PDF El Camino de El Hombre Superior Autor David Deida
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LOWDESAFÍOSDEL AMOR
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I xL LH B R £D EHD
EL CAMINO DEL
HOMBRE
SUPERIOR
DAVID DEIDA
Índice
SOBRE EL AUTOR.......................................................................................221
ÍHtYOiJGCCÍÓH
Cuando dijo que quería irse contigo se sentía bien con la rela-
ción. Cuando después dice que no quiere irse, se está sintiendo
mal respecto a la relación. En lugar de discutir sobre lo que dijo
o dejó de decir, empieza por extender el sentimiento de amor.
La regla básica es ésta: no creas el contenido literal de lo que
diga tu mujer a menos que el amor fluya profunda y plenamente
mientras lo dice. E, incluso así, has de saber que probablemen-
te está hablando de sus sentimientos del momento, no necesa-
riamente del tema del que esté hablando. Nunca bases tus pla-
nes en lo que la mujer diga que quiere hacer, a menos que esté
en pleno flujo de amor en el momento de decirlo. E incluso en-
tonces, espera que en cualquier momento pueda cambiar de opi-
nión al variar sus sentimientos. Recuerda que los sentimientos
de una mujer pueden ser más sensibles a los reinos invisibles de
la naturaleza que los tuyos. Procura distinguir entre los
cambian-
tes humores de tu mujer y su sensibilidad y sabiduría.
Las mujeres no son mentirosas, aunque a menudo eso es lo
que los hombres creen. Ésta es la razón por la que el hombre
debe responsabilizarse en último término de tomar sus propias
decisiones basándose en la verdad más profunda que pueda vis-
lumbrar. De otro modo, si é1 retuerce la verdad para adaptarla a
las cambiantes expresiones de su mujer, probablemente acaba-
rá culpándola.
Debes escuchar lo que tu mujer tiene que decir y sentir cui-
dadosamente su profundidad. Seguidamente, después de
conside- rar detenidamente su aportación, toma la mejor
decisión posible desde tu propia esencia profunda. Así, si tu
mujer cambia de opi- nión, no le reprocharás que te haya
desviado de tu camino. Más bien, podrás disfrutar de su
sensibilidad sutil y de sus patrones emocionales, cambiantes
como el tiempo atmosférico. Puedes se- guir adelante con tus
acciones o modificarlas sobre la marcha, sa- biendo que siempre
haces la mejor elecciõn posible, y habiendo tomado plenamente
en consideración la profundidad de su sabi- duría, sus
expresiones y sus cambiantes estados de ánimo.
17
Trabajar
y la energía
Tu atracción
Ñ ocio lo femenino
es inevitable
bre, mientras que la mujer prefiere estar sola buena parte del
tiem- po. Estos signos indican una relación en la que el hombre
tiene una esencia más femenina y la mujer una esencia más
masculina.
Otros hombres, con esencias sexuales más neutras, prefieren
mujeres que también sean más neutras, no particularmente
mascu- linas ni femeninas. Este tipo de pareja puede hablar sobre
cualquier cosa. Comparten aficiones, amigos e incluso objetivos
profesiona- les. Aunque igualmente amorosa, este tipo de pareja
suele ser me- nos apasionada sexualmente que las parejas
altamente polarizadas. No es habitual oír en este tipo de pareja
neutral o equilibrada que se griten el uno al otro, se tiren cojines,
luchen en el suelo y hagan el amor apasionadamente allí mismo.
A causa de la falta de entendimiento, tú pareja y tú
podríais estar despolarizados y envueltos en una relación que
parece neu- tral, pero que en realidad no lo es. Sólo
aproximadamente el 10 por 100 de las parejas es de esencia
neutral o equilibrada. Otro 10 por 100 de las parejas está
compuesto por un hombre feme- nino y una mujer masculina.
Pero si perteneces al 80 por 100 restante, tienes una esencia
sexual masculina y tu mujer tiene una esencia sexual femenina.
Es decir, su estilo femenino te frus- tra, te vuelve loco, te
inspira o te excita muchas más veces de las que ella es una
compañera sexualmente neutral.
La falsa neutralización, o despolarización, de las relaciones
es una de las principales causas por las que rompen las
parejas. La carga rejuvenecedora del amor sexual se debilita,
mientras que todas las cosas que te irritan y que irritan a tu
pareja siguen presentes con la misma fuerza de siempre. El
secreto no es in- tentar cambiar el irritante estilo femenino de
tu mujer, sino ayu- dar a cultivar la profundidad y el poder
regenerador de sus do- nes femeninos.
Si eres como la mayoría de los hombres, probablemente no
aprecies todo el espectro de la energía femenina de tu mujer, y te
hayas insensibilizado a los aspectos que más te irritan. Por ejem-
plo, ella ya no te vuelve loco porque has aprendido a no tomárte-
102 EL CAMINO DEL HOMBRE SUPERIOR
záis tanto el uno con el otro que el misterio del encanto sexual
queda estandarizado en la mecá nica ritual del beso, la caricia,
el lametó n, la penetraciõ n, la eyaculació n y el ronquido.
Empiezas a anhelar la profundidad del deseo que una vez
sentiste por tu mujer. La domesticidad reemplaza el misterio,
y la charla reem- plaza las piruetas.
Sin embargo, si tienes una fuerte esencia masculina,
necesi- tará s una poderosa energía femenina que te refresque
frecuen- temente, porque de otro modo empezará s a sentirte
agobiado y cargado por la vida. Es posible que busques esta
energía feme- nina rejuvenecedora tomando algunas cervezas,
haciendo unas rondas en el campo de golf o mirando unas
cuantas revistas de chicas. O ta1 vez prefieras largos masajes y
paseos por la playa. Aunque estos y muchos otros medios
pueden relalarte tempo- ralmente y hacerte sonreír, pocos de
ellos pueden conmover tan- to tu corazó n y tu cuerpo como la
plena fuerza de la sexualidad femenina ofrecida por tu
radiante mujer enamorada.
Só lo tú puedes decidir qué es importante para ti en tu re-
lació n. Só lo tú puedes clarificar cuá l es el propó sito de tu pa-
reja. No obstante, si decides que el propó sito de tu pareja es
la transmisió n apasionada de amor, de energía sexual
curativa y rejuvenecedora, y el cultivo del corazó n mediante el
compro- miso compartido con el despertar espiritual,
entonces ten cui- dado. No obligues a tu mujer a ser tu
contable. No esperes que siempre te ayude con los problemas
econó micos, como una ase- sora especializada. No insistas en
las tareas cotidianas sin pres- tar atenció n durante días y días
a la transmisió n corporal de amor. No exprimas la plenitud
de su energía femenina en pa- peles meramente funcionales.
Tu mujer tiene la capacidad de despertar tu corazó n y de
llenar tu cuerpo de vida. Pero tú tie- nes que darle la
oportunidad, ademá s de ofrecerle plenamente tu amor
masculino.
Si quieres que tu mujer sea tu consorte sexual y
espiritual, no só lo tu compañ era doméstica, debes cuidar
sabiamente tu
108 EL CAMINO DEL HOMBRE SUPERIOR
de modo que ella se sienta libre de ofrecer su don sin que tus
in- tenciones personales le compliquen la vida. Usa la energía
que ella te haya dado en tu propio beneficio y en el de los
demá s ma- nifestando una mayor vivacidad y un corazó n má s
apasionado en todas tus relaciones, de modo que todos los
seres puedan be- neficiarse del deleite recibido de esa mujer,
que de momento manifiesta los dones juveniles de irradiació n
y fuerza de vida desinhibidas.
Cada mujer tiene
una «temperatura» que
puede aliviarte o
irritaNe
Lo que verdaderamente
quieren las mujeres
29
Elige a una
mujer que te elija
a ti
Tu mujer dice:
¿Có mo puedes pasar tanto tiempo delante del televisor
cuando el alquiler vence en unos pocos días, nos hemos retrasa-
do en las letras del coche te has quedado sin trabajo7
No te preocupes, mañ ana tengo una entrevista laboral.
Bueno, que no te pones de pie de una vez$. ¡Hace se-
manas que dijiste que ibas a limpiar el garajei ¡Apenas puedo
llegar al coche’.
t
128 EL CAMINO DEL HOMBRE SUPERIOR
ftO
quiere ser la número uno
L
39
Lo femenino
es abundante
Prácticas
corporales
44
La eyaculación
debería
realizarse
0 ele$irse conscientemente
subiendo la energía
fiOY IO COÍGPIIIO