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GUÍA DE
TÉCNICAS DE
EMPLATADO
VANGUARDISTA
Esta es una guía completa paso a paso para ayudarte a emplatar, a conocer las técnicas de
presentación de platos que pueden llevarse a cabo, los errores que no se deben cometer, las
herramientas y útiles que pueden aprovecharse en la decoración de comidas, las reglas básicas
que hay que tener en cuenta al emplatar y, el culmen, la elección de la vajilla para conseguir un
resultado redondo.
COMPONENTES DE UN PLATO
Nos referimos a lo que necesita un plato para llamarse “plato” aparte de la vajilla que
sostendrá los alimentos, los componentes esenciales que unidos forman lo que nos agrada
consumir. Esto se explica ya que en un montaje se reparten los elementos para mostrar su
naturaleza y armonía:
Salsa: algo que no puede faltar, el elemento líquido que amalgama otorgando cohesión de
sabores. También denominada como la firma del chef que unifica y da toques artísticos.
Decoraciones: todos aquellos elementos que aportan el punto final, hierbas, pequeñas
ensaladas, masas, frituras, etc. (esto puede ser opcional, pero ya es parte de nosotros)
Algo importante a destacar, es que no hay ley que interponga que todos los platos deben
llevar los 5 elementos. No es de rigor que nuestro menú y presentaciones se restrinjan a lo
explicado. Es ahí cuando podemos ser originales y dar toques personales. Las tendencias actuales
hablan de platos de muchas verduras, pocas proteínas, decoraciones frescas y salsas intensas pero
livianas. Aunque para consumos masivos, nos quedamos con el modelo clásico que perdura de
mantener los 5 elementos, y es a eso donde va toda esta teoría de montajes. Es lo que se enseña
en las escuelas gastronómicas, ya que permite al alumno aprender bien la ejecución de técnicas
por producto para luego hacer el diseño del plato a presentar.
¿Quedó claro? ¡Bien! Veamos ahora las categorías de montaje, antes eso sí, jamás olvidemos la
máxima del cocinero: siempre daremos más énfasis al sabor que a la estética.
Tradicional
La manera más sencilla de disponer los elementos en el plato, donde se exhibe la proteína
como gran protagonista. El plato ser un reloj y los elementos se ponen según la posición de los
números: Proteína y salsa a las 6, guarniciones a las 2 y 10 respectivamente.
No tradicional
Es aquí cuando se rompen todos los esquemas y olvidamos lo anterior. La posición de los
componentes es libre. Deja mucho a la creatividad y muestra el lado artístico de los cocineros.
Estructurado
Los elementos del plato se unen y forman una especie de estructura, donde normalmente la
guarnición va de base, sobre esta la proteína, decoración encima y rodeado por salsa.
Lo bueno es que permite jugar mucho con la altura y la habilidad arquitectónica del chef.
Disperso
Aquí la altura no entra mucho, pero lo bueno es que los elementos se lucen y las técnicas
quedan a la vista
Sacando conclusiones anticipadas, el estilo tradicional sigue siendo el más preferido por
su sencillez, y el no tradicional permite ofrecer algo más que solo sabor.
Sabiendo esto ya podemos hacer montajes, pero hay ciertas reglas que permiten conseguir
mejores resultados, son las siguientes:
Las Reglas de presentación E.U.P.F. son el acrónico que representa la composición básica
de un plato de acuerdo a sus elementos que denota:
Quienes ya sepan, sabemos que existe el EUPF, ¿qué es la “A” entonces? Pues es uno de
los grandes caprichos del chef que como se le da tanta importancia, se ha puesto para una mejor
pauta. Lo definiremos más adelante.
EQUILIBRIO
No nos referimos a montar el plato como si de un trapecista se tratara, el equilibrio habla
de la armonía de todos los componentes del plato partiendo por la elección de los alimentos,
colores y sus cocciones. La idea de esto es presentar variedad que sean compatibles entre sí, y
tenemos mucho de donde hablar:
Alimentos
Color
Métodos de cocción
Nos encanta jugar con las formas: medallones redondos, masas de forma cuadrada y
verduras en pequeños formatos. La geometría entra en cocina y buscamos dar una armonía de
polígonos al plato. Debemos evitar que todo sea redondo o cuadrado o todo sea entero: como en
las verduras, mostrar diferentes cortes y no poner las cosas como vengan.
Texturas
Una palabra muy de moda que nos permite seguir con el ingenio, en el plato deben haber
diferentes texturas que nos darán placer al paladar. Debemos encontrar suavidad, crocantes,
humedad… todo alimento permite que les demos diferentes texturas partiendo de que método de
cocción o técnica le demos. Evitar que en un plato todo sea blando o que haya mucha repetición,
ya que eso “aburre” al paladar.
Sabores y especias
Por último, los sabores deben ser variados y compatibles entre sí. Utilizar correctamente
el método de cocción para conseguir el sabor esperado del producto, no abusar de especias y
condimentos e intentar hacer mezclas que sirvan, como mezclar sabores sustanciosos con magros,
condimentados con suaves, ahumados con agridulces, dulces con ácidos, etc. Evitar servir
guarniciones de sabor intenso con carnes delicadas, evitar que haya muchas frituras, no mezclar
almidones con salsas muy pesadas, y la lista sigue y sigue.
Esa es la idea del equilibrio, usar todos los elementos antes mencionados de manera
equitativa que permitan un balance de sabor y atractivo. Veamos ejemplos:
En este plato el color destaca, las cocciones son óptimas, tenemos variedad de formas,
carne magra con almidón cremoso, asados, salteado fresco, estofados.
En este caso, el plato puede que sea delicioso, pero no cumplimos buen equilibrio.
Primero los colores se ven apagados y repetitivos, los cortes son toscos, el color de las arvejas o
guisantes no es el mejor, prácticamente todo esta frito.
UNIDAD
Cuando los elementos de un plato se unen para formar una estructura, se llama unidad.
En el fondo se trata de juntar los componentes sin estorbarse para mostrar la elegancia de lo
simple, la cohesión. La idea es mostrar la menor cantidad de áreas de atención y restar los
“espacios en blanco” (que son los espacios vacios del plato). Veamos un par de ejemplos:
En este caso los colores y técnicas son atractivos, pero los elementos están dispersos y no
tenemos unión. Muchos espacios en blanco dificultan un poco la vista, pero no deja de ser un
buen plato.
PUNTO FOCAL
Este es un punto importante, la guía de nuestro plato. La función es un área específica
que llama la atención y automáticamente nos dirige la vista hacia el resto del plato sin distraernos
de otros elementos en el mismo plato. Para que esto funcione, la ubicación de los elementos, su
relación y cohesión es importante:
FLUJO
Esta propiedad es una mezcla de equilibrio, unidad y punto focal. Cuando estos elementos
son bien utilizados, damos al plato una sensación de vida, como si este tuviera movimiento. Todo
fluye en dirección para apreciar la totalidad. Dentro de esto, encontramos dos tipos de flujo:
La simetría es la igualdad en ambas caras, esto se refiere a que el flujo sigue una misma
dirección, es como si en el plato trazamos una línea imaginaria y vemos que en la separación
ambos lados son iguales (no perfectamente…)
Balance asimétrico
Esto se da cuando en un plato tenemos más de un punto focal y no dejamos unidad. Nos
genera varios flujos con el cual tenemos que dar más de un vistazo para apreciar el plato
Aquí vemos dos elementos principales en los extremos, nos generan dos puntos focales y
cada uno posee su unión, pero no hay la unidad de un solo plato. Pero si tenemos equilibrio en
todo sentido.
Bueno, pues podría haber buscado el plato más alto jamás montado, pero no se trata de
esnobismos. La idea de dar mayores alturas es apreciar más el lado arquitectónico de la
preparación, pero debemos hacer una estructura sólida nada caprichosa, ya que es típico que
montamos una maravilla y al cliente le llega un derrumbe…
Costillas de cerdo braseadas, gratín de papas, verduras al vapor y una notoria decoración de
romero.
Revisión: 0 Elaborado por: Chef Docente Alejandro Lara Página 14 de 32
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez
Vicerrectorado de Extensión Académica
Subdirección de Extensión IPMJMSM
Diplomado de Profesionalización Gastronómica
Elaborado: 01/2018 EMPLATADO VANGUARDISTA Página 15 de 32
Y tenemos el alter-ego, un plato de baja altura. Pero si hablamos de esto, no significa que
el montaje sea “plano” sino que pongamos diferentes elementos que den relieve y sean atractivos.
Estoy es muy utilizado para los no-tradicionales-dispersos.
Como les refería antes, enfrentarse a una pieza de vajilla es muy parecido a enfrentarse a
un bloque de mármol o a un lienzo en blanco. La composición es uno de los factores más
importantes dentro de la presentación de un plato y en esto vamos a trabajar a partir de varias
técnicas que te servirán como guía a la hora de diseñar cómo emplatar y decorar un plato.
1. EMPLATADO SIMÉTRICO
El peso de los elementos se reparte equitativamente en el plato. Este tipo de
composiciones simétricas dan sensación de serenidad y equilibrio.
5. EMPLATADO HORIZONTAL
Aportan elegancia. Se trata de disponer en el plato los elementos formando líneas
horizontales. Es fácil de trabajar cuando vamos a emplatar un producto con varias salsas o
guarniciones que se presten para formar líneas. Es una buena opción para emplatar usando vajillas
rectangulares.
7. COMPOSICIÓN EN ESCALA
Consiste en la elección de una figura geométrica y presentar el plato utilizando
únicamente la forma elegida en diferentes tamaños.
9. EMPLATADO TRANSVERSAL
Es una composición muy fácil de llevar a la práctica y que aporta mucho dinamismo. Se
trata de disponer los ingredientes en el plato de forma transversal, cruzando dos líneas al emplatar.
DEFINIR EL PUNTO FOCAL DE UN PLATO: El punto focal está muy unido a la ubicación
de los elementos en el plato. Se trata de disponer las preparaciones creando llamadas a la acción
para dirigir la mirada allí donde interesa.
Pero, ¿cuándo es conveniente emplatar las salsas en forma de lágrimas? ¿Cómo emplatar
salsas usando biberones? ¿Cuándo es correcto usar la brocha para pintar un plato con salsa? ¿Para
esta salsa puedo usar manga pastelera?
Estas son algunas de las preguntas que surgen cuando nos enfrentamos a la tarea de
embellecer una elaboración y que, con las pautas adecuadas resultará mucho más fácil de lo que
piensas.
Aportan cremosidad y volumen al emplatado y es un recurso que nunca falla si está bien
ejecutado.
Seguro que habrás visto en el mercado diferentes gadgets para emplatar. No los necesitas.
Sólo tienes que disponer de una crema o salsa con la consistencia adecuada y una cuchara. Para
ejecutar la lágrima sólo tienes que servir una cucharada grande de la elaboración en el plato y con
el lomo de la cuchara extenderlo hacia un lado.
Mezcla bien la salsa, usa una brocha de silicona y ve untando bien y pintando el plato
repasando, si es necesario, la línea en el plato hasta obtener el resultado idóneo.
Estas salsas líquidas no pueden emplatarse en forma de lágrima ni con brocha ni manga
pastelera. No mantendrá su forma y acabará desparramada por el plato teniendo como resultado
un plato mediocre.
En este caso, la mejor opción es emplatar estas salsas creando un espejo – es decir –
salseando el fondo del plato levemente cubriendo la superficie. Ojo, la cantidad precisa, sin
pasarnos y que acabe pareciendo una sopa.
Ante la duda: Menos es más: Si dudas poner más elementos en el plato pero no sabes si
va a ser demasiado, quédate con lo austero y evita el barroquismo.
Cuidado con las salsas: Sé moderado con la cantidad de salsa que sirves en el plato.
Siempre puedes servir una salsera en la mesa para que cada comensal se sirva más si le
apetece.
Cuida la limpieza y la pulcritud: Revisa bien los platos antes de comenzar a emplatar.
Límpialos a conciencia. Es buena opción repasarlos con un trapo limpio mojado en algún
alcohol blanco tipo vodka, por ejemplo para eliminar restos de grasa. Usa siempre las
pinzas para emplatar y procura no dejar huellas en el plato. Si usas un plato de pizarra
para emplatar debes tener especial cautela. A menudo tienden a verse sucios, se adivinan
las huellas y puede estropear un emplatado. Si te atreves con esta opción unta previamente
la superficie del plato con unas gotas de aceite con la ayuda de un papel absorbente.
Quedará con brillo y se verá limpio.
Moldes para emplatar y aros: se sumergen en una salsa y se apoya sobre el plato quedando la
silueta de la forma. Por supuesto los moldes y aros también son muy útiles para realizar timbales
cuando tenemos que emplatar arroces, pistos, etc.
Plantillas: Nos puede ser útil diseñar una plantilla en papel o acetato para espolvorear algún
ingrediente o emplatar alguna salsa consiguiendo una forma concreta. En este caso nuestra alumna
usó una plantilla circular, la dispuso en el centro del plato y espolvoreó el alrededor con especias
molidas obteniendo un círculo limpio al retirar la plantilla.
Brochas, pinceles y rodillos: muy útiles para realizar líneas y franjas. Las brochas de silicona
son la mejor opción y la más higiénica pues nos evitamos que quede pegadas alguna cerda suelta
en las salsas. Los mini rodillos de pintor también pueden sernos de utilidad sobre todo si
decidimos usar como vajilla un lienzo. Emplatar en un lienzo es una práctica muy generalizada
en los últimos meses sobre todo en emplatados de postres.
Biberones y mangas: son utensilios perfectos para decorar con puntos y formas circulares. Antes
de emplatar en el plato final haz una prueba en un plato de marca pues a veces queda aire atrapado
en las boquillas y pueden jugarte una mala pasada en pleno servicio.
Revisión: 0 Elaborado por: Chef Docente Alejandro Lara Página 29 de 32
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez
Vicerrectorado de Extensión Académica
Subdirección de Extensión IPMJMSM
Diplomado de Profesionalización Gastronómica
Elaborado: 01/2018 EMPLATADO VANGUARDISTA Página 30 de 32
Cucharas estilografícas de emplatar o cucharas comunes para hacer lágrimas. Es una opción
muy extendida y que queda genial siempre y cuando se ejecute bien. Presta especial atención al
tipo de salsa o crema que podemos emplatar con cucharas pues el éxito del plato dependerá de la
consistencia de la salsa. Existen en el mercado juegos de cucharas estilográficas útiles para
emplatar. Si no tienes, no te preocupes, con cucharas normales de mesa y algo de práctica puedes
realizar el mismo tipo de dibujos en el plato.
Lo recomendable es usar una vajilla neutra de color blanco, neutro o negro. Sin
estampados.
La tendencia actual ha vuelto a llenar las mesas de platos Duralex y vajillas de peltre, por
ejemplo. Sin embargo, los platos de grandes dimensiones siguen llegando a las mesas de
los mejores restaurantes.
Cada vez más los restaurantes de alta cocina se arriesgan e innovan con soportes más allá
del clásico plato: papeles de estraza, latas de conserva, frascos, probetas de laboratorio,
cucharones…cualquier recipiente es susceptible de pasar a ser vajilla.
Para ello existe la silicona alimentaria con la que puedes crear un molde partiendo de un
objeto real y usarlo para emplatar. Nuestro amigo Jesús Escalera de La Postrería lo aplica en
numerosos postres. En el ejemplo de la foto se come desde la planta, a la tierra o incluso la maceta.
Para que puedas acceder a toda esta información en cualquier momento y lugar o incluso
imprimirlo hemos compactado todas las técnicas de emplatado pdf para que puedas leer el
contenido cuando lo necesites de forma rápida. Descárgate ahora nuestra Guía Completa de
Técnicas de Emplatado.
Y PARA TERMINAR
Esto es una guía para hacer las cosas y lograr ciertos resultados, esto no significa que
debamos hacer el plato y restringirnos a los puntos mencionados. La libertad del cocinero esta en
hacer lo que quiera sabiendo lo que es correcto. Y si queremos hacer arte, pues lo haremos a
nuestra manera (y usaremos esta guía como referencia) pero recuerden que debemos dar prioridad
al sabor y luego nos preocuparemos de su presentación.
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