Qué Es El Amor
Qué Es El Amor
Qué Es El Amor
Para entender un sentimiento hay que vivirlo. En el caso del amor, muchos lo definen como
un estado de embriaguez, donde todo cobra sentido y no al mismo tiempo. Sin embargo, es
difícil intentar comprenderlo por reglas generales o utilizar argumentos que nacen de
conceptos que aparecen en diccionarios. Esto se debe a que la experiencia que involucra el
amor es puramente personal y subjetiva. Entonces, ¿es posible definir el amor para cada
persona?
Sería muy complicado identificar un amor único. Si nos limitamos a las relaciones entre
seres humanos, se trata de un sentimiento que nace hacia la familia, los amigos y personas
con las que se entabla un contacto pasional o se piensan planes a futuro. Para este ensayo
nos limitaremos al amor de pareja, ese que nace entre dos personas y que ha sido retratado
en diferentes medios.
Escritores de todas las épocas han usado al amor como tema central para sus obras.
Habiendo sido desarrollado tanto en prosa como en verso. Hay historias de romances lindas
o aquellos que trascienden el espacio y tiempo, pero también se hallan todo tipo de poemas
que se caracterizan por su contenido eterno. Justamente estos últimos son los más
frecuentados por los enamorados, pues encuentran en sus palabras consuelo y se reconocen
a sí mismos sus atracciones.
Podría citar a Pablo Neruda o Gustavo Adolfo Bécquer para aproximarnos a una definición
convencional del amor. Incluso cabe mencionar a Edgar Allan Poe, con su visión más
fastidiosa y sombría de este sentimiento. No obstante, son las ideas manifestadas por
Charles Bukowski en una entrevista, las que me parecen más adecuadas:
“El amor es parecido a cuando ves una niebla en la mañana, cuando despiertas antes de que
salga el sol. Es solo un pequeño momento, y luego desaparece… El amor es una niebla que
se incendia con la primera luz del día de la realidad.”
Estas palabras me parecen sumamente valiosas para entender una de las pocas
características generales del amor. Cada persona que lo ha experimentado se debe haber
dado cuenta que, en un principio, cuando se trata de un sentimiento irritable que inflama la
mente y el cuerpo, el amor entra en conflicto con la realidad. De modo que, se puede
entender que el amor es una forma de alejarse de los problemas cotidianos, o aplacar la
incertidumbre por el mañana.
Asimismo, el amor se aleja de la lógica. Obviamente, dejando de lado los criterios
científicos que plantean su origen en ciertos químicos que el cerebro produce, o análisis
psicológicos que lo buscan diseccionar y explicar su porqué en la sociedad. Es un
sentimiento que está basado en la fe. Pues se basa en la confianza, y cada persona se deja
guiar por sensaciones que percibe como hermosas pero incomprensibles.
Hablar sobre el amor es hablar sobre uno de los sentimiento más importante para la
humanidad. Si no fuese así no habría tanta música, libros, poemas, danzas, esculturas y
otras manifestaciones artísticas que hablaran de él. Definirlo es casi imposible porque
responde también a conceptos culturales; el amor no se vive ni es igual para todas las
culturas en el mundo, y cada una de ellas lo manifiesta de manera distinta. Así, no hay una
definición única que lo explique.
El diccionario lo define como un "sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su
propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser". Muchas personas
diferirían de este enunciado porque supone que para encontrar el amor hay que unirse con
otro, poniendo en evidencia que la mujer o el hombre son, por ende, entidades incompletas
si no tienen amor.
Diría que este supuesto depende del tipo de amor del que se hable. Si es un amor filial o
maternal, familiar o de amistad, lo cierto es que dichas relaciones sí nos complementan y
llenan de alegría, nos hacen parte activa de relaciones y lazos sociales y nos sirve de
modelo para generar nuestras propias relaciones familiares en el futuro. Los niños imitan
las relaciones que los rodean y es de ahí que moldean sus propias expectativas de lo que
debe ser el amor: así un niño que crece en un hogar violento donde los padres se maltratan
física y emocionalmente, crecerá con la idea de que así se debe vivir el amor de pareja. Una
niña que crece en un hogar donde hay respeto, diálogo y afecto físico, crecerá con la
expectativa de que así se construye una familia y una relación de pareja, y no se conformará
con menos.
Pero, si se habla de amor romántico, no quiere decir que no encontrarlo, o decidir no
involucrarse en una relación amorosa, nos haga seres infelices e incompletos. Al respecto
solo hay que pensar en quienes, felizmente, deciden vivir su vida sin casarse o tener hijos.
La ausencia de un tipo de relación que es, a la larga, un acuerdo cultural, no puede ser un
argumento para decidir si alguien tiene o no una vida plena.
Así como cada quien vive el amor a su manera, así cada cultura impone ciertos estándares
para hacerlo. En Japón las manifestaciones físicas de afecto en público no son bienvenidas
y por lo general las personas son muy reservadas acerca de sus emociones; por el contrario,
las comunidades de origen hispano y mediterráneas son muy dadas al afecto físico y verbal
en público y privado. En unas se habla del amor abiertamente, en otras solo en privado;
unas saludan con una venía y otras con tres besos. En unas el amor de pareja y la
sexualidad es tabú, en otras es conversación de cada día. Ninguna es mejor que otra, solo
que, como el amor, es diferente y así hay que respetarlo.
Así mismo, desde siempre, el Amor romántico ha ocupado un papel central en las
creaciones poéticas y artísticas, aun cuando cada sociedad y cada cultura hayan tenido sus
concepciones específicas sobre este sentimiento, y las fuerzas y leyes bajo las cuales se
maneja. Con el transcurso del tiempo, esta focalización del amor solo en el tipo de amor
romántico fue fuertemente alimentado por la industria del Cine y la Televisión, siendo
totalmente idealizado, y convirtiéndose culturalmente en el objetivo a conseguir,la cual se
le ha estimulado comunicacionalmente a sentirse mucho más interesado en los vínculos
afectivos.
A este hecho, que poco a poco se ha venido convirtiendo realmente en un fenómeno social,
se le ha sumado la explotación publicitaria, la cual de acuerdo a algunas corrientes de la
sociedad parecieran querer vender, entro las muchas ideas que comercializan, uno
relacionado con el Amor, el cual es visto como un asunto inalcanzable, por el cual se debe
luchar por obtener-el amor de pareja, claro pues su cálculo no sólo está relacionado con
una sensación máxima de placer, sino que pareciera estar igualmente unido a un sentido de
éxito y prestigio.
Al respecto, apuntan estas corrientes sociológicas, el Amor romántico se ha convertido
entonces en un gran producto del siglo actual, el cual es ansiado, buscado y consumido por
los miembros de la sociedad, constituyendo además el tema central de toda una industria de
marketing alrededor de este sentimiento sobre el cual se escriben libros, se hacen películas,
canciones, poemas, así como cientos de objetos con temas románticos, que pueden ser
regalados a la persona amada.
No obstante, hay voces que se alzan para señalar que, si la industria del entretenimiento y el
mercadeo es capaz de lograr posicionar de manera tan exitosa este sentimiento, es porque
en sí el Amor es naturalmente uno de los sentimientos más importantes e intensos que
puede llegar a sentir el ser humano. Sin embargo, no estaría mal tener conocimiento que el
amor es muy amplio, y se puede sentir tanto por la pareja, como por el trabajo, los padres,
la carrera, la vida, la salud, uno mismo, los amigos, los animales, etc.