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Articulo Levin Esteban

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Revista Prâksis

ISSN: 1807-1112
revistapraksis@feevale.br
Centro Universitário Feevale
Brasil

Levin, Esteban
ANGUSTIA, DIAGNÓSTICOS E INFANCIA. ¿DÓNDE ESTÁ EL SUJETO?
Revista Prâksis, vol. 2, julio-diciembre, 2012, pp. 9-18
Centro Universitário Feevale
Novo Hamburgo, Brasil

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=525552627003

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Sistema de Información Científica
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Prâksis - Revista do ICHLA

ANGUSTIA, DIAGNÓSTICOS E INFANCIA. ¿DÓNDE ESTÁ EL SUJETO?

Esteban Levin

“Yo no sé si habréis visto nunca el mapa


de la mente de una persona. los médicos
dibujan a veces mapas de otras partes
de vuestro ser, pero los desafiaría a que
tratasen de dibujar la imaginación de un
niño, que no solo es confusa, sino que
no deja un momento de dar vueltas.”
(James Barrie, Peter Pan y Wendy)

RESUMEN
Este escrito procura introducirse en el complejo territorio de la infancia y sus problemas actuales.
Proponemos pensar la niñez y la infancia desde la experiencia y el acontecimiento que, al realizarse, deja
una marca imperecedera, creadora de un universo infantil y de lo que hemos denominado plasticidad
simbólica. El mundo y la cultura de los niños ha cambiado. Las expectativas, las exigencias y los síntomas
se han multiplicado. De allí que planteamos recuperar lo infantil de la infancia, recobrarlo y donarlo al
otro. Este es el modo de mantener vivo el saber infantil que constituye el germen de lo que vendrá. Sin él,
la infancia como tal no tendría sentido.
Palabras claves: Infancia. Diagnósticos actuales. Plasticidad simbólica. Síntomas de los niños. Experiencia
infantil.

ABSTRACT
This paper seeks to enter the complex territory of childhood and its current problems. We propose to
think of children and childhood from the experience and the event in which, when undertaken, leaves
an enduring mark, creator of a child's universe and what we call symbolic plasticity. The world and the
culture of children have changed. Expectations, demands and symptoms have multiplied. From the way we
try to recover the childhood of each child, and donate it to the other. This is the way to keep the children
knowledge alive which is the germ of things to come. Without it, childhood as such stand would be
meaningless.
Keywords: Childhood. Current trends. Symbolic plasticity. Children’s symptoms. Children experience

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El universo de los niños ha cambiado.La La escuela afirma: “Es una niña inquieta, tiene
propuesta y la demanda del mundo adulto hacia conductas invasivas en el grupo.
la infancia es diferente a cualquier otro momento
de la historia. El discurso infantil atravesado por las • Desatención.
nuevas tecnologías y las redes informáticas, se ha • Inagotable e imparable.
modificado a un ritmo vertiginoso en los últimos • Marcado egocentrismo.
años. Si todos estos elementos culturales, sociales • Trasgresión del límite de la sala.
y antropológicos han transformado el estatuto • Aun le cuesta respetar los límites de la hoja y
del niño y la infancia, ¿qué efectos produce en la de los dibujos. Se dispersa con facilidad, costándole
estructuración subjetiva de un niño? Si los síntomas retomar la tarea.”
infantiles se han metamorfoseado en nuevos
malestares, nuestros modos de comprenderlos, A pesar de lo anterior, el jardín aclara que” la
intervenir e interpretarlos ¿siguen siendo los niña ha tenido grandes logros”, y por lo descrito
mismos? Por ejemplo, ¿la desatención es un síntoma por su docente, son “en relación a los hábitos en
actual? la sala”.
¿Qué le sucede a Mariela? ¿Por qué no para de
MARIELA LA NIÑA DIAGNOSTICADA SÍNDROME moverse? ¿Qué hace con el devenir de su inquietud?
DISATENCIONAL (ADD). ¿Cómo ubicar un límite, un borde que ordene su
Mariela es una niña de 4 años que llega experiencia? ¿Cuál es la historia que determina la
a la consulta con el diagnóstico de síndrome “hiperactividad” de Mariela?
disatencional con hiperactividad. La niña ya había Mariela es una niña cuya mirada derrama sin
sido medicada con metilfelidato. La pediatra y riveras una luz compasiva. Durante los primeros
neuróloga infantil lo expresa del siguiente modo: dos años y medio de su vida fue hija, nieta y sobrina
única. Los padres relatan que fue muy difícil colocarle
• “Niña de 4 años y 3 meses, sin antecedentes un límite porque ellos, los abuelos o los tíos siempre
personales ni familiares de relevancia. la sobreprotegían y la consintieron en todo.
• Pautas madurativas acordes a edad Cuando Mariela cumple dos años y medio, por
cronológica. razones laborales, los padres tienen que mudarse
• Examen neurológico normal. a 100 km. de la capital federal donde residían.
• Fenotipo agradable. Al mismo tiempo, la madre queda embarazada.
• Reúne criterios de DSMIV para síndrome de Coincide entonces la mudanza, lo que implicaba
hiperactividad con impulsividad”. todo un desarraigo en relación a sus abuelos y
sus tíos, y el embarazo de su mamá. Todos estos
“Se indica -afirma la doctora- la administración cambios inquietan a Mariela, que da a ver y expresa
de metilfanidato a modo de prueba. Si el resultado su angustia a través de la motricidad.
es positivo (es decir, un cambio importante en la El nacimiento de su hermana concuerda con
conducta), se certifica el diagnóstico y se mantendrá el ingreso al nuevo jardín de infantes, donde se
la medicación. (Se indica la mitad de la dosis al incrementa la problemática a nivel de su relación
inicio de la prueba y la dosis total en los últimos con los otros niños con la docente y el aprendizaje en
15 días).” general. Mariela es una niña sensible e inteligente,
La madre de la niña en la primer entrevista, muchas veces la angustia la lleva a romper
angustiada, afirma: “mi hija es muy pequeña para juguetes o a desarmar lo que estaba realizando.
ser medicada y por eso tengo la duda acerca de Indudablemente actúa su temor a perder el único
la medicación, ella es muy inquieta pero es así la lugar que durante sus primeros años de vida acunó
forma de ser, el carácter. Al medicarla no se si va ser el centro de la mirada de todos (los abuelos,
a cambiar. No se que hacer, por ahora le suspendí los tíos, los padres). Los celos a la hermana, el
la medicación aunque en la escuela insisten para cambio de casa y de escuela le resulta muy difícil
que la medique, así puede estar en la escuela mas de elaborar, y actúa su dificultad en representar su
tranquila y trabajar mejor con la maestra.” nuevo lugar, tanto en su familia como en la escuela
y con sus familiares.

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Al mismo tiempo, los papás no dejan de tengo que desdoblar transformándome en llorona,
asombrarse de lo difícil que les resulta a ellos dramatizando todo su malestar, y retornando a
colocarle un límite seguro a Mariela. Por ejemplo, mi posición de Esteban para castigarla, ordenar,
ella lastima a su primo o tira una silla y ellos no y permitir que continúe la escena que armamos
pueden terminar de enojarse con ella. Mariela se con Mariela. Así pasamos a jugar a la maestra, la
escabulle, arma otra mascarada y el no que ellos peluquera, el desfile de moda, los títeres, pero en
implementaban se transformada en ni, y finalmente todo momento aparece la llorona interrumpiendo
ella evitaba la legalidad tanto en la casa como en el con algún gesto, grito, ruido o movimiento el
jardín de infantes, con los abuelos o los tíos. escenario que montamos. Los castigos se multiplican
Sin recursos, el papá empieza a utilizar la escénicamente hasta que finalmente la llorona cede
amenaza, y le dice a Mariela: “Si te seguís portando y puede jugar con nosotros.
mal, te voy a llevar a la escuela de los niños Al mismo tiempo que ocurren estas escenas
peleadores”. Y al pasar por un edificio, le confirma tengo entrevista con los papás de Mariela, a los
que esa es la escuela. A partir de allí, no solo cuales les confirmo el lugar que ellos ocupan para
continua la inquietud de Mariela, s no que empieza su hija y el valor de la experiencia compartida.
a tener miedos. De este modo comienzan a modificar la actitud
En este contexto llega Mariela para realizar un que tienen con ella especialmente en relación a
tratamiento. los límites que le colocan y al modo de hacerlo,
desde una posición asimétrica y no simétrica como
• ¿Qué es lo que ella produce en la sesión? procuraban realizarlo.
• ¿En qué enigmas y escenas nos convoca? En la escuela y en la casa van notando los
• ¿Cuál es la experiencia que ella nos da a ver? cambios que Mariela va produciendo. Los padres
relatan que Mariela ahora puede jugar con otros,
Desde el inicio Mariela me plantea que una compartir un cuento, una obra de teatro o una
de las muñecas del consultorio es la llorona, y que película sin que se produzca ninguna dificultad.
siempre molesta, nunca nos deja jugar, grita o llora En la escuela afirman que Mariela comenzó
y se tiene que hacer lo que ella quiere. Ante esa a tener un buen desempeño, va incorporando
situación le pregunto qué podemos hacer. Ella me paulatinamente los hábitos del jardín, del grupo y
indica tenés que retarla: “retala Esteban, retála”. de la sala. En cuanto a lo social, “se ha evidenciado
“Dale, vos la retás”… un progreso paulatino en relación con su progreso
Al hacerlo, ella me dice que hable como la a sus pares, ya que es muy colaboradora, se integra
llorona, que llore y que grite por el reto. En esos con ellos y entabla diálogos con espontaneidad. En
momentos, me transformo en la llorona, cambio la el desarrollo de las actividades, continua diciendo
voz, me metamorfoseo en llanto, en una niña que la escuela, Mariela se integra con naturalidad,
se porta mal, que pega, que tira cosas, que rompe aunque puede tener altibajos respecto a las mismas
papeles, que empuja. Mariela me mira y me dice (momentos donde se sienta y trabaja y otros donde
“castigála”; otra vez me transformo en Esteban y todavía deambula. Es capaz de establecer relaciones,
castigo a la llorona: “aquí no se puede hacer eso, comparaciones y se está afianzando en la seriación
romper las cosas, gritar de esa manera, empujar a de elementos. Disfruta realizar construcciones y
todos, portarte mal, querés ser el centro de todo, jugar con ellas.
estás castigada”. Mariela ha constituido la imagen corporal y me
A continuación, la peleadora (llorona) queda demanda transformarme en la llorona, la inquieta,
castigada y aislada en el baño, en el balcón, o atada la terrible, la imposible. Indudablemente es ella
de pies y manos en una silla, en una mesa, o sola la que en un espejo se mira cada vez que, vía el
en la cocina. Mariela exclama: “ya es grande para transitivismo, me metamorfoseo en ella como la
hacer eso, no es un bebé. Basta, dejanos tranquilos, llorona; al hacerlo, ella ocupa otra posición, ya
llorona, portate bien”. no tiene que golpear, empujar, manosear, gritar,
Estas escenas se complejizan de diferentes romper para ser Mariela. Tal vez por primera vez
modos a lo largo de varias sesiones, en las cuales me encuentra un lugar en el cual no necesita actuar su

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angustia para ser ella, y de este modo, representar Por todos lados se han abierto locales para jugarlos
su nueva posición sin perder el amor del otro, y con las 24 horas del día. Inclusive han colocado algunos
él su propio espejo. locales en plena playa, provistos de vidrios pintados
Donar lo infantil desde el punto de vista clínico, de color negro para que no penetre ni un solo rayo
en este caso, implica desdoblarme en muñeca de luz solar.Preguntémonos qué es lo que ocurre
llorona imposible para poder jugar el secreto oculto dentro de estos oscuros locales.
de ser otro, y de este modo, dialectizar la posición Las máquinas funcionan al unísono, la luz
en la cual, sin salida, se colocaba Mariela. artificial y el bullicio maquinario crea un clima
Como vemos, lo infantil es del orden de lo moderno, acelerado, cada uno en su pantalla,
intransferible, se produce sin saber lo que se va aislado en la imagen que no deja ver, ni pensar en
a experimentar. ¿Qué es lo que va a ocurrir en la otra cosa. No se escuchan palabras, es muy difícil
experiencia clínica ese día? No se sabe, se inventa y hasta innecesario hablar, dialogar o intercambiar
en el devenir del lazo escénico transferencial. De siquiera alguna mirada.
este modo, tenemos las chances de dar lugar para Encarcelados en la pantalla, nadie quiere
que lo imposible y lo increíble se torne posible y alejarse de ella, ni perder tiempo en otra cosa que
creíble, o sea, para que una experiencia como tal no sea el juego. Estupefactos frente a la imagen
deje su marca como acontecimiento que inscribe los niños concurren todos los días –y también las
una diferencia. Como tal, en ese umbral el noches – a estos locales. Algunos chicos – la edad
acontecimiento no se puede medir, queda referido oscila desde 5 a 13 años – tienen auriculares y
como huella que produce una experiencia del micrófonos para “intercambiar” con los compañeros
orden de la diferencia. de “equipo”. El fin siempre es el mismo: aniquilar a
Finalmente, con respecto a Mariela, ¿podemos los otros jugadores.
considerarla como una niña con síndrome Un niño de 11 años afirma: “En los juegos,
disatencional con hiperactividad (ADD/H) y vos sos un mafioso que tiene que ir matando gente.
desconocer de este modo la historia subjetiva que Cuando matás te dan plata, te sirve para vivir más
en cada gesto sensible nos da a ver a través de su tiempo.” Está jugando al “GTA4”, versión mejorada
cuerpo? del GTA3. La historia se desarrolla en la ciudad del
Mariela, sin medicación ni técnicas cognitivas- vicio: “vice city” en la cual como dice el pequeño
conductuales, ha modificado su posición en relación “no para de matar policías, robar autos y motos.”
con el aprendizaje y los otros. En este camino, el Su amigo de 7 años le avisa a quién tiene
trabajo clínico junto con las entrevistas parentales que asesinar y cómo: “Dale, tirale una bomba”, o
y el contacto diario con la escuela, ha resultado “Apuráte que ahí matás a dos policías juntos.” Otro
fundamental. niño afirma: “A mi me encanta el Counter Strike.
Como sabemos, hay malestares y síntomas Hay un grupo de terroristas que tiene rehenes,
infantiles que no se curan con drogas médicas, entonces se tiene que pelear con la policía. Obvio
ni con conductas adquiridas, pues responden al que gana el que más mata.”
dolor subjetivo propio de la intensidad de existir “Para los padres – expresa uno de los dueños
como sujetos. Nosotros no estamos dispuestos a de los locales – esto es maravilloso. Los dejan
olvidarnos de esa esencial condición. Mariela en acá mientras ellos se van a pasear, además es una
sus juegos dramatiza una y otra vez esta crucial diversión muy barata. Los chicos se pasan una hora
demanda subjetiva: ¿Podemos no escucharla? Y jugando y gastan 3 pesos. Si los llevan a jueguitos
entonces nos plantean volver a medicarla, volver a electrónicos necesitan 15 pesos.”
rediagnosticarla. No es que el niño sea insensible al sol, sino
que hay otra “sensibilidad” –si podemos llamarla
SÍNTOMAS INFANTILES ACTUALES. así – alienante, enajenante, sin ayer, presente,
La realidad actual – en torno a la infancia – cosmovisión efímera, rápida, percepción imaginaria
no deja de sorprendernos. Este año la diversión de una irrealidad “real” donde nada es imposible,
preferida de los chicos durante las vacaciones en en la cual todo puede construirse y destruirse
las playas argentinas, han sido los juegos en red. mutuamente sin mediación. No importa la causa,

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el proceso, sino el efecto: vencer, ganar, poseer al volumen del lenguaje. La reducción, la codificación,
otro, destruir y evolucionar de nivel. la síntesis y la pérdida del sentido que adquiere
El azaroso mundo infantil se juega en la para ellos, enuncia una progresiva degradación del
pantalla que, a su vez, una mente adulta programó y mismo. El lenguaje visual se equipara drásticamente
definió anticipadamente, prefigurando la respuesta, con el lingüístico y en esta disputa vence el primero,
la creencia y el desarrollo del juego, alejándola en detrimento de la riqueza verbal, corporal, gestual
cada vez más de la espontaneidad e improvisación. y escrita del segundo.
Los pequeños podrán matar virtualmente a Los chicos imaginan, leen y escriben menos.
todos pero no a la máquina, la cual los lleva a seguir El uso, el funcionamiento placentero, libidinal,
enchufados en un circuito inagotablemente gozoso, de la lengua se empobrece progresivamente hasta
pues lo desconocido, lo que los impulsa no está en condescender en la vulgaridad. Si lo infantil emerge
el cuerpo ni en el mundo, sino en la máquina que de la riqueza del lenguaje y a él vuelve una y otra
un adulto responsable preparó para él. vez como cántaro del cual se nutre, la escasez o
Lo infantil de la infancia transcurre durante economía del mismo no deja de cuestionarlo en su
mucho tiempo en ese igual espacio, donde la muerte esencia.
y la vida no valen más que un circuito eléctrico y el La cultura contemporánea no destruye lo
azar de la aventura se trastoca en chips. infantil. Muchas veces, por el contrario, lo aplana,
Una de las cosas que más nos llaman la aplaca y apelmaza en una realidad agotada en
atención en la actualidad, es la escasa y a veces nula sus orígenes, partidaria de la comunicación como
posibilidad de fantasear de los chicos, que pasan medio, de la imagen como causa y de la velocidad
muchas horas encapsulados en las pantallas. La eléctrica como efecto.
fantasía – al decir de Roland Barthes1– es el reino Cuando un niño mira, esconde un toque; al
del símbolo. La incapacidad de fantasear responde hablar, oye la mirada; al moverse, intuye un gesto
a la dificultad de simbolizar, de representar; de ese y al oler, palpa el sabor. Ellos ponen en escena un
modo, se estructura una paradoja: la imagen, lejos verdadero goce corporal. Para los más pequeños,
de producir sentidos polívocos, lo que implicaría el jeroglífico del tiempo se mide en proporciones
pérdida y creación de unos nuevos, clausura el de juego, en los cuales intuye la vidriera alegórica
sentido provocando una “sordera” y “ceguera” de sus pensamientos más asertivos y originales. Se
que impide la creación simbólica y su correlato: confirma, de este modo, la importancia central de lo
la articulación entre la plasticidad neuronal y la que hemos denominado plasticidad simbólica.
plasticidad simbólica.2 Las últimas revelaciones científicas de las
Cotidianamente nos encontramos con neurociencias confirman que, genéticamente,
niños inteligentes que no pueden simbolizar, ni además de una determinación biológica, también
fantasear o, como ellos dicen: “no tengo nada que hay una porción indeterminada, plástica que
decir”, “no puedo”, “no se me ocurre nada”, “no pensamos, depende del encuentro con el Otro y
entiendo, ni sé qué hacer”. Muchos de los actuales de la experiencia que allí se suscita. Dicho de otro
problemas pedagógicos y escolares responden a modo, no se trata de cualquier experiencia autónoma
esta negativa o pensamiento vacío de significancia. o automática sino de una experiencia deseante y
Paradójicamente el fantasear infantil expresa sus subjetiva que connota y denota lo relacional y lo
dimensiones a través de la pantalla que lo mira sin simbólico de dicho acto. De allí que proponemos
guiñarle el ojo. denominar plasticidad simbólica a las causas y
Los que trabajamos con los niños nos efectos de esa singular experiencia que deja una
encontramos alarmados por el escaso espesor y marca significante, privilegiada y subjetiva. Es una
herencia simbólica que recrea lo que se transmite y
lo hace germinar en la realización infantil.
1 
Barthes, Roland. Variaciones sobre la escritura.
Buenos Aires, AR: Editorial Paidós, 2003. p. 48.
2 
Véase Levin, Esteban. La experiencia de ser niño.
Plasticidad simbólica.Buenos Aires, AR: Nueva Visión,
2010.

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EL NIÑO FRENTE AL PROGRESO Y EL SABER Recordemos que la angustia en la infancia es


TÉCNICO. un afecto ciego y mudo, ya que está encarnado en
La práctica del goce gestual, corporal, temporal, el cuerpo. No hay un solo rostro para la angustia;
rítmico y espacial de los chicos se clausura en la indudablemente el niño vive una experiencia
pantalla y aparece otro, mudo en el tacto, visible de displacer. Él no puede agarrar la angustia, es
en la mirada, oscuro en el sabor, insípido en el ella la que lo toma sin saberlo, dominándolo,
olor, inmóvil en el espacio y finalmente, solitario. estrechándolo a lo corporal. Es un movimiento que
Podríamos denominarlo el goce de la imagen. lo defiende frente a ese rostro ciego, mudo y sin
La antropología de la infancia nos demuestra día objeto con el cual se ve confrontado.
a día el avance indecoroso del goce en la imagen, Siempre el niño se angustia con relación al
en detrimento – cada vez más progresivo – del Otro, de allí que ella es correlativa de lo infantil y
goce corporal, creacionista y gestual. La alienación el amor que él conlleva, ante este mal- estar, ¿cómo
por la imagen genera la vaporosa reproducción responde la modernidad? Ella inequívocamente
de lo mismo, en una realidad actual que tiende a coloca su saber científico, técnico y anónimo. En
ser el campo, en el cual las nuevas generaciones ese anonimato responde otra vez el cuerpo.
producen lo infantil. El progreso actual muchas veces, desconoce lo
El niño alineado y dominado en el circuito singular y globaliza la niñez como si este mito fuera
imaginario que el adulto –en tanto sociedad – no posible. La mundialización de lo infantil como un
deja de ofertarle y ofrecerle, genera más demanda estadio del desarrollo o una etapa siempre lista, en
imaginaria en una legalidad mercantil, acuciante, pos de la eficacia y la inmanencia del mercado, no
sin límites y nada sutil. ¿Podremos recuperar para es otra cosa que el ritual de un saber actual.3
los niños la realización práctica del placer escénico El anonimato del saber moderno responde a
corporal? la demanda del niño desconociendo su historia y
El circuito electrónico de la modernidad provoca por lo tanto, desestimando la acuciante demanda
en la infancia un nuevo malestar. Nos referimos a angustiosa que él no deja de colocar en sus síntomas
la dificultad que tienen los niños para colocar el corporales. El ojo- anónimo esteriliza una y otra
cuerpo en escena a través de las representaciones vez la demanda del niño, alienándolo a ese último
que ellos crean. Estos malestares no sólo abarcan lo refugio que es el cuerpo o, estrechándolo al saber
corporal sino también el aprendizaje y la atención. científico- técnico.
Los síntomas corporales actuales de los Cuando el Otro- ojo- moderno quiere observar
niños: problemas de atención, de aprendizaje, al niño lo hace de todos los lados posibles, busca
enfermedades a repetición sin causa aparente, saber el todo sobre el cuerpo, el acontecer y el
estrés infantil, anorexia, bulimia, entre otros, nos desarrollo. El pequeño responde recordándole
demuestran cómo el sufrimiento se liga y entrelaza que está habitado por lo invisible que soporta y
dramáticamente a la imagen del cuerpo. Por eso se estructura la imagen corporal.
dan a ver a la mirada del Otro a través del último El oído- anónimo del saber- poder técnico quiere
recurso que es el mal- estar corporal. escuchar únicamente las estadísticas, los estudios
El sufrimiento y la angustia ligada a la imagen didácticos, las frecuencias y las investigaciones
del cuerpo se dan a ver en el esquema corporal que cuantitativas para aplicarlas al cuerpo de un niño
trastorna el desarrollo psicomotor del pequeño. o, para decodificar o interpretar exactamente lo que
Este hacerse ver del síntoma lo lleva a irrumpir en le pasa. Un niño, en sus ocurrencias inesperadas
el escenario y la mirada del Otro hasta que por fin e inauditas de su realización, desmiente esos
éste se detiene en él. El problema surge cuando, prejuicios y les recuerda lo inclasificable de la
al hacerlo, lo realiza en un lugar equivocado; por imagen corporal en escena.
ejemplo, muchas veces se lo medica procurando
eliminar los signos sintomáticos o, se lo mira a
través de distintas terapias o, así como también se lo
fuerza a nuevos y exquisitos regímenes didácticos, Levin, Esteban. ¿Hacia una infancia virtual? La imagen
3 

pedagógicos y técnicos. corporal sin cuerpo. Buenos Aires, AR: Editorial Nueva
Visión, 2006.

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La imagen moderna que se le ofrece y fascina quiere lavarse las manos; ahora voy con ella”.
tanto a los niños es puntual, efímera, des-echable, Cuando vuelve sigue hablando, discutiendo y
eléctrica, intercambiable. Dura en la inmediatez jugando con la “motuta”. Afirma que va a dormir
del instante visual, en sí misma es su propio fin, sin con ella, que lo va a acompañar a pasear, a comer y
relación al otro. Frente a esta realidad enajenante, a dormir. “”Motuta”, “motuta”4, dónde estás?” Sigue
que el mundo adulto moderno le presenta a los diciendo sonriente en una forma cantada y sin dejar
niños, los actuales síntomas infantiles se constituyen de moverse.
en la respuesta posible, pero a la vez eléctricamente En esta realidad infantil que acabamos de relatar
solitaria, que encubren y dan a ver dramáticamente, cabría preguntarnos: Juan ¿podría ser diagnosticado
un pedido de auxilio, una demanda de amor al otro. de síndrome disatencional con hiperactividad y su
El saber creativo del niño implica siempre en tratamiento ser medicado con Ritalina?
una anticipación, una promesa, una emancipación ¿De qué nos habla en su motricidad? ¿Dónde se
y una intuición. No sólo en éste saber se anticipa ubica la organicidad que porta? ¿Cuál es la imagen
lo que vendrá − juega a ser grande porque no lo que lo sostiene? ¿Cómo construye y conforma su
es, anticipando lo que será − sino que coloca allí espejo? Para Juan, ¿qué es la “motuta”?.
la improvisada esperanza secreta de encontrarse La “motuta” indudablemente es una invención,
con la novedad de lo nuevo, con un nacimiento- sirve para moverse, desear, bañarse, dormir, comer,
acontecimiento aunque no sabe cuál es. Es una tocar. Es también un comodín, una adivinanza, un
apertura y explosión multiplicada de significantes. jeroglífico y un acertijo. En realidad, crea en el otro
Entonces, ¿seremos capaces de comprender la un enigma, una intriga que no se puede descifrar. La
secreta demanda que los síntomas actuales ocultan? “motuta” es una experiencia infantil de la diferencia,
sugiere lo que no es y lo que podría ser en el mismo
LA IMAGEN CORPORAL EN ESCENA: LA instante.
“MOTUTA” EN MOVIMIENTO. La “motuta” da testimonio de un pensamiento;
Detengámonos en un ejemplo que me ha en realidad es la puesta en escena de una
ocurrido estos días. Sentado en un bar observo la espacialización del pensamiento. Como una
siguiente escena. Llega Juan, de 3 años, junto a su metáfora móvil, puede tener cualquier sentido, y
mamá y su hermana, una beba de 6 meses. el niño abre el espacio, crea una topología donde
Llama la atención el rostro del niño, la poca el pensamiento se pone en juego en imágenes
expresividad, la dificultad gestual; las cicatrices dan sensibles.
cuenta de la problemática orgánica con la que el La experiencia infantil dramatizada en la
pequeño había nacido. La huella de esta marca -labio “motuta” marca la aventura del saber, instala un
leporino- luego de la cirugía, no dejaba de invocar modo de contornear lo real ambivalente y ambiguo
la mirada donde se hacía presente la organicidad a la vez; el pequeño hace uso de ella, y sin darse
en su rostro. Juan no paraba de moverse. Iba de cuenta, produce lo imposible, crea un saber
una mesa a la otra. La madre y el mozo intentaron metonímico que nadie sabe; juega en el sin sentido
controlarlo pero no podían detenerlo. Juan se movía y crea otros dando vida a un pensamiento por fuera
todo el tiempo. de su problemática gestual y orgánica. La “motuta”
Sin embargo, el niño jugaba con una palabra habita en el niño en un espacio singular, tejido de
que había inventado, la “motuta”. Sin dejar de
moverse le decía a la mamá que iba a comer con la 4 
Freud en el chiste y su relación con el inconsciente
“motuta”. En un descuido se le cae el pan y afirma:
afirma: “En la época en que el pequeño niño aprende a
“fue la “motuta” la que lo hizo”. Se baja de la silla, manejar el tesoro de las palabras de su lengua materna,
sale corriendo y grita: “voy a buscar a la “motuta” le trae una manifiesta satisfacción experimentar jugando
que se fue para allá”. La madre sale a buscarlo y con ese material, y entrama las palabras sin atenerse a la
le pregunta: “¿dónde está la “motuta”?”. “Ahora se condición de sentido. Ese goce le es prohibido poco a
escondió”, le responde. La madre le insiste en ir a poco, hasta que al fin solo le restan como permitidas las
lavarse las manos y finalmente él accede diciendo: conexiones provistas de sentido entre las palabras. Opino
“lo que pasa es que la “motuta” es chiquita y nunca que el niño se vale del juego para sustraerse de la presión
de la razón crítica.”

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deseos. Al crear la “motuta, ella, paradójicamente, pequeños tesoros, personajes que discurren y
lo crea a él, y des-cubre la esencia originaria de la juegan en todo el paisaje infantil.
vida de las palabras. Son parte esencial de su experiencia,
Para el pequeño la “motuta” encierra un saber diferentes a cualquier otra palabra, no figura
fundamental: sabe que el otro (en este caso la en ningún diccionario porque no responden a
mamá) no sabe qué es, ni cuál es su significado, ni ninguna realidad unívoca ya definida; tienen, eso
tampoco para qué sirve. En esa incógnita radica el si, la cualidad de mantener viva la imaginación, la
fantástico poder de la curiosidad y del no saber. Lo ilusión y la impostura que no deja de sorprender, es
que usa el niño para intentar dominar y enfrentar al inasimilable a un código y, mientras está viva para
otro es justamente lo que no se sabe ni se entiende el niño y para el otro, es imposible eliminarla.
de la “motuta”. En este caso, ella se sostiene en la En este caso, tras jugar el pequeño con la
estética sugerida de la imagen corporal, y no en “motuta” –o es que ella juega con él-, la organicidad,
la confrontación constante del espejo real que le la marca del labio leporino, se ha perdido en los
devuelve la dificultad gesticular, motriz y facial efectos inesperados e insólitos que ella genera. La
propia de su problemática. frescura infantil ilumina el rostro, su propio espejo
La “motuta” puede ser usada para todo, para mas allá de la motricidad, la discapacidad y la cirugía.
moverse, pegar, dormir, conocer, contar, hablar; es En ese terreno fértil gana la batalla la “motuta”.
una palabra sensible y, por suerte, ininteligible para La “motuta” genera confianza, no provoca
el mundo sensato y lleno de razones del adulto. Por ningún temor, sino lo combate. Es imposible
eso, ella no es interpretable, se escabulle y escapa distinguir en qué momento la palabra “motuta”
de un sentido ya establecido, más bien transgrede recubre una realidad, y en cuál está allí como
la significación, muerde la otra escena y, de modo rebelión o como contrabando de un instante, pues
huidizo, inaprensible, crea otro lazo, crea otro se conforma según se dice en cada contexto. Ella
sentido; y en este camino, en este tropismo del se sumerge en el lenguaje infantil, confunde y
lenguaje, se erotiza la “motuta” tornándose sensible conecta bajo su decir cosas e ideas dispares, cuyo
a un nuevo sin sentido por venir. único lazo es el poder ficticio de la imaginación
Así como los símbolos nos miran y nos llaman en acto. Es una construcción de frontera, hace
constantemente a la vez que los miramos y los visible lo imperceptible y constituye una operación
escuchamos, la “motuta” no deja de ser una palabra ficcional, y a la vez real, del pensamiento, una
significante a partir de la cual el niño mira al otro, extensión de sentido que, quizá, legitima un deseo
lo llama, lo interpela y le demanda. Él es el sujeto desenmascarado.
de la “motuta”, en la cual hace uso de su imagen Si le preguntáramos al niño qué es la “motuta”,
corporal y dibuja la silueta móvil del sentido nuevo cuál es su contenido, lo pondríamos en un grave
por venir. aprieto, ya que no podría definirlo a no ser del
La imaginación del pensamiento colocado en siguiente modo: “no se, la “motuta” no habla, se
la palabra-personaje-“motuta” se estructura entre mueve, ella está jugando”.
lo sensible y lo inteligible, entre lo visible y lo Perfecta la infancia, la “motuta” coloca
invisible, entre lo dicho y lo indecible. Cuando el en escena la verdad, la ficción, la peligrosa y
cuerpo orgánico queda en una dimensión segunda extravagante aventura de aquellas palabras -nada
con respecto al sujeto, el mundo imaginario del niño ingenuas- usadas por el efecto de sentido que ellas
es plural; en él se producen transformaciones que producen. En ese espejo, la “motuta” ha vencido
nunca son anárquicas, tienen sus principios y sus a la organicidad y a la denominada dis-atención,
fines, a partir de los cuales se olvida del cuerpo para ella queda en un segundo plano, porque lo mas
introducirse en el campo de las representaciones. importante es el efecto sujeto que ella, sin darse
Podríamos interrogarnos ¿cuál es la cuenta, genera. Si vence el estigma diagnóstico del
representación de la “motuta”, a quién responde ADD (en este caso podría ser con hiperactividad),
ella, por qué causa se ha creado? la “motuta” y Juan habrán perdido la batalla.
No hay duda que los niños se sirven de esas Capturado por la acción el quehacer de Juan
palabras (“motutas”) raras, extraviadas e inventadas, estará atento a estar dis-atento, actuará a través del

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Prâksis - Revista do ICHLA

movimiento, la angustia incontenible de un niño REFERÊNCIAS


cuya imagen del cuerpo se queda sin cuerpo. En AGAMBEN, G. Infancia e historia. Buenos Aires,
este caso respondería sin poder representar, jugar, AR: Adriana Hidalgo, 2003.
ni hablar de los que le pasa. El cuerpo a través de
la motricidad hablaría por él y colocaría en escena BARTHES, R. Variaciones sobre la escritura.
su estar mal, que le impediría jugar lo infantil de la Buenos Aires, AR: Editorial Paidós, 2003.
infancia, o sea, la “motuta”.
Finalmente, en torno al denominado síndrome
BENJAMIN, W. Ensayos (tomo I). Madrid, ES:
dis-atencional y a los síntomas actuales de los niños,
Editora Nacional, 2002.
tanto en el campo clínico como en el educativo,
existen básicamente dos posibilidades: una es
abordarla de acuerdo a la propia deficiencia, el BENJAMIN, W. Escritos. Buenos Aires, AR: Nueva
pronóstico y su correlato el diagnostico, los métodos Visión, 1989.
y pautas necesarios para sanear el déficit en cuestión.
En esta perspectiva nos encontramos con posturas BERGÉS, J. Qué nos enseñan los niños
que ignoran los enigmas y lo infantil de la infancia. hiperquinéticos. Revista de estudios y experiencias
Quienes las ejercen se presentan sensatos, saben los Psicomotricidad, n. 54, CITAP, Madrid, 1996.
objetivos y contenidos a desarrollar, anticipan las
posibles respuestas de los chicos, y por supuesto, no BERGÉS, J.; BILBAO, G. Sobre el
se incluyen en el laberinto infantil, buscan itinerarios transitivismo. Buenos Aires, AR: Nueva
claros, rectos, sin pliegues, sin dobleces, van por Visión, 2000.
caminos seguros, sin compromisos, no se arriesgan
a la aventura y mucho menos a la experiencia de la COREA, C.; LEWCOWICZ, I. Pedagogía
“motuta”. del aburrido. Escuelas destituidas y familias
La otra posibilidad, mucho mas difícil, ya que perplejas. Buenos Aires, AR: Paidós, 2004.
no depende de la dis-atención, ni de un plan, ni
de una metodología prefijada, es crear con el niño FREUD, S. Tres ensayos para una teoría
una relación e inventar junto a él una experiencia sexual, O. C. Madrid, ESP: Biblioteca nueva,
infantil, como por ejemplo la de “motuta”, es decir, 1973.
construir una escena para generar otro espejo donde
el pequeño se reconozca como sujeto, y de este
modo, producir la plasticidad simbólica y lo infantil
FREUD, S. La afasia. Buenos Aires, AR: Nueva
de la infancia en el cual pervive siempre el encanto
Visión, 1987.
de la “motuta”. ¿Seremos capaces de rescatar al
sujeto que en el desborde corporal y motriz enuncia LACAN, J. Dos notas sobre el niño.
dramáticamente el sufrimiento que sin salida lo Analiticón, n. 3, Barcelona, ES: Paradiso,
envuelve e invade? Tal vez, la “motuta” pueda venir 1987.
a nuestro rescate.5
LACAN, J. La agresividad en psicoanálisis.
Escritos I. México: Siglo XXI, 1988.

LEVIN, E. La función del hijo. Buenos Aires,


AR: Nueva Visión, 2000.

LEVIN, E. Discapacidad, Clínica y Educación.


5 
Sobre la temática de la pulsión motriz me he explayado Buenos Aires, AR: Nueva Visión, 2003.
oportunamente en los libros “La infancia en escena.
Constitución del sujeto y el desarrollo psicomotor” y “La
función del hijo. Espejos y laberintos de la infancia” de
Editorial Nueva Visión.

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Instituto de Ciências Humanas, Letras e Artes

LEVIN, E. ¿Hacia una infancia Virtual? La MORÍN, Edgar. La violencia del mundo.
imagen corporal sin cuerpo. Buenos Aires, AR: Buenos Aires, AR: Libros del Zorzal, 2003.
Nueva Visión, 2006.
WINNICOTT, D. La naturaleza humana.
LEVIN, E. La experiencia de ser niño. Buenos Aires, AR: Paidós, 1993.
Plasticidad simbólica. Buenos Aires, AR:
Nueva Visión, 2010.

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