un prolífico desarrollo jurisprudencial,
este Tribunal tan sólo se ha referido de manera tangencial a la función de
advertencia, en la sentencia C-967 de 201272, para señalar que constituye una
expresión del principio de colaboración armónica y del carácter integral del
control fiscal. En aquella oportunidad, la Corte declaró ajustada a la
Constitución una norma que autorizaba incluir en el acta de liquidación de los
contratos estatales los acuerdos, conciliaciones y transacciones a que llegaren
las partes para poner fin a las controversias y declararse a paz y salvo. Para
fundamentar su decisión, examinó los elementos centrales del sistema de
control fiscal de la contratación estatal y, a propósito de esto, sostuvo que:
“Coherente con ese modelo, el artículo 65 del estatuto de contratación asignó
el control previo administrativo a las oficinas de control interno de cada
entidad, mientras que la intervención de los organismos autónomos a cargo de
velar por la gestión fiscal se ejerce con posterioridad -sin perjuicio del control
de advertencia que es expresión del principio de colaboración armónica, en la
medida en que apunte al cumplimiento de los fines y principios
constitucionales, siempre que no implique una suerte de coadministración o
injerencia indebida en el ejercicio de las funciones de las demás autoridades”.
45. Como punto de partida del presente examen, la Sala retoma las
consideraciones expuestas en la sentencia antes citada, según las cuales la
función de advertencia constituye una modalidad de intervención de un ente
autónomo de control que, prima facie, encuentra respaldo constitucional en el
principio de colaboración armónica y en el carácter amplio e integral del modelo
constitucional de control fiscal. Además, dicha herramienta apunta al logro de
otros fines legítimos, relacionados con la eficacia y la eficiencia en el ejercicio
de la vigilancia fiscal encomendada a la Contraloría y, con ello, en definitiva, a
la salvaguarda del patrimonio público.
70
Ibíd., folio 62.
71
Esta entidad calcula que, como consecuencia del mencionado incremento, mientras entre 2006-2010 a través
de la función de advertencia se prevenían detrimentos patrimoniales por un valor total de 3.227.886 millones
de pesos, en el período 2010-2014 esta cifra se incrementó a 15.305.786 millones de pesos. (Folio 68, reverso).
72
MP. Jorge Iván Palacio Palacio, SV. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
39
49. Cuando se indaga por el sentido en que son empleados estos términos en el
texto constitucional, la distinción entre las funciones de vigilancia y control
atribuidas a la Contraloría no resulta concluyente. Si bien en algunas
disposiciones ambos términos parecen tener significados no del todo
coincidentes76, en otros apartes parecerían emplearse como sinónimos.77
Atendiendo a un criterio semántico, se tiene que, de acuerdo con el Diccionario
de la Real Academia, la acción de “vigilar” consiste en “velar alguien o algo,
o atender exacta y cuidadosamente a él o a ello”, esto es, implica una
observación atenta del objeto vigilado. Entretanto, “controlar” significa
“ejercer el control”, lo que en la acepción que resulta pertinente para este
análisis implica la “comprobación, inspección, fiscalización, intervención”
sobre el objeto controlado. De acuerdo con lo anterior, si cabe establecer alguna
diferencia entre ambos términos esta apunta a indicar que mientras quien ejerce
vigilancia se limita a observar, quien controla, además de vigilar, puede ir un
paso más allá e intervenir de algún modo sobre el objeto controlado.
75
Sentencia C-113 de 1999 (MP. José Gregorio Hernández Galindo).
76
Como en el artículo 119 cuando señala que la Contraloría tiene a su cargo “la vigilancia de la gestión fiscal
y el control de resultado de la administración”. También el inciso 2º del artículo 267 cuando dispone que
“(d)icho control se ejercerá en forma posterior y selectiva, conforme a los procedimientos, sistemas y principios
que establezca la ley. Esta podrá, sin embargo, autorizar que en casos especiales la vigilancia se realice por
empresas privadas colombianas escogidas por concurso público de méritos, y contratadas previo concepto del
Consejo de Estado”.
77
Así ocurre en el inciso 1º del artículo 267, al disponer que: “(e)l control fiscal es una función pública que
ejercerá la Contraloría General de la República, la cual vigila la gestión fiscal de la administración y de los
particulares o entidades que manejen fondos o bienes de la Nación”, y en el inciso 3º del mismo artículo según
el cual “(l)a vigilancia de la gestión fiscal del Estado incluye el ejercicio de un control financiero, de gestión y
de resultados, fundado en la eficiencia, la economía, la equidad y la valoración de los costos ambientales. En
los casos excepcionales, previstos por la ley, la contraloría podrá ejercer control posterior sobre cuentas de
cualquier entidad territorial”.
41
50. Del anterior análisis se infiere que, allí donde la Constitución parece
establecer una distinción entre las funciones de vigilancia y control atribuidas a
la Contraloría, ella implica en todo caso que mientras la primera se limita a la
mera observación, el control supone además intervención, esto es, algún tipo de
interacción con los procesos y operaciones que desarrolla la entidad sometida a
control. Intervención que comprende un amplio espectro de operaciones, tales
como la formulación de observaciones, conceptos, advertencias, la declaración
de existencia de hallazgos fiscales, el inicio de e iniciando los procesos
sancionatorios correspondientes y, en su caso, la imposición de las
correspondientes sanciones. Todas estas modalidades de intervención, en tanto
implican control, sólo pueden tener lugar con carácter posterior. Así lo ha
entendido la Corte Constitucional, en las decisiones previamente examinadas
relativas al alcance de este límite constitucional, de las cuales se infiere que si
bien la Constitución faculta a la Contraloría puede observar atentamente a las
entidades sometidas a control mientras estas ejecutan sus procesos y adoptan
sus decisiones, aquella no debe anticiparse ni inmiscuirse en unos y otras, sino
que ha de permanecer un paso atrás, para vigilarlas a prudente distancia y con
ello respetar el carácter a posteriori de su actuación y salvaguardar la necesaria
autonomía del ente de control.
78
Las providencias citadas a continuación fueron analizadas en los considerandos 27 a 29 de esta providencia.
79
MP. Carlos Gaviria Díaz.
80
MP. Jaime Córdoba Triviño.
81
MP. Marco Gerardo Monroy Cabra.
82
“Por la cual se crean el Sistema de Información para la Vigilancia de la Contratación Estatal, SICE,
el Catálogo Único de Bienes y Servicios, CUBS, y el Registro Único de Precios de Referencia, RUPR,
de los bienes y servicios de uso común en la Administración Pública y se dictan otras disposiciones.”
43
55. Pero aun con estas previsiones, el ejercicio de esta modalidad de control
fiscal ex ante que representa la función de advertencia conserva una efectiva
capacidad de incidir en las decisiones y en el curso de los procesos y
operaciones de las autoridades administrativas sometidas a vigilancia, en tanto
mantiene el potencial de disuadir al destinatario de la advertencia de mantener
el curso de acción objeto de reparos. En efecto, la formulación de un llamado
de atención por parte del máximo ente de control externo sobre el eventual
83
Así, en su intervención la Contraloría resalta que “los pronunciamientos por vía de la Función de Advertencia,
deben en todo momento estar desprovistos de alocuciones indicadoras de acciones que debe o debería tomar
la administración o el gestor fiscal para superar o minimizar el riesgo o amenaza, toda vez, que tales acciones
se enmarcarían dentro de la coadministración, entrando en la órbita de competencias propiamente
administrativas” (folio 45, reverso). Por su parte, la Vista Fiscal al señala que “en ningún momento estos
llamados de atención para la revisión de sus actuaciones constituyen una obligación para las entidades
públicas o sus funcionarios, quienes pueden hacer caso omiso de los mismos por considerar que sus
actuaciones se ajustan al orden normativo y a los fines del mismo – o aún a sabiendas de las responsabilidades
que deben asumir por sus conductas cuando las mismas no se ajustan a la Constitución y la ley -, ya que como
representantes legales y ordenadores del gasto se rigen por el principio de autonomía administrativa,
financiera y presupuestal” (folio 89).
84
Algunos de estos pronunciamientos se examinan en los considerandos 12 y 37 de esta providencia
44
57. Los argumentos hasta aquí expuestos permiten concluir que, por instaurar
una modalidad de control fiscal previo, con un efectivo potencial para incidir
en las decisiones administrativas atinentes al manejo de recursos públicos, la
función de advertencia no se ajusta a dos de los límites constitucionales que
enmarcan el ejercicio legítimo del control fiscal externo que se encomienda a la
Procuraduría, a saber, su carácter posterior y la prohibición de
coadministración. En consecuencia, la norma que establece dicha función es
inconstitucional por infringir el artículo 267 superior.
58. Sin embargo, la Sala no desconoce que, del mismo modo en que la
Constitución expresa una decidida opción por establecer tales límites al control
fiscal, no es menos enfática en su apuesta por fortalecer las herramientas de
control sobre la gestión de los recursos públicos, a través de un sistema de
fiscalización amplio e integral. Por tal motivo, el examen de constitucionalidad
de la función de advertencia no puede limitarse a verificar la contrariedad entre
dicha figura y las normas constitucionales que definen el carácter posterior del
control fiscal externo y la prohibición injerencia del ente de control en las
decisiones administrativas de las entidades sometidas a su vigilancia. Es preciso
además que la Corte resuelva la tensión entre principios constitucionales que se
plantea a propósito de esta controversia: por un lado, la efectividad del control
fiscal, que reclamaría una vis expansiva, una anticipación, con carácter
86
Folio 85.
47
61. Entre los medios alternativos dispuestos para alcanzar los fines perseguidos
con el control de advertencia, se encuentra el control interno que, según lo
previsto en los artículos 209 y 269 superiores, están obligadas a implementar
las entidades públicas.
62. Pero además, los mecanismos de control interno se complementan con los
controles previos de los que dispone la propia Administración, por conducto de
las Superintendencias, en ejercicio de la función de inspección, vigilancia y
control sobre ciertas actividades, como la salud, los servicios públicos, entre
otras. En ejercicio de sus competencias, tales entidades se encuentran facultadas
para formular advertencias allí donde se constaten actuaciones que puedan
comprometer la adecuada realización de estas actividades y la adecuada gestión
de recursos públicos que a ellas se destinan.
Conclusiones
94
Artículo 18 Ley 42 de 1993 (“Sobre la organización de control fiscal financiero y los organismos que lo
ejercen”).
50
64. Examinada la constitucionalidad del artículo 5, numeral 7º, del Decreto 267
de 2000, a la luz de los cargos propuestos, la Sala concluye que la función de
advertencia que dicha norma atribuye a la Contraloría General de la República,
si bien apunta al logro de objetivos constitucionalmente legítimos, relacionados
con la eficacia y eficiencia de la vigilancia fiscal encomendada a esta entidad,
desconoce el marco de actuación trazado en el artículo 267 de la Constitución,
el cual encuentra dos límites claros en (i) el carácter posterior y no previo que
debe tener la labor fiscalizadora de la Contraloría y, de otro lado, (ii) en la
prohibición de que sus actuaciones supongan una suerte de coadministración o
injerencia indebida en el ejercicio de las funciones de las entidades sometidas a
control.
67. Por último, la Sala considera que la modalidad de control fiscal previo
representada en la función de advertencia constituye una afectación innecesaria
de los principios constitucionales que, para salvaguardar la autonomía e
independencia de la Contraloría, establecen el carácter posterior del control
externo y la prohibición de coadministración. El propio constituyente dispuso
de otros mecanismos que, sin comprometer los mencionados límites, permiten
alcanzar las finalidades constitucionales perseguidas con el control de
advertencia previsto en la norma acusada. Se trata de los dispositivos de control
fiscal interno que, según lo previsto en los artículos 209 y 269 superiores, están
obligadas a implementar las entidades públicas.
Luego de examinar las normas legales que disciplinan el ejercicio del control
interno, la Corte concluyó que dentro de sus objetivos, criterios de actuación y
facultades específicas conferidas a las entidades encargadas de llevarlo a efecto,
queda comprendida la facultad de intervenir de manera previa en las actuaciones
de la administración. A través de este mecanismo alternativo no se compromete
la adecuada coordinación entre el ejercicio del control fiscal previo, a través de
la figura del control interno, y el control posterior externo, dado que el primero
constituye uno de los insumos para el ejercicio de este último. Finalmente, tal
mecanismo encuentra un adecuado complemento en los controles preventivos
y la formulación de advertencias que la propia Administración, a través de las
facultades atribuidas a las Superintendencias, puede implementar respecto de
aquellas actividades sometidas a inspección, vigilancia y control.
VII. DECISIÓN
RESUELVE
Magistrada Ponente:
María Victoria Calle Correa
Con el debido respeto por las decisiones mayoritarias de esta Corte, salvo mi
voto a la presente sentencia mediante la cual se decide “declarar inexequible el
numeral 7º del artículo 5º del Decreto 267 de 2000, “por el cual se dictan
normas sobre organización y funcionamiento de la Contraloría General literal
e) del artículo 10 de la Ley 1264 de 2008”, en razón a que considero que el
precepto demandado que consagra la “función de advertencia” de la Contraloría
General de la República es constitucional, por las siguientes razones:
55
Fecha ut supra,
Magistrada Ponente:
MARÍA VICTORIA CALLE CORREA
establece una forma de control fiscal previo que no está permitida para la
Contraloría General de la República, considero sin embargo que, tal y
como se encontraba redactada en el numeral 7 o del artículo 5 o del decreto
267 de 2000, no podía concluirse que la disposición también comportaba
la facultad de coadministración en cabeza del órgano de control. Ello
porque el mero aviso debía ser entendido como una alerta en procura de
la protección de los fines del estado y como expresión del principio
constitucional de colaboración armónica. Por lo anterior, la Corte no
debió servirse del argumento de la coadministración para declarar la
inconstitucionalidad de la norma demandada.
Fecha ut supra,
Magistrada Ponente:
MARÍA VICTORIA CALLE CORREA
En los términos expuestos, dejo entonces sentadas las razones que me llevaron
a salvar el voto en la presente providencia.
Fecha ut supra