Logoaudiometría en Niños
Logoaudiometría en Niños
Logoaudiometría en Niños
Una de las principales funciones del sistema auditivo es la habilidad para detectar,
recibir, reconocer y comprender el mensaje hablado.
Por lo cual, es natural utilizar el lenguaje como estímulo cuando se está evaluando
personas con problemas auditivos.
La logoaudiometría se preocupa de estudiar diversos aspectos de la función
auditiva, utilizándose diferentes estímulos del habla.
Puede ser utilizada de varios modos en la audiometría, permitiendo la
diferenciación de lesiones cocleares de problemas conductivos o entre lesiones
cocleares y retrococleares, evaluando el grado de dificultad que un paciente
presenta en virtud de su problema, con o sin su audífono.
Debemos recordar que el valor de una prueba logoaudiométrica aislada no es
absoluta.
Según Carhart (1951) la logoaudiometría es una técnica en la cual listas del
lenguaje oral fonéticamente balanceadas y estandarizadas son presentadas a
través de un sistema calibrado para medir algunos aspectos de la capacidad
auditiva, estableciéndose un porcentaje de palabras entendidas correctamente en
función de la intensidad, para que sea medidas y expresadas en dB. Ella provee
una medida directa y global de la audición para el habla, propiciando un conjunto
de informaciones importantes.
Si en el adulto la medida de la capacidad auditiva para la palabra hablada se
reviste de gran importancia, por evaluar la mas destacada función de la audición, o
sea, el desarrollo y el uso de la comunicación verbal, imagínese en el niño en la
fase de la adquisición de este proceso tan complejo.
Es por intermedio de los sonidos del habla que la comunicación verbal es
expresada y tales sonidos son los más próximos y de mayor significado para el
niño. Siendo así, debe constituir el estímulo acústico de mayor relevancia para una
completa evaluación audiológica.
La logoaudiometría en el niño permite confirmar los resultados obtenidos en la
audiometría tonal, ofreciendo medidas directas de la audición para el habla.
Además de esto mide el nivel de intensidad mas confortable, que permite al niño
entender los sonidos del habla, asociarlos con personas, objetos, ideas, figuras y
repetirlos correctamente.
Por medio de la logoaudiometría es posible verificar el grado de clareza con que
un niño oye el habla, el uso que hace de su audición para responder y comprender
los estímulos del habla que recibe del ambiente en que vive. Es a través de la
audición que el niño percibe el patrón de entonación por su madre y su estado
emocional al hablar, demostrando estar alegre o irritada, bien dispuesta o fatigada,
llevándola a percibir la intención del hablante, y consecuentemente, como debe
actuar, factor decisivo en su proceso educacional.
De acuerdo con la edad del niño y al estado de desarrollo del lenguaje en que el
niño se encuentra, pueden ser investigados los siguientes umbrales
logoaudiométricos:
Umbral de detectabilidad del habla (SAT)
Umbral de la recepción del habla (SRT)
Índice de reconocimiento del habla (discriminación).
Los umbrales de detectabilidad y recepción de habla son considerados
fundamentales en el proceso de la evaluación audiológica en niños. En algunos
casos, tales umbrales pueden ser obtenidos cuando no es posible determinar los
umbrales del niño para tonos puros.
Si las limitaciones del lenguaje verbal impiden la investigación del SRT, el SAT
puede ser realizado a través de la utilización de procedimiento similar a aquel
usado en la audiometría tonal lúdica. En este caso el niño puede ser condicionado
a ejecutar una tarea lúdica, como por ejemplo encajar un bloque de madera,
colocar un bloque en una torre cada vez que oye una señal de habla,
generalmente después la repetición de las silabas pa-pa-pa, ba-ba-ba emitidas por
el examinador.
El uso de la emisión de los cinco sonidos propuestos por Ling & Ling (1978), es un
método simple y útil, pues permite evaluar de modo general la percepción auditiva
del niño para tales sonidos en función de la frecuencia fundamental y la intensidad
media de cada una de ellas
Fonema Hz fundamental dB
a 1000 40
i 3000 40
u 275 55
sh 2500 50
s 6000 22
Naturalmente, la percepción del habla y su comprensión son facilitadas por la
redundancia del mensaje, o sea, una cantidad de pistas acústicas, de las cuales
un oyente se va a valer de acuerdo con el contexto de comunicación. Si para un
adulto portador de una perdida auditiva leve en las frecuencias altas, la no
detección de algunos fonemas aislados no necesariamente compromete la
comprensión del mensaje hablado, lo mismo no ocurre con un niño en fase de
adquisición y desarrollo del lenguaje, que podría presentar dificultades
perceptuales que podrían implicar en problemas de emisión oral, tales como:
intercambios, distorsión u omisión de fonemas.
Según Skinner (1978), niños con pérdidas auditivas leves pueden presentar las
siguientes dificultades en lo que dice respecto al aprendizaje del lenguaje:
Pérdida de la constancia en la captación de las pistas auditivas a medida
que la información acústica fluctúa.
Confusión de los parámetros acústicos en habla rápida, a medida que los
hablantes presentan diferentes patrones acústicos en función de la edad,
sexo y personalidad.
Confusión en segmentación y la prosodia. Tales aspectos varían mucho en
función de acentuación, entonación y duración de determinados fonemas.
Son mas afectadas por el enmascaramiento ejercido por el ruido ambiental,
lo cual interfiere en la captación del estímulo acústico del habla.
Pérdida precoz de la percepción de los significados en función del contexto
lingüístico global. Muchas veces la comprensión de u n mensaje sucede
porque el oyente normal es capaz de “descubrir” una u otra palabra que no
percibió claramente. Si no consigue hacerlo, la comprensión de las palabras
queda muy perjudicada.
Falla de la regla gramatical, ya que no consiguen oír pequeñas palabras
que en general son menos intensas.