Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Breve Recorrido Histórico de La Educación en Derechos Humanos

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 15

Breve recorrido histórico de la educación

en derechos humanos
Janette Góngora Soberanes y Yanira Francisca Mejía Martínez*

Resumen
La educación en derechos humanos es primordial para el desarrollo íntegro de las
personas y una base necesaria para cualquier proceso de democratización de una
sociedad. Es una herramienta para la prevención de las violaciones de los derechos
humanos, fomenta conductas y actitudes basadas en la tolerancia, solidaridad
y respeto, y disminuye los graves problemas de violencia, resentimiento y
discriminación. En el presente artículo se desarrolla un recorrido histórico de la
educación en derechos humanos.

Palabras clave
Educación en Derechos Humanos ¶ Recorrido Histórico ¶ Derechos Humanos

Abstract
Education is essential for the full development of persons and necessary foundation
of any process of democratization of society and Human Rights Education becomes
critical in this process.
The Human Rights Education is a tool for the prevention of violations of human
rights; it encourages behaviors and attitudes based on tolerance, solidarity and
respect. And plays in the long term an important role in preventing and protecting
them, but not only that.
To educate with Human rights is a mechanism for attaining a more democratic
country, to reduce the serious problems of violence, to address social resentment,
to prevent discrimination, to achieve harmony.
In this paper a historical overview of Human Rights Education.

Key words
Human Rights Education ¶ History of Education in Human Rights

* Janette Góngora es Socióloga, doctora en Educación; integrante del Sistema Nacional de Investiga-
dores y Docente investigadora en la UAM-Xochimilco. ¶ Yanira Mejía es licenciada en Sociología
y Maestra en Desarrollo y Planeación de la Educación por la UAM-Xochimilco, actualmente cursa
el Doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades, Área Educación y es Asesora en Educación en
Derechos Humanos en la Subsecretaría del Gobierno del Distrito Federal.
Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

Mi apellido: ofendido;
mi nombre: humillado;
mi estado civil: la rebeldía;
mi edad: la edad de piedra.

Aimé Césaire —Les armes miraculeuses—1

Ayer

L
a historia contemporánea no ha sido un avance progresivo de las
libertades y de los derechos humanos como podría suponerse; por
el contrario, una revisión panorámica del siglo xx nos presenta una
situación muy diferente, en la que en ocasiones avanzan, aunque por lo
general de forma tímida y paulatina, y en cambio, en otras retroceden de
forma abrupta y considerable. Sin embargo, pese a ello y a contracorriente, a
fines del siglo pasado y sobre todo en los prolegómenos del presente, pueden
apreciarse con nitidez —aunque aún de forma incipiente y, desde luego,
insuficiente— avances en la promoción de los derechos humanos y de la
educación en derechos humanos (edh).
El siglo xx nació bajo el signo de la crisis, del dominio, de la opre-
sión, del terror y de la desperanza. Las grandes potencias se disputaron el
mundo y el expolio de sus inconmensurables riquezas (entonces creídas
infinitas) y de sus poblaciones nativas bajo un argumento civilizador. “Si se
tiene piel blanca se es un civilizador. Y cuando se es un civilizador, pueden
cometerse actos salvajes sin perderse la categoría de civilizado” (Ho Chi
Minh, 1973:54). La confrontación entre las grandes potencias hundieron
al mundo en 31 años de guerra total, como la denomina Eric Hobsbawm
(2003:29); años de barbarie y destrucción que si bien tuvieron como prin-
cipales escenarios a Europa y el Pacífico, conmocionaron al mundo entero.
Millones de muertos —la inmensa mayoría de ellos civiles—, naciones
arrasadas hasta los cimientos y el terror, fueron el resultado de la disputa
desatada entre las grandes potencias. Confrontación en la que unas, como
Inglaterra y Francia, buscaban preservar el orden mundial y sus dominios
coloniales y otras, como Alemania, Japón y los Estados Unidos, ansiaban
construir un nuevo orden que les reportara mayores ventajas y beneficios.
Todo ello a costa de la explotación y el sufrimiento de millones de hombres
y mujeres en el mundo entero.
La democracia, las libertades y los derechos humanos sufrieron duros
embates. No sólo se atentó directamente contra ellos, sino que en su

Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015 11


Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

nombre y defensa se cometieron genocidios y las peores atrocidades. Nazis,


fascistas, falangistas y militaristas de toda laya cumplieron extraordinaria-
mente su objetivo de detener el avance del socialismo en el mundo, viento
liberador en los albores del siglo xx. La barbarie fascista arrasó por igual a
comunistas, anarquistas y socialistas; a gitanos —esos parias de siempre—,
judíos y homosexuales, entre muchos otros.
Por su parte, el socialismo, nacido como una esperanza liberadora e igua-
litaria para el hombre, anunciaba que “(…) con la victoria revolucionaria del
proletariado, durante el (…) periodo de transición, [el Estado] no desapa-
recería inmediatamente, sino que adoptaría la forma temporal del proleta-
riado organizado como una clase dirigente o de la dictadura del proletariado
(…)” (Hobsbawm, 2011:63), y desaparecería posteriormente en la sociedad
comunista. Sin embargo, la temporalidad de esa dictadura, en su versión
soviética y estalinista, se extendió por décadas y la llegada del comunis-
mo se pospuso indefinidamente. El estado soviético asumió prácticas del
todo contrarias, no sólo a las libertades y a los derechos humanos, sino hasta
a sus principios fundamentales. Purgas y pogromos; la persecución y prisión
de opositores; el destierro individual y colectivo y muchas otras acciones se
volvieron comunes en el estado soviético y siempre fueron justificadas, con
o sin razón, en la agresión extranjera y la oposición interna. De ese modo, la
Unión Soviética quedó lejos de ser un régimen promotor de la libertad y de
los derechos humanos de sus ciudadanos, como seguramente lo desearon
los protagonistas de la Revolución de octubre de 1917.
El fracaso del nazismo, en su intento por terminar con el socialismo
soviético y lograr una redistribución colonial del mundo, trajo consigo el
nacimiento de un nuevo orden, el mundo bipolar. Las viejas potencias euro-
peas cedieron la hegemonía a los Estados Unidos y a la Unión Soviética. De
este modo, surgieron dos grandes bloques encabezados por las potencias
emergentes. En los que, una vez más, las libertades y los derechos humanos
quedaron marginados en la práctica.
El bloque socialista, que se extendió por el centro y oriente de Europa,
siguió el modelo soviético, y no podía ser de otra manera ante el papel prota-
gónico del Ejército Rojo en la liberación de Europa; excepto en el caso de
la revolución yugoslava, hecha exclusivamente por serbios, croatas, bosnios y
demás nacionalidades balcánicas. Proceso que a lo largo de los años mostró
peculiaridades de gran valía como la autogestión en fábricas y la efectiva
representación política de las diferentes nacionalidades que conformaban
la República Yugoslava (Denitch, 1995, particularmente capítulos 1 y 5).

12 Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015


Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

Justo del otro bando se encontraban las potencias occidentales, enca-


bezadas por los Estados Unidos, a las que la experiencia histórica (léase
la necesidad de reproducción del capital a partir de la Gran Depresión de
1929) les había llevado por nuevos caminos, al New Deal:

¿Cómo estamos construyendo el edificio de la recuperación, el templo […]


dedicado y mantenido para una mayor justicia social, un mayor bienestar para
Norteamérica, la habitación de una sana vida económica? Estamos edificando
piedra por piedra las columnas que sostendrán esa habitación […] (Huberman,
1977:378)

¿A qué columnas se refería el presidente Roosevelt en 1933? Hablaba de la


necesaria intervención del Estado en la vida económica de las naciones capi-
talistas.2 A partir de entonces, la economía capitalista requeriría de la activa
participación del Estado para reproducirse.3 Lo que se tradujo en un impor-
tante crecimiento económico, como nunca antes se había visto en la historia.
De ese modo, los años de posguerra fueron para las potencias occi-
dentales los “años dorados” (Hobsbawm, 2003:206), tiempo de bienestar y
prosperidad para sus poblaciones. Periodo en que la riqueza se distribuyó
mejor y con generosidad entre sus habitantes, como nunca antes había
sucedido; situación que se extendió hasta los años setenta. Sin embargo,
tal prosperidad no alcanzó a todos por igual, como siempre sucede. Aun
entre las grandes potencias amplios sectores sociales permanecieron
marginados: negros, orientales, gitanos e inmigrantes; las propias mujeres
carecían de los derechos que gozaban los hombres4 y no se diga lo que
sucedía en las naciones pobres. En las que, por ejemplo en nuestro país,
en pleno “milagro mexicano”, amplios sectores sociales se mantenían en la
pobreza y el atraso, especialmente los pueblos indígenas.
El mundo subdesarrollado, falazmente llamado tercer mundo o países
en vías de desarrollo, vivió otra historia: la lucha contra el colonialismo y la
construcción de naciones independientes. A lo largo del siglo xx se desmo-
ronaron los antiguos imperios coloniales y surgieron nuevos y numerosos
estados independientes. Partos generalmente dolorosos y sangrientos que
consumaron la soberanía política de numerosas naciones, pero no pudieron
quebrar la dependencia económica respecto a las antiguas metrópolis colo-
niales. Como señala Marini (1982:31): “No es porque se cometieron abusos
en contra de las naciones no industriales que éstas se han vuelto económi-
camente débiles, es porque eran tan débiles que se abusó de ellas.” Tal situa-

Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015 13


Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

ción mantuvo a sus poblaciones en condiciones de vida y trabajo opresivas


y alejadas de todo orden promotor de las libertades y derechos humanos.
Fue precisamente en este contexto y al amparo de la entonces recién
fundada Organización de las Naciones Unidas (onu), cuando se adoptó
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre de
1948 en París, cuyos considerandos señalan, entre otras cosas, que:
• La libertad, la justicia y la paz en el mundo se sustentan en la
dignidad e igualdad de derechos de toda la humanidad.
• El desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos
han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de
la humanidad.
• La aspiración más elevada del hombre es el advenimiento de
un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la
miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creen-
cias.
• Los derechos humanos sean protegidos por un régimen de derecho.
• Los Estados miembros de las Naciones Unidas se comprometen a
asegurar el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades
fundamentales del hombre.

Por vez primera en la historia, se definieron los derechos humanos, cuáles


son y sus alcances; de modo que se dictaron principios básicos y un referen-
te mundial para los estados integrantes de la onu.

Hoy

… la noción de ‘derechos humanos’,


surgida del combate milenario del hombre
por el respeto de su individualidad,
es una conquista a la que no se debe renunciar…
Max Gallo —Manifiesto para un oscuro fin de siglo—5

Han transcurrido ya 67 años de la Declaración Universal de los Derechos


Humanos y a pesar de los incuestionables avances en la materia que en mu-
chas partes del mundo se pueden observar, podemos asegurar, sin lugar a
dudas, que es una asignatura pendiente en la mayor parte del orbe.
No puede ser de otra manera en un entorno contrario a ellos, bajo un
capitalismo salvaje y depredador que ha abandonado el estado de bienestar

14 Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015


Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

que lo caracterizó hasta los primeros años de la década de los setenta y,


en su lugar, ha adoptado al neoliberalismo y la globalización como nuevas
formas de reproducción. Además, un mundo en el que ha sido cancelada,
al menos temporalmente, la opción socialista ante el rotundo fracaso del
modelo soviético y la caída de los regímenes del socialismo real.
La actual economía neoliberal se ha caracterizado por privilegiar en todo
momento al interés privado frente al público y ha reducido a su mínima
expresión la participación del estado. Su origen se encuentra en las medidas
económicas y políticas propuestas para aliviar la crisis de los años setenta.
Su objetivo principal ha sido favorecer la circulación de capital mediante la
implementación de las siguientes medidas (Harnecker, 1999:165):
• Apertura de los mercados (a través, por ejemplo, de tratados de
libre comercio)
• Desregulación de la inversión extranjera (mediante la reforma de la
legislación correspondiente)
• Privatización de las empresas públicas (justificada en la ineficiencia
y corrupción gubernamental)
• Adelgazamiento del Estado y del gasto social (mediante la entrega
de los servicios sociales a particulares, tales como salud, educación,
fondos de retiro, vivienda, etc.)
• Lucha contra la inflación (que se convierte en la función prioritaria
de la banca central)
• Flexibilidad laboral (mediante la reforma legal pertinente)

El neoliberalismo cuenta, además, con un proyecto social propio


(Harnecker, 1999:183). El cual está encaminado a fragmentar la sociedad,
ya que una sociedad dividida facilita la reproducción del sistema. Se trata
de una sociedad en la que se construyen “minorías” que generen confronta-
ciones entre sí, evitando luchas colectivas que pudieran amenazar al orden
prevaleciente y neoliberal (Harnecker, 1999:183–184 y Blinder, 1992:22–
26). Por ello, se fomenta el individualismo por encima del interés colectivo.
El proyecto político del neoliberalismo tiene como objetivo primordial
favorecer al capital y debilitar al trabajo. Está encaminado a terminar con las
conquistas históricas de los asalariados (estabilidad laboral, salarios, presta-
ciones, seguridad social, etc.) y eliminar cualquier resistencia al libre mercado.
Se ha dividido a los trabajadores para disminuir sus derechos (fijos, preca-
rios, jóvenes, etc.) y del estado de bienestar que ha transitado a un estado
asistencialista. Lo anterior, ha llevado a los neoliberales a reforzar sus poderes

Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015 15


Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

autoritarios (no en vano fue el régimen pinochetista el primero y trágico


ensayo neoliberal), manteniendo una fachada democrática con elecciones
libres y pluripartidismo. Adicionalmente, se conceden grandes poderes a
instituciones y órganos no electos con el objetivo de garantizar la estabi-
lidad del sistema; por ejemplo, a los bancos centrales encargados de dictar
la política monetaria. Lo que impide hablar de estados democráticos plenos.
Los medios de comunicación masiva juegan un papel central en la
construcción del consenso de regímenes cada vez más ajenos a la colecti-
vidad: “…la propaganda es a la democracia lo que la cachiporra al estado
totalitario”, anota Chomsky (1995:14 y Harnecker, 1999:189). Asimismo, la
gobernabilidad se favorece con el consumismo y el crédito, convirtiendo lo
superfluo en necesidad y obligando a los trabajadores a asegurar su fuente
de empleo para cubrir compromisos contraídos y alcanzar nuevas metas de
consumo.
El proyecto ideológico neoliberal es esencialmente conservador y
reaccionario; ante el fracaso del socialismo real y del estado benefactor,
el mercado aparece como la única opción para regular las disfunciones del
capitalismo.
No obstante lo anterior, las políticas neoliberales han perdido terreno
de manera paulatina en el mundo. Hoy podemos ver, por ejemplo, que
América Latina, subcontinente que durante años funcionó como dócil
territorio de experimentación neoliberal, ha empezado a transitar a regí-
menes de nuevo signo como en el caso de Brasil, Argentina, Venezuela,
Ecuador, Uruguay y Nicaragua.
Las políticas neoliberales vienen acompañadas de la globalización y de
sus desastrosas consecuencias para los hombres y el mundo, tales como la
globalización de la pobreza, la mayor concentración de la riqueza y el arra-
samiento del entorno natural.
La diferenciación económica y social contrasta con la homogeneización
cultural neoliberal. La cultura humana se empobrece a grandes zancadas, se
iguala, se limita al modelo predominante, se norteamericaniza; las culturas
locales sucumben, una a una, ante el poder avasallador de la cultura domi-
nante. No importa el continente ni el nivel social, los hombres tendemos a
compartir una misma cultura; es decir, vivimos un acelerado empobreci-
miento cultural.
Una herramienta fundamental para la homogeneización cultural son las
nuevas tecnologías; pero más allá de esto, las nuevas tecnologías son una
realidad económica que impacta el mercado laboral. Gracias a ellas, en los

16 Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015


Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

últimos años se ha observado una contracción de la clase obrera. Si bien


es cierto que no podríamos hablar, cuando menos en este momento, del
tránsito hacia un mundo sin empleo, lo que salta a la vista es la precariza-
ción del mismo. Sassen (2007:125–164) describe perfectamente ésta situa-
ción, desde la década de los ochentas; vislumbraba las nuevas formas de
poder, nuevas formas geográficas y también nuevas formas de exclusión.
No hablaba del desempleo sino de la precariedad del mismo, visibilizaba
procesos que además de reforzar la desigualdad existente, desenmascaraban
nuevas lógicas y dinámicas de marginación y pobreza. Ahora, el desempleo
se ha generalizado en todo el mundo, se mantiene a niveles nunca antes
vistos y pareciera formar parte del nuevo paradigma económico. Aún más,
el empleo tradicional (de tiempo completo, con tareas definidas y de larga
duración) sede su lugar al empleo temporal o parcial, a la subcontratación y
al trabajo de migrantes (trabajadores indefensos ante los abusos del capital,
especialmente si son mujeres) como también describe y analiza Sassen
(2007:154–157).
Como puede derivarse, el neoliberalismo y la globalización, por su
propia naturaleza, atentan contra las personas y sus derechos humanos. En
consecuencia, la realidad económica y social del mundo contemporáneo
reclama nuevas formas de acción en defensa y promoción de los derechos
humanos. Más allá del derecho a la educación, en los últimos años se ha
desarrollado la Educación en Derechos Humanos (edh), mediante la cual
se promueve la formación integral del individuo desde los valores y prin-
cipios que constituyen los derechos humanos; busca el pleno y digno desa-
rrollo del ser, así como fortalecer el respeto por los derechos humanos, el
pluralismo ideológico, las libertades fundamentales, la justicia y la paz.
En otras palabras, la edh contribuye también a contrarrestar la domi-
nación no sólo económica sino simbólica, pues “la realidad social no es
solamente un conjunto de relaciones de fuerza entre agentes sociales, es
también un conjunto de relaciones de sentido. Estas relaciones de sentido
constituyen la dimensión simbólica del orden social, que habilita la exis-
tencia de situaciones de injusticia” (Flachsland, 2003:57), bajo esta lógica la
edh, al promover la formación crítica y consciente como sujetos de dere-
chos, permite visibilizar la violencia simbólica existente que sin importar
el sistema cultural, se impone y legitima las relaciones de poder y por ende
de sumisión, además de que reproduce sistemáticamente las visiones domi-
nantes, desprecia todas las formas culturales que sean diferentes u opuestas,
y naturaliza la desigualdad (Flachsland, 2003:56–71).

Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015 17


Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

Sin duda alguna, otro de los aspectos relevantes de la edh es la severa


crítica que realiza a las sociedades autoritarias y restrictivas de las libertades,
con fundamento en las propias leyes; pero al mismo tiempo, también cues-
tiona a las “leyes” pues son construidas por la “verdad” de quienes tienen el
poder, en otras palabras, como analiza Foucault (1978:140) “No hay ejer-
cicio de poder posible sin una cierta economía de los discursos de verdad,
que funcionen en y a partir de esta pareja. Por lo que estamos sometidos a
la producción de la verdad desde el poder y no podemos ejercitar el poder
más que a través de la producción de la verdad”. Por lo que se puede analizar
que “el sistema del derecho está enteramente centrado en el poder, que
enmascara por consiguiente la dominación y sus consecuencias” Foucault
(1978:141), a lo cual Foucault pregunta hasta dónde, y bajo qué formas el
derecho (no simplemente en la ley, sino en el conjunto de aparatos, insti-
tuciones, reglamentos que se aplican al derecho) transmite y funcionaliza
relaciones que no son exclusivamente de soberanía sino de dominación y,
además, no sólo dominación global de uno sobre los otros, o de un grupo
sobre otro, sino de las múltiples formas de dominación que pueden ejer-
cerse en el interior de la sociedad (Foucault, 1978:142).
No obstante, también las leyes, merced a la propia lucha social, protegen a
las personas de los excesos del poder. Incluso, Magendzo (2008:35–39) consi-
dera a la edh una “…educación política que intenta formar al sujeto de dere-
chos que se empodera individual, pero por sobre todo, colectivamente para
la transformación de la realidad…” A través de la cual se pretende formar
sujetos de derechos capaces de ser autónomos, libres “…con competencias
lingüísticas para ejercer su libertad, con consciencia de los límites para ejer-
cerla, que vigila[n] la violación de los derechos, que conoce[n] las normas
y las instituciones promotoras de los derechos, que asume[n] una posición
crítica y flexible, que sabe[n] decir no y no acepta[n] demandas arbitrarias,
que defiende[n] y exige[n] el cumplimiento de los derechos, y que ejerce[n]
la solidaridad y la aceptación del otro como un legítimo otro.”
La edh pretende formar personas críticas y libres, que se asuman como
sujetos de derecho y que como tales actúen en promoción de la defensa
de sus propios derechos humanos y los de su comunidad, en un marco
de tolerancia, respeto, solidaridad y paz, con el propósito de construir una
sociedad justa y democrática. Objetivos contra los que el neoliberalismo
atenta sistemáticamente y cotidianamente por su propia naturaleza. De ahí,
la importancia de la edh y las enormes dimensiones de los retos que se le
presentan.

18 Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015


Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

Los desafíos del mañana

El atroz impacto neoliberal sobre la humanidad y el planeta reclama acciones


urgentes. Las sociedades dan muestra de hartazgo y desesperación; sin em-
bargo, sus acciones resultan limitadas y muchas veces intrascendentes. Con-
trasta la acción global y coordinada del poder con la atomización e ineficacia
de la lucha social. Por ello, la edh se convierte en una herramienta política
poco conocida y utilizada por los individuos y las sociedades que puede lle-
gar a ofrecer amplias oportunidades para la acción política de la sociedad.
A manera de conclusión, la edh tiene una estrecha relación con el
desarrollo alcanzado por los derechos humanos, a nivel mundial y nacional,
tanto en términos de la teoría como de la práctica social. De acuerdo a
Magendzo, la edh ha ido ganando terreno desde los años setenta, pues se
podría comparar el momento actual con los años de las dictaduras suda-
mericanas de hace 40 años y la diferencia es realmente abismal, también es
cierto que se han multiplicado las leyes, resoluciones, convenciones sobre
este campo, dando lugar a un cuerpo teórico y legal complejo y múltiple.
Y al mismo tiempo, se han expandido las organizaciones, tanto inter-
nacionales, y gubernamentales, como de la sociedad civil, que se encargan
de cautelar o promover los derechos humanos y la educación de los
mismos, desde Amnistía Internacional, la Oficina del Alto Comisionado
de las Naciones Unidas y las Cátedras unesco, hasta otras asociaciones
de segundo nivel como el ceaal (Consejo de Educación de Adultos de
América Latina, que integra a unas 200 organizaciones de la sociedad civil),
organizaciones sociales internacionales, con sede en varios países, o asocia-
ciones de nivel nacional nacidas en el campo de la resistencia política.
Lo que conlleva a argüir que esta expansión de la legislación y las institu-
ciones se relaciona con el horror social que precedió a esta etapa de represión,
generando un proceso de reparación y de construcción de memoria social.
Sin embargo, aún con la existencia de estas instituciones, organizaciones,
cuerpos teóricos, iniciativas de formación; en la realidad no han dejado de
existir los abusos y las violaciones a los derechos humanos, hasta en muchos
casos se han hecho más refinados y también más brutales, combinando caos
y orden; lo que visibiliza que aún no estamos formados como “sujetos de
derechos” o que ésta es aún una definición teórica que no altera significati-
vamente ni las relaciones macroestructurales ni las microestructurales del
poder a nivel mundial.

Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015 19


Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

Por lo que siguiendo a Garretón (2002:14–16) en su texto La trans-


formación de la acción colectiva en América Latina toda su propuesta
cobra sentido y vigencia pues crítica a la subordinación del individuo a la
estructura, desde la teoría de la dependencia por poner sólo un ejemplo. Y
propone que los ejes de la acción colectiva en términos de ejes de sentido.
Además nos muestra la intersección de diferentes matrices para entender
la acción social, rescata el contexto, el momento histórico y la impor-
tancia de lo simbólico.
Por lo anterior, sabemos que aún hay mucho por hacer y nos parece
imperante que hay que asumir los siguientes retos:
• Debe divulgarse la educación en derechos humanos.
• Que todo individuo se asuma como sujeto de derechos.
• Que las nuevas tecnologías se conviertan en una herramienta
fundamental para la divulgación de la edh.
• Que la edh sea una de las principales vías de acción del individuo y
la sociedad ante los abusos del poder, más no la única.
• Cuidar que el respeto a la diferencia no abone en favor de la divi-
sión social promovida desde el poder.

Notas

1. Frantz, Fanon (1963). Los condenados de la tierra, México: fce, (Colec-


ción Popular 47), p. 77.
2. Lo cual no era del todo una novedad mundial. Ya que la Constitución
mexicana, promulgada en 1917 como resultado de una revolución, re-
gulaba aspectos fundamentales de la actividad económica del país en sus
artículos 27, 28 y 123, entre otros.
3. Algunos estudiosos de la economía política llamaron a esta nueva etapa
Capitalismo Monopolista de Estado. Véase Alonso Aguilar Monteverde
(1972), Dialéctica de la economía mexicana, México: Nuestro Tiempo.
4. Véase Howard Zinn, La otra historia de los Estados Unidos, México, Si-
glo xxi Editores, 1999. En particular el capítulo 6 Los íntimamente opri-
midos, aunque a lo largo de todo el texto existen referencias a la lucha de
las mujeres en los Estados Unidos.
5. Max Gallo, Manifiesto para un oscuro fin de siglo, pp. 143–144.

20 Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015


Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

Referencias

Aguayo, S. & Parra, P. (1997). Las organizaciones no gubernamentales de


derechos humanos en México: entre la democracia participativa y la
electoral. México: amdh.
Amnistía Internacional (1999). Educar en y para los derechos humanos.
Dinámicas y actividades seminario de educación para la paz, asocia-
ción pro derechos humanos.
Armienta Calderón, G. M. (1992). El ombudsman y la protección de los
derechos humanos.. México: Porrúa.
Baigorri Goñi, J. A. (2000). Los Derechos Humanos. Un Proyecto Inaca-
bado. Madrid: El Laberinto.
Barba, J. B. (1997). Educación para los derechos humanos. Los derechos
humanos como educación valoral. México: fce.
(2000). Derechos Humanos, Educación y Ciudadanía, Gaceta,
núm. 19, Año 7, pp. 14–17, Jalisco: Comisión Estatal de Derechos
Humanos de Jalisco.
Beltrán Gaos, M. (2003). La importancia de la educación en los derechos
Humanos. Especial referencia a América Latina. Ponencia presen-
tada en el viii Congreso Iberoamericano de Derecho Constitu-
cional.
Beltrán, M. (1996). Cinco vías de acceso a la realidad social. En García, M.
(Ed.) El análisis de la realidad social. Métodos y técnicas de investi-
gación. Madrid: Alianza Universidad.
Berger, P. L. & Luckmann T. (2001). La construcción social de la realidad.
Buenos Aires: Amorrortu editores.
Blinder, A. (1992). La sociedad fragmentada, Pasos (ed. Especial), núm. 3,
pp. 22–26.
Braslavsky, C. (2004). Educación en Derechos Humanos: ¿Decidir sobre la
Cantidad o sobre la Calidad del Tiempo Escolar? en Magendzo A.
(Ed.), De miradas y mensajes a la educación en derechos humanos,
pp. 255–256. Santiago de Chile: Editorial Lom.
Carpizo Mac Gregor, J. (1993). Derechos humanos y Ombudsman. cndh.
México.
Castillo Medina, J. A. (2001). El papel de las ong de derechos humanos en
México. Alcances, significados y retos hacia el siglo xxi, Tesis de
maestría, unam, México, 2001.

Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015 21


Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

Chávez Carapia, J. (2002). Participación social: retos y perspectivas. México:


Plaza y Valdés–ents.
Chi Minh, Ho (1973). Escritos Políticos. La Habana: Editorial de Ciencias
Sociales.
Chomsky, N. (1995). El control de los medios de comunicación, en Cómo
nos venden la moto. Barcelona.
Denitch, B. (1995). Nacionalismo y etnicidad. La trágica muerte de Yugos-
lavia. México: Siglo xxi Editores, .
De Sousa Santos, B. (2004). Democratizar la democracia. Los caminos de la
democracia participativa. México: fce.
De Sousa Santos, B. (2008). Reinventar la democracia, reinventar el estado.
Madrid: Sequitur.
Derrida, J. (2006). Aprender por fin a vivir. Buenos Aires: Amorrortu.
Flachsland, C. (2003). Pierre Bourdieu y el capital simbólico. Madrid:
Campo de Ideas.
Foucault, M. (1977). Historia de la sexualidad 1, La voluntad de saber.
México:. Siglo xxi Editores.
(1978). Microfísica del poder. Madrid: Las Ediciones de la Piqueta.
Freire, P. (1998). Cartas a quien pretende enseñar. México: Siglo xxi
Editores.
(1986). Hacia una pedagogía de la pregunta. Conversaciones con
Antonio Faúndez. Buenos Aires: Ed. La Aurora.
(1998). La educación como práctica de la libertad. México: Siglo
xxi Editores.
(1998). Política y Educación. México: Siglo xxi Editores.
(2002). Pedagogía de la esperanza. México: Siglo xxi Editores.
(2004). El grito manso. México: Siglo xxi Editores.
(2005). Pedagogía del oprimido México: Siglo xxi Editores.
Gallo, M. (1991). Manifiesto para un oscuro fin de siglo. México: Siglo xxi
Editores.
Garretón, M. A. (2002). La transformación de la Acción Colectiva en
América Latina. Revista de la cepal núm. 76, Santiago de Chile.
Harnecker, M. (1999). Haciendo posible lo imposible. La izquierda en el
umbral del siglo xxi. México: Siglo xxi Editores.
Hobsbawm, E. (2011). Cómo cambiar el mundo. Barcelona: Crítica.
(2003). Historia del siglo xx. Barcelona: Crítica.

22 Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015


Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

Huberman, L. (1977) Nosotros el pueblo, Historia de los Estados Unidos.


México: Editorial Nuestro Tiempo.
Inwent (2007). Educando para una cultura de paz: ¿hacia dónde nos lleva
este camino? Bogotá, Colombia.
Magendzo, A. & Dueñas S., C. (1994). La construcción de una nueva prác-
tica educativa. Programa Interdisciplinario de Investigación en
Educación (piie). Modalidades de capacitación de profesores en
educación en derechos humanos en América Latina. México: Comi-
sión Nacional de Derechos Humanos.
Magendzo, A. Educación en derechos humanos en América latina: temas,
problemas y propuestas. Una síntesis analítica de la reunión de
Lima. Recuperado de http://white.oit.org.pe/spanish/260ameri/
oitreg/activid/proyectos/actrav/edob/material/pdf/archivo14.pdf
(2002). Pedagogía crítica y educación en derechos humanos, Paulo
Freire, Revista de Pedagogía Crítica, Año 2, núm 2.
(2008). La escuela y los derechos humanos. México: Cal y Arena.
Marini, R. M. (1982) Dialéctica de la dependencia, México: Editorial Era.
Mujica, R. M. (1999) Estudio para el Análisis de Experiencias de Educación
en Derechos Humanos, Perú. Recuperado de http://white.oit.org.
pe/spanish/260ameri/oitreg/activid/proyectos/actrav/edob/mate-
rial/pdf/archivo13.pdf
(2002). La Metodología de la Educación en Derechos Humanos.
Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2002.
Núñez Palacios, S. Educación en Derechos Humanos: Diversas posibili-
dades, México: iij–unam. Recuperado de http://www.juridicas.
unam.mx/publica/librev/rev/derhum/cont/31/pr/pr23.pdf
Olvera, A. (2002). Democracia y sociedad civil en México: lecciones y
tareas, Comercio Exterior, Vol. 52, núm. 5, Mayo. Recuperado de
http://revistas.bancomext.gob.mx/rce/magazines/24/5/olve0502.pdf
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos (2004). ABC: la enseñanza de los derechos humanos.
Actividades prácticas para escuelas primarias y secundarias. Recu-
perado de www.edualter.org/material/abc.htm
onu (2004). Cuaderno de ejercicios para la enseñanza de los derechos
humanos de la Organización de las Naciones Unidas. Oficina
Regional de educación de la unesco para América latina y el
Caribe. Santiago de Chile: Printed grafica funny.

Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015 23


Recorrido histórico de la edh ¶ Janette Góngora y Yanira Mejía

(2004). Derechos humanos y aplicación de la ley. Serie de capa-


citación profesional núm. 5/add.2. Guía para instructores en dere-
chos humanos para la policía. Oficina del Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Nueva York y
Ginebra.
Pérez Viramontes, G. (1998). Educación para la paz y los derechos humanos,
ensayos y experiencias. México: uia.
Piaget, J. (1981). El mito del origen sensorial de los conocimientos cientí-
ficos. En Psicología y epistemología. México: Ariel.
Rabossi, E. (1991). El fenómeno de los derechos humanos y la posibilidad
de un nuevo paradigma teórico, Sobrevilla, D. (comp.), El derecho,
la política y la ética, México, Siglo xxi, iif–unam.
Rancière, J. (2000). Política, identificación y subjetivación, Arditi (ed.),
El reverso de la diferencia. Identidad y política. Caracas: Nueva
Sociedad.
Ramírez, G. (2000). La educación en derechos humanos en México, Expe-
riencias de educación en derechos humanos en América Latina. San
José, Costa Rica: Instituto Interamericano de Derechos Humanos
(iidh) y Fundación Ford.
(1994). La educación para la paz y los derechos humanos: signifi-
cados, alcances y retos en México. Reunión Consultiva del Programa
Cultura de Paz, unesco.
Tuvilla Rayo, J. Cultura de paz, derechos humanos y educación para la
ciudadanía democrática. Recuperado de http://www.juntadean-
dalucia.es/educacion/www/portal/com/bin/europa/Contenidos/
Aportaciones/paz_Derechos_humanos_ciudadania_democra-
tica/1133443380055_cultura_de_pazx_derechos_humanos_y_
ciudadania_democrxtica.pdf
Richard, C. P. (2003). Educación popular en derechos humanos. 24 guías
de actividades participativas para maestros y facilitadores. Instituto
Interamericano de Derechos Humanos (iidh).
Rocatti, M. (1997). Los derechos humanos y la experiencia del ombudsman
en México. México: Instituto Internacional del Ombudsman.
Sassen, S. (2007). Una sociología de la globalización. Argentina: Katz.

24 Reencuentro: Derechos Humanos y educación superior | 70 | Diciembre 2015

También podría gustarte