Claves para Controlar Impulsos Agresivos en Niños
Claves para Controlar Impulsos Agresivos en Niños
Claves para Controlar Impulsos Agresivos en Niños
agresivos en niños
08/02/2017
Fuente:
FAROS Sant Joan de Déu
Los tres primeros años de vida son cruciales. Los límites, durante esta etapa son de vital
importancia. Es durante este período que los pequeños aprenden ciertas pautas de conducta y
comienza el momento de interiorizar ciertos comportamientos y maneras de funcionar. Es muy
importante estar atentos a los síntomas tempranos y no dejar de ejercer la autoridad. Podemos
decir que los pequeños empiezan a:
Tener conciencia de las cosas, de las consecuencias de sus actos y tener sentimiento de
culpa.
Conocer y saber qué es la empatía (ayudar a los demás y ponerse en su lugar).
Tolerancia a la frustración (entender el NO, y comprender que a veces, las cosas no son
como ellos quieren).
Nos podemos encontrar con límites familiares (los que nos inculca nuestra familia y nuestros
padres) y sociales (los que la sociedad y los demás nos marcan). Podríamos decir también que,
antes de juzgar y de actuar según de qué manera, sería importante ver, detectar y actuar en función
de si las conductas agresivas de los niños vienen por una carencia educativa, o bien por rasgos de
personalidad psicopática (a menudo por una fuerte inestabilidad emocional, falta de conciencia,
falta de empatía y ausencia de culpa).
También son de vital importancia los factores como la edad y el contexto donde pasan los
eventos. No hay que olvidar que el comportamiento agresivo en los niños forma parte del desarrollo
normal; todavía están desarrollando el lenguaje, a veces quieren ser "independientes" y les cuesta
controlar los impulsos. Por lo tanto, durante esta edad puede llegar a ser bastante normal que se
manifieste algún tipo de agresividad.
También, hacia los 11-12 años (en la pre-adolescencia) es probable que vuelva a reaparecer con
fuerza esta agresividad. Nos ayudará tener presente y entender este comportamiento como una parte
necesaria del crecimiento, y una parte fundamental del proceso de socialización. No obstante, es
importante actuar y no dejar pasar ciertos comportamientos inadecuados. A menudo
encontramos niños que han adquirido un "poder" especial, que les otorga la potestad de "pegar" a
todo aquel que se le pone por delante.
La educación emocional y la disciplina positiva nos pueden dar herramientas para actuar con
firmeza y autoridad, a la vez que con afecto y empatía.
Del mismo modo, cuando antes se empieza a trabajar la autonomía y la responsabilidad, mucho
mejor funcionan las cosas después. Es muy importante el vínculo y el respeto que se establece
durante los primeros años. Cuando hablamos de responsabilidad, nos referimos a responsabilidad
consigo mismo, los demás y los diferentes contextos familiar, escolar y social.