Evaluacion 1
Evaluacion 1
Evaluacion 1
PREÁMBULO
Los principios que siguen a continuación han sido designados para ser usados por las
entidades, agencias auxiliares y congregaciones de la Iglesia Luterana-Sínodo de Missouri en
todas las actividades educativas sobre mayordomía y en todas las actividades de recaudación
de fondos.
Estos principios reflejan la definición de mayordomía usada comúnmente en la Iglesia
Luterana- Sínodo de Missouri.
La MAYORDOMÍA CRISTIANA es la actividad libre y gozosa de los hijos de Dios y de la
familia de Dios, la iglesia, a través de la cual se administra toda la vida y todos los recursos de
la vida según la voluntad de Dios.
El pueblo de Dios es identificado de diferentes maneras en la Biblia, por ejemplo: como los
hijos de Dios, sus seguidores, sus discípulos, sus mayordomos, etc. Al estudiar los principios
que siguen, se pueden sustituir algunos de esos títulos y discutir cómo y en qué sentido nos
impactan como mayordomos de Dios.
Cada vez que decimos en este documento que “vamos a” o “no vamos a”, nos estamos
refiriendo a quienes sirven en los grupos nombrados más arriba en su relacionamiento con los
mayordomos de Dios.
Cada una de las ocho secciones del documento comienza mencionando el principio de
mayordomía correspondiente, su significado, los pasajes bíblicos clave, y sus implicaciones (lo
que vamos a hacer y lo que no vamos a hacer). Como se verá, en cada uno de los principios,
las secciones que presentan lo que vamos o no vamos a hacer son introducidas con: “Como
hijos de Dios a través de la fe en Jesucristo, y con la ayuda del Espíritu Santo...” Estas
palabras son a propósito repetidas a lo largo de todo el documento para recordar al lector que
la motivación y el poder para hacer o no hacer, vienen sólo del Señor. Se alienta a que cada
grupo identifique repercusiones adicionales de acuerdo a su propia situación.
Todas las entidades del la Iglesia Luterana-Sínodo de Missouri son alentadas a considerar
estos principios y sus repercusiones en su contacto con mayordomos de Dios.
Reconocimientos
Agradecemos en forma especial a: Dr. David S. Belasic, Dr. Richard G. Kapfer, Rev. Richard
W. Gahl, Rev. David W. Hoover, Rev. David P. Schmidt y Rev. Larry L Reinhardt, quienes
sirvieron como miembros del Grupo de Estudio de los Principios Bíblicos sobre la
Mayordomía, y a Aid Association for Lutherans por haber subvencionado el trabajo de dicho
Grupo y la impresión y distribución de este documento.
Este documento ha diseñado de tal forma que se puede reproducir para su uso local. Se
permite a todas las congregaciones, entidades y agencias auxiliares de la Iglesia Luterana-
Sínodo de Missouri que lo reproduzcan, ya sea en forma parcial o total, para usarlo como
material de estudio.
• Olvidar las tensiones y luchas diarias que acarrea el ser mayordomos de Dios que
estamos en el mundo, pero que no somos del mundo.
• Minimizar nuestras ofrendas regulares como parte de la adoración y como una respuesta
de amor al amor de Dios por nosotros; o,
• Disminuir o dejar de lado el amor de Dios y nuestra respuesta al mismo, con el fin de
alcanzar el presupuesto o los objetivos establecidos.
• Fallar en alentar a los mayordomos a que sean siervos de Dios en sus decisiones y
acciones; o,
• Fallar en desafiar a los mayordomos a que sirvan al Señor con obras personales de
caridad y servicio, así como con sus dones financieros.
• Señalar la dimensión eterna inherente a todo lo que los mayordomos deciden hacer o
dejar de hacer;
• Tratar de planificar cuidadosamente tanto para el presente, como para el futuro, como
parte de la educación en la mayordomía; y,
• Alegrarnos por saber que, lo que los mayordomos de Dios hacen hoy, puede tener
beneficios duraderos.
Como hijos de Dios a través de la fe en Jesucristo, y con la ayuda del Espíritu santo, no
vamos a:
• Concentrarnos tanto en el aquí y ahora que nos olvidemos de las posibilidades que
tenemos de seguir extendiendo el reino aún después de la muerte; o,
• Concentrarnos tanto en los planes para el futuro, que nos olvidemos de las posibilidades
que tenemos para extender el reino aquí y ahora.
Febrero de 1998
En su convención de 1995, la Iglesia Luterana-Sínodo de Missouri (Resolución 4-07A) pidió a
la Junta de Mayordomía que “formule los principios bíblicos de mayordomía en las finanzas
(Ordenanza 9.01) que deben guiar todos nuestros esfuerzos en esta área, y difundirlos a
todas las entidades y agencias auxiliares sinodales antes de la convención de 1998”.
PREÁMBULO
Los principios que siguen a continuación han sido designados para ser usados por las
entidades, agencias auxiliares y congregaciones de la Iglesia Luterana-Sínodo de Missouri en
todas las actividades educativas sobre mayordomía y en todas las actividades de recaudación
de fondos.
Estos principios reflejan la definición de mayordomía usada comúnmente en la Iglesia
Luterana- Sínodo de Missouri.
La MAYORDOMÍA CRISTIANA es la actividad libre y gozosa de los hijos de Dios y de la
familia de Dios, la iglesia, a través de la cual se administra toda la vida y todos los recursos de
la vida según la voluntad de Dios.
El pueblo de Dios es identificado de diferentes maneras en la Biblia, por ejemplo: como los
hijos de Dios, sus seguidores, sus discípulos, sus mayordomos, etc. Al estudiar los principios
que siguen, se pueden sustituir algunos de esos títulos y discutir cómo y en qué sentido nos
impactan como mayordomos de Dios.
Cada vez que decimos en este documento que “vamos a” o “no vamos a”, nos estamos
refiriendo a quienes sirven en los grupos nombrados más arriba en su relacionamiento con los
mayordomos de Dios.
Cada una de las ocho secciones del documento comienza mencionando el principio de
mayordomía correspondiente, su significado, los pasajes bíblicos clave, y sus implicaciones (lo
que vamos a hacer y lo que no vamos a hacer). Como se verá, en cada uno de los principios,
las secciones que presentan lo que vamos o no vamos a hacer son introducidas con: “Como
hijos de Dios a través de la fe en Jesucristo, y con la ayuda del Espíritu Santo...” Estas
palabras son a propósito repetidas a lo largo de todo el documento para recordar al lector que
la motivación y el poder para hacer o no hacer, vienen sólo del Señor. Se alienta a que cada
grupo identifique repercusiones adicionales de acuerdo a su propia situación.
Todas las entidades del la Iglesia Luterana-Sínodo de Missouri son alentadas a considerar
estos principios y sus repercusiones en su contacto con mayordomos de Dios.
Reconocimientos
Agradecemos en forma especial a: Dr. David S. Belasic, Dr. Richard G. Kapfer, Rev. Richard
W. Gahl, Rev. David W. Hoover, Rev. David P. Schmidt y Rev. Larry L Reinhardt, quienes
sirvieron como miembros del Grupo de Estudio de los Principios Bíblicos sobre la
Mayordomía, y a Aid Association for Lutherans por haber subvencionado el trabajo de dicho
Grupo y la impresión y distribución de este documento.
Este documento ha diseñado de tal forma que se puede reproducir para su uso local. Se
permite a todas las congregaciones, entidades y agencias auxiliares de la Iglesia Luterana-
Sínodo de Missouri que lo reproduzcan, ya sea en forma parcial o total, para usarlo como
material de estudio.
Como hijos de Dios a través de la fe en Jesucristo, y con la ayuda del Espíritu santo, no
vamos a:
• Tratar al mayordomo como si fuera el dueño;
• Dejar de recordar al mayordomo quién es el verdadero dueño;
• Olvidar quién es el dueño, con el fin de beneficiar la entidad que representamos; o
• Fallar en recordar a los mayordomos cristianos que cuantas más bendiciones recibimos,
mayor es la responsabilidad que tenemos de administrarlas de acuerdo a los propósitos de
Dios.
Como hijos de Dios a través de la fe en Jesucristo, y con la ayuda del Espíritu santo, no
vamos a:
• Enfatizar un aspecto o área de trabajo en la iglesia para el detrimento de otras;
• Enseñar o influenciar de tal forma que minimicemos las conexiones y la necesidad de
interrelación de los mayordomos con el resto del cuerpo de Cristo;
• Equiparar la mayordomía con un simple cumplimiento del presupuesto u objetivos
financieros de una organización.
• Olvidar las tensiones y luchas diarias que acarrea el ser mayordomos de Dios que
estamos en el mundo, pero que no somos del mundo.
• Minimizar nuestras ofrendas regulares como parte de la adoración y como una respuesta
de amor al amor de Dios por nosotros; o,
• Disminuir o dejar de lado el amor de Dios y nuestra respuesta al mismo, con el fin de
alcanzar el presupuesto o los objetivos establecidos.
• Fallar en alentar a los mayordomos a que sean siervos de Dios en sus decisiones y
acciones; o,
• Fallar en desafiar a los mayordomos a que sirvan al Señor con obras personales de
caridad y servicio, así como con sus dones financieros.
y el desperdicio 30
Contenido
Lección 3: Ser rico o no ser rico 43
Introducción 44
la gloria de Dios 67
Prólogo
Vivimos en tiempos peligrosos. La Biblia dice que en los últimos tiempos vendrán días
difíciles: “Porque habrá hombres amadores de
sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedien- tes a los padres,
ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles,
aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más
que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos
evita” (2 Timoteo 3.2–5).
Los versículos citados anteriormente describen de forma clara los problemas que surgen
cuando las personas se aman a sí mismas y a los deleites de la vida más que a Dios y a los
demás. Tales personas son orgullosas, rehúsan reconocer que Dios es dueño de todas las
cosas y que ellos nada más son mayordomos de las posesiones de Dios. Estas personas
necesitan un cambio de corazón antes que puedan entender y practicar la mayordomía
cristiana.
Además, nosotros que somos creyentes deseamos perfeccionar nuestra práctica de la
mayordomía para que podamos continuar creciendo en la vida cristiana. Dios desea que
siempre abundemos en todo lo que glorifica a Dios y sea de beneficio para otros, y la buena
mayordomía ayuda mucho en esto. Si somos buenos mayordomos, al final podremos
escuchar las palabras de Dios: “Bien, buen siervo y fiel; (...) entra en el gozo de tu señor”
(Mateo 25.21).
Este estudio fue escrito con el propósito de edificar a los cristianos. El autor no pretende tener
todas las respuestas, pero aborda casi todas las áreas de la vida cristiana que tienen que ver
con la mayordomía.
Nosotros esperamos que al estudiar este tema usted reciba muchas bendiciones y que sea
lleno “del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que
andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena
obra, y creciendo en el conocimiento de Dios” (Colosenses 1.9–10).
—La publicadora
Lección 1
Dios, el dueño absoluto y universal
Introducción
Usted tal vez se sorprenderá si le dijera que nosotros no poseemos
nada. Nos hemos educado diciendo: Esta
es mi casa, mi dinero, mi familia, mi vida, mi tiempo, mis talentos, etc. Nuestra tendencia es
exigir muchas cosas para el beneficio de nosotros mismos. Pensamos que el dinero que nos
ganamos es nuestro y que las cosas que compramos con nuestro dinero son nuestras.
Estamos convencidos de que poseemos estas cosas y que si alguien nos las quita, es un acto
de robo.
Cuando Dios manda que no robemos se sobreentiende que hay un dueño legítimo para cada
cosa. Este concepto es bíblico. Cuando Ananías le mintió al Espíritu Santo acerca de la venta
de su tierra, Pedro
preguntó: “Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder?”
(Hechos 5.4) Así que nosotros tenemos razón al decir que somos los dueños. Pero debemos
confesar que nosotros no somos los dueños en el sentido más literal de la palabra dueño,
pues la Biblia nos enseña que todas las cosas pertenecen a Dios. Para conveniencia,
nosotros hablamos de “poseer” las cosas, y usamos los adjetivos posesivos “mi” y “mío” al
referirnos a las cosas que tenemos.
Todo lo que cualquiera posee en esta vida es nada más una parte de la mayordomía que Dios
le dejó. Dios es dueño de todo. Cuando hablamos de lo que nosotros poseemos, hablamos
desde un punto de vista puramente terrenal. Sin embargo, en esta lección y a lo largo de este
estudio nosotros estaremos analizando este tema desde un punto de vista que toma en
cuenta el cuadro más amplio. Nuestra meta será mostrarle la realidad que sólo Dios es dueño
en sentido absoluto, y nosotros nada más somos mayordomos. Que Dios lo bendiga al
estudiar esta lección. Prepare su corazón para recibir y hacer lo que Dios le enseñe por medio
de la misma.
1. Pruebas que demuestran que Dios es dueño de todo. (Escriba junto a la cita bíblica lo
que le pertenece a Dios.)
o Salmo 24.1:
o Nehemías 9.6:
o Job 41.11:
o Salmo 50.9–12:
o Ezequiel 18.4:
o Hageo 2.8:
o Mateo 6.13:
o Romanos 13.1:
2. La responsabilidad del hombre en el mundo de Dios:
o Su comisión en la creación (véase Génesis 1.26–29).
o La amonestación de ser buen administrador (véase Lucas 16.9–12).
o Dios nos dio todo (véase 1 Corintios 4.7).
o El concepto cristiano de lo que es nuestro (véase Hechos 4.32).
o Un ejemplo de mala administración (véase Lucas 12.16–21).
o El ofrendar (véase 2 Corintios 9.7–8).
• Bosquejo de la lección
Muy pocas personas reconocen que Dios es el único dueño de este universo porque él lo
creó. Esta verdad establece que el hombre no puede poseer nada, pues no puede crear nada.
Las “creaciones” o inventos del hombre (cohetes, rascacielos, medicinas, etc.) son nada más
aplicaciones, adaptaciones o combinaciones de lo que Dios ya creó. Crear es “hacer que
empiece a existir una cosa”. Si usted necesita dinero, ¿puede crearlo? Si usted necesita más
tiempo para terminar un trabajo, ¿puede usted crear más tiempo? No, nosotros no podemos
crear nada. Sólo Dios puede hacer algo de la nada. Esto hizo él cuando formó el universo. Por
eso, todo ser humano debe reconocer que sólo Dios es capaz de poseer algo. “Señor, (...) tú
creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4.11).
¡Qué vanos son los títulos y los demás documentos que el hombre tiene para probar que es
dueño! En un instante, Dios puede reducir a cenizas y escombros las mansiones que los
hombres “poseen”. En tiempo de guerra toda su “propiedad” puede ser usada por el gobierno
para la guerra. Y en cualquier momento el fraude y el robo pueden quitarle la supuesta
propiedad a cualquiera. Es imposible que el hombre tenga control absoluto sobre alguna cosa
que dice ser suya. Ya que no podemos controlar por completo nuestras posesiones, queda
claro que nosotros no somos los verdaderos dueños de las mismas, sino que lo es el que
ejerce control absoluto sobre estas cosas. Y ¿quién es ése? Job sabía que es Dios. Él
dijo: “Jehová dio, y Jehová quitó” (Job 1.21). El que posee puede demostrarlo por medio de su
control.
1. Dios ya lo posee todo
¿Tiene usted una escritura segura para “su” terreno? Imaginemos que usted compró su
terreno y se le dio una escritura, la cual usted registró en la municipalidad. Ahora el gobierno
de su país lo reconoce a usted como dueño legítimo de ese terreno. Es una escritura segura,
¿verdad? No, no es segura. Por ejemplo, supongamos que hay un proyecto para hacer una
carretera desde un pueblo a otro y esta ruta pasa justo por
dios, eL dueño absoLuto y universaL
el centro de su propiedad. ¿Qué hará usted? ¿Presentará su escritura y amenazará con
llevar el caso a un juicio? ¿Eso impediría que esa carretera pase por su propiedad? Por
supuesto que no. Su escritura está sujeta a lo que el gobierno quiera. Entonces, usted no
tiene una escritura segura. Además, el dueño original, Dios, todavía mantiene todos los
derechos sobre su propiedad. Quizá usted nunca lo había pensado, pero la escritura que
usted tiene para “su” propiedad, aunque es legal, es sólo un arrendamiento de
Dios. “De Jehová es la tierra y su plenitud” (Salmo 24.1). Así que usted nada más arrienda
su terreno de Dios.
Dios es dueño absoluto del universo, no sólo porque él es tan fuerte que nadie se lo puede
quitar, sino porque es dueño por derecho. De todas las cosas que Dios creó, el hombre
pecador es el único ser viviente en todo el universo que trata de negar esta verdad.
Dios posee todo simplemente porque él es Dios. Al estudiar la Biblia, nosotros podemos
asegurarnos que así es. Los atributos de Dios, tales como su omnipotencia y santidad, hacen
que Dios no tenga ningún rival que represente amenaza alguna al hecho que él es propietario
absoluto de todo lo que existe. No obstante, el hombre incrédulo siempre sigue pensando que
él mismo es el dueño de las cosas que posee, aun cuando a menudo ve que no las puede
controlar como quisiera.
Es a causa del orgullo que las personas no reconocen que Dios es dueño absoluto de sus
posesiones. Lucifer tampoco quiso reconocer que Dios es dueño de todo. Por eso Dios lo
echó del cielo. ¿Cuál fue el pecado principal de Lucifer? ¡El orgullo! Hoy los descendientes
espirituales de Lucifer demuestran las mismas tendencias al afirmar que ellos son los
propietarios de las cosas que poseen.
La gente se enorgullece por sus riquezas, sus familias y sus talentos. Abusan de todas estas
cosas para promover sus propios intereses. Incluso el propio evangelio sufre abuso porque los
hombres se benefician de ello para su propia gloria. Dios desea que las personas se humillen
y reconozcan que ellos no son los dueños de estas cosas, sino solamente mayordomos,
encargados de las mismas. “¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te
glorías como si no lo hubieras recibido?” (1 Corintios 4.7)
1.
1.
La iglesia cristiana apenas había nacido cuando los cristianos empezaron a vender sus
posesiones y a compartir el dinero que recibían para suplir las necesidades de los que no
tenían suficiente. Su actitud en cuanto a los bienes materiales era como se describe en el
siguiente versículo: “Y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía”
(Hechos 4.32). Ésta es la actitud de cada persona que se ha rendido por completo al señorío
de Jesucristo. Debido a esta actitud, cuando hay una necesidad dentro o fuera de la
hermandad, los cristianos buscan maneras de ayudar. Dios vive en ellos, haciéndoles abundar
para su gloria porque ponen todas sus cosas a disposición de quien se las ha encomendado.
El reino de Dios
El reino de Satanás
"Los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre”
(Hebreos 2.15).
“[El] Padre (...) nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su
amado Hijo” (Colosenses 1.12–13).
“Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro
fruto la santificación, y como fin, la vida
eterna” (Romanos 6.22).
dios, eL dueño absoLuto y universaL
los que por fe en Cristo se arrepienten y se convierten en cristianos son restaurados,
redimidos y hechos parte otra vez de la familia de Dios. “Porque habéis sido comprados por
precio; glorificad, pues, a
Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1 Corintios 6.20).
En muchas iglesias se habla mucho de la salvación, pero muy poco del señorío de Cristo y de
la mayordomía. Ellos alaban a Jesús como Salvador, mas no quieren que sea su Señor. Lo
más triste es que Cristo no seguirá siendo Salvador en la vida del que rehúsa sujetarse a él
como Señor. Los hombres deben comprender que la salvación es ese puente glorioso que los
pecadores pueden usar para cruzar desde el reino opresor de Satanás al reino de Dios, donde
Cristo gobierna.
El ejemplo de Saulo de Tarso, cuando se convirtió en cristiano, demuestra la actitud que Dios
desea ver en la vida de cada cristiano. Lea Hechos 9.3–9. Cuando le rodeó una luz del cielo,
él cayó postrado en tierra y preguntó: “¿Quién eres, Señor?” Al saber que era Jesús,
preguntó: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” En muchas “conversiones” las personas no
son como Saulo, sino que se levantan, usurpan la corona del Rey Jesús y declaran: “Así haré
yo con mi vida”. Tal actitud no cabe dentro del reino de Jesús.
Cuando alguien verdaderamente se convierte en cristiano, Cristo es el Rey de su vida, Cristo
manda en su vida, Cristo es Señor de su vida. Esa persona se convierte en mayordomo
humilde y fiel de todos los recursos que Dios le ha dado.
1. Valores santificados
El hombre valora las personas de acuerdo con lo que puede ver con sus propios ojos. Al
hombre que se ve que tiene mucho dinero se le respeta mucho. Al hombre pobre se le tiene
lástima o se le desprecia. Pero Dios no valora así a las personas: “Jehová no mira lo que
mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero
Jehová mira el corazón” (1 Samuel 16.7). Esto lo dijo Dios justo antes de tomar a un
muchacho pobre y humilde y hacerlo rey de Israel. Dios hoy nos quiere enseñar que no
debemos tomar en cuenta ni la apariencia de un hombre ni la abundancia de sus cosas para
valorarlo. Fíjese más bien en su carácter. Cuando las cosas y el dinero ya no influyen en
nuestra opinión acerca de una persona, nosotros empezamos a ver su carácter. En la iglesia,
ni el dinero, ni los talentos, ni los dones espirituales deben tener alguna parte en la valoración
espiritual de un individuo. Sin embargo, su uso de estas cosas sí nos enseña algo acerca de
su carácter. Toda la superficialidad del sistema del mundo pierde su brillo cuando los hombres
reconocen que todo es de Dios. Entonces ellos empiezan a apreciar a otros por lo que son en
lugar de por la cantidad de cosas que poseen.
¿Valora usted las cosas y las personas como Dios las valora, o como el hombre? El buen
mayordomo cristiano vive a base de valores santificados.
1. ¿Cuáles son las dos razones principales por las que Cristo tiene derecho a ser Señor
en nuestras vidas?
1. Escriba aquí el versículo de la Biblia que afirma que Dios lo posee a usted en cuerpo y
espíritu.
1. ¿Qué sucede cuando una persona rinde su voluntad humana al señorío de Cristo?
1. ¿Qué pasa con la persona que profesa que Cristo es su Salvador, pero no quiere que
sea su Señor?
1. ¿Qué piensa usted que pasaría con la economía de su comunidad si todos estuvieran
convencidos de que Dios es dueño de todo?
Ya estudiamos acerca de cómo Dios es dueño de todo, y hemos notado las bendiciones de
vivir una vida de mayordomía bajo el señorío de Cristo. Pero, ¿será posible hacer de todo esto
una realidad diaria?
¿Todavía irá usted al pueblo con su bicicleta para hacer sus compras con su dinero? ¿Se
impacientará cuando alguien le atrasa en su trabajo o toma un poco de su tiempo? Pues de
todos modos, ¿no es esta su vida?
De nada nos sirve saber todos los principios bíblicos relativos a la mayordomía si no los
aplicamos a nuestra vida diaria. Otros verán si usted es fiel en su mayordomía por su manera
de hablar y por lo que usted hace. ¿Confía usted en las riquezas materiales? ¿Usa sus bienes
para el reino de Dios? La gente sabrá si es mayordomo fiel por su manera de usar las cosas
que Dios le ha encomendado.
Cuando usted hace sus quehaceres, piense en los siguientes puntos:
¿Qué tan grande porción de mis talentos invierto en promover el reino de Dios?
1. Voy a poner por obra las enseñanzas que aprendo en este estudio. ¿De
qué me valdrá saber estas enseñanzas si no estoy dispuesto a ponerlas por
obra? Vale más que permita que estas verdades afecten mis actitudes, estilo de
vida y planes para el futuro, porque reconozco que todo pertenece a Dios.
Lección 2
Introducción
En la primera lección estudiamos una verdad fundamental de la
mayordomía cristiana: Dios es dueño absoluto de todo. Si realmente creemos esto, ahora
estamos listos para colocar la piedra angular sobre este fundamento sólido. Esa piedra
angular consiste en entender claramente la diferencia entre la inversión y el desperdicio.
Para ser un buen administrador de algo, se tiene que saber distinguir entre lo que es inversión
y lo que es desperdicio. Esto parece ser bastante fácil, y en muchos casos lo es,
especialmente cuando se toma en cuenta sólo lo material. Permítame ilustrar la diferencia.
Imaginemos que usted tiene mil pesos. Usted se los ganó y puede gastarlos como le plazca.
Con ese dinero pudiera dar un paseo turístico por todo su país. Por supuesto, eso sería un
desperdicio completo porque al regresar a casa se dará cuenta que ya no tiene ni el dinero ni
ninguna otra cosa a cambio del mismo. Otra opción sería esconder esos mil pesos en algún
lugar seguro dentro de su casa. Diez años después todavía serían mil pesos, pero de seguro
su valor sería menos debido a la devaluación. Durante diez años ese dinero no hubiera
servido para nada, pero tampoco hubiera sido una pérdida tan drástica como echarlo todo a
perder dando un paseo turístico. Pero hay una tercera opción. ¿Por qué no usar ese dinero
para sembrar algunas hortalizas? Compre semillas y fertilizante, siembre lo que va a sembrar,
cuídelo y en el momento de la cosecha, venda su producto. Es posible que usted saque el
doble o el triple de lo que invirtió. Los primeros dos ejemplos por lo general se reconocerían
como desperdicio, el último como inversión.
Pero la diferencia entre la inversión y el desperdicio no siempre es tan obvia. Muchos otros
factores pudieran influir en los casos que mencionamos. Por ejemplo, supongamos que usted
en verdad no necesita esos mil pesos, pero un vecino suyo sufre una tragedia y necesita
ayuda. ¿Sería correcto en tal caso invertir su dinero en una siembra de hortalizas en vez de
ayudar al vecino? O supongamos que usted ya está tan ocupado con otro trabajo que tener
que cuidar esas hortalizas le quitaría todo su tiempo libre que anteriormente pasaba estando
con su familia. El materialista no toma en cuenta ninguna de
La inversión y Los desperdiCios
las circunstancias que mencionamos. Pero el cristiano sí las toma en cuenta. Para el cristiano,
una buena inversión no es siempre lo que gana más dinero y el cristiano no siempre considera
como un desperdicio lo que no le trae ingresos monetarios.
Hay dos maneras muy distintas de calcular la inversión y el desperdicio. Casi todos los
calculan sólo a base de las ganancias materiales. Sin embargo, el cristiano no puede aceptar
esa manera de pensar. El cristiano calcula la inversión y el desperdicio haciéndose la
siguiente pregunta: ¿Acaso esto glorificará a Dios? Ésta es la manera de calcular que
queremos enfocar en esta lección. Ojalá que al terminar de estudiar esta lección usted
también llegue a calcular todo, haciéndose esta misma pregunta.
La mayordomía cristiana se resume en usar para la gloria de Dios lo que él nos ha dado y en
ser usados nosotros mismos en la manera que mejor promueva al reino de Dios. Esto es
inversión y glorifica a Dios. El rehusar someter nuestros recursos y nosotros mismos a la
entera disposición de Dios constituye desperdicio.
“Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas,
y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4.11).
Para leer y estudiar
Bosquejo de la lección
1. Dos puntos de vista acerca de la inversión y el desperdicio
1. Buscando la mejor ganancia
¡Qué escena debió haber sido aquella! Si alguien hubiera visto a esos dos ese día bien
hubiera podido preguntarse quiénes eran ellos y porqué se abrazaban. El infeliz muchacho
estaba vestido de harapos, mientas que su padre estaba bien vestido.
Tal era el contraste entre los dos hombres que se abrazaron ese día en el camino. Estos dos
hombres habían seguido caminos totalmente opuestos. El uno se hizo rico; el otro pobre.
Es mucho lo que podemos aprender de esta parábola acerca del contraste entre una buena y
una mala mayordomía, la cual nos da una idea similar de la diferencia entre invertir o
desperdiciar. Cristo quiso enseñarnos a través de esta parábola que debemos usar
sabiamente todo lo que él nos da en lugar de derrocharlo.
Preguntas de estudio
La inversión y Los desperdiCios
1. Escriba las tres razones que ofreció la Lección 1 de por qué el hombre no puede
poseer nada.
1.
1.
1.
1. Escriba lo que Jesús quiso enseñarnos al relatarnos la parábola del hijo pródigo.
1. Dos puntos de vista acerca de la inversión y el desperdicio
1. El materialismo
El materialismo es la creencia que plantea que obtener riquezas es lo más importante. De
acuerdo con los principios de esta creencia, las riquezas siempre deben ser invertidas en algo
que genere más riquezas. Esta teoría pone al ego como señor de la vida y no toma en serio ni
a Dios ni a la eternidad. Aunque la mayoría de las personas materialistas dicen que no son
egoístas ni avaras, las mismas practican el egoísmo a diario en sus negocios. Tal vez regalan
alguna cosita de vez en cuando al vecino pobre o tal vez hasta echan montones de dinero en
la ofrenda. Sin embargo, su actitud y manera de actuar con relación a su dinero y demás
cosas es muy materialista.
El cristiano no maneja su dinero y sus cosas sólo para tener la mayor ganancia material, sino
para glorificar a Dios. Los cristianos verdaderos no son materialistas. Ellos ven más que sólo
las cosas físicas; se enfocan en las cosas eternas. Para los cristianos, el dinero que se usa
para la gloria de Dios es una buena inversión, aunque no traiga ganancias materiales.
Además, para ellos lo que se usa en algo que no le trae gloria a Dios es un desperdicio,
aunque traiga mucha ganancia económica. Los cristianos manejan su dinero y sus bienes
para la gloria de Dios porque reconocen que todo lo que ellos tienen le pertenece a Dios.
Un buen mayordomo aumenta los bienes de su amo. Como cristianos, nosotros aumentamos
los bienes de nuestro amo celestial al usarlos y al ser usados nosotros mismos de la manera
que le trae la mayor gloria a Dios. La gloria de Dios es lo principal en la mayordomía cristiana.
Cualquiera puede entender el mandamiento que se encuentra en 1 Corintios 10.31: “Si, pues,
coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”.
La destrucción descuidada de cualquier recurso no glorifica a Dios. Él creó todas las cosas,
cada una con un propósito distinto. Casi todos estaríamos de acuerdo en que es malo destruir
los recursos que Dios nos ha dado. Sin embargo, los recursos más comunes son los que a
veces destruimos y los que manejamos incorrectamente más a menudo.
La inversión y Los desperdiCios
Uno de los recursos más comunes es la comida. La manera más común en que se
desperdicia la comida es al comer demasiado. La Biblia condena la glotonería, o sea, comer
en exceso. Como cristianos, nosotros deseamos ser buenos mayordomos de Dios. Por
consiguiente, no debemos comer sólo para darnos el gusto de una buena comida. Además,
debemos ser prudentes en cuanto a las comidas que compramos, evitando gastar dinero en
comprar comidas de poco valor nutritivo.
Vivimos en un tiempo en que el mundo tiene sus modas y cosas que según ellos son
necesarias. El último estilo de reloj o de zapatos es lo que más cuesta y no necesariamente es
lo mejor. Generalmente constituye un gran desperdicio de recursos estar comprando estas
cosas de un valor monetario tan caro en lugar de comprar las que podemos usar y no son tan
caras.
La Biblia dice que “en el barbecho de los pobres hay mucho pan;
mas se pierde por falta de juicio” (Proverbios 13.23). Tal vez la manera en que estos pobres
pierden la mayor parte de este pan es por falta de administrar bien el tiempo que Dios les ha
dado. Dios nos da el tiempo para que lo utilicemos en algo bueno. Dios condena la pereza
(véase Romanos 12.11; 2 Tesalonicenses 3.10–12; Hebreos 6.12). ¡Él no quiere que seamos
ociosos, sino que trabajemos para él! La verdad es que muchas personas son demasiado
flojas en el trabajo. Muchos desperdician el tiempo. Por esa razón Dios no los puede bendecir.
Dios siempre es glorificado cuando usamos con sabiduría los recursos que él nos da, ya
seamos agricultores, mecánicos, carpinteros o si hacemos cualquier otro tipo de trabajo
provechoso.
El mal manejo en cualquier tipo de negocio desperdicia mano de obra, materia prima y
oportunidades. Los buenos gerentes son aquellos que son eficientes. Pero la verdad es que a
pesar de tener un gerente bueno y eficiente cualquier negocio grande tiene más desperdicios
que los pequeños. Esto se debe a que es más difícil administrar de manera eficiente todos los
detalles de un negocio grande. Y cuando un negocio tiene un gerente que es culpable de mal
manejo, entonces ese negocio muy pronto llega a ser ineficiente... y la ineficiencia desperdicia
montones de recursos en poco tiempo. Existen negocios que por su buen estado económico
pueden darse el lujo de desperdiciar algo; no obstante, esto no justifica el desperdicio. El
mayordomo cristiano, aunque económicamente pueda darse el lujo de desperdiciar algún
recurso, tratará de evitarlo porque reconoce que desperdiciar los recursos de Dios por puro
gusto es malo.
En la economía de cualquier país se ocupan por lo menos algunos negocios grandes para que
la misma marche con éxito. Pero como cristianos, nosotros debemos considerar con cuidado
cualquier oportunidad que se nos presente de agrandar nuestro negocio. Supongamos que
hay un granjero cristiano que ha trabajado duro y ha economizado y ahora tiene suficiente
para comprar otra finca, además de la que tiene. ¿Acaso él debe hacerlo? Viéndolo desde el
punto de vista del materialista, parece una tontería no agrandar la hacienda de uno. Pues
esto fomentaría más ingresos que a su vez se pudieran invertir para hacer aun más ganancia.
¡Nuestra tendencia es ser materialista! Cuando se nos presentan oportunidades como éstas,
entonces lo primero que hacemos muchas veces es calcular a ver si con esto podremos ganar
dinero. Cuando hemos establecido que sí, o sea que promete ser un proyecto exitoso,
empezamos a trabajar en ello. Y sólo después pensamos seriamente en cuáles son los
efectos que dicho proyecto pudiera ejercer en nuestra vida espiritual.
No debemos operar así. Lo primero que debemos considerar es:
¿Acaso esta oportunidad económica puede redundar en favor de la gloria de Dios? El impulso
humano de ganar dinero debe sujetarse completamente a Dios. Este impulso en sí no es
malo. Existen tres razones legítimas por las que es necesario que ganemos dinero:
No obstante, es posible abusar de cada una de estas razones. Por ejemplo, unos dicen que
trabajan “para mantener a su familia” cuando en realidad lo hacen sólo para brindarles más
lujos y placeres carnales. Hay personas que afirman que si ellos tan sólo pudieran ganar un
poco más de dinero, entonces ayudarían a apoyar a las misiones. Sin embargo, el dinero que
ganan ellos lo siguen invirtiendo en negocios
La inversión y Los desperdiCios
más y más grandes o lo gastan en lujos que ni remotamente tienen que ver con las misiones.
El mayordomo fiel y verdadero desea cumplir con el llamamiento que Dios le ha dado. Dios
llama a algunos a que ganen dinero para entregarlo a la causa de Cristo. Puede ser que
parezca que tal cristiano tiene las mismas metas en la vida que el materialista. Pero hay una
gran diferencia: el cristiano con el llamamiento de ganar mucho dinero entrega sus ganancias
a la causa de Cristo y para el bien de otros, mientras que el materialista utiliza sus ganancias
para fines egoístas y ambiciosos. Dios también llama a algunas personas a dejar su impulso
natural de ganar dinero para así poder dar testimonio en una comunidad de pocos recursos
económicos. Recuerde esto: si Dios le está llamando a usted para que le sirva en un puesto
que no rinde mucho dinero, usted nunca le podrá ofrecer a Dios suficiente dinero para sustituir
a lo que él le está llamando a hacer.
Dios pone a cada cristiano en un lugar donde puede servirle y donde le es de agrado a él.
Dentro de este marco, Dios le da cierta capacidad de ganar dinero. ¿Cuánto dinero el cristiano
debe ganar y guardar para sí? Un principio bíblico que nos ayuda a saber la respuesta a esta
pregunta es el hecho que el llamado de Dios en la vida de uno siempre armoniza con la
mayordomía bíblica.
Como cristianos, nosotros debemos tener mucho cuidado de no permitir que el espíritu de
codicia se apodere de nuestro impulso natural y legítimo de ganar dinero. La codicia termina
con los valores espirituales y malgasta muchas áreas de la vida cristiana. Por el amor al dinero
se sacrifica el bienestar del hogar, el amor hacia los hermanos y la devoción personal.
Cada cristiano puede conocer el nivel económico que debe tener al prestar atención a la voz
del Espíritu Santo y al tomar en cuenta todos los requisitos bíblicos para su vida. Cualquier
posesión que se tenga además de esto resulta en pérdida espiritual.
Hemos estudiado algunos principios acerca de la mayordomía, los cuales el mundo tiene por
extremistas. ¿Qué pasaría si a partir de hoy usted empezara a aplicar cada uno de estos
principios de la mayordomía en su vida? Si usted es uno de esos cristianos que durante toda
su vida ha sido materialista, entonces habrá muchos cambios revolucionarios en su vida:
1. Quizá Dios quiere que le ofrezca todo el dinero extra para ayudar en su obra.
Hay muchas necesidades en este campo. Tal vez usted dice que siempre le da al
Señor el diezmo. Pero, ¿sabe qué? El Nuevo Testamento ni siquiera dice en
ninguna parte que Dios espera que le dé el diez por ciento de sus ganancias. Los
principios del Nuevo Testamento que se aplican a las ofrendas son: “Según haya
prosperado” (1 Corintios 16.2) y: “Cada uno dé como propuso en su corazón; no
con tristeza, ni por
necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9.7). Si Dios le ha
prosperado mucho, pueda que él pida que le dé el noventa por ciento de sus
ganancias.
2. Puede ser que Dios pida que sólo haga sus trabajos materiales durante una
parte de cada día. Si las ganancias son tales que puede reducir las horas de
trabajo, Dios podría darle muchas cosas para hacer con el resto de su tiempo.
Por ejemplo, usted pudiera visitar a los incrédulos o distribuir tratados cristianos
en su comunidad. Quizá debe ayudar a los miembros necesitados
Recuerde la historia del hombre rico en Lucas 12. Este hombre fue condenado por ser egoísta
en su decisión en cuanto a qué debía hacer con las riquezas extras que Dios le había dado.
Nosotros debemos tener mucho cuidado al decidir qué hacer con lo que nos sobra. Dios
pudiera decirnos: “Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de
quién será?”
Lo que acabamos de estudiar nos hace ver claramente que Jesús tenía razón al decirnos que
debemos buscar “primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6.33). Pero uno pudiera
preguntarse: Si sólo pienso en lo espiritual y en todo pongo a Dios primero, ¿cómo podré
cumplir bien con mis responsabilidades materiales? Para que no nos afanáramos, Jesús puso
el ejemplo de los pájaros y los lirios (véase Mateo 6.25–34). Los pájaros y los lirios son prueba
de que Dios
La inversión y Los desperdiCios
siempre provee. A pesar de que ellos no trabajan horas extras para proveer para sus hijos,
¡Dios nunca los desampara! Al estar siempre alabando a Dios, ellos testifican contra el
materialismo del hombre. Jesús dijo que si Dios provee tan bien para ellos, ¡cuánto más lo
hará para nosotros! Esto no quiere decir que Dios espera que nosotros sólo estemos afuera
en el campo como los lirios y los pájaros y que sólo dependamos de la lluvia y el sol para el
sustento que necesitamos. Tampoco Dios quiere decir que nosotros debemos comer gusanos
como hacen los pájaros. Dios nos dio mentes para hacer planes y nos dio manos para
trabajar, pero nunca planeó que nosotros nos afanáramos más de lo que se afanan los
pájaros y las flores. El mismo Dios que cuida tan bien de ellos nos dejó la promesa que si le
ponemos prioridad a las cosas de Dios todas estas cosas materiales nos serán añadidas.
Preguntas de estudio
1.
1.
1. Anote tres maneras en que es posible deshacerse del dinero extra para la gloria de
Dios.
1. Reflexione y escriba cómo usted pudiera cambiar para no desperdiciar tanto los
recursos que están a su cuidado.
1. Buscando la mejor ganancia
1. se nos amonesta a hacer todo según nuestras fuerzas. ¿Lo ha llamado Dios a
ser pastor? Sírvale de todo corazón. ¿Lo ha llamado a enseñar la clase de la
escuela dominical? Sea el mejor maestro que usted puede ser.
¿Es usted un carpintero, granjero, hombre de negocios o ama de casa? Dios sólo quiere
carpinteros, granjeros, hombres de negocios y amas de casa que se han entregado totalmente
a él. Si Dios lo ha guiado al trabajo que usted tiene, reconozca que su mero trabajo constituye
parte del llamado de Dios en su vida. Trabaje en ello para Dios y no para los hombres (véase
Colosenses 3.23–24). De la misma manera que un misionero no debe ir a un campo blanco
sin ser llamado, así un agricultor no debe empezar a cultivar la tierra sin saber que Dios lo ha
llamado a eso. Dios tiene un plan para cada persona. Él nos revela su plan por medio de la
Biblia, el Espíritu Santo y la hermandad local de creyentes. Él espera que nosotros seamos
diligentes en llevarlo a cabo.
A la mayoría de los cristianos, Dios les ha entregado más que una sola responsabilidad que
cumplir. Por ejemplo, un hermano en la iglesia puede ser a la vez esposo, padre, agricultor,
maestro de la escuela dominical y miembro de la junta de la escuela. Es necesario, pues, que
este hermano sepa manejar su tiempo y recursos espirituales para que sea eficaz en todas las
responsabilidades que Dios le ha dado. Él no debe descuidar su familia por estar enfocando
todas sus energías en ser un miembro útil de la junta de la escuela. Tampoco conviene que
deje de asistir a las reuniones de la junta escolar por estar todo el tiempo mejorando sus
habilidades como agricultor. Para este hermano, entregarse totalmente al servicio de Dios
significa:
Preguntas de estudio
La inversión y Los desperdiCios
Lección 3
Ser rico o no ser rico
Introducción
¿Desea usted ser rico? Si ese es su deseo, usted no es el único
porque hay muchos que desean ser ricos. No obstante, pongámonos de acuerdo en algo muy
esencial: existe una gran posibilidad que usted nunca sea rico. Esto es sin importar cuánto
desee serlo. Sencillamente es así ya que por lo general las circunstancias que uno enfrenta
en la vida le impiden a la gran mayoría de las personas ser ricas. Sin embargo, algo es muy
cierto y eso es que nada puede impedir que usted lo intente.
¿Acaso usted en verdad debiera ser rico? Si usted tiene muchas “buenas” razones por las que
piensa que debe ser rico entonces le repito que tampoco es el único que tiene “buenas”
razones. Yo diría que existen muchas personas que tienen “buenas” razones por las que
piensan que deben ser ricas. Incluso, hay personas que afirman que la razón por la que ellas
desean ser ricas es para poder donar más dinero para la obra de Dios.
¿Acaso Dios desea que usted sea rico? ¿Ha pensado en eso? Si no lo ha pensado, una vez
más, usted no es el único porque a muy pocas personas se les ocurre, ni mucho menos les
interesa, saber lo que Dios quiere que sepan en cuanto a si deben o no ser ricas. Lo más
interesante de esto es que en la Biblia Dios habla mucho acerca de las riquezas. Y como
cristianos es nuestra responsabilidad conocer lo que Dios tiene que decirnos en cuanto a las
riquezas.
En esta lección permitiremos que Dios, por medio de su palabra, nos explique acerca de este
tema. Por favor, mientras Dios le hable por medio del estudio de la Biblia, abra su corazón y
su mente a las verdades que encuentre y confórmese a su voluntad.
ser riCo o no ser riCo
Para leer y estudiar
Bosquejo de la lección
***
En esta lección utilizaremos las palabras rico y riquezas en el mismo sentido que las usa el
Nuevo Testamento.
A modo de resumen, la palabra riquezas, de acuerdo a su uso en el Nuevo Testamento,
consiste en “tesoros acumulados aquí en la tierra”. Esto fue una práctica que Jesús condenó
categóricamente en Mateo 6.19. Las riquezas pueden ser tesoros acumulados en forma de
dinero o bien pueden ser tesoros acumulados en forma de objetos o posesiones lujosas.
Existen muchos que muestran su amor por las riquezas y los placeres egoístas.
Pues bien, ¿cuáles son los usos legítimos del dinero que Dios nos ha dado? La Biblia destaca
tres usos legítimos del dinero:
Los hombres han escrito bastante acerca de los peligros de las riquezas. Pero dejemos que
sea el propio Dios quien nos informe sobre este tema. Por favor, ahora lea cuidadosamente y
note que Dios le hablará acerca de las riquezas:
Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac
y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, y casas llenas de
todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no
plantaste, y luego que comas y te sacies, cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la
tierra de Egipto, de casa de servidumbre (Deuteronomio 6.10–12).
No confiéis en la violencia, ni en la rapiña; no os envanezcáis; si se aumentan las riquezas, no
pongáis el corazón en ellas (Salmo 62.10).
El que confía en sus riquezas caerá; mas los justos reverdecerán como ramas (Proverbios
11.28).
*Por favor, recuerde que este mismo sentido negativo es el que se les atribuye a las
palabras rico y
riquezas en este estudio.
ser riCo o no ser riCo
No te afanes por hacerte rico; sé prudente, y desiste. ¿Has de poner tus ojos en las riquezas,
siendo ningunas? Porque se harán alas como alas de águila, y volarán al cielo (Proverbios
23.4–5).
Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; no me des pobreza ni riquezas; manténme del pan
necesario; no sea que me sacie, y te niegue, y diga:
¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios (Proverbios
30.8–9).
El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto.
También esto es vanidad. Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los
consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos? (Eclesiastés 5.10–11)
Entonces Jesús, mirándole [al joven rico], le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo
lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu
cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el
reino de Dios los que tienen riquezas! Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero
Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a
los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que
entrar un rico en el reino de Dios. Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí:
¿Quién, pues, podrá ser salvo? Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es
imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. Entonces Pedro
comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. Respondió
Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o
hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que
no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y
tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna (Marcos 10.21–30).
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al
uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas (Mateo 6.24).
Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes
de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la
palabra, y se hace infructuosa (Marcos 4.18–19).
Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién
será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios (Lucas 12.20–21).
Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero
en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea
un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda
pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que
les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento (Marcos 12.41–
44).
Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque
vuestro es el reino de Dios. (...) Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo
(Lucas 6.20, 24).
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no
sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te
aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas
para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio,
para que veas (Apocalipsis 3.17–18).
Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo
pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos (2 Corintios 8.9).
Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído
a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos
contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en
muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron
de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas
cosas (1 Timoteo 6.6–11).
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas,
las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para
que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;
atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna (1
Timoteo 6.17–19).
ser riCo o no ser riCo
1. Con sus propias palabras, explique qué dice la Biblia acerca de las riquezas
materiales en los versículos que acaba de leer.
1.
1.
1. El salmo 62.10 y Proverbios 11.28 hacen una advertencia. Proverbios 23.4–5 ofrece la
razón por la que se hace la advertencia. Con sus propias palabras, escriba la
advertencia y la razón por la misma.
1. ¿Acaso las riquezas satisfacen al que las anhela? (Véase Eclesiastés 5.10–11.)
2. ¿Qué nos enseña el ejemplo del joven rico acerca de las personas ricas?
1. ¿Qué dice Jesús que es imposible para los hombres, pero posible para Dios?
1. Según 1 Timoteo 6.17–19, ¿qué debe hacer el hombre rico que se convierte en
cristiano con el dinero que le sobra?
1. Describa el futuro del hombre que confía en las riquezas (véase Santiago 1.9–11; 5.1–
3, 5–6).
La mayoría de las personas en el mundo nunca tendrán que preocuparse por contestar esta
pregunta ya que ellas trabajan todo el día nada más para comer, vestirse, hacer los pagos de
las hipotecas, los pagos de las rentas, etc. Sin embargo, esto no quita que algún día a usted
se le presente una buena oportunidad de hacerse rico. En ese caso, usted deberá saber cómo
Dios quiere que responda a semejante pregunta: ¿Debo aprovechar esta oportunidad de
hacerme rico?
Si se le presentara tal oportunidad, ¿acaso dejará a su familia a un lado para dedicarse por
completo a sus negocios? ¿Estará dispuesto a cambiar la dulce paz de Dios por una vida
agitada y bulliciosa al entregarse a la loca cacería de las riquezas materiales? Además, por si
no lo sabía, usted tendrá que cambiar de amo. Dios dice que para seguir en pos de las
riquezas usted tiene que rechazar el señorío de Cristo y someterse al cruel y exigente Don
Dinero. (Lea Mateo 6.24.)
Ojalá usted decida no dejarse arrastrar por la codicia y quedarse voluntariamente bajo el
señorío de Cristo en lugar de vender su alma para la adquisición de las riquezas.
Sin embargo, por favor, yo deseo que usted esté sobre aviso porque las riquezas y el prestigio
bien pueden dominar su mente aun cuando no sea rico ni tenga ningún negocio grande. Si
usted honra al rico más que al pobre, las riquezas dominan su mente. Si usted siente envidia
por las facilidades que tiene el rico, sabiendo que él no tiene paz en el alma, usted es siervo
de las riquezas. Le ruego que entregue cada pensamiento, cada motivo y cada deseo de su
corazón a la obediencia de
Cristo. “No os hagáis tesoros en la tierra (...); sino haceos tesoros
en el cielo (...). Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”
(Mateo 6.19–21).
Muchas personas, al darse cuenta de las enseñanzas de Jesús acerca de las riquezas, se
justifican a sí mismas y a su deseo de acumular riquezas terrenales al plantear que hubo
muchos hombres fieles en la Biblia que eran ricos. Esas personas nos recuerdan que Job,
Abraham, Salomón y José de Arimatea eran todos ricos... y Dios estaba con ellos.
Veamos los versículos bíblicos que nos hablan acerca de la riqueza
de estos hombres de Dios:
[Job tenía] siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas,
y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales (Job 1.3).
Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro (Génesis 13.2).
Y excedió el rey Salomón a todos los reyes de la tierra en riqueza y en sabiduría (2 Crónicas
9.22).
Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había
sido discípulo de Jesús (Mateo 27.57).
El primer dato curioso es que todos los hombres mencionados anteriormente vivieron bajo el
Antiguo Testamento. En esa época, Dios galardonaba a sus hijos obedientes al bendecirles
con riquezas terrenales. No obstante, nosotros que vivimos bajo el Nuevo Testamento no
tenemos tal promesa. En cuanto a lo terrenal, Dios sólo nos promete que él suplirá
nuestras necesidades. Las únicas riquezas que él nos promete son las que están en el
cielo. Para verificar en cuanto a este cambio, por favor, compare Deuteronomio 28.1–14 con
Lucas 6.20; Romanos 8.35–37; Filipenses 4.19;
2 Timoteo 3.12.
En el Antiguo Testamento, Dios sólo requería que se le dieran los diezmos y las ofrendas. Las
demás riquezas que ellos tenían les quedaban para ellos y la acumulación de las mismas era
señal de la aprobación de Dios sobre sus vidas. En cambio, el Nuevo Testamento no nos dice
que debemos diezmar, sino que nos enseña que ahora todo lo que ganamos pertenece a
Dios, no tan sólo la décima parte. Y Dios prohíbe que acumulemos las riquezas terrenales que
él nos encarga. Él demanda que le entreguemos el cien por ciento al señorío de Cristo y que
lo empleemos todo para su gloria, dando donde hay necesidades o reinvirtiéndolo para apoyar
la obra de Dios. De acuerdo a los principios del Nuevo Testamento, Dios pudiera exigirnos
que entreguemos el diez o el quince por ciento, o aun más, a la iglesia. Y en cualquier caso, él
siempre demanda que acumulemos tesoros en el cielo y no en la tierra.
1. Mientras usted se ha mantenido fiel, ¿acaso ha fallado Dios alguna vez en suplir sus
necesidades y las de su familia?
2. ¿Aspira usted a tener riquezas? Ya sea cierto o no lo sea, otros pueden ver esto en su
vida por medio de su forma de ser. Esto incluye su forma de pensar, su forma de
expresarse y hasta su forma de actuar.
3. ¿Busca usted satisfacerse con el lujo y una vida fácil? Haga una lista de lo que usted
ha comprado en las últimas tres semanas y determine si lo que compró es algo que no
necesita y que sí puede catalogarse como un lujo.
Preguntas de estudio
Lección 4
Usando los recursos naturales de Dios
Introducción
Desde el pequeño astro que Dios ha preparado para el hombre en
su gran universo, nosotros divisamos un poquito del enorme universo creado por Dios. ¡Y con
razón nos quedamos boquiabiertos! El salmista testificó en Salmo 104.24: “¡Cuán
innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena
de tus beneficios.”
Para negar lo que es obvio, los evolucionistas tratan de convencerse que las maravillas de la
naturaleza llegaron a existir al azar. Ellos reconocen que si admitieran que Dios lo creó todo,
entonces se verían obligados a consentir en que Dios tiene el derecho de dirigir sus vidas. Así
que, en un intento por escapar de la realidad de su responsabilidad moral ante Dios, optan por
negar al Creador. Sin embargo, ¡él sigue siendo su Creador! No porque las personas nieguen
la existencia de Dios quiere decir que Dios no existe.
Nosotros siempre debemos recordar el mensaje que podemos extractar de lo que dice la
Biblia con relación a este asunto. Su mensaje nos dice que el que creó todos los recursos
naturales también tiene derecho a gobernarlos. En este caso, Dios manda cómo el hombre
debe relacionarse con él, cómo el hombre debe relacionarse con los otros de su clase y
también cómo el hombre debe relacionarse con la naturaleza.
Esta lección trata sobre las responsabilidades que tenemos al ser nombrados por Dios como
mayordomos de los recursos naturales que él ha creado.
Para leer y estudiar
Bosquejo de la lección
1. La tierra será destruida
1. Nuestra responsabilidad ecológica
1. El equilibrio ecológico
1. La tierra será destruida
Ya sea que usted lo crea o no lo crea, el planeta donde vivimos está destinado a la
destrucción por medio del fuego. Dios nos lo afirma en términos
inequívocos: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos
pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las
obras que en ella hay serán quemadas” (2 Pedro 3.10).
En el principio, cuando Dios creó la tierra, el mundo era hermoso y perfecto. Pero los
humanos pronto destruimos la belleza más sobresaliente de aquella naturaleza creada por
Dios cuando nos rebelamos contra él. A partir del día que pecamos, la propia tierra fue
envejeciéndose “como ropa de vestir” (Isaías 51.6).
Gran parte de la belleza original de nuestro planeta ya está
irremediablemente arruinada a causa de nuestro pecado. De hecho, todo el universo es como
un gigantesco reloj que está perdiendo su cuerda. ¡Un día se detendrá para siempre!
1. Nuestra responsabilidad ecológica
Por favor, lea 2 Pedro 3.10. Luego estudie los versículos 11 y 12. Entonces escriba las
actitudes que debe tener alguien que sabe que la tierra será destruida.
Ahora, por favor, lea los versículos 13 y 14. ¿Qué consuelo nos debe dar conocer que este
mundo se acabará?
¿Qué tipo de vida promueve esta actitud?
Por favor, estudie Romanos 8.19–22. ¿En qué estado se encuentra la naturaleza
actualmente?
¿Qué esperanza tenemos?
A pesar del hecho de que este planeta está destinado a la hoguera divina, Dios no nos ha
ordenado en ninguna parte de la Biblia a que destruyamos la belleza o los recursos que
todavía existen en el planeta tierra. Al contrario, Dios nos ha ordenado que los conservemos.
Es nuestra responsabilidad hacer todo lo posible por mantener la tierra en buenas condiciones
ecológicas hasta el día que Dios dé la orden para que sea quemada.
Pero, ¿por qué? ¿Acaso no todo va a ser quemado? Sí, todo será quemado porque Dios lo ha
dicho, pero Dios es el único que tiene la autoridad de hacerlo ya que él es el Creador.
1. La tierra es de Dios
No debemos ser egoístas con los recursos naturales. La Biblia nos amonesta que no debemos
mirar “cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Filipenses
2.4). Use los recursos naturales que hay en la tierra, pero no los malgaste. Luego, deje que
las generaciones futuras tengan una buena herencia con relación a lo que hay en la tierra. Y
una buena herencia refiriéndose al tema de la tierra es heredar una tierra limpia, productiva y
encantadora.
La naturaleza es algo que Dios nos ha dejado a los humanos. Es la responsabilidad de toda
generación hacer uso de ella con sabiduría y hacer que las generaciones futuras la hereden
en buenas condiciones.
Por lo general, cuando se menciona este tema ni siquiera pensamos en el aire. Tomamos por
sentado que siempre habrá aire saludable para respirar. Hace algún tiempo nadie pensaba en
todo el humo, el dióxido de carbono y otros gases tóxicos que se expulsaban al aire. Ahora las
grandes ciudades del mundo están aprendiendo que hay que usar el recurso natural del aire
de manera más responsable.
Las industrias vierten desechos en nuestros lagos, ríos y arroyos. Incluso las empresas
agrícolas echan basura y muchos desperdicios venenosos en nuestros ríos y arroyos, de tal
modo que el mundo entero se está dando cuenta que se tiene que regular y controlar el
acceso a los recursos naturales de los ríos, lagos y arroyos.
En tiempos pasados la gente pensaba que los árboles eran un recurso natural casi inagotable.
Pero a causa de la tala indiscriminada y el mal aprovechamiento de la madera, hoy hay
muchos lugares que carecen de madera. Como resultado, se ha tenido que aprobar leyes
estrictas para que la gente no acabe con los árboles que sobreviven.
Los océanos del mundo también parecen fuentes inagotables. Parecería imposible que el
hombre pudiera ejercer influencia alguna en el bienestar o la destrucción de las millones de
especies marinas y otras criaturas que viven en los océanos. Sin embargo, a causa de los ríos
contaminados que desembocan en el mar y debido a la manera que se limpian los barcos que
transportan el petróleo, el hombre está afectando el medio ambiente de los vastos océanos.
Los agricultores, los que trabajan la madera, los que desarrollan las industrias y cualquier otro
ciudadano tienen la opción de conservar o destruir la naturaleza por medio de sus hábitos
diarios. Dios le confió la tierra al hombre. Esto quiere decir que él le confió una pequeña parte
a usted. ¿Está usted cuidando o desperdiciando los recursos naturales que Dios ha puesto a
su cuidado?
1. El equilibrio ecológico
Una maravilla de la creación es la manera en que trabajan juntos los diferentes elementos de
la naturaleza. Equilibrio ecológico es el término que usamos para describir esta armonía.
La ecología es una “rama de la biología que se encarga del estudio de la relación de los seres
vivos entre sí y con el medio”. Podemos destacar la importancia del equilibrio ecológico
relatando la historia de Australia y los conejos:
Australia no tenía conejos hasta mediados del siglo XIX. Lamentando esta ausencia de
conejos, los australianos importaron veinticuatro parejas del conejo
europeo, Oryctolagus cunicularus, en 1859. Pero Australia no tenía ningún enemigo natural
de los conejos. En muy poco tiempo, los pocos conejos que habían importado se multiplicaron
y crecieron hasta convertirse en varios cientos de millones de ellos. Lo que sucedió fue que
estos conejos se convirtieron en una peste perjudicial para la agricultura australiana. Llegaron
a ser perjudiciales ya que en todo el país no había zorros, lobos u otros enemigos naturales
del conejo. Australia sufría una falta de equilibrio ecológico porque el hombre había arruinado
el equilibrio ecológico natural que existía allí antes de la importación del conejo.
Así es el sistema natural del equilibrio ecológico. Los hombres pueden promover este
equilibrio, o pueden destruirlo.
En el mundo existen muchos ciclos naturales que ayudan a mantener el equilibrio ecológico
del globo terráqueo. Un ciclo natural es un
usando Los reCursos naturaLes de dios
proceso en la naturaleza que se repite una y otra vez para beneficio de la misma. Uno de
estos ciclos es el que se llama el “ciclo del agua”.
Por favor, abra su Biblia en el Salmo 104. Estudie lo que dice este salmo acerca de la
ecología. Note los ciclos naturales que se mencionan y la interdependencia entre las plantas,
los animales y los minerales. Pero sobre todo, note el papel del hombre en el equilibrio
ecológico. Luego, conteste las siguientes preguntas, basándose en este Salmo:
1. Describa el ciclo del agua. ¿Cuántas cosas en la naturaleza dependen de este ciclo?
1. Según lo describe el Salmo 104, explique en qué sentido los animales dependen de
las plantas.
1. Al leer los versículos 27–32, ¿concluiría usted que los ciclos naturales se mantienen a
sí mismos, o que los mismos dependen del Creador?
Dos tercios de la tierra están cubiertos de agua. Hay agua debajo de nosotros, sobre
nosotros… y dentro de nosotros. Toda la naturaleza depende del agua y del ciclo del agua.
El ciclo del agua funciona de la siguiente manera:
El agua de mares, ríos y lagos, al calentarse por la acción del sol, se evapora continuamente,
pasando a la atmósfera en forma de vapor de agua. Este vapor, disperso en el aire, cuando
asciende hacia capas más altas de la atmósfera llega a zonas más frías, se condensa en
forma de minúsculas gotas de agua líquida que permanecen en suspensión, formando en su
conjunto las nubes.
Sometidas las nubes a nuevas bajadas de temperatura, sus minúsculas gotas de agua se
funden, formando gotas de mayor tamaño, que por acción de la gravedad caen a tierra en
forma de lluvia o nieve. De este modo, las lluvias y nevadas devuelven a la superficie de la
tierra el agua que inicialmente había sido evaporada por la acción del sol. (Citado de la
“Enciclopedia Universal, 1999/2000”)
Supongamos que ya no hubiera más evaporación. Toda el agua se quedaría en los mares y la
tierra se secaría. La realidad es que la humedad en el aire (agua evaporada) esparce los
rayos del sol y así nos protege de la intensidad del sol. Además, la evaporación produce agua
pura que a su vez purifica el aire cuando llueve. Sin la evaporación, la vida de todos los
animales terrestres se terminaría.
usando Los reCursos naturaLes de dios
¿Y qué pasaría si ya no hubiera más condensación del agua evaporada? La tierra y los mares
se secarían.
Además, si fallara la gravedad entonces el agua no volvería a los mares. Todos los peces y la
fauna marina morirían. Todos los animales terrestres morirían también porque las plantas se
secarían. Y una vez muertos los animales que comen plantas, morirían también los animales
que comen carne, ¡pues ellos se alimentan de los animales que comen plantas!
Otro ciclo natural es el ciclo del día y la noche que sucede a causa de la rotación de la tierra.
Este ciclo es beneficioso para toda la creación. Algunos animales necesitan la oscuridad de la
noche para descansar, mientras otros descansan durante el día. El hombre descansa por la
noche. Sin la regularidad del ciclo de los días y las noches, los hombres podrían dejar de
dormir con la debida regularidad que sus cuerpos exigen para su desarrollo normal.
1. Siendo buenos mayordomos para la gloria de Dios
Dios comisionó al hombre para que domine y gobierne la tierra, administrándola como su
mayordomo. El hombre ha entrelazado los continentes con un laberinto de carreteras, ha
construido aparatos que vuelan en el aire y aun en el espacio, ha perforado grandes
profundidades en la tierra para extraer valiosos minerales y ha detenido ríos, construyendo
grandes diques y represas.
Muchas de estas invenciones e “interrupciones” en la naturaleza son buenas y muy
beneficiosas. Millones de hectáreas de tierra desértica en el noroeste de México están
produciendo abundantes cosechas debido a que el hombre ha controlado las fuentes de agua.
Existen regiones en Brasil que hasta hace pocos años eran puras zonas boscosas. Los
hombres intervinieron y cortaron algunos de esos sectores de árboles y así ese país ha
llegado a producir grandes cantidades de alimentos hasta para el resto del mundo.
Al administrar los recursos naturales de Dios, nosotros debemos tener mucho cuidado de no
arruinarlos para las generaciones futuras. Debemos enseñar y practicar la conservación
(véase Eclesiastés 5.9).
Preguntas de estudio
1. Medite en algunas formas que usted podría eliminar el desperdicio de los recursos
naturales. Escríbalas.
Iglesia Diapositivas
CONTENIDO
Cómo Usar Este Manual, 3
Sugerencias Para el Estudio en Grupo, 3 Introducción, 5
Objetivos del Curso, 5
1. El Ministerio De Administración, 7
2. Posiciones De Liderazgo, 16
3. La Unción Para Liderar, 27
4. Las Calificaciones Para Los Líderes, 37
5. Liderando Como Un Siervo, 51
6. Liderando Como Un Pastor, 58
7. Las Tareas De Los Líderes, 68
8. Tomando Decisiones, 77
9. Los Conflictos y La Disciplina, 85
10. Entrenando Líderes Y Discípulos, 93
11. Enfrentando El Fracaso, 105
12. Los Principios Del Éxito, 116
13. Calculando El Costo, 125 Apéndice, 131
Respuestas de la Sección “Prueba Personal”, 138
PRIMERA REUNIÓN
Abriendo: Abra con oración e introducciones. Conozca y matricule a los estudiantes.
Establezca los Procedimientos Del Grupo: Determine quién conducirá las
reuniones, el horario, lugar, y fechas para las sesiones.
Alabanza Y Adoración: Invite la presencia del Espíritu Santo en su sesión de entrenamiento.
Distribuya los Manuales A los Estudiantes: Introduzca el título del manual, formato, y
objetivos del curso proporcionados en las primeras páginas del manual.
Haga La Primera Tarea: Los estudiantes leerán los capítulos determinados y harán la prueba
personal para la próxima reunión. El número de capítulos que usted enseñará por sesión
dependerá del tamaño del capítulo, contenido, y de las habilidades de su grupo.
MÓDULO: Organización
CURSO: Principios Bíblicos de Administración
INTRODUCCIÓN
Este estudio presenta los principios de administración revelados en la Palabra escrita de Dios,
la Biblia Santa. "Administración" es otra palabra para "mayordomía." "Mayordomos", o
"administradores”, son responsables sobre algo confiado a ellos por alguien más. Como
creyentes, cada uno de nosotros es un administrado de los recursos espirituales que Dios nos
ha confiado.
Un problema serio con muchos líderes cristianos es la organización y administración de estos
recursos espirituales. Si los obreros para la cosecha espiritual deben ser como la Biblia indica,
entonces ellos deben ser organizados y movilizados adecuadamente.
El crecimiento humano ocurre a través de la multiplicación de células vivientes y del desarrollo
de un esqueleto para apoyarlo. Para el cuerpo de Cristo crecer, la estructura también es
importante. La vida espiritual trae un crecimiento que nosotros debemos estar prepararnos
para suportar.
Este curso es el primero en una serie de tres en módulo "Organización" del entrenamiento
ofrecido por la Red Internacional Tiempo de Cosecha. Este estudio, junto con los cursos
"Análisis Ambiental" y "Administración Por Objetivos" qué siguen, le ayudará a tornarse un
buen mayordomo de los recursos espirituales. Nosotros recomendamos que estos tres cursos
sean estudiados para el entendimiento apropiado de la administración, planificación, y
organización necesaria al ministerio eficaz.
Este curso introduce el asunto de administración, identifica las posiciones de liderazgo y
enfatiza la importancia de la unción para liderar. Los principios bíblicos de liderar como un
siervo y pastor y las calificaciones para los líderes también se discuten.
Las principales tareas de los líderes son repasadas, con énfasis en la toma de decisiones y el
tratar con los conflictos. Se dan directrices para entrenar a líderes y discípulos, los principios
del éxito y las razones para fracaso son examinados.
El Apéndice de este curso provee la oportunidad para aprender los principios adicionales
estudiando ejemplos de grandes líderes en la Biblia.
Capítulo Uno
EL MINISTERIO DE ADMINISTRACIÓN
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
■ Escribir el Versículo Llave de memoria.
■ Definir administración.
■ Identificar los recursos espirituales sobre los cuales los creyentes son administradores.
■ Identificar el requisito principal para mayordomos.
■ Identificar el mayor ejemplo de liderato.
■ Resumir lo que el ministerio de administración incluye.
VERSÍCULO LLAVE:
“... Si alguien anhela la administración, desea buena obra” (1 Timoteo 3.1, Traducción del
Original de La Nueva Biblia Inglesa”).
INTRODUCCIÓN
Este capítulo introduce el ministerio de administración en la iglesia. Cuando nosotros
hablamos de administración nosotros no estamos hablando sobre la administración secular
como ella sucede en el mundo comercial. Nosotros estamos hablando de recursos espirituales
administrados para la obra del ministerio.
Si usted aprende el ministerio de administración, usted se hará un buen mayordomo del
Evangelio y del ministerio que Dios le ha dado. Usted podrá trabajar con Dios para lograr Sus
propósitos.
LA DEFINICIÓN DE ADMINISTRACIÓN
"Administración" es otra palabra para "mayordomía" o “dirección”. "Mayordomos", o
"administradores", son responsables sobre algo confiado a ellos por alguien más. La dirección
es el proceso de lograr los propósitos y planes de Dios a través del uso apropiado de los
recursos humanos, materiales, y espirituales. La administración se evalúa por si estos planes
y propósitos son cumplidos o no. La Biblia declara:
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas; cada cual se apartó por su camino. Pero Jehová
cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:6).
Como las ovejas deben ser guiadas para seguir un solo camino, así también las personas
necesitan de dirección para que sus esfuerzos y energías logren los propósitos y planes de
Dios.
EL MAYOR EJEMPLO
El mayor ejemplo de administración es el Señor Jesucristo. Él es el modelo para todos los
líderes cristianos. Usted aprenderá después en este curso sobre el ejemplo que Él estableció
liderando como un siervo y un pastor.
Todos los principios enseñados en este curso son demostrados en lo que Jesús hizo y
enseñó. Cada calidad necesaria de un líder estaba evidente en la vida de Cristo. Cada tarea
que un líder debe realizar fue ilustrada por Él. Él estableció un ejemplo para entrenar líderes y
discípulos.
EL REQUISITO PRINCIPAL
Dios no considera a los mayordomos victoriosos debido a su educación, habilidad natural, o
personalidad. Ellos tienen éxito debido a su fidelidad. El requisito principal a los mayordomos
es que ellos deben ser fieles:
“... lo que se requiere de los mayordomos es que cada uno sea hallado fiel” (1 Corintios 4:2).
Jesús dijo una parábola en Mateo 25:14-30 sobre los siervos cuyo amo les dio recursos
llamados "talentos", qué en este caso era dinero. Ellos recibieron instrucciones para ser
buenos mayordomos y usar los fondos sabiamente. Aquellos que hicieron esto fueron
llamados de "fieles" y fueron premiados. Aquellos que fallaron fueron juzgados y
responsabilizados.
EL MINISTERIO DE ADMINISTRACIÓN
El ministerio de administración o liderato involucra llevar otros a lograr grandes cosas para
Dios. La dirección incluye las siguientes áreas que usted estudiará en este curso:
Reconocer La Importancia De La Unción Para Liderar: Unción de Dios para administrar es
más importante que educación, talentos, y experiencia.
Cumplir Las Calificaciones Bíblicas Para El Liderazgo: La administración del ministerio
empieza con la administración de sí mismo.
Aprender a Liderar Como Un Siervo: la administración bíblica no es relaciones públicas
vistosas o una personalidad carismática en el púlpito. Es servicio humilde a aquellos a quien
usted lidera. Servir es lo qué separa la dirección cristiana de la dirección mundana.
Aprender a Liderar Como Un Pastor: Las calidades de un pastor en el mundo natural eran lo
que Jesús usaba para describir la dirección espiritual.
Entender Las Tareas Básicas De Los Líderes: Éstas incluyen las áreas difíciles de tomar
decisiones y resolver conflictos y problemas de disciplina.
Entrenar Líderes Y Discípulos: Todos nosotros lideramos en ciertas situaciones, pero todos
somos seguidores en otras situaciones. Los líderes deben tener seguidores o discípulos.
Tanto líderes cuanto seguidores o discípulos deben ser entrenados.
Aplicar Los Principios Del Éxito Enseñados En La Palabra de Dios: Éstos principios
asegurarán una dirección victoriosa de los recursos espirituales.
Evitar las Violaciones Que Causan El Fracaso En La Administración: Fracasar en liderar y
seguir resulta de las violaciones a los principios bíblicos.
Comprender Los Principios Bíblicos De Administración o Organización: Éstos incluyen
las posiciones de liderato establecidas por Dios y aquellas desarrolladas debido a las
necesidades prácticas de la Iglesia.
ELIMINA LA CONFUSIÓN:
Cuando hay dirección apropiada, la confusión se elimina:
“Porque Dios no es Dios de desorden, sino de paz” (1 Corintios 14:33).
“Por tanto, sed imitadores de Dios como hijos amados” (Efesios 5:1).
Si las actividades de Dios no se caracterizan por la confusión, los ministerios de Sus siervos
no deben caracterizarse por ella de manera alguna.
ESTABLECE LA RESPONSABILIDAD:
En la parábola de los talentos en Mateo 25:14-30 los siervos eran responsables por todo lo
que fue confiado a su cuidado. Su amo tenía un plan, lo comunicó a ellos, y ellos deberían
cumplirlo invirtiendo los fondos que ellos fueron dados.
Usted no sólo es responsable por conocer la voluntad de Dios para su vida y ministerio, pero
también por hacerla:
“Porque aquel siervo que entendió la voluntad de su señor y no se preparó ni hizo conforme a
su voluntad, recibirá muchos azotes” (Lucas 12:47).
Si usted no maneja sabiamente el ministerio que le fue confiado, usted será considerado
responsable.
PERMITE EVALUACIÓN:
La administración incluye la evaluación para ver si usted está cumpliendo el propósito y plan
de Dios. Comprender los principios bíblicos del éxito y las razones para el fracaso permiten tal
evaluación.
PRUEBA PERSONAL
1. Escriba el Versículo Llave de memoria.
2. Defina "administración."
3. Liste los recursos espirituales sobre los cuales los creyentes son administradores.
4. ¿Cuál es el requisito principal para los mayordomos?
6. Basado en la discusión en esta lección, escriba un resumen de lo que "el ministerio de
administración" incluye.
7. ¿Por qué buena administración es importante?
(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)
4.
La Administración mundana da énfasis a: La administración espiritual da énfasis a:
5. Estudie esta lista de responsabilidades de administración para todos los creyentes.
Nosotros somos responsables por:
a. La creación de Dios Génesis 1:26-28
b. Los misterios de Dios 1 Corintios 4:1
c. El mensaje del Evangelio 1 Tesalonicenses 2:4
d. Los dones espirituales 1 Pedro 4:10
e. El perdón Mateo 6:12; 18:21-22
f. El amor 1 Juan 4:7-8
g. La mente Filipenses 4:8
h. El Poder Hechos 1:8
i. El Tiempo Efesios 5:15-16
j. El punto de vista 1 Samuel 16:7
k. La actitud Filipenses 2:2
l. La fe Santiago 2:14-17
m. El dinero 2 Corintios 9:6-11
n. La alabanza Hebreos 12:15-16
o. El ministerio Gálatas 6:2
p. El cuerpo Romanos 12:1
q. El carácter Tito 1:7-9
r. La familia 1 Timoteo 3:4-5, 12; 5:8
VERSÍCULO LLAVE:
“Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros
pastores y maestros” (Efesios 4:11).
INTRODUCCIÓN
La Iglesia es el instrumento a través de que Dios está trabajando presentemente para
revelarse al mundo. En esta lección usted aprenderá sobre los líderes puestos en la Iglesia
por Dios. Usted también aprenderá de otras posiciones de liderato que han surgido debido a
las necesidades prácticas en la iglesia local.
La Biblia da calificaciones específicas que deben ser alcanzadas por aquellos llenando las
posiciones de liderato discutidas en esta lección. Usted estudiará sobre estas calificaciones en
el Capítulo Cuatro.
SUS FUNCIONES:
Aquí está un breve resumen de las funciones de estas cinco posiciones especiales de liderato:
Apóstol: Un apóstol es uno que tiene una habilidad especial para desarrollar nuevas iglesias
en lugares diferentes y supervisar varias iglesias como un supervisor. Apóstol significa
"delegado, un enviado con lleno poder y autoridad para actuar en lugar de otro." El apóstol
tiene una autoridad o habilidad especial para extender el Evangelio a través del mundo
desarrollando cuerpos organizados de creyentes. Palabras modernas usadas para un apóstol
son "misionero" y "plantador de iglesias." El Apóstol Pablo es uno de los mejores ejemplos
bíblicos de un apóstol.
Profeta: Un profeta es uno que habla bajo la inspiración directa de Dios y tiene una posición
de autoridad en la Iglesia. Un profeta tiene la habilidad para recibir y comunicar un mensaje
inmediato de Dios a Su pueblo a través de una pronunciación divinamente ungida. Agabo es
un buen ejemplo de un profeta del Nuevo Testamento. Vea Hechos 21:11.
Evangelista: Un evangelista tiene una habilidad especial de compartir el Evangelio de un
cierto modo con los incrédulos que los hombres y mujeres responden y se vuelven miembros
responsables del Cuerpo de Cristo. El significado de la palabra "evangelista" es "uno que trae
noticias buenas." Felipe es un buen ejemplo de un evangelista. Vea Hechos 21:8 y capítulo 8.
Pastor: La palabra "pastor" realmente significa un “pastor de ovejas”. Pastores son líderes que
asumen la responsabilidad personal a largo plazo por el bienestar espiritual de un grupo de
creyentes.
Maestro: Maestros son creyentes que tienen una habilidad especial de comunicar la Palabra
de Dios eficazmente de semejante manera que otros aprenden y aplican lo que se enseña.
SU PROPÓSITO:
Estas posiciones especiales fueron establecidas para lograr los propósitos siguientes:
“A fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo, hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios,
hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Esto, para que ya no seamos niños, sacudidos a la deriva y llevados a dondequiera por todo
viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar, emplean con astucia las
artimañas del error; sino que, siguiendo la verdad con amor, crezcamos en todo hacia aquel que
es la cabeza: Cristo” (Efesios 4:12-15).
El siguiente diagrama en la página siguiente ilustra estos propósitos:
Dios
| da
|
|
| | | |
Apóstoles Profetas Evangelistas Pastores Maestros
| para
|
Perfeccionar / Equipar Los Santos
| quiénes
|
_
| |
Ministrarán Edificarán
| resultando en
|
|
| |
Unidad Conocimiento Perfección
|
para que el Cuerpo de Cristo pueda ser
|
| |
Más cómo Niños Crezca En Él
(falsa doctrina) ( verdad)
|
RESULTADO FINAL: Eficaz Funcionamiento De Todas Las Partes Del Cuerpo En Amor
CÓMO ELLOS TRABAJAN JUNTOS:
Las cinco posiciones especiales de liderato trabajan juntos en el ministerio de la Iglesia.
El Apóstol extiende el Evangelio a las nuevas regiones para levantar nuevas iglesias.
El Evangelista comunica el Evangelio de tal manera que los incrédulos responden y se
agregan a la Iglesia.
El Profeta da los mensajes especiales de Dios a la Iglesia por la inspiración del Espíritu
Santo.
Los Maestros proporcionan instrucción que va más allá de la presentación del Evangelio
hecha por el evangelista. Ellos llevan los nuevos convertidos a la madurez espiritual y
entrenan personas fieles que son capaces de enseñar a otros.
don es responsable por la dirección y decisiones. Como el piloto de una nave, él no puede ser
el dueño de la nave, pero a él se ha confiado la responsabilidad de dirigirla en su viaje.
Tito es un ejemplo bíblico de una persona con el don de administración. El Apóstol Pablo
empezó una iglesia en Creta. Tito fue el que organizó y la dirigió para él:
“Por esta causa te dejé en Creta: para que pusieras en orden lo que faltase y establecieras
ancianos en cada ciudad, como te mandé” (Tito 1:5).
Los dones de liderato y la función de administración están bien juntos. Una persona con el don
de administración tiene la habilidad de dirigir, organizar, y tomar las decisiones. La persona
con el don de liderato tiene la habilidad para motivar y trabajar con las personas para lograr
estas metas.
TODOS PODEMOS SERVIR
El liderato no se limita a los creyentes con estos dos dones o a las cinco posiciones de
especiales de liderato. Los creyentes con otros dones espirituales pueden ser solicitados por
los líderes de la Iglesia para servir en varias posiciones de liderato.
Por ejemplo, una persona con el don de contribuir puede ser solicitada a liderar un comité
sobre las finanzas de la iglesia. Una persona con el don de sanidad puede liderar un grupo de
creyentes ministrando a los enfermos en los hospitales locales.
La obra del ministerio para que los dones espirituales fueran dados involucra muchas
oportunidades para el liderato. Aun cuando un creyente no tiene uno de los dones de liderato
él tiene el potencial de volverse un líder a través del desarrollo apropiado de su propio don
espiritual.
Él tiene el cuidado a largo plazo sobre un grupo de los creyentes. Estos versículos indican que
diáconos tienen un ministerio de servir y ayudar.
Ancianos Hechos 20:17,28-32;
Hechos 14:23; 15;
Hechos 16:4; 11:30;
1 Timoteo 5:17;
1 Pedro 5:1-4;
Tito 1:5;
Santiago 5:14
Estos versículos indican que los ancianos proporcionan dirección en las decisiones de la
iglesia, ministran a las necesidades de los
creyentes, y ayuda en el desarrollo y cuidado de cuerpos locales de creyentes.
(Nota sobre los ancianos: La palabra "ancianos" fue usada primeramente en la Biblia en
Éxodo 3:16 en referencia a los líderes de Israel. Hay muchas referencias a los ancianos de
Israel a lo largo de la Biblia. Estos ancianos son diferentes de la posición de liderato conocida
como un anciano en la Iglesia. Los versículos listados aquí se refieren a los ancianos en la
Iglesia en lugar de los ancianos de Israel.)
Los ancianos, diáconos, y obispos no deben liderar la Iglesia independientemente de los
líderes especiales (profetas, apóstoles, evangelistas, pastores, maestros). El hombre
selecciona a los ancianos, diáconos, y obispos, pero aquellos con los dones de especiales de
liderazgo son establecidos en la Iglesia por Dios.
LA ESTRUCTURA DE LA IGLESIA
El siguiente diagrama muestra cómo los dones de liderato que usted ha estudiado el encajan
juntos en la estructura de la Iglesia:
IGLESIA
|
Dones Especiales de Liderazgo:
| Apóstoles Profetas
Evangelistas Pastores Maestros
|
Ayudados por los dones de administración, liderazgo, obispos, diáconos, ancianos, y cada
miembro del cuerpo que usa su don
espiritual en la iglesia en el lugar que Dios los ha puesto.
|
El Fundamento puesto por los Apóstoles y Profetas Efesios 2:20
|
EDIFICADO SOBRE LA ROCA, JESUCRISTO
Mateo 16:18; 1 Corintios 3:11; Efesios 2:20
PRUEBA PERSONAL
1. Escriba el Versículo Llave de memoria.
2. Mire la lista de posiciones en Lista Uno. Lea las definiciones en Lista Dos. Escriba el
número de la definición que mejor describe la posición de liderato en el espacio en blanco
proporcionado. El primero se hace como un ejemplo para usted.
(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)
MINISTERIOS PRÁCTICOS:
■ Oficina de ayuda
■ Secretaria de la iglesia
■ Envío de correspondencia
■ Ayuda en la cocina de la iglesia
■ El trabajo en lo cuarto de los niños
■ Trabajo de custodia
■ Restauración
■ Ventas
■ Escribir cartas
■ Preparar la Comunión
■ Cuidar de los niños
■ Apoyo financiero
■ Ministerio de grabaciones
■ Teléfono
■ Registro
■ Publicidad
■ Hacer regalos
■ Programas de deportes
■ Boda
MINISTERIOS EDUCATIVOS:
■ Maestros de la Biblia
■ Líder de taller
■ Ministerio de jóvenes
■ Conferenciante de retiros
■ Pesquisa
■ Biblioteca de la iglesia
■ Líder de conferencia
■ Clases de adultos
■ Ministerios de niños
■ Discipulado
■ Maestro de la Escuela Dominical
■ Instructor de la Escuela Bíblica
■ Mentor
■ Instrucción de nuevos creyentes
MINISTERIOS DE ACONSEJAR:
■ Oración de consejo
■ Consejo matrimonial
■ Aconsejar adolescentes
■ Aconsejar mujeres embarazadas
■ Animar otros
■ Visitas a las casas
■ Visitas a los hospitales
■ Resolver problemas
■ Acompañamiento
■ Centro de crisis
■ Aconsejar por teléfono
MINISTERIOS DE EXPANSIÓN:
■ Evangelización de los niños
■ Ministerio de autobús
■ Drama
■ Ministerio con estudiantes
■ Causas políticas
■ Misiones
■ Cruzadas
■ Programas de TV y radio
■ Dando testimonio en la calle
■ Ministerios con universitarios
■ Centros de extensión
■ Cafeterías
■ Ministerios de hombres y mujeres
■ Testimonio de puerta-a-puerta
■ Escuela Bíblica de ferias
■ Distribución de la Biblia y literatura
MINISTERIOS DE LIDERATO:
■ Organizador
■ Superintendente de la Escuela Dominical o superintendente de sección
■ Proyectista
■ Líder de grupo casero
■ Coordinador de misiones
■ Líder
■ Presidente del comité
■ Director de educación cristiana
■ Administrador de la iglesia
MINISTERIOS DE COMPASIÓN:
■ Hospitalidad
■ Programas de alimentación
■ Visita a los hospitales
■ Los invitados de noche
■ Vestir el necesitado
■ Casas de lactantes
■ Entretenimiento
■ Visitas a la prisión
■ Ayudar a los ancianos
■ Transporte
■ Cuidar de niños
■ El ministerio del teléfono
■ Misiones
■ Ministerio de calle
■ Centro de crisis
■ Ayudar las personas detenidas
■ Ayudar las personas que sufren abusos
■ Ayudar personas deficientes
■ Ayudar los necesitados
■ El ministerio a las madres solteras
OTROS MINISTERIOS:
■ Música
■ Coros
■ Tocar piano
■ Lectura Dramática
■ Grupos musicales
■ Trabajo de traducción
■ Drama
■ El culto principal
■ Tocar el órgano
■ Fantoches
■ Interpretación
■ El contenido del boletín
Capítulo Tres
LA UNCIÓN PARA LIDERAR
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
■ Escribir el Versículo Llave de memoria.
■ Definir "unción."
■ Identificar tres tipos de unciones.
■ Explicar el propósito de cada tipo.
■ Identificar la fuente de la unción espiritual.
■ Discutir los propósitos de la unción.
■ Identificar la base para la unción de Dios.
■ Discutir la fuerza que se opone aquellos que son ungidos por Dios.
■ Explicar por qué es importante ministrar solamente en la posición en la cual usted fue
uncido.
■ Explicar cómo mantener la fresca unción de Dios.
VERSÍCULO LLAVE:
“Pero tú enaltecerás mi poder como el de un toro salvaje, y sobre mí verterás aceite fresco”
(Salmos 92:10).
INTRODUCCIÓN
El Señor quiere que los líderes sean victoriosos e impacten el mundo para el Reino de Dios.
¿Cómo usted puede ser ese tipo de líder? Tener conocimiento de áreas prácticas y tareas
generales de líderes le ayudará a volverse un líder victorioso. Hay calificaciones Bíblicas para
líderes que también son necesarios. Los dones espirituales, habilidades, educación, y
experiencia también son importantes. Usted estudiará sobre estos más tarde.
Pero la cosa más importante para los líderes será la unción del Espíritu Santo. Sin la unción
de Dios usted no puede liderar, organizar, movilizar, o evangelizar eficazmente. Este capítulo
enfoca en la unción del Espíritu Santo que es necesaria para aquellos llamados y escogidos
por Dios para el liderato.
UNCIÓN
"Unción" significa dedicar o consagrar alguien o algo aplicándole el aceite. El aceite es un
símbolo del Espíritu Santo.
EL UNGIDO
El nombre "Cristo" en el idioma griego significa "el ungido." Jesús introdujo Su ministerio
terrenal proclamando:
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para...”
(Lucas 4:18).
Jesús hizo claro que era por la unción del Espíritu Santo que Él era capaz de...
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los
pobres; me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, para poner en
libertad a los oprimidos y para proclamar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18-19).
Si fue necesario para Jesús ser ungido para ministrar, entonces también es necesario para
nosotros.
pueblo de Dios propiamente. La promesa del Nuevo Testamento sobre esta unción de poder
se encuentra en Hechos 1:8.
“Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros, y me seréis testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).
El cumplimiento de esta promesa se registra en Hechos 2. El Bautismo en el Espíritu Santo
del Nuevo Testamento es el cumplimiento de la unción del líder.
La unción de la posición en Nuevo Testamento se describe en Efesios:
“El que descendió es el mismo que también ascendió por encima de todos los cielos, para
llenarlo todo” (Efesios 4:10).
Dios ha ungido a ciertas personas en posiciones de liderato en la Iglesia y ha proporcionado la
unción de poder para equiparlos a cumplir sus llamados.
LA UNCIÓN ES DE DIOS
Estas tres unciones, que son simbólicas de los qué los líderes deben experimentar, todas
vienen de Dios. Cuando Samuel ungió Saúl, él dijo, “¿No te ha ungido Jehová como el
soberano?” (1 Samuel 10:1; 15:17). Cuando Jesús proclamó Su unción, Él dijo "Por me ha
ungido...” (Lucas 4:18; también vea Hechos 10:38). Es Dios quién levanta a los ungidos. Dios
dijo a Samuel:
“Pero yo levantaré para mí un sacerdote fiel que actúe conforme a mi corazón y a mi alma. Le
edificaré una casa firme, y él andará en presencia de mi ungido todos los días” (1 Samuel 2:35).
Usted no experimenta la unción siendo ordenado por una organización o denominación
(aunque hay nada malo en hacer esto). La unción para el liderato viene de Dios:
“... la unción que habéis recibido de él permanece en vosotros...” (1 Juan 2:27).
Estaban fue ordenado por los hombres como un diácono. Él fue ungido por Dios como un
evangelista (Hechos 6). Es la unción de Dios, no la del hombre que es el más importante.
LA BASE DE LA UNCIÓN
¿En qué base Dios da esta unción? Dios no unge basándose en la inteligencia, educación,
experiencia, o habilidades. La unción no es basada en la apariencia exterior. Es basada en la
actitud del corazón.
Cuando Samuel fue a la casa de Isaí para ungir a un nuevo rey, él estaba buscando a un
hombre con gran apariencia exterior:
“Y aconteció que cuando ellos llegaron, él vio a Eliab y pensó:
¡Ciertamente su ungido está delante de Jehová! Pero Jehová dijo a Samuel: --No mires
su apariencia ni lo alto de su estatura, pues yo lo he rechazado. Porque Jehová no mira
lo que mira el hombre: El
hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 Samuel
16:6-7).
Dios ungió a David debido a la actitud y condición de su corazón. Dios mira lo que usted es
por dentro.
ni aun con el dedo. Más bien, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres.
Ellos ensanchan sus filacterias y alargan los flecos de sus mantos” (Mateo 23:4-5).
La unción destruye todos estos yugos:
“El yugo será destruido a causa de tu unción” (Isaías 10:27).
Estos yugos no serán destruidos por enseñanza profunda. Ellos no serán destruidos por la
educación, por aconsejar, o por la organización. Ellos serán destruidos por la unción de Dios
sobre los líderes espirituales que saben traer el mensaje de liberación a aquellos en
esclavitud.
DETERMINAR LA POSICIÓN:
Dios unge las personas para posiciones o llamados específicos en el ministerio. Por ejemplo,
la posición de los sacerdotes era determinada "por causa de la unción" (Números 18:8).
El Nuevo Testamento deja claro que Dios da dones espirituales y llamados diferentes a los
creyentes. Usted debe conocer su personal llamado de la parte Dios, sus dones espirituales, y
su propósito específico en el plan de Dios para caminar en la unción del Espíritu Santo. Si
usted intenta servir en una posición en la cual usted no fue llamado ni ungido, usted
experimentará dificultades.
Esto nos lleva a otro punto importante sobre la unción...
ESPERE OPOSICIÓN
Si usted es ungido por Dios, usted puede esperar la oposición de Satanás y de sus fuerzas,
así como de los hombres impíos:
“Se presentan los reyes de la tierra, y los gobernantes consultan unidos contra Jehová y su
ungido” (Salmos 2:2).
LA FRESCA UNCIÓN
David habla de "aceite fresco" que es simbólico del ungir fresco, continuado de Dios:
“Pero tú enaltecerás mi poder como el de un toro salvaje, y sobre mí verterás aceite fresco”
(Salmos 92:10).
Usted mantiene una unción fresca del poder de Dios a través de experimentar continuamente
los tres tipos de unción previamente estudiados.
PRUEBA PERSONAL
1. Escriba el Versículo Llave de memoria.
2. ¿Qué significa "unción?"
3. ¿De lo que el aceite es simbólico?
4. Liste los tres tipos de unciones discutidos en esta lección y explique el significado de cada
uno.
5. ¿Quién es la fuente de la unción para el ministerio?
6. Discuta los propósitos de la unción.
7. ¿En qué base Dios unge? ¿Es debido a la educación, la experiencia, inteligencia, etc.?
8. Explique por qué las fuerzas impías se oponen a los ungidos de Dios.
9. ¿Por qué es importante sólo ministrar en la posición en qué usted fue ungido por Dios?
10. ¿Cómo usted puede mantener fresca la unción de Dios en su vida y ministerio?
(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)
5. La unción del hombre no es igual que la de Dios. Vea 2 Samuel 19:10. Lea la historia
trágica de Absálon que fue ungido por el hombre (2 Samuel 18-20).
6. Lea sobre al unción de:
■ Josué: Deuteronomio 34:9 y Números 27:18,22.
■ Saúl: 1 Samuel 10:15-27.
■ David: 1 Samuel 16:1-13.
■ Jesús: Lucas 4:18.
7. Estudie Hechos 7:25 y Éxodo 2:11-15. Moisés tenía el llamado correcto, pero la autoridad
errada al principio. Él intentó servir en su propia autoridad en lugar de la autoridad de Dios.
8. Lea Amós 7:14-15. Amós no era un ministro. Él era pastor y recogedor de la cosecha.
Pero cuando Dios lo ungió, él se volvió un profeta.
Capítulo Cuatro
LAS CALIFICACIONES PARA LOS LÍDERES
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
■ Escribir el Versículo Llave de memoria.
■ Definir "calificaciones."
■ Definir el fruto exterior del Espíritu.
■ Definir el fruto interno del Espíritu.
■ Identificar los dos textos bíblicos principales que listan las calificaciones específicas para los
líderes.
■ Listar las cuatro calificaciones requeridas de todos los líderes espirituales.
VERSÍCULO LLAVE:
“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para hacer las buenas obras que Dios
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10).
INTRODUCCIÓN
Cuando Dios llama a un creyente para liderar, Él quiere equiparlo para servir adecuadamente.
Porque las tareas específicas y llamados son diferentes, hay calidades exclusivas que son
necesarias para la varias posiciones de liderazgo en el Cuerpo de Cristo. Dios equipa a cada
líder de maneras diferentes.
Mientras Dios da calidades específicas necesarias a los líderes para sus llamados, hay
también calificaciones generales que se requieren de todos los líderes espirituales. Estas
calificaciones son el asunto de esta lección que discute los requisitos básicos, el fruto
espiritual, y las calificaciones específicas y generales para el liderazgo.
en la habilidad natural. Los ministerios serán evaluados con base en las evidencias de un
estilo de vida piadoso, también llamado de "fruto espiritual":
“Así que, por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:20).
El fruto, o calidades espirituales de una persona, revela como ella es por dentro:
"No es buen árbol el que da malos frutos, ni es árbol malo el que da buen fruto. Porque cada
árbol es conocido por su fruto; pues no se recogen higos de los espinos, ni tampoco se
vendimian uvas de una zarza. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón, presenta lo
bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón, presenta lo malo. Porque de la
abundancia del corazón habla la boca” (Lucas 6:43-45).
Un hombre puede tener la atracción personal (carisma) que puede ser confundido por el poder
espiritual. Él puede hacer milagros incluso en el nombre del Señor. Pero Jesús dijo:
"No todo el que me dice 'Señor, Señor' entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: '¡Señor, Señor! ¿No
profetizamos en tu nombre? ¿En tu nombre no echamos demonios?
¿Y en tu nombre no hicimos muchas obras poderosas?' Entonces yo les declararé:
Nunca os he conocido. ¡Apartaos de mí, obradores de maldad!” (Mateo 7:21-23).
Judas advirtió contra aquellos que habría “entrado encubiertamente" en la iglesia y enseñado
la doctrina falsa. Él dijo que una manera de reconocerlos era por la falta de fruto en sus vidas:
“... Son árboles marchitos como en otoño, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados” (Judas
12).
Una cosa importante en cualquier ministerio es el fruto porque... "Por sus frutos los
conoceréis."
OS ELEMENTOS ESENCIALES
Hay cuatro requisitos básicos para todos los líderes. Un líder cristiano debe ser:
1. Nacido De Nuevo: Él debe ser un verdadero creyente en Jesucristo según las
instrucciones cedidas en Juan 3.
2. Bautizado En El Espíritu Santo: Él debe tener la evidencia de un testimonio poderoso
como descrito en Hechos 1:8.
3. Llamado Y Ungido para Ser Un Líder: las personas deben ser llamadas y ungidas por
Dios para llenar las posiciones de liderato en la Iglesia.
4. Espiritualmente Maduro: Un líder no debe ser un creyente carnal (1 Corintios 3:1) o un
recién convertido (1 Timoteo 3:6). Él debe tener experimentado los
“Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros, y me seréis testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).
El método de reproducción espiritual se da en 2 Timoteo 2:2:
“Lo que oíste de parte mía mediante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean
idóneos para enseñar también a otros” (2 Timoteo 2:2).
Debido a la importancia del fruto de evangelización, el Instituto Internacional Tiempo de
Cosecha ofrece un curso sobre este asunto, titulado "Evangelismo Cómo Fermento."
Además del fruto espiritual de la evangelización, los líderes deben desarrollar también el fruta
de la semejanza con Cristo:
“Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre
y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22-23).
Éstas son calidades internas que el Espíritu Santo quiere desarrollar en la vida de un líder.
Ellas son calidades que eran evidentes en la vida de Jesucristo. Es por esto qué nosotros las
llamamos de "Calidades de Cristo."
Se encuentra el fruto del Espíritu Santo en cada acto de bondad, justicia, y verdad hechos por
los creyentes:
“Pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad”
(Efesios 5:9).
El fruto del Espíritu Santo también incluye las siguientes calidades específicas:
AMOR:
El amor es una emoción de profundo afecto, cuidado, y preocupación. Involucra cuidado por
las personas, ser amistoso, simpático, compasivo, comprensivo; confortar, animar, y ser
atento.
El líder debe amar a Dios (Marcos 12:30). El amor será mostrado por el líder a sus seguidores,
a todos los creyentes, y a los no salvos (1 Pedro 1:22; Lucas 6:27,32,35; Mateo 5:43-44;
19:19; Juan 13:34-35; 15:9,12; 17:26; 1 Juan 2:9-10).
El trabajo del líder para el Señor debe ser un de labor de amor (1 Tesalonicenses 1:3). La fe
opera por el amor (Gálatas 5:6) y los dones espirituales operan a través del amor (1 Corintios
13). El amor es la llave al éxito de todo el ministerio (1 Corintios 13).
El amor involucra el tacto, que es una habilidad para llevarse bien con otros y relacionarse con
ellos de una manera positiva. Es una habilidad para decir y hacer lo que es necesario y difícil
sin ofender otros.
ALEGRÍA:
La alegría es una calidad de gozo, deleite, y júbilo. Dios desea que usted tenga la alegría
(Juan 15:11; 17:13). Los discípulos estaban llenos con alegría y del Espíritu Santo (Hechos
13:52). La fuente de alegría no está en las cosas mundanas. Está en Dios (Salmos 16:11).
Porque la verdadera alegría es espiritual y no dependiente de las circunstancias exteriores, el
líder puede regocijarse en las tentaciones e pruebas (Santiago 1:2; 2 Corintios 7:4). Él puede
soportar las pruebas con la alegría (Colosenses 1:11).
PAZ:
Paz es una condición de quietud, calma, tranquilidad, y armonía. Es la ausencia de disputa,
ansiedad, y preocupación. Un líder con esta calidad es confiable y capaz de concentrar-se en
las emergencias porque él puede mantener la calma.
La confusión es el contrario de la paz. Dios no causa la confusión. Su deseo es traer paz (1
Corintios 14:33). Toda la verdadera paz pasa por Jesucristo (Hechos 10:36; Efesios 2:14;
Romanos 5:1; Juan 14:27; 16:33).
Los líderes deben procurar las cosas que producen paz (Romanos 14:19) y vive en paz con
otros (2 Corintios 13:11; Hebreos 12:14). La unidad que es necesaria en cualquier ministerio
eficaz debe se guardar a través de la paz (Efesios 4:3). La paz de Dios debe gobernar en el
corazón del líder (Colosenses 3:15).
PACIENCIA:
Paciencia es la calidad de perseverancia. Es la habilidad para llevar una situación insoportable
alegremente y pacientemente la soportar. Paciencia fue una calidad evidente en el ministerio
del Apóstol Pablo (2 Timoteo 3:10). Nosotros debemos tener paciencia con regocijo
(Colosenses 1:11).
El líder debe predicar la Palabra de Dios con perseverancia (2 Timoteo 4:2) y relacionarse a
otros en esta calidad (Efesios 4:2). Él debe "vestirse" de la perseverancia como una calidad
espiritual (Colosenses 3:12).
BENIGNIDAD:
La benignidad es la calidad de tener una manera dulce, no siendo severo, violento, o fuerte.
Es una bondad callada y respetuosa. La Biblia advierte a los creyentes para no luchar pero ser
benignos a todos los hombres (2 Timoteo 2:24). Nosotros no debemos ser alborotadores. Los
alborotadores son personas que siempre están luchando o defendiéndose (Tito 3:2). Nosotros
debemos ser solicitados fácilmente. Eso significa que nosotros debemos ser fácilmente
accesibles a otros debido a nuestra naturaleza mansa (Santiago 3:17).
Un líder benigno es un gran líder. David escribió:
“Me has dado el escudo de tu salvación; tu mano derecha me ha sustentado, y tu
condescendencia me ha engrandecido” (Salmos 18:35).
BONDAD:
La bondad refleja los hechos de santidad o los hechos virtuosos. Dios llena el hambriento con
la bondad (Salmos 107:9). Como creyentes, la bondad y la misericordia de Dios nos seguirán
(Salmos 23:6).
FE:
La fe es una actitud de creencia, expectativa, y esperanza hacia Dios (Hebreos 12:1). Es creer
que todo que Dios dijo es verdad y que nada es imposible. La fe, combinada con la obra del
ministerio, logra grandes cosas para el Reino de Dios.
La fe es una actitud de confianza en Dios que hace con los seguidores siéntanse seguros y
edifica su fe. Es la creencia que "yo puedo hacer todas las cosas a través de Cristo que me
fortalece."
MANSEDUMBRE:
La mansedumbre es la fuerza controlada. La disciplina de otros debe ser hecha en la
mansedumbre (Gálatas 6:1) y ella ayuda al líder a preservar la unidad en la iglesia (Efesios
4:1-3). Debe ser usada en la relación con todos los hombres (Tito 3:2; 2 Timoteo 2:24-25). Un
hombre sabio es un hombre manso (Santiago 3:13). Todos los creyentes son animados a
buscar esta calidad (Colosenses 3:12; 1 Timoteo 6:11; Zacarías 2:3).
CALIFICACIONES ESPECÍFICAS
Además del fruto espiritual, la Biblia identifica las calificaciones específicas para los líderes.
Éstas se encuentran en 1 Timoteo 3 y Tito 1. Las siguientes calificaciones son aquellas
listadas para pastores, obispos, ancianos, o diáconos. Aunque estas calificaciones sean
identificadas para estos oficios específicos, ellas son deseables para todas las posiciones de
liderazgo:
OBISPOS Y ANCIANOS:
Irreprensible: debe tener una buena reputación, moral, vida disciplinada, y no está en violación
de la Palabra de Dios: 1 Timoteo 3:2; Tito 1:6,7.
Marido de una sola mujer: Si casado, debe tener sólo una compañera: 1 Timoteo 3:2; Tito 1:6.
(El apoyo y cooperación de la compañera en el ministerio también son importantes.)
Sobrio: Moderado en todas las cosas: Tito 1:8; 1 Timoteo 3:2.
Dueño de sí mismo: Demuestra control en todas las áreas de su vida y conducta. Si un
hombre desea liderar otros, él debe poder controlarse: Tito 1:8.
Prudente, Vigilante: Esto significa que el líder es conocedor, sensato, sabio, y práctico: 1
Timoteo 3:2; Tito 1:8.
Hospitalario: Su casa está abierta a otros: 1 Timoteo 3:2; Tito 1:8.
Capaz de Enseñar: Tiene habilidad para comunicar la Palabra de Dios a otros: 1 Timoteo 3:2;
Tito 1:9.
No dado al vino: 1 Timoteo 3:3; Tito 1:7.
No violento, Paciente: El opuesto de impacientarse rápidamente: 1 Timoteo 3:3.
No arrogante: No egoísta y ni siempre queriendo las cosas a su propia manera: Tito 1:7.
No Un Nuevo Convertido: debe tener madurez y debe tener experiencia como un creyente: 1
Timoteo 3:6.
Amante de lo Bueno: Apoyando todo que vale la pena a Dios y a Sus propósitos: Tito 1:8.
Justo: en sus tratos con las personas: Tito 1:8. Estable En La Palabra: Tito 1:9.
Santo: Virtuoso, santificado: Tito 1:8.
No ávido de ganancias deshonestas: No ávido para la ganancia financiera. Libre del amor al
dinero: Tito 1:7; 1 Timoteo 3:3.
Maneja Bien Su Propia Casa: debe mostrar la habilidad de dirección en su propia familia: 1
Timoteo 3:4-5.
Tener hijos creyentes: debe tener hijos que han correspondido al Señor y no han sido rebelde:
Tito 1:6.
Buena Reputación Hacia los de afuera: debe tener un testimonio bueno entre los non-
creyentes: 1 Timoteo 3:7.
DIÁCONOS:
Dignidad: deben ser respectados y deben demostrar una mente seria y carácter: 1 Timoteo
3:8.
Sin doblez de lengua: no da informes contradictorios: 1 Timoteo 3:8. No dado a mucho vino: 1
Timoteo 3:8.
No amantes de ganancias deshonestas: No ávido por la ganancia financiera: 1 Timoteo 3:8.
Establecido En Su Compromiso A La Fe: 1 Timoteo 3:9.
Probado: Una persona que ha sufrido pruebas y tentaciones espirituales y que es un creyente
probado: 1 Timoteo 3:10.
Irreprensibles: La ausencia de cualquier acusación de mala conducta: 1 Timoteo 3:10.
Marido de una sola esposa: Si casado, debe tener solo una compañera: 1 Timoteo 3:12.
Buenos administradores del hogar: debe demostrar liderato en la vida familiar: 1 Timoteo 3:12.
Probado: No un nuevo convertido, pero probado como un creyente: 1 Timoteo 3:10.
CALIFICACIONES GENERALES
Aquí están algunas calificaciones adicionales que son importantes para los líderes:
VISIÓN:
Un hombre que lidera debe tener la visión. La visión involucra saber su propósito en el plan de
Dios, poder oír la voz de Dios, y conocer Su querer y propósitos.
Pablo fue un buen ejemplo de un líder con visión. Pablo pudo liderar otros porque él tenía una
visión clara de lo que Dios lo había llamado a hacer. En los años más tarde de su ministerio él
dijo, "yo no fue desobediente a la visión celestial."
La visión permite a un líder proyectar en el más allá futuro el presente y creer Dios para las
grandes cosas.
EXCELENCIA:
Un líder debe mostrar preocupación con la excelencia, no conformándose con "mitades" o "ya
está bastante bueno" en el trabajo del Señor. Él debe ser eficaz y competente, no perezoso en
el ministerio. Él debe ser puntual, completo, fiel, y fidedigno.
RESOLUCIÓN:
"Resolución" significa la habilidad de tomar decisiones firmes, no oscilándose de un lado a
otro en la indecisión. Cuando todos los hechos están apurados, la habilidad de tomar una
decisión veloz y clara es la marca de un líder bueno.
HUMOR:
Un buen sentido de humor, que es la habilidad de ver el lado cómico de las cosas, ayudará en
las situaciones difíciles.
VALOR:
Un líder no debe ser temeroso. Él debe ser valeroso y capaz de estar de pie ante la oposición
por Satanás o por el hombre (Nehemías 6:11).
CAPACITADOR:
La tarea principal del liderato es equipar las personas para la obra del ministerio (Efesios
4:12). Un capacitador puede organizar, motivar, y movilizar las personas. Él muestra celo y
entusiasmo por la obra de Dios. Él comunica estas actitudes a los seguidores, motivándoles y
animándoles para la obra del ministerio.
Como parte de equipar, él sabe delegar tareas a otros en lugar de hacer todo por sí mismo.
Un buen líder edifica otros líderes. Un capacitador es fuerte lo bastante para permitir que otros
tengan un ministerio, responsabilidad, autoridad, y alabanza sin sentirse amenazado.
AUTORIDAD:
Un líder debe ser un hombre de autoridad bajo la autoridad de Dios. Él debe ser capaz de
liderar con el poder y la autoridad delegada a él por Dios.
DEDICADO:
Un líder debe comprometerse y debe dedicarse a Dios, Su Reino, a aquellos que él lidera, y a
la obra del ministerio.
INICIADOR:
Algunos líderes son imitadores. Ellos copian lo qué otros hacen.
Algunos líderes son mantenedores. Ellos simplemente mantienen lo que ya se ha empezado.
Ellos están limitados en la tradición.
Algunos líderes son conformistas. Ellos se conforman a la voluntad de las personas y la
reivindicación de que "nosotros siempre lo hemos hecho de esta manera."
Los líderes buenos son iniciadores. Ellos son flexibles y abiertos para cambiar. Ellos no son
rígidos y limitados en la tradición. Este tipo de líder es creativo y original, abierto para ser
inspirado por el Espíritu Santo en nuevas maneras de hacer las cosas y a las nuevas ideas.
Ellos pueden ajustar las prioridades, cambiar métodos, y hacer "cualquier cosa", "siempre
que" necesario para el avanzo del Reino.
SABIDURÍA Y CONOCIMIENTO:
El líder debe evidenciar pensamiento sano y sabiduría en las decisiones y acciones. Él debe
tener la habilidad mental adecuada de saber liderar. Estas habilidades pueden ser alcanzadas
a través del entrenamiento, experiencia, y guía del Espíritu Santo.
EDUCACIÓN:
La educación es importante, pero recuerda que Jesús escogió hombres ignorantes y iletrados.
Ellos se volvieron en grandes líderes debido al poder de Dios.
EXPERIENCIA:
Porque Josué era un hombre con experiencia de guerra, él fue seleccionado para liderar Israel
a la tierra prometida. Es por esto qué el "ministerio del Cuerpo", ejercido por cada creyente, es
importante. Proporciona la experiencia que levanta a nuevos líderes.
UN ESPÍRITU DE SIERVO:
Jesús indicó que las calificaciones de los líderes en el Reino de Dios sin diferentes de
aquellas de los líderes mundanos. Los líderes cristianos deben desarrollar un humilde y
compasivo espíritu de siervo y liderar cómo un pastor. Estas calificaciones son tan importantes
que las próximas dos lecciones enfocarán en ellas.
2. ¿Qué significa la palabra "calificaciones"?
3. ¿Cuál es el fruto de la evangelización?
4. ¿Cuál es el fruto de las calidades de la semejanza de Cristo?
5. Mire el fruto del Espíritu Santo en la Lista Uno. Lea las definiciones en la Lista Dos.
Escriba el número de la definición que mejor describe el fruto en el espacio en blanco
proporcionado.
(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)
Ambicioso Humilde
Sigue sus propios métodos Sigue los métodos de Dios Disfruta de la obediencia
de otros Obedece a Dios
Es motivado por deseos personales Motivado por el amor Independiente de
Dios Dependiente de Dios
7. Proverbios 28 contrasta las calificaciones de un buen líder con aquellas de un líder malo:
Un Buen Líder:
■ Es estable (no huye, es intrépido): Versículos 1 y 2
■ Permanece en lo que es correcto a pesar de los conflictos: Versículo 4
■ Guarda la ley: Versículos 4, 9
■ Entiende todas las cosas por buscar al Señor para obtener el conocimiento por revelación:
Versículos 5, 11
■ Deja sus padres orgullosos: Versículo 7
■ Es honrado: Versículos 6, 8
■ Es un hombre de oración: Versículo 9
■ Es próspero (todas las cosas buenas): Versículos 10, 20, 25
■ Es un hombre de discernimiento (el busca entendimiento): Versículo 11
■ Trae alegría: Versículo 12
■ Confiesa sus pecados: Versículo 13
■ Teme a Dios: Versículo 14
■ No es codicioso: Versículo 16
■ Gobernará un largo tiempo: Versículo 16
■ Es pacífico: Versículo 17
■ Camina rectamente: Versículo 18
■ Es diligente: Versículo 19
■ Es fiel: Versículo 20
■ No hace distinción de personas: Versículo 21
■ No se asusta con el enfrentamiento y disciplina: Versículo 23
■ Hace de su familia una prioridad: Versículo 24
■ Es humilde y confía en el Señor en lugar de sí mismo: Versículo 25
■ Confías en la guía de Dios: Versículo 26
■ Es compasivo y considerado por aquellos alrededor de él: Versículo 27
■ Lleva a los hombres justos a engrandecer: Versículo 28
Un Líder Malo:
■ Es temeroso y huye cuando no hay necesidad: Versículo 1
■ Es inestable: Versículos 1 y 2
■ Oprime el pobres: Versículo 3
■ Es orgulloso y persuadido por la alabanza del hombre; él es popular con el injusto:
Versículo 4
■ No tiene profundidad (él es como lluvia torrencial): Versículo 3
■ Falta compasión: Versículos 3, 27,
■ Abandona la ley: Versículo 4
■ Falta entendimiento: Versículos 5, 16,
■ Es perverso de sus caminos: Versículos 6, 18,
■ Es un compañero de los hombres alborotados (desobediente): Versículo 7
■ Deja sus padres avergonzados: Versículo 7
■ Crece injustamente: Versículo 8, 20, 22,
VERSÍCULOS LLAVES:
“Vuestra amabilidad sea conocida por todos los hombres. ¡El Señor está cerca! Por nada estéis
afanosos; más bien, presentad vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús” (Filipenses 4:5-7).
INTRODUCCIÓN
El liderato en el mundo es a menudo moderado por el poder, dinero, educación, y habilidades.
Hay muchos estilos de liderato en el mundo. Por "estilo" nosotros queremos decir la manera
en que alguien lidera las personas. Por ejemplo, hay dictadores que controlan las personas.
Hay también líderes democráticos que son controlados por el voto de las personas.
Cuando Jesús entró en el mundo, Él invirtió el concepto mundano de liderazgo exitoso cuando
Él se hizo un siervo. Este capítulo involucra el principio del Nuevo Testamento de liderar como
un siervo.
UN EJEMPLO CONTRASTANTE
Jesús contrastó el liderato espiritual con el liderato mundano. Él dijo:
“Pero Jesús los llamó y les dijo: --Sabéis que los que son tenidos por príncipes de los gentiles
se enseñorean de ellos, y sus grandes ejercen autoridad sobre ellos. Pero no es así entre
vosotros. Más bien, cualquiera que anhele hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
y cualquiera que anhele ser el primero entre vosotros será siervo de todos” (Marcos 10:42-44).
Liderar como un siervo es lo qué separa el liderato cristiano del liderato mundano. Él es un
estilo de liderato que es singularmente cristiano.
EL MAYOR EJEMPLO
El mayor ejemplo de liderar como un siervo fue el Señor Jesucristo. Un siervo es uno que sirve
a otros en humildad, dedicación, y amor. Jesús tanto enseñó cuanto modeló le liderato de
siervo. Jesús rechazó todas las ideas de poder contenidas en el mundo y propuso algo nuevo.
"Siervo" es una palabra extraña para un líder, pero Jesús dejó claro que Él había venido a
servir:
“... y el que es dirigente, como el que sirve” (Lucas 22:26).
Marcos dijo que Jesús vino no a ser servido, pero para servir:
“Porque el Hijo del Hombre tampoco vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida
en rescate por muchos” (Marcos 10:45).
Pablo dijo que Jesús...
“Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los
hombres; y hallándose en condición de hombre” (Filipenses 2:7).
SIGUIENDO EL MODELO
Los líderes en la Iglesia Primitiva siguieron el modelo establecido por Jesús. Ellos se llamaron
de siervos:
Pablo, siervo Cristo Jesús... (Romanos 1:1)
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo (Santiago 1:1)
Simón Pedro, siervo... de Jesucristo (2 Pedro 1:1)
Judas, siervo de Jesucristo (Judas 1:1)
Concede a tus siervos que hablen tu palabra con toda valentía (Hechos 4:29)
Nosotros debemos continuar en este modelo. Nosotros debemos ser siervos de aquellos
quienes nosotros lideramos.
los que son salvos (1 Corintios 1:18). En el Reino de Dios, el orden de muchas cosas se
invierte. Nosotros somos fuertes cuando nosotros somos débiles, recibimos cuando nosotros
damos, y vivimos cuando morimos. Como un líder, usted se torna poderoso a través de servir.
CUATRO CONTRASTES
Lea Mateo 20:25-28 y Marcos 10:42-44. Estos pasajes muestran cuatro calidades de líderes
mundanos que contrastan con las características de los líderes cristianos:
1. Los líderes seculares tienen el dominio sobre sus seguidores: "Dominio" en este texto
significa "fuerza opresiva, controlada." Los líderes-siervos no oprimen o controlan a sus
seguidores.
2. Los líderes seculares ejercen la autoridad sobre los seguidores: La palabra "autoridad" en
este texto significa "superioridad." Los líderes mundanos se consideran superior a sus
seguidores. Los líderes cristianos son llamados para servicio, no a la superioridad.
3. Los líderes seculares son jefes sobre sus seguidores: La palabra "jefe" en este texto
quiere decir estar en primer lugar. En el Reino de Dios, el primero (los líderes) está en último
lugar.
4. Los líderes seculares son los señores sobre aquellos que ellos lideran: La palabra "señor"
quiere decir uno a quien el servicio es debido. El líder cristiano sirve a sus seguidores.
HUMÍLLESE:
“Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los
hombres; y hallándose en condición de hombre” (Filipenses 2:7).
No esté involucrado con sus ambiciones, planes, posición, o reputación. Rinda todas estas
cosas a Dios y humíllese ante Él. Humillarse es algo que usted hace, no algo que Dios hace.
SEA OBEDIENTE:
Para servir, Jesús se tornó obediente: “...obediente hasta la muerte, ¡y muerte de
cruz!” (Filipenses 2:8).
Todos que estamos en autoridad como líderes también estamos bajo la autoridad de otro
líder. Como un líder cristiano, usted está bajo la autoridad de Dios. Usted también
puede estar bajo un líder de una denominación o Iglesia. Para servir adecuadamente como un
líder, usted debe ser obediente a sus propios líderes.
SIRVA EN AMOR:
Debido a Su gran amor, Jesús se humilló, tomó la forma de un siervo, se identificó con el
hombre y fue obediente hacia la muerte:
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a
nosotros y envió a su Hijo en expiación por nuestros pecados. Amados, ya que Dios nos amó
así, también nosotros debemos amarnos unos a otros” (1 Juan 4:10-11).
El amor es central en el liderato de siervo. El amor empieza como una emoción en el corazón,
pero se muestra de maneras prácticas, notables. Cuando usted ama alguno de verdad, usted
desea servirlo.
Un líder-siervo edifica a aquellos a quién él sirve. Él nunca usa personas pero trabaja con y a
través de ellos de tal modo que les ayuda a crecer espiritualmente. Él da en lugar de tomar.
Destruir es rápido y fácil, pero construir toma tiempo y es más difícil.
Lea 1 Corintios 13. En cada lugar que dice "amor" reemplace por las palabras "liderato de
siervo." (Ejemplo: "El liderato de siervo tiene paciencia y es bondadoso".) Esto le ayudará a
captar el significado del amor que será mostrado por los líderes-siervos.
PRUEBA PERSONAL
1. Escriba los Versículos Llaves de memoria.
2. ¿Cuál es el estilo de liderato que es singularmente cristiano?
3. ¿Quién es el mayor ejemplo de liderato de siervo?
4. Explique cómo liderar como un siervo produce poder.
5. Liste cuatro contrastes entre los líderes seculares y los cristianos.
6. ¿Cómo líderes, a quién nosotros servimos?
7. Usando Filipenses 2:5-8, explique cómo volverse un líder-siervo.
(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)
VERSÍCULOS LLAVES:
“Apacentad el rebaño de Dios que está a vuestro cargo, cuidándolo no por la fuerza, sino de
buena voluntad según Dios; no por ganancias deshonestas, sino de corazón; no como teniendo
señorío sobre los que están a vuestro cargo, sino como ejemplos para el rebaño” (1 Pedro 5:2-
3).
INTRODUCCIÓN
Otra analogía o paralelo natural ilustrando el liderato es el pastor. En el mundo natural, un
pastor es uno que cuida de la oveja. Un "aprisco" es un grupo o rebaño de ovejas. En el
mundo espiritual, las personas son comparadas con las ovejas. Nosotros somos como ovejas
que se descaminaron espiritualmente (Isaías 53:6) o quién se ha tornado parte del "aprisco" o
"rebaño" del Señor.
Jesús se refirió a Sí mismo como el "Buen Pastor" y explicó en detállelo que involucra
pastorear. Este ejemplo es una de las mayores ilustraciones de liderato espiritual (vea Juan
10). Para ser un líder eficaz, usted debe conocer no sólo al Buen Pastor y relacionar
personalmente con Él, pero usted también debe aprender a liderar como un pastor.
Pedro confirma que nosotros debemos liderar como pastores:
“Apacentad el rebaño de Dios que está a vuestro cargo... ” (1 Pedro 5:2).
LOS PRINCIPIOS DE PASTOREAR
Desde que Jesús llamó a Sí mismo de “el Buen Pastor", entonces nosotros debemos estudiar
Su ejemplo de ministerio para entender los principios de pastorear. Vuélvase a Juan 10 en su
Biblia y úselo para guiarlo mientras usted estudia estos principios básicos de pastorear:
UN REBAÑO, UN PASTOR:
El primer principio que debe ser entendido es que hay sólo un rebaño y un pastor. El "rebaño"
es la Iglesia que es compuesta de todos los creyentes nacidos de nuevo. El "pastor" es
Jesucristo. Hay sólo una puerta en el aprisco, y esta es Jesús:
“Yo soy la puerta. Si alguien entra por mí, será salvo; entrará, saldrá y hallará pastos” (Juan
10:9).
“... Así habrá un solo rebaño y un solo pastor” (Juan 10:16).
En el mundo natural, los pastores humanos dividen sus rebaños en otros rebaños porque es
más fácil y más práctico cuidar de ellos. Ellos sólo pueden ser responsables y cuidar de unos.
Esto también es verdad en el liderato espiritual. Pero en la realidad, hay sólo hay un rebaño.
Él es hecho de todos los verdaderos creyentes que pertenecen al Buen Pastor, Jesucristo.
Como un líder o "pastor", usted es realmente un "sub- pastor." Usted sirve sobre parte del
rebaño de Dios "bajo" la dirección del Buen Pastor.
Siempre recuerde que las divisiones de denominación, organización, y las asociaciones de las
iglesias locales son hechas por el hombre y sólo existen para permitir el cuidado personal y la
organización práctica. En realidad, hay sólo un rebaño.
No intente separar "su rebaño" de otras personas en el rebaño del Buen Pastor por el
denominacionalismo. No tenga interés en construir "su rebaño" denominacional o comunidad
local. Tenga interés en edificar el rebaño del Buen Pastor. No ponga reglas y regulaciones de
hombres para excluir alguna oveja. Jesús declara, "Cualquiera que venir", con tanto que ellos
pasen por la puerta del Señor Jesucristo.
El aprisco de Dios no es exclusivo. La puerta está abierta a todas las Sus oveja:
"También tengo otras ovejas que no son de este redil. A ellas también me es necesario traer, y
oirán mi voz. Así habrá un solo rebaño y un solo pastor” (Juan 10:16).
LAS OVEJAS SON DADAS POR DIOS:
Porque hay sólo un aprisco, toda oveja (los seguidores) es dada por Dios:
“Mi Padre que me las ha dado, es mayor que todos; y nadie las puede arrebatar de las manos
del Padre” (Juan 10:29).
Sólo se confían los seguidores a su cuidado. En la realidad, ellos pertenecen a Dios.
Habrá algunos que son llamados pero no seguirán. Ellos se negarán a volverse parte del
rebaño. Es un hecho triste, pero verdadero. No permita que esto descorazónele. Lidere
aquellos que seguirán.
ver si hay agua mala. Como un pastor, usted debe llevar la oveja a la buena agua. Jesús dijo:
“Pero en el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso de pie y alzó la voz diciendo: --Si
alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Juan 7:37).
Jeremías habló de "cisternas que no sostienen el agua." El vacío no puede llenarse excepto
por el agua de vida (Jeremías 2:13).
Es interesante notar en Salmos 23:2 que el pastor lleva a "aguas tranquilas." Aguas tranquilas
significan aguas silenciosas, pero corrientes. Aquí el agua es pura. No es agua parada que es
contaminada y sucia. Ella es fresca. No es conturbada, ni en cataratas que pueden ser
peligrosas. Esto habla de doctrina estable que no se mueve o cambia por vientos de
experiencia o teología popular.
3. ¿Cuál es el único verdadero rebaño?
4. Escriba un resumen de los principios de pastorear qué usted aprendió en esta lección.
¿Cuáles son las responsabilidades del pastor?
5. Resuma las advertencias dadas a los pastores malos en Ezequiel 34.
(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)
Al hablar del valle, que ilustra los tiempos difíciles en nuestra experiencia
cristiana, note que...
■ Él nada más que realmente una sombra. Cuando usted ve una sombra en el mundo natural,
hay algo más que la causa. La sombra no es la realidad. En el mundo espiritual, es la guerra
del enemigo que está detrás de cada sombra en nuestros valles.
■ Él es un caminar "a través de." Usted no estará para siempre en el valle. Allí no está escrito
"yo moriré allí" o "yo quedaré allí."
■ Él es un "camino", no una carrera temerosa.
■ Los valles en el mundo natural son las áreas más fructíferas. La pregunta no es si usted
pasará o no por un valle. Usted irá a través de muchos. La pregunta es, ¿cómo usted
reaccionará a ellos? ¿Usted se alimentará de las cosas buenas de Dios que sólo crecen en
los valles?
■ La vara (para la disciplina) y el bastón (por cuidar) del pastor están operando a través de
nuestras experiencias en el valle.
3. Aprenda más sobre lo que la Biblia enseña sobre pastorear estudiando las referencias
siguientes:
■ Números 27:17
■ Salmos 23; 80:1
■ Isaías 40:11
■ Ezequiel 34; 37:24
■ Zacarías 10:2; 11:15-17
■ Mateo 9:36; 25:32; 26:31
Capítulo Siete
LAS TAREAS DE LOS LÍDERES
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
■ Escribir los Versículos Llaves de memoria.
■ Identificar la tarea prioritaria de los líderes.
■ Definir "capacitar."
■ Resumir los resultados de "capacitar" las personas para la obra del ministerio.
■ Identificar las tareas específicas de los líderes.
VERSÍCULOS LLAVES:
“Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros
pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo” (Efesios 4:11-12).
INTRODUCCIÓN
En las lecciones anteriores usted aprendió CÓMO usted debe liderar como un buen
mayordomo, siervo y pastor. Esta y las lecciones siguientes enfocan en lo que un líder
realmente hace.
El liderato involucra muchas tareas. Una tarea es una responsabilidad, deber, o trabajo. No es
posible que nosotros discutamos cada tarea que un líder puede ser llamado para hacer, así
nosotros consideraremos sólo las tareas más importantes de los líderes.
LA PRIMERA PRIORIDAD
Se define la primera prioridad de un líder cristiano en el pasaje siguiente:
“Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros
pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo” (Efesios 4:11-12).
Dios pone a los líderes en la Iglesia para "capacitar" los creyentes para la obra del ministerio.
Esta palabra "capacitar" significa preparar o equipar. La "obra del ministerio" incluye cada
posición, deber, y responsabilidad de ministerio.
La tarea principal de los líderes cristianos es capacitar a los creyentes para la obra del
ministerio. Porque cada creyente recibe por lo menos un don espiritual, los líderes
tienen un gran recurso de lo cuál sacar. Cada creyente debe equiparse espiritualmente para
hacer el trabajo al cual Dios lo tiene llamado.
Capacitar involucra enseñanza, predicación, demostración, y entrenamiento. Capacitar
también involucra movilizar las personas para la obra del ministerio. "Movilizar" es activar o
poner en acción. No sólo deben entrenarse los creyentes, pero ellos deben movilizarse para
usar lo que ellos han aprendido.
Capacitar involucra el entrenamiento de algunas personas como líderes y otras como
seguidores. Todos son importantes a la obra del ministerio. El Capítulo Diez de este curso es
dedicado al entrenamiento de los líderes y seguidores.
Si usted es un líder llamado y escogido por Dios, usted debe estar involucrado en equipar
otros para hacer la obra de Dios. Éste es su primera prioridad y su tarea principal. Éstos son
los resultados positivos cuando los creyentes son propiamente "capacitados" para la obra del
ministerio:
■ La obra del ministerio es hecha: Efesios 4:12
■ El Cuerpo de Cristo (la Iglesia) es edificada: Efesios 4:12
■ Los personas alcanzan la madurez espiritual: Efesios 4:13-15
■ Resulta en unidad: Efesios 4:13
■ Las personas son conformadas a la imagen de Cristo: Efesios 4:13
■ Las personas se tornan doctrinalmente estables, arraigadas en la verdad: Efesios 4:15-16
■ El Cuerpo de Cristo funciona eficazmente: Efesios 4:16
ESTABLECER EL EJEMPLO:
Nosotros ya hemos discutido en detalle la responsabilidad de los líderes para establecer un
ejemplo apropiado a los seguidores. Como un ejemplo, el líder debe ser llamado, ungido, buen
mayordomo y pastor, y siervo de todos. Su vida debe evidenciar las calificaciones para líderes
discutidas en el Capítulo Cuatro. Él debe ser un hombre de oración y un estudiante de la
Palabra de Dios. Su ejemplo debe ser piadoso, porque...
“El discípulo no es superior a su maestro, pero cualquiera que es plenamente instruido será
como su maestro” (Lucas 6:40).
La habilidad de manejar y llevar otros empieza con la administración apropiada de sí mismo.
Usted debe establecer un ejemplo en la conducta personal y en la disciplina, en la relación
con Dios, y en el evangelización y en cada "obra del ministerio."
CUIDAR:
Otra responsabilidad principal de los líderes es cuidar de los discípulos. Esto ya se enfatizó en
las lecciones sobre liderar como pastor y siervo. Las personas, no planes o proyectos, son
muy importantes.
Como un líder, usted es llamado por Dios para cuidar querer de los discípulos que Dios le
confió. Usted debe amarlos, debe involucrarse con sus problemas, y debe ministrar a sus
necesidades espirituales, físicas y materiales según Dios le permite. Una parte importante de
cuidar para un líder es orar por sus liderados. No peque contra Dios no orando para aquellos
confiados a su cuidado.
LIDERAR:
Un líder debe liderar y debe guiar. Él proporciona la dirección a las personas para permitirles
lograr el ministerio a que ellas son llamadas. Usted debe guiar las personas para dónde Dios
quiere que ellas vayan, no para donde ellas egoístamente desean ir. Liderar involucra
aconsejar las personas para caminar en los caminos de Dios guiándolas con principios
bíblicos.
TOMAR DECISIONES:
Para liderar otros, se le exige que tome muchas decisiones. Hay algunos principios básicos
sobre tomar decisiones que pueden ayudarlo en esta tarea. Usted estudiará éstos en Capítulo
Ocho.
ANALIZAR EL AMBIENTE:
Para ser eficaz, usted debe entender las personas a quienes usted está ministrando. Usted
debe entender sus problemas, necesidades, y preocupaciones. Para ganar tal comprensión,
usted analiza su "ambiente", lo qué incluye sus situaciones espirituales, físicas, materiales, y
culturales. El curso del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha, "Análisis Ambiental", detalla
los principios de analizar el ambiente para los propósitos del ministerio.
IDENTIFICAR EL PROPÓSITO:
El propósito es básicamente la visión espiritual. La Biblia dice:
“Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena; pero el que guarda la ley es bienaventurado”
(Proverbios 29:18).
Propósito, o visión espiritual, involucra la comprensión de dos cosas:
1. Los propósitos de Dios.
2. Su parte en cumplir Su propósito y planes.
Cuando usted identifica su propósito en el ministerio, usted descubre su parte personal en el
plan de Dios. El propósito establece una visión o meta para el ministerio. Proporciona la
dirección y el entendimiento exacto a que su ministerio es llamado por Dios para realizar. Le
permite planear e implementar planes para lograr su propósito.
Cuando usted entiende claramente el propósito de Dios y su parte en él, usted puede liderar
otros eficazmente.
El curso del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha, "Administración Por Objetivos", le
ayudará a identificar su propósito en el plan de Dios.
PLANEAR:
Conocer su propósito en el ministerio no es lo mismo que lograr su propósito. Usted debe
hacer y implementar planes para lograrlo. Usted debe agregar la acción al conocimiento y las
obras a la fe para alcanzar la obra del ministerio. Planear bajo la dirección del Espíritu Santo
le permite trabajar en armonía con Dios para lograr Sus planes y propósitos.
Usted debe hacer planes específicos para lograr su propio propósito de ministerio. Si usted es
un líder, usted ayuda a los liderados a hacer planes para lograr la obra del ministerio
corporativo o de grupo. Planear involucra decidir...
■ Qué usted va a hacer.
■ Cómo usted va a hacerlo (los métodos o pasos de la acción).
■ Cuando usted va a hacerlo.
■ Quién va a hacerlo.
■ El costo de hacerlo.
■ El método para evaluar y ver si se ha hecho como usted planeó.
Planear es una gran tarea de los líderes. Es un principio Bíblico y se discute en detalle en el
curso del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha titulado "Administración Por Objetivos."
IMPLEMENTAR PLANES:
Después de que un líder ha hecho los planes, estos planes deben ser implementados o deben
ponerse en acción. Para llevar a cabo un plan, el líder debe realizar las siguientes tareas.
Cada uno de éstos se discute en detalle en el curso titulado "Administración Por Objetivos":
■ Seleccionar las personas para cumplir el plan.
■ Comunicarles el plan, la obra del ministerio a ser hecha.
■ Delegar la autoridad y la responsabilidad para lograr el plan.
■ Entrenar aquellos seleccionados en las habilidades necesarias para lograr la obra.
■ Organizar las personas involucradas y los detalles del plan.
■ Fijar la fecha de inicio y de conclusión y los periodos de evaluación en el progreso del plan.
■ Preparación del presupuesto de los fondos necesarios para lograr el plan.
■ Tomar las decisiones.
■ Repasar el progreso.
■ Evaluar la obra del ministerio. La evaluación determina si usted cumplió el plan y si
realmente contribuyó a lograr los propósitos de Dios para su ministerio.
FORTALECIDO PARA LA TAREA
Como previamente declarado, no hay como discutir cada tarea que un líder puede tener que
realizar, pero las que mencionamos son las responsabilidades principales de cada líder. Aquí
está una promesa para reivindicar para estas tareas y para cada otra responsabilidad a que
usted pueda ser llamado para cumplir en el liderato:
“¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!” (Filipenses 4:13).
Siempre que usted ponerse bajo presión y empezar a pensar, "no hay como yo hacer todo que
necesita ser hecha", usted necesitará gastar más tiempo con Dios. Usted no se pondrá
cansado y frustrado si usted tomar tiempo para esperar en Dios:
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha
confiado” (Isaías 26:3).
Ore esta "oración del líder" que fue orada por el Rey Salomón:
“Tu siervo está en medio de tu pueblo al cual escogiste; un pueblo tan numeroso que por su
multitud no se puede contar ni se puede numerar. Da, pues, a tu siervo un corazón que sepa
escuchar, para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo. Porque, ¿quién
podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?” (1 Reyes 3:8-9).
PRUEBA PERSONAL
1. Escriba los Versículo Llaves de memoria.
2. ¿Cuál es la tarea prioritaria de los líderes?
3. Defina "capacitar."
4. ¿Cuáles son los resultados positivos de "capacitar" las personas para la obra del
ministerio?
5. Resuma las responsabilidades principales de los líderes que capacitan los creyentes para
la obra del ministerio.
(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)
LA SOLUCIÓN:
Nehemías ayunó y oró: Nehemías 1:4-11 Él reveló su tristeza al rey: Nehemías 2:1-2
Él dijo al rey por qué él estaba deprimido: Nehemías 2:3 El rey preguntó, "¿qué es lo que
pides?”: Nehemías 2:4
Nehemías pidió la guía a Dios para contestar esta pregunta: Nehemías 2:4
Él pidió al rey que lo enviara a Judá para reconstruir los muros: Nehemías 2:5 El rey respondió
positivamente: Nehemías 2:6
Nehemías pidió cartas oficiales al rey para que él pudiera viajar libremente y pudiera obtener
madera de los bosques: Nehemías 2:7-8
Cuando Nehemías llegó, él pasó tres noches inspeccionando el problema en secreto y
desarrolló una estrategia para reconstruir: Nehemías 2:12-16
Nehemías entonces reveló sus planes y pedió ayuda al pueblo para reconstruir el muro:
Nehemías 2:17 a 3:32
Cuando los enemigos de Israel intentaron detener el trabajo, las personas oraron y se
pusieron en guardia: Nehemías 4:1-13
Cuando las personas quedaron temerosas, Nehemías las animó: Nehemías 4:14
Tan pronto el mensaje llegó al enemigo anunciando que ellos estaban listos a defenderse,
ellos volvieron a construir: Nehemías 4:15
Nehemías inventó un nuevo plan para trabajar y vigiar para que ellos pudieran continuar la
construcción: 4:16-23
LOS RESULTADOS:
Ellos completaron los muros en 52 días: Nehemías 6:15 Las personas alabaron a Dios:
Nehemías 12:27-29, 31-42
Las personas purificaron a sí mismas y la ciudad: Nehemías 12:30 Ellos ofrecieron sacrificios
a Dios: Nehemías 12:43
Cuando los enemigos de Israel testimoniaron esta victoria y oyeron el regocijo, ellos perdieron
su confianza: Nehemías 6:16
ERRORES DOCTRINALES
EL PROBLEMA:
Ciertos hombres estaban enseñando doctrinas falsas en Antioquia: Hechos 15:1 Pablo y
Bernabé no podrían resolver el problema: Hechos 15:2
LA SOLUCIÓN:
La iglesia de Antioquia decidió buscar la guía de los apóstoles y ancianos en Jerusalén:
Hechos 15:2-3
La comisión de Antioquia informó cómo los Gentiles estaban convirtiéndose solo a través de la
fe: Hechos 15:4
Los apóstoles y ancianos se encontraron en una sesión cerrada para discutir la cuestión:
Hechos 15:6
Pedro recordó a las personas de lo que Dios hizo a Cornelius y su casa: Hechos 15:7- 11
Pablo y Bernabé dieron un testimonio específico con respecto a las cosas que Dios había
hecho a través de ellos entre los Gentiles: Hechos 15:12
Jacobo recordó cómo los profetas del Antiguo Testamento habían predicho la conversión de
los Gentiles: Hechos 15:13-18
Jacobo propuso una solución al problema: Hechos 15:19-21
Los apóstoles, ancianos, y la iglesia entera aceptaban la propuesta: Hechos 15:22 Una carta
fue escrita: Hechos 15:22-30
Fueron escogidos Judas y Silas para entregar la carta: Hechos 15:22 Judas y Silas entregaron
la carta y también un mensaje: Hechos 15:30,32
LOS RESULTADOS:
La congregación regocijó: Hechos 15:31
Judas y Silas fueron retornaron a Jerusalén en paz: Hechos 15:33 La obra de Dios continuó
sin impedimento: Hechos 15:35
Las instrucciones en las cartas fueron entregues por Pablo, Silas, y Timoteo a las otras
nuevas iglesias: Hechos 16:4-5
LA SOLUCIÓN:
Jetro aconsejó a Moisés que estableciera las prioridades: Éxodo 18:19 Él formuló un plan para
delegación: Éxodo 18:19-22
Moisés comunicó el problema a las personas: Deuteronomio 1:9-12
Moisés instruyó cada tribu para escoger hombres sabios y él los estableció como líderes:
Deuteronomio 1:13
Moisés instruyó a los líderes cuidadosamente en sus responsabilidades: Deuteronomio 1:16-
18
LOS RESULTADOS:
Moisés fue ayudado en las responsabilidades de dirección: Éxodo 18:22 Moisés pudo soportar
las demandas de su posición de líder: Éxodo 18:23
Los apóstoles se involucraron en los detalles de este problema y esto les llevó a descuidar de
su responsabilidad primaria de enseñar la Palabra de Dios: Hechos 6:2.
LA SOLUCIÓN:
Una reunión de todos los creyentes fue llamada: Hechos 6:2.
Las personas fueron informadas con respecto a las tareas principales de los 12 apóstoles que
eran la oración y el ministerio de la Palabra: Hechos 6:3-4.
Las personas seleccionaron siete hombres calificados para atender las necesidades que
existieron: Hechos 6:3.
Las personas escogieron a siete hombres: Hechos 6:5.
Los apóstoles confirmaron su opción a través de la oración y de poner las manos sobre ellos:
Hechos 6:6.
LOS RESULTADOS:
Las necesidades de las personas fueron satisfechas y la unidad fue restaurada. Los apóstoles
pudieron cumplir su trabajo primario: Hechos 6:7.
VERSÍCULO LLAVE:
“El corazón del hombre traza su camino, pero Jehová dirige sus pasos” (Proverbios
16:9).
INTRODUCCIÓN
Tomar decisiones es una tarea difícil que los líderes enfrentan a cada día. Cada decisión es
importante, porque hasta mismo las decisiones en los menores asuntos afectan su vida entera
y su ministerio durante un período de tiempo.
Una decisión es una opción. Usted debe encontrar una respuesta para una situación de la
vida real y decidir qué acción usted tomará. Las decisiones determinan el destino. Decisiones
hechas por un líder afecta no sólo su destino, pero el destino de sus seguidores.
La vida es una sucesión interminable de opciones y decisiones. Hacer opciones es una
responsabilidad. Negarse a tomar una decisión es en sí mismo una decisión. Esta lección
presenta las directrices para tomar buenas decisiones y un modelo bíblico para tomar
decisiones.
EL ACERCAMIENTO BÍBLICO
El acercamiento bíblico para tomar decisiones no es por el voto de las personas. No es el
acercamiento democrático o el "gobierno de la mayoría." Los problemas de este acercamiento
son ilustrados en la historia de Israel en la frontera de Canaán (vea Números 13).
El proceso democrático en la Iglesia produce comprometimiento, legalismo, y competición. Las
decisiones de la mayoría, propuestas, y votos limitan la revelación del Espíritu Santo. El voto
frecuentemente produce sentimientos heridos, ira, y rajas de la iglesia. Éstas no son maneras
bíblicas de decidir en la Iglesia. Ellos son métodos que la Iglesia ha adoptado de los estilos de
gobierno democrático del mundo.
1. IDENTIFIQUE EL PROBLEMA:
¿Cuál es el asunto, problema o cuestión que requiere una decisión? Recoja toda la
información disponible acerca del asunto. Declare el problema en una declaración escrita
breve. Usted no puede tomar la decisión correcta si usted no ha identificado el problema
correctamente.
¿Glorifica a Dios? Ore
¿Cuál es su motivación? Estudie las Escrituras
¿Es necesario? Escuche la voz del Espíritu Santo y la milagrosa dirección, si ella es
dada
¿Promoverá el crecimiento?
¿Es un habito? Analice las circunstancias esclavizantes
¿Es un compromiso? Use las llaves bíblicas a la
dirección
¿Llevará a la tentación? Tome la decisión
¿Tiene apariencia del mal? Cheque e árbitro de la paz
¿Viola su conciencia?
¿Cómo afectará otros?
Ore, entonces tome la decisión
USANDO EL MODELO:
El primer paso del modelo para tomar decisiones es identificar el problema, asunto, o situación
de la vida en que se procura la dirección de Dios. Luego, investigue la Palabra escrita de Dios
para determinar si el problema es tratado con un mandamiento, ejemplo, o un principio
general. La guía para muchas decisiones, sobre todo en los problemas de cierto y errado, ya
se proporciona en la Biblia.
Sí:
Si la respuesta es "Sí” el problema es tratado en la Palabra escrita de Dios”, entonces tome la
decisión basada en esta revelación escrita. (Vea la Columna I en el modelo.) Asegúrese que
su decisión está en armonía con las Escrituras.
No:
Si la respuesta es "no", entonces proceda adelante con el modelo de tomar decisión bajo la
palabra "no." Hay dos opciones en el modelo para situaciones no tratadas en la Biblia. Usted
debe determinar si la decisión a ser hecha involucra una práctica cuestionable o una situación
de la vida real.
Práctica cuestionable:
Una práctica cuestionable no es específicamente algo identificada en la Escritura como cierto
o errado. Puede involucrar una opción de entretenimiento o actividades en su tiempo libre, un
hábito, comida y bebidas, o estilo de vestido.
Si su decisión involucra una práctica cuestionable, use las preguntas listadas en el modelo
bajo la Columna II. Después de usted contestar a cada una de estas preguntas y orar, tome la
decisión basándose en sus respuestas a las preguntas en el modelo.
Situaciones de la vida:
Una situación de la vida es una decisión mayor que puede afectar su vida futura. Puede
incluir, pero no se limita a, las decisiones con respecto al matrimonio, ministerio, ocupación,
residencia, iglesia, etc.
Para las decisiones en las situaciones de vida, use la Columna III. Primero ore sobre la
decisión. Pida a Dios para Su voluntad ser lograda en su vida. Pídale sabiduría para tomar la
decisión correcta. Pida a otros para orar con usted. Estudie las Escrituras y reivindica las
promesas para dirección cedidas en la Palabra escrita de Dios.
Reconozca la revelación sobrenatural, si Dios escoger enviarla. Hay muchas maneras en que
Dios habla sobrenaturalmente a los hombres para revelar Su voluntad y les ayudar a tomar
decisiones. Éstos incluyen métodos como visiones, profecías, sueños, ángeles, y una voz
audible.
Pero tal revelación sobrenatural es la excepción en lugar de la regla. Uno de los propósitos del
Espíritu Santo en la vida del creyente es proporcionar dirección:
“Y cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; pues no hablará por sí
solo, sino que hablará todo lo que oiga y os hará saber las cosas que han de venir” (Juan 16:13).
El Señor guía más frecuentemente de esta manera. ¡Si la revelación sobrenatural es dada,
alabe a Dios! Pero siempre recuerde... Ningún sueño, visión, profecía, u otra revelación es de
Dios si está en conflicto con Su Palabra escrita.
Otro método Bíblico que ayuda tomar decisiones es el consejo cristiano. El consejo sabio de
los líderes espirituales es importante:
“Cuando falta dirección, el pueblo caerá; pero en los muchos consejeros está la victoria”
(Proverbios 11:14).
“En la opinión del insensato su camino es derecho, pero el que obedece el consejo es
sabio” (Proverbios 12:15).
Usted también debe analizar las circunstancias que afectan la decisión y debe usar las llaves
bíblicas para dirección cedidas en Proverbios 3:5-6.
Hay una cierta cantidad de riesgo en cada decisión a menos que Dios le hable directamente a
través de Su Palabra o de revelación divina. No tenga miedo de tomar una decisión errada. La
mayoría de las decisiones erradas pueden ser corregidas.
Recuerde que el Espíritu Santo guía sus decisiones:
“El corazón del hombre traza su camino, pero Jehová dirige sus pasos” (Proverbios
16:9).
Cuando usted toma una decisión y usted no tiene paz en su espíritu, continúe buscando al
Señor usando los pasos en el modelo. Paz interna es una de las maneras con que el Espíritu
Santo confirma las decisiones correctas. No tome una decisión final hasta que usted tenga la
paz de Dios que confirma su opción.
5. COMUNIQUE LA DECISIÓN:
Permita que las personas conozcan la decisión que usted ha tomado. Comuníquela
claramente antes de que usted actúe basado en ella.
7. EVALÚE LA DECISIÓN:
Evalúe la decisión que usted tomó. ¿Resolvió el problema? ¿Es una decisión buena?
¿Dios está bendiciéndolo? ¿Usted necesita hacer un cambio? La mayoría de las decisiones
puede ser cambiadas, si necesario. Muchas decisiones pueden ser mejoradas. Sea flexible y
abierto para cambiar según usted es dirigido por el Espíritu Santo.
PRUEBA PERSONAL
1. Escriba el Versículo Llave de memoria.
2. ¿Cuál es el acercamiento bíblico para tomar decisiones? ¿Es el voto y decisión de la
mayoría?
3. Resuma las siete directrices para tomar decisiones cedidas en esta lección.
4. ¿Qué es un modelo para tomar decisiones?
5. ¿Cuál es el propósito de un modelo?
(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)
El Problema:
No hay bastante maestros de la Escuela Dominical. Pocas personas están deseosas de servir
como suplentes. En varios casos, se han combinado las clases. La asistencia está
disminuyendo.
Posibles Soluciones:
1. Apele para voluntarios.
2. Combine más clases.
3. Empiece un programa de entrenamiento para entrenar nuevos maestros.
La Evaluación:
Después de tres meses, evalúe la decisión. ¿El programa de entrenamiento resolvió el
problema de falta de maestros?
2. Piense en una decisión que usted está enfrentando. Use los principios que usted aprendió
en esta lección para ayudarle a hacer una opción.
3. La Biblia es una historia de decisiones hechas por individuos y naciones con relación a
voluntad de Dios. Para un estudio adicional sobre tomar decisiones y la voluntad de Dios
obtenga el curso del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha, "Conociendo La Voz de Dios".
4. Lea sobre el Rey Reboam que tomó consejo errado cuando enfrentó una decisión: 1
Reyes 12:1-19.
Capítulo Nueve
LOS CONFLICTOS Y LA DISCIPLINA
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
■ Escribir los Versículos Llaves de memoria.
■ Identificar la verdadera razón para todos los conflictos.
■ Resumir las maneras de prevenir el conflicto.
■ Resumir las directrices para tratar con el conflicto.
■ Identificar las razones por qué la disciplina es necesaria.
■ Resumir los principios bíblicos de la disciplina.
VERSÍCULOS LLAVES:
“Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la
corrección, para la instrucción en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente capacitado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17).
INTRODUCCIÓN
En el Capítulo Siete usted estudió sobre las tareas de los líderes. Dos tareas importantes de
cada líder son proporcionar la disciplina y resolver los conflictos. Siempre que usted trabaja
con y ministra a las personas estas tareas son necesarias. Disciplina es la corrección de
aquellos que están errados. Un conflicto es una discordia o disputa. Un buen líder debe
proporcionar la corrección y debe poder resolver los problemas entre sus liderados.
UN PATRÓN BÍBLICO
Cuando una iglesia, organización o obra de Dios es lanzada, ella pasa por ciertas fases de
desarrollo. Aquí está un ejemplo de estas fases. Lea los capítulos siguientes en su Biblia:
Hechos 1 – Dios escoge a ciertos hombres. Hechos 2 – Él les da un ministerio.
Hechos 3 – Hube gran multiplicación.
Hechos 4 - A gran movimiento nació (la Iglesia). Hechos 5-6 – Conflicto y disciplina se
levantaron.
En Hechos 1-4 una gran obra de Dios nació, entonces en Hechos 5:1-11, un problema de
disciplina se levantó. Pedro no lo ignora, pero confronta y trata con él. En Hechos 5:12-42, un
conflicto se levanta de dentro de la Iglesia. Los discípulos están de pie ante la oposición y
audazmente declaran:
“... Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres... Y todos los días, en el templo y de
casa en casa, no cesaban de enseñar y anunciar la buena nueva de que Jesús es el Cristo”
(Hechos 4:19 y 5:42).
En Hechos 6:1, un conflicto se levanta de dentro de la iglesia. Hay una disputa sobre la
distribución de provisiones a las viudas. De nuevo, los discípulos resuelven el conflicto
inmediatamente. Ellos podrían imponer silencio a las quejas simplemente diciendo, "Si usted
fuera espiritual, usted no estaría quejándose."
Ellos también podrían decir, "no desafíe la dirección que Dios ha fijado. ¡Someta o hiéndase!"
En cambio, ellos tuvieron la actitud de un buen líder. Ellos dijeron, "Nosotros oímos que
ustedes tienen un problema. Permítanos ver si juntos, con la ayuda de Dios, nosotros
podemos resolverlo." (Vea Actos 6:2-7.)
Cuando un ministerio o obra de Dios es empezada, ella experimentará este mismo patrón.
Habrá problemas de disciplina y conflictos dentro y fuera. Satanás quiere destruir la obra del
ministerio.
Usted también debe recordar que uno que está siendo guiado por el Espíritu normalmente
entrará en conflicto con otros que son guiados (por lo menos durante un
tiempo) por la carne. (Vea los conflictos de Jesús en la sección "Para Estudio Adicional" la
sección de esta lección.)
Un buen líder no ignora tales situaciones difíciles. Él no llama las personas de "no- espiritual"
por traer problemas a su atención. Él trata inmediatamente de los problemas de disciplina y
conflicto.
PREVINIENDO EL CONFLICTO
La manera mejor de tratar con el conflicto es prevenirlo antes de que ocurra. Aquí están
algunas maneras para prevenir el conflicto:
1. Establezca creyentes espiritualmente maduros (Santiago 3:14-16; 4:1; 1 Corintios 3:3).
2. Mantenga las personas bien informadas. La confusión y falta de información crean los
problemas. Construya fuertes puentes de comunicación entre aquellos involucrados con usted
en la obra del ministerio. Los buenos líderes en la Biblia (como Moisés, Nehemías, Esdras,
etc.) eran buenos comunicadores.
3. Siempre que usted hace una obra para Dios, habrá problemas. Permita que las personas
conozcan que usted espera los problemas, que usted no será sorprendido cuando ellos se
levantaren, y que usted sabe que podrá resolverlos a través del poder del Espíritu Santo.
4. Piense adelante. Por la planificación cuidadosa usted puede tratar de muchos problemas
antes de que ellos se vuelvan en conflictos.
5. Construya relaciones fuertes. Sólo diga lo que es bueno sobre otros, y entrene aquellos
que trabajan con usted en el ministerio a hablar bien de otros.
6. Dé sincera apreciación y crédito a aquellos que trabajan con usted en el ministerio.
7. Si usted comete un error, sea grande lo bastante para admitir y corregirlo.
8. Esté claro en sus propósitos y planes de ministerio. Si todos saben lo que usted está
haciendo y por qué, hay menos oportunidad para mal entendimiento y conflicto.
9. Cuando es necesario establecer reglas, establezca las reglas claramente y las
comunique inmediatamente a los otros.
10. Sea disponible a sus obreros para que usted esté consciente de problemas cuando ellos
se levantan. Sin su atención, simples problemas pueden convertirse en grandes conflictos.
11. Opere el ministerio sobre los principios bíblicos, el mayor de ellos es el amor.
4. La disciplina debe ser hecha por los líderes con un espíritu apropiado. Vea Mateo 7:1-5;
Romanos 15:1-2; 2 Corintios 2:6-8, y Gálatas 6:1-4. Los creyentes espiritualmente maduros
deben primero juzgar a sí mismos y entonces tratar con los ofensores con un espíritu de
mansedumbre, amor, y ayuda.
5. La corrección debe ser hecha con el propósito de restaurar el ofensor que ha sido tomado
cautivo por Satanás: 2 Timoteo 2:24-26.
6. Si la corrección es rechazada, la disciplina puede incluir la exclusión de la comunión. Uno
de los mayores dones que Dios ha dado a los creyentes es el compañerismo con otros
creyentes. Uno de los castigos más severos es detener tal compañerismo. Vea Mateo 18:15-
17; 1 Corintios 5; 2 Tesalonicenses 3:14; 2 Juan 7-11; e 3 Juan 9-11.
7. Debe ser dada la oportunidad para el hermano errado responder. Su actitud debe afectar
la disciplina y su futuro en el ministerio. Si su actitud es buena y él se arrepiente, el líder
puede restaurarlo al compañerismo y al ministerio. Si la ofensa es seria, el ofensor puede
necesitar ser quitado del ministerio activo hasta que él ponga su propia vida y casa en orden.
Si él es rebelde y no se arrepiente, él debe ser quitado de las posiciones de liderazgo, y
posiblemente, del compañerismo de la iglesia.
8. Los problemas particulares y los pecados públicos deben ser tratados diferentemente.
Vea Mateo 18:15-17; 1 Corintios 5; Gálatas 2:1-14; 1 Timoteo 5:20. En el pasaje de Mateo
parece que el problema era particular, entre los individuos. Él debería ser tratado con la ayuda
de otros creyentes y, si el ofensor no escuchara, excluyéndolo de la comunidad. En los otros
pasajes, los problemas eran cuestiones públicas, así ellos tuvieron que ser tratados
públicamente.
9. Ejercite la disciplina solamente basándose en verdadero conocimiento. Evidencias de
"rumores" no son suficientes. Debe haber también dos o tres testigos. Vea Mateo 18:15-18; 1
Corintios 5:1 y 1 Timoteo 5:1,9.
PRUEBA PERSONAL
1. Escriba los Versículos Llaves de memoria.
2. Liste algunas maneras de prevenir el conflicto.
3. Resuma las pautas para tratar con el conflicto.
4. Liste algunas razones bíblicas para ejercer la disciplina.
5. Resuma los principios bíblicos de disciplina que usted aprendió en esta lección.
6. ¿Cuál es la verdadera razón para el conflicto?
7. ¿Por qué la Palabra de Dios es importante en la disciplina?
(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)
VERSÍCULO LLAVE:
“El discípulo no es superior a su maestro, pero cualquiera que es plenamente instruido será
como su maestro” (Lucas 6:40).
INTRODUCCIÓN
Líderes deben tener liderados y liderados deben tener líderes. En una iglesia media, nadie es
designado para desarrollar líderes y discípulos, todavía el futuro de la Iglesia depende de
ellos. Los entrenamientos de líderes y discípulos deben empezar en la niñez preparando los
jovenzuelos para tomar su parte en el cuerpo de Cristo. Entrenamiento debe inmediatamente
seguir la conversión a cualquier edad.
Usted ha aprendido que Dios da a algunos creyentes dones especiales de liderato. Otros
nacen con habilidades naturales de liderar. Algunas personas parecen ser seguidores
naturales. Todos son llamados tanto para ser líder cuanto un seguidor.
Si naturalmente talentoso o si dotado por Dios, los líderes y seguidores necesitan de
entrenamiento. "Cada uno enseña a otro para alcanzar uno" es la respuesta de Dios a la
escasez de liderazgo:
“Lo que oíste de parte mía mediante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean
idóneos para enseñar también a otros” (2 Timoteo 2:2).
En este capítulo, usted aprenderá a entrenar a líderes y discípulos.
DISCÍPULOS
Todos somos seguidores. Pablo habla de sí mismo como un seguidor de Jesús y llama a los
corintios para seguirlo:
“Sed vosotros imitadores de mí; así como yo lo soy de Cristo” (1 Corintios 11:1)
Instrucciones similares fueron dadas a los Efesios (Efesios 5:1); Filipenses (Filipenses 3:17); y
Tesalonicenses (1 Tesalonicenses 1:6).
Cada creyente debe ser entrenado para ser un buen seguidor. Muchos de nosotros no
queremos ser seguidores. En cambio, nosotros queremos ser líderes. Pero un buen líder es
primero un buen seguidor. Un líder siempre es responsable por alguien más, así él también es
un seguidor. Nosotros lideramos con éxito siguiendo con éxito.
Para ser un buen seguidor usted debe obedecer a sus líderes y someterse a su autoridad para
que elles hagan su obra con alegría:
“Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas
como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría y sin quejarse, pues esto no os
sería provechoso” (Hebreos 13:17).
Los seguidores sólo deben seguir a sus líderes mientras ellos siguen a Cristo. Cuando los
líderes se desvían de la verdad de la Palabra de Dios, no los siga.
LÍDERES
Ni todos de nosotros somos llamados a una posición de liderato en la Iglesia, pero cada
persona lidera de vez en cuando una vez o otra. Por ejemplo, un hombre no puede ser
llamado al liderazgo en la Iglesia, pero él es el líder en su casa.
Un creyente no puede tener un don espiritual de liderato pero debido a las necesidades en la
iglesia puede ser necesario llenar un papel de liderato de vez en cuando. Por estas razones,
todos los creyentes deben ser entrenados en el liderato.
EL PROPÓSITO DE ENTRENAR
La razón que nosotros entrenamos a los líderes y los seguidores es para cumplir la comisión
dada por Jesús:
“Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he
aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:19-20).
Nosotros entrenamos a los líderes y discípulos con el propósito de ir a todas las naciones,
enseñando el Evangelio, bautizando, y guiando a los convertidos a la madurez espiritual a
través de más enseñanza adicional. Las personas deben oír el Evangelio para responder,
deben arrepentirse del pecado, y deben nacer de nuevo. Tal enseñanza también se llama
"evangelización":
“Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19).
A veces los nuevos creyentes son llamados "convertidos." Un convertido es un creyente en
Jesús que ha nacido de nuevo por la fe y se ha vuelto parte del Reino de Dios. Pero un nuevo
convertido debe ser entrenado para ser un seguidor. Los nuevos convertidos deben ser
instruidos en todo que Jesús enseñó:
“Y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí, yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20).
El plan de Jesús es que nosotros llevemos a los convertidos adelante, al discipulado. La
palabra "discípulo" significa un "aprendiz, un alumno, alguien que aprende siguiendo." Un
discípulo es un seguidor que es establecido en los elementos esenciales de la fe cristiana y es
capaz de ganar nuevos convertido y discipularlos. Cuando él hace esto, él se vuelve un líder.
Cuando este proceso se repite, los nuevos seguidores y líderes son creados continuamente
para extender el Evangelio del Reino.
importantes que Jesús siguió qué usted puede usar para seleccionar aquellos a quien usted
entrenará:
DEPENDA DE DIOS:
Jesús dependía de Dios. Él dijo:
“Yo no puedo hacer nada de mí mismo. Como oigo, juzgo; y mi juicio es justo, porque no
busco la voluntad mía, sino la voluntad del que me envió” (Juan 5:30).
HÁGALE UN ASUNTO DE ORACIÓN:
Lucas 6:12-13 registra que Jesús pasó la noche entera en oración antes de seleccionar a Sus
discípulos. Ore a Dios por sabiduría en seleccionar hombres y mujeres fieles para entrenar.
TOME LA INICIATIVA:
Jesús tomó la iniciativa para llamar a Sus discípulos. Las personas no se reunirán a usted
para volverse discípulos o líderes. Usted debe tomar la iniciativa para llamarlas.
MIRE EN EL POTENCIAL, NO EN LOS PROBLEMAS:
Cuando Jesús seleccionó a los discípulos, Él llamó hombres comunes. Algunos eran incultos y
todos ellos tenían faltas y fracasos. Se ha dicho que si los 12 discípulos originales fuesen
examinados por un consejo misionero de la iglesia en el tiempo presente, ellos tendrían que
desistir del servicio misionero.
Pero Jesús operó basándose en el potencial, no en los problemas. Él no escogió hombres y
mujeres debido a lo que ellos eran, pero debido a lo que ellos podrían volverse. Él miraba más
allá de los problemas a su potencial.
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: --Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz y sígame” (Mateo 16:24).
El Reino de Dios debe volverse su prioridad principal:
"Por tanto, no os afanéis diciendo: '¿Qué comeremos?' o '¿Qué beberemos?' o '¿Con qué nos
cubriremos?' Más bien, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas
os serán añadidas” (Mateo 6:31,33).
Dios ha prometido proporcionar todas sus necesidades si Su Reino es la prioridad de su vida.
Un discípulo debe hacerse un siervo de todos:
“Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia le
llamaron Beelzebul, ¡cuánto más lo harán a los de su casa!” (Mateo 10:25).
“Entre vosotros no será así. Más bien, cualquiera que anhele ser grande entre vosotros
será vuestro servidor; y el que anhele ser el primero entre vosotros, será vuestro
siervo. De la misma manera, el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para
servir y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:26-28).
SELECCIONE AQUELLOS QUE REÚNEN LOS REQUISITOS BÁSICOS:
Pablo dijo a Timoteo para seleccionar hombres fieles y confiar a ellos las cosas que en las
cuales él había sido enseñado. Estos hombres fieles deberían tener la habilidad de enseñar
otros. Los requisitos básicos son la fidelidad y la habilidad de enseñar otros. Si un hombre no
es fiel, él no cumplirá su responsabilidad de reproducción espiritual. Si él es fiel pero no sabe
enseñar otros, entonces él también fallará.
La fidelidad involucra la madurez espiritual. Pablo habló de creyentes que ya deberían
enseñar a otros pero aún no habían madurado espiritualmente. Estas personas aún no están
listas para el verdadero discipulado. Ellas deben ser más instruidas en los elementos
esenciales de la fe.
Los hombres fieles no son necesariamente hombres sin defecto. Ellos son creyentes que
están en el proceso de desarrollar las calidades semejantes a Cristo en sus vidas. Incluso
"hombres fieles" tienen problemas y debilidades para superar, como tenían los discípulos
originales.
El mundo toma los hombres talentosos y se esfuerza para darles carácter. Ellos enfocan en
crear a profesionales. Dios dijo para tomar a "hombres fieles" de carácter y Él los capacitará
con talentos y habilidades espirituales. Los hombres fieles están disponibles para lograr los
propósitos de Dios. Cuando Jesús llamó a Simón y Andrés, ellos "inmediatamente" dejaron
sus redes. La palabra "inmediatamente" revela su disponibilidad.
Cuando usted selecciona hombres y mujeres para el discipulado, ellos deben estar
disponibles. Ellos deben estar deseosos de hacer del discipulado la prioridad de sus
vidas. Los hombres fieles son motivados por la visión espiritual. Cuando Jesús dio la visión de
pescar hombres y mujeres a Pedro y Andrés, Él los motivó a dejar sus redes.
Los hombres fieles tienen hambre por la Palabra de Dios, como tenían los discípulos de
Cristo. Sus "corazones ardían" cuando Él compartió las Escrituras (Lucas 24:32,45). Ellos
estaban deseosos y ávidos para ser enseñados. Los hombres fieles son marcados por un
amor por Dios y por los hombres. Ellos toman lo primero y segundo mandamientos en serio:
“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con
todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro
mandamiento mayor que estos dos” (Marcos 12:30-31).
LOS PRINCIPIOS DE ENTRENAR
Después de seleccionar a Sus discípulos, Jesús demostró ocho principios importantes para
entrenarlos:
1. ASOCIACIÓN:
Cuando Jesús llamó a Sus discípulos, Él los llamó a "estar con Él." Él compartió Su vida
íntimamente con Sus discípulos. Él pasó tiempo con ellos en situaciones de formales del
ministerio y en las circunstancias informales. Usted no puede entrenar a los discípulos y
líderes solamente a través de reuniones del comité o en el culto de domingo. Debe haber
asociación íntima con aquellos a quien usted entrena. Usted debe compartir su vida con ellos.
Usted debe conocerlos, sus problemas, su nivel espiritual, etc.
2. CONSAGRACIÓN:
De la asociación con Jesús, la consagración fue desarrollada. Jesús llamó a Sus discípulos
para consagrarse a una Persona, no a una denominación u organización. Tal consagración a
Dios requirió obediencia absoluta a Su Palabra y propósitos. (Vea Juan 4:34; 5:30; 15:10;
17:4; y Lucas 22:42).
3. VISIÓN:
Jesús motivó a Sus seguidores dándoles visión espiritual. Él los llamó a una tarea mayor que
la rutina de cada día. Él los llamó a ser pescadores de hombres (Mateo 4:19). Él les dio una
visión de la cosecha espiritual mundial (Juan 4:35). Él los desafió con la revelación del Reino
de Dios (Mateo 13).
Sin la visión, las personas perecen (Proverbios 29:18). Ellos no tienen ninguna dirección y
ninguna motivación. Mientras usted entrena a otros usted debe comunicar la visión espiritual
para motivar la misión. La visión es la conquista mundial con el Evangelio del Reino. Nunca se
distraiga por una causa menor.
4. INSTRUCCIÓN:
Jesús gastó una gran parte del Su tiempo enseñando a Sus discípulos. Su instrucción siempre
se relacionó a la visión que Él les había dado. Si usted desea entrenar a
discípulos que siguen los métodos de Jesús, entonces usted debe enseñar lo que Jesús
enseñó. Ésta es parte del orden de la Gran Comisión (Mateo 28:20).
El énfasis debe estar en las enseñanzas de Jesús y qué se reveló según estas enseñanzas
eran practicadas en la primera Iglesia. Esto significa que el enfoque de la enseñanza debe
estar en los Evangelios y Epístolas del Nuevo Testamento.
(El plan de estudios del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha proporciona tal
entrenamiento. Tiempo de Cosecha también ofrece un curso titulado "Tácticas de Enseñanza"
qué entrena usted a enseñar usando los métodos de Jesús.)
Mientras usted enseña lo que Jesús enseñó, usted enseña la revelación entera de la Palabra
de Dios porque es basada en el Antiguo Testamento. Jesús dijo:
“Y les dijo: --Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario
que se cumpliesen todas estas cosas que están escritas de mí en la Ley de Moisés, en los
Profetas y en los Salmos... y les dijo: --Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo
padeciese y resucitase de los muertos al tercer día; y que en su nombre se predicase el
arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”
(Lucas 24:44,46-47).
5. DEMOSTRACIÓN:
Jesús no enseñó exclusivamente a través de la instrucción verbal. Él demostró lo que Él
enseñó. Jesús enseñó la sanidad y la demostró sanando el enfermo. Él enseñó la autoridad
del creyente sobre Satanás y lo demostró expulsando los demonios. Él enseñó la
preocupación para con los pobres y lo ilustró alimentando las multitudes.
Los discípulos no eran sólo estudiantes, ellos eran testigos oculares de la demostración del
poder de Dios. Ellos dijeron después que ellos estaban enseñando “lo que hemos oído, lo que
hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos tocante al
Verbo de vida” (1 Juan 1:1).
Jesús enseñó por el ejemplo. Él demostró lo que Él dijo por la manera cómo Él vivió y ministró.
Él dijo:
“Porque ejemplo os he dado, para que así como yo os hice, vosotros también hagáis” (Juan
13:15).
La demostración del poder de Dios hace las personas escuchar su mensaje:
“Cuando la gente oía y veía las señales que hacía, escuchaba atentamente y de común acuerdo
lo que Felipe decía” (Hechos 8:6).
Pablo no sólo habló de la verdad del Evangelio (Gálatas 2:5) pero del poder del Evangelio
(Romanos 1:16). Él declaró y demostró el Evangelio (1 Corintios 2:1,4). (El Instituto
Internacional Tiempo de Cosecha tiene un curso titulado "Principios de Poder" consagrado a
este asunto).
6. PARTICIPACIÓN:
Mero conocimiento no es bastante. Para ser eficaz, usted debe aplicar el conocimiento. Llega
un momento en que se debe actuar. Los discípulos no sólo escucharon las enseñanzas de
Jesús y observaron las demostraciones, ellos también participaron. Enseñar un asunto no es
bastante para asegurar el aprendizaje. Enseñar exclusivamente es como intentar aprender la
cirugía médica leyendo un libro.
Los discípulos deben tener la experiencia real sobre lo que ellos están aprendiendo. Ellos
deben ganar la experiencia en cómo compartir el Evangelio, cómo orar por el enfermo, cómo
expulsar demonios, etc. Jesús proporcionó tales oportunidades a Sus discípulos. Lea Marcos
6:7-13 y Lucas 9:1-6. Jesús mandó a Sus discípulos que experimentasen lo que ellos habían
sido enseñados. Aquellos que usted entrena deben tornarse hacedores de la Palabra y no
sólo oyentes.
7. SUPERVISIÓN:
Cuando los discípulos de Jesús volvieron de su viaje ministerial, Jesús evaluó sus esfuerzos
(Lucas 9:10). Jesús dirigió a Sus discípulos a lo largo del proceso entero de entrenamiento.
Ellos no quedaban solo en sus esfuerzos. Él estaba allí para corregir, reprender, y los animar.
Usted no puede asumir que la obra será hecha meramente porque usted ha mostrado a un
obrero deseoso cómo hacerlo y enviándole con expectativas resplandecientes. Usted debe
supervisar. Mientras el obrero enfrenta frustraciones y obstáculos, usted debe enseñarle cómo
enfrentar estos desafíos.
A veces la supervisón se llama de "acompañamiento." Pablo supervisó o "acompañó" a sus
discípulos:
“Y después de haber estado allí algún tiempo, salió a recorrer en orden la región de Galacia y
Frigia, fortaleciendo a todos los discípulos” (Hechos 18:23).
“Fortaleciendo el ánimo de los discípulos y exhortándoles a perseverar fieles en la fe.
Les decían: Es preciso que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de
Dios" (Hechos 14:22).
8. COMISIÓN:
La fase final del proceso de discipulado fue cuando Jesús delegó a Sus seguidores para
tornarse “hacedores de discípulos”. Él les dio la tarea de multiplicación espiritual a lo largo de
las naciones del mundo.
EL EJEMPLO DE EFESO
Lea Actos 19:1-20 en su Biblia. Este capítulo describe el ministerio del Apóstol Pablo en una
ciudad nombrad Efeso.
Cuando el Apóstol Pablo llegó a Efeso, él buscó a los discípulos que vivían allí. Estos
hombres y mujeres ya habían aceptado el Evangelio y seguían Jesús (Hechos 19:1- 20).
Estos nuevos creyentes necesitaron de un entrenamiento mayor para ministrar eficazmente en
su ciudad. La primera preocupación de Pablo fue enseñar a estos
discípulos más sobre el Reino de Dios.
Pablo los enseñó a través de la experiencia. La primera cosa que él hizo fue llévalos a una
nueva experiencia espiritual, el bautismo del Espíritu Santo (vea Hechos 19:2-8). A través de
la demostración del poder de Dios en su propia vida, Pablo les enseñó por lo ejemplo. Ellos
presenciaron muchos grandes milagros realizados en el nombre del Señor (Hechos 19:11-12).
Aquellos que no eran verdaderos seguidores de Jesús fueran expuestos y se arrepintieron
(Hechos 19:13-17). Nuevos convertidos fueran ganados para el Señor Jesucristo (Hechos
19:17-20).
Cuando la oposición al Evangelio se levantó a través de los líderes tradicionales, Pablo
estableció un centro de adiestramiento para los discípulos en Efeso:
“Pero como algunos se endurecían y rehusaban creer, hablando mal del Camino delante de la
multitud, se separó de ellos y tomó a los discípulos aparte, discutiendo cada día en la escuela de
Tirano” (Hechos 19:9).
El centro que Pablo estableció ofrecía un curso de adiestramiento de dos años para los
discípulos. El propósito de la escuela era multiplicar discípulos para extender el mensaje del
Evangelio:
“... de manera que todos los que habitaban en Asia, tanto judíos como griegos, oyeron la
palabra del Señor” (Hechos 19:10).
Este centro de entrenamiento no conocía ninguna línea cultural. Los estudiantes ministraran a
Judíos y Gentiles (otras naciones no judías del mundo). La escuela no tenía ningún límite
geográfico. Los estudiantes no sólo ministraron en su propia ciudad de Efeso, pero ellos
alcanzaron el continente entero de Asia. El centro de entrenamiento establecido por Pablo
cumplió su propósito:
“... de manera que todos los que habitaban en Asia, tanto judíos como griegos, oyeron la
palabra del Señor” (Hechos 19:10).
“De esta manera crecía la palabra del Señor y prevalecía poderosamente” (Hechos
19:20).
En la escuela de Efeso los discípulos fueron entrenados y equipados para la obra del
ministerio. El propósito era extender el Evangelio geográficamente (a lo largo de toda la Asia)
y culturalmente (judíos y Gentiles). Los Nuevos convertido fueron entonces entrenados como
discípulos en un proceso continuado de multiplicación.
EMPEZANDO UN CENTRO DE ENTRENAMIENTO
La necesidad para un similar centro de adiestramiento aún existe hoy. Cuando los convertidos
multiplican, es importante que ellos sean entrenados como discípulos. Debe desafiarse a los
discípulos con su responsabilidad de alcanzar el mundo con el Evangelio.
Lo centro de entrenamiento de Efeso no sustituyó la iglesia. Los creyentes continuaron
encontrándose en la sinagoga que era un lugar de reunión de la iglesia Temprana. Los
creyentes también continuaron encontrándose en las iglesias en sus casas. La escuela
de Efeso era una extensión de la iglesia y no una sustitución para ella. El propósito de
semejante programa de entrenamiento no es reemplazar cualquier institución existente que
extiende el Evangelio activamente.
Si usted está interesado en empezar un centro de entrenamiento similar al modelo de Efeso,
las instrucciones para hacer esto son proporcionadas en el curso del Instituto Internacional
Tiempo de Cosecha titulado "Metodologías de Multiplicación." Explica cómo seleccionar una
localización, establecer un presupuesto, reclutar estudiantes, seleccionar maestros y el plan
de estudios, y publicar y dirigir las sesiones.
PRUEBA PERSONAL
1. Escriba el Versículo Llave de memoria.
2. ¿Por qué entrenar otros es una responsabilidad importante?
3. ¿Cuál es el propósito de entrenar a líderes y discípulos?
4. Liste seis principios de selección discutidos en el estudio de Jesús y Sus discípulos.
5. Liste ocho principios de entrenamiento discutidos en el estudio de Jesús y Sus discípulos.
6. ¿Qué ejemplo del Nuevo Testamento fue dado como modelo del entrenamiento de
líderes?
(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)
2. Jesús entrenó discípulos que se volvieron líderes. El llamado repetido de Jesucristo era
un llamado para seguir. Las palabras "seguir", "sígame", y "viene en pos de mí" fueron usadas
por Jesús más de 20 veces. Ellas fueron dirigidas a:
■ Simón y Andrés: Mateo 4:19; Marcos 1:17
■ Jacobo y Juan: Mateo 4:21; Marcos 1:20 (implícito)
■ Mateo: Mateo 9:9; Marcos 2:14; Lucas 5:27
■ Felipe: Juan 1:43
■ Pedro: Juan 21:19,22
■ Un joven rico: Mateo 19:21; Marcos 10:21; Lucas 18:22
■ Otro de Sus discípulos: Mateo 8:22
■ Cualquier persona: Mateo 16:24; Marcos 8:34; Lucas 9:23; Juan 12:26
3. Lea sobre el entrenamiento de líderes en los tiempos del Antiguo Testamento en 1
Samuel 19:18-20 e 2 Reyes 2:1; 4:38; 6:1.
4. Aquí están cinco obstáculos principales que usted debe superar al entrenar discípulos y
líderes:
1. El miedo del hombre.
2. La ociosidad.
3. La resistencia para cambiar.
4. Los conflictos de prioridades.
5. La ignorancia (las personas deben ser entrenadas en cómo compartir el Evangelio y
realizar tareas específicas de ministerio).
5. Los cursos del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha pueden ayudarle a entrenar
discípulos y líderes. Escriba hoy para una lista completa de los cursos ofrecidos.
6. Aquí están las directrices para dirigir una sesión de entrenamiento:
Se Prepare:
Cada maestro debe enterarse completamente con la materia que él irá enseñar. Él debe
prepararse a través de la oración. Él debe tener recursos y materiales apropiados para
preparar para cada sesión de la clase.
Cada maestro debe tener objetivos específicos para cada lección. Si usted está usando los
materiales del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha, los objetivos son listados al principio
de cada capítulo.
Esté seguro que las aulas están listas para los estudiantes.
Sea Puntual:
Empiece y concluya las sesiones de la clase a tiempo. (A menos que el Espíritu Santo guíe de
otra manera.)
Ore:
Abra y concluya las sesiones de la clase en oración.
Repase Y Resuma:
Empiece cada sesión de la clase con una breve revisión de lo que fue enseñado en la última
sesión de la clase. Cierre cada clase con un resumen de la lección enseñada en esa sesión.
Demuestre:
Demuestre lo que está siendo enseñado. Por ejemplo, si usted está enseñando sobre sanar,
ore por aquellos presentes que están enfermos. Al enseñar sobre el bautismo del Espíritu
Santo, lleve las personas a experimentarlo.
Planeé Experiencias de Aprendizaje:
Dé asignaciones de estudio para los estudiantes completar entre las sesiones de la clase.
Provea oportunidades para ellos poner en práctica lo que están aprendiendo en el ministerio
práctico en su iglesia y comunidad.
7. Aquí están algunas preguntas para usted considerar:
¿Su ejemplo delante de los otros está llevándolos a vivir para Dios? Liste tres maneras que
usted puede contar sobre esto.
¿Otros tienen la oportunidad de estar con usted para observar su ejemplo o usted permanece
apartado de las personas? Liste tres maneras en que usted regularmente se abre a otros.
¿Usted realmente cree que el ejemplo de su vida debe ser seguido por otros? ¿Por qué o por
qué no? ¿Cómo usted puede mejorar su ejemplo?
¿Usted está violando un principio conocido de la Palabra de Dios en el ejercicio de su
liderato? ¿De qué manera? ¿Cómo usted puede corregir esto?
¿Usted puede nombrar a alguien que usted ha entrenado para ayudarlo?
VERSÍCULO LLAVE:
“Porque siete veces cae el justo y se vuelve a levantar, pero los impíos tropezarán en el mal”
(Proverbios 24:16).
INTRODUCCIÓN
Esta lección es una de las más importantes en este curso sobre "Principios de Administración
Bíblica." Se trata del fracaso. Dios tiene planes perfectos, pero Él trabaja a través de líderes
imperfectos para lograr Sus planes. Porque usted es imperfecto, usted debe entender las
razones para el fracaso y saber lo qué hacer cuando usted falla.
En esta lección usted aprenderá las causas básicas del fracaso. Usted estudiará ejemplos de
líderes cuyas vidas acabaron en fracaso y aquellos que convirtieron el fracaso en éxito. Usted
también recibirá directrices bíblicas para enfrentar el fracaso y volverlo en éxito.
1. FRACASO EN LA RELACIÓN:
Muchos líderes fallan porque ellos tienen una relación inadecuada con Dios. Ellos pueden no
haber desarrollado los fundamentos espirituales adecuados listados en hebreos 6:1-3. Cuando
ellos intentan edificar una obra para Dios sobre un fundamento espiritual pobre, ella cae.
Algunos líderes están tan ocupados haciendo "la obra de Dios" que ellos descuidan de la
oración, del estudio de la Biblia, ayuno, y de buscar al Señor y Su voluntad. Otros pierden su
primer y intenso amor por el Señor Jesucristo. En lugar de Dios y de Su Reino ser la prioridad,
cuidados y riquezas del mundo, ganar dinero, o agradar las personas empiezan a tener el
primer lugar en sus vidas.
El Rey Uzías es un ejemplo de un líder que falló debido a su propia relación con Dios. El Rey
Uzías empezó bien. Él buscó al Señor (2 Crónicas 26:6-8). Él hizo bien en las batallas contra
los enemigos de Israel (2 Crónicas 26:6-8). Pero cuando Rey Uzías se tornó bien conocido y
orgulloso, él empezó a se "corromper", fue infiel a Dios, y ya no buscaba al Señor (2 Crónicas
26:16).
Para ser un líder, usted debe tener íntimo compañerismo con Dios. Muchos líderes que han
fallado descubren que su problema empezó con un fracaso en su propia relación personal con
Dios.
Josué: Este hombre fue un gran comandante militar de la nación de Israel después de la
muerte de Moisés. Uno de los desafíos que Dios dio a Josué fue liderar Israel para exigir su
tierra prometida. Pero en un dado momento Josué fue hallado tan descorazonado que él
anheló regresar al otro lado del Jordán en el desierto. En otro momento él se engañó sobre los
Gabaonitas. Todavía este hombre siguió para conquistar la tierra prometida por Dios.
Elías: Una reina mala nombrada Jezabel envió un mensajero al profeta Elías que lo informó
que ella estaba planeando matarlo. Elías...
“... se fue un día de camino por el desierto. Luego vino, se sentó debajo de un arbusto de retama
y ansiando morirse dijo: --¡Basta ya, oh Jehová! ¡Quítame la vida, porque yo no soy mejor que
mis padres!” (1 Reyes 19:4).
Aquí estaba el gran hombre de Dios que había sanado el enfermo, levantado el muerto, y
controlado los elementos de la naturaleza en el nombre del Señor. Ahora él estaba escondido,
temeroso, desalentado, y pidiendo la muerte. Todavía Elías volvió para demostrar el poder de
Dios delante de la nación entera de Israel en Monte Carmelo.
Pedro: Este hombre negó a Jesús, pero después se volvió un gran líder en la iglesia
temprana.
Pablo: El Apóstol Pablo también enfrentó el fracaso. Él escribió una vez que debido a las
experiencias en Asia él estaba "abrumado sobremanera" y "aún perdió la esperanza de vivir"
(2 Corintios 1:8). Él expresó sobre tiempos cuando él estaba con problemas, perplejo,
perseguido, y abatido (2 Corintios 4:8-11). Él dijo que él tenía miedos y problemas (2 Corintios
7:5-6). Pero el Apóstol Pablo con éxito llevó el Evangelio a los Gentiles, levantando grandes
iglesias y líderes a lo largo de las naciones del mundo.
Judas: Judas era un discípulo de Jesús durante Su ministerio terrenal. Él testimonió los
grandes milagros de Jesús y oyó Sus enseñanzas. Todavía él traicionó a Jesús y acabó con
su propia vida por el suicidio.
REVELANDO:
Cuando usted falla, pida a Dios que revele la causa de ese fracaso. Esté cierto: Dios tiene
maneras de permitirlo saber cuando usted ha fallado. Una gran tormenta en el mar reveló a
Jonás que él estaba fuera de la voluntad de Dios. Jonás admitió su culpa después de esta
revelación (Jonás 1:12). Mientras usted no reconocer su fracaso, usted seguirá siendo un
fracaso:
“El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y los abandona alcanzará
misericordia” (Proverbios 28:13).
“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad
no está en nosotros” (1 Juan 1:8).
No permita que ninguna excusa impídale de admitir el fracaso. Aquí están algunas comunes:
■ Las personas perderán la confianza en mí.
■ Si yo admito el fracaso yo estaré admitiendo que yo estaba equivocado.
■ Yo ya fallé. Yo también puedo desistir.
■ Es demasiado tarde.
■ Yo soy un ejemplo malo, por esto que yo simplemente debo dejar.
■ Yo estoy demasiado lejano de la voluntad de Dios para conseguir corregir las cosas.
No es necesario revelar su fracaso públicamente a menos que haya afectado las vidas de
otros y usted debe buscar su perdón. Pero usted siempre debe admitir su fracaso a sí mismo y
a Dios. Éste es el primer paso para cambiar el fracaso al éxito: el pecado debe revelarse.
Usted debe confrontarlo.
ARREPINTIÉNDOSE:
Después de que la causa de su fracaso se revela, usted debe arrepentirse:
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos
de toda maldad” (1 Juan 1:9).
La gran oración de arrepentimiento de Jonás fue registrada en Jonás capítulo 2. Jonás
reconoció su pecado ante Dios, se arrepintió, y pidió el perdón. Cuando usted falla, entra ante
el Señor en arrepentimiento. Pida a Dios que lo perdone por su fracaso.
¡Esté seguro de perdonarse también!
VOLVIENDO:
A través de la oración, la Palabra escrita de Dios, y la guía del Espíritu Santo, Dios revelará a
usted el punto en que su fracaso empezó. Usted debe volver entonces a ese punto y debe
invertir su dirección.
En el caso de Jonás, él comprendió que su fracaso empezó cuando él fue en la dirección
opuesta de Níneve. Él tenía que volver a este punto de fracaso e invertir su dirección. El
verdadero arrepentimiento involucra un cambio en la dirección. Cuando usted vuelve a un
punto de fracaso, usted regresa a dónde usted pecó primero y corrige su error. Esto se hace...
RESTAURANDO:
En el caso de Jonás, cuando él reconoció que su fracaso empezó cuando él fue en la
dirección opuesta de Nínive, él invirtió las direcciones. Él fue a Nínive. Él corrigió su fracaso
(Jonás 3:3). Él hizo todo que él podía para acertar las cosas. Esto se llama "restauración."
A veces usted no puede hacer nada para corregir su fracaso excepto arrepentirse. En el
ejemplo de David que nosotros discutimos, él no podría hacer nada sobre su pecado con
Betsebá después de que fue practicado. El error ya estaba hecho. El adulterio fue
practicado y su marido estaba muerto. No había nada que él podría hacer para corregirlo
excepto arrepentirse.
Pero en situaciones dónde usted puede devolver al punto de fracaso y restitución, usted debe
hacer esto. Usted puede tener que disculparse con alguien. Usted puede tener que devolver
algo que usted ha robado o admitir que usted dijo una mentira. Éstos son todos ejemplos de
restauración.
Usted también necesita de tiempo para restaurarse y reconstruir su fuerza espiritual después
del fracaso. Usted puede necesitar de suspender temporalmente sus responsabilidades
ministeriales. Usted necesitará definitivamente de tiempo exclusivo con Dios.
Aquí están algunas maneras para restaurar su fuerza espiritual:
■ Estudiar la Palabra de Dios.
■ Gastar tiempo en oración y ayuno.
■ Revisar las causas básicas para el fracaso (cedidas en esta lección) para que usted pueda
evitar los fracasos futuros. Pida a Dios que revele y ayúdele a corregir cualquier área del
problema en su vida.
■ Revisar las estrategias de la guerra espiritual para ayudarle a emprender la guerra más
eficazmente en la próxima vez. (Vea el curso del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha
titulado "Estrategias Espirituales: Un Manual de Guerra Espiritual".)
■ Descansar físicamente. El hombre es cuerpo, alma, y espíritu. Cuando su cuerpo físico está
exhausto, Satanás puede tomar ventaja y puede afectar su alma y espíritu y puede llevarlo a
fallar.
¡AL ÉXITO!
Después de que usted ha tomado estos pasos, deje su fracaso para tras y sigua al éxito.
Jonás dejó su fracaso para tras. El Señor habló para él una segunda vez y dijo, "Levántate y
va a Nínive, la gran ciudad, y proclámale el mensaje que yo te daré" (Jonás 3:1-2). En esta
vez él obedeció rápidamente. En Nínive, Jonás lideró uno de los mayores reavivamientos en
la historia. La ciudad entera se arrepintió. Siguiendo los pasos de revelar, arrepentirse, volver,
y restaurar, su fracaso se tornó en éxito.
La Biblia contiene muchas historias de hombres como Jonás. Estos hombres fallaron pero
admitieron su fracaso y pidieron el perdón de Dios. Cuando ellos lo hicieron, Dios no sólo
perdonó como también proporcionó nueva dirección. Éste es el modelo bíblico para convertir
el fracaso en éxito.
¡Dios puede hacer el mismo a usted! Él no está mirando sus fracasos pasados. Él no está
mirándolo como usted es hoy. Él está viendo el hombre o mujer... el líder que usted puede ser
si usted solamente caminar en obediencia a Él.
APRENDIENDO DE EL FRACASO
Pablo escribió:
“Porque no queremos que ignoréis, hermanos, en cuanto a la tribulación que nos sobrevino en
Asia; pues fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, hasta perder aun la
2. Liste tres ejemplos bíblicos de grandes líderes que triunfaron sobre sus fracasos.
3. Identifique tres ejemplos bíblicos de hombres cuyas vidas acabaron en fracaso.
4. Liste las directrices bíblicas para volverse del fracaso al éxito:
5. ¿Cuáles son las tres causas básicas del fracaso?
(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)
3. Usted aprendió en esta lección que hay tres razones básicas para el fracaso que incluye:
■ El fracaso en la relación personal con Dios (fundamento espiritual malo, falta de oración,
estudio de la Biblia).
■ Los pecados de comisión (cualquier violación de la Palabra de Dios).
■ Los pecados de omisión (no hacer lo que debe hacerse).
Aquí está una lista de algunos resultados de estos fracasos básicos. ¿Usted puede pensar en
otros resultados para agregar a esta lista?
■ El desaliento.
■ Las emulaciones (imitar el ministerio de otros).
■ Falta de visión.
■ Falta de entrenamiento.
■ No deseoso para pagar el precio.
■ Falta de compromiso.
■ Prioridades erradas.
■ La inmoralidad.
■ La codicia, las riquezas, el uso malo de los fondos, el amor al dinero.
■ El orgullo.
■ Celos.
■ Maltratar los discípulos.
■ Falta de comunicación con los discípulos.
■ El miedo de los hombres y hacer diferencia de personas.
■ La popularidad.
■ La inconsistencia.
■ Falte de auto-evaluación.
■ Comparar a sí mismo con otros.
■ Compromiso.
■ La ambición.
■ La incapacidad para delegar responsabilidad a otros (intenta hacer todo por sí mismo).
■ Escucha y obedece al hombre en lugar de Dios; oscila por la opinión popular.
■ La incredulidad.
■ La incapacidad para liderar como siervo y pastor.
■ No cumplir las calificaciones bíblicas para las posiciones de liderato.
■ Falta de un llamado claro al liderato.
■ Falta de conocimiento y aplicación de los principios de guerra espiritual.
■ Falta de conocimiento y aplicación de los principios bíblicos del éxito.
■ La incapacidad para oír la voz de Dios y discernir Su voluntad, que resulta en las decisiones
erradas.
■ Falta de poder espiritual.
■ Falta de planificación.
■ Mal uso de los recursos espirituales.
■ Esterilidad espiritual.
■ La raíz de amargor.
■ La comodidad y ociosidad.
■ El amor al mundo.
■ Falta de unción.
4. El orgullo es una de las mayores razones para el fracaso. Fue lo que causó el primer
pecado de la humanidad. Satanás fue atraído por el orgullo cuando él dijo, "Usted será como
Dios." Aquí están algunos síntomas de orgullo:
■ Demasiado consciente de su importancia: Salmos 101:5
■ Tener "todas las respuestas": Proverbios 3:7
■ Una apariencia orgullosa: Proverbios 6:17
■ Más que frecuente el uso de "yo" o "mí": Isaías 14:14-15
■ Demasiado consciente de las buenas apariencias: Isaías 28:1
■ Deleitarse en ordenar a las personas alrededor: Mateo 20:26-27
■ Ama los títulos: Mateo 23:6-11
■ Dar crédito a sí mismo la obra hecha para Dios: Hechos 12:21-23
■ Hacer las cosas con la motivación errada: Romanos 8:6
■ Correr para un asiento a la cabeza de la mesa o línea: Marcos 12:38-39
■ Demasiado consciente de su intelecto: 1 Corintios 3:20
■ Demasiada alegría al estar alrededor de personas importantes: 1 Corintios 4:6-7
■ Auto-elogio: 2 Corintios 10:12-13
■ Dar crédito a sí mismo por la obra hecha por otros: 2 Corintios 10:15
■ Tener poca preocupación con otros: Filipenses 2:2-4
■ Ser ansioso sobre cuestiones y semántica: 1 Timoteo 6:4
■ Alardear lo qué planea hacer: Santiago 4:16
■ Ignorar el consejo de personas más viejas, espirituales: 1 Pedro 5:5-6
■ Ser irritadoramente independiente: Efesios 5:21
■ Preocupando en lugar de lanzar todo el cuidado en Dios: 1 Pedro 5:6-7
■ Ama premios, reconocimiento, posición, y compensación: 1 Juan 2:15-16
5. Jesús oró para que nosotros nos mantuviésemos lejanos del fracaso. Lea su oración en
Juan 18:15 y 20.
6. De Mateo 23, haga una lista de diez mandamientos positivos para los líderes cristianos.
Cada fracaso de los Fariseos puede invertirse para dar estas directrices positivas.
7. El Libro de Proverbios contiene muchas advertencias de cosas que producen el fracaso.
Lea un capítulo cada día y usted podrá leer el libro una vez a través de cada mes. Marque en
su Biblia las cosas que producen el fracaso y que los evitan. (Usted puede querer también
hacer esto en otros libros de la Biblia.)
8. El Apéndice de este curso explica cómo estudiar las vidas de líderes cuyas historias son
contadas en la Biblia. Estudie algunos de los líderes que fallaron. Haga una lista de las cosas
que causaron sus fracasos.
9. Los libros de 1 e 2 Timoteo y Tito fueron escribidos a hombres jóvenes en posiciones de
liderato en el ministerio. Estudie estos libros cuidadosamente y liste las cosas que el Apóstol
Pablo dijo a estos hombres que evitasen.
Capítulo Doce
LOS PRINCIPIOS DEL ÉXITO
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
■ Escriba el Versículo Llave de memoria.
■ Definir el éxito.
■ Explicar cómo el éxito en el Reino de Dios difiere de éxito del mundo.
■ Resumir los principios básicos del éxito.
■ Hacer un estudio más extenso sobre los principios bíblicos del éxito.
VERSÍCULO LLAVE:
“Nunca se aparte de tu boca este libro de la Ley; más bien, medita en él de día y de noche, para
que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él. Así tendrás éxito, y todo te saldrá bien”
(Josué 1:8).
INTRODUCCIÓN
Se preguntan frecuentemente a las personas victoriosas, "¿cuál es el secreto de su éxito?"
Aquellos en el sistema mundano a menudo la lista incluye la educación, posición, ambición,
talento, poder, y dinero como los secretos del éxito. Muchos libros han sido escritos sobre el
asunto, pero los verdaderos principios del éxito son revelados en la Biblia. En esta lección
usted aprenderá los principios bíblicos del éxito.
Nosotros consideraremos que usted ya ha puesto los fundamentos de la fe identificados en
Hebreos 6:1-3. Un fundamento espiritual apropiado es necesario para aplicar los principios
bíblicos del éxito en su vida y ministerio.
¿QUÉ ES EL ÉXITO?
El éxito del Reino de Dios es "el uso máximo de los dones y habilidades de alguien dentro del
ámbito de responsabilidades dadas por Dios." Usted tiene éxito cuando usted usa sus
recursos espirituales adecuadamente para la obra de Dios.
El éxito en el Reino de Dios difiere de las normas mundanas de éxito. El mundo mira el éxito
materialmente. Dios lo ve espiritualmente. En el Reino de Dios hay una norma diferente que
define el éxito. El mundo establece sus propios patrones. La norma establecida por Dios se
llama "fidelidad."
Hay una base diferente del éxito. La base del éxito en el mundo es voluble y temporal. En el
Reino de Dios, la base del éxito es estable y eterna porque es basada en la verdad revelada.
Hay motivos diferentes para el éxito. En el mundo, las personas son motivadas por la codicia,
orgullo, y el deseo por la fama. Los creyentes son motivados para tener éxito para la gloria de
Dios.
Hay un modelo diferente de éxito en el Reino de Dios. El mundo mira los hombres ricos y
poderosos. Nuestro modelo es el Señor Jesucristo. Hay una meta diferente de éxito. El dinero,
poder y posición son enfatizados como las metas mundanas. La meta en el Reino de Dios es
la semejanza de Cristo.
El éxito en el Reino de Dios da énfasis a dar en lugar de obtener, servir en lugar de posición,
humildad en lugar del orgullo, debilidad en lugar de poder. El mundo ve el éxito por lo que se
refiere a lo que usted está haciendo. Dios lo ve por lo que se refiere a lo que usted es. La
excelencia de carácter es enfatizada en lugar de la excelencia de realización.
En el Reino de Dios, el éxito no es medido por lo que usted es. Él es medido por lo que usted
es comparado a lo que usted podría ser. El éxito no es medido por lo que usted hace para
Dios. Es medido por lo que usted hace comparado a lo que usted podría estar haciendo.
MEDITE EN LA PALABRA:
El éxito es prometido a aquellos que meditan en la Palabra de Dios. El Señor dijo a Josué:
“Nunca se aparte de tu boca este libro de la Ley; más bien, medita en él de día y de noche, para
que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él. Así tendrás éxito, y todo te saldrá bien”
(Josué 1:8).
"Meditar" significa "pensar sobre, permanecer en, revocar, y estudiar en detalle." Uno que
medita cree que Dios ha hablado al hombre, que la Biblia es un registro de lo que Él ha dicho,
y que la Palabra de Dios es verdad.
OBEDEZCA LA PALABRA:
No es sólo la meditación que produce el éxito, también es la obediencia a la Palabra...
“... guardes y cumplas todo lo que está escrito en él. Así tendrás éxito, y todo te saldrá bien”
(Josué 1:8).
Antes que Salomón se volviera el Rey de Israel, David le dio este consejo:
"Ahora pues, hijo mío, Jehová sea contigo. Sé prosperado y edifica la casa de Jehová tu Dios,
como él ha hablado de ti. Que Jehová te dé inteligencia y entendimiento, para que cuando te
comisione sobre Israel guardes la ley de Jehová tu Dios” (1 Crónicas 22:11-12).
CONOZCA SU PROPÓSITO:
Dios tiene un propósito específico para cada creyente. Conocer su propósito involucra tener
visión espiritual, un conocimiento de por qué usted existe y lo que Dios lo ha llamado a hacer.
(Usted puede aprender más sobre esto en el curso del Instituto Internacional Tiempo de
Cosecha, "Administración Por Objetivos".)
Un hombre con una visión no vive en el pasado, preocupándose con los errores y fracasos o
solamente regocijándose sobre el éxito. Visión y conocimiento claros del propósito ayuda a
usted a enfocar en el futuro. Cuando Pablo dijo:
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado. Pero una cosa hago: olvidando lo que
queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante” (Filipenses 3:13).
TENGA UN PLAN:
Usted nunca logrará su propósito a menos que usted tenga un plan para hacerlo. Usted puede
aprender a planear en el curso del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha, "Administración
Por Objetivos."
Las prioridades del reino pueden ser establecidas a través de la organización apropiada. (Vea
Hechos 6:1-7.)
SIGA EL EJEMPLO:
Como usted aprendió en este curso, Jesús es el ejemplo del mayor líder espiritual. Jesús dijo:
“Porque ejemplo os he dado, para que así como yo os hice, vosotros también hagáis” (Juan
13:15).
Cuando usted compara a sí mismo con algo otra cosa que no el ejemplo de Cristo esto no es
bueno. Jacob comparó a José con sus hermanos y desencadenó eventos motivados por celos
y odio. El pueblo de Israel se comparó con otras naciones y adoptaron sus caminos errados.
Saúl escuchó una comparación de él con David y se envenenó con celos.
La comparación puede ser útil para expandir su visión y desafiarlo a cumplir su potencial. Pero
los logros de otra persona no son la norma para su vida. Su éxito no es medido por la
actuación de otros. Por esta razón la pregunta de Pedro al Señor sobre Juan, "Señor, y qué de
este", recibió el reproche, "qué tiene esto que ver contigo? Tu, sígueme." (Juan 21:21-22).
“Pero el que no entendió, aunque hizo cosas dignas de azotes, recibirá pocos azotes. Porque de
todo aquel a quien le ha sido dado mucho, mucho se demandará de él; y de aquel a quien
confiaron mucho, se le pedirá más” (Lucas 12:48).
Cuanto más victorioso usted es, tanto más Dios requiere de usted. Éste es el precio del éxito.
PRUEBA PERSONAL
1. Escriba el Versículo Llave de memoria.
2. Defina el éxito.
3. ¿Cómo el éxito en el Reino de Dios difiere de éxito del mundo?
4. Resuma los principios básicos del éxito que usted aprendió en esta lección.
(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)
basa su prosperidad en las normas de Dios está satisfecha y feliz. Lea la conclusión en
Eclesiastés 12:13-14.
4. Los libros de 1 e 2 Timoteo y Tito fueron remitidos a hombres jóvenes en posiciones de
liderato en el ministerio. Estudie estos libros cuidadosamente y liste los principios de éxito que
el Apóstol que Pablo comparte.
5. Recuerde esto: "es mejor intentar y fallar que no hacer nada y tener éxito." ¡Usted nunca
falla hasta que usted diga, "Yo estoy desistiendo!"
6. Las finanzas son muy importantes al ministerio victorioso. Usted necesita del dinero para
lograr la obra de Dios. Aquí están algunos principios bíblicos del éxito financiero:
Dios es su fuente: Génesis 22:14.
Dios quiere que usted tenga éxito financieramente: Salmos 35:27; 23:1; Marcos 12:43-44;
Efesios 3:29; Gálatas 3:13; 1 Timoteo 6:17; 3 Juan 2.
Si usted colocar el Reino de Dios en primer lugar, Él suplirá sus necesidades: Mateo 6:33.
El éxito financiero es un premio para:
■ Dar a Dios la prioridad: Proverbios 3:9-10; Mateo 6:33
■ Amar a Dios: Proverbios 8:21
■ Dar gloria a Dios: Proverbios 10:22
■ Desear ser piadoso: Proverbios 13:21; 15:6
■ La humildad: Proverbios 22:4
■ La prontitud para dar: Proverbios 22:9
■ Confiar en Dios: Proverbios 28:25
■ Sembrar liberalmente: Proverbios 11:24-25; Lucas 6:38; 2 Corintios 9:6,10 Dios le da el
poder para conseguir riquezas: Deuteronomio 8:18-19
La riqueza es resultado de trabajo:
■ Trabajo diligente: Proverbios 10;4; 13:4
■ Trabajo inteligente: Proverbios 10:5
■ Trabajo honrado: Proverbios 13:11
■ Trabajo callado: Proverbios 14:23
Dar le hace financieramente victorioso. Usted debe dar:
■ Primero al Señor: Malaquías 3:1-2; Proverbios 3:9-10
■ Alegremente: 2 Corintios 9:7
■ De buena voluntad: Éxodo 25:2; 1 Crónicas 29:9; 2 Corintios 8:12
■ Libremente: Esdras 2:68
■ Conforme su habilidad: Mateo 5:42; Hechos 11:29; 2 Corintios 8:12; Deuteronomio 16:17;
Esdras 2:69
■ Para la gloria de Dios: Mateo 6:3
■ Con simplicidad: romanos 12:8
■ A los pobres: Proverbios 3:27-28; 19:17; 21:13; 28:27
VERSÍCULO LLAVE:
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: --Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz y sígame” (Mateo 16:24).
INTRODUCCIÓN
En este curso usted ha aprendido sobre la administración de recursos espirituales a través del
liderato apropiado. Usted ha aprendido cómo ser un buen mayordomo y a liderar como un
siervo y pastor.
Usted aprendió de las calificaciones y tareas de los líderes, la importancia de la unción y cómo
tomar decisiones y resolver problemas. Usted estudió principios de éxito y fue advertido de
cosas que producen el fracaso. Usted también aprendió a entrenar líderes y discípulos.
Sólo resta una pregunta: ¿Usted está preparado para pagar el alto costo de servir como un
líder espiritual?
CALCULANDO EL COSTO
Jesús enfatizó la importancia de calcular el costo antes de que usted tome decisiones
espirituales. Él usó dos ejemplos naturales, aquellos de un hombre que edifica una torre y de
un rey que va a guerrear:
“Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los
gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después de haber puesto los
cimientos y al no poderla terminar, todos los que la vean comiencen a burlarse de él, diciendo:
'Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
¿O qué rey, que sale a hacer guerra contra otro rey, no se sienta primero y consulta si
puede salir con diez mil al encuentro del que viene con veinte mil? De otra manera,
cuando el otro rey está todavía lejos, le envía una embajada y pide condiciones de
paz” (Lucas 14:28-32).
Por estos ejemplos Jesús ilustró la importancia de calcular los costos antes de que usted haga
un compromiso espiritual. ¿Cuáles son los costos de servir como un líder espiritual?
"llevar la cruz." Llevar la cruz es un hecho voluntario, no algo impuesto por las cargas de la
vida. Es una continua (diaria) decisión en negar los deseos del ego para hacer la voluntad de
Dios.
Jesús dijo, “cualquiera que no toma su propia cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi
discípulo”. Llevar la cruz no es agradable a la naturaleza humana porque involucra el auto-
rechazo. Debe hacerse voluntariamente por causa de Cristo.
Para llevar la cruz, usted debe vaciar sus manos de las cosas del mundo. Si su corazón está
fijo en el dinero y cosas materiales, sus manos están demasiado llenas para llevar la cruz. Si
su tiempo es consumido por el placer y cosas que agradan la carne, sus manos están
demasiado llenas para llevar la cruz. Después de negar el ego y llevar la cruz, el próximo paso
es seguir. Usted debe dejar atrás el viejo estilo de vida y las relaciones pecadoras.
Usted nunca se volverá un líder por sentarse y esperar que esto acontezca. USTED debe
tomar los primeros pasos: Niegue a sí mismo, tome su cruz, y siga. Mateo podría permanecer
a la mesa de los impuestos y Pedro en sus redes. Los dos podrían seguir con sus
ocupaciones honestamente y podrían haber disfrutado de experiencias espirituales. Pero si
ellos querían volverse líderes espirituales, ellos tenían que dejar la vieja ocupación y entrar en
la nueva. Mateo salió de la mesas de los impuestos y Pedro dejó sus redes.
Esto no significa que todos debemos dejar nuestros trabajos y casas actuales para volverse
un líder. Lo que significa es que esto requerirá un cambio en nuestro estilo de vida. En
algunos casos puede significar también dejar casa, trabajo y personas amadas por causa del
Evangelio. Usted debe seguir dondequiera que Jesús lo envíe.
“Prioridades apropiadas” significan que usted debe dejar todo el resto para aceptar este
llamado:
“Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todas las cosas que posee, no puede ser mi
discípulo” (Lucas 14:33).
Servir a otros debe volverse una prioridad:
“Entre vosotros no será así. Más bien, cualquiera que anhele ser grande entre vosotros será
vuestro servidor; y el que anhele ser el primero entre vosotros, será vuestro siervo. De la misma
manera, el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en
rescate por muchos” (Mateo 20:26-28).
El Reino de Dios debe volverse su prioridad principal:
"Por tanto, no os afanéis diciendo: '¿Qué comeremos?' o '¿Qué beberemos?' o '¿Con qué nos
cubriremos?'
Más bien, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas” (Mateo 6:31,33).
OBJETIVOS ABSOLUTOS: (LUCAS 9:61-62)
El tercer hombre en Lucas 9:57-62 quiso seguir, pero él quiso hacer esto en sus propias
condiciones. Ofrecer su adiós a los familiares era una cosa normal para
hacerse, pero Jesús lo había llamado. ¿Cuál era su objetivo real en la vida? ¿Él quiso
volverse un líder o seguir su propio plan para la vida? Los objetivos de este hombre en la vida
no estaban establecidos. Él estaba deteniéndose, dividido entre la vieja vida y la nueva a cual
Jesús llamó. Su objetivo absoluto en la vida no era el llamado de Dios. Su compromiso con el
liderato debe ser completo. Debe volverse el objetivo absoluto de su vida.
UN DESAFÍO FINAL
Siempre recuerde su gran responsabilidad como un líder:
“El discípulo no es superior a su maestro, pero cualquiera que es plenamente instruido será
como su maestro” (Lucas 6:40).
No se descorazone por los problemas con los seguidores. Jesús experimentó tales problemas.
En una ocasión, Pedro, Santiago y Juan exhibieron una actitud odiosa queriendo llamar fuego
del cielo para destruir un pueblo no receptivo de Samaritanos (Lucas 9:51-55). Pedro negó al
Señor tres veces (Lucas 22:54-62). Los tres estaban dormidos en el Jardín de Getsemaní
cuando Él les dijo que orasen (Lucas 22:45-46).
Pero este puñado de seguidores fue digno de la inversión de tiempo y ministerio de Jesús.
Ellos demostraron ser hombres fieles, a pesar de sus faltas y fracasos. A través de ellos, el
Evangelio se extendió a lo largo de las naciones del mundo. ¿Si usted está deseoso de pagar
los altos costos para servir como un líder espiritual, es posible que usted, también, pueda ser
usado por Dios para levantar tales seguidores comprometidos?
Yo oí un llamado, "sígame"... esto fue todo. Las alegrías de la tierra se tornaron oscuras; Mi
alma lo persiguió.
Yo levanté y seguí... esto fue todo.
PRUEBA PERSONAL
1. Escriba el Versículo Llave de memoria.
2. ¿Cuál fueron los tres aspectos del costo del liderato discutidos en esta lección?
(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)
APÉNDICE
Este Apéndice provee la oportunidad de aprender más sobre los principios del liderato
estudiando las vidas de personajes importantes en la Biblia.
Una "biografía" es la historia de vida de alguien. Cuando usted estudia la vida de una persona
importante en la Biblia, usted está haciendo un "estudio biográfico." Estudiando las vidas de
personajes de la Biblia usted puede aprender de sus experiencias. La Biblia declara:
“Estas cosas les acontecieron como ejemplos y están escritas para nuestra instrucción, para
nosotros sobre quienes ha llegado el fin de las edades” (1 Corintios 10:11).
Los eventos que pasaron en las vidas de los personajes de la Biblia fueron registrados para su
beneficio. Sus experiencias pueden enseñarle grandes lecciones espirituales sobre el liderato.
Observando sus fracasos como líderes usted puede aprender sobre los errores a evitar.
Observando su éxito como líderes usted podrá desarrollar en su propia vida las calidades
positivas del liderato.
Aquí están cuatro pasos para seguir al hacer un estudio biográfico:
PASO UNO: SELECCIONE LA PERSONA A SER ESTUDIADA:
Usted puede escoger un personaje que es de interés especial a usted. Usted puede querer
escoger a una persona de la lista en Hebreos 11, Gálatas 3:7 o Lucas 4:27. Usted puede
estudiar a una persona importante en el libro de la Biblia que usted está leyendo o estudiando
presentemente. Recuerde que el más gran estudio biográfico de todos es la vida de
Jesucristo.
Tenga el cuidado para no confundir los nombres. Hay unos 30 Zacarías, por ejemplo, en la
Biblia, 20 Natán, 15 Jonatán, 8 Judá, 7 Marías, 5 Santiago, y 5 Juan. Esté seguro que los
versículos que usted está estudiando son realmente sobre la persona que usted ha
seleccionado y no otro individuo con el mismo nombre.
También esté alerta para las personas que tienen más de un nombre. Por ejemplo, el nombre
de Jacob fue cambiado para Israel, el nombre de Abram fue cambiado para Abraham, y el
nombre de Saulo fue cambiado para Pablo.
El Escenario Geográfica:
Judá
La Descripción Física:
De hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo: 1 Samuel 9:2, 10:23. Él fue descrito
como joven y apuesto: 1 Samuel 9:2.
Eventos Significantes:
Primero encuentro con Dios: 1 Samuel 9:15-27
Conversión: 1 Samuel 10:9
CAPÍTULO DOS:
1. Efesios 4:11.
2. 2, 1, 4, 3, 5, 6, 7
3.
Ancianos Diáconos Obispos
CAPÍTULO TRES:
1. Salmos 92:10.
2. "Ungir" significa dedicar o consagrar algo o alguien aplicando el aceite.
3. El aceite es un símbolo del Espíritu Santo. Ungir una persona con el aceite es simbólico
del Espíritu Santo cubriéndola para un propósito específico.
4. La unción del leproso es para la relación; la unción del sacerdote es para la santidad; y la
unción del líder es para posición y poder.
5. Dios es la fuente de la unción para el ministerio.
6. La unción establece su posición en Dios, le permite cumplir los propósitos de Dios, le da
sabiduría para liderar, y descanso de los yugos de esclavitud en aquellos a quien usted
ministra.
CAPÍTULO CUATRO:
1. Efesios 2:10.
2. Las calificaciones no son habilidades naturales. Ellas son calidades de carácter y
conducta. Las calificaciones bíblicas para el liderato son las calidades de carácter y conducta
descritas en la Palabra de Dios como requisitos para los líderes. Ellas son evidencias de un
estilo de vida piadoso.
3. El fruto de evangelización es ser un testigo poderoso del mensaje del Evangelio.
4. Vea la lista de las calidades de Cristo cedidas en el Capítulo Cuatro.
5. 9, 7, 8, 5, 6, 2, 4, 3, 1
6. Los pasajes son 1 Timoteo 3 y Tito 1.
7. Que ellos sean nacidos de nuevo, bautizados en el Espíritu Santo, tengan un llamado
específico y unción de Dios para ser un líder, y sean espiritualmente maduros.
CAPÍTULO CINCO:
1. Filipenses 2:5-7.
2. El liderato de siervo.
3. Jesucristo.
4. El poder en el liderato como siervo es que él reduce a una persona y la humilla al punto
que él puede ser usado por Dios. Esto se ilustra en la vida de Jesús.
5. Los líderes seculares tienen el dominio sobre sus seguidores, ellos ejercen la autoridad
sobre ellos, y actúan como jefes y señores.
6. Nosotros servimos el Cuerpo de Cristo y la humanidad perdida y agonizante. En la
realidad, nuestro servicio es para el Señor.
7. Compare su resumen con lo que fue cedido en Capítulo Cinco.
CAPÍTULO SEIS:
1. 1 Pedro 5:2-3.
2. Jesucristo.
3. Todos los verdaderos creyentes en Jesús son parte del rebaño.
4. Compare su resumen con lo que fue cedido en Capítulo Seis.
5. Compare su resumen con lo que fue cedido en Capítulo Seis.
CAPÍTULO SIETE:
1. Efesios 4:11-12.
2. Capacitar los creyentes para la obra del ministerio.
3. Capacitar es preparar o equipar a los creyentes para la obra del ministerio. Involucra la
enseñanza, predicación, demostración, entrenamiento, y movilización.
4. Los resultados cuando los creyentes son propiamente "capacitados" para la obra del
ministerio incluyen:
■ La obra del ministerio es hecha: Efesios 4:12
■ El Cuerpo de Cristo (la Iglesia) es edificada: Efesios 4:12
■ Las personas alcanzan la madurez espiritual: Efesios 4:13-15
■ Resulta en unidad: Efesios 4:13
■ Las personas son transformadas en la imagen de Cristo: Efesios 4:13
■ Las personas son establecidas doctrinalmente, arraigadas en la verdad: Efesios 4:15-16
■ El Cuerpo de Cristo funciona eficazmente: Efesios 4:16
5. Compare su resumen con lo que fue cedido en Capítulo Siete.
CAPÍTULO OCHO:
1. Proverbios 16:9.
2. El acercamiento bíblico no es voto o decisión de la mayoría. Dios establece a los líderes
en la iglesia para tomar las decisiones.
3. Compare su resumen con lo que fue cedido en Capítulo Ocho.
4. El modelo para tomar decisiones es un ejemplo para seguir cuando haciendo opciones.
5. Un modelo provee un ejemplo a seguir.
CAPÍTULO NUEVE:
1. 2 Timoteo 3:16-17.
2. Compare su resumen con lo que fue cedido en Capítulo Nueve.
3. Compare su resumen con lo que fue cedido en Capítulo Nueve.
CAPÍTULO DIEZ:
1. Lucas 6:40.
2. Entrenar otros es una responsabilidad importante porque aquellos a quien usted entrena
se tornarán como usted.
3. Nosotros entrenamos a líderes y discípulos con el propósito de ir a todas las naciones,
enseñando el Evangelio, bautizando, y guiando los convertidos hasta la madurez espiritual a
través de más enseñanza.
4.
■ Dependa de Dios.
■ Hágale un asunto de oración.
■ Tome la iniciativa.
■ Mire el potencial, no los problemas.
■ Aclare los costos.
■ Seleccione aquellos que reúnen los requisitos básicos.
5.
■ Asociación
■ Instrucción
■ Demostración
■ Consagración
■ Participación
■ Visión
■ Vigilancia
■ Comisión
6. El modelo de Efeso.
CAPÍTULO ONCE:
1. Proverbios 24:16.
2. Para una lista de aquellos que volvieron del fracaso al éxito vea la discusión en Capítulo
Once.
3. Para una lista de aquellos cuyas vidas acabaron en el fracaso vea la discusión en
Capítulo Once.
4.
■ Revelando
■ Arrepintiéndose
■ Volviendo
■ Restaurando
5. Fracaso en la relación y debido a los actos de comisión u omisión.
CAPÍTULO DOCE:
1. Josué 1:8.
2. En el Reino de Dios, éxito es el uso máximo de los dones y habilidades de uno dentro del
ámbito de las responsabilidades dadas por Dios. Usted tiene éxito cuando usted usa sus
recursos espirituales adecuadamente para la obra de Dios.
3. Compare su explicación con la discusión en Capítulo Doce.
4. Compare su resumen con la discusión en Capítulo Doce.
CAPÍTULO TRECE:
1. Mateo 16:24.
2. Tres aspectos importantes de los costos del liderato son los costos considerados,
prioridades apropiadas, y objetivos absolutos.
3. La verdadera prueba del liderato es lo que pasa cuando usted ya no está presente con
aquellos a quien usted ha liderado. ¿Ellos continúan siendo fieles a lo que usted les ha
enseñado? ¿Ellos enseñan lo que ellos han aprendido a otros? ¿Ellos pueden continuar
madurando espiritualmente sin su presencia física?