El Mando, Concepto Cualidad Rasgos
El Mando, Concepto Cualidad Rasgos
El Mando, Concepto Cualidad Rasgos
RASGOS
(INTEGRIDAD, COMPETENCIA, ENERGIA,
AUTORIDAD, CONFIANZA EN SI MISMO,
INICIATIVA, DECISIÓN …). REGLAS BASICAS
PARA EL EJERCICIO DEL MANDO.
ACTIVIDADES MAS CARACTERÍSTICAS DEL
MANDO.
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EL MANDO: CONCEPTO
Mando es la autoridad que tiene un hombre sobre los otros. Al que ejerce el mando se le llama
dirigente… jefe es la persona que, por una parte ejerce la mayor influencia sobre el grupo y, por otra, es
designada para mandar un grupo.
Definimos la dirección como “un proceso dinámico de actuación de una persona (dirigente)
sobre otra u otras (dirigidas o grupo humano) con objeto de guiar su comportamiento hacia una meta u
objetivo determinado, a través de la prioridad de decisión que le concede su posición de poder”.
Un mando debe ser una persona capaz de tomar decisiones, de asumir responsabilidades,
perfectamente informado de su cometido y con capacidades suficientes. Cualquier persona con unas
capacidades mínimas puede llegar a ser un buen mando, ya que es cuestión de aprendizaje y de esfuerzo.
CUALIDADES. RASGOS
Algunas de las cualidades que parece aconsejable que un mando posea, entre otras son:
5. Eficacia, debe adecuar los medios para alcanzar los objetivos programados.
6. Dinamismo.
7. Sociabilidad.
9. Autocontrol.
14. Equidad.
Las reglas básicas para el ejercicio del mando podrían sintetizarse en las
siguientes:
4. informar leal y verazmente a sus subordinados; el mantener a un hombre informado fomenta la
iniciativa y aumenta la motivación.
5. Dar siempre buen ejemplo. Además, el jefe debe compartir las dificultades y peligros con sus
subordinados.
6. Asegurarse de que la orden haya sido comprendida, controlada y cumplida. Es muy importante
para l mando saber elegir a la persona adecuada para hacer cumplir las órdenes determinadas. La
orden debe darse en forma clara, precisa y concreta, y debe vigilarse su cumplimiento.
8. Ejercitarse en la toma de decisiones. Significa elegir entre varias soluciones posibles aquella que
parezca más conveniente y tenga mayor probabilidad de éxito.
9. Inculcar sentido de la responsabilidad entre los subordinados. Con ello se consigue una
colaboración seria y sincera.
10. Impartir los cometidos según las aptitudes y personalidad.
1. Planificación.- Establecimiento de objetivos y los caminos para lograrlos. Debe hacerse con la
suficiente flexibilidad para que ésta sea capaz de adaptarse con el tiempo conforme cambia el
entorno, siendo este ajuste necesario si se quiere llevar a cabo una planificación eficaz.
A la hora de planificar debemos de distinguir entre objetivo primario o final y objetivo secundario o
intermedio; es decir, para la consecución de un objetivo global, es necesaria la consecución de los
distintos objetivos o pasos intermedios previos, encaminados hacia un mismo fin. Estos pasos
intermedios deberán ser controlados, comprobando su efectividad en relación con el objetivo final.
Por supuesto esta planificación debería también prever posibles problemas u obstáculos que hagan
peligrar la consecución satisfactoria del objetivo primario.
El proceso de planificación tiene que tener en cuenta los siguientes elementos: objetivos, medios para
lograrlos y alternativas posibles.
3. Determinación de una estrategia para identificar los elementos que faciliten el logro de
los objetivos y también prever las oportunidades y amenazas del entorno.
1. Organización.- Una vez conocidos los objetivos primarios y secundarios, dividir el trabajo, asignar
las responsabilidades y coordinar los recursos necesarios. En esta fase tiene por tanto lugar, la
distribución del programa a seguir en áreas de actuación y la delegación de dichas áreas de actuación.
Es en esta fase cuando las personas que ejercen el mando combinan los recursos materiales y
humanos para proyectar la estructura formal de tareas de autoridad.
2. Dividir el trabajo en tareas que deberá ser realizadas por una persona o un equipo.
4. Coordinar las distintas tareas para que el trabajo de los individuos o grupos se integre
en un proyecto común.
6. Ejecución.- Guiar y motivar a los dirigidos para que realicen las tareas asignadas en el estadio
anterior. La dirección de las distintas actuaciones debe realizarse siempre de acuerdo con una política
establecida y una programación clara. Esta fase requiere la toma de decisiones en cuanto a la
ejecución de los distintos pasos u objetivos intermedios, los cuales deben se llevados a cabo en el
contexto general del programa (coordinación).
8. Selección de tareas.- El Mando debe de clasificar las tareas en delegables y no-
delegables, si no están ya previamente asignadas mediante reglamentos.
9. Utilización de los medios.- Este aspecto ahorrará esfuerzo y tiempo al grupo
humano en la realización de cualquier proyecto o actividad concreta.
10. Comunicación con los subordinados.- Siendo el equipo humano, el medio más
eficaz del que dispone el Mando, la correcta coordinación y organización de este
equipo es un elemento esencial para el buen funcionamiento de la organización.
Así pues el Mando debe saber escuchar a los subordinados y conocer el trabajo
que éstos realizan, debe evitar la excesiva generalización a la hora de describir
las tareas a sus subordinados y la poca claridad en la fijación de los plazos y las
fechas, no demostrar favoritismos, no alardear ante los subordinados, fomentar
las iniciativas de los demás, estar dispuesto a aprender de los demás, demostrar
confianza y delegar funciones.
11. Control.- El mando debe de controlar los resultados obtenidos de forma periódica con el fin de poder
contrastar los distintos logros con las expectativas iniciales y comprobar si los resultados son los
esperados. El control de los resultados deberá de realizarse de forma periódica contrastando los
distintos logros con las expectativas iniciales y así poder comprobar si los resultados son los
esperados. El proceso del control se basa en un continuo análisis de las desviaciones y la toma de
acciones correctoras o pertinentes, provocando así un proceso de retroalimentación o “feedback”
positivo o negativo.
12. Medir y comparar la situación actual con la situación planteada u objetivos, para poder obtener
las desviaciones producidas.
13. Evaluar si las desviaciones son relevantes o significativas, debiendo de tenerse en cuenta el
grado de repercusión de dichas desviaciones.
14. Evaluar las causas de las desviaciones significativas. Estas causas pueden deberse al entorno, a
causas internas o a causas aleatorias.
15. Adoptar las medidas correctoras adecuadas bien sea mediante la revisión del plan inicial o
mediante la revisión de los esfuerzos humanos internos si se detecta ineficiencia o mal uso de los
recursos disponibles. Si la causa hubiere sido aleatoria, no será necesaria ninguna medida
correctora.
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