Modos I - V
Modos I - V
Modos I - V
CURSO
APRENDIENDO A CANTAR LOS SALMOS
Les saludo con mucha alegría y sobre todo para darle la bienvenida a
todos los que van a recibir este curso sobre cantar los salmos.
Nosotros sabemos que la liturgia de la palabra es muy importante en las
celebraciones eucarísticas, cómo Dios siempre nos habla y cómo
nosotros respondemos a través de los salmos. Y se va a tener este curso
que ha sido ideado en nuestra Arquidiócesis de Tlalnepantla, un servicio
que se ha abierto para ustedes.
En este momento me dicen que son de once países, que sepan que son
bienvenidos, que será un curso donde aprenderán a cantar los salmos y
será para bien de nuestra iglesia
“Así que muchas felicidades”
Felicito a los organizadores que han estado ideando este curso, que sea
para mayor Gloria de Dios y bien de nuestro pueblo. ¡Felicidades!
La Cantilación.
La primitiva estructura sobre la que se basa el canto sagrado del litoral
Mediterráneo, en cierto modo su partida de nacimiento, es la lectura
pública de la palabra de Dios. El texto sagrado es cantado, pero su
desarrollo musical está enteramente ordenado a la declamación: el
revestimiento melódico de las palabras se mantiene simple y
rudimentario. La lectura no es ya Un simple decir, pero aún no es un
canto elaborado. Se trata de la cantilación procedimiento universal para
transmitir una enseñanza solemne. Esta utilización de la palabra hablada
es herencia de la liturgia judía sinanogal.
La salmodia sin estribillo.
Después de haber escuchado la lectura, la asamblea litúrgica expresa su
respuesta a la palabra de Dios entonando un cántico o un salmo, tomado
también de la Sagrada Escritura. Este canto después de la lectura es una
forma musical arcaica de la liturgia cristiana. Su composición es sencilla,
próxima a la cantilaciòn; y sin embargo se puede estar adornada con
melismas.
En su forma primitiva (siglos I y II), este canto estaba reservado a un
solista, el chantre o salmista, que entonaba sucesivamente todos los
versos del Salmo, de un tirón, desde el primero al último sin la menor
intervención del pueblo. Es lo que se llama salmodia sin estribillo o
salmodia in directum.
La salmodia responsorial.
Más adelante, este antiguo procedimiento de salmodiar se ha adoptado
en vistas de una participación más activa de la asamblea. Al final cada
verso o cada estrofa del Salmo, en lo sucesivo el pueblo responde al solita
con un corto estribillo fácilmente memorizable y a veces adornado con
un melisma.
Esta manera de cantar los salmos extendió en occidente en la época de
San Ambrosio y San Agustín, hacia el final del siglo IV. Pero la forma
antigua se siguió practicando.
Hoy, la salmodia responsorial se encuentra en la misa, en el salmo
responsorial y en el gradual; y en el oficio en el responsorio breve y en el
responsorio prolijo.
La alternancia de la salmodia.
Con la expansión del monacato Occidental y de la recitación del salterio
en común, el canto de los versículos del salmo se confía al conjunto de la
comunidad monástica, dividida en dos coros. Esta sustitución en el que
hacer de los actores del canto no puede llamarse, propiamente
hablando, una nueva etapa en la composición. La alternancia de los
versículos es en efecto compatible con los dos tipos tradicionales de
salmodia, con o sin estribillo.
En cuanto a la forma responsorial, esta forma alternada ha conducido
progresivamente a relegar la respuesta primitiva al principio y al final del
salmo. De esta manera nació la antífona que poco a poco ha conquistado
su autonomía y desde entonces ha visto a desarrollarse
considerablemente su composición musical.
La Schola Cantorum.
Los modos.
Antes de describir los modos gregorianos sería necesario poder
responder a esta pregunta: ¿qué es un modo? Pues, aquí es donde las
teorías se multiplican y se contradicen.
Después de haber reunido todas las piezas del dossier y pensando
largamente sobre este “embrollo” un musicólogo contemporáneo ha
llegado a esta conclusión:
“La noción de un modo no es UNA noción válida para todas las épocas y
todos los países. Se transformó con el correr de los siglos de tal manera
que no se la puede definir sino en función de la época y del lugar donde
se la examina. El error de casi todos los comentaristas ha sido desde
hace diez siglos (…) partir de la concepción que había en su tiempo, o
para buscar después el modo de aplicarla a las teorías o a las músicas
que la concibieron de manera muy diferente.
No hay posibilidad de salir del intrincado follaje en el que los teóricos
nos han extraviado con la mejor fe del mundo sino haciendo tabla rasa
y retomando el asunto desde su origen.”
En el caso del repertorio gregoriano, hacer tabla rasa de las teorías y
retomar el asunto de su origen, es restablecer el marco de la
composición antigua la tradición oral e improvisación con cuatro
principales criterios para la definición de un modo:
1. Una escala determinada y su estructura.
2. Una jerarquía entre los grados de la escala.
3. Fórmulas melódicas características.
4. Un sentimiento modal: el ethos.
Los Salmos
Uso Litúrgico
“El salmo se recitaba con tan mínimas inflexiones de voz que esta
recitación parecía más palabra que canto.”
San Agustín.
LA LITURGIA DE LA PALABRA
SALMO RESPONSORIAL
Y cuando Dios habla no podemos quedar pasivos, sino que, hay que
acoger su Mensaje y dar una respuesta inmediata en la Celebración. La
hacemos con las mismas palabras y sentimientos que Dios ha inspirado
(Alabanza, Arrepentimiento, Acción de Gracias, Perdón, Petición, etc.).
Si no hay posibilidad que la gente cante una Antífona, algo casi imposible,
será mejor que el Salmo se cante o proclame y que la Asamblea lo
escuche en silencio. Esto último exige más al Salmista, ya que hay que
provocar un clima de contemplación y respuesta interior a la Palabra de
Dios.
PRIMER MODO.
El ethos del “Primus gravis”, decían los antiguos… lo que no quiere decir:
torpe, pesado, envejecido sino serio y maduro. El primer modo es un
modo de madurez adquirida, que canta con un movimiento de dignidad y
distinción sencilla, que dan la experiencia y la reflexión. Tiene grandeza,
energía y firmeza; es una piedad sin amaneramiento. Se ajusta a las
grandes obras, y sabe ser magnífico y serio sin pomposidad.
https://youtu.be/6ZfA60EktQk
Pri–mus Tonus sic in–cí-pi-tur,et sic me-di-á-tur: Atque sic fi-ní-tur.
https://youtu.be/srHzt9k5UCY
Pri–mus Tonus sic in–cí-pi-tur,et sic me-di-á-tur: Atque sic fi-ní-tur.
https://youtu.be/Tnx6z2P7KRg
Pri–mus Tonus sic in–cí-pi-tur,et sic me-di-á-tur: Atque sic fi-ní-tur.
https://youtu.be/7qfkuFvoORs
Pri–mus Tonus sic in–cí-pi-tur,et sic me-di-á-tur: Atque sic fi-ní-tur.
https://youtu.be/tMtix_QVVCs
Pri–mus Tonus sic in–cí-pi-tur,et sic me-di-á-tur: Atque sic fi-ní-tur.
https://youtu.be/FtdogDtpU0E
Pri–mus Tonus sic in–cí-pi-tur,et sic me-di-á-tur: Atque sic fi-ní-tur.
https://youtu.be/-Kt3pZQUziY
IMPORTANCIA DE LA PALABRA DE DIOS EN LA CELEBRACIÓN LITÚRGICA
La tradición de la lectura cantada era tan profunda, que el lenguaje popular hablaba
indistintamente del canto o de la recitación de un cantico. La proclamación de la
Palabra de Dios se concebía como una música divida que hacía irrupción sobre la
tierra como un anuncio de los ángeles de Belén cantando la gloria de Dios.
Esta tradición bíblica de la lectura cantada se explica sin duda por el deseo de
sustraer la Palabra divina a la banalidad de una lectura prosaica, de amplificarla de
algún modo, gracias a la magia del ritmo y de la melodía.
LA CANTILACIÓN
De esta forma de canto litúrgico San Agustín nos da testimonio: El salmo se recitaba
con tan mínimas inflexiones de voz que esta recitación parecía más palabra que
canto (Confesiones X, 33).
Debe quedar claro que, por regla general, la cantilación debe hacerse sobre una
sola cuerda, tenor o nota. Se pueden utilizar notas para entonar, notas de paso y
cadencia final, las cuales dan valor al tenor y la ponen en relieve.
Ejemplo:
FORMULAS SALMODICAS
1. Entonación
2. Tenor
3. Cadencia media
4. Cadencia final
5. Flexa
Entonación: Son las primeras tres notas de la formula salmódica. Utiliza las
primeras dos silabas del texto:
El Se - e…
Se hace la entonación solo en el estribillo del Salmo, en las estrofas se inicia con el
Tenor.
Tenor o cuerda recitativa: La nota sobre la cual se desarrolla principalmente el
canto del salmo, es tenida como nota principal, y alrededor de ella se ejecutan los
demás elementos de la fórmula.
El tenor es aquella nota sobre la que se recita la mayor parte del texto, se extiende
desde la entonación hasta la cadencia media y de esta, hasta la cadencia final:
…ñor es
Cadencia media: Es un giro melódico que cierra la primera parte del estribillo,
versículo o estiquio.
Mi Pas - to - or,
Cadencia final: Es un giro melódico que concluye la segunda parte del versículo o
estiquio. Cada tono tiene numerosas de estas cadencias, y se indican por las letras:
A B C D E F G, que representan las notas la, si, do, re, mi, fa, sol.
Da me fal - ta - ra - á.
La Flexa: es una pequeña inflexión de voz que se hace cuando la primera parte del
versículo es muy larga; se indica en los libros litúrgicos por medio de una cruz + :
Modo I. Formula Salmódica utilizando el salmo 23.
+ A / B
La teoría del Ethos considera que los elementos de la música ejercen efectos sobre
la parte fisiológica, emocional, espiritual, sobre la fuerza de la voluntad del hombre,
y por eso a cada modo o escala se le estableció un ethos determinado.
Para ver lo escriben los teóricos de la época acerca de los sentimientos que causan
los modos, he hecho un pequeño estudio comparando lo que dicen algunos de ellos
en alguna de sus obras. He elegido a Guido d´Arezzo (entorno al año 1000), Adam
de Fulda (1445- 1506), Domingo Marcos Durán – Lux Bella (1498), Juan de
Espinosa (1520), Andrés Lorente – El porqué de la música (1672) y Pablo Nassarre
– Escuela Música (1724).
En el primer modo encontramos en varios autores que es alegre. Para Fulda se
presta a todo sentimiento (ómnibus est primus). Nassarre además de alegría le da
sentimiento de gravedad, lo mismo que Guido.
SEGUNDO MODO.
https://youtu.be/WHflCwweyOs
Salmo 89
Domingo XXVIII Tiempo Ordinario B
+ A / B
Estrofas:
+ A / B
Estrofas:
Las piezas del tercer modo han experimentado desde el fin del siglo X,
en una gran parte de Europa, una alteración melódica: numerosos si
estructurales (recitaciones, finales de palabras, articulaciones
neumáticas) han subido a do. Éste cambio es análogo al que afectó a los
mi del cuarto modo. El estudio del tercer modo requiere ante todo que
se disponga de melodías correctamente restituidas.
Es el modo más misterioso de todos, como decía dom Gajard, hay que
abordarlo con prudencia y precaución. Las dificultades de interpretación,
la pesadez en su ejecución, los arrebatos demasiado ostentosos, los
sentimientos mal contenidos o no expresados impiden con frecuencia
percibir la naturaleza de su profundo lirismo.
¿Qué dicen los tratadistas que nos han precedido? ¿Que establecen los
caracteres específicos de este modo?
“El tercer modo, o modo frigio, designado con el epíteto bastante vago
de místico, es valorado de manera muy diversa. Mientras que unos le
denominan religioso y divino, otros le califican vehemente y apasionado.
Sin embargo se puede conciliar esta aparente contradicción, ya que el
término que indicaba la violencia de la pasión, expresaba también la
inspiración, bajo la influencia de la divinidad (para los griegos). Lo que
hay de cierto es que el carácter propio de este modo es la irregularidad,
que procede del hecho de que abandona su división armónica para
establecerse en otras cuerdas modales en una posición invertida.
Añadamos a esto la fuerza con la que afirma su dominante sobre la sexta,
y la afición que el inclina más que a cualquier otro modo superior, por los
intervalos amplios y disjuntos; añadamos la dulzura de sus terceras
menores y el semitono sobre el que comienza con frecuencia y termina
siempre en la embriaguez del éxtasis, y se podrá percibir esta mezcla de
exaltación y de dulce voluptuosidad por lo que resulta tan conmovedor el
modo frigio, cuando se han vencido sus dificultades.
Éste modo es igualmente apto para pintarnos los combates del tiempo y
la inspiración a los gozos de la eternidad”.
Éste movimiento incesante del tercer modo le hace aparecer como más
móvil que nosotros modos. Móvil, pero al mismo tiempo penetrante. Esa
partir de esto, la expresión de una profunda sabiduría, en cuanto es
cierto que la sabiduría personificada es sutil, ágil, penetrante, más
movible que cualquier movimiento, y al mismo tiempo firme, segura y
apacible.
La palabra clave para traducir el ethos del tercer modo parece ser el
ardor ferviente, interior exterior del místico, expresión de tonus
excepcional del místico en su contemplación, los santos deseos, el gozo
de laudatorio y, siempre, la llama de amor viva.
Entre los ocho modos consagrados a los diferentes estados del alma en
la piedad y en la meditación de la Sagrada Escritura, era normal que uno
de ellos se constituyese en intérprete de la profundidad mística: es el
genio propio del modo 3 y su grandeza.
https://youtu.be/AQ8B08AUOmk
Tér-ti- us Tonus sic in –cí -pi -tur, et sic medi -á-tur: Atque sic fi-ní-tur.
https://youtu.be/c2ABz-utDFs
Tér-ti- us Tonus sic in –cí -pi -tur, et sic medi -á-tur: Atque sic fi-ní-tur.
https://youtu.be/4_uwKBAqpd8
Tér-ti- us Tonus sic in –cí -pi -tur, et sic medi -á-tur: Atque sic fi-ní-tur.
https://youtu.be/qi-I9tPd2tA
Tér-ti- us Tonus sic in –cí -pi -tur, et sic medi -á-tur: Atque sic fi-ní-tur.
https://youtu.be/QUG4p5Y5ZNw