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Von Franz - Hillman TIPLOGÍA 2

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Tipología

Junguiana

VON FRANZ

HILLMAN
CAPITULO II
LOS CUATRO TIPOS IRRACIONALES

A. Tipo Sensación Extrovertida: Intuición Introvertida Inferior


El tipo sensación extrovertida está representado en alguien cuyo don y función
especializada es percibir y relacionarse de una manera concreta y práctica con los objetos
externos. Esas personas lo observan todo, lo huelen todo, y al entrar a una habitación
saben, casi de inmediato, cuántas personas hay ahí. Después, siempre saben si XX
estaba ahí y qué vestido estaba usando. Si le haces esa pregunta a un intuitivo, te
contestará que no se fijó y que no tiene idea, y preguntará: ¿qué estaba usando? El tipo
sensación es un maestro en fijarse en detalles.

Existe la famosa historia de un profesor de jurisprudencia que trató de demostrarles a


sus alumnos lo poco fiable que son los testigos. El tenía dos personas que entraban a la
habitación, intercambiaban un par de frases y empezaban a pelear entre ellos. Los
detenía y decía: “ahora, señoras y caballeros, por favor escriban exactamente lo que
vieron”. El profesor luego mostraba que nadie era capaz de dar un reporte exacto y
objetivo de lo que había pasado. Todos se saltaban algunos puntos. Basándose en este
incidente actuado, trataba de enseñarles a sus alumnos que no debían confiar demasiado
en los testigos presenciales. Esta historia ilustra la tremenda relatividad individual de la
sensación. Está sólo relativamente bien desarrollada: algunos son más dotados y otros
menos dotados en ella. Diría que el tipo sensación extrovertida puntuaría mejor en este
campo y probablemente se saltaría menos detalles. El tipo sensación extrovertida tiene la
mejor cámara fotográfica, por decirlo así, puede rápida y objetivamente relacionarse con
los hechos externos. Esta es una de las razones de por qué este tipo se encuentra entre
los buenos montañistas, ingenieros y personas de negocios, todos los cuales tienen una
amplia y exacta conciencia de la realidad externa y todas sus diferencias. Este tipo se da
cuenta de la textura de las cosas – si es seda o lana. Tiene un cierto sentido del material.
El buen gusto está generalmente también presente.

Jung dice que estas personas dan la impresión de ser un poco sin
alma/mecánicos/materialistas. Todos nos hemos encontrado con un tipo ingeniero “frío”,
donde uno tiene la sensación de que el hombre está absolutamente dedicado a las
máquinas y a sus aceites, y ve todo desde ese ángulo. No provoca ningún sentimiento y
parece no pensar mucho tampoco. La intuición está absolutamente ausente; eso es para
él sólo el reino de una fantasía loca. El tipo sensación extrovertida llama a todo lo que se
aproxima a la intuición “fantasía loca”, imaginación completamente idiota, algo que no
tiene nada que ver con la realidad. Le puede aun desagradar el pensar, porque si es muy
parcial/unilateral considerará que el pensar es meterse en lo abstracto en vez de hablar
de los hechos. Tuve un profesor de Ciencias Naturales que era el tipo sensación
extrovertida, y nunca le podíamos hacer preguntas teóricas generales; llamaba a eso
desviarse hacia un pensamiento abstracto y decía que teníamos que apegarnos a los
hechos – miren al gusano, vean cómo se ve y luego dibújenlo, o miren en el microscopio y
describan qué ven ahí. Eso es Ciencias Naturales, todo el resto es fantasía y teoría y
tontera. Era muy bueno en explicar cómo las fábricas hacen algunos productos químicos,
y todavía me sé de memoria el proceso Haber Bosch. Pero cuando nos acercábamos a la
teoría general de la inter-relación de los elementos, y todo eso, él no enseñaba mucho.
Decía que eso era todavía incierto en la ciencia y que era la teoría la que cambiaba cada
año y estaba en permanente evolución. Entonces él se saltaba ese lado del trabajo.

Todo lo que pueda aparecer como una corazonada o una conjetura, cualquier cosa
intuitiva, se les aparece a este tipo como algo desagradable. Si una persona tiene
intuiciones tiene que tener una naturaleza sospechosa o grotesca. Una vez este profesor,
de una manera muy asombrosa, se interesó en la grafología. Un día le traje una carta
escrita por mi madre en que justificaba mi inasistencia a su clase por haber estado
resfriada. Miró la escritura y dijo: “¿Tu madre escribió esto?” Dije “Sí”. A lo que él
solamente respondió, “Pobre niña”, ¡él sólo percibió lo negativo! Él era así. Solía tener
ataques de sospechas de sus colegas y de los niños en su sala. Podía ver que él tenía
una especie de intuición sombría/oscura de algo turbio/tenebroso, porque su intuición,
siendo inferior, era como un perro olfateando en cubos de basura. Muchas veces, este
tipo inferior de intuición estaba en lo correcto, pero otras estaba completamente
equivocada. Algunas veces él sólo tenía ideas persecutorias – suposiciones sombrías sin
ningún fundamento. Un tipo que es tan preciso en el plano de los hechos puede de pronto
sentir melancolía, premoniciones sospechosas, ideas de posibilidades sombrías, y uno no
sabe cómo surgieron de pronto. Así es como la intuición inferior aparecía en su caso.

Normalmente, en el caso de un tipo sensación extrovertida, la intuición inferior da


vueltas alrededor de la posición del sujeto, a menudo como sentimientos sombríos, o
corazonadas y premoniciones de enfermedades que él podría contraer, u otras desgracias
que podrían acontecerle. Eso significa que la intuición inferior es, en general, egocéntrica.
Esa persona tiene generalmente una actitud negativa y auto despreciativa. Pero si te
topas con esas personas ligeramente borrachas, o muy cansadas, o las conoces
íntimamente, lo cual les permite sacar su otro lado, son capaces de producir las más
increíbles, extrañas y misteriosas historias de fantasmas.

Conocí a una mujer que era una de las mejores montañistas en Suiza. Era,
obviamente, de tipo sensación extrovertida; sólo los hechos racionales contaban y todo
tenía sus causas naturales. Ella podía escalar todas las montañas de 4000 metros no sólo
en Suiza, sino a lo largo de todos los Alpes – el Francés, el de Saboya y el de Austria
también. Pero después, en los oscuros atardeceres, al lado de un fuego abrigador, ella se
transformaba y podía contar las más horripilantes historias de fantasmas, de las que uno
normalmente escucha entre los pastores y campesinos. Era fantástico ver salir de ella
esta fantasía primitiva. A la mañana siguiente, mientras se ponía sus botas se reía de
todo aquello y decía que eran puras tonterías. Lo que una persona así intuye es
generalmente una expresión de su problema personal.

Otro aspecto de la intuición inferior en un tipo sensación extrovertida es una repentina


atracción por la antroposofía o algún otro cocktail de metafísica Oriental, generalmente
como de otro mundo. Ingenieros muy realistas se unen a esos movimientos con una
mente absolutamente a-crítica y se pierden en ellos. Eso es debido a que su intuición
inferior tiene un carácter tan arcaico. Con sorpresa uno encuentra en sus escritorios
textos místicos, pero de un nivel algo de segunda clase. Si se les pregunta por qué leen
esos textos, dirán que son puras tonteras, pero que les ayudan a quedarse dormidos. Su
función superior sigue negando su función inferior. Pero si le preguntan a los
Antroposofistas de Dornach quién donó el dinero para sus edificios, encontrarán que
proviene justamente de esas personas de tipo sensación extrovertida. La nación
Americana tiene una gran cantidad de personas del tipo sensación extrovertida, y esa es
una de las razones por qué esos extraños movimientos florecen con tanta facilidad en los
Estados Unidos, mucho más que en Suiza. En Los Ángeles pueden encontrar
prácticamente todo tipo de sectas fantásticas.
Recuerdo una vez que estaba analizando a una persona de ese tipo. Un día recibí un
llamado por teléfono de él. El hombre estaba sollozando y decía que estaba abrumado:
“¡Sucedió – no puedo decírtelo - estoy en peligro!” Esta no era una persona histérica, y no
tenía una psicosis latente, ni nada por el estilo. Uno jamás habría esperado que se
comportara así. Yo estaba atónita y le pregunté si sería capaz de ir a la estación, comprar
un ticket y venirse a Zúrich – él vivía en otra ciudad. Me dijo que creía que podía hacerlo,
yo le dije que viniera. Cuando llegó, ya había vuelto a su sensación superior y me trajo un
canasto de guindas – que gozamos comiéndolas juntos. Le dije: “¿Y ahora qué?” ¡Pero
no pudo decirme nada! Mientras llegaba a la estación y compraba las guindas, había
regresado a su función superior. Por un minuto, había sido atacado desde su otro nivel, y
lo único que pude sacarle fue: “¡Por un minuto supe lo que era Dios! ¡Es como si me
hubiese dado cuenta de Dios! Y eso me sacudió/conmovió del tal manera que pensé que
me volvería loco, pero ahora se ha ido. Lo recuerdo, pero ya no puedo
trasmitirlo/expresarlo, ya no estoy ahí.” Ahí, a través de la función inferior, la intuición, él,
de pronto contactó todo el inconsciente colectivo y el Self. En un segundo, como un flash,
todo subió a la conciencia y remeció completamente la parte superior de su personalidad,
pero él no pudo contenerlo. Ese fue el comienzo del surgimiento de la función inferior, la
cual muestra su aspecto tremendamente creativo y positivo, pero también peligroso. La
intuición tiene esa cualidad de trasmitir una tremenda cantidad de contenido significativo
al mismo tiempo. Él lo vio todo en un segundo, subió a la conciencia por un minuto y
luego se fue nuevamente. Ahí estaba él, comiendo guindas, de regreso en su mundo
plano y ordinario de sensación extrovertida. Este sería un ejemplo de la primera aparición
genuina de la intuición inferior en este tipo.

Un gran peligro surge del control que la función inferior puede tener sobre toda la
personalidad. Una vez conocí a un hombre de tipo sensación extrovertida, un constructor
muy eficiente y buen negociante que había hecho una gran fortuna. Él era muy práctico,
pero construía casas horribles; sólo los artefactos de ellas eran perfectos, de modo que a
la gente le gustaba vivir ahí aunque desde un punto de vista artístico las casas fueran
espantosas. Él era un buen esquiador, se vestía muy bien, admiraba a las mujeres y tenía
ese tipo de sensualidad refinada que un tipo sensación extrovertida puede mostrar. Este
hombre cayó en las manos de una mujer intuitiva veinte años mayor que él. Ella era una
figura materna fantástica, extravagante e impresionantemente gorda. En su caso esto
representaba falta de disciplina: los tipos intuitivo introvertido son, a menudo,
terriblemente inmoderados y exceden sus límites razonables tanto psíquica como
físicamente debido a su sensación inferior. Esta mujer vivía sólo en sus fantasías y era
absolutamente incapaz de mantenerse económicamente. Fue la típica unión en que el
hombre provee el dinero y cuida el lado práctico de la vida, y la mujer contribuye con el
aspecto fantasía. Una vez fui a esquiar con él. ¡Me aburrí hasta las lágrimas! La única
cosa de la cual él podría haber hablado de una manera interesante era su negocio, pero
él no hablaba de eso con mujeres, y no tenía nada más que decir que no fuera que el sol
estaba agradable y que la comida no era mala. Para gran sorpresa mía, este hombre me
invitó a los Antroposóficos en Dornach a ver una obra de teatro. El “Goetheanum” era su
“madre espiritual” y ejercía una gran atracción sobre él. Estaba absolutamente tomado
por la obra, tan emocionado que estaba completamente exaltado. Después yo fui tan
desatinada como para decirle que era mucho para mí, y que lo que más deseaba era un
bistec! ¡Él estaba en estado de shock por mi materialismo! Yo tenía sólo 18 años en ese
tiempo y sería un poco más inteligente ahora. Pero así era cómo trabajaba la intuición.
Por un lado, era proyectada en esta mujer, y por otro lado estaba Dornach. El trató de
romper con la mujer, habiéndose dado cuenta de la relación madre-hijo, y, esperando
aparcar/dejar su intuición inferior en Dornach. Este era, ciertamente, un paso más allá de
simplemente haberla proyectado en una figura materna, porque al menos era un intento
de asimilarla en un nivel interno. Es por eso que mi comentario fue tan especialmente
desatinado. Cómo resultó el intento, no tengo idea porque perdí contacto con él. Pero uno
no debería jamás hacer observaciones ofensivas o dañinas frente a la función inferior de
las personas. Es terriblemente sensible/quisquillosa.

Otro ejemplo de intuición introvertida inferior, pero esta vez verdaderamente inferior,
ilustra la forma desagradable y el abismo desesperado hacia el cual nos puede conducir
la función inferior. Recientemente, en un diario Americano de ciencia ficción, leí la historia
de un hombre que inventó un aparato que podía desmaterializar y volver a materializar a
las personas. . Él podía, por ejemplo, estar aquí en Zürich y luego repentinamente
materializarse en Nueva York. Por medio de este aparato sería posible prescindir de
aviones y barcos. Primero experimentó con ceniceros, luego con una mosca. Al principio
hubo algunos errores, pero después de ajustar varios alambres pareció funcionar con la
mosca. En caso que algo no resultase, él quería ser la primera víctima; así es que puso el
aparato. Desgraciadamente el experimento se quedó atascado en el camino, y él salió por
el otro extremo con la cabeza de una enorme mosca. Trató de contactar a su esposa, y
cubriéndose la cabeza con un paño para que ella no lo viera, le dijo que tenía que tratar
de liberarlo y le dio varias instrucciones. Nada funcionó, finalmente, muy desesperado le
pidió a ella que lo matara; sin ninguna compasión por él, ella lo mató. Después la historia
se torna en una típica historia criminal. Cuando él está muerto y enterrado, la mujer se
vuelve loca y la llevan a un asilo. Pero entonces se encuentra la primera mosca, la que
ahora tiene la cabeza del hombre. La familia, por pura piedad, pone a la mosca en una
caja de fósforos que, con mucho sentimiento, ponen en la tumba con una inscripción que
dice que el occiso fue “un héroe y una víctima de la ciencia”. Les he ahorrado la mayor
parte de los detalles asquerosos y perversos de la historia que se exponen con gran
entusiasmo.

Ahí uno ve cómo la intuición inferior toma forma en la producción de una sensación.
Dado que la historia está escrita por un tipo sensación, se disfraza como una sensación
completamente práctica. La mosca representaría la intuición inferior que se mezcla con la
personalidad consciente. Una mosca es un insecto diabólico. En general, las moscas
representan fantasías y pensamientos involuntarios que nos molestan y zumban
alrededor de la cabeza, y que uno no puede ahuyentar. Aquí, este científico queda
atrapado y victimizado por una idea que implica muerte y locura. Para salvar la vida de su
esposa, a ella la llevan a un manicomio donde pasa el tiempo tratando de cazar moscas,
esperando encontrar aquella que podría ser parte de su marido. Al final de la historia, el
Comisionado de la Policía le habla al autor y le dice que la mujer estaba, después de
todo, solamente loca. Uno ve que él podría representar el sentido común colectivo – el
veredicto que finalmente adoptó el escritor, quien admite que todo esto es sólo locura. Si
el escritor hubiese establecido la continuidad de su función inferior, y la hubiese liberado
de su sensación extravertida, habría surgido una historia realmente pura y limpia. En las
fantasías genuinas, como en las de Edgar Allan Poe y el poeta Gustav Meyrinck, la
intuición se establece por derecho propio. Estas fantasías son altamente simbólicas y
pueden ser interpretadas de manera simbólica. Pero un tipo sensación siempre quiere
concretizar sus intuiciones de alguna manera.

B. Tipo Sensación Introvertida: Intuición Extrovertida Inferior


Hace muchos años, en el Club de Psicología, tuvimos un encuentro donde se les
pedía a los miembros que describieran su tipo en sus propias palabras, en vez de
simplemente citar el libro de Jung sobre los tipos psicológicos. Los miembros tenían que
describir cómo experimentaban su propia función superior. Nunca he olvidado un
excelente trabajo que entregó la Sra. Jung. Fue sólo después de haberlo escuchado que
sentí que entendía el tipo sensación introvertida. Al describirse a sí misma ella dijo que el
tipo sensación introvertida era como una placa fotográfica altamente sensibilizada.
Cuando alguien entra en la habitación, las personas de ese tipo notan la manera en que
la persona entra, el pelo, la expresión de la cara, las ropas y la manera en que la persona
camina. Todo esto produce una impresión precisa en el tipo sensación introvertida; cada
detalle es absorbido. La impresión viene desde el objeto al sujeto; es como si una piedra
cayera en aguas profundas – la impresión cae más y más profundo y se hunde.
Externamente, el tipo sensación introvertida se ve bastante estúpido. Se sienta y mira, y
uno no sabe qué está pasando dentro de él. Parece un trozo de madera, sin reacción
alguna – a menos que reaccione con alguna de las funciones auxiliares, pensamiento o
sentimiento, pero por dentro la impresión se está absorbiendo.

Por lo tanto, el tipo sensación introvertida, da la impresión de ser muy lento, lo que no
es realmente así. Es sólo que las reacciones internas rápidas van por debajo, y la
reacción externa llega de manera retrasada. Estas son las personas a las que se les
cuenta un chiste en la mañana y probablemente se reirán a medianoche. Este tipo es a
menudo mal juzgado y mal entendido por otros porque uno no se da cuenta qué sucede
interiormente. Si este tipo puede expresar sus impresiones fotográficas artísticamente,
éstas pueden ser reproducidas en la pintura o la escritura. Tengo una fuerte sospecha
que Thomas Mann era del tipo sensación introvertida. Describía cada detalle de una
escena, y en sus descripciones entrega la atmósfera completa de una habitación o de una
personalidad. Este es un tipo de sensibilidad que considera el matiz y el detalle más
pequeño.

La intuición inferior de este tipo es parecida a la del tipo sensación extravertida,


porque también tiene una cualidad fantástica muy extraña y misteriosa. Pero está más
relacionada con el mundo externo colectivo, impersonal. Con el constructor que yo
mencioné, por ejemplo, uno puede ver que él es un tipo sensación extrovertida. El recoge
las intuiciones que le conciernen a sí mismo. En su sensación extrovertida, él está
preocupado por el mundo externo colectivo – con construir caminos, o construir grandes
casas. Pero su intuición se aplica a sí mismo; es altamente personal y está mezclada con
sus problemas personales. En el tipo sensación introvertida, el movimiento viene desde el
objeto hacia él. Las novelas de Thomas Mann tienen un carácter muy subjetivo. Pero la
intuición de este tipo está relacionada con hechos que suceden en el trasfondo/segundo
plano; él recoge las posibilidades y el futuro del entorno exterior.

He visto, en un tipo sensación introvertida, un material que yo llamaría profético –


fantasías arquetípicas que no sólo representan el problema del soñante, sino también los
de su tiempo. La asimilación de estas fantasías es muy difícil porque la sensación, la
función dominante, es una función con la cual comprendemos el aquí y el ahora. El
aspecto negativo de la sensación es que el tipo se queda pegado en la realidad concreta.
Como dijo una vez Jung: para ellos el futuro no existe, las posibilidades futuras no existen,
están en el aquí y ahora, y hay una muralla de fierro delante de ellas. Se comportan en la
vida como si siempre fuera a ser igual a como es ahora; son incapaces de concebir que
las cosas podrían cambiar. La desventaja de este tipo es que cuando estas tremendas
fantasías internas salen a la superficie, esa persona tiene una gran dificultad para
asimilarlas debido a la precisión y lentitud de su función consciente. Si la persona de este
tipo quiere tomar muy en serio su intuición, se verá inclinada a aterrizarla con mucha
precisión. Pero, ¿cómo se puede hacer eso? ¡La intuición llega como un flash, y en el
momento en que uno trata de concretizarla, ya se ha ido! Entonces la persona no sabe
cómo lidiar con el problema y atraviesa agonías, porque la única manera en que su
función inferior puede ser asimilada es soltando el control de la función superior.

Conocí a una mujer, tipo sensación introvertida, quien por muchos años había pintado
con asombrosa precisión los contenidos de su inconsciente. Se demoraba cerca de tres
semanas en completar una pintura. Los cuadros eran hermosos y cada detalle estaba
bien trabajado, pero, como escuché después, ella no pintaba los contenidos de su
inconsciente así como ellos salían; ella corregía y mejoraba los colores y refinaba los
detalles. Decía: “obviamente los mejoraba estéticamente”. Lentamente se le hizo un
imperativo asimilar la función inferior, se le dijo que debería acelerar el trabajo con sus
pinturas y poner los colores exactamente como eran, por muy crudos que fueran, sólo
ponerlos en el papel rápidamente. Cuando le traduje el contenido de los sueños de esta
manera, se apanicó y dijo que ella no podía, que era imposible. Pedirle esto era como
sacarla del ring, ella no podía hacerlo y continuó pintando a su manera. Una y otra vez
perdía la aparición de la intuición inconsciente, porque no podía plasmarla tal como venía.
Así es cómo se ve la pelea entre la función superior y la inferior en el tipo sensación
introvertida. Si tratas de forzarlo a que asimile la intuición demasiado rápidamente, hace
síntomas de vértigo y de mareo. Se siente sacado de la tierra firme de la realidad y,
porque está tan apegado ahí, él siente síntomas reales de mareo. Conocí a una mujer del
tipo sensación introvertida, que tenía que irse a la cama a hacer imaginación activa, de
otra manera se sentía tal como si estuviera en un bote.

Debido a que la función superior del tipo sensación introvertida es introvertida, su


intuición es extravertida y, por lo tanto, es generalmente desencadenada por hechos
externos. Un tipo así podría, mientras camina por la calle, ver un cristal en la ventana de
una tienda, y su intuición podría de repente comprender su significado simbólico: todo el
significado simbólico del cristal inundaría su alma. Pero eso habría sido desencadenado
por el hecho externo, ya que su intuición inferior es esencialmente extravertida.
Naturalmente, él tiene las mismas características malas que el tipo sensación
extravertida: en ambos, las intuiciones son a menudo de carácter siniestro, y si no se las
trabaja, los contenidos proféticos que se abren paso serán pesimistas y negativos.

La intuición negativa algunas veces sí da en el blanco. O da en el blanco, o se


extravía. En general, cuando la intuición es la función principal y una de las otras
funciones – pensamiento o sentimiento – se ha desarrollado, la persona puede juzgar si
es el blanco o si está extraviado en los bosques y, por lo tanto, puede contenerse. Pero la
función inferior es primitiva, el tipo sensación te sorprende o porque le da en el blanco , lo
cual es admirable, o porque sale con premoniciones/corazonadas donde no hay verdad
alguna – ¡sólo puro invento!

C. Tipo Intuitivo Extravertido: Sensación Introvertida Inferior


La intuición es una función que nos permite concebir posibilidades. Un tipo sensación
llamará a este objeto ‘campana’, pero un niño podría imaginarse todo tipo de cosas que
uno podría hacer con él. Podría ser una torre de una iglesia, este libro podría ser una
aldea, etc. En cada cosa hay una posibilidad de desarrollo. En la mitología, la intuición es
a menudo representada por la nariz. Uno dice “huelo a podrido”, es decir, mi intuición me
dice que hay algo malo. No sé bien qué es, ¡pero puedo olerlo! Entonces tres semanas
después la rata sale de su cueva y uno dice: “¡Oh, yo lo olía, tenía una corazonada que
había algo en el aire!”. Esta son posibilidades no nacidas, los gérmenes del futuro. La
intuición es, por lo tanto, la capacidad para intuir aquello que aún no está visible,
posibilidades o potencialidades futuras en el trasfondo de una situación.

El tipo intuitivo extravertido aplica esto al mundo externo y, por lo tanto, será muy
bueno en hacer conjeturas/suposiciones acerca de los desarrollos futuros externos
alrededor de él. Este tipo se encuentra muy a menudo entre la gente de negocio. Son
emprendedores que tienen el coraje de manufacturar y comercializar nuevos inventos. Se
los encuentra entre los periodistas y frecuentemente como publicistas; ellos saben lo que
será popular el año siguiente. Publicarán/lanzarán al mercado algo que todavía no está de
moda pero que pronto lo estará, y son los primeros en ponerlo en el mercado. Los
corredores de bolsa, también, tienen ciertas mañas/habilidades que les dicen que
determinados valores van a subir, que el mercado estará al alza o a la baja, y van a ganar
dinero sintiendo/percibiendo/detectando el alza o la caída de los valores. Se encuentran
dondequiera que haya algo en desarrollo, aun en los campos más espirituales. Siempre
estarán en el movimiento de avanzada.

Generalmente es el artista creativo el que crea el futuro. Una civilización sin gente
creativa está condenada. Entonces, la persona que está realmente en contacto con el
futuro, con los gérmenes del futuro, es la personalidad creativa. El intuitivo extravertido,
dado que es capaz de oler hacia donde sopla el viento y saber cómo estará el tiempo
mañana, verá que este pintor o escritor que por ahora es tal vez completamente
desconocido, es el hombre del futuro, y eso lo fascinará. Su intuición puede reconocer el
valor de esa persona creativa. Las personas creativas son introvertidas y están tan
ocupadas con sus creaciones que no pueden prestar atención al lanzamiento de su
trabajo. El trabajo mismo les toma tanto de su energía que no pueden ser molestados por
cómo debería presentarse al mundo, cómo promocionarlo, o cualquier cosa por el estilo.
Más aún, cualquier tipo de intencionalidad envenena el proceso creativo. Muy a menudo,
entonces, viene el intuitivo extravertido (el que descubrió al creativo) y ayuda. Pero,
naturalmente, si hace eso durante toda su vida, empieza a proyectar una menor
capacidad creativa propia en el artista, y entonces se pierde. Antes o después esas
personas tienen que salirse de su extroversión y decir: “Bien, aunque sea menor, ¿cuál es
mi creatividad? “ Y entonces se verán obligados a aterrizar en su sensación inferior y, en
vez de ayudar a la creatividad de otras personas, tendrán que prestar atención a su propia
sensación inferior y a lo que podría salir de ahí.

La intuición necesita mirar a las cosas desde lejos, o vagamente para poder funcionar,
de manera de tener una cierta corazonada del inconsciente, para medio cerrar los ojos y
no mirar a los hechos tan de cerca. Si uno mira las cosas con mucha detención, el foco se
pone en los hechos, entonces la corazonada no puede llegar. Esa es la razón por qué los
intuitivos tienden a ser poco puntuales y vagos. Una desventaja de tener esto como
función principal es que el tipo intuitivo siembra, pero casi nunca cosecha. Por ejemplo, si
uno empieza un nuevo negocio siempre hay dificultades al inicio: el asunto no funciona de
inmediato, es necesario esperar una cierta cantidad de tiempo para que sea rentable. El
intuitivo generalmente no espera el tiempo suficiente. Empieza el negocio, eso le es
suficiente; lo vende y pierde, pero el siguiente dueño se hace rico con el mismo negocio.
El intuitivo es siempre el que inventa, pero al final no saca ninguna ganancia de esto. Si él
estuviera más equilibrado y pudiera esperar un poco, y si no se disociara completamente
identificándose con su función principal, entonces sería una persona que podría
guardar/almacenar cosas nuevas en todos los rincones del mundo.

El intuitivo extravertido tiende a no prestar atención a su cuerpo y a sus necesidades


físicas: él simplemente no sabe cuándo está cansado, no lo nota. Necesita que un quiebre
se lo muestre. Tampoco sabe cuándo tiene hambre. Si es un tipo exageradamente
unilateral, no sabe que tiene sentimientos endosomáticos.

La sensación inferior, como todas las funciones inferiores, es en estas personas, lenta,
pesada y está cargada de emociones. Porque es introvertida, se aleja/aparta del mundo
externo y sus asuntos. Tiene, como toda función inferior, una cualidad mística en relación
a él.

Una vez analicé a una persona de tipo intuitivo extravertido, un hombre de negocios
que había empezado muchos negocios en un país extranjero y había también especulado
mucho en minas de oro y otras. Siempre sabía dónde estaban las posibilidades e hizo una
gran fortuna en poco tiempo, honestamente – muy decentemente – simplemente porque
sabía dónde invertir. Sabía lo que venía, lo que pasaría en pocos años, y siempre estaba
en el lugar preciso primero que nadie y tomaba todo el negocio en sus manos. Su
sensación introvertida – él tenía una personalidad más bien disociada – surgió primero
como un vagabundo muy sucio, mal genio que aparecía en sus sueños. Este vagabundo
se sentaba en las tabernas, usaba ropa sucia y no sabíamos qué quería del soñante. Lo
incentivé, a través de la imaginación activa, a hablar con el vagabundo. Éste dijo que él
había sido responsable de los síntomas físicos que habían traído a este hombre a
análisis, y que se los había mandado porque él (el vagabundo) no recibía suficiente
atención. Entonces, en imaginación activa, preguntó qué debía hacer. El vagabundo dijo
que él debería, una vez a la semana, vestirse con ropas iguales a las que él usaba, ir a
dar un paseo al campo con él y prestarle atención a lo que tenía que decir. Le advertí al
soñante que siguiera los consejos con mucho detalle. El resultado fue que él hizo muchos
paseos por muchas partes de Suiza, quedándose en las tabernas más sencillas,
desconocidas para todos. Durante este tiempo tuvo muchas experiencias internas
abrumadoras que salieron a través de su contacto con la naturaleza: la salida del sol, y
pequeñas cosas como ver una determinada flor en la punta de una roca, etc. Esto golpeó
justo en el corazón de su personalidad y reveló un gran número de cosas. Sólo puedo
describirlo como experimentando, de manera muy primitiva, la deidad en la naturaleza.
Regresó muy silencioso y tranquilo y yo tuve la sensación que algo se había movido en él,
algo que nunca se había movido antes. Sus síntomas compulsivos desaparecieron por
completo durante aquellos paseos semanales. Surgió entonces el problema de cómo él
podía mantener esta experiencia y no retroceder cuando llegara a su casa y a su propio
país. Entonces le consultamos al vagabundo nuevamente, quien contestó que lo dejaría
sin síntomas si él se tomaba una tarde cada semana, iba solo a la naturaleza y
continuaba las conversaciones con él. El hombre entonces dejó el análisis. Por sus cartas
supe que había hecho esto durante un tiempo, pero luego volvió a sus viejos hábitos –
había demasiado trabajo, estaba empezando tres nuevos negocios, y tenía tantas
reuniones. Postergaba al vagabundo, diciéndole siempre “la próxima semana, la próxima
semana, es seguro que vengo, pero la próxima semana.” ¡Y de pronto reaparecieron sus
síntomas! Eso le enseñó; cambió nuevamente, empezó a caminar regularmente y estuvo
bien de nuevo. Esto luego cristalizó en la idea de comprarse un pequeño campo y tener
un caballo. Una tarde a la semana cuidaba a su caballo con lo que podríamos llamar
devoción religiosa. El caballo era su amigo, por así decirlo, y como un ritual iba a visitarlo
y a cabalgarlo y a cuidarlo cada semana. De ahí en adelante tuvo paz. Estoy segura que
mucho va por dentro, pero no he sabido nada de él excepto por las tarjetas de Navidad
que dicen que él está bien. Y, por supuesto, ¡fotografías del caballo!
Ahí uno ve cómo la función inferior es la puerta de entrada para experimentar las
capas más profundas del inconsciente. Este tipo intuitivo salió de su ego y de los
propósitos del ego a través del contacto con la naturaleza y con el caballo. Uno ve con
mucha claridad que aunque la función inferior aparezca afuera – en un caballo, por
ejemplo – obviamente lleva consigo un significado simbólico. Cuidar el caballo era para él
cuidar su propio lado físico e instintivo: el caballo era, para él, una primera personificación
del inconsciente colectivo impersonal. Es importante para un tipo intuitivo hacer esto
concreta y muy lentamente, y no exclamar inmediatamente: “Oh, el caballo es un símbolo
del inconsciente,” etc. Él debe pegarse al caballo real y atenderlo, aunque él sabe que es
un símbolo.

D. Tipo Intuitivo Introvertido: Sensación Extrovertida Inferior


El tipo intuitivo introvertido tiene la misma capacidad que el intuitivo extravertido para
oler el futuro, para adivinar bien, o tener la corazonada exacta de las futuras posibilidades
aún no vistas de una situación. Pero la intuición está volcada hacia adentro y, por lo tanto,
es ante todo el tipo del profeta religioso, del vidente/adivino. En un nivel primitivo, él es el
chaman que sabe lo que los dioses, los fantasmas y los espíritus ancestrales están
planeando y es quien transmite sus mensajes a la tribu. En lenguaje psicológico
deberíamos decir que él sabe de los lentos procesos que se dan en el inconsciente
colectivo, los cambios arquetípicos, y él se los comunica a la sociedad. Los profetas del
Antiguo Testamento, por ejemplo, eran personas que, mientras los niños de Israel
estaban felices durmiendo – como siempre están las masas - de tiempo en tiempo les
decían cuáles eran las verdaderas intenciones de Yavé, qué estaba haciendo en esos
momentos y qué quería que su pueblo hiciera. Generalmente a la gente no le agradaba
oír estos mensajes.

Muchos intuitivos introvertidos se encuentran entre los artistas y poetas.


Generalmente son artistas que producen un material muy arquetípico y fantástico, como
se encuentra en Zaratrusta de Nietzsche, o en The Golem de Gustav Meyrinck y The
Other Side de Kubin. Este tipo de arte visionario es entendido solamente por
generaciones posteriores, como una representación de qué estaba sucediendo en el
inconsciente colectivo de ese tiempo.
La sensación inferior de este tipo también tiene dificultades en notar las necesidades
del cuerpo y en controlar sus apetitos. Swedenborg tuvo una visión en la cual Dios en
persona le decía que no tenía que comer tanto. Él comía, naturalmente, sin la más
mínima auto disciplina y con completa inconsciencia. Swedenborg era un típico intuitivo
introvertido, el tipo de profeta o adivino, y era simplemente grosero y desinhibido en
relación a comer en exceso. El intuitivo introvertido también sufre, al igual como lo hace el
intuitivo extravertido, de una tremenda vaguedad en relación a los hechos.

Como ilustración del aspecto más ridículo de la sensación inferior de un intuitivo


introvertido, ofrezco la siguiente historia. Una mujer intuitiva introvertida estaba presente
cuando di una conferencia sobre la filosofía Griega temprana, ella estaba tremendamente
tocada e impresionada por ésta. Después, ella me pidió que le diera clases particulares
sobre el tema de la filosofía pre-socrática, ya que quería profundizar en este campo. Me
invitó a tomar té y, como sucede muchas veces cuando das clases a intuitivos
introvertidos, ella pasó la primera hora contándome cuán conmovida estaba, lo que ella
pensaba que yo tenía in mente, y lo que ella creía que podíamos hacer juntas, y etc. La
segunda hora fue desperdiciada de una manera similar y, como yo sentía que tenía que
ganarme mi dinero y conducirla a ella hacia algún punto, insistí en que miráramos un libro
que yo había llevado y que siguiéramos de una manera sistemática. Ella estuvo de
acuerdo, pero agregó que debía dejarla sola, ella tenía que hacerlo muy a su manera.
Noté que se ponía nerviosa. Cuando vine a la hora siguiente, dijo que había encontrado la
mejor manera de meterse en el tema: ella no podía naturalmente estudiar filosofía griega
sin saber acerca de los Griegos, y ella no podía saber de los Griegos sin antes saber muy
concretamente acerca de su país. Por lo tanto, había empezado a dibujar un mapa de
Grecia que me mostró. Le había tomado mucho tiempo. Con su sensación inferior había
tenido primero que comprar papel, lápices y tinta, eso la excitaba muchísimo, estaba
fascinada con su logro. Dijo que no podía todavía proseguir con la filosofía, tenía que
terminar el mapa antes. La próxima vez ¡ya lo había coloreado!. Eso sucedió durante
varios meses, y entonces su intuición tomó otro tema y nunca llegamos a la filosofía
Griega. Dejó Zürich y no la vi hasta 15 años después; me contó una larga historia de
cómo estaba aún conmovida e impresionada por las clases de filosofía griega que yo le
había dado y todo lo que ella había ganado con ellas. ¡Acababa de dibujar un mapa! Era
un caso muy extremo de intuición introvertida. Pero debo admitir, mirando hacia atrás, que
veo cuán numinoso fue para esa mujer dibujar este mapa de Grecia: por primera vez ella
se había puesto en contacto con su sensación inferior.

El intuitivo introvertido está generalmente tan completamente inconsciente de los


hechos externos que sus relatos deben ser tomados con el mayor cuidado. Aunque no
miente conscientemente, puede decir las mentiras más espantosas, simplemente porque
no ve lo que está justo debajo de sus narices. A menudo no confío en los cuentos de
fantasmas, por ejemplo, ni en los relatos de hechos para-psicológicos. Los intuitivos
introvertidos están muy interesados en esos temas, pero dada su debilidad en observar
los hechos y a su falta de concentración en la situación externa, te pueden contar la
tontera más espantosa y jurar que es verdad. Dejan de lado un increíble número de
hechos externos y simplemente no los consideran. Recuerdo, por ejemplo, una vez
manejando con un intuitivo introvertido en otoño, en los campos estaban cosechando
papas, sacándolas de la tierra, y había fogatas en los potreros. Me había dado cuenta de
eso hacía ya un largo rato y estaba gozando con el paisaje. De pronto el conductor paró el
auto repentinamente y aterrorizado olió y dijo: “¡Algo se está quemando! ¿Viene de
afuera?” Miramos los frenos y todo estaba bien; decidimos que venía de afuera, que eran
las fogatas. Las fogatas estaban por doquier, y para mí era obvio que el olor a quemado
venía de ahí. Pero un intuitivo introvertido puede manejar una hora por el campo con
todas las fogatas ardiendo y ¡no darse cuenta de nada! Y luego, de pronto, lo sorprenderá
lo que está sucediendo y hará deducciones completamente incorrectas. Su sensación
inferior tiene la cualidad que tienen todas las funciones inferiores, es decir, que sube a la
conciencia en islas; algunas veces funciona y luego desaparece. De pronto huele
intensamente un olor que hace tres cuartos de horas no se percibía para nada, pero que
de pronto se hizo muy intenso. La sensación inferior de un intuitivo introvertido es muy
intensa, pero surge sólo de vez en cuando y luego se desvanece del campo de la
conciencia. El intuitivo introvertido tiene un especial problema en acercarse al sexo
porque involucra su sensación extrovertida inferior. Esto está trágicamente reflejado en
las obras de Nietzsche, por ejemplo, donde, hacia el final de su carrera, poco antes que
se trastornara, alusiones sexuales muy groseras permean sus poemas y también
aparecen en Así habló Zarathustra. Cuando se trastornó produjo algún material de este
tipo, el cual fue destruido después de su muerte debido a su carácter absolutamente
desagradable. La sensación extrovertida inferior estaba, en su caso, muy conectada con
las mujeres y con el sexo, de una manera absolutamente concreta, y él no supo cómo
habérselas con el problema.

El aspecto positivo de la sensación extrovertida inferior en el caso de un intuitivo


introvertido se encuentra de manera interesante en la experiencia de iluminación de
Jakob Boehme, un místico Alemán de tipo intuitivo introvertido. Tenía esposa y seis hijos,
para quienes nunca ganó dinero. Estaba en constantes problemas con ellos porque su
esposa siempre decía que en vez de escribir libros acerca de Dios y fantasear el
desarrollo interior de la divinidad, debía preocuparse que su familia tuviera algo que
comer. El estaba absolutamente crucificado entre estos dos polos de la vida. Su máxima
experiencia interior, una revelación de la divinidad sobre la que se basan todos sus
escritos posteriores, se produjo al ver un rayo de luz reflejado en un plato de lata. Esa
experiencia de la sensación lo llevó a un éxtasis interior y en un minuto vio, por así
decirlo, todo el misterio de la divinidad. Por años no hizo nada que no fuera lentamente
traducir a un lenguaje discursivo lo que él había visto interiormente en un minuto, ¡en un
segundo! Su escrito es tan emocional y caótico porque él trató de describir esta
experiencia única en tantas amplificaciones. Pero la visión real se puso en marcha al ver
un rayo de luz chocando con un plato de lata en su mesa. Esto implica sensación
extrovertida – un hecho de sensación externa desencadenó el proceso de individuación
en él. Aquí uno puede ver, además del aspecto inferior de la sensación extravertida, este
extraño carácter de totalidad, el aspecto místico, que generalmente tiene la función
inferior. Es interesante que aún la comida excesiva de Swedenborg lo conectara con la
divinidad. Su sensación inferior estaba conectada con su mayor y más profunda
preocupación.

(Sigue un espacio de preguntas y respuestas)

Pregunta: Me gustaría preguntar si el estado extático está generalmente conectado


con la función inferior.

Dra. Von Franz: Sí, está conectado en cuanto normalmente empieza por una
experiencia de la función inferior.
Pregunta: ¿Diría usted que los tipos intuitivos tienden a ser más sensibles a lo que
llamamos un estímulo subliminal?

Dra. Von Franz: Sí, en general diría que ambos tipos intuitivos lo son. Tienen que
serlo porque tienen que mantener su conciencia constantemente desenfocada y
empañada para alcanzar esas corazonadas. Son sensibles a la atmósfera de un lugar.
Probablemente la intuición es un tipo de percepción sensible vía el inconsciente, o un tipo
de percepción sensorial subliminal. Es una manera de operar a través de percepción
sensorial subliminal en vez de percepción consciente.

Pregunta: Tanto el intuitivo extravertido como Jakob Boehme parecen tener


claramente una sensación introvertida ¿No debería el intuitivo introvertido tener una
sensación más extrovertida?

Dra. Von Franz: Sí, ¡pero Boehme la tenía! Mi “hombre caballo” (para describirlo en
corto) se dio cuenta de una profundidad interior y se puso silencioso a lo largo de su
experiencia; ni siquiera a mi me ha contado mucho - sólo ha hecho mención de que algo
profundo estaba sucediendo. Boehme, por otro lado, exteriorizó su insight – construyó un
sistema de realidad externa, de dios y el demonio en el mundo. Creó toda una filosofía de
eso, pero la sacó fuera, siendo él personalmente muy introvertido. Era un pequeño,
tímido zapatero.
Algo más muy interesante acerca de Boehme es que mientras se sentía crucificado
entre su esposa criticona, quien decía que mejor hiciera buenos zapatos y alimentara a
sus hijos, y el especular acerca de la divinidad, él fue muy productivo. Pero después que
se publicó su primer libro, un Barón Alemán tuvo mucha lástima por él, sintió con mucha
fuerza que él era un buen profeta, y decidió quitarle todos sus problemas externos
pagándole la manutención de su familia. De ahí en adelante los escritos de Boehme se
llenan de resentimientos y repeticiones. Esterilizó su creatividad. Como saben, en su
tumba hay una imagen de la divinidad así: ) (. Esto es realmente trágico; en cuanto
muestra que él no pudo unir los lados luminosos y los oscuros; éstos quedaron como un
problema insoluble para él. En mi experiencia, esto está conectado con el simple hecho
de que él aceptó dinero del Barón, y con eso escapó a la tortura de su función inferior.
Estar crucificado entre la función superior y la inferior es vitalmente importante. Sólo
puedo advertirles que si alguna vez sienten el deseo de salvar a aquellos artistas o
profetas, por amor de Dios, miren primero detalladamente el caso y vean cuanto pueden
darse el lujo de invertir para ayudarlos. Si los compran y sacan de la realidad, ellos
pierden todo el sentido de ésta. No los han ayudado en nada. Este tipo les implorará que
los ayuden a salir de sus problemas, de rodillas les implorarán que los ayuden a salir de la
tortura de la realidad externa a la que no pueden hacer frente. Pero si los “salvas”, el
corazón creativo de su personalidad es destruido. Eso no significa que si se están
muriendo de hambre tú no puedas darle algo para sobrevivir, o darle ayuda de vez en
cuando, mientras la situación esté mala, pero no los saques del problema de la realidad
porque, extrañamente, eso esteriliza el proceso interior también. Eso le sucedió a Boehme
y debido a esto no fue capaz de unir los opuestos, ni en su sistema ni en su vida. Lo que
el Barón von Merz hizo fue realmente destruirlo por una caridad mal entendida.

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