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A&r 16 Contra-el-Amor

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Núm.

16 VALLADOLID, 11 DE JUNIO DE 1996 Año 2


PUBLICACIÓN
CORRESPONDENCIA: APARTADO DE ORGANO DE EXPRESIÓN DEL GRUPO LIBERTARIO
DIFUSORA DE LAS
CORREOS 6078 VALLADOLID 47080 IDEAS ANARQUISTAS Amor y Rabia
FOTOCOPIA Y DIFUNDE
EJEMPLAR
GRATUITO
Número sencillo

CONTRA
EL AMOR
2

Contra el amor
Carlo Fabretti

El amor es la ideología de la familia -es decir, la ideología a secas- inter- “amor a la naturaleza” (de los que intentaré ocuparme específicamente
nalizada a los más profundos niveles y convertida en compulsión y mito en otra ocasión).
primordiales. Como todos los mitos, el amor se refugia en una bruma de En principio, pues, distingo entre amor y amistad remitiéndome al uso co-
ambigüedades que lo hace difícil de analizar y, por tanto, de desmontar. mún de ambos términos, sobre la base provisional de que dicha distinción
Después de la autoconciencia, del cogito ergo sum (o antes, para quienes es en la práctica, y pese a la ambigüedad de la palabra amor, bastante clara.
proponen la alternativa patrior ergo sum), el amor es el más íntimo e “in- Las expresiones “amar a” y “ser amigo de” indican situaciones afectivas
efable” de los sentimientos (de ahí que la literatura y el arte se pongan el bien distintas. Sólo literariamente se habla de “amor a los amigos”, y el
máximo empeño en expresarlo), sobre todo en su sentido más estricto de tópico del padre que quiere ser un amigo para sus hijos es pura retórica.
enamoramiento. La diferencia de significados y connotaciones de ambos términos queda
Sin embargo, confiamos tanto en su universalidad que la expresión “estar especialmente clara en el hecho de que el uno se utiliza comúnmente para
enamorado” se considera dotada de un significado preciso y se emplea refutar el otro. Cuando, por ejemplo, se quiere desmentir una supuesta rela-
recurrentemente, dando por supuesta su inmediata comprensión. Esta es ción amorosa, se suele decir: sólo son amigos.
una de las muchas paradojas del amor: todos saben lo que es, pero a la vez La diferencia entre amor y amistad es claramente cualitativa (si sólo
resulta dificilísimo no ya definirlo, sino tan siquiera describirlo. En com- fuera cuantitativa, el amor sería un grado de amistad y no harían falta dos
paración conceptos tan abstrusos como “felicidad” o “libertad” parecen palabras distintas). El amor es la amistad con alas, dijo un cursi famoso, sin
sencillos. especificar la naturaleza de esas alas. En el caso del amor explícitamente
Por eso no voy a partir de una definición del objeto impugnado, sino que sexual, no se trata simplemente de amistad más sexo (¡ojalá!); las alas son
intentaré que la impugnación misma vaya, si no definiendo, al menos aco- algo más – y algo menos- que gónadas metafóricas. En todo caso, habría
rralando el mito para su ulterior desarticulación (tarea delicadísima que cada que hablar de amistad más sexo mitificado (o menos, pues el componente
cual tendrá que comprender por su cuenta y riesgo). El amor que pretendo eromítico empobrece la amistad: le añade algo negativo).
impugnar es el no expresable en meros términos de solidaridad, simpatía Si intentamos concretar las diferencias entre amistad y amor, nos en-
(en el sentido etimológico de sentir con), amistad. Me refiero muy especial- contraremos con que el segundo se distingue de la primera sobre todo por
mente al amor en el sentido de “estar enamorado”; sin embargo, utilizo el una mayor cantidad e intensidad de factores negativos: posesividad, depen-
término genérico amor -en vez de otros más específicos, como “enamora- dencia, ambigüedad (doble vínculo), celos, ansiedad, irracionalismo, faltad
miento” o “amor sexual” - para abarcar también otros tipos de amor afines e de objetividad, mitificación del objeto amoroso, exclusivismo, agresividad
igualmente impugnables, tales como el “amor a la patria”, el “amor mater- latente (cuando no manifiesta), inestabilidad... Si el amor es amistad con
no” y, en general, todas las acepciones del término en que, para entendernos, alas, esas alas son las del albatros caído de Baudelaire: un patético lastre
resultaría inapropiado sustituirlo por “amistad”, sin excluir amores tan que impide caminar (1)
aparentemente virtuosos e inocentes como el “amor al prójimo” o el

.La amistad como oposición


Otra gran paradoja del amor: se utiliza este término para aludir a dos cla-
Normalmente (y con toda propiedad, como veremos) se reserva el térmi- ses de afecto -y sólo a estas dos- que en principio parecen incompatibles: el
no “amor” para las relaciones familiares (amor entre esposos, entre padres afecto entre padres e hijos, y el afecto entre amantes, que el tabú del incesto
e hijos) o para las que apuntan a la formación de una familia (amor entre separa rígidamente.
novios) o, por lo menos, de una pareja (que es una protofamilia nuclear),
estableciendo una clara distinción entre esta clase de afecto y el amistoso, El psicoanálisis ha demostrado de forma concluyente la índole eróti-
hasta el punto de que los términos “amor” y “amistad” se suelen utilizar ca del afecto filial, a duras penas enmascarada por el más fuerte de los
como mutuamente excluyentes. Es frecuente decir “sólo somos amigos” tabúes. Pero habría que empezar a plantearse el aspecto recíproco de la
para desmentir una supuesta relación amorosa. Y el padre que le dice a su cuestión: la índole filial del afecto erótico. En el amor subyace el afecto
hijo “me gustaría ser un amigo para ti” está expresando claramente que la compulsivo de recuperar ese “paraíso perdido” en el que la madre era la
amistad no es algo intrínseco a la relación paterno-filial típica, sino, en todo prolongación del yo y su inagotable fuente de placer y seguridad. En este
caso, algo a conseguir como superación de la misma. sentido, el amor se niega a aceptar la evidencia de la separación irreversible.

La ideología de la familia
Lo que llamamos amor es, básicamente, la fuerza de cohesión de las cé- nio como institución religiosa y social empieza a debilitarse (e inclu-
lulas familiares: tiende a mantener unidas las ya existentes y a formar otras so esto es muy relativo), su mito básico, la pareja unida por el amor,
nuevas (toda pareja, insisto, es una protocélula). conserva una vigencia casi universal.
El exclusivismo y la posesividad típicos del amor se corresponden con la El amor es la ideología de la familia -es decir, la ideología a secas-
estructuración familiar nuclear de la sociedad, basada en la pareja- más su internalizada a los más profundos niveles y convertida en compulsión y
eventual prole-concebida como isla afectivo-sexual y económica. mito primordiales. Las versiones paganas actualizadas del mito pueden
ser menos represivas que la versión cristiano-burguesa, pero siguen ex-
La afectividad y la sexualidad se conforman en el seno de la presando y transmitiendo la misma ideología.
familia, y tienden a reproducirla. (Todo amor es, en cierto modo, edípico).
Las presuntas actitudes progresistas o realistas frente al amor rara
Con el progresivo relajamiento de la moral cristiano-burguesa, el vez van más allá de una mera puesta al día del mito (con lo que por
esquema matrimonial y familiar se ha hecho más flexible, menos cierto contribuyen a su perpetuación). Del mismo modo que el ma-
coercitivo en lo que a libertades formales se refiere, pero dista mu- trimonio se flexibiliza oficialmente mediante el divorcio (flexibilidad
cho de haber sido superado (por el contrario, dicha flexibilización fa- extraoficial siempre la ha tenido, especialmente para los hombres, la clase
cilita su supervivencia en una sociedad mucho más permisiva), y el dominante), el amor, para sobrevivir en esta época presuntamente raciona-
amor es expresión y sustento de dicho esquema. Aunque el matrimo- lista y desmitificadora, renuncia a sus pretensiones de absoluto y eternidad.
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Pero no es una renuncia sincera: las edípicas ansias de una fuente la evidencia de la alteridad autónoma, y está plenamente justificado que se
de placer y seguridad plena, incondicional, continua y exclusiva si- lo represente como un mamón blando y gordezuelo con los ojos vendados.
guen latentes: sigue vivo el deseo de anexionarse a otra persona (por Resumiendo, el amor es consecuencia y factor perturba-
algo se usa el término “conquistar” como sinónimo de enamorar), de dor –el fruto que contiene y nutre la semilla- del esquema fami-
recuperar el terreno edénico en que la madre era la mullida fortaleza de liar nuclear, que a su vez es consecuencia y factor perpetuador de
un ego de límites difusos. Liebe ist Heimweh: el amor es nostalgia, dicen unas sociedad basada en la explotación y la competencia que induce a re-
irónicamente los alemanes. fugiarse en la familia –o la pareja- concebida como trinchera y congela la
En este sentido, el amor es siempre infantil, regresivo; se niega a aceptar afectividad y la sexualidad en el estado infantil.

Un universo pueril
La etiología familiar de la enfermedad amorosa se manifiesta claramente producida por el hecho de no ser omnipotente, omnipresente y omnisciente
en el más común y lamentable de sus síntomas: los celos. en el universo del otro, se traduce en los celos.
Los celos y su nefasto cortejo (posesividad, dependencia, ansiedad, El amor, que a menudo se representa como último reducto de autenticidad
agresividad, etc.) son consecuencia lógica de la puerilidad del amor: y autodeterminación de una sociedad hipócrita y coercitiva, es en realidad la
cuando dos personas, al enamorarse, contraen el compromiso táci- farsa suprema y la más angosta de las jaulas concéntricas que nos aprisionan.
to de satisfacer mutuamente sus ansias edípicas, es inevitable que se Los miembros de una pareja se someten mutuamente al más grosero de los
frustren o se sientan continuamente al borde de la frustración o del engaños (sólo concebible en la medida en que ambos desean ser engañados
abandono; ya que el bebé interior exacerbado por la furia amorosa exi- tanto o más que engañar) y sujetos por la cadena de una dependencia neu-
ge una dedicación constante y exclusiva que en el fondo sabe imposi- rótica, se convierten cada uno en la bola de presidiario del otro.
ble. Este miedo fóbico al abandono, esta frustración sorda y continua

Engaño mutuo
Los enamorados firman con su sangre el siguiente contrato elíptico: tú vas me hagas creer que yo soy único e insustituible para ti), que estoy contigo
a fingir que yo soy lo más importante para ti, el centro de tu universo, y yo precisamente porque eres tú, etc.
fingiré que tu eres el centro del mío, de este modo olvidaremos que desde Mediante un mecanismo esquizofrénico ad hoc que merecería el más
que salimos de la infancia, estamos irreversiblemente solos, cada uno con- atento estudio de los psicólogos, los dos actores se creen no sólo la farsa
finado en el centro de su propio universo... tú vas a fingir que yo soy para ti del otro, sino también la propia. La única diferencia entre el seductor y
algo único e insustituible, que estás conmigo precisamente porque soy yo, el enamorado auténtico estriba en que el primero sólo engaña al partner
cuando en realidad mi identidad profunda es desconocida e inasequible, y (o compañero/a), mientras que el segundo también se engaña a sí mismo.
no soy más que uno entre los miles de actores que podrían representar el
mismo papel para ti, a cambio, yo fingiré que tú eres para mí algo único Tanto engaño mutuo sólo es concebible, por otra parte, en el marco de una
e insustituible (cosa que me resultará tanto más fácil en la medida en que mitología sólidamente instaurada.

Los nobles amores


Es fácil ver que el amor a la patria, el eventual amor a Dios y similares al que hay que amar sobre todas las cosas. La manera en que estas formas
están directamente conectados con el amor de etiología familiar. Esta afi- de amor contribuyen a consolidar la moral vigente –es decir, a perpetuar el
nidad se explicita, sin ir más lejos, a nivel coloquial: se habla del amor y sistema- es lo suficientemente obvia como para no insistir en ello.
el respeto debidos a la madre patria, y Dios es ante todo el padre universal

Amor, muerte y soledad


Y si la religión es una forma de amor- al padre (o sea, al principio de miedo a la muerte?. Probablemente la explicación estriba en que la muerte
autoridad) deificado-, el amor es a su vez una forma de religión, la res- propia es un fenómeno único, definitivo y que casi todos ven como algo
puesta mítica al carácter inasequible e incognoscible de la alteridad. Del sumamente vago y remoto, algo que al igual que el Sol no se deja mirar
mismo modo que la religión es, en gran medida, una mitología destinada a de frente, como decía la Rochefoucauld. No se experimenta la muerte, nos
conjurar el miedo a la soledad; y, como tal, dificulta el enfrentarse objeti- recuerda Epicuro: cuando tú eres, la muerte no es; cuando la muerte es, tú
vamente al problema y favorece la perpetuación de un sistema basado en la ya no eres. La soledad por el contrario es una experiencia frecuente -por no
explotación y la competencia asolidarias, causa fundamental de la soledad decir continua- en nuestra sociedad competitiva, muy difícil de aliviar de
extrema en que vivimos. una forma mínimamente satisfactoria. La necesidad de autoengañarse con
Cabe plantearse la siguiente cuestión: puesto que mucha gente pres- respecto a la soledad es mucho más inmediata y apremiante que la necesi-
cinde de los mitos religiosos (2), pero casi nadie de los amorosos, ¿hay dad de autoengañarse con respecto a la muerte.
que deducir que el miedo a la soledad es más intenso e irreductible que el
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Del trauma a la alienación:


el amor y el odio
Es absurdo (aunque muchos lo hacen) pretender combatir el sistema
actual sin oponerse a la familia nuclear patriarcal. Y esto, a su vez,
implica desenmascarar el amor como mito reaccionario y paralizante,
dejar de considerarlo una especie de bello milagro y empezar a con-
templar -y tratarlo- como un trastorno afectivo-sexual de naturaleza
ideológica.
En el lenguaje coloquial se alude a menudo al carácter traumático
del amor, se habla del mal de amores, de la fiebre amorosa (los brasi-
leños son más explícitos y usan “tarado” como sinónimo de enamo-
rado). Y por algo se representa a Cupido armado de arcos y flechas.
Pero está tan arraigada la religión del amor, que ni siquiera admitir
que se trata de un dios ciego y tiránico impide que se le siga adorando
de una forma u otra.
El terrible adagio del amor al odio no hay más que un paso, debería
bastar para despertar en el más ingenuo la sospecha de la morbosidad
del amor. Amor y odio son las dos caras de la moneda afectiva en cur-
so, acuñada con una aleación rica en violencia, miedo, mentira... Son
las dos caras de la moneda de la incomunicación, y por eso están tan
próximos, es tan fácil pasar de uno a otro e incluso confundirlos. Si
las personas pudieran conocerse, comprenderse, colaborar, desarrollar
la solidaridad y la simpatía (en el sentido etimológico de sentir con),
desaparecerían tanto el odio como su reverso, su par dialéctico, el
amor compulsivo. Y sólo habría amistad (3), más o menos íntima, más
o menos profunda, más o menos sexual, pero básicamente respetuosa
de la identidad ajena, abierta, libre.
Hay que evitar la común falacia de pensar que los aspectos nega-
tivos de este amor compulsivo a un paso del odio son defectos ex-
trínsecos, accidentes aislables de una hipotética esencia positiva del
amor, noble y luminosa (falacia idealista que remite el nefasto mito
religioso de la separación alma-cuerpo). Los celos, la frustración, la
angustia, la agresividad latente (o manifiesta) no son impurezas del
amor, sino elementos intrínsecos. La posesividad y la dependencia
edípicas engendran celos y ansiedad, la idealización engendra frustra-
ción, y la ansiedad y la frustración (o su intuida inevitalidad) engen-
dran angustia y agresividad. actitud especialmente sensata de los interesados y /o unas circunstan-
cias especialmente favorables; pero estos amores poco conflictivos
Por supuesto que, dentro de la generalizada morbosidad eromítica, son excepciones (universalmente reconocidas como tales) que con-
hay amores más sanos que otros, algunos, incluso, en que los aspectos firman la regla. También hay ciegos alegres (probablemente más que
negativos quedan relegados a un segundo término, contenidos por una amores), y eso no significa que la ceguera sea un don.

El amor de los desengañados


No es nada fácil combatir la arraigada tendencia a considerar el amor Y eso a pesar de que la evolución misma de los procesos amorosos
como algo cierto-bueno-bello y empezar a considerarlo como una for- se encarga de desengañarnos, ya sea mediante una decepción brusca o
ma de alienación. La mayoría de la gente contempla y vive el amor un enfriamiento gradual, jalonado de decepciones menores. Cumplido
como algo superlativamente auténtico y personal, expresión del nú- su objetivo de atomizar la sociedad a la sociedad en grupúsculos ais-
cleo mismo del ego y fuente primordial de las gratificaciones más in- lados y manipulables, en células familiares y cuasifamiliares, el amor
tensas y elevadas. Superar esto es incluso más difícil que superar el suele revelar su engaño básico. Pero muchos se niegan a ver el engaño
mito cristiano-burgués de la nobleza del sacrificio y el trabajo fren- básico, tan inevitable e irreversible les parece la situación. Y de los que
te a la trivialidad de lo lúdico. Es incluso más difícil que sacudirse lo reconocen, la mayoría lo atribuye a fallos personales o circunstan-
el yugo internalizado del principio de rendimiento (lo más que se hace, en ciales, resistiéndose a ver la falsedad básica del planteamiento mismo.
general, es desplazarlo de unas esferas de actividad a otras). E incluso entre los escépticos respecto al amor, la mayoría buscan su-
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cedáneos más que alternativas, y en realidad lo mitifican aún más, mítica amorosa, sino que, por el contrario, la refuerzan en la medida en que
considerándolo “algo demasiado bello para ser verdad”, y trivializan otro desvirtúan las causas de la frustración afectiva y desvían la subsiguiente
tipo de experiencias erótico-afectivas (o buscan directamente lo trivial a agresividad de sus auténticos objetivos: el propio mito del amor y la ideo-
falta de otra cosa). logía que lo informa.
Estas formas de escepticismo, resignación o desengaño no se oponen a la

Otros senderos:
alternativas al amor
Ahora bien, suponiendo que se admira el carácter neurótico y regresivo En cuanto a las posibles alternativas al amor tal como hoy se vive y
del amor, ¿cómo superarlo y con qué sustituirlo? entiende, sólo podemos vislumbrarlas, ya que van ligadas a condicio-
Tal vez lo único que podamos hacer por el momento sea someter a nes psicológicas y sociales radicalmente distintas; pero parece lícito
una enérgica y recelosa autocrítica nuestro concepto del amor y nues- suponer y esperar que una potenciación de la solidaridad, la compren-
tras vivencias afectivas, separando en lo posible los inevitables aspec- sión, el respeto por la autonomía propia y ajena, junto con la supera-
tos negativos (posesividad, dependencia, mitificación, agresividad...), ción de la posesividad, la agresividad, etc., dará lugar a un generalizado
de los positivos (solidaridad, simpatía, respeto a la identidad y a la au- tipo de relaciones extrapolables de lo que hoy se entiende por una bue-
todeterminación y libertad ajenas...), esforzándonos por combatir los na amistad; relaciones en las que el sexo podrá jugar un papel más
primeros y potenciar los segundos. o menos explícito, más o menos importante, pero nunca coercitivo.
Sólo podemos hacernos una idea muy vaga de tal situación afectiva, por la
Este mero esfuerzo, desde luego no bastará para cambiar radicalmen- misma razón que no podemos hacernos
te nuestra estructura afectiva; pero es un primer paso, igual que el diag- una idea clara de una sociedad libre, ya que ambas cosas - afectividad no re-
nóstico de una enfermedad es el primer paso hacia su curación (o el presiva y sociedad no represiva- van indisolublemente unidas y se determinan
segundo: primero hay que reconocer que se está enfermo). Un primer mutuamente, del mismo modo que se determinan mutuamente el amor
paso a inscribir en la lucha por la transformación global de la sociedad, neurótico y la sociedad neurótica actuales.
condición previa de - o mejor dicho, en relación dialéctica con - una autén-
tica transformación afectiva del individuo.

Y por si no lo entendemos el sistema ha construido dentro de cada uno de nosotros, habremos perdido
En resumen, nuestra actual forma de concebir y sentir el amor constituye la batalla de antemano.
probablemente el reducto más profundo y mejor protegido de la ideología
interiorizada. La lucha contra la ideología dominante se libra en muchos Como bien decía San Pablo, somos templos vivientes de la ideología
frentes y uno de los más duros está en lo más íntimo de nuestro ser, en el (vaya disfrazada de paloma o de mamoncillo alado), y mientras no expul-
centro mismo de nuestra sensibilidad. Es algo terrible, pero si no lo afron- semos de nuestro interior tanto a los mercaderes como a los sacerdotes y
tamos, si nos negamos a ver que nuestro corazón es la sede del búnker que sobre todo a los dioses interiorizados, no empezaremos a ser libres.

notas
1. No pretendo afirmar con esto que tales factores negativos no intervienen en lo que llamamos amistad. Estamos tan tarados, nuestra afectividad está tan
condicionada por la ideología dominante, que en una relación -del tipo que sea- libre de conflictos es, hoy por hoy, prácticamente imposible.
Aunque lo cierto es que muchos factores conflictivos que en el amor juegan un factor determinante, en la amistan suelen ser se-
cundarios (o están mejor controlados), mi contraposición de amor y amistad es sumamente esquemática, y podría desprender-
se de ella una idealización de la amistad del todo improcedente. Un planteamiento riguroso de la cuestión exigiría un análisis detallado y
necesariamente prolijo de la afectividad y el sexo en relación con la ideología.
Con esta exposición simplista pretendo más que nada sugerir una línea de análisis y señalar la necesidad de una revisión drástica de nuestros conceptos
y valores afectivos.
2. No tanta, en realidad: muchos de los que creen prescindir de la religión se aferran a una serie de mitos sustitutivos (seudocientíficos, morales, etc.) que,
si no conjuran el miedo a la muerte, al menos alivian el miedo a la vida.
3. En realidad habría que inventar una palabra nueva, pues las relaciones que pudieran darse en una sociedad no represi-
va serian cualitativamente distintas a lo que hoy se da Asociar estas relaciones nuevas e inconcebibles a lo que hoy llamamos amis-
tad es una aproximación simplista, meramente referencial, basada en el hecho de que la autonomía, la apertura y otras características
irrenunciables de cualquier relación no represiva suelen darse más en las relaciones amistosas que en las amorosas.
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La buena química*
Anastasia Toufexis

Raices de la evolución, marcas cerebrales, secreciones biológicas. Así es


la historia del amor.
Vale, dejémonos de esas tonterías acerca del amor romántico y apor- primeras cascadas de sustancias neuroquímicas del cerebro a la san-
temos algo de precisión científica. Pongamos el amor bajo el micros- gre, provocando embelesadas sonrisas y manos sudorosas mientras
copio. hombres y mujeres se miraban profundamente a los ojos. Cuando la
Cuando lo examina gente rigurosa (con la abreviatura Dr. acom- Humanidad pasó de gatear a caminar sobre las dos piernas, este cam-
pañando su nombre), lo que ve no es algo estúpido, absurdo. No, su bio hizo que, por primera vez, los demás seres humanos pudieran ver
investigación revela que el amor está firmemente asentado en los ci- a una persona de cuerpo entero. Los órganos sexuales estaban com-
mientos de la evolución, la biología y la química. Lo que a prime- pletamente expuestos a la vista, igual que otras características como
ra vista parece un comportamiento irracional, exaltado, es en reali- el color de los ojos o la envergadura de los hombros. Cada individuo
dad parte de la estrategia rectora de la naturaleza: una fuerza que ha tenía ahora su atractivo personal.
ayudado a los humanos a sobrevivir, crecer y multiplicarse durante Entonces se armó la gorda, y nuevas maneras de hacer el amor
miles de años. Michael Mills, profesor de Psicología de la Loyola permitieron que el sexo se convirtiera en una unión romántica, y no
Marymount University de Los Ángeles, dice: "El amor son nuestros sólo en un mero acto reproductor. Aunque el método predilecto de la
antepasados susurrándonos al oído". mayoría de los animales era, y sigue siendo, montar a la pareja por
Probablemente fue en las llanuras de África, hace cuatro millones detrás, los humanos empezaron a disfrutar de la cópula cara a cara, y
de años, en los albores de la especie humana, cuando la idea de amor tanto las miradas como la atracción personal se convirtieron en una
romántico empezó a florecer o, al menos, cuando empezaron a fluir las parte mucho más importante de la eyaculación.

CUATRO AÑOS DE PASION


El romance servía al objetivo evolucionista de comprometer a ma- pareja tiene otro hijo tres años después del primero, tal y como suele
chos y hembras en una asociación a largo plazo, esencial para la crian- ocurrir, entonces su unión puede tener unas expectativas de durar en
za de los hijos. En las praderas abiertas debía de ser difícil -y peligro- torno a cuatro años más. Esto las hace estar maduras para el familiar
so- que fuese sólo uno de los padres se ocupara de un hijo mientras fenómeno retratado en el clásico de Marilyn Monroe "La tentación
buscaba comida al mismo tiempo. "Si una mujer tenia que llevar en vive arriba".
un brazo el equivalente a una bola de 9 kilos y un montón de palos Pero, en los designios de la naturaleza, el amor no es eterno. Tam-
en el otro, era una necesidad biológica que se emparejara con un poco exclusivo. Menos de un 5% de los mamíferos forma parejas to-
cónyuge para criar al pequeño", explica la antropóloga Helren Fis- talmente estables. Desde los primeros días, sostiene Fisher, el patrón
her, autora de Anatomy of love (Anatomía del amor). humano ha sido "monogamia con adulterio clandestino". Una cana
Aunque la cultura occidental se aferra a la idea de que el verdade- al aire de vez en cuando aumentaba las posibilidades de que se trans-
ro amor arde para siempre (la película “Drácula” de Bram Stocker mitieran nuevas combinaciones de genes a la siguiente generación:
muestra al Conde levando la llama más allá de la vida), parece que la los hombres que buscaban nuevas compañeras tenían más hijos.
naturaleza dictaba que la chispa de la pasión durara unos cuatro años. Contrariamente a la idea general, las mujeres eran igualmente sus-
Las parejas primitivas sólo permanecían juntas "el tiempo suficiente ceptibles de perderse. "Con tal de que las mujeres prehistóricas fue-
para criar un niño", dice Fisher. Luego, cada uno encontraba una ran discretas con sus relaciones extramatrimoniales", dice Fisher,
nueva pareja y volvía a empezar. "podrían obtener más recursos, mejor seguridad vital, mejores ge-
Lo que Fisher llama "la crisis -o comienzo- del cuarto año" se re- nes y un DNA más variado para sus futuros vástagos". De ahí que
fleja inequívocamente en las estadísticas de divorcios. En la mayoría aquellas que se metían secretamente entre los arbustos seguían vi-
de las 62 culturas estudiadas por ella, las tasas de divorcio alcanzan viendo al transmitirse inconscientemente a través de los siglos aquello
su cota máxima al cuarto años de matrimonio. Hijos adicionales ayu- que existe en el espíritu femenino (y masculino) y que motiva a las
dan a mantener las parejas juntas más tiempo. Si, por ejemplo, una mujeres modernas a coquetear.

EL AMOR ES QUÍMICA
"Amor es una designación romántica para un proceso biológico muy ordinario -o, mejor dicho, químico-. Un montón de tonterías se escri-
ben y discuten sobre ello" Greta Garbo a Melvyn Douglas en "Ninolchka"

Los amantes afirman a menudo que se sienten como arrastrados. que nos resulta atractivo, suena la sirena en la fábrica de FEA".
Y no se equivocan: según sugieren las investigaciones, están literal- Pero los subidones de feniletilamina no duran para siempre, hecho
mente arrollados por sustancias químicas. Un cruce de miradas, un que apoya el argumento de que el amor romántico apasionado es efí-
contacto de manos o una ráfaga de olor desencadenan un aluvión que mero. Como sucede con cualquier anfetamina, el cuerpo desarrolla
empieza en el cerebro y recorre los nervios y la sangre. Los resultados una tolerancia a la FEA, con lo que cada vez hace falta más cantidad
son conocidos: rubor, manos sudorosas, jadeos. Si el amor se parece de sustancia para producir el chispazo del amor. Al cabo de dos o
sospechosamente al estrés, la razón es sencilla: los senderos químicos tres años, el cuerpo no puede generar la cantidad necesaria de FEA y,
son idénticos. contrariamente a la creencia popular, comer dulces no ayuda, ya que,
Por encima de todo está la euforia de enamorarse, una reacción no pese a que son ricos en FEA, no pueden incrementar la aportación
tan sorprendente si se tiene en cuenta que muchas de las sustancias corporal.
que anegan al enamorado son primas de las anfetaminas. Incluyen do- La falta de sustancias químicas marca el final de la pasión delirante,
pamina, noradrenalina y, sobre todo, feniletilamina (FEA). Cole Por- y para muchas personas, el fin de la relación. Esto es sobre todo válido
ter sabía de lo que hablaba cuando dijo: "Me pones como una moto". para aquellos que el doctor Michael Liebbowitz del Instituto Psiquiá-
"El amor es un subidón natural", observa Anthony Walsh, autor de trico del Estado de Nueva York denomina "adictos a la atracción",
La ciencia del amor: entender el amor y sus efectos en la mente y los cuales anhelan tan ardientemente la embriaguez de enamorarse
el cuerpo (The science of Love: Understanding Love and Its Effects que pasan frenéticamente de una relación a otra tan pronto como des-
on Mind and Body). "La FEA es lo que hace que uno lance esa son- aparece el primer ramalazo de enamoramiento.
risa tonta a un desconocido. Cuando nos encontramos con alguien

* Artículo publicado por la revista Time, el 15 de febrero de 1993.


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ROMANCES QUE CALMAN
Está claro que muchos romances sobreviven a los primeros años. explica el psiquiatra Mark Goulston, de la Universidad de California.
¿Cómo se explica esto?. Por supuesto, con otra serie de sustancias "Amor maduro es cuando amas a la otra persona por como es". Es
químicas. La presencia constante de un compañero hace que aumen- la diferencia entre pasión y compasión, observa Walsh, psicobiólogo de
te progresivamente en el cerebro la producción de endorfinas. En la Boise State University de Idaho. "Es Bon Jovi frente a Beethoven".
contraste con las efervescentes anfetaminas, estas sustancias son se- La oxitocina es otra sustancia química que ha empezado a relacionar-
dantes. Calmantes naturales que dan a los amantes una sensación de se recientemente con el amor. Producida por el cerebro, sensibiliza los
seguridad, paz y sosiego. "Esta es una de las razones por las que nervios y estimula la contracción muscular. En las mujeres, favorece las
nos sentimos tan mal cuando un amante nos abandona o muere", contracciones uterinas durante los partos así como la producción de leche
observa Fisher. "Nos falta nuestra dosis diaria de droga". y parece que inspira en las madres el deseo de mecer a sus niños. Los
Los Investigadores observan un contraste entre el ardiente enamora- científicos conjeturan que la oxitocina podría fomentar un acercamiento
miento inducido por la FEA, junto con otras sustancias anfetamínicas, y similar entre mujeres y hombres. Es posible que esta versátil sustancia in-
ese apego más intimo que propician y prolongan las endorfinas. "Amor tensifique los orgasmos. El nivel de oxitocina aumenta entre tres y cinco
temprano es cuando amas la forma en que el otro te hace sentirte", veces durante el clímax en los hombres y todavía más en las mujeres.

COMO SE ELIGE PAREJA


"Una cierta sonrisa, una cierta cara" - Johnny Mathis
Los químicos pueden ayudar a explicar (por lo menos a los científi- (normal viniendo de una universidad católica) no explica porqué la
cos) los sentimientos de pasión y compasión, pero no por qué la gente manera en que anda y ríe María, pongamos por caso, vuelve loco a
tiende a enamorarse de un sólo compañero/a en vez de en un montón José, mientras que el contoneo y la sonrisa insinuante de Carmen le
de ellos/as. Una vez más, es en parte una función de la evolución y dejan frío. "La naturaleza nos ha hecho conectar con una persona
de la biología. "Los hombres buscan el máximo de fertilidad en una especial", sugiere románticamente Walsh, que rechaza la idea de que
compañera", dice Mills, de la Loyola Marymount University de Los una mujer o un hombre puedan estar enamorados de dos personas al
Ángeles. "Esto es en gran parte la razón por la cual las mujeres en mismo tiempo. Cada persona lleva en su mente una única y subliminal
los primeros años de fertilidad, de los 17 a los 28 años, son tan de- guía del compañero/a ideal, un mapa amoroso, para coger prestado
seables". Los hombres pueden reconocer juventud y fertilidad de un el término acuñado por el sexólogo John Money del Hospital John
vistazo (es necesario señalar aquí que esta versión científica, que basa Hopkins de Nueva York.
la atracción en la reproducción de !a especie, no puede explicar el Sacado de la gente y de las experiencias de la infancia, el mapa es
amor homosexual, ya que, según esta lógica, al no engendrar ningún un registro de todo aquello que encontramos tentador y excitante, o
hijo no tendría propósito evolutivo alguno). molesto y asqueroso. Pies pequeños, pelo rizado. La manera en que
Los estudios demuestran que los hombres se enamoran bastante nuestras madres nos daban un tortazo en la cabeza, cómo nuestros pa-
rápidamente, mientras que las mujeres caen más lentamente. Esta di- dres nos contaban un chiste, el uniforme de un bombero, el estereos-
ferencia se debería, según los científicos, a que las necesidades fe- copio de un doctor. Toda la información recogida al crecer se imprime
meninas son más complejas. Ellas necesitan más tiempo para dar el en los circuitos cerebrales en la adolescencia. Los miembros de la
visto bueno al hombre. "La edad no es esencial", dice Mills, "pero pareja nunca acaban de cumplir todos los requisitos, pero un número
la capacidad de proporcionar seguridad, reconocer a los hijos, com- suficiente de conexiones pueden encender los cables y lanzar la señal
partir recursos y tener un alto status en la sociedad, son todos fac- "es amor"; no todos los compañeros o compañeras serán como el
tores clave". anterior, ya que los amantes pueden tener diferentes combinaciones
Sin embargo, esta visión centrada meramente en la reproducción de las características favorecidas por el mapa.

Como funciona el enamoramiento


1
IMPRESIÓN
La Evolución, la genética,
experiencias prsicológicas e
incluso olores pueden desencadenar 2
reacciones románricas a otra ATRACCIÓN
persona. La ciencia ha descubierto El cerebro se revoluciona
recientemente que los animales mediante phenylethylamina (PEA)
podrían tener un sentido estético y posiblemente las sustancias
y experimentar atracción neuroquímicas dopamina y
norepinephrima, anfetaminas
naturales. Estas producen sentimientos
de euforia y alegría. Este estado
puede durar dos o tres años tras
lo cual empieza a declinar

3
PRENDAMIENTO "QUIMICA AMOROSA"
Durante esta etapa, grandes
cantidades de endorfinas
químicamente similar a la La glándula pituitaria del cerebro
morfina fluyen en el cerebro segrega oxytocina ("la química
dejando a los amantes con amorosa"), la cual estimula las
sensación de seguridad, sensaciones mientras se hace
paz y tranquilidad el amor y produce sensaciones
de relajada satisfacción y cariño

FUENTES: TIME, 15-2-93, HELEN FIRSHER, ANATOMY OF LOVE


N° 16 /12-6-96
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Que no te engañen: lo que nos diferencia es precisamente lo que nos une


Unete y lucha contra quien quiere/necesita que estemos divididos

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