Misterios Luminosos
Misterios Luminosos
Misterios Luminosos
-Dios Padre Todopoderoso, apoyados en nuestra fe que proclama la vida, muerte, pasión y
resurrección de tu Hijo Jesucristo, te ofrecemos este Santo Rosario por nuestro(a)
hermano(a) _____ y te pedimos, que así como ha participado ya de la muerte de Jesucristo
que también llegue a participar de la alegría de la gloriosa resurrección.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Así como María aceptó con valor y humildad la invitación a ser la Madre de Jesús, así
también nosotros tenemos que aceptar con sencillez y decisión el llamado de Dios a ser sus
hijos. Acordémonos de que se trata de un gran compromiso.
¡Oh, María, dulcísima, consuelo de las almas!, este Misterio te lo ofrecemos por el gozo
que tuviste cuando, saludada por el ángel, te anunció la encarnación del hijo de Dios en tus
entrañas; por Él te suplicamos que el alma de nuestro(a) hermano(a) ______ y todas
aquellas almas que están en el purgatorio, reciban alegres noticias de la Gloria Eterna, a
donde vayan a descansar.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Padre Nuestro:
Avemarías:
Rezar el Gloria:
Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa, en la cual fue
envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la cruz: Concédenos,
piadosísimo Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y por los dolores y angustias de tu
Santísima Madre María, Señora nuestra, sea llevada a descansar el alma de tu siervo(a)
______ y todos los que están en el purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y
reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos.
Amén.
Padre Nuestro:
Avemarías:
Rezar el Gloria:
Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa, en la cual fue
envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la cruz: Concédenos,
piadosísimo Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y por los dolores y angustias de tu
Santísima Madre María, Señora nuestra, sea llevada a descansar el alma de tu siervo(a)
______ y todos los que están en el purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y
reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos.
Amén.
¿Quiénes reconocieron en aquel niño al Mesías esperado? María, José y unos cuantos
pastores, gente humilde que había puesto en Dios su confianza. Lo mismo pasará con
nosotros: Si somos humildes y confiamos en Dios, sentiremos su presencia en nuestro
corazón.
¡Oh, María, estrella del mar, norte fijo de la Iglesia!, este Misterio te lo ofrecemos por el
gozo que tuviste cuando, naciendo de tu vientre, como de la aurora, el Sol de Justicia,
Cristo, alumbró a los que estaban en tinieblas; a El suplicamos que nuestro(a) hermano(a)
_____ y todos aquellos que están en el purgatorio, merezcan salir de esas tinieblas y llegar
a los resplandores de Su Gloria.
Padre Nuestro:
Avemarías:
Rezar el Gloria:
Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa, en la cual fue
envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la cruz: Concédenos,
piadosísimo Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y por los dolores y angustias de tu
Santísima Madre María, Señora nuestra, sea llevada a descansar el alma de tu siervo(a)
______ y todos los que están en el purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y
reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos.
Amén.
Según la Ley de Moisés, a los cuarenta días Jesús fue presentado al templo. En esto María y
José nos dan un ejemplo en el cumplimiento de sus deberes religiosos. También nosotros, si
queremos ser cristianos de verdad, tenemos que cumplir con la ley de Dios. No podemos
decir que no tenemos tiempo. Si el tiempo nos alcanza para las cosas de este mundo, ¿por
qué no tiene que alcanzarnos para las cosas de Dios?
¡Oh Purísima María, que sin obligarte la ley de la purificación, presentaste a tu Santísimo
Hijo en el templo, con especial gozo de verle reconocido como Verdadero Dios! Este
Misterio te lo ofrecemos suplicando que nuestro(a) hermano(a) _____ y todos aquellos que
están en el purgatorio, sean por tu intercesión, purificados para entrar en el templo de la
gloria.
Padre Nuestro:
Avemarías:
Rezar el Gloria:
Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa, en la cual fue
envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la cruz: Concédenos,
piadosísimo Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y por los dolores y angustias de tu
Santísima Madre María, Señora nuestra, sea llevada a descansar el alma de tu siervo(a)
______ y todos los que están en el purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y
reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos.
Amén.
Para Jesús lo más importante era hacer la voluntad del Padre, por eso se quedó en el templo
de Jerusalén, sin ni siquiera avisar a María y a José. Esto nos quiere enseñar que primero
está Dios. Por lo tanto, nadie por obedecer a los hombres, ponga a un lado la obediencia
hacia Dios.
¡Oh, María, seguro medio para hallar a Jesús!, este Misterio te lo ofrecemos por el gozo que
tuviste al encontrar en el templo a tu hijo Jesús; por eso te suplicamos que nuestro(a)
hermano(a) _____ y todos los que se encuentran en el purgatorio tengan, por tus ruegos, el
alivio de sus penas y lleguen a mirar a Jesús en el templo de su gloria.
Padre Nuestro:
Avemarías:
Rezar el Gloria:
Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa, en la cual fue
envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la cruz: Concédenos,
piadosísimo Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y por los dolores y angustias de tu
Santísima Madre María, Señora nuestra, sea llevada a descansar el alma de tu siervo(a)
______ y todos los que están en el purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y
reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos.
Amén.
Oh Soberano Santuario,
Sagrario del Verbo Eterno,
Libra Virgen del infierno,
a los que rezamos tu Santo Rosario.
Emperatriz poderosa,
consuelo de los mortales,
Ábrenos, Virgen, el cielo,
con una muerte dichosa,
y danos pureza de alma,
Tú que eres tan poderosa.
-Dios te salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen Purísima antes del parto. En
tus manos encomendamos nuestra fe para que la ilumines y el alma de nuestro(a)
hermano(a) _____ para que la salves. Llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita Tú
eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, ruega Señora por nosotros, pecadores, ahora
y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
-Dios te salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima en el parto. En tus
manos encomendamos nuestra esperanza, para que la alientes y el alma de nuestro(a)
hermano(a) _____ para que la salves. Llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita Tú
eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, ruega Señora por nosotros, pecadores, ahora
y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
-Dios te salve, María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después
del parto. En tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames y el alma de
nuestro(a) hermano(a) _____ para que la salves. Llena eres de gracia, el Señor es contigo.
Bendita Tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa
María, Madre de Dios y Madre nuestra, ruega Señora por nosotros, pecadores, ahora y en la
hora de nuestra muerte.
Amén.
Dios te salve, María Santísima, Templo, Trono y Sagrario de la Santísima Trinidad. Virgen
concebida sin la culpa del pecado original.
Amén.
-Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te
salve, a Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en
este valle de lágrimas. Ea pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María. Ruega por nosotros, Santa
Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor
Jesucristo.
Amén.
**Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa, en la cual
fue envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la cruz: Concédenos,
piadosísimo Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y por los dolores y angustias de tu
Santísima Madre María, Señora nuestra, sea llevada a descansar el alma de tu siervo(a)
______ y todos los que están en el purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y
reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos.
Amén.
ORACIÓN
Te rogamos nos concedas,
Señor Dios nuestro,
gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión
de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
MISTERIOS LUMINOSOS
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro.
Amén.
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos
quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir
la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Dios Padre Todopoderoso, apoyados en nuestra fe que proclama la vida, muerte, pasión y
resurrección de tu Hijo Jesucristo, te ofrecemos este Santo Rosario por nuestro(a) hermano(a)
_____ y te pedimos, que así como ha participado ya de la muerte de Jesucristo que también llegue
a participar de la alegría de la gloriosa resurrección.
Amén.
¡Oh Virgen María, ¡Madre de Dios y Madre nuestra, Reina del Santo Rosario! Fiados en vuestra
bondad nos acercamos a Vos, para honrar vuestro nombre y consolar nuestras almas.
María con solo nombrarte mi alma recibe alegría, con la esperanza que tengo de verte en mi
compañía , del arca testamento y de la paz alegría, con el nombre de María empezamos el Padre
Nuestro.
Amén.
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino;
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
(OJO: AQUÍ SE REPITE 10 VECES EL TEXTO, TÚ SOLO DICES EL QUE ESTA EN NEGRITAS)
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por ella y por nosotros pecadores ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las
almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
Amén.
Jesús se nos revela en las bodas de Caná, como el que siempre está dispuesto a escuchar a su
madre y a socorrer nuestras necesidades. Jesús y María nunca nos dejan solos, aun en los
momentos de dolor y necesidad reconocemos su presencia entre nosotros, presencia siempre
amorosa y llena de ternura por los que más sufren.
Amén.
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
(OJO: AQUÍ SE REPITE 10 VECES EL TEXTO, TÚ SOLO DICES EL QUE ESTA EN NEGRITAS)
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por ella y por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las
almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
Jesús, mientras estuvo con nosotros, nos anunció la llegada del Reino de Dios que no es otra cosa
más que la vida que Dios quiere para todos sus hijos; pero para recibir esta vida era necesario
convertirnos, es decir, abrir nuestro corazón a Dios. Hoy, Él sigue invitándonos a abrir las puertas
de nuestro corazón y de nuestras familias para que esa vida que Él quiere para todos nosotros, la
podamos disfrutar ya desde ahora.
Amén.
(OJO: AQUÍ SE REPITE 10 VECES EL TEXTO, TÚ SOLO DICES EL QUE ESTA EN NEGRITAS)
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por ella y por nosotros pecadores ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las
almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
Jesús se llevó al monte Tabor a Pedro, Santiago y Juan para manifestarles plenamente, en el
resplandor de su rostro, que Él era el Hijo de Dios. Él quiso mostrarles, desde aquí, lo que verían
después al regresar a la casa del Padre. Los apóstoles fueron fieles a la misión confiada y ahora
gozan por siempre de aquella experiencia inolvidable que vivieron cuando Jesús se transfiguró en
su presencia.
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
(OJO: AQUÍ SE REPITE 10 VECES EL TEXTO, TÚ SOLO DICES EL QUE ESTA EN NEGRITAS)
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por ella y por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las
almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
¡Oh, María, dulcísima, consuelo de las almas!, este Misterio te lo ofrecemos por el agradecimiento
que sienten nuestros corazones al saber que tu Hijo se ha quedado con nosotros en la Eucaristía;
te suplicamos que el alma de nuestro(a) hermano(a) _____ y todas aquellas que están en el
purgatorio, que ya desde esta vida se alimentaron del Pan que da la Vida Eterna, vivan para
siempre en la presencia de nuestro Padre Celestial.Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
(OJO: AQUÍ SE REPITE 10 VECES EL TEXTO, TÚ SOLO DICES EL QUE ESTA EN NEGRITAS)
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por ella y por nosotros pecadores ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las
almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
Oh Soberano Santuario, Sagrario del Verbo Eterno, Libra Virgen del infierno,
Emperatriz poderosa, consuelo de los mortales, Ábrenos, Virgen, el cielo, con una muerte
dichosa, y danos pureza de alma,Tú que eres tan poderosa.
Dios te salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen Purísima antes del parto. En tus manos
encomendamos nuestra fe para que la ilumines y el alma de nuestro(a) hermano(a) _____ para
que la salves. Llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita Tú eres, entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, ruega Señora por nosotros, pecadores, ahora y en
la hora de nuestra muerte.
Amén.
Dios te salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima en el parto. En tus manos
encomendamos nuestra esperanza, para que la alientes y el alma de nuestro(a) hermano(a) _____
para que la salves. Llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita Tú eres, entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, ruega Señora por nosotros, pecadores, ahora y en
la hora de nuestra muerte.
Amén.
Dios te salve, María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después del parto.
En tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames y el alma de nuestro(a)
hermano(a) _____ para que la salves. Llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita Tú eres,
entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios y
Madre nuestra, ruega Señora por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Dios te salve, María Santísima, Templo, Trono y Sagrario de la Santísima Trinidad. Virgen
concebida sin la culpa del pecado original.
Amén.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve, a Ti
llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de
lágrimas. Ea pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y
después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clementísima, oh
piadosa, oh dulce siempre Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que
seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Por estos misterios santos de los que hemos hecho recuerdo, te pedimos, ¡oh María!, de la Fe
santa el aumento; la exhaltación de la Iglesia; del Papa el mejor acierto; de la Nación (mencionar
su país), la unión y feliz gobierno. Que el gentil conozca a Dios; que el hereje vea sus yerros. Que
todos los pecadores tengamos arrepentimiento. Que los cautivos cristianos sean libres de
cautiverio. Goce de puerto el navegante y de salud a los enfermos. Que en el purgatorio logren las
ánimas refrigerio. Y que este santo sacrificio tenga efecto tan completo en toda la cristiandad, que
alcancemos por su medio, el ir a alabar a Dios en tu compañía en el cielo.
Amén.
Cristo, óyenos
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Cristo, escúchanos
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Escúchanos, Señor.
ORACIÓN
Amén.