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Alfredo Matínez. Devotio Moderna

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Seminario San Carlos y San Ambrosio

Teología e Historia de la Espiritualidad

La transición del Mundo Medieval


al Mundo Moderno

La Devotio Moderna.
Espiritualidad metódica y afectiva

Alfredo Miguel Martínez Ross


III de Teología
La Habana, Noviembre 2021
Introducción
Después de amplios movimientos gloriosos tanto de tipo teológico como
espirituales, entre lo que podemos citar, el surgimiento de las órdenes
mendicantes, el patrimonio espiritual de las escuelas franciscana, dominicana,
carmelitana y agustina; después de que la historia conociera grandísimos
teólogos de la talla de santo Tomas de Aquino, Pedro Lombardo, san Anselmo
de Canterbury, san Buenaventura, Duns Escoto, el siglo XIV se hace notar por
una decadencia tanto a nivel eclesial, social como espiritual. Amén de esto,
dicho siglo va a contar con dos movimientos espirituales que de algún modo
arrojarán algo de luz, estos son la mística renana al principio del siglo, y la
Devotio Moderna al final. Este último, tema del trabajo presente, se convertirá
en la corriente espiritual principal del siglo XV.
La expresión Devotio Moderna no es fácil de expresar. Si nos centramos en
el análisis de cada uno de los términos, vemos que Devotio, devoción es según
santo Tomás «un acto de quien de alguna manera se ofrece a Dios para estar del
todo sometido a él»1 Moderna sería, por otro lado, una adjetivo modificador de
Devotio que equivale a nuevo o novedoso; luego el sentido de ambos términos
sería: formas de someterse a Dios puestas al día.
Esta delimitación no agota de manera ni siquiera cercana, el gran volumen de
contenido que realmente se quiere expresar. No favorecería la comprensión del
fenómeno histórico-religioso que constituyó la Devotio Moderna. Por eso es
necesario también la presentación de un contexto histórico que ilustre el
ambiente donde surgió y se desarrolló dicha espiritualidad, además de hacer un
acercamiento a sus fundadores, a las instituciones en que se concretaron dichos
ideales y a algunos de los principales autores y obas por ello realizadas.

1
SANTO TOMÁS DE AQUINO, Suma de teología IV. Parte II-II b. C. 82, A. 1, Madrid 20013, 32.
1
Contexto histórico
Una de las enfermedades que más azotó a la humanidad fue la peste negra,
esta acabó según algunos historiadores con un tercio de la población mundial.
Esta catástrofe pandémica está enmarcada en el siglo XIV. La enfermedad,
originada en Asia, es importada a Europa por medio de los marinos que
establecían las rutas de comercio de sedas y especias con el oriente. Se comienza
a extender con fuerza en el año 1348. Esta enfermedad trajo consigo una amplia
movilidad social y una contracción del área cultivable, lo que hace que la
producción agraria decrezca sobremanera.
Este tiempo es caracterizado por muchas guerras entre reinos cristianos y
también por las cruzadas que quería recuperar los Santos Lugares para
Occidente.2
Otro fenómeno que marca la vida de la Iglesia en este tiempo es el llamado
Cisma de Occidente que sucede desde 1378 hasta 1417. Durante ese período
llegan a convivir dos papas uno en Roma y otro en Aviñón, Francia, e incluso
en algún momento tres. Toda la cuestión cismática se acaba con la elección de
Martín V en 1417 durante el Concilio de Constanza, en un cónclave que depuso
a los antipapas Juan XXIII (papa en Pisa) y Benedicto XIII (papa en Aviñón).
Aceptó también la renuncia de Gregorio XII (papa de Roma).
En este momento surgen en la espiritualidad popular varios elementos
interesantes producto de la misma situación histórica que se vivía. Reina en la
gente sencilla un sentimiento de culpabilidad debido a que entienden la peste
negra como una consecuencia o una medida que Dios toma ante sus pecados.
La enfermedad es vista como castigo. Esto despierta un miedo a la muerte que
genera lógicamente sufrimiento. Surgen grupos que hacían penitencias públicas
para expiar los pecados y hacer que cesara la «ira de Dios». Ejemplo de estos
eran los flagelantes.3 En esta época surgen las cofradías, proliferan distintas
espiritualidad en torno a la muerte y el purgatorio. Las indulgencias, que en un
principio eran ofrecidas solamente a los que participaban en las cruzadas, ahora
se extienden sus beneficios a toda la gente que quisiera disminuir la pena
contraída por el pecado.
Aumenta la devoción a las imágenes de Jesús flagelado y a la Piedad que
sostiene en sus brazos a Cristo muerto. Aparece el viacrucis donde se acompaña
2
Hubo nueve cruzadas. La primera convocado por Urbano II en el 1095 y duró hasta 1099. La
última fue hasta 1291, con la pérdida de Acre en Túnez.
3
Miembros que participan en una agrupación religiosa que practicaban la flagelación. Viajaban
en grupos organizados, unidos por votos que los obligaban a abstenerse de todo placer físico y les
incitaba a soportar torturas y flagelaciones. En 1349, por medio de la bula "Inter sollicitudines"
Clemente VI ordena exterminar ese grupo, aunque en varios momentos volvía a resurgir. Son
suprimidos por la Inquisición. Cf. NUEVA ENCICLOPEDIA UNIVERSAL. Volumen 12, Bilbao 1999,
4610.
2
paso a paso a Jesús hasta el Calvario. Por todas las desgracias y problemas, toma
cierto auge la brujería, por la creencia en los malos espíritus; aumente el temor
al demonio y sin embargo proliferan las devociones que combaten esta realidad
oscura, es decir, se comienza a dar culto a los ángeles, sobre todo al ángel
custodio que Dios da a cada uno para su protección.4

Primera aproximación
La mística renana queda en entredicho con la bula In agro dominico5. Dada
también su profundización metafísica, era de esperar que se dieran algunos
errores entre sus seguidores. Esta espiritualidad estaba dedicada a una élite de
religiosos y monjas con larga formación espiritual, por lo que era inviable para
los clérigos y personas sencillas acceder a esta forma de espiritualidad.
Tras la muerte del maestro Eckhart, de Tauler y Susón, la zona renana
necesitaba una nueva guía espiritual. Es en ese momento cuando nace en
Holanda la Devotio Moderna, una espiritualidad con alguna influencia de la
mística renana y flamenca, pero más sencilla, menos vulnerable a herejías y que
ponía en práctica una piedad menos ambiciosa y psicológicamente más
accesible. Con el nombre de Devotio Moderna se conoce en la historia de la
espiritualidad a este movimiento que surge a finales del siglo XIV en los Países
Bajos, florece allí durante todo el siglo XV y se diluye después, no sin dejar
huellas en toda la espiritualidad occidental.
Se reconocen como fundadores o creadores de esta escuela o forma de
espiritualidad a Gerardo Groote y Florencio Radewijns.

Gerardo Groote
Nace en Deventer, perteneciente a la diócesis de Utrecht, en 1340; después
de estudiar en París, obtiene beneficios eclesiásticos en Aquisgrán y en su
diócesis. Hijo de padres acaudalados dedicados al comercio de paños. En 1374
se convierte y renuncia a su fortuna tras una conversación con el prior de la
cartuja de Monnikhuizen, Enrique Eger. Entrega sus riquezas a los pobres, su
casa a un grupo de beguinas6, e inicia la meditación de la biblia y los Santos

4
Cf. J. DE COS, Historia de la espiritualidad cristiana, Salamanca 2019, 162-164.
5
En 1329 el papa Juan XXII condenó algunas proposiciones contenidas en la obra del maestro
Eckhart. La bula In agro dominico subraya especialmente algunos puntos, como por ejemplo, la
teoría sobre la eternidad del mundo, que habría sido creado al mismo tiempo que la generación
del Hijo, la no necesidad de pedir cosas a Dios, la transubstanciación del creyente en Dios, que
implica que todo lo dicho sobre Cristo en las Escrituras se puede aplicar al hombre divinizado de
esa manera. Cf. M. FRÖSCHLE, «Eckhart, maestro», Diccionario de la mística, Burgos 2000, 319-
328.
6
Designación medieval de aquellas mujeres que desde fines del siglo XII rechazaban, al menos
temporalmente, las funciones corrientes de la mujer, consistentes en ser esposas y madres o bien
3
Padres. Groote compuso unas minuciosas normas a modo de reglamento para
las beguinas a las que había dado su casa. Las piadosas mujeres que aceptaron
aquellas radicales normas de vida tomaron el nombre de Hermanas de la Vida
Común. Eran en total unas 16 mujeres que decidieron vivir en comunidad, pero
sin hacer votos religiosos; renunciaban a los bienes patrimoniales, se dedicaban
a curar enfermos, a la enseñanza de las jóvenes y a las labores domésticas.
Groote recibe también la influencia de Jan van Ruysbroeck7 en Groenendael:
«el acercamiento a Dios no puede ser sino con un conocimiento perfecto del
dogma, una oración variada y un amor sereno»8, peo también se siente atraído
por el apostolado y desea proponer a los fieles métodos para vivir más
cristianamente; sin embargo no quiere ser sacerdote ni fundar una comunidad
religiosa tradicional.
A Groote se le prohíbe la predicación por no ser clérigo lo que le lleva a
ordenarse de diácono. Reorganiza a sus seguidores, entre los que estaban
estudiantes pobres, clérigos y laicos, y redacta para ellos una regla interior.
Conviven en la oración y el trabajo manual de la copia de manuscritos. Nacen
así ls primeros Hermanos de la Vida Común.
El día comenzaba a las tres de la madrugada. Tras levantarse, oraban durante
dos horas, meditando y leyendo las Sagradas Escrituras. A las cinco se retiraban
a sus respectivas celdas para iniciar el trabajo, parece que trabajaban en
solitario, continuando en su labor hasta la hora de la Santa Misa. Concluida la
celebración regresaban a su celda hasta la hora de la primera comida. Tras la
comida regresaban a la celda hasta la hora Nona. Tras el rezo individual
continuaban su trabajo hasta las ocho de la tarde, solo interrumpido por una
corta meditación. Si precisaban más alimentos, los consumían en la celda. El
día concluía con un examen de conciencia personal, previo al descanso nocturno
de seis horas, el cual daba comienzo a las nueve de la noche.9

monjas, para elegir una nueva forma de vida. Las beguinas vivían generalmente en común en casas
y en conventos, y más tarde tuvieron también sus propios asentamientos dentro de las ciudades, a
pesar de numerosas prohibiciones llevaban una vida errante. La finalidad de esta forma de vida
era la de quedar libres para una intensa vida de piedad, sin estar ligadas durante toda la vida por
votos monásticos. Cf. P. DINZELBACHER, «Beguinas», Diccionario de la mística, Burgos 2000,
135-136.
7
Jan van Ruysbroeck nació probablemente en el distrito de Bruselas que lleva su nombre, recibió
la ordenación sacerdotal en 1317 y realiza las funciones de capellán y coadjutor de la Iglesia de
santa Gúdula. En 1343 junto con dos sacerdotes deja la ciudad para llevar una vida contemplativa
en la soledad del bosque de Soignes en Groenendael. La comunidad adopta la regla de San Agustín
y Ruysbroeck es su primer prior. Es allí donde conoce a Groote. Cf. G. G. DE BAERE, «Ruusbroec,
J», Diccionario de la mística, Burgos 2000, 899-902.
8
J. SÁNCHEZ, Historia de la Iglesia. II: Edad Media, Madrid 2005, 517.
9
Cf. Ibíd. 518.
4
Muchos, incluido el clero, se opusieron al reformador por su predicación
sobre la decadencia moral y en 1383 se le revocó su licencia para predicar. No
obstante, su celo por la purificación de la fe y moral católicas de sus seguidores,
ganó a muchos a su causa. Miembros del clero secular se sumaron también a
esta hermandad que, a su debido tiempo, fue aprobada por el papa. Groote
muere en 1384 debido a la peste negra.
Los Hermanos de la Vida Común eran en muchos aspectos similares a las
comunidades begardas y beguinas que había florecidos dos siglos antes, pero
que para el siglo XIV estaban en declive. Sus miembros no hicieron ni votos
monásticos ni pidieron limosnas, su primer objetivo era cultivar la vida interior,
y trabajaban por el pan de cada día. Los libros y la biblioteca eran fundamentales
para las comunidades de hermanos, cuyas escrupulosas copias de obras de
piedad sostenían sus casas y ponían en muchas manos los textos en los que
encontraban sustento espiritual. Los hermanos se ocupaban de la literatura y la
educación y sus sacerdotes de la predicación.

Florencio Radewijns
Tras la muerte de Groote en 1384, toda su obra y sus ideas no concretizadas
fue proseguida por Florencio Radewijns. Nació en 1350 en Leyden, Holanda.
Después de brillantes estudios en la universidad de Praga, fue nombrado
canónigo de la iglesia de San Pedro en Utrecht, y por algún tiempo se entregó a
una vida que poco tenía que ver con su cargo, hasta que conoce a Groote,
renuncia a la canonjía, que cambió por un humilde beneficio en Deventer,
después de haberse ordenado sacerdote.10
Radewijns es un verdadero promotor de la Devotio Moderna. Desconfiado
de toda especulación, cargaba el acento sobre la ascética práctica; el ejercicio
de las virtudes conduce a la purificación del corazón y forma al cristiano en el
seguimiento de Cristo: «Lo que el hombre hace ha de hacerlo a la gloria de
Dios»11
Muy pronto bajo la influencia de Radewijns, comunidades como la de
Deventer se constituyen en Hoorn (1385), Amersfoort (1395), Almelo (c.1395)
y Zwolle (1396). En 1398, el obispo de Utrecht acepta oficialmente la existencia
de la casa de Deventer y en 1401, aprueba el género de vida, que más tarde será
ratificado por el concilio de Constanza.
Para esta fecha los hermanos son muy numerosos. Entre 1400 y 1450, se
fundan muchas casas en Holanda (Delft y Groningen); van fundando también

10
Cf. ENCICLOPEDIA UNIVERSAL ILUSTRADA EUROPEO-AMERICANA. Tomo XLIX, Bilbao 1923,
132.
11
F. RADEWIJNS en DIJK VAN, TH. M., «Radewijns, Florencio», Diccionario de la mística, Burgos
2000,873.
5
en las regiones más al sur (Lovaina, Cassel, Bruselas) y en Alemania (Münster,
Magdeburgo).12 Sin embargo no tratan de formar una orden, sino solo un grupo
de comunidades que poseen el mismo ideal sin una verdadera jerarquía
establecida. No se puede comparar la comunidad de hermanos a una abadía,
monasterio o convento, no solo por los fines específicos sino porque la
organización interna de cada establecimiento es distinta.
Antes de morir, Groote esbozó otra empresa aparentemente diferente, pero
que responde, de hecho, a intenciones parecidas. Deseaba que los sacerdotes
fuesen formados para presidir el culto entre los hermanos y para servir, si fuese
necesario, de directores de conciencia, de este modo pretendía abrir un
movimiento de reforma al interior del clero que en aquella época era decadente.
Este proyecto lo confió a Florencio Radewijns y a Henri de Wilsen, con el
encargo de fundar una escuela de observancia claustral y de vida mística según
las ideas de Jan van Ruysbroeck.
Con este propósito se abrió en 1387 la abadía de Windesheim, cerca de
Zwolle, sometida a la regla de San Agustín y que muy pronto se extendió en
Holanda, Zelanda, Gueldres y por Alemania en Brunswick, Hildesheim,
Halberstadt, Verden, reformando antiguas comunidades canonicales e
influyendo a veces en los mismos eremitas de San Agustín. La congregación de
Windesheim guarda estrechas relaciones con los hermanos de la Vida en
Común. El movimiento espiritual de la Devotio Moderna toma cuerpo en la
asociación de los Hermanos de la Vida Común y en la Congregación de
Canónigos Regulares de Windesheim, instituciones que le dieron consistencia,
al asegurarles seguidores y provocar una literatura que extendió su
conocimiento y amplió su influencia.
Radewijns muere el 25 de marzo de 1400 en Deventer.

Espiritualidad de la Devotio Moderna


La Devotio Moderna que marca la segunda mitad del trecento espiritual
neerlandés, tiene características que le son propias, en contraste con las
anteriores escuelas, y que le dan su propia identidad.
Es una espiritualidad eminentemente cristocéntrica, insisten en seguir los
ejemplos de Cristo, ya que Él es el compendio de las virtudes y conforme a su
vida se ha de moldear la nuestra. No sin razón el libro más representativo de la
Devotio es De imitatione Chriti, que comienza con estas palabras:
«Quien me sigue no anda en tinieblas, dice el Señor. Estas palabras son de Cristo,
con las cuales nos aconseja imitemos su vida y costumbres si queremos ser

12
Las ciudades y las fechas fueron tomadas de J. SÁNCHEZ, Historia de la Iglesia. II: Edad Media,
Madrid 2005, 517.
6
verdaderamente esclarecidos y vernos libres de toda la ceguera del corazón. Sea,
pues, nuestro mayor estudio identificarnos con la vida de Jesucristo»13
Jesús que debe reinar siempre en nuestros pensamientos y en el corazón debe
manifestarse en nuestras obras; para entrar en la contemplación de Cristo no hay
más camino que la imitación de su vida. Jesús debe ser entendido como ejemplo,
estímulo de vida y de las virtudes humanas.
Las obras y escritos de los autores adoptan un lenguaje y un tono en las
sentencias y aforismos al modo de los filósofos morales. Esta espiritualidad era
moralizante y práctica. Les preocupa la vida, las realidades concretas de la
santidad personal, no las teorías. En las sentencias del Kempis se nota un cierto
sabor a la moralidad estoica. Esto les lleva también a una metodización para
ordenar el ritmo de la vida y de la oración. Este elemento se llevará al extremo
tal de querer ordenar el tiempo, el lugar, la postura y hasta el contenido de cada
contemplación.
Uno de los elementos fundamentalísimos es el anti intelectualismo. «La
Devotio Moderna nace bajo el signo de oposición a cierta espiritualidad un poco
nebulosa y altamente especulativa, que poco antes había producido grandes
pensadores místicos, como el maestro Eckhart. Tiene pues algo de reacción y
crítica.»14
El lenguaje rebuscado y difícil de los escolásticos, había contagiado a los
místicos y contra semejantes especulaciones de tipo filosófico-metafísico, y a
veces enigmáticas y oscuras, reaccionan los devotos holandeses con la famosa
exclamación del Kempis:
¿Qué te aprovecha disputar sobre la Trinidad si no tienes humildad por lo que
desagradas a la Trinidad? Las palabas sublimes no hacen santo ni justo al hombre;
la vida virtuosa es lo que hace ser amado de Dios. Más deseo sentir la contrición
que saber su definición. Si supieras de memoria toda la Biblia y los dichos de los
filósofos ¿de qué te serviría sin la caridad y la gracia de Dios? (IC I, 1,3)
Todos los hombres desean saber; pero ¿de qué aprovecha la ciencia sin el temor de
Dios? Mejor es el ignorante humilde que sirve a Dios, que el soberbio filósofo que
considera el curso del cielo, y se conoce a sí mismo. (IC I, 2,1)
¿Que aprovecha disputar con sutileza sobre cosas oscuras y ocultas, y de cuya
ignorancia no seremos reprendidos en el día del juicio? (IC I, 3,1)
Como continuación del anti intelectualismo, se entiende el carácter afectivo
de dicha espiritualidad. En efecto los Hermanos de la Vida Común y sobre todo
los Canónicos de Windesheim se nutren más que de los escolásticos, de aquellos
13
T. KEMPIS, La imitación de Cristo, New York 1985, 15. Todas las citas serán tomadas de esa
misma edición. IC I, 1,1.
14
R. VILLOSLADA, «Rasgos característicos de la Devotio Moderna», Manresa 108 (1956) 328.
7
más prácticos que alimentan la devoción y la afectividad. Se puede ver la
influencia franciscana en los de Deventer pero con una nota de sobriedad y
mesura.
Esta teología práctica y afectiva era basada en la Sagrada Escritura y los
Santos Padres. Por esto su teología no se envuelve en trajes de elocuencia ni
altura lingüística, solo desean un lenguaje sencillo y asequible que fomente la
devoción. Groote utilizaba con frecuencia los salmos, los evangelios y las
epístolas de San Pablo; y de los Santos Padres casi exclusivamente a San
Agustín, San Gregorio, San Jerónimo y San Ambrosio. Iban a la biblia o a los
Padres cuando querían devoción, argumentos de meditación y normas de
conducta.
No hay un rasgo que caracterice mejor a los seguidores de la Devotio
Moderna como la interioridad, la conversión del alma a las cosas interiores y
espirituales. «Hombre interior y hombre devoto son una misma cosa»15. La
imitación de Cristo, perla de esta literatura espiritual, podría llamarse
perfectamente: Admonitiones ad interna trahentes (Consejos para la vida
interior), título de su segundo libro que comienza así:
El Reino de Dios está dentro de Vosotros, dice el Señor (…) Desprecia las cosas
exteriores y conságrate a las interiores y verás que viene a ti el reino de Dios (…)
Vendrá a ti Cristo y te dará su consuelo, si le preparas dentro de ti digna morada.
Toda la gloria y hermosura del alma es interior y allí encuentra sus delicias. (IC II,
1,1)
El movimiento y las instituciones de la Devotio Moderna se dedican casi
exclusivamente al cultivo de la vida interior. Ambas son puramente
contemplativas, no se dedican al apostolado activo, y su actividad típica es la
oración contemplativa y meditativa. La liturgia se vive con la celebración de la
Eucaristía, algo central en la espiritualidad de Deventer, pero el sentido litúrgico
está ausente. Su fuerte es la meditación personal, ascética, individual,
suavemente afectiva y metódica como se venía practicando de antes (lectio,
meditatio, oratio y contemplatio) sobre todo desde la cartuja y los monasterios
cistercienses.
El individualismo excesivo es su aspecto débil. «Todo el talante del
movimiento tenía que conducir a un subjetivismo individualista. Bueno en sí y
aprovechable, pero incompleto. Notemos que la sensibilidad y mentalidad
eclesial y comunitaria es pobre en aquellas horas de confusión doctrinal y hasta
estructural del siglo XV».16

15
R. VILLOSLADA, «Rasgos característicos de la Devotio Moderna», Manresa 108 (1956) 338.
16
B. JIMÉNEZ, «Devotio moderna. 2. La espiritualidad de la devotio moderna», GER 7, Madrid
1992, 636
8
El apartamiento o la fuga del mundo es otra de las características de esta
escuela. El silencio y la soledad son requisitos indispensables para todo devoto.
En La imitación de Cristo se dedica el capítulo 20 del primer libro entero a esta
temática; se titula Del amor de la soledad y del silencio.
Más fácil es callar siempre, que hablar sin exceder en las palabras. Más fácil es
permanecer encerrado en su casa, que guardarse fuera de ella. Por esto el que quiera
adelantar en la vida interior y espiritual, debe apartarse de la gente, como Jesucristo
(…) Si deseas sentir la contrición, entra en tu habitación, aparta de ti el ruido del
mundo y, como está escrito, ejercítate en sentimientos de compunción aun en el
mismo lecho. Lo que pierdas fuera en el mundo, lo encontrarás, con frecuencia, en
la celda. (IC I, 20,2 y 5)
La Devotio Moderna le da a la ascesis una decisiva importancia práctica y
metodológica, es el esfuerzo humano en el ejercicio de la virtud. La acción de
la gracia en el alma se supone pero se juzga más conveniente el insistir en la
colaboración intensa de la voluntad. Por eso se habla más de «las virtudes
sólidas que de las virtudes altas, de la extirpación de los vicios que de la
fidelidad a las inspiraciones del Espíritu, del heroísmo las virtudes pequeñas
que de la grandeza de las virtudes heroicas».17 Esto no quiere decir
evidentemente, que en la moderna devoción no hubiesen existido místicos o
escritores que traten de la contemplación infusa.
A modo de pequeña conclusión podemos decir que la espiritualidad de la
Devotio Moderna se caracteriza por un cristocentrismo práctico que en rechazo
a la excesiva carga metafísica de la mística de la esencia, se declara anti
especulativa, que a partir de ahí llega a un intimismo y una afectividad que se
ocupa más del propio sujeto y menos de la cosa objetiva o la comunidad. Es
caracterizado por un uso de la Sagrada Escritura, de donde se extraen los
ejemplos de moralidad para actualizar en sus vidas y practican la fuga del
mundo y valoran el silencio, la soledad y la vida ascética.

Los autores y las obras más representativas


Los dos personajes que ya hemos visto anteriormente como fundadores de
las instituciones abanderadas de la Devotio Moderna tienen algunas obras.
Gerardo Groote, la obra Conclusa et proposita (Resoluciones y propósitos)
ha sido conservada por Kempis. Tiene varios sermones, entre los que se
encuentran: De Nativitate Domini, De paupertate in die palmarum; también está
su Tractatus de matrimonio y sus Cartas.

17
R. VILLOSLADA, «Rasgos característicos de la Devotio Moderna», Manresa 108 (1956) 243-
244.
9
Florencio Radewijns tiene a su haber Modus vivendi Deo, los Quaedam
puncta, las Consuetudines de los Hermanos de la Vida Común.
Gerardo Zerbolt de Zutphen (1367-1398) es notable por sus dos obras: De
reformatione virium animae y De spiritualibus ascensionibus.
Teodorico Dirc de Herxen (1391-1457), gran propagador de los hermanos, es
autor de vario Rapiarios.
Juan Busch (1399-1479), reformador de los monasterios de su orden y de
otros por Alemania, escribe Sermones, Ejercicios, Soliloquios, el Liber de
reformatione monasteriorum, y su célebre Cronicon Windeshemense,
documento histórico donde inserta la famosa Epistola de vita et passione
Domini Nostri Iesus Chriti et aliis devotionis exercitiis, de autor anónimo, pero
que es expresiva por sus temas y por los métodos, de la Devotio Moderna.
Tomás de Kempen o Kempis (1380-1471), canónigo del monasterio de Santa
Inés, es el que más fama le ha dado a la Devotio Moderna con su Imitación de
Cristo; escrito hacia 1425, ha influenciado a los grandes ascetas cristianos,
católicos y protestantes. Se trata del libro más difundido, después de la Biblia.
Por un tiempo se dudó de la autoría de Kempis. Sin embargo, historiadores y
filólogos actuales piensan que la labor de Kempis fue la redacción final del texto
y que algunas partes de la obra pudieron ser obra de otros miembros del
movimiento.
El libro de Kempis esboza los conceptos más importantes de la Devotio
moderna, basados en la conexión personal con Cristo y las muestras activas de
amor hacia él, por ejemplo, en el sacramento de la Eucaristía durante la misa.
También su Cronicon interesa mucho por las vidas y documentos de los
fundadores. Compuso una Chronica montis St. Agnetis; escribió igualmente
Sermones, Meditaciones, tratados y oraciones, más de cien Cantica y numerosas
cartas.
Juan Wesel Gansfort (1419-1489) escribió un Tractatus de cohibendis
cogitationibus que sirvió para la metodización cada vez más rigurosa de la
oración meditativa.
Jan Mombaer (1460-1501), es el último gran representante del movimiento,
aun reforma algunos monasterios en Francia. En su Rosetum nos dejó el
esfuerzo supremo, en su grado final de evolución, de esta gran escuela de
espiritualidad.

10
Conclusiones
A modo de conclusión, ha sido muy didáctico y muy satisfactorio
intelectualmente para mí la búsqueda de información de este tema de la Devotio
Moderna y la elaboración de este pequeño opúsculo. Una riqueza que extraigo
de todo el proceso es la necesidad de ver cualquier fenómeno, ya sea en el
ámbito teológico-espiritual e incluso experiencial, dentro de su contexto, pues
muchas veces puede iluminar y hace entender el porqué de algo que se dio
después. Ver este período no abducido de su temporalidad histórica, sino
insertado dentro de su cauce.
Es evidente también y muy llamativo para mí las bases y raíces que hecha
este movimiento de la Devotio Moderna en las distintas escuelas que veremos
más adelante. Es el asombro ante la perdurabilidad y validez de un grupo de
ideas y la agudeza del genio humano que, iluminado siempre por el Espíritu de
Dios, que sopla cuando y hacia dónde quiere, las modifica, ajusta, acomoda en
su tiempo y las hace suyas. Pienso ahora mismo en la escuela jesuítica, que bebe
de este torrente de la moderna devoción.
También creo que algo podemos sacar para nuestra vida hoy, algún valor que
a nivel más personal se pueda rescatar de todo lo visto, sobretodo en este
momento de nuestra vida de formación en los que tenemos que buscar la
Imitación de Cristo.

11
Bibliografía
- AQUINO, T., Suma de teología IV. Parte II-II (b), Madrid 2001.
- COS, DE J., Historia de la espiritualidad cristiana, Salamanca 2019.
- DINZELBACHER, P., Diccionario de la Mística, Burgos 2000.
- ENCICLOPEDIA UNIVERSAL ILUSTRADA EUROPEO-AMERICANA. Tomo XLIX,
Bilbao 1923, 132.
- HUERGA, Á., «Devotio Moderna», Diccionario de espiritualidad I, Barcelona
1987, 575-580.
- JIMÉNEZ, B., «Devotio Moderna», Gran Enciclopedia Rialp 7, Madrid 1992,
635-637.
- KEMPIS, T., Imitación de Cristo, New York 1985.
- NUEVA ENCICLOPEDIA UNIVERSAL 12, Bilbao 1999, 4610.
- SÁNCHEZ, J., Historia de la Iglesia II: Edad Media, Madrid 2005.
- VILLOSLADA, R., «Rasgos característicos de la Devotio Moderna», Manresa
108 (1956) 243-244.

12

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